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Cristo fue sepultado

Lección N°20
La sepultura de Cristo

En 1 Corintios 15:3-4, las Escrituras declaran: “Cristo murió por


nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y… fue sepultado, y…
resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras". Yaciendo casi
escondida entre las dos grandes columnas de la fe cristiana
—“Cristo murió” y
“resucitó”— está la referencia a Su sepultura. Esta referencia no fue
incluida por el simple propósito de unir los dos eventos gloriosos,
sino que se levanta entre estos como una gran validación de ambos.

La sepultura de Cristo es evidencia de que Él verdaderamente murió,


¡lo que sucesivamente demuestra la validez de Su resurrección! Por
esta razón, era importante que la iglesia primitiva afirmara la
sepultura de Cristo.
1. En Isaías 53:9 se encuentra una profecía que constituye una impresionante prueba de que
Jesucristo hombre era el Cristo y que hasta el más minúsculo detalle de Su vida y muerte
fue conforme a las Escrituras. ¿Qué declara esta profecía acerca del Mesías venidero? De
acuerdo con Mateo 27:57-60, ¿cómo se cumplió en Cristo esta profecía?
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NOTA: La palabra “dispuso” también puede ser traducida


como “determinado” o “designado”. Era una práctica común
que los cuerpos de los criminales crucificados fueran arrojados
en una zanja para que se los comieran los perros y los buitres.
Sin embargo, Dios había determinado que Su Hijo fuera
sepultado con honor. En Juan 19:39, vemos que en la sepultura
de Cristo se usaron aproximadamente 100 libras de mirra y
áloes. Esta era una cantidad extraordinaria y muy costosa.
2. Los escritores de los cuatro Evangelios tuvieron el cuidado de narrar la sepultura de Jesús
(Mat. 27:57-66; Mar. 15:42-47; Luc. 23:50-56; Jua. 19:38-42). Lee los registros e identifica
la evidencia que respalda la realidad de la muerte y sepultura de Cristo.

a. Fue sepultado por un hombre llamado J____________ de A___________________ (Mar.


15:42-43). El hombre a cargo de la sepultura de Cristo y en cuya tumba fue sepultado
Cristo era un miembro prominente del Concilio del Sanedrín que había sentenciado a
Cristo a morir. Lucas menciona que era un “varón bueno y justo” y que no había
consentido en la muerte de Cristo (Luc. 23:50-51). Su testimonio lleva gran peso. Él no
tenía nada que ganar y todo que perder al dar a Cristo una sepultura adecuada. El gran
riesgo de José nació de su amor por Cristo.

b. N____________________ acompañó a José y le asistió en la preparación para la


sepultura del cuerpo de Jesús (Jua. 19:39). Este hombre era un fariseo y principal entre
los judíos (Jua. 3:1). Los fariseos conspiraron con el Sanedrín para crucificar a Jesús.
Como José, Nicodemo habría sido excluido por sus compañeros fariseos por honrar a
Jesús. Su testimonio de la muerte de Cristo y su participación en Su sepultura son
pruebas formidables que respaldan la realidad de estos eventos.
c. P________________ le concedió a José permiso de llevarse el cuerpo de Jesús para
sepultarlo (Jua. 19:38). La muerte de Jesús se confirma por el hecho de que Poncio
Pilato concedió el permiso solo después de una investigación cuidadosa para
asegurarse que Jesús realmente había muerto (Mar. 15:44-45).

d. La manera en la que el cuerpo de Jesús fue preparado para la sepultura también es una
gran evidencia de que había muerto. Resume la narración de Juan 19:38-40. ¿Cómo
demuestra que Cristo realmente estaba muerto y no simplemente inconsciente?
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NOTA: Si Cristo hubiera estado vivo, ¿no lo habrían descubierto
José y Nicodemo? Todos
los que estuvieron en contacto con el cuerpo de Jesús estuvieron
convencidos de Su muerte:
los soldados romanos (Mar. 15:44-45; Jua. 19:32-34), José de
Arimatea (Luc. 23:50-53),
Nicodemo (Jua. 19:39) y las varias mujeres que fueron testigos
de la crucifixión y la sepultura
(Luc. 23:55-56).
¿A dónde fue Cristo cuando murió?

El tema del paradero de Cristo durante los tres días entre Su muerte y
resurrección es muy comúnmente malentendido. Sin embargo, una
mirada cercana y cuidadosa a las Escrituras revela una unidad entre
todos los escritores bíblicos. En el intervalo entre Su muerte y
resurrección, el espíritu de Cristo no permaneció en la tumba, ni
tampoco descendió al infierno.

En las palabras de Jesús al ladrón en la cruz, Él fue al “paraíso”, el


glorioso lugar que es la morada de Su Padre (Luc. 23:43).
La palabra “Seol” es una transliteración de la palabra hebrea y puede ser
SALMO 16:10 – “Porque no dejarás traducida como “inframundo”, “tumba”, “abismo” o “infierno”. En el
mi alma en el Seol, ni permitirás que contexto, el salmista simplemente está declarando que Dios no permitiría
tu santo vea corrupción”. que el cuerpo físico del Mesías experimentara corrupción física, sino que lo
levantaría de entre los muertos. Esta es la interpretación de Pedro (Hch.
2:27-31) y de Pablo (Hch. 13:34-35).

