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AMÓS 3 – LA LÓGICA DEL JUICIO DE DIOS

A. La lógica del juicio de Dios.


1. (Amós 3:1-2) El amor y cuidado de Dios hacia Israel
hace que su juicio sea inevitable.
Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros,
hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la
tierra de Egipto. Dice así: A vosotros solamente he
conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os
castigaré por todas vuestras maldades.

a. Contra toda la familia que hice subir de la tierra de


Egipto: El rechazo y menospreciar hacia Dios de los
israelitas es aún más inexcusable en la luz de la gran
liberación de Dios. Por hacerles subir de la tierra de
Egipto, Dios comprobó su amor y cuidado hacia Israel;
para que Dios hable contra ellos muestra que hubiera
sido agravado muchísimo.

i. El acto central de redención en el antiguo Testamento


es el éxodo de Israel de Egipto. A través de todo el
Antiguo Testamento, Dios llama a Israel que vieran hacia
atrás y lo recuerde como él que los libró de Egipto. El
acto central de redención en el Nuevo Testamento – y en
todo el plan de redención de Dios – es la obra de
Jesucristo en la cruz. De la misma manera nosotros
somos llamados a ver hacia atrás y recordarnos que hizo
Jesús en la cruz y vivir a la luz de ese gran hecho.
b. A vosotros solamente he conocido de todas las familias
de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras
maldades: Dios hace una conexión clara entre el gran
privilegio de Israel (A vosotros solamente he conocido) y
la gran responsabilidad que trae este privilegio (por
tanto, os castigaré). Si Israel pensaba que su posición
como una nación especialmente escogida hizo que fueran
menos responsables ante Dios, ellos estaban muy
equivocados.

i. “La conclusión incorrecta a que muchas veces se llega,


es que, si somos el pueblo privilegiado de Dios, por eso
podemos esperar su misericordia, no nos castigará. No es
así. La medida de nuestro privilegio, en la economía
divina, es la medida de nuestra responsabilidad. Así que,
si fallamos en cumplir esa responsabilidad el no pasará
de alto nuestros pecados. Sería bueno que las naciones
que se jacten de disfrutar del favor de Dios, tomaron eso
a corazón.” (Morgan)

2. (Amós 3:3-6) La lógica inescapable del juicio de Dios


¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?
¿Rugirá el león en la selva sin haber presa? ¿Dará el
leoncillo su rugido desde su guarida, si no apresare?
¿Caerá el ave en lazo sobre la tierra, sin haber cazador?
¿Se levantará el lazo de la tierra, si no ha atrapado algo?
¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el
pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová
no haya hecho?
a. ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?: En
esta sección, Amós relaciona seis declaraciones que
obviamente son verdaderas. En nuestra manera de
hablar podríamos decir: “¿Es católico el papa?”

b. ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya


hecho?: Las seis declaraciones obvias guían a una
séptima, cada una fortaleciendo este punto final. Cuando
viene el juicio contra las ciudades de Israel, todos deben
saber que era Jehová quien lo haya hecho. No será un
accidente, fortuna, o “mala suerte”. Será la mano del
Señor.

3. (Amós 3:7-8) El mensaje inevitable del profeta.


Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su
secreto a sus siervos los profetas. Si el león ruge, ¿quién
no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no
profetizará?

a. No hará nada Jehová el Señor, sin que revele su


secreto: En contexto, Amós habla del juicio venidero
sobre Israel. Dios reveló este secreto a sus profetas, y fue
profetizado durante muchos años antes de que sucediera
para que Israel tuviera cada oportunidad de
arrepentirse.
i. Dios especialmente revela el secreto de su juicio
venidero, para que los hombres tengan tiempo para
arrepentirse y ninguna razón para estar sorprendidos.
“Tales secretos de Dios les son revelados, para informar
al pueblo; para que por su arrepentimiento y su
conversión, ellos eviten el mal, y por caminar
estrechamente con Dios, se aseguraran de su favor
continuo.” (Clarke)

ii. Debemos recordar el contexto del profeta Amós, y


entender que esto no significa que Dios no hace nada sin
revelarlo a un profeta primero. En Efesios 3:5 Pablo
describe como Dios intencionalmente ocultó la naturaleza
de la Iglesia (siendo un nuevo cuerpo, no israelita, no
gentil) de los profetas del Antiguo Testamento. Este es un
ejemplo de algo que Dios no anunció ni explicó hasta que
sucedió, sin dar revelación anterior a un profeta.

b. Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el


Señor, ¿quién no profetizará?: Amós está diciendo: “No
me culpen a mí. Yo solo soy el mensajero.” Es tan natural
que un profeta profetice cuando habla Jehová el Señor,
como es lo es que un hombre tenga miedo cuando un león
ruge.

