LUNÍS 29-1-90
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Sabina de la Cruz: «Blas de Otero repasó su
vida en "Hojas de Madrid" y "La galerna"»
Este año aparecerán un libro postumo y las Obras Completas del poeta
Madrid. Tulio H. Demicheli
Antes de que acabe el año aparecerán las
Obras Completas de Blas de Otero. Como anun-
cio, según nos adelanta su viuda, Sabina de la
Cruz, verá la luz un libro postumo, «"Hojas de
Durante los años sesenta y
setenta Blas de Otero estaba en
boca de todos aunque casi nadie
le hubiera leído. Pese a las sim-
plificaciones guitarreras de Paco
Ibáñez, pese a su nunca oculta
militancia comunista, la suya
nunca fue una poesía fácil, ni fá-
cil era buscar en sus sonetos la
consigna, el hoy y el ahora de
una lucha inmediata. Los jóve-
nes recitaban de memoria su
«Nos matarán a todos, a tí y a
mí» pero poco más, incapaces
.de advertir el «poderoso silen-
cio» que ardía en sus versos
acerados, en sus afilados versos
labrados en la más honda tradi-
ción española.
El año pasado se cumplía el
décimo aniversario de su muerte
sin que aparecieran sus obras
completas, sin que viera, la luz
su libro postumo: «"Hojas de Ma-
drid" y "La galerna"». Hoy, la edi-
torial Aguilar promete dar vida,
antes de que acabe el año, a
aquellas necesarias Obras Com-
pletas y, según nos cuenta Sabi-
na de la Cruz, su viuda, algunas
editoriales se disputan, en Ma-
drid y en Bilbao, la publicación
de esos versos aún desconoci-
dos para la mayoría, y de otros,
los más primeros, los de su pre-
historia poética.
«Hojas de Madrid»
«Durante diez años -dice Sa-
bina de la Cruz- comenzó Blas
a escribir este libro, algunos de
cuyos poemas fue dando a la luz
en cuentagotas, como él siempre
acostumbraba. En él, por prime-
ra vez asomaba la infancia de
las manos del recuerdo. La lluvia
era para el poeta el anuncio de
una aparición, de un golpe de la
memoria. Con la lluvia le venía
el Cantábrico, y con el mar, la
imagen de un niño, él mismo
vestido de marinero, quien reci-
bía, a pecho descubierto, la ga-
lerna, a pecho descubierto como
unos versos de Bob Dylan ras-
gados a guitarra. Así lo dijo en
un poema».
«En este libro, que son dos li-
bros, pasó revista a toda su vida.
Allí, su lucha por escribir era la
imagen misma de los pueblos
que luchan por su libertad. Allí la
infancia y la muerte se dan la
mano. Lo comenzó a escribir en
1968, cuando le operaron de un
tumor canceroso que no habría
de llevarle a la tumba pese a
CULTURA ABC. póg.
El personal del Prado
decide hoysobre la
convocatoria de huelga
Madrid. S. C.
Los trabajadores del Museo
Madrid" y "La Galerna"». «En él -dice su viu- del Prado, que desde el pasado,
da-, la lluvia trae el recuerdo de la galerna y miércoles mantienen sus encie-
anima la imagen de un niño, él mismo, vestido rros nocturnos en la cafetería de
de marinero. En él, el poeta, ya maduro, con- la pinacoteca, decidirán hoy so-
templa el camino hecho bajando a la llanura». bre la convocatoria de una huel-
ga indefinida. Esta decisión, que
que le dieron unos cuantos me- que, al modo del Dante, dice: será adoptada en asamblea,
ses de vida. En "Hojas de Ma- "Después de tanto andar paré en está a la espera de los resulta-
drid" habló por primera vez de la el centro de la vida... cobré más dos de la reunión que hoy cele-
muerte y lo hizo con una gran libertad en la llanura...» brarán con la dirección del mu-
serenidad. Él decía que "sólo seo sobre la anulación del con-
hay que temer al sufrimiento" venio colectivo recientemente
que "hay que morir con digni- La tradición firmado.
dad". La muerte le hizo caso y «¿Cómo escribía? Poco a Hasta ahora, el conflicto que
se lo llevó un noche del mes de poco, por etapas, aunque rumia- enfrenta a los empleados de'la
junio, ahora hace algo más de ba continuanente. Era un lector pinacoteca y a la dirección no ha
diez años, sin hacerle daño». voraz, leía poesía, filosofía, poca alterado el desarrollo de las visi-
«Son -insiste Sabina de la novela, y los periódicos: recogía tas a la exposición «Velázquez»,
Cruz— dos libros abiertos, cada sus imágenes en cualquier parte, ni siquiera este fin de semana, a
cual a su manera, a las puertas su característica era la intertex- pesar de la huelga de celo anun-
de la memoria: Un resumen lleno tualidad y operaba por asocia- ciada el viernes.
