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La investigación en el siglo XXI

José Rodríguez Navas

Marzo, 2021

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MÉTODO, METODOLOGÍA Y EPISTEMOLOGÍA

Con la aparición del Método Científico se pretendió tener un sistema que permitiera
una única forma de investigar. Eso proviene del éxito que tuvo la ciencia al repetir, repetir,
repetir…. Las primeras máquinas se basaban en repetir procesos una y otra vez. Con la
llegada de la industrialización este proceso fue llevado a su máxima expresión y así la
repetición y la continuación de conocimiento se volvieron lo único. Las leyes de la
mecánica newtoniana por mucho tiempo intentaron explicar la naturaleza y el universo y
así se repitió durante varios siglos. Con el estudio de las partículas subatómicas todo
cambió y surgieron comportamientos inexplicables como lo planteó Werner
Heisenberg en 1927 con la Teoría de la incertidumbre. Y la repetición de las leyes
newtonianas, en cierta medida, cambió. En la actualidad se sigue repitiendo la teoría de la
incertidumbre hasta que nuevos descubrimientos cambien la repetición.
Es curioso como la mayoría de los autores que tratan el tema de la investigación no
realizan la vinculación entre método, metodología y epistemología, tal como lo señala Ugas
(2011): “Una investigación que no articula método, metodología y epistemología termina
vaciada de contenido, cargada de dislates discursivos”. (p.6).
Y en la mayoría de los trabajos de pregrado en nuestras instuciones universitarias
sucede así porque pareciera que existe dificultad o temor, sobre todo en los temas de
método y epistemología, quizás por la carencia de unidades curriculares que aborden esos
temas.

Articulación

Como ya se dijo, Gabriel Ugas (2011) teoriza acerca de que el método, la


metodología y la epistemología deben estar articulados, es decir: “Decimos que hay
articulación cuando dos o más elementos se unen y relacionan mediados por un aspecto
relativo a ellos”. (p.33)
Deben estar organizados de tal forma que se logre un discurso coherente y eficaz,
que debe estar presente en los diversos trabajos de investigación, principalmente los que
generan la consecución de algún grado universitario.
El autor precitado plantea que la articulación entre método, metodología y
epistemología se produce cuando dentro de la investigación se unen y relacionan las

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funciones de cada uno de ellos con el fin de darle orden, control y coherencia al discurso
final resultante y esto es lo que le confiere sentido al acto cognitivo producido. El método
refiere al orden y las reglas a seguir según ciertos principios teóricos; la metodología se
constituye en el control que se ejerce mediante los procedimientos y protocolos y la
epistemología establece la reflexión que se practica a los métodos sustentados en el
discurso resultante.
Puede comparase esta articulación con la conducción de un vehículo. La
epistemología correspondería a las teorías para manejar, el método con las técnicas y
procedimientos para conducir un vehículo y la metodología con la conducción en sí donde
se debe conocer el camino a seguir, el punto de llegada, entre otros elementos que más
adelante se denominarán variables.
En esta investigación se hará esa articulación en las investigaciones cuantitativas al
realizar una taxonomía de los objetivos de investigación que estén en concordancia con
modelos epistémicos originarios y en relación con la metodología a emplear según la
investigación y el sujeto u objeto de estudio. En las investigaciones de índole cualitativa

NIVEL TEÓRICO Y NIVEL DE ACCIÓN

Cuando Eva comió del fruto del árbol prohibido no se detuvo a pensar si la razón
estaba de parte de Yahveh o de la Serpiente, simplemente comió la fruta para saber que
sucedía y le dio su esposo. Pero cuando Yahveh le pregunto a Adán si había comido del
árbol prohibido él le contestó que había sido la mujer que había puesto a su lado, iniciando
así un razonamiento producto de la sabiduría dada por el fruto.
Se inicia así una distinción entre el la acción y pensamiento. Eva realizó la acción,
mientras que Adán realizó el pensamiento. En las investigaciones sucede exactamente igual
se realiza una reflexión de lo que sucede o sucedió y luego se intentan justificar o
demostrar. Es por ello que se debe plantear tanto el nivel teórico y como el nivel de acción
sin importa el tipo de investigación que se esté realizando.
El nivel teórico no debe confundirse con el marco teórico referencial. Es el punto
desde donde parte el problema a investigar y provee el componente teórico y abstracto de la
investigación y donde está ubicado lo epistemológico. Aquí se especifica cuál es el

