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Este concepto presenta ciertos alcances y diferencias entre la normativa chilena y la internacional, como lo deja
aclarado cada norma con la definición del concepto de “Activo Fijo”.
Un activo fijo “es aquel que se conforma por los bienes tangibles que han sido adquiridos o construidos para
usarlos en el giro de la empresa, durante un periodo considerable de tiempo y sin el propósito de venderlos”;
según el boletín técnico Nº 33, (BT Nº 33) emitido por el Colegio de Contadores de Chile A.G. (CCCH).
En cambio la normativa internacional NIC 16 Activo Fijo; define el concepto como: “los activos tangibles que
posee una entidad para su uso en la producción o suministro de bienes y servicios, para arrendarlos o para fines
administrativos y que se esperan usar durante más de un ejercicio económico”; Ifrs Handbook 2007, Ernst &
Young.
El activo fijo puede clasificarse desde diferentes puntos de vista, según el ente o norma que lo clasifique:
La Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) a través de la circular 1501 del año 2000, realiza la
clasificación de activos de acuerdo a los estipulado en el boletín técnico Nº33 del CCCH ; incorporando sólo el
mayor valor por retasación técnica del activo fijo y la depreciación acumulada ; sin embargo; en el año 2008 a
través de la circular Nº1879 establece una nueva clasificación de los activos, la cual se compara a continuación :
-Activo fijo
-Otros activos
Construcciones y obras de infraestructura: son los bienes inmuebles, edificados o en construcción, residenciales
o de uso industrial o comercial.
Maquinarias y equipos: Son activos fijos que representan el equipamiento básico para la producción y
transporte.
Otros activos fijos: son los activos que no estén incluidos en los ítems anteriores. Entre ellos los activos fijos
adquiridos por leasing financiero.
Mayor valor por retasación técnica del activo fijo: Mayor valor de retasación por sobre el valor libro de los
activos retasados (sólo para las empresas que se hayan acogido a la retasación técnica del activo fijo),
actualmente no está permitido.
Depreciación acumulada: son las depreciaciones acumuladas de los activos fijos incluido el mayor valor por la
retasación técnica, hasta la fecha de cierre de los estados financieros.
Activos Corrientes
Activo No Corrientes
De acuerdo a esta circular el activo fijo se encuentra en Activos no corrientes, bajo el nombre de: Propiedad,
planta y equipo: que son los activos tangibles que posee una entidad para su uso en la producción o suministro
de bienes y servicios para propósitos administrativos; y que se esperan usar durante más de un período.
A continuación se detallan las principales diferencias en el tratamiento contable del Activo Fijo, diferenciando
entre contabilizar según la normativa vigente en Chile, que son los boletines técnicos emitidos por el CCCH; y
las normas internacionales de contabilidad emitidas por el IASB, que han comenzado en nuestro país.
Costos de adquisición y/o construcción. En Chile, los activos fijos se valorizan al costo de adquisición o
construcción considerando las actualizaciones posteriores para reflejar los efectos de la inflación (corrección
monetaria), que según se señala en los Boletines Técnicos Nºs 3 y 13. Entre los costos que se relacionan
directamente con su adquisición o construcción, incluso aquellos necesarios para que los bienes queden en
condiciones de ser utilizados por el comprador, podemos encontrar algunos como: costo de diseño, cargos por
transporte, costos de instalación; costos iniciales de reconstrucción, honorarios legales, costos de
financiamiento, entre otros.
En cambio, la valorización del activo fijo, según norma internacional de contabilidad Nº 16 comprende:
(a) Su precio de adquisición, incluidos los aranceles de importación y los impuestos indirectos no recuperables
que graven la adquisición, después de deducir cualquier descuento o rebaja del precio;
(b) Todos los costos directamente relacionados con la ubicación del activo en el lugar y en las condiciones
necesarias para que pueda operar de la forma prevista por la administración;
(c) La estimación inicial de los costos de desmantelamiento o retiro del activo, así como la rehabilitación del
lugar en que se encuentra, que constituyan la obligación de la entidad, al adquirir el elemento durante un
determinado período, con propósitos distintos a la producción de existencias durante ese período. De acuerdo a
estas características se puede mencionar algunos costos como: costos de preparación del emplazamiento físico,
costos de entrega inicial del activo, costos de manipulación o transporte posterior, costos de instalación y
montaje, costos de comprobación que el activo funciona adecuadamente y honorarios profesionales.
