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Elfried Noel De Paz Montenegro, guatemalteco, casado, de 50 años de edad, Abogado y Notario,
de este domicilio, en mi calidad de abogado defensor de Samuel Arevalo Mancía, y Benjamín
Antonio Valle, acusados dentro del presente proceso, bajo mi propio auxilio y dirección,
interpongo RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACIÓN, en contra de la Sentencia dictada por
este tribunal, el veintiocho de mayo de dos mil dieciocho, para que con sus antecedentes, se
eleven inmediatamente a la Corte Suprema de Justicia, quien conocerá sobre la admisibilidad y
fondo.
4) Partes dentro del proceso. Son parte dentro del presente proceso las siguientes:
d) Querellantes adhesivos:
i) La Superintendencia de Administración Tributaria, Intendencia de Asuntos
Jurídicos, quien puede ser notificada en su sede ubicada en la 7a. avenida
3-73 de la zona 9, Edificio Torre Sat, en esta ciudad; y,
ii) La Procuraduría General de la Nación, departamento de abogacía del
Estado, área penal, quien puede ser notificada en su sede ubicada en la 15
avenida 9-69 de la zona 13 de esta ciudad.
5) Sentencia de primera instancia: Sentencia dictada el diez de enero de dos mil dieciocho,
por el Juez Unipersonal del Tribunal de Sentencia Penal en Materia Tributaria y Aduanera
del departamento de Guatemala.
8) Forma y plazo: El Código Procesal Penal, artículo 443, faculta la presentación del recurso,
ante el tribunal que ha emitido la resolución, dentro de los quince días posteriores a la
notificación de la sentencia, quien lo elevará de inmediato a la Corte Suprema de Justicia.
Asimismo, me encuentro dentro del plazo de quince días hábiles desde la última
notificación que fue efectuada a mi persona como abogado defensor, al Ministerio Público,
y a la Superintendencia de Administración Tributaria, y a la Procuraduría General de la
Nación, realizada el diecinueve de julio de dos mil dieciocho.
4) Si la sentencia tiene por acreditado un hecho decisivo para absolver, condenar, atenuar
o agravar la pena, sin que se haya tenido por probado tal hecho en el tribunal de
sentencia.
La indicación de los artículos e incisos de las normas jurídicas violadas, los iré relacionado
en el curso de mi exposición.
11)Por el submotivo de procedencia del recurso, contenido en el inciso 4) del artículo 441,
señalo que en la sentencia recurrida se violaron los artículos 430, ambos del Código
Procesal Penal, y 6, y 16 primer párrafo e inciso a) de la Ley contra la Defraudación y
Contrabando Aduaneros.
Como lo establece el artículo 430 del Código procesal Penal, la Sala de la Corte de
Apelaciones, tiene vedado la acreditación de hechos, pues estos deben ser producto de la
valoración que se hace de las pruebas, y que ésta tiene prohibido realizar, por el principio
de la intangibilidad de la prueba. Esta función corresponde con exclusividad al Juez de
Primera Instancia Penal de Sentencia, en virtud de la inmediación en el proceso, y por ello
contacto con las pruebas y sujetos procesales.
El hecho concreto por el cual La Sala, causa agravio a los acusados, consiste en haber
dado por acreditados, dos hechos que expresamente el tribunal de sentencia, no le
concede valor probatorio, y como consecuencia de ello agrava la pena impuesta en
primera instancia. A continuación los agravios, argumentos jurídicos que evidencian la
violación al principio de intangibilidad de la prueba, y por qué se hace viable para el caso
de procedencia invocado, la influencia decisiva que ésta tuvo en el fallo recurrido, y la
aplicación que se pretende, por cada uno de los acusados.
El Juez de Sentencia, hace un análisis del documento con el cual el Ministerio Público y
querellantes adhesivos, pretendían dar sustento a la acusación en contra de Samuel
Arevalo Mancía y Benjamín Antonio Valle. No existió dentro del debate, ningún otro
documento que pudiera suplir la importancia de este documento, para la plataforma
probatoria del Ministerio Público y querellantes adhesivos.
Como se evidencia la infracción a los artículos señalados como violados, y por qué se
hace viable para el caso de procedencia invocado, demostrando así el agravio causado
por la Sala y la influencia decisiva que dicha violación tuvo en el fallo recurrido.
La Sala, en su resolución infringe estos dos artículos, ya que determina por sí el valor de
las mercancías, que expresamente la Ley le asigna a las Autoridades Aduaneras. Está
claramente determinado en la ley, que es a través del Aforo, que se puede determinar el
valor de las mercancías.
