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Revista Internacional de Ciencias Sociales y

Humanidades, SOCIOTAM
ISSN: 1405-3543
hmcappello@yahoo.com
Universidad Autónoma de Tamaulipas
México

LORENZO FERNÁNDEZ, Macarena; Reyes BUENO MORENO, María


ENTRENAMIENTO DE HABILIDADES SOCIALES EN FUTBOL BASE: PROPUESTA DE
INTERVENCIÓN
Revista Internacional de Ciencias Sociales y Humanidades, SOCIOTAM, vol. XXI, núm. 2, 2011, pp.
39-52
Universidad Autónoma de Tamaulipas
Ciudad Victoria, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=65423606005

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Entrenamiento
SOCIOTAM de Vol.
habilidades
XXI, N.sociales
2 (2011)en futbol base...
pp. 39-53

ENTRENAMIENTO DE HABILIDADES SOCIALES EN


FUTBOL BASE: PROPUESTA DE INTERVENCIÓN

Macarena LORENZO FERNÁNDEZ


y María Reyes BUENO MORENO
Universidad de Sevilla, España

RESUMEN
La formación de los deportistas debe entenderse como un proceso
de desarrollo integral que debe reunir los aspectos deportivo-motor,
personal, académico y social, entre otros (Valiente et al., 2003). La
evaluación de situaciones de interacción social propias de los entre-
namientos de la categoría benjamín de los escalafones inferiores de
un club de futbol puso en evidencia la necesidad de proponer una
intervención que permitiera la adquisición de conductas socialmente
eficaces en situaciones de interacción social en el contexto deportivo.
La eficacia de dicha intervención se valoró mediante un diseño expe-
rimental pretest-postest. Los resultados obtenidos tras la implemen-
tación del programa mostraron un aumento de interacciones eficaces
entre los futbolistas.
Palabras clave: entrenamiento en habilidades sociales,
asertividad, futbol base.

SOCIAL SKILLS TRAINING IN SOCCER:


A PROPOSAL OF INTERVENTION
ABSTRACT
Training of athletes must be understood as an integral process
that should include sport, personal, academic, and social develop-
ment. Evaluation of social interaction situations specific to the trai-
nings of the benjamin category of a soccer club highlighted the need
to propose an intervention that would allow the acquisition of socia-
lly effective behaviors in situations of social interaction in the sport
context. The effectiveness of this intervention was assessed using a
pre-test post-test experimental design. Results obtained after the im-
plementation of the program showed an increase in effective interac-
tions between players.

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LORENZO F., M. y BUENO M., M.R.

Keywords: Training in social skills, assertiveness, soccer.

INTRODUCCIÓN

G il y León (1998) definen el concepto de habilidad social


como la capacidad de ejecutar aquellas conductas aprendidas que
cubren nuestras necesidades de comunicación interpersonal y/o res-
ponden a las exigencias y demandas de las situaciones sociales de
forma efectiva. Así, la habilidad social es una clase de respuesta per-
tinente en el desempeño eficaz de algunas funciones:

- Conseguir reforzadores en situaciones


de interacción social.
- Mantener o mejorar la relación con otra persona
en la interacción interpersonal.
- Impedir el bloqueo del refuerzo social o mediado
socialmente.
- Mantener la autoestima y disminuir el estrés
asociado a situaciones interpersonales conflictivas.

Para los autores, cuatro serían las características que delimita-


rían el concepto: su carácter aprendido; la conciencia de complemen-
tariedad e interdependencia; la adaptabilidad de sus componentes a
la situación social, teniendo en cuenta la especificidad situacional de
los objetivos a perseguir; y por último, la consideración de ser sinóni-
mo de eficacia del comportamiento interpersonal.

A las habilidades sociales se les ha concedido una importan-


cia cada vez mayor, debido a las relaciones encontradas entre éstas y
múltiples comportamientos. Asimismo, debido al auge que han teni-
do los programas de entrenamiento en la población adulta y, más re-
cientemente, en la población infantil y juvenil (Vallés y Vallés, 1996).

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Entrenamiento de habilidades sociales en futbol base...

Numerosas investigaciones han encontrado correlaciones


positivas entre el uso correcto de las habilidades sociales y la compe-
tencia social, y por tanto, el buen ajuste psicológico (Vallés y Vallés,
1996); la adaptación personal, escolar y la autoestima (Kagan y Moss,
1962; Kohn y Rossman, 1972; Lazarus, 1971; Lewinsohn, 1975; Wolpe,
1971); la popularidad y el rendimiento académico (Green et al., 1980;
Gresman, 1981; Zigler y Trickett, 1978).

De todo ello se deduce que es necesario el entrenamiento en


habilidades sociales para que los niños aprendan estrategias para
desenvolverse por ellos mismos en diferentes situaciones (Vallés y
Vallés, 1996).

En este caso, se propone el ámbito deportivo como un medio


ideal para entrenar las habilidades sociales, ya que éstas se dan en
gran diversidad de situaciones de interacción, en las que los jóvenes
deportistas pueden poner en práctica sus habilidades con iguales y
con adultos en una situación altamente motivante.

En concreto, el objetivo del presente trabajo es enseñar herra-


mientas para crear relaciones eficaces y satisfactorias con los demás,
mediante el entrenamiento en habilidades sociales a través del futbol
base. Para ello, se ha diseñado un programa de intervención basado
en los siguientes modelos teóricos:

Modelos de déficits (Martínez Paredes, 1992)


M odelo de déficit en habilidades, mediante el cual se manifiesta
que existen déficits en habilidades sociales cuando el sujeto no emi-
te conductas habilidosas porque no las ha aprendido y, por lo tanto,
en su repertorio conductual no se encuentran disponibles. O cuando
existe ansiedad ante situaciones sociales en las que el sujeto no sabe
cómo comportase.

M odelo de inhibición, que explica la incompetencia social


mediante la inhibición de conductas cuando no se emiten conductas
socialmente habilidosas, debido a la ansiedad condicionada a las si-
tuaciones en que deben emitirse, o cuando se inhiben las habilidades
sociales debido a evaluaciones cognitivas incorrectas.

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LORENZO F., M. y BUENO M., M.R.

Teoría del aprendizaje social

De acuerdo con ésta, las habilidades sociales se entienden como con-


ductas aprendidas (Kelly, 2004). Para Vallés y Vallés (1996), autores
como Bandura, Rotter, Mischel y Meinchenbaum, entre otros, han
elaborado principios de aprendizaje para referirse a los efectos que
tienen sobre el individuo el aprendizaje observacional, las expectati-
vas de carácter cognitivo, el valor subjetivo de los estímulos, la espe-
cificidad situacional de la conducta y la función que ejercen las con-
ductas cognitivas, como las autoverbalizaciones y autoinstrucciones.

De acuerdo con Kelly (2004), las habilidades sociales se ad-


quieren de manera normal como consecuencia de varios mecanismos
básicos de aprendizaje. Entre ellos se incluyen:

• Reforzamiento directo. Existen una serie de factores (valor sub-


jetivo asignado por cada sujeto al reforzamiento social, espe-
cificidad de las circunstancias bajo las cuales se produce el
reforzamiento, contingencias de reforzamiento consistente)
que gobiernan la forma en que la historia de reforzamiento
personal moldea el desarrollo natural de las habilidades so-
ciales (Kelly, 2004).

• Aprendizaje por observación o modelado. El aprendizaje por imi-


tación se ha revelado como una poderosa fuente de aprendi-
zaje que moldea progresivamente la conducta social (Vallés
y Vallés, 1996). Según Kelly (2004), los niños, adolescentes
y adultos desarrollan nuevas competencias para manejar las
situaciones al observar cómo viven los modelos que les ro-
dean, es decir, la forma en que padres, hermanos, amigos,
compañeros de trabajo, jefes, entre otros, manejan diversas
situaciones. Para los niños pequeños, los padres y hermanos
son los modelos más importantes y, a medida que crecen, van
cobrando más importancia los amigos y compañeros.

