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«HABIENDO RECONOCIDO EN ÉL (Jesucristo) AL HIJO DEL VERDADERO DIOS, LO PONEMOS EN EL

SEGUNDO LUGAR»1. EL LUGAR DEL LOGOS EN RELACIÓN A DIOS SEGÚN JUSTINO.*

Sergio Zañartu, s.j.


Profesor emérito de Teología
Pontificia Universidad Católica de Chile

1) TEXTOS REFERENTES A LA TRÍADA


En estas breves y sencillas notas me centraré en tratar de precisar el lugar que ocupa el
Logos respecto al Padre según las apologías o la apología2, y el Diálogo con Trifón.3 Comencemos
por la cita de 1 Ap 13,3, aludida en el título de este trabajo. Justino afirma que los cristianos no son
ateos, como se los acusa, sino que adoran (sebo/menoi), dan gracias y suplican al demiurgo del
universo y honran (timw=men) a Jesús-Cristo, maestro (dida/skalon) crucificado, a quien, habiéndolo
reconocido hijo del verdadero Dios, colocan en el segundo lugar (xw/r#), y al Espíritu profético en
el tercer rango (ta/cei).4 Dar el segundo lugar después del Dios inmutable y que siempre es, Padre
(gennh/tora) del universo, a un hombre crucificado, parece locura a algunos, pero, después que
hemos creído al Logos, nos hemos apartado de los demonios seductores para apegarnos al solo
Dios inengendrado, mediante su Hijo (cf. 1 Ap 13,1-14,1).
Justino vuelve a lo del segundo y tercer lugar (xw/ra) en 1 Ap, 60,1-7 a propósito de lo que
Platón (en Tim 36b-c.) tomó de Moisés. MUNIER nos introduce así en su Commentaire: «No es
suficiente para Justino afirmar que los escritores de Grecia, los filósofos y Platón particularmente,
deben a Moisés, “quien fue el primero de los profetas”, sus doctrinas concernientes a la creación
del universo. Lo que le interesa ante todo, es mostrar que Platón tomó de Moisés, pero sin
comprenderlo bien, indicaciones respecto al hijo de Dios (el Logos), al Espíritu profético y al poder

1
Ui(o\n au)to\n tou= o)/ntwj qeou= maqo/ntej kai\ e)n deute/r# xw/r# e)/xontej (1 Ap 13,3). El texto griego de las
Apologías citado en el presente artículo no va a ser el que presenta M. MARCOVICH (Iustini martyris apologiae
pro christianis [PTS 38; Berlin 1994, Walter de Gruyter]), sino normalmente el de C. MUNIER (Justin. Apologie
pour les chrétiens. Introduction, texte critique, traduction et notes (SC 507; Paris 2006, Du Cerf). De aquí en
adelante será citada como Apologie.
*
Este artículofue publicado en F. Parra y A. Serrano (ed.), La inteligencia de la esperanza. Homenaje al
profesor Juan Noemi Callejas, Anales de la Facultad de Teología, 5. Suplemento a Teología y Vida, Pontificia
Universidad Católica de Chile, Santiago 2012, 433-449.
2
Respecto a que las dos apologías pudieran ser una sola, véase MUNIER, Apologie, 21-38, y C. MUNIER, Justin
martyr. Apologie pour les chrétiens. Introduction, traduction et commentaire (Patrimoines Christianisme;
Paris 2006, Du Cerf) 12-28. Esta segunda obra de MUNIER será citada de aquí en adelante como
Commentaire.
3
El texto griego del Diálogo, al que me referiré, es normalmente el que presenta P. BOBICHON, Justin Martyr.
Dialogue avec Tryphon. Édition critique, traduction, commentaire (Paradosis 47, 2 vol.; Fribourg 2003,
Academic Press). De aquí en adelante será citado como BOBICHON. Tanto el texto de Bobichon como el de
Munier son ricos en paralelos y posibles influencias de la antigüedad, que no entraré a señalar. Véase
también S. HEID, «Iustinus Martyr», RAC XIX, col. 801-847, etc.
Th\n e)n tv= e(nw¯sei du/namin kaiì th\n e)n tv= ta/cei diai¿resin, afirmará Atenágoras respecto a los tres
4

(Supplic 10,5; cf.íb. 23,7; 24,2, según adición de Schwartz).


EL LUGAR DEL LOGOS EN JUSTINO

de la cruz».5 Platón dijo que después del Dios primero, una du/namij fue impresa en X (kexia/sqai)
en el universo6; y hablar del tercero le vino del texto de Moisés: el Espíritu era llevado sobre el
agua. Da, en efecto, el segundo lugar al Logos venido (para\) de Dios y el tercero al Espíritu.7
Notemos que esta explícita colocación del Logos en segundo lugar, va con el Espíritu en tercero, y
esto en una apología a los paganos. No me parecería que esto provenga directamente de una
especulación sobre el Logos, sino de la triádica confesión de la fe cristiana, en el que el Logos es el
maestro Jesucristo crucificado, que es Hijo de Dios. Pero si Justino habla de segundo lugar,
Orígenes llegará a hablar de deu/teroj qeo/j8.
Veamos otras fórmulas o afirmaciones triádicas de nuestro autor, en que no se usa xw/ra o
ta/cij. El baño de regeneración (a)nagennh/sewj, cf. Jn 3,5) es en nombre del Dios Padre y soberano
del universo, de nuestro Salvador Jesús-Cristo y del Espíritu Santo. Esto es lo que han aprendido de
los apóstoles. Se invoca el nombre de Dios Padre y soberano del universo (el único pronunciado
por los que lo conducen); y se lava, al que es iluminado, en el nombre de Jesús-Cristo, el
crucificado bajo Poncio Pilato, y en el nombre del Espíritu Santo, que profetizó todo lo
concerniente a Jesús (cf. 1 Ap 61,3-13). Hasta aquí este testimonio referente al bautismo. Al
comienzo de la Apología (6,1s), Justino responde a la acusación de ateísmo con una especie de
confesión de fe según la tradición. «Confesamos que somos ateos respecto a los así llamados
dioses, mas no del Dios verdaderísimo, Padre de la justicia y de la swfrosu/nh9 y de las otras
virtudes, sin mezcla de mal. Pero también veneramos y adoramos a aquel Hijo que ha venido de
parte de él y nos ha enseñado estas cosas, y al ejército de los otros ángeles buenos que lo escoltan
y se le parecen, y al Espíritu profético, honrándolos lo/g% y en verdad. Y así como hemos sido
enseñados, transmitimos generosamente (a)fqo/nwj) a todo el que quiera aprender»10. El

