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Riesgo biológico ocupacional y medidas de seguridad en los

laboratorios médicos
.

Introducción
En los laboratorios de diagnóstico e investigación se realizan trabajos muy
diferentes que comportan gran número de riesgos de diversa índole para el
trabajador, el personal cercano al mismo y para la comunidad en su conjunto. En
general, las causas que provocan un determinado daño no obedecen a un solo
factor sino a la interacción de varios factores, para evitar los cuales existen una
serie de medidas que previenen o limitar los accidentes y otros riesgos relativos al
trabajo de laboratorio.

Los agentes físicos y químicos se cuentan entre los que más frecuentemente
someten al individuo a riesgos potenciales y reales. Las propiedades físico
químicas y tóxicas de algunas sustancias las hacen poseer características
inflamables, explosivas, corrosivas, irritantes, narcóticas, venenosas, mutagénicas,
carcinogénicas o teratogénicas, lo que puede tener efecto deletéreo sobre el
hombre. También los agentes físicos mecánicos, térmicos, eléctricos, radiante y
otros, pueden resultar en un daño considerable o mortal para el mismo.

Otro tipo de riesgo no menos importante está constituido por los agentes
biológicos, entre los cuales las causantes de patología infecciosa son los más
frecuentes y peligrosos.

Adicionalmente, existe un grupo de riesgo fundamental, constituido por factores


humanos, los cuales pueden incrementar considerablemente el riesgo de los otros
factores y que pueden estar relacionados con las aptitudes y habilidades para el
trabajo, el estado físico y psicológico del trabajador, su capacidad intelectual y
entrenamiento laboral, así como con la organización general del laboratorio.

Los trabajadores del laboratorio están sometidos, además, a gran número de


riesgos cuando como parte de su labor deben trabajar en colectas de muestras y
otras actividades que se desarrollan fuera del laboratorio, pero relacionadas con su
ocupación. En estos casos el hecho de que pueden ocurrir fenómenos
imprevisibles hace aún más difícil la evaluación de los riesgos posibles y el tomar
medidas de seguridad para tales contingencias.

El daño, al igual que la enfermedad, requiere de un hospedero susceptible, un


reservorio ambiental y un agente productor de la enfermedad.1 La interrelación de
estos 3 factores determinan la ocurrencia o no de afecciones.

Algunos investigadores han elaborado aspecto teóricos acerca de las formas de


energía o riesgo y su modo de acción directa o indirecta, 2,3 los cuales orientan
sobre la forma de intervenir positivamente para evitar el daño individual o
comunitario. En cualquier caso, el hecho más importante es la perservación de la
salud.
El nivel de información, de sensibilidad y de acción que se logre entre todos
aquellos que de una forma u otra tienen que ver con el trabajo en los laboratorios
médicos, determinará el éxito en la implementación de las medidas de seguridad y
su eficiencia en la prevención y limitación de los efectos perjudiciales.

Como ejemplos de 2 tipos de riesgo extremos: físico y psicógeno, de posible


ocurrencia entre el personal de laboratorio, se presentan los resultados de 2
informes publicados por Harrington sobre sus observaciones en gran Bretaña:

• Los accidentes de laboratorio que dan como resultado laceraciones son


frecuentes entre el personal de laboratorio; 1 de cada 4 trabajadores de
laboratorio sufrió heridas en 1 año de estudios prospectivos.4
• Estudio de mortalidad entre patólogos sugirieron que el suicidio por
envenenamiento era una causa común de muerte, el acceso laboral a
compuestos químicos letales fue el factor que posiblemente explique la
alta proporción de suicidios por envenenamiento, comparada la población
general.4,5

Los ejemplos anteriores muestran que el personal de los laboratorios médicos está
sujeto a gran cantidad de riesgos de peligrosidad variable y de causas
multivariadas, en las que intervienen varios factores; la responsabilidad individual
de trabajador y las responsabilidades colectivas y administrativas, desempeñan
funciones preponderantes o coadyuvantes en su ocurrencia.

En el presente trabajo, se insistirá fundamentalmente en el riesgo biológico


ocupacional causado por agentes patógenos infecciosos a los que resultan
expuestos los trabajadores de los laboratorios médicos, y en especial del
laboratorio microbiológico, en su labor cotidiana.