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problema a investigar, se identifican y describen los elementos que definen el problema; se
observan hechos, situaciones y características. Se plantea desde que perspectiva se va a
estudiar y cuáles serían los aspectos epistemológicos y metodológicos, así como el método
a utilizar.
El nivel de acción permite evidenciar la problemática o acontecimiento. Para
alcanzarla se realizan procedimientos, técnicas, y se ejecutan los instrumentos para la
obtención de la información necesaria y luego realizar la validación correspondiente y así
conseguir los propósitos, demostrar las hipótesis o alcanzar los objetivos. Aquí se
manifiesta lo praxológico.

CUANTITATIVO VS. CUALITATIVO

Penélope era pretendida por muchos hombres mientras esperaba a su esposo Odiseo
quien estuvo veinte años ausente. Ante la imposibilidad de ella para enfrentarse a los
interesados en ser los nuevos reyes de Ítaca, ideó una gran cantidad de tretas para darle
largas durante esas dos décadas. El ardid más conocido fue el de tejer y destejer la mortaja
de su suegro Laertes. Al llegar, Odiseo accede al palacio disfrazado de mendigo con ayuda
de su hijo, mata a todos los pretendientes. Concluye así uno de las artimañas más famosas
de la historia.
Sin pretensiones de ser Odiseo, la parte final de este trabajo intenta plantear como
durante varias décadas se ha planteado la oposición entre lo cuantitativo y lo cualitativo. En
ese enfrentamiento nunca faltan los mediadores que unen esos contrarios.
Sin pretensiones de ser Odiseo, en esta parte se intenta plantear como durante varios
siglos se ha presentado un falso enfrentamiento entre lo cuantitativo y lo cualitativo, donde
no han faltado los mediadores que intentan unir esos supuestos contrarios.
Es en la Atenas del s. IV a.C. cuando se inicia la polémica entre lo cuantitativo y lo
cualitativo. Sócrates (470-399 a.C.) seguidor del “atomismo” de Demócrito y del
“calculismo” de Tales y Pitágoras da inicio al pensamiento cuantitativo. En el Menón (89 a)
afirma que: “Entonces, puede decirse así, en general: todo para el hombre depende del
alma. Mientras que lo que es relativo al alma misma depende del discernimiento para ser

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bueno; y, por lo tanto, según este razonamiento, lo útil seria discernimiento”. Ese
discernimiento es la “inducción” de origen a la teoría cuantitativa.
En el mismo Diálogo la conversación entre Sócrates y el esclavo, el filósofo logra
finalmente sacarle a su interlocutor un teorema matemático que nunca antes había
aprendido o escuchado.
Aristóteles, por su parte, consideraba a la lógica como el medio para la resolución
de problemas. En el Organón (SA.1 87b27): “La ciencia no se adquiere por la sensación;
porque, no obstante que la sensación se refiere a tal cualidad general y no solamente a tal
objeto particular, no por eso es menos necesario sentir una cosa especial en tal lugar y en tal
momento”. Proponiendo así lo opuesto a la “inducción” que es la “deducción”,
proponiendo así lo cualitativo.
A pesar de oponerse al maestro, Aristóteles en Metafísica (M.4; 1078b 27) señala
las aportaciones de éste: “Dos cosas hay que atribuir con justicia a Sócrates, por un lado el
argumento inductivo y por otro la definición general”.
Aristóteles, en los Segundos Analíticos del Organón, admitió la necesidad de
demostrar mediante una serie de reglas, a las cuales se les llamó, posteriormente,
“métodos”.
En la edad Moderna René Descartes (1596-1650) y Francis Bacon (1561-1626) en
sus obras El discurso del método, editado en 1637 y el Novum Organum, publicado el
1620, respectivamente, se inicia nuevamente la pugna entre lo cuantitativo y lo cualitativo.
Descartes (2010) en la segunda parte de la obra citada presenta los cuatro preceptos
básicos de su método:
1. No dejarse llevar por la intuición.
2. Dividir las dificultades en sus partes. Es decir, analizar.
3. Ir de lo simple a lo complejo. El método inductivo.
4. Enumerar cada uno de los elementos para no omitir nada.

