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EL CRISTIANISMO DEL SIGLO I: SUS IDEOLOGÍAS Y ESCATOLOGÍA

El judeo-cristianismo en Israel compartía con el judaísmo una visión de la Historia fundamentalmente


lineal, que había tenido un inicio en el pasado, que en el mismo se hacía receptora de hechos de enorme
trascendencia, que podía proporcionar claves para interpretar el presente y que se consumará en un
proceso definido de conclusión al final de los tiempos.
Como veremos en los siguientes pasajes biblicos de la Palabra de Dios, se creía que Dios iba a regresar
e iba a recompensar a cada uno después de un (Juicio) vivos y muertos.
Los sectarios de Qumrán o los fariseos también tenían visiones idénticas.

En el libro de Hechos resulta muy claro de que Jesús volverá otra vez y su regreso significa la
recompensa de sus fieles y el castigo de sus oponentes o, dicho en otras palabras, la restauración del
reino de Israel (Hch. 1, 6) en el que los gentiles que creen en Jesús entrarán en pie de igualdad (Hch.
15).
Junto a estas ideas aparecen las creencias en la resurrección general y en el juicio de vivos y muertos
(Hch. 10,40).
El texto de Hch. (7, 55-60) muestra que existía asimismo la creencia en que aquel que moría creyendo en
Jesús era ya recibido por éste en el momento de su muerte, algo que cuenta con paralelos en el
pensamiento de Pablo como, por ejemplo, (Flp. 1,21).

En los capitulos 23, 24, 25 del libro de Mateo muchos interpretan que los eventos narrados van
acontecer en el futuro en la segunda venida de Cristo, pero Jesús al dar su ultimo discurso al pueblo de
Israel señaló claramente que TODO lo señalado por él en este capítulo tendría lugar en la generación en
la que vivía. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca
(Mateo 24: 34). Algunos intérpretes se han empeñado en interpretar generación como raza – la raza
judía – pero semejante posibilidad es disparatada, En otras palabras, Jesús va a enseñar algo que
tendría su cumplimiento TOTAL en el espacio de unos cuarenta años. Era la generación perversa cuyo
juicio había anunciado (Mateo 12: 39, 45; 16: 4; 17: 17) y sobre la que recaería la sangre derramada de
los santos. Debo añadir dos aspectos más que muestran hasta qué punto las palabras de Jesús se
cumplieron con exactitud. La primera es que basta leer – y es lectura obligatoria – La guerra de los judíos
del historiador judío Flavio Josefo para darse cuenta de que Jesús estaba prediciendo de manera
extraordinariamente exacta el proceso de aniquilación del sistema religioso judío, sistema, dicho sea de
paso, que no ha vuelto a ser reconstruido como entonces hasta el día de hoy. Gracias a la lectura de
Josefo, el lector no sólo comprenderá Mateo 24 sino que además entenderá capítulos enteros de
Apocalipsis. En segundo lugar, comprenderá que los juicios de Jesús sobre esa generación no fueron ni
mucho menos exagerados. Josefo – que no creía que se había producido un castigo por rechazar al
mesías – escribió, sin embargo, de aquella generación lo siguiente: “Aunque resulta imposible relatar
todos sus crímenes de manera detallada, si se puede decir, en resumen, que ninguna otra ciudad ha
sufrido atrocidades de este carácter y jamás ha existido en la Historia una generación que haya
producido tantas iniquidades” (Guerra de los judíos V, 442). No deja de ser significativo que Josefo
añadiera a continuación: “Estos individuos acabaron por atraer el desprecio sobre la raza de los
hebreos… han llevado a la ciudad a la ruina” (V, 443-4). La descripcion no era de un fanático antisemita.
En el libro de Lucas A partir del versículo 25 del capítulo 21 nos habla de señales, habrá señales
en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a
causa del bramido del mar y de las olas, Jesús describe una serie de acontecimientos que, para
muchos, sólo pueden referirse también a su Segunda Venida. Así, según esa interpretación equivoca,
Jesús habría señalado que, justo después de la destrucción de Jerusalén y del templo, de la
tribulación de aquellos días que tendría lugar en esa generación, se producirían unos eventos que
muchos identifican con la Segunda venida de Cristo. Semejante interpretación ha sido aprovechada
por los escépticos para indicar que la profecía de Jesús resultó, siquiera en parte errónea, porque es
obvio que la Segunda venida de Cristo no tuvo lugar inmediatamente después del año 70. En otras
palabras, esa circunstancia demostraría sin lugar a dudas que Jesús fue un personaje falible y sujeto
a error, tanto al menos, como para equivocarse sobre el momento en que vendría el final del mundo y
el inicio del nuevo.

En el versículo 25, aparece, ciertamente, una referencia a la caída de los astros, a la falta de
resplandor de la luna o al oscurecimiento del sol. Para el que no conoce el simbolismo propio de las
Escrituras, se trataría de referencias a acontecimientos astronómicos cataclísmicos y previos a la
Segunda venida. De ahí pueda que haya sólo un paso para lanzar profecías relacionadas con
eclipses o fenómenos lunares que, por cierto, nunca se cumplen. Sin embargo, el estudio riguroso de
la Biblia enseña que las palabras utilizadas por Jesús jamás tienen un significado literal sino que
forman parte de un lenguaje simbólico referido a los juicios de Dios a lo largo de la Historia. Así, por
ejemplo, cuando Isaías anunció la destrucción de Babilonia que tendría lugar en el 537 a. de C,
(Isaías 13: 9- 11) “Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos
como un libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la
de la higuera. Porque en los cielos se embriagará mi espada; he aquí que descenderá
sobre Edom en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema” (Isaías 34: 4-5).

