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TUTOR
Dr. Mario Roberto Sánchez
AREA DE ESPECIALIDAD
Cirugía Pediátrica
PERÍODO
Octubre Y Noviembre De 2023
ESTUDIANTE
Jorge Alberto Román Maldonado
Carné: 201631127
Guatemala, noviembre de 2023
INDICE
1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................................. 3
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ............................................................... 4
3. DEFINICION Y ANALISIS DEL PROBLEMA .................................................... 5
4. JUSTIFICACION ............................................................................................... 6
5. OBJETIVOS ...................................................................................................... 7
6. MARCO TEORICO ........................................................................................... 8
7. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN ............................................................................... 16
8. CONCLUSIONES ........................................................................................... 17
9. RECOMENDACIÓN........................................................................................ 18
10. BIBLIOGRAFIA............................................................................................ 19
1. INTRODUCCIÓN
El esófago es un órgano tubular que conecta la faringe con el estómago y se divide
en tres porciones: cervical, torácica y abdominal. A lo largo de su recorrido, presenta
tres estrechamientos anatómicos: el cricofaríngeo, el aórtico y el esfínter esofágico
inferior. Estas zonas influyen en su riego arterial. La porción cervical recibe irrigación
de las arterias tiroideas superior e inferior, originadas en la carótida externa y el
tronco tirocervical de la subclavia, respectivamente. La porción torácica es irrigada
por 3 a 5 ramas traqueobronquiales del arco aórtico. La cara anterior y derecha del
esófago es irrigada por la arteria gástrica izquierda, mientras que la arteria esplénica
abastece la cara posterior del esófago y la curvatura mayor del estómago.
Objetivo General
Realizar una revisión bibliografía detallada para analizar exhaustivamente las
complicaciones prequirúrgicas y posquirúrgicas asociadas a la atresia esofágica,
identificando factores de riesgo, patrones comunes y avances en la prevención y
manejo, con el fin de mejorar la comprensión clínica y optimizar la atención de
pacientes con esta condición.
Objetivos Específicos
1. Investigar y documentar de manera detallada las complicaciones prequirúrgicas
asociadas a la atresia esofágica, identificando factores de riesgo y patrones clínicos
que puedan influir en la planificación y preparación preoperatoria.
Complicaciones preoperatorias
1. Neumonía
La presencia de fístulas esofágicas propicia la comunicación anómala entre
el esófago y estructuras circundantes, aumentando el riesgo de infecciones
pulmonares recurrentes. Este fenómeno se debe a la posibilidad de que el
contenido gástrico, que normalmente se encuentra en el esófago, pueda
filtrarse hacia otras áreas, como los pulmones. Esto no solo compromete la
función respiratoria, sino que también crea un entorno propicio para la
proliferación de bacterias, lo que incrementa la probabilidad de infecciones
pulmonares persistentes y complicaciones respiratorias. En situaciones
críticas, la ligadura de emergencia de la fístula se convierte en una maniobra
vital para preservar la vida del paciente. Posteriormente, una vez realizada la
ligadura, se puede planificar una reparación primaria tardía cuando la
estabilidad del bebé lo permita. Es esencial destacar que algunos cirujanos
pediátricos subrayan la importancia de no posponer la segunda operación
más allá de un periodo crítico de 7 a 14 días, ya que existe el riesgo de
recanalización de la fístula. En la práctica, se ha observado que la ligadura
toracoscópica de la fístula seguida de su reparación en un intervalo de 2 a 6
semanas ha demostrado ser eficaz en ciertos casos. No obstante, ante la
variabilidad de resultados, se ha adoptado la estrategia de ligar y dividir la
fístula en todos estos escenarios, minimizando así el riesgo de recanalización
y asegurando una intervención más efectiva en la posterior reparación
definitiva.