de ternura. Blas me llevaba bas- ción fonética, poniendo en con- Los empleados —la plantilla
tantes años y, cuando pasó de traste imágenes disímiles. Era un del Prado está compuesta por
los 50, me decía que "yo sé que poeta que rumiaba y, de pronto, trescientas veinte personas- in-
estoy arriba, en lo alto de la sin corregir apenas, como mucho sisten en su voluntad de agotar
montaña de la vida, y sé que una coma o una palabra, regur- todas ías -vías de negociación
ahora empiezo a bajar". Miraba gitaba el poema, aquellos soné- posibles antes de desencadenar
atrás con serenidad y desde esa tos suyos que son de una gran una huelga que perjudicaría la
altura podía ver, satisfecho, el transparencia y, por ello mismo, gran exposición del pintor sevilla-
camino recorrido. Y esto lo decía de enorme dificultad. Bebía en no. Pero no descartan aún esa
muy tranquilo, aunque su mayor las fuentes de Berceo, admiraba medida extrema si la dirección
fantasma eran las depresiones. al Fray Luis de los sonetos y al no atiende a sus peticiones.
Luchaba contra ellas, le dolían, Fray Luis de "Los nombres de Los trabajadores piden la anu-
pero yo le contestaba, creyéndo- Cristo" más que a nada en este lación del convenio firmado por
le, no por animarle: "Eres el mundo; se sabía a Garcilaso, a la dirección y el sindicato CC.
hombre más fuerte que he cono- Quevedo, a Góngora... Era un 00., convenio que no fue pre-
cido". Bajaba por la pendiente poeta cultísimo y de una memo- sentado a la mesa negociadora,
confiado en él futuro, con tran- ria portentosa. Amó a Espronce- donde están representados, a
quilidad, ya tenía una vida sere- da y a Rubén Darío y leyó como través de UGT y CTI (Confede-
na. El libro comienza con un so- el mejor de los alumnos a Juan ración de Trabajadores Indepen-
neto que ilustra lo que digo y Ramón. Así era Blas de Otero.» dientes), la mayoría de los em-
pleados de la pinacoteca.
Invierno Fallados los premios
«Invierno» es un poema desconocido de Blas de Otero, publicado Ciudad de Barcelona
en una revista de mínima circulación, y que nos ha hecho llegar la Barcelona. D. C.
profesora Sabina de la Cruz. Forma parte de su libro postumo
«"Hojas de Madrid" y "La galerna"», que aparecerá próximamen- Javier Marías con «Todas las
te, poco antes efe que lo hagan sus esperadas Obras Completas. almas», Enrique Badosa con
«Epigramas confidenciales» y
Ahora desciende el sol al sótano, con cuidado, gravemente. Joan Teixidor con «Fluviá» han
Ahora van oscureciéndose las escaleras obtenido los premios Ciudad de
del cielo. Encenderemos la lámpara Barcelona 1989 en narrativa cas-
de la luna. tellana, poesía castellana y cata-
Ahora un sol semiamarillo resbala sobre el papel lana, respectivamente. Los galar-
con un cuidado infinito dones están convocados por el
de no romperlo ni mancharlo. Ayuntamiento de Barcelona y se
Ahora son las cinco y veinticinco de la tarde; harán públicos el día 12 de fe-
una tarde de invierno brero.
en Madrid. B ! a s D E OTERO El Jurado que otorgó el premio
de narrativa a Javier Marías es-
taba formado por Joaquín Marco,
EL GATO (bis) Marta Pessarrodona, Luis Iz-
quierdo y Carlos Pujol. El Jurado
Tres son hoy las tesituras de imagen que le sitúan a uno so- de poesía castellana lo compo-
cialmente. Kundera-Benjamín, el gato y la ducha («A mí Kunde- nían José M. Blecua, Lorenzo
ra/Benjamín...», «Para mí, mi gato...», «Sin la ducha, yo...»)- En
otros pueblos o culturas, lo del gato entiendo perfectamente. Gomis, José Agustín Goytisolo,
Habida cuenta de nuestra idiosincrasia de toda la vida, de (ter- Antonio Vilanova y Ana María
cera de seguida) verdad que me hace el efecto de una cosa im- Moix. El de poesía catalana lo
portada en nuestro caso. El perro por lo demás. formaban Pere Gimferrer, María
Julio CERÓN Mercedes Marga, Dolores Ofler,
Carlos Torner y Felíu Formosa.