Está en la página 1de 7

BITACORA ´ III.

RELÁMPAGOS CONTRARIOS
Liberamos relámpagos: palabras dispares y
contrarias, unidas solo en lo desigual de los caminos,
I. LA CORAL DEL RAYO en las distancias y en la diagonal mágica de la
QUÉ IMPORTA AL MUNDO: SEIS CAÑONES poesía y del rayo.
POR ESPRONCEDA
Seis cañones o seis voces alza esta CORAL DEL 40 P EQUEÑA INTRODUCCIÓN
BOTÁNICA SIMBÓLICA.
A LA

RAYO barajando ficciones y veras con las letras del F. Javier Lozano de la Rosa.
nombre de José de Espronceda: poeta, rebelde, POÉTICA DE LA HOSPITALIDAD: UNA
enamorado. Tan joven y tan viejo, como dijo un 48 C INVITACIÓN A LOS POEMAS DE
OLLINS.
BILLY
pirata.
Sergio Santiago Romero.
DE BUCANEROS, PIRATAS Y OTRAS CLASES
7 DE POETAS.
53
YERMA DE FEDERICO GARCÍA LORCA.
(CUANDO EL TEXTO SE HACE VIDA…).
Sergio Santiago Romero.
María Rodríguez Manrique.
13 C AMINOS HACIA LA INTIMIDAD EN LA
POESÍA DE LAS PÉRDIDAS. (EL CANTO A
TERESA Y OTROS TEXTOS) IV. CONSTELACIÓN
Marta Santiago García. Queremos ser constelación. Hermanos siderales
LORD BYRON Y JOSÉ DE ESPRONCEDA: con el candil ardiendo por las manos. Una mano
18 LIBERANDO AL POETA SUBORDINADO. enlodada, que no se conforma con el lomo de una
Tiffany de Koninck página; una mano hundida de futuro y de negra
MODUS VIVENDI ROMÁNTICO EN LAS tinta de hacer versos. Porque nosotros pensamos
22 ELEGÍAS DE ESPRONCEDA, LEOPARDI Y hablando y creemos creando.
EMINESCU.
Catalina Badea. 58 «R EMINISCENCIAS DEL VIEJO O FALSO
ROMANCE»
ELISA, LA PESCADORA INFELIZ.
27 Luis Joaquín Alemany.
Juan Pablo González Durán
«EL CIGARRO»
60 Catalina Badea
29 D E CUANDO ESPRONCEDA
SE REENCONTRÓ CON JARIFA. «TODOS NOSOTROS CAEREMOS…»
Juan Pablo González Durán. 61 «PERMÍTEME TU MANO,…»
F. Javier Lozano de la Rosa

II. ENCUENTROS EN VETUSTA 62 «HIJAS DEL AIRE»


Marta Santiago García
MECÁNICA DE DOS CANTOS: «UN DESTINO DONDE ENCONTRARTE,…»
33 BEBIENDO TEQUILA CON CRISTIAN 64 Sergio Santiago Romero
PINÉ Y CRISTIAN PURÉ «A»
María Rodríguez Manrique 65 Javier Helgueta Manso
La muy audaz Manrique tampoco temblará esta «FUENTE DE EDADES»
vez al destapar su botella de tequila en el 66 José Javier Martínez Palacín
cementerio civil de Vetusta. Allí tiene una cita «EL VIAJE SOLITARIO»
prometedora de alcohol, poesía y desdoblamientos 67 José Javier Martínez Palacín
del yo con los hermanos Piné y Puré.

3
POÉTICA DE LA HOSPITALIDAD:
UNA INVITACIÓN A LOS POEMAS DE BILLY COLLINS
«THEN THERE IS ONLY THE SOUND OF THEIR LOOKING». Esto dice de las sillas en las que
no se sienta nadie quien ha sido llamado el poeta más famoso de los Estados Unidos: Billy
Collins (1942).