Costos posteriores Según la norma chilena los costos posteriores relacionados con el activo fijo se pueden
considerar como:
Costo de mantención. Los costos de mantención de los activos fijos son aquellos en que se incurre en forma
programada para mantener un bien en operación normal, se realizan regularmente en cada ejercicio, para
mantener el bien en operación normal durante su vida útil estimada originalmente, deben contabilizarse con
cargo a resultados en el período en que se incurren.
Costos de reparaciones Los costos de reparación son aquéllos en que se incurre en forma imprevista, para
solucionar el desperfecto de algún bien y restituirle sus condiciones normales de operación, estos deben
contabilizarse con cargo a resultados en el período en que se incurren, dado que ellos no aumentan la vida útil
estimada originalmente para el bien.
Costos de adiciones y mejoras Son aquellos que se originan con el objeto específico de extender
significativamente la vida útil, o incrementar la capacidad productiva o eficiencia original del activo. Deben
contabilizarse con cargo al activo fijo.
Los costos posteriores asociados al activo fijo que considera la nic 16 son:
Reemplazo de componentes Ciertos componentes de algunos elementos de activo fijo pueden necesitar ser
reemplazados a intervalos regulares. Por ejemplo, un horno puede necesitar reparaciones tras un determinado
número de horas de funcionamiento, los componentes interiores de un avión, tales como asientos o instalaciones
de cocina, pueden necesitar ser sustituidos varias veces a lo largo de la vida del avión, o bien otros elementos de
activo fijo pueden ser adquiridos para hacer un reemplazo recurrente menos frecuente, como podría ser un
reemplazo de los tabiques de un edificio. Por lo que la entidad reconocerá, dentro del valor de libros de un
elemento de activo fijo, el costo de reemplazar parte de dicho elemento cuando se incurra en él.
Inspecciones generales Una condición necesaria para que algunos elementos de activo fijo continúen operando,
(por ejemplo, un avión) puede ser la realización periódica de inspecciones generales por defectos,
independientemente que las partes del elemento sean reemplazadas o no. Cuando se realice una inspección
general, su costo se reconocerá en el valor de libros del elemento de activo fijo como un reemplazo, siempre y
cuando se cumplan las condiciones para su reconocimiento; esto es, cuando sea probable que la entidad obtenga
los beneficios económicos futuros derivados del mismo y el costo del activo pueda ser valorizado con
fiabilidad.
Al mismo tiempo, se eliminará de las cuentas cualquier valor de libros, procedente de una inspección previa,
que permanezca en la citada partida (no relacionado con los componentes físicos). Se debe considerar además,
que una entidad no reconocerá en el valor de libros de un activo fijo, los costos derivados del mantenimiento
diario del elemento. Tales costos se reconocerán en el estado de resultados cuando se incurra en ellos. Los
costos del mantenimiento diario son principalmente los costos de mano de obra y los consumibles, que pueden
incluir el costo de pequeños componentes. El objetivo de estos desembolsos se describe a menudo como
‘reparaciones y mantenimiento’ del elemento de activo fijo.
Los repuestos destinados a la mantención y/o reparación de los activos de la empresa se contabilizarán de
acuerdo a los siguientes criterios según norma nacional:
(a) Activando el costo de los repuestos y depreciándolos durante la vida útil esperada del bien principal a que
están asociados.
(b) Imputando el costo de los repuestos a resultados al momento de su adquisición. Este método resulta
apropiado para bienes de valor relativo pequeño y/o de una corta vida útil,
(c) Activando el costo de los repuestos e imputándolos a resultados al momento del consumo.
Este método resulta apropiado para repuestos destinados a la mantención de activo fijo, que tienen un valor
intermedio, distintos usos alternativos, consumo periódico y/o bajo grado de obsolescencia.
Para efectos de balance general los repuestos que se espera serán consumidos en el transcurso de un año
deberán clasificarse como activo circulante y el saldo como otros activos no circulantes.
Las alternativas (b) y (c) recién señaladas serán aplicables cuando se refiere a la adquisición y enajenación de
bienes del activo fijo en transacciones no monetarias.
