Está en la página 1de 19

I.

INTRODUCCION

La textura del suelo es la proporción en la que se encuentran


distribuidas variadas partículas elementales que pueden conformar un sustrato.
Según sea el tamaño, porosidad o absorción del agua en la partícula del suelo
o sustrato, puede clasificarse en 3 grupos básicos que son: la arena, el limo y
las arcillas.

El esqueleto y la arena, representan la parte inerte del suelo y


tienen por lo tanto solamente funciones mecánicas, constituyen el armazón
interno sobre las cuales se apoyan las otras fracciones finas del suelo,
facilitando la circulación del agua y del aire.

El limo participa solo en forma limitada en la actividad química del


suelo, con las partículas de diámetro inferior, mientras que su influencia en la
relación agua – suelo no es insignificante, y se incrementa con el aumento de
los diámetros menores de este.

La arcilla comprende toda la parte coloidal mineral del suelo, y


representa la fracción más activa, tanto desde el punto de vista físico como del
químico, participando en el intercambio iónico, y reaccionando en forma más o
menos evidente a la presencia del agua, según su naturaleza. Por ejemplo las
arcillas del grupo de las caolinitas tienen una capacidad de intercambio iónico
bastante reducida, y se hinchan poco en presencia del agua, mientras que las
arcillas pertenecientes a otros grupos tienen una elevada capacidad de
intercambio iónico y elevada capacidad hidratante.

La textura indica el contenido relativo de partículas de diferente


tamaño, como la arena, el limo y la arcilla, en el suelo. La textura tiene que ver
con la facilidad con que se puede trabajar el suelo, la cantidad de agua y aire
que retiene y la velocidad con que el agua penetra en el suelo y lo atraviesa.
1.1 Objetivos generales

- Determinar la clase textural de suelo del fundo de la facultad de Agronomía –


UNAS.

1.2 Objetivos específicos

- Determinar la textura de suelo del cultivo de frijol del fundo de Agronomía.


II. REVISION DE LITERATURA

2.1 Textura del suelo

Según RIUNET (2010), Se define la textura del suelo como: La


proporción (en porcentaje de peso) de las partículas menores a 2 mm de
diámetro (arena, arcilla y limo) existentes en los horizontes del suelo.

En edafología las partículas de un suelo se clasifican en elementos


gruesos (tamaño de diámetro superior a 2 mm) y elementos finos (tamaño
inferior a 2 mm). Estos últimos son los utilizados para definir la textura de un
suelo. Siguiendo la terminología establecida por la USDA (Departamento de
Agricultura de los Estados Unidos de América), tenemos las siguientes clases
de partículas inferiores a 2 mm de diámetro (Ø):

 Arena muy gruesa: 2 mm > Ø > 1 mm


 Arena gruesa: 1 mm > Ø > 0.5 mm
 Arena media 0.5 mm > Ø > 0.25 mm
 Arena fina 0.25 mm > Ø > 0.10 mm
 Arena muy fina 0.10 mm > Ø > 0.05 mm
 Limo 0.05 mm > Ø > 0.002 mm
 Arcilla Ø < 0.002 mm

No obstante, a grandes rasgos se clasifica: Arena 2 mm > Ø > 0,05 mm

Limo 0,05 mm > Ø > 0,002 mm

Arcilla Ø < 0.002 mm


La textura del suelo, varía de unos horizontes a otros, siendo una
característica propia de cada uno de ellos por lo que es tan importante el
análisis de los diferentes horizontes del suelo uno a uno.

En este sentido, hablar de textura del suelo no es correcto, pues


hablamos de la textura de cada uno de los horizontes del suelo.

La determinación de la textura de cada uno de los horizontes del


suelo, es un procedimiento que puede realizarse en la fase de descripción de
perfil, o bien en la fase de laboratorio.

