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Fundamentación de la Pedagogía

Ciencia que estudia las técnicas que se aplican a la enseñanza y la educación.

Su objetivo principal es estudiar los procesos y manifestaciones de la educación a través de


diferentes corrientes pedagógicas en el mundo y su influencia en América Latina y
Argentina.

La Pedagogía proporciona perspectivas y categorías que permiten explorar, analizar,


describir y explicar la educación como una práctica social compleja, producto de la historia,
política y cultura.

Un vaso nunca es solo un vaso

El texto plantea que un vaso nunca es simplemente un vaso, sino que es mucho más que
eso. Se describe al vaso como un recipiente que contiene diferentes líquidos como whisky,
vino, agua, entre otros. También se menciona que el vaso puede ser visto como un resto de
algo, una división entre personas o un testimonio de la vida pasada.

Además, se sugiere que un vaso puede ser una representación de otros vasos, un recuerdo
de otro juego o un objeto descartable. También se mencionan diversos usos y significados
simbólicos del vaso, como ser una lente para ver las cosas deformadas, una boca que
espera un beso, una copa estirada que se siente de otra clase, entre otros.

El texto concluye afirmando que un vaso nunca es solo un vaso, y si uno intenta encontrar
exactamente un vaso y nada más que eso, se encontrará con un misterio.

GALEANO, EDUARDO. PATAS ARRIBA. LA ESCUELA del MUNDO DEL REVÉS

1.¿A qué refiere el autor cuando habla de escuela? ¿Refiere a la institución escolar?

Sí, cuando el autor habla de la "escuela" se refiere a la institución escolar. En su libro "Patas
Arriba: La Escuela del Mundo al Revés", Eduardo Galeano critica la forma en que la
educación tradicional reproduce y perpetúa las desigualdades sociales y cuestiona el
sistema educativo en su conjunto.

2. Describa a las infancias (alumnos) "los de arriba", "los de abajo", "los del medio"

En su libro "Patas Arriba. La escuela del mundo del revés", Eduardo Galeano describe a las
infancias o alumnos según su posición social en "los de arriba", "los de abajo" y "los del
medio", reflejando así las diferentes realidades y desigualdades que existen en el mundo.

"Los de arriba" hacen referencia a aquellos niños y niñas que nacen en la cúspide de la
pirámide social, en familias con abundantes recursos económicos y privilegios. Estos niños
y niñas tienen acceso a una educación de calidad, a una buena alimentación, a servicios de
salud y a todas las oportunidades necesarias para desarrollar plenamente su potencial.
En contraposición, "los de abajo" representan a los niños y niñas que nacen en situaciones
de pobreza o extrema pobreza. Estos pequeños enfrentan diversos obstáculos para acceder
a una educación de calidad, como la falta de recursos económicos, la ausencia de servicios
básicos, la violencia y la exclusión social. Muchas veces, sus realidades están marcadas
por la precariedad, la falta de oportunidades y la desigualdad.

Finalmente, "los del medio" hacen referencia a aquellos niños y niñas cuyas condiciones
socioeconómicas se encuentran en un punto intermedio entre los de arriba y los de abajo.
Aunque no sufren las mismas privaciones que los de abajo, tampoco acceden a todos los
privilegios de los de arriba. Estos niños y niñas enfrentan desafíos en su acceso a una
educación de calidad y a oportunidades para su desarrollo personal.

Galeano utiliza estas categorías para llevar a cabo una reflexión profunda sobre las
desigualdades y las injusticias sociales que existen en el ámbito educativo, y cómo estas
afectan la vida de los niños y niñas según su posición en la pirámide social. A través de su
escritura y mirada crítica, busca evidenciar la necesidad de luchar por una educación más
equitativa y justa para todas las infancias.

3. ¿Cuáles fueron las promesas que el siglo XX hizo y no cumplió?

En su libro "Patas arriba. La escuela del mundo al revés", Eduardo Galeano menciona
varias promesas que el siglo XX hizo y no cumplió. Algunas de ellas son:

1. La promesa de progreso y desarrollo para todos: A lo largo del siglo XX, se prometió que
el avance tecnológico y económico llevaría a un mayor bienestar para todos, pero esta
promesa no se cumplió. En lugar de reducir las desigualdades, el progreso exacerbó aún
más las diferencias entre países ricos y pobres.

