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La EBI involucra a los padres y madres de familia y a las organizaciones de las comunidades en las
que se aplica en la gestión y en el quehacer educativo, en tanto reconoce la participación social o
comunitaria o popular como uno de sus componentes fundamentales que contribuyen al mejoramiento
de la calidad de la educación.
En diversos países de América Latina la EBI es también conocida como educación intercultural
bilingüe (EBI), por la centralidad que se le asigna a la cultura en el proceso educativo y en la medida
que la educación lingüística de los educandos se sitúa en un marco de preocupación intercultural.
La EBI es también hoy una opción política de muchas organizaciones y líderes indígenas de América
Latina en su lucha contra la discriminación, el racismo, la exclusión social y política, en el camino
hacia una ciudadanía diferenciada o intercultural, en el marco de un Estado-nación diferente al actual.
En Guatemala, la EBI es sobre todo una propuesta educativa estatal dirigida a la atención exclusiva
de la población indígena. En el caso guatemalteco, tal movimiento se ve reflejado en las propuestas y
prácticas de educación maya.
Guatemala, junto con Bolivia, constituye uno de los dos países de América Latina con mayor presencia
indígena. Según el último censo de población, el 41% de la población nacional se auto identifica como
indígena. No obstante, y dadas las limitaciones que estos operativos evidencian en contextos indígenas,
se estima que la población indígena en Guatemala superaría fácilmente el 60% de su población.
Guatemala tiene una historia relativamente larga de educación bilingüe que se remonta a fines de la
década de los sesenta, cuando se puso en práctica un proyecto experimental de educación bilingüe con
niños de las cuatro comunidades mayas más numerosas.
Cuando comenzaron los proyectos de educación bilingüe en Guatemala, los niños indígenas sólo
llegaban a completar dos años de escolaridad en promedio y las niñas indígenas con dificultad
terminaban el primer grado. El descuido en el que el gobierno guatemalteco mantenía a niños y
adolescentes indígenas resultaba de la compleja estructura social y política que caracterizaba al país,
en desmedro de la población indígena. En dicha situación y como explícitamente declaró Rigoberta
Menchú, un indígena "tenía una que ocultar su identidad [y su idioma] para poder resistir".
Desde 1979, la educación bilingüe se ha extendido gradual y oficialmente bajo un modelo de transición
temprana. El proceso comenzó con sólo 10 escuelas piloto. Hoy, DIGEBI es responsable de 2.193
unidades preescolares y 1.200 escuelas primarias donde se distribuye materiales educativos en
idiomas indígenas a alumnos de 13 diferentes comunidades etnolingüísticas mayas.
En 1996, poco después de que se firmaran los Acuerdos de Paz, el gobierno guatemalteco organizó
una comisión de reforma educativa nacional cuyos miembros provenían tanto del gobierno como de
la sociedad civil e incluían en especial a profesionales y líderes indígenas reconocidos socialmente.
La primera propuesta se publicó en 1998 y desde entonces se han dado diversas iniciativas en las
áreas de capacitación de maestros, desarrollo de material educativo e implementación de proyectos
de EBI.
La Reforma incluye la educación intercultural para todos y la EBI para la población indígena. Las
discusiones para construir una nueva propuesta educativa tomaron varios años pues fue difícil para
las partes involucradas adaptarse a las nuevas variables de la diversidad lingüística y cultural.
Los resultados de los exámenes nacionales más recientes muestran los efectos positivos de la
educación bilingüe en el desempeño de los niños en la primaria cuando compararon los resultados
obtenidos por estudiantes indígenas en escuelas bilingües con aquellos obtenidos por sus pares en
escuelas exclusivamente hispanohablantes. Gracias a ello, el Ministerio de Educación lanzó en abril
2005 un plan de revitalización de la educación bilingüe en el país.
La producción de textos en idiomas indígenas da clara evidencia de una de las mayores dificultades
con las que tropieza la EBI en Guatemala. Si bien ha habido un cambio discursivo explícito en favor
de los enfoques interculturales en la educación, y la educación bilingüe estatal ha girado retóricamente
de la educación bilingüe de transición a la educación bilingüe de mantenimiento y desarrollo, por lo
general, los currículos nacionales e incluso los textos escolares bilingües siguen tomando como
referencia obligada la cultura occidental.
Se ha intentado incluir la EBI en instituciones de formación de maestros a nivel nacional, para elevar
su conciencia crítica sobre la naturaleza y las implicaciones de una sociedad multiétnica.
Conclusión:
Debemos reconocer que, en el actual sistema educativo, hay una doble discriminación hacia los
pueblos indígenas en cuanto a cobertura y a pertinencia. La educación bilingüe es limitada y la
interculturalidad se enfoca, hasta ahora, sólo hacia los indígenas y ésta es una tercera línea de
discriminación.
a) Partir de la realidad individual, para que las personas valoren lo propio (autoestima) y puedan
desechar con lucidez lo que constituye un factor de influencia negativa para el desarrollo de su persona
y de su comunidad.
b) Desarrollar conceptos y metodologías que favorezcan los procesos interculturales.
c) Trabajar la cotidianidad como espacio de construcción de relaciones. Esto nos debe llevar a la
superación de prejuicios y estereotipos como “los indígenas son buenos para el arte pero no tanto
para la abstracción” o “los ladinos son aprovechados”.
d) Crear teoría y praxis pedagogía que no rompa con las raíces culturales de cada uno de los pueblos.
e) Considerar que la educación Intercultural bilingüe más que de métodos, es cuestión de hábitos de
actitudes.
Egrafía:
https://es.scribd.com/document/348679851/Desafios-de-La-Ebi-en-Guatemala