5
«Il ne sufit pas à Justin d’affirmer que les écrivains de la Grèce, les philosophes et Platon particulièrement,
doivent à Moïse, “qui fut le premier des prophètes”, leurs doctrines concernant la création de l’univers; ce
qui lui importe avant tout, c’est de montrer que Platon a emprunté à Moïse, sans toutefois bien les
comprendre, des indications touchant le fils de Dieu (le Logos), l’Esprit prophétique et la puissance de la
croix» (ad l.c.). «Justin veut donc dire que ce príncipe cosmologique, dont parlent les philosophes de son
époque, est apparru dans le Christ-Logos, dont le signe de la croix est imprimé dans l’universe comme un X»
(MUNIER, Commentaire ad 60,5). Sobre el significado cósmico de la cruz, puede verse E. R. GOODENOUGH, The
Theology of Justin Martyr. An Investigation into the Conceptions of Early Christian Literature and Its
Hellenistic and Judaistic Influences, Amsterdam 1968 (1ª ed. 1923), Philo Press, 159s.
6
Interpretó la cruz puesta por Moisés para salvar de las serpientes venenosas (Nm 21,6-9) como X. Platón
aplicaba el verbo xia/zw al alma del mundo; Justino al Hijo de Dios, a la du/namij después del Dios primero, al
Logos de Dios.
7
Así dice que los terceros están en torno al tercero. Según la traducción de L. ROBIN de Ps. Platón, Ep,
2,312e: «[…] c’est autour du ‘Second’ que sont les choses de second rang, autour du Troisième’, celles que
sont de troisième rang» (Oeuvres complètes de Platon [Bibl. de la Pléïade; Paris 1950, Gallimard) vol. II, l.c.).
8
Puede verse, S. ZAÑARTU, «Primogénito de toda creatura (Col 1, 15) en el Comentario de Orígenes al
Evangelio de Juan», parte A, 3. Esta ponencia al VIII Seminario de Estudios Patrísticos de nuestra Facultad ha
sido publicada en Teología y Vida LII (2011) 105-151. Según Orígenes, el Espíritu es ‘inferior’ al Hijo, y éste al
Padre, que es su fuente.
9
«“Justice et chasteté”: Parmi les attributs de la divinité mentionnés par Justin (voir I,10,1) reviennent le
plus souvent la vérité (a)lh/qeia), la justice (dikaiosu/nh), la chasteté (swfrosu/nh: voire I,14,2; 15,1; D. 6
(8?),3), la philanthropie (filanqrwpi/a), autant dire ceux qui sont unanimement reconnus par la tradition
judéo-chrétienne» (MUNIER, Commentaire ad l.c.).
10
ãEnqen de\ kaiì aÃqeoi keklh/meqa: kaiì o(mologou=men tw½n toiou/twn nomizome/nwn qew½n aÃqeoi eiånai, a)ll'
ou)xiì tou= a)lhqesta/tou kaiì patro\j dikaiosu/nhj kaiì swfrosu/nhj kaiì tw½n aÃllwn a)retw½n a)nepimi¿ktou te
kaki¿aj qeou=: a)ll' e)keiÍno/n te kaiì to\n par' au)tou= ui¸o\n e)lqo/nta kaiì dida/canta h(ma=j tau=ta, kaiì to\n tw½n
aÃllwn e(pome/nwn kaiì e)comoioume/nwn a)gaqw½n a)gge/lwn strato/n, pneu=ma/ te to\ profhtiko\n sebo/meqa kaiì
2
EL LUGAR DEL LOGOS EN JUSTINO

acompañamiento de los ángeles apunta hacia una cristología de tipo angélico, típica del
judeocristianismo según J. DANIÉLOU11. Notemos que no acude a la especulación sobre el Logos
para presentar al Hijo a los paganos, sino a un enmarque angélico. Según 1 Ap 65,3, en la
Eucaristía, habiendo el que preside recibido el pan y el vino eleva una alabanza y glorificación al
Padre del universo mediante el nombre del Hijo y del Espíritu Santo, y hace una larga acción de
gracias por haber sido juzgados dignos de recibir de él estos dones. Y poco después dirá que, por
todo alimento que toman, bendicen al Creador del universo12 por medio de su Hijo Jesús Cristo y
por medio del Espíritu Santo (1 Ap 67,2). Respecto al Espíritu, que numerosísimas veces es llamado
Espíritu profético13, sin querer entrar más allá de estas afirmaciones triádicas14, remito a la
afirmación de MUNIER: «Cuanto Justino es explícito sobre el Padre y el Hijo, tanto se muestra
discreto respecto al Espíritu Santo, que casi solo menciona bajo forma de citaciones bíblicas o de
extractos de la catequesis o de la liturgia […]; parece que nunca se preocupó de precisar su
relación al Padre o al Hijo ni de definir su esfera de acción particular»15.
2) LOGOS DISTINTO DEL PADRE
Volviendo al Logos y como ya ha aparecido en las citas anteriores, éste es claramente distinto
del Dios y Padre del universo.16 Quisiera ahora traer algunas citas significativas al respecto, que
luego se verán complementadas por el resto del trabajo. Así, entre los argumentos, que da a Trifón
y sus compañeros, de que en la Escritura se nombra a otro Dios, diferente del Creador del
universo17, sobre el que no hay ningún otro Dios18, presenta el texto de la aparición del Señor

proskunou=men, lo/g% kaiì a)lhqei¿# timw½ntej, kaiì pantiì boulome/n% maqeiÍn, w¨j e)dida/xqhmen, a)fqo/nwj
paradido/ntej.
11
Théologie du Judéo-Christianisme (Bibliothèque de Théologie; Tournai 1958, Desclée) cap.5. A una
cristología angélica se opone MUNIER, Commentaire ad l.c.
12
Véase 1 Ap. 13,1.
13
Al parecer 37 veces, según el TLG. Cf. A. WARTELLE, Saint Justin. Apologies. Introduction, texte critique,
traduction, commentaire et index (Paris 1987, Études Augustiniennes) 62s.
14
Conviene agregar a ellas los textos de D 36,5s; 56,15; 88,8.
15
«Autant Justin est explicite sur le Père et le Fils, autant il se montre discret sur l’Esprit Saint, qu’il ne
mentionne guère que sous la forme de citations bibliques ou d’emprunts à la catéchèse ou à la liturgie (I,6,2;
13,3; 60,7; 61,3.13; 65,2; 67,2); il semble ne s’être jamais préoccupé de préciser sa relation au Père et au Fils
ni de définir sa sphère d’action particulière» (Commentaire ad 13,3). «Quant à l’Esprit, il est essentiellement
l’instrument grâce auquel Dieu parle aux hommes, la forcé inspiratrice des prophètes, l’esprit prophetique;
Justin ne dit rien, ou presque, de son action dans le coeur des hommes, comme semence de Dieu; il ne lui
attibue pas non plus de fonction créatrice –celle de la Sophia judéo-hellénistique--, ni d’animation cosmique
–rôle devolu au Logos. Et si la distinction des Trois est solidement affirmée, en particulier par l’intermédiaire
de formules de foi, il n’en demeure pas moins que l’Esprit n’a pas véritablement de domaine d’activité
propre […]» (B. POUDERON, Les apologistes grecs du IIe siècle [Initiations aux Pères de l’Église; Paris 2005, Du
Cerf] 159s). Según A. BRIGGMAN, en 1 Ap 33,6 y D 87-88 Justino ya no distinguirá la identidad del Espíritu de la
del Logos, lo que se debería además del uso de la lógica binitaria, a que ambos son catalogados como
du/namij («Measuring Justin’s Approach to the Spirit: Trinitarian Conviction and Binitarian Orientation», VC
LXIII [2009] 107-137, pp. 124-136). Pero véase al respecto GOODENOUGH, o.c., 181s; MUNIER, Commentaire ad
23,1 y 33,6 (Encarnación). Respecto al binitarismo o trinitarismo, puede verse, M. SIMONETTI, «Note di
cristologia pneumatica, Aug XII (1972) 201-232, p. 231. Respecto a una visión más general del Espíritu en
Justino, puede consultarse, por ejemplo, la presentación de G. N. STATON, «The Spirit in the Writings of Justin
Martyr», en The Holy Spirit and Christian Origins: Essays in Honor of James D. G. Dunn (Grands Rapids, Mich.
2004, Eerdmans) 321-334.
16
Véase PH. HENNE, «Pour Justin, Jésus est-il un autre Dieu?», RSPhTh 81 (1997) 57-68.
17
Cf. D 50,1; 55,1; 56,4.11. Según observación general de BOBICHON (p.991),«Pour distinguer le Père du Fils,
Justin utilice très souvent des formules telles que : o( poihth/j tw=n o(/lwn qeo/j / o( qeo/j kai\ path\r tw=n o(/lwn
3
EL LUGAR DEL LOGOS EN JUSTINO

