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Universidad de Auckland y 2Universitdad del Oeste de Inglaterra
Referencia original: Braun, V., & Clarke, V. (2006). Using thematic analysis in psychology.
Qualitative research in psychology, 3(2), 77-101.
El análisis temático es un método analítico cualitativo mal delimitado, poco conocido y, aun
así, ampliamente utilizado en psicología. En este artículo se plantea que el análisis temático
ofrece un enfoque accesible y teóricamente flexible para el análisis de los datos cualitativos.
Se describe el significado de análisis temático, ubicándolo con respecto a otros métodos
analíticos cualitativos que buscan temas o patrones, y en relación a las diferentes posiciones
epistemológicas y ontológicas. A continuación, se proporciona directrices claras para quienes
esperan comenzar a utilizar el análisis temático, o llevarlo a cabo de una forma más
deliberada y rigurosa, además de considerar los posibles riesgos en la realización de esta.
Finalmente, se describen las desventajas y ventajas del análisis temático, concluyendo al
defender el análisis temático como un método útil y flexible para las investigaciones
cualitativas tanto dentro como fuera de la psicología.
Palabras claves: Epistemología; flexibilidad; patrones; psicología cualitativa; análisis
temático.
El análisis temático es un método analítico cualitativo mal delimitado, poco conocido y, aun
así, ampliamente utilizado (Boyatzis, 1998; Roulston, 2001) tanto dentro como fuera de la
psicología. El objetivo de este artículo es complementar lo que, como investigadores y
profesores en psicología, se ha experimentado como una corriente vacía o la ausencia de un
artículo en el cual se describa adecuadamente la teoría, la aplicación y la evaluación del
análisis temático y en el que se pueda realizar de una manera accesible para los estudiantes
y aquellos que no están familiarizados con la investigación cualitativa.1 Esto quiere decir que
el objetivo del siguiente artículo es que sea útil tanto para la enseñanza como una herramienta
de investigación en psicología cualitativa. Por lo tanto, se plantea la teoría y el método para
el análisis temático, y se aclara las similitudes y diferencias entre los enfoques que comparten
características en común con un enfoque temático.
Los enfoques temáticos son increíblemente diversos, complejos y matizados
(Holloway y Todres, 2003), por ende, el análisis temático debería ser visto como un método
fundamental en el análisis cualitativo. Es el primer método de análisis cualitativo que los
investigadores deberían aprender, ya que proporciona aptitudes básicas que serán útiles al
realizar otras formas de análisis cualitativo. De hecho, Holloway y Todres (2003: 347)
identifican los “significados tematizantes” como una de las pocas aptitudes generales que son
compartidas por el análisis cualitativo.2 A causa de esto, Boyatzis (1998) lo caracteriza, no
como un método específico, sino como una herramienta que se utiliza a través de distintos
métodos. Asimismo, Ryan y Bernard (2000) ubican la codificación temática como un proceso
realizado en las “principales” tradiciones analíticas (como la teoría fundamentada), en lugar
de un enfoque específico con méritos propios. Por lo que sostiene que el análisis temático
debería ser considerado como un método con méritos propios.
Uno de los beneficios del análisis temático es su flexibilidad. Los métodos de análisis
cualitativos se pueden dividir en dos campos. En el primero, se encuentran aquellos
vinculados o que se derivan de una posición teórica o epistemológica particular. Para algunos,
como el análisis de la conversación (CA; eg, Hutchby y Wooffitt, 1998) y el análisis
fenomenológico interpretativo (AFI; eg, Smith y Osborn, 2003), existen (hasta el momento)
una variedad relativamente limitada de cómo aplicar el método dentro de aquel marco.
Básicamente, una fórmula que guía el análisis. Para otros, como la teoría fundamentada
(Glaser, 1992; Strauss y Corbin, 1998), el análisis del discurso (DA; eg, Burman y Parker,
1993; Potter y Wetherell, 1987; Willing, 2003), o el análisis narrativo (Murray, 2003;
Riessman, 1993), hay una variedad de manifestaciones del método en el amplio marco
teórico. En el segundo campo, hay métodos que son esencialmente independientes de la teoría
y la epistemología, las cuales se aplican a través de una variedad de enfoques teóricos y
epistemológicos. A pesar de que a menudo (implícitamente) se enmarca como un método
realista/experimental (Aronson, 1994; Roulston, 2001), el análisis temático se encuentra con
seguridad en el segundo campo, y es compatible tanto con paradigmas existencialistas como
constructivistas de la psicología (se verá más adelante). Por medio de su libertad teórica, el
análisis temático proporciona una herramienta de investigación flexible y útil, el cual
eventualmente puede proporcionar una cantidad de datos abundantes y detallados, aunque
también complejas.