No se trata, ciertamente, de un lenguaje limitado a Isaías. Amós al anunciar la destrucción del reino
de Israel en el 721 a. de C. afirmó:

Acontecerá en aquel día, dice YHVH el Señor, que ocasionaré que se ponga el sol a
mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro. Y cambiaré vuestras fiestas en
lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y
que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como
día amargo (Amós 8: 9-10).

Lo mismo hallamos en el profeta Ezequiel que al anunciar la aniquilación del imperio egipcio
escribió:
“Tras haberte aniquilado, cubriré los cielos y oscureceré sus estrellas; con nubes
cubriré el sol y la luna no dará su luz. Oscureceré por tu causa todos los astros brillantes
del cielo y pondré tinieblas sobre tu tierra declara YHVH Dios”. (Ezequiel 32: 7-8).

En todos los casos, el lenguaje profético está anunciando el final de un poder a causa del juicio de
Dios y lo hace usando imágenes cósmicas que no son literales, pero sí poderosamente reveladoras.
Esto no debería sorprendernos porque hablamos habitualmente del eclipse de un imperio, del
oscurecimiento de una carrera política, del ocaso de una nación, etc. Sin embargo, algo tan simple es
pasado por alto por muchas de las personas que leen las palabras de Jesús en este discurso. La
realidad es que lo que Jesús estaba diciendo a sus discípulos sobre Jerusalén y la nación judía era
exactamente lo mismo que otros profetas habían dicho sobre Edom, Babilonia o Egipto: el castigo de
Dios iba a ser tan radical que podría simbolizarse con la pérdida de luz del sol y la luna e incluso al
desplome de las estrellas. No otra cosa sucedió en el año 70 d. de C., en Jerusalén.

Precisamente, al ser aniquilado todo el sistema religioso judío, quedaría de manifiesto la señal del
Hijo del hombre en el cielo. El texto original no dice que se vería en el cielo la señal del Hijo del
hombre sino que quedaría de manifiesto la señal del Hijo del hombre, el que está en el cielo. Este
Hijo del hombre estaría viniendo en las nubes, con poder y gran gloria. De nuevo, interpretar el texto
como una referencia a la Segunda venida es tentador, pero, una vez más, implica pasar por alto el
lenguaje específico de las Escrituras. La venida en las nubes, el juicio y el lamento de las tribus de la
tierra (es decir, las tribus de Ha-arets: Israel) se cumplieron en el año 70 d. de C.

En Santiago, aún nos encontramos con más referencias. Jesús vendrá y con ello se producirá una
situación de juicio, tras la cual los discípulos serán recompensados y los incrédulos castigados. Del
versículo 6 del capítulo 3, donde se menciona la Gehenna (infierno), se desprende también la existencia
de una fe en la supervivencia tras la muerte y previa a la resurrección, como sucedía, por ejemplo, con
los fariseos.

Apocalipsis presenta ya una escatología más elaborada en el que existen referencias al retorno de
Jesús (c. 19) y donde, al igual que en Hch. 7, se da por supuesto que los
muertos en la fe no se hallan inconscientes, sino en la presencia de Dios esperando que Éste ejecute sus
juicios (6, 9). Con todo, aparecen elementos con más detalles. Apocalipsis se centra en su mayoría en un
juicio próximo, el de la Jerusalén apóstata (Babilonia la grande), tras «gran tribulación» (Ap. 7, 9). En
contra de lo que suele pensarse, al autor del Apocalipsis parece mucho más interesado en el juicio que
caerá dentro de poco sobre sus compatriotas que el que afectará a la Humanidad en su conjunto al final
de los tiempos, aunque también se refiera a éste.

El historiador escritor y comunicador Cesar Vidal Manzanares, en su columna y Blog de La Voz


cesarvidal.com resume en términos generales, que el judeo-cristianismo afincado en Israel contemplaba
el devenir de los hechos futuros:

1- Los creyentes que morían marchaban desde el momento de su fallecimiento al lado de


Jesús.
2- Retorno de Jesús como juez y recompensador.
3- Resurrección de justos e injustos y juicio sobre los incrédulos y castigo de los mismos.
(El orden de estos eventos no resulta claro, por ejemplo, a tenor de lo señalado en relación
con Ap. 20.)

4- Restauración de todas las cosas.


En general el judeo-cristianismo de la Diáspora parece haber compartido la visión como describe
Hebreos (9, 27) ya se indica que inmediatamente tras la muerte, la persona es enfrentada con su destino
eterno, y se contempla la tesis del retorno de Jesús (9, 28), así como la de un «reino inconmovible» (12,
25).

La primera carta de Pedro se refiere también al regreso de Jesús (4, 7), que estará ligado al premio de
los fieles (5, 4), y parece contener asimismo referencias a la tribulación previa a estos hechos (5, 10) y a
la esperanza celestial (1, 3-5) vinculada a ellos.

La segunda carta de Pedro dedica buena parte de su extensión a anunciar el castigo final de los impíos
(2,9 y; 3,7), así como el premio de los discípulos (1,16), algo que se desarrollará en un marco de
desastre mundial, que tiene similitudes al final del Apocalipsis (venida de Jesús).

