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ALEXANDER RUPERTI

LA RUEDA
DELA
EXPERIENCIA
INDIVIDUAL
Las casas
astrológicas

LUIS CÁRCAMO, editor


San Raimundo, 58
28020 MADRID
Título: La rueda de la experiencia individual
Autor: Alexander Ruperti

Primera edición 1986


©Para la lengua española: Luis Cárcamo, editor

Traducción de Carmen Peña


©de la traducción, Luis Cárcamo, editor

I.S.B.N.: 84-7627-013-5
Depósito legal: M-395-24-1986

Impreso por Luis Cárcamo, editor


San Raimundo, 58
28020 Madrid
ESPAÑA

Reservados todos los derechos. Ninguna parte de este libro puede ser
reproducida en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o
mecánico, incluyendo fotocopiadoras, grabadoras, etc., sin el permiso
escrito del editor.
A MariefCavaignac,
compañera de la primera hora
en el camino
de la astrología humanista en Francia

Alexander Ruperti
INDICE

Prefacio ................ . 9
INTRODUCCION. 11
Los cuatro niveles de interpretación de un tema 17
CAPITULO PRIMERO:
ANALISIS ESPACIAL DE LAS CASAS
J. Ejes del tema y funciones jungianas ........................... 23
Introversión-Extraversión ............................................................................... 23
Eje del Horizonte ....... .. ............................................... 24
Eje del Meridiano . .......... . ...... . . . . 25
Cuadrantes del tema y funciones jungianas 28
Ejemplos de acento en un hemisferio de un cuadrante 34
2. División triangular 35
Triángulo 1-5-9 37
Triángulo 4-8-12 38
Triángulo 7-11-3 39
Triángulo l 0-2-6 . 40
Identidad-Relación-Poderes 41
En Resumen 43
CAPITULO JI: ANALISIS TEMPORAL DE LAS CASAS 45
Cúspides y planetas 47
Cúspides en las progresiones o tránsitos 49
Planetas angulares ... . . . ..... ........................ 51
Signos interceptados .................................................. 54
Representación del tema 57
CAPITULO 111: LA CASA UNO .. 59
Planetas en Casa Uno ........ . 65
CAPITULO IV: LA CASA DOS 73
Planetas en Casa Dos .. 77
CAPITULO V: LA CASA TRES .... 85
Planetas en Casa Tres ........ 89
CAPITULO VI: LA CASA CUATRO .... 99
Planetas en Casa Cuatro .. 104
CAPITULO Vil: LA CASA CINCO .............._............ ................................................... .. ............... J J 3
Planetas en Casa Cinco ___ .............................................................................................................. 117
CAPITULO VIII: LA CASA SEIS .......................................................................................................... 125
Planetas en Casa Seis ................... ____ ........................................................................................... 129
CAPITULO IX: LA CASA SIETE ......................___................................................... 137
Planetas en Casa Siete ................................................................................ ___ .................................... 142
CAPITULO X: LA CASA OCHO .............................................. --.................................... 151
Planetas en Casa Ocho ................................................................................................. ____ 155
CAPITULO XI: LA CASA NUEVE ................... .... .. ..................................... ..................... .. ....... 163
Planetas en Casa Nueve ............................................................................... ......................................................... 166
CAPITULO XII: LA CASA DIEZ ....................................................................................................... .. 173
Planetas en Casa Diez ................................................................................................................ .... .-..................... . 180
Planetas que salen antes que el Sol .......................................................................... ............................... 184
Relación entre las Casas Diez-Seis-Uno .... ___ ............................................................... 187
CAPITULO XIII: LA CASA ONCE ................................................. ................................................ 189
Planetas en Casa Once ....... ·---............................. ____ ............................................. 191
CAPITULO XIV: LA CASA DOCE ...................... ___................................................... 199
Planetas en Casa Doce ......................... ___.......................................................................................... . 203
CAPITULO XV: POLARIDADES PLANETARIAS EN LOS EJES
DEL HORIZONTE Y DEL MERIDIANO ................ ___ .................................... 211
A. Eje del Horizonte ..................................___ .................................................................................. 211
1. Polaridades Venus-Marte ............................................................................. ---- 215
2. Polaridades Mercurio-Júpiter .... ............................................ ...................................................... .. 217
3. Polaridades Luna o Sol-Saturno ................ .............................................................. ............... ..... 219
Ejemplo: Franklin Roosevelt ........................................................................................................................... 220
B. Eje del meridiano ............................................................................................. .......... ___ _ 222
Relación Meridiano-padres .....................................___ .............................................................. 225
PARA CONCLUIR ...................... ..... .................................. ___.......................................................... 229

ESQUEMAS
O. La rueda de las casas ....................................................................... .... ............................................:.... 12
l. Ejes del tema .......................... ................................................. ____ ........................... 26
ll. Cuadrantes del tema y funciones jungianas .............................................................. 29
111. División triangular .................................................... -...............................................___ 36
IV. Polaridades y regencias planetarias ................................................ ___ 214
V. Tema de Franklin Roosevelt .. ...... .............-................................ .... ......... ....... . .................... 221
PREFACIO

Las Ediciones Universitarias han expresado el deseo de publicar


los cursos que han nutrido mis seminarios sobre la Astrología Hu­
manista de Dane Rudhyar.
Dane Rudhyar que, además de sus trabajos astrológicos iniciados
en 1932, es también filósofo, poeta, compositor y pintor, nació en
París en I 895, de padres franceses. En unos 20 libros y cerca de
1 .000 artículos, él ha promovido una reforma y una reinterpretación
de la astrología basándose en los conceptos de la psicología de las
profundidades y del holismo *, y sobre una nueva formulación de
conceptos no europeos relativos al Hombre y al Universo. El ha sido
también el primero en estudiar el tema de nacimiento de manera ho­
lística*, global, como un «mandala», con el objeto de extraer el sen­
tido de la vida de una persona, así como el desarrollo progresivo de
sus potencialidades a través de la manifestación cíclica de los plane­
tas.
Para él el tema es un símbolo arquetípico de la persona total y su
interpretación viene a ser el arte de revelar el sentido de lo que ocu­
rre en una vida, ya sea en el plano existencial exterior o en función
de cambios interiores psico-mentales y espirituales.
La astrología «humanista» es una astrología del individuo, de la
persona que busca actualizarse lo más plenamente posible. Pero a
causa del empleo impreciso y a menudo estrecho o equívoco de este
término «humanista», últimamente Rudhyar ha acentuado el térmi­
no �<transpersonal» más que el «humanista». Hay que recalcar que
Rudhyar fue el primero en utilizar este término «transpersonal» en
1930: es la impronta de toda su obra, no sólo en astrología, sino tam­
bién en filosofia en psicología y en las artes.
* Holismo: del griego hotos que significa totalidad, globalidad. El término y la idea
de holismo han sido emitidas y desarrolladas por vez primera por JAN SMURS, gene­
ral, hombre de estado y filósofo de Africa del Sur, en los años 20. Se trata de una con­
cepción global de las cosas en función del todo del cual forman parte.
JO La rueda de la experiencia individual

El término «transpersonal» es utilizado para designar no sólo lo


que está más allá de la persona, sino el hecho que el proceso de indi­
viduación no es una meta en sí, sino una etapa que prepara para la
posibilidad de ser un medio de expresión de valores más que perso­
na/es o, como dijo Saint Exupéry: «El individuo no es más que un
camino; solo cuenta EL HOMBRE que toma ese camino».
Yo estoy en estrecho contacto con Rudhyar y su pensamiento
desde 1936, año en que la lectura de su primer libro La Astrología
de la Personalidad trastoca mi concepción de la astrología y de la
vida. Desde entonces me esfuerzo en hacer conocer el pensamiento
de Rudhyar que me parece tener una importancia capital para resol­
ver los problemas espirituales, psicológicos y existenciales que noso­
tros tenemos que afrontar en este final del siglo xx.
Por fin se empiezan a traducir los libros de Rudhyar en francés.
Pero puede ser útil el intento de concretar su pensamiento astrológi­
co y es lo que yo intento hacer en estos cursos. Yo agradezco a las
Ediciones Universitarias el interés que ellos ponen en mis tentativas
y yo espero que el estudio de estos cursos ayudará a aplicar el pensa­
miento de Rudhyar en la lectura de los temas astrológicos.

R.A.

La fuente de las ideas expresadas aquí se encuentra en las obras siguientes de Rud­
hyar:
Astro/ogy of Persona!ity (1936): Ch. 6, The dial of Houses; Ch. 11, Subjective
Form.
New Mansionsfor New Men (1938): 12 Mansions ofthe Sel f.
Triptych (1968): The Way Through (12 chapitres).
Astro/ogical Houses (aparecido en francés bajo el título Les Maisons Astro/ogiques
aux Editions du Rocher, Mónaco, 1982): Tres primeros capítulos+los 4 Angulos y sus
polaridades zodiacales.
The Framework of Persona/ity (1944-45): artículos aparecidos en Horoscope Ma­
gazine.
The Way o/ Creative Accomplishmenl (1944): artículos aparecidos en Horoscope
Magazine.
20th Cen1ury Astro/ogy: The Cycle o/ Day and Night, The Houses presenl and./u­
ture: artículos aparecidos en American Astro/ogy.
Circumstances and opportunities (1966): en Horoscope Magazine, así como una
serie de artículos en 1952-53 sobre las Casas.
Además, los lectores que deseen encontrar las fechas de nacimiento de las persona­
lidades que utilizamos aquí como ejemplos pueden remitirse a los siguientes libros:
The American Book of Charts, por Lois M. Rodden; distribuidos por Para Re­
search Rockport Massachusetts, 1966.
The Circle Book of Charts, por Stephen Erlewine. Circle Books, 215 S. State Street,
Arm Harbor, Michigan 48108.
Penfield 2001. The Penfield Collection.
INTRODUCCION

Para la astrología tradicional, que forma la base de la mayoría de


los libros llamados modernos, no se dedica mucha importancia a las
Casas. Se las ve como reflejos terrestres de los Signos del Zodíaco, los
cuales, tienen todavía una importancia primordial para la interpreta­
ción del tema. Tan sólo se ven las circunstancias existenciales super­
ficiales.
Con el desarrollo del interés por la astrología se ha planteado el
problema de la domificación exacta. En efecto, cuando se desea esta­
blecer un tema para los lugares próximos a los polos, en los que se
viven largos periodos en los que el sol ni sale ni se pone, los habitua­
les sistemas de domificación empleados carecen de validez. La dis­
torsión (función de la latitud), ocasionada por la proyección del
círculo de las Casas sobre el círculo del Zodíaco se exagera a tal ex­
tremo que se pueden encontrar cuatro o cinco Signos en los límites
de una Casa mientras que otras Casas tan sólo tienen 8 ó 9 grados de
un mismo Signo. Este estado de cosas ha llevado a numerosos astró­
logos, sobre todo en Alemania, a no utilizar las Casas para nada en
absoluto. Toda la interpretación está basada en los aspectos interpla­
netarios y el empleo de los grados del Medio Cielo y del Ascendente
como puntos sensibles considerándolos casi como planetas.
En los países nórdicos -y también en Inglaterra- el problema
de la domificación ha conducido al empleo de eso que se llama Ca­
sas Iguales. Habiendo establecido el Ascendente para la latitud en
cuestión, no se ocupan ya más de la astronomía y se han creado Ca­
sas iguales de 30 grados zodiacales a partir del grado sobre el Ascen­
dente. Se hace un segundo tema de 30 en 30 grados a partir del Me­
dio Cielo. De esta manera incluso cuando el sol es verdaderamente
invisible en el lugar y en el momento del nacimiento, se puede en­
contrar, en un tema de Casas iguales, el sol encima del horizonte.
Parece ser que este sistema de Casas Iguales fue ya utilizado por Pa­
rasara, sabio indio, aproximadamente 3.000 años a. de J.C.
12 La rueda de la experiencia individual

O. LA RUEDA DE LAS CASAS

(Sur)
MC

. " ,• .
...
'• ,·
FC Cúspide
(Norte) o punta de
Casa
AS = Ascendente Eje del HORIZONTE
DS = Descendente ]

FC = Fondo de Cielo (Nadir) J Eje del MERIDIANO


MC = Medio de Cielo (Zénith)
Introducción 13

Actualmente, los sistemas de domificación más utilizados son los


de Placidus, Campanus, Regiomontanus, Koch y el de las Casas
Iguales. Aquel que desee estudiar esta cuestión más a fondo deberá
leer Recent Advances in Natal Astrology, editado por The Astrologi­
cal Association et Geoffrey Dean.
Nada permite decir que tal o cual sistema de domificación sea
exacto y los otros falsos; cada sistema tiene sus seguidores. Por esta
razón, me parece que la elección del sistema tiene sus seguidores.
Por esta razón, me parece que la elección del sistema depende del as­
trólogo, de su mentalidad y de su manera de comprender la astrolo­
gía y su empleo. Si se tiene confianza en un sistema y si se utiliza re­
gularmente sin dudar de su exactitud, dará a buen seguro, buenos re­
sultados.
Detrás de la polémica respecto a la domificación hay un proble­
ma todavía más fundamental: lpor qué las Casas? lA qué correspon­
den? Muchos astrólogos dicen que si no se emplean las Casas no
existe ningun medio para diferenciar a las personas nacidas el mismo
día. Es verdad que hay necesidad de elementos diurnos, pero estos
no tienen por que ser necesariamente las Casas; los cuatro Angulos
formados por el Horizonte y el Meridiano nos bastarán. Además, ya
que la mayor parte de los astrólogos conciben el tema como repre­
sentativo de lo que le va a ocurrir a una persona y presuponen así
que la persona es exterior a su tema, me parece, en este caso, inútil
querer distinguir entre dos individuos nacidos el mismo día, ni el dar
tal importancia a la hora del nacimiento.
Si actualmente hay confusión es porque se cree implícitamente
que el hombre está sometido a influencias exteriores a él y que los
elementos utilizados en astrología deben permitirnos medir estas in­
fluencias y saber en qué dominio de la vida van a manifestarse. Se
quiere también someter todo a un análisis estadístico, a un control
empírico basado únicamente en la exactitud de la correspondencia
en el tiempo entre un acontecimiento y el significado de la Casa. En
tal caso sólo la cúspide de la Casa tiene importancia y debe recibir
un aspecto exacto de un planeta en el momento del acontecimiento.
Se pretende establecer la exactitud de un sistema de domificación se­
gún la exactitud de estas correspondencias de los acontecimientos.
A mi entender, la significación de la astrología sobrepasa larga­
mente este nivel de interés y me parece erróneo dar tanta importan­
cia a un acontecimiento en sí. Como dice Rudhyar nosotros llegamos
a los acontecimientos y no a la inversa. El sentido del acontecimien­
to depende de lo que nosotros somos en el momento del encuentro.
Somos siempre libres y capaces de cambiar el sentido que damos, la
primera vez, a lo que acontece. Es por esta causa que lo que importa
14 La rueda de la experiencia individual
es conocer el sentido que el acontecimiento debe tener con relación a
todo el destino personal completo: su contenido psicológico, más
que determinar la índole del acontecimiento.
Cuando Rudhyar ha lanzado las bases de su reformulación de la
astrología, ha demostrado que era un error querer explicarlas según
los conceptos mecanicistas del siglo XIX. El ha sido el primero en
adaptar las premisas de la astrología a la visión del mundo de Eins­
tein. Pocos astrólogos comprenden que la esfericidad de la Tierra y
el hecho de su rotación axial han introducido un sentido del espacio
completamente nuevo que necesita una reformulación del simbolis­
mo astrológico. Hoy es preciso pasar de la base estática y espacial de
la astrología Ptolomaíca a una base cinética moderna o temporal y
basada en el principio del movimiento de la astronomía actual.
En un universo donde actualmente se conciben todas las cosas en
función de su relación con las demás, la astrología debe llegar a ser
un sistema de interpretación de los movimientos cíclicos de los cuer­
pos celestes, comprendida nuestra Tierra. Desde esta óptica en lugar
de ver al Zodíaco como un todo espacial dividido en 12 partes, exis­
tiendo alguna parte en el cielo, se le considera como la expresión del
ciclo anual de revolución de la Tierra alrededor del Sol. Las Casas
entonces, vienen a ser la expresión del ciclo diario de rotación de la
tierra alrededor de su eje polar. La astrología moderna debe estudiar
los ciclos de revolución aparentes del Sol, de la Luna y de los plane­
tas con relación a la Tierra y al ciclo cotidiano de rotación del Meri­
diano y del Horizonte. Ya que somos terrestres, los movimientos de
la Tierra vienen a ser puntos de referencia: encuadramientos que
permiten medir las posiciones y las fases cíclicas de los planetas con
relación a nosotros.
Esto quiere decir que es preciso poner el énfasis en el movimien­
to y en el tiempo más que en las posiciones espaciales. Signos, Casas
y planetas son factores en el tiempo y revelan las fases de los diver­
sos procesos de la vida. La astrología moderna deberá probar el he­
cho de, que, toda cosa que evoluciona, todos los fenómenos de la
existencia, pueden ser considerados como manifestaciones de un mo­
vimiento ordenado y cíclico; que toda entidad concebible se mueve
en relación con todas las demás entidades y puede ser interpretada
como un punto en el tiempo (y también, naturalmente, en el espa­
cio) perteneciendo a una infinidad de procesos cíclicos entrelazados.
Todo objeto es al mismo tiempo un todo y parte de un todo mayor;
también toda cosa gira alrededor de otra cosa de mayor potencia y,
sin duda, de mayor conciencia. En cada instante, todo está en una
fase particular de un proceso de vida el cual (en tanto que es consi-
Introducción I5
derado como ciclo entero) es, a la vez, un instante de una unidad de
desarrollo mucho mayor.