Dadas las ventajas de la flexibilidad en el análisis temático, es importante que quede
claro que no se está intentando limitar esta. Sin embargo, la ausencia de directrices claras y
concisas sobre el análisis temático significa que la crítica del “todo vale” de la investigación
cualitativa (Antaki et al., 2002) puede bien aplicar en algunos casos. En este artículo, se
espera lograr un equilibrio entre una demarcación clara del análisis temático, es decir,
explicar qué es, cómo se hace y asegurando la flexibilidad con respecto a cómo se usa para
que no se vea limitado ni restringido perdiendo una de sus principales ventajas. De hecho,
una clara delimitación en este método será útil para asegurar que aquellos que utilizan el
análisis temático puedan tomar decisiones activas sobre la forma en particular del análisis en
la que estén involucrados. Por ende, este artículo pretende elogiar la flexibilidad del método
y proporcionar un vocabulario y una “fórmula” para que las personas realicen el análisis
temático de una manera teórica y metodológicamente sólida.
Como se dará a conocer, lo importante es que además de aplicar un método a los
datos, los investigadores hagan sus suposiciones (epistemológicas y otros) explícitas
(Holloway and Todres, 2003). Los psicólogos y psicólogas cualitativos deben tener claro qué
es lo que están haciendo, por qué e incluir el “cómo”, en la usualmente omiten en sus reportes
de análisis. (Attride-Stirling, 2001).
En este artículo se describe el significado de análisis temático; una guía de seis frases
para llevarlo a cabo; los posibles riesgos que se deben evitar, lo que hace un buen análisis
temático; y las ventajas y desventajas de este. Durante todo esto, se proporcionan ejemplos
de literatura de la propia investigación y otras, por lo que, al facilitar de ejemplos, se muestran
tipos de preguntas de investigación y los temas en que el análisis temático puede ser utilizado
para estudiar.
Antes de comenzar, es necesario definir algunos términos utilizados en el siguiente
artículo. El corpus de datos son todos los datos recopilados para un proyecto de investigación
en particular, mientras que el conjunto de datos se refiere a todos los datos del corpus que se
utilizan para un análisis en particular. Existen dos formas principales para elegir el conjunto
de datos (el enfoque que elijas depende si estás llegando a los datos con una pregunta
específica o no, vea a continuación “Un número de decisiones”). En primer lugar, el conjunto
de datos puede consistir en muchos o todos los elementos de los datos individuales del corpus
de datos. Por ejemplo, en un proyecto sobre la cirugía estética genital femenina, el corpus de
datos de Virginia consiste en entrevistas a cirujanos, medios que hablen sobre el tema y sitios
web de cirujanos. Para cualquier análisis en particular, su conjunto de datos podría ser sólo
las entrevistas del cirujano, los sitios web (Braun, 2005b) o combinar los datos del cirujano
con algunos datos de los medios (eg. Braun, 2005a). En segundo lugar, el conjunto de datos
puede identificarse por un interés analítico en particular en algún tema de los datos y luego,
el conjunto de datos se convierte en todos los casos del corpus donde hace referencia al tema.
En el caso de Virginia, si estuviese interesada en cómo se abordaba “el placer sexual”, su
conjunto de datos consistiría en todos los casos de todo el corpus de datos que tenían alguna
importancia en el placer sexual. Estos dos enfoques a veces se pueden combinar para elaborar
el conjunto de datos. El elemento de datos se utiliza para hacer mención de cada parte
individual de los datos recopilados, los cuales juntos conforman el conjunto de datos o el
corpus. Un elemento de datos en este caso podría ser una entrevista a un cirujano (individual),
un documental televisivo o un sitio web en particular. Por último, la recogida de datos se
refiere a un fragmento de datos codificados individualmente, el cual se identifica en, y se
recoge desde un elemento de datos. Habrá muchos de estos, tomados de todo el conjunto de
datos y sólo una selección de estas recogidas se incluirán en el análisis final.