(Dios, según Gn 18,1) en la encina de Mambré a Abraham y de su actuación posterior en Sodoma


(D 56). Éste no es el Dios creador del universo, que jamás se ha hecho ver ni ha hablado
personalmente (di )e(autou=) a nadie, sino un enviado que anuncia (ángel) y hace en todo su
voluntad. Gn 19,24 expresa: «el Señor hizo llover sobre Sodoma azufre y fuego de parte del Señor
desde el cielo»19. En este contexto afirma Justino: el Dios que se hizo ver por Abraham, Jacob y
Moisés es otro que el Dios que ha hecho todas las cosas (el Señor del cielo), y esto numéricamente
(a)riqm%= le/gw) y no por la gnw/mh (D 56,11).
Hacia el final del Diálogo (129,1) refiriéndose a este mismo pasaje, afirmará: du/o o)n/ taj
20
a)riqm%=, agregando además el h(mw=n de Gn 3,22 como indicación de número y el texto Pr 8,21-25,
a propósito del cual declara que el engendrado es numéricamente distinto del que lo engendra21.
Porque había algunos que decían que esta potencia es indivisible e inseparable del Padre, quien
cuando quiere hace saltar su du/namij, y cuando quiere la recoge hacia sí, como la luz respecto al
sol, que es llevada con el sol cuando éste se pone. A esto acababa de replicar Justino: esta
potencia, que la palabra profética llama Dios y ángel22, no sólo es distinta (a)riqmei=tai) por el
nombre, como la luz respecto al sol, sino que es otra cosa por el número (D 128,4). En otro pasaje
comenta Justino sobre el poih/swmen plural de Gn 1,26, justo después de citar Pr 8,21-34: Dios se
dirige a uno que es otro por el número. Esto lo rubrica con el plural h(mw=n de Gn 3, 22 y con Jos
5,13-6,2, donde también encontramos un doble ku/rioj (D. 62,2-5). Nuestro autor, que varias
veces afirma que el Logos es un otro Dios, en los tres pasajes comentados dice que es otro
numéricamente.
3) EL LOGOS Y LA CREACIÓN
Este Logos, que es otro Dios, diferente del Dios Creador y Padre del universo23, ¿cómo se
relaciona con la creación del mundo24? El Creador es el Dios y Padre (como ya hemos visto)25, de

/ o( pantokra/twr qeo/j (cf. […]». Respecto a la aplicación de ‘Padre’ a Dios, puede verse, P. WIDDICOMBE,
«Justin Martyr and the Fatherhood of God», LThPh LIV (1998)) 109-126. Opina GOODENOUGH (o.c., 141):
«When Justin wishes to convert Trypho to Christianity, the first essential is to prove to him the existence of
the Second God. There is no such necessity in the Apology where Justin is adressing polytheists, for with
them he has only to assert the existence of the Logos, while proof is needed solely to identify the historical
Jesus with this Logos». Me parece notable el profuso uso de lo/goj en la apología en relación a Cristo, y el de
qeo/j en el Diálogo.
18
( (Upe\r o(/n (56,4). Justino acaba de presentar un otro Dios u(po\, mientras los judíos le achacan para\ (56,3s).
Cf. BOBICHON, 733s n.9. En otro contexto (1 Ap 12,7) afirmará que, a nuestro conocimiento, el Logos es el
príncipe (a)/rxwn) que es más poderoso (basiliko/j) y justo, después del Dios que lo ha engendrado (meta\
to\n gennh/santa). Cf. 1 Ap 32,10; 2 Ap 13,4.
19
Kai\ o( ku/rioj e)/brecen e)pi\ So/doma qei=on kai\ pu=r para\ kuri/ou e)k tou= ou)ranou= (D. 56,12). También en
56,14 citará de paso los Salmos 109,1 y 44,7s (numeración LXX).
20
Cf. BOBICHON, apénd. IV.
21
To\ gennw/menon tou= gennw=ntoj a)riqm%= e(/tero/n e)sti (129,4). Según 1 Ap 63,14s, no distinguir el Hijo del
Padre es no conocer al Padre, quien tiene un Hijo, ni a éste último. Es el Hijo de Dios quien habla a Moisés
en la zarza ardiente y no el Dios innombrable (Ib., 63,1.11.14). Véase Mt 11,27; Lc 10,22; Jn 8,19; 16,3.
22
En la venida a los hombres. También es llamada gloria, varón, y Logos porque lleva a los hombres las
palabras (o(mili/aj) del Padre ( D 128,2).
23
Expresión familiar a Justino que retoma la terminología medio-platónica. Cf. MUNIER, Commentaire ad 1
Ap, 8,2. «On notera enfin que le terme demiourgo/j, qui apparaît ici pour la première fois dans l’Apologie, est
toujours appliqué au Père, jamais au Fils (voir I, 13,1; 20,5; 26,5; 58,1; 63,11; II, 10,1), de sorte que Justin ne
semble pas vouloir le revêtir de la signification technique du néoplatonisme: ‘ordonnateur du monde’ (e)c
o)/ntwn), par opposition au ‘créateur’ (e)c ou)k o)/ntwn)» (Ib.). «Justin’s most frequent description of God is as
father and maker of all things, terms which link fatherhood with creation» (E. F. Osborn, Justin Martyr,
4
EL LUGAR DEL LOGOS EN JUSTINO

quien viene Cristo, su Hijo26; pero éste ya entraba en el sujeto plural del poih/swmen de la creación.
Así en 2 Ap 5[6],3, después de referirse al Padre y Dios, creador, Señor y dueño, habla de «su Hijo,
el único que propiamente (kuri/wj) es llamado Hijo, el Logos coexistente (sunw/n27) con él y
engendrado antes de las creaturas, cuando en el comienzo por medio de él creó y ordenó
(e)ko/smhse) todo […]»28. El Logos, pues, es engendrado antes de las creaturas. ¿Podemos
preguntarnos si desde la eternidad? Ciertamente la eternidad es afirmada del inmutable Padre del
universo (1 Ap 13,4)29. La cita anterior de 2 Ap 5(6),3, quizás la podemos aclarar con D 62,4: «este
brote (ge/nnhma) ciertamente emitido por el Padre antes de todas las creaturas (poihma/twn)
coexistía (sunh=n) con el Padre y con él conversa el Padre»30. En ambos casos el Logos es
engendrado, emitido y está con el Padre, antes de todas las creaturas31, pero en el segundo caso
hace una referencia a la Sabiduría de Pr 8,22, habiendo recién citado Pr 8,21-36, cuando trataba
de los nombres de la du/namij engendrada por el Padre y que le es distinta (cf. D 61,1-5)32. Por

