Está en la página 1de 17

i- a- n. ...

i
r..M, :,:,. J; i .-
/jr
- :
.-.lr| 1'¡r¡

§É É

§§ I
PRESION PARA PRODUCIR

Los ritos son acciones simbólicas.tansmiten y re-


presentan aquellos valores y órdenes que mantienen
cohesionada una comunidad. Generan una comunidad
sin comunicación,mientras que lo que predomina hoy
es una comunicación sin comunidad.De los rituaies es
constitutiva la p ercep ción sirnb ólica.El símbolo, palabra
que viene del griego symbolon,significaba original-
mente un signo de reconocimiento o una «contra-
seña» entre gente hospi talar ía (t9 s; er a ho sp italis ) . U no
de los huéspedes rompe una tablilla de arcilla, se
queda con una mitad y entrega la otra mitad al otro
en señal de hospitalidad. De este modo, el símbolo
sirve para reconocerse. Esta es una forma peculiar de
repetición:

Re.conocer no es:volver a ver una cosa.lJna serie de


encuentros no son un re-conocimiento, sino que re-
conocer significa: reconocer algo corno lo que ya se
conoce. Lo que constituye propiamente el proceso de
«instalación en un hogar» aquí una expresión
-utilizo
de Hegel- es que todo re-conocimiento se ha des-
prendido de la contingencia de la primera presentación
y se ha elevado al ideal. Esto lo sabemos todos. En el
re-conocimiento ocurre siempre que se conoce más
propiamente de lo que fue posible en el momentáneo
cie¡sconcierto del primer encuentro. El re-conocer puñado de arena, sino de realizarnos. Bueno es que el
capta la permanencia en 1o fugitivo.' tiempo sea una construcción.Así voy de fiesta en fiesta,
y de aniversario en aniversario, de vendimia en ven-
A1 ser una forma de reconocimiento, la percepción dimia, como cuando iba de niño de la sala del consejo
simbólica percibe 1o duradero. De este modo el mun- a la sala del reposo en Ia anchura del palacio de mi padre,
do esliberado de su contingencia y se le otorga una donde todos los pasos tenían un sentido.'
permanencia. El mundo sufre hoy una fuerte carestía
de lo simbólico. Los datos y las informaciones care- Ai tiempo le falta hoy un aÍrrraz1n firme. No es una
cen de todafaerza simbó1ica,y por eso no permiten casa, sino un flujo inconsistente. Se desintegra en la
ningún reconocimiento. En el vacío simbólico se mera sucesión de un presente puntrlal. Se precipita
pierden aquellas imágenes y metáforas generadoras sin interrupción. Nada le ofrece asidero.Eltrempo que
de sentido y fundadoras de comunidad que dan es- se precipita sin interrupción no es habitable.
tabilidad a la vida. Disminuye la experiencia de la Los rituales dan estabilidad alavida. Parafrasean-
duración. Y aumenta radicalmente la contingencia. do las palabras de Antoine de Saint-Exupéry, se
Los rituales se pueden definir como técnicas sim- puede decir que los rituales son en la uida lo que en el
bólicas de instalación en un hogar.Transforman el «estar espacio son las cosas.Para HannahArendt es \a durabi-
en el mundo» en un «estar en casa». Hacen del mun* lidad de las cosas 1o que las hace «independientes de 1a
do un lugar fiable. Son en el tiempo lo que una vi- existencia del hombre». Las cosas tienen «la misión
vienda es en el espacio. Flacen habitable el tiempo. Es de estabilizar la vida humana». Su objetividad con-
más, hacen que se pueda celebrar el tiempo igual que siste en que
se festeja la instalación en una casa. Ordenan el tiem-
po, 1o acondicionan. En su novela Ciudadela, Antoine brindan a la desgarradora mutación de la vida natural
de Saint-Exupéry describe los rituales como técnicas una mismidad humana, una identidad estabilizan-
[...]
temqsorales de instalación en un hogar: te que se deduce de que dia a dia,rnientras el hombre
va cambiando, tiene delante con inalterada familiaridad
Y los ritos son en el tiempo lo que la morada es en el la misma silla y la misma mesa.3
espacio. Pues bueno es que el tiempo que transcurre no
nos dé la sensación de gastarnos y perdernos, como al
z A. de Saint-Exupéry, Ciudadela, Madrid,Alba, zor7.
J H.Arendt, Vita activa oderVom tiitigen Leben,Múnich,Piper,
r H.-G. Gadtme\ I-a actualidad de Io bello,Barcelona. Paidós, r99r, 2oo2, p. ró3 [trad. cast.: La condición humana, Barcelona, Paidós,
pp. r13-rr4. zoo3l.