Cada cuerpo celeste, y esto comprende a nuestra tierra, posee dos


movimientos. Cada planeta gira sobre su eje y alrededor del Sol. La
rotación axial de la Tierra no implica desplazamiento en el espacio;
es un movimiento propio del planeta, subjetivo, por así decirlo, por­
que nosotros no somos conscientes, si no es por dedución. El es, el
responsable de nuestra conciencia del tiempo.
Al contrario, la revolución orbital de la Tierra alrededor del Sol
implica un desplazamiento en el espacio. Es un movimiento objetivo
que conlleva modificaciones constantes entre la Tierra, el Sol y los
otros planetas que giran también alrededor del Sol.
Ya que la rotación axial es un movimiento propio de la Tierra,
Rudhyar lo asocia a todo lo que atañe al individuo. Esta rotación
diaria del Meridiano y del Horizonte es el fundamento de las Casas
astrológicas. Es por lo que todos los valores relativos al individuo y
sus problemas de conciencia individual se relaciona simbólicamente,
en astrología humanista, a la rotación axial (las Casas) y principal­
mente a los dos ejes formados por el Meridiano y el Horizonte.
Para el ser humano, la rotación axial, movimiento que tiene lugar
dentro de sus propios límites, simboliza cambios interiores y subjeti­
vos.
A propósito de esto, es significativo comprobar que se ha recono­
cido públicamente la rotación axial de la Tierra en los inicios de la
Era del Individualismo, el Renacimiento. El énfasis sobre el indivi­
duo, sobre su desarrollo y su integración datan de esta época. En tér­
minos astrológicos, ya no es necesario desde esta época presentar la
tesis astrológica, en función de un Sol que gira, proyectando las ener­
gías estelares sobre la colectividad terrestre, sino dándose cuenta que
es la Tierra la que gira y que esta rotación tiene una sign(ficación in­
dividual para el hombre considerado como individuo.
Esta es la razón, por la que la astrología humanista y personaliza­
da considera las Casas como un factor de base, en lugar del Zodíaco,
en lo que concierne a la integración y expansión individuales. Al
unir las Casas a la rotación axial de la Tierra, tiene la astrología por
vez primera, un ciclo que señala, lógicamente y de manera autóno­
ma, el desarrollo del ser humano considerado como individuo y no
simplemente como instrumento de fuerzas raciales instintivas y emo­
cionales, como ocurre en la astrología tradicional.
Desde la óptica de la astronomía moderna, es preciso desmitificar
el Zodíaco. El Zodíaco no es una entidad estática, un lugar en el es­
pacio, que comprende doce zonas o Signos los cuales ejercen in-
16 La rueda de la experiencia individual
fluencias invariables. Es una expresión del movimiento anual de la
Tierra alrededor del Sol, o sea de la órbita terrestre. En términos
geocéntricos el Zodíaco no es más que una forma de analizar el ciclo
solar en doce fases. Toda la mitología que se mezcle a este análisis
tan sólo es puro simbolismo y creación del espíritu arcaico -crea­
ción por cierto de las más preciadas e inspiradoras, pero más allá de
la cual deberíamos percibir hoy día la estructura universal que se
aplica a todo, y a no importa que ciclo.
Hemos dicho que el movimiento orbital terrestre es un desplaza­
miento en el espacio. El espacio es un marco donde se interaccionan
las relaciones de las partes de un todo; es la sustancia de toda rela­
ción, de todo cambio (la palabra «sustancia» frecuentemente es mal
interpretada, en un sentido material: viene del latín «sub» = debajo y
«stare» = sostener; la sustancia es pues, aquello que sostiene o está en
la base: es el sustrato o el fondo). Cuando uno se mueve en el espacio
desplazándose entra en relación con los otros, se efectúa la experien­
cia concreta y objetiva de los demás y así mismo se llega a ser cons­
ciente de la realidad de un gran todo colectivo del que no se es, más
que una parte.
Por esta razón, el Zodíaco no simboliza elementos individuales
sino tan sólo valores genéricos o colectivos propios de toda la huma­
nidad. En el pasado era normal conceder una gran importancia al
Zodíaco, ya que antes del descubrimiento del heliocentrismo, la evo­
lución planetaria era un problema de integración colectiva que afec­
taba a la raza y al planeta todo entero. La integración individual es­
taba reservada a la iniciación secreta; por otra parte esto, no era una
integración individual en el sentido moderno del término, sino más
bien la toma de posesión de un cuerpo terrestre por una entidad su­
pra-terrestre, por una estrella -de estos procedimientos iniciáticos
egipcios dan testimonio los orificios encontrados en la Gran Pirámi­
de y dirigidos hacia ciertas estrellas relacionadas con ellos.
Por lo tanto a la pregunta que hemos planteado al principio
«lpor qué las Casas?» podemos responder: con el propósito de poder
interpretar las experiencias interiores y exteriores de una persona
desde un punto de vista verdaderamente individual, en función de su
carácter y de sus propias necesidades. Es evidente y Jung lo ha su­
brayado que todos nosotros somos expresiones de la naturaleza gené­
rica del Hombre. Todo lo que nosotros podemos valorar puede ser
de una manera particular y única es que el Hombre genérico aparece
en el momento de nuestro nacimiento. Nuestro cuerpo es humano;
nuestro psiquismo es humano; nuestros pensamientos y sentimientos
son humanos. Mas debemos utilizar esos medios humanos de una
manera individualizada: esto es lo que nos distingue a unos de otros,
Introducción 17
es la forma de utilizar nuestra herencia, y la vida actual exige de una
forma cada vez más apremiante que la utilicemos de una manera in­
dividual.

Cuando hablo de «individual» y «de único» no es necesario com­


prenderlo de una manera absoluta. Incluso aún cuando las Casas, se
refieren a lo que es individual y único, todos tenemos las mismas
doce Casas en nuestro tema, lo mismo que los doce Signos. Yo quie­
ro simplemente decir que puesto que la evolución humana tiene ne­
cesidad, en especial actualmente de que cada cual se individualice, es
necesario interpretar las Casas, en función de las experiencias nece­
sarias en las sucesivas etapas para llegar a la plenitud del «Ser». Di­
cho de otra forma por ejemplo; si la Casa 1 se refiere en cada uno de
nosotros a nuestra verdadera identidad es preciso ver las experiencias
necesarias a cada uno para tomar conciencia de su propio «yo soy» y
para realizarlo concretamente.

Para determinar la Casa l de alguien es necesaria la hora y el lu­


gar de nacimiento. Eso nos permitirá ver de qué manera el Zodíaco
encaja en el círculo de las Casas. Si se proyectan las líneas del Meri­
diano y del Horizonte del lugar de nacimiento hacia los confines del
universo, cortarán el círculo del Zodíaco en grados exactos. La incli­
nación del eje terrestre, alrededor del cual se ha creado el círculo de
las Casas -sobre el plano orbital de la Tierra que describe el círculo
Zodiacal- es tal que introduce grandes variaciones, aumentando o
disminuyendo según la latitud del lugar de nacimiento. Frecuente­
mente resulta que cada Casa contiene aproximadamente 30 grados
del Zodíaco. Volveremos más tarde sobre esto cuando estudiemos el
significado de los Signos «interceptados». De momento retengamos
que la relación Signos/Casas determinada por la hora y lugar de na­
cimiento indica la correspondencia que existe entre los elementos
colectivos, las energías y cualidades propias del Hombre (Signos) y la
estructura de individualización de la persona (Casas). Los Signos que
se encuentran en las cúspides de las Casas indican qué cualidades
humanas deben ponerse en práctica en el terreno de las experiencias
individuales indicadas por las Casas.

Los cuatro niveles de interpretación de un tema

En 1975, Rudhyar publica un libro From Humanistic to Trans-


18 La rueda de la experiencia individual
personal Astrology 1• Este libro añade una nueva dimensión a la apli­
cación del simbolismo astrológico. Mientras que, la astrología tradi­
cional e incluso la moderna, interpreta los símbolos a nivel de la
vida biológica y socio-cultural de los seres humanos, la astrología
humanista aporta, por vez primera, la posibilidad de utilizar la astro­
logía a nivel de los esfuerzos cada vez más extendidos, de individua­
lización con el sentido jungiano de este proceso. Ella corresponde al
esfuerzo de actualizar lo más plenamente posible lo que está en po­
tencia en el nacimiento; ella acentúa al ser.
Sin embargo, Rudhyar siempre ha sostenido que la individualiza­
ción no es una meta en sí misma, sino una fase transitoria necesaria
para poder vivir de manera transpersona/. Vivir de manera transper­
sonal significa que se ha alcanzado un estado de evolución, en el
cual es posible llegar a ser un agente consciente, un intermediario
para la expresión creadora de fuerzas y de valores supra-personales.
Para alcanzar esta expresión de valores universales y globales es pre­
ciso haber llegado antes a ser consciente de su papel y de su función
en el seno de un todo mayor, el cual decide en lo sucesivo lo que se
hace, se siente y se piensa. Vivir de una manera transpersonal no
quiere decir que uno deje de ser un individuo sino que se intenta ser
una expresión individualizada y particular del todo, del cual se sabe
que se forma parte. El prefijo «trans» no se refiere a lo que está más
allá, más bien significa «a través» o «por medio de». En una vida
transpersonal el todo mayor se expresa «a través» o «por medio de»
el individuo. El individuo llega a abrir su conciencia a un poder su­
pra-personal que lo transforma , y que, de esta manera, puede, «a
través» de él o «por medio» de sus actividades creadoras, transformar
a otras personas e incluso a toda una colectividad.
En 1975 y todavía en 1979 y 1980, Rudhyar continúa insistiendo
en el énfasis del proceso de transformación que debe seguir a la etapa
de individualización. En 1979, escribió un libro sobre la psicología
de la transformación (Beyond lndividulism 2) y, en 1980, un libro so­
bre la astrología y la transformación 3• Podemos encontrar en esos li­
bros, las bases de una astrología transpersonal; y además nos hacen

1 From Humanistic lo Transpersonnal Astrology ha sido publicado por Ediciones


Universitarias de París por Dane Rudhyar.
2 Beyond Individualism, por Dane Rudhyar. Publicado en francés por Ediciones
Universitarias, París.
3 The Astrology of Transforma/ion, por Dane Rudhyar. The Theosophical Publis­
hing House (Quest Book), Wheaton, lllinois, 1980, publicada en francés en las edicio­
nes Rocher, Mónaco.
Introducción 19
comprender la necesidad, que hay de poder interpretar un tema en
cuatro niveles diferentes, según las necesidades de la persona.
La astrología tradicional se refiere a las personas cuyo estado es
todavía el de especímenes más o menos coherentes de cualidades hu­
manas, pero no individualidades, condicionadas por los valores par­
ticulares, de una sociedad particular, en un momento particular de la
historia. Por esta razón y de manera muy válida, esta forma de astro­
logía interpreta todo en los niveles biológicos y socio-culturales, es
decir en los niveles en los que las personas son aún expresiones indi­
ferenciadas del modo de vida y de la mentalidad colectiva que condi­
ciona su familia, su clase social, su nación, su generación.
Sin embargo a partir del momento en que se pasa por el jungiano
de individualización ya no se debe estar más condicionado por pre­
juicios culturales y socio-religiosos que determinan, para las perso­
nas que viven en los dos primeros niveles, lo que deben ver y hacer
en este universo. Es necesario reinterpretar los símbolos astrológicos
desde el punto de vista de una persona que trata de realizar, tanto
como le sea posible, las potencialidades de su tema natal. En vez de
interpretar el tema como un condicionamiento, como un balance de
cualidades y debilidades y de acontecimientos felices y nefastos, es
preciso hacerlo bajo el punto de vista de un verdadero individuo,
que no es tan sólo, la expresión de un condicionamiento. Ser un in­
dividuo quiere decir que se ha tomado conocimiento del hecho de
que en vez de sufrir su condicionamiento, se lo debe utilizar para
manifestar concretamente su egoicidad. Toda la interpretación se
basa en este empleo consciente y deseado de todo lo que está a su dis­
posición en el momento de su nacimiento. Este empleo consciente
conducirá progresivamente a la integración de la personalidad. La
astrología humanista interpreta pues el tema, en el sentido de una ar­
monización de los conflictos psicológicos, con vistas a una realiza­
ción, tan completa como posible, del individuo.
Cuando se estudia la vida de personas verdaderamente individua­
lizadas, se observa que todas ellas han contribuido, en un dominio o
en otro a la transformación ya sea de otros individuos de una cultura
o incluso de toda la humanidad. Ellas expresan los valores humanos
de una forma particular, hacen resaltar ciertos valores particular­
mente útiles para responder a las necesidades de su época. En sus vi­
das el énfasis no está, tanto en ellas como en las transformaciones
posibles en las vidas de los demás, individualmente o colectivamen­
te, gracias a sus actos, a sus sentimientos y a sus pensamientos, estas
personas viven pues, una vida transpersonal. Ellas persiguen un ob­
jetivo supra-personal, transformador de ellas mismas y de los otros.
De este modo nos encontramos frente a un cuarto nivel de fun-
20 La rueda de la experiencia individual
cíonamiento posible para el ser humano y la astrología debe tenerlo
en cuenta si quiere responder a las necesidades actuales de las perso­
nas. En esta época en la que nuestras culturas están a punto de de­
sintegrarse al mismo tiempo que en el mundo, hay por todas partes
una necesidad urgente de transformar nuestros valores sobre la vida
biológica y socio-cultural, lo que cuenta no es tanto la dicha perso­
nal sino una acción concentrada y eficaz, para transformar radical­
mente nuestras formas de actuar, sentir y pensar.
La astrología transpersonal responde a esta necesidad y además
toma en consideración los hallazgos de la psicología transpersonal
que se desarrolla en los países anglo-sajones y la cual todavía no está
introducida en Francia. No obstante, mientras que la psicología
transpersonal mira a una «elevación» de la conciencia y busca «ex­
periencias límites» (peak experiences), la vida transpersonal vive
también, según Rudhyar, un «descenso» de poder espiritual que se
focaliza a traves de una persona transformada en una «lente» clara y
apropiada.
La astrología transpersonal introduce una idea de finalidad en la
interpretación. Todo lo que contiene el tema incluso los conflictos y
tensiones, debe ser utilizado con el fin de una transformación perso­
nal o socio-cultural. Los conflictos y tensiones son considerados
como «medios dinámicos» susceptibles de influenciar concretamente
lo que debe ser transformado. Por lo que es un «agente de transfor­
mación» es esencialmente un guerrero, ya sea en el nivel fisico, cul­
tural, social, religioso u oculto.
Cuando se habla de transformación, se prevee un estado futuro,
eso que es preciso llegar a ser y también lo que es preciso transcen­
der, no para ser lo que se es, potencialmente en tanto que individuo,
sino para actuar de manera transpersonal. Por esta razón, la astrolo­
gía adaptada a este nivel de vida pone el énfasis sobre las progresio­
nes y los tránsitos y, en el tema de nacimiento, sobre la necesidad de
utilizar los planetas de una manera que permita transformar su
modo de empleo en los niveles habituales de la vida.
En este libro, intento interpretar los planetas en las Casas en esos
cuatro niveles de funcionamiento. Pero todas las formas de astrología
son válidas; cada procedimiento, aplicado honestamente, puede res­
ponder a las necesidades de cierta clase de seres humanos. La astro­
logía humanista y transpersonal colma una necesidad que los otros
procedimientos no abordan. Es sin embargo inútil utilizar una inter­
pretación transpersonal para las personas que no están todavía pre­
paradas para transformarse y para aceptar todas las consecuencias, a
veces dificiles, de un esfuerzo de transformación es necesario adaptar
el nivel de interpretación al nivel en que se halla la persona que
Introducción 21

pide consejo. Todos vivimos potencialmente en los cuatro niveles;


una persona que está en la vida transpersonal vive también, en cier­
tos niveles y según las circunstancias en los otros tres niveles, pero lo
hace de forma consciente.
Hay todavía un último punto que esclarecer: el término colectivi­
dad superior con relación a colectividad inferior. La colectividad in­
ferior se refiere a todos los valores de una cultura, al nivel socio­
cultural de vida de la mayoría de las personas. Es el poder de la tra­
dición que da una forma al psiquismo colectivo de la comunidad en
la cual se ha nacido. La colectividad superior está formada de seres
transcendentes que nos ayudan, llegado el momento a tomar con­
ciencia de nuestra participación el gran Todo, la Humanidad, que
nos engloba a todos, tanto si somos o no ya conscientes. La Humani­
dad -el Hombre- es una realidad espiritual y la Tierra representa
también una realidad espiritual. El mundo fisico, individual y plane­
tario, no es más que uno entre los numerosos aspectos, de una reali­
dad humana y planetaria más vasta y que incluye todo.
En The Astrology Transformation 3, Rudhyar dice: «La colectivi­
dad superior existe a un nivel de conciencia que transciende a la
conciencia colectiva de una cultura (la colectividad inferior) y a la de
individuos verdaderamente autónomos. El poder que actúa en el
alma es la energía y la luz de esta conciencia supra-individual y espi­
ritual o divina. Esto quiere decir que la luz y el poder del todo
mayor, la Humanidad, obra en el alma de cada persona individuali­
zada. Ellos actúan para equilibrar la tendencia individualizadora
para evitar que el «yo soy» llegue a ser un poder rígido y tiránico... »
El poder transformador que actúa en el cuarto nivel procede del
ser planetario, la Humanidad. Tan sólo se puede transformar toman­
do conciencia del hecho que se forma parte de ese todo mayor, la
Humanidad, en el seno del cual se tiene una misión que cumplir.