Kelly (2004) señala algunos de los factores que parecen facili-


tar el aprendizaje observacional: edad del modelo –se tiende
a imitar más a modelos de edad similar o ligeramente supe-
rior–, sexo del modelo –la influencia es mayor con modelos

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Entrenamiento de habilidades sociales en futbol base...

del mismo sexo–, amabilidad del modelo –cálidos y afecti-


vos–, similitud percibida con el observador, consecuencias
observadas de la conducta social del modelo –reforzamiento
vicario– y la historia de aprendizaje particular del observa-
dor con respecto a situaciones parecidas a las que observa en
el modelo.

• Retroalimentación interpersonal. En contextos sociales, el fee-


dback es la información por medio de la cual la otra persona
nos comunica su reacción ante nuestra conducta (Kelly, 2004).
El feedback puede ser de naturaleza positiva –fortalecerá cier-
tos aspectos de la conducta social– o negativa –debilita aspec-
tos particulares de la conducta–. El feedback proporcionado
también puede ser de carácter explícito o implícito (Vallés y
Vallés, 1996).

Según Kelly (2004), lo ideal es que el feedback sea directo y


aporte información específica a la persona a la que se diri-
ge. Para ejercer su máximo efecto, el feedback se asocia con
elementos específicos de la conducta y se comunica verbal
y directamente con el individuo; así el receptor estará mejor
capacitado para cambiar y aumentar su influencia sobre los
demás.

• Expectativas cognitivas. Son creencias o predicciones so-bre la


probabilidad percibida de afrontar con éxito una determina-
da situación (Kelly, 2004). En función del resultado obtenido
en experiencias similares en ocasiones anteriores, el sujeto
desarrollará una expectativa favorable (aumentará la proba-
bilidad de ocurrencia de la conducta) o desfavorable (dismi-
nuirá la probabilidad de ocurrencia de la conducta) de afron-
tar una determinada situación social (Vallés y Vallés, 1996).

Desde esta perspectiva de la Teoría de Aprendizaje Social, Gil


y León (1998) exponen que la incompetencia social podría ser explica-
da, entre otras razones, por lo siguiente:

• La carencia de conductas adecuadas en el repertorio de com-


portamiento del sujeto, bien por una socialización deficiente
o por la falta de experiencias sociales pertinentes.

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LORENZO F., M. y BUENO M., M.R.

• La inhibición de las conductas requeridas en una situación


interpersonal concreta, debido a presiones como la ansiedad
condicionada a ciertos estímulos que configuran dicha situa-
ción, y a expectativas negativas respecto a la competencia
social.

Análisis experimental de la ejecución social


En este análisis de Argyle y Kendon (1967) –cuyo elemento principal
es el rol– se integran, junto con las conductas motoras, los procesos
perceptivos y cognitivos.

La semejanza entre la interacción social y las habilidades so-


ciales configuran los fines de la actuación hábil, percepción selectiva
de las señales, procesos centrales de traducción, respuestas motrices
o actuación, feedback y acción correctiva y timing de las respuestas.

Desde este modelo, el déficit en habilidades sociales se expli-


ca como un error en algún punto del sistema, que provocaría un cor-
tocircuito en todo el proceso. Siguiendo a García Sáiz y Gil (1995), los
fallos se pueden deber a distintos motivos: desajustes en los objetivos
(incompatibles, inapropiados o inalcanzables), errores de percepción,
errores en la traducción de las señales sociales, errores de planifica-
ción o errores en la actuación.

Modelo interactivo
Gil y León (1998) establecen que la competencia social es el resul-
tado final de una cadena de procesos cognitivos y de conducta que
iniciaría con una percepción correcta de estímulos interpersonales
relevantes, seguiría con el procesamiento flexible de estos estímulos
para producir y evaluar posibles opciones de respuesta –de las cuales
se seleccionaría la mejor–, y finalizaría con la expresión de la alterna-
tiva de acción elegida.

Schlundt y McFall (1985) exponen que el modelo puede ser


resumido en la puesta en marcha de tres categorías de habilidades
en sucesivos estadios: habilidades de descodificación, habilidades de
decisión y habilidades de codificación.

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Entrenamiento de habilidades sociales en futbol base...

OBJETIVO
A partir de la evaluación de necesidades y de la presente revisión
teórica se propuso el objetivo de adquirir conductas socialmente efi-
caces en situaciones de interacción social en los cuatro equipos benja-
mines de un club de futbol.

