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Universidad Nororiental Privada

“Gran Mariscal De Ayacucho


Escuela de Derecho
Núcleo Maturín
Sección 1D1
Estudiante:
Bravo Wilmaglis C.I 30 265 801

RESEÑA Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL MATRIMONIO EN


VENEZUELA

El matrimonio es una institución social y legal que regula las relaciones entre
personas que se unen con el propósito de vivir uno al lado del otro, tener
descendencia y apoyarse mutuamente. El concepto de matrimonio ha variado a lo
largo de la historia y de acuerdo con las diferencias culturales económicas, políticas
y religiosas de las sociedades humanas. En el ordenamiento jurídico venezolano, el
matrimonio se define como un acto solemne, civil y público, que se celebra ante un
funcionario del Registro Civil, previa manifestación de la voluntad libre de los
contrayentes y con los requisitos y formalidades que establece el Código Civil
(artículo 44). En este texto se presentará una breve reseña e historia de la evolución
del matrimonio en Venezuela.

El matrimonio en Venezuela tiene sus orígenes en las comunidades indígenas


prehispánicas, que practicaban la poligamia simultánea o sucesiva, sin mucha
formalidad ni estabilidad. Los indígenas podían tener varias esposas, incluso
parientes cercanos, y cambiarlas según su voluntad.

Con la llegada de los europeos en el siglo XVI, se introdujo el modelo de matrimonio


monogámico, basado en la religión católica y el derecho español. Sin embargo, este
modelo no se impuso fácilmente, debido a la escasez de mujeres blancas, la
resistencia de los indígenas y los africanos esclavizados, y la rudeza de la vida
colonial.

Durante los siglos XVII y XVIII, el matrimonio en Venezuela se caracterizó por la


diversidad étnica y cultural y fue el resultado de matrimonios mixtos entre blancos,
indígenas y negros. El matrimonio entre personas de diferentes estatus sociales
estaba prohibido por las leyes coloniales, pero se celebraba en secreto o con el
permiso de la iglesia. El matrimonio entre personas del mismo sexo se consideraba
un pecado y un delito castigado con la muerte. El matrimonio era una cuestión de
intereses familiares y económicos, no de amor o afecto. Los padres o tutores tenían
derecho a elegir o rechazar un cónyuge para sus hijos o pupilos y, para casarse, la
pareja debía cumplir una serie de requisitos legales y religiosos.
En el siglo XIX, el matrimonio en Venezuela sufrió algunas transformaciones debido
a la independencia política y a las reformas liberales. Se estableció la edad mínima
para casarse: 21 años para los varones y 18 años para las mujeres, con posibilidad
de autorización de los ascendientes para los menores. Se reconoció el derecho al
divorcio por causas graves, como el adulterio, la violencia o el abandono. Se
promovió la educación pública y laica, que influyó en la mentalidad de las nuevas
generaciones. Sin embargo, el matrimonio seguía siendo predominantemente
religioso y patriarcal, y las mujeres tenían pocas opciones de vida fuera del hogar.

El treinta de diciembre del año 1999 decretó la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela sobre la cual fue tipificada constitucionalmente en
su artículo 77.
“Se protege el matrimonio entre un hombre y una mujer, fundado en el libre
consentimiento y en la igualdad absoluta de los derechos y deberes de los
cónyuges. Las uniones estables de hecho entre un hombre y una mujer que
cumplan los requisitos establecidos en la ley producirán los mismos efectos
que el matrimonio” Lo cual ha dado pie al resguardo del matrimonio y la
equiparación de la unión estable de hecho a este mismo, teniendo los mismos
efectos del matrimonio y protegido las costumbres de las raíces hispanas. En
lo sucesivo la legislación venezolana siguió avanzando en materia de esta
institución

En el siglo XX, el matrimonio en Venezuela experimentó cambios más profundos y


rápidos debido al desarrollo económico, social y cultural del país. En 1873 se
introdujo el matrimonio civil obligatorio para todos los ciudadanos,
independientemente de su religión o creencias. En 1914 se estableció el régimen de
división de bienes como el único válido para el matrimonio civil. En 1942 se
reconoció el derecho al voto de las mujeres, lo que significó una mayor participación
de las mujeres en la vida política. En 1982 se reformó el Código Civil con el fin de
igualar los derechos y obligaciones de los cónyuges, eliminar el poder conyugal del
marido sobre su esposa y ampliar las causas de divorcio. En 1998 se reconoció el
derecho a recibir alimentos para los hijos nacidos fuera del matrimonio. En 2007 se
aprobó la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia, que penalizó diversos tipos de violencia contra las mujeres dentro y fuera
del matrimonio.

En el siglo XXI, el matrimonio en Venezuela enfrenta nuevos desafíos y demandas


sociales, relacionados con la diversidad sexual, la igualdad de género y los
derechos humanos. Aunque la Constitución de 1999 estipula que todas las personas
tienen el mismo estatus ante la ley sin discriminación alguna, el Código Civil actual
sólo reconoce el matrimonio entre un hombre y una mujer. Esto impide que las
parejas del mismo sexo accedan a los mismos derechos y beneficios que las
parejas heterosexuales, como seguridad social, herencia, adopción, etc. Desde
hace varios años, organizaciones de la sociedad civil y activistas de la comunidad
LGBTI+ vienen luchando por el reconocimiento legal del matrimonio igualitario en
Venezuela, siguiendo el ejemplo de otros países de la región que lo han acordado,
como Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Uruguay.

