Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
*
Me gustaría agradecer a Nicola Gardini, Stefano Jossa, Daniela La Penna
y Maria Luisa Righi por haber leído una primera versión de este trabajo, por
sus comentarios y sugerencias.
1
En particular, se hace referencia implícita a esto en Un vandalo, «Avanti!»,
24 de septiembre de 1917: «El mundo es verdaderamente grande, terrible, y
1
ALESSANDRO CARLUCCI
3
Además de los trabajos de Rapone y Zunino véanse también, entre
otros, las intervenciones de A. ACCIANI, Gramsci e Serra, en Gramsci nel suo
tempo, editado por F. Giasi, Carocci, Roma, 2008, vol. I, pp. 255-262, y de G.
PISSARELLO, Lingua e letteratura inglese negli scritti del carcere di Antonio Gramsci:
«Esercizi di lingua inglese» e riletture di Rudyard Kipling, en La lingua/le lingue di
Gramsci e delle sue opere, editado por F. Lussana y G. Pissarello, Rubbettino,
Soveria Mannelli, 2008, pp. 149-159; el artículo de G. MASTROIANNI, Gramsci,
il für ewig e la questione dei Quaderni, en «Giornale di storia contemporanea», VI,
2003, n. 1-2, pp. 206-231; los libros de B. ANGLANI, Solitudine di Gramsci.
Politica e poetica del carcere, Donzelli, Roma, 2007, G. M. BONINELLI, Frammenti
indigesti. Temi folclorici negli scritti di Antonio Gramsci, Carocci, Roma, 2007, y M.
LOLLINI, Il vuoto della forma. Scrittura, testimonianza e verità, Marietti, Genova,
2001.
3
ALESSANDRO CARLUCCI
A primera vista, este interés puede parecer extraño puesto que «la
imagen que Kipling proyectó de sí mismo coincidió a la perfección
con la de un campeón del más acalorado chovinismo imperial»4.
En una nota de los Cuadernos de la cárcel, el mismo Gramsci revela
una clave interpretativa de su interés por Kipling:
4
P. G. ZUNINO, Gramsci e il fascismo negli anni venti, cit., p. 314.
5
A. GRAMSCI, Quaderni del carcere, editado por V. Gerratana, Einaudi,
Turín, 1975 [Para las referencias al español la traducción de Ana María Palos,
Cuadernos de la cárcel, Ed. ERA, México 1981-1999, de la cual se señalan las
citas con el número de tomo (del 1 al 6) y su correspondiente página. NdT.]
C 3, § 146, T. 2, p. 115.
4
SOBRE EL INTERÉS DE GRAMSCI POR KIPLING
De niño, nunca pude hacer que me guste ese bodoque llorón y sentimental
de la Cabaña del tío Tom; intenté leerlo varias veces, aunque nunca con interés
real, y hoy no recuerdo nada de su trama, solo que me aburría mortalmente.
[...] En cambio, estaría contento si Delio pudiese leer los dos Libros de la selva
de Rudyard Kipling, que contienen las historias a las que se refiere: la de la
foca blanca, que logra salvar al pueblo de las focas de la destrucción, la de
Rikki-Tikki-Tawi, la joven mangosta que lucha victoriosamente contra las
serpientes de un jardín indio, y la serie de historias de Mowgli, el niño criado
por lobos. En estas historias circula una energía moral y voluntad que está en
las antípodas de las del «tío Tom»; creo que es necesario que Delio y cualquier
otro niño cuyo carácter se quiera fortalecer y cuyas fuerzas vitales se quieran
exaltar, las conozcan6.
6
A. GRAMSCI, Lettere dal carcere, editado por A. A. Santucci, Sellerio,
Palermo, 1996, p. 715.
5
ALESSANDRO CARLUCCI
7
E. CECCHI, La luce che si spegne (reseña de la traducción italiana de The
Light that Failed, publicada por el editor Voghera), en «Cronache letterarie»,
22 de mayo de 1910, y Kim (reseña de la ed. Vallardi), en «La Tribuna», 1° de
mayo de 1913. El primero de estos artículos aparece referido por Gramsci en
sus fichas bibliográficas de entonces, que hoy se conservan en la Fondazione
Gramsci, Fondo Antonio Gramsci, Carte personali, sottoserie 1, 1891-1926, Anni
torinesi, reapareciendo después en el título del artículo en memoria de Renato
Serra: La luce che si è spenta, en «Il Grido del popolo», 20 de noviembre de 1915,
ahora en A. GRAMSCI, Cronache torinesi 1913-1917, editado por S. Caprioglio,
Einaudi, Turín, 1980, pp. 23-26.
8
E. CECCHI, Rudyard Kipling, Casa editrice italiana, Firenze, 1910, p. 11
(Quaderni della Voce, selección de G. Prezzolini).