2. La promesa de paz: Aunque el siglo XX fue testigo de grandes movimientos pacifistas y la


creación de organismos como las Naciones Unidas, también fue un siglo marcado por
guerras y conflictos violentos. Se prometió un mundo libre de guerras, pero las atrocidades
de la Primera y Segunda Guerra Mundial, así como otros conflictos posteriores,
demostraron lo contrario.

3. La promesa de justicia social: A pesar de las luchas por los derechos civiles y sociales en
el siglo XX, la igualdad y la justicia social todavía están lejos de ser una realidad para
muchos. La marginación, la discriminación y la pobreza continúan afectando a numerosos
grupos de personas en todo el mundo.

4. La promesa de libertad y democracia: Aunque se promovió la idea de la libertad y la


democracia como valores universales, muchas dictaduras y regímenes autoritarios se
mantuvieron en el poder a lo largo del siglo XX. La falta de participación ciudadana y el
respeto a los derechos humanos fueron comunes en muchos países.

En resumen, el siglo XX hizo muchas promesas sobre progreso, paz, justicia social y
democracia, pero no logró cumplirlas en su totalidad. Las contradicciones y desafíos de la
época revelaron la brecha entre las promesas y la realidad, algo que Galeano critica y
analiza en su libro.
Daniel Brailovsky
¿Por qué la pedagogía es importante para un maestro?

La pedagogía es la disciplina encargada de reflexionar sobre la educación y especialmente


sobre la educación que ocurre en las escuelas. Su objetivo principal es explorar preguntas
fundamentales sobre la educación y descubrir nuevas formas de pensar la vida cotidiana
como maestros. Estudiar pedagogía ayuda a los educadores a tener opiniones
fundamentadas sobre los problemas educativos, a comprender y analizar propuestas
didácticas, y a construir un posicionamiento ético, político y social. A diferencia de las
opiniones espontáneas y sencillas que se comparten comúnmente, la pedagogía se basa en
una reflexión ordenada y sistemática, utilizando palabras bien elegidas y ordenadas, y
busca responder a estas preguntas a través de la investigación en lugar de la pura opinión.
Estudiar pedagogía es volver a recorrer y comprender mejor estas preguntas fundamentales
sobre la educación.

En resumen, la pedagogía es importante para un maestro porque le permite reflexionar


sobre la educación, entender los problemas y desafíos que existen en las escuelas y formar
opiniones fundamentadas. A través de la pedagogía, se pueden explorar diversas preguntas
y descubrir nuevas formas de pensar la vida cotidiana en la escuela. Estudiar pedagogía
ayuda a construir un posicionamiento ético, político y social como maestro, y brinda
herramientas para comprender propuestas didácticas y discursos sobre la educación. La
pedagogía se ocupa de responder a estas preguntas a través de la investigación, en
contraposición a las opiniones espontáneas que suelen simplificar los problemas. Un
ejemplo de cómo la pedagogía aborda un tema es el análisis de la oposición entre "estudiar
de memoria" y "estudiar para comprender", explorando las ideologías educativas detrás de
esta crítica y la relación entre el aprendizaje memorístico y el currículum obligatorio. La
pedagogía busca desarrollar y profundizar ideas sencillas, convirtiéndolas en asuntos
complejos y contextualizados.

La pedagogía nos ofrece un vocabulario

El artículo resalta que la pedagogía ofrece un vocabulario propio que nos ayuda a expresar
nuestras ideas sobre la educación. Estudiar pedagogía implica aprender este vocabulario
amplio y cambiante, que nos permite discutir y cuestionar las ideas educativas. El uso de
estas palabras tiene un efecto poderoso sobre el mundo y su uso abre o cierra caminos
para las políticas y prácticas educativas. Aunque cada uno tiene su manera única de
expresarse, aprender este vocabulario enriquece y amplía nuestras formas espontáneas de
hablar. El artículo también menciona una definición de educación y una lista de palabras e
ideas que son parte del vocabulario de la pedagogía. Aprender este vocabulario es un
desafío, pero es necesario para comprender textos científicos y poder analizar y cuestionar
los conceptos educativos.