Un poeta en cuyos libros aparece el «Como profesor de secundaria ha


marbete “national bestseller” –sí, sí, estado siempre en pie de guerra
hablamos de libros de poemas–, elogiado
contra lo que él llama
por los principales periódicos del país –
“la muerte de la poesía” en la
como se encarga de glosar Random House
en la contracubierta de sus obras– y que lo
adolescencia, firme en su
ha ganado prácticamente todo, incluyendo el convicción de
título de Laureate Poet of the United States de que todos necesitamos
2001 a 2003, quizás el principal “una dosis diaria” de versos.»
reconocimiento poético que concede la
sus poemas no quiere hablar de simplicidad,
nación del águila estrellada. Es el hombre
sino de hospitalidad: que el poema sea un
desmitificador que clamó contra la Guerra
zaguán acogedor para que el lector entre en
de Iraq desde las mismísimas páginas del
la casa del lenguaje.
New York Times, donde deseó a Bush leer
menos poesía y trabajar más por la paz; el Os invito a la poesía de un hombre que
hombre que por este mismo motivo se negó nunca se sintió parte de una comunidad
a cenar en la Casa Blanca; el hombre que poética y que no tiene amigos poetas; que
como profesor de secundaria ha estado acabó mirando su plato de sopa en silencio
siempre en pie de guerra contra lo que él durante toda la noche cuando intentó tener
llama “la muerte de la poesía” en la una velada agradable con Robert Frost.
adolescencia, firme en su convicción de que
todos necesitamos “una dosis diaria” de Ha dicho varias veces, con su
versos. No en vano, una de sus primeras humorismo de Chaplin impertérrito, que la
actividades fue una web para chavales donde poesía debe enseñarse siguiendo una
cada día aparecía un nuevo poema que no cronología inversa, empezando por lo
tenían que comprender, sino solo disfrutar. contemporáneo –que es lo que puede
atrapar al joven de hoy en día– y luego
Hace solo unos días -7 de marzo de retrocediendo en busca de lo que tiene de
2013– The New York Times dedicaba un nosotros mismos el pasado. Por eso es una
homenaje “to the former Poet Laureate/ cuestión de fidelidad escribir estas líneas
that is able to make us believe/ despite our sobre la base de su último poemario,
anxious response to poetry/ that we are Horoscopes for the dead (2011), para así abrir un
participating/in each Billy Collins poem”. Él túnel que os conduzca al núcleo de su
mismo ha insistido en el hecho de que en poesía, que posiblemente se condense en las
48
bellas páginas de Sailing alone around the Room la infancia, cuando se llega al auténtico
(2002) y The trouble with Poetry (2005). problema: la comprensión de ese silencio
que sigue a la pregunta, el silencio
inexcusable de lo que ya no está.

Esta técnica se aprecia desde siempre en


la poesía de Collins, pero es posible que en
este poemario el nivel de trascendencia eleve
un poco el listón, introduciéndose en
ámbitos como este, el centenar de silencios
que contemplan los sabios chinos:

«the Silence of the Night Boat,


and the Silence of the Lotus,
cousin to the Silence of the Temple Bell
only deeper and softer, like petals, at it
[farthest edges».