Como consecuencia de haber tenido por acreditada la determinación del valor de las
mercancías, circunstancias que el Juez de Sentencia no tuvo por probadas, lo que
constituye un hecho nuevo, en clara violación al principio de intangibilidad de la prueba,
la Sala revocó el numeral III de la sentencia de primer grado, en perjuicio de los
acusados, y lo modificó imponiendo multas fundadas en valores de mercancías existentes
sólo en la imaginación de los juzgadores.
Como evidente agravio, se impone a Samuel Arevalo Mancía, una multa de Setecientos
sesenta y siete mil trescientos treinta y nueve quetzales con sesenta y nueve centavos, y
al acusado Benjamín Antonio Valle, la multa de Setecientos cuarenta y siete mil
seiscientos cinco quetzales con setenta y dos centavos
12)Por el submotivo de procedencia del recurso, contenido en el inciso 5) del artículo 441,
señalo que en la sentencia recurrida se aplicó indebidamente el artículo 7 de la Ley contra
la Defraudación y el Contrabando Aduaneros.
Esta valiente resolución del Juez de Sentencia, fue apreciada como un error por la Sala,
que en la sentencia recurrida, Considerando III, página 8, indicaron que “En la parte
declarativa el juez impuso a los sindicados la pena de un año de prisión inconmutable y
no les fijó la pena de multa, incurriendo en error el sentenciador, al confundir el valor de
los impuestos, pues la multa conforme a la ley, debe fijarse de acuerdo al valor de la
mercancía ingresada al país, lo cual son hechos acreditados por el juzgador.”
En este proceso, la acusación del Ministerio Público, en cuanto al valor de las mercancías
y la determinación de los impuestos, no se probó durante el debate, en virtud de que el
ente responsable, la Aduana, función ejercida por la Superintendencia de Administración
Tributaria -SAT- cometió en la elaboración de los aforos correspondientes a las mercancías
contenidas en los vehículos conducidos por Samuel Arevalo Mancía y Benjamín Antonio
Valle, sendos errores y contradicciones. Por este motivo, bien explicado por el Juez de
Sentencia, en la Sentencia de Primer grado, páginas 108 y 109, por lo que no les confirió
valor probatorio.
Contra toda lógica, la Sala optó por tomar los valores de las mercancías, de documentos
sin valor probatorio, esto es los aforos contenidos en el Oficio
OFI-SAT-GRS-APQ-429-2017.
Así las cosas, acogió el Recurso de Apelación Especial, revocó el numeral III de la
sentencia de primera instancia, y lo modificó imponiendo la pena de multa por valor de
Setecientos sesenta y siete mil trescientos treinta y nueve quetzales con sesenta y nueve
centavos para Samuel Arevalo Mancía, y por valor de Setecientos cuarenta y siete mil
seiscientos cinco quetzales con setenta y dos centavos, para Benjamín Antonio Valle.
El agravio a los acusados, deviene de la incorrecta aplicación del último párrafo del
artículo 7 de la Ley contra la Defraudación y Contrabando Aduaneros, ya que no es cierto
como lo consideró la Sala, en la página 8 de la sentencia recurrida, que “Como puede
apreciarse, la sanción que debe imponer por este delito es obligadamente mixta, es decir
que, si se impone la pena de prisión, inexorablemente debe imponerse la pena de multa.”
La misma Ley contra la Defraudación y el Contrabando Aduaneros, en sus artículos 6
primer párrafo, y 16 literal a) fija sobre cómo debe determinarse los valores de las
mercancías, función que con exclusividad le corresponden a las autoridades aduaneras, a
través del aforo, determinación de tributos y avalúos.
No así la Sala, que en su resolución, acogió la tesis del Ministerio Público, y modificó el
numeral III de la sentencia de primera instancia, y condenó a Samuel Arevalo Mancía, la
cantidad de setecientos sesenta y siete mil trescientos treinta y nueve quetzales con
sesenta y nueve centavos (Q.767,339.69), y Benjamín Antonio Valle, la cantidad de
setecientos cuarenta y siete mil seiscientos cinco quetzales con setenta y dos centavos
(Q.747,605.72).
El agravio causado a los acusados, es que se les impusiera las multas relacionadas
anteriormente, al aplicar indebidamente el artículo 7, último párrafo de la Ley contra la
Defraudación y Contrabando Aduaneros.
P E T I C I O N E S: