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Universidad de San Carlos de Guatemala

Centro Universitario de Occidente


División Ciencias de La Salud
Carrera de Médico y Cirujano
Quinto Año
Práctica Electiva de Especialidades

COMPLICACIONES PREOPERATORIAS Y POSOPERATORIAS EN ATRESIA


ESOFAGICA

TUTOR
Dr. Mario Roberto Sánchez

AREA DE ESPECIALIDAD
Cirugía Pediátrica

PERÍODO
Octubre Y Noviembre De 2023

ESTUDIANTE
Jorge Alberto Román Maldonado
Carné: 201631127
Guatemala, noviembre de 2023
INDICE
1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................................. 3
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ............................................................... 4
3. DEFINICION Y ANALISIS DEL PROBLEMA .................................................... 5
4. JUSTIFICACION ............................................................................................... 6
5. OBJETIVOS ...................................................................................................... 7
6. MARCO TEORICO ........................................................................................... 8
7. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN ............................................................................... 16
8. CONCLUSIONES ........................................................................................... 17
9. RECOMENDACIÓN........................................................................................ 18
10. BIBLIOGRAFIA............................................................................................ 19
1. INTRODUCCIÓN
El esófago es un órgano tubular que conecta la faringe con el estómago y se divide
en tres porciones: cervical, torácica y abdominal. A lo largo de su recorrido, presenta
tres estrechamientos anatómicos: el cricofaríngeo, el aórtico y el esfínter esofágico
inferior. Estas zonas influyen en su riego arterial. La porción cervical recibe irrigación
de las arterias tiroideas superior e inferior, originadas en la carótida externa y el
tronco tirocervical de la subclavia, respectivamente. La porción torácica es irrigada
por 3 a 5 ramas traqueobronquiales del arco aórtico. La cara anterior y derecha del
esófago es irrigada por la arteria gástrica izquierda, mientras que la arteria esplénica
abastece la cara posterior del esófago y la curvatura mayor del estómago.

El esófago y la tráquea tienen su origen en el intestino anterior durante el desarrollo


embrionario. En la cuarta semana de gestación, el endodermo que forma el intestino
anterior se divide en una porción ventral respiratoria y una dorsal esofágica. Luego,
el divertículo laringotraqueal se invagina hacia el mesénquima ventral, y la
separación entre la parte respiratoria y la parte esofágica ocurre gracias a la
formación de pliegues traqueoesofágicos laterales que se fusionan en la línea
media, creando el tabique traqueoesofágico. Alrededor de la séptima semana, se
completa la separación del esófago y la tráquea. Si esta fusión de los pliegues es
incompleta, puede resultar en un tabique traqueoesofágico defectuoso y una
conexión anormal entre la tráquea y el esófago.

Es fundamental comprender el origen embrionario de estas estructuras, ya que las


atresias esofágicas son un grupo de anomalías congénitas que afectan el esófago
y pueden o no estar asociadas con una fístula hacia la tráquea. Estas afecciones se
consideran emergencias médicas, ya que pueden causar complicaciones graves en
los recién nacidos si no se diagnostican y tratan adecuadamente. En este contexto,
exploraremos detalladamente las causas, síntomas y opciones de tratamiento de
estas condiciones congénitas que requieren atención médica especializada,
haciendo énfasis en las complicaciones preoperatorias y posoperatorias
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La reparación de la atresia esofágica, ya sea a través de toracotomía o
videolaparoscopia, conlleva la posibilidad de complicaciones, tanto antes debido a
las características del defecto congénito, como después del procedimiento. Es
esencial comprender las razones subyacentes, los factores de riesgo y la aplicación
de una profilaxis adecuada para garantizar una atención clínica y quirúrgica integral
y eficaz para los pacientes. Este enfoque busca prevenir complicaciones, reducir la
morbilidad y acortar la estancia hospitalaria. Para lograrlo, se realiza una revisión
exhaustiva de la literatura médica, guías terapéuticas y recursos bibliográficos
relacionados con el manejo de esta problemática de salud.
3. DEFINICION Y ANALISIS DEL PROBLEMA
A pesar de los avances en la intervención quirúrgica y la atención neonatal,
persisten diversas complicaciones pre y postoperatorias que impactan
significativamente en la calidad de vida y el pronóstico de estos pacientes con
ausencia de la luz esofágica.

El diagnóstico precoz de la atresia esofágica plantea desafíos, y la presencia de


complicaciones preoperatorias, como neumonía, distensión abdominal y
malformaciones congénitas asociadas, contribuye a la complejidad clínica. Además,
la intervención quirúrgica, a pesar de los avances, sigue siendo propensa a
complicaciones específicas, como dehiscencia de la anastomosis, estenosis y
fístula traqueoesofágica recurrente, así como complicaciones no específicas, entre
las que se destaca la sepsis.

La falta de estrategias de prevención efectivas y la necesidad de un diagnóstico


temprano más preciso para abordar las complicaciones preoperatorias son
cuestiones cruciales. Asimismo, la identificación de factores de riesgo y la
implementación de medidas para reducir las complicaciones postoperatorias son
aspectos esenciales que requieren una atención más detallada en la revisión actual.
4. JUSTIFICACION
Durante la realización de la práctica electiva de especialidades en el departamento
de cirugía, específicamente en el servicio de cirugía pediátrica del Hospital San Juan
de Dios en la ciudad de Guatemala, se ha observado que las complicaciones
prequirúrgicas y postquirúrgicas en pacientes diagnosticados con atresia esofágica
son frecuentes y varían en gravedad. Estas complicaciones tienen un impacto
significativo en los costos de la atención médica, así como en los índices de
morbilidad y mortalidad.

Dada la importancia de comprender a fondo las características clínicas y


diagnósticas y las medidas profilácticas necesarias para abordar estas
complicaciones, se considera esencial realizar una revisión exhaustiva de la
literatura médica y de investigaciones previas. Esto permitirá obtener un
conocimiento detallado de los desafíos asociados con las atresias esofágicas y, en
última instancia, contribuirá a mejorar la calidad de atención y reducir los costos y
la carga médica relacionada con estas complicaciones.
5. OBJETIVOS

Objetivo General
Realizar una revisión bibliografía detallada para analizar exhaustivamente las
complicaciones prequirúrgicas y posquirúrgicas asociadas a la atresia esofágica,
identificando factores de riesgo, patrones comunes y avances en la prevención y
manejo, con el fin de mejorar la comprensión clínica y optimizar la atención de
pacientes con esta condición.

Objetivos Específicos
1. Investigar y documentar de manera detallada las complicaciones prequirúrgicas
asociadas a la atresia esofágica, identificando factores de riesgo y patrones clínicos
que puedan influir en la planificación y preparación preoperatoria.

3. Revisar críticamente la evidencia disponible sobre las complicaciones


posquirúrgicas de la atresia esofágica, incluyendo problemas a corto y largo plazo,
con el objetivo de entender su incidencia y las medidas efectivas de seguimiento y
tratamiento.

2. Analizar la literatura científica para evaluar las complicaciones más frecuentes en


cirugías de corrección de atresia esofágica, destacando posibles desafíos
quirúrgicos y estrategias para minimizar riesgos.

4. Identificar y examinar las complicaciones específicas asociadas a técnicas


quirúrgicas particulares utilizadas en la corrección de atresia esofágica, con el
propósito de destacar enfoques más seguros y eficientes.

5. Evaluar los avances recientes en la investigación y práctica clínica relacionados


con la prevención y manejo de complicaciones en pacientes con atresia esofágica,
proponiendo posibles áreas de mejora y futuras direcciones de investigación.
6. MARCO TEORICO
La atresia esofágica es una malformación congénita que se caracteriza por la
ausencia de la luz esofágica, pudiendo presentar o no una fístula traqueoesofágica.
Esta condición se clasifica en diversas variantes, siendo la atresia esofágica con
fístula distal la más común, representando el 85% de los casos. Otras variantes
incluyen la atresia esofágica pura sin fístula traqueoesofágica (7%), fístula sin
atresia esofágica tipo H (4%), atresia esofágica con fístula proximal (2%), y la atresia
esofágica con fístula proximal y distal, que es extremadamente rara (<1%). El
diagnóstico prenatal se establece a través de ultrasonidos que revelan
polihidramnios y una burbuja estomacal pequeña o ausente. En el diagnóstico
posnatal, los síntomas incluyen sialorrea, tos debido a la aspiración de saliva y
cianosis, ya que los pacientes tienen dificultades para tragar. La distensión
abdominal puede estar presente en casos con fístula traqueoesofágica distal. La
confirmación radiológica se realiza mediante una radiografía simple, que evidencia
una sonda enrollada en el saco ciego esofágico. Estos criterios clínicos y
radiológicos son fundamentales para un diagnóstico preciso y planificación
quirúrgica.

Complicaciones preoperatorias

Ante la intrincada naturaleza de la atresia esofágica, es crucial identificar los eventos


adversos que pueden manifestarse antes de la intervención quirúrgica. En este
contexto, nos enfrentamos a una serie de desafíos potenciales que requieren una
vigilancia meticulosa. Entre estos eventos, destaca:

1. Neumonía
La presencia de fístulas esofágicas propicia la comunicación anómala entre
el esófago y estructuras circundantes, aumentando el riesgo de infecciones
pulmonares recurrentes. Este fenómeno se debe a la posibilidad de que el
contenido gástrico, que normalmente se encuentra en el esófago, pueda
filtrarse hacia otras áreas, como los pulmones. Esto no solo compromete la
función respiratoria, sino que también crea un entorno propicio para la
proliferación de bacterias, lo que incrementa la probabilidad de infecciones
pulmonares persistentes y complicaciones respiratorias. En situaciones
críticas, la ligadura de emergencia de la fístula se convierte en una maniobra
vital para preservar la vida del paciente. Posteriormente, una vez realizada la
ligadura, se puede planificar una reparación primaria tardía cuando la
estabilidad del bebé lo permita. Es esencial destacar que algunos cirujanos
pediátricos subrayan la importancia de no posponer la segunda operación
más allá de un periodo crítico de 7 a 14 días, ya que existe el riesgo de
recanalización de la fístula. En la práctica, se ha observado que la ligadura
toracoscópica de la fístula seguida de su reparación en un intervalo de 2 a 6
semanas ha demostrado ser eficaz en ciertos casos. No obstante, ante la
variabilidad de resultados, se ha adoptado la estrategia de ligar y dividir la
fístula en todos estos escenarios, minimizando así el riesgo de recanalización
y asegurando una intervención más efectiva en la posterior reparación
definitiva.

2. Distensión abdominal
En situaciones de extrema inestabilidad en neonatos con atresia esofágica,
la opción de recurrir a una gastrostomía de emergencia para descomprimir el
estómago puede considerarse como medida prioritaria. Sin embargo, esta
intervención no está exenta de desafíos, ya que conlleva una potencial
pérdida significativa de volumen corriente, lo cual podría impactar la
estabilidad hemodinámica del paciente. Además, se han documentado tres
complicaciones asociadas con esta operación. La primera, obstrucción por
brida, presenta un riesgo de dificultar el paso normal de los fluidos
gastrointestinales. La segunda, oclusión con perforación yeyunal, subraya la
posibilidad de complicaciones graves a nivel intestinal. Por último, el riesgo
de vólvulo parcial de estómago se incrementa debido a la falta de fijación
adecuada del estómago al peritoneo parietal. Estas complicaciones resaltan
la necesidad de una cuidadosa consideración y evaluación de riesgos antes
de optar por una gastrostomía de emergencia en casos de extrema
inestabilidad neonatal.

3. Malformaciones congénitas
Las malformaciones congénitas, especialmente aquellas asociadas a la
denominada asociación VACTERL, pueden coexistir con la atresia esofágica,
presentando una complejidad clínica significativa. La asociación VACTERL
incluye una serie de anomalías que pueden afectar diferentes sistemas del
cuerpo, como las vértebras (V), el ano (A), el corazón (C), las extremidades
(L de limbs en inglés), y los riñones (R). En el contexto de la atresia esofágica,
los niños pueden manifestar varias de estas características
simultáneamente. Por ejemplo, pueden presentar problemas cardíacos,
como defectos en el septo ventricular, o anomalías vertebrales, tales como
vértebras fusionadas o ausentes. Además, malformaciones en los riñones,
como la displasia renal, y anomalías en las extremidades, como polidactilia
o sindactilia, pueden ser parte de esta compleja asociación. La atención
integral de estos pacientes requiere un enfoque multidisciplinario,
involucrando a neonatólogos, cirujanos pediátricos, cardiólogos, ortopedas,
y otros especialistas para abordar de manera coordinada cada aspecto de
estas malformaciones y brindar la mejor atención posible ya que por ejemplo
los pacientes con una anomalía cardiovascular mayor tienen, por definición,
un riesgo elevado de fallecer, o requieren corregir el defecto antes o
simultáneamente con la corrección de la atresia esofágica, lo cual, como es
de suponer, aumenta las probabilidades de morir del recién nacido, ya que
no solo prolonga el tiempo anestésico, sino que también prolonga la
recuperación posoperatoria de estos pacientes con la aparición de
complicaciones relacionadas con la anomalía asociada. Del 5 al 17 % de los
pacientes con AE cumplen los criterios para esta asociación.10 Otra de las
asociaciones conocidas son el CHARGE, que incluye, coloboma, retardo del
crecimiento y desarrollo, hipoplasia genital y anomalías auriculares, así como
algunas alteraciones genéticas, como las trisomías 13, 18, 21, y el síndrome
de Potter, con agenesia renal e hipoplasia pulmonar.

4. Traqueomalacia
La traqueomalacia, una debilidad en la tráquea que permite el colapso de las
paredes durante la espiración o tos, suele concentrarse en la región de la
fístula en atresia esofágica. El ablandamiento del cartílago y el alargamiento
del músculo transversal provocan colapsos durante la espiración, generando
estridor espiratorio desde tos ronca hasta episodios graves de cianosis o
apnea. En atresia esofágica sin fístula, la traqueomalacia es menos
frecuente. El tratamiento se reserva para bebés gravemente sintomáticos,
optándose comúnmente por la aortopexia. Este procedimiento, que
suspende la aorta ascendente y el arco contra el esternón, abre el lumen
traqueal, y puede realizarse mediante varias técnicas, incluyendo
toracotomía, esternotomía, incisión cervical baja, o incluso toracoscopía, con
evaluación traqueoscópica para verificar el efecto de la suspensión.

5. Desnutrición
La salud nutricional de pacientes con atresia esofágica se ve comprometida
por la falta de continuidad hacia la cámara gástrica, generando un deterioro
significativo. Es crucial mantener un riguroso control de peso y talla,
prestando especial atención a la detección temprana de alteraciones y
facilitando intervenciones nutricionales oportunas. Un estudio retrospectivo,
conducido en 2005 en el Hospital Infantil Miguel Servet en Zaragoza, España,
con un grupo de 25 pacientes, arrojó hallazgos significativos. Las
puntuaciones Z medias de peso y altura, aunque negativas, no descendieron
por debajo de −2 DE. Notablemente, no se observaron diferencias
significativas según el tipo de atresia o la presencia de cardiopatía asociada.
Estos resultados subrayan la necesidad de enfoques nutricionales adaptados
a cada paciente, resaltando la importancia crítica de una atención
personalizada. Este enfoque se torna esencial no solo para preservar el
estado nutricional óptimo de estos individuos antes de someterse a
intervenciones quirúrgicas, sino también para respaldar una recuperación
posoperatoria más efectiva y completa. La atención nutricional personalizada
no solo mitiga el riesgo de deterioro durante el período preoperatorio, sino
que también desempeña un papel fundamental en la mejora del proceso de
rehabilitación posoperatoria.

Complicaciones Postoperatorias

Las complicaciones postquirúrgicas siguen siendo una morbilidad común en los


pacientes con atresia esofágica después de la reparación quirurgica. Estudios
recientes han reportado que las tasas de complicaciones postoperatorias oscilan
entre el 20 y el 60% teniendo un impacto significativo en el pronóstico de los
pacientes con atresia esofágica, a pesar de la excelente gestión quirúrgica y
neonatal, y se pueden asociar con resultados desfavorables.

Las complicaciones pueden ser descritas como especificas cuando dependen de la


sutura esofágica o traqueal y no especificas cuando no están relacionadas.

Complicaciones específicas.

1. Dehiscencia de la anastomosis
La dehiscencia de la anastomosis emerge como la complicación temprana
más común tras una anastomosis termino-terminal o una interposición de
colon, con una incidencia alarmante del 20% de dehiscencia de sutura. Este
fenómeno implica la separación no deseada de los bordes de la anastomosis,
lo que puede llevar a filtraciones de contenido gástrico y bacterias hacia
áreas circundantes, intensificando el riesgo de infecciones y otras
complicaciones. Además, factores como la presencia de malformaciones
congénitas adicionales, el tipo de técnica quirúrgica utilizada y la salud
general del paciente pueden influir significativamente en la probabilidad de la
dehiscencia de la anastomosis. La vigilancia postoperatoria cercana y la
identificación temprana de signos de dehiscencia son cruciales para abordar
de manera efectiva esta complicación, garantizando así una recuperación
exitosa y reduciendo las posibles consecuencias adversas asociadas.