Para su determinación exacta se usan métodos oficiales de


análisis, como es el caso del método del densímetro de Bouyoucos (fase de
laboratorio), aunque también se puede realizar de forma indirecta en campo
(fase de descripción de perfil). Este Método es menos preciso, pero mediante la
formación de una pequeña bola humedecida entre los dedos (con ayuda de
una pequeña adición de agua si el suelo está demasiado seco) se pueden
determinar las clases texturales. Del comportamiento de esa bolita puede
deducirse el contenido en las diversas fracciones. De este modo, cuanto más
moldeable sea la bola, mayor proporción de arcilla tendrá. Al mismo tiempo,
cuanto menos moldeable sea y mayor fricción se note entre las partículas, la
proporción de arena será mayor.

La finalidad de ambos métodos es obtener la clase textural del


horizonte, la cual se obtiene mediante los porcentajes de cada una de las
clases de partículas, conocidas las cuales, se recurre al diagrama triangular de
la USDA.

Todas estas clases texturales se agrupan en 4 grandes grupos que


poseen características similares:

 Las texturas arcillosas dan suelos plásticos y difíciles de trabajar.


 Retienen gran cantidad de agua y de nutrientes debido a la micro
porosidad y a su elevada capacidad de intercambio catiónico. Aunque
retengan agua en cantidad presentan una permeabilidad baja, salvo que
estén bien estructurados y formen un buen sistema de grietas.
 La textura arenosa es la contrapuesta a la arcillosa, pues cuando en
superficie hay una textura arenosa los suelos se conocen como ligeros,
dada su escasa plasticidad y facilidad de trabajo. Presenta una
excelente aireación debido a que las partículas dominantes de gran
tamaño facilitan la penetración del aire. Únicamente cuando se producen
lluvias intensas se puede producir encharcamiento o escorrentía,
momento en el que la erosión laminar es muy importante.
 La acumulación de materia orgánica es mínima y el lavado de los
elementos minerales es elevado.
 La textura limosa presenta carencia de propiedades coloidales
formadoras de estructura, formando suelos que se apelmazan con
facilidad impidiendo la aireación y la circulación del agua. Es fácil la
formación de costras superficiales que impiden la emergencia de las
plántulas.
 Las texturas francas o equilibradas al tener un mayor equilibrio entre sus
componentes, gozan de los efectos favorables de las anteriores sin sufrir
sus defectos, el estado ideal sería la textura franca y a medida que nos
desviamos de ella se van mostrando los inconvenientes derivados

Según EDAFOLOGIA (2013), el suelo está constituido por


partículas de muy diferente tamaño. Conocer esta granulometría es esencial
para cualquier estudio del suelo (ya sea desde un punto de vista genético como
aplicado). Para clasificar a los constituyentes del suelo según su tamaño de
partícula se han establecido muchas clasificaciones granulométricas.
Básicamente todas aceptan los términos de grava, arena, limo y arcilla, pero
difieren en los valores de los límites establecidos para definir cada clase. De
todas estas escalas granulométricas, son la de Atterberg o Internacional
(llamada así por haber sido aceptada por la Sociedad Internacional de la
Ciencia del Suelo) y la americana del USDA (Departamento de Agricultura de
los Estados Unidos) las más ampliamente utilizadas.
El término textura se usa para representar la composición
granulométrica del suelo. Cada termino textural corresponde con una
determinada composición cuantitativa de arena, limo y arcilla. En los términos
de textura se prescinde de los contenidos en gravas; se refieren a la fracción
del suelo que se estudia en el laboratorio de análisis de suelos y que se conoce
como tierra fina. Por ejemplo, un suelo que contiene un 25% de arena, 25% de
limo y 50% de arcilla se dice que tiene una textura arcillosa. Los términos
texturales se definen de una manera gráfica en un diagrama triangular que
representa los valores de las tres fracciones.

Figura 2. Clases texturales

Según FCIEN (2012), la textura de un suelo es la proporción de


cada elemento en el suelo, representada por el porcentaje de arena (Ar), arcilla
(Ac), y limo (L).

Se considera que un suelo presenta buena textura cuando, la


proporción de los elementos que lo constituyen, le brindan a la planta la
posibilidad de ser un soporte que permita un buen desarrollo radicular y brinde
un adecuado nivel de nutrientes.