3 Op. cit., pag. 24


CAPITULO PRIMERO

ANALISIS ESPACIAL
DE LAS CASAS

1. Ejes del tema y funciones jungianas

Introversión-Extraversión

Jung considera dos actitudes fundamentales, pero complementa­


rias en la vida: la introversión y la extraversión. Ni una ni otra exis­
ten en estado puro, ni hay un Yang ni un Ying puro. Pero existe un
predominio relativo de una de estas dos actitudes en cada uno de no­
sotros. Hay entre las dos una diferencia esencial: para el extravertido
hay un movimiento hacia el exterior, interés por los objetos y las re­
laciones o valores objetivos; mientras que, para el introvertido el in­
terés se aleja del objeto y va hacia el sujeto que se interesa principal­
mente en sus propios procesos psicológicos. El extravertido ve todo
en función de lo que le llega objetivamente; el introvertido ve todo lo
que le llega en función de su conciencia. Cada actitud tiene un valor
relativo. El introvertido centrado en su propia subjetividad tiene una
base más segura, permanente y valorable, que el extravertido que de­
pende del objeto. Del mismo modo que el extravertido no compren­
de cómo un punto de vista subjetivo puede ser más importante que
la situación objetiva; el introvertido no comprende por qué el objeto
debe ser siempre el elemento decisivo.
Jung ha encontrado estos dos tipos en todos los niveles sociales y
tanto entre los hombres como entre las mujeres. Y ha llegado a la
conclusión que una distribución tan universal no podía ser el resul­
tado de una elección de actitud consciente y deliberada, sino que la
causa era insconsciente e instintiva. Puesto que los niños incluso en
una misma familia, muestran una actitud típica evidente en uno u
24 La rueda de la experiencia individual
otro sentido, no se puede decir que esta actitud proceda bien sea de
la influencia de los padres, bien sea de la lucha de la existencia.
Para establecer de manera muy general la introversión o la extra­
versión en un tema, se puede observar el predominio de los planetas,
bien sea por encima o por debajo del Horizonte. El Horizonte, psico­
lógicamente hablando, simboliza la conciencia nacida del sentido de
las diferencias. Para la conciencia humana hay, en primer lugar, lo
que se llama «yo» o «mí» y, por consiguiente lo demás, cosas o per­
sonas, no son «yo». Hay pues, oposición constante, «yo» y todas las
entidades que se encuentran fuera de «mí». Esta oposición es el sig­
nificado básico de los dos polos. -Ascendente (AS) y Descendente
(DS}- del eje horizontal del tema. El trabajo de la conciencia con­
siste en unir de algún modo el yo y todo lo que no es el yo. La con­
ciencia nace de la interacción constante entre el yo y el no-yo, entre
la percepción de lo que se es -quién y qué- y la percepción de lo
que son todos los demás, personas y cosas.
- La aproximación subjetiva de la conciencia, la vía introverti­
da, se ve en el Ascendente y se desarrolla a través de las seis Casas
bajo el Horizonte.
- La aproximación objetiva de la conciencia, centrada sobre el
objeto, la vía extravertida, se ve en el Descendente y se desarrolla a
través de las seis Casas encima del Horizonte.
Como consecuencia en el caso en que las Casas bajo el Horizon­
te, estén particularmente cargadas de planetas, hay un énfasis sobre
el desarrollo de la percepción individual, sobre todo lo que está con­
dicionado por el yo y su carácter propio. Por el contrario cuando las
Casas encima del Horizonte contienen a la mayoría de los planetas,
el interés principal es el desarrollo de la percepción objetiva, de la
conciencia social, de todas las cosas que están condicionadas por el
no-yo: al mundo de las sensaciones y de las relaciones interpersona­
les. Comprendemos pues que el Horizonte es el símbolo de toda es­
pecie de diferenciación. El establece la diferencia entre lo que es visi­
ble e invisible, entre lo que está encima y debajo, entre el cielo y el
suelo de la tierra, entre la vida objetiva y la vida subjetiva.

Eje del Horizonte (v. Fig. I)

Apliquemos ahora estas ideas generales a un tema particular.


Puesto que el Horizonte simboliza la conciencia que nace del sentido
de diferencia, podemos decir que el Ascendente se refiere esencial­
mente a todo lo que diferencia a una persona de la media humana.
Se encuentra en él, su verdadera individualidad, aquello que la hace
Análisis espacial de las Casas 25
única, todos los factores -físicos, psicológicos y espirituales- que la
distinguen. El Signo sobre el Ascendente nos dirá que cualidades -
físicas, psicológicas y espirituales- deberá manifestar la persona
para encontrar su camino distintivo. El polo complementario, el
Descendente, muestra esencialmente cómo encontrará la persona el
mundo exterior en general y, más particularmente las personas con
las cuales ella se asocia de manera íntima o estrecha.
Debemos siempre guardar en el espíritu la reciprocidad de As­
cendente y del Descendente considerados los dos polos del eje hori­
zontal del tema. No podemos jamás separar lo que somos individual­
mente, de la manera en que vemos a los demás y al mundo exterior.
Cada polo del eje horizontal debe ser visto como una forma de com­
pensación psicológica por los valores revelados en el otro polo. El
individuo no existe en el vacío; se ve constantemente modificado por
su relaciones con el no-yo. Unas veces el yo es el polo positivo, y
otras veces éste, será el no-yo. Los cambios constantes, en los cuales
el yo es tanto activo, como pasivo, son las fuerzas motrices necesa­
rias al desarrollo de la conciencia.
Cuando se observa el tema en su conjunto encontramos que los
planetas gravitan sobre todo alrededor del eje horizontal (en particu­
lar en las Casas 12-1 y 6-7), podemos deducir que la persona deberá
ocuparse sobre todo del desarrollo de la conciencia. Si la mayoría de
los planetas se encuentran cerca del Ascendente, el esfuerzo princi­
pal deberá dirigirse al desarrollo de la conciencia del yo; si se en­
cuentra cerca del Descendente, el problema principal de la vida será
el desarrollo de la conciencia de los otros, del mundo exterior y de
sus leyes, de todas las entidades sobre las que la persona no tiene
ningún control inherente, pero con las que, la vida le exige una in­
terdependencia. Tenemos pues, el nacimiento de la conciencia sub­
jetiva del yo en el Ascendente y el nacimiento de la conciencia obje­
tiva del universo y de los otros en el Descendente. Los dos polos del
Horizonte son los puntos de partida de un proceso que debe desarro­
llarse a través de las Casas siguientes.

Eje del Meridiano (v. Fig. l)

Hemos dicho que el significado de las Casas depende en primer


lugar de la cruz fundamental establecida por el Horizonte y el Meri­
diano. En efecto es esta cruz, y no sólo el Ascendente y el Descen­
dente, la que define nuestra aproximación particular a la vida. Cons­
tituye el cuadro fundamental inmutable, en el seno del cual es preci­
so situar los demás factores astrológicos. Ella centra el universo en la
26 La rueda de la experiencia individual

l. EJES DEL TEMA

SOMOS
MC

(Sur)

a:
w
o
o
0.
z
o
en
O
> AS DS O

:a
o
en

(Norte)

FC
YO SOY
Análisis espacial de las Casas 27
persona y concentra su aproximación a la vida, en el tiempo y el es­
pacio. El eje del Meridiano une sus polos Cénit y Nardir 1 y se en­
cuentra siempre en ángulo recto con relación al eje del Horizonte. Es
la plomada, la línea de gravitación, la columna vertebral del hombre
de pie que prolongada hacia lo alto alcanzará un punto del cielo
exactamente encima de su cabeza y, hacia abajo pasará a través del
centro de la Tierra, para alcanzar un punto del cielo exactamente
opuesto al punto Cénit.
El simbolismo esencial del punto Nadir viene del hecho que pro­
longando la vertical hacia abajo, a lo largo de la espina dorsal del
hombre de pie, llegamos al centro de la Tierra. El hombre alcanza
-o puede alcanzar- el centro de su personalidad global en el punto
Nadir de su tema. En este punto, el hombre puede sentirse entero,
centrado, enraizado, seguro de sí mismo. Aquí él establece sus bases
en todos los niveles posibles, no sólo desde el punto de vista de hogar
y familia, sino también psicológico y espiritual. En el Ascendente, el
hombre dice «yo»; mas, en el Nadir, dice «yo soy», porque el Nadir
nos muestra la clase de integración individual concreta que la perso­
na puede alcanzar.
Si aplicamos al Meridiano la misma clase de razonamiento que
hemos aplicado al Horizonte; y puesto que es también un eje, hay
del mismo modo un cambio entre sus dos polos, Cénit (asimilado al
Medio del Cielo CM) y Nadir (asimilado al Fondo del Cielo FC). El
Cénit es el punto culminante del hemisferio que aparece desde el
Descendente. En el Descendente decimos «nosotros» y será en el Cé­
nit donde diremos «nosotros somos», porque el Cénit representa
nuestra plena participación en la vida de nuestro grupo, de nuestra
comunidad y también el poder que obtenemos de esta participación
social. Dicho de otra forma, el eje del Meridiano se refiere al poder
a nuestra disposición: poder personal en el Nadir, poder social en el
Cénit. El Meridiano, símbolo del hombre vertical, representa al
hombre capaz de manejar activamente el poder y de asumir sus res­
ponsabilidades en la vida. En el Nadir, firmemente establecido en su
yo y en su hogar, asume responsabilidades sociales y demuestra de
que manera es capaz de manejar el poder que le viene de sus relacio­
nes con grupos de todas clases.
El Cénit es el punto de mayor dispendio del poder, el punto de
actividad creadora en el mundo objetivo y concreto de la sociedad.

1 En astronomía, el Cénit es el punto exacto encima de nuestra cabeza y el Nadir


el punto opuesto, mientras que el Medio Cielo de los temas astrológicos es el punto
donde se encuentran el Sol a medio día. En la práctica astrológica, se han integrado
Cénit y Medio Cielo, y Nadir y Fondo del Cielo.
28 La rueda de la experiencia individual
El Nadir es el punto de mayor concentración del poder, la base o la
raíz en la que todo se dirige hacia una manifestación objetiva even­
tual. Como dice Rudhyar, «nadie encontrará su estrella en el Cénit
sin haber encontrado previamente el centro de su personalidad glo­
bal».
El Cénit es el polo del empleo consciente u objetivo del poder; el
Nadir es el polo del empleo inconsciente o subjetivo del poder; y
cuando digo «empleo», quiero también decir abuso o defecto de em­
pleo del poder a su disposición, a causa del miedo. El sincronismo
entre estas dos clases de poder en un tema determina en todo mo­
mento el nivel espiritual de una personalidad. Sin embargo es preci­
so no olvidar que la participación de un hombre o de una mujer a la
obra del mundo está siempre condicionada, en primer lugar, por la
atmósfera de su infancia, sus miedos y sus complejos y por su capaci­
dad de llegar a una auténtica madurez psicológica. Es por esto que la
aptitud de alcanzar una posición de prestigio y de poder social está
profundamente unida a la clase de relación que se haya tenido con
sus padres. Esta relación es la fuente del poder orgánico personal, la
fuente de lo que se puede dar más tarde a la sociedad.
Por lo tanto, si nos encontramos, en un tema, que los planetas
gravitan alrededor de los polos del Meridiano (sobre todo en las Ca­
sas 9-10 y 3-4) más que alrededor de los polos del Horizonte debe­
mos suponer que la persona deberá interesarse sobre todo en la ob­
tención del poder. Si la mayoría de los planetas se encuentran cerca
del Nadir, deberá buscar el poder personal, fundaciones personales
sólidas. Si los planetas se encuentran más cerca del Cénit deberá bus­
car el poder social, un fuerte deseo de interpretar un papel público,
cualquiera que sean los obstáculos y a pesar de las barreras o las
oposiciones que pueda encontrar en esta búsqueda.

Cuadrantes del tema y funciones jungianas 1 (v. Fig. 2)

Observemos de nuevo y más de cerca esta cruz del Meridiano y


del Horizonte. Por ejemplo, hay temas en los que la mayoría de los
planetas se encuentran bien sea al Este o bien sea al Oeste del Meri­
diano. Si esta mayoría se encuentra al Este, hay énfasis sobre el Cénit
y el Ascendente y, psicológicamente, sobre el yo, la búsqueda de po­
der y el empleo del Pensamiento. Este énfasis permite pues a la per­
sona ser más fácilmente rector de su vida. Puede decidir más libre-
1 Para un estudio más profundo de las funciones jungianas, ver Les Types Psicho­
logiques, por C. G. Jung. Librería de la Universidad de Ginebra, 1977.
Análisis espacial de las Casas 29

11. CUADRANTES DEL TEMA Y FUNCIONES JUNGIANAS

MC

CUADRANTE CUADRANTE

�o
SUR-ESTE SUR-OESTE

#<,; EXTRA ERSION


�f//¡-

q��

INTROVERSION

CUADRANTE CUADRANTE
NORTE-ESTE NOR-OESTE

FC
30 La rueda de la experiencia individual

mente lo que quiere hacer, en la medida en que el Pensamiento per­


mite una libertad relativa. En todo caso, la vida exige que la persona
tome la iniciativa en todas las cosas.
Por el contrario cuando todos los planetas (o una gran mayoría)
se encuentran al Oeste del Meridiano, el énfasis está sobre el Nadir y
el Descendente y, psicológicamente, sobre los Sentimientos y las re­
laciones humanas. Por esta razón, la persona que tiene estas caracte­
rísticas en su carta no tiene la misma libertad de elección que la per­
sona que tiene todos los planetas al Este. Ella debe siempre tomar en
consideración las condiciones exteriores y los deseos de los otros, tal
como la vida se los presenta. El énfasis sobre los Sentimientos sugie­
re también que sus elecciones están condicionadas por factores exte­
riores, ya que los sentimientos nacen, la mayor parte del tiempo, de
la interacción del yo y del no-yo.
Segun la psicología jungiana hay cuatro modos de ser básicos,
cuatro operaciones fundamentales en la manera individual de vivir
su vida. Estas cuatro operaciones o funciones son:

LA INTUICION,
EL SENTIMIENTO (o sentir),
LA SENSACION,
EL PENSAMIENTO (o pensar).

Rudhyar relaciona estas cuatro funciones y los cuatro Angulas


del tema, entre:
EL A S. y la función Intuición,
EL F.C. y la función Sentimiento,
EL D S. y la función Sensación,
EL M.C. y la función Pensamiento.
La atribución de la Intuición al A.S. y de la Sensación al D.S. es
completamente lógica. Para Jung, la Intuición es la facultad de la
conciencia por la cual percibimos los hechos interiores. La Sensa­
ción, siempre según Jung, es la facultad que nos permite tomar con­
ciencia del no-yo y de los otros; el D.S. es el punto de partida del he­
misferio encima del Horizonte donde se encuentra todo lo que puede
ser percibido por los sentidos. En la psicología jungiana, Intuición y
Sensación son funciones opuestas y complementarias, lo mismo que
el A.S. y D.S. en astrología.
Jung califica la Intuición y la Sensación como irracionales, sim­
plemente porque la conciencia, ya sea del yo o de los otros, no im­
plica ningún razonamiento; es un hecho directo de la vida simple­
mente. No es sino porque hemos hecho de la razón nuestro dios, te-
Análisis espacial de las Casas 31

nemos hoy tendencia a dar a la palabra «irracional» un sentido


peyorativo.
El Meridiano es el eje del poder o de la experiencia concreta. Di­
cho de otra manera, en el F.C. y en el M.C., nos encontramos lo que
nosotros encamamos realmente en nosotros, en la continuación del
empleo de la Intuición y de la Sensación. Los Sentimientos, ligados
al F.C. son los resultados concretos de nuestra intuición de lo que so­
mos. Son los frutos de la integración personal, llevada a cabo entre
un alma, una psiquis y un cuerpo. Del mismo modo, el Pensamien­
to, ligado al M.C., así como el poder social, resultan de nuestra expe­
riencia exterior, social y racial, después que la hayamos racionaliza­
do. El Pensamiento y lo que nosotros llamamos la ciencia son una
racionalización de las experiencias proporcionadas por nuestros sen­
tidos y por los instrumentos que son una extensión de ellos.
Sentimiento y Pensamiento son facultades racionales porque es
gracias a nuestros sentimientos y pensamientos que podemos dar una
razón a nuestras intuiciones y sensaciones, explicarlas, comunicar­
las, utilizarlas de manera más concreta.

Una mayoría definida de planetas en uno de los cuadrantes del


tema, sugiere un énfasis sobre la función jungiana, correspondiente
al Angulo, que se encuentra en el origen:

-Un énfasis en el cuadrante Sur-Este hace resaltar la función


PENSAMIENTO. La persona vive objetivamente y, como está rela­
tivamente libre de dudas subjetivas, puede controlar más fácilmente
las circunstancias de su vida.
-Una mayoría de planetas en el cuadrante Norte-Este acentúa
la función INTUICION, función inconsciente e irracional. La perso­
na vive pues subjetivamente, no obstante manteniendo un cierto
control de las circunstancias. Pero, como ella vive sobre todo en ella
misma y concentra su atención sobre el plano subjetivo, puede fre­
cuentemente, dudar de ella misma y de sus posibilidades.
-Una mayoría en el cuadrante Sur-Oeste revela una vida objeti­
va y un acento sobre la función SENSACION. La Sensación es tam­
bién una función irracional, por lo tanto, no sometida a las leyes de
la razón; pero por contraste con la Intuición, la Sensación es una
percepción consciente, ya sea concreta o estética. La persona vive
pues objetivamente pero no controla las circunstancias de su vida.
Está dominada por su destino objetivo y por sus relaciones humanas;
tendrá pues ocasiones de vivir su vida bajo su verdadera perspectiva.
-Una mayoría en el cuadrante Norte-Oeste pone de nuevo el
énfasis en la vida personal subjetiva y en la tendencia a estar obliga-
32 La rueda de la experiencia individual
do a aceptar las cosas tal como la vida las presenta. Psicológicamen­
te, la función SENTIMIENTO predomina: función racional, como
el Pensamiento, pero enteramente subjetiva, que consiste en emitir
apreciaciones, juicios de valor sobre las cosas, las personas, etc.,
bien sea con el objeto de aceptarlas o rechazarlas.