2. Estenosis
Es un estrechamiento de más del 50% de la luz esofágica, se diagnostica
mediante estudios de contraste o esofagoscopia junto con síntomas, con
incidencias informadas entre 17-60%. Aunque la dilatación rutinaria no se
recomienda debido a que muchos pacientes no la necesitan, factores como
la tensión anastomótica, fuga anastomótica, tubo transaanastomótico y
enfermedad por reflujo gastroesofágico se han asociado con un mayor
riesgo. Por lo general, las estenosis responden bien a la dilatación, y la
resección rara vez es necesaria, aunque la eficacia relativa de la dilatación
del globo carece de pruebas sólidas. Un estudio que evaluó 35 pacientes
postoperados encontró que el reflujo gastroesofágico, la tensión
anastomótica y la atresia esofágica de larga distancia aumentaban el riesgo
de desarrollar estenosis anastomótica.

3. Fístula traqueoesofágica recurrente


La incidencia de fístula traqueoesofágica recurrente varía entre el 3% y el
15%. En un estudio, la frecuencia de TEF recurrente disminuyó del 10%
(1986-1995) al 5% (1996-2007). En un extenso estudio toracoscópico
multiinstitucional, la incidencia fue del 1.9%. La etiología de esta
complicación se vincula a fugas anastomóticas. La sospecha de fístula
recurrente surge ante tos durante la alimentación, episodios apneicos,
cianosis o infecciones respiratorias recurrentes. El diagnóstico, a veces
posible con un medio de contraste soluble en agua, suele requerir
broncoscopia para confirmarse. El tratamiento es desafiante, y se han
explorado medidas preventivas, como el uso de parches biosintéticos o
tejidos nativos. Los intentos de manejo endoscópico incluyen cauterización,
pegamento de fibrina y aplicación de ácido tricloroacético al 50%, con cierre
exitoso en promedio tras 1.8 aplicaciones, seguido durante una mediana de
41 meses.

4. Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)


La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) tiende a experimentar
mejoras durante el primer año de vida en la mayoría de los bebés; sin
embargo, esta tendencia no se observa en los bebés con atresia esofágica
(EA). Se ha documentado que la incidencia de reflujo significativo en
pacientes con EA alcanza hasta el 50%, y aproximadamente la mitad de
estos casos requerirá cirugía antirreflujo. Resulta notable que un
considerable número de pacientes con EA manifiestan quejas en la vida
adulta, señalando a la ERGE como la etiología subyacente, lo que incluye la
esofagitis de Barrett. En el ámbito terapéutico, se ha observado que los
medicamentos antirreflujo, incluida la supresión del ácido gástrico, logran el
éxito solo en la mitad de los casos. Esta realidad subraya la complejidad de
manejar el reflujo en pacientes con EA. Las operaciones antirreflujo en este
grupo de pacientes presentan desafíos adicionales, ya que la anatomía
alterada puede complicar los procedimientos quirúrgicos, y el éxito a largo
plazo puede no garantizarse. Por tanto, la gestión integral de la ERGE en
individuos con EA requiere un enfoque individualizado, considerando tanto la
etiología específica como las peculiaridades anatómicas, con el objetivo de
mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones a lo largo del tiempo.

Complicaciones no específicas

1. Sepsis
La sepsis persiste como una de las principales causas de mortalidad, y
diversos factores contribuyen a esta realidad, entre ellos la prematuridad y el
diagnóstico tardío, que se asocian a una mayor incidencia de neumonía por
aspiración. Un estudio liderado por Padilla Meza arrojó resultados
preocupantes, demostrando que la mortalidad alcanzó un elevado 82% en
2015, con una predominancia del 89% de casos atribuidos a sepsis como
causa directa. Otros estudios también han señalado porcentajes superiores
al 50%, destacando las causas infecciosas como desencadenantes
significativos.

2. Toracotomía
La toracotomía, especialmente en neonatos, puede resultar en morbilidad
significativa, como escápula alada, elevación o fijación del hombro, asimetría
de la pared torácica, fusión de costillas, escoliosis y subdesarrollo de los
músculos mamarios y pectorales. Además, el dolor crónico postoperatorio,
un problema significativo con informes que superan el 50%, puede aliviarse
mediante la adopción del enfoque toracoscópico.

