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El nombre bautismo destaca el rito central del sacramento: Bautizar significa: sumergir. La
inmersión en el agua es símbolo del ser sepultados con Cristo: morir con Él para resucitar con Él.
(Cf. CEC 1214)
El Compendio del Catecismo de la Iniciación Cristiana sintetiza esta temática en la pregunta 252
¿Con qué nombres se conoce el primer sacramento de la iniciación?
«El primer sacramento de la iniciación recibe, ante todo, el nombre de Bautismo, en razón del
rito central con el cual se celebra: bautizar significa “sumergir” en el agua; quien recibe el
bautismo es sumergido en la muerte de Cristo y resucita con él “como una nueva creatura”. Se
llama también baño de regeneración y renovación del ES, e iluminación, porque el bautizado se
convierte en hijo de la luz»
1. ORIGEN
Si preguntamos sobre las raíces históricas del Bautismo cristiano nos vemos ante una situación
desconcertante, ante un hallazgo exegético que nos platea algunos interrogantes: Jesús nunca
bautizó, pero los discípulos bautizan después de la Pascua. ¿Cómo llegan a eso?
1.2. POSIBLES MODELOS DEL BAUTISMO CRISTIANO (Cf. Oñatibia, Bautismo y Confirmación pp 37-38)
Dado que el cristianismo nació en ambiente judío y allí se desarrolló en un primer tiempo y sólo
más tarde se propagó en el mundo pagano, es lógico buscar las posibles raíces del bautismo
cristiano en las prácticas bautismales en uso en el judaísmo contemporáneo de la Iglesia naciente.
Distinto al bautismo cristiano: «el que diga que el bautismo de Juan tiene el mismo efecto de
gracia que el bautismo de Cristo sea anatema» (Dz857 – Ds 1614).
El bautismo de Juan presentaba aspectos novedosos. En primer lugar, Juan actuaba de ministro
Como se ve, son muchos los puntos de coincidencia entre el bautismo de Juan y el cristiano, tanto
en su aspecto formal (por inmersión, necesidad de que intervenga un ministro, una sola vez) como
en su significado (signo de conversión para el perdón de los pecados).
Ninguno de los autores neotestamentarios consideró el Bautismo de Jesús como fundamento del
Bautismo Cristiano.
Son abundantes los pasajes del NT que, explícita o implícitamente, se refieren a la entrada de
nuevos miembros en la Iglesia. Del conjunto resulta con claridad la existencia, ya desde los
primeros tiempos y en todas las Iglesias, de un proceso de iniciación, si bien embrionario, en el
que el bautismo ocupa un lugar prominente.
• En las dos cartas a los Corintios: 1Cor 1,12-15.17) Aquí encontramos los testimonios más
antiguos sobre la iniciación cristiana
• Rom 6, 1-13: el pasaje de mayor densidad teológica de los textos paulinos. No quiere
ofrecer una exposición teológica del bautismo, sino sólo la fundamentación de la nueva
ética cristiana. Rom 13,11-14: volvemos a encontrarnos las expresiones: despojarse-
revestirse.
• Gálatas: tenemos probablemente el texto bautismal más antiguo de Pablo: 3,26-28; 4,6-7).
Este texto es importante para las relaciones entre fe y bautismo. Se atribuye al bautismo
explícitamente una especial vinculación a Cristo y la unidad den Cristo de los bautizados.
• Efesios: describe de forma detallada la estructura de la iniciación cristiana: 1, 13-14. se
apuntan las dimensiones pneumatológicas y escatológicas del bautismo.
• Colosenses: exhorta a permanecer fieles a Cristo por razón de la experiencia vivida en el
bautismo 2, 11-15
No es de descartar que el autor esté jugando con la idea del diluvio como figura de la muerte-
resurrección de Cristo.
En el Apocalipsis, la visión de «los que está vestidos con vestiduras blancas… que vienen de la
gran tribulación y han lavado y blanqueado sus mantos en la sangre del Cordero» (Ap 7,13-14).
Parece estar aludiendo a la relación entre el bautismo y el misterio de la cruz.
Estos textos reflejan la convicción de las comunidades de Marcos y de Mateo de que la práctica
bautismal traía su origen de una orden del Señor. Por su parte, los teólogos, durante siglos,
fundamentaron la existencia del bautismo en este mandato de Jesús.
En Pablo es fundamental la incorporación a Cristo que implica morir y ser sepultados con Él, para
resucitar con Él y vivir una vida nueva (Rm 6, 2-4.6; 1Cor 5, 6-8; Gal 6, 14ss).
Juan resalta la idea del Bautismo como nuevo nacimiento (Jn 3, 3ss): nacer del agua y del
Espíritu. Este nuevo nacimiento se atribuye a la fe (1Jn 5,1) y es inseparable de la caridad (1Jn
4,7) Son esenciales el don de Dios y la respuesta del hombre.
2.6. Hace partícipes de la misión de Cristo. El bautizado unido a Cristo participa de su misión
profética, sacerdotal y real. Llamado a ser testigo del Señor Jesús.
En la gran llamada que es siempre el bautismo, todos los bautizados están convocados a participar
en la totalidad de la misión de Cristo y de la Iglesia, es decir, en su triple función mesiánica. Se
espera de ellos que colaboren, en la medida de sus posibilidades y desde su rango de bautizados,
en el servicio apostólico, participando activamente en la evangelización; en el servicio sacerdotal,
colaborando personalmente en las celebraciones litúrgicas; en el servicio de la caridad,
comprometiéndose en la lucha por una sociedad más justa y fraterna.