6
SOBRE EL INTERÉS DE GRAMSCI POR KIPLING
la desolación de las sequías cuando en las laderas de los acantilados las plantas
se retuercen como hilos de hierro rotos, desprendidos en láminas de sustancia
negra y muerta, mientras que los estanques se marchitan y bajan entre las
orillas de lodo quemado que conserva, como fundido en hierro, la última
huella pisada con fuerza. Además de las hambrunas que siguen a las sequías
y al cólera que, después de las hambrunas, viene a ajustar las cuentas de la
naturaleza con un pesado lápiz rojo; conoció las grandes pausas de trabajo
alegre y fecundo y en el venerable silencio de las llanuras interminables sintió
a toda la India trabajando en sus campos, con el chirrido de las ruedas de los
pozos, el estímulo de los campesinos detrás de los bueyes, el clamor alto de
los cuervos, mientras los elefantes bajan en columna para beber en los arroyos
y la joven, al borde de los jardines de melocotoneros que florecen, rocía sus
trenzas salvajes con aguas purificadoras, donde trotando se nutren en la
hierba profunda los impetuosos sementales blancos con ojos de un bleu de
porcelana9.
9
Ibid, pp. 13-14.
7
ALESSANDRO CARLUCCI
10
Véase en particular La disciplina, en «La Città futura», 11 de febrero de
1917 (ahora en A. GRAMSCI, La città futura, cit., pp. 19-20). En este artículo
Gramsci, citando al autor, resume el cuento Her Majesty’s Servants, ahora en R.
KIPLING, The Jungle Books, editado por W. W. Robson, Oxford University
Press, Oxford, 2008, pp. 125-143. Este cuento es considerado emblemático.
Cfr. E. W. SAID, Orientalism, Penguin, London, 19952, p. 45.
11
Véase el siguiente pasaje de Carattere, en «Il Grido del popolo», 8 de
septiembre de 1917: «El proletariado [es] un organismo social, es una
complejidad de vida, que no sólo tiene destellos cegadores, sino que también
sabe difundir a su alrededor la luz continua de la labor minuciosa, incesante,
que se forja en la lucha, que forma la implacable potencia del carácter, que
nunca se contradice a sí misma, que después de una caída no relaja sus
músculos sino que se levanta, más numerosa que antes, mejor preparada, más
experimentada y más aguerrida» (ahora en A. GRAMSCI, La città futura, cit., p.
320).
12
Cecchi, reseña sobre Kim, cit. Esta fórmula encuentra evidentes
analogías en los escritos juveniles de Gramsci (por ejemplo, en Torino, città di
provincia, en «Avanti!», 17 de agosto de 1918, ahora en A. GRAMSCI, Il nostro
Marx 1918-1919, editado por S. Caprioglio, Einaudi, Turín, 1984, pp. 256-
257: «Turín [...] formó una sólida jerarquía organizada que absorbe, sin
residuos espurios, a todo el movimiento proletario. La clase se integra de
forma ordenada. [...] El heroísmo y la belleza en Turín consisten en el trabajo
asiduo, perseverante, y no en una corrida de toros; en la respiración profunda
de los pulmones sanos y no en la tos epiléptica de los fabricantes de mitos
por docenas y a granel»). Más tarde, Cecchi volverá a hablar del «fervor» de
Kipling «por la disciplina, el orden y la obediencia» en Quando si scoperse Kipling,
en «La Stampa», 5 de febrero de 1926.
8
SOBRE EL INTERÉS DE GRAMSCI POR KIPLING
13
Un argumento a favor de su atribución podría ser el siguiente:
probablemente estaba capacitado para traducir un texto de este tipo,
9
ALESSANDRO CARLUCCI
19
Capo, en «L'Ordine Nuovo», el 1° de marzo de 1924, publicado
nuevamente con el título Lenin, Capo rivoluzionario en «L'Unità» el 6 de
noviembre del mismo año, luego incluido en varias colecciones de escritos de
Gramsci. Citamos de A. GRAMSCI, La construcción del Partido comunista, Einaudi,
Turín, 1971, p. 15.
20
Cfr. Il popolo delle scimmie, publicado en «L'Ordine Nuovo» el 2 de enero
de 1921 y recopilado en A. GRAMSCI, Socialismo e fascismo. L'Ordine Nuovo 1921-
1922, Einaudi, Turín, 1966, pp. 9-12. También aparecen referencias a los
«Bandar Log», los monos de la historia de Kipling, en La libertà individuale, en
«Avanti!», el 27 de junio de 1918, ahora en A. GRAMSCI, Il nostro Marx, cit.,
pp. 144-146; Nuova vita!, en «Avanti!», el 8 de julio de 1918, ibid, pp. 167-168;
y, Giovinezza, giovinezza…, en «L'Ordine Nuovo», el 17 de agosto de 1921,
ahora en A. GRAMSCI, Per la verità. Scritti 1913-1926, editado por R. Martinelli,
Editori Riuniti, Roma, 1974, pp. 187-189. Sobre la matriz kiplinguiana de
estas y otras imágenes afines (por ejemplo, «los monos gritones» o «los monos
borrachos»), incluso en ausencia de referencias explícitas a Kipling,
consúltese las contribuciones ya citadas de Pier Giorgio Zunino.
