1.

Observa el mapa de los peligros más frecuentes en el documento 23, selecciona dos
peligros y establece acciones que se debe realizar en los tres aspectos de la prevención
de riesgos: prevención específica, preparación en base a la educación y respuesta ante la
emergencia.

Peligro I: Inundaciones
Prevención específica Preparación a través de la educación Respuesta ante una emergencia

● Construcción de sistemas de ● Campañas de concienciación ● Establecimiento de planes de

drenaje y canales de
desviación para dirigir el agua
lejos de áreas residenciales.
● Implementación de medidas
de control de inundaciones
como la construcción de
diques y barreras.
sobre el riesgo de
inundaciones y cómo actuar
en caso de alerta.
● Educación sobre la
evacuación segura y los
refugios temporales
disponibles.
evacuación claros y prácticas
periódicas de simulacros.
● Creación de kits de
emergencia con suministros
esenciales y almacenes de
ayuda para distribuir
rápidamente.
Peligro II: Terremotos
Prevención específica
● Inspección y reforzamiento de
edificios y estructuras
vulnerables a los terremotos.
● Cumplimiento de códigos de
construcción sísmica para
nuevas edificaciones.
Preparación a través de la educación
● Programas educativos sobre
la preparación antes, durante
y después de un terremoto.
● Entrenamiento en técnicas de
primeros auxilios y búsqueda
y rescate.
Respuesta ante una emergencia
● Establecimiento de puntos de
encuentro designados y
protocolos claros para la
comunicación y el rescate.
● Creación de brigadas de
respuesta rápida para ayudar
en las operaciones de rescate
y primeros auxilios.
2. Investiga si se está realizando la gestión de riesgo ante el fenómeno de El Niño cercano.
Elabora conclusiones sobre lo que está fallando y lo que se ha logrado.
En general, la gestión de riesgos ante El Niño implica una serie de acciones preventivas y de preparación para mitigar
sus impactos. Esto incluye monitoreo climático, desarrollo de planes de contingencia, fortalecimiento de
infraestructuras, educación pública sobre riesgos y respuesta a emergencias, entre otros.

En cuanto a lo que puede estar fallando, algunas áreas de mejora podrían ser:

Falta de coordinación: A veces, la falta de coordinación entre las diferentes agencias gubernamentales, organizaciones no
gubernamentales y comunidades locales puede dificultar la respuesta eficiente ante El Niño.
Limitaciones en la infraestructura: En muchas ocasiones, la infraestructura no está preparada para soportar los impactos
severos de El Niño, lo que puede resultar en inundaciones, deslizamientos de tierra y daños a la propiedad.
Educación y concientización: Puede haber deficiencias en la educación pública sobre cómo prepararse y responder ante El
Niño, lo que limita la capacidad de las personas para protegerse a sí mismas y a sus comunidades.

Por otro lado, lo que se ha logrado puede incluir:

Mejoras en el monitoreo: Los avances en tecnología han permitido un monitoreo más preciso de los patrones climáticos, lo
que puede ayudar a anticipar y prepararse mejor para El Niño.
Planes de contingencia: Muchas regiones y gobiernos locales han desarrollado planes de contingencia y protocolos de
emergencia para responder más efectivamente a eventos climáticos extremos.
Inversión en resiliencia: Algunas áreas podrían haber invertido en proyectos de infraestructura resiliente que pueden reducir
el impacto de El Niño, como sistemas de drenaje mejorados o la construcción de muros de contención.