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Salud Pública
Silvia Necchi
Con la colaboración de:
Martín de Lellis y Beatriz Castro
Carpeta de trabajo
Diseño original de maqueta: Hernán Morfese
Procesamiento didáctico: Adriana Imperatore / Marina Gergich
ISBN: 978-987-1782-73-4
Impreso en Argentina
Lectura obligatoria
Es la bibliografía imprescindible que acompaña el desarrollo de los conteni-
dos. Se trata tanto de textos completos como de capítulos de libros, artícu-
los y "papers" que los estudiantes deben leer, en lo posible, en el momento
en que se indica en la Carpeta.
Actividades
Se trata de una amplia gama de propuestas de producción de diferentes ti-
pos. Incluye ejercicios, estudios de caso, investigaciones, encuestas, elabo-
ración de cuadros, gráficos, resolución de guías de estudio, etc.
Para reflexionar
Es una herramienta que propone al estudiante un diálogo con el material, a tra-
vés de preguntas, planteamiento de problemas, confrontaciones del tema con
la realidad, ejemplos o cuestionamientos que alienten la autorreflexión, etc.
Lectura recomendada
Es la bibliografía que no se considera obligatoria, pero a la cual el estudian-
te puede recurrir para ampliar o profundizar algún tema o contenido.
Pastilla
Se utiliza como reemplazo de la nota al pie, para incorporar informaciones
breves, complementarias o aclaratorias de algún término o frase del texto
principal. El subrayado indica los términos a propósito de los cuales se in-
cluye esa información asociada en el margen.
Índice
Introducción..........................................................................................9
Objetivos ............................................................................................21
Referencias bibliográficas..................................................................141
Introducción
Mapa conceptual
Reforma
Sanitaria
Contexto económico,
político y sociocultural
POLÍTICAS DE SALUD
S
S i Atención
C A s Primaria
Demográficas o de la
L EQUIDAD t
n R Salud
U e
d E
D m
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P a
c Y s
Epidemiológicas i U
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N SALUD PÚBLICA SILOS
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De vida: R r Programáticas
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M v
• Educación O
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• Vivienda s C
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• Trabajo a I
A i
• Nutrición l A
D o
• Medio u L
s
ambiente, etc d de la Hospital
población Resiliencia
Organizaciones
Voluntarias
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Salud Pública
Las representaciones sociales acerca de la Salud Pública, que comúnmente Las representaciones
sociales, según Jode-
circulan pueden referirse a: let (1984), designan el saber del
sentido común, son modalida-
a) Acciones gubernamentales en salud, es decir a las acciones que realiza des de pensamiento práctico
el sector público (nacional, provincial o municipal) para sostener o mejo- orientadas hacia la comunica-
ción, comprensión y manejo del
rar la salud de la población en general; ambiente social, material e
b) Los “servicios no personales de salud”. En general se piensan como Sa- ideal, y están marcadas social-
lud Pública a las acciones que se orientan al medio ambiente (ej.: sanea- mente por las condiciones y el
contexto en el cual emergen
miento ambiental, alcantarillado) o directamente a la comunidad en su
conjunto (ej.: educación para la salud o campañas publicitarias de preven-
ción de enfermedades);
c) En muchos casos se asocia con la noción de “problemas de salud que
afectan a amplios sectores de la población”, ligándose a programas pre-
ventivos dirigidos a grupos vulnerables (ej.: Programas de salud materno-
infantil, Programas de lucha contra determinadas enfermedades como có-
lera, sida, distintas adicciones, etc.).
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Salud Pública
❘❚❚ “es el arte y la ciencia de mantener, proteger y mejorar la salud del pueblo a
través de los esfuerzos organizados de la comunidad.” (Lizarraga, Lemus
edit.,1995). ❚❚❘
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Salud Pública
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Los principales desafíos que enfrenta la OMS en el nuevo siglo son definidos por
ella de la siguiente manera:
• Hay necesidad de reducir ampliamente la carga que representa el exceso de
mortalidad y morbilidad en los pobres. Por ejemplo, se debe prestar renova-
da atención a enfermedades como la tuberculosis, la malaria y el HIV/SIDA
que afectan principalmente a la gente pobre. Atender a las mujeres y a los ni-
ños que sufren más pobreza que los hombres, reduciendo la mortalidad ma-
terna y mejorando la nutrición materno-infantil. Revitalizar y extender los pro-
gramas de inmunización.
• Hay necesidad de contraatacar las amenazas potenciales para la salud que re-
sultan de las crisis económicas, los ambientes insalubres y las conductas de
riesgo. Ejemplos de esto son la adicción al tabaco, las infecciones emergentes.
Para esto se deben promover estilos de vida saludables, facilitar el crecimien-
to económico estable y aumentar las oportunidades educacionales.
• Hay necesidad de desarrollar sistemas de salud más efectivos. Para esto se de-
berán desarrollar sistemas de salud que puedan mejorar el nivel de salud, re-
ducir las inequidades de salud, estimular la responsabilidad de las personas
para legitimar sus expectativas, aumentar la eficiencia, proteger a los indivi-
duos, las familias y las comunidades de las pérdidas financieras, y aumentar
las posibilidades financieras y de atención del cuidado de la salud.
Las estrategias propuestas para enfrentar estos nuevos desafíos son resumidas del
siguiente modo:
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Salud Pública
Estar más orientados hacia el impacto del trabajo de la OMS en los distin-
tos países
La OMS tiene un mandato de los estados miembros y la Asamblea de la Salud
Mundial vota regularmente recomendaciones y políticas a seguir.
Por un lado la OMS amplía el impacto de su acción concentrando recursos en
países pobres o en grupos vulnerables sin alternativas de financiación. Otra for-
ma de acción es trabajar con la comunidad de naciones, concentrándose en fun-
ciones que requieren acción colectiva internacional.
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• Generar y diseminar información básica para ser usada por todos los países;
cumplir una función de vigilancia global en determinadas enfermedades como
la malaria
• Encarar problemas globales que necesitan la colaboración de varios países co-
mo la erradicación de la poliomielitis
• Asegurar que la investigación crítica y la lucha contra la pobreza reciban finan-
ciamiento.
• Ser vista por los gobiernos como una entidad que realmente comprende las
necesidades sectoriales y el contexto político e institucional al que debe diri-
girse
• Ser una instancia de orientación confiable y de alta calidad, y actuar como fa-
cilitadora con autoridad técnica
• Poseer evidencia actualizada y relevante, fijar normas y estandardes relevan-
tes, y responder a las necesidades de los Estados Miembros
• Ser procuradora y negociadora entre los Estados Miembros y las agencias ex-
ternas que apoyan financieramente al sector salud y ayudar a utilizar los re-
cursos escasos de los países lo más estratégicamente posible
• También instalar a la salud en un lugar central en la agenda de desarrollo.
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Salud Pública
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Objetivos
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Proceso salud-enfermedad-atención
Objetivos
1. Construir una definición de salud y de enfermedad, integrando los aspec-
tos biológicos, sociales y psicológicos, que permita ampliar la percepción
de los estudiantes sobre distintas formas de concebir la salud y compren-
der las diferentes maneras de evaluar la enfermedad y solicitar atención
2. Comprender el concepto de resiliencia y el lugar que desempeña en la Sa-
lud Pública, y desarrollar destrezas que permitan ampliar y superar el en-
foque de factores de riesgo.
3. Contribuir al reconocimiento de los determinantes sociales y culturales
que inciden en la percepción de enfermedad y la demanda de atención
médica, y a la comprensión de la equidad-inequidad que influye en los ni-
veles de salud y en el acceso a los sistemas de salud de una población.
1.
Pregunte a dos personas de su conocimiento, (alguna de las
dos profesional de la salud), lo siguiente: ¿Qué entiende por
salud? Luego compare las respuestas y reflexione acerca de si
se asemejan a las dos definiciones extremas expuestas ante-
riormente o aportan algo distinto. Saque sus conclusiones.
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Sin embargo, son muchos los autores que han reflexionado sobre este tema.
Según Tigre (1993), para la mayoría de la gente tener salud es sentirse bien,
es tener la capacidad de hacer frente a las adversidades de la vida. Es un
medio para algo, para tener una vida digna y productiva. Es parte de la vida
diaria y una dimensión esencial de la calidad de vida.
Es así como distintas personas o distintos conjuntos sociales desde su
Se refiere al conjunto
estructura simbólica evalúan diferencialmente sus necesidades para tener
de ideas, valores, co-
nocimientos, palabras, imáge- un estilo de vida acorde a sus circunstancias sociales, por lo que el concep-
nes, etc., que permiten a una to de salud puede variar en distintos grupos sociales, en distintas culturas y
persona atribuir un significado a en distintas personas.
la “realidad” circundante y com-
partirlo con otros semejantes.
Según Jaitovich, la salud es un proceso de construcción social. Dice este
autor:
❘❚❚ “Hay sin embargo otra manera de plantearse las cosas. Bachelard decía
que toda ciencia particular produce en cada momento de su historia sus pro-
pias normas de verdad. Esto es, que no hay una verdad absoluta, sino que és-
ta debe fundarse a cada instante. Así procede un cuerpo, creando sus propias
verdades, su propia salud, creación que constituye precisamente su razón de
ser. Así un ser humano vive para crear su propia vida y en esto radica su esta-
do de salud. Las sociedades, a su vez, serían entonces tanto más sanas
cuanto mayor fuera el margen que les permitiera a sus miembros para la crea-
ción, entendiendo acá por tal al acto que modifica y da lugar a un hecho nue-
vo favorecedor de la vida.” (Jaitovich, 1993). ❚❚❘
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Salud Pública
ambientales y su salud está también en función del éxito que logre en es-
ta tarea. Un buen ejemplo de cómo los procesos ecológicos influyen en la
salud o la enfermedad de una población es observar la contaminación
ambiental y sonora de las grandes ciudades y los esfuerzos de sus habi-
tantes por controlarla, lo que tiene distintas consecuencias sobre la sa-
lud biológica y mental de los mismos.
3. Los procesos sociales y culturales que forman la conciencia y determinan
la conducta de los individuos. Esto se refiere a los procesos de socializa-
ción que intervienen en la transmisión y recreación de valores, hábitos,
actitudes y conductas, lo que contribuye a construir la estructura simbóli-
ca de los individuos y conjuntos sociales. A través de campañas de edu-
cación sanitaria dirigidas a las madres de niños pequeños que se apoyan
en conocimientos ya internalizados y trasmitidos entre familiares y ami-
gos, y que son reforzadas por los controles escolares al comienzo de la
escuela primaria, se ha logrado generalizar la vacunación preventiva de
muchas enfermedades de la infancia.
4. Los procesos económicos: se refieren a la producción, distribución y
consumo de bienes y servicios, que están comprometidos en la satis-
facción de las necesidades que surgen de los tres procesos anteriores.
Cada vez se visualiza más que las condiciones materiales de existencia
que determinan en mayor o menor medida la satisfacción de necesida-
des básicas para la vida de los seres humanos, condicionan fuertemen-
te la salud de las poblaciones. La condición de pobreza extrema o mar-
ginalidad es uno de los atributos más fuertemente asociados a la
aparición de variadas enfermedades y a las dificultades de acceso a la
atención médica, que podrían prevenirse en otras condiciones materia-
les de vida.
2.
Reflexione sobre el siguiente caso: Pablo tiene 26 años, ha
concluido su carrera de Relaciones Públicas y luego de buscar
infructuosamente empleo en algún puesto relacionado con su
nueva profesión , debe emplearse atendiendo la barra de be-
bidas de una confitería bailable entre las 0 hs y las 6 de la ma-
ñana. Luego de 2 meses de trabajo contrae una TBC (tubercu-
losis), de la que le cuesta mucho tiempo recuperarse, a pesar
de que es asistido en un buen hospital. ¿Qué procesos pue-
den haber intervenido en la aparición de su enfermedad? Ima-
gine y reproduzca condiciones de vida donde se vean refleja-
dos los cuatro procesos comentados
Se podría decir que las condiciones de vida son “saludables” y facilitan los
procesos mencionados anteriormente, cuando:
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Así como señalamos que la salud puede ser comprendida desde distintas
perspectivas, la enfermedad también ha recibido muy distintas interpretacio-
nes según el contexto sociocultural y el momento histórico. Los significados
de la enfermedad y las respuestas que se han dado a ella, deben ser com-
prendidos en el contexto en que surgen. Desde la perspectiva médica, de
aquellos que se ocuparon de curar como oficio, como profesión, se distin-
guen clásicamente etapas donde se pueden reconocer distintas formas de
explicar la enfermedad:
A. Etapa empírica-mágica
B. Etapa pseudocientífica
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Salud Pública
C. Etapa científica
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3.