[Beiträge zur historischen Theologie 47; Tübingen 1973, Mohr] 19). Dios creó porque era bueno, amaba al
hombre (1Ap 10,1s; véase 2 Ap 3[4],2; 4[5],2).
24
Según 1 Ap 59,1-5, Platón había recibido de Moisés (Gn 1,1-3) la doctrina de que Dios creó el universo
plasmando una materia amorfa. Anota A. WARTELLE: «que Dieu ait ordonné la matière brute et informe, voilà
un point d’accord avec Platon, mais il (Justino) ne va pas plus loin et n’affirme nulle part l’éternité de la
matière. Au contraire, il cite ici le premier verset de la Genèse, et il affirme souvent ailleurs que Dieu seul
est éternel et inengendré. Théophile d’Antioche, Ad Autol., 2,10, développe une doctrine analogue, mais en
insistant davantage sur la création de la matière par Dieu» (Apologies, o.c. 287 ad 59,5). OSBORN ya había
dicho: «Nevertheless, Justin was led in his apologetic zeal and his polemic against Marcion to minimise the
differences between Christianity and Plato. Matter was, for the Gnostics and for some Platonists, the second
power in the formation of the world. Justin did not see this danger, although Valentinus had been active in
Rome. Tatian, his pupil, sensed the peril of dualism and insisted that God created matter first and then
formed the world out of the matter which he had made (Ad Graecos, 5)» (Justin Martyr, o.c., 49). Cf. 1 Ap
10,2. A propósito de este último texto, afirma MUNIER (Commentarie, 134): «Bien que la question ait été très
débattue de son temps, Justin ne paraît pas s’être prononcé sur l’éternité de la matière ni sur la question de
la création ex nihilo». Véase 1 Ap 67,8.
25
Que el Padre sea el Creador (no hay Dios encima de él) tendría una punta antimarcionita. Según A. DAVIDS,
«Justin’s vindication of monotheism is closely related to his anti-Gnostic and, above all, anti-Marcionite
attitude» («Justin Martyr on Monotheism and Heresy», NAKG LVI [1975] 210-234, p.233).
26
D 7,3.
27
Cf. D 62,4.
28
o( de\ ui¸o\j e)kei¿nou, o( mo/noj lego/menoj kuri¿wj ui¸o/j, o( Lo/goj pro\ tw½n poihma/twn kaiì sunwÜn kaiì
gennw¯menoj, oÀte th\n a)rxh\n di' au)tou= pa/nta eÃktise kaiì e)ko/smhse.
Cf. también 1 Ap 59,5; 64,5. «Justin
considère le Logos comme le médiateur de la Création (voir II, 5[6],3; D 62,1; 84,2; 114,3), mais il n’insiste
pas sur cet aspect. Ce qui lui importe au premier chef, peut-être par opposition aux doctrines gnostiques,
c’est l’oeuvre créatrice de Dieu» (MUNIER, Commentaire, 279).
29
)/ trepton kai\ a)ei\ o)/nta (cf. D 3,5; 23,2). Es el a)ge/nnhtoj.
A
30
Tou=to to\ t%½ oÃnti a)po\ tou= patro\j problhqe\n ge/nnhma pro\ pa/ntwn tw½n poihma/twn sunh=n t%½ patri¿,
kaiì tou/t% o( path\r prosomilei=.
31
Véase también 1 Ap 23,2; 46,2; 63,15; D 61,1; 62,4; 84,2; 85,2; 96,1; 100,2; 116,3; 125,3; 129,4 (a(plw=j);
138,2. En D 56,10ss mostrará que el que era Dios antes de la creación del mundo y que se apareció a
Abraham, es otro Dios.
32
« A) rxh\n pro\ pa/ntwn tw½n ktisma/twn o( qeo\j gege/nnhke du/nami¿n tina e)c e(autou= logikh/n», la que
también es llamada por el Espíritu Santo, a veces Hijo, a veces Sabiduría, ángel, Dios, Logos (D 61,1). La
primera du/namij, después del Padre del universo, es el Logos, que es también Hijo (1 Ap 32,10). Du/nami¿j
e)sti tou= a)rrh/tou patro\j (2 Ap 10,8), etc. (cf. BOBICHON, Títulos Cristológicos, p.1006). Puede también verse
E. RODRÍGUEZ, La dynamis de Dios en san Justino (Anales de la Facultad de Teología XXXI,2; Santiago de Chile
5
EL LUGAR DEL LOGOS EN JUSTINO

tanto, a mi parecer, reflexiona para Trifón y compañeros sobre la preexistencia del Logos respecto
a las creaturas con el texto bíblico de la preexistencia de la Sabiduría33 respecto a estas.
Ciertamente no está afirmando aquí la eternidad del Logos, pero no por eso podemos concluir que
la niega. El mismo Trifón, usando el verbo prou+pa/rxw, atribuye a Justino la preexistencia de Cristo
antes de los siglos (D 48,1)34. Orígenes expresará posteriormente que el Logos es eterno,
engendrado en un hoy eterno.35 Algunos han tratado de ver en estos pasajes de nuestro autor la
futura distinción entre lo/goj e)ndia/qetoj y proforiko/j, como aparece, p.ej. en Teófilo, Ad Autol
2,2236. Justino en D 61,2 ciertamente compara el engendramiento por voluntad del Padre con la
palabra que nosotros engendramos y emitimos, pero el punto de comparación no es para indicar
dos estados del Logos, sino que el Padre permanece idéntico, como un fuego que no disminuye
cuando enciende otro fuego.
Pero Cristo, el primogénito de Dios, es el Logos del que participa todo el género humano.37 Por
tanto, los que vivían de acuerdo con el Logos, como Sócrates entre los griegos o Abraham entre los
bárbaros, son cristianos; y los que vivían sin el Logos, eran enemigos de Cristo y asesinos de los
que vivían conforme al Logos (1Ap 46,2-6).38 Porque hay una semilla del Logos implantada en toda
la raza humana, dice Justino en 2 Ap 7(8),139. Así, según 2 Ap 13,5s, «todos los escritores, gracias a
la semilla del Logos que está implantada en ellos40, podían ver la realidad (ta\ o)n/ ta) oscuramente,
porque una cosa es la semilla de un ser y su imagen dada conforme a la capacidad (du/namin), otra
cosa es el mismo ser, cuya participación e imitación se realiza conforme a la gracia que viene de

1982, UCCh) cap. 2. Opina HENNE: «L’expression ‘puissance verbale’ est probablement celle qui approche le
plus l’idée de personne divine» («Pour Justin, Jésus est-il un autre Dieu?», a.c., 68).
33
Pro\ tou= ai)w=noj (Sb 8,23), etc.
34
Prou+pa/rxein qeo\n oÃnta pro\ ai¹w¯nwn tou=ton to\n Xristo/n. Cf. D 48,2s; 87,2.
35
Cf. ZAÑARTU, «Primogénito de toda creatura», a.c., n.14 y 56. Expresa Atenágoras: «nou=j kaiì lo/goj tou=
patro\j o( ui¸o\j tou= qeou= {...}. prw½ton ge/nnhma eiånai t%½ patri¿, ou)x w¨j geno/menon {e)c a)rxh=j ga\r o( qeo/j,
nou=j a)i¿dioj wÓn, eiåxen au)to\j e)n e(aut%½ to\n lo/gon, a)idi¿wj logiko\j wÓn}, a)ll' w¨j
(estando mezclados los
elementos en una materia sin cualidad) e)p' au)toiÍj i¹de/a kaiì e)ne/rgeia eiånai, proelqw¯n»(Supplic 10,2s).
36
Afirma G. BARDY en Théophile d’Antioche Trois libres à Autolycus (SC 20; Paris 1948, Du Cerf) 41:
«Commodes, ces termes le sont assurément, pour désigner les significations essentielles du mot Logos, qui
exprime à la fois la raison et la parole. Immanent, le Verbe est avant tout la raison de Dieu. Proféré, il est sa
parole». Cf. MUNIER, Commentaire, 311; BOBICHON, n.8 ad 62,1.
37
Véase también 1 Ap 5,3s; 28,3; 2 Ap 10,8.
38
Véase nota respectiva de MUNIER en Commentaire.
To\ eÃmfuton pantiì ge/nei a)nqrw¯pwn spe/rma tou= Lo/gou. Por eso los estoicos llegaron a ser razonables
39

