Está en la página 1de 2

Las Variables Contingenciales

Nombre de Integrantes:
Jose Alejandro Medina
Christian Chávez Andia
Bruno Cenzano
Elen Rojas Torrico
Las variables contingenciales, también conocidas como variables contingentes o
variables situacionales, son factores o condiciones que pueden influir en el
funcionamiento y los resultados de una organización, pero cuya importancia y efecto
pueden variar según el contexto específico en el que se encuentre la organización.
Estas variables se basan en la idea de que no existe una única forma de organizar o
gestionar una empresa que sea adecuada para todas las situaciones. En cambio, el
enfoque de contingencia reconoce que las prácticas y estructuras organizativas
eficaces pueden depender de una serie de factores externos e internos.
Algunas características de las variables contingenciales son:
Contexto: Las variables contingenciales se refieren a las características y condiciones
específicas del entorno en el que opera una organización, como la industria, el
mercado, la cultura, la tecnología y la competencia.
Interacción: Estas variables interactúan con los aspectos internos de la organización,
como su estructura, estrategia, sistema de toma de decisiones y cultura organizativa.
Flexibilidad: Las variables contingenciales implican que las organizaciones deben
adaptarse y ajustar sus prácticas y enfoques a medida que cambian las circunstancias y
los desafíos del entorno.
Enfoque situacional: El enfoque contingencial destaca la importancia de analizar y
comprender las situaciones específicas antes de tomar decisiones o implementar
cambios en la organización.
Las variables contingenciales se utilizan en la empresa para comprender cómo
diferentes factores externos e internos pueden afectar el rendimiento organizativo y
cómo se pueden adaptar las prácticas de gestión en consecuencia. Algunos ejemplos
de variables contingenciales incluyen la estabilidad del entorno, el tamaño de la
organización, la tecnología utilizada, la diversidad de los empleados, la cultura nacional
y la competencia en el mercado.
Por ejemplo, en una empresa altamente competitiva y dinámica, donde los cambios en
el entorno y la tecnología ocurren rápidamente, una estructura organizativa más
flexible y descentralizada puede ser más efectiva que una estructura rígida y
centralizada. Sin embargo, en una industria altamente regulada, donde el
cumplimiento normativo y la estabilidad son fundamentales, una estructura más
centralizada y jerárquica puede ser necesaria para garantizar la conformidad y la
eficiencia operativa.

También podría gustarte