4. (Amós 3:9-10) El mensaje de juicio contra Israel es


proclamado en las naciones alrededor.
Proclamad en los palacios de Asdod, y en los palacios de
la tierra de Egipto, y decid: Reuníos sobre los montes de
Samaria, y ved las muchas opresiones en medio de ella, y
las violencias cometidas en su medio. No saben hacer lo
recto, dice Jehová, atesorando rapiña y despojo en sus
palacios.

a. Proclamad en los palacios de Asdod, y en los palacios


de la tierra de Egipto: La ciudad de Asdod era una
ciudad principal de los filisteos. Dios invita a las naciones
– representadas aquí por filistea y Egipto – que vengan a
Samaria (la capital del reino del norte: Israel) y vean su
pecado (las muchas opresiones en medio de ella, y las
violencias cometidas en su medio).

i. Acerca de la elección de los egipcios y filisteos como


testigos, Hubbard dice: “Sus reputaciones de injusticia y
brutalidad serían repugnantes para los israelitas, quienes
se considerarían moralmente superior en cada manera a
los que Dios había llamado como testigos.” También
“muestra que la ley del pacto no era el único estándar de
prueba para el comportamiento de Israel, pero que ante
cualquier estándar internacional de decencia ellos se han
hecho culpables.”

b. Atesorando rapiña y despojo en sus palacios: Los ricos


y poderosos de Israel usaron sus riquezas y poder para
oprimir y robar de los demás. Dios invita a las naciones a
ver el pecado de Israel, para que ellas puedan entender el
juicio que traerá sobre Israel.

B. La destrucción que el juicio de Dios trae.


1. (Amós 3:11-12) Israel será conquistado y desterrado.
Por tanto, Jehová el Señor ha dicho así: Un enemigo
vendrá por todos lados de la tierra, y derribará tu
fortaleza, y tus palacios serán saqueados. Así ha dicho
Jehová: De la manera que el pastor libra de la boca del
león dos piernas, o la punta de una oreja, así escaparán
los hijos de Israel que moran en Samaria en el rincón de
una cama, y al lado de un lecho.

a. Un enemigo vendrá por todos lados de la tierra: Esto


se cumplió en la invasión de Israel por Asiria, menos de
30 años después de que Amós hizo esta profecía. Por diez
años, Israel era en un estado de sujeción al imperio de
Asiria.

b. De la manera que el pastor libra de la boca del león:


Éxodo 22:10-13 dice que si un animal muere bajo el
cuidado de un hombre que no sea su dueño – como un
pastor – aquel pastor debe hacer restituir al dueño del
animal, a menos, que pueda traer el cuerpo del animal
que comprobaba que el animal fue atacado por un
depredador. “Así, la comparación que hace Amós, hace
el punto sarcástico que cuando viene la invasión, la
destrucción de Israel será tan completa que todo lo que
será rescatado de ella será esta prueba de muerte en
forma de unos pedacitos de mueble.” (Hubbard)

c. Así escaparán los hijos de Israel que moran en


Samaria: Esto fue cumplido en el exilio de los israelitas
por los Asirios, menos de 40 años después de que Amós lo
profetizara. Después de poco más de diez años sujetados
al imperio de Asiria, Israel fue conquistado
completamente por Asiria y el pueblo de Israel fueron
llevados de su tierra y esparcido por el imperio Asirio.

2. (Amós 3:13-15) Juicio sobre sitios pecaminosos.


Oíd y testificad contra la casa de Jacob, ha dicho Jehová
Dios de los ejércitos: Que el día que castigue las
rebeliones de Israel, castigaré también los altares de Bet-
el; y serán cortados los cuernos del altar, y caerán a
tierra. Y heriré la casa de invierno con la casa de verano,
y las casas de marfil perecerán; y muchas casas serán
arruinadas, dice Jehová.

a. Castigaré también los altares de Bet-el; y serán


cortados los cuernos del altar, y caerán a tierra: Los
altares dedicados a ídolos serían destruidos por el juicio
de Dios. Cuando construimos un lugar de idolatría,
invitamos a Dios a que lo destruya. Los cuernos del altar
estaban en cada esquina, y se pensaba que representaban
la “fuerza” del altar, igual como los cuernos representan
la “fuerza” del animal.
b. Muchas casas serán arruinadas (En inglés esta frase
es: las casas grandes tendrán fin.): El juicio de Dios no
pararía con los sitios de adoración a ídolos, también se
esparceria hacia lugares construidos y disfrutados por
medio de opresión y robo.

i. En la era anterior a Jeroboam II, las casas en las


ciudades de Israel eran aproximadamente del mismo
tamaño. Pero los arqueológicos encuentran un cambio
empezando en el siglo ocho a.C. – ciudades antiguas
como Tirsa tienen un vecindario de casas grandes y
extensivas y otro vecindario de casas más pequeñas que
los años anteriores y cercas las unas de las otras. Las
casas más grandes están llenas de prosperidad y los ricos
opresivos de Israel pensaban que en eso podían
encontrar la seguridad – pero el juicio de Dios vino
contra aquellas casas también, justo como Amós había
prometido.

© 2016 David Guzik – No se permite la distribución más


allá del uso personal sin autorización.

