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Justificación

Todo cliente tiene derecho a que se respete y proteja su vida, por eso se creó
la Indecopi en favor a la protección de los intereses del consumidor, cada uno
de sus derechos se pueden encontrar directamente en el Código de Protección
y Defensa del Consumidor (Ley N° 29571), tenemos el derecho a la intimidad,
derecho a la defensa, etc cada una de estas leyes protegen y aseguran la
inviolabilidad de sus derechos y privacidades, y a su vez se debe llevar de la
mano con el tema de secreto profesional, cada abogado no debe estar
departiendo de los temas que su cliente le ha confiado y confesado a razón de
no causarle conflictos a este, el abogado puede romper su silencio en casos
que involucren situaciones de conflictos donde se vea alterado el sistema de
justicia. Las distintas normas jurídicas que rigen el secreto profesional de los
abogados abordan la doble vertiente de deber y derecho, el cual es uno de los
principios esenciales que es de utilidad para el soporte de las normas
deontológicas. La naturaleza de sus derechos y obligaciones, para mantener la
confidencialidad de la profesión del abogado es, ante todo, garantizar el
derecho de los ciudadanos a la defensa y protegerlo de posibles coacciones.
Además, así como tiene obligaciones también tiene responsabilidades que
corresponde a una correcta ejecución de sus deberes como persona jurídica.
Siendo una ciencia que involucra deberes morales, jurídicos y éticos.

Se trata de un deber profesional, que no solo es contemplado en las normas de


ética, sino también es receptado en las leyes penales, por lo que sus
enunciados no solo son considerados un deber moral, sino también una
obligación legal. Según el diccionario de la Real Academia Española, secreto
(del latín secretum) es lo que cuidadosamente se tiene reservado y oculto; y en
cuanto a la acepción secreto profesional, dice que es el deber que tienen los
miembros de ciertas profesiones (médicos, abogados, notarios, etc.) de no
descubrir a terceros los hechos que han conocido en el ejercicio de su
profesión.

En primer lugar, podemos decir que la tutela del secreto profesional se


encuentra justificada en la necesidad de proteger a las personas del perjuicio
que les podría ocasionar la revelación de información privada, sobre todo,
cuando se trata en razón de una profesión, como los abogados, médicos,
psicólogos, etc., en cuyo silencio confían. El perjuicio puede causarse a la
persona misma que confía la información, como a su familia o entorno social, y
puede ser económico o moral.

Otro justificante es la confianza. El cliente o el paciente necesitan estar seguros


de que puede confiarle sus intimidades al profesional, y que este no va a
revelar nada.

Y como tercer justificante, encontramos el Derecho Humano a la intimidad que


tiene toda persona, sobre lo cual abundaré posteriormente.

Estas tres justificaciones son comunes a toda profesión, como la medicina,


psicología, etc., o cualquier arte u oficio, pero en el ejercicio de la abogacía hay
otra de base supraconstitucional, que es la garantía de defensa en juicio de las
personas.
Introducción

El presente trabajo está orientado a ilustrar acerca del secreto profesional del
abogado, el cual es una obligación de confidencialidad frente a nuestros
clientes, debido a que, confía en su asesor legal, además, es un derecho frente
a terceros cuando manifiestan que se ha violado injustificadamente, por lo que
el objetivo del desarrollo de esta investigación tendrá un notable enfoque
deontológico, sin embargo, cabe señalar que existen consecuencias penales
por violar esta obligación legal, ya que los abogados son responsables en caso
de cualquier irregularidad, puesto que quien vulnere dicho principio debe ser
juzgada ante un tribunal competente. Siendo un derecho y un deber, el cual se
encuentra regulado en el artículo 2, inciso 18 de la Constitución Política del
Perú.

El secreto profesional es una herramienta fundamental en las profesiones, ya


que a través de este el profesional y el cliente o paciente logran adquirir una
verdadera confianza, favoreciendo la relación de ayuda, conservando el
respeto por la dignidad e intimidad. La veracidad es una de las actitudes éticas
que más amplia aceptación y desarrollo ha recibido dentro de la tradición
moral, en torno a este valor se ha constituido, en gran medida, la conciencia
moral del hombre, la fidelidad es una actitud que camina unida a la veracidad.
La ventaja de la verdad es la integridad personal de quien la mantiene como
hábito o costumbre en sus compromisos y obligaciones para la sociedad. El
secreto profesional es la obligación legal que tienen ciertas profesiones de
mantener en secreto la información que han recibido de sus clientes. Al
contrario de lo que ocurre con tipos de deberes de confidencialidad, el secreto
profesional se mantiene incluso en un juicio. Entre estos profesionales, cabe
citar como casos más típicos el abogado, el médico, el enfermero, el psicólogo,
el periodista el trabajador social. Sin embargo, también puede haber otros
casos de asesores o servicios que tengan ese tipo de obligación, por ejemplo
los asesores fiscales (a veces incluidos dentro de los abogados) o las
compañías de seguros. Cabe destacar que ante un procedimiento judicial y
bajo las garantías legales establecidas, el juez puede establecer el
levantamiento del mismo a cualquiera de los anteriormente citados a excepción
de los abogados que estén actuando en el mismo. Los dos aspectos en que se
resuelve el secreto son: salvaguarda de la intimidad personal y garantía de la
convivencia social

Es importante la verdad y veracidad en el manejo de secreto personal, guardar


cualquier información en secreto que se ha conocido en el ejercicio de la
profesión, la cual no se revelará sin un permiso específico, su intimidad debe
ser respetada.