Cabe destacar que estos criterios no serán aplicables a los repuestos destinados a bienes que comercializa la
empresa, ya que estos se tratarán como existencias.
De acuerdo a las consideraciones de NIC 16 los repuestos serán catalogados por la empresa según su uso e
importancia para el desarrollo de las actividades que ésta realiza. Según esto los repuestos se clasifican en dos
grupos:
• Repuestos de uso corriente (no estratégicos): estos repuestos, cuyo ciclo de almacenamiento sea inferior a un
año, serán registrados como parte del rubro de existencias, y serán llevados a gasto en el momento que sean
utilizados.
Sin embargo los que estén en stock por más allá de un año serán presentados en el largo plazo.
• Repuestos estratégicos: estos serán re-clasificados en el rubro de activo fijo en forma complementaria a la
maquinaria o equipo para el cual están destinados y serán depreciados aun sin ser utilizados, en la misma vida
útil del bien principal.
DEPRECIACIÓN FINANCIERA
Excepto para los activos que no se desgastan, tales como terrenos y colecciones de arte, todos los bienes deben
depreciarse durante su vida útil, considerando una base racional y sistemática. La depreciación debe acumularse
en los libros por medio de una cuenta complementaria del activo fijo, llamada depreciación acumulada. Su saldo
debe corregirse monetariamente, de acuerdo con las disposiciones del Boletín Técnico Nº 3. Según norma
nacional los métodos habituales de depreciación son los siguientes:
Fórmula de cálculo:
Fórmula de cálculo:
Cualquiera que sea el método de depreciación elegido, es necesario que su uso sea constante, independiente del
nivel de rentabilidad de la empresa y de consideraciones tributarias, todo esto con el fin de proporcionar
comparabilidad en los resultados de las operaciones de la empresa de un período a otro. Cabe mencionar que la
depreciación se inicia cuando el bien comienza a ser utilizado normalmente. Si una instalación se construye por
etapas, la depreciación de la parte del activo que corresponde a cada etapa debe comenzar cuando ella entre en
uso normal.
Al respecto la normativa internacional nos dice que la depreciación comenzará cuando el activo fijo esté
disponible para su uso y además se depreciará de forma separada cada parte del elemento del activo que tenga
un costo significativo con relación al costo total del activo fijo. Los métodos a depreciar son los siguientes:
a) Depreciación lineal: Se ocupa cuando el activo fijo se espera usar forma similar y el producto o servicio en
que se usa el bien no se discontinua
Fórmula de cálculo:
b) Depreciación Decreciente: Tasa que dará lugar a un cargo que irá disminuyendo a lo largo de la vida útil, de
manera de depreciar montos mayores a principios, y menores al final. De acuerdo a este criterio podemos
encontrar:
Método de años dígitos Donde la vida útil del activo se numera y las cantidades de depreciación se basan en
una serie de fracciones que tienen como común denominador la suma de los dígitos de los años de vida del
activo. Por lo poco usual se dará un ejemplo ilustrativo de este método.
La empresa adquiere una maquinaria cuyo costo es de $15.000.000, tiene un valor residual de $3.000.000 y una
vida útil de 10 años.
1+2+3+4+5+6+7+8+9+10
55
Método de doble declinación de saldos Este método también da mayor cifra de depreciación en los primeros
años pero no reconoce el valor de desecho ya que el valor que permanece en los libros al terminar el periodo de
depreciación, se convierte en el valor de desecho del activo. El procedimiento consiste en aplicar una tasa fija al
valor del activo. A medida que declina el valor en los libros, la depreciación es cada vez menor. A modo de
ejemplo: Se compra un activo fijo en $15.000.000 se deprecia en 8 años siendo la tasa de doble declinación de
saldos 30% al año.
El valor de libro del activo al final del octavo año es $864.720 lo que se transforma en el valor residual.
b) Unidades de producción Tasa que dará lugar a un cargo basado en la utilización o producción esperada del
bien
Fórmula de cálculo:
Según NIC 16, el cargo por depreciación de cada ejercicio se reconocerá como un gasto del periodo. No
obstante, en ciertas ocasiones, los beneficios económicos incorporados a un activo se aplican, por parte de la
entidad, a la producción de los activos y no dan lugar a un gasto del periodo. En tal caso, los cargos por
depreciación pasarán a formar parte del costo del activo, y se incluirán por lo tanto en su valor libro.