La misma idea de retorno de Jesús aparece en los escritos del libro de Juan (Jn. 14, 2 y ss.), al igual
que la de resurrección de justos e injustos (Jn. 5, 28 y ss.) y del día del juicio (1Jn. 4, 17). Esos principios
escatológicos, como en el judeo-cristianismo, aparecen ya decididos desde el presente (Jn. 5,24; 1 Jn.
5,11.).

En 1 Juan. 2,18 aparece además una enseñanza específica en relación con el tema del anticristo.

En cuanto a las epístolas de Pablo. Es obvia su creencia en la resurrección final (1 Cor. 15), en el hecho
de que el creyente difunto ya disfruta de la compañía de Cristo (2 Cor. 5,1; Flp. 1, 21-3), en la Parusía
(venida de Cristo al final de los tiempos) (1 y 2 Tes.), probablemente en un reinado intermedio al estilo del
milenio de Apocalipsis 20 (1 Cor. 15, 23) y, desde luego, en un Hombre de pecado que ya está actuando
y que parece más fácil de identificar con una visión teológica que con un personaje individual (2 Tes. 2, 1-
12). En cuanto a su fe en una restauración universal de Israel tras la conversión de los gentiles (Rom. 11,
25) parece ser que fue una profecía nunca antes mencionada por los demás apóstoles.

La primera carta de Pedro se refiere también al retomo de Jesús (4, 7), que estará ligado al premio de
los fieles (5, 4), y parece contener asimismo referencias a la tribulación previa a estos hechos (5, 10) y a
la esperanza celestial (1, 3-5) vinculada a ellos.

La segunda carta de Pedro dedica buena parte de su extensión a anunciar el castigo final de los impíos
(2,9 y; 3,7), así como el premio de los discípulos (1,16), algo que se desarrollará en un marco de
desastre mundial, que tiene similitudes al final del Apocalipsis (venida de Jesús).
La misma idea de retorno de Jesús aparece en los escritos del libro de Juan (Jn. 14, 2 y ss.), al igual
que la de resurrección de justos e injustos (Jn. 5, 28 y ss.) y del día del juicio (1 Jn. 4, 17). Esos principios
escatológicos, como en el judeo-cristianismo, aparecen ya decididos desde el presente (Jn. 5,24; 1 Jn.
5,11.).
En 1 Juan. 2,18 aparece además una enseñanza específica en relación con el tema del anticristo.

Esta óptica común entre judios fariseos, los sectarios de Qumrán o los zelotes eran meramente
religiosas. Como ha señalado el historiador y teologo Martin Hengel la causa de los levantamientos
judíos de los años 66 y del 132 dC sólo erróneamente puede atribuirse de manera principal a motivos
sociales o económicos.
Su causa fundamental era religiosa su especial visión de la muerte de Jesús, por ejemplo para la secta
de Qumram su creencia en la resureccion del mismo que garantiza la de todos al final de los tiempos, la
convicción de estar inmersos en una realidad donde el pecado abundaba en las grandes urbes
aislándose en comunidades y su confianza en que el mismo Jesús regresaría para recompensar a los
que creían en él, castigar a los incrédulos e instaurar los tiempos mesiánicos.

Aquella visión del primer siglo tenía una esperanza que se proyectaba hacia el futuro. Era la esperanza,
nacida de las mismas Escrituras judías, en una venida gloriosa del Mesías, en la instauración definitiva
del Reino de Dios y en la resurrección universal.

EL AMILENIALISMO MIL AÑOS SIMBOLICOS

Aparte de las doctrinas más comunes que se ensenan mayoritariamente en los seminarios como los son
el premilenialismo influenciado por el dispensacionalismo, existe otra interpretacion que no se debe
rechazar sobre el milenio, que es la doctrina del amilenialismo que es un punto de vista válido y que un
cristiano puede sostener. De ninguna manera el amilenialismo es una herejía. El Amilenialismo es uno de
los cuatro puntos de vista del fin de los tiempos con respecto al reinado de 1.000 años de Cristo. Cada
uno de los cuatro puntos de vista difiere en la ubicación, o el momento, del reinado de 1.000 años que se
menciona en Apocalipsis 20.

Un amilenialista ve los 1.000 años como espirituales y no literales, en contraposición a una interpretación
física de la historia. Aunque el prefijo a- normalmente significa la negación de una palabra, la posición
amilenialista ve el "milenio ahora" y después el juicio final en el momento de la segunda venida de Cristo
como sostiene el pastor Will Graham en su canal de Youtube @PastorWillGraham. En pocas palabras, el
amilenialismo considera la primera venida de Cristo como la inauguración del reino, y su regreso como la
consumación del reino. La mención de Juan de 1,000 años se refiere así a todas las cosas que
sucederían en la era de la iglesia, es por eso que muchos lo denominan como el (milenio revelado).
Los 5 puntos claves que pueden ayudar a interpretar la visión del amilenialismo.

1- Gobierno actual del Mesías en un Reino espiritual.


2- La Segunda venida de Cristo.
3- Conjuntamente con su venida habrá una resurrección general, y todos los
cristianos recibiremos al Señor en el aire.
4- Los enemigos de Cristo serán vencidos, y será celebrado el juicio final.
5- Finalmente, el mundo será purificado por fuego, y los justos pasaremos a habitar
en el cielo y la tierra nuevos por toda la eternidad.

