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En este artículo, les voy a mostrar como la Teoría del apego puede orientar
nuestro trabajo experiencial con clientes individuales. Los parámetros
terapéuticos y todas las intervenciones pueden utilizarse también para crear
alianza, acceder y reprocesar las emociones y reestructurar las interacciones,
Adicionalmente, dos elementos claves son necesarios para trasladar el
modelo validado de Terapia focalizada en emociones de pareja a un modelo
de terapia focalizada en emociones individual. Estos son: (a) Identificar las
partes discordantes en el individuo y (b) guiar recreaciones entre esas partes.
Esa parte autoritaria de Len, crítica e insistente para que tome retos
profesionales más grandes en su carrera, entra en conflicto con el ansioso
“pequeño Mickey mouse”, la parte de él que se asusta y busca la manera de
escapar a la responsabilidad y atención. Mientras una parte más insiste, la
otra se paraliza más. El ciclo escala hasta una danza en la que ambas parte
del Yo se culpan, siendo sumamente crueles e invalidantes, hasta el punto de
la desesperación y la depresión.
Las recreaciones pueden ser diálogos con la técnica de la silla vacía (entre
ambas partes internas o con alguna figura de apego). No es esencial el
moverse físicamente entre ambas sillas. Los clientes pueden expresarse
desde las dos partes, aunque el moverse físicamente de una silla a la otra
puede evocar más compromiso emocional en el proceso. Esto es casi como
los cambios emocionales que las parejas sienten cuando intentan volcarse
hacia su propia postura o al revelarle una emoción a la que recién acceden a
su pareja… y cuando ellos reciben una revelación así de su pareja. El
movimiento entre las sillas facilita acceder a las emociones primarias y
temores de apego que guardan cada una de las partes.