(ko/smioi), al menos en La doctrina ética, como los poetas en algunos puntos. Y los que siguieron sus
doctrinas fueron objeto de odio y muerte. Véase MUNIER, Commentaire ad 7(8),3. MUNIER introduce así el
recurso al Logos espermático en la apología: «Après avoir souligné la signification cosmique du Logos (I,
60,5-7; II 5(6),3) et son rôle éminent dans l’histoire du peuple juif (ses théophanies: I, 63,14); son activité
prophétique: I, 12,9; 36,1), Justin lui attribue aussi une activité universelle dont tous les hommes ont
bénéficié depuis l’origine du genre humain, et tout spécialement les sages et les justes parmi les Grecs (I,
5,3; 32,8; 44,9; 46,2; II, 10,8; 13,5). Pour décrire cette activité du Logos et préciser la relation qui unit la
révélation chrétienne et les autres approches de la vérité, Justin fait appel à la notion du “Logos séminal”
(Lo/goj spermatiko/j), dont l’origine et la signification ont suscité bien des discussions» (Apologie, n. 1 ad 2
Ap 7[8],1). Puede verse también la síntesis DE A. GRILLMEIER, Cristo en la tradición cristiana. Desde el tiempo
apostólico hasta el concilio de Calcedonia (451) (Verdad e Imagen, 143; Salamanca 1997, Sígueme), 230ss.
40
«Au nombre des notions implantées dans l’esprit humain, il (Justino) compte celle de Dieu (II, 7(8),3) et la
connaissance du bien et du mal (II, 6(7),6); 14,2» (MUNIER, Commentaire ad 2 Ap 13,5). Véase 2 Ap 5(6),3.
6
EL LUGAR DEL LOGOS EN JUSTINO

él41». Comenta MUNIER: «Justino opone al conocimiento indistinto de la realidad (ta\ o)/nta: ver I,
44,10), adquirido por la razón humana “en virtud de una participación en el divino Logos seminal”
(II, 13,3)42, el conocimiento perfecto del Logos divino, “llegado a ser hombre por nosotros” (II,
13,4). Este conocimiento de la verdad respecto a la persona y las enseñanzas del Logos encarnado
es una gracia que transforma toda la existencia del cristiano, atento a vivir en adelante según la
contemplación del Logos todo íntegro (ver II, 7(8),3), es decir, no solo en el acto de la Creación,
sino hasta en el misterio de la Pasión de Jesucristo (ver II, 13,4), en la cual le pertenece a su vez el
participar»43. Por eso, según Justino (2 Ap 7[8],3), los demonios hacen odiar mucho más a los
cristianos que se esfuerzan por vivir, no según una participación en el Logos espermático, sino
según el conocimiento y la contemplación de todo el Logos, es decir de Cristo44. Si los otros se
41
Oi¸ ga\r suggrafeiÍj pa/ntej dia\ th=j e)nou/shj e)mfu/tou tou= Lo/gou spora=j a)mudrw½j e)du/nanto o(ra=n ta\
oÃnta. ÀEteron ga/r e)sti spe/rma tino\j kaiì mi¿mhma kata\ du/namin doqe/n, kaiì eÀteron au)to\ ou kata\ xa/rin
th\n a)p' e)kei¿nou h( metousi¿a kaiì mi¿mhsij gi¿netai.
Comenta MUNIER: «Or, le fait est que, si Justin a repris la
terminologie en usage, il distingue nettement les semences du Logos et le Logos lui-même, ce qui lui permet
d’établir deux types de relations: l’une, kata\ du/namin, désigne précisément le pouvoir dont relève la
recherche philosophique: il s’agit effectivement d’une capacité qui est en l’homme, exprimée par des noms
de “choses” (spe/rma-mi/mhma) l’autre, kata\ xa/rin, dépend directement du Logos, et les termes de metousi/a
et de mi/mhsij décrivent une participation qui s’accomplit sous la mouvance de celui qui la suscite»
(Commentaire, 342).
42
(/ kastoj ga/r tij a)po\ me/rouj tou= spermatikou= qei¿ou Lo/gou to\ suggene\j o(rw½n kalw½j e)fqe/gcato. Esto
E
es lo que Justino precisa al final del mismo número 13 en el texto que está comentando MUNIER, porque se
contradijeron entre ellos mismos y lo bien dicho por ellos pertenece a los cristianos, que, después de Dios,
adoran y aman al Logos venido del Dios ingénito e inefable, porque por nosotros se hizo hombre para ser
partícipe también de nuestros padecimientos y sanarnos (13,3s). A propósito de la sugge/neia platónica,
afirma MUNIER: Justin, qui reprend cette notion (cf. D 4,2s), donne à la connaissance naturelle une
orientation christologique determinante, dans la mesure où il déclare que cette sugge/neia s’enracine dans
l’âme grâce aux semences de vérité que le Logos dépose en elle» (Commentaire, ad 2 Ap 13,3).
43
«Justin oppose à la connaissance indistincte de la réalité (ta\ o)/nta: voire I, 44,10), acquise par la raison
humaine “en vertu d’une participation au divin Logos séminal” (II, 13,3), la connaissance parfaite du Logos
divin, “devenu homme pour nous” (II, 13,4). Cette connaissance de la vérité touchant la personne et les
enseignements du Logos incarné est une grâce qui transforme toute l’existence du chrétien, attentif à vivre
désormais selon la contemplation du Logos tout entier (voir II, 7[8],3, c’est-à-dire non seulement dans l’acte
de la Création, mais jusque dans le mystère de la passion de Jésus-Christ (voir: II, 13,4), qu’il lui appartient
de partager à son tour» (Apologie, nota 5 a 13,6).
44
<Ou)> kata\ spermatikou= Lo/gou me/roj, a)lla\ kata\ th\n tou= panto\j Lo/gou, oÀ e)sti Xristou=, gnw½sin kaiì
qewri¿an. Comenta MUNIER: «Parmi les explications concernant le Logos séminal, les unes l’assimilent au
Logos divin ou au Christ dans sa relation au monde; les autres l’identifient avec l’attitude morale et
religieuse de l’homme ou avec la raison humaine […]. En fait les deux points de vue sont complémentaires,
car Justin a opéré sa propre synthèse sur le “Logos séminal” (cf. II, 10,1; 13,3; D 93,1), notamment dans
l’équation qu’il fut le premier à établir entre le Logos intégral et la personne de Jésus Christ» (Apologie ad
l.c.). Y en su Commentaire dirá: «La distinction opérée par HOLTE («Logos spermatikos. Christianity and
Ancient Philosophy according to St. Justin’s Apologies», StTh 12 [1958] 109-168), p.136s entre la conception
du Lo/goj spermatiko/j (“semeur”, au sens actif du terme) et la semence du Lo/goj (spora/, spe/rma: la
raison humaine) implantée en tout homme, est essentielle; mais Justin a opéré sa propre synthèse sur le
“Logos séminal”, à partir de traditions disparates […]». Y después añadirá: «Par l’enseignement et l’exemple
du Christ, la raison de l’homme, “créé intelligent et capable de choisir le vrai et de faire le bien” (voir I, 28,3),
est purifiée et amenée à se réaliser pleinement: telle est la norme des chrétiens, appelés à reconnaître la
vérité et à vivre en harmonie avec elle. Si Justin a donné de la foi chrétienne une interprétation nettement
intellectualiste et éthique, il n’ignore pas pour autant la dimension sotériologique –‘existentielle’– de la vie
chrétien […]». Y Munier hace referencias a algunos aspectos más importantes de las apologías al respecto.
7
EL LUGAR DEL LOGOS EN JUSTINO

contradijeron muchas veces por no conocer la integralidad del Logos, la superioridad de la


doctrina cristiana se da justamente porque todo lo lógico llegó a ser Cristo, que se manifestó por
nosotros, cuerpo, logos y alma (cf. 2 Ap 10,1-3)45.
4) EL DIOS Y PADRE
Hemos visto hasta ahora que el Logos, que aparece en segundo lugar, es Dios distinto del
Padre y anterior a la creación. Del Logos participa todo hombre; pero del Logos total, que es
Jesucristo46, participan sólo los cristianos, y por gracia. Según el índice de títulos cristológicos de
BOBICHON, sería llamado qeo/j unas 144 veces en el Diálogo. En cambio, la Apología, según este
autor, «presenta diversas veces al Verbo como ‘Hijo de Dios’ (…)47, pero jamás directamente como
Dios»48 Con todo, en las apologías encontramos expresiones como la de 1 Ap 63,15: oÁj Lo/goj kaiì
prwto/tokoj wÔn tou= qeou= kaiì qeo\j u(pa/rxei. En el Diálogo leemos expresiones como: qeo\j
49
kalei=tai kai\ qeo/j e)sti kai\ e)/stai (58,9) .
Pero si Cristo es Dios, ¿qué nos dice Justino sobre el Dios Padre, además de lo ya visto50? El
Padre es el único a)ge/nnhtoj.51 Los cristianos se apegan a él por medio de su Hijo (1 Ap 14,1)52. Los