Preguntas esenciales que formula la pedagogía


La pedagogía plantea una serie de preguntas esenciales relacionadas con la educación y la
escuela. Algunas de estas preguntas son: ¿Qué es una escuela y por qué son como son?
¿Para qué existen las escuelas y la educación obligatoria? ¿Es justa la escuela en la
distribución de oportunidades educativas? ¿Cómo se establece la relación entre adultos y
niños en la educación? ¿Qué papel juegan los rituales escolares en el sentido social de la
escuela? Estas preguntas buscan invitar a reflexionar y analizar la labor educativa y sus
implicaciones. La pedagogía considera este esfuerzo de pensamiento como su tarea
principal.

Tres racionalidades o modos de pensar la educación

La primera racionalidad, el orden fundante, se basa en el principio de que la educación


debe transmitir un conjunto de conocimientos y valores considerados fundamentales para la
sociedad. Se enfoca en la formación de individuos disciplinados y obedientes, y en la
reproducción de la cultura y las estructuras sociales existentes. Esta concepción de la
educación ha sido muy influyente a lo largo de la historia, especialmente en las sociedades
tradicionales.

La segunda racionalidad, la crítica socio-histórica, sostiene que la educación debe ser un


instrumento para la transformación social y la liberación de las personas. Se centra en el
análisis de las desigualdades y las injusticias sociales y busca crear conciencia crítica en los
individuos. Esta perspectiva es especialmente importante en contextos de lucha por los
derechos humanos y la igualdad.

La tercera racionalidad, la crítica cultural-subjetiva, pone énfasis en la diversidad cultural


y la subjetividad de los individuos. Reconoce que no existe una única forma de pensar o de
vivir y promueve la valoración de diferentes prácticas y formas de conocimiento. Esta visión
destaca la importancia de la inclusión y el respeto a la diferencia en la educación.

Estas tres racionalidades no son excluyentes entre sí, sino que pueden coexistir y
complementarse en diferentes momentos y contextos de la educación. Cada una enfatiza
diferentes aspectos y propone distintos objetivos para la educación, pero todas tienen como
finalidad el desarrollo integral de las personas y la construcción de una sociedad más justa y
equitativa.

Escuela tradicional

En el texto se explica que la categoría conceptual de escuela tradicional o moderna es


utilizada como modelo de análisis para observar críticamente situaciones educativas o
sistemas educativos. Aunque se refiere a una época histórica específica, algunas
características de la escuela tradicional perduran en la actualidad.

Las características son las siguientes:


- Simultaneidad áulica: todos los alumnos aprenden juntos en un solo espacio físico con un
solo maestro.
- Simultaneidad sistémica: se establece un sistema escolar obligatorio en el que todos los
niños deben asistir a la escuela a cierta edad. Este sistema también provee normativas de
funcionamiento comunes en todo el territorio del país.
- Gradualidad: se establecen niveles educativos por edad y una secuenciación fija y
preestablecida de los aprendizajes que deben lograr los alumnos. Los contenidos están
determinados por especialistas y políticos.
- Frontalidad: el grupo clase se organiza en hileras, mirando al frente donde se encuentra la
pizarra y el maestro, quien es considerado como el único poseedor del saber.
- Descontextualización del saber: el saber que se transmite en la escuela tradicional es
considerado como conocimiento acabado y cerrado, no se admite cuestionamiento.
- Ideal pansófico: el propósito de la escuela tradicional es que todos los alumnos aprendan
todos los conocimientos sin tener en cuenta su diversidad cultural.
- Saber: se impone un saber considerado válido por los grupos de poder, excluyendo el
saber popular. Se fomenta la práctica memorística.
- Espacio físico con arquitectura especial: las aulas son cerradas, los alumnos permanecen
sentados y quietos, se les vigila y controla.
- Autoridad docente: el maestro tiene saber y ejerce poder, tiene que transmitir conocimiento
impuesto desde el Estado y modelar conductas.
- Control del tiempo: todo está cronometrado y calendarizado en la escuela tradicional.
- Alianza escuela familia: la familia "entrega" a sus hijos a la escuela aceptando su
capacitación educativa.
- Idea de infancia: se considera que el niño es un ser desvalido, incompleto y dependiente,
lo que justifica la existencia de un adulto que lo controle y modele para insertarlo en la
sociedad.