RESEÑA HISTÓRICA DE LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES


EN VENEZUELA.

Las capitulaciones matrimoniales son acuerdos que se realizan entre los futuros
cónyuges o entre ellos y un tercero, para establecer el régimen patrimonial que
regirá su matrimonio. Las capitulaciones matrimoniales son un contrato que se
celebra entre los futuros cónyuges o los cónyuges para determinar el régimen
patrimonial de su matrimonio. Estos acuerdos pueden incluir donaciones, cláusulas,
condiciones y otras disposiciones que afecten los bienes presentes o futuros de los
esposos. Las capitulaciones matrimoniales en Venezuela son un contrato solemne
previo al matrimonio e inmutable con posterioridad a éste. Este contrato es
perfeccionado por los futuros contrayentes y tiene como finalidad determinar el
régimen patrimonial del matrimonio. Las capitulaciones matrimoniales se celebrarán
conforme a la libre y expresa autonomía de los cónyuges/partes de manera personal
con plena capacidad legal para contratar. Las capitulaciones matrimoniales pueden
ser celebradas por los padres o curadores en caso de minoridad o inhabilitación aún
en trámite.

La historia de las capitulaciones matrimoniales en Venezuela se remonta a la época


colonial, cuando se aplicaba la ley española. En aquella época, las entregas se
hacían mediante instrumento público ante notario y debían ser aprobadas por el
gobernador o el cabildo. Las renuncias pueden celebrarse antes o después del
matrimonio, pero son retroactivas a la fecha del matrimonio. El régimen económico
más común era el de comunidad de bienes, que consistía en que los cónyuges
compartieran la mitad de los bienes adquiridos durante el matrimonio.

Con la independencia de Venezuela, se promulgó el primer Código Civil en 1862,


que mantuvo el régimen de las capitulaciones matrimoniales con algunas
modificaciones. Se estableció que las capitulaciones debían hacerse por escritura
pública ante un notario y que debían inscribirse en el Registro Público antes de la
celebración del matrimonio, so pena de nulidad. Se admitió la posibilidad de pactar
cualquier régimen patrimonial, siempre que no fuera contrario a las leyes o a las
buenas costumbres. Se conservó el régimen de la sociedad de gananciales como
supletorio, en caso de no haber capitulaciones o de ser éstas nulas.
El Código Civil de 1942 introdujo algunos cambios en el régimen de las
capitulaciones matrimoniales. Se eliminó la exigencia de la escritura pública y se
admitió cualquier documento auténtico, siempre que se inscribieron en el Registro
Público antes del matrimonio. Se amplió el ámbito de las capitulaciones para incluir
no sólo los bienes presentes y futuros, sino también los derechos y obligaciones que
nacen del matrimonio. Se mantuvo la libertad de pactar cualquier régimen
patrimonial, salvo los prohibidos por la ley o contrarios a las buenas costumbres. Se
modificó el régimen supletorio de la sociedad de gananciales, para establecer que
sólo son comunes los bienes adquiridos a título oneroso durante el matrimonio.

El Código Civil vigente, promulgado en 1982, conservó en lo esencial el régimen de


las capitulaciones matrimoniales del Código anterior, con algunas reformas. Se
precisó que las capitulaciones deben constituirse por instrumento otorgado ante un
Registrador Subalterno o por documento auténtico inscrito en la Oficina Subalterna
de Registro antes del matrimonio. Se reiteró la nulidad de los pactos contrarios a las
leyes, a las buenas costumbres o al orden público. Se ratificó la libertad de pactar
cualquier régimen patrimonial, así como la aplicación del régimen supletorio de la
sociedad de gananciales.

Sin embargo, en el año 2021, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de


Justicia dictó una sentencia que cambió radicalmente el régimen de las
capitulaciones matrimoniales en Venezuela. La sentencia estableció que las
capitulaciones pueden celebrarse o modificarse antes o durante el matrimonio, sin
efectos retroactivos. Además, ordenó la aplicación analógica de las capitulaciones al
concubinato y reconoció la validez de las capitulaciones celebradas en el extranjero,
siempre que cumplan con los requisitos legales. Esta sentencia fue declarada como
criterio vinculante para todos los órganos jurisdiccionales del país.

Así pues, podemos observar que las capitulaciones matrimoniales han tenido una
evolución histórica en Venezuela, desde el derecho colonial hasta el derecho
constitucional, pasando por diferentes códigos civiles. Las capitulaciones
matrimoniales son una institución jurídica que permite a los cónyuges o concubinos
regular su patrimonio común o separado, según sus intereses y conveniencias. Las
capitulaciones matrimoniales son una expresión del principio de autonomía privada
y una garantía del derecho a la propiedad.

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