En resumen y de acuerdo con lo señalado por la empresa auditora Ernes & Young (2007), las diferencias entre
una norma y otra, son las siguientes:
Los activos fijos deben incluir todos los Estos deben ser registrados y mantenidos a costo de
costos incurridos para adquisición o adquisición o construcción, incluidos los derechos de
construcción hasta que entran en importación e impuestos no recuperables respecto de la
funcionamiento ya sean de transporte, compra, y deben presentarse rebajados de su
instalación y otros. correspondiente depreciación acumulada. Sin embargo
estos pueden ser valorados según su valor justo.
Los bienes inmuebles, ya sea el costo del Un activo debe ser reconocido como
terreno y costo construcción se registran parte del rubro cuando es probable que
separados. Al demoler, el costo de éste provea a la empresa beneficios
construcción y gastos de demolición se económicos futuros y cuando su costo
agregan al valor del terreno y se deduce los pueda ser cuantificado confiablemente.
montos por venta de escombros y otros.
Las adiciones y mejoras con objeto de Las mejoras en activo fijo se suman a su
extender la vida útil del bien o mejorar su valor en libro cuando es probable que se generen
capacidad productiva en forma significativa, beneficios económicos futuros en exceso de los ya
deben ser contabilizadas en el activo fijo. obtenidos.
ASPECTOS TRIBUTARIOS
Según lo anunciado por el SII, en el oficio Nº2933, “la aplicación de IFRS, se enmarcan en un ámbito
estrictamente contable financiero que no modifican ni afectan las normas tributarias”, pero se debe considerar y
tener muy presente que existirán ajustes extracontables que influirán en la determinación de la renta líquida
imponible y el capital propio tributario. Lo que ocasionará, entre otras cosas un aumento de los ajustes a nivel
de renta líquida imponible, generando más registros extracontables y aumentando los costos asociados a llevar
contabilidad financiera y ajustarla tributariamente, además requerirá un moderno y exhaustivo esquema de
fiscalizaciones por parte del SII.
Según lo menciona Campos (2005); al adoptar IFRS en Chile y desde un punto de vista tributario, el análisis
para determinar el resultado impositivo será más complejo, se requerirá personal altamente calificado para
diferenciar las IFRS en cada uno de los rubros del activo, pasivo y patrimonio, presentados por las empresas.
De acuerdo lo mencionado anteriormente, bajo IFRS, los activos fijos son “activos tangibles que posee una
entidad para su uso en la producción o suministro de bienes y servicios, para arrendarlos a terceros o para fines
administrativos; y además se esperan usar durante más de un período”. Según circular N1879 impartida por la
SVS, se clasifican dentro del rubro activos no corrientes bajo el nombre de propiedad planta y equipo.
Desde un punto de vista tributario, la LIR en los artículos 30 Nº 55 y 41 Nº26, menciona al activo fijo donde se
refiere a los bienes físicos del activo inmovilizado. De acuerdo a la definición impartida por el SII, el activo fijo
es aquel que está constituido por “bienes destinados al uso; es decir, corresponde a los bienes que han sido
adquiridos para hacer posible el funcionamiento de la empresa y no para revenderlos o ser incorporados a los
artículos que se fabrican o los servicios que se prestan”.
De acuerdo a la normativa tributaria, el valor del activo será el costo directo incurrido en la construcción o
adquisición, dejando claro que el costos directo de los bienes adquiridos en el país serán el valor o precio de
adquisición según la respectiva factura y optativamente el valor de fletes y seguros hasta las bodegas del
adquirente. Ahora si los bienes son importados el costo directo será: el valor CIF, los derechos de internación,
los gastos de desaduanamiento y optativamente el flete y seguro hasta las bodegas del importador, si el bien es
construido por el contribuyente, se considerará en el costo directo el valor de la materia prima aplicando las
normas anteriores y el valor de la mano de obra.
Las IFRS permiten registrar el valor libros de un activo a su valor revalorizado, que es su valor justo
determinado según datos del mercado generalmente realizado por tasadores profesionales y que se traduce en un
monto estimado por el cual podría ser comercializado el bien. Así el valor libro o costo histórico registrado para
un bien es cambiado por su valor justo en la fecha de revalorización cuando este último difiera
significativamente del valor libro.