La textura del suelo depende de la naturaleza de la roca madre y


de los procesos de evolución del suelo, siendo el resultado de la acción e
intensidad de los factores de formación de suelo.

2.2 Determinación de la textura

Según FCIEN (2012), en los suelos se separan tres clases de


partículas por tamaño que son: arena, arcilla y limo.

Para medir la composición granulométrica de un suelo, se realiza


un análisis granulométrico o mecánico, el cual se basa en el hecho de que la
velocidad de caída de las partículas del suelo a través del agua aumenta con el
diámetro de las mismas; también se utilizan set de tamices de diferente tamaño
de celda. En el siguiente cuadro se presentan dos clasificaciones: Sistema
americano y Sistema internacional.

Sistema internacional
Fracción Sistema americano (mm)
(mm)
Arena muy gruesa 2.00- 1.00 --------
Arena gruesa 1.00- 0.50 2.00- 0.20
Arena media 0.50 – 0.25 --------
Arena fina 0.25 – 0.10 0.20 – 0.02
Arena muy fina 0.10 – 0.05 --------
Limo 0.05 – 0.002 0.02 – 0.002
Arcilla < 0.002 < 0.002

La dominancia de fracciones finas en un suelo, determina


que tienda a retardarse el movimiento del agua y aire, siendo altamente
plástico y fuertemente adhesivo cuando esté demasiado mojado.

La expansión y contracción suele ser importante al mojarse y


secarse alternativamente, y su capacidad de retener agua es alta.

A este tipo de suelo, comúnmente se les llama “suelos pesados”,


en contraste con los suelos arenosos que se les denomina “suelos livianos”.
Sin embargo, suelos de textura fina pueden poseer buenas
características de drenaje y aireación, si tienen una buena estructura.

La textura de un suelo puede determinarse en el laboratorio o en el


campo.

2.2.1 Textura en laboratorio

Para el análisis de distribución de tamaño de partículas en suelos,


comúnmente se emplean los métodos de Bouyoucos y de la pipeta. El método
de Bouyoucos, tiene la ventaja de dar resultados similares a los del método de
la pipeta dentro de un tiempo razonable, sin necesidad de pre tratar las
muestras ni de largos períodos de reposo, evitando el pesaje exacto de
pequeñas cantidades de sustancia coloidal. Sin embargo, en estudios de
génesis, caracterización y clasificación de suelos, en que se requiere una
estimación precisa del contenido de arcilla de los horizontes genéticos de un
suelo, se recomienda el método de la pipeta. Ambos métodos se basan en la
ley de Stokes.

Mientras que en el método de Bouyoucos las muestras de suelo no


se someten a un pretratamiento para eliminar la materia orgánica y las sales
solubles, el método de la pipeta requiere la eliminación total de estos
componentes.

2.2.2 Textura en campo

Para la determinación de la textura en el campo se utiliza el método


de Textura a Mano. La muestra se humedece y amasa entre los dedos hasta
formar una pasta homogénea. Posteriormente se toma entre el dedo índice y
pulgar y se presiona sobre éste último tratando de que se forme una cinta, en la
cual se observará la presencia de brillo, si la cinta es lisa o escamosa, si el
tacto es áspero.

Si la muestra es arenosa: el tacto es áspero y abrasivo, no tiene


brillo ni cohesión, no se forma cinta. Si la muestra es limosa: tiene tacto suave,
se forma una cinta escamosa y no presenta ni pegajosidad ni plasticidad.
Si la muestra es arcillosa: la cinta que se forma tiene cohesión, es
brillante, y es plástica o pegajosa según el contenido de humedad.

Una vez determinado el porcentaje de cada componente se entra al


triángulo textural y se determina la clase a la cual pertenece el suelo.

Según EDAFOLOGIA (2013), las partículas no están sueltas sino


que forman agregados y hemos de destruir la agregación para separar las
partículas individuales. Por ello antes de proceder a la extracción de las
diferentes fracciones hay una fase previa de preparación de la muestra.