Además, se plantearon las siguientes hipótesis:

1. Tras el entrenamiento se producirá un aumento de las


conductas asertivas y, por tanto, una disminución de
las conductas agresivas y pasivas.

2. Las respuestas dadas a los adultos serán diferentes


a las respuestas dadas a los iguales.

MÉTODO
Participantes

Participaron 45 jugadores de futbol (varones) de cuatro equipos ben-


jamines, dos de primer año (ocho años de edad) y dos de segundo
año (nueve años de edad), que entrenaban tres veces en semana.

Equipo Edades Número de participantes


Benjamín A 9 años 10
Benjamín B 9 años 13
Benjamín C 8 años 10
Benjamín D 8 años 12

Instrumento

Para medir las habilidades sociales se empleó la escala Children’s As-


sertive Behavior Scale (CABS) (Wood et al., 1978), adaptada al español
por De la Peña et al. (2003). En concreto, se usó el subtipo II para esco-
lares de los ciclos superiores de primaria.

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LORENZO F., M. y BUENO M., M.R.

Esta subescala consta de 24 ítems, de los cuales cuatro ha-


cen referencia a interacciones con adultos y, el resto, a interacciones
con iguales. Cada ítem contiene tres opciones de respuesta: agresiva,
asertiva y pasiva.

Procedimiento

La escala fue administrada de forma individual a cada jugador por


un psicólogo deportivo antes de la implementación del programa,
garantizando la confidencialidad de las respuestas.

Posteriormente se procedió al desarrollo del programa de in-


tervención que se llevó a cabo simultáneamente con los cuatro equi-
pos benjamines del club. Se realizó una sesión de entrenamiento a
la semana con cada equipo por cuatro meses, durante las cuales se
entrenaron las habilidades sociales:

• Aprender a expresar sentimientos


• Aprender a ponerse en el lugar de los demás
• Aprender a solucionar problemas
• Aprender a conversar
• Saber decir no
• Aprender a quejarse adecuadamente
• Aprender a elogiar y recibir elogios
• Aprender a defender los propios derechos
• Aprender a pedir y hacer favores
• Aprender a decidir

El procedimiento a seguir durante el entrenamiento consistió en:

• Evaluar de forma individualizada cada habilidad social.

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Entrenamiento de habilidades sociales en futbol base...

• Dar a conocer las instrucciones y explicaciones


para la puesta en práctica de cada habilidad social.
• Dar a conocer modelos de actuación de las distintas
habilidades sociales.
• Practicar de forma manifiesta o ensayar
conductualmente las distintas habilidades sociales
(role-playing, práctica semiestructurada, práctica no
estructurada, ensayo informal de verbalización).
• Ofrecer reforzamiento y feedback para moldear la
práctica conductual (feedback verbal administrado
por el psicólogo deportivo, el entrenador,
un compañero o por la auto-observación).

• Enviar tareas para realización en casa.

Tras el entrenamiento se volvió a administrar la escala CABS


adaptada al español, y se analizaron los datos mediante el paquete
estadístico SPSS .17.

RESULTADOS
Los resultados presentados en la Tabla 1 muestran un aumento de
las conductas asertivas y una disminución de conductas agresivas y
pasivas tras el entrenamiento en habilidades sociales. Estas diferen-
cias son significativas, tal y como se muestra en la Tabla 2, corrobo-
rándose de esta forma el supuesto planteado en la Hipótesis 1.

Además, se observa que las conductas asertivas aumentan


significativamente y las respuestas pasivas disminuyen significativa-
mente, con adultos y con iguales, en ambos casos. Sin embargo, las
respuestas agresivas disminuyen significativamente con los iguales,
no encontrándose diferencias significativas con los adultos (Tablas 1
y 2). Por tanto, se acepta la Hipótesis 2.

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LORENZO F., M. y BUENO M., M.R.

Tabla 1. Conductas agresivas, asertivas y pasivas antes y después


del entrenamiento en habilidades sociales.

Momento Media Desviación típ.