Estas características explican por qué las escuelas son como son y cómo se ha llegado a la
concepción actual de la educación en muchos casos.

Según Mario Brailovsky, las pedagogías críticas y pos críticas

son enfoques educativos que buscan cuestionar y transformar las estructuras sociales y
educativas existentes. Estas pedagogías tienen como objetivo principal promover la
reflexión, la conciencia crítica y la acción, para lograr una educación más justa y
emancipadora.

Las pedagogías críticas se basan en la teoría crítica y en la idea de que la educación debe
desempeñar un papel transformador en la sociedad. Estas pedagogías buscan analizar las
relaciones de poder y las desigualdades existentes en el ámbito educativo, y promover la
participación activa de los estudiantes en su propio proceso de aprendizaje. Se centran en
la crítica de las estructuras y prácticas opresivas y, a través de la educación, buscan
promover la emancipación y la justicia social.

Por otro lado, las pedagogías pos críticas surgen como una crítica a las limitaciones de las
pedagogías críticas tradicionales. Estas pedagogías consideran que el enfoque crítico a
veces puede ser insuficiente para abordar la complejidad de las relaciones de poder y la
diversidad de las experiencias de los estudiantes. Por lo tanto, las pedagogías pos críticas
buscan ampliar y complementar el enfoque crítico, incluyendo otros elementos como la
interseccionalidad, la multiculturalidad y la pedagogía del reconocimiento. Estas pedagogías
buscan reconocer y valorar las diferencias particulares de los estudiantes y promover una
educación inclusiva y respetuosa de la diversidad.
En resumen, las pedagogías críticas y pos críticas buscan cuestionar y transformar las
estructuras y prácticas educativas opresivas, promoviendo la reflexión crítica y la
participación activa de los estudiantes. Las pedagogías pos críticas buscan ampliar y
complementar el enfoque crítico, incorporando elementos como la interseccionalidad y la
pedagogía del reconocimiento.

LAS FUNCIONES SOCIALES DE LA ESCUELA: DE LA REPRODUCCIÓN A LA


RECONSTRUCCIÓN CRÍTICA DEL CONOCIMIENTO Y LA EXPERIENCIA

Por Ángel 1. Pérez Gómez

Educación y socialización

En este texto, el autor discute las funciones sociales de la escuela, desde la reproducción
hasta la reconstrucción crítica del conocimiento y la experiencia.

El autor destaca que la educación desempeña un papel fundamental en la socialización de


los individuos, ya que las adquisiciones adaptativas de la especie humana ya no se
transmiten a través de la herencia genética, sino a través de la enseñanza de los productos
sociales.

En sociedades primitivas, este proceso de socialización se llevaba a cabo a través de la


participación directa de los niños en las actividades de la vida adulta. Sin embargo, con el
desarrollo de las sociedades cada vez más complejas, este enfoque directo se volvió
insuficiente y surgieron diferentes formas de especialización en el proceso de educación,
como la tutoría y las escuelas.

La función principal de la escuela es garantizar la reproducción social y cultural de la


sociedad a través de la transmisión de conocimientos y valores. Sin embargo, el autor
señala que este proceso no es lineal ni mecánico, y que la sociedad y la escuela también
tienen una tendencia a cambiar y adaptarse a nuevos desafíos.

En este sentido, la escuela también tiene un papel en la reconstrucción crítica del


conocimiento y la experiencia, ya que no solo se limita a reproducir las ideas y normas de la
sociedad adulta, sino que también puede promover la reflexión y el cuestionamiento en los
estudiantes.

En resumen, el texto explora las funciones sociales de la escuela en la socialización de los


individuos, desde la reproducción hasta la reconstrucción crítica del conocimiento y la
experiencia. Destaca que la escuela no solo tiene la responsabilidad de transmitir
conocimientos, sino también de fomentar la reflexión y la adaptabilidad en los estudiantes.