Busque otras definiciones de enfermedad que haya obtenido
en su carrera y reflexione sobre la simpleza o complejidad de
las mismas a la luz de lo expuesto en este punto. Identifique
las ausencias y coincidencias.
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Salud Pública
Existen distintos modelos que explican este proceso (Durán, 1983, Peder-
sen, D.,1994), que en general coinciden en indicar los pasos que son cum-
plidos por las personas en su pedido de asistencia. Una adaptación de los
distintos modelos, referidos principalmente a la enfermedad aguda, que
circulan en la literatura especializada, puede presentarse en las siguientes
fases:
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4.
Recordando su último episodio de enfermedad trate de reco-
nocer las distintas fases por las que atravesó hasta llegar a la
convalecencia.
En cada una de estas fases se puede observar que se cumplen muchas ac-
ciones en las que los individuos se desempeñan por circuitos ajenos al sis-
tema médico oficial. Hay evidencia suficiente de que buena parte de las ac-
ciones de salud son llevadas a cabo sin intervención de los profesionales y
que no están sólo limitadas al alivio de síntomas leves sino que son efica-
ces en la atención de dolencias agudas y crónicas. En muchos casos estas
acciones no son comportamientos totalmente independientes del sistema
médico sino que se inscriben dentro de lo “permitido”. En un estudio reali-
zado con familias de la ciudad de Buenos Aires, se observó una fuerte ten-
dencia a desarrollar algún tipo de conducta intrafamiliar ante la aparición de
CONTANDRIOPOULOS A. (2000),
los primeros síntomas: en el 80% de los casos (tanto en episodios de enfer-
“La salud entre las ciencias medad leves, como severos o graves) se realizaron acciones tendientes a ali-
de la vida y las ciencias so- viar la enfermedad dentro del ámbito familiar; pero también en el 81% de los
ciales”, en: Cuadernos Mé- episodios relatados se recurrió al médico con mayor o menor urgencia (Schu-
dico Sociales, Centro de Es-
tudios Sanitarios y Sociales, fer y col., 1987).
Rosario, vol. 77, pp. 19-33.
PEDERSEN, D. (1994),
“Estilos de Vida”, JAITOVICH, R. (1993), ‘’Rol de la epidemiología en el proceso
en: Medicina en salud-enfermedad’’, en: Epidemiología y atención de la salud
Salud Pública, El Ateneo, en Argentina, OPS-AMA, Publicación Nº 35, Buenos Aires, pp.
Buenos Aires, pp. 287- 295.
35-40.
SCHUFER M., PRECE G.,
NECCHI S. y ADAMO M. SCHIAVONE, M.A. (1995), “El proceso salud-enfermedad en la
(1987), “Medicalización y historia del hombre”, en: Introducción a la Salud Pública, Li-
autocuidado”, en: Medicina
y Sociedad, Buenos Aires, zarraga y Lemus editores, Buenos Aires, pp. 25-30.
Vol. 10, Nº 4, pp. 101-109.
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1.2. Resiliencia
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❘❚❚ “[...] En esta dirección, observando que no todas las personas sometidas a
situaciones de riesgo sufren enfermedades o padecimientos de diverso tipo, si-
no que por el contrario las hay que superan la situación y hasta salen fortaleci-
dos de ella, se comenzó a investigar este fenómeno [...] No siempre se puede
asociar carencia a incompetencia, el individuo puede hacer y ser, independiente
de la situación adversa en que nazca y viva. A partir de ello se trató de buscar
los factores que logran proteger a los seres humanos más allá de los efectos
negativos de la adversidad, tratando de estimularlos una vez que fueran detec-
tados.” (Melillo, Estamatti, Cuestas, 2000). ❚❚❘
1.2.2. El concepto
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5.
Intente construir su propia definición de resiliencia tomando
las notas esenciales de las definiciones expuestas.
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6.
Juan es un paciente varón, de 15 años con una discapacidad
motora severa, de muy bajos recursos económicos, que sólo
cuenta en su núcleo familiar con una hermana mayor que se
ocupa de él antes de irse de la casa y cuando vuelve de su
trabajo; asiste a un escuela especial durante 4 horas al día y
vive en un barrio humilde con buenos vecinos. Piense una in-
tervención que tienda a favorecer la resiliencia de este adoles-
cente.
Jorge Jinkis (1994) SUÁREZ OJEDA , E.N. (1993), “ ‘Resilience’ o capacidad de so-
supo decir que no breponerse a la adversidad”, en: Medicina y Sociedad, Vol. 16,
se trata de venerar la racio-
nalidad por sí misma. Escri- Nº3, pp. 18-23.
be: “Quienes viven en este
país no necesitan leer a He- MELILLO , A., ESTAMATTI, M., CUESTAS, A. (2000), “Algunos fun-
gel para saber a qué atener- damentos psicológicos de la resiliencia”, en: Actualizaciones
se en cuanto a la razón de
Estado, o a la racionalidad en resiliencia, UNLa, Avellaneda, pp.23-44.
del liberalismo económico”.
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Salud Pública
Sistema de clasifica-
En esto interviene también el manejo de la taxonomía que permite decodifi- ción, en este caso de
car los síntomas y rotular las patologías. Hoy día en nuestras culturas urba- las enfermedades
nas, estas taxonomías son adquiridas en parte por el contacto con los pro-
fesionales de salud que son quienes generan este discurso y en parte por la
atención prestada a ciertos medios de comunicación que contribuyen a la
apropiación de este discurso en la población.
Varios trabajos realizados en la Argentina demuestran las diferencias en
la percepción de trastornos mórbidos, el estado de salud autoinformado y la
consulta médica. Estas diferencias aparecen relacionadas con la pertenen-
cia a distintos conjuntos sociales constituidos ya sea por el nivel educacio-
nal, socioeconómico o por la condición de género (JORRAT, MARCONI y col.,
1998, LLOVET, 1984; NECCHI, 1992; PRECE y SCHUFER, 1991).
❘❚❚ “El gasto en salud tiende a crecer al pasar de los niveles bajos a los altos
de educación, excluidos el gasto en ‘consultas al médico’ (que tiene compor-
tamientos variables en el nivel de educación secundaria según se trate de la
ciudad de Buenos Aires o el Gran Buenos Aires) y el de ‘medicamentos’ que
tiene una tendencia inversa: los grupos con educación primaria gastan más en
medicamentos que los de educación secundaria y éstos más que los de edu-
cación terciaria-universitaria.” (JORRAT, MARCONI y col., 1998). ❚❚❘
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(1) Autopercepción de salud medida en una escala de 4 puntos: 4=muy buena; 3=buena;
2= regular y 1=mala
(2) Promedio de días de ausentismo al trabajo o escuela en cada nivel de educación
(3) Porcentaje de personas con enfermedad en cada nivel de educación
(4) Porcentaje de personas que consultan al médico en cada nivel de educación
Septiembre-noviembre 1995
Fuente: JORRAT, MARCONI y col., 1998
Los datos recogidos en este estudio confirman que la distribución de los ni-
veles de enfermedad y la demanda de atención de la salud están claramen-
te relacionados con el acceso diferencial a la educación, a la ocupación y al
ingreso. La mayor exposición a la enfermedad de los sectores más pobres y
menos educados y el mayor gasto proporcional en salud que éstos realizan,
indica además la inequitativa provisión de servicios entre ellos.
❘❚❚ “Estos grupos, quizá por aquello de que ‘lo primero es la salud’ y sin duda
por falta de información adecuada acerca de los factores que contribuyen a me-
jorar su nivel, no hacen una mejor asignación de sus escasos recursos.”
(PLACHNER de MOLINERO I.,1998). ❚❚❘
7.
Reflexione acerca de estos comentarios. ¿Porqué piensa usted
que los sectores de menores recursos gastan proporcional-
mente más en salud?
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Salud Pública
❘❚❚ “Idealmente todos deben tener la oportunidad justa de alcanzar todo su po-
tencial en salud. De modo más pragmático: nadie debe estar en desventaja a
la hora de alcanzarlo, si ello se puede evitar.” (OPS/OMS, 1991). ❚❚❘
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Salud Pública
8.
Relea los conceptos incluidos en este apartado y construya un
ejemplo, donde se refleje en un grupo de población, una si-
tuación de enfermedad inequitativa, que resulte de diferencias
evitables.
Las diferencias en la salud de las poblaciones están relacionadas con las di-
ferencias sociales y económicas que se dan en los países.
Desde el sector Salud, es más frecuente la preocupación por los siste-
mas de atención médica que por el nivel de salud de la población. La preo-
cupación por los niveles de salud suele tropezar con las dificultades en el
crecimiento económico, y aun en aquellos países donde este proceso se da,
la distribución del ingreso al interior de los mismos es un tema crítico sin re-
solver.
Es importante distinguir la equidad en la atención de la salud y la equi-
dad en el nivel de salud de la población.
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Salud Pública
• Margaret Whithead, (1991) dice que la equidad en salud significa que ‘Ideal-
mente todos deben tener la oportunidad justa de alcanzar todo su potencial
en salud. Nadie debe estar en desventaja a la hora de alcanzarlo, si ello se pue-
de evitar’.
• Según Espejo y Fuentes, (1997) es importante distinguir entre la equidad en la
atención de la salud y la equidad en el nivel de salud de la población. Este
autor dice que la equidad en la atención de la salud, se refiere a brindar aten-
ción médica de acuerdo con necesidades de salud y no con otros criterios. Las
necesidades de salud se definen operativamente como la existencia de daños
en la salud o una mayor vulnerabilidad para contraerlos. Para ser equitativos
en la atención de la salud se debe brindar igual acceso a la utilización de re-
cursos de salud, a quienes tienen iguales necesidades.
Muchos estudios han demostrado que las tasas de mortalidad son mayores entre
los pobres que entre los ricos. Hay evidencias importantes de otra variable expli-
cativa: la distribución del ingreso. Rodgers (1978), demostró, analizando la expec-
tativa de vida en 56 países ricos y pobres, que la mayor o menor expectativa de
vida, estaba relacionada con el Producto Geográfico Bruto y con la distribución
del ingreso en la población. En los últimos años se vienen desarrollando algunas
hipótesis que intentan dar cuenta de aspectos mediadores entre la distribución del
ingreso y la equidad-inequidad en salud. Wilkinson (1996) habla de cohesión so-
cial: a mayor distancia social menor inversión en capital social, menores redes de
apoyo social, menor movilidad social y mayores frustraciones para los de abajo.
Evans, (1994) lo asocia con las desventajas que sufren los de niveles más bajos:
mayores problemas perinatales, de crianza en los primeros años, menores redes
de apoyo, menor control sobre sus vidas y menor creatividad a través del estudio
y el trabajo. Kawachi (1997) habla de variables sociales como confianza social y
nivel de participación comunitaria. Demostró cómo estos indicadores estaban aso-
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ciados con las diferencias en mortalidad general y específica, tales como cardio-
patías, neoplasias malignas y mortalidad infantil.
¿Y por casa cómo andamos? ” ( NECCHI S., 2000)
ALMEIDA-FILHO, N.