Pero esto no quiere decir que alguien que tenga muchos planetas
en el cuadrante Norte-Este (Casas 1, 2, 3), por ejemplo, será forzosa­
mente muy intuitivo. No se puede encuadrar tan fácilmente a una
persona a pesar del deseo que existe en la astrología media. Tal acen­
to indica simplemente que la persona deberá hacer el esfuerzo de de­
sarrollar sus facultades intuitivas con el objeto de captar el «tono» de
su egoicidad y de encarnarla materialmente en la Casa 4, por medio
de las experiencias de las Casas 1, 2 y 3. Cada vez que estas Casas y
los planetas que ellas contienen sean enfatizados por las progresiones
o los tránsitos, los acontecimientos o experiencias obligarán a la per­
sona a desarrollar la intuición así como los elementos «únicos» de su
naturaleza, con el objeto de realizarse más concretamente, más ple­
namente.
Asimismo, la ausencia de planetas en un hemisferio o en un cua­
drante no significa de ningún modo que la función correspondiente
no exista.
Todos poseemos las cuatro funciones de la misma manera que la
introversión y la extroversión tienen un peso relativo en nuestro
comportamiento. En la vida nunca es cuestión de esto o aquello,
sino siempre de más o menos. Obsevar el tema para encontrar los di­
ferentes énfasis en el dibujo planetario global, nos ayudará a desarro­
llar una actitud estética en Jugar de la aproximación ética habitual.
Podemos empezar a damos cuenta que ciertos elementos del tema
tienen una significación particular únicamente a causa de su posi­
ción con relación al tema entero. Como dice Rudhyar: «En un dibu­
jo hecho a tinta, todo lo que está en negro es tan significativo y nece­
sario como lo que está en blanco; sin uno de los dos no habría ningu­
na forma y, naturalmente ningun significado».
Por lo tanto la ausencia de acento planetario no tiene una signifi­
cación negativa. La salud, bien que esto sea la mayor parte del tiem­
po un estado inconsciente, debe ser tomada como la base de toda
existencia orgánica. Se hace la experiencia consciente de la salud
bajo la forma de ausencia de enfermedad, después de una enferme­
dad. Por ejemplo, el hecho de que la persona no tenga planetas en
Leo no quiere decir que la persona no tenga corazón; esta ausencia
no sugiere una deficiencia cardíaca. Una carencia en Casa 2 no signi­
fica que la persona carezca de dinero y posesiones, todo énfasis es re-
Análisis espacial de las Casas 33

lativo en todos los dominios de la vida; debemos aceptar primero


una norma para nuestras funciones y las circunstancias si queremos
establecer lo que es anormal.
Una falta de énfasis en un tema tan sólo es eso: una falta de énfa­
sis. La falta de planetas en un hemisferio o en un cuadrante es tan
significativa como la presencia de todos en otro hemisferio o en uno
de los otros cuadrantes. Hay una forma posible de acentuación nega­
tiva, útil al astrólogo para su interpretación. Sin embargo, la diferen­
cia entre un acento positivo por la presencia de planetas y un acento
negativo por la ausencia de planetas, no es más que un cambio de
énfasis. Cuando todos los planetas o una gran mayoría se encuentran
al Este del Meridiano, la persona está llamada a utilizar su capacidad
de tomar decisiones si ella quiere triunfar en la vida. Si todos los pla­
netas, o la mayoría, se encuentran al Sur o sea encima del Horizonte,
la persona debe hacer el esfuerzo de desarrollar conscientemente una
actitud positiva y de encontrar voluntariamente una atención en los
medios de llegar a ser socialmente poderosa y eficaz. El tema no
dice, si la persona hará este esfuerzo: itan pocas personas concentran
su atención sobre lo que esto tiene de particular!
Así el Signo y grado del Zodíaco que se encuentran en los 4 An­
gulos nos van a indicar la mejor manera y la más natural de funcio­
nar intuitivamente (A.S.), para las Sensaciones (D.S.), para los Senti­
mientos (F.C.) o para el Pensamiento (M.C.). Ellos indican lo que
existe en nosotros existencialmente, pero que, en muchos casos, ja­
más ha sido expresado conscientemente, ya que nuestro ego, nuestro
yo existencial y social, es moldeado en función de presiones exterio­
res y no representan de ninguna manera nuestra egoicidad. Por esta
razón, el hecho de conocer los grados y Signos en los 4 Angulos de
nuestros temas nos permiten penetrar más allá de los rasgos superfi­
ciales adquiridos hasta las cualidades fundamentales que son verda­
deramente nuestras.
Esta mejor manera de utilizar las 4 funciones básicas 1, S, S, P,
hubieran sido espontáneas si nuestro instinto nuestra intuición no
hubieran sido atrofiados por la familia o por la sociedad. Pero en el
estado actual de cosas esto que es lo más natural para nosotros no es
tan evidente. La fuerza de la astrología humanista reside en su capa­
cidad de ayudar a los que lo deseen a tomar conciencia y a vivir
conscientemente, única manera de llegar al cumplimiento de su per­
sonalidad.
34 La rueda de la experiencia individual
Ejemplos de acento en un hemisferio de un cuadrante

HEMISFERIO ESTE

Graham Bell: 9 planetas; Paul Cézanne: 8; Maurice Chevalier: 7;


Gustave Courbet: 7; Claude Debussy: 8; Disraeli: 8; Gustave Doré:
9; Alexandre Dumas: 8; Anatole France: 9; Uri Geller: 9; Mike Jag­
ger: 10; Kant: 7; Jean-Claude Killy: 10; Kissinger: 7; Marconi: 8;
Musset: 7; Gregory Peck: JO; Renan: 9; Rodin: 7; Bemard Shaw: 9;
Barbara Streisand: 7; Gourou Mahara Ji: 8; Stravinsky: 7; Atice Bai­
ley: 9; Ramakrishna: 8.
HEMISFERIO OESTE

Baudelaire: 9 planetas; Berlioz: 9; Bismarck: 8; Daumier: 10; Bob


Dylan: 9; Freud: 9; Malraux: 7; Manet: 8; Matisse: .8; Maurois: 7;
Millet: 7; Mussolini: 9; Pétain:· 7; Proust: 7; Sartre: 8; Ringo Star: 7;
Verdi: 8; Verlaine: 8; lngrid Bergman: 8; Lénine: 7; Chaplin: 7; He­
llen Keller: 9.
HEMISFERIO NORTE

Berlioz: 8 planetas; Alexis Carrel: 8; Cézanne: 8; M. Chevalier: 8;


Cocteau: 9; Corot: 7; Flammarion: 9; Flaubert: 8; Goebbels: 8; Víc­
tor Hugo: 7; Luther: 9; Mahara Ji: 7; Manet: 9; Millet: 7; Pasteur: 7;
Proust: 9; Schubert: 8; Ringo Star: JO; Stokowski: 10; Verlaine: 7;
Barbara Streisand: 9; Lénine: 9; de Gaulle: 7; Giscard d'Estaing: 8;
Herman Keyserling: 9; Dickens: 9; Litz: 8.
HEMISFERIO SUR

Baudelaire: 8 planetas; Courbert: 9; Cousteau: 9; Einstein: 8;


Anatole France: 8; Galilée: 9; Gauguin: 9; J. Glen: 8; Elton John: 8;
Alexis Léger: 9; Allan Leo: 8; Meterlinck: 8; Aldo Moro: 7; Musset:
7; Mussolini: 10; Van Gogh: 8; Stravinsky: 9; John Kennedy: 9; rei­
na Victoria: 10.
CUADRANTE NORTE-ESTE

Cézanne: 5 planetas; M. Chevalier: 5; Cocteau: 6; G. Doré: 7; Uri


Geller: 6; Flammarion: 6; Mike Jagger: 5; J.C. Killy: 5; Mahara Ji: 6;
Elvis Presley: 5; Renan: 7; Renoir: 7; Stakowski: 8; B. Streisand: 6;
Lewis Carroll: 7; Ramakrishna: 7.
Análisis espacial de las Casas 35

CUADRANTE NORTE-OESTE

Berlioz: 8 planetas; Bob Dylan: 6; Manet: 7; Pétain: 5; Ringo


Star: 7; Verdi: 6; Verlaine: 6; Lénine: 6; Giscard d'Estaing: 5.

CUADRANTE SUR-ESTE

Balzac: 5 planetas; Disraeli: 5; Einstein: 6; Anatole France: 8;


Gauguin: 5; Mike Jagger: 5; J.C. Killy: 5; A. Léger: 6; Allan Leo: 5;
Marconi: 6; Saint-Exupéry: 7; Eric Satie: 7; Strauss: 7; Teilhard de
Chardin: 9; Van Gogh: 7; Stravinsky: 6; Alice Bailey: 7; reina Vic­
toria: 8.

CUADRANTE SUR-OESTE

Baudelaire: 7 planetas; Daumier: 6; Freud: 5; J. Glen: 7; Goeb­


bels: 6; Karajan: 6; Malraux: 6; Mussolini: 9; B. Russell: 6; Sartre: 6;
Ingrid Bergman: 7.

2. División triangular (v. Fig. 3)

Ahora debemos responder a la pregunta: «lqué es una Casa?». Se


puede abordar el significado de todos los elementos astrológicos des­
de dos puntos de vista: espacial y temporal. Las dos maneras son co­
rrectas� y cada una aporta unos elementos que la otra no revela. En
ciencia se habla de espacio-tiempo, porque.no se pueden separar si
se desea comprender el universo.
Desde el punto de vista espacial, el círculo de las Casas es una es­
tructura o un símbolo estático. Tenemos primero la cruz fundamen­
tal establecida por el Meridiano y el Horizonte que corresponden, a
nivel del Zodíaco, a la cruz formada por los ejes de los solsticios y los
de los equinocios. Se establecen también cuatro triángulos equilate­
ros, con sus vértices que corresponden cada uno a un Angulo. Esto
nos da las 12 Casas con una relación espacial particular entre las Ca­
sas 1-5-9, 4-8-12, 7-11-3 y 10-2-6. Se obtiene así, la división tradi­
cional de las Casas llamadas Angulares que sirve de punto de­
partida.
Las relaciones entre Casas establecidas por la inscripción de
36 La rueda de la experiencia individual

111. DIVISION TRIANGULAR

PODER OBJETIVO

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PODER SUBJETIVO
Triángulo de IDENTIDAD -- Triángulo de PODER SUBJETIVO •••••
Triángulo de RELACION ........... Triángulo de PODER OBJETIVO __
Análisis espacial de las Casas 37
triángulos equiláteros, son una expresión del número 5, ya que cada
vértice es la Casa número 5 con relación al vértice anterior. La cifra
5 se relaciona siempre, simbólicamente, al factor «expresión del yo»,
con no importa que ciclo. El análisis al nivel del trígono es tan im­
portante como el análisis basado en el 2, 4 u 8. El trígono se refiere
esencialmente a ese proceso de expansión o, de forma más exacta, de
trascendencia del medio en el que una persona eleva su conciencia
de un plano o nivel a otro.
Cada triángulo representa pues, una clase particular de trascen­
dencia -un camino que conduce a un genero particular de realiza­
ción del ego.

Triángulo 1-5-9

La relación entre Casas de un mismo triángulo ha sido concebida


de diferentes formas, justificadas filosóficamente así para el triángulo
1-5-9, el acento está siempre sobre la Casa angular 1, pero se puede
ver la Casa 9 cadente, como representación de elementos del pasado
que condicionan la conciencia de la identidad personal en 1, y como
constituyente de elementos de comprensión futura, incluso, de la
continuación de experiencias de expresión (5) y de relación (7) en la
vida.
Observando esto más detenidamente con el triángulo 1-5-9 que se
forma al Este (el Ascendente o cúspide de la primera, representa
siempre en astrología el punto de partida de eso que simboliza el
tema). En el tema de una persona, el A.S. representa su conciencia
inicial de ella misma, su auténtica identidad que va a intentar revelar
al mundo. El A.S. simboliza esto porque todos los fenómenos celes­
tes se levantan y se hacen visibles por vez primera por el Este. Poner
el punto Este a la izquierda de la línea que designa el Horizonte, es
una convención generalmente aceptada, al menos, como dice Marc
Jones, para las personas que leen y escriben de izquierda a derecha.
Como hemos dicho, la Casa 5 se relaciona con todo lo que tiene
su origen en el A.S. y en la Casa l: tal conciencia de identidad en l,
tal expresión personal en 5. Incluso, la 1 es la quinta Casa de la 9, de
manera que la conciencia de identidad en 1 es una expresión de va­
lores abstractos existentes y que sirven de base al yo en la 1. La 9 al
encontrarse encima del Horizonte se asocia a factores colectivos ya
que en un primer tiempo preexisten con respecto al recien nacido.
Es la comprensión que se tiene de sí, la que, al principio, se basa so­
bre las sensaciones y los conceptos abstractos que los hombres codifi­
can en religión, filosofia, moral, ciencia, justicia, y que se aceptan.
38 La rueda de la experiencia individual
Más tarde la 9, como quinta Casa de la 5, llega a ser la nueva com­
prensión posible a través de las experiencias debidas al esfuerzo de
expresarse (5) en relación con otras personas y la sociedad en general
(7). En 9 los viajes fisicos o mentales alargando los Horizontes, pue­
den dar un sentido mejor a la perspectiva. El hecho de tenerse que
adaptar a las exigencias del otro, a un ideal de reciprocidad, de cam­
bio mutuo, de compartir (7 y 8) modifica la comprensión del princi­
pio, las creencias y la fe personal o empuja a estudiar mejor las leyes
que rigen al hombre, al universo y las relaciones que se tiene con
ellos. El amor puede transformar y hacernos aceptar valores ante­
riormente extraños o incluso hostiles.

Triángulo 4-8-12

El triángulo que tiene su vértice en el Fondo del Cielo (F.C.) liga­


do a las Casas 4-8 y 12. Es en la 4 en la que establece sus fases con­
cretas y reales para la expresión de la egoicidad concebida en 1. No­
sotros encontramos aquí, sobre que bases la identidad individual del
A.S. puede expresarse concretamente en 5. En un plano esta base es
el «hogar». En otro, es el alma, el fruto de nuestra realización subje­
tiva, y también lo que d.a el impulso espiritual a la egoicidad.
Cada nacimiento es un nuevo punto de arranque, sobre la base de
una síntesis, de una semilla, establecida al final de una vida anterior.
La 12 simboliza la clase de recursos espirituales establecidos en el
pasado y que nos van a sostener subjetivamente durante esta vida. Es
por esto que se expresan en 4, bajo la forma de una personalidad to­
tal concreta, los factores de la 12, de los cuales se ha llegado a ser
consciente en I y que se ha ido a reasimilar al ego, a reindividuali­
zarlo en las tres primeras Casas. En la 12 se puede por introspección
y meditación, entrar en contacto con este sostén espiritual o tener la
evidencia de conocimientos profundos ya adquiridos
Las significaciones negativas de la 12 resultan de la posibilidad de
que haya una falta de contacto con ese sostén espiritual inconsciente;
uno no se siente a la altura de lo que la vida exige de nosotros o bien
se cree sometido a las condiciones sociales colectivas, y raciales que
predominan donde se vive.
Hasta ahora hemos hablado de la 12 como pasado que condicio­
na a la 4 -así como se ha interpretado la 9 como el pasado que con­
diciona a la l. Pero la 12 es también la 5 de la 8, de modo que se en­
cuentran allí todos los frutos de los acuerdos, asociaciones y contra­
tos establecidos en 8, así como los resultados (éxitos o fracasos) del
esfuerzo de la participación armoniosa en la vida de la sociedad, en
Análisis espacial de las Casas 39

la 10. Si vivimos de forma que queramos transformar el empleo ini­


cial de los recursos de nuestra egoicidad, aceptando el desafio de la
cooperación, del amor y del sacrificio, estamos dispuestos en la 12, a
preparamos activamente para un renacimiento en la 1. Pero si no ha
habido en la 8, ni regeneración, ni deseo, ni esfuerzo de modificar
nuestro comportamiento egocentrico, con vistas a una participación
productiva en la vida de la sociedad, entonces hacemos frente en la
12 a los resultados de nuestros errores, lagunas, miedos o de nuestro
egocentrismo, que ocasiona choques con el «Establishment».
La Casa 8, quinta de la 4, muestra las modificaciones que deben
ser aportadas a nuestro ser concreto, establecido en 4, para adaptarlo
mejor a las realidades del mundo y a las exigencias de nuestras rela­
ciones íntimas. Es por lo que la 8 conlleva el sacrificio de las pose­
siones, de ciertos rasgos o aspectos del yo existencial. La 4 enseña, lo
que nosotros podemos ser socialmente o según las necesidades de los
otros.

Triángulo 7-11-3

El Descendente (D.S.) y la Casa 7 constituyen la fuente del trián­


gulo que los relaciona con las Casas 11 y 3. El D.S. es la fuente de
todas las experiencias objetivas y sociales y de la conciencia de las
relaciones con el mundo y con los otros.
Mientras que la 9 muestra los valores intelectuales preexistentes
con relación a las condiciones exteriores del entorno que determinan
en gran manera nuestra forma de relacionamos con el mundo y los
otros en 7. Es por esto, que la 3 se refiere a todos los miembros de
una familia, excepto los padres o los hijos -a los lazos de sangre y
también todas las personas a las que se encuentra en las actividades
diarias. Se refiere a todos los medios de comunicación, a todos los
conocimientos e informaciones prácticas y concretas -el saber ha­
cer- que ayudan a hacer lo correcto. Encontramos el mundo exte­
rior en 7, en primer lugar utilizando los medios concretos, prácticas
realizadas, puestas a punto en la 3. La Casa 11 como quinta de la 7,
viene a ser la expresión concreta de los valores y experiencias de la
7: la conciencia objetiva del otro y las ocasiones ofrecidas por la vida
de asociación. Pero esta expresión está modificada por la 10, es de­
cir, por los resultados concretos de nuestra participación social, pro­
fesional o en los grupos. Si todo se desarrolla bien en la 1O, se tienen
amigos e influencias en su medio en la 11. Cuando se quiere progre­
sar, se ve en la 11 las metas o los objetivos nuevos que se intentan
40 La rueda de la experiencia individual
conseguir o bien se conforman con desear, sin la voluntad de reali­
zarlos.
La 3, siendo la 5 de la 11, revela que todo lo que se encuentra en
ella se refiere a factores ya establecidos en el nacimiento, a un nivel
colectivo y social. Lo que se estudia en 3 ha sido ya establecido so­
cial y culturalmente, bajo la forma de conceptos, tradiciones, prejui­
cios, es la herencia social e intelectual que está a disposición de la
egoicidad en l, para poder actuar de manera completa en 4.