• Venus en la concha. Novela de ciencia ficción del escritor Phillip José Farmer.
Aquí, es importante reconocer las posiciones teóricas y los valores propios en relación
con la investigación cualitativa. No se pretende estar de acuerdo con una visión ingenua
realista de la investigación cualitativa, en la que el investigador simplemente “oyen” (ver
Fine, 2002) a sus participantes. Según Fine (2002), incluso un enfoque de “oír” “implica
moldear piezas de la evidencia narrativa que se seleccionan, se editan y se forman para
delimitar los propios argumentos”. Sin embargo, no se cree que exista un marco teórico o un
método ideal para realizar la investigación cualitativa. Lo que es importante es que el marco
teórico y los métodos coincidan en lo que el investigador quiere saber, que reconozcan estas
decisiones y como decisiones.
El análisis temático difiere de otros métodos analíticos que buscan describir patrones
a través de los datos cualitativos, como el análisis del discurso “temático”, el análisis de
descomposición temática, Análisis fenomenológico interpretativo (AFI) y la teoría
fundamentada.5 Tanto el AFI como la teoría fundada buscan patrones en los datos, aunque
están teóricamente delimitados. El AFI se adhiere a una epistemología fenomenológica
(Smith et al., 1999; Smith y Osborn, 2003) que entrega primacía a la experiencia (Holloway
y Todres, 2003) y trata de comprender la experiencia cotidiana de la realidad de las personas,
con gran detalle, para obtener una comprensión del fenómeno en cuestión (McLeod, 2001).
Para complicar las cosas, la teoría fundamenta viene en diferentes versiones (Charmaz,
2002). Independientemente, el objetivo de un análisis de la teoría fundamentada es generar
una teoría plausible, y útil, de los fenómenos que se basan en los datos (McLeod, 2001). Sin
embargo, desde la experiencia, la teoría fundamentada parece ser utilizada de una manera
cada vez más “ligera”, como un conjunto de procedimientos para la codificación de datos
muy similares al análisis temático. Como los análisis no parecen estar totalmente de acuerdo
con los compromisos teóricos de una teoría fundamentada “completa”, la cual requiere que
el análisis se dirija hacia el desarrollo de la teoría. (Holloway and Todres, 2003). Por ende,
se plantea que un análisis temático “nombrado y solicitado” significa que los investigadores
no necesitan estar de acuerdo con los compromisos teóricos implícitos de la teoría
fundamentada si no desean realizar un análisis completamente elaborado.
El término “análisis del discurso (DA) temático” se utiliza para referirse a una amplia
variedad de tipos de patrones en el análisis de datos, que van desde el análisis temático de
una epistemología construccionista social (es decir, cuando los patrones se identifican como
socialmente elaborados, pero no se realiza un análisis discursivo) a las formas de análisis
muy similar a la forma de repertorio interpretativo del análisis del discurso (Clarke, 2005).
El análisis de descomposición temática (eg, Stenner, 1993; Ussher y Mooney-Somers, 2000)
es una forma específicamente nombrada del análisis del discurso “temático”, el cual
identifica patrones (temas, historias) de los datos y teoriza el lenguaje como constitutivo del
significado y el significado como social.
Estos diferentes métodos comparten una búsqueda de ciertos temas o patrones en un
conjunto de datos (completo), en vez de un elemento de datos como una entrevista individual
o entrevistas a una persona, las formas de análisis biográfico o estudio de casos, como el
análisis narrativo (e.g, Murray, 2003; Riessman, 1993). En este sentido, se superponen más
o menos con el análisis temático. Como éste no requiere de conocimiento detallado teórico y
tecnológico de los enfoques, como la teoría fundada y el análisis del discurso, puede ofrecer
una forma más accesible de análisis, en particular para aquellos que se encuentran en una
carrera de investigación cualitativa.