2. Distensión abdominal
En situaciones de extrema inestabilidad en neonatos con atresia esofágica,
la opción de recurrir a una gastrostomía de emergencia para descomprimir el
estómago puede considerarse como medida prioritaria. Sin embargo, esta
intervención no está exenta de desafíos, ya que conlleva una potencial
pérdida significativa de volumen corriente, lo cual podría impactar la
estabilidad hemodinámica del paciente. Además, se han documentado tres
complicaciones asociadas con esta operación. La primera, obstrucción por
brida, presenta un riesgo de dificultar el paso normal de los fluidos
gastrointestinales. La segunda, oclusión con perforación yeyunal, subraya la
posibilidad de complicaciones graves a nivel intestinal. Por último, el riesgo
de vólvulo parcial de estómago se incrementa debido a la falta de fijación
adecuada del estómago al peritoneo parietal. Estas complicaciones resaltan
la necesidad de una cuidadosa consideración y evaluación de riesgos antes
de optar por una gastrostomía de emergencia en casos de extrema
inestabilidad neonatal.
3. Malformaciones congénitas
Las malformaciones congénitas, especialmente aquellas asociadas a la
denominada asociación VACTERL, pueden coexistir con la atresia esofágica,
presentando una complejidad clínica significativa. La asociación VACTERL
incluye una serie de anomalías que pueden afectar diferentes sistemas del
cuerpo, como las vértebras (V), el ano (A), el corazón (C), las extremidades
(L de limbs en inglés), y los riñones (R). En el contexto de la atresia esofágica,
los niños pueden manifestar varias de estas características
simultáneamente. Por ejemplo, pueden presentar problemas cardíacos,
como defectos en el septo ventricular, o anomalías vertebrales, tales como
vértebras fusionadas o ausentes. Además, malformaciones en los riñones,
como la displasia renal, y anomalías en las extremidades, como polidactilia
o sindactilia, pueden ser parte de esta compleja asociación. La atención
integral de estos pacientes requiere un enfoque multidisciplinario,
involucrando a neonatólogos, cirujanos pediátricos, cardiólogos, ortopedas,
y otros especialistas para abordar de manera coordinada cada aspecto de
estas malformaciones y brindar la mejor atención posible ya que por ejemplo
los pacientes con una anomalía cardiovascular mayor tienen, por definición,
un riesgo elevado de fallecer, o requieren corregir el defecto antes o
simultáneamente con la corrección de la atresia esofágica, lo cual, como es
de suponer, aumenta las probabilidades de morir del recién nacido, ya que
no solo prolonga el tiempo anestésico, sino que también prolonga la
recuperación posoperatoria de estos pacientes con la aparición de
complicaciones relacionadas con la anomalía asociada. Del 5 al 17 % de los
pacientes con AE cumplen los criterios para esta asociación.10 Otra de las
asociaciones conocidas son el CHARGE, que incluye, coloboma, retardo del
crecimiento y desarrollo, hipoplasia genital y anomalías auriculares, así como
algunas alteraciones genéticas, como las trisomías 13, 18, 21, y el síndrome
de Potter, con agenesia renal e hipoplasia pulmonar.
4. Traqueomalacia
La traqueomalacia, una debilidad en la tráquea que permite el colapso de las
paredes durante la espiración o tos, suele concentrarse en la región de la
fístula en atresia esofágica. El ablandamiento del cartílago y el alargamiento
del músculo transversal provocan colapsos durante la espiración, generando
estridor espiratorio desde tos ronca hasta episodios graves de cianosis o
apnea. En atresia esofágica sin fístula, la traqueomalacia es menos
frecuente. El tratamiento se reserva para bebés gravemente sintomáticos,
optándose comúnmente por la aortopexia. Este procedimiento, que
suspende la aorta ascendente y el arco contra el esternón, abre el lumen
traqueal, y puede realizarse mediante varias técnicas, incluyendo
toracotomía, esternotomía, incisión cervical baja, o incluso toracoscopía, con
evaluación traqueoscópica para verificar el efecto de la suspensión.