r3
Las cosas son polos estáticos estabilizadores de la vida. producir nosotros nos comportamos con las cosas, es
Esa misma función cumplen los rituales. Estabilizan más, con e1 mundo, consumiendo en lugar de usando.
la vida gracias a su mismidad, a su repetición. Flacen En contrapartida, ellas nos desgasta¿. [.Jn consumo sin
que la vida sea duradera. La actual presión para pro- escrúpuios hace que estemos rodeados de un desva-
ducir priva a las coóas de su durabilidad. Destruye necimiento que desestabilizala vida. Las prácticas
intencionadamente la duración para producir más y rituales se encargan de que tengamos un trato pulcro
para obligar a consumir más. Demorarse en algo, sin y sintonicemos bien no solo con las otras Personas,
embargo, presupone cosas que duran. No es posibie sino también con las cosas;
demorarse en algo si nos limitamos a gastar y a con-
sumir las cosas. Y esa misma presión para producir Con ayuda de la misa los sacerdotes aprenden a mane-
desestabiliza la vida eliminando Io duradero que hay jar pulcramente las cosas: sostener con cuidado el cáhz
en ella.De este modo destruye la durabilidad de la uida, y la hoptia, limpiar pausadamente los recipientes, pa-
por mucho que la vida se prolongue. sar las hojas del libro. Y el resultado del manejo pulcro
EI smartphone no es una cosa en la acepción que de las cosas es una jovialidad que da alas al corazín.a
HannahArendt da al término. Carece justamente de
esa mismidad que da estabilidad a la vida.Y tampoco FIoy consumimos no solo las cosas, sino tarnbién las
es especialmente duradero. Se distingue de cosas tales emociones de las que ellas se revisten. No se puede
como una mesa, que yo tengo ante mí en su mismidad. consumir indefinidamente las cosas,pero sí las emo-
Sus contenidos . mediáticos, que acaparan continua- ciones. Así es como nos abren un nuevo e infinito
mente nuestra atención, son cualquier cosa menos campo de consumo. Revestir de emociones la mer-
idénticos a sí mismos. Su trepidante alternancia no catcíay que guarda relación con ello- su es-
permite demorarse en ellos.El desasosiego inherente al -lo
tetizaciín están sometidos a la presión para producir.
aparato 1o convierte en un trasto. Además nos hace Su función es incrementar el consumo y la produc-
adictos y nos obliga aechar mano de él,mientras que ción.Así es como lo económico colonizalo estético.
de una cosa no deberíamos sentir que nos mete ysresión. Las emociones son más efimeras que las cosas. Por
Son las formas rituales las que, como la cortesía, eso no dan estabilidad a la vida.Además, cuando se
posibilitan no solo un bello trato entre personas, sino consumen emociones uno no está referido a las cosas,
también un puicro y respetuoso manejo de las cosas. sino a sí mismo. Se busca la autenticidad emocional.
En e1 marco ritual las cosas no se consumen ni se
gastan, sino que se usdn.Por eso pueden lJegar aha-
4 P. Handke, Phantasien derWiederholurg, Frankfurt del Meno,
cerse antiguas. Por el contrario, bajo la presión para Suhrkamp, 1983,p.8 [trad. cast.: fu repetición,Madrid, Alianza, zorS].

r4 r5
Así es como el consumo de la emoción intensifica la
¡rraxis simbólica, una praxis de symbálleir¿, en la me-
referencia narcisista a sí mismo. A causa de ello cada rlida en que juntan a los hombres y engendran una
vez se pierde más la referencia al mundo, que las cosas ¡lianza,una totalidad, una comunidad.
tcudrían que propqrcionar. Lo simbólico como un medio en el que se gene-
Thmbién los valores sirven hoy como objeto del ra y por el que se transmite la comunidad está hoy,
consumo individual. Se convierten en mercancías. con todo claridad, desapareciendo. La pérdida de lo
Valores como lajusticia,la humanidad o la sostenibi- simbólico y la pérdida de 1o ritual se fomentan mu-
lidad son desguazados económicamente para apro- tuamente. La antropóloga sociocultural Mary Douglas
vecharlos: «Salvar el rnundo bebiendo té», dice el constata con asombro:
eslogan de una empresa de comercio justo. Cambiar
el mundo consumiendo:eso sería el final de la revo- Uno de los problemas más serios de nuestro tiernpo es
lución. Thmbién los zapatos o la ropa deberían ser la mengua de esa compenetración que crean los símbo-
veganos.A este paso pronto habú smartphones vega- los comunes. [.. ] Si solo se tratara de que la sociedad se
nos. El neoliberalismo explota la moral de muchas fragmenta en pequeños grupos, cada uno de los cuales
maneras. Los valores morales se consumen como desarrolla sus propias formas de compenetración sim-
signos de distinción. Son apuntados a la cuenta del bólica, eso no sería un proceso especialnente dificil de
ego, lo cual hace que aumente la autovaloración. comprender. Muchísimo nlenos cornprensibles son la
lncrernentan la autoestima narcisista. A través de los aversión y la repugnancia generalizadas hacia el ritual
valores uno no entra en relación con la comunidad. en generai. «ll.itual» se ha convertido en una palabra
sino que solo se refiere a su propio ego. escandalosa, en expresión de un conforntisrno vacío.
Con el símbolo,la tessera hospitalis,los hospitala- Somos testigos de una revolución general contra todo
rios sellan su alianza. La palabra symbolon pertenece tipo de formalismo, es más, contra ia «fortna» en general.'
al mismo campo semántico que «relación», «totalidad»
y «salvación». Segírn el mito queAristófanes relata en La desaparición de los símbolos remite a la progre-
el diálogo platónico El banquete,el hombre era ori- siva atomización de la sociedad. Al rnisrno tiempo la
ginalmente un ser esférico con dos rostros y cuatro sociedad se vuelve narcisista. El proceso narcisista de
piernas. Como era demasiado arrogante, Zeus 1o interiorización desarrolla una animadversión hacia
partió en dos mitades para debilitarlo. Desde enton-
ces el hombre es un symbolon que añora su otra mitad,
-5 M. Dotrglas, Rinrcl,Thbu und Kórpersynrbolik. Sozidlanthropolo'
una totalidad que lo sane y lo salve. <-funtar» se dice Frankfurt
gische Stu dien in IndustriegesellschaJt und Stantmeskulhtr,
crr griego syrnbállein. Los rituales son también una del Meno, Fischer, tg74,p. tr.

