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Úbeda es una ciudad y municipio español de la provincia de Jaén, capital de la comarca

de La Loma, en la comunidad autónoma de Andalucía. La ciudad, junto a la


cercana Baeza, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco el 3 de
julio de 2003, debido a la calidad y buena conservación de sus numerosos edificios
renacentistas y de su singular entorno urbanístico.1
Llamada «la ciudad de los cerros», constituye un importante centro de atracción. Cuenta
con hospital comarcal, centros educativos y escuelas universitarias —UNED y SAFA—,
delegaciones de Hacienda y de la seguridad social, juzgados, capitanía de zona, Centro
del Profesorado (CEP),2 etc., derivando en uno de los índices de centralidad más altos de
toda Andalucía. Según el anuario de La Caixa, se trata de la capital de una de las
provincias económicas de España, con una zona de influencia de cerca de 200 000
habitantes que acude habitualmente a comprar en ella.3
Su riqueza de hoy corresponde a su esplendor antiguo. Úbeda vive principalmente
del sector terciario, el comercio y la administración, que ocupan el 49 % de la población
activa. Pero además el peso de la agricultura ocupa a más de un 50 % de la población,
siendo el centro neurálgico del olivar y de la producción aceitera, siendo uno de los
mayores productores y envasadores de aceite de oliva de la provincia de Jaén, piedra
angular de toda su economía. De hecho, la comarca de La Loma viene siendo la mayor
productora mundial, con un 15 % de toda la producción aceitera mundial. Otras actividades
complementarias son la industria, la ganadería y un incipiente turismo cultural.

Toponimia[editar]
Por su ancestral historia, el origen etimológico del topónimo Úbeda conduce a pensar en
su significado en alguna lengua paleohispánica, concretamente la que corresponde a la
cultura oretana. Al existir documentación sobre la ciclópea «Torre de Ibiut» asumimos que
de esta milenaria construcción defensiva en la Loma, surgió la ciudad y el topónimo.
Después el tiempo corrompió el topónimo hasta llegar
a Bahud, Betul, Betulon, Betula, Ebdete, Idubea, Obdah, Ubadzza y por fin castellanizando
como Vbeda.

Símbolos[editar]
Escudo[editar]

Escudo de la ciudad.
En campo de gules, una corona real de oro y doce leones rampantes en gules en bordura
de plata. Al timbre, corona real cerrada.45 El escudo fue concedido por Enrique III de
Castilla el 12 de agosto de 1369 y en él se hace referencia mediante los doce leones a los
caballeros ubetenses presentes frente a las murallas de Algeciras durante el sitio
establecido entre 1342 y 1344 por Alfonso XI.6

Bandera[editar]
Tal como aparece en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía,5 la bandera de Úbeda
consiste en un: «Paño rectangular, de proporción entre anchura y longitud de 3 a 5 metros,
en color granate con el escudo de la ciudad centrado verticalmente y desplazado en la
horizontal a una distancia de la vaina equivalente a 2/3 del ancho de la bandera. El
tamaño del escudo será equivalente a dos quintos de la anchura del paño».

Banderas en el Ayuntamiento de Úbeda, en primer


término la bandera de la ciudad.
Himno[editar]
Artículo principal: Himno de Úbeda

El himno de Úbeda, fue declarado himno oficial de la ciudad por el pleno del ayuntamiento
el 14 de mayo de 1982. La letra fue escrita por Antonio Parra Cabrera, mientras que la
música fue compuesta por el maestro Emilio Sánchez Plaza.

Geografía[editar]
Localización[editar]
Úbeda está enclavada sobre una eminencia en la famosa comarca de La Loma, volcada
hacia el valle del Guadalquivir, frente a la imponente Sierra Mágina y cerca del centro
geográfico de la provincia de Jaén.
Término municipal[editar]
El término municipal de Úbeda está dedicado en su mayor parte a la agricultura, sobre
todo olivar, el más productivo del mundo. Hasta los años setenta del siglo XX el cultivo de
la aceituna era importante pero se alternaba con otros como el cereal o la vid, pero a partir
de entonces un mar de olivos ha inundado la loma de Úbeda. En las vegas
del Guadalquivir y Guadalimar aún predomina la agricultura intensiva de regadío —
algodón, cebolla, tabaco, remolacha, etc.—.
Se encuentra dividido el término municipal en tres partes separadas, una isla principal y
dos exclaves.
Isla de Úbeda[editar]
La isla de Úbeda o isla municipal principal, se sitúa prácticamente en el centro de la
provincia, limitada por los municipios de Baeza, Rus, Arquillos, Vilches, Navas de San
Juan, Torreperogil, Sabiote, Villacarrillo, Peal de Becerro, Quesada, Cazorla, Santo
Tomé, Jódar, Cabra del Santo Cristo y Jimena. En ella se encuentran la ciudad de Úbeda,
y sus anejos Santa Eulalia, Guadalupe, El Donadío, San Miguel y San Bartolomé.
Rincón de Úbeda[editar]
El Rincón de Úbeda se sitúa en la orilla norte del río Guadalquivir, limitado por los
municipios de Torreperogil, Sabiote, Villacarrillo, Santo Tomé y Cazorla. En este exclave
se encuentran los anejos de Veracruz y Solana de Torralba.
Rincón de Olvera[editar]
El Rincón de Olvera se sitúa en la orilla norte del río Guadalimar, entre los municipios de
Navas de San Juan y Sabiote. Si bien existió una fortaleza y aldea en este exclave, no
está conformado por ningún núcleo de población actual.
Límites del término municipal[editar]
Límites del término municipal de Úbeda
Norte:
Noroeste: Rus, Linar Navas
es, Arquillos y Vilche de Noreste: Villacarrillo
s San
Juan

