SUP E R S T I C I O N E S

Las supersticiones han sido compañeras inseparables de

la humanidad a lo largo de la historia, tejidas en el tapiz
de nuestras culturas y sociedades. Estos arraigados
creencias, a menudo irracionales, han pervivido a lo largo
de los siglos, marcando nuestras acciones y decisiones
cotidianas. Se definen como la creencia en fenómenos
inexplicables, generalmente asociados a la suerte o la
desgracia, y su origen se remonta a los albores de la
civilización.
En sus primeros vestigios, las supersticiones surgieron
como intentos primitivos de explicar el mundo que nos
rodea. Ante la incertidumbre y la falta de conocimiento
científico, las personas se aferraban a explicaciones
místicas y simbólicas para entender eventos
inexplicables. Así, nacieron rituales y amuletos destinados
a conjurar el mal o atraer la buena fortuna. La
superstición, en este sentido, fungía como un bálsamo
para la ansiedad inherente a la condición humana.
 SUP E R S T I C I O N E S
Personalmente, enfrentarme a una superstición evoca
una mezcla de curiosidad y escepticismo. Aunque
comprendo la herencia cultural y psicológica que
subyace a estas creencias, la razón y la lógica chocan con
la irracionalidad de los actos supersticiosos.
Experimentar una superstición me llevaría a cuestionar
la influencia que estas tradiciones ancestrales aún
ejercen sobre mi pensamiento y comportamiento,
recordándome la persistencia de lo misterioso en
nuestro entendimiento del mundo.
En última instancia, las supersticiones continúan siendo
un fenómeno fascinante que revela la compleja relación
entre la mente humana, la cultura y la búsqueda
constante de significado en un mundo lleno de
incertidumbres. Aunque nos encontramos inmersos en
una era científica y tecnológica, las sombras de la
superstición persisten como vestigios de nuestro pasado
ancestral, recordándonos que, a pesar de nuestro
progreso, seguimos siendo criaturas arraigadas en la
búsqueda de respuestas y consuelo ante lo desconocido.
 HABLEMOS DE LAS

SUPERSTICIONES
RELACIÓN CON
ESTADOS DE ÁNIMO
Ignorancia: Falta de conocimiento
acerca de un asunto determinado.
Ambición: Deseo ardiente de
poseer riquezas, fama, poder u
honores.
Prepotencia: Dominio, poder
superior al re otros y, en especial,
abuso de ese poder.
¿QUE SON?
Creencia que no tiene fundamento
racional y que consiste en atribuir
carácter mágico o sobrenatural a
determinados sucesos o en pensar que
determinados hechos proporcionan
buena o mala suerte. Extraña a la fe
religiosa y contraria a la razón. La
superstición es un modo de vida que rige
al hombre desde que éste existe y la
remontan a los primeros balbuceos del
“homo sapiens”. Lo cierto es que desde
sus comienzos el hombre trató de
explicar su mundo y los misterios que lo
rodeaban de una manera supersticiosa.

Miedo: Emoción caracterizada por

una intensa sensación desagradable
provocada por la percepción de un
peligro, real o supuesto. MALA SUERTE
Tristeza: Estado afectivo Abrir el paraguas dentro de
provocado por un casa.
decaimiento de la moral. Un cuadro torcido
Pasar por debajo de una
Timidez: Estado de ánimo escalera
que afecta a las relaciones Gato negro
personales

GRUPOS SOCIALES PROPENSOS BUENA SUERTE

Relacionamos las supersticiones con culturas Colgar una
primitivas, pueblos subdesarrollados y grupos herradura en la
sociales de bajo nivel cultural. Si en la familia y puerta.
el grupo social al que pertenece una persona se
vive un ambiente de superstición es muy encontrar un
probable que esa persona, por un efecto de trébol de cuatro
contagio acabe siendo también supersticiosa. hojas.
Pero observamos que en sociedades modernas
y avanzadas e incluso en ambientes Llevar una pata de conejo.
universitarios también se producen este tipo de
creencias. Poner cactus en las ventanas

El número 7