OPS/OMS (1991), Los conceptos y principios de la equidad en
(1999), Desigualda-
des de salud en función de salud, Serie Reprints nº 9, Programa de Desarrollo de Políticas
las condiciones de vida: de Salud, OPS/OMS. Washington.
análisis de la producción
científica en América Lati-
na y el Caribe y bibliografía
ESPEJO F., FUENTES, G. (1997), “Equidad en Salud”, en: Cuader-
anotada, Coordinación de nos Médico Sociales, CESS, Rosario, pp. 16-23.
Investigaciones, División
de Salud y Desarrollo Hu-
mano, OPS, Washington
D.C..
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2
Condiciones de salud
Objetivos
1. Comprender algunos fenómenos demográficos, teniendo en cuenta la es-
tructura y dinámica de una población, y su vinculación con problemas de
salud y estrategias de atención.
2. Conocer algunas características centrales de la epidemiología y las trans-
formaciones recientes que ha sufrido esta disciplina y su objeto de estu-
dio, advirtiendo a la vez, las principales notas de la situación epidemioló-
gica de nuestro país.
3. Contribuir al conocimiento de las condiciones de vida de la población que
influyen en el estado de salud de la misma, contextuándolas en el mo-
mento histórico actual.
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Salud Pública
La estructura de una población por edad y sexo se representa gráficamente Sobre el eje vertical se
en pirámides de población. representan los gru-
Estas pirámides pueden presentar distintas formas según la evolución de pos de edad, y sobre el horizon-
tal, el porcentaje que respecto a
los dos componentes básicos influidos por los tres procesos mencionados:
la población total representa la
natalidad, mortalidad y migraciones. Cuando la natalidad se ha mantenido al- población masculina (a la iz-
ta durante varios años, la base de la pirámide se presenta amplia y la cúspi- quierda) y la población femeni-
de puntiaguda y en el otro extremo, cumpliendo una tendencia observable en na (a la derecha), correspon-
diente a cada grupo de edad.
muchas regiones o países, cuando la natalidad ha declinado y la mortalidad
también, la base se angosta y la cúspide es más redondeada. Asimismo pue-
de presentar una estructura modificada en cuanto a su composición por se-
xo, reflejada en el perfil derecho o izquierdo por el efecto de migraciones se-
lectivas de mujeres o varones respectivamente, o por diferenciales en la
mortalidad entre varones y mujeres.
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1.
Observar las tres pirámides de población de nuestro país
(1985, 1950, y 1991), presentadas en la Imagen 1. Reflexionar
sobre:
a. Las diferencias en la estructura de edades
b. Las diferencias en la estructura por sexo
c. Causas que influyeron en la modificación de las tres pirá-
mides
d. Consecuencias de cada estructura en el sistema de aten-
ción de la salud y su proyección futura.
Los datos que surgen del régimen demográfico de un país son importantes
en Salud Pública para comprender las condiciones de vida y por lo tanto los
niveles de salud y para planificar la atención de la misma.
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Salud Pública
Fecundidad
La fecundidad de una población se estudia a través de indicadores como la La tasa bruta de natali-
tasa bruta de natalidad. dad se obtiene del co-
ciente entre los nacidos vivos
La tasa bruta de natalidad se usa para medir su contribución a la tasa de durante un período y la pobla-
crecimiento de un país, pero su utilidad es limitada ya que está afectada por ción total a la mitad del mismo
la composición por edad y sexo de una población. período.
La tasa global de fecundidad (TGF) es un indicador muy usado por ser una La tasa global de fe-
medida resumen de fácil interpretación. Según la División de Población de cundidad (TGF) es el
número de hijos nacidos vivos
las Naciones Unidas se obtuvo un promedio mundial de 3,3 hijos por mujer de una cohorte de mujeres al fi-
para el quinquenio 1990-1995, esto significa que al término de su vida re- nal de su período reproductivo.
productiva las mujeres tuvieron en promedio 3,3 nacimientos. En el siguien- Cohorte, se refiere a un grupo
te cuadro se puede observar la evolución de la TGF en diferentes regiones de personas que comparten si-
multáneamente una experiencia
del mundo: demográfica, al cual se observa
durante cierto tiempo.
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Universidad Virtual de Quilmes
La TGF declina en todas las regiones, pero el descenso es menor en las re-
giones que comprenden los países más ricos, y por el contrario es más ace-
lerado en las regiones de los países en desarrollo. En América Latina, en ge-
neral, la fecundidad muestra una declinación que habría comenzado en 1965
en América Central y El Caribe. La Argentina (TGF, 1999 = 2,6 hijo por mujer)
y Uruguay (TGF, 1999 = 2,4 hijo por mujer) son excepciones como países que
mantienen una fecundidad estable desde hace muchas décadas. El nivel de
fecundidad de un país depende de la composición de edad y del nivel de edu-
cación, (especialmente de las mujeres), de la condición rural urbana y de la
condición laboral de las mujeres. En general, en los países y regiones menos
desarrollados se observa que la fecundidad desciende a medida que aumen-
ta el nivel de educación de los padres.
Los datos de fecundidad de una región o país son importantes en Salud
Pública para la programación de las necesidades ligadas a este fenómeno.
Desde la provisión de servicios de salud sexual y reproductiva hasta la pro-
gramación de la atención materno infantil: estimar la cantidad de partos y de
menores que deben ser atendidos, y programar acciones en función de los
factores de riesgo que suelen aparecer ligados a esta etapa de la vida de las
mujeres y los niños.
Mortalidad
La mortalidad de una población puede revelar mucho acerca del nivel de vi-
da y de salud de un país o región. Las distintas tasas de mortalidad son in-
dicadores fundamentales de las condiciones de salud de las poblaciones.
La Tasa Bruta de Mortalidad es una Son ampliamente utilizadas para el diagnóstico de salud por ser la expresión
medida de riesgo de morir de los
habitantes de un área
de los problemas de salud de mayor gravedad. Un indicador global de la mor-
durante cierto período. talidad es la Tasa Bruta de Mortalidad.
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Salud Pública
Hay que tener en cuenta que puede tener distintos significados. No siem-
pre es indicador de peores condiciones, ya que en países o áreas con una
estructura de población joven puede ser más baja que en otros más enveje-
cidos independientemente de sus condiciones de salud. Las tasas de mor-
talidad dependen grandemente de la estructura por edades de un país. Así,
en Suecia, país que tiene muy buenas condiciones de salud, la tasa bruta de
mortalidad en 1990 era de 12 por mil habitantes y en México, para ese mis-
mo año, 5 por mil. Suecia tenía para esa fecha un 18% de población de 65
y más años y México tan solo un 4%. Es por esta razón que normalmente,
para reconocer el estado de salud de una población se analizan las tasas es-
pecíficas de mortalidad por edad, sexo, nivel socioeconómico o grupo ocupa-
cional. Hay distinto riesgo de muerte de acuerdo con las distintas edades.
El siguiente gráfico que representa las tasas de mortalidad por grupos de
edad y sexo en nuestro país para el año 1990.
Tasa de mortalidad por edad y sexo. Argentina, 1990. (Giacomini, pag 101)
51
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Este indicador refleja no sólo el estado de salud de los niños sino que mues-
tra también el contexto socioeconómico en que transcurre la vida de los mismos.
A pesar de la crisis económica mundial se ha observado un continuado descen-
so de las tasas de mortalidad infantil en casi todos los países de Latinoamérica.
UNICEF señala que entre 1960 y 1990 la TMI descendió en todos los países in-
dependientemente de su desarrollo económico tal vez por la influencia de la apli-
cación de tecnologías apropiadas: partos institucionales, control del embarazo,
asistencia al recién nacido, etc. Pero el descenso ha sido distinto según los paí-
ses. Así, en nuestro país, el descenso de la TMI comenzó a mediados de la dé-
cada del 80: 34 por mil, hasta alcanzar en 1993 el 23 por mil nacidos vivos. Sin
embargo en otros países como Chile, Costa Rica, y Cuba, este proceso se dio
más aceleradamente ya que partían de TMI más altas que las nuestras y han de-
mostrado estrategias más sostenidas para solucionar el problema.
La TMI suele desglosarse en dos componentes: La “tasa de mortalidad
neonatal”, que comprende las muertes de menores de 28 días, y la “tasa de
mortalidad tardía o post-neonatal” que se refiere a las muertes ocurridas en-
tre los 28 días y el primer año de vida. La mortalidad neonatal está fuerte-
mente influida por factores tales como los procesos congénitos, la edad y el
número de partos previos de la madre, así como por su estado nutricional y
la atención del parto y del puerperio. Algunos de estos factores son más di-
fíciles de controlar como los procesos congénitos y otros que se han visto
sustancialmente modificados a través de las acciones de salud tendientes a
controlar el embarazo y la institucionalización de los partos.
En cambio la mortalidad infantil tardía depende fundamentalmente de las
condiciones ambientales en que transcurre el niño su primer año de vida; as-
pecto modificable por la acción humana pero que en muchos casos se en-
cuentra muy alejado de las acciones posibles de la Salud Pública.
La esperanza de vida La esperanza de vida es un indicador también muy utilizado, ya que sinte-
mide la cantidad de tiza la información específica para cada edad. Es una medida hipotética, que
años que en promedio se espe-
refleja las condiciones de vida del momento. Los cambios en la tendencia de
ra que viva una persona al na-
cer, suponiendo que las tasas mortalidad modifican la esperanza de vida de las personas a medida que en-
específicas por edad, tomadas vejecen. En el siguiente cuadro se puede observar la evolución de la espe-
como base del cálculo, perma- ranza de vida al nacer de varones y mujeres en países desarrollados y en de-
necerán constantes.
sarrollo entre 1950 y 1985.
52
Salud Pública
La baja esperanza de vida en los países menos desarrollados está muy in-
fluida por el efecto que tienen en este indicador las altas tasa de mortalidad
infantil. La esperanza de vida al nacer en las mujeres es en general más al-
ta, aunque esa diferencia se atenúa a edades muy avanzadas.
El análisis de la mortalidad por causas revela aspectos fundamentales del Enfermedades, estados morbo-
estado de salud de una población y de sus condiciones de vida. sos o lesiones que produjeron la
muerte o contribuye-
La causa de muerte se establece a partir de la certificación médica que
ron a ella, y la circuns-
aparece en el certificado de defunción. tancia del accidente o de la vio-
lencia que causó esas lesiones.
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Como afirmación muy general se puede decir que las causas agrupadas co-
mo I) son las más frecuentes en los países menos desarrollados. Y las agru-
padas en II) son las más frecuentes en los países más desarrollados.
La causa de muerte es un indicador íntimamente relacionado con otros
indicadores de bienestar de la población como la esperanza de vida al nacer.
Cuanto menor es la esperanza de vida en un país, mayor es la frecuencia re-
lativa de Enfermedades transmisibles, y cuanto mayor es la esperanza de vi-
da, tienen mayor relevancia las Enfermedades cardiovasculares y los tumores.
En los países menos desarrollados suelen ocupar un lugar importante en-
tre los menores de 5 años las enfermedades infecciosas y por desnutrición
(aunque la desnutrición no se manifiesta en toda su dimensión en las esta-
dísticas de mortalidad). Por otro lado, en el grupo de personas de 65 años y
más predominan las enfermedades crónicas y degenerativas (por ejemplo,
tumores, diabetes, enfermedades cardiovasculares, etc.). La estrategia de
54
Salud Pública
2.
Busque en el sitio http.//www.msal.gov.ar/estadisticas/desa
lud/las defunciones por grupos de edad y sexo, según grupos
de causas seleccionadas más actuales que figuren:
a. Marque las 5 causas de defunción con más defunciones
para el total de la población.(tenga sólo en cuenta las de
un dígito, ya que las de dos y más dígitos están incluidas
en la superior).
b. Ordénelas de mayor a menor. Así obtendrá las 5 primeras
causas de muerte del país, actualizadas.
c. Calcule el porcentaje que representa cada causa sobre el
total de defunciones.
d. Repita los pasos anteriores aplicándolos al grupo menores
de 1 año y al grupo 75 y más.
e. Saque sus conclusiones.