1 Gobierno actual del Mesías en un Reino espiritual.

El gobierno actual del nuevo pacto esta conformado por los judios de israel que han creido en Cristo
como su señor y salvador y los gentiles que no eran parte del viejo pacto de Israel (leyes y ordenanzas a
Moisés) que se encontraban ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo,
ahora en Cristo Jesús estos dos pueblos (circuncisos e incircuncisos) son conciudadanos y miembros de
la familia de Dios a través de un mismo espíritu al Padre. El apóstol Pablo judío de nacimiento se
encarga de explicar en su epístola a los efesios, Efesios 2:11.

Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais
llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.
En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos
de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos
cercanos por la sangre de Cristo.
Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia
de separación,
aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en
ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,
y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las
enemistades.
Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que
estaban cerca;
porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al
Padre.
Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y
miembros de la familia de Dios,
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del
ángulo Jesucristo mismo,
en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el
Señor;
en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el
Espíritu.

En Apocalipsis 11:18 también se demuestra que después de la tribulación es cuando todos los santos,
profetas y siervos de Dios recibirán el galardón; no antes de la tribulación. Por lo tanto, es evidente que
no podrán estar en el cielo antes de la gran tribulación. Y se airaron las naciones, y tu ira ha
venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas,
a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a
los que destruyen la tierra, vemos este pasaje de la Palabra de Dios que no hace diferencia entre
Israel e Iglesia.

El pretribulacionismo distingue y divide claramente entre Israel y la Iglesia. Ese es precisamente uno de
los más notables errores del dispensacionalismo. Hablar de "Israel" y de la "iglesia" como de dos
entidades distintas para el tiempo del fin, es un error. En base a esta pretendida "distinción" entre iglesia
e Israel, el dispensacionalista excluye a los cristianos de la mayor parte de las Escrituras, que entiende
dirigidas únicamente a los judios. Pero, ¿no anuncia la profecía bíblica la restauración de Israel para el
final de los tiempos? ¿No se refiere Pablo a esa restauración final en Romanos 9, 10 y 11? Sí, lo hace,
pero no dice que Israel vaya a ser una institución paralela a la iglesia cristiana. Antes, lo niega, al
decretar que el Israel de Dios queda conformado por ramas judías y gentiles, por medio de la
sangre de Cristo.

"¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera" (Rom. 11:1). Pablo intenta explicar a
los cristianos de Roma, es decir, cristianos gentiles, lo que ha de ocurrir con los judíos.
La pregunta es lógica: si la iglesia es el pueblo de Dios, ¿quiere decir eso que los judíos han perdido
la salvación? Pablo responde de la siguiente manera: "…los hijos de Dios no son los
descendientes naturales; más bien, se considera descendencia de Abraham a los hijos de
la promesa" (Rom. 9:8,). Con esto, Pablo demuestra que la promesa divina trasciende a una
nación en particular. Sobre todo una nación como Israel, pues Dios "soportó con mucha paciencia
los vasos de ira preparados para destrucción" (Rom. 9:22), esto es, la nación infiel.
Pero ese mismo Dios ha preparado "de antemano" una gloria para los "vasos de misericordia", esto
es, no sólo los judíos fieles, sino también los gentiles (vers. 23,24).

Puesto que no todo Israel fue fiel al pacto, sólo quedará de ellos un remanente que será salvo:
"También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena
del mar, tan sólo el remanente será salvo" (vers. 27). Un remanente judío que, junto con los
fieles gentiles, habrá de heredar la gloria. Nótese que Pablo no habla de dos destinos diferentes,
sino de la misma gloria para los judíos y gentiles fieles a Dios. Pablo declara: "Digo, pues: ¿Ha
desechado Dios a su pueblo? De ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la
descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín" (Rom. 11:1). Decir que Dios haya
desechado a los judíos significaría que Pablo mismo no podría ser salvo. Desde luego, su salvación
nada tiene que ver con su linaje, sino con su relación personal con Cristo (Gál. 2:20) . Pablo se
convirtió a Cristo, fue bautizado y se unió a la iglesia cristiana, y dedicó el resto de su vida a su
edificación (Col.1:24).
¿sólo una porción de Israel será salva? Sí, porque "Israel, que iba tras una ley de justicia, no
la alcanzó. ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley…"
(vers. 31,32). En otras palabras, el pueblo de Israel no alcanzó la ley de justicia que predicaba, por
no tener fe y por confiar en sus propias obras. Y al decir "no la alcanzó" ("no lo lograron"), Pablo
decreta el fracaso de Israel como pueblo escogido. En vista de este fracaso nacional, Jehová Dios
llama a otros a ocupar el lugar de la nación infiel.

Este llamado lo reciben los gentiles, quienes pasan así a ser parte del Israel de Dios, sin
distinción de raza: "Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es
Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan" (Rom. 10:12). En esta nueva
realidad, el pacto ya no es con la descendencia biológica de Abraham, sino con todo aquel que
acepte la invitación a las bodas. Así, la distinción que pretende hacer el "pretribulacionismo" entre
judíos y gentiles es negada por Pablo.

Cristo ilustra el llamado a los gentiles con la parábola de la fiesta de bodas (Mat. 22:1-14), en la que el
Rey, ante la indiferencia de los convidados (Israel), pide a sus siervos invitar "a cuantos halléis", y así
se logra el festejo. Al aceptar la invitación, el gentil se hace heredero de la promesa hecha a Abraham.
Deja de ser gentil y se vuelve parte del Israel de Dios. Es como si Israel fuera un olivo del que se
desgajan algunas ramas infructuosas, y pasan a ser sustituidas por injertos de "olivo silvestre", se
puede decir que aquellas ramas infructuosas "fueron desgajadas para que yo fuese
injertado" (Rom. 11:19).