La aplicación del secreto profesional se da a todas las personas encargadas de


un secreto por razón de su identidad, ocupación o cargo. Como afirma Eduardo
Rodríguez Piñeres. “cuando en un particular revela los secretos de otro comete
una grave falta contra el honor, esta adquiere mayor magnitud cuando es
cometida por aquel que solo en razón de su profesión ha obtenido una
confidencia o ha sorprendido los secretos de sus clientes”.

En el mundo legal, la confidencialidad incluye el secreto absoluto de lo que el


cliente ha revelado, lo que representa una extraordinaria devoción y lealtad a la
información proporcionada, así como una conducta profesional, absorbiendo
también en ello el material que se le confía. Para que el abogado defienda de la
mejor manera los intereses de la persona apadrinada.

Como dijo el Dr. Tomás Liscano, debe estar cubierto bajo el secreto
profesional. “todos aquellos que una vez revelados pueden mancillar la honra
de los sujetos actuantes, perjudicar sus intereses y personas, o bien destruir o
cuando menos disminuir la consideración de que dichos sujetos gocen en la
sociedad. Y he aquí que, con esta explicación, aparece de resalto para el
abogado la dificultad de poder fijar en un momento dado, el material secreto o
puntos reservados de cada asunto que se le encomiende; y es por ello por lo
que más recomendable regla de conducta en terreno tan fragoso es la
discreción, el silencio en todo caso”
Antecedentes

El secreto profesional del abogado tuvo sus orígenes en la antigua Grecia,


siendo uno de los primeros lugares donde se mencionó explícitamente el
secreto profesional, donde existía la obligación moral de guardar secreto
aquellas personas que gozaban de dotes de oratoria. Lo cual, este deber se
basa en la obligación de tipo moral en donde no se debe revelar aquellas
situaciones que pudieran causar perjuicio o daño al prójimo. Además de ello,
en la antigua Grecia, Hipócrates creó su famoso juramento médico respecto al
secreto profesional, donde refiere: “Todo lo que he visto y oído en mi carrera, y
todo lo que se sobre la vida de alguien, si no debe hacerse público, guardaré
silencio y lo callaré como un secreto inviolable”.

En tal sentido, los romanos desarrollaron y emplearon jurídicamente el término


prevaricato, refiriéndose a la actividad ilícita cometida por el abogado donde
compartiera o revelará información confidencial a la contraparte de una litis.

Las singularidades de esta figura deben basarse en: El carácter sagrado de la


profesión legal en aquella época, la entrega del cliente al abogado en base al
vínculo de confianza, apoyo y cooperación antes que en una relación
contractual entre ambos y por último al reconocimiento de los servicios legales
brindados por él.
Además, surgió una imagen de secreto profesional a partir de la relación
abogado- cliente en el imperio Romano, que fue recopilada por Justiniano,
donde hace referencia expresa acerca de la obligación de los abogados,
procuradores y escribanos de no revelar secretos.

Asimismo, en la Baja Edad Media, la figura del secreto profesional del abogado
se encuentra regulado en las Siete Partidas, pero con un matiz sancionatorio o
punitivo indicando que el abogado que violaba la protección del secreto
profesional podría ser reprimido y privado del ejercicio de la abogacía, no
pudiendo desarrollarse profesionalmente en cualquier litigio y mucho menos
poder aconsejar o asesorar a nadie.

Bibliografía

Arguello Miño, L. “El deber de los abogados de guardar secreto profesional”


(agosto del 2011). URL.
file:///C:/Users/Nayeli/Downloads/13.J01.001579%20(1).pdf

Arguello Miño, M. (2011) “El deber de los abogados de guardar secreto


profesional”, pontificia universidad católica del ecuador. Quito – Ecuador.
file:///C:/Users/Estefani/Downloads/13.J01.001579%20(1).pdf.

RODRIGUEZ PIÑERES, Eduardo (1980). Estudio sobre el Secreto Profesional,


p. 14, Editorial Temis, Bogotá.

TEJERO SANTOS, F. (2020). EL SECRETO PROFESIONAL DEL ABOGADO.


Archivo pdf
http://www.derechohuelva.com/images/TFG_TEJERO_SANTOS_FRA
NCISCO.pdf

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