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Corrientes Educativas contemporáneas

Universidad de San Carlos de Guatemala

Facultad de Humanidades

Departamento de Pedagogía

PEM en pedagogía y técnico en administración educativa Sección B. 411.

Curso: E 126.1 Corrientes Pedagógicas.

Docente: Lic. Pedro Hernández Loaiza. GRUPO 6.

Tema: MICRO SOCIEDAD

Claudia Elizabeth Santizo Calderón 9714978

Flor de María Pineda Rivera 201211911

Jaqueline Vanessa Cabrera Gutiérrez 202203275

Stefany María Fernanda Solórzano 201517270


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El aula como micro sociedad:


Los procesos de negociación: el aula como espacio de intercambio: Los procesos de
negociación tienen como ejes fundamentales la disciplina y la evaluación. Como apunta
Lecompte, el aula es un lugar de trabajo, su estructuración y funcionamiento están
encaminados a la realización de las tareas. En las aulas se plantea una determinada
estructura de tareas que se han de llevar a cabo. Los alumnos, una vez que reciben esta
propuesta de trabajo elaboran unas determinadas formas de respuesta en función,
básicamente, de su “propia cultura del aula”. Las reacciones de los estudiantes a la tarea
producen presiones sobre el sistema de organización del aula en función de garantizar
un nivel determinado de trabajo puesto de manifiesto a través de la evaluación. (Un
determinado orden en el aula es la garantía de un trabajo “eficaz”). Este trabajo en la
situación de aula no es otro que el avance en el aprendizaje. En el proceso de negociación
se va estructurando el peculiar mundo de significados del aula y que supone la base para
aprendizajes y el desarrollo del currículo en el aula. Tanto las diversas actividades como
el mismo contenido académico que se va a desarrollar en el aula adquieren distintas
valoraciones, enfoques y percepciones en función del significado que toman en relación
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a esta dialéctica entre el comportamiento o la disciplina y la evaluación. Las calificaciones


constituyen un sistema de credenciales para el mundo adulto que es necesario conseguir.
Pero su valor determinante no radica sólo en esta proyección a un futuro incierto y lejano,
sino fundamentalmente en el valor que representa en la vida del aula en cuanto
determinante de la posición de cada sujeto en el entramado social del aula. Por tanto,
orden y evaluación se corresponden con las dos dimensiones básicas de la organización
de cualquier grupo o sociedad. Cualquier sistema basa su existencia en una clara
ordenación de sus componentes y en un comportamiento encaminado hacia un progreso
en un sentido determinado.

2. La estructura de grupos sociales: el aula como espacio de estratificación social: El aula


responde igualmente al conjunto de modelos y procesos que tienen lugar en la sociedad
sobre todo en las esferas sociales y culturales más cercanas a la misma. Al fin y al cabo, el
aula es sociedad, y en esta medida participa de las mismas características que definen a
ésta; no tanto en cuanto conjunto estructurado sino, fundamentalmente, en cuanto al tipo
y resolución de los conflictos sociales y políticos que tienen lugar. El aula es una situación
donde grupos diferentes, con intereses diferentes, se ven obligados a convivir durante un
tiempo extenso. Dichos conflictos y su resolución son el producto de los procesos de
negociación que tienen lugar en el aula, cada sujeto en particular define su ubicación
social y su pertenencia a unos grupos u otros. El aula se configura como una concreción
de los problemas, conflictos, intereses, etc., que tienen lugar en la misma sociedad, pero
que en ella son reinterpretados y auto inventados por los propios sujetos a través de la
experiencia social que viven en ella. Las pautas sociales y culturales de actuación no son
previos a la experiencia de aula; antes bien, a través de ésta se hace posible la elaboración
de las condiciones propias de vida en la misma. Como afirma Green “Cada mensaje en
una conversación se apoya en otros mensajes. Los mensajes y las acciones de los
participantes que preceden un mensaje dado actúan para constreñir lo que pueda o deba
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ocurrir en cualquier punto de la conversación”. Como comenta Shipman, en función de


los modos en que los alumnos perciben y responden al profesor se van afirmando las
relaciones de grupo, desarrollándose un sentimiento general de pertenencia. La propia
autoconciencia del grupo supone un componente fundamental de la estructuración social
del aula y de los procesos que en ella tengan lugar.

3. La actuación individual: el aula como marco de comportamiento: 3 Partiendo del


supuesto de negociación, cada actividad viene determinada por una significación
diferente, por una forma de enfrentarse cada sujeto a dicha negociación. Hay que tener
claro que los procesos que tienen lugar en el interior del aula no están sólo vinculados a
la transmisión de la cultura académica. La vida del aula se mueve dentro de los límites
que determina el hecho de ser sociedad. Podemos decir que lo realmente relevante es que
el aula es sociedad, y como tal debe responder en su forma de organizar la experiencia
de los alumnos, aun con las marcas propias que supone cada situación en concreto. En
este sentido traduce y representa la misma complejidad y la misma diversidad que
caracteriza a la propia sociedad. No es posible pensar en una experiencia homogénea y
socialmente igualitaria, en función de un solo modelo. En la misma medida es posible
hablar que esta experiencia es global; es decir, que afecta al conjunto de elementos que
componen la sociedad. Así, los alumnos desarrollan modos de actuación de tipo
económico, político, afectivo, etc, además del académico. Los profesionales de la
enseñanza deberían hacerse conscientes del significado de su actuación y de los procesos
que generan en los alumnos, que trascienden radicalmente los postulados meramente
pedagógicos.

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