45
Dia\ tou= to\ logiko\n to\ oÀlon to\n fane/nta di' h(ma=j Xristo\n gegone/nai, kaiì sw½ma kaiì lo/gon kaiì
yuxh/. Para Justino, «le Christ est le Logos tout entier devenu home; mais il est aussi tout le rationnel, le
principe raisonnable de l’univers, qui est apparu pour nous, à la fois corps, logos (raison) et âme» (WARTELLE,
Apologies, o.c., 309). Cf. 1 Ap 5,4; 2 Ap 10,8. Comentando 1 Ap 5,4, dice MUNIER: «“Le Logos lui-même”:
Première mention dans l’Apologie du Verbe divin, le titre christologique par excellence du Christ-Jésus».
Respecto a los diversos títulos cristológicos, pueden verse BOBICHON, Commentaire, 978-1015.
5
Opina J. N. D. KELLY (Early Christian Doctrines [London 1980, Black] 145): Justin himself was usually content
to reproduce the familiar affirmations of the rule of faith. He is satisfied that the Word became man by
being born from the Virgin. As he expresses (1 Ap 63,10) it, “He Who was formerly Logos, and appeared now
in the semblance of fire, now in incorporeal fashion, has finally by God’s will become man for the human
race”. He pre-existed as God, and was made flesh of the Virgin, being born as man (D 87,2; cf. 1 Ap 46,5). His
incarnation involved the assumption of flesh and blood (1 Ap 66,2), and Justin insists (D 34,2; 36,1; 39,7;
41,1; 49,2, etc.), in spite of the scandal thereby occasioned to Jewish critics, on the reality of the Messiah’s
physical sufferings. Yet He did not cease to exist as Word, being in fact at once “God and man” (D 71,2; cf. ib.
100)». Cf. WARTELLE, Apologies, o.c., 64s. Respecto a Cristo dida/skaloj, cf. MUNIER, Commentaire, 122; 178,
etc. Respecto a los motivos de la encarnación, puede verse, por ejemplo, 1 Ap 63,10.16; 2Ap 5(6),5; 13,4.
Según Osborn (Justin Martyr, o.c., 56), «The Logos is concerned primarily with the mediating of saving
knowledge».
46
Nacido de una virgen, muerto en una cruz y que vendrá con gloria a juzgar en su segunda venida (cf. p.e. 1
Ap 52,3 y la respectiva nota de MUNIER en su Commentaire; D 49,2; 121,3 y la nota 20 de Bobichon a 14,8).
47
BOBICHON (p. 991) indica unos 24 pasajes
48
«L’Apologie présente à plusieurs reprises le Verbe comme ‘Fils de Dieu’ (…), mais jamais directement
comme Dieu » (íb.991). En el Diálogo, el título ‘Dios’ (igual que ‘Señor’) es presentado progresivamente.
Justino se apoya en ciertas profecías, en los relatos de teofanías, en fórmulas que resumen la demostración
sobre la generación del Verbo. La prácticamente ausencia de qeo/j en las apologías, como título de Cristo, a
mi parecer, muestra la diferencia de público y de su respectivo método. Comentando D 56,4 en n.13, afirma
BOBICHON (íb.734): «La distinction entre o( qeo/j (pour le Père) et qeo/j (pour le Verbe) est donc généralement
respectée, mais pas de façon aussi systématique qu’on l’a parfois affirmé». Respecto a la clara distinción en
Orígnes entre o( qeo/j y qeo/j, cf. ZAÑARTU, «Primogénito de toda creatura», a.c., parte A, 3.
49
Cf. por ejemplo, 60,4 (qeo\j u(pa/rxwn) y la nota 1 de BOBICHON a 128,1.
50
Omnipotente, Creador y Padre del universo, etc.
51
Cf. GOODENOUGH, o.c., 128-131.
52
MUNIER afirma en su comentario respectivo: «’inengendré’: Pour exprimer l’éternité de Dieu, Justin
emploie l’adjectif a)ge/nnhtoj: inengendré […], qu’il semble n’avoir pas toujours distingué nettement du
terrme a)ge/nhtoj: qui n’a pas de commencement […]. Chez Justin le mot est réservé au seul Père; il ne
8
EL LUGAR DEL LOGOS EN JUSTINO

judíos niegan que Cristo sea Dios, hijo del único ingénito e inefable Dios (D 126,2). Dios, el Padre,
según este último texto, también es llamado inefable (a)/rrhtoj)53. Nadie puede darle un
nombre54. «Los de padre, dios, creador, señor, dueño, no son nombres sino designaciones
tomadas de sus beneficios y de sus obras» (2 Ap 5[6],2)55. Según WARTELLE56, Justino prodiga
epítetos para expresar la trascendencia de Dios. Entre otros enumera: a)ei\ w)n/ , a)ei\ o( au)to\j w)/n57,
a)/treptoj, a)paqh/j, gennh/twr tw=n a)pa/ntwn, path\r pa/ntwn, path\r tw=n o(l / wn, despo/thj
pa/ntwn, dhmiourgo/j, kti/sthj pa/ntwn, poihth\j tw=n o(l
/ wn (pa/ntwn). Dios es también el Padre de
la Sabiduría, la Justicia y las otras virtudes. El Dios de Justino es el del A.T. que se reveló a los
patriarcas y profetas, sin que ninguno de ellos jamás lo hubiera visto, y que se revela todavía por
su Hijo Jesucristo. Según D 127, el Dios ingénito, el Padre inefable y Señor de todo, que está en los
cielos, no se desplaza ni aparece; ningún hombre lo ha visto.
El que en el A. T. se ha manifestado y es también Dios, es su Hijo y ángel.58 Y las citas de
las teofanías multiplican la aplicación de qeo/j a Cristo en el Diálogo con Trifón. Pero este otro
Dios, el Logos, tiende a ser rebajado en contraste con la acentuación de la trascendencia del
Padre59. Con todo, el Padre trascendente es el creador, y, aunque no se desplaza, mira y oye todo