l(t
lrr lbrma. Las formas objetivas se rechazan a favor de l.resión para producir conduce auna pérdida del hogar.
los estados subjetivos. Los rituales son inasequibles a A causa de ello la vida se vuelve rnás contingente, más
la interioridad narcisista. La libido del yo no puede ftrgaz y más inconstante. Pero m()rdr flecesita duración.
acoplarse con ellos. Quien se entrega a los rituales El trastorno por déficit de atención resulta de una
tiene que olvidarse de sí mrsmo. Los rituales generan intensificación patológica de la percepción serial. La
una distancia hacia sí rnismo, hacen qlre uno se tras- percepción nunca descansa. Olvida cómo demorar-
cierrda a sí mismo. Vacían de psicologi:'y de interio- se en las cosas. La atención profunda con-lo técnica
ridad a sus actores. cr.lltural se educa justamente mediante prácticas ri-
Hoy la percepción simbólica desaparece cada vez tuales y relieiosas. No es casualidad que la palabra
nrás a favor dela percepción serial, que no es capaz de «reliqiórr» proceda de releaere,fijar la atención.Toda
experimentar la duración. La percepción serial conlo praxis religiosa es un ejercicio de atención. El templo
captación sucesiva de 1o nuevo no se demora en ello. es un lugar cle profunda atención. Según Malebran-
Más bien se apresura de una información a la siguien- che, la atención es 1a oración natural dei alma. Hoy
te, de una vivencia a la sisuiente, de una sensación a e1 rlrna no rezr: sc dd totto itlcesantc'nlettte.
la siguiente, sin finalizarjamás nada. Las series gustan Muchas formas de repetición, conlo por ejemplo
tanto hoy porque responden al hábito de la percep- aprender de menloria, han dejado hoy de fomentarse
ción serial. En el nivel del consurno mediático la con el argumento de que reprimen la creatividad,la
percepción visual conduce al birrye watch.ing,el atracón innovación, etc. Aprender de rnemoria se dice en
de teleykión o el uisionado bulímíco.La percepción serial francés apytrendre par ceur.Al parecer solo las repeti-
es extcnsiua,mientras que la percepción simbólica es ciorres llegan hasta el coraz6n. No hace nlucho, en
intensiua.A causa de su carácter extensivo la percep- vista de que cada vezhty rlás casos de trastorno por
ción serial presta una atención plana. Hoy la intensidad déficit de atención, se propuso introducir el «estudio
deja paso en todas partes a la extensión. La conruni- de los ritos» como nLleva asignatura escolar, para vol-
cación digital es una comunicación extensiva.En lugar ver a ejercitar a los alumnos en las repeticiones ritua-
de crear relaciones se limita a establecer conexiones. les como técnica cultural." Las repeticiones hacen que
El régimen neoliberal f:terza a percibir de forma la atención se estabilice y se haga más profunda.
serial e intensifica el hábito serial. Elimina intencio- La repetición es el rasgo esencial de los rituales.
nadamente la duración para obligar a consumir más. Se distingue de la rutina por su capacidad de generar
El constante update o actualización, que entre tanto
¿Lr¿rrc:a todos los ámbitos vitales, no permite ninguna
ó Cf. C.Türcke, Hlperakriu! Kritik,lcr AuitrterksamkcitsdeJizit-
cluración ni ninguna finalizaciln La permanente ftrlr¡rr, Múnich, Cl. H. Beck, zorz.

II
intensidad. ¿De dónde viene la intensidad, por la que hace dichosos: «Claro que para ser verdaderamente
se caracterizala repetición y que impide que algo se feltz en este último caso, es necesario no dejarse en-
acabe convirtiendo en rutina? Según Kierkegaard, gañar con la idea fantástica de que la repetición tiene
1a repetición y el, recuerdo representan el mismo que ofrecer a uno algo nuevo, porque entonces le
movimiento, pero en sentido opuesto. Lo que se causará hastío».e
recuerda es pasado, «se repite en sentido retroactivo», El pan de cada día no excita. Las excitaciones se
mientras que Ia auténtica repetición «recuerda hacia pasan enseguida. La repetición descubre una inten-
delante».7 La repetición como reconocimiento es por sidad en 1o no excitante, en 1o discreto, enlo insípido.
tanto una forma de cierre. Pasado y futuro se fusionan Por el contrario, quien siempre espera 1o nuevo, 1o
en un presente vivo. En cuanto forma de cierre, la estimulante, pasa por alto 1o que ya existe. El senti-
repetición genera duración e intensidad. Se encarga do, es decir, el camino, es repetible. lJno no se hastía
de que el tiempo se demore. del camino:
Kierkegaard opone la repetición tanto a la espe-
ranza como al recuerdo: Solo puedo repetir aquello que no tiene el menor ca*
rácter de acontecimiento, aunque al mismo tiempo algo
Laesperanza es un vestido nuevo, flamante, sin ningún me ha dado una alegria al entrarme por el rabillo del
pliegue ni arruga,pero del que no puedes saber,ya que ojo (la luz del día o el crepúsculo).Incluso una puesta
no te lo has puesto nunca, si te sienta bien. El recuerdo de sol es un acontecirniento y, por tal, irrepetible. Es
es un vestido desechado que, por muy bello que sea o más, yo no puedo repetir ni siquiera una determinada
te parezca, no te puede sentar bien, pues ya no corres- \uz, o un crepúsculo, sino solo un camino (y al mismo
ponde a tu estatura. La repetición es un vestido in- tiempo tengo que estar preparado para todas las piedras,

destructible que se acomoda perfecta y delicadamente también para las nuevas).'o


a tu talle, sin presionarte lo más mínimo y sin que, por

otra parte, parezca que llevas encima como un saco.8 Ala caza de nuevos estímulos, excitaciones y viven-
cias, hoy perdemos la capacidad de repetición. A
Conxr dice Kierkegaard, «solamente se cansa uno de dispositivos neoliberales tales como la autenticidad,
1o nuevo, pero no de las cosas antiguas». Lo antiguo la innovación o la creatividad les es inherente for-
es «el pan de cada día, que sacia de bendición». Nos zarnos permanentemente a 1o nuevo. Pero en último