Este: Torreperogil,
Oeste: Baeza Sabiote y Santo
Tomé

Sur: C
abra
Sureste: Peal de
del
Becerro, Quesada y
Suroeste Jimena Santo
Cazorla (Patrimonio
Cristo
natural)
y Jód
ar
Núcleos[editar]
Además del núcleo principal, el municipio comprende otros seis núcleos de población,
anejos en los que residen algo más de 1000 habitantes en total. Por tamaño son:

1. Santa Eulalia (Santolaya)


2. El Donadío
3. Solana de Torralba
4. Veracruz
5. San Miguel
6. San Bartolomé.
Otras aldeas completamente despobladas antes del siglo XIX son el poblado de Olvera,7
Torre de San Juan —donde existió la ermita de San Juan Bautista— y Villarpardillo.

Hidrografía[editar]
Cuatro ríos riegan las tierras ubetenses: Guadalquivir, Guadalimar, Guadiana
Menor y Jandulilla, pero ninguno de ellos baña la ciudad. También en su territorio se
encuentran los embalses del Giribaile, Doña Aldonza, Pedro Marín y Puente de la Cerrada.

Clima[editar]
Según la clasificación climática de Köppen, Úbeda tiene un clima Csa (clima
mediterráneo). Climatológicamente, los inviernos son suaves y los veranos calurosos y
secos.

Naturaleza[editar]
Dehesas[editar]
La Cañada Real de El Paso se encuentra al este del municipio y es una zona
de dehesa que cumplía la función de paso para la Mesta, y que actualmente es un parque
periurbano y área recreativa. A unos kilómetros se encuentra el Monte Palomarejo, junto al
arroyo del Villarejo.

Embalse de Giribaile.
La Dehesa de la Torrecilla y Dehesa del Moro se encuentran al norte. Buscando las
estribaciones de Sierra Morena, van saliendo en las zonas donde todavía la agricultura no
ha podido llegar, preciosas zonas de vegetación
autóctona, quejigal, encinas y alcornoques. En esta zona se encuentra el llamado «mar de
la loma», un inmenso lago formado por el embalse del Giribaile.

Zonas protegidas[editar]
En el municipio también hay zonas declaradas paraje natural y de especial protección
(ZEPA), como es el Paraje Natural del Alto Guadalquivir al sur del municipio: los embalses
de Doña Aldonza, Pedro Marín y Puente de la Cerrada (Puente la Cerrá, en el habla local).
Estos embalses están fuertemente colmatados, por lo que ha resurgido una gran cantidad
de vegetación lacustre, y en ellos se pueden encontrar fauna diversa como la focha
común, patos, flamencos o el calamón, con su vivo plumaje azul.

Historia[editar]
Origen[editar]
Tubal me hizo primero
Ibero el segundo fue
Idubeda es el tercero
Bétula soy de los tres.

—Piedra vieja de Úbeda la Vieja, en el museo


arqueológico.

La leyenda dice que Úbeda fue fundada por Túbal, un descendiente de Noé. Del mítico
torreón del rey Ibiut derivaría el nombre de la ciudad.
Si nos restringimos a la arqueología, los primeros asentamientos en Úbeda se remontan a
la Edad del Cobre, en el actual Cerro del Alcázar. De hecho, las últimas investigaciones
arqueológicas han arrojado seis mil años de antigüedad; Úbeda es la «ciudad más vieja —
científicamente documentada— de Europa occidental». Lo asegura el equipo dirigido por el
catedrático Francisco Nocete a la luz de los resultados que han arrojado 35 dataciones
de Carbono-14 en el yacimiento de las Eras del Alcázar.89
Existen restos calcolíticos, argáricos, oretanos, visigodos y tardorromanos, en el solar
actual donde se asienta. A su vez había con anterioridad un importante oppidum ibero de
población autóctono, llamado Iltiraka en lengua íbera, y después dependiente de la colonia
romana de Salaria, es conocido como Úbeda la Vieja —o Ubeda Vethula—, estando
situado frente a la desembocadura del río Jandulilla en el Guadalquivir. En busca de
intercambios llegan a Úbeda los griegos y más tarde los cartagineses con propósitos
imperialistas, siendo vencidos por los romanos tras largas guerras.
Bajo el imperio romano, a partir de la batalla de Ilipa en 206 a. C., la antigua ciudad-
estado íbera se romaniza, ya sería conocida como la Betula —Baetula—, siendo el centro
de numerosa población diseminada. En tiempos de godos, los vándalos destruyeron la
región al completo y sus moradores pasaron a concentrarse al sitio que hoy conocemos,
llamado de Bétula Nova, por motivos más bien ignorados.
La ciudad como entidad con una cierta importancia reaparece con la llegada de los árabes,
en particular con Abderramán II, quien la refunda con el nombre de Ubbada o Ubbadat Al-
Arab —Úbeda «de los árabes»—, con la intención de controlar desde aquí a los
revueltos mozárabes de Baeza. En el siglo XI es objeto de disputa entre los reinos
de taifa de Almería, Granada, Toledo y Sevilla, hasta su conquista por los almorávides.
Como ciudad musulmana, se rodeó de más murallas defensivas y se convirtió en una de
las ciudades de mayor importancia de Al-Ándalus, debido a su artesanía y comercio. Así
llegó a convertirse en un rico e importante bastión que poseer.