Por ello es adecuado el calificativo que


la crítica periodística le dedica una y otra
vez: la poesía de Collins es accesible, pero no
solo porque “deja entrar en ella” –como ya
decíamos antes– sino especialmente porque
Portada de Horoscopes for the dead da acceso, tiene virtudes de umbral y
(Random House, 2011) costumbre de puerta. «I want to start in a
very familiar place and end up in a strange
Cuando el pasado diciembre recibí place», dijo para The Paris review, y esto es
desde Estados Unidos el libro que les había más una poética que un estilo.
encargado a dos buenos amigos, y leí el Collins desea una poesía que irrumpa en
primer poema, “Grave”, enseguida pude medio de lo cotidiano, cuando no nos dé
notar el prosaísmo perspicaz de Collins, con tiempo a ponernos “el escudo antipoesía”
una poética tan a la sajona, desde las cosas que diseñamos en secundaria, dijo en un
hasta las ideas, de lo cotidiano a lo recital. Que la poesía –añadía– nos asalte en
trascendente. Para el lector hispánico medio, el autobús y en el metro, en las cajas de
acostumbrado a las poesías de altos vuelos cereales, porque “poems for me beging as a social
que rara vez ponen los pies sobre la tierra, es engagement”. Efectivamente, aunque Collins
complejo enfrentarse a un poema que conciba el acto creador como un proceso
empieza tan abajo –ni más ni menos que en individualizador y solitario, hay una suerte
una fosa– y cuya primera imagen es la del yo de solidaridad en el fenómeno de la
preguntándoles a sus difuntos padres qué les transmisión poética, una dimensión pública
parecen sus nuevas gafas. Es después, con la del acceso a la poesía que entronca con
levedad de los viajes del recuerdo a través de aquello de la dosis cotidiana.

49
Este planteamiento podría tacharse de los Estados Unidos aún no están preparados
ser un prospectivo vademécum lírico para para mirarse con Latinoamérica como
que el clásico self-made-man aderece su hermanos. A pesar de ello, me arrepiento un
negocio con las letras. Pero no es esfuerzo poco de lo dicho, porque es probable que
menor tratar de romper el mutismo que los poemas de Collins sigan siendo poesía y
sufre el alma de la sociedad americana no hayan llegado a la clarividente ruptura
postmoderna, puro cliché y pura falacia y parriana. Son poesía sobre todo por la
puro dinero: tratar de abrir una ventana en la abundante aparición de un yo –un yo solo a
vida ordinaria –punto de arranque de todos veces yoísta– que se camufla de la vergüenza
sus poemas– por donde puedan entrar unas de ser persona bajo la máscara de la imagen:
gotas de vida auténtica. «In poems, it is all about metaphors».

«La poesía de Collins es


accesible, especialmente porque
da acceso, tiene virtudes de
umbral y costumbre de puerta.»