Triángulo 10-2-6

El Medio Cielo (M.C.) y la l O constituyen la fuente del triángulo


que une a las Casas 2 y 6. En 10, encontramos la sociedad en su sen­
tido colectivo, mientras que en 7 encontramos a las personas o a los
grupos particulares. Esta Casa indica nuestro lugar, nuestra función
posible en el seno de la sociedad, así como, la actitud de la sociedad
frente a nuestras pretensiones o a nuestros esfuerzos. Revela el papel
que podemos interpretar socialmente en función de nuestras capaci­
dades o de las limitaciones sociales inherentes. Revela nuestra auto­
ridad, nuestro prestigio o bien aquellos que tienen autoridad sobre
nosotros que son «superiores».
Lo que podemos llegar a ser en 10 depende en primer lugar de la
6. En 6, estamos obligados a adaptarnos a los otros, según una jerar­
quía social establecida: o se es maestro, patrón, empresario o bien se
es empleado, asalariado, discípulo, según sus capacidades personales.
Pero hay siempre posibilidad de mejorar su técnica, de tomar con­
ciencia de nuevas posibilidades interiores, de utilizar mejor todo lo
que se ha heredado potencialmente en 2. No obstante, lo que noso­
tros hacemos o, no queremos hacer, en 6 condiciona inevitablemente
nuestro status social o profesional en JO, nuestra manera de unirnos
a los otros en 7 y nuestros recursos en 2. La 6 es una expresión de la
2. Lo que se hace en 6 depende de nuestra actitud frente a nuestras
posesiones y a su empleo. Si se emplea mal sus recursos fisicos, psí­
quicos o materiales, es preciso pagar el precio en 6, bajo la forma de
enfermedades, de sumisión a los otros y diversas formas de inadapta­
ción psicológica. Se es también presionado para mejorarse, a buscar
técnicas nuevas, a disciplinarse, o a ser obligado a seguir una rutina
de trabajo.
La 2 es una expresión de la I O. La participación social condicio­
na materialmente hablando, los recursos personales revelados en 2.
Así, la madre, que puede estar simbolizada por la 10 biológicamente
hablando, lega a su hijo todos los medios que servirán para la expre-
Análisis espacial de las Casas 41

sión de su yo, en la vida. El padre que puede estar simbolizado por la


4, no proporciona la sustancia de la vida (2) a su hijo, sino la sustan­
cia de su participación social (8), puesto que la Casa 8 es la 5 de la
Casa 4. Vemos así que la 2 y la 3, se refieren a factores raciales, co­
lectivos, sociales, ya establecidos en el nacimiento, y que sirven de
«alimento» a la nueva conciencia del yo en 1.
Identidad-Relación-Poderes

En resumen, tenemos:
El triángulo que se refiere a la IDENTIDAD: 1-5-9
El triángulo que se refiere a las RELACIONES: 7-11-3
El triángulo que se refiere al PODER SUBJETIVO: 4-8-12
El triángulo que se refiere al PODER OBJETIVO: 10-2-6
IDENTIDAD

En el triángulo que se refiere a la identidad, el A.S. al Este simbo­


liza la entrada del individuo potencial en el mundo de la experiencia
concreta. Situado en el A.S. el individuo se proyecta en el pasado en
9, Casa al Oeste del Meridiano y encima del Horizonte. Estos hechos
hacen de la 9 el depósito de los valores que establecen su actitud fun­
damental en la vida, los recursos de su ser, bajo la forma de concien­
cia (o religión) y de comprensión. Puesto que la 9 está al Oeste
-donde es necesario aceptar lo que es presentado por la vida- esta
Casa corresponde a las impulsiones e incluso a las compulsiones in­
teriores que animan al individuo. Ya que la Casa 9 está encima del
Horizonte representa factores sociales apreciados en común, que
existen anteriormente al nacimiento.
Por el contrario la 5, aunque al Oeste, se encuentra bajo el Hori­
zonte; es la Casa en la cual el individuo se expresa en el mundo ma­
terial, donde él manifiesta su egoicidad y muestra su manera de ha­
cer las cosas.
Podemos entonces decir que al vivir, el hombre se desplaza o
progresa en dos direcciones: hacia delante, según sus potencialida­
des, en 5 y hacia atrás, hacia la 9 donde busca para sostenerse, los
frutos de la experiencia pasada, los elementos latentes en su deseo de
ser.
42 La rueda de la experiencia individual

RELACION

El complemento del triángulo precedente es aquel que tiene su


cima el D.S.: el triángulo de relación que une las Casas 7-3-11. Este
triángulo trata también de la entrada del individuo potencial en el
mundo concreto, ya que él, no puede revelarse a sí mismo, sin la ex­
periencia del Otro. Las Casas impares (l, 3, 5, 7, 9, 11) se refieren
pues, a las experiencias personales, a los esfuerzos de encontrar un
apoyo material en las Casas pares (2, 4, 6, 8, 12).
En 7, el individuo entra en el mundo de la relación, el mundo ob­
jetivo que le ofrece las ocasiones de manifestarse socialmente. Las
dos Casas con las que está relacionada son la 3 y la 11, se encuentran
al Este del Meridiano en las que el individuo debe hacer cosas y to­
mar la iniciativa personalmente.
La 3, en tanto que Casa Cadente, se refiere al pasado, a lo que
proporciona la sustancia en el seno de la relación de la 7. Pero estos
elementos son personales o subjetivos , ya que la 3 se encuentra bajo
el Horizonte. En 3 se encuentran las relaciones del pasado, simboli­
zadas por los lazos de sangre, los hermanos y las hermanas. Es el en­
torno como depósito para las experiencias de relación de la 7; encon­
tramos allí los elementos exteriores y concretos que empujan a la ac­
ción, por oposición a la 9 que provee los elementos abstractos e inte­
riores. La 7 y sus valores se expresan en 11 donde se encuentran los
amigos o compañeros sociales potenciales y los deseos y esperanzas
que son ocasión de acción social y relación futura.

PODER SUBJETIVO

El triángulo 4-8-12, que se refiere al poder subjetivo, al alma, re­


vela la J 2 como depósito del alma o como pérdida del yo, cuando el
contacto con las fuentes espirituales del ser no existe. Es en la 12
donde se encuentran todos los elementos innatos u ocultos del ser
que pueden constituir una fuerza o una debilidad. Al estar la 12 al
Este del Meridiano y encima del Horizonte revela elementos estable­
cidos en el pasado, entre los cuales hay que escoger para manifestarse.
La 8, en tanto que expresión de la 4 viene a ser la Casa donde se
revela la fuerza del alma de la 4. Estando encima del Horizonte y al
Oeste del Meridiano, la 8 indica un campo de experiencia donde es
preciso aceptar los desafíos de las Casas anteriores al yo y con las
cuales es preciso relacionarse creativamente --0e ahí la idea de una
necesidad de regeneración y de morir en ciertos aspectos de su yo.
Análisis espacial de las Casas 43

PODER OBJETIVO

En fin, el triángulo 10-6-2, que se refiere al poder objetivo posi­


ble, revela la 6 como reserva de posibilidades personales con el pro­
pósito de cumplir sus obligaciones sociales y de relación. Aquí el
acento es subjetivo o personal, ya que la 6 está bajo el Horizonte;
además, como ella está al Oeste del Meridiano, nos presenta condi­
ciones o situaciones a las cuales es preciso adaptarse lo mejor posible
con vistas a establecer una relación creativa con los otros y la socie­
dad en 7.
La expresión o el resultado de nuestro poder objetivo se encuen­
tra en 2, Casa de las posesiones adquiridas. Como está bajo el Hori­
zonte, el sentimiento de su propio valor es subjetivo o personal, pero
en función de lo que se ha podido probar en 10. Además esta Casa al
estar al Este nos presenta las cosas a hacer según la cualidad de la
egoicidad en l .

En resumen

Para resumir el análisis espacial de las Casas, se puede decir que


es la inscripción de los cuatro triángulos equilateros, a partir de los
cuatro Angulos, la que nos da la división en Casas Angulares, Suce­
dentes y Cadentes. Las cuatro Casas se indican como la persona pue­
de o quiere utilizar o expresar aquello de lo que ella ha llegado a ser
consciente y dueña en las 4 Casas Angulares. Las cuatro Casas Ca­
dentes son, por decirlo así, depósitos de elementos de los cuales la
persona puede extraer lo que desea o puede materializar en las Casas
Angulares.
Eso sucede de la concepción según la cual en cada triángulo:
• La Casa Cadente representa el PASADO
e La Casa Angular el PRESENTE
• La Casa Sucedente el FUTURO

Se puede también expresar eso diciendo que las Casas Angulares


se refieren a la forma, las Casas Cadentes a la sustancia y las Casas
Sucedentes a la actividad.
Pero si se considera a las Casas relacionadas por un triángulo, se­
gún su continuidad de l a 12, la idea de base, el punto de partida es
establecido en las CASAS ANGULARES que llevan según Rudhyar,
la palabra clave: SER. La 1 revela pues la realidad subjetiva del Ser,
la 4, la realidad concreta, objetiva del ser, la 7, como unirse a los
otros: el ser (o el estado) de las relaciones; la 10, la realidad social del
ser.
44 La rueda de la experiencia individual
Enseguida vienen las CASAS SUCEDENTES donde es preciso
UTILIZAR lo que se tiene a disposición en las Casas Angulares. En
5 se expresa pues, con los medios a su disposición aquello de lo que
ha llegado a ser consciente el ser subjetivo de la, 1. En 8 se utiliza
aquello que se ha concretado en la 4, después que ese yo existencial
y consciente se haya modificado por la experiencia de las relaciones
humanas en 7; en 11 se utilizan los frutos de sus relaciones humanas,
después que ellas hayan sido establecidas en 10. Aquí se expresan so­
cialmente según su sitio en la comunidad. En fin, en 2 se encuentran
expresadas -o dipuestas para utilizarse- las posesiones que tene­
mos como consecuencia de nuestras actividades publicas y profesio­
nales. Allí se encuentran también lo que está al servicio del yo subje­
tivo de la 1, para manifestarse, los legados de un pasado social y ra­
cial.
Las CASAS CADENTES nos permiten, según Rudhyar, COM­
PRENDER, por lo tanto o TRANSFORMAR seguidamente lo que
se ha vivido en las Casas Angulares y Sucedentes. Estas son las Casas
de síntesis de las cuatro maneras de ser (Casas Angulares) combina­
das a los cuatro medios de proveerlas (Casas Sucedentes). En 3, se
comprende como se puede manifestar su yo subjetivo en medio de su
cuerpo y de su psique, en su entorno, en 6 se comprende la aporta­
ción de los esfuerzos que se han hecho para expresarse y se es impul­
sado ya sea a transformar, ya sea a modificar su forma de expresarse.
En 9 se debe comprender como insertarse válidamente en la vida so­
cial de las relaciones humanas, tomando conciencia de los valores
más que personales que rigen la relación hombre a hombre y hombre
a universo. En 12 en fin, es preciso comprender no sólo los resulta­
dos de las actividades públicas o profesionales sino también de todo
lo que se ha conseguido a partir de la 1, es preciso hacer la síntesis y
no tomar consigo (comprender) más que aquello que será válido y
utilizable para volver a empezar, en 1, un nuevo ciclo, un nivel nue­
vo de la espiral.
CAPITULO U

ANALISIS TEMPORAL
DELAS CASAS

Aunque la Astrología humanista considera primero las Casas


como factores espaciales, divisiones del espacio que rodean al recién
nacido, de numerosos conceptos tradicionales que ella acepta tan
sólo encuentran su aplicación en función de un análisis temporal de
las Casas.
Por ejemplo, lpor qué numerar las Casas hacia abajo a partir del
Ascendente? Se dice que la Casa l se extiende por debajo del punto
Este del Horizonte, e incluye todos los cuerpos celestes que contie­
nen por proyección, los 30 primeros grados del espacio desde el As­
cendente. La Casa 2 cubre los 30 grados debajo de la 1 y así conti­
núan. La Casa 12 se extiende sobre los 30 grados de espacio situados
encima del punto Este del Horizonte al otro lado del Ascendente, su
cúspide por lo tanto está alejada del Ascendente 30 grados.
Se dice también que cada Casa empieza en su cúspide (o punta) 1•
Se dice, igualmente, que el grado y el Signo que se encuentran en la
cúspide determinan el carácter astrológico de la Casa. El medio de la
Casa puede encontrarse en el Signo que sigue al que está en la cúspi­
de. La tradición quiere que gobierne el Signo en la cúspide que sea
dueño de la Casa y de todos los factores que se relacionan. Tomar el
Centro de la Casa como su principio crea pues una situación ambi­
gua.

Algunas preguntas se plantean con relación a estos enunciados


tradicionales:

1 Algunos astrólogos pretenden que una Casa empieza en el medio. La fuente lógi­
ca de esta afirmación se encuentra en un análisis temporal de las C; se puede también
explicar con relación a los movimientos planetarios, por progresión o tránsito, en esta
Casa. Pero un tema de nacimiento es una forma, arquetípica, espacial: cada Casa es un
campo espacial a través del cual se mueven los cuerpos celestes.
46 La rueda de la experiencia individual
-lPor qué llamar Casa Uno a la que se encuentra exactamente de­
bajo del Horizonte?

-lPor qué tomar lo que está aun invisible y bajo tierra como la par­
te más importante del tema?

-lNo sería más lógico tomar los 30 primeros grados encima del Ho­
rizonte como Casa 1, considerándola pues, empezando en el Hori­
zonte, y subiendo y conteniendo así lo que realmente se ve al Este
del Horizonte?

-Se dice que los planetas en Casa 1 tienen el efecto más poderoso
sobre el carácter del individuo. Si se cree que los planetas físicos
reales tienen una influencia física real, lpor qué considerar enton­
ces tan poderosos a los planetas que se encuentran bajo el Hori­
zonte y cuyos «rayos» deben pasar a través de la tierra solida,
mientras que los planetas visibles en 12, se dice son débiles?

-Pero esto no es todo. Tomemos el Sol saliendo en un tema en el


que el Ascendente se encuentra a 8 de Escorpio y el Sol a 1O de
Escorpio. Se dice que el Sol, así situado tiene más «poder» sobre la
Casa 1, que si se encuentra a 28 grados de Escorpio, es decir hacia
la mitad de esta Casa. Dicho de otra forma, se pretende que el Sol
tiene más «poder» en una Casa justo en el momento en que está a
punto de abandonarla. Por lo tanto, todo en Astrología se apoya
sobre el «punto de principio» de cada ciclo: nacimiento, salida del
Sol, de la Luna, etc. Así se toma la salida del Sol como el prin­
cipio del día. Sin embargo, un minuto después que el Sol haya sa­
lido, lo encontramos en 12, tradicionalmente en el dominio de las
represiones, de la prisión, de los impedimentos, del karma del fin
de las cosas. Se considera entonces que manifiesta todo su poder
antes de salir, antes de ser visible, y no después, mientras que sus
rayos proporcionan calor y luz. Por lo tanto, a mediodía, cuando
el Sol culmina y domina, el astrólogo dice que está al máximo de
su potencia. La potencia de un planeta depende de su posición ele­
vada, del momento en que sus «rayos» son más directos, entonces
se interpreta curiosamente su posición en 12 y en 1.

Se puede argumentar que el Ascendente es el principio del espa­


cio de 30 grados bajo el Horizonte hacia abajo. Por ejemplo, si el
Ascendente se encuentra en 8 Escorpio, la cúspide de la 2 se puede
encontrar en 7 Sagitario, mostrando de este modo una progresión en
descenso, ya que Sagitario sigue a Escorpio.
Análisis temporal de las Casas 47
Se puede decir también que las Casas progresan en sentido anti­
horario (sentido inverso al de las agujas del reloj) mientras que los
planetas se desplazan en sentido horario (sentido de las agujas del re­
loj). Pero hemos visto en el ejemplo de la salida del Sol, que esta ex­
plicación plantea problemas sobre las relaciones entre los planetas y
las cúspides de Casas. Entonces ldónde encontrar una explicación
valedera de las dadas por la tradición y por la Astronomía? Simple­
mente diciéndose que el contenido de una Casa es el total de los fe­
nómenos celestes que alcanzarán el Horizonte durante un periodo de
dos horas.
Se puede explicar lo que esto significa realmente de la siguiente
forma: imaginar un observador tumbado boca abajo sobre la superfi­
cie de la tierra, de forma que pueda observar el Horizonte Este y
nada de lo que se encuentre encima de este Horizonte, observa ex­
clusivamente salir las estrellas y los planetas y no es consciente de
ninguna otra cosa encima o debajo de la superficie de la tierra. Este
observador toma nota de todo lo que el ve durante el primer periodo
de dos horas, desde el comienzo de sus observaciones. El total de
cuerpos celestes que él ve aparecer durante este periodo de dos ho­
ras, constituye el contenido de la Casa l. Así se ve que es verdadera­
mente la primera porque es el primero de los 12 periodos de obser­
vación. La numeración de las Casas y su progresión en sentido anti­
horario están perfectamente justificados con relacion al observador
cuya posición se identifica con la superficie de la tierra.

Cúspides y planetas
Ya que «la Astrología es la ciencia de todos los princ1p1os»
(Marc. E. Janes}, es lógico tomar el primer momento de observación
como «señor» de todo el periodo de dos horas. Así el Ascendente
(primer momento de observación o de conocimiento) determina el
significado de la Casa 1 (primer periodo de dos horas). Asimismo, el
principio del segundo periodo de dos horas se toma como cúspide o
punto que decide el significado de la Casa 2.
Como dice Rudhyar en la «Astrology of Personality» ( 1 .ª edi.
1936, p. 385): Cada cúspide lleva la significación de base del punto
Este del Horizonte. La cúspide señala el principio de un nuevo pe­
riodo de percepción; es un momento de significación primordial
para todo lo que se producirá, durante el periodo que ella inicia.
Cada cúspide es un momento de iniciación, de nacimiento. Percibe
durante ese momento lo que el yo determina la significación del pe­
riodo de dos horas que sigue. El yo llega a ser consciente de una cier­
ta sección (o grado) del Zodíaco y el periodo (o Casa) está entera-
48 La rueda de la experiencia individual
mente caracterizado o «gobernado» por ese grado o ese Signo y con­
siguientemente por el planeta cuya función corresponde a la natura­
leza del Signo.
• Si el Sol sale exactamente al principio de la observación, la
impresión poderosa que causa dominará entonces el primer
periodo de observación. Si Saturno o cualquier otro planeta
sale, la impresión que causa sobre el yo, se extenderá sobre
este periodo o Casa y le añadirá su significación.
• Si, por el contrario, el planeta sale algunos minutos antes del
inicio de la observación (o del nacimiento), se observará sola­
mente unas 23 ó 24 horas más tarde, cuando se estuviese fati­
gado por la observación y por las presiones de toda una jorna­
da. Este planeta y todo lo que se observará durante el duodeci­
mo y último periodo de dos horas pertenecerá pues al final de
la consciencia, al último momento de síntesis. Esta Casa será
un elemento de recapitulación en el conocimiento y no un fac­
tor iniciador, liberador de energía, como sería el caso si estu­
viera a punto de levantarse en el nacimiento. De una manera
metafórica se podrá decir que el Sol, la Luna o cualquier otro
planeta acabarán de salir antes del nacimiento, no se verá al
comienzo de su observación ni al Sol ni a la Luna sino una luz
que posee una cualidad que se podrá reconocer, un día más
tarde, como solar o lunar. Habiendo captado al Sol o a la Luna
desde luego por su luz difusa. El Sol en 12 dará por lo tanto
una personalidad psíquica difusa más que espiritual concentra­
da.
Esto que acabo de decir, se aplica en principio a la posición
de todo planeta en conjunción estrecha -anterior o posterior- con
no importa que cúspide de Casa porque, es necesario considerar cada
cúspide como un Horizonte. Una cúspide es también mucho más
que el principio de un nuevo periodo de dos horas; es una semilla,
un momento de transición de una etapa de la existencia a otra. Es el
momento de plenitud de la Casa que la precede y el punto de origen
o de partida de la Casa que gobierna y a la cual da su significación.
Puesto que ella constituye de cualquier forma un Ascendente, la
egoicidad puede expresarse a través de ella; pero lo que se expresa
será diferente en cada cúspide.
Puesto que cada cúspide representa un acto del yo y como es al
mismo tiempo un momento de transición es también un momento
de libertad, se puede ser uno mismo y tomar decisiones personales.
Evidentemente esta libertad puede ser relativa, pero es cierto que en
el momento en que las cúspides son activadas, una elección indivi­
dual es posible, ya sea positivamente, ya sea negativamente, después
Análisis temporal de las Casas 49
se está condicionado por la iniciativa tomada o por el entorno elegi­
do, más o menos deliberadamente, para desarrollar su iniciativa.
En la práctica, es preciso considerar la cúspide como una zona de
transición comprendiendo varios grados de una parte y de la otra. La
longitud de la zona corresponde a un décimo de la extensión de la
Casa. Si, por ejemplo la Casa 1 va de 29 º Sagitario en Ascendente a
11 º Acuario en la 2, contiene 42 º zodiacales; la zona de transición
entre las Casas 1 y 2 comprende entonces 4 º y 12 minutos del lado
de la Casa l. Si la Casa 2 se extiende de 11• Acuario a 2 7' Piscis,
contiene 46 º zodiacales y la zona de transición del principio de la
Casa 2 comprende entonces 4 º y 36 minutos. Si hay planetas 4 º antes
o después de la cúspide de la 2, ellos se encuentran en la zona de la
transición entre las Casas l y 2. Pero los planetas que se encuentran
en los cuatro últimos grados de la 1 actúan como simientes donde se
concentran los resultados creativos de las experiencias de la Casa 1,
todo el sentido de la 1 se resume en ellos. Los planetas que se en­
cuentren en los cuatro primeros grados de la 2 actúan como raíces
que van a dar vida a las experiencias de 2, o conferir un color parti­
cular a la manera de evolucionar en la 2. En las dos Casas, antes o
después de la cúspide, acentúan, cada una según su naturaleza, un
grado de libertad individual, una manera particular y personal de
abordar ya sea la síntesis de las experiencias de la 1, ya sea la inicia­
ción de esfuerzos creativos con relación a las experiencias de la 2.
Retengamos pues el hecho de que los planetas que se encuentran
en esas zonas de transición tendrán siempre una importancia parti­
cular, pero su significación será diferente según la posición del pla­
neta, ya sea al final o al principio de una Casa.