55
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“No hay ninguna duda de que las poblaciones, desde el punto de vista demográ-
fico, tienen un camino inexorable en su transición, que es la de ir disminuyendo
paulatinamente, sus tasas de mortalidad primero y las de fecundidad un buen
tiempo después que las primeras comenzaron su descenso, y ya cuando su nivel
ha disminuido ostensiblemente.
Comenzaron con altas tasas de natalidad y de mortalidad, con niveles por en-
cima de 40-45%, lo que ocasionaba como resultado, que el crecimiento vegetati-
vo de dichas poblaciones fuera muy pequeño.
En la medida que transcurren los años se incrementa la concentración urbana,
con gran avance en las medidas de desarrollo del saneamiento ambiental, se lo-
gran grandes adelantos en la purificación del agua con consiguiente disminución
notable de enfermedades infecciosas y parasitarias, y posteriormente surge la
enorme y creciente contribución de la medicina moderna con todos los factores
de apoyo tecnológico y el descubrimiento de poderosas drogas como las sulfami-
das y más tardíamente los antibióticos. Todo esto trae un aumento general del ni-
vel de vida.
Estos progresos logrados trastornan el equilibrio entre la natalidad y la morta-
lidad que caracterizó a la humanidad durante la mayor parte de su existencia.
Así es como este progreso va incidiendo primero en la tasa de mortalidad, lo-
grando que dicha variable, comience a descender lenta pero en forma constante,
sin cambios en la natalidad, lo que se visualiza y conoce como el primer estadio
de esta transición.
Los países, sin embargo, mantienen por mucho más tiempo el nivel de la va-
riable fecundidad, la que continúa muchos años con valores muy altos de sus ta-
sas, (debido fundamentalmente a que en esta variable influyen enormemente las
pautas culturales, difíciles de cambiar y que requieren mucho tiempo para ser mo-
dificadas) y esto trae como consecuencia un crecimiento mucho más rápido en
sus poblaciones.
Esta situación, por un lado genera un alerta a escala mundial, por el efecto de
la duplicación del crecimiento tan rápido de sus poblaciones, (pasando de 1.700
millones en el año 1900 a 6.000 millones en el año 2.000) con el consiguiente su-
puesto de falta de alimentos y otros problemas conexos. Pero al mismo tiempo
56
Salud Pública
los países van definiendo sus políticas poblacionales en base a sus proyecciones
de población y van tomando las medidas pertinentes al respecto, acomodando su
situación de acuerdo con lo que cada uno considera más conveniente.
No obstante, y en forma inexorable, los países continúan disminuyendo tanto
su natalidad como su mortalidad y llegan así a los estadios 2 y 3, donde ya la fe-
cundidad, (a pesar de su pauta cultural mucho más fuerte) comienza a descender
por un cambio de actitud hacia el número de hijos deseados, por los profundos
cambios económicos y sociales que acompañaron al proceso de industrialización
y modernización en los países de Europa occidental.
Al mismo tiempo la mortalidad continúa su lento y progresivo descenso, con lo
cual el crecimiento poblacional de los países mencionados sigue descendiendo.”
(FELLER, 1999)
Migraciones
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Salud Pública
Los cambios ocurridos en el mundo en el último siglo tienen una central im-
portancia en la epidemiología. Algunos factores son los que más han influi-
do en esto.
Por un lado el “encogimiento” del mundo en términos de John E. Gordon
(1988) del departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública
de Harvard, o la tan mentada “globalización” que apunta a un fenómeno re-
ciente referido principalmente a las comunicaciones, la informática y los pro-
cesos ligados a la economía de mercado. Los transportes modernos, espe-
cialmente la aviación y los transportes marítimos y terrestres, sumados a las
revolucionarias técnicas de comunicación, cuyo mayor exponente es la Web,
han modificado las relaciones entre y dentro de los países, acercando las re-
giones y los pueblos entre sí. Esto a la vez ha producido mayor interdepen-
dencia entre las poblaciones, superdesarrollando y multiplicando centros ur-
banos, que en muchos casos ha llevado a que enorme cantidad de personas
compartan suministros comunes de agua y alimentos, lo que puede aumen-
tar la propagación de determinadas enfermedades. O bien se difunden rápi-
damente a través de medios de comunicación masivos, conductas que pre-
disponen a patologías de fuerte contenido social, como las distintas formas
de violencia.
Todo esto lleva a que el mundo tienda a fusionarse en un solo universo
epidemiológico, haciendo difícil reconocer unidades epidemiológicas separa-
das, delimitadas por fronteras continentales o aun nacionales. Es frecuente
que las personas en sus actividades normales se desplacen a puntos leja-
nos de su residencia habitual, adquieran enfermedades que prevalecen en
esos lugares y las lleven a su casa consigo. Un ejemplo clásico de esto fue Designan el deterioro en las es-
al aviador norteamericano cuya ruta de vuelo regular era hacia África, y fue tructuras o funciones orgánicas
de los individuos causadas por
el primer portador de HIV reconocido en EEUU.
alteraciones patológicas no re-
Por otro lado, el “envejecimiento de la población” ha contribuido a cambiar versibles, que ocasionan una al-
el mapa epidemiológico. La proporción creciente de personas de edades teración de carácter en muchos
avanzadas y el menor número de muertes por causas infecciosas prolongan casos permanente en la vida de
los enfermos, quienes
la vida e instalan el predominio de enfermedades crónico-degenerativas (por requieren variada su-
ejemplo, enfermedades cardiovasculares, osteoarticulares, tumores, diabe- pervisión y cuidado médico. Es-
tes, etc.) y sus problemas de discapacidades asociadas. ta condición persiste a lo largo
En la actualidad, la gran mayoría de los problemas de salud a los que se de un prolongado tiempo en
comparación con la ocurrencia
enfrentan las poblaciones de los países desarrollados son de tipo crónico- de una enfermedad aguda.
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Salud Pública
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3.
Pensando en el campo de actividad de la Terapia Ocupacio-
nal, mencione por lo menos 8 patologías que estén presentes
en su práctica.
Clasifíquelas de acuerdo con lo expuesto en este apartado y
reflexione acerca de con qué cambios ocurridos en el último
siglo tienen relación.
Justifique sus decisiones.
2.2.2. Epidemia
Se denomina epidemia
a la ocurrencia de un Los datos registrados de las primeras epidemias datan de 3.000 años a. de
número no esperado de casos C. La viruela (y otras enfermedades eruptivas no bien diferenciadas en esa
de una enfermedad en un tiem- época, como sarampión y escarlatina) aparece como la enfermedad más an-
po dado y para una población
tigua ligada a las epidemias. Se hallaron rastros de viruela en la momia del
determinada.
faraón Ramsés V. Hay registros posteriores en China que datan del año
1.100 a de C. En Roma fue introducida por legionarios y esclavos que venían
de Oriente: en el año 312 se dio una gran epidemia en esta región. Es intro-
ducida en América por los españoles y mata a 3.500.000 de aztecas en el
siglo XVI. En 1348 estalla en Mongolia la mayor epidemia de viruela y se ex-
tiende a China, Asia, Grecia y Europa. En 4 años desaparece la mitad de la
población del mundo.
Otras enfermedades que se vinculan con las grandes epidemias de la an-
tigüedad son la lepra y el cólera. Ésta última parece tener su origen en Asia
y sus manifestaciones epidémicas registradas datan del siglo XVI en adelan-
te. También el tifus exantemático es considerado como una de las enferme-
dades más antiguas y se le adjudica especial presencia en las guerras de
Europa del último siglo: a partir de la Primera Guerra Mundial mata a millo-
nes de personas en los territorios controlados por la ex Unión Soviética. En
la Segunda Guerra Mundial afecta África del Norte, Balcanes, Rusia, Italia y
diezma los campos de concentración.
Vocablo proveniente Durante siglos las explicaciones sobre las epidemias se ligaban a oríge-
del griego que designa nes divinos, o a la acción del miasma proveniente de los enfermos (doctrina
una emanación perniciosa que desarrollada por Hipócrates), pero la observación del hombre fue tratando de
se desprende de las sustancias
encontrar explicaciones para el contagio.
animales o vegetales en des-
composición. La noción de “contagio” o la idea de que la enfermedad se puede trans-
mitir de una a otra persona de forma mediata o inmediata, fue plasmándose
recién en el siglo XV, aunque se hablaba de entes invisibles que lo producían
y los mecanismos de contagio eran poco claros; el aire y el aliento, por ejem-
plo. De alguna forma seguía imperando la teoría miasmática. Se iba recono-
Es una enfermedad transmisi- ciendo la transmisión de la enfermedad pero se asociaba a ciertos “efluvios”
ble, pero no contagiosa ya que
no se propaga directa- que emanaban del paciente, a sustancias en descomposición. Hacia fines
mente de una enferma del siglo XVIII en Inglaterra se observa frente a la fiebre puerperal que el de-
a otra sino a través de un medio do explorador del útero u otros objetos empleados en la asistencia a las par-
específico.
turientas, estaban implicados en el contagio de esta enfermedad.
62
Salud Pública
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Salud Pública
4.
Identifique un brote epidémico reciente, o alguna patología
que pueda ser considerada epidémica y que esté relacionada
con su zona de residencia.
Reflexione sobre los siguientes aspectos:
a. ¿Se trata de una enfermedad transmisible o no transmisi-
ble, aguda o crónica? Justifique.
b. ¿Se puede clasificar como vieja, nueva o enfermedad ree-
mergente? Justifique.
c. Enumere los condicionantes que han influido en la apari-
ción de ese brote o de esa patología epidémica.
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El escenario social
Uno de los procesos más importantes en el ámbito de las relaciones socia-
les es el que se refiere a la mundialización de la cultura. A través de los me-
dios de comunicación se accede a distintos conocimientos, lenguajes, ideas,
y todo tipo de producto cultural, lo que acerca a la población de nuestros paí-
ses pautas culturales y conocimientos nuevos que pueden ser confrontados
con los estilos de vida dominantes en cada país o región. Esto puede llevar
a la construcción de nuevas identidades, lo que pone en crisis patrones an-
teriores que daban sentido a la organización social y cultural conocida. A pe-
sar de que esta confrontación fortalece algunos rasgos de identidad local
(por ejemplo, reactualización del tango y el folclore), en muchos casos la
identidad nacional deja de ser productora de sentido. No se puede descono-
66
Salud Pública
El escenario político
La mayoría de los países de América Latina se desenvuelven en el marco de
incipientes democracias. En nuestro país sólo tenemos algo más de 18 años
de gobiernos elegidos democráticamente. Los procesos de participación de-
mocrática son aún incipientes. Sin embargo, de continuar el camino empren-
dido se puede prever que aumente la participación de los ciudadanos en dis-
tintos espacios de expresión como asambleas barriales, defensa del
consumidor, mayor presencia en medios de comunicación, etc. También es
de esperar que los medios de comunicación acompañen con responsabilidad
la defensa de los intereses de la ciudadanía y actúen en algunos casos co-
mo factor neutralizador de aspectos autoritarios o irresponsables que super-
viven en la sociedad política. La corrupción ejercida irresponsablemente por
distintos gobernantes o representantes del pueblo, irrita y desencanta a gran
parte de la población. Esto ha llevado a que los sistemas de representativi-
dad: el Congreso, y los partidos políticos, sean seriamente cuestionado por
los ciudadanos, que no encuentran propuestas ni respuesta a sus necesida-
des. Esta crisis debe ser considerada observando el proceso histórico y los
lentos cambios que se operan a nivel de los ciudadanos y sus microespacios
de participación.
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El escenario económico
También el escenario económico está en este momento caracterizado por su
transformación. Esto implica que gran parte de las relaciones sociales están
signadas por la lógica del mercado. Y a la vez está fuertemente conectado
con la internacionalización de la actividad productiva y de servicios (globali-
zación).
La expansión del capitalismo a escala global a través del desplazamiento
de capital financiero impersonal y la extensión de empresas multinacionales,
ha ocasionado serias distorsiones en las economías nacionales provocando,
especialmente en los países de América Latina, una mayor concentración y
centralización de la riqueza. Esto ha llevado al debilitamiento de los estados
nacionales en su capacidad de decisiones, volviéndolos muy vulnerables a
las decisiones de los grandes centros internacionales.