7 S. Kierkegaard, La repetición, Madrid, Alianza, zoog,p. 27. 9 lbid.,p.28.


8 lbíd.,pp. z7-28. ro P. Handke, Phantasien derWiederholung, op, cit.,p. 57.
término 1o único que generan son variaciones de lo horizontales (en la comunidad social) y diagonales (te[e-
mismo. Lo antiguo,lo que fue,lo que podría permi- ridas a cosas)."
tir una repetición que nos llene, es eliminado porque
se opone alalígtca de incremento propia de la pro- Sin resonancia uno se ve repelido y se queda aislado
ducción. Pero 1as repeticiones dan estabilidad a 1a en sí mismo. El creciente narcisismo contrarresta la
vida. Su rasgo esencial es su capacidad para instalar- experiencia de la resonancia.La resonancia no es un
nos en un hogar. eco dei yo. Le "es inherente la dimensión de 1o dis-
Lo nuevo enseguida sebanaliza convirtiéndose tinto. Significa armonía. La depresión surge cuando
en rutina. Es una mercancía que se consume y que la resonancia es cero. La crisis actual de la comunidad
vuelve a desencaderrar \a necesidad de 1o nuevo. La esuna crisis de resonancia. La comunicación digital
presión para tener que rechazar 1o rutinario genera consta de cámaras de eco, en las que uno se escucha
más rutina.A 1o nuevo le es inherente una estructu- hablar ante todo a sí mismo. Los «me gusta», 1os
ra temporal que enseguida lo reduce a una rutina. No amigos y los seguidores no constituyen ningún cam-
permite ninguna repetición que nos llene. La presión po de resonancia. No hacen más que amplificar el
para producir como presión para lo nuevo no hace eco del yo.
más que ahondar el lodazal de 1a rutina. Para huir de Los rituales son procesos de incorporación y
la rutina y escapar del vacío consumimos aún más escenificaciones corpóreas. Los órdenes y los valores
novedades, nuevos estímulos y vivencias. Es justamen- vigentes en una comunidad se experimentan y se con-
te la sensación de vacío 1o que impulsala comunicación soiidan corporalmente. Quedan consignados en el
y el consumo. La «vida intensa» como lema publicita- cuerpo, se incorporan, es decir, se asimilan corporal-
rio del régimen neoliberal no es otra cosa que consu- mente. De este modo, 1os rituales generan un saber
mo intenso. Frente a las ilusiones d.e una «vida inten- corporizado y una memoria corpórea, una identi-
sa» se trata de pensar sobre otra forma de vida que sea dad corporizada, una compenetración corporal. La
más intensa que el continuo consumir y comunicar. comunidad ritual es úrrz corporación. Ala comunidad
Los rituales generan una comunidad de resonan- en cuanto tal le es inherente una dimensión corporal.
cia que es capaz de una armonía, de un ritmo común: La digitalización debilita elvínculo comunitario por
cuanto tiene un efecto descorporizante. La comuni-
Los rituales crean ejes de resonancia que se establecen cací6n digital es una comunicación des corp o ttzada'
socioculturalmente, a lo largo de los cuales se pueden
experimentar relaciones de resonancia uertiules (con los
rr H. Rosa, Resonanz. Eine Soziologie derWeltbeziehung,Berlít,
dioses, con el cosmos, con el tiempo y con la eternidad), Suhrkamp, zor6,p.zg7.