Resumen del libro de Amós


Este resumen del libro de Amos proporciona información acerca del título, los autores, fecha de
escritura, cronología, temas, teología, ideas generales, una breve perspectiva y los capítulos del libro de
Amós.
Autor
Amós era de Tecoa (1:1) un pequeño pueblo de Judá, a 6 millas al sur de Belén y a 11 millas de
Jerusalén. Él no era un hombre de la corte como Isaías o un miembro de una familia sacerdotal como
Jeremías y Ezequiel. Él se ganaba la vida del ganado y colectando higos silvestres (1:1; 7:14-15). Se
desconoce si poseía su propio ganado y campos de higos o trabajó contratado. Sus habilidades con las
palabras y el rango sorprendentemente amplio de su conocimiento general de la historia y el mundo
impiden que sea un campesino ignorante. Aunque su hogar estaba en Judá él fue enviado a anunciar el
juicio de Dios en el reino del norte (Israel). Él probablemente ministró la mayor parte en Bet-el (7:10-13;
ver 1 Reyes 12:28-30 y sus notas), el principal santuario religioso de Israel, donde adoraban los
escalones más altos del reino del norte.
El libro junta sus profecías de una forma cuidadosamente organizada que intenta ser leída como una
unidad. Ofrece pocas, si es que hay algunas, pistas referentes al orden cronológico de sus mensajes – él
pudo haberlos repetido en muchas ocasiones para alcanzar a todos los que vinieran a alabar. El libro está
dedicado a todo Israel (por tanto, las referencias a Judá y Jerusalén).
Fecha y Situación Histórica
De acuerdo al primer versículo, Amós profesó durante los reinos de Uzías sobre Judá (792-740 a. C.) y
Jeroboam II sobre Israel (793-753). La parte principal de su ministerio fue probablemente llevado a cabo
en 760-750. Ambos reinos disfrutaban de gran prosperidad y habían alcanzado nuevos niveles políticos y
militares (2 Reyes 14:23 – 15:7; 2 Crónicas 26). También era un momento de idolatría, indulgencia
extravagante en vidas lujosas, inmoralidad, corrupción de procedimientos judiciales y opresión a los
pobres. Como consecuencia, Dios pronto traería el cautiverio asirio del reino del norte (722-721).
Israel en ese momento se encontraba políticamente segura y era espiritualmente presumida. 40 años
antes, al final de su ministerio, Elíseo había profesado la resurgencia del poder de Israel (2 Reyes 13:17-
19), y Jonás había profesado más recientemente su restauración hacia una gloria desconocida desde los
días de Salomón (2 Reyes 14:25). La nación se sentía segura, por lo tanto, estaba en la buena gracia de
Dios. Pero la prosperidad incrementó la corrupción moral y religiosa de Israel. Los castigos pasados por
infidelidad fueron olvidados, y su paciencia llegó a un final – para lo cual envió a Amós a anunciar.
Con Amós, los mensajes de los profetas comenzaron a preservarse de forma permanente, comenzaron a
juntarse en libros que acompañarían a Israel a través del debacle venidero y más allá. (Ya que Amós es
contemporáneo con Oseas y Jonás, ver las introducciones a esos libros).
Mensaje y Tema Teológico
El tema dominante se menciona claramente en 5:24, el cual expresa a la justicia social como la expresión
indispensable de la piedad verdadera. Amós era un portavoz vigoroso por la justicia y rectitud de Dios,
mientras que Oseas enfatizaba el amor, gracia, piedad y perdón de Dios. Amós declaró que Dios iba a
juzgar a su pueblo infiel, desobediente y traicionero del pacto. A pesar de la elección especial de Dios
por Israel y su amabilidad durante el éxodo y la conquista, y en los días de David y Salomón, su pueblo
continuamente falló al honrarlo y obedecerlo. Los santuarios en Bet-el y otros lugares de adoración a
menudo estaban paganizados, e Israel tenía una perspectiva amplia del ritual que el mismo Señor había
prescrito. Ellos pensaron que la realización de los rituales era todo lo que Dios requería, y, con hacer
eso, ellos podían hacer lo que se les antojara – una noción esencialmente pagana. Sin el compromiso con
la ley de Dios, ellos no tenían base para estándares de conductas. Aquellos que habían adquirido dos
casas espléndidas (3:15), muebles costosos y mesas ricamente servidas por engañar, pervertir a la
justicia y dañar a los pobres perderían todo lo que tenían.
El juicio inminente de Dios en Israel no sería un mero golpe punitivo para advertir (tan a menudo como
antes, ver 4:6-11 y su nota), sino una destrucción casi total. Lo impensable estaba por ocurrir: Porque no
se habían consagrado fielmente a su señorío, Dios alejaría a su pueblo elegido de la mano de una nación
pagana. Aun así, si se arrepintieran, había la esperanza de que “Dios el Señor tendría piedad del
remanente” (5:15; ver 5:4-6,14). De hecho, el Señor tenía un futuro glorioso para su gente, más allá del
juicio inminente. La casa de David gobernaría de nuevo Israel – incluso extendería su gobierno a muchas
otras naciones – e Israel estaría segura una vez más en la tierra prometida, festejando con vino y frutas
(9:11-15). El Dios de Israel, el Señor de la historia, no abandonaría a su pueblo elegido para su programa
de redención.
El Dios del que Amós habla es el Dios de mucho más que Israel. Él también usa una nación en contra de
otra para lograr sus propósitos (6:14). Él es el Gran Rey quien gobierna el universo completo (4:13; 5:8;
9:5-6). Y porque él es soberano, el Dios de Israel tiene la historia y destino de todas las personas y el
mundo en sus manos. Israel debe saber que él no solo es el Señor de su futuro, sino también el Señor
sobre todo lo demás, y que tiene propósitos y preocupaciones que van más allá de sus fronteras. Israel
tuvo un clamor único, pero no exclusivo, de Dios. Ella necesitaba recordar no solo los compromisos de
su pacto, sino también sus obligaciones para con él. (Ver más adelante las profecías de Jonás.)