Teniendo en cuenta estos escenarios es que hay que poder analizar lo que
en Salud Pública se menciona como condiciones de salud.
5.
Revise los diarios de la última semana y busque entre las no-
ticias políticas, económicas y de información general por lo
menos tres acontecimientos que permitan redefinir o confir-
mar los hechos descriptos en cada uno de los escenarios an-
teriores.
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Salud Pública
Las condiciones económicas de una población actúan como uno de los prin-
cipales condicionantes de la salud de la misma.
Como consecuencia del proceso de globalización y de apertura sin redes
de protección al sistema de mercado altamente competitivo, se ha ido pro-
duciendo paulatinamente una “dualización de la sociedad”.
69
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Por otro lado se observa cierta exacerbación del consumo, que en el ámbito
de la salud se puede manifestar en una creciente automedicación, ciertas
demandas insatisfechas por consumos innecesarios, etc.
Asimismo, ligado al aumento de la marginalidad, y poniendo de manifies-
to la segmentación social, se registran situaciones que indudablemente se
contraponen a “estilos de vida” conocidos: niños de la calle, personas “sin
techo”, prostitución, delincuencia, trabajo infantil, etc.
Como conclusión sobre los últimos temas desarrollados y su relación con
la salud de la población podríamos señalar que la acentuación del individua-
lismo, puede conducir a conductas de mayor autocuidado en algunos casos,
pero en muchos otros, conduce a conductas autodestructivas. Por otro lado
atenta contra el sostenimiento de redes de contención y contra la solidari-
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Salud Pública
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72
Salud Pública
En nuestro país existen una serie de indicadores que frecuentemente son to-
mados como factores externos que condicionan la relación del hombre con
su ambiente y por lo tanto son fuentes importantes de deterioro de la salud
y de la calidad de vida.
Por un lado se puede mencionar la baja cobertura de viviendas con agua
potable y desagüe a red cloacal. Según el censo de 1991, existía un 34% de
población sin agua potable y sin conexión a red cloacal, situación acentuada
en algunas poblaciones suburbanas y provincias tales como Misiones, For-
mosa, Chaco y Santiago del Estero.
El uso indiscriminado de materiales no degradables y de pesticidas no per-
mitidos, la disposición de rellenos sanitarios sin control, el mal tratamiento de
contaminantes peligrosos tales como residuos hospitalarios, son indicadores
de condiciones ambientales adversas para la salud de las poblaciones.
Acompañando el proceso de urbanización del país, se registra la contami-
nación en centros urbanos del aire, el agua y el suelo. Es también reconoci-
da la contaminación acústica y visual creciente e incontrolada que sufren los
grandes centros urbanos y que contribuye a aumentar el nivel de estrés de
la población.
Se registran escasas acciones de control de vectores de zoonosis tales
como insectos, artrópodos y roedores. Muchas zoonosis son trasmitidas al
hombre por contacto directo con el animal o sus productos ya sea directa-
mente o a través de alimentos contaminados (citacosis, rabia, toxoplasmo-
sis, brucelosis, parasitosis, etc.). La enfermedad de Chagas, grave por su ex-
tensión, está relacionada con artrópodos y viviendas inadecuadas.
El escaso control bromatológico de alimentos provoca brotes periódicos
relacionados con contaminantes químicos o biológicos como nitratos, salmo-
nelas, brucelosis, etc. (AGIETOS, 1995).
73
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6.
Construya 3 ejemplos donde se vean reflejadas alguna o varias
de las condiciones mencionadas en la aparición de una pato-
logía que afecte a un conjunto de la población.
Explique el proceso teniendo en cuenta los escenarios econó-
mico, político y social.
GAON, D. (1994),
“Alimentación”, en: AGEITOS, M.L. (1995), “El contexto para los servicios de salud
MAZZAFERO, V. y col., Medi- en la Argentina”, en: O’DONNELL, J.C., Administración de Ser-
cina en Salud Pública, El vicios de Salud, F.U.Hernandarias, Buenos Aires, pp. 55-79.
Ateneo, Buenos Aires, pp.
390- 415.
PEDERSEN, D. (1994), “Estilos de vida”, en: MAZZAFERO, V. y
JELIN, E. (1998), Pan y afec- col., Medicina en salud Pública, El Ateneo, Buenos Aires, pp.
tos: la transformación de las 287-295.
familias, Fondo de Cultura
Económica, Buenos Aires.
74
3
Sistemas y Servicios de salud
Objetivos
1. Identificar los componentes filosóficos y programáticos de la Atención Pri-
maria de la Salud, en tanto estrategia orientadora del actual Sistema de
Salud.
2. Reconstruir los factores históricos y sociales que incidieron sobre la evo-
lución del Hospital como institución.
3. Caracterizar los aspectos funcionales y estructurales de la organización
hospitalaria.
4. Evaluar el rol de las Organizaciones Voluntarias y de las instituciones es-
tatales en la mejora del bienestar de la población.
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Salud Pública
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Salud Pública
El logro de la meta Salud para Todos en el año 2000 mediante la APS impli-
ca una reorganización del sistema de salud en su conjunto, al ubicar como
foco de atención a la propia comunidad y sus problemas. Se apoya en tres
pilares fundamentales:
79
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La APS sostiene que, si bien las acciones deben abarcar a toda la población
garantizando la equidad horizontal en el acceso a los servicios básicos de
salud, es cierto que la presencia de grupos con mayores necesidades de
atención obligan a satisfacer prioritariamente sus necesidades. Esto no im-
plica que la atención deba limitarse solamente a grupos focalizados median-
te el suministro de un paquete básico de servicios, sino que es necesario
ampliar o extender la cobertura de los programas y servicios de salud.
El concepto de programas dirigidos a grupos de población o a problemas
específicos seleccionados según un enfoque de riesgo ha sido objeto de una
polémica creciente entre los sanitaristas. Por un lado, quienes aceptan esta
perspectiva, subyacente al diseño e implementación de programas “focaliza-
dos” que se dirigen a grupos expuestos a situaciones de riesgo o en condi-
ciones de mayor vulnerabilidad (Programa Materno Infantil, Programa de Lu-
cha contra el SIDA, Programa de Atención Primaria dirigido a la población
aborigen), y por otro, quienes sostienen que, al asociarse la estrategia de
APS con programas focalizados, se legitima la concepción selectiva de la in-
tervención y se abandona la filosofía original de la APS, cuyo principio de uni-
versalidad se basaba en una atención que debía abarcar a toda la población
comprendida en el sistema.
❘❚❚ “De este modo, el enfoque selectivo corre el riesgo de movilizar lo esencial
de los recursos hacia programas restringidos, no adaptados a las preocupa-
ciones de las personas, que no esperan ver pasar una Land-Rover de vacunas
cada seis meses, pero esperan disponer de servicios de salud donde sus de-
mandas y necesidades sean tomadas en consideración en todo momento de
su vida. Se corre el riesgo, con esta selectividad, de perder uno de los resulta-
dos de decenios de acción médica en el Tercer Mundo, precisamente bien con-
cebido en Alma Ata, a saber, que las poblaciones aceptan con más facilidad
programas específicos cuando encuentran también, en los mismos servicios
de salud y de parte de las mismas personas, una respuesta a sus múltiples
sufrimientos colectivos que están lejos de ser ‘selectivos’. Es toda la acepta-
bilidad de los servicios de salud lo que está en juego aquí.” (GRODOS, D.; DE
BETHUNA, X., 1988. p.82). ❚❚❘
3.4. Componentes
La APS posee dos tipos de componentes, a saber:
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Salud Pública
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1
a. Efectúe una consulta a profesionales de la salud que per-
tenezcan a distintas instituciones y se desempeñen en dis-
tintas especialidades clínicas acerca de qué significado le
atribuyen al concepto de Atención Primaria de la Salud.
b. Releve la presencia de las distintas concepciones enuncia-
das en las respuestas dadas por los entrevistados.
c. Analice las respuestas tomando en consideración las ante-
riores perspectivas, y formule una interpretación acerca de
la frecuencia de distribución de las distintas respuestas.
2.
a. Piense qué componentes programáticos de Atención Pri-
maria de la Salud pueden incluir actividades de Terapia
Ocupacional.
b. Enumere los aportes que podría efectuar el Terapista Ocu-
pacional para asegurar el cumplimiento de tales compo-
nentes programáticos.
c. ¿Cómo se incluiría la actividad del Terapista Ocupacional
en el primer nivel de asistencia?
MC.KEOWN, T.
(1976), The role of
LEMUS, J, LUCIONI, M.C., ARAUJO, J. (1995), “Atención Primaria
medicine: dream, mirage or en Salud Pública”, en: Introducción a la Salud Pública, Liza-
nemesis, Nuffield Provincial rraga y Lemus Editores, Buenos Aires, pp. 61-74.
Hospital Trusts, London.
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Salud Pública
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Universidad Virtual de Quilmes
Esas unidades, establecidas sobre una base territorial, implican una división
del trabajo con criterio geográfico-poblacional, planteando responsabilidades
administrativas, financieras y de prestación de servicios, con capacidad de
resolución sobre los recursos humanos, financieros y materiales de la loca-
lidad.
Para su implementación, se recomienda su estructuración a partir de las
divisiones políticas-administrativas existentes, -por ejemplo, municipios-, arti-
culando las instituciones con capacidad de actuación en el área en cuestión.
En algunos casos esto implica la subdivisión de regiones y en otros su agru-
pamiento.
84
Salud Pública
El término áreas programáticas, que data del año 60, halla renovada impor-
tancia a partir de la formulación de la estrategia de Atención Primaria de la
Salud. De acuerdo con su definición operativa, cabe distinguirlas del área de
influencia.
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3.
Seleccione un hospital público que actúe en su ámbito de re-
sidencia.
Identifique:
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Salud Pública
Al ser fundada por segunda vez Buenos Aires en 1580, se había previsto una man-
zana para la construcción del hospital. Sin embargo, las necesidades pasaron por
otro lado: el tráfico ilegal de esclavos -con la complicidad de las autoridades loca-
les- determinó que se construyera el hospital San Martín “donde esté más cerca del
comercio…por donde entra en la ciudad la gente que viene por la mar que es de
donde viene la mayor parte de los pobres enfermos” (JANKILEVICH, 1999). El primer
hospital porteño, se inauguró en 1614. Era, simplemente, “una capilla y rancho pa-
ra enfermos, ambos de tierra apisonada y paja” (JANKILEVICH, 1999).
A partir de allí, y hasta bien iniciado el siglo XVIII, los hospitales construidos
a menudo por iniciativas locales y sufragados por los propios vecinos, son
lentamente asumidos en su administración por las órdenes religiosas que
acompañan a las fuerzas de la conquista real.
Durante la época virreinal se crea el Protomedicato, primera institución
oficial que se ocupa del control y la regulación de los Hospitales. Se consti-
tuyó además en legitimadora de la acción que desempeñaba ya por ese en-
tonces la Corporación Médica cuyos miembros eran designados directamen-
te por el rey. Toda la población que vivía en la zona donde se emplazaba el
Hospital podía ser sujeto de los cuidados que esta institución brindaba, re-
flejándose las diferencias sociales en las propias instalaciones del mismo.
Es durante la presidencia de Rivadavia que se dictan las medidas legales
cuyo fin será definir las condiciones y las modalidades de la asistencia mé-
dica, las funciones de los médicos y sus procedimientos de elección. Asimis-
mo, se promovió la formación de la Sociedad de Beneficencia, que desarro-
llará una sostenida y fructífera labor voluntaria de apoyo al Hospital,
mejorando notablemente la calidad de la asistencia a los enfermos.