3. La Rotura Masiva de Alvéolos/Bronquitis a repetición


Constituye una complicación potencialmente evitable, surgida
accidentalmente debido a la hiperpresión en la ventilación durante la
anestesia. Esta complicación se manifiesta a través de la aspiración
bronquial hemorrágica, generando una significativa dificultad respiratoria.
Este escenario impone la necesidad de un uso prolongado del respirador
automático, contribuyendo lamentablemente al desenlace fatal del paciente.
La atención a este fenómeno requiere una cuidadosa gestión de la ventilación
durante los procedimientos anestésicos, resaltando la importancia de
protocolos rigurosos y la formación especializada del equipo médico para
prevenir este tipo de complicaciones, que, de lo contrario, pueden tener
consecuencias graves para la salud del paciente.
7. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN
El diagnóstico de la atresia esofágica se realiza mediante evaluación clínica,
suscitando sospechas ante la presencia de marcadores como la salivación excesiva
y síntomas respiratorios. La confirmación se logra de manera expedita mediante la
inserción de una sonda por la boca, dado que la identificación temprana es esencial.
La acumulación de secreciones no solo afecta adversamente al recién nacido, sino
que también retrasa la intervención quirúrgica necesaria. Aunque el diagnóstico
prenatal presenta limitaciones en cuanto a su certeza, la detección de
polihidramnios ecográficos proporciona un indicio valioso.

En cuanto al abordaje quirúrgico, se destaca la eficacia del enfoque


videolaparoscópico, evidenciando una reducción significativa de efectos adversos,
como escápula alada, elevación o fijación del hombro, asimetría de la pared
torácica, fusión de costillas, escoliosis, subdesarrollo de los músculos mamarios y
pectorales, y dolor crónico postoperatorio.

Esta revisión bibliográfica subraya la imperante necesidad de estrategias


preventivas, diagnóstico temprano y tratamiento efectivo para abordar la
complicación posoperatoria más frecuente en la reparación de la atresia esofágica,
que, según la mayoría de los autores citados, es la sepsis. Este riesgo se intensifica
en poblaciones de alto riesgo, como los recién nacidos prematuros, dada la falta de
condiciones ideales de bioseguridad en las unidades de cuidados intensivos,
marcadas por el hacinamiento y la escasez de insumos para la higiene tanto de los
pacientes como del personal médico.
8. CONCLUSIONES
1. De las diversas variantes, de atresia esofágica destaca por su prevalencia,
la atresia esofágica con fístula distal (85% de los casos).
2. Complicaciones preoperatorias: La presencia de fístulas esofágicas aumenta
el riesgo de neumonía, destacando la importancia de la ligadura de
emergencia para preservar la vida del paciente.
3. La gastrostomía de emergencia es una medida para descomprimir el
estómago en casos críticos, pero presenta desafíos y riesgos asociados.
4. La atresia esofágica puede coexistir con la asociación VACTERL, requiriendo
un enfoque multidisciplinario para abordar las complejidades clínicas.
5. La falta de continuidad gástrica compromete el estado nutricional, por lo que
es mecesario enfoques nutricionales personalizados para preservar en
optimas condiciones al paciente beneficiando el periodo transoperatorio y
posoperatorio.
6. De las complicaciones postoperatorias específicas la estenosis responde
bien a la dilatación, y la resección rara vez es necesaria.
7. La enfermedad por reflujo gastroesofágico en pacientes con atresia
esofágica presenta desafíos en el manejo, con un mayor riesgo de
complicaciones a largo plazo y la necesidad de cirugía antirreflujo en muchos
casos.
8. Sepsis y otras complicaciones La sepsis sigue siendo una causa significativa
de mortalidad.
9. RECOMENDACIÓN
El control prenatal desempeña un papel crucial al permitir la detección temprana de
malformaciones congénitas, incluyendo la atresia esofágica, ofreciendo la
oportunidad de adoptar medidas anticipadas para mejorar la gestión de estos casos
antes del parto. Este enfoque proactivo no solo facilita la preparación del equipo
médico y los recursos necesarios para el momento del nacimiento, sino que también
brinda a los padres información valiosa sobre las condiciones de salud potenciales
de su hijo. Asimismo, la identificación temprana de malformaciones congénitas
permite establecer un plan de atención y tratamiento personalizado, optimizando así
los resultados y la calidad de vida del recién nacido afectado.
10. BIBLIOGRAFIA

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