Pablo demuestra así que el Israel de Dios está conformado por judíos y gentiles. No hay dos
pueblos distintos con dos programas distintos, porque en otro tiempo vosotros, los gentiles
en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada Circuncisión hecha con
mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel
y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora
en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos
cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos
hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las
enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí
mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz
reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y
vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que
estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un
mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios (Ef. 2:11-19).

Así, el Israel de Dios no es la nación natural, sino el conjunto de creyentes redimidos por la sangre de
Cristo, conformado por judíos y gentiles por igual. Los gentiles, que antes eran extranjeros, dejan de
serlo una vez que aceptan a Cristo, y pasan a gozar de la ciudadanía de Israel. Es por eso que
Pablo les dice a los Gálatas: Todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos
vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la


promesa (Gálatas 3:27-29).

No hay, pues, dos pueblos de Dios ni dos programas distintos para judíos y gentiles. Hay un
solo Israel, el espiritual, conformado por judíos y gentiles redimidos por la misma sangre,
circuncidados del corazón y herederos de la misma promesa, con una misma salvación, un mismo
Señor, una misma fe y un mismo bautismo.

2 La Segunda venida de Cristo.

La segunda venida de cristo sera un unico evento conjuntamente con el arrebatamiento de la Iglesia en
un mismo tiempo por el cual se conoce en la doctrina como postribulacionismo esta postura cree que el
rapto o arrebatamiento ocurre después de la tribulación a diferencia de lo que afirma el premilienalismo o
pretribulacionismo que la iglesia es arrebatada antes de la tribulación.

Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os
rogamos, hermanos,
2que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por
espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del
Señor está cerca. 2Tesalonicenses 2

Una de las advertencias que nos dejó nuestro Señor dando entender que la Iglesia deberia estar en
alerta y preparada para que no sea engañada es que en los últimos días se levantarán falsos profetas o
líderes que engañarán aun a los escogidos. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no
vendrá sin que ANTES VENGA la APOSTASÍA, y se manifieste el HOMBRE DE PECADO, el
HIJO DE PERDICIÓN, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es
objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por
Dios. 2 TESALONICENSES 2:3-4

Las Escrituras claramente enseñan que nadie sabe cuándo será el día o la hora, ni siquiera los ángeles
del cielo, ni el Hijo mismo. Solamente lo sabe el Padre. La venida del Hijo del hombre será como en los
días en que vivió Noé y que TODA la iglesia, será arrebatada en la venida de Cristo:
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
JUNTAMENTE con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre
con el Señor. (1Tes. 4:17).

He aquí, os digo un MISTERIO: No todos dormiremos; pero TODOS seremos


TRANSFORMADOS, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la FINAL TROMPETA;
porque se tocará la TROMPETA, y los MUERTOS SERÁN RESUCITADOS incorruptibles, y
nosotros seremos transformados. 1 CORINTIOS 15:51.

El arrebatamiento será en la segunda venida del senor a la FINAL TROMPETA (7 TROMPETA) del
Apocalipsis Y NO SERÁ SECRETO POR QUE A LA TROMPETA LA ESCUCHARAN TODOS. Sea que
vaya completa toda la Iglesia a recibir al Señor, o sólo una parte de ella, eso no añade ni un gramo de
validez a la teoría del rapto secreto. Es más la misma pregunta que le hace el ángel a Juan y que el
mismo se responde nos deja en claro que la Iglesia de Dios va a pasar por tribulaciones.

Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han SALIDO DE LA GRAN
TRIBULACIÓN, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
APOCALIPSIS 7:14

Y se les dieron VESTIDURAS BLANCAS, y se les dijo que DESCANSEN todavía un poco de
tiempo, hasta que se completara el número de sus CONSIERVOS Y SUS HERMANOS, que
también habían de ser MUERTOS como ellos. APOCALIPSIS 6:11 (SALIERON DE LA GRAN
TRIBULACIÓN QUIERE DECIR QUE ESTABAN ADENTRO, PERO FUERON LAVADOS CON LA
SANGRE DE JESUCRISTO). Sus hermanos que continuaban en la tierra debían pasar por la muerte
como ellos, pero al finalizar tendrán sus merecidas recompensas (REINO CELESTIAL).

3 Conjuntamente con su venida habrá una resurrección general, y todos los


cristianos recibiremos al Señor en el aire.

Muchos pretribulacionistas malinterpretan a Pablo y hacen del arrebatamiento un sistema


dispensacionalista y secreto, sin embargo, según la Palabra será público como dice el versículo
mas ruidoso de la Palabra de Dios, todos los creyentes que murieron y los que aun estén viviendo
escucharan la voz del Señor.

Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de
Dios, descenderá del cielo. 1 Tesalonicenses 4:16-17.

El texto completo:

Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que VIVIMOS, que
HABREMOS QUEDADO hasta la venida del Señor, no PRECEDEREMOS a los que
durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los MUERTOS EN CRISTO RESUCITARÁN
PRIMERO.
Luego nosotros los que VIVIMOS, los que hayamos QUEDADO, seremos ARREBATADOS
JUNTAMENTE CON ELLOS en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos
SIEMPRE con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
1 TESALONICENSES 4:15.18
Dice no (PRECEDEREMOS) A LOS QUE DURMIERON Y QUE seremos ARREBATADOS
(JUNTAMENTE) CON ELLOS, en un mismo evento. Nadie podrá adelantarse ni atrasarse todo se
hará conforme a la acción de Dios en un mismo tiempo (VENIDA DEL SENOR).

