Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Comentario de Video.
Comentario de Video.
Lilian Machuca
Cada día la tecnología está más presente en nuestra vida cotidiana. La lectura se ha vuelto
un esfuerzo para muchos. Somos más dependientes de la tecnología y de sus avances que nos
impiden hacer actividades simples, lucrativas y educativas como leer.
IMAGEN 13
Nicholas G. Carr
“La lectura profunda que solía suceder de forma natural ahora se ha convertido en un
esfuerzo”. Carr señala que la razón principal es el uso prolongado de internet. “La mayor amenaza
es su potencial para disminuir la capacidad de concentración, reflexión y contemplación”. Mientras
el internet se convierte en un medio universal, podría estar readiestrando nuestras mentes para
recibir información de manera muy rápida pero en pequeñas porciones.
IMAGEN 14
Dependencia de la tecnología
Tecnofilia
La nueva necesidad
Limites
En la actualidad, las personas dependen de forma excesiva del uso de los dispositivos
tecnológicos, a tal punto de que no pueden separarse de ella. Muchas personas, generan cuadros de
dependencia, en vez de realizar más actividades al aire libre, como deportes, salir con amigos,
actividades educativas como leer.
Ocupar diversas tecnologías para nuestro bien en el día a día, ya sea para satisfacer
necesidades o darse un leve gusto, no es malo, sin embargo se deben fijar límites. Las redes
sociales, el celular, y los videojuegos al principio marcaron un hito en la población, permitiendo la
intercomunicación, con el paso del tiempo empezaron a hacerse más partícipes en la vida del
hombre, llegando a ser una necesidad, o mejor dicho una adicción muy difícil de dejar.
IMAGEN 22
Tentaciones y Adicción
La tecnología une a las personas y les ayuda a comunicarse, pero tiene efectos secundarios
peligrosos. En cuanto a la lectura, esta red permite recibir en la pantalla obras completas, pero a la
mayoría de las personas los atrapa con sus juegos, redes sociales y las miles de aplicaciones que
hay.
Las tabletas y teléfonos, ahora conectados hasta a la televisión, vuelven a las personas de
todas las edades adictas a estar pendientes de las publicaciones que millones de usuarios comparten
en Facebook, Instagram, Twitter, Whatsapp y muchas otras. En esta “era del selfie” abundan los
escritores ansiosos por contar sus historias, muchos se creen con la obligación de compartir
sentimientos o acontecimientos de la vida.
La lectura es un hábito que suele adquirirse a temprana edad, pero las múltiples atracciones
de la vida cotidiana resultan tentadoras y poco a poco adictivas. Las nuevas generaciones prefieren
esperar a “que salga la película” para enterarse de qué trata el libro, por famoso que sea. La lectura
tuvo su gran momento en el siglo XIX. La clave del éxito de los autores de aquella época es que no
tenían que competir con tanto entretenimiento y tantas ocupaciones que merman el tiempo de ocio,
imprescindible para leer.