caractérise plus seulement l’essence inteligible, mais il marque une propieté personelle» Cf. 1 Ap 25,2; 49,5;
53,2 (prwto/tokoj t%= a)gennh/t% qe%=); 2 Ap 12.4; 13,4; D 114,3; 127,1. A Dios, por ser inengendrado, no se le
puede poner nombre, siendo el más antiguo (2 Ap 5(6),1). En el diálogo entre Justino y el anciano se dice,
con referencia a la doctrina de Platón, que sólo Dios es inengendrado y por eso es Dios (D 5,4). El
inengendrado no es múltiple (polla/), porque es la causa de todo (D 5,6).
53
1 Ap 9,3; 61,11; 2 Ap 10,8; 12,4; 13,4; D 127,2.4.
54
1 Ap 10,1; 61,11; 63,1; 2 Ap 5(6),1-3.
55
To\ de\ path\r kaiì qeo\j kaiì kti¿sthj kaiì ku/rioj kaiì despo/thj ou)k o)no/mata/ e)stin, a)ll' e)k tw½n eu)poii+w½n
kaiì tw½n eÃrgwn prosrh/seij. También el nombre ‘Cristo’, diríamos desde el punto de vista cosmológico
creacional, encierra un significado desconocido (cf. 2 Ap 5(6),3). Según A. Orbe, «El fragmento de s. Justino
tiene significado particular porque relaciona la Unción del Hijo por el Padre con la del Kosmos por el Hijo, en
un estadio muy anterior a la Encarnación» (La unción del Verbo. Estudios valentinianos III [Analecta
Gregoriana 113; Roma 1961, Univ. Greg.] 65).
56
Cf. Apologies, o.c., 55s.
57
Justino responde al anciano diciendo que Dios es el que es siempre el mismo, de la misma manera, y causa
de existir para los otros (D 3,5).
58
Puede verse ‘Ange’ en los títulos Cristológicos de BOBICHON, p. 984s. En 1 Ap 62,4-63,17 también va a ser
llamado apóstol. Según 63,10, es su apóstol, porque primeramente es su Logos (también véase D. 128,2). Se
apareció primero a Moisés en la forma de fuego y figura incorporal, y ahora en los tiempos del Imperio,
hecho hombre mediante una virgen. «C’est une affirmation constante de la part de Justin que le Logos divin,
le Fils de Dieu, son Ange ou son Envoyé, est le sujet des théophanies de l’Ancien Testament. À l’instar de la
plupart des philosophes de son temps, il ne peut concevoir que le Dieu transcendant “qui reste toujours
dans les régions supra-célestes” (D 56,1), puisse entrer directement en contact avec le monde. Puisque Dieu
ne peut apparaître lui-même sur terre, les théophanies de l’Ancien Testament doivent nécessairement être
rapportées au Logos; voir D 56-62, notamment 56,1; 60,2; 127,2 et 5» (MUNIER, Commentaire, 275). Véase
BOBICHON n.7 ad D 56 y la enumeración de teofanías en el índice analítico, p.1077s. «Nach mittelplatonischer
Lehre kann der Schöpfer und Vater des All nicht das Überhimmlische verlassen, um in einem kleinen Winkel
der Erde zu erscheinen (Iustin. Dial. 56,1; 60,2; 127,2f […]). Deshalb muss der Logos-Sohn in den
alttestamentlichen Theophanien erschienen sein» (S. HEID, Iustinus Martyr, a.c., col. 835).
59
«Dans un contexte philosophique fortement marqué par le monisme stoïcien, l’insistence de l’Apologiste
sur la transcendance du Père, invisible et ineffable, conduisait immanquablement, à souligner une certaine
infériorité du Fils, trop évidemment réduit à un pur rôle de médiateur. Dès lors, le risque menaçait de
déviations subordinationistes (voir I, 21,1; 22,2; D 56,4)» (MUNIER, Commentaire, 276s).
9
EL LUGAR DEL LOGOS EN JUSTINO

con agudeza, todo lo supervisa y lo conoce (D 127,2)60. Así MUNIER expresa citando a Puech: «En
efecto, «la trascendencia consiste para Justino, no en que Dios no ejerza acción en el mundo, sino
en que no se revela directamente a los hombres»61. Según D 23,2, Dios es amante de los hombres,
pre-visor62, no necesitado (a)nendeh/j), justo y bueno63. Dios crea por bondad (1 Ap, 10,2). El Logos
fue engendrado por voluntad del Padre y la sirve (cf. D 61,1)64. Si antes se manifestó en forma de
fuego, ahora, por voluntad de Dios, se hizo hombre y sufrió para salvación de los creyentes en él
(cf. 1Ap 63,10.16)65.
5) EL HIJO DEL PADRE
Ha ido apareciendo la relación de Cristo con el Dios y Padre, por ejemplo como Logos y
ángel. Pero la más determinante para comprender su procedencia, es la relación de Hijo. Si nos
atenemos a los títulos cristológicos de BOBICHON (p. 993), Hijo de Dios y sus variaciones sería usado
47 veces por Justino. Aunque Dios es Padre del universo, el Logos, co-existente con Dios y
engendrado por él antes de las creaturas, es el único que es llamado hijo en sentido propio (2 Ap
5[6],3). «Sólo Jesús Cristo ha sido en sentido propio engendrado hijo de Dios (t%= qe%=), el que es su
Logos, su primogénito y su du/nami»» (1 Ap 23,2)66. En D 105,1 es llamado «monogenh/j del Padre
del universo. Logos y du/namij propiamente (i)di/wj) engendrado de él, y posteriormente hecho
hombre mediante una virgen»67. El título primogénito (prwto/tokoj) es usado 11 veces por
Justino.68 Ciertamente está en relación al resto de las creaturas, pero D 100,2, insiste en que es

60
Después de citar D. 127,2s (y de remitir también a 60,2 y 114,3), afirma D. BOURGEOIS: «Ce texte, à mon
avis, démontre essentiellement une chose: c’est que le Père qui veut réaliser sa volonté de salut ne l’a pas
realisée par lui-même. Celui qui nous a fait connaître le Père, c’est le Fils qui s’est fait homme. L’économie
du salut trouve son fondement dans la volonté du Père qui ne s’est pas manifestée, et elle se réalise dans le
Fils qui s’est manifesté aux hommes. Si donc Justin a recours à l’apophatisme médio-platonicien pour parler
du Père, ce n’est pas pour accommoder sa foi au platonisme ambiant, c’est pour exprimer, maladroitement
peut-être, sa foi au dessein bienveillant pour les hommes dont le Père a pris l’initiative et qui s’est accompli
par le Fils» (La sagesse des anciens dans le mystère du Verbe. Évangile et philosophie chez saint Justin
philosophe et martyr [Croire et Savoir; Paris 1981, Téqui] 99s). Cf. 1 Ap 12,3; 2 Ap 12,4, etc.
61
«En effet, “la transcendance consiste pour Justin non point en ce que Dieu le Père n’exerce pas d’action
en ce monde, mais en ce qu’il ne se révèle pas directement aux hommes”» (Commentaire, 273).
62
En D 118,3 habla de la admirable pro/noia de Dios. Véase 1 Ap 28,4; 44,11; D 1,4; 16,3, etc.
63
Cf. 1 Ap 14,2; 16,7; D 101,2, etc. Véase lo de Platon según D 4,1 (to\ o)/n; oÄn e)pe/keina pa/shj ou)si¿aj, ouÃte
r(hto\n ouÃte a)goreuto/n, a)lla\ mo/non kalo\n kaiì a)gaqo/n).
64
Por eso puede recibir todos los nombres. BOBICHON en su nota 11, trae varias citas de esta generación por
voluntad del Padre y afirma: «Certaines des ces formules définissent à la fois la filiation divine du Verbe et sa
naissance virginale, sa génération éternelle et sa génération temporelle. Entre les deux notions, Justin
établit une intime connexion». Es ángel, porque la sirve, por ejemplo en las apariciones del A. T. (cf. D. 58,3;
127,4, etc.). Véase D 56,11; 57,3; 126,5, etc.
65
Cf. 1 Ap 23,2; 46,5; 2 Ap 5(6),5; D 63,1; 75,4, etc.
66
¹Ihsou=j Xristo\j mo/noj i¹di¿wj ui¸o\j t%½ qe%½ gege/nnhtai, Lo/goj au)tou= u(pa/rxwn kaiì prwto/tokoj kaiì
du/namij .
67
Monogenh\j ga\r oÀti hÅn t%½ patriì tw½n oÀlwn ouÂtoj, i¹di¿wj e)c au)tou= lo/goj kaiì du/namij gegennhme/noj,
kaiì uÀsteron aÃnqrwpoj dia\ th=j parqe/nou geno/menoj.
68
Conforme a “Títulos Cristológicos”, BOBICHON, 1004. Anota este autor: «les différentes formules soulignent
la préexistence du Christ (pr. pa/shj kti/sewj / pa/ntwn tw=n ktisma/twn), sa génération (ui(o/j, du/namij) et sa
divinité (qeo/j (Ib.)». Véase también prwto/gonoj de 1 Ap, 58,3.
10
EL LUGAR DEL LOGOS EN JUSTINO