La primera oleada inmigratoria atrajo a un caudal importante de población
extranjera que no se vio acompañada con medidas higiénicas y sanitarias
adecuadas para evitar el surgimiento y la propagación de enfermedades fa-
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Salud Pública
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1ª Etapa
El hospital como albergue destinado a recluir a los menesterosos que ape-
nas podían recibir cuidados paliativos o el acompañamiento del morir, se va
90
Salud Pública
❘❚❚ “Para el Diccionario de la Lengua Española, hospital -que proviene del latín
hospitalis- es un adjetivo que significa afable y caritativo con los huéspedes, y
que corresponde al sustantivo hospicio, casa definitiva para albergar y recibir
peregrinos y pobres, sinónimo de hospedaje. En realidad el pasaje de esta pre-
historia a la historia hospitalaria está dado por la sustantivación de la institu-
ción, el momento en el que adquiere objetivos y características específicas. Es
decir que, simultáneamente con la gestación de la Edad Contemporánea, el an-
tiguo albergue hospitalario se transforma genéricamente en Hospital.” (ARCE,
1995, p .152). ❚❚❘
2ª Etapa
El Hospital de Segunda Generación aparece durante el siglo XIX, con la fina-
lidad de brindar atención médica compleja y gratuita a la población enferma.
El Hospital se constituye en un emprendimiento sostenido por el Estado,
quien dinamiza la construcción de gran cantidad de establecimientos para la
población. El principal objetivo era facilitar la concentración de los pacientes
para el diagnóstico y tratamiento médico.
La organización asistencial tiende a complejizarse progresivamente, y co-
mienzan a cobrar importancia los llamados servicios diagnósticos y terapéu-
ticos. Conforme se complejiza la actividad hospitalaria, también se definen
nuevos perfiles profesionales como el personal de enfermería, la instrumen-
tadora quirúrgica, el técnico de laboratorio, la dietista; así como todos aque-
llos servicios intermedios y de apoyo (farmacia, odontología, laboratorio) ne-
cesarios para complementar la actividad diagnóstica y asistencial.
En su faz arquitectónica, el hospital responde al modelo de monobloque
en peine, conformado por una nave central a cuyos lados se extienden trans-
versalmente las salas. Cada una de estas salas o pisos pasan a constituir
entonces la unidad funcional principal del establecimiento, y conformadas de
acuerdo con las especialidades y subespecialidades que permitía constituir
el avance del conocimiento y la especialización médica.
91
Universidad Virtual de Quilmes
3ª Etapa
A lo largo de esta etapa disminuye el rol hegemónico del profesional médico
como referente de la atención en el pabellón o la sala, y aparece la organi-
zación del equipo asistencial, en el cual se destacan cada vez más las com-
petencias asociadas con el manejo administrativo del hospital.
Se consolida el Hospital como institución integrada a una red de efecto-
res organizada según niveles de complejidad, y atendiendo a la población
que se encuentra bajo su área de cobertura formal (Área Programática) o ba-
jo su área de cobertura real (Área de Influencia). Es, por lo tanto, una insti-
tución que acentúa sus procesos de descentralización, a diferencia de los
hospitales de la generación anterior que eran más dependientes de los orga-
nismos centrales de la Administración Sanitaria, mediante actividades de
promoción y prevención que incluyen el saneamiento ambiental, planes de in-
munización, educación sanitaria, programas materno-infantiles.
En el aspecto arquitectónico, los hospitales tienden a aumentar su super-
ficie y a contemplar especialmente las áreas de atención ambulatoria, las
cuales adquieren una nueva preponderancia en la utilización del espacio.
En el pasado Salud Pública y Atención Médica eran dos disciplinas sepa-
radas. En la actualidad es común asistir a su mayor integración, ya que se
establece un cuidado continuo entre la prevención, el tratamiento y la reha-
bilitación.
Esta transformación ubica en un rol central al hospital que, orientado cre-
cientemente hacia la comunidad, será considerado un recurso clave de pla-
nificación sanitaria, ubicado como centro de operaciones de una red de ser-
vicios sociales y de salud, administrado por equipos interdisciplinarios que
proveen servicios médicos y sociales.
92
Salud Pública
Los hospitales presentan una estructura jerárquica, donde hay líneas de po-
der en sentido ascendente y descendente. Por ejemplo: el director, el jefe de
consultorios externos, los médicos de planta, la enfermera y finalmente el
paciente.
Responden en general a una de las características básicas del modelo bu-
rocrático en el cual resalta la configuración piramidal, ya que existe una am-
plia base y un solo vértice estratégico: el director.
93
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94
Salud Pública
95
Universidad Virtual de Quilmes
Cuerpo médico:
Está integrado por:
• Médicos honorarios: personal designado habitualmente luego de un largo
período de servicios a la institución, no tiene a su cargo deberes ni res-
ponsabilidades. No revisten como personal rentado, y se los designa ad-
ministrativamente como personal adscripto, concurrente, etc.
• Médicos de planta: se trata de médicos seleccionados por el Hospital,
que reciben retribución económica y son nombrados de acuerdo con las
normas reglamentarias que delimitan las condiciones y obligaciones del
ejercicio profesional.
• Médicos consultantes: se trata de especialistas reconocidos que atien-
den interconsultas, a demanda de profesionales que revisten en el Hos-
pital. Pueden revistar como personal rentado o no rentado.
Para lograr un mejor cumplimiento de sus objetivos, el cuerpo médico sue-
le agruparse en comités integrados por profesionales que se desempeñan
en distintos servicios. Estos comités pueden ser: de calificaciones, de histo-
rias clínicas, de docencia, de auditoría médica, de farmacia, de bioética, etc.
Además de la organización de los departamentos según las especialida-
des médicas ya reconocidas, se encuentran otras que resultan indispensa-
bles para el desempeño de los equipos profesionales.
Departamento de enfermería
Entre sus funciones se cuenta la atención directa y permanente del pacien-
te en el Hospital mediante un conjunto de técnicas, procedimientos y servi-
cios que se denominan cuidado de enfermería. Dichos servicios se organizan
jerárquicamente manteniendo una línea de autoridad: enfermera jefe, super-
visoras, jefas de piso, etc.
96
Salud Pública
División administrativa
Está integrada por los siguientes departamentos:
• Adminisitrativo
• Financiero-contable
• De mantenimiento y transporte
• De lavandería
• De limpieza
• Vigilancia y portería
Las funciones clásicas del hospital son: Atención médica, Docencia, e Inves-
tigación.
Atención médica
Debe ser integradora y coordinada:
• Integradora porque debe incluir acciones preventivas, curativas y de reha-
bilitación, y debe reunir los distintos servicios que el hospital puede ofre-
cer al respecto. Esto significa que la atención no sólo debe satisfacer la
demanda actual de salud sino también proyectarse hacia el futuro median-
te acciones de prevención que incluyan a las actividades de inmunización
y a la educación sanitaria como instrumentos que se pueden aplicar des-
de el hospital. Y, por otro lado, debe proveer una atención completa del pa-
ciente facilitando su rehabilitación psicofísica y su reinserción social.
• Coordinada porque debe establecer relaciones con los niveles locales, re-
gionales y nacionales para evitar duplicaciones y aprovechar adecuada-
mente los recursos disponibles.
97
Universidad Virtual de Quilmes
Cuidados ambulatorios
Los pacientes pueden asistir a consultorios externos del Hospital y adminis-
trarse por sí mismos el tratamiento indicado.
Cuidados domiciliarios
Los pacientes requieren reposo, y una supervisión médica o de enfermería
periódica. El hospital debe disponer para las visitas domiciliarias de un equi-
po compuesto por médico, enfermera y asistente social. Requiere asimismo
condiciones familiares y domiciliarias apropiadas.
Cuidado institucional
Se pueden clasificar según el tipo de pacientes institucionales en: agudos,
crónicos o convalecientes.
Distinguen a tales pacientes la atención que debe dispensárseles. Mien-
tras los pacientes agudos o de cuidado intensivo requieren supervisión mé-
dica y de enfermería en forma permanente, los crónicos y convalecientes ne-
cesitan sólo supervisión periódica.
Así, para los pacientes agudos se necesitan instalaciones que permitan
concentración de personal y equipos y rápido acceso a servicios de apoyo,
mientras que para los enfermos crónicos y convalecientes hacen falta insta-
laciones que presenten facilidades para laborterapia y recreación.
Por regla general, las camas de pacientes agudos implican mayores gas-
tos de instalación y funcionamiento que las de crónicos y convalecientes.
Docencia
Históricamente se aprendía el arte de la medicina junto al maestro y median-
te una enseñanza tutelada, que sólo finalizaba cuando el discípulo se encon-
traba suficientemente capacitado para ejercer independientemente. Con la
institucionalización de la atención médica, la Universidad y los hospitales co-
mienzan a coordinar su acción de diversos modos para asegurar la formación
profesional, tanto en el nivel de grado como de posgrado. Al desplazarse re-
cientemente el foco hacia la salud y la comunidad, el hospital se constituye
en parte de un sistema en el cual actúa conjuntamente con los recursos so-
ciales e institucionales disponibles en cada localidad, y que permiten definir
un concepto más amplio de comunidad educativa.
Investigación
El aporte que puede plantearse mediante actividades de investigación al de-
sarrollo de las ciencias de la salud es fundamental, y la mayor parte se rea-
liza en los hospitales. Tradicionalmente en los hospitales se efectuaba inves-
tigación clínica de tipo descriptivo, mientras que en las últimas décadas se
han ido desarrollando las actividades de investigación en servicio, que se
ocupan de evaluar los resultados de distintas modalidades de organización
asistencial, o bien la eficacia de distintas intervenciones para la solución de
problemas concretos en el ámbito institucional.
98
Salud Pública
• Tamaño y especialidad
• Distancia de otros centros asistenciales
• Tamaño y característica de la población a la que sirven
• La dependencia administrativa
• Tipo de servicios que brindan
• La demanda de la población:
- Sólo atención ambulatoria
- Con programas de promoción
- Con atención domiciliaria
- Con internación general
- Con internación especializada
• La oferta médica:
- Sólo enfermería permanente con visita periódica de médico general
- Con médico general permanente
- Con médico general permanente y odontología periódica
- Con médicos en clínicas básicas: medicina, cirugía, pediatría y tocogine-
cología
- Con médicos cirujanos regulares
- Con distintas especialidades quirúrgicas
- Con distintas especialidades quirúrgicas y variadas especialidades mé-
dicas
99
Universidad Virtual de Quilmes
100
Salud Pública
4.
a. Basándose en las distintas etapas de transformación que
ha atravesado el Hospital como organización, reflexione
acerca de las modificaciones planteadas sobre el proceso
de atención sanitaria, tomando en cuenta los siguientes as-
pectos:
• Cambios en las condiciones de trabajo profesional
• Cambios en las expectativas y demandas de los pacientes
• Cambios en la organización y el funcionamiento del Hos-
pital como Institución pública
b. Evalúe las consecuencias positivas o negativas de dichos
cambios.
101
Universidad Virtual de Quilmes
5.
a. Identifique un Hospital perteneciente al sector público.
b. Solicite un organigrama del mismo e identifique los distin-
tos departamentos y funciones que han sido descriptos en
el presente apartado.
c. Clasifique a dicha institución de acuerdo con los niveles
de complejidad antes enumerados.
6.
a. Identifique un Hospital.
b. Seleccione un informante que desempeñe funciones de
conducción en dicha organización.
c. Indague acerca de las distintas formas de participación
que tiene la comunidad en el funcionamiento institucional
del Hospital.
d. Evalúe las características de dicha participación de acuer-
do con los conceptos formulados en el presente apartado.
GOFFMAN, E. (1984),
ARCE, H. (1995), “Funciones y responsabilidades del hospital
Internados. Ensayo
sobre la situación social de público”, en: MERA, J., (editor), Los servicios de salud en Ar-
los enfermos mentales. Amo- gentina, Hernandarias, Buenos Aires, pp. 151-183.
rrortu, Buenos Aires.
MARENCO NEGUI, J.J. (1995), “El hospital”, en: MAZZAFERO, V.
JANKILEVICH, A. (1999), Hos-
pital y Comunidad, Edición y col., Medicina en Salud Pública, El Ateneo, Buenos Aires,
del autor. Buenos Aires. pp. 757-780.