Carácter plural y complejo del proceso de socialización en la escuela

En este texto se explora el carácter plural y complejo del proceso de socialización en la


escuela. Se menciona que uno de los objetivos fundamentales de este proceso es preparar
a los alumnos para su futura incorporación al mundo del trabajo. Sin embargo, hay
diferentes corrientes y teorías que discuten cómo se lleva a cabo este proceso y cuáles son
sus consecuencias.

El texto también señala que otro objetivo de la socialización en la escuela es formar a los
alumnos como ciudadanos activos en la vida pública. Sin embargo, este proceso se ve
influenciado por las contradicciones presentes en las sociedades democráticas en las que la
escuela se encuentra, donde la esfera política es igualitaria pero la esfera económica es
jerárquica y desigual.

Se menciona que la escuela transmite una ideología que promueve valores como el
individualismo, la competitividad y la desigualdad de resultados basados en las capacidades
y esfuerzos individuales. Esta ideología busca justificar y mantener el statu quo y se supone
que la escuela es igual para todos, aunque en realidad no ofrece igualdad de oportunidades
para manifestar la individualidad. Se destaca la paradoja de que el individualismo y el
conformismo social coexistan en las sociedades contemporáneas.

Los mecanismos de socialización en la escuela

En resumen, los mecanismos de socialización en la escuela son más que simplemente la


transmisión de conocimientos y contenidos del curriculum. También se basan en las
interacciones sociales de los alumnos/as en el aula y en el centro escolar. Estas
interacciones ayudan a formar las representaciones y conductas de los estudiantes, que se
extienden más allá del ámbito escolar. Los factores que influyen en estos mecanismos de
socialización incluyen la selección y organización de los contenidos del curriculum, la
participación de los alumnos/as en las tareas académicas, la organización del espacio y el
tiempo, los métodos de evaluación, la distribución de recompensas, la participación de los
estudiantes en la formulación de normas de convivencia y el clima de relaciones sociales.
Es crucial comprender estos mecanismos para comprender cómo los estudiantes adquieren
conocimientos, habilidades y actitudes necesarios para la vida social fuera de la escuela.

Contradicciones en el proceso de socialización en la escuela

En resumen, el proceso de socialización en la escuela no es lineal ni mecánico, sino


complejo y sujeto a contradicciones y resistencias. En el aula se produce un proceso de
negociación entre profesores y alumnos, donde estos últimos pueden resistirse o rechazar
los mensajes encubiertos de la escuela. Además, la socialización en la escuela no se ajusta
a las demandas plurales y contradictorias del mundo laboral, lo que dificulta su preparación
para el trabajo. También existe una contradicción entre las exigencias de la vida política y
social, centradas en la participación y la igualdad, y las exigencias de la esfera económica,
que promueve la sumisión y las desigualdades. Por tanto, la escuela promueve la
hipocresía y la esquizofrenia al transmitir ideas y conductas que aceptan la disociación entre
la realidad y los derechos que deberían existir. Además, la escuela uniforme refuerza y
legitima las diferencias sociales, convirtiéndolas en responsabilidad individual. Finalmente,
vivir en la escuela bajo la ideología de la igualdad de oportunidades y la competitividad
promueve la aceptación de la desigualdad y la individualidad.

Socialización y humanización: la función educativa de la escuela


En resumen, se argumenta que la función educativa de la escuela va más allá de la
socialización y busca impulsar el desarrollo del conocimiento privado de cada alumno. La
utilización del conocimiento público desafía el proceso reproductor y exige que la escuela y
sus trabajadores identifiquen y cuestionen los influjos reproductores de la institución. Se
sostiene que la escuela debe utilizar el conocimiento para comprender los orígenes,
mecanismos e intenciones de los influjos de socialización y ofrecer un debate público sobre
sus efectos en el individuo y la sociedad. La escuela debe utilizar la lógica del saber y la
investigación racional para analizar la complejidad del proceso de socialización en cada
época y grupo social, así como los mecanismos de imposición de la ideología dominante.
Se propone que la función educativa de la escuela en la sociedad contemporánea incluye la
atención a la diversidad y la reconstrucción de los conocimientos y pautas de conducta
previas a la escuela. Se menciona la importancia de preparar a los alumnos para pensar
críticamente y actuar democráticamente en una sociedad no democrática.

