El matrimonio

El matrimonio o unión conyugal es una institución social fundamental, que involucra a dos
personas físicas y naturales. Es la forma de oficializar un vínculo de pareja y someterlo a las
normativas legales, sociales, morales e incluso religiosas dictaminadas por la sociedad.

El matrimonio es al mismo tiempo una figura legal, una ceremonia social y religiosa, y una
entidad cultural tradicional. Es decir que por matrimonio podemos entender distintos tipos de
conceptos sociales, culturales y legales, dependiendo de la tradición específica de una
sociedad y su imaginario.

Así, el matrimonio es comúnmente regulado por la ley (sobre todo para prohibir las uniones
que culturalmente se consideran inadecuadas, como las incestuosas), pero tiene una
existencia milenaria, con presencia en sociedades que comprendían la justicia y el Estado
de un modo muy distinto al contemporáneo

Historia

La historia del matrimonio comenzó con los modos en que las culturas antiguas celebraban
y formalizaban la unión de sus reyes y nobles. A menudo se traducía en cambios dinásticos,
uniones estratégicas o cambios en la sucesión del poder político, según fuera el caso.

En ese entonces los plebeyos no celebraban ningún matrimonio, pues no era necesario
para tener relaciones sexuales o para concebir hijos. En todo caso, podían hacerlo según
ceremonias muy simples.

Era frecuente de la uniones de los plebeyos involucraran el intercambio económico: quien

recibía la esposa también recibía el control de una dote, perteneciente a la mujer, que
podían ser animales, propiedades o un terreno para iniciar una familia productiva y
sostenerla.

Dependiendo de la cultura y la religión, el matrimonio podía ser monogámico (una sola

mujer y un solo hombre) o poligámico (varias mujeres para un solo hombre), como en la
tradición oriental. Pero tal y como lo entendemos hoy en Occidente, el matrimonio nació en
la Antigua Roma.

Su nombre era matrimonium y estaba sujeto a ciertas leyes y normas. Luego fue asimilado
por la naciente cultura cristiana, en la cual se convirtió en un vínculo sagrado, celebrado
ante Dios y conforme a ciertos ritos provenientes del Antiguo Testamento, es decir, de la
religión judía.

Importancia
Importancia del matrimonio

El matrimonio es una figura central en la constitución de las sociedades. De forma más o

menos explícito, todas las sociedades tienen como principio fundamental la reproducción de
la especie y la conformación de nuevas familias. Por eso, el vínculo matrimonial desde un
principio se ha visto protegido legalmente y amparado por costumbres sociales, morales y
culturales.

Justamente por esa razón, la introducción de nuevas formas de matrimonio son siempre
polémicas: se trata de un pequeño pero significativo cambio en la idea matriz de la
sociedad.

Para algunos implica hacerla más amplia, democrática y abarcadora de los estilos de vida
que ya existen, mientras que para otros significa la pérdida o alteración de valores antiguos
creados en una sociedad muy anterior y muy distinta a la contemporánea.

Caracteres y naturaleza jurídica

El matrimonio es una institución jurídica que establece una unión legal y social entre dos
personas, con el objetivo de crear una familia. Es reconocido y regulado por el Estado, ya
que implica una serie de derechos y obligaciones legales para los cónyuges, como por
ejemplo la protección patrimonial, la herencia, la custodia de hijos, entre otros.

En cuanto a su naturaleza jurídica, el matrimonio puede ser considerado como un contrato,

en el que ambas partes se comprometen a cumplir una serie de deberes y derechos
recíprocos. También se le considera como una institución social, ya que tiene como
finalidad la protección de la familia y la sociedad en general.

En la mayoría de los países, el matrimonio se rige por leyes civiles que establecen los
requisitos y procedimientos para su celebración, así como los efectos legales que conlleva.
Sin embargo, también pueden existir legislaciones religiosas que regulen el matrimonio en
el ámbito de una determinada confesión.

En resumen, el matrimonio es una institución legal y social que establece una unión entre
dos personas con una serie de derechos y obligaciones recíprocas, reguladas por el Estado
y/o por las diferentes confesiones religiosas.

Caracteres modernos en la legislación venezolana

En la legislación venezolana, el matrimonio es regulado por el Código Civil, el cual

establece que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer con el propósito de
hacer vida en común. Sin embargo, en los últimos años ha habido avances en la legislación
en cuanto a la inclusión de parejas del mismo sexo.

En 2009, fue aprobada la Ley para la Protección de las Familias, la Maternidad y la

Paternidad, la cual reconoce los derechos de las parejas del mismo sexo y establece que
tienen los mismos derechos y obligaciones que las parejas heterosexuales en términos de
patrimonio, trabajo, seguridad social, entre otros. Además, en 2013 se aprobó la Ley
Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, la cual también reconoce los
derechos de las parejas del mismo sexo en términos laborales.
En la actualidad, el matrimonio entre personas del mismo sexo no está legalizado en
Venezuela, pero se han presentado propuestas para su reconocimiento. Mientras tanto, las
parejas del mismo sexo pueden optar por la unión estable de hecho, la cual les otorga
derechos y obligaciones similares al matrimonio.