Estas revalorizaciones se traducen en una modificación en el valor del activo y pueden generar dos situaciones:
1. Afectan al patrimonio de la empresa, cuando el valor justo sea mayor al valor libro del activo generando, el
siguiente asiento contable
Este asiento contable implicará un aumento en el valor del activo, esto conlleva a un aumento en el gasto por
depreciación a lo largo de la vida útil del activo, lo que no será aceptado tributariamente ya que la legislación
tributaria no contempla revalorizar el activo a valor justo, sólo contempla el reajuste por concepto de corrección
monetaria.
2. Afectan al resultado de la empresa, cuando el valor justo sea menor al valor libro del activo, si se trata de la
primera revalorización realizada, generando el siguiente asiento :
Si el valor justo del bien es menor al valor de libro implica una disminución en el valor del activo que conlleva
a una disminución en el resultado de la empresa, el gasto por depreciación llevado a resultado será menor al de
su costo original
Dada estas dos circunstancias se tendrá que el gasto por depreciación después de la revalorización llevada a
resultado sería distinto que el gasto aceptado tributariamente, considerando que la norma tributaria acepta como
gasto una cuota11 de depreciación por los bienes físicos del activo inmovilizado a contar de su utilización en la
empresa, calculada sobre el valor neto12 de los bienes a la fecha del balance una vez realizada la revalorización
por corrección monetaria. Por lo que un aumento en el valor del bien debido a una revalorización y por ende un
aumento en el valor a depreciar no es aceptado tributariamente, no se considera un gasto necesario para producir
la renta. Dada esta explicación se deberá realizar un ajuste para determinar la RLI (agregar la diferencia de
depreciación). En el momento en que se revalorice un activo, la depreciación acumulada puede tratarse como
sigue:
2.- Eliminada contra el valor de libros bruto del activo, de manera que lo que se re-expresa es el valor neto
resultante, hasta alcanzar el monto revalorizado del activo:
Ejemplo
La empresa ck2 al final del ejercicio 2008 posee un activo fijo cuyo valor de libros es de
$15.000.000.- teniendo una depreciación acumulada de $5.000.000 y su precio de adquisición es de
$20.000.000.- El valor razonable del activo asciende a 18.000.000.-.
Según la explicación anterior la contabilización de la revalorización del activo a finales del ejercicio aplicando
los dos tratamientos contables mencionados en la NIC 16 es la siguiente:
Primer Criterio
Segundo Criterio
El ajuste en la depreciación acumulada forma parte del incremento o disminución del valor de libros del activo.
En términos tributarios el costo histórico del bien es inalterable, sólo lo complementa lo que dicta el artículo 41
Nº 2 del D.L.824, al revalorizar por efecto de inflación, pero no lo hace cambiar en otro monto distinto al de su
costo original de adquisición.
Por lo que se puede afirmar que las revalorizaciones de los bienes del activo fijo a valor justo como lo indica
IFRS, no son aceptadas tributariamente, existiendo una diferencia de $3.000.000.- por concepto de revalorización
del activo. Esta diferencia es sin considerar la corrección monetaria que sí es aceptada tributariamente, materia que a
continuación se analiza.
Corrección monetaria
La NIC 29 define a un país como hiperinflacionario, y como tal, obliga a corregir o reexpresar sus valores no
monetarios presentados en los estados financieros, entre ellos el activo fijo.
El criterio para considerar la hiperinflación está dado por las características del entorno económico de un país,
en este, se incluye que la tasa acumulada de inflación en tres años debe aproximarse o sobrepasar el 100%. De
acuerdo a esto, puedo decir que Chile no es un país hiperinflacionario ya que la tasa de inflación acumulada no
alcanza a llegar al 10%, considerando que a Noviembre de 2008 fue de 8.4%, por tanto no debe re-expresar sus
estados financieros.
Tributariamente la Ley de la Renta en su artículo 41 Nº 2 establece el sistema de reajustar anualmente el valor
neto inicial en el ejercicio respectivo de los bienes físicos del activo inmovilizado según el porcentaje de
variación experimentado por el índice de precios al consumidor en el periodo comprendido entre el último día
del segundo mes anterior al de iniciación del ejercicio y el último día del mes anterior al del balance.