Las medidas de seguridad recomendadas para los laboratorios que trabajan con
gérmenes patógenos tienen en consideración el riesgo biológico y los otros tipos
de riesgo y por tanto están encaminados a la seguridad general, aunque con
énfasis particular en las medidas de seguridad biológica.

Riesgo biológico en los laboratorios de microbiología


Los laboratorios de Microbiología tienen especial, porque el trabajo se realiza en
un medio que puede ser potencialmente peligroso para las personas que trabajan
o se encuentran cerca de ellos.

Entre las causas más frecuentes de infecciones en el personal de laboratorio se


encuentran: accidentes de trabajo, negligencia e inobservancia de reglamentos al
manipular agentes infecciosos, no disponer de los medios adecuados de
protección y personal inadecuadamente entrenado.6

Con la mayoría de los agentes patógenos, el riesgo de infección es mayor para el


personal que trabaja directamente con ellos; pero, existe también cierto riesgo para
el personal que indirectamente se relaciona con éstos e incluso para la comunidad
donde se encuentra enclavado el laboratorio. Por estas razones varias
organizaciones nacionales en diversos países e internacionales como la OMS, han
elaborado recomendaciones sobre medidas generales y específicas que deben
tenerse en cuenta en los laboratorios donde se trabaja con agentes infecciosos
patógenos al hombres.

Aunque existe suficiente literatura al respecto numerosos estudios han evaluado


los riesgos del trabajo con agentes infecciosos en otros países, estas
informaciones no son de dominio común por parte de los médicos y personal
paramédico cubano, por lo cual se hace necesario divulgar estos aspectos y
promover la investigación de ellos en las condiciones actuales de Cuba.

En la historia de Microbiología se cuenta con muchos ejemplos de infecciones


contraídas en el laboratorio:

• En un informe de Wedum en 1975,7 se señala la ocurrencia de casos de


tifoidea, cólera, brucelosis y tétanos, asociados al trabajo de laboratorio,
desde principios de siglo.
• Estudios realizados por Pike y Sulkin8 y Pike9 mostraron que las
infecciones bacterianas y virales más comúnmente asociadas al trabajo de
laboratorio fueron: la brucelosis, tifoidea, tularemia, tuberculosis, hepatitis y
al encefalitis equina venezolana, pero sólo en unos pocos casos se
asociaron con accidentes de laboratorio reconocidos; en el resto de ellos
no se confirmó la fuente de infección y sólo fue posible establecer que la
persona infectada había trabajado con el agente en cuestión.
• En el caso de los arbovirus la exposición a aerosoles infecciosos se ha
considerado la fuente de infección más común,10 mientras que para el
virus de la hepatitis el mayor riesgo está representado por la manipulación
de los productos patológicos de los pacientes o portadores (principalmente
sueros).
• Diferentes estudios han documentado el riesgo potencial de adquisición de
infecciones de laboratorios y en la población general. Así se ha visto que el
riesgo de contraer hepatitis es 7 veces mayor entre el personal de
laboratorio que entre la población,11 mientras que el riesgo de contraer
tuberculosis es también 5 veces mayor entre los primeros que entre los
segundos.4
• Algunos agentes patógenos considerados como de muy alto riesgo
presentan una situación especial, ya que su infectividad se mantiene aún
en la sangre y tejidos de vertebrados asintomáticos naturalmente
infectados, por lo cual puede transmitirse la enfermedad a los
manipuladores de estos animales aparentemente sanos y de sus
productos, como ocurrió con la enfermedad de Marburgo aparecida en
1967.12
• En ocasiones el peligro de infección por estos agentes traspasa los límites
del laboratorio que directamente trabaja con ellos, en grandes cantidades
o altas concentraciones o que manipula animales vertebrados natural o
experimentalmente infectados. Tal es el caso de los brotes nosocomiales
de fiebre de Lassa ocurridos en 1969 y 1970 en Jos, Nigeria Central, que
afectaron principalmente al personal médico y paramédico que atendió a
dichos pacientes y a otras personas que se encontraban hospitalizadas
contemporáneamente.13,14

Se ha elaborado una clasificación de agentes biológicos sobre la base del riesgo


que representan para el individuo que trabaja con ellos y para la comunidad, y se
han establecido 4 grupos de riesgo en orden creciente de peligrosidad.
Grupo I: agentes con bajo riesgo para el individuo y la comunidad.
Grupo II: agentes con moderado riesgo individual y riesgo comunitario limitado.
Grupo III: agentes con alto riesgo individual y bajo riesgo para la comunidad.