MINTZBERG, H. (1988), La
estructura de las organiza-
ciones, Edit. Ariel Económi- 3.7. El Estado y las organizaciones voluntarias en el
ca, Madrid. campo de la salud
102
Salud Pública
❘❚❚ “...La corriente más fuerte es hasta ahora el establecimiento del mercado
capitalista como la forma predominante de la organización y utilización de la
producción social [...] Es útil entender estas tendencias políticas y económicas,
pero la gran problemática ante aquellos que nos preocupamos por la salud, es
que no vemos la corrección rápida ni inmediata del enigma que más que nada
nos asusta. No vemos ninguna disminución definitiva del nivel de desigualdad
o iniquidad que nuestros países vienen experimentando y el nivel de pobreza
se acentúa cada año.” (ALLEYNE, 1995). ❚❚❘
❘❚❚ “Estas organizaciones son un actor muy importante y hay que potenciarlo,
pero solas no pueden trabajar. Necesitan del Estado, al que por otra parte, hay
que reposicionar y revitalizar en sus aspectos positivos y tratar de frenar y re-
vertir en los negativos, como la burocracia y la rigidez.” (KLIKSBERG, 1995). ❚❚❘
103
Universidad Virtual de Quilmes
los cuales cobra particular importancia el consenso necesario para hacer via-
ble la implementación de la política estatal.
❘❚❚ “Las ONG pueden prestar una colaboración de la mayor relevancia, pero el
problema excede a su alcance: deben combinarse necesariamente con el Esta-
do. La sociedad civil debe hacer suyo el problema porque de su resolución de-
pende su misma configuración y las condiciones básicas de su existencia. El
problema social no es de los pobres solamente. Además de deteriorar seria-
mente a amplios sectores de las clases medias, los llamados ya “nuevos po-
bres” amenazan con anegar la sociedad toda con inestabilidades múltiples.”
(KLIKSBERG, 1995). ❚❚❘
104
Salud Pública
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Salud Pública
107
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• Definición estructural-operacional
• Definición legal
• Definición económico-financiera
• Definición funcional
Definición legal: se atiene a cómo cada país especifica legalmente lo que de-
ben ser consideradas organizaciones sin fines de lucro. En nuestro país, no
se cuenta con una normativa totalmente coherente e integrada que contem-
ple la totalidad de las ONGs, pero existirían varias figuras jurídicas que se co-
rresponderían con esta definición, aun cuando exista alguna superposición
entre ellas.
108
Salud Pública
109
Universidad Virtual de Quilmes
110
Salud Pública
7.
A continuación se describen dos organizaciones solidarias. Em-
pleando la clasificación de Thompson basada en los criterios
estructural-operacional y funcional y la clasificación de Kess-
ler y Caldarelli intente categorizar los casos que se le presen-
tan.
a. EDEPA: Enfermos de Espondiolitis Parleños Asociados de
España.
Es una asociación apolítica y no lucrativa, que busca solucio-
nar los problemas de los enfermos afectados de espondiolitis,
con el anhelo de conseguir una mejor calidad de vida, aco-
giéndose para ello a la Ley de Asociaciones del 24 de diciem-
bre de 1964 y las normas complementarias del Decreto
1440/65 del 20 de mayo de 1965, regulándose por los estatu-
tos que la rigen con los siguientes objetivos y fines:
a. Atender, favorecer y promocionar a los pacientes con es-
pondiolitis en las diferentes actividades sociales, laborales
y en el ámbito familiar
b. Propiciar estudios biológicos, clínicos, epidemiológicos y
enfermedades afines
c. Mantener relaciones y contactos con centros e institucio-
nes nacionales y extranjeras en todo lo relativo a avances
médico-tecnológicos en el tratamiento de dicha enferme-
dad
d. En general, realizar todas aquellas actividades que contri-
buyan a mejorar la calidad de vida del enfermo, así como
la prevención de la enfermedad
e. Asistencia a los enfermos de espondiolitis en los aspectos
médico-social y laboral para lograr una plena integración
en la sociedad
f. La colaboración con todas aquellas entidades públicas y
privadas, cuya actividad esté relacionada con los fines de
la organización.
En el momento de su fundación careció de patrimonio funda-
cional pero se formó a posteriori con el ingreso por los si-
guientes conceptos:
a. Por los ingresos voluntarios o las cuotas regulares y de en-
trada que en su día pudiera fijar la Asamblea General de
Socios
b. Por las aportaciones ordinarias o extraordinarias que pue-
111
Universidad Virtual de Quilmes
112
4
Políticas de Salud
Objetivos
4.1. Introducción
Los sistemas de salud han adquirido en la actualidad tal grado de desarro- TOBAR, F. (2000),
llo que su característica central básica es la complejidad de su organización, “Herramientas para
el análisis del sector salud”,
dado que comprende un vasto entramado de actores sociales, instituciones, en: Medicina y Sociedad
tecnologías, fuentes de financiamiento, perfiles epidemiológicos y demográ- Vol. 23 Nro.2, pp. 83-96.
ficos, recursos humanos altamente capacitados, etc. Por ello todo intento de
análisis y/o descripción significa un arduo esfuerzo de sistematización de la
información en base a algún criterio seleccionado. En el presente texto se
empleará un enfoque asentado sobre los siguientes ejes: a) las políticas de
salud, b) el sistema de salud y c) el estado o situación de salud de la pobla-
ción, aun cuando se abordarán solamente los dos primeros (TOBAR, 2000).
113
Universidad Virtual de Quilmes
114
Salud Pública
bilidad por sus efectos para la salud’. Hemos observado la referencia a todos
los campos de política. Como consecuencia, por ejemplo, si la desigualdad de
la distribución del ingreso guarda relación con los resultados deficientes en ma-
teria de salud, entonces, las políticas públicas saludables entrañarían medidas
de redistribución del ingreso. Con el actual movimiento hacia un sistema de or-
ganización social favorable a una creciente desigualdad de la distribución del
ingreso, cualquier política pública para abordar esta posible causa de enferme-
dad se convierte obviamente en un asunto problemático. Las repercusiones po-
líticas de la formulación de principios sobre una gama tan amplia de cuestio-
nes son numerosas y obviamente muchas de ellas estarían fuera del sector de
la salud tradicional.” (OPS, 2001, p.5). ❚❚❘
115
Universidad Virtual de Quilmes
1.
a. Delimite un ámbito geográfico o territorial circunscrito al
nivel local (ej: Municipio).
b. Identifique un ejemplo de política pública de salud directa
y otro ejemplo de política indirecta que esté implementan-
do actualmente el poder político local.
c. Opine cuál puede ser el impacto favorable que tendrá di-
cha política pública sobre las condiciones de vida de la
población.
116
Salud Pública
BELLO, J., DE LELLIS, M. (1999), “El rol del Estado y las organizaciones intermedias”, en:
Programa de Educación a Distancia. Nuevas formas de organización y financiación de la sa-
lud, Medicina y Sociedad y CEMIC.
117
Universidad Virtual de Quilmes
118
Salud Pública
2.
a. Identificar una cuestión de salud que se haya constituido
en un tema problematizado socialmente y volcado por lo
tanto en la agenda pública, mediante su seguimiento a tra-
vés de los medios masivos de comunicación.
b. Una vez identificada dicha cuestión de salud mediante el
análisis de la información periodística, responder a las si-
guientes preguntas:
1. ¿Quién/quienes colocan la cuestión en la agenda?
2. ¿Cuáles son los grupos de presión que participan en la KATZ, J., MUÑOZ, A. (1988),
Organización del sector sa-
discusión/tratamiento de la misma?
lud: puja distributiva y equi-
3. ¿En qué instancia se encuentra el proceso de resolución dad, Centro Editor de Amé-
social de la misma (formulación, incubación, implementa- rica Latina, Buenos Aires.
ción, evaluación de la política pública)?
MARÍN, J.M. (2000), “Forta-
lecimiento de la función
rectora de las autoridades
BELLO, J., DE LELLIS, M. (1999), “El rol del Estado y las organi- sanitarias en las re-
formas del sector
zaciones intermedias”, en: Programa de Educación a Distan- de la salud”, en: Rev. Pana-
cia. Nuevas formas de organización y financiación de la sa- mericana. Salud Pública 8
lud, Medicina y Sociedad y CEMIC. pp. 8-34. (1/2), Washington D.C.
119
Universidad Virtual de Quilmes
Subsector Público
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Salud Pública
121
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122
Salud Pública
taje sobre el salario para los trabajadores en relación de dependencia. En esta mo-
dalidad de seguro obligatorio las primas a pagar no se establecen en función del
riesgo, ni presentan problemas de selección adversa. Se fundamenta en un dispo-
sitivo legal regulador, sin ánimos de lucro, que está orientado a satisfacer necesida-
des futuras originadas por diversas contingencias de riesgo (enfermedad, vejez, in-
validez, muerte, daños a terceros, etc.) y conocido como Sistema de seguridad
social. Se caracteriza porque está amparado por la ley, sólo asegura a personas,
afecta a todo tipo de riesgos y es administrado directamente o indirectamente por
el Estado.
Naturaleza Institucional Nº
Mutual Médico Municipales GACBA 1
Especiales 19
Sindicales 204
Estatales 2
Por Convenio 16
Personal de Dirección 24
Administración Mixta (INSSJyP) 1
ADOS/Federaciones 20
Por adhesión 3
Ley 21476 3
Empresas 1
TOTAL DEL SISTEMA 294
123
Universidad Virtual de Quilmes
Subsector Privado
Según el Banco Mundial (BANCO MUNDIAL, 1995), los seguros privados de afi-
liación voluntaria ofrecidos por más de 200 empresas de medicina prepaga,
ofrecían cobertura en 1995 a unas 2.3 millones de personas con un gasto
de 1.500 millones de pesos. Las 72 empresas más importantes, que dan
cuenta de alrededor de un 70% del mercado, cubren a 1.740.000 usuarios
124
Salud Pública
y declaran ingresos por 1.130 millones de pesos. La gran mayoría son orga-
nizaciones con fines de lucro, orientadas a captar sus usuarios entre la po-
blación de mayores recursos. Existen además más de tres mil mutualidades
que ofrecen cobertura de atención médica a un millón de usuarios y gastan
un monto estimado de 500 millones de pesos.
La ubicación de las EMP en nuestro territorio no es homogénea sino que
sigue el patrón de distribución geográfica de la población: existe una gran
concentración en la ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires,
encontrándose dispersas en el resto del país.
Además las EMP responden a muy diversos modelos organizacionales,
siendo muy difícil asimilarlas unas a otras aunque compartan su rasgo cen-
tral que es ofrecer sistemas de cobertura médica privada por sistema prepa-
go. Según la evaluación del Banco Mundial de 1995, el conjunto de las ins-
tituciones configura un sistema muy heterogéneo, con gran número de
entidades, costos de operación extremadamente altos y escasa transparen-
cia en las áreas de competencia y protección del consumidor.
125
Universidad Virtual de Quilmes
126
Salud Pública
4.
a. Identifique a 3 (tres) graduados/as en Terapia Ocupacio-
nal que se estén desempeñando en los distintos subsecto-
res de la atención sanitaria de nuestro país: público, priva-
do, de Obras Sociales.
b. Indague acerca de las condiciones en las que se desarrolla
su práctica profesional, tomando en cuenta aspectos tales
como: Remuneración, Modalidad de contratación, Progra-
mación de turnos, Tiempo de consulta, Seguimiento en la
atención del paciente.
c. Evalúe y compare las ventajas y desventajas asociadas con
el desempeño de los profesionales entrevistados en cada
BANCO MUNDIAL, (1995),
uno de los tres subsectores de la Atención, según la des- Argentina: health insuran-
cripción de las condiciones anteriormente mencionadas. ce reform loan, Versión
preliminar, Mimeo, Buenos
Aires.