Lo consideró el mejor método:

Y, efectivamente, me atrevo a decir que la exacta observación de los pocos


preceptos por mí elegidos me dio tanta facilidad para desenmarañar todas las
cuestiones de que tratan esas dos ciencias, que en dos o tres meses que empleé
en examinarlas, habiendo comenzado por las más simples y generales, y siendo

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cada verdad que encontraba una regla que me servía luego para encontrar otras,
no sólo conseguí resolver varías cuestiones, que antes había considerado como
muy difíciles, sino que hasta me pareció también, hacia el final, que, incluso en
las que ignoraba, podría determinar por qué medios y hasta dónde era posible
resolverlas. (p.49)

Con este método Descartes (2010) se aseguraba de utilizar exclusivamente la razón:


“Pero lo que más contento me daba en este método era que, con él tenía la seguridad de
emplear mi razón en todo, si no perfectamente, por lo menos lo mejor que fuera en mi
poder”. (p.50)
Bacon (1984), por su parte, había considerado la eliminación de los “ídolos”: que
eran las nociones falsas que han invadido la mente de los humanos.

Los ídolos y las nociones falsas que han invadido ya la humana inteligencia,
echando en ella hondas raíces, ocupan la inteligencia de tal suerte, que la
verdad sólo puede encontrar a ella difícil acceso; y no sólo esto: sino que,
obtenido el acceso, esas falsas nociones, concurrirán a la restauración de las
ciencias, y suscitarán a dicha obra obstáculos mil, a menos que, prevenidos los
hombres, se pongan en guardia contra ellos, en los límites de lo posible. (p.9)

Ellos son el de la tribu que tiene su fundamento en las limitaciones de la raza


humana; el de la caverna, que tiene como base la individualidad; del mercado, proveniente
de las relaciones de los humanos como el lenguaje, el comercio, entre otros; del teatro o de
los sistemas, que surge de los dogmas o sistemas filosóficos y conceptuales.
Para él era necesario eliminarlos. “Hemos hablado de cada una de las especies de
ídolos y de su vano brillo; conviene por formal y firme resolución, proscribirlos todos, y
libertar y purgar definitivamente de ellos al espíritu humano, de tal suerte que no haya otro
acceso al reino del hombre”. (p.18-19)
Y dio las pautas para hacerlo: “La formación de nociones y principios mediante una
legítima inducción, es ciertamente el verdadero remedio para destruir y disipar los ídolos”.
(p.9)
Aquí incluía el método inductivo que no era el cartesiano al cual consideraba
ilegítimo, porque lo legítimo es la experiencia y la observación. “La mejor demostración es,
sin comparación, la experiencia, siempre que se atenga estrictamente a las observaciones.

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Pues si se extiende una observación a otros hechos que se cree semejantes a menos de
emplear en ello mucha prudencia y orden, se engaña uno necesariamente”. (p.19)
Aunque Francis Bacon criticó duramente a Aristóteles se plegó a su método.
Con las teorías newtonianas el método de Descartes obtuvo más éxito que el de
Bacon que también tenía sus promotores. Así se inició nuevamente la controversia entre lo
cuantitativo y lo cualitativo. A pesar de los señalamientos de Aristóteles proponía que los
métodos no debían estar aislados ni eran opuestos.