Cuando se trata de bienes adquiridos durante el ejercicio su valor neto inicial se reajustará de acuerdo con el
porcentaje de variación experimentado por el índice de precios al consumidor en el periodo comprendido entre
el último día del mes anterior al de adquisición y el último día del mes anterior al del balance.
Se debe considerar, que los bienes adquiridos con créditos en moneda extranjera o con créditos reajustables
también se reajustarán en la forma señalada, pero las diferencias de cambio o el monto de los reajustes, pagados
o adeudados, no se considerarán como mayor valor de adquisición de dichos bienes, sino que se cargarán a los
resultados del balance y disminuirán la renta líquida cuando así proceda de acuerdo con las normas de los
artículos 31
Nº 8 y 33 de la LIR.
Según el artículo 41 Nº 12 letra c) de la LIR, los contribuyentes que deban reajustar los bienes físicos del activo
inmovilizado, cargarán los ajustes a la cuenta de activo que corresponda y los abonarán a la cuenta corrección
monetaria.
Se debe considerar que por la aplicación en Chile de la corrección monetaria, se tributa por el saldo acreedor de
la cuenta, dado que denota el mayor valor que adquiere el patrimonio de la empresa, producto de su
actualización. De acuerdo a IFRS la diferencia por corrección monetaria causará que el valor de libros
presentado por los bienes del activo fijo será inferior que el valor presentado a base tributaria (corregido
monetariamente), bajo el supuesto que no son revalorizados a valor justo. Lo mismo ocurrirá en la comparación
del capital financiero con respecto al tributario, esto será para todos los ejercicios hasta que el activo se deprecie
por completo.
• Inicio de la depreciación
La depreciación de los activos fijos, según NIC 16 comenzará cuando estén disponibles para su uso y será
aplicada a cada componente del activo, siempre que sea un monto significativo respecto al monto total del
activo.
En cambio la normativa tributaria señala en su artículo 31 Nº 5 de la LIR que la depreciación comenzará a
contar de su utilización en la empresa, y ésta se aplicará al valor neto de los bienes a la fecha del respectivo
balance.
• Modelos de depreciación
De acuerdo a NIC 16, pueden utilizarse diversos métodos de depreciación para distribuir el monto a depreciar
de un activo de forma sistemática a lo largo de su vida útil. Entre los mismos se incluyen el método lineal,
depreciación decreciente y unidades de producción.
La norma tributaria en el artículo 31 nº 5 revela implícitamente que el método de depreciación aceptado
tributariamente es lineal, dado que el porcentaje o cuota correspondiente a cada período, tendrá relación directa
con los años de vida útil de los bienes que, mediante normas generales fija la dirección del SII, en resolución
exenta nº43 del 26 de diciembre de 2002. No obstante, la norma consagra el derecho opcional que tiene el
contribuyente, para aplicar depreciación acelerada, entendiendo por tal, aquella que resulte de fijar a los bienes
físicos del activo inmovilizado, una vida útil equivalente a un tercio de la fijada por el SII.
Estas diferencias mencionadas anteriormente ocasionarán un aumento o una disminución a la base imponible,
ya que el gasto financiero versus el aceptado tributariamente no será el mismo.
Ejemplo
La empresa Volaré adquiere un avión en Enero de 2008. El costo del activo es de M$
2.400.000.- los componentes de este avión se desglosan como sigue:
Sistema de turbinas M$ 900.000.- con una vida útil 8 años
Sistema de aterrizaje M$ 500.000 con una vida útil 4 años
Resto de los componentes del avión M$ 1.000.000.- con una vida útil de 5 años
Vida útil tributaria 10 años
Porcentaje de actualización de corrección monetaria 7.1 %
Solución financiera
Componentes Costos M$ Vida útil Depreciación
Sistema de turbinas 900.000 8 años 112.500
Sistema de aterrizaje 500.000 4 años 125.000
Otros componentes 1.000.000 5 años 200.000
Total 2.400.000 437.500
Solución tributaria
La diferencia que se produce en este ejemplo es que la depreciación bajo norma internacional aumenta en
M$180.460 con respecto a la depreciación aceptada tributariamente, que es M$ 257.040, lo que genera un
mayor gasto financiero, que no es aceptado tributariamente. Cabe señalar que esta diferencia se agregará para
determinar la Renta Líquida Imponible.