Esquema

1. Sobreescritura (1:1)
2. Introducción al mensaje de Amós (1:2)
3. Oráculos contra las naciones, incluyendo Judá e Israel (1:3;2:16)
1. Juicio contra Aram (1:3-5)
2. Juicio contra Filistea (1:6-8)
3. Juicio contra Tiro (1:9-10)
4. Juicio contra Edom (1:11-12)
5. Juicio contra Amón (1:13-15)
6. Juicio contra Moab (2:1-3)
7. Juicio contra Judá (2:4-5)
8. Juicio contra Israel (2:6-16)
1. Opresión ruda a los pobres (2:6-7a)
2. Profanación desenfrenada de la Religión (2:7b-8)
3. Posición contrastante de los Israelitas (2:9-12)
4. El Sistema de opresión perecerá (2:13-16)
4. Oráculos contra Israel (3:1; 5:17)
1. Juicio contra el Pueblo Elegido (cap. 3)
1. Anuncio del Castigo de Dios (3:1-2)
2. El anuncio es vindicado (3:3-8)
3. El castigo es vindicado (3:9-15)
2. Juicio contra un pueblo que no se arrepiente (cap. 4)
1. Juicio contra los mundanos (4:1-3)
2. Perversión de la vida religiosa (4:4-5)
3. Las Calamidades Pasadas no trajeron arrepentimiento (4:6-11)
4. No hay esperanza para el pueblo endurecido (4:12-13)
3. Juicio contra el pueblo injusto (5:1-17)
1. El canto de la muerte (5:1-3)
2. Exhortación a la vida (5:4-6)
3. Acusación de las injusticias (5:7-13)
4. Exhortación a la vida (5:14-15)
5. La prosperidad se convertirá en pena (5:16-17)
5. Anuncios del exilio (5:18; 6:14)
1. Un mensaje de condena a la religión pervertida de Israel (5:18-27)
2. Un mensaje de condena al orgullo complaciente de Israel (6:1-7)
3. Un juramento de juicio a las naciones orgullosas e injustas (6:8-14)
6. Visiones de Retribución Divina (7:1; 9:10)
1. El juicio cede (7:1-6)
1. Un enjambre de Langostas (7:1-3)
2. Un fuego abrasador (7:4-6)
2. El juicio cede (7:7; 9:10)
1. La plomada de albañil (7:7-17)
1. La visión (7:7-9)
2. Amos desafiado y vindicado (7:10-17)
2. El canastillo de fruta de verano (cap. 8)
1. La visión (8:1-3)
2. La exposición (8:4-14)
3. El Señor por el altar (9:1-10)
1. La visión (9:1-4)
2. La exposición (9:5-10)
7. El futuro bendecido y restaurado de Israel (9:11-15)
1. La Casa de David revive (9:11-12)
2. La Restauración de Israel a una Tierra Edénica Prometida (9:13-15)

Versículos Claves
 Amós 2:4-0 "Así dice el SEÑOR: Por tres transgresiones de Judá..."
 Amós 9:14-0 "Restauraré el bienestar de mi pueblo Israel, y ell..."
 Amós 3:7-0 "Ciertamente el Señor DIOS no hace nada sin revelar..."

Versículos Populares
 Amós 3:3-0 "¿Andan dos hombres juntos si no se han puesto de a..."
 Amós 5:24-0 "Pero corra el juicio como las aguas y la justicia ..."
 Amós 5:8-0 "El que hizo las Pléyades y el Orión, cambia las de..."
 Amós 9:13-0 "He aquí, vienen díasdeclara el SEÑOR cuando el ara..."
 Amós 4:6-0 "Yo también os he dado dientes limpios en todas vue..."

Un resumen del libro de Amós

 by Pastor Duque Taber


 17 de junio de 2023
 Libros del Antiguo Testamento




Introducción
El libro de Amós es un poderoso y estimulante texto profético en
el Antiguo Testamento, centrado en el profeta Amós y su misión
divina de llamar al pueblo de Israel y Judá de regreso a Dios. Este
libro relativamente breve, que consta de solo nueve capítulos,
está repleto de fuertes mensajes sobre la necesidad del
arrepentimiento, las consecuencias del pecado y la restauración
final del pueblo de Dios. A medida que lea este resumen,
esperamos que se sienta inspirado para profundizar en el libro de
Amós y aplicar sus enseñanzas eternas a su vida actual.