21
En el capítulo kaa’s Hunting de Kipling, en The Jungle Books, cit., pp. 22-
47.
13
ALESSANDRO CARLUCCI
Esta selección fue una lucha de facciones, de pequeños grupos, fue una lucha
individual, significó escisiones y unificaciones, arrestos, exilio, prisión y
atentados: fue una resistencia contra el desaliento y el orgullo, significó sufrir
hambre teniendo a disposición millones en oro, significó [3] mantener el espíritu
de un simple obrero en el trono del zar, [2] no desesperar aunque todo parecía perdido, sino
volver a empezar, con paciencia, con tenacidad, [1] manteniendo la sangre fría y la
sonrisa en los labios cuando los demás perdían la cabeza 23.
15
ALESSANDRO CARLUCCI
37
Testimonio de Gennaro Gramsci (hermano de Antonio) en G. FIORI,
Vita di Antonio Gramsci, cit., p. 10. Se puede leer en la p. 48: «Además de la
formación familiar, el conservadurismo de Francesco Gramsci se debía a
otras circunstancias. Su hermano Nicolino fue instructor de Víctor Manuel
III en Caserta, y un día él lo conoció personalmente. Nunca olvidaría la
emoción de oírse llamar por su nombre y de estrechar la mano del augusto
heredero al trono. En casa tenía la fotografía de un caballo: era el purasangre
que el futuro rey de Italia había regalado a Nicolino. Aquella fotografía
suscitaba en él orgullo y respecto por la dinastía soberana».
38
R. KIPLING, Kim. Romanzo indiano, cit., p. 343 («personal identity» en el
texto inglés a cargo de Sandison, cit., p. 185).
21
ALESSANDRO CARLUCCI
43
«Y de animales [Gramsci] también escribe a sus hijos, especialmente al
mayor Delio, a quien, en la carta del 22 de febrero de 1932, primero le
recuerda hechos reales y su propia pasión por las aves y los animales,
confesando haber criado muchos cuando era niño, mencionándolos por sus
nombres como "halcones, lechuzas, cuco, urracas, cornejas, jilgueros,
canarios, pinzones, alondras, etc. [...] una serpiente, una comadreja, erizos y
tortugas", prometiéndole luego historias fruto de la imaginación, como por
ejemplo la "del potrillo, el zorro y el caballo que tenía cola solo los días de
fiesta" y otras más. Al hablar con Delio sobre historias de animales,
evidentemente no puede dejar de pensar en Kipling, tanto que le pregunta:
"¿conoces la historia de Kim? ¿conoces las Novelas de la Selva y
especialmente la de la foca blanca y Rikki-Tikki-Tawi?"». (G. PISSARELLO,
Lingua e letteratura inglese negli scritti del carcere di Antonio Gramsci, cit., p. 158).
44
Cfr. A. GRAMSCI, Lettere dal carcere, cit., pp. 93, 336-338, 482, 495-496,
540, 624-625. Se remite también a G. BONINELLI, Frammenti indigesti, cit.; E.
DELITALA, Materiali per lo studio degli esseri fantastici del mondo tradizionale sardo,
en «Studi sardi», XXIII, 1973-74, pp. 306-354, y L. M. LOMBARDI SATRIANI,
Antropologia culturale e analisi della cultura subalterna, Rizzoli, Milán, 1980, cap. 1.
23
ALESSANDRO CARLUCCI
49
A. GRAMSCI, Cuadernos de la cárcel, cit., C 27, § 2, T 6, p. 205.
50
Ibid, C 12 § 3, T 5, pp. 381-2, véanse también C 10, II, § 52, T 4, pp.
218-9 y C 11, § 12, T 4, p. 245.
51
Ibid, C 8, § 191, T 3, p. 313.
26
SOBRE EL INTERÉS DE GRAMSCI POR KIPLING
5. Conclusiones
52
P. G. ZUNINO, Gramsci e il fascismo negli anni venti, cit., p. 316 (cfr. ID., Il
«popolo delle scimmie» e la lettura gramsciana del fascismo negli anni venti, cit., p. 71).
53
Sobre este contexto y sobre varias fuentes específicas es imprescindible
L. RAPONE, Cinque anni che paiono secoli, cit.
27
ALESSANDRO CARLUCCI
56
Cfr. A. GRAMSCI, Cuadernos de la cárcel, cit., C 4, § 33, T 2, p. 164 y C 11,
§ 67, T 4, pp. 346-7. Para una discusión reciente y más detallada sobre este
aspecto permítaseme remitir a A. CARLUCCI, The Risorgimento and its Discontents:
Gramsci’s Reflections on Conflict and Control in the Aftermath of Italy’s Unification, en
The Political Philosophies of Antonio Gramsci and B. R. Ambedkar, cit., 129-141.
57
A. GRAMSCI, Lettere dal carcere, cit., p. 481.
29
ALESSANDRO CARLUCCI
58
Ibid, p. 798.
30