No hay una "primera" segunda venida antes de la gran tribulación, y otra "segunda" segunda
venida siete años después.
Hay UNA SOLA segunda venida, la cual será no sólo para la iglesia, sino para TODAS las
naciones Jesus explica en:
SAN MATEO 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos
ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
y serán reunidas delante de él TODAS las naciones; y apartará los unos de los otros,
como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.

La explicación de Jesús como Hijo de Hombre en la parábola del trigo y la cizaña evidencia el
mismo tiempo el arrebatamiento y su segunda venida.

Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.
El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos
del malo.
El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son
los ángeles.
De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin
de este siglo.
Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que
sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,
y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene
oídos para oír, oiga. Mateo 13:37

4 Los enemigos de Cristo serán vencidos, y será celebrado el juicio final.

Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de
Sodoma, que para ti. Mateo 11:24
Los enemigos seran vencidos y despues el juicio final donde los cristianos nacidos de nuevo
heredaran la eternidad o el siglo venidero como muchas veces se describe .

Porque la venida del Hijo del Hombre será como el relámpago que sale del oriente y
PUEDE VERSE hasta el occidente. SAN MATEO 24:27

¡Miren! ¡Ya viene en las nubes! Y todos lo verán, aun los que lo traspasaron; y TODAS
las naciones de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. APOCALIPSIS 1:7

Uno de los versículos bíblicos favoritos con que los pretribulacionistas defienden un rapto secreto
mencionan a
1 Tesalonicenses 5:9,“Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar
salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo”
En este pasaje se está haciendo referencia a que los cristianos no serán condenados en un lugar
de tormento o castigo después del juicio final.

APOCALIPSIS 3:10

Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la


HORA DE LA PRUEBA que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que
moran sobre la tierra.
Cristo promete liberar a los creyentes de la “hora de la prueba” que ha de venir sobre el mundo
entero. Esto puede significar dos cosas: (1) Cristo PROTEGERÁ a los creyentes de en medio de
los juicios, o (2) Cristo librará a los creyentes de los juicios.

La razón de que el pueblo remanente no pasará por la ira de Dios no es porque haya de estar
ausente, sino porque, estando presente, se cumplirá la promesa divina:

Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora.

Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro;

escudo y adarga es su verdad.

No temerás el terror nocturno,

ni saeta que vuele de día,

ni pestilencia que ande en oscuridad,

ni mortandad que en medio del día destruya.


Caerán a tu lado mil,

y diez mil a tu diestra; mas a ti no


llegará.

Ciertamente con tus ojos mirarás

y verás la recompensa de los impíos

(Salmos. 91:3-8)

No hay ningún "rapto secreto" mencionado allí ni en ninguna otra parte. La promesa es
protección en medio de las plagas, tal como ocurrió en Egipto. Y esa es la promesa que anida
en el corazón del creyente, la misma que han guardado todos los hijos de Dios en todos los
tiempos.
El mismo Señor oraba al Padre por el bien de su amada Iglesia:
Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo. No ruego que los QUITES del mundo, sino que los
GUARDES del mal.
La noche antes de que Jesús sufriera y muriera, instruyó a sus discípulos, “sí me persiguen,
también te perseguirán” (Juan 15:20). Jesús continúa diciendo: “Estas cosas os he
hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis TRIBULACIÓN; pero CONFIAD
yo he VENCIDO al MUNDO. “(Juan 16:33).

5 El mundo será purificado por fuego, y los justos pasaremos a habitar en el cielo y la
tierra nuevos por toda la eternidad.

pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra,
guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. 2 Pedro
3. Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil
años como un día.
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente
para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento. 2 Pedro 3:8

Según varios versículos de la Palabra de Dios la historia de la humanidad desde la venida del Señor
Jesucristo se compone de 2 siglos o 2 eras (el siglo actual (milenio) y el siglo venidero la (vida eterna),
divididos por un juicio final a todas las naciones en el momento de su segunda venida.
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares
celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se
nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero. Efesios 1:21

que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres,
hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. Marcos 10:30

A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al
que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.
Mateo 12:32

En conclusión, no existe un milenio de 1000 años literales, sino más bien un milenio simbólico que
representa la actual Iglesia en la tierra hasta la 2 venida del Señor, mientras que el siglo venidero es
sinónimo de la vida eterna.

EL PELIGRO PSICOLÓGICO DEL “RAPTO SECRETO”

El escritor e historiador David Currie, en su libro, “El Rapto: El Error de los Últimos Tiempos que deja
la Biblia Detrás” resume el peligro psicológico de la teología del “rapto secreto.”:

"El sistema de creencias de los “rapturistas” les permite tomar una cierta comodidad en el rostro
del mal. Porque cuando las cosas realmente se deterioran en el caos, ellos esperan ser “raptados”
al cielo. Hay un problema con este enfoque de la vida, sin embargo. La doctrina puede consolar a
la persona en presencia del sufrimiento, pero no hace absolutamente nada positivo para la
persona que experimenta el sufrimiento. Esta teología es atractiva sólamente siempre y cuando
el dolor es de otra persona. " Currie resume sus críticas con la fuerte, pero justificada, la
afirmación:

"En pocas palabras, el sistema “rapturista” no contiene la Cruz". También señala que los
“rapturistas” en gran parte (si no completamente) ignoran la destrucción de Jerusalén en el año 70
dC, un evento tan importante que hacer caso omiso de ella es garantizar interpretaciones
incorrectas de pasajes de las Escrituras vitales. "Estos “rapturistas” se niegan a considerar
siquiera los acontecimientos del año 70 como una clave para entender las profecías de la Biblia
debido a que los mismos hechos no se enumeran en la Escritura,"
Currie señala. "Es casi como si estos acontecimientos ni siquiera ocurrieron. Por lo tanto, se dejan
captar por un cumplimiento aún en el futuro."
Otras notas de observación, "El Rapto alivia los seres humanos de pensar más en ellos mismos."