22 23
En los actos rituales participan también los
sen_ Ir¡rlo á motivos económicos. La empatía se aplica
rimientos. Pero su sujeto no es el individuo
aislado r ()nro eficiente medio de producción. Sirve para in-
en sí mismo. por ejemplo, en el rito funerario
el lluir y manejar emocionalmente a la persona. En el
duelo representa un sentimiento objetivo,
un senti_ r('gimen neoliberal no solo se explota el tiempo la-
miento colecdivo. Es impersonal. Lts sentimientos
lr<rral, también la persona entera.Lagestión emocio-
colectivos no tienen nada que ver con
la psicología rrd resulta ser aquí rrtás eficaz que 1a gestión racional.
individual. En el rito funerario el auténtico
,ujeto Aquella llega más adenrro de la persona que esta ú1-
del duelo es la comunidad..Lacomunidad
s. imptne tirrra. La psicopolítica neoliberal trabqapara concitar
a sí misma el duelo ante la experiencia
de lapérdida.
Estos sentimientos colectivos consolidan cmociones positivas y explotarlas.En último término
Ia comu_ se explota la propia liberrad. En eso se diferencia la
nidad. La creciente atomización de la
sociedad afec_ psicopolítica neoliberal de la biopolítica de la moder-
ta también a la gestión de sus sentimiento
s.Cadavez nidad industrial, que opera con coerciones y manda-
se generan menos sentimientos comunitarios.
A tos disciplinarios.
cambio predominan los sentimientos pasajeros
y las La comunicación digital se está convirtiendo hoy
pasiones transitorias como estados
d" ,n individuo cadavez más en una comunicación sin comunidad.
aislado en sí mismo.
El régimen neoliberal impone la comunicación sin
A diferencia de las emociones y las pasiones,los
sentimientos son capaces de hacerse comunitarios. comunidad, aislando a cadapersona y convirtiéndola
en ytroductora de s{ misma.La paTabra «producir» viene
La comunicación digital es manejada predominan_
temente por las pasiones. propicia una dellatin producere,que significa exhibir o hacer visi-
descarga ble. La palabra francesa gtroduire conserva aún el sig-
emocional inmediata.Twitter ha demostrado
r.r m nificado de mostrar. Se produire significa «presentarse»,
medio emocional. Lapoliticaque se basa en
él es una <<dejarse ver». El coioquialismo alemán sich produzie-
p olítica emo cional. La p olitica
es ruz\ny mediación.
ren, <<darse tono» o «darse postín», se remonta a la
La razín,que necesita mucho tiempo,
rátrocede hoy misma etimología. Hoy nos «damos tono» en todas
cadavez más frente a las pasion.* , .o.to
plazo. partes y forzosamente, por ejemplo en las redes so-
El régimen neoliberal individualiza a los
hom_ ciales. Lo social se somete por completo a la autopro-
!*: A mismo tiempo se evoca la empatia.La socie_
dad ritual no necesita empatía, pr., ^., ducción.Todo el mundo se autoproduce, se «da tono»
una caja de paralJamar más la atención.
resonancia. Es j ustamente en una sociedad
atomjzada La presión para autoproducirse y «darse postín»
donde se exige ruidesamente la empatía.La
actuaL genera una crisis de la comunidad. Eso que se da en
promoción a lo grande de la empatía obedece
sobre llamar community,que hoy se evoca en todas partes,
24
rs
no es más que una forma atrofiada de la comunidad, ,lcl yo. Se explota voluntaria y apasionadamente a sí
e incluso una manera de convertir la comunidad en rrrisrno,hasta quedar destrozado. Se mata a optimizar*
mercanciay consumirla. Carece de toda fuerztsimbó- sr:. Su fracaso se llama depresión o burnout,el «síndro-
lica vinculante. rne del trabajador quemado».
La comúnicación sin comunidad se puede acele- La depresión no se produce en una sociedad de-
tar,ya que es aditiva. Por el contrario, los rituales son finida por rituales. En ella el alma está totalmente
procesos narrdtiuos,no permiten ninguna aceleración. rrbsorta, incluso vaciada,en formas rituales. Los ritua-
Los sírnbolos están detenidos,las informaciones no. les contienen mundo. Generan una fuerte referencia
Las informaciones existen en la medida en que circu- lrl mundo. La depresión, por el contrario, se basa en
lan. El silencio no significa otra cosa que detención una reGrencia hiperbólica a sí mismo.Al verse total-
de la comunicación.El silencio no produce nada.En mente incapaz de salir de sí mismo y pasarse al mun-
la época posindustrial el ruido de las máquinas deja clo, uno se encapsula en sí mismo. El mundo desapa-
paso al ruido de la comunicación. El aumento de in- rece. Con una atormentante sensación de vacío uno
formación y de comunicación promete un incremen- solo gira ya en torno a sí mismo. Los rituales, por el
to de la producción.Así es como 1a presión para pro- contrario, exoneran al yo de la carga de sí mismo.
ducir se expresa como una presión para comunicar. Yaciar el yo de psicología y de interioridad.
La presión para producir acarcea la presión para No rara vez 1os rituales dan constancia de las je-
aportar rendimiento. El rendimiento se distingue del rarquías y las relaciones de poder. Con sus escenifi-
trabajo por la economía de su libido. El trabajo no caciones estéticas los rituales pueden aureolar el
tiene por qué centrarse en el yo. En el rendimiento, poder. Pero esencialmente son prácticas simbólicas
por el contrario, el yo se refiere expresamente a sí de instalación en un hogar.También Roland Barthes
mismo. No solo produce un objeto, sino que se pro- piensa los ritos y las ceremonias desde la función que
dr;ce a sí mísmoy,con elIo, «se da tono». Quien ha sido cumplen de instalar en un hogar: «La ceremonia ['. ']
absorbido por la libido del objeto no se produce ni se protege como una casa: algo que permite habitar el
«da tono», sino que se desfonda.Lo que constituye el sentimiento. Ejemplo: el duelor. '' La ceremonia fu-
rendimiento es la referencia narcisista a sí mismo. El nerariase aplica como un barniz sobre la piel,prote-
sujeto del rendimiento es dominado por la libido del giéndo1a y aislándola así de las atroces quemaduras
yo. Cuanto más rendimiento aporta,más gana en ego. del duelo que causa la muerte de un ser amado. Don-
Como es sabido, Freud atribuye la libido del yo a 1a de no se celebran rituales como dispositivos protec-
pulsión de muerte. El sujeto narcisista del rendimien-
to acaba destrozado por la fátal acumulación de libido t2 R. Barthes, Io neutro,Méxsco, Siglo xxr, 2oo4,p- tVg.

z6
tores 1a vida está rotalmente desprotegida. La presión PRESIóN PARA SER AUTÉNTICO
para producir no podrá dar solución a este desam-
paro y a esta intemperie trascendentales. En último
término ingluso los recrude cerá.,3

La sociedad de la autenticidad es una sociedad de Ia


representación. Todo ei mundo se representa a si
rnismo. Todo el mundo se da tono.Todo el mundo
rinde culto ai yo y oficia la liturgia del yo, en 1a que
uno es el sacerdote de sí mismo. Charlestylor ates*
tigua que ei culto moderno a la autenticidad tiene
una ((fuerza moral»:

origi-
Ser fiel a uno mismo signi{ica ser fiel a la propia
nalidad, y eso es algo que solo yo puedo enunciar y
descubrir. Al enunciarlo, me estoy definiendo a mí
mismo. Estoy realizando un potencial que es en verdad
el mío propio. En ello reside 1a comprensión del tras-
fondo del ideal moderno de autenticidad,y de las metas
de autorrealizaciíny desarrollo de uno mismo en las
que habitualmente nos encerramos. Es el trasfondo que
13 Tras un exceso de desregr-rlación vuelve a notarse la necesidad otorga fuerza moral a la cultura de la autenticidad, aún
de rituales y de reglas fljas. No
es casual que la conocid a gúa de en sus formas más degradadas, absurdas o trivializadas.'a
Jordan B. Peterson 72 regJas para uiuir tenga por subtítulo lJn antído_
to al caos. Originalmente,la necesidad de rituales se suscira rras ex_
periencias dramáticas de caos.También aumenta la demanda de Sin embargo, el proyecto de 1a propia identidad no
ritos de ciclos vitales y de ritos de paso diseñados individualmenre. debería ser egoísta y tendría que hacerse teniendo
Los sacerdotes son sustituidos por los llamados «diseñadores de ri_ de fondo un horizonte semántico social que le otor-
tuales». Incluso los rituales han de obedecer al imperativo de auten_
garaúna relevancia más allá del propio yo:
ticidad y creetividad. Pero estos nuevos rituales no son ritos en
senrido auténrico. No emanan aquella fuerza simbólica que orien_
ta la vida hacia algo superior, creando así sentido y dando orientación. 14 C.Taylor, La ética de la autenticidad,Batcelont,Paidós, 1994,
Donde ya no edste ningún orden superior los rituales desaparecen.
P.65'

