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En México, los dictámenes contables sobre los estados financieros son emitidos por

contadores públicos certificados (CPC) que tienen la autorización de la Secretaría de


Hacienda y Crédito Público (SHCP) para realizar esta actividad. Los dictámenes tienen
como objetivo expresar una opinión sobre la razonabilidad de los estados financieros, de
acuerdo con los principios de contabilidad generalmente aceptados (PCGA) en México.

Los dictámenes contables pueden ser de dos tipos:

Dictamen de auditoría: Este tipo de dictamen se emite cuando los estados financieros han
sido auditados por un CPC. En el dictamen, el CPC expresa una opinión sobre la
razonabilidad de los estados financieros, así como sobre la adecuada aplicación de los
PCGA.

Dictamen de revisión: Este tipo de dictamen se emite cuando los estados financieros han
sido revisados por un CPC. En el dictamen, el CPC expresa una opinión sobre la
razonabilidad de los estados financieros, pero no se pronuncia sobre la adecuada aplicación
de los PCGA.

Los dictámenes contables son necesarios para cumplir con los requisitos legales de algunas
entidades, como las sociedades mercantiles que cotizan en bolsa. También son necesarios
para obtener financiamiento de instituciones financieras.

Los dictámenes contables se estructuran de la siguiente manera:

Título: El título debe indicar que se trata de un dictamen de auditoría o de revisión.

Antecedentes: En esta sección, el CPC debe proporcionar información sobre la entidad a la


que se refieren los estados financieros, así como sobre el alcance de su trabajo.

Procedimientos de auditoría o revisión: En esta sección, el CPC debe describir los


procedimientos de auditoría o revisión que realizó.

Opinión: En esta sección, el CPC expresa su opinión sobre la razonabilidad de los estados
financieros.

Firma: El dictamen debe estar firmado por el CPC que lo emite.


La intervención en información de entidades del sistema financiero, notarios, agentes
aduanales, servidores públicos y otros auxiliares de la administración fiscal en México está
regulada por la Ley del Sistema de Administración Tributaria (SAT). Esta ley establece que
el SAT puede solicitar a estas entidades información relacionada con sus actividades, con el
fin de verificar el cumplimiento de las obligaciones fiscales de los contribuyentes.
La intervención en información puede realizarse de las siguientes maneras:
Solicitud de información: El SAT puede solicitar a las entidades que proporcionen
información específica, por ejemplo, información sobre cuentas bancarias, operaciones
aduaneras, contratos públicos, etc.
Revisión de información: El SAT puede revisar la información que las entidades están
obligadas a conservar, por ejemplo, libros contables, registros de facturación, etc.
Acceso a sistemas informáticos: El SAT puede acceder a los sistemas informáticos de las
entidades para obtener información.
La intervención en información se realiza mediante mandamiento judicial, que es una orden
emitida por un juez. El mandamiento judicial debe indicar la información que se solicita,
así como la entidad a la que se dirige.
Las entidades que están obligadas a proporcionar información al SAT son las siguientes:
Entidades del sistema financiero: Los bancos, las casas de bolsa, las sociedades financieras
de arrendamiento, etc.
Notarios: Los notarios públicos que autorizan actos jurídicos que impliquen el pago de
impuestos.
Agentes aduanales: Los agentes aduanales que intervienen en el despacho de mercancías.
Servidores públicos: Los servidores públicos que tienen a su cargo la recaudación de
impuestos.
Otros auxiliares de la administración fiscal: Las personas físicas o morales que están
obligadas a proporcionar información al SAT por disposición legal.
La intervención en información es una medida importante para combatir la evasión fiscal.
Sin embargo, es importante que se realice respetando los derechos de los contribuyentes.

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