Y hablo de autenticidad y de vida


porque, como buen americano, Collins
respira en un mundo donde lo deseable no
es analizar poemas, sino verlos y tocarlos; la
literatura se respira, se late, se come y se
camina. Por los poemas se surfea, en los
poemas con la luz apagada se encierra un
ratón para que encuentre la salida, en los
poemas se mira todo bajo el relámpago
instantáneo de un encender la luz. En
“Introduction to poetry” (Sailing alone around
the room) se pide todo esto antes de clamar Retrato de Billy Collins
contra los profesores que no dejan ni a (Fotografía de Christopher Felver 2001/ CORBIS)
lectores ni a poemas vivir ni respirar juntos:
Esto es lo que pone de manifiesto el
« But all they want to do hermoso poema “Symbol”, en el que se nos
is tie the poem to a chair with rope cuenta el cuento («Once upon a time…») de
and torture a confession out of it. los dos espejos ovales de una barbería,
empleados en el oficio de retratar los rostros
They begin beating it with a hose
cambiantes. El poema acaba siendo una gran
to find out what it really means».
alegoría del acontecimiento temporal de la
Su ingenio, su ironía, su humor, su vida humana visto desde de la irreflexividad
prosaísmo, sus poemas-escena y sus de la vida moderna, frente a la cual se pone
poemas-relato lo convertirían en el gran la reflexividad –cómo no– de un espejo:
antipoeta norteamericano si no fuera porque
50
«It’s hard to say how the mirrors felt se combinan con los de extrañamiento e
about all the faces peering into them – ironía –si es que lo segundo es algo más que
the unshorn, the clean-cut, and the bald– un cabo suelto de lo primero–, como en el
their only job being to double encantador poema “Drawing you from
whatever stands in front of them Memory”, en el que el yo dibuja -¿con
including the cologned hands palabras?– a la mujer que ama sin tenerla
[of customers». delante, olvidando detalles. Cuando la mujer
se encuentra con el papel, es incapaz de
La recompensa por tan arduo trabajo es
reconocerse a sí misma en el retrato -
que, por la noche, los espejos puedan
¡cuántas veces no nos sabemos ver a
dedicarse a autopercibirse a sí mismos como
nosotros mismos!:
entidad global, uno mirando a los espejos
muertos del pasado y otro a los espejos aún «And you berating me in the kitchen
no nacidos del futuro. Así es como se waving the pages in my face
traslada este cuento sobre la demanding to know the name of this latest
imperceptibilidad cotidiana de la dimensión [little whore».
temporal del suceso humano a una plena
Estas tímidas insinuaciones pueden
percepción de ella a través del propio relato,
orientar un poco sobre las líneas maestras de
«Which means that the barbershop este poemario que, ya vemos, se entrega,
must symbolize the present, in case como dijo otro de los críticos, a hacer nuevo
[anyone wants to know», el instante («to make the moment new»). Esa
es sin duda la vocación realizativa del poema
un presente que a partir de su propia
que da título al poemario, “Horoscopes for
autocomprensión temporal se convierte en
the dead”, con el que quisiera acabar estas
instante eterno, en autorreferencialidad del
líneas. Se trata de un bellísimo poema, no
ser con respecto al hombre: es entonces
por ello exento de cálida ironía, en el que el
cuando comprendemos que los espejos son
yo encuentra noticias de su pérdida en el
la poesía, que pone ante el hombre el reflejo
periódico diario:
de su propia identidad en proyecto y devenir
continuo. Ellos son los que nos hacen vivir «Every morning since you disappeared
cada momento cotidiano -¡claro!– por siempre [for good
jamás: I read about you in the daily paper,
along with the box scores, the weather,
«The present with razors, towels and chairs,
[and all the bad news».
it’s green awning withdrawn,
it’s big window and motionless pole. El poema, que efectivamente adopta el
and the two mirrors who lived tono de un pronóstico zodiacal con respecto
[repetitively even after». al difunto, debe leerse en contraste con “The
dead”, anterior a este poemario y quizás uno
Los procesos de metaforización
de los mejores poemas de Collins, que por
simbólica –siempre dentro de unos límites
su brevedad podemos reproducir íntegro:
referenciales a mano, pedestres, si se prefiere–

51
«The dead are always looking down on us, they say.
while we are putting on our shoes or making a sandwich,
they are looking down through the glass bottom boats of heaven
as they row themselves slowly through eternity.
They watch the tops of our heads moving below on earth,
and when we lie down in a field or on a couch,
drugged perhaps by the hum of a long afternoon,
they think we are looking back at them,
which makes them lift their oars and fall silent
and wait, like parents, for us to close our eyes».

También tiene una íntima relación con


“The names”, el poema que Collins leyó en
el aniversario del atentado terrorista del 11-
S, todo un canto a la memoria de los
pueblos que no podrán olvidar jamás a sus
muertos:

«Names in the small tracks of birds.


Names lifted from a hat
Or balanced on the tip of the tongue.
Names wheeled into the dim warehouse
[of memory.
So many names, there is barely room on
[the walls of the heart».

“Horoscopes for the dead” tiene las


mismas brasas de eternidad en la punta de la
lengua, siempre partiendo de los rincones
más simples de la vida: allá, de una lista de Retrato de Billy Collins
nombres, de algo tan vano como una lista de (Fotografía de Suzannah Gilman, 2010)
nombres –What’s in a name?, se preguntaba
Julieta–; acá, de una sección del periódico.
«And you stay just as you are,
El resultado, idéntico: un amargo canto
lying there in your beautiful blue suit,
sobre la fuga de la vida, que es la fuga de la
your hands crossed on your chest
existencia, pero no la fuga de la sonrisa ni de
like the wings of a bird who has flown
la esperanza, que hallan su sentido en la
propia tragicidad de su ironía: In its strange migration not north or suth
but straight up from earth
and pierced the enormous circle of the zodiac».

SERGIO SANTIAGO ROMERO


52

También podría gustarte