KATZ, J. y cols. (1993), El sector salud en la República Argenti- KATZ, J., MUÑOZ, A.
na: su estructura y comportamiento, Fondo de cultura econó- (1988), Organiza-
ción del sector salud: puja
mica, Buenos Aires.
distributiva y equidad, Cen-
tro Editor de América Latina,
NERI, A. (1999), “La reforma del sistema de salud: un recurso pri- Buenos Aires.
mordial”, en: Programa de Educación a Distancia sobre Nuevas
ORGANIZACIÓN PANAMERI-
Formas de Organización y Financiación de la Salud, Medicina
CANA DE LA SALUD (1998),
y Sociedad, CEMIC, Fascículo 5, Buenos Aires, pp. 31-56. Transformaciones del sector
salud en la Argentina: es-
COMIENZ tructura, proceso y tenden-
cias de la reforma del sector
4.4. La reforma de los sistemas de salud entre 1990 y 1997, Washing-
ton D.C. , SUPERINTENDEN-
4.4.1. El movimiento internacional CIA DE SERVICIOS DE SALUD
(2000), Memoria Anual
Gestión, Buenos Aires.
En el marco más general de los procesos de Reforma del Estado iniciado a
principios de la década de los ‘80 se inscribió la reforma de los sistemas de
127
Universidad Virtual de Quilmes
128
Salud Pública
La reforma y sus ejes tuvieron una agenda basada en un discurso único y homo-
géneo a nivel mundial difundido por sus ideólogos. Una expresión de este dis-
curso único, resumido por Celia Almeida, es el siguiente:
❘❚❚ “La premisa central es que a partir de los años 80, en todo el mundo, los di-
ferentes países se comprometieron en un profundo proceso de reformas, pau-
tadas por el recurso a la tecnología institucional defendida por la perspectiva
neoliberal, hegemónica en ese momento. Así, la necesidad de reducir el dese-
quilibrio fiscal y crear condiciones macroeconómicas más sustentables se cen-
tró en los esfuerzos para disminuir el tamaño del sector público, aislar al Esta-
do de las presiones de los intereses particulares, adecuar su actividad a reglas
y no a decisiones discrecionales, y delegar decisiones a agencias independien-
tes que no tuvieran incentivos para someterse a presiones políticas. Esto signi-
ficó la disminución de las actividades tradicionalmente asignadas al sector pú-
blico, limitando su actuación a aquellas acciones que le son “propias”; con la
expectativa de, por ese camino, aumentar la eficiencia. La elaboración de esas
propuestas de reforma centró su crítica en el lado de la oferta de servicios y
beneficios, con especial énfasis en aquellos vinculados a la protección social,
es decir al cuestionamiento del Estado “proveedor” o del Estado de Bienestar
keynesiano. Las premisas centrales que fundamentaron esa perspectiva se re-
fieren, por un lado, a la sobrecarga estatal frente a las demandas exacerbadas
por la crisis económica y la presión de los grupos de interés, derivando de allí
la evaluación de los efectos dañosos para las economías nacionales de una ex-
cesiva intervención del Estado en los negocios privados, y de los altos impues-
tos necesarios para sustentar la política social. Por otro lado se subrayaba que,
en términos generales, las decisiones del Estado reflejan las preferencias de
políticos y burócratas movidos fundamentalmente por objetivos particulares,
orientados a la obtención y mantenimiento del poder. [...] En esta perspectiva,
la onda generalizada de reformas contemporáneas toma, según Kettl (1996),
características de una ‘revolución global’ (de ideas y políticas). Su novedad no
129
Universidad Virtual de Quilmes
Dentro de los ejes que caracterizaron la reforma sanitaria se pueden citar los
siguientes:
• De la centralización a la descentralización
• Del pago por prestación al pago per cápita
• Separación de las funciones de financiación de las de prestación de ser-
vicios
• Introducción de mecanismos de competencia al interior de los sistemas
• Fijación de un paquete de prestaciones mínimas o básicas
• Tercerización de servicios
• Introducción de la atención médica gerenciada (managed care)
De la centralización a la descentralización
130
Salud Pública
Esta tendencia de las reformas está vinculada con las modalidades de pago
de los servicios brindados que se definen como:
El tema de las modalidades de pago por los servicios de salud debe entender-
se en el marco del subsector privado y de la seguridad social, dado que en el
subsector público los servicios prestados se basan en la asignación de un
monto anual (presupuesto) realizada a favor de cada hospital público. La suma
otorgada por medio del presupuesto es la que define, en última instancia la ca-
lidad y cantidad de los servicios prestados a la comunidad con independencia
de la demanda realizada por ésta. En tanto que en los otros dos subsectores
la prestación de servicios de salud, por parte de las entidades de medicina pre-
paga o de las obras sociales, se realiza, fundamentalmente en los últimos
años a través de la contratación de prestadores, sean individuales o colectivos.
Éstos se comprometen a prestar servicios a cambio de un pago de ciertos ho-
norarios previamente pactados con la institución contratante.
En Argentina la modalidad de pago tradicional, defendida por las corpora-
ciones de profesionales de los diferentes campos de la salud, ha sido el pa-
go por prestación. Es decir que la toma de decisiones respecto de las prác-
ticas a efectuar quedaba bajo la responsabilidad médica, bajo el ejercicio del
“arte de curar”. De este modo, el monto total de los honorarios de los pres-
tadores, tanto individuales como institucionales, dependía de la cantidad de
prestaciones efectuadas. Ello condujo a generar dos fenómenos paralelos
como estrategias para aumentar el monto de las retribuciones por los servi-
cios prestados: por un lado la sobreprestación y por otro la sobrefacturación.
En cuanto al primero de los fenómenos citados se refiere a la indicación de
prácticas y/o prestaciones superfluas en relación con la demanda de aten-
ción formulada por el paciente, en algunos casos relacionado con el diagnós-
tico, y en otras relacionado con el tratamiento. En cuanto a la sobrefactura-
ción, éste ha sido un mecanismo utilizado por los prestadores
institucionales, como un mecanismo de recomponer la cadena de pagos o de
sostener los procesos inflacionarios de la década del ‘80 y que implica fac-
turar prestaciones no efectuadas.
131
Universidad Virtual de Quilmes
132
Salud Pública
Tercerización de servicios
El concepto de privatización si bien ha sido empleado indiscriminadamente
en relación con los servicios de salud es de difícil aplicación bajo su forma
más ortodoxa. En tal sentido aparecen entonces algunas formas mixtas ta-
les como la tercerización de servicios.
El caso más simple y frecuente de tercerización es la concesión de algu-
nos servicios generales dentro de los hospitales y otros organismos de salud.
Por ejemplo: el traspaso a manos privadas de los servicios de alimentación,
limpieza, lavandería, mantenimiento de equipos, etc. Otra forma es la autori-
zación de uso privado por el que los profesionales pueden atender pacientes
privados en el establecimiento público, abonando por ello un canon fijo o com-
partiendo con aquél parte de los ingresos originados en esa actividad, o bien
aportando su propio equipamiento o instrumental, recibiendo por ello una
compensación establecida. Estas alternativas, implican la dificultad de esta-
blecer la forma remunerativa y controlar los abusos que pudieran generar.
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INFANTE, A., DE LA MATA, A., Hacia mediados de los años ochenta era muy evidente que el funcionamien-
LOPEZ-ACUÑA, D. (2000), to del mercado de la salud en Argentina mostraba la existencia de importan-
“Reforma de los sistemas de
salud en América Latina y el
tes posibilidades de conseguir mejoras en la eficiencia. Tan serio era este
Caribe: situación y tenden- problema en el subsector de la seguridad social que buena parte de las re-
cias”, en: Rev. Panamerica- formas a nuestro sistema de salud, siguiendo un enfoque parcial, han pre-
na de Salud Pública 8 (1/2), tendido lograr mejoras enfocando solamente la cuestión de la población de
Washington D.C .
las obras sociales sindicales, mediante la introducción de mecanismos de li-
bre elección de los afiliados. No obstante, también hubo intentos de refor-
mas en la gestión pública, tratando de asumir la coordinación de los diferen-
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cana The Principal adquirió parte de Qualitas. Dos o tres años atrás la gran
mayoría de los bancos que participaban del negocio de las AFJP y las gran-
des compañías de seguros estimaban que con el nuevo esquema la Argenti-
na no tardaría en acoplarse a la tendencia mundial de asociación de bancos,
compañías de seguros y empresas de medicina prepaga. Sin embargo, a diez
años de efectuados estos pronósticos la realidad parece indicar otra cosa.
En 1996 el Poder Legislativo sancionó la Ley 24.754 que las obligó a
cumplir con las Prestaciones Médicas Obligatorias (PMO). La medicina pre-
paga la rechazó argumentando que, a diferencia de las obras sociales, dicha
medicina es un contrato individual que no incluye el principio de solidaridad,
no está exenta de impuestos y no tiene financiación estatal, en alusión al
Fondo de Redistribución de la ANSSAL. Al respecto, llevaron el tema a la jus-
ticia así como más recientemente lo han hecho en relación con la nueva im-
posición del IVA.
Las fiscalizan los mismos que los de cualquier emprendimiento comercial:
La Inspección General de Personas Jurídicas, la DGI, la Superintendencia de
Servicios de Salud, los clientes, y el Ministerio de Salud y las Municipalida-
des, estos dos últimos controlando a los prestadores de servicios. Es decir
que no existe hasta el momento ninguna regulación específica del sector.
Las entidades de defensa de los derechos del consumidor vienen recla-
mando algún tipo de regulación sobre la medicina prepaga basándose en las
permanentes denuncias que reciben de los usuarios. Sugieren que se regu-
len aspectos jurídicos, económicos, financieros y asistenciales.
Por su parte, los organismos internacionales también han seguido de cer-
ca el proceso de transformación del sistema de salud de nuestro país. En la
Carta de Intención enviada al Banco Mundial en abril de 1996 y firmada por
los Ministros de Salud, de Economía y el Jefe de Gabinete, el gobierno se
comprometía a establecer los mecanismos de la desregulación de la salud
a través de los instrumentos legales apropiados antes de noviembre de 1996.
En tanto que en una Carta de Intención enviada al FMI con posterioridad se
dice que:
❘❚❚ “... habrá libertad de afiliación a la entidad de seguros médicos que se pre-
fiera, debiéndose optar inicialmente entre las organizaciones existentes, admi-
nistradas por sindicatos de trabajadores. En una segunda etapa existiría liber-
tad para afiliarse a cualquiera de las compañías de seguros médicos, que
tendrán libre ingreso al sector. El avance de la ejecución de este programa de
reforma, conforme a lo acordado con el Banco Mundial, será revisado en las fe-
chas previstas a esos efectos.” (BANCO MUNDIAL, 1995). ❚❚❘
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lizó una reunión entre la misión del FMI y la CGT con el fin de tratar una se-
rie de puntos (entre ellos la flexibilización laboral) siendo el más importante
el de evitar que la medicina prepaga ingrese al sistema de obras sociales.
A fin de fiscalizar el sector se requería un marco regulatorio hasta el mo-
mento inexistente. Como antecedentes se registran 8 proyectos presentados
en la Cámara de Diputados (3 de 1996 y 5 de 1995) y dos en la Cámara de
Senadores (uno del 94 y del 96). En tanto que la Subsecretaría de Fiscaliza-
ción y Regulación Sanitaria del Ministerio de Salud y Acción Social creó una
Comisión Interministerial cuyo objetivo era la elaboración de un proyecto de
ley de regulación de Medicina Prepaga del Poder Ejecutivo. Dicha comisión
se integró con funcionarios de la cartera y con representantes de las princi-
pales entidades del sector: COMRA (Confederación Médica de la República
Argentina), ADEMP (Asociación de Empresas de Medicina Prepaga) y CIMA-
RA. El proyecto fue ingresado al Poder Legislativo a través de la Cámara de
Senadores a fines de 1996.
A posteriori, y a partir de un dictamen de comisión el Senado aprobó con
media sanción un proyecto muy similar, el cual se encuentra actualmente en
la Cámara de Diputados.
A su vez en esta última Cámara se presentaron, entre 1994 y 1999, un
total de doce proyectos de regulación del sector.
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