En contraste con el AFI o la teoría fundamentada (y otros métodos como el análisis
narrativo del análisis discursivo o el análisis de la conversación CA), el análisis temático no
está vinculado a ningún marco teórico preexistente, y, por lo tanto, puede usarse en diferentes
marcos teóricos (aunque no en todos), y se acostumbra a utilizarse en diferentes asuntos en
estos. El análisis temático puede ser un método esencialista o realista que informa las
experiencias, los significados y la realidad de los participantes, o un método construccionista,
el cual examina las formas en que los eventos, las realidades, los significados, las
experiencias, etc., son los efectos de la variedad de discursos que se llevan a cabo en la
sociedad. También puede ser un método “contextualista”, que se sitúa entre dos polos del
esencialismo y construccionismo, y se caracteriza por teorías como el realismo crítico (eg,
Willig, 1999), el cual reconoce las formas en que los individuos dan sentido a sus
experiencias y las formas en que el contexto social más amplio afecta en aquellos
significados, al mismo tiempo que se mantiene el enfoque en lo material y otros límites de la
“realidad”. Por lo tanto, el análisis temático es un método que funciona tanto para reflejar la
realidad como para descifrar o desentrañar la superficie de la “realidad”. Sin embargo, es
importante que se aclare la posición teórica de un análisis temático, ya que con frecuencia no
toca el tema (y por lo general, se trata de una cantidad realista). Cualquier marco teórico
conlleva a una serie de supuestos sobre la naturaleza de los datos, lo que se representan en
términos del “mundo”, la “realidad”, etc. Un buen análisis temático lo hará transparente.
Figura 1 Recogida de los datos, con códigos aplicados (de Clarke et al ., 2006)
La codificación dependerá, en cierta medida, si los temas son guiados más “por los
datos” o “por la teoría”. En el primero, los temas dependerán de los datos, pero en el segundo,
podría enfocarse en los datos con preguntas específicas en mente que se desea codificar.
También dependerá de si el objetivo es codificar el contenido de todo el conjunto de datos o
si se está codificando para identificar características particulares (y posiblemente
delimitadas) del conjunto de datos. La codificación se puede realizar de forma manual o
mediante un programa de software (ver, eg, Kelle, 2004; Seale, 2000, para conocer los
programas de software).
Trabajar de forma sistemática en todo el conjunto de datos, prestando atención
completa e igual para cada elemento de los datos e identificando aspectos interesantes de los
elementos que pueden formar la base de los patrones repetidos (temas) del conjunto de datos.
Hay varias formas de codificar realmente los extractos. Si se realiza de forma manual, se
puede codificar los datos escribiendo notas en los textos que se está analizando, usando
marcadores o lápices de colores para indicar los posibles patrones o usando notas “post-it”
para identificar los segmentos de datos. Se puede identificar inicialmente los datos y luego
se hace coincidir con los fragmentos que demuestran ese código, pero en esta fase es
importante asegurarse que todos los fragmentos de los datos sean codificados y luego se
recopilen dentro de cada código. Esto implica copiar los segmentos de los datos de las
transcripciones individuales o fotocopiar los fragmentos de los datos impresos y recopilar
cada código en archivos del computador por separado o usar fichas. Si se utiliza un programa
software, se codifica etiquetando y nombrando las selecciones de los textos dentro de cada
elemento de los datos.
El consejo clave para esta fase es: (a) codificar para tantos probables temas/patrones
como sea posible (si hay tiempo), nunca se sabe qué puede servir más adelante; (b) los
fragmentos codificados de los datos de forma inclusiva, es decir, mantener un poco de los
datos adyacentes si son relevantes, una crítica común de la codificación es que el contexto se
pierde (Bryman, 2001); y (c) recordar que se puede codificar fragmentos individuales en
tantos “temas” diferentes como se ajusten, por lo que un fragmento puede ser codificado una
vez o muchas veces, según sea relevante. Tener en cuenta que ningún conjunto de datos está
libre de contradicción, un “esquema” temático satisfactorio que eventualmente se elaborará,
una conceptualización general de los patrones de los datos y la relación entre ellos9, no se
tiene que suavizar o ignorar las tensiones e inconsistencias de y en todo el elemento de datos.
Es importante conservar las cantidades que se apartan de la historia central en el análisis, por
lo que no se debe ignorar éstas en la codificación.