Índice del contenido

Amós, cuyo nombre significa “cargador”, era un humilde pastor y


cultivador de higueras de Tecoa, un pequeño pueblo en el reino
sureño de Judá. A pesar de su origen modesto, Dios escogió a
Amós para entregar una serie de poderosos mensajes a las
naciones que rodean a Israel, así como al propio pueblo de Israel
y Judá. El libro de Amós es un testimonio de la capacidad de Dios
de usar a cualquier persona, independientemente de su estatus
social o antecedentes, para llevar a cabo Su voluntad y hablar Su
verdad.

Puntos clave

1. Amós profetizó durante un tiempo de prosperidad y


complacencia, advirtiendo del juicio inminente de Dios.
2. El libro de Amós se enfoca principalmente en los pecados
de Israel y su necesidad de arrepentimiento.
3. El profeta Amós entrega un mensaje de esperanza para la
restauración del pueblo de Dios después del juicio.
4. Amós enfatiza la importancia de la adoración genuina y la
vida recta.
5. La soberanía y la justicia de Dios son temas centrales en
todo el libro de Amós.

Antecedentes y llamado profético de Amós

Amós, un pastor y cultivador de higueras, no era un profeta


profesional, ni fue entrenado en las escuelas proféticas de su
época. Sin embargo, Dios lo eligió para entregar una serie de
mensajes poderosos y desafiantes (Amós 7:14-15, NVI). Esto
demuestra que Dios puede usar a cualquiera que esté dispuesto
a obedecerle y servirle, independientemente de su origen o
educación. También sirve como un recordatorio de que el
mensaje de Dios no depende de las calificaciones humanas sino
de Su autoridad divina.

El ministerio de Amós probablemente tuvo lugar alrededor de 760-


750 a. C., durante los reinados del rey Uzías de Judá y el rey
Jeroboam II de Israel. Ambos reinos estaban experimentando una
relativa paz y prosperidad, lo que llevó a la autocomplacencia y
una falsa sensación de seguridad entre la gente. En este
contexto, el mensaje de juicio inminente de Amós habría sido
particularmente discordante y desagradable.

Profecías contra las naciones

El libro de Amós comienza con una serie de profecías contra las


naciones que rodean a Israel y Judá, incluidas Damasco, Gaza,
Tiro, Edom, Amón y Moab (Amós 1-2, NKJV). Estos juicios fueron
pronunciados a causa de sus diversos pecados y actos de
crueldad, como participar en la esclavitud, librar guerras injustas y
no mostrar misericordia a sus enemigos. Esto subraya el hecho
de que Dios no solo se preocupa por las acciones de Su pueblo
escogido, sino que también responsabiliza a todas las naciones
por sus acciones.
Es importante notar que Amós no perdona a Israel y Judá de sus
mensajes proféticos. Después de pronunciar juicio sobre las
naciones vecinas, dirige su atención a los pecados y fracasos del
propio pueblo de Dios. Esto enfatiza la imparcialidad del juicio de
Dios y el alto estándar que Él impone a Su pueblo.

Los pecados de Israel y la necesidad del arrepentimiento

El enfoque principal de Amós está en los pecados de Israel, que


incluían la idolatría, la injusticia y la decadencia moral. Expone la
hipocresía de aquellos que se involucraron en actos externos de
adoración mientras descuidaban el verdadero corazón de su
relación con Dios (Amós 5:21-24, NKJV). El pueblo de Israel se
había vuelto complaciente con su prosperidad, y Amós los llama a
arrepentirse y regresar al Señor antes de que sea demasiado
tarde (Amós 4:6-11, NVI).

En el libro de Amós, vemos un llamado a la justicia social y la


adoración genuina. El profeta denuncia a los que oprimen a los
pobres y necesitados mientras mantienen la apariencia de piedad
(Amós 2:6-8, NKJV). Esto destaca la importancia de vivir una vida
que refleje el carácter y los valores de Dios, en lugar de seguir
simplemente los movimientos de la observancia religiosa.

El juicio y el día del Señor

Amós profetiza que Israel enfrentará un juicio severo por sus


pecados, y describe el venidero “Día del Señor” como un tiempo
de oscuridad y destrucción (Amós 5:18-20, NVI). Este mensaje
habría sido un shock para el pueblo de Israel, que veía el Día del
Señor como un tiempo de victoria y reivindicación. La descripción
de Amós de este día como un tiempo de juicio subraya la
necesidad del arrepentimiento y el regreso a una vida justa.
El juicio que profetiza Amós incluye no solo las consecuencias
espirituales del pecado, sino también las consecuencias físicas.
Advierte sobre el hambre, la sequía y la derrota militar como
resultado de la desobediencia de Israel (Amós 4:6-11, NVI). Esto
ilustra el impacto de gran alcance del pecado en los individuos y
las naciones, así como la necesidad de volverse a Dios para el
perdón y la restauración.