Agresivas Uno 1.23 2.101


Dos 0.04 0.204

Asertivas Uno 19.36 2.534


Dos 23.06 1.071

Pasivas Uno 3.41 1.933


Dos 0.89 1.047
Agresivas Uno 1 1.892
iguales
Dos 0.04 0.204

Asertivas iguales Uno 16.57 2.337


Dos 19.38 0.768

Pasivas iguales Uno 2.45 1.532


Dos 0.57 0.744
Agresivas Uno 0.09 0.473
adultos
Dos 0 0
Asertivas Uno 2.93 0.846
adultos
Dos 3.68 0.556

Pasivas adultos Uno 1 0.807


Dos 0.32 0.556

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Entrenamiento de habilidades sociales en futbol base...

Tabla 2. Diferencias en conductas agresivas, asertivas y pasivas.

Prueba de Levene para la Prueba T para la


igualdad de varianzas igualdad de medias
F Sig. T
Agresivas 39.037 0 3.849
Asertivas 21.826 0 -9.175
Pasivas 14.239 0 7.786
Agresivas iguales 29.724 0 3.448
Asertivas iguales 27.981 0 -7.822
Pasivas iguales 15.995 0 7.521
Agresivas adultos 29.724 0 3.448
Asertivas adultos 27.981 0 -7.822
Pasivas adultos 15.995 0 7.521

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
A partir de los resultados obtenidos se puede deducir que el ámbito
deportivo es un escenario válido para la adquisición de habilidades
sociales (Raga y Rodríguez, 2001). Además se puede pensar que es-
tos logros se pueden generalizar a otros contextos, puesto que en la
escala de evaluación empleada se recogen ítems relacionados no sólo
con el ámbito deportivo, sino también con los ámbitos escolar, social
y personal.

En cuanto a los resultados obtenidos, varias son las teorías


que explican el aumento de las conductas asertivas:

• Modelo de déficits en habilidades sociales (Martínez Paredes,


1992). Los sujetos han incorporado a su repertorio
conductual patrones de comportamiento habilidosos,
desenvolviéndose con eficacia en situaciones sociales
que provocan cierto grado de ansiedad y haciendo
evaluaciones cognitivas correctas de las situaciones
sociales.

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LORENZO F., M. y BUENO M., M.R.

• Teoría del Aprendizaje Social. Tal y como apuntaba


Kelly (2004), las habilidades sociales son conductas
aprendidas. Los mecanismos básicos de aprendizaje,
como el reforzamiento directo, el aprendizaje por
observación o modelado y las expectativas cognitivas
son válidos para la adquisición de habilidades sociales.

• Análisis Experimental de la Ejecución Social (Argyle y


Kendon, 1967). Los sujetos han puesto en práctica todos
los puntos que integran la ejecución social –conductas
motoras, procesos perceptivos y cognitivos–, evitando
así todos los errores que se puedan dar en el proceso de
ejecución social, como desajustes en los objetivos, en la
percepción, en la traducción de las señales sociales y en
la planificación o bien, errores en la propia actuación.

• Modelo Interactivo (Gil y León, 1998). Los sujetos han


podido poner en práctica diversas respuestas asertivas,
pasivas y agresivas, experimentando las reacciones
propias y de los demás ante ellas y seleccionar la
respuesta que les haya resultado más eficaz.

Por otro lado, el hecho de no haberse producido diferencias


significativas en cuanto a la disminución de las conductas agresivas
con adultos se puede deber a varios factores.

Por un lado, los padres y entrenadores son figuras de apego


y, por tanto, personas muy significativas para los niños, por lo que no
se cuestionarán nada procedente de ellos.

Por otro, y según la teoría del Desarrollo Moral de Piaget,


muchos de los niños de ocho y nueve años aún no han logrado una
autonomía moral, por lo que aún se encuentran en una etapa de he-
teronomía moral, caracterizada por la obediencia, sumisión y respe-
to unilateral a las normas impuestas por los adultos (Palacios et al.,
1999).

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Macarena LORENZO FERNÁNDEZ


Licenciada en Psicología. Miembro del equipo técnico de
psicólogos de la Federación Andaluza de Tenis. Máster en
Educación Física y Deporte y Máster en Psicología de la Edu-
cación. Miembro del Grupo de Investigación y Desarrollo
Tecnológico de la Junta de Andalucía PAI-HUM-259: Inter-
vención en Grupos Sociales – Educación y Juventud.

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