Por otra parte, sostener que se puede demostrar siempre una cosa cualquiera
mediante todos los principios, indistintamente, no es indagar si los principios
son idénticos para todas las cosas; ésta es una aserción por demás inocente,
porque esto no tiene lugar ni en las ciencias propiamente dichas, ni en el
análisis, donde esto es igualmente imposible. (SA.1 88 a15)

Es decir que ya hace más de 2.300 años se hablaba de la imposibilidad de un


método único y universal como quiso hacerse con el método científico propugnado por
Descartes y que en la actualidad sigue imponiéndose.
Fue Tomás Kuhn (1971) quien exacerbó la separación entre lo cuantitativo y lo
cualitativo con la introducción del concepto de paradigma. “Considero a los paradigmas
como realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo,
proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica”. (p.13)
Para Morín (1982) el paradigma puede definirse como: “Un principio de
distinciones-relaciones-oposiciones fundamentales entre algunas nociones matrices que
generan y controlan el pensamiento, es decir, la constitución de teorías y la producción de
los discursos de los miembros de una comunidad científica determinada”. (p. 11).
Martínez (2004) considera que: el “paradigma instituye las relaciones primordiales
que constituyen los supuestos básicos, determinan los conceptos fundamentales y rigen los
discursos y las teorías” (p. 4).
Mientras que Hurtado y Toro (2001) plantea que: …“los paradigmas nos muestran
la diversidad de las formas de conocer de una época y cada uno de ellos constituye un
modo común fuera del cual no es posible conocer” (p. 26).
Padrón (2005) dice que: “Paradigma se usa comúnmente hoy en día para designar
una postura, una opción o un modo sistemático de investigar, opción que se expresa en

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típicas vías técnico-instrumentales y que responden a un fondo filosófico o manera de ver el
mundo, el conocimiento humano y sus procesos de producción”. (p. 3).
Como puede observarse, ni siquiera los autores se ponen de acuerdo lo que es un
paradigma, de ahí que Masterman (1975) plantee la indefinición del término paradigma
porque no existe ningún consenso sobre la definición y mucho menos sobre sus atributos.
Rist (1977) establece tres, Patton (1978) siete y Guba (1978) indica catorce.
Lo que hace recordar los ardides de Penélope para conservarse como esposa de
Odiseo. Así, intereses oscuros han intentado realizar una falsa división entre paradigmas.
Según Alvira (1983):
… la polémica método cualitativo / método cuantitativo está viciada de raíz:

1. Se identifica cada método con un paradigma distinto y opuesto.


2. Se afirma la radical oposición entre ambos paradigmas a la vista de unos
presupuestos metatéoricos.
3. Se oculta la posibilidad de utilización conjunta de los métodos cualitativos y
cuantitativos. (p.35)

Es el investigador quien asume la orientación que debe tener la investigación, de ahí


entonces surgen las preguntas que debe formularse el investigador, tal como lo afirma Guba
(op.cit):
1. ¿Cómo se concibe la naturaleza de lo cognoscible o de la realidad?
2. ¿Cuál es la naturaleza de la relación entre quien conoce -la investigadora o el
investigador- y lo conocido o cognoscible?
3. ¿Cuál es el modo en que construye o desarrolla conocimiento la investigadora o
el investigador?
Las respuestas a estas preguntas debe proveer el paradigma donde debe ubicarse el
investigador.
En realidad lo importante, entonces, no es el paradigma sino el abordaje que se haga
quien investiga. De acuerdo a todo lo analizado por Reichart y Cook (2005) a lo largo de su
obra, se puede decir que surge un paradigma emergente y es que no puede existir un
paradigma a priori para una determinada investigación.