Esperanza y Restauración

A pesar de la severidad del mensaje de Amós, el libro también


contiene un mensaje de esperanza y restauración para el pueblo
de Israel. Amós profetiza que Dios finalmente restaurará a Su
pueblo y los traerá de vuelta a su tierra (Amós 9:14-15, NVI). Esta
promesa demuestra el amor constante de Dios y su compromiso
con su pueblo, incluso frente a su desobediencia.

La restauración que prevé Amós no es simplemente un regreso al


statu quo, sino más bien una transformación en la que el pueblo
de Israel sería una vez más un brillante ejemplo de la rectitud y la
justicia de Dios (Amós 9:11-12, NVI). Esta esperanza de
renovación y transformación debería inspirarnos como creyentes
a buscar lo mismo en nuestras propias vidas y comunidades.

La soberanía y la justicia de Dios

A lo largo del libro de Amós, los temas de la soberanía y la justicia


de Dios son prominentes. El profeta enfatiza repetidamente que
Dios tiene el control de todas las cosas, tanto en Israel como en
las naciones vecinas (Amós 4:13, NVI). Esto sirve como un
recordatorio de que no importa cuán caóticas o inciertas puedan
ser nuestras circunstancias, podemos confiar en el plan y
propósito final de Dios.
Además, el énfasis de Amós en la justicia de Dios sirve como un
llamado a la acción para que los creyentes defiendan y
promuevan la justicia en sus propias vidas y comunidades. Al
hacerlo, no solo honramos a Dios, sino que también nos
convertimos en agentes de Su obra redentora en el mundo.

Para Concluir

El libro de Amós es un poderoso recordatorio de la necesidad de


una adoración genuina, una vida justa y la confianza en la
soberanía y la justicia de Dios. A pesar de su contexto antiguo, los
mensajes contenidos en este texto profético son tan relevantes
hoy como lo fueron en la época de Amós.

Mientras estudiamos el libro de Amós, seamos desafiados a


examinar nuestras propias vidas y busquemos alinearnos con los
valores y propósitos de Dios. Al hacerlo, podemos experimentar el
poder transformador de la gracia de Dios y convertirnos en
agentes de Su obra redentora en el mundo.

Finalmente, dejemos que las palabras de Amós nos inspiren


a vivir vidas marcadas por la humildad, la obediencia y un
profundo compromiso con los caminos de Dios. Al hacerlo, no
solo nos acercamos más al corazón de Dios, sino que también
nos convertimos en poderosos testigos de Su amor y justicia en
un mundo que necesita desesperadamente escuchar Su mensaje.

El libro de Amós nos recuerda que nadie está exento del juicio de
Dios, y todas las naciones e individuos son responsables de sus
acciones. Es un llamado a volver a Dios, a buscar su perdón y a
buscar vidas marcadas por la rectitud y la justicia. Este mensaje
profético continúa resonando entre los creyentes de hoy,
animándonos a reflexionar sobre nuestras propias vidas y
esforzarnos por caminar más cerca de Dios.
En nuestro viaje de fe, que nos inspire el ejemplo de Amós, el
humilde pastor y cultivador de higueras, quien fue usado por Dios
para entregar un mensaje poderoso y transformador a su pueblo.
Nunca subestimemos el impacto potencial de nuestra obediencia
y fidelidad, mientras buscamos servir a Dios y compartir su
mensaje de esperanza, redención y restauración con el mundo
que nos rodea.

El Libro de Amós es el tercero de los 12 Profetas Menores de la


Biblia Hebrea. Escrito entre 750-735 aC durante el reinado de
Jeroboam II del Reino del norte de Israel por el profeta Amós, es
el único escrito que se le atribuye.

El Libro de Amós se compone de nueve capítulos que contienen


una serie de discursos proféticos que abordan de manera crítica
los pecados religiosos y políticos de Israel, denuncian a otras
naciones que rodean a Israel y describen el día en que Dios
traerá consecuencias.

Amós detalla los pecados de Israel que han causado la


indignación de Dios, como la idolatría desenfrenada, el maltrato
de los pobres y la inmoralidad en general, y advierte a Israel que
podrían enfrentar castigos como malas cosechas, derrota militar y
exilio de su tierra natal. En el octavo capítulo, Amós ofrece
esperanza para las personas que están dispuestas a aceptar la
gracia de Dios y arrepentirse de sus pecados. Amós también
habla con optimismo de una futura restauración de Israel después
de su arrepentimiento y un reinado de paz y justicia, que
culminará con la segunda venida de Cristo.

El tema central del libro es que los poderosos y los ricos no


podrán escapar de la justicia de Dios, porque todos los seres
humanos son, en última instancia, responsables ante Dios, sin
importar cuán poderosos o ricos sean. Además, los oprimidos y
los pobres recibirán justicia al final. Amós afirma que ninguna
nación está por encima del juicio y que nadie puede escapar de
su castigo.