Edad Media[editar]
Durante el año 1091 el rey de Toledo, Al-Mamún, lucha contra la rebelión interna de los
moros andalusíes siendo Úbeda rendida por la fuerza a manos de Alfonso VI. A partir del
siglo XII los reyes castellanos aumentan progresivamente la presión sobre el Alto
Guadalquivir y Úbeda solo es mencionada en las fuentes escritas como escenario de
episodios bélicos, por ejemplo cuando la región fue objeto de los ataques de Alfonso VII de
León, primero en 1137 y posteriormente en 1147, momento en el que se apoderó de
Úbeda, Baeza y Almería. Durante diez años la ciudad permaneció en manos de
los castellanos, hasta que la contraofensiva almohade les obligó a retirarse en 1157.
Reconquistada y devastada por Alfonso VIII tras la batalla de las Navas de Tolosa y
la batalla de Úbeda, es perdida al poco tiempo. Entretanto la ciudad es saqueada y
arrasada en varias ocasiones más, siendo definitivamente su población masacrada por
los cruzados en la batalla de 1212.
En el año 1233, Úbeda es definitivamente conquistada por Fernando III de Castilla tras
seis meses de largo asedio, convirtiéndose en ciudad realenga y titular de
un arciprestazgo:
«...Fernando III desde Toledo se dirigió con su ejército contra Úbeda, ciudad que por la situación
entre Muhammad ibn Hûd y Muhammad ibn Yusuf ibn Nasr ibn al-Ahmar no recibía socorro. Puso
sitio a la misma el 6 de enero de 1233. Cuando los defensores de la ciudad se convencieron de que
no tenían posibilidad de abastecimiento ni ayuda; capitularon, saliendo salva su población con los
bienes que pudieron llevar, bajo protección cristiana hasta la ciudad musulmana a que quisiesen
ir...»10
Ramón Menéndez Pidal

Un hecho destacable es que la toma de Úbeda se realizó mediante capitulación, evitando


una nueva matanza y posibilitando la coexistencia de distintas etnias que formaban una
población de varias culturas (árabe, judía y cristiana). Durante más de dos siglos la ciudad
participa activamente en la lucha contra los musulmanes, gozando de amplia autonomía
en su gobierno local, regido por el Concejo apoyado por la veinticuatría.
Factor decisivo en este período es su importante valor geoestratégico. Durante casi tres
siglos fue población fronteriza, primero de avanzada y luego muy cercana a la frontera
entre los reinos de Granada y Castilla. Este hecho determina que los sucesivos reyes
castellanos le otorguen numerosos privilegios y concesiones, como el Fuero de Cuenca,
para favorecer la fijación de una población, formada por castellanos y navarro-aragoneses,
que permanezca frente a circunstancias de vida adversas propias de una zona fronteriza.
Así llegó a ser una de las cuatro «ciudades mayores de la reconquista de el Andalucía».
Episodios como el de 1368, en el que la ciudad es asolada con motivo de la guerra civil
entre Pedro I de Castilla y Enrique II de Trastámara, y el posterior saqueo de Pero Gil y los
ejércitos de Muhammed V de Granada avivó la rivalidad entre los bandos locales, Traperas
contra Arandas primero, luego Cuevas contra Molinas y Moyas contra Padillas, tiñen de
sangre su historia hasta las postrimerías del siglo XV. De hecho dieron lugar a que, a
semejanza de lo ocurrido en Baeza, las murallas y torres del alcázar fuesen demolidas en
1506 por orden real, a fin de poner paz entre dichos bandos.
La provincia de la jurisdicción de Úbeda se extendía desde Torres de Acún (Granada)
hasta Santisteban del Puerto, pasando por Albánchez de Úbeda, Huesa y Canena, y a
mitad del siglo XVI también incluía en su partido jurisdiccional a las villas de Cabra del
Santo Cristo, Jimena, Quesada, Peal, Sabiote y Torreperogil.

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