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Indiscutiblemente que lo importante para realizar la investigación es el método que
se vaya a emplear. Tal como lo plantean Reichart y Cook (op.cit): … “dado que los
investigadores conciben al mundo de maneras diferentes, deben utilizar métodos distintos
de investigación”. (p.42)
En este punto es donde intervienen la teoría de Paul Feyerabend (1986): … “no hay
una sola regla, por plausible que sea, y por firmemente basada que esté en la epistemología,
que no sea infringida en una ocasión u otra”. (p.3)
Lo importante para abordar la investigación es el método a utilizar. Es cierto que
existen métodos cuantitativos y métodos cualitativos.
Reichart y Cook (1982) plantean que: “Por métodos cuantitativos los investigadores
entienden técnicas experimentales aleatorias, cuasiexperimentales, test ‘objetivos’ de lápiz
y papel, análisis estadísticos multivariados, estudios de muestras, etc. En contraposición los
métodos cualitativos incluyen la etnografía, los estudios de caso, las entrevistas en
profundidad y la observación participante”. (p.40) Los cuales sirven para abordar la
investigación desde la perspectiva que se vaya a realizar.
La elección del método de investigación deberá depender de varios factores entre
los cuales están:
1. El sujeto u objeto de estudio.
2. El o los problemas presentados.
3. La exigencia de los problemas.
4. El entorno donde se ubican.
5. Los recursos que se poseen.
6. La finalidad de la investigación.

Y a pesar de ello la investigación puede tomar un curso diferente al que haya sido
planteado.
Que una investigación sea cuantitativa o cualitativa va a depender exclusivamente
de la perspectiva que asuma el investigador. Es solo un punto de vista o en palabras de
Reichart y Cook (op. cit): “Los modernos filósofos de la ciencia están ampliamente de
acuerdo en que todos los hechos están inspirados por la teoría y, por tanto, al menos
parcialmente, son subjetivos. (p.44)

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REFERENCIAS

Alvira M., F. (abril-junio de 1983). Perspectiva cualitativa y cuantitativa en las


investigaciones sociales. Revista española de investigaciones sociales (22), 34-39.
Aristóteles. (1982). Tratados de lógica. El organón I. Madrid: Gredos.
Aristóteles (1994) Metafísica. Madrid: Gredos.
Bacón, F. (2002) Novum organon. Barcelona (España): Folio.
Descartes, R. (2010). El discurso del método. Madrid: Espasa-Calpe.
Feyerabend, P. (1986). Tratado contra el método. Madrid: Tecnos.
Guba, E. (1978). Toward a Methodology of Naturalistic Inquiry in Educational Evaluation.
Los Ángeles: California University.
Hurtado, I. y. Toro, I. (2001). Paradigma y métodos de investigación en tiempo de cambio.
México: Limusa.
Kuhn, T. (1962). La estructura de las revoluciones científicas. México: FCE.
Martínez (2004) Ciencia y arte de la metodología cualitativa. México: Trillas.
Masterman (1975) La Naturaleza de los Paradigmas. En I.Lakatos y A. Musgrave (Edts.).
La Crítica y el Desarrollo del Conocimiento. México: Grijalbo
Rist (1977) On the relations among eduational research paradigms; from disdain to
detente. Anthropology and Education . Quarterly.
Morin, E. (1982). Para salir del siglo XX. Barcelona (España): Kairós.
Padrón, J. (2005). Paradigma de Investigación y Creatividad. Epistemología: tutorial paso
a paso.
Patton, M. Q. (1978). Utilization-Focused Evaluation. Beverly Hills: Sage.
Platón. (1987). Diálogos II. Madrid: Gredos.
Reichart, C. y Cook, T. (2005). Métodos cualitativos y cuantitativos en la investigación
evaluativa. Madrid: Morata.
Ugas, G. (2011). La articulación Método, Metodología y Epistemología. San Cristobal:
ULA.

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