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Brigada B

Colegio internacional de gastronomia

gastronomia de cataluña
Cocina española
Historia de la gastronomía catalana
La historia de la gastronomía en Cataluña es el conjunto de ingredientes,
preparaciones, costumbres y tradiciones ligadas al comer o al beber, así como la
manera de elaborarlos, de todas las clases sociales en todas las civilizaciones que
han estado en este territorio a lo largo de la historia, del neolítico a la actualidad.

Cabe añadir que una gastronomía también se explica mediante los pueblos con
los que ha tenido contacto como, por ejemplo, la gastronomía occitana o
la aragonesa, por modas temporales, como la cocina francesa y la comida rápida,
y por otros aspectos como los derivados de la inmigración, la globalización.

La gastronomía de Cataluña posee una gran tradición culinaria. Sus procesos


culinarios ya se describen documentalmente desde el siglo XV. Ofrece una gran
variedad de productos tanto del mar como de la montaña y la huerta. Siendo en
algunas ocasiones característica la mezcla de ambos como es el caso de los mar i
muntanya. La cocina catalana ha aportado toda una serie de platos típicos de la
región con guisos de pescado como los suquets o la zarzuela, la escudella (una
especie de cocido), la calçotada, y la salvitxada. Es típico de Cataluña el pa amb
tomàquet, pan con tomate que acompaña a muchos platos de carne o embutidos,
y con el que se elaboran los bocadillos. Las salsas como el alioli y el romesco son
las salsas más características de la cocina catalana.

Es destacable la riqueza de embutidos que se elaboran en la comarca de Osona,


especialmente el salchichón de Vich. Las butifarras de diversas composiciones.

En cuanto a la repostería, son famosas la crema catalana, los panellets, que se


elaboran especialmente en noviembre, el Menjar blanc etc.

Cataluña también se distingue por su gran tradición vinícola. Las zonas


del Panadés, Alella, El Priorato y el Segre son grandes productoras de una gran
variedad de vinos. El más conocido y exportado es el cava del Panadés, cuya
producción lideran empresas familiares como Freixenet y Codorníu.
Los árabes introdujeron productos ahora básicos como el azúcar, el arroz y
la pasta, las hortalizas como la berenjena, las alcachofas y los espárragos;
legumbres como los garbanzos, el azafrán, el coriandro, la albahaca, el comino,
la alcaravea, etc.

Las técnicas gastronómicas que aportaron son significativas y en todos los


campos, podemos destacar la destilación de licores en principio para usos
medicinales ciertas cocciones a fuego lento de carnes y hortalizas en cazuelas de
barro se pueden comparar a les de la cocina tanto árabe como judíaː
los guisados y los estofados, seguramente fueron los otomanos los que influyeron
en la técnica de la elaboración de los arroces y paellas a partir de su arroz pilaf, la
técnica en repostería para elaborar hojaldres y similares, etc.

Podemos considerar la cocina contemporánea como la de finales del siglo XX e


inicios del siglo XXI. En esta época los productos locales y importados son
abundantes y el nivel económico de la mayoría de personas, en general. es
superior al del siglo anterior. En cambio, el tiempo es caro, cosa que hace que
preparaciones como, por ejemplo, la escudella o los canelones se dejen
para Navidad o las fiestas mayores, y tomen más importancia conceptos como
la comida rápida, que a su vez, hará nacer, como reacción, el movimiento de slow
food. Se dispone de utensilios que facilitan las preparaciones (ollas a
presión, microondas, batidora, congelador, etc.), productos que se pueden
comprar ya preparados o semi-preparados (caseros o industriales, enlatados,
congelados, etc.) y de mucha información (nutricional, de productos, de recetas...)
gratuita y de fácil acceso a través de Internet. Mucha gente come cada día fuera
de casa, con comida llevada de casa, en cantinas o restaurantes de menú. Los
cocineros se convierten en figuras sociales importantes, algunos toman el rango
de estrellas. Algunos cocineros catalanes reivindican la creación y la innovación, el
sentido del humor, la defensa de que la cocina también es un arte, la experiencia
de la emoción, los productos locales, las recetas tradicionales. Pero la cocina
cotidiana tiende a ser simple, intuitiva, improvisada, variada, con productos al
alcance y dando mucha importancia a la salud y, a veces, a la estética.

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