En esta fase previa existen diversos métodos para separar a las


partículas del suelo, unos son métodos físicos (trituración suave, agitación
lenta, agitación rápida, ultrasonidos, lavado y cocción) y otros son técnicas
químicas (oxidación de la materia orgánica con agua oxigenada, ataque ácido
de los carbonatos y compuestos de Fe con ClH, dispersión de las arcillas con
Hexametafosfato sódico o amoníaco). Como los agentes agregantes pueden
ser muy distintos, normalmente no sirve uno sólo de estos métodos sino que se
monta una cadena de tratamientos.

2.3 Clase textural del frijol

Según FAO (2010), el fríjol requiere de suelos profundos y fértiles,


con buenas propiedades físicas, de textura franco limoso, aunque también
tolera texturas francos arcillosos. Crece bien en suelos con pH entre 5,5 y 6,5,
de topografía plana y ondulada, con buen drenaje.

Las condiciones físicas y químicas de los suelos donde se cultiva el


fríjol son muy variables. Ello muestra que el fríjol tiene la habilidad de adaptarse
a una gran cantidad de condiciones de suelo y topografía. Por lo general, se
siembra en zonas de montaña y también en los valles interandinos.
III. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1 Ubicación

La práctica se desarrolló en el laboratorio de la facultad de


conservación de suelos y aguas de la - UNAS.

3.2 Materiales

3.2.1 Equipo

a) Hidrómetro de Bouyoucos
b) Maquina dispersante con vaso de dispersión
c) Probeta de dispersión
d) Termómetro
3.2.2 Reactivos
- Hexametafosfato de Sodio al 10% (10 g. de Hexametafosfato de sodio
o pirofosfato de sodio en 100 ml de agua.
- Alcohol amílico.

3.3 Metodología

a) Pesar 50 g. de suelo y colocarlo en el vaso del dispersador eléctrico.


b) Agregar aproximadamente 15 ml de Hexametafosfato de sodio o
pirofosfato de sodio al 10%.
c) Agitar por 5 minutos.
d) Después de agitar, se trasvasa toda la solución a una probeta de
Bouyoucos.
e) En la probeta de Bouyoucos completar con agua destilada hasta la
marca de 1130 con el hidrómetro introducido.
f) Agitar vigorosamente con un agitador manual y dejar en reposo por 10
segundos y luego realizar la primera lectura de temperatura con el termómetro
y la densidad con el hidrómetro.
g) A las dos horas realizar la segunda lectura de temperatura y densidad.
IV. RESULTADOS

4.1 Cálculos
Se obtuvo la muestra del fundo de la facultad de agronomía con la
finalidad de determinar la clase textural del suelo en la que crece el cultivo de
frijol, a continuación se realizan los cálculos para su determinación:

𝑪+(𝑻−𝑪 )𝒙 𝟎.𝟑𝟔
𝑿= 𝟓𝟎 X 100 (1)

X = (Porcentaje de limo más arcilla)

𝑪𝟏+( 𝑻𝟏−𝑪𝟏)𝒙 𝟎.𝟑𝟔


Y= 𝟓𝟎 x 100 (2)

Y= (Porcentaje de arcilla)

X – Y = Porcentaje de limo

100 – X = Porcentaje de arena

C = Medida del hidrómetro en la primera lectura

C1 = Medida del hidrómetro en la segunda lectura

T = Medida del termómetro en la primera lectura

T1 = Medida del termómetro en la segunda

lectura

0.36 = Es el factor de corrección por grado de diferencia de temperatura. Se


supone que la temperatura de calibración del hidrómetro de Bouyoucos es de
20 ° C.
METODO DEL HIDROMETRO DE BOUYOUCOS
Lugar: Fundo de la Facultad de Agronomía
1era Lectura 2da Lectura
C 21 C1 18
T 24°C T1 26°C
X= 44.16 Y= 41.76