Fase 3: Buscar los temas
La fase 3 comienza cuando todos los datos se han codificado y recolectado inicialmente y se
tiene una larga lista de los diferentes códigos que se ha identificado en el conjunto de datos.
Esta fase, vuelve a enfocar el análisis en un nivel más amplio de los temas, en lugar de los
códigos, implica la clasificación de los diferentes códigos de los posibles temas y la
recopilación de todos los fragmentos relevantes de los datos codificados en los temas
identificados. Esencialmente, se comienza a analizar los códigos y considerar cómo se
pueden combinar para formar un tema general. Puede ser útil en esta fase usar
representaciones visuales que ayuden a clasificar los diferentes códigos en los temas. Se
puede utilizar tablas o mapas mentales o escribir el nombre de cada código (con una breve
descripción) en una hoja de papel separado y organizándolos en grupos por temas. Un mapa
temático de esta fase temprana se puede ver en la figura 2 (los ejemplos de la figura 2-4
provienen del análisis presentado en Braun and Wilkinson, 2003 con respecto a la
conversación de las mujeres sobre la vagina). Esto es cuando se empieza a pensar sobre la
relación entre los códigos, los temas y los diferentes niveles de los temas (por ejemplo, los
temas principales generales y los subtemas de ellos). Algunos códigos iniciales pueden pasar
a ser temas principales, mientras que otros pueden pasar a ser subtemas y otros son
descartados. En esta etapa, es posible que se tenga un conjunto de códigos que no parecen
ser de ninguna parte, y es perfectamente aceptable crear un “tema” que se llame “varios” para
almacenar los códigos, posiblemente temporal, que no parecen encajar en los temas
principales.
Algo de
conciencia
Conocimiento/empoderamiento
Falta de
conciencia
sobre la vagina
Cosas que
la hacen
Charla estar
positiva conscientes
Charla
Superior
al pene neutral
sobre la
vagina
Tema difícil
Poder de hablar
Satisfacción
Charla
Placer Risa
negativa
No tan Despersonalización
Vergüenza agradable
El sexo como
coito
Vulnerabilidad
Psicológico Físico
Figura 2 Mapa temático inicial, que muestra los cinco temas principales (análisis final
presentado en Braun y Wilkinson, 2003).
Se finaliza esta fase con la recopilación de temas postulados y los subtemas, y todos
los extractos de los datos que han sido codificados con respecto a estos. En este punto, se
comenzará a tener una idea de la importancia de los temas individuales. Sin embargo, no se
abandona nada en esta fase, ya que sin mirar en detalle todos los extractos (la siguiente fase),
es incierto si los temas se mantienen como están o si algunos deben combinarse,
perfeccionarse, separarse o descartarse.
Conciencia
Charla condicionada
positiva de la
Conciencia
vagina como
sobre la
una ventaja
vagina Conciencia
continua
Poder Satisfacción
Placer Charla
negativa de la
vagina como Lo que los
una desventaja hombres dicen
Separación No tan
del yo agradable
Vulnerabilidad
La sociedad
Psicológico Físico
Figura 3 Se desarrolló un mapa temático, que muestra tres temas principales (análisis final
presentado en Braun y Wilkinson, 2003).
Charla Charla
positiva de la negativa de la
vagina como vagina como
una ventaja una desventaja
Placer
Ansiedades
Notas
1. Boyatzis (1998) provee una descripción mucho más detallada del análisis temático.
Sin embargo, no creemos que sea una cantidad particularmente accesible para
aquellos que no están familiarizados con el enfoque cualitativo. Además, su enfoque
difiere de los proporcionados aquí, aunque reconoce la dimensión subjetiva del
análisis cualitativo, su enfoque es en el fondo, aunque a menudo implícitamente,
ubicado dentro de un paradigma empirista positivista.
2. La explicación de Dey (1993) sobre “el análisis de los datos cualitativos”, el cual
tiene como objetivo identificar técnicas compartidas a través de la amplia gama de
los métodos cualitativos y que demuestran cómo realizar el “análisis cualitativo”,
refuerza este punto en que su enfoque es en gran parte temático, aunque no se afirme
como tal.