Ejemplo
La empresa metalúrgica en el mes de diciembre efectúa el montaje y prueba de instalación de una línea de
producción por el valor de $30.000.000.- utiliza el método de depreciación lineal con una vida útil de 16 años y
sin valor residual.
Los costos de desmantelamiento ascienden a $10.000.000.- los que son asumidos por la empresa en su totalidad.
Sin embargo, algunos elementos de activo fijo pueden necesitar ser reemplazados a intervalos regulares de
tiempo por lo que la entidad reconocerá, dentro del valor de libros de un elemento de activo fijo, el costo de
reemplazar parte de dicho elemento cuando se incurra en él, siempre y cuando, se cumpla el criterio de
reconocimiento, es decir, que sea probable obtener beneficios económicos futuros derivados del mismo y que el
costo del activo pueda ser valorizado con fiabilidad.
Los activos fijos muchas veces son sometidos a reparaciones, entendida éstas como aquellos desembolsos que
tiene por objeto subsanar el deterioro que sufren los bienes por su uso normal o para mantenerlos en mínimas
condiciones de funcionamiento.
Estas reparaciones según lo estipulado por legislación tributaria circular Nº 53 de 1978, oficio Nº 83 de 1996 y
oficio Nº 2771 de 1994, indican que pueden ser tratadas de dos maneras:
• Gastos necesarios para producir la renta, cuyo monto puede rebajarse de la renta bruta del ejercicio en que se
paguen o se adeuden según el artículo 31 inciso primero de la LIR.
• Inversiones capitalizables, cuando aumenta el valor del activo, ya sea en cantidad
(Ampliación) o calidad (mejora) y aumente la vida útil del bien que forman parte del activo fijo, si estas
reparaciones cumplen con esta condición, quedarán sujetas a las normas de depreciación y corrección
monetaria. Por lo tanto, estos desembolsos deben adicionarse al
valor del activo y someterse a las disposiciones contenidas en los artículos 41 Nº 2 y 31 Nº 5 de la LIR.
Determinación de Capital Propio
A fin de reflejar adecuadamente los resultados financieros de las empresas, se debe considerar, dentro del
procedimiento de ajuste por inflación, la actualización del patrimonio (o capital propio) financiero. En forma
independiente, para determinar la utilidad afecta a impuesto, se debe considerar la actualización del capital
propio tributario siguiendo las normas de la Ley de la Renta, en su artículo 41º.
Existen metodologías para calcular el capital propio tributario y que no necesariamente son aplicables al
calcular el patrimonio financiero, el cual fluye directamente de los registros contables de la empresa. Ejemplos
de tales partidas son los gastos o pérdidas contabilizados en un ejercicio pero deducidos de la renta imponible
en ejercicios distintos, como son la provisión por deudores incobrables, la provisión por obsolescencia de
existencias, y la diferencia entre la depreciación contabilizada y aquella aceptada tributariamente. Otros
ejemplos de partidas que se reconocen tributaria y contablemente en forma distinta para la determinación del
capital propio son, la provisión para impuesto a la renta y en el caso de instituciones financieras, los intereses
percibidos y no ganados.
En consecuencia, dado que el capital propio tributario es, por lo general, distinto al patrimonio financiero, el
monto del ajuste por reconocimiento de la inflación también es distinto; si ésta diferencia no es reconocida
debidamente, se distorsiona tanto la presentación patrimonial como los resultados en los estados financieros de
las empresas. Si el capital propio tributario resulta superior al patrimonio financiero, se producirá un mayor
débito a la cuenta de corrección monetaria al registrar el ajuste por inflación basado en el capital propio
tributario. Desde un punto de vista global, la situación patrimonial final será la misma, puesto que el mayor
débito a resultados se traduce en una menor utilidad (o mayor pérdida), la que, a su vez, se compensa con una
mayor revalorización del capital propio. Consecuentemente, el patrimonio total no se ve afectado, pero sí se
distorsionan los resultados del ejercicio y el ajuste por inflación (revalorización) que corresponde a las cuentas
patrimoniales.