La doctrina del ‘rapto secreto” es probablemente incorrecta. Los defensores de la doctrina del rapto,
en vista de las críticas, a menudo recurrir a un razonamiento circular, tales como, "Yo creo en el rapto
porque es lo que quiero creer." Así que debemos tener en cuenta la siguiente pregunta, ¿Es la
doctrina del rapto peligroso? Algunos dicen que no, porque en la medida en que conducimos
nuestras vidas con confianza y obediencia al Señor, incluso si la doctrina del rapto está mal, vamos a
estar en el lado derecho al final.

Otros dicen que la doctrina del rapto secreto es muy peligrosa ya que anima a algunos a acelerar el
Día del Señor mediante la promoción de determinadas políticas, como:
1. No es necesario que me interese del cuidado de la tierra, ya que no será por mucho más
tiempo que estaré aquí de todos modos.

2. Ir a la guerra en el Medio Oriente es una cosa buena si ayuda a provocar el Armagedón más
pronto.

3. En realidad no necesitamos educar a nuestros hijos, ya que no van a estar mucho tiempo
aquí para beneficiarse de la enseñanza.

4. No tenemos que cuidar de los pobres, ya que el final está cerca de todos modos.

5. Si en algún momento del futuro se empiece a cumplirse las profecías del apocalipsis, o
surjan persecuciones muchos al ver que no son arrebatados van a maldecir a Dios, por
haber malinterpretado las profecías.

¿Por qué hay tanta gente que cree en el ‘rapto secreto” que están tan poco dispuestos a considerar
que tal creencia sea falsa? ¿Por qué la inversión psicológica en una creencia de que no tiene nada
que ver con la doctrina de la salvación?

En resumen la doctrina del "rapto secreto" es una invención basado en textos que no enseña tal
doctrina y más bien sus promotores fuerzan esos textos decir algo que los apóstoles nunca tuvieron
en mente.

LA HISTORIA SECRETA, JESUITA, EVANGELICA Y FANTASTICA

El historiador evangelico Reformado Caesar Arebalo afirma en su Blog Soli Deo Gloria que La teoría
del “Rapto secreto” (RP) o “Arrebatamiento” ha echado raíces en la iglesia evangelica a partir del
siglo 18 en adelante, expandiéndose en America en el siglo 19. Esta doctrina que fue desconocida
por la Iglesia Cristiana por mas de 1700 años, ahora es parte de la escatología evangelica como si
fuera una doctrina realmente contenida en las Escrituras. Si embargo la gran mayoría de los que
creen esta doctrina del “Rapto Secreto” ignoran su origen y como entró a ser parte de la escatología
evangélica. No existe una historia real del “rapto secreto” antes de 1830, aunque los
dispensacionalistas tratan de “justificarlo” apelando a una enseñanza apocrifca que apareció en el
siglo 7 y que se atribuye a un monje Ortodoxo del siglo 4 llamado Efraim de Nisibis (373) el cual dice
que “los santos y electos serán congregados antes de la tribulación y llevados al Señor para que no
vean al confusión que esta por venir.” Este texto es de muy dudosa prosedencia y muchos
historiadores la ven como fraudalenta además como aviamos dicho no existe ninguna evidencia
histórica documentada que los cristianos durante los primeros cinco siglos tenían una creencia del
“Rapto secreto” tal como lo enseñan los dispensacionalistas.

El historiador y escritor Cesar Vidal Manzanares tambien asegura que los inventores de esta nueva
escatologia fueron jesuitas catolicos romanos reunidos en el Concilio de Trento, fueron comisionados
por el Papa para desarrollar una nueva interpretación de la Escritura (Contrarreforma) que
contrarrestaría la aplicación protestante de las profecías de la Biblia anti-mesías a la Iglesia Católica
Romana.

FRANCISCO RIBERA (1537-1591)


Francisco Ribera fue un brillante sacerdote jesuita y doctor en teología en España. En 1590, Ribera
publicó un comentario sobre el Apocalipsis de 500 paginas como una contra-interpretación a la
opinión predominante entre los Protestantes que identifican al papado con el anti-mesías. Ribera
aplico todo el libro del Apocalipsis, pero los primeros capítulos al tiempo del fin y no a la historia de la
Iglesia el resto se limita a un período aún futuro de 3 1/2 años literales, inmediatamente antes a la
segunda venida.. El Anti-Cristo sería una sola persona malvada que aparecería 7 años antes del fin,
y que sería recibido por los Judios y reconstruiría Jerusalén. Ribera negó la interpretación
Protestante del Anticristo. (2 Tesalonicenses 2) como sentado en la iglesia de Dios, tal como lo afirmó
Agustín, Jerónimo, Lutero y muchos reformadores. Según Ribera el Anti-Cristo se encuentra en
algún lugar fuera de la iglesia de Dios. "El resultado de su trabajo era una completa distorsión y
difamación de la verdad profética. Esto son los principales puntos de la escatología de Ribera:

1. El Anticristo es un hombre..no el papado


2. El seria Ateo o incrédulo
3. El no seria revelado hasta 7 años antes del final de los tiempos
4. El se sentaría en un reconstruido Templo en Jerusalen y haría un pacto con los Judios.
5. El se llamaría a si mismo Dios.
6. Perseguiría y blasfemaría a los santos de Dios.
7. La abolición de la religión cristiana.
8. Denegar Jesucristo.
9. Mata a los dos testigos de Dios.
10. Y la Conquista del mundo.