Cúspides en las progresiones o tránsitos


Desde el punto de vista de las progresiones y tránsitos, la cúspide
de una Casa es esencialmente un umbral. Es como la puerta que se­
para el salón del comedor en una casa. Cuando un planeta franquea
la cúspide entre dos Casas o el umbral entre dos Signos, es como un
hombre que deja el salón -donde leía, tal vez esperando la comi­
da- para entrar en el comedor en el que una comida le espera. Debe
franquear el umbral, la «cúspide» del comedor. Sus sentimientos y
actitudes probables al hacer esto pueden no depender de numerosos
factores. Si él estaba, por ejemplo, absorto en su lectura, su espíritu
puede estar aún ocupado mientras entra en el comedor, pero si tiene
mucha hambre, la vista de la comida tenderá a hacerle olvidar com­
pletamente la lectura. Sin embargo, lectura y alimento puede coexis­
tir a dos niveles diferentes en su espíritu. Es por esto que la tesis se-
50 La rueda de la experiencia individual
gún la cual las características de las dos Casas (o Signos) separadas (o
unidas) por la cúspide tienden a fundirse, es bastante poco posible.
Yo encuentro por lo tanto que no hay ninguna justificación fil o­
sófica o psicológica para tomar como natural el hecho de que el
principio de una Casa o un Signo participe aún de la naturaleza de la
Casa o del Signo precedente. Cuando existe el caso, es porque la
mayor parte del tiempo, la reacción de la persona que pasa de un do­
minio al siguiente es negativa frente a las ocasiones y provocaciones
de la situación futura. Yo creo que estaremos de acuerdo, si digo que
una persona sana y normal, que entra en el comedor en el momento,
de comer, concentrará inmediatamente su atención sobre el género
de experiencia que ella espera encontrar allí.
Digamos entonces que la zona de las cúspides es en principio, un
umbral, un lugar de transición donde se avanza sobre la base de un
impulso o de una revelación nueva. Cada cúspide representa una
nueva partida, la entrada en un nuevo campo de experiencia, y es la
tarea del astrólogo advertir a su consultante cada vez que la cúspide
de una Casa o el principio de un Signo es acentuado, por progresión
o tránsito.
Aunque en el nacimiento la zona de transición corresponde a la
décima parte del número de grados zodiacales contenidos en cada
una de las Casas separadas por la cúspide, su tamaño puede variar en
las progresiones y tránsitos.
Cada individuo se adapta más o menos rápidamente a los cam­
bios. Para algunos, la transición entre dos fases de vida se efectuará
súbitamente; para otros, habrá adaptación progresiva, sin que la per­
sona sea verdaderamente consciente del cambio en curso.
De forma general se podrá decir que las gentes emotivas cambien
súbitamente y a menudo de forma explosiva porque ellos tienen mu­
cha inercia psicológica, de resistencia al cambio. El cambio es enton­
ces referido, por así decirlo, hasta el último momento del antiguo ci­
clo; y el nuevo ciclo irrumpe enseguida con violencia. Por otra parte,
los intelectuales son más cambiantes y por lo tanto más dispuestos a
adaptarse a nuevos puntos de vista. En lo que concierne al hombre
de acción, todo dependerá del género de impulso inicial que hay de­
trás de su actos: si es en el fondo conservador o progresista. Se puede
evaluar todo eso considerando la velocidad de la Luna el día de naci­
miento, y mirando igualmente si Mercurio se encuentra antes (Epi­
meteo) o después (Prometeo) 1 del Sol en el Zodíaco y también estu­
diando la posición y los aspectos de U rano en el tema.
1 Para la definición y el significado de Mercurio Epimeteo y Prometeo, ver Les
Cycles du devenir, por Alexander Ruperti, Ed. de Rocher, Mónaco, 1981. Edición en
Español: Los ciclos del Devenir, Ed. Kier, Buenos Aires.
Análisis temporal de las Casas 51

Planetas angulares

Es evidente que, en un tema de nacimiento, los planetas que se


encuentran en una zona de transición que englobe uno de los cuatro
Angulas, son con mucho los más importantes. Numerosos estudian­
tes en astrología preguntan si no se deberá interpretar como estado
en 1, un planeta conjunto al Ascendente al final de la Casa 12. Asi­
mismo, un planeta en 6 conjunto al descendente, o en 9 conjunto al
M.C., es a menudo interpretado como efectivamente en Casa 7 ó 10.
Verdaderamente no hay error al actuar así. Sin embargo, haciendo
esto no se tiene cuenta de la significación particular que hemos dado
a los planetas situados al final de una Casa. Cuando esta significa­
ción es la de una síntesis de las experiencias de la Casa, un planeta
situado al final de una Casa lega a la Casa siguiente alguna cosa que
va a condicionar, subconscientemente al menos, las iniciativas toma­
das en esta Casa. Cuando un planeta se encuentra al final de una
Casa Cadente (3, 6, 9, 12), concentra en él, por decirlo así, todas las
experiencias del cuarto anterior e incluso del hemisferio detrás de él.
- Así un planeta al final de la 12 resume no solamente las expe­
riencias de la 12, sino también aquellas del cuarto Sudeste
(Casas 10, 11, 12) y del hemisferio sur, de vida objetiva y de
relaciones humanas que empieza con la 7.
- Un planeta al final de la 12 resume no solamente las expe­
riencias de la 6, sino también aquellas del cuarto Noroeste
(Casas 4, 5, 6) y del hemisferio norte, bajo el Horizonte, donde
el individuo se prepara subjetivamente y personalmente para
afrontar la vida objetiva y social en 7.
- Un planeta al final de la 9 resume no solamente las experien­
cias de la 9, sino también aquellas del cuarto Sur-Oeste (Casas
7, 8 y 9) y del hemisferio Oeste que empieza con la 4. En 4 se
establecen sus bases personales y psicológicas, bajo la forma
de personalidad concreta, consciente de ciertos poderes que
ella desea hacer valer. La exactitud de estas bases es puesta a
prueba en 5 y 6 y, sobre todo en 7 y 8, en las que sufren el jui­
cio de los otros y las modificaciones en vista de una producti­
vidad eficaz en las relaciones íntimas, las actividades del gru­
po o los negocios. En 9 se presenta su justificación última de
persona capaz de asumir un papel definido en la sociedad y
habiendo aceptado las modificaciones de su expresión perso­
nal que son impuestas por las leyes y los valores del más gran­
de todo del cual uno se siente y forma parte.
- Un planeta al final de la 3 resume no solamente las experien­
cias o los esfuerzos de la 3, sino también aquellos del cuarto
52 La rueda de la experiencia individual
Noroeste (Casas 1, 2 y 3) en las que la egoicidad busca llegar a
ser consciente de ella misma, de sus posesiones y de sus me­
dios de exteriorizarse en su entorno inmediato. Ella resume
también el hemisferio Este que tiene sus comienzos en la I O.
Ella revela pues la capacidad que tiene la persona de asimilar
los valores de su medio social y de adaptarlos a las necesida­
des de su egoicidad naciente (Casa 1 ), y con vistas a una ex­
presión valorable de esta egoicidad.

No es muy frecuente encontrar un planeta en una de estas zonas


de transición angulares, aunque haya a menudo planetas en las Casas
Cadentes. Si el último planeta en Casa Cadente no está aún en la
zona de transición, él no es aún capaz de interpretar el papel de se­
milla que concentran las experiencias anteriores. Pero la persona de­
berá hacer el esfuerzo consciente de utilizar este planeta (su función)
en este sentido.

EJEMPLOS

Resumamos estas ideas con la ayuda de algunos ejemplos.

• Tomemos el caso del Sol al final de la 12. Ya hemos visto que


el observador de los campos celestes que salen del Este no verá el Sol
en 12 de manera directa, como sería el caso si el Sol se encontrara en
1. No lo verá más que al fin de un día de observación en lugar de
verlo al principio. Es por esto por lo que el Sol o cualquier otro pla­
neta en 12 no puede ser un factor iniciador, liberador de energía
-ya que el observador los ve durante la última fase del ciclo diario,
la de la síntesis y la de la recapitulación de las experiencias pasadas
que se hace en la conciencia. El Sol en 12 no puede pues iniciar las
cosas, sino completar, acabar, integrar, dar el último toque a las ten­
dencias colectivas existentes, con miras a una nueva partida indivi­
dual. La 12 es la Casa de la síntesis, de la introspección; se relaciona
con el final de un cielo de desarrollo anterior, con la recolección de
las frutas de la experiencia. El Sol que acaba de salir sugiere que la
persona deberá poner mucha fuerza vital en esta actividad de cose­
cha. El sentido de su vida deberá ser de rematar y sintetizar comple­
tamente el pasado, antes de empezar un nuevo ciclo. Puede sentir fí­
sicamente este nuevo ciclo, pero no verá su realidad concreta y pre­
cisa. Puede soñar con la luz durante toda la «jornada» de su vida;
pero no verá jamás el pleno sol, la realización de su sueño.
• Tomemos el caso de Saturno al final de la 6. Eso quiere decir
Análisis temporal de las Casas 53

que la persona deberá utilizar las características satumianas para di­


rigir bien y completar la sexta fase del ciclo y también todos los es­
fuerzos subjetivos y personales que ha hecho para manifestar concre­
tamente su egoicidad.
Debe poner la mira en un estado concreto de focalización en
su trabajo y dedicación. Deberá limitarse a los objetivos definidos,
bien formados, susceptibles de una realización concreta. No será ja­
más la esclava del encanto (glamour) en sus relaciones con sus jefes o
sus empleados. Todo lo que secunde tendrá una forma muy tangible
en su conciencia. Es necesaria una concentración práctica y positiva
sobre las tareas a cumplir.
Este estado de cosas tendrá naturalmente una influencia sobre
sus relaciones humanas y sobre su forma de abordar a los demás y
establecer con ellos relaciones íntimas en la Casa siguiente, la 7. Ha­
brá inevitablemente, en sus lugares de trabajo o privados, un trasfon­
do satumiano tal vez una clase de rigidez satumiana en su comporta­
miento. La persona no será consciente, pero esta tendencia estará allí
como una suerte de necesidad subconsciente.
• Por el contrario, si Urano se encuentra al final de la 6, la situa­
ción será completamente diferente. En este caso, y ya que la 6 es la
Casa de las crisis personales, de la disciplina, de la técnica, del traba­
jo, del dominio, la cosecha de experiencias en este dominio debe po­
der conducir a una transformación uraniana de la personalidad que
inspira a aquellos que se encuentren en 7. He ahí a alguien que debe
intentar inspirar a los otros con el ejemplo, comunicando la com­
prensión nacida de su victoria espiritual sobre sí mismo.
• Tomemos ahora algunos ejemplos de planetas al principio de
una Casa y, para empezar, Venus en 1, en la zona de transición, por
lo tanto en conjunción con el Ascendente. Podemos decir que la per­
sona deberá proyectar su personalidad -o más bien su intuición de
su egoicidad- por medio de impulsos venusinos; tendrá probable­
mente un encanto particular. Deberá sobre todo buscar el valor y la
significación real de todas sus experiencias con relación a su sentido
del «yo». Este sentido de valores, ya sean emocionales, sociales o es­
téticos, le permitirá irradiar de una manera constructiva, armoniosa,
o al menos, ejercer una fuerte influencia psicológica.
• Si está en la zona de transición, al principio de 6, el Sol pre­
sentará a la persona un problema fundamental en todas las cuestio­
nes relacionadas con la 6. Eso será un problema en el sentido en que
ella se verá obligada a utilizar mucho la función solar en 6 y será di­
rectamente responsable de la forma en que la utilice. Desde el punto
de vista de su destino su manera de emplearlo decidirá su éxito o su
fracaso espiritual. El astrólogo deberá pues decir a esta persona que
54 La rueda de la experiencia individual

deberá concentrar sus energías vitales con el objeto de superar algu­


na debilidad, algún karma o las consecuencias de una expresión
creadora imperfecta se le puede decir que su dedicación a la tarea
impuesta le será puesta a prueba así como su fe y su capacidad de re­
sistencia física.
• En fin, si la Luna se encuentra en la zona de transición al prin­
cipio de la 3, podemos decir que los sentimientos personales van a
modificar constantemente el trabajo intelectual, que la adaptación al
entorno cotidiano depende mucho de los humores cambiantes de la
persona.
Ella tal vez sea «lunática» en la forma de adaptarse o, positiva­
mente, capaz de adaptarse rápidamente e inteligentemente a las ne­
cesidades siempre cambiantes de la vida de todos los días o de las si­
tuaciones particulares.

Signos interceptados

Ahora estamos más aptos para comprender el sentido de los Sig­


nos interceptados, ya que comprendemos la significación de las cús­
pides de las Casas. Hemos visto que es al nivel de las cúspides que la
persona puede actuar «libremente», en creación, y aumentar así su
conciencia. De hecho, cuando un Signo está interceptado, no es uti­
lizable libre y conscientemente. La persona no tiene libre elección en
el empleo de las cualidades y de las energías de ese Signo. Como ser
espiritual no ejerce su libertad individual por medio del poder o de
las cualidades del Signo interceptado. Por el contrario, puede utilizar
doblemente, por decirlo así, empleando las cualidades y energías de
los Signos, que para compensar la intercepción de algunos, se en­
cuentran en las cúspides de dos Casas sucesivas.
Tomemos el caso de un tema con 29.° Sagitario en el Ascendente
y el Signo Capricornio interceptado en 1. Muchos astrólogos dirán
que esta persona es más Capricornio que Sagitario y tendrán tenden­
cia a tomar a Saturno más que a Júpiter como regente de la l.
A nuestro parecer esto no es correcto. Si Capricornio está intercepta­
do en 1, eso simplemente quiere decir que la persona no tendrá pro­
blemas conscientes en el empleo de las cualidades de Capricornio.
Ella no tiene elección para utilizar o no utilizar estas cualidades: no
se expresa como individuo por medio de estas cualidades. Dicho de
otra manera, en todos los asuntos de la 1, las cualidades de Capricor­
nio son tomadas como espontáneas en ella. Aquellos que observen
lentamente a la persona pueden ver sus cualidades capricornianas en
acción en todo lo que concierne a la l, pero de manera subconscien-
Análisis temporal de las Casas 55

te e instintiva. Eso puede querer decir que las cualidades de Capri­


cornio actúan bajo la forma de complejo psicológico o que han sido
inhibidas o incluso que forman parte integrante de la persona, bajo
la forma de indiscutibles instintos.
Rudhyar ha explicado fenomenos en Astrología de la Personali­
dad ( l.ª edición, 1936, pág. 387 y siguientes). A su parecer las cuali­
dades de los Signos interceptados dominan a veces, de forma neuróti­
ca, las Casas donde ellos se encuentran. La dominación tiene su ori­
gen en los factores inconscientes sobre los cuales la persona, en tanto
que individuo, tiene poco control que no podrá utilizar para expre­
sarse creativamente, con conocimiento de causa. Esto puede ser de­
bido al hecho de que la persona ya ha adquirido esas cualidades an­
teriormente o bien es posible que alguna presión exterior impida,
durante esta vida, el desarrollo de esas cualidades. Los resultados ex­
teriores serán diferentes en cada caso, pero astrológicamente, se pue­
de discernir una cierta compulsión subconsciente inherente al em­
pleo de esas cualidades, compulsión que impide todo control indivi­
dual.
Un Signo interceptado sugiere entonces, según Rudhyar, una es­
pecie de desequilibrio psicológico, pero un desequilibrio conducente
a una concentración de fuerzas que permite a la persona una realiza­
ción asombrosa. Jung siempre ha subrayado el hecho de que un
complejo lejos de ser malo, permite con mucha frecuencia a una per­
sona salirse de la norma. El complejo la impulsa a realizarse indivi­
dualmente, supuesto que se adapte de manera significativa y estable.
Si las cualidades de un Signo interceptado tienen un carácter res­
trictivo inconsciente, por el contrario, las cualidades del Signo que se
encuentra en dos cúspides consecutivas tendrán una importancia de­
cisiva para la vida consciente del individuo. Dicho de otra manera,
los problemas y desafíos relativos a estas dos Casas pueden ser re­
sueltos mediante el empleo consciente y deliberado de las cualidades
del Signo.
En el ejemplo citado anteriormente con 29.° Sagitario sobre la
cúspide de la 12. El hecho de que la persona debe emplear conscien­
temente las cualidades de Sagitario para afrontar las experiencias de
la 12 y de la 1 subraya la importancia de este Signo para la l. En la
transición entre la 12 (fin de ciclo) y la 1 (principio de ciclo), la li­
bertad creadora de la persona se ejerce utilizando conscientemente y
deliberadamente las cualidades de Sagitario, no las de Capricornio.
Hay entonces un fuerte acento, el cual es necesario para la realiza­
ción consciente de su egoicidad. Así en su esfuerzo para resumir los
valores colectivos que dominan su medio social y escoger su actitud
personal la persona debe poner en práctica las cualidades de Sagita-
56 La rueda de la experiencia individual

