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Docente:
Mg. Luis Alberto Francisco Bravo Granda
Estudiante:
Verde Santiago, Olenka Lisset - 20020099
Lima – 2023
El artículo de Bautista de Alemán aborda el problema del autoritarismo electoral en
América Latina, es decir, el uso de las elecciones como instrumento para acceder al
poder y luego socavar la democracia constitucional. La autora sostiene que este
fenómeno se debe a causas políticas, sociales, culturales y antropológicas, y que
requiere de una respuesta ciudadana que defienda los valores y principios democráticos.
Así mismo, se aborda la crisis global de la democracia, particularmente en
Latinoamérica, y propone reflexiones sobre cómo salvar la democracia constitucional
frente a los riesgos autoritarios que la amenazan. La autora identifica causas políticas,
sociales, culturales y antropológicas que han debilitado el talante democrático de la
ciudadanía, permitiendo la tolerancia social hacia regímenes autoritarios que utilizan las
elecciones como medio para alcanzar el poder y luego destruir la democracia.
La reflexión se inicia destacando la regresión universal de la democracia, comparando
metafóricamente el fenómeno con "el fantasma del autoritarismo" que recorre el mundo.
Se señala la existencia de causas diversas que dificultan la consolidación de la
democracia, y se hace referencia a la percepción optimista que predominaba tras la
caída del Muro de Berlín en los años inmediatos a ese evento.
La autora argumenta que ha habido un vaciamiento del concepto de ciudadanía a nivel
mundial, lo que ha llevado a un desapego generalizado hacia los sistemas democráticos.
Este desapego se manifiesta en la figura del "homo democraticus," cuya cualidad
esencial de demócrata se ha diluido, convirtiéndose la ciudadanía democrática en un
estatus pasivo e inercial. Este fenómeno preocupa, ya que impide la formación de
sólidas redes de resistencia frente a los regímenes autoritarios.
La autora presenta tres ideas clave. En primer lugar, destaca la dimensión antropológica
del debilitamiento de la democracia, que se traduce en un ciudadano desarticulado e
individualista. En segundo lugar, aborda el aspecto cultural, argumentando que el
debilitamiento del compromiso ciudadano con la democracia se refleja en condiciones
culturales adversas para su supervivencia. Finalmente, examina la erosión del Estado de
derecho y la autocratización de las judicaturas, señalando cómo el desapego a la
democracia afecta a las instituciones, debilitando la capacidad de resistir los delirios
autoritarios.
La segunda parte del texto se centra en la naturaleza pseudo electoral del autoritarismo,
resaltando la pérdida de capacidad de la democracia para defenderse de actores políticos
desleales que, aunque expresan convicciones antidemocráticas, se mantienen dentro de
la legalidad formal. Se mencionan ejemplos como Hugo Chávez, Andrés Manuel López
Obrador y Nayib Bukele, quienes, siendo candidatos presidenciales, nunca ocultaron sus
intenciones autoritarias, pero compitieron democráticamente dentro de los límites
legales.
El texto sugiere la necesidad de reflexionar sobre esta pérdida de capacidad de defensa
ante actores desleales y plantea la importancia de comprender las características del
autoritarismo electoral para revertirlo desde sus raíces culturales y antropológicas. En
última instancia, se aboga por hacer de la lucha por la democracia una batalla de toda la
ciudadanía, no limitada a las élites sociales.
Podemos entender entonces que la democracia en Latinoamérica ha estado en crisis
durante los últimos años, y el autoritarismo electoral se ha convertido en una amenaza
cada vez más grande para la estabilidad política y social de la región. En este artículo,
exploraremos las causas políticas, sociales y culturales que contribuyen a la regresión de
la democracia en Latinoamérica, y cómo podemos revertir el autoritarismo electoral
desde sus raíces culturales y antropológicas; una de las principales causas de la crisis de
la democracia en Latinoamérica es el vaciamiento universal del concepto de ciudadanía.
En el ciudadano —el homo democraticus— se ha diluido la cualidad esencial de
demócrata, lo que se traduce en un desapego generalizado por los sistemas
democráticos. Esto ha permitido y dado pie a que los líderes autoritarios de hoy ganen
elecciones y desmantelen gradualmente las instituciones del Estado de derecho, porque
el homo democraticus que prevalece así lo tolera o así lo consiente. Otra causa
importante de la crisis de la democracia en Latinoamérica es la erosión de la
democracia, la violación de los derechos humanos, la carencia de autonomía de las
instituciones y el deterioro de los sistemas electorales. En ocasiones, se crean clichés
sobre la radicalidad o moderación con los que se juzga el autoritarismo electoral en su
trajinar histórico, lo que profundiza estructuras de censura y autocensura entre los
medios de comunicación que impiden denunciar con realismo y con apego a la verdad la
erosión de la democracia. Para combatir el autoritarismo electoral desde sus raíces
culturales y antropológicas, es necesario tener plena conciencia de la naturaleza del
fantasma autoritario al que se enfrenta. Esto implica hacer que la ciudadanía participe de
esa conciencia, decir la verdad de las situaciones al margen de lo que se exprese en los
aparatos oficiales de propaganda y, lo más importante, lograr que la lucha electoral no
sea solo de los partidos y élites sino de toda la sociedad. Es importante que los
ciudadanos se involucren activamente en la lucha por mantener y rescatar la democracia
en su comunidad. Esto implica participar en elecciones, denunciar la erosión de la
democracia y la violación de los derechos humanos, y trabajar para fortalecer las
instituciones del Estado de derecho. También es importante fomentar una cultura de la
democracia, en la que se valore la participación ciudadana y se respeten los derechos y
libertades fundamentales de todos los ciudadanos.
Podemos hablar entonces de que la crisis de la democracia en Latinoamérica es una
amenaza cada vez más grande para la estabilidad política y social de la región. Para
combatir el autoritarismo electoral desde sus raíces culturales y antropológicas, es
necesario tener plena conciencia de la naturaleza del fantasma autoritario al que se
enfrenta, hacer que la ciudadanía participe de esa conciencia, decir la verdad de las
situaciones al margen de lo que se exprese en los aparatos oficiales de propaganda y
lograr que la lucha electoral no sea solo de los partidos y élites sino de toda la sociedad.