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Guía Teórico-práctica

Columna de opinión
Objetivos:

- Conocer un género argumentativo de lectura recurrente en el periódico.


- Reconocer y aplicar las características fundamentales de una columna de opinión.
- Afianzar las habilidades de vocabulario y comprensión de significados como
palabras y frases.

Nombre: _______________________________ Nota: ____________

I) La columna o artículo de opinión

Es un texto que expresa el punto de vista de una persona y, por tanto, lleva su firma. Los temas
tratados son de variada índole, tengan importancia o no, y la libertad estilística (tono,
perspectiva, grado de seriedad, etc.) es absoluta para el emisor del texto. Solo posee dos únicas
limitaciones: el número de palabras establecido por el periódico y la claridad debida a los
lectores.

Algunos autores hacen una distinción entre columna y artículo de opinión, basada en la
periodicidad: mientras la columna es estable en su aparición (diaria, semanal, mensual) el
artículo de opinión es episódico.
El columnista (o articulista) debe reunir dos cualidades: un dominio virtuoso del lenguaje, que
materializa en un estilo propio, y una capacidad para ofrecer una perspectiva única y diferente
sobre hechos conocidos que pertenecen a la actualidad. El grado de complicidad que el
columnista adquiere con sus lectores es muy elevado.

Ejemplo
Columna de Héctor Soto: El país puesto a prueba

rá a revalorizar prioridades que tienen que ver con la salud, los afectos, el hogar y nuestro círculo más inmediato; también con la noción
orden público y del estado de derecho-, la actual emergencia sanitaria tiene algo de
ensañamiento y, guardando las distancias, claro, está en la huella de las siete plagas. Pareciera
que nos han caído todas. No es un desastre absoluto, con todo. Al margen de las presiones
colectivas que inyecta el coronavirus, y que nos tienen con un nivel de estrés cívico pocas
veces visto en nuestra historia reciente, no es del todo desdeñable que el país recupere un
cierto concepto de disciplina social, porque parecíamos haberlo perdido, y una cierta noción de
comunidad –de comunidad en el edificio, en el barrio, en la calle, en el Metro, en la ciudad,
en el país- que también se había resquebrajado porque nos estábamos convirtiendo en una bolsa
de odios, recriminaciones y conflictos. Nada dice que no vayamos a volver a lo anterior. Pero
el desafío de autocontrol y colaboración de estos días, al menos, nos ha distanciado por un
momento de la tiranía del subjetivismo. Para algo este ejercicio nos debiera servir.

El manejo de la crisis supone lo mismo de conocimientos que de prudencia. Para enfrentar la


pandemia no existe un solo modelo. El virus es nuevo y hay todavía poca masa crítica. Lo que
parece solución en algunos tipos de sociedad no necesariamente funciona en todas. El debate
circunstancial nunca terminará: que la reacción fue tardía, que la medida es prematura.
Sabemos que las cuarentenas absolutas son efectivas, aunque insostenibles por periodos
prolongados. Y hay en lo más profundo un dilema que es ineludible, sobre todo en países
donde la informalidad explica una fracción importante de la economía: ¿Qué tan preferible es
que mucha gente se aísle, dejando de tener ingresos y quedando a la intemperie, a que un
grupo, difícil de dimensionar por ahora, se exponga al coronavirus? Es una ecuación sobre la
cual nunca se podrá decir la última palabra.
Aquí se están expresando los verdaderos genes. Tal como dicen que Juan Pablo II, que era
políglota, habló en polaco cuando recibió un balazo en San Pedro, así también esta crisis ha
dejado caer el velo de las identidades profundas. Estamos ante una prueba de fuego tanto para
los optimistas como para los pesimistas. También para distintas formas de aproximación a la
realidad. Están los que creen –por ejemplo-, para dar pronto con una vacuna contra la epidemia,
en la libertad y la competencia, que por cierto supone enormes cadenas de colaboración, y
están, asimismo, quienes optan visceralmente por el dirigismo central, apelando al valor de la
cooperación. Están los alcaldes que hacen heroicamente su trabajo y están los políticos que se
las dan de astutos y postergan proyectos que deberían haber discutido hace semanas.
Están los que afrontan el chaparrón y están los que simulan que aquí no ha pasado nada.
Actividad

a) Héctor Soto refiere que nuestro país está puesto a prueba. Desde tu perspectiva ¿Cuáles son las
mayores pruebas a las que nos vemos enfrentados? Menciona y explica al menos 3
R:

b) El nombre de nuestro electivo es “Participación y argumentación en democracia”. ¿Qué grado de


participación –directo o indirecto- tenemos los ciudadanos en esta situación de crisis
mundial y de país? R:

c) Selecciona CUATRO ideas del texto con las cuales estás de acuerdo y en desacuerdo. Argumenta con
un mínimo de tres líneas por cada uno. (dos en acuerdo; dos en desacuerdo)
R:
d) Un columnista y cualquier persona que escriba un texto de opinión debe fortalecer su vocabulario.
Busca tres sinónimos para cada palabra guía. Si no encuestas sinónimos busca su definición.

1. Polarización:

2. Ensañamiento:

3. Desdeñable:

4. Prudencia:

5. Insostenibles:

6. Dilema:

7. ineludible:

8. intemperie:

9. políglota:

10. simulan:

e) Luego de haber analizado y comprendido el texto completa el recuadro con el TEMA y la TESIS.

Completa
TEMA ¿De qué habla el texto? ¿Cuál es la idea
central o eje que unifica el texto de
principio a
fin?

TESIS ¿Qué posición tiene el emisor respecto


del tema?
¿Cuál es la idea u opinión que sostiene
el emisor?

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