Grupo IV: agentes con alto riesgo para el individuo y la comunidad.

Prevención o limitación de los riesgos con agentes


biológicos
Resulta necesario que exista una organización y medidas apropiada que
garanticen la seguridad del personal de los laboratorios y de los que le rodean.

En correspondencia con los grupos de riesgo se han elaborado también 4 niveles


de bioseguridad, o sea, combinaciones de técnicas y prácticas de laboratorio,
equipos de seguridad , y facilidades de laboratorio apropiadas para el riesgo que
representan los agentes infecciosos que se manipulen en estos lugares. 15 -20

En la tabla se muestra un resumen de los niveles de bioseguridad recomendados


para los diferentes niveles de riesgo considerados para los agentes infecciosos.
Como se puede apreciar, las prácticas y medios de contención se incrementan
proporcionalmente a medida que aumenta el nivel de riesgo de los patógenos
considerados.

Garantizar la bioseguridad en los laboratorios médicos no puede ser una labor


individual, espontánea o anárquica. Es preciso que exista una organización de
seguridad que evalúe todos los tipos de riesgos en un laboratorio y acorte con las
recomendaciones hechas por los Comités de Expertos, controle y garantice el
cumplimiento de las medidas de seguridad para el trabajo en esos lugares. Debe
enfatizarse que los 2 aspectos más importantes para garantizar la seguridad en un
laboratorio son la observación estricta de las normas técnicas y de seguridad de
éste y el entrenamiento adecuado de los trabajadores; el equipamiento y las
facilidades de laboratorio brindan barreras de contención adicionales eficaces y
muy importantes, pero la primera y más importante barrera es la disciplina y
habilidad del personal que labora en esos lugares.

Se ha señalado en algunas publicaciones 18,19 que la responsabilidad principal


por toda la seguridad compete al director de la institución encargada de estas
investigaciones médicas. En los centros o instituciones con gran cantidad de
trabajo microbiológico es esencial que exista un responsable de seguridad a
tiempo completo, en el cual el director podrá delegar sus funciones aunque
mantenga su responsabilidad. También se ha recomendado en estos centros, la
formación de un Comité de Seguridad que debe recomendar la política y el
programa de seguridad al director de la institución, formular un manual y revisar las
prácticas de seguridad en el área de su competencia.

Otras funciones relativas a la organización de la seguridad en los laboratorios son


las siguientes:

• Redactar protocolos de seguridad en cada área y velar por su


cumplimiento.
• Implantar procedimientos de emergencia, particulares y generales, para
casos de accidentes laborales de cualquier tipo.
• Garantizar el entrenamiento adecuado del personal de laboratorio.
• Velar porque se cumplan las disposiciones relativas a la seguridad del
transporte y recepción o envío de materiales que contengan o con
sospechas de contener agentes patógenos.

• La organización de seguridad de una institución tiene función asesora para


los órganos administrativos correspondientes.

Conclusiones
1. El aislamiento o contención como medio necesario para preservar la
esterilidad de los cultivos de microorganismos y células es un requisito
reconocido por os científicos desde hace muchos años, pero sólo cuando
comenzaron a aparecer casos de infecciones contraídas en el laboratorio
se prestó atención a la protección personal.
2. En los últimos 25 años el número de personas empleadas en los
laboratorios médicos se ha incrementado considerablemente, 21 ello ha
hecho aumentar la preocupación por los riesgos de infección entre el
personal de laboratorio e intensificar las exigencias con respecto a los
niveles de bioseguridad. Periódica y sistemáticamente se realizan
reuniones de Comités de Expertos en cuestiones de seguridad, que
actualizan la información existente y dictan la política y recomendaciones
con respecto a la seguridad de los laboratorios.
3. Es necesario llevar esta preocupación a las mentes de todo el personal
médico y paramédico que de una u otra forma está sujeto al riesgo de
contraer una enfermedad profesional con agentes infecciosos en el
laboratorio y crear las condiciones indispensables para realizar este tipo de
labor con un grado de seguridad adecuado para el individuo y la
comunidad.

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