28
Solo si existo en un mundo en el que la historia, o las De este modo, el culto a la autenti cídad atornizala
exigencias de la naturaleza, o las necesidades de mi sociedad.
prójimo humano, o los deberes del ciudadano, o la justificación moral que Thylor hace de la au-
I-a
llamada de Dios, o alguna otra cosa de este tenor tielte tenticidad oculta aquel sutil proceso en el régimen
una importancia que es crucial,puedo yo definir una iden_ neoliberal que desbarata la idea de libertad y auto-
tidad para mí mismo que no sea trivial. La autenticidad rrealizaciln,faiseándola al convertiria en un vehícu-
no es enemiga de las exigencias que emanan de más allá 1o de eficaz explotación. El régimen neoliberal
del yo; presupone esas exigencias.,r explota la moral. El dominio se corlsuma en el mo-
mento en que se hace pasar por libertad. La autenti-
Considerándolo así,la autenticidad y la comunidad cidad representa una forma de producción neoliberal'
no se excluyen.Taylor distingue entre la forma y el lJno se explota voluntariamente creyendo que se está
contenido de la autenticidad. La referencia a sí mis- realizando. Mediante el culto a 1a autenticidad el
mo solo concierne a la forma de ia autenticidad en régimen neoliberal se apropia de la propia persona,
clranto autorteaLización. Pero su contenido, tal como transformándola en un centro de producción de una
Thyior exige, no debe ser egoísta. La autenticidad eficiencia superior" De este modo la persona entera
solo se acredita con un proyecto de identidad que se involucra en el proceso de producción. El culto a
tenga consistencia al margen del propio yo, es decir, la autenticidad es un signo inconfundible de deca-
mediante su referencia explícita a la comunidad. dencia de lo social:
Frente a lo que Thylor supone, 1a autenticidad
resulta ser una adversaria de la comunidad.A causa Cuando sejuzga que una Persona es auténtica o cuando
de su constitución narcisista coarta 1a formación de se dice que una sociedad en conjunto crea problemas de
la comunidad. Lo decisivo de su contenido no es su autenticidad, esta manera de hablar revela 1o fuertemen-
reGrencia a la comunidad o a otro orden superior, te devaluada que está la acción social, mientras que el
sino su valor de mercado, que anula todos los demás contexto psicológico cobra cada vez más importancia''ó
valores. Así es como coinciden su forma y su con-
tenido.Ambos se refieren al yo. El culto a la auten- La presión para ser auténtico conduce a una intros-
ticidad desplaza la cuestión de la identidad desde la pección narcisista, a ocuparse permanentemente de
sociedad hasta la persona individual. Se trabaja la propia psicología. Támbién 1a comunicación se
permanentemente en la producción de sí mismo.
t6 R. Sennett, WrJall und Ende des tiÍentlichen kbens' DieTytan'
i j lbid..pp.75-76. nei der Intimitiif, Berlín, BerlinVerlag, zoo8, p. 36'

3o 3r
organizapsicológicamente. La sociedad de 1a auten- l;r representación teatral deja paso a ia cultura de la
ticidad es una sociedad de la intimidad y el desnu- interioridad. Este desarrollo también se aprecia en
damiento. LJn nudismo anímico le otorga rasgos la moda. La ropa de calle cadavez se parece menos a
pornográficos.,Las relaciones sociales son aún más los trajes de escenario. De la moda desaparece 1o tea-
verdaderas y auténticas cuanta mayor privacidad e tral. Europa se pone ropa de trabajo:
intimidad se revelan.
La sociedad del siglo xvrrr todavía estaba defi- Apenas si podrá negarse que el tono grave de la cultu-
nida por formas rituales de interacción. Et espacio ra aparece como una manifestación típica del siglo xx.
público semejaba un escenario, un teatro.Incluso el Esta cultura «se juega» en mucha menor medida que en
cuerpo representaba un escenario. Era un maniquí períodos anteriores. Las formas exteriores de la sociedad
sin alma, sin psicologia, que hay que engalanar, no representan ya un ideal de vida superior, como era
adornar, ataviar de signos y símbolos. La peluca el caso con los gregüescos, las pelucas y los espadines.
enmarcaba el rostro como si fuera un cuadro. La Ningún síntoma más patente de esta renuncia a lo lú-
propia moda era teatral. Los hombres se enamoraban dico que la desaparición del elemento fantástico en la
realmente de representaciones escénicas. Incluso los vestimenta varonil.'7
peinados de las damas se confeccionaban a modo
de escenas. Representaban acontecimientos histó- A 1olargo del siglo xrx los trajes de hombre se vuel-
ricos (pouf d la circonstance) o sentimienro s (pouf au ven cada vez más monótonos y admiten pocas va-
sentiment). Pero estos sentimientos no reflejaban riaciones. Resultan unitarios, como uniformes de
estados anímicos. Sobre todo se jugaba conlos sen- trabajo. En las respectivas modas de las diversas so-
timientos. El propio rostro se convertía en un esce- ciedades se puede apreciar cómo están constituidas.
nario en el que se representaban diversos caracteres Así es como eI carácter cadavez más pornogriftco
con ayuda de pecas de belleza (mouche).lJna peca de la sociedad se refleja en Ia moda. La moda actual
puesta en el rabillo del ojo significaba pasión. pues- tiene ostensiblemente rasgos pornográficos. Se en-
ta en el labio inferior indicaba que su portadora no seña más carne queformas.
se andaba con rodeos. El rostro como escenario es Aruiz del culto a la autenticidad se han vuelto a
todo 1o contrario de esa faz oface que hoy se exhi- poner de moda los tatuajes. En el contexto ritual los
be en Facebook. tatuajes simbolizan la aLíanza entre los individuos y
El siglo xx descubre el trabajo.Cadavez se des- la comunidad. En el siglo xlx, en el que sobre todo
confia más del juego. Se trabala más que se juega. E1
mundo es más
',snafábrícaque un teatro.Lacultura de 17 J.Ht:izirga,Homo ludens,Ill4adrid, Alianza, 2oo7, P.244.