rio. La intuición nacida de la identificación con las corrientes socia­


les y las necesidades humanas, la capacidad de comprender las ideas
abstractas, universales y, enseguida, de formularlas en un contexto fi­
losófico, metafísico o religioso.
Hay una cierta libertad de elección posible, bastante relativa y no
olvidemos los cuatro niveles de funcionamiento posibles a todo ser
humano biológico, socio-cultural, individual, y transpersonal, ya sea
en el dominio de las Casas de los Signos de los planetas.
Para terminar esta disertación sobre los Signos interceptados aña­
damos un hecho que se puede observar en las progresiones y tránsi­
tos. Cuando el Sol o la Luna progresadas pasan a través de un Signo
interceptado el ritmo de la vida se acelera. La persona debe a menu­
do afrontar, casi a pesar suyo, experiencias o problemas a los cuales
está involuntariamente sometida; se podrá hablar de acontecimientos
kármicos.
Por otra parte cuando el Sol o la Luna progresados atraviesan los
Signos que se encuentran sobre dos cúspides consecutivas el ritmo de
la vida se ralentaliza y hay menos presiones. Se puede actuar de for­
ma más reflexiva, más deliberada, más tranquila. Se puede decir lo
mismo sobre los tránsitos, pero las presiones serán principalmente de
naturaleza exterior o social.
Cuando se considera un análisis espacial o un análisis temporal
de las Casas, la cruz del Horizonte y del Meridiano es y persiste en el
factor fundamental. Es la cruz de la encamación que nos da los cua­
tro polos de la existencia individual, la estructura básica de la perso­
nalidad completa, en el sentido jungiano del termino. En astrología
humanística, para la que la persona se encuentra en el centro del
tema, toda experiencia humana está condicionada directamente por
el Horizonte y el Meridiano. Es por lo que las características de los
Signos del Zodíaco que se encuentran en cada uno de los extremos
de esos dos ejes nos permiten conocer la naturaleza de la sustancia o
la cualidad de las experiencias, en los sectores de la vida delimitados
por los ejes.
«Todo está obligado a todo, en actividad, sustancia y forma» dice
Marc E. Jones. Es necesario entonces retener la idea que la cruz del
Horizonte y el Meridiano, así como las Casas que generan, se refie­
ren a la forma del ser, a la estructura de su individualidad potencial.
Los Signos se refieren a la sustancia del ser, a todas las cualidades
propias del ser humano, en tanto que tal, en el momento actual de su
evolución. Los planetas ya que ellos solos se mueven, se refieren a la
actividad del ser lo mismo que a las energías vitales y a las funciones
orgánicas a las cuales· dan energía. Según la posición de los planetas
y de los Signos en el cuadro formado por la cruz del Horizonte y del
Análisis temporal de las Casas 57

Meridiano, el astrólogo puede conocer la manera particular de la


que la persona podrá o sabrá utilizar la naturaleza y las energías hu­
manas que operen en ella.
El sentido que se ha dado a esta cruz fundamental es el mismo
para un análisis espacial o temporal. En los dos casos el sentido de
las Casas intermediarias transcurre en el sentido del polo del eje que
sirve de punto de origen. Así el cuadrante Nordeste (Casas 1, 2 y 3)
desarrolla la significación del Ascendente; el Medio Cielo es la fuen­
te de significación del cuadrante Sureste, etc., incluso si cada fuente,
cada origen, cada punto de partida es al mismo tiempo generado por
la culminación, la realización o el fracaso relativo de un cuadrante,
de un hemisferio o de un ciclo anterior, impulsa de nuevo.

Representación del tema

La forma de observar el tema es un elemento muy importante en


astrología humanística, a mí me gustaría hablar un instante. Hay
muchas maneras de representar el cielo de nacimiento, sobre una
hoja de papel de dos dimensiones. Por razones psicológicas incons­
cientes -incluso si se cree que es para facilitar la lectura de los pla­
netas en los Signos con sus aspectos mutuos. Muchos astrólogos de
todos los países, que utilizan la Astrología occidental, prefieren la re­
producción del cielo de nacimiento que da preferencia al Zodíaco.
Hemos subrayado el hecho que la interpretación de los Signos de
las Casas según los hallazgos astronómicos modernos necesitan un
cambio del punto de vista sobre la importancia relativa de esos dos
cuadros de referencia. Filosóficamente hablando, considerar el Zo­
díaco como el tema central quiere decir que no se ha comprendido
lo que ha sucedido en la evolución psicológica del hombre desde Co­
pérnico. Anteriormente no había astrología del individuo sino sola­
mente una astrología de grupo, de la nación, del rey o de la persona
en tanto que es especimen particular de la naturaleza humana. Se
ponía el énfasis sobre los valores colectivos y la vida, así el carácter
del sujeto del tema dependía enteramente del ritmo de las energías
instintivas y estacionales medido por el Zodíaco.
Este género de astrología arcaica y vitalista se aplica todavía en
nuestros días incluso bajo el nombre de astrología esotérica o espiri­
tual, porque bajo una de sus formas, el ocultismo tradicional quiere
también que dependamos todos de fuerzas exteriores, que seamos
una expresión de energías cósmicas. Según este punto de vista el in­
dividuo no es más que una serie de puntos o acentos que introduce
58 La rueda de la experiencia individual
variaciones sobre un tema único: el hombre zodiacal -el hombre no
tan sólo como persona, sino bajo la forma de matriz cósmica.
En lugar de establecer la persona como hecho central del univer­
so humano espiritual, la astrología zodiacal continúa viéndola de­
pendiente de «fuerzas» exteriores y misteriosas. Se está aún anclado
a una actitud frente a la vida que es psicológicamente y espiritual­
mente arcaica. Es arcaica porque dominada por la Imagen-Madre, es
decir por un sentido -también inconsciente sea dicho- de depen­
dencia con relación a lo que proporciona la energía (los Signos) y go­
bierna la capacidad de adaptarse a la vida de todos los días.
Hoy día, es necesario considerar a la persona como un factor es­
piritual real y operante capaz de liberarse de la madre. Se tiene la
necesidad de una astrología que pueda hacer frente al desafio lanza­
do por el Cristo al individuo en tanto que microcosmos. El Zodíaco
no es el microcosmos, no es tampoco el macrocosmos porque es el
universo todo entero quien lo constituye. El Zodíaco no es más que
un campo electro-magnético. El único macrocosmos es la persona
humana cuando está plenamente individualizada. Liberada de todas
las formas de complejo-madre y de toda dependencia frente a frente
de las fuerzas exteriores, cuando llega a ser el centro de su universo
-incluso si ella debe al fin comprobar también que este centro no es
más que uno entre una multitud de centros semejantes.
Es por lo que, si deseáis llegar a ser un astrólogo humanista, de­
béis aprender a utilizar las cartas del cielo en las que encontráis en
primer lugar la cruz formada por los dos ejes del Horizonte y del
Meridiano y los doce segmentos iguales que rodean a la persona. Sí
queréis saber lo que os distingue de los demás, lo que os permite en­
contrar vuestra propia verdad, necesitáis una representación del cie­
lo que ponga de relieve estos elementos individuales.
Esta clase de carta del cielo es la inversa de aquella en la que todo
se refiere al Zodíaco. El factor posición zodiacal que indica el géne­
ro de energía disponible está ligado a todos los elementos del tema (a
las cúspides de las Casas, a los planetas y a otros factores utilizados
en astrología). Pero en ninguna parte debéis encontrar el Zodíaco
trazado sobre el papel como una entidad, porque no es preciso su­
brayar el poder de lo que la persona debe hacer emerger y liberarse,
sí desea verdaderamente llegar a ser un individuo.
CAPITULO 111

LA CASA UNO

Esta Casa que empieza en el Ascendente, contiene los 30 prime­


ros grados de espacio que la Tierra va a recorrer, en su rotación dia­
ria, durante las dos horas que siguen a este principio de su ciclo.
Hipnotizada por el Sol, la astrología tradicional considera al Ascen­
dente como el punto Este del Horizonte donde se levanta el Sol y
donde se puede ver salir progresivamente un planeta tras otro y asis­
tir al desenvolvimiento grandioso del viaje de las estrellas sobre el
fondo del cielo. Así, se observan las cosas como si la Tierra no se
moviera, a la manera de los Antiguos.
Sin embargo, ya que sabemos actualmente que la Tierra es redon­
da y que gira sobre sí misma en 24 horas (y también con los planetas,
alrededor del Sol), debemos --<iebido al hecho de ser terrestres iden­
tificados con nuestro globo- comprender que no es el Sol quien se
levanta al Este, sino que la Tierra, en su rotación axial de Oeste a
Este (movimiento antihorario), va a alejar el Horizonte Este del Sol.
Dicho de otra manera, cuando veamos al Sol levantarse, es porque la
Tierra está a punto de desaparecer, por decirlo asi; en la zona bajo el
Horizonte. Es por esta razón que la Casa 1 es la primera medida ha­
cia abajo desde el punto Este del Horizonte, con relación al ciclo
completo de 24 horas. Entonces, en el Ascendente, la atención no
está dirigida hacia el mundo visible, exterior, de continuos cambios,
sino hacia la viada interior, íntima, personal, con la esperanza de en­
contrar una realidad central: la suya.
Al nacer, somos niños, no individuos completos. Nuestra primera
y única preocupación es nosotros-mismos, la búsqueda progresiva de
lo que nos dará un sentimiento de seguridad, de estabilidad y, even­
tualmente de poder. Por esto estimamos que es falso ver en la Casa 1
el cuadro de una personalidad completa; representa un punto de par­
tida, una serie de potencialidades humanas, que han sido «seleccio­
nadas», de una manera todavía misteriosa bajo forma de «genes».
60 La rueda de la experiencia individual
Esta «selección» nos diferencia a los unos de los otros, nos propone
una estructura de ser capaz de manifestar una cualidad particular de
la naturaleza humana, según un ritmo que nos es propio. En la Casa
1, se tiene pues una visión de las posibilidades de base. Hay un im­
pulso, aún imposible de formular, hacia la búsqueda, instintiva o in­
tuitiva (en el sentido jungiano del término), del núcleo de su ser.
Pero este ser no es el que el «yo» creo ser. El «yo» consciente o ego
se identifica a su nombre y a su cultura, al lado social del ser. Pero el
ser -es decir, lo que se es- es una expresión de los cuatro Angulas
del tema en su relación particular con el universo. Este ser esencial es
el resultado de su orientación precisa en el universo, en el lugar y en
el momento del nacimiento. Los cuatro Angulas establecen la es­
tructura de esta orientación y su carácter es revelado por los Signos
que se encuentra sobre estos cuatro Angulos.
El Signo y el grado que se encuentra en el Ascendente al nacer
nos indica el carácter fundamental así como la finalidad del ser esen­
cial, la razón de la encarnación, desde el punto de vista de las necesi­
dades del universo del cual se es una expresión particular. Esto es lo
que se ha llamado el destino: lo que uno va a ser y también lo que se
es. La egoicidad es el ser en tanto que forma única existente en el
espacio; el destino estructurado por el mismo poder que nos hace lo
que somos, traduce esta egoicidad en el tiempo, bajo la forma de fu­
turo. Se refiere a la actualización de la potencialidad de la egoicidad,
definido al nacer por los genes y las influencias del entorno social,
cultural, planetario y cósmico. Cada ser posee así una forma perma­
nente y una forma dispuesta a llegar a ser lo que es esencialmente, lo
más frecuente al hacer la experiencia de lo que no se es.
La experiencia más esencial de la Casa I es la de la diferencia­
ción. Desde el Signo y el grado en el Ascendente y también los pla­
netas que contiene, esta Casa sugiere el genero de experiencias que
permitirán obtener conocimiento de su carácter y de su destino úni­
cos, de la manera más natural, la más apropiada. Esta unidad puede
ser muy relativa; puede estar oculta por el predominio de otros fac­
tores del tema que se ponen antes en evidencia en un caso particular.
El carácter de esta unidad no es pues, como ya lo hemos dicho, un
hecho concreto en Casa 1; es preciso esperar a la 4 para demostrar
concretamente lo que se es. El Ascedente no es más que el principio
del proceso; la Casa I la concepción de sus diferencias, diferencias
que darán poco a poco, nacimiento a una conciencia del yo particu­
lar.
El poder dinámico situado en el centro de los esfuerzos que se ha­
cen para individualizar y actualizar lo que la humanidad espera de
nosotros, está representado por el planeta que «gobierna» el Signo en
La Casa Uno 61

el Ascendente. Por el contrario, los planetas que se encuentran en 1


indican las energías, las funciones que afectan poderosamente el sen­
tido de egoicidad: dado esto es preciso tener en cuenta en la vida,
para emerger como individuo, de su condicionamiento familiar, so­
cial y religioso. Si hay muchos planetas en 1, el proceso de descubrir
el yo es más complejo, puede necesitar la prueba de tendencias con­
tradictorias (sobre todo si son planetas de polaridad o de funciones
opuestas) o de una serie de crisis o de elecciones importantes.
En su libro New Mansionsfor New Men (1938), Rudhyar toma la
respiración como símbolo de la actividad de la Casa 1. El astrólogo
toma siempre el momento del primer aliento como punto de partida
de una vida individual, porque respirar es el primer acto indepen­
diente del niño y porque por la respiración es por lo que el individuo
entra en contacto con la vida o mundo ambiental. Por otra parte, los
yoguis nos enseñan, que individualizando el ritmo respiratorio, el
hombre se espiritualiza. La forma de respirar puede, de este modo,
indicar en que nivel opera la egoicidad de la persona. La mayoría de
las personas no respiran conscientemente. La respiración es comple­
tamente suficiente para garantizar en el cuerpo los cambios suficien­
tes para la vida. Hay una respiración instintiva, cuyo ritmo está liga­
do al numero de latidos del corazón. El yoga nos enseña que hay un
ritmo respiratorio propio de cada emoción, de modo que, cambiando
ese ritmo voluntariamente, se puede cambiar la emoción.
Durante tanto tiempo como una persona respire según un ritmo
instintivo condicionado por la sangre y el ritmo cardíaco, vive en el
nivel biológico y socio-cultural; es un ser humano que no posee más
que una identidad social y que está estructurado por un ego. Obtiene
su sentido de egoicidad de su familia, de la herencia particular, del
lugar en el que vive con sus tradiciones, su religión, su manera de
comportarse. Esas son sus diferentes posesiones que le condicionarán
y le procuran su sentido de egoicidad: mi país, mi familia, mi hogar,
mi marido, mi mujer, etc. En lugar de una conciencia de egoicidad
auténtica, hay un ego formado por las circunstancias de la vida, ego
que lucha por mantenerse, frente a las diversas presiones ejercidas
por otros egos y por los valores culturales adoptados por su comuni­
dad -de ahí la «ley del más fuerte» y el «engaño del consciente» del
que habla Jung: se es una expresión de automatismos raciales, bioló­
gicos, colectivos.
A partir del momento en que una persona empieza a respirar de­
liberadamente, según su ritmo individual establece poco a poco sus
propios valores en la vida; separándose gradualmente de la naturale­
za psíquica constituida por el país, la familia, los valores e institucio­
nes colectivas. Individualizarse quiere decir que se es bastante fuerte
62 La rueda de la experiencia individual

para mantenerse de pie solo, sin «muletas», como individuo respon­


sable e independiente de los ataques biológicos y socio-culturales. Se
está dispuestos a pasar por la prueba del aislamiento de la que habla
Rudhyar en «Tryptych» -prueba de la Casa Primera-. Esta separa­
ción de las matrices psíquicas y culturales -que son necesarias en
un primer tiempo- conduce a lo que los hindués llaman un «segun­
do nacimiento», condición en que la situación positiva de aislamien­
to puede crear una reacción negativa bajo forma de soledad. El que
consigue aislarse (del latín isolato: separado como una isla que surge
del mar colectivo) aparece como un ser distinto. Parece relativamen­
te solo y distinto porque no es miembro de la multitud, sino que po­
see su carácter propio.
Actualmente, a mucha gente le gustaría llegar a esta distinción,
pero no siendo aún más que egos en los cuales la verdadera egoici­
dad no ha nacido todavía, tan sólo conseguirán volverse «diferentes».
Acentuarán las diferencias más o menos artificiales y llegarán a ser
individualistas más que individuos. Y el individualista no hace más
que crear sentimientos de distancia, de incompatibilidad, de aliena­
ción, de miedo de soledad. Como dice Rudhyar: «puede ser original,
no es un origen». No intenta hacer valer su verdadera identidad, sino
tan solo acentuar las diferencias que lo alejan de los otros; manifiesta
sus posesiones en lugar de su egoicidad.
Es necesario de todas formas darse cuenta que el aislamiento de
la l no es una meta en sí sino un punto de partida, una fase transito­
ria de desarrollo. El Ascendente y la Casa l indican las condiciones
o las circunstancias necesarias y utilizables para realizar su egoici­
dad, así como el papel que esta egoicidad puede y debe interpretar
para cumplir una necesidad de la humanidad.
El sentido de cada Angulo del tema se extiende al cuadrante del
cual es el principio y, más exactamente, a la Casa Angular de la cual
es el punto de partida, la cúspide. El Ascendente es el germen de la
función INTUICION (según Jung). En la Casa l, la egoicidad mani­
fiesta su capacidad de ser, su manera de ser. Funcionar es expresarse
por las acciones de lo que se es; expresarse por las acciones necesita
un gasto de energía. Hay numerosas formas de energía actuando en
el hombre y en el universo. La astrología las reduce a doce categorías
de base que denomina Signos del Zodíaco. Pero estipula que cada
Signo tan sólo es una expresión diferenciada de la única energía so­
lar. Por esto el Signo que se encuentra en cada uno de los cuatro An­
gulas del tema indica el género de energía que la función Uungiana)
representada por el Angulo.
Si encontramos, por ejemplo, el Signo de Tauro en el Ascenden­
te, eso quiere decir que la Intuición de la egoicidad actúa sobre la
La Casa Uno 63