Los versículos más importantes del Libro de Amós se encuentran


en el capítulo sexto: “Buscad al Señor y vivid, no sea que irrumpa
contra la casa de José como fuego, y contra la casa de Isaac
como llama, y la devore”. En este pasaje, Amós advierte a los
israelitas de la inminente ira de Dios si deciden no arrepentirse. A
los que lo hacen, Amós les ofrece la esperanza de una paz y
justicia eventuales una vez que el pecado sea quitado.

En última instancia, el Libro de Amós sirve como un poderoso


recordatorio de que cualquier nación o pueblo que haga caso
omiso de las leyes de Dios recibirá un juicio rápido y severo,
mientras que aquellos que se arrepientan y se vuelvan al Señor
recibirán la promesa de un futuro glorioso.

Pastor Duque Taber


Todos los artículos han sido escritos o revisados por el pastor
Duke Taber.
El pastor Duke Taber es alumno de Universidad Life
Pacific y Seminario Bíblico Multnomah.
Ha estado en el ministerio pastoral desde 1988.
Hoy es propietario y editor gerente de tres sitios web cristianos
exitosos que apoyan a misioneros en todo el mundo.
Actualmente está iniciando una nueva iglesia en Mesquite NV
llamada Centro de Adoración de Mesquite, una iglesia cristiana no
denominacional llena del Espíritu en Mesquite Nevada.

Visión general de Amós


Tipo de Libro: El tercer libro de los Profetas Menores; el trigésimo libro del Antiguo
Testamento; el trigésimo libro de la Biblia.

Autor: Amós, según el primer versículo del libro.

Audiencia: Aunque Amós era de Judea, Dios le dijo que les ministrara a los judíos que
vivían en el reino del norte de Israel que vivieron durante el reinado de Jeroboán II. Este
rey no agradó al Señor y pecó continuamente (2 Reyes 14:24) y vivió durante el mismo
tiempo que el profeta Jonás (2 Reyes 14:25). A pesar de la maldad de la época, el Señor
salvó a Israel a través de Jeroboán II (2 Reyes 14:27). Los que vivían en esta área y tiempo
vivieron bajo el mandato de un gobernante malvado, pero Dios todavía estaba obrando en
sus vidas. Amós animó a su pueblo a que se arrepintieran durante esos tiempos tan
difíciles.

Fecha: Amós escribió durante los reinados de Uzías y Jeroboán II, este libro se escribió dos
años antes de que ocurriera un terremoto significativo en el área que se cree que ocurrió
aproximadamente en el 760 a.C., lo que indica que los eventos del libro ocurrieron
alrededor del año 762 a.C.

Resumen: Amos incluye nueve capítulos con tres secciones principales. La primera sección
(Amós 1—2) enfatiza los juicios que el Señor emitió contra varias naciones entre las que se
incluyen a los enemigos de Israel (Amós 1:3—2:3), pero también a Judá (Amós 2:4—5) e
Israel (Amós 2:6—16).

La segunda sección añade más acusaciones contra Israel debido a sus pecados (Amós 3—
6). El capítulo 3 trata sobre la culpa y el castigo de Israel. Amós 4:6–13 condena a Israel por
no volver con el Señor a pesar de todo lo que les había ocurrido. Amós anima a los
israelitas a buscar al Señor para que puedan vivir y prosperar una vez más (Amós 5). Este
capítulo también incluye el conocido pasaje citado por Martin Luther King, Jr. que dice así:
"que fluya la justicia como un río, y que el derecho mane como un impetuoso arroyo"
(Amós 5:24). Durante el capítulo 6 se nos presenta una serie de advertencias sobre el
futuro.

La tercera sección comparte algunas visiones que Amós comenzó a experimentar (Amós 7
—9). Las dos primeras visiones incluyen langostas y fuego (Amós 7:1-6). La tercera es
acerca de una plomada (Amós 7:7–9). Luego hay un corte narrativo en el que se describe a
Amasías, un sacerdote de Betel, acusando a Amós (Amós 7:10–17). Luego se añaden dos
visiones más: una canasta de frutas (Amós 8:1–14) y un altar (Amós 9:1–10). El Señor
concluye con la promesa de restaurar a Israel en el futuro (Amós 9:11–15).

Versículos clave (RVC)

Amós 2:4: Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su
castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les
hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres.

Amós 3:7: Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los
profetas.

Amós 9:14: Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades
asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y
comerán el fruto de ellos.

Predicaciones cristianas del libro


de Amós
Estudios biblicos, mensajes cristianos, sermones,
predicas de la Biblia en Amós

El profeta Amós - Introducción ()


Aunque hace cientos de años que el profeta Amós
escribió su libro, sin embargo, su mensaje sigue teniendo
la misma actualidad en nuestros días que la que tuvo
entonces. Él también se dirigió a una sociedad
materialista y consumista que practicaba una religión
externa vacía de significado y que había producido una
sociedad inmoral y decadente. Por lo tanto, su mensaje
debe ser estudiado y anunciado también en nuestros días.

