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Trabajo práctico nro 3 Derecho Ambiental

Alumno: Sebastian Lionel Marquez Moyano

D.N.I: 46.035.448

A) Los acuerdos multilaterales desempeñan una función esencial como


resguardo y protección de los derechos ciudadanos, reconociendo principios
fundamentales para el desarrollo humano. En el ámbito medioambiental,
estos acuerdos constituyen compromisos jurídicos vinculantes, generando
obligaciones internacionales para las partes involucradas (Orellana, 2014).
Según Orellana, un acuerdo internacional se considera un tratado vinculante
cuando las partes acuerdan que esté regido por el derecho internacional.

Hasta la fecha, no se ha logrado un acuerdo multilateral general codificado;


sin embargo, se han alcanzado acuerdos predominantemente sectoriales,
como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático y el Convenio sobre la Diversidad Biológica, ambos concluidos en
la Cumbre sobre la Tierra en Río de Janeiro en 1992.

Existe un reconocimiento generalizado en el derecho internacional sobre la


interdependencia entre la protección del medio ambiente, el desarrollo
sostenible y los derechos humanos. La violación del derecho a un medio
ambiente sano tiene consecuencias inmediatas en otros derechos, como la
salud, la integridad personal, la vida y la propiedad, según la Convención
Americana de Derechos Humanos (CADH).

La Opinión Consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos


destaca que un medio ambiente sano es crucial para el pleno goce de todos
los derechos humanos. La degradación ambiental afecta de manera
desproporcionada a derechos sustantivos, como el derecho a la vida, a la
propiedad y a la salud, en comparación con derechos menos afectados,
como la libertad de expresión, asociación y manifestación.
A día de hoy, existen más de 200 acuerdos multilaterales sobre medio
ambiente, siendo la mayoría de derecho blando, lo que significa que no son
vinculantes para las partes involucradas.
B) La afirmación de los derechos de los ciudadanos y la responsabilidad del
Estado en relación con el medio ambiente se respalda en diversos
argumentos, siendo uno de ellos el reconocimiento de la importancia de
proteger los procesos ecológicos y los sistemas esenciales para la
supervivencia, así como la diversidad de formas de vida. La Asamblea
General de las Naciones Unidas sostiene que estos beneficios duraderos
dependen de la preservación de la naturaleza y que la explotación excesiva o
la destrucción de hábitats naturales pone en peligro dichos procesos y
sistemas.

Otro argumento se basa en el deterioro de los sistemas naturales debido al


consumo excesivo y al abuso de los recursos naturales, lo cual resulta de la falta de
un orden económico adecuado entre los pueblos y los Estados. Este deterioro
socava las estructuras económicas, sociales y políticas de la civilización, afectando
directamente los derechos de los individuos a un ambiente sano y equilibrado.

En cuanto a los principios que rigen el rol del Estado en este ámbito, destaca el
Principio de Interdependencia Ecológica. Este principio implica la necesidad de
consensuar y compartir decisiones y esfuerzos entre los distintos Estados para la
preservación ecológica y el desarrollo sustentable a nivel mundial. La Declaración
de Río de 1992 aborda este principio en sus principios 2, 6 y 25.

El Principio de Solidaridad y Cooperación también desempeña un papel


fundamental. Aquí convergen principios como el de información, vecindad,
cooperación internacional, igualdad y patrimonio universal. La cooperación
internacional permanente se destaca como esencial, como se establece en los
principios 7, 5 y 27 de la Declaración de Río de 1992.
Asimismo, el Principio de Información juega un papel clave, estableciendo la
obligación de los Estados de facilitar el acceso adecuado a la información sobre el
ambiente a todos los ciudadanos. Esta información también debe ser compartida
entre los Estados, fomentando la transparencia y la cooperación.
En resumen, la argumentación se basa en la importancia de proteger los procesos
ecológicos y la diversidad de formas de vida, así como en la interrelación entre la
degradación ambiental, la falta de un orden económico adecuado y la necesidad de
cooperación internacional y acceso a la información para abordar eficazmente los
desafíos medioambientales.

C) Considerando un análisis del material de estudio y del caso en cuestión,


sostengo que la contaminación ambiental es prevenible. No obstante, es
imperativo establecer el objetivo de la prevención mediante estrategias que
involucren tanto a los gobiernos como a asociaciones con otros niveles
gubernamentales, el sector privado y, en general, toda la población.
La prevención de la contaminación ambiental se logra a través de la aplicación de
diversos procesos, prácticas, materiales y formas de energía que reducen la
producción de contaminantes y desechos, disminuyendo así los riesgos para la
salud humana y el medio ambiente. Es esencial cambiar la forma en que se diseñan
y operan minas, granjas, fábricas, refinerías, sistemas de transporte, parques
industriales, entre otros, en lugar de simplemente reestructurar métodos antiguos.
La prevención puede adoptar diversas formas según el sector. En términos
generales, se puede vincular la prevención y reducción de los daños ambientales al
uso racional de los recursos naturales y su conservación, evitando la tala y quema
de árboles, así como la destrucción por la minería erosiva. Además, se promueve la
reutilización y reciclaje mediante la expansión y financiamiento de proyectos en
centros ya establecidos para aumentar su eficiencia.
Otras estrategias incluyen la sustitución de materiales y materias primas,
fomentando la expansión de industrias que utilizan materia prima reciclada, y
colaborando con las industrias que emplean energías limpias y renovables. La
formación y educación de la población para crear una cultura de reciclaje y respeto
por el medio ambiente en todos los niveles de la sociedad también desempeñan un
papel crucial.
Estas acciones colectivas, respaldadas por una comprensión profunda y
compromiso, son esenciales para abordar de manera efectiva el desafío de la
contaminación ambiental y trabajar hacia un futuro sostenible.
D) Al relacionar la situación descrita con el Acuerdo de Escazú, es esencial
recordar el objetivo principal de este documento, el cual busca habilitar a los
individuos cuyos derechos se vean vulnerados a mantenerse informados y
conocer las decisiones en materia ambiental que puedan perjudicar su
entorno, bienestar y ecosistema. Además, brinda la posibilidad de acceder a
la justicia para proteger sus derechos y los de la sociedad en general. Este
acuerdo también tiene como propósito fomentar la participación pública en la
toma de decisiones en asuntos ambientales.
Volviendo al caso específico, es evidente la falta de información y
comunicación hacia los vecinos de la zona con respecto a las tareas y
actividades planificadas. Esto incluye la omisión de detalles cruciales, como
el grado de contaminación esperado y las posibles consecuencias que el uso
de cianuro podría tener en la salud de los individuos.
Esta falta de transparencia va en contra de los principios establecidos en el
Acuerdo de Escazú, el cual defiende el derecho a la información, la
participación y el acceso a la justicia en asuntos ambientales. En este
contexto, se observa una clara violación de los derechos de los ciudadanos
locales.
Para abordar esta situación, es imperativo promover la aplicación efectiva del
Acuerdo de Escazú, asegurando la divulgación oportuna y accesible de
información relacionada con las actividades ambientales. Además, se debe
impulsar la participación activa de la comunidad en la toma de decisiones que
afecten su entorno, garantizando así un proceso justo y transparente. Estas
medidas no solo protegerán los derechos individuales, sino que también
contribuirán al bienestar colectivo y a la preservación del medio ambiente.

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