32 JJ
a la clase superior le gustaban mucho los tatuajes, el lc"presentación teatral deja paso a la exposición por-
cuerpo era todavía una pantalla en la que se proyecr rrográfica de lo privado.
taban.los anhelos y los sueños. Los tatuajes carecen
Thmbién la sociabilidad y \a cortesía tienen un
hoy de todafuerza simbólica. ya solo señalan la sin- ;tllo componente de espectáculo.En ellas sejuega con
gularidad de la peisona que los lleva. Ei cuerpo no es
bella apariencia. Por eso presuponen una distancia
lrr
aquí un escenario ritual ni una pantalla de proyección,
t:scénica y teatral. En el nombre de la autenticidad o
sino una cartelera publicitaria. El infierno neoliberal
rle la verdad uno se despoja hoy de la bella apariencia
de lo igual está habitado por clones raruados.
y los gestos rituales como accesorios superficiales.
El culto a la autenticidad erosiona el espacio l)ero esta autenticidad no es otra cosa que crudezay
público, que se desintegra en espacios privados. Cada
barbarie. El culto narcisista a la autenticidad es co-
uno lleva consigo su espacio pr.ivado a todas partes. rresponsable del progresivo embrutecimiento de la
En el espacio público hay que cumpiir una función sociedad. Hoy vivimos en una cultura de las pasiones.
y representar un papel distanciándose de lo privado.
Cuando desaparecen los gestos rituales y se pierden
El espacio público es un lugar de representaciones los modales vencen las pasiones y las emociones.
escénicas, un teatro. Eljuego y el espectáculo son
Támbién en las redes sociales se elimina,la distancia
esenciales para él:
escénica gue es constitutiva de la esGra pírblica. Se
pro duce una c omun icaciln p asional sin distancias.
La teatralidad en forma de modales, de convenciones y El culto narcisista a la autenticidad nos vuelve
de gestos rituales es la materia de la que están hechas las
ciegos para la fuerza simbólica de las formas, que
relaciones públicas y con la que adquieren su significado
ejerce una influencia no desdeñable sobre los senti-
emocional. Fn la rnedida en que las relaciones sosiales
migntos y los pensamientos. Sería concebible unglro
perjudiquen al foro de la esfera pública o lo destruyan
alo ritual,enel que lasformas volvieran aser prioritarias.
se impedirá que los hombres ernpleen sus capacidades
Ese giro invertiría la relación entre dentro y fiera,
teatrales. Los miembros de una sociedad íntima se con_
entre espíritu y cuerpo . El cuerpo mueue al espíritu, y
vierten en artistas que se ven privados de su arte.,s no al reués. No es el cuerpo el que obedece al espíritu, sino
el espíritu el que obedece al cuerpo.También se podría
FIoy el mundo no es un teatro en el que se represen-
decir que el medio genera el mensaje. En eso consiste la
ten papeles y se intercambien gestos rituales, sino un
fuerza de los rituales. Las formas externas conducen a
mercado en el que uno se desnuda y se exhibe. La alteraciones internas.Así es como los gestos rituales
de cortesia tienen repercusiones mentales. La bella
r 8 R. Sennett, Verfall und Ende des ffintlichen Lebens, op. cit., p. 67. apariencia engendra un alma bella, y no al revés:

34
Los gestos de cortesía ejercen gran poder sobre nues- sentido para las interacciones sociales fuera de los
tros pensamientos, y es un remedio tanto para el mal límites del yo. El homo psychologicu.s narcisista está
humor como para los dolores estomacales si se simula atrapado en sí mismo, en su intrincada interioridad.
amabilidad, benevolencia y aTegria: los movimientos Su pobreza de mundo hace que solo gire en torno a
necesarios para ello y sonrisas- tienen sí mismo. Por eso cae en depresiones.
-reverencias
de bueno que hacen imposibles los movimientos Donde campa el narcisismo 1o lúdico desaparece
opuestos de cólera, desconfianza y tristeza. Por eso de la cultura.Lavidapierde cadavez más alborozo y
gustan tanto los eventos sociales: dan ocasión de simu- desenfado. La cultura se aleja de aquella esfera sagra-
lar felicidad. Y esta comedia nos salva sin duda de la da del juego. La presión paru trabajar y para rendir
tragedia, 1o cual no es poco.,e raücahzalaprofanación de la vida. La sagrada seriedad
del j uego dej a paso a La profana seriedad del trabaj o.
La cultura de la autenticidad acarreauna desconfian- Támbién las películas deJames Bond reflejan ese
zahacta formas ritualizadas de interacción. Solo son desarrollo. Cadavez son más serias y menos lúdicas.
auténticos los sentimientos espontáneos, es decir, los Incluso las últimas entregas ya no terminan con los
estados subjetivos. alborozados rituales amorosos. La,escena final de
El comportamiento formal se descalifica por Skyfall resulta perturbadora. En lugar de entregarse
inauténtico o por extrínseco. En la sociedad de la despreocupadamente al juego amoroso, Bond acep-
autenticidad las acciones son guiadas desde dentro, ta de su superior M la próxima misión. M pregunta
tienen motivaciones psicológicas, mientras que en la a Bond: «Queda mucho por hacer. ¿Está usted dis-
sociedad ritual son formas externalizadas de interac- puesto a volver al trabajo?».Y Bond responde con
ción las que determinan las acciones. Los rituales gesto serio: «Será un placer M. .. será un placer».
objetivan el mundo. Proporcionan una referencia al Cadavezmerman más aquellos espacios rituales
mundo. Por el contrario,la presión para ser auténtico en 1os que serían posibles desenfrenos lúdicos y fes-
hace que todo sea subjetivo. Con ello radícaliza el tivos, es decir, espacios del exceso y la extravagancia
narcisismo. FIoy aumentan los casos de perturbacio- que se desmarquen de la cotidianidad profana. La
nes narcisistas porque cada vez perdemos más el cultura es profanada. Películas como Lagran coruilona
no se entenderían hoy. La transgresión es en general
inherente a los ritos festivos:
rg Al¡in, Die Pfiícht, glücklich zu seín, Frankfurt del Meno,
Suhrkamp, 1982, p.45; cit. por: R. Pfaller, Die Illusionen der ande-
rcn. Über das Lustprínzip in der Kultur,Frankfurt del Meno, Suhr- La cultura ordena y crea situaciones festivas de excep-
kamp, zooz,p. z6r. ción en las que, 1o que habitualmente puede estar