Según Ribera, los 1260 días y los 42 meses y los tiempos de 3 1/2 de la profecía no eran 1260 años,
eran años literales de 3 1/2, por lo que ninguno de los libro de Apocalipsis ha tenido ninguna
aplicación a la Edad Media o al Papado, sino para el futuro, para un período inmediatamente antes
de la segunda venida, de ahí el nombre de “futurismo.

MANUEL DE LACUNZA (1731-1801)

Manuel de Lacunza fue un Jesuita de Chile, escribió un manuscrito en español titulado “La Venida
del Mesías en Gloria y Magestad ("La Venida del Mesías en Gloria y Majestad"), bajo el seudónimo
de Juan Josafá Rabino BenEzra en 1791. Lacunza escribió bajo un nombre Judío para ocultar el
hecho de que él era católico, con el fin de dar a su obra una mejor aceptación en el Protestantismo,
su objetivo principal. Su manuscrito fue publicado en Londres, España, México y París entre 1811 y
1826.

AVANCES DENTRO DEL PROTESTANTISMO

Durante casi 300 años después del Concilio de Trento el futurismo Jesuita se mantuvo en gran parte
dentro de la esfera de la religión católica, pero el plan de los Jesuitas fue que estos principios
teológicos sean adoptados por los protestantes. Este proceso de adopción en realidad comenzó a
principios de 1800 en Inglaterra, y desde allí se extendió a América. La historia de cómo sucedió esto
es a la vez fascinante y trágica. Nunca El futurismo de Ribera representaba una amenaza positiva a
los protestantes durante tres siglos. Se limitaba prácticamente a la Iglesia romana. Pero a principios
del siglo XIX brotaron con vehemencia y se aferró a los protestantes de la iglesia oficial de Inglaterra.

Los primeros precursores protestantes de los escritos de Rivera y Lacunza fueron:


Dr. Samuel Roffey Maitland (1792-1866)
Abogado y estudioso de la Biblia, se convirtió en bibliotecario del Arzobispo de Canterbury. Descubrió
el comentario de Ribera en la biblioteca influyendo al obispado inglés.

Edward Irving (1792-1834),


Irving fue un presbiteriano escocés y precursor de los movimientos pentecostales y carismáticos,
tradujo la obra de Lacunza del español al Inglés en un libro titulado “La Venida del Mesías en Gloria y
Majestad con un Discurso Preliminar,” publicado en Londres en 1827.

John Nelson Darby (1800-1882) muchos le han llamado como padre del dispensacionalismo
pero sabemos que fueron dos obispos jesuitas los primeros impulsores de esta doctrina, Darby
es responsable de la amplia difusión de los principios de la nueva doctrina pre-tribulacionaria
alrededor de 1830 a través de su ministerio en el movimiento de los Hermanos de Plymouth. La
doctrina pronto se extendió a América y fue ampliamente popularizada por la Biblia de
Referencia Scofield.
La enseñanza del rapto secreto fue introducido en los Estados Unidos y Canadá en la década de
1860 y 1870 hasta casi toda América.

Cyrus Scofield Ingerson (1843-1921)


Abogado de Kansas que fue fuertemente influenciado por los escritos de Darby. En 1909, Scofield
publicó la primera edición de su famosa Biblia de Referencia Scofield. En el 1900, esta Biblia se hizo
tan popular en las escuelas bíblicas protestantes de América que era necesario imprimir literalmente
millones de copias. Sin embargo, en las notas al pie muy respetados de la misma Biblia, Scofield
interpreta los ultimos tiempos conforme a lo que habían interpretado Ribera Darby, Todd, Maitland y
Belarmino.

El POSTRIBULACIONISMO LA POSTURA MAS CREIDA DE LOS PRIMEROS SIGLOS

¿Sabías que el postribulacionismo es la postura mas creida a lo largo de la historia de la


Iglesia? Fue la más común durante los primeros siglos del cristianismo, la más influyente y popular,
entre los que se destacan:
Cipriano de Cartago (n200- m 258), un obispo y mártir que afirmó que la Iglesia debía pasar por la
tribulación para ser purificada y preparada para el reino de Dios
Agustin de Hipona (n354- m430), un padre de la iglesia y doctor de la gracia que defendió el
postribulacionismo en su obra La ciudad de Dios.
Juan Wycliff (n.1320-m. 1384), un reformador y traductor de la Biblia que sostuvo que el rapto
coincidirá con el juicio final.
Martin Lutero(n.1483-m. 1546), un reformador y líder de la Reforma Protestante que creía que el
rapto ocurriría después de la aparición del Anticristo.
Juan Calvino (n.1509-m. 1564), un reformador y teólogo que enseño que el rapto seguiría a la
resurrección general de los muertos.

Rodrigo J Izquierdo.

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