Arcilla 41.76%
Limo 2.40%
Arena 55.84%

Textura de suelo : Arcillo arenosa

NOMBRE TEXTURAL LIMITES EN PORCENTAJE


Arena Limo Arcilla
Arena 85 - 100 0 - 15 0 - 10
Arena franca 70 - 90 0 - 30 0 - 15
Franco arenoso 43 - 80 0 - 50 0 - 20
Franco 23 - 52 28 - 50 7-27
Franco limoso 0 - 50 50 - 88 0 - 27
Limoso 0 - 20 08-10 0 - 12
Franco arcillo arenoso 45 - 80 0 - 28 20 - 35
Franco arcilloso 20 - 45 15 - 53 27 - 40
Franco arcilloso limoso 0 - 20 40 - 73 27 - 40
Arcillo arenoso 45 - 65 0 - 20 35 - 45
Arcillo limoso 0 - 20 40 - 60 40 - 60
Arcilla 0 - 45 0 - 40 40 - 100
V. DISCUSION

Según FAO (2010), el fríjol requiere de suelos profundos y fértiles,


con buenas propiedades físicas, de textura franco limoso, aunque también
tolera texturas francos arcillosos. Crece bien en suelos con pH entre 5,5 y 6,5,
de topografía plana y ondulada, con buen drenaje. Las condiciones físicas y
químicas de los suelos donde se cultiva el fríjol son muy variables. Ello muestra
que el fríjol tiene la habilidad de adaptarse a una gran cantidad de condiciones
de suelo y topografía.

De acuerdo a los resultados obtenidos el suelo en el que crece el


cultivo de frijol es un suelo con un mayor porcentaje de arena ya que se
encuentra en una zona coluvial con un porcentaje relativamente similar de
arcilla, lo cual quiere decir que el cultivo de frijol se puede adaptar a cualquier
tipo de suelo o a una gran cantidad de condiciones topográficas.

Si la muestra es arenosa: el tacto es áspero y abrasivo, no tiene


brillo ni cohesión, no se forma cinta. Si la muestra es limosa: tiene tacto suave,
se forma una cinta escamosa y no presenta ni pegajosidad ni plasticidad, si la
muestra es arcillosa: la cinta que se forma tiene cohesión, es brillante, y es
plástica o pegajosa según el contenido de humedad, según FCIEN (2012). En
cuanto a la muestra seleccionada no tuvo brillo ni cohesión, pero si se formó
una cinta relativamente pegajosa suave.
VI. CONCLUSION

- Se determinó la clase textural del suelo del fundo de la facultad de


Agronomía, siendo este Arcillo Arenosa.
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

EDAFOLOGIA (2013). PROPIEDADES FÍSICAS. [En línea]


(http://edafologia.ugr.es/introeda/tema04/text.htm#anchor618597).

FCIEN (2012). PRACTICO 3: EDAFOLOGIA DEL SUELO. [En línea]


(http://edafologia.fcien.edu.uy/archivos/Practico%203.pdf).

FAO (2010). MANEJO AGRONOMICO DE SUELOS. [En línea]


(ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/010/a1359s/a1359s03.pdf).

RIUNET (2010). TEXTURA DEL SUELO. [En línea]


(http://riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/7775/Textura.pdf?sequence1)

USDA; “Soil Taxonomy. A Basic System of Soil Classification for Making and
Interpreting Soil Surveys”. Segunda edición, 1999, págs.: 869. Disponible
en: http://soils.usda.gov/technical/classification/taxonomy/

USDA; “Keys to Soil Taxonomy”. Décima edición, 2006, págs.: 332. Disponible
en: http://soils.usda.gov/technical/classification/tax_keys/.
VIII. ANEXOS

Figura 1. Agitar electrónico que sirve como dispersador de partículas de suelo.


Figura 2. Vaso de dispersión.

Figura 3. Hidrómetro de Bouyoucos introducido en la probeta de


dispersión para la respectiva medición.
Figura 4. Medición de la temperatura con el termómetro.

También podría gustarte