prohibido, de pronto parece aconsejable y se puede sirr agotarse ya en significados. Pero ahora desapare-
experimentar en ceremonias de transgresión como una ( cr1 en favor de significados y mensajes simplificados
sociabilidad alborozada,como triunfo jovial o incluso (lue les son encasquetados a la obra de arte'
como entusiasmo arrebatador. Las sociedades totémicas, El desencantamiento del arte lo vuelve protes-
en las que está prohibido degustar un determinado trrnte.Por así decirlo, es desritualizadoy pierde las for-
animal, representan aquí un ejernplo notable (que Freud lllas fastuosas:
conocía muy bien). En un deternrinado momento del
año se deroga la prohibición y se susrituye por un man* Mientras que hasta fines de los años ochenta los espacios
dato. Entonces hay que tomar la comida totémica: un artísticos parecían aún interiores de iglesias católicas,
acontecimiento gozoso.'o con una gran cantidad de formas y figuras coloridas y
alegres, las asociaciones artísticas resultan desde enton-
La profanacién de 1a cultura conduce a su desencan- ces profundamente protestantes, con su orientación al
tamiento.También el arte se profana y se desencanta contenido y alapalabra hablada o escrita."
hoy cada vez rÍás.La rnagia y 1a hechicería, que en
realidad serían su origen,la abandonan y son susti- El arte no es un discurso. Opera a través de forrnas,
tuidas por el discurso. El exterior encantado es sus- de significantes, y no de significados. Para el arte
tituido por el interior verdadero, e1 significante resulta destructivo el proceso de interiorizaciín qae
mágico por el significado profano. En iugar de for- lo asimila al discurso y que renuncia al exterior mis-
mas irresistibles y cautivadoras aparecen contenidos terioso a favor del interior proñno. El desencanta-
discursivos. La magia deja paso aIa trasparencia.El m.iento del arte es un fenómeno del narcisismo, de
imperativo de trasparencia desarrolla una hostilidad la interiorización narcisista.
a 1as forrnas. El arte se hace trasparente en su signifi* El narcisismo colectivo elimina el eros y desen-
cado.Ya no seduce. El velo mágico se retira. Las canta el mundo. Las,reservas eróticas en la cultura se
formas ya no son elocuentes.una condensación, una van agotando sin disimulo alguno. Son también
complejidad, una polisemia, un rebasamiento de los aquellas fuerzas que mantienen cohesionada una
Iímites, una gran ambigüedad que a veces llega has- comunidad y la inspiran parajuegos y fiestas. Sin ellas
ta 1a contradicción catacteÍizar, ei lenguaje de las se produce una atomización destructiva de la socie-
formas, de los significantes. Sugieren una signíficación dad. Los rituales y las ceremonias son actos genuina-
mente humanos que hacen que la vida resulte festiva
20 R. Pfaller, Das scltmutzige Heílige und die reineVernunJt.symp-
tome der Gegenwartskultar, Frankfurt del Meno, Fischeq eoog,p. rz9. 2t lbid.,p. Oz.

s8 39
y mágica. Su desaparición degrada y profana la vida
RITOS DE CIERRE
reduciéndola a mera supervivencia. por eso, de un
reencantamiento del mundo cabria esperar una fuerza
salutífera que contrarrestara el narcisismo colectivo.

Con el exceso de apertura y de eliminación de las


fi^onteras que impera en el presente vamos perdien-
do la capacidad de cerrar que habíamos aprendido.
A causa de ello la vida se vuelve meramente aditiva.
Morir presupone que la vida es finalizada del todo.
Si se priva alavida de toda posibilidad de ser fina*
lizada, entonces acaba a destiernpo.Incluso la per-
cepción es hoy incapaz de clausurar nada, pues se
apresura de una sensación a la siguiente. Solo un
demorarse contemplativo es capaz de clausurar. Ce-
rrar los ojos es un símbolo de clausura contemplati-
va.La enorme afluencia de imágenes e informaciones
hace imposible cerrar los ojos. Sin la negatiüdad del
cierre se produce una inacabable adición y acumu-
lación de 1o igual, una desmesura de positividad, una
proliferación adiposa de información y comunicación.
En espacios donde hay infinitas posibilidades de
conexión no es posible ninguna finaltzaciín La eli-
minación de 1as formas de cierre a raiz de la sobre-
producción y del exceso de consumo provoca un
infarto del sistema.
El imperativo neoliberal de optimización y ren-
dimiento no permite fnalízar nada. Hace que todo
sea provisional e inacabado. Nada es definitivo ni
concluyente. No solo los programas informáticos,

40
4t

También podría gustarte