3. Algunos autores, como Potter (1997: 147-48) plantean que no se debe simplemente
proporcionar “recetas” para los métodos cualitativos, como el DA, debido a que “una
gran parte del hacer el análisis del discurso es una habilidad artesanal, más como
andar en bicicleta o sexar un pollo que siguiendo la receta de un pollo suave de un
plato indú rogan Josh… Esto hace que sea difícil de describir y aprender”. Si bien no
se está en desacuerdo con que las habilidades necesarias para los análisis cualitativos
de todo tipo deben aprenderse, otros argumentos como McLeod (2001), mencionan
que al no discutir el “cómo” del análisis, se mantiene ciertos métodos misteriosos (y
por tanto elitistas). En cambio, si se quiere hacer métodos democráticos y accesibles,
de hecho, hacer que la investigación cualitativa sea lo más comprensibles para
aquellos que no están capacitados en los métodos y por ende, más populares, se
necesita proporcionar consejos concretos de cómo hacerlo realmente. No se está
cuestionando la importancia de las formas de entrenamiento de la “no receta”, sino
que las “recetas” disminuyan necesariamente la complejidad de ciertos métodos que
les son importantes para hacer accesible los métodos.
4. Foster y Parker (1995) sugieren un camino para reconocer la creatividad y el rol
activo del analista, la cual es utilizar la escritura en primera persona.
5. El análisis del contenido es otro método que se puede usar para identificar los
patrones a través de los datos cualitativos y a veces, se trata de manera similar a los
enfoques temáticos (eg, Wilkinson, 2000). Sin embargo, el análisis de contenido
tiende a enfocarse en un nivel más macro, lo que a menudo proporciona cantidades
(frecuencia) (Wilkinson, 2000), y permite el análisis cuantitativo de los datos siendo
inicialmente cualitativos (Ryan y Bernard, 2000). El análisis temático difiere de esto
con respecto a que los temas tienden a no cuantificarse (aunque a veces puede ser
cuantificadas; y Boyatzis (1998) sugiere que el análisis temático puede usarse para
transformar los datos cualitativos en una forma cuantitativa y someterlos al análisis
estadístico; y la unidad de análisis tiende a ser más que una palabra o una frase, lo
cual generalmente se encuentran en el análisis de contenido.
6. La definición de latente y manifiesto de Boyatzis (1998) es algo más estrecha que
nuestra definición de latente y semántica e identifica el análisis temático
incorporando tanto aspectos latentes como manifiestos. Sin embargo, estos resultados
se deben al hecho de que se asocia el proceso de interpretación con el análisis latente,
mientras que aquí se plantea también debería ser un elemento importante en un
enfoque semántico.
7. Asumimos que trabajará con un conjunto de datos de “buena calidad”. Plantearíamos
que los “buenos datos” se definen por un conjunto de criterios con respecto a qué, por
qué y cómo se recopilaron, y ofrecer descripciones ricas, detalladas y complejas del
tema. Los buenos datos no sólo proporcionan una perspectiva general del tema de
interés, o simplemente reiteran una descripción con sentido común. El desafío para el
investigador novato es interactuar con los participantes de la investigación de manera
que le genere conocimientos ricos y complejos. De esta manera, elaborar un análisis
de datos de baja calidad es una tarea más exigente para el analista, aunque puede
ocurrirle posiblemente a un analista experto y con experiencias.
8. Para un debate de los problemas con respecto a la idea de una transcripción “literal”,
en cuanto a lo que se deja de lado y lo que se retiene a través de este proceso, se debe
consultar a Poland (2002).
9. Lo que se entiende por mapa temático es similar pero menos detallado que el “libro
de códigos” de Ryan y Bernard (2000), la cual implica una descripción detallada de
la relación jerárquica entre los códigos, así como una descripción de cada uno, sus
criterios, ejemplares y contadores, ejemplos, y otros detalles. Al igual que la cantidad
de Boyatzis (1998) de un código temático, este modelo se aplica (y revisa en relación)
a los datos. Ver la figura 2-4 para la representación visual del mapa temático y su
perfeccionamiento. Otro ejemplo de un mapa temático, esta vez en forma de tabla, se
puede encontrar en Frith y Gleeson (2004).
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