anterior a ellas69. Y en 1 Ap 63,15 dice nuestro autor que el Padre tiene un hijo que, en cuanto
Logos y primogénito, es Dios70. Este hijo, el Cristo, «es Señor, y Dios Hijo de Dios» (D 128,1)71.
El Logos es, pues, el unigénito del Padre, quien lo engendra. Es el ge/nnhma realmente
emitido (problhqe/n)72 del (a)po\) Padre antes de todas sus creaturas73, que estaba con él y con
quien conversa (D 62,4). Pero el engendramiento de esta du/namij del (a)po\) Padre fue por la
du/namij y voluntad de este, y no por amputación como si la ou)si/a del Padre fuera segmentada y
no la misma que antes, sino como un fuego que enciende a otro fuego, permaneciendo aquel el
mismo (cf. D 128,4)74. El Logos viene, pues, del (a)po\) que lo engendra75, pero no dividiendo sino
por voluntad.76 El Hijo, pues, antes de todas las creaturas, procedió (proelqo/nta) del Padre por
77
du/namij y voluntad de él (D 100,4) .
6) CONCLUSIÓN
Este es, en Justino, el misterio del origen del Hijo, Dios de Dios como dirá el credo de
Nicea. ¿Cómo concilia nuestro autor su fe cristiana, disputando con paganos y judíos, con el
monoteísmo de la confesión de un único Dios78? Por ejemplo, declara en D 126,2: Cristo es Dios,
hijo del único e inengendrado e inefable Dios. Para Justino, hay un solo inengrendrado, el Padre
del universo, causa de todo. Si habla de otro Dios numéricamente distinto, éste proviene del Padre
que lo engendra como hijo unigénito, antes de la creación, con el que creó todo, y quien es su
Logos y ángel, y en todo sirve a su voluntad. A través de lo dicho en este artículo, se han podido
apreciar diversos matices de distinción entre Dios y su Hijo. Por ejemplo, Cristo no es un Dios para\

69
Gno/ntej au)to\n prwto/tokon me\n tou= qeou= kaiì pro\ pa/ntwn tw½n ktisma/twn. Observa M. SIMONETTI: «Ma
se la terminologia è ancora incerta, la distinzione fra generazione del Figlio e la creazione del mondo è ben
chiara nel nostro autore» («Il problema dell’unità di Dio da Giustino a Ireneo», RSLR XXII [1986] 201-240,
n.18).
70
(\Oj kaiì Lo/goj prwto/tokoj wÔn tou= qeou= kaiì qeo\j u(pa/rxei. Cf. D 125,3. Respecto a te/knon prwto/tokon
de D 125,3, véase n.11 de BOBICHON ad l.c.
71
Ku/rioj wÔn o( Xristo/j, kaiì qeo\j qeou= ui¸o\j u(pa/rxwn. BOBICHON traduce: «étant Seigneur, et depuis
toujours Dieu Fils de Dieu». Respecto a su traducción de u(pa/rxwn, véase nota respectiva en su comentario
ad l.c. Respecto a la aplicación de ku/rioj a Cristo en el Diálogo, puede verse Titres Christologiques, BOBICHON
1010-1012.
72
Según D 76,1 no es obra humana sino de la voluntad del Padre que lo produjo (proba/llontoj).
73
Cf. D 129,4; 1 Ap 21,1 (prw=ton ge/nnhma). Según 1 Ap 13,4, Dios es gennh/twr del universo. Puede verse la
interpretación de A. Orbe, Hacia la primera teología de la procesón del Verbo. Estudios valentinianos I
(Analecta Gregoriana 99s; Roma 1958, Univ. Greg.) 565-583. «Justin can also refer to creation as generated
(D 5,2), but he clearly distinguishes between the Father-Son relation and the Father-creation relation, and
he generally applies the language of generating to the Son and that of making to creation» (WIDDICOMBE,
«Justin Martyr», o.c.,119).
74
Cf. D 61,1s (a)po\ tou= patro\j qelh/sei). Tampoco se disminuye el logos en nosotros, cuando lo proferimos,
ni un fuego cuando enciende a otro. Cf. BOBICHON, 969-971. «/ (/Wsper ga\r a)po\ mia=j d#do\j a)na/ptetai me\n
pura\ polla/, th=j de\ prw¯thj d#do\j dia\ th\n eÃcayin tw½n pollw½n d#dw½n ou)k e)lattou=tai to\ fw½j, ouÀtw kaiì
o( lo/goj proelqwÜn e)k th=j tou= patro\j duna/mewj ou)k aÃlogon pepoi¿hke to\n gegennhko/ta» (Taciano, Or
Graec, 5).
75
Au)to\j wÔn ouÂtoj o( qeo\j a)po\ tou= patro\j tw½n oÀlwn gennhqei¿j, siendo Logos, sabiduría, du/namij y gloria
del que lo ha engendrado (D 61,3). Este tipo de fórmulas, en opinión de BOBICHON (n. 11 en p. 746),
expresaría la consubstancialidad. Véase D 61,1.
76
Orígenes profundizará este camino. Véase ZAÑARTU,«El primogénito de toda creatura», a.c., parte A, 3.
77
Cf. D. 76,7. Véase D. 127,4, donde expresa además: to\n pate/ra kaiì aÃrrhton ku/rion tw½n pa/ntwn a(plw½j
kaiì au)tou= tou= Xristou=.
78
Cf. p.e. D 11,1.
11
EL LUGAR DEL LOGOS EN JUSTINO

to\n qeo/n, como le objeta Trifón, sino u(po\; viene después del Padre; se bendice al Creador por
medio de su Hijo79, etc. Por eso declara en 1 Ap 13,3, que este Jesucristo, que fue crucificado, es
hijo del verdadero Dios y se lo tiene en segundo lugar (cf. 1 Ap 60,7). Este es el título de este
artículo, que he querido contextuar en este breve trabajo. Ciertamente es de atmósfera
subordinacionista, correspondiente a su tiempo, pero está recién comenzando el pensamiento
teológico que cristalizara después en torno a los grandes concilios. Es también expresión de un
‘filósofo’ cristiano que afrontó el martirio por su fe en Cristo Dios.

RESUMEN
El autor pretende investigar el contexto para mejor apreciar el segundo lugar en que
Justino pone al Hijo. Así examina los textos referentes a la tríada y los que destacan la distinción
numérica entre el Logos y el Padre. El Logos, como la Sabiduría en Pr 8, es engendrado antes de las
creaturas. Trifón atribuye a Justino la preexistencia de Cristo antes de los siglos. Pero de este
Logos participa todo el género humano. El Logos total es Cristo, del que los cristianos participan
por gracia. Sería el papel de mediador, el ambiente de la época repecto a la monarquía del Padre,
junto con no tener un doctrina trinitria más adecuada, lo que llevó a Justino a colocar al Logos en
el segundo lugar.

PALBRAS CLAVES
Subordinacionismo. Logos. Trinidad. Creación.

79
En general reservaría el o( qeo/j para el Padre.
12

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