En Hechos 2:27, Pedro cita este texto en defensa de la resurrección de Cristo: “no dejarás
mi alma en el Hades”. La palabra /hades/ es la traducción griega de /sheol/ y se refiere a lo mismo. El
significado simple de los pasajes es que el Padre no permitiría que el cuerpo de Jesús se descompusiera
en la ligadura de la muerte, sino que lo levantaría de entre los muertos. Charles Hodge escribe: “En el
lenguaje de la Escritura, descender al Hades no significa nada más que descender a la tumba, pasar del
mundo visible al invisible, como les pasa a todos los hombres cuando mueren y son sepultados”.
ROMANOS 10:7 – “¿Quién Basados en la interpretación de Pablo (“subir a Cristo de entre los
descenderá al abismo? (esto es, para muertos”), lo mejor parece ser interpretar la palabra “abismo” como una
hacer subir a Cristo de referencia al mundo de los muertos y no como una afirmación de que
entre los muertos)”. Cristo fue al infierno. Matthew Henry escribe: “Esto simplemente
demuestra que el descenso de Cristo a lo profundo, o al /ábussos/, no era
más que el hecho de que entró al estado de los muertos”.

El contexto sugiere que Pablo está escribiendo acerca de la encarnación de


EFESIOS 4:9 – “Y eso de que subió, Cristo y no sobre un descenso al infierno. El Cristo que subió al cielo
¿qué es, sino que también había (ascensión) es el mismo que vino a
descendido primero a la tierra desde el cielo (encarnación). En Isaías 44:23, leemos: “Cantad
las partes más bajas de la tierra?”. loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, profundidades
de la tierra; prorrumpid, montes, en
alabanza; bosque, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a
Jacob, y en Israel será glorificado”. Aquí, una vez más, la frase
“profundidades de la tierra” simplemente se refiere a la tierra en contraste
con los cielos.
Algunos interpretan este pasaje como si
1 PEDRO 3:18-20 – “Porque también Cristo padeció una sola vez enseñara que Cristo descendió al infierno
por los pecados, el justo cuando murió, para proclamar su victoria a
por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto aquellos que habitaban ahí. La interpretación
en la carne, pero vivificado más consistente es que el Espíritu Santo,
en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus que levantó a Jesús de entre los muertos,
encarcelados, los que en otro tiempo
fue el instrumento mismo a través del cual
desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en
los días de Noé, mientras Cristo habló a la generación de Noé. Cristo
se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, les habló a través del Espíritu Santo, por
fueron salvadas por agua”. medio de la predicación de Noé. Ellos no
creyeron las palabras de Cristo predicadas a
través de Noé; por lo tanto, murieron en sus
pecados y han permanecido en
prisión (es decir, el infierno) hasta hoy.
No hay razón para interpretar este pasaje como si apuntara
hacia un descenso de Cristo al
1 PEDRO 4:6 – “Porque por esto también ha sido infierno para predicar el evangelio a aquellos que moran allí.
predicado el evangelio a los muertos, para que sean Las Escrituras enseñan claramente que “... está establecido
juzgados en carne según los hombres, pero vivan en para los hombres que mueran una sola vez, y después de
espíritu según Dios”. esto el juicio” (Heb. 9:27). El pasaje debe ser interpretado
como una simple referencia a que
el evangelio había sido predicado a ciertos individuos que, en
el tiempo en el que Pedro escribió, ya habían muerto.

Si Cristo no fue al infierno, ¿a dónde fue? Para responder a esta


pregunta, lo mejor es tomar las propias palabras de Cristo. Jesús dijo
LUCAS 23:43 – “Entonces Jesús le dijo [al al ladrón moribundo: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en
ladrón]: De cierto te digo que hoy estarás el paraíso”. Cuando Cristo murió, Su espíritu pasó inmediatamente a
conmigo en el paraíso”. la
presencia de Dios. En la resurrección, Su cuerpo y espíritu fueron
unidos otra vez. Es importante notar que la palabra “paraíso” se
utiliza solo otras dos veces en el Nuevo Testamento, y en ambas
ocasiones se refiere claramente al cielo (2 Cor. 12:4; Apo. 2:7).
En esta declaración breve pero poderosa encontramos más
evidencia de que Cristo fue
LUCAS 23:46 – “Entonces Jesús, clamando a
con el Padre en el momento de Su muerte. Es una declaración de
gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo
sólida confianza, no distinta
mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró”.
a “hoy estarás conmigo en el paraíso”. Matthew Henry comenta
que “[Cristo] encomienda Su
espíritu en las manos de Su Padre para ser recibido en el paraíso
y devuelto al tercer día”.

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