DESARROLLO RADICAL DE LA FUNCIÓN COMPENSATORIA

En resumen, el desarrollo radical de la función compensatoria en la escuela implica


abandonar la lógica de homogeneidad y adoptar la lógica de la diversidad. Aunque la
escuela no puede eliminar por completo las desigualdades sociales, puede mitigar sus
efectos a través de un currículum inclusivo y flexible que atienda las diferencias de origen
de los alumnos. Con un enfoque pedagógico diversificado, la escuela puede proporcionar
igualdad de oportunidades para todos los estudiantes, garantizando su desarrollo individual
y preparándolos para enfrentar los desafíos de la sociedad. La función compensatoria de la
escuela requiere tiempo suficiente y una formación docente adecuada para abordar las
diferencias de manera efectiva. El objetivo no es lograr una igualdad absoluta, sino reducir
los efectos de la desigualdad y capacitar a cada individuo para participar activamente en la
sociedad. Además, la promoción de la diversidad y el respeto a las diferencias individuales
se considera fundamental en una democracia, aunque la sociedad actual todavía valora de
manera desigual las diferentes formas de trabajo y actividades. Encontrar un equilibrio entre
un currículum común y estrategias didácticas de diversidad es un desafío delicado, pero
necesario para evitar los efectos individuales de la desigualdad social.

LA RECONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO Y LA EXPERIENCIA

En resumen, el texto plantea que en la sociedad actual la escuela ya no tiene el papel


principal en la transmisión de información debido a la influencia de los medios de
comunicación. Sin embargo, la escuela debe cumplir la función de reconstruir y cuestionar
los conocimientos y actitudes que los estudiantes adquieren de manera acrítica en su vida
previa a la escuela. Para lograr esto, la escuela debe diagnosticar las preconcepciones e
intereses de los estudiantes, ofrecer conocimiento público como herramienta de análisis,
fomentar el diálogo y la diversidad, y promover una comunidad de vida democrática. En
lugar de transmitir información, la escuela debe fomentar la organización racional de la
información recibida y la reconstrucción de preconcepciones acríticas mediante
experiencias de aprendizaje y relaciones sociales en el aula y en la escuela. Además, se
destaca la importancia de transformar la vida del aula y la escuela para vivenciar prácticas
sociales e intercambios académicos que promuevan la solidaridad, la colaboración y la
iniciativa, así como la participación democrática de todos los estudiantes. Para lograr esto,
es necesario cambiar las prácticas pedagógicas y sociales, y las funciones y competencias
del profesor/a. El objetivo principal es fomentar la participación activa y crítica de los
estudiantes en las tareas del aula y en la comunidad de aprendizaje.

Peter mc lareen

El capítulo "Desde los márgenes: Geografía de la identidad, la pedagogía y el poder" de


Peter McLaren, incluido en su libro "Pedagogía, identidad y poder", aborda la tarea de la
pedagogía radical de desafiar la ideología de la teoría educativa tradicional y su práctica.
McLaren argumenta que la investigación educacional tradicional intentaba despolitizar el
lenguaje educativo al mismo tiempo que reproducía y legitimaba la autoridad política y
cultural de los grupos dominantes.

En contraste, los teóricos educacionales críticos desarrollaron nuevos lenguajes teóricos y


modalidades críticas para mostrar que las escuelas son principalmente agencias de
producción social, económica y cultural, aunque también proporcionan movilidad limitada a
los miembros de las clases subordinadas. Sin embargo, McLaren sostiene que las escuelas
también producen y legitiman formas de subjetividad y modos de vida particulares, y plantea
preguntas sobre cómo las subjetividades son producto de la educación, cómo el poder
organiza el espacio, el tiempo y el cuerpo, cómo el lenguaje se utiliza para legitimar y
marginar diferentes posiciones subjetivas, y cómo el conocimiento no solo mistifica, sino
que también produce identidades, deseos y necesidades.