5. Desnutrición
La salud nutricional de pacientes con atresia esofágica se ve comprometida
por la falta de continuidad hacia la cámara gástrica, generando un deterioro
significativo. Es crucial mantener un riguroso control de peso y talla,
prestando especial atención a la detección temprana de alteraciones y
facilitando intervenciones nutricionales oportunas. Un estudio retrospectivo,
conducido en 2005 en el Hospital Infantil Miguel Servet en Zaragoza, España,
con un grupo de 25 pacientes, arrojó hallazgos significativos. Las
puntuaciones Z medias de peso y altura, aunque negativas, no descendieron
por debajo de −2 DE. Notablemente, no se observaron diferencias
significativas según el tipo de atresia o la presencia de cardiopatía asociada.
Estos resultados subrayan la necesidad de enfoques nutricionales adaptados
a cada paciente, resaltando la importancia crítica de una atención
personalizada. Este enfoque se torna esencial no solo para preservar el
estado nutricional óptimo de estos individuos antes de someterse a
intervenciones quirúrgicas, sino también para respaldar una recuperación
posoperatoria más efectiva y completa. La atención nutricional personalizada
no solo mitiga el riesgo de deterioro durante el período preoperatorio, sino
que también desempeña un papel fundamental en la mejora del proceso de
rehabilitación posoperatoria.
Complicaciones Postoperatorias
Complicaciones específicas.
1. Dehiscencia de la anastomosis
La dehiscencia de la anastomosis emerge como la complicación temprana
más común tras una anastomosis termino-terminal o una interposición de
colon, con una incidencia alarmante del 20% de dehiscencia de sutura. Este
fenómeno implica la separación no deseada de los bordes de la anastomosis,
lo que puede llevar a filtraciones de contenido gástrico y bacterias hacia
áreas circundantes, intensificando el riesgo de infecciones y otras
complicaciones. Además, factores como la presencia de malformaciones
congénitas adicionales, el tipo de técnica quirúrgica utilizada y la salud
general del paciente pueden influir significativamente en la probabilidad de la
dehiscencia de la anastomosis. La vigilancia postoperatoria cercana y la
identificación temprana de signos de dehiscencia son cruciales para abordar
de manera efectiva esta complicación, garantizando así una recuperación
exitosa y reduciendo las posibles consecuencias adversas asociadas.
2. Estenosis
Es un estrechamiento de más del 50% de la luz esofágica, se diagnostica
mediante estudios de contraste o esofagoscopia junto con síntomas, con
incidencias informadas entre 17-60%. Aunque la dilatación rutinaria no se
recomienda debido a que muchos pacientes no la necesitan, factores como
la tensión anastomótica, fuga anastomótica, tubo transaanastomótico y
enfermedad por reflujo gastroesofágico se han asociado con un mayor
riesgo. Por lo general, las estenosis responden bien a la dilatación, y la
resección rara vez es necesaria, aunque la eficacia relativa de la dilatación
del globo carece de pruebas sólidas. Un estudio que evaluó 35 pacientes
postoperados encontró que el reflujo gastroesofágico, la tensión
anastomótica y la atresia esofágica de larga distancia aumentaban el riesgo
de desarrollar estenosis anastomótica.
Complicaciones no específicas
1. Sepsis
La sepsis persiste como una de las principales causas de mortalidad, y
diversos factores contribuyen a esta realidad, entre ellos la prematuridad y el
diagnóstico tardío, que se asocian a una mayor incidencia de neumonía por
aspiración. Un estudio liderado por Padilla Meza arrojó resultados
preocupantes, demostrando que la mortalidad alcanzó un elevado 82% en
2015, con una predominancia del 89% de casos atribuidos a sepsis como
causa directa. Otros estudios también han señalado porcentajes superiores
al 50%, destacando las causas infecciosas como desencadenantes
significativos.
2. Toracotomía
La toracotomía, especialmente en neonatos, puede resultar en morbilidad
significativa, como escápula alada, elevación o fijación del hombro, asimetría
de la pared torácica, fusión de costillas, escoliosis y subdesarrollo de los
músculos mamarios y pectorales. Además, el dolor crónico postoperatorio,
un problema significativo con informes que superan el 50%, puede aliviarse
mediante la adopción del enfoque toracoscópico.