El rugido del León (I) (Amós 1:2-2:3)

En esta porción del profeta Amós haremos un recorrido


por seis juicios de Dios a distintas naciones que había
alrededor de Israel. Esto servirá para recordarnos que
hay ciertos principios morales que todo hombre y nación
debería observar. Aquí adelantamos algunos de ellos:
- Preservar la dignidad de las personas; no somos cosas.
- El bienestar de las personas antes que el beneficio
económico.
- La fidelidad en las relaciones.
- No guardar rencor en el corazón.
- Los derechos del débil deben limitar la ambición
personal.
- La renuncia a la venganza.

El rugido del León (II) (Amós 2:4-16)


Después de juzgar a las naciones vecinas de Israel, Dios
se dirige a su propio pueblo y lo enfrenta con su pecado.
Dios es justo y no hace acepción de personas, por lo
tanto, no solo castiga el pecado de los incrédulos, sino
que también disciplina a su pueblo (los creyentes, a su
iglesia). Nos equivocamos terriblemente si pensamos que
por el hecho de ser creyentes podemos vivir
desordenadamente, en indolencia espiritual, deshonrando
su Nombre y además quedar sin disciplina. Dios anhela la
santidad en su pueblo.

El pecado necesariamente trae castigo (Amós 3:1-15)

El profeta truena contra su pueblo diciéndoles que el


hecho de que Dios los haya escogido, nunca tuvo el
propósito de servirles de excusa para sus maldades. El
hecho de que Dios escogiera a la iglesia como cauce de
sus bendiciones en esta era de gracia no es impedimento
para que castigue la iniquidad siempre que se presenta.
Véase el caso de Ananías y Safira en (Hch 5:1-11). Es
muy grande la bendición de tener comunión con Dios;
pero también es grande la responsabilidad de vivir de
acuerdo con esa luz...

Prepárate para venir al encuentro de tu Dios (Amós 4:1-13)

El profeta Amós hace una denuncia de la falsa religión


que el pueblo de Dios practicaba y con la que se sentían a
salvo. Sin embargo, su corrupción moral y espiritual
estaban a la vista de Dios, quien no cesaba de hacerles
continuos llamamientos a volver a él. El tiempo se
acababa, y si no se arrepentían, tendrían que enfrentarse
al juicio divino. Por todo esto, el profeta exhorta al
pueblo a prepararse para venir al encuentro de su Dios.
El sufrimiento del corazón de Dios (I) (Amos 5:1-20)

Dios expresa un profundo lamento por su pueblo Israel


por el juicio que iba a venir sobre ellos. Pero junto a esto
hay un llamamiento: "Buscad a Dios y viviréis". Ahora
bien, si oían la voz de Dios deberían producirse cambios
en sus vidas. Hasta ese momento se habían conformado
con cumplir con una religión externa, que quizá hasta les
divertía, pero que no transformaba sus vidas como a Dios
le agradaba, lo que les hacía merecedores de su juicio. No
hay duda de que hoy también necesitamos seguir
escuchando el mensaje de Amós.

El sufrimiento del corazón de Dios (II) (Amós 5:21-6:14)

El profeta Amós se dirige a un pueblo que se había


olvidado de Dios. Tan confiados estaban en que todo
andaba bien, tan satisfechos con su propia religión, que
poco a poco se fueron alejando de él hasta llegar a un
punto verdaderamente dramático. Y llegó el momento de
"rendir cuentas" y entonces descubrieron "que Dios no
estaba por ellos sino contra ellos". Una importante
reflexión que todos nosotros debemos hacernos también:
¿Cómo es nuestra relación con Dios?

Las visiones del profeta Amós (I) (Amós 7:1-9)

La Palabra de Dios es la única plomada confiable para


nuestras vidas, ya que revela el punto de vista de Dios
para nosotros. En esta porción vamos a ver que el profeta
Amós tuvo varias visiones por medio de las cuales Dios le
mostró el fracaso de su pueblo Israel y el juicio que iba a
venir sobre ellos por su desobediencia a la Palabra. En
medio de todo esto es conmovedora la oración del profeta
pidiendo la misericordia de Dios para su pueblo.
Amós y Amasías (Amós 7:10-17)

Como buen profeta de Dios, Amós tuvo que enfrentar


diversas tentaciones: cambiar la fidelidad a Dios por su
propia seguridad personal, buscar el éxito en su
ministerio y la prosperidad en lugar de obedecer a Dios.
Sin embargo, Amós era un profeta auténtico y sin dudarlo
antepuso la misión encomendada a su propio bienestar.
Él había recibido un fuerte llamamiento de parte de Dios y
no profetizaba con el propósito de hacer negocio. Por
todo esto tuvo que sufrir amenazas, pero Dios vindicaría
finalmente su Palabra.

El canastillo de fruta de verano (Amós 8:1-14)

El fin se acerca, y del mismo modo que la fruta madura es


arrancada y echada en el canastillo, Dios se dispone a
traer su juicio sobre este mundo pecador

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