En este contexto, McLaren argumenta que es fundamental redefinir el verdadero rol de los
maestros como críticos e intelectuales comprometidos, tanto en el aula como como
miembros de un movimiento de cambio social más amplio.

Lenguaje y realidad: soportes conceptuales

El lenguaje y la realidad están profundamente interconectados. El lenguaje no solo refleja la


realidad, sino que también la moldea y la construye activamente. El conocimiento y la
experiencia son construcciones sociales que dependen del lenguaje y de la interacción
social. El lenguaje no es solo un medio de comunicación, sino también un agente generativo
de la realidad que evoca y con la que interactúa. Las palabras no son simplemente signos
para las cosas, sino que las cosas son signos para las palabras. El lenguaje está imbuido
de ideología y relaciones de poder y conocimiento. Puede enmascarar la realidad como
"verdades fijas" o "hechos existentes", ocultando las relaciones de poder y los intereses
materiales. El lenguaje también puede ser utilizado para enmarcar y legitimar diferentes
interpretaciones del mundo. No hay una realidad objetiva independiente del lenguaje y de
las interpretaciones que le damos. Por lo tanto, necesitamos cuestionar las narrativas
dominantes que justifican la desigualdad y la opresión.

Lenguaje y subjetividad

Este fragmento explora la relación entre el lenguaje y la subjetividad. Se plantea que el


lenguaje siempre contiene un aspecto de violencia y alineación, ya que separa a los seres
humanos de la realidad que es nombrada. Además, el lenguaje es partidario y político, ya
que refleja nuestros procesos culturales y determina nuestra manera de pensar y actuar en
el mundo.

Se argumenta que el lenguaje contribuye a constituir nuestra subjetividad, que se construye


a partir de múltiples posiciones del sujeto. La subjetividad permite entender cómo los
individuos atribuyen sentido a sus experiencias, tanto consciente como inconscientemente,
teniendo en cuenta las formas culturales en las cuales están inscritos. Se diferencia el
término "subjetividad" de "identidad", ya que la primera reconoce la contingencia y
dependencia del discurso, la estructura social, la repetición, la memoria y la inversión
afectiva, mientras que la identidad implica una esencia fija e inmutable fuera del lenguaje y
el poder.

Se describe la subjetividad como un proceso de mediación entre el sujeto que escribe y el


sujeto que es escrito. Está envuelta en múltiples capas de discurso que simultáneamente
nos limitan y nos liberan. La subjetividad se forma a través de nuestra participación en los
eventos del mundo y nuestra relación con las relaciones sociales y los procesos de
producción. Se enfatiza que la subjetividad es contingente y dependiente de nuestra
ubicación histórica y social, así como de las relaciones sociales que conforman la totalidad
social.

En resumen, el fragmento sostiene que el lenguaje es esencial en la formación de la


subjetividad, ya que nos proporciona posiciones y puntos de vista subjetivos. La subjetividad
no se limita a nuestras memorias o nuestras afirmaciones sobre nosotros mismos, sino que
se construye en relación con los discursos y las estructuras sociales.

Lenguaje, experiencia y praxis

El lenguaje es fundamental para nombrar y interpretar nuestra experiencia. A través del


lenguaje, damos forma a nuestra comprensión del mundo y tomamos acción en
consecuencia. Esto es importante tanto para los investigadores que estudian la educación
como para los estudiantes que analizan críticamente su experiencia cotidiana.

La lucha por el lenguaje y su uso es crucial en la pedagogía crítica y en la lucha por el


cambio social. El lenguaje no actúa solo, sino en conjunto con los lectores, su contexto
social, sus historias personales y sus necesidades y deseos. Solo cuando podemos
nombrar nuestra experiencia, podemos comenzar a transformar su significado a través del
análisis crítico de los supuestos en los que se basa.

La experiencia es constitutiva de nuestra subjetividad. A través del lenguaje, interpretamos


esa experiencia y le damos sentido. Sin embargo, la experiencia no habla por sí misma,
sino que está influenciada por los marcos de referencia y discursos con los que
relacionamos el lenguaje elegido.

