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Esta leyenda, sucede en la provincia de Sullana, Perú.

Se cuenta, que en la época


prehispánica, en el Valle del Chira existía la etnia tallán, la cual tenía como una de sus
divinidades, al lagarto, animal que abundaba en el río Turicarami.
Dice la historia que en retribución a esta divinidad, los aborígenes forjaron un
idolillo elaborado de puro metal precioso. A la llegada de las huestes españolas al valle
del chira, los tallanes conocieron la codicia por los metales de oro y plata por partes de
estos personajes, y ordenaron mandar a guardar a este ídolo para que no caiga en manos
extrañas.

Un grupo de valientes tallanes ofrecieron llevar a este ídolo a un lugar seguro, donde no
pueda ser encontrado por los españoles, lo llevaron hasta el legendario cerro de los
marcahuilcas, hoy conocido como el de la Nariz del diablo, lugar que los tallanes
conocían a la perfección, pues se considera que era un cementerio de ellos.

Los Tallanes, lograron guardar este ídolo en algún lugar de este cerro. Y todos se
quedaron a morir en ese cementerio, para que nadie delate el lugar exacto donde lo
escondieron.

Hasta el día de hoy, nadie ha podido encontrar a este ídolo de los antepasados, por
más que se ha excavado ilegalmente varias partes de este cerro, contando algunos que
por las noches aparece un lagarto muy brillante

Reseña

La costa piurana, al igual que las diferentes regiones de nuestro querido Perú, encierra un sin
número de leyendas, y una de ellas es «El Lagarto de Oro»; oriunda de la calidad Sullana, tierra
donde radica Jenny Vallejo. La leyenda narra la historia de un lagarto hecho de oro que fue
escondido por los pobladores de la nación Tallán en el cerro Nariz del diablo, en tiempos en
que los españoles llegaron a nuestras tierras.

Tras investigar sobre esta, a la autora le nació la idea de crear algunos personajes que pudieran
llevar un mensaje a las nuevas generaciones que permita revalorar la identidad cultural; así
como el cuidado del medio ambiente; ya que, si no empezamos a crear conciencia ambiental
en nuestros pequeños, desde ahora, nuestro planeta se seguirá deteriorando.

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