Avances de la legislación extranjera

En varios países se han realizado avances significativos en la legislación en relación al

matrimonio, con el objetivo de garantizar la igualdad de derechos y protección de las
parejas comprometidas. Algunos de los avances más destacados incluyen:

1. Legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo: Varios países han legalizado
el matrimonio entre personas del mismo sexo, permitiendo que parejas del mismo sexo
tengan los mismos derechos y responsabilidades que las parejas heterosexuales. Ejemplos
de países que han legalizado el matrimonio igualitario incluyen Canadá, España, Países
Bajos, Sudáfrica, Argentina, entre otros.

2. Reformas en las leyes de divorcio: En muchos países se han realizado reformas en las
leyes de divorcio para simplificar el proceso de disolución del matrimonio y garantizar una
mayor protección a los cónyuges más vulnerables, como los hijos menores o la parte con
menos recursos económicos. Estas reformas buscan facilitar una separación más amigable
y menos conflictiva.

3. Reconocimiento de uniones civiles y uniones de hecho: Algunos países han reconocido

legalmente las uniones civiles y las uniones de hecho, ofreciendo a las parejas no casadas
derechos y protecciones similares a las parejas casadas en términos de herencia, seguridad
social, salud, entre otros aspectos. Este reconocimiento busca garantizar la igualdad de
derechos para todas las formas de convivencia en pareja.

4. Protección contra la violencia doméstica: Muchos países han fortalecido sus leyes en
relación a la violencia doméstica, incluyendo medidas de protección para las parejas
casadas y convivientes, así como para los hijos menores afectados. Estas leyes buscan
prevenir y sancionar la violencia en el ámbito familiar, garantizando la seguridad y el
bienestar de las personas implicadas.

En resumen, los avances en la legislación extranjera en atención a la institución del

matrimonio se han centrado en promover la igualdad de derechos, ampliar el
reconocimiento de diferentes formas de convivencia en pareja, simplificar el proceso de
divorcio y fortalecer la protección contra la violencia doméstica. Estas medidas buscan
garantizar el respeto a la dignidad y la autonomía de las personas en sus relaciones de
pareja, promoviendo la igualdad y la justicia en el ámbito familiar.

Requisitos

A diferencia de otros países en Latinoamérica, el casamiento en Venezuela es solamente

válido para personas las heterosexuales
Para contraer matrimonio se deben tener algunos requisitos:

Partida de nacimiento de quienes van a contraer matrimonio

Original y copia de la cédula de identidad de ambos cónyuges

Llenar la planilla de solicitud de matrimonio en el registro civil

Dos testigos mayores de edad por parte de cada uno de los que va a contraer matrimonio

Cédula de identidad y copia de los 4 testigos

Otros:

Si uno de los contrayentes es divorciado, debe presentar la sentencia de divorcio o de

nulidad de matrimonio ante el registro en el que contraerá matrimonio nuevamente.

Si alguno es viudo, presentar el acta de defunción del cónyuge fallecido.

Si uno de los cónyuges está fuera del país, con un poder especial, el apoderado puede
realizar la boda en nombre de la persona que esté en el exterior.

Matrimonio de adolescentes:

Los menores de edad también pueden contraer matrimonio en Venezuela, pero para ello se
requiere la autorización del o los representantes legales. En caso de la mujer, debe ser
mayor de 14 años, y si el varón debe ser mayor de 16 años.

No obstante, si no existe acuerdo entre los representantes para autorizar un matrimonio de

un menor de edad, se puede solicitar la autorización ante un tribunal de protección del niño,
niña o adolescente.

Clasificacion

El matrimonio, tal y como lo entendemos hoy en Occidente, se caracteriza por:

Ser un vínculo legal voluntario y duradero. Las personas se pueden casar únicamente por
su propia voluntad, y deben hacerlo mediante una serie de ritos y ceremonias legales (y
religiosas, si así lo desea) que atestiguan la validez y legitimidad del hecho.

Puede ser civil y/o religioso. Todo depende de las creencias de los cónyuges, aunque el
único valedero ante el Estado es el civil, y el único valedero ante la Iglesia es el religioso.
Ser monógamo. Involucra a dos personas únicamente, quienes se comprometen a tener un
vínculo amoroso y sexual exclusivo (fidelidad).

Es tradicional y convencional. Se rige por las convenciones y tradiciones sociales, morales y

religiosas de la comunidad y la nación, por lo que puede tener marcadas diferencias de una
región del mundo a otra.

Crear una comunidad de bienes. Llamada “comunidad conyugal”, implica que todas las
propiedades y capitales obtenidas desde el inicio del matrimonio son de ambos cónyuges
por igual, lo que implica un reparto común y la necesidad de arreglos en caso de divorcio.