Es importante investigar cómo los diferentes textos crean significados y modos de


comprensión particulares. En el contexto educativo, existe una escasez de textos que
hablen sobre la resistencia histórica de las mujeres al patriarcado. Esta escasez afecta a los
estudiantes de historia, quienes se ven privados de posiciones de sujeto alternativas y
resistentes que cuestionen las normas de género actuales.
Sin embargo, también debemos tener cuidado de no fijar las posiciones de sujeto y los
significados más allá del momento en que son políticamente productivos. Debemos estar
constantemente alerta y abiertos a nuevas perspectivas y cambios en la comprensión y el
uso del lenguaje.

ENTONCES PODEMOS DECIR QUE:

En resumen, la pedagogía crítica busca que los individuos investiguen y comprendan su


realidad social, reconociendo las desigualdades presentes en la educación como reflejo de
las estructuras sociales dominantes. La pedagogía crítica también plantea la importancia de
ser crítico y comprometido con la transformación de la distribución desigual de la riqueza y
los recursos. Además, se destaca la necesidad de superar la concepción neoliberal de la
educación como mera adquisición de habilidades técnicas y enfatiza en la formación de
ciudadanos críticos que cuestionen los problemas de reproducción social dentro de la
escuela. La pedagogía crítica se presenta como una práctica contrahegemónica y busca
generar un cambio en la injusticia social a través de un espíritu de esperanza e historicidad
social. Asimismo, se reconoce que el conocimiento es una construcción social y subjetiva, y
que la cultura es una arena de lucha y resistencia. En relación al currículo, se plantea la
importancia de una política cultural que promueva la emancipación y la crítica de la cultura
de masas.

Teorías de la reproducción y la resistencia


en la nueva sociología de la educación:
un análisis crítico*
Henry A. Giroux

En el artículo "Teorías de la reproducción y la resistencia en la nueva sociología de la


educación: un análisis crítico", Henry A. Giroux examina las teorías de la reproducción y la
resistencia en el campo de la sociología de la educación. Giroux argumenta que mientras
estas teorías han sido útiles para entender cómo se perpetúa la desigualdad y la opresión a
través del sistema educativo, también es importante considerar las formas en que los
estudiantes y los educadores pueden resistir y desafiar estas estructuras de poder.

Giroux comienza analizando las teorías de la reproducción, que argumentan que la


educación funciona como un mecanismo de reproducción social, perpetuando las
desigualdades existentes en la sociedad. Según estas teorías, la educación reproduce las
divisiones de clase, género y raza, manteniendo así el status quo. Giroux señala que si bien
es cierto que la educación puede reproducir la desigualdad, también puede ser un espacio
de resistencia y transformación.

En contraste con las teorías de la reproducción, Giroux examina las teorías de la


resistencia, que subrayan la capacidad de los individuos y los grupos para desafiar y resistir
las estructuras de poder. Estas teorías enfatizan la importancia del sujeto y su agencia,
argumentando que la resistencia puede tomar diversas formas, desde la desobediencia y la
subversión hasta la creación de contra-narrativas y movimientos de cambio social.
Sin embargo, Giroux advierte que simplemente enfocarse en la resistencia no es suficiente.
Argumenta que es crucial considerar cómo las condiciones sociales y económicas influyen
en las posibilidades de resistencia de los individuos y los grupos. Por ejemplo, los
estudiantes de familias de clase trabajadora pueden enfrentar mayores obstáculos para
resistir las estructuras de poder en comparación con los estudiantes de familias de clase
alta. Por lo tanto, Giroux plantea la necesidad de una pedagogía crítica que aborde las
desigualdades sociales y económicas, al mismo tiempo que promueve la resistencia y el
cambio.

En resumen, el artículo de Giroux plantea un análisis crítico de las teorías de la


reproducción y la resistencia en la sociología de la educación. Argumenta que si bien la
reproducción de la desigualdad es una realidad, también es importante considerar las
formas en que los individuos y los grupos pueden resistir y desafiar las estructuras de poder.
Además, enfatiza la importancia de abordar las desigualdades sociales y económicas para
promover una pedagogía crítica que fomente tanto la resistencia como el cambio.

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