base de una energía de tipo Tauro. Esta forma de energía se refiere


esencialmente al poder de evolución que incita a transformarse y a
perfilarse por una serie de «mutaciones». Es la energía del creci­
miento físico o concreto, la que en un nivel superior viene a ser vo­
luntad de perfeccionamiento del yo, de superación espiritual. Se bus­
can de manera experimental y concreta nuevos campos de experien­
cia individual.
Si, por el contrario, se encuentra Escorpio en el Ascendente dire­
mos que la intuición actúa sobre la base de la energía típica de
este Signo. La persona tomará conciencia de sí misma de la manera
más esencial, utilizando los medios propios de Escorpio. Su verdade­
ra naturaleza se revelará de la manera más genuina a través de las
experiencias sexuales, por el empleo de sus energías vitales y el es­
fuerzo de controlarlas, buscando liberarse de las energías de su natu­
raleza de una manera estable y tranquila.
En cada caso, es preciso emplear conscientemente la energía del
Signo; es preciso desear hacer la experiencia de esta energía lo más
completa posible, incluso si el hecho de actuar así plantea proble­
mas, provoca crisis o la incomprensión de los otros.
En la tradición astrológica, cada planeta tiene la regencia de uno
o dos Signos. Pero decir que un planeta tiene la regencia de un Signo
no significa que tenga una ligera afinidad con este Signo. Los plane­
tas representan las formas de actividad; los Signos son expresiones
diferenciadas de la energía universal. Decir que Marte tiene la regen­
cia de Aries y de Escorpión significa que el nivel de actividad repre­
sentado por Marte (el nivel instintivo, impulsivo) tiene necesidad del
genero de energía representado por Aries y Escorpio. Marte utiliza
estos generas de energía -tiene regencia sobre ellos- los dirige ha­
cia las vías instintivas, impulsivas, procreadoras, a las cuales adapta
al nivel marciano de actividad humana.
Hemos hablado en otro capítulo de la significación de cada pla­
neta como regente del Ascendente.
Por ejemplo, con Tauro en el Ascendente, Venus es «regente» de
la Casa l y también de todo el tema. Venus y el genero de actividad
que simboliza dirigen y condicionan la función intuición y la con­
ciencia en evolución de la egoicidad. Venus simboliza el sentido de
valores que nacen de experiencias personales y emocionales. El desa­
fío de acción y de reacción en función de los valores y sentimientos
personales se concentra en el campo de experiencia en el que se en­
cuentra Venus en el tema. Si, por ejemplo, Venus se encuentra en 6,
la actividad venusiana, que condiciona el desarrollo de la Intuición y
del conocimiento de la egoicidad traerá un desafío en el dominio del
trabajo y del servicio (o del «discipulado»). Dicho de otra manera,
64 La rueda de la experiencia individual
los valores emocionales y personales que condicionan el sentido de
identidad atraen particularmente a la persona hacia las experiencias
de la 6. El trabajo y la autodisciplina se vuelven importantes; se inte­
resa, tal vez, en asuntos de salud, de higiene, de regímenes alimenti­
cios, o bien se puede intentar la transformación de los conflictos
emocionales bajo la óptica de valores espirituales, de realidades más
vastas. Utilizando las actividades venusianas en todas las experien­
cias de la 6, la persona llegará a ser más consciente de su peculiar
identidad y destino.
He ahí una primera comprobación a efectúar sobre el Ascendente
y la Casa 1. Y hay una segunda en relación con el (o los) planeta (s)
que se encuentra (n) en 1. Hemos dicho que el Ascendente represen­
ta la capacidad de ser o lo que se es en tanto que individuo relativa­
mente único. Imaginemos de nuevo al recién nacido en observación
tumbado boca abajo sobre el Horizonte y escrutando el Este. lQué es
lo que la vida le traerá? lQué desafío emergerá de sus primeras expe­
riencias y condicionará así su aproximación al universo? Este desafío
se encama en el primer planeta que aparece al Este, imprimiéndose
así sobre el consciente abierto de la persona. Esta huella será muy
poderosa si el planeta que sale el primero se encuentra en la Casa l.
Mas el concepto de «planeta que sale primero» se aplica también a
un planeta que se encuentra en 2 ó 3, siempre que sea el primero en
alcanzar el Ascendente en sentido horario.
Este primer planeta que sale al Este constituye un problema fun­
damental para la persona, en la búsqueda de su meta y del carácter
de su individualidad. Si, por ejemplo, este primer planeta es la Luna,
el problema de base es un problema-madre. La Luna simboliza a la
madre y todos los problemas de adaptación a las experiencias coti­
dianas y también al «público». En 1, la Luna sugiere fuertemente la
existencia de un complejo-madre y la tendencia a afrontar los pro­
blemas personales de una forma un poco oportunista. Corresponde
también a una fuerte actividad del Anima, del alma, que son las ex­
presiones transcendentes de la Imagen-Madre.
Si algún otro planeta se encuentra en I con la Luna, Júpiter por
ejemplo, añade su significación a los problemas en que la persona
debe afrontar. Júpiter representa la autoridad social o espiritual­
religiosa y los hombres que la encaman pueden plantear un desafío y
un problema a la integridad individual de la persona. Debe, tal vez,
aprender a liberarse de su influencia y a afirmar su propia verdad.
La Casa Uno 65
Planetas en Casa U no

SOL

Este cuerpo celeste nos permite vivir, es fuente de luz y de vitali­


dad. Siguiendo los casos tendrá una significación diferente, según
que se sea simplemente una expresión de esta energía de vida, ac­
tuando según sus mareas instintivas, biológicas y psíquicas o que se
llegue a utilizar conscientemente esta energía de vida para afrontar
las circunstancias con que se encuentra en la Casa donde él se halla.
En el primer caso, el Sol en 1 va a manifestar las cualidades del
Signo más que las cualidades potenciales de la egoicidad. Pero en to­
dos los casos, se deberá poner mucha energía en sus esfuerzos para
descubrir y proyectar su identidad individual. En principio, la vo­
luntad de individualizarse debe ser fuerte, de forma que se pueda
proyectar sobre el mundo de manera intensa, con un fuerte senti­
miento de su propio valor. Naturalmente, según el Signo, las caracte­
rísticas de esta proyección serán diferentes. Se debe tomar confianza
en sí mismo; la ambición de triunfar, de brillar personalmente. Ne­
gativo habrá orgullo, arrogancia, egotismo. Es necesario intentar
siempre evaluar de manera personal los problemas que se encuen­
tren en el camino de la vida, basarse en su intuición y en su expe­
riencia personal en todo.

Ejemplos
Sergie Gainsbourg: Aries; Catalina de Médicis: Tauro; Courbet:
Geminis; Claudel y Aurobindo: Leo; Apolinaire: Virgo; Rimbaud y
Gil Delamare: Libra; Vivekananda y Schweitzer: Capricornio; Eva
Braun: Acuario; Renoir: Piscis.

LUNA
La Luna es el símbolo de la capacidad de adaptación a la vida
diaria; en los Signos I ella indica nuestros automatismos, fundados en
los hábitos. Se refiere a la influencia de la madre, a la Imagen­
Madre, Animus-Anima, a los contactos con el público, a la influen­
cia de las mujeres o de la esposa.
Con la Luna en 1, la persona concede una gran importancia a la
Imagen-Madre o a lo que ella representa. La vida interior se modela

1 Para un estudio detallado de la Luna en los Signos, ver Los Ciclos del Devenir de
Alexandre Ruperti (ed. du Rocher, Mónaco, 1981 ). Edición en español: Los ciclos del
Devenir, Ed. Kier, Buenos Aires.
66 La rueda de la experiencia individual
sobre esta imagen o sigue un camino diseñado por la imaginación o
que refleja los deseos del alma percibidos por la intuición. Se utili­
zan medios subjetivos para abordar la realidad espiritual o concreta,
o bien se es dominado por el Anima o Animus. Eso quiere decir que
un hombre tendrá tendencia a proyectar, a menudo inconsciente­
mente, el lado femenino de su naturaleza y a hacer prueba de una
gran sensibilidad, mientras que una mujer tendrá tendencia a
proyectar el lado masculino de su naturaleza y a intelectualizarse.
Se ama el cambio, la novedad, aparecer en público. En todos los
casos, se debe buscar la adaptación a la vida de manera verdadera­
mente individual. En el tema de una mujer la experiencia de la ma­
ternidad puede ser un acontecimiento decisivo que ayude a estructu­
rar toda la vida.

Ejemplos

Kant y Himmler: Aries; Proust: Tauro; J. C. K.illy: Leo; Gauguin:


Virgo; Giscard d'Estaing y Mitterand: Libra; Uri Geller: Escorpión;
Kahlil Gibran y Petain: Sagitario; los Papas Juan-Pablo I y Juan
XXIII: Capricornio; Maquiavelo: Acuario; el duque de Windsor y
Jacques Brel: Piscis.

MERCURIO

La búsqueda de su egoicidad necesita un acercamiento mental o


intelectual, de fonna que se debe distinguir por su manera particu­
larmente mental de abordar la vida y sobre todo su propia vida ínti­
ma. Esta posición de Mercurio no confiere necesariamente objetivi­
dad mental, sino más bien la tendencia a desear conocer siempre la
razón de las cosas. Continuamente se desea clasificar lo que el inte­
lecto ha analizado e interpretado. Esta posición tampoco indica el
nivel de inteligencia; se puede ser astuto, entusiasmado por el saber
hacer y el deseo de controlar el entorno o todo lo contrario; Mercu­
rio aquí puede ser el símbolo del empleo de facultades mentales su­
periores, espirituales. Frecuentemente, se desea racionalizar lo que
ocurre con relación al momento presente y se pueden deducir con­
clusiones demasiado precipitadamente. En todos los casos, las indi­
caciones de Mercurio en 1 están modificadas por la presencia de
otros planetas en l, sobre todo el Sol.
La Casa Uno 67
Ejemplos

Kant (conj. Luna): Aries; Mick Jagger (de los Rolling Stone)
(conj. Sol, Júpiter y Plutón): Leo; Debussy: Virgo; Gil Delamare
(conj. Sol): Libra; John Lennon y Falla: Escorpio; Flaubert y Nietz­
che: Sagitario; Schweizter (conj. Sol) y Alan Watts (conj. Sol y Mar­
te): Capricornio; Graham Bell (teléfono) y Renoir: Piscis.

VENUS

Este planeta indica nuestros mejores medios, nuestras mejores


ocasiones de utilizar plenamente nuestro sentido de los valores: lo
que se escoge como valioso o no, bueno o malo para amar o recha­
zar, por sí mismo.
En 1, Venus puede indicar una persona con un fuerte magnetis­
mo, que posee el poder de atraer hacia ella lo que le es necesario
para alumbrar el camino que lo conducirá a la consciencia total de
su egoicidad. La persona es generalmente abierta y acogedora porque
sabe que los valores venusinos que le son necesarios tan sólo pueden
llegarle por sus relaciones interpersonales, en amor o en el dominio
estético-cultural. La persona madura, que tiene a Venus en 1, des­
prende un cierto encanto, un carisma que atrae a los otros. Pero ella
sentirá alguna vez la tentación de sacar provecho de su atractivo de
explorar a los demás en beneficio propio. Puede haber vanidad y
simpleza en la vida sentimental, con deseos de auto-satisfacción.

Ejemplos

Jean Anouilh: Tauro; Fernandel: Géminis; Maupasamt (conj.


Marte y Júpiter): Virgo; Mitterand y Camus: Libra; Gandhi y Uri
Geller: Escorpio; Kahlil Gibran: Sagitario; Vivekananda y Paul
Newman: Capricornio; yogui Meher Baba: Acuario.

MARTE

Allí donde se encuentre este planeta existirán las mejores ocasio­


nes para aparecer en el mundo, de expresar su energía en exceso y de
ampararse del «alimento» espiritual, intelectual o material necesario
para su desarrollo. Es preciso tomar la iniciativa para conseguir las
experiencias necesarias para la realización personal. Un cierto grado
68 La rueda de la experiencia individual
de agresividad está permitido, así como el empleo de su fuerza física,
de sus músculos (Marte).
En 1, Marte exige que se torne posición personal y activamente;
es preciso ser tan espontáneo como sea posible, dispuesto a aceptar
cualquier cosa sobre sí mismo como consecuencia de sus propias ac­
ciones. Lo que cuenta, es lo que se hace personalmente, llegando a
ser un ejemplo personal de alguna cosa. Es necesario estar decidido a
ir hasta el límite de las cosas, a traspasar las apariencias, a vencer las
resistencias, a probar su fuerza física, intelectual o espiritual. En al­
gunos casos, los instintos o los deseos dominan y puede haber dema­
siada agresividad. Se puede creer que sólo la forma personal de ac­
tuar es valiosa y volverse egoísta. A pesar de todo, se deberá hacer
frente a la vida y al mundo de manera directa.

Ejemplos

Norman Mailer (escritor, amante y púgil): Aries; Kissinger y


d'Annunzio: Géminis; Foch: Cáncer; yogui Ram Das: Leo; Heming­
way y Maupassant (conj. Venus y Júpiter): Virgo; Churchill: Libra;
Gandhi, Vaillant (anarquista) y Aldo Moro: Escorpio; Max Schme­
ling (boxeador): Sagitario.

JVPITER

Este planeta representa las asociaciones que retienen unidos a los


miembros de una comunidad. Allí donde se encuentre existen las
mejores ocasiones de asociación y de recoger los frutos de la coope­
ración o de la eficacia de los dones de gestión o de administración.
La vida puede llegar a ser más plena, más expansiva, en la Casa don­
de se encuentre Júpiter.
En 1, Júpiter indica que las mejores ocasiones de descubrirse es­
tarán vinculadas a la identificación personal con los intereses de su
grupo, de su empresa, de su partido político, de su religión. Es nece­
sario aceptar las ocasiones ofrecidas para hacer valer su autoridad
personal o sus capacidades de administrador. Se llega a conocer su
identidad gracias a las experiencias en los grupos en el seno de los
cuales se tiene autoridad. Se siente en general la necesidad de partici­
par en la empresa de una colectividad o de un grupo del cual se de­
sea hacer valer los méritos. La búsqueda de la egoicidad debe hacerse
en solitario; se la encontrará mejor dedicándose a un maestro o a una
obra colectiva.
La Casa Uno 69
Ejemplos

Serge Gainsbourg y Comte Herman Keyserling: Aries; Aurobin­


do: Leo; gurú Mahara Ji, Churchill y Coustean: Libra; Aly Khan:
Escorpio; Herman Hesse y Marlon Brando: Sagitario; Uri Geller
(conj. Luna y Venus): Escorpio; Abraham Lincoln, Rommel y Adul
Baha (movimiento Bahai): Piscis.

SATURNO

El lugar de Saturno indica el género de circunstancias que condu­


cen de la mejor manera a una base de actividad social segura y esta­
ble. Saturno exige concentración y para conseguirla, limita el campo
de actividad.
En 1, Saturno quiere que se sea completamente responsable, que
se haga el esfuerzo de materializar sus instituciones, que se dé una
forma distinta y concreta a su egoicidad La Imagen-Padre interpreta
un papel importante o bien la persona parece mayor de lo que es en
realidad. Puede tener experiencias dificiles que maduran temprano
el carácter. Se tiene a veces tendencia a ser intratable, duro, a no
querer cambiar de parecer ni de actitud: «Yo soy así, es necesario to­
marme como soy». Puede haber énfasis sobre el consciente o sobre el
empleo de la razón o bien la persona tiene una fuerte necesidad de
una sólida estructura de conciencia para poder contener los elemen­
tos llamados «irracionales» e inconscientes (es el caso de Jung). Be­
néfico, se es paciente, contemplativo reflexivo, profundamente reli­
gioso, incluso si es la ciencia la que sirve de «religión». Pero s� pue­
de también ser pesimista, testarudo, mezquino, rebelarse contra su
suerte, porque se es particularmente sensible a todo lo que puede
restringir el yo. Benéfico, se profundiza en todo; maléfico, se subleva
contra todo lo que tiende a limitar sus apetitos y sentimientos perso­
nales.
Ejemplos

Comte. Herman Keyserling (conj. Júpiter): Aries; Jean Anouilh


(escritor cuyos héroes rechazan la sociedad y la moral convencional
y escogen la vida en soledad): Tauro; Orson Welles, la actriz Vivian
Leigh (psicosis maníaco-depresiva) y Corot: Géminis; Harold Wil­
son: Cáncer; Maurice Chevalier: Leo; Manet: Virgo; general Franco:
Libra; Zola y Fred Astaire: Sagitario; Jung: Acuario.
70 La rueda de la experiencia individual

URANO
Este planeta es el gran transformador; cuando llega el momento
de individualizarse pone en duda los valores satumianos en el campo
de experiencia que él ocupa.
En 1, Urano es el símbolo de una persona constantemente agita­
da e insatisfecha, si vive en el nivel socio-cultural, o de un reforma­
dor, si es un verdadero individuo o se siente capaz de vivir a un nivel
transpersonal. En todos los casos jamás se está satisfecho de como
son las cosas. Nunca dará fin a las experiencias que conducen al des­
cubrimiento de la egoicidad. La psiquis llevará a veces la marca de
experiencias problemáticas durante la infancia de cambios que mo­
difican el curso esperado del destino. Pero lo que llega bajo Urano
viene siempre porque el destino esencial de la persona tenía necesi­
dad de eso para el desarrollo de la egoicidad.

Ejemplos

Serge Gainsbourg, Graham Bel! (teléfono) y Annie Besant (teó­


sofa): Aries; Kipling: Cáncer; Franklin Rooselvet y Apolinaire: Vir­
go; Hitler y de Gaulle: Libra; Charles Dickens: Escorpio; Mary Ba­
ker Eddy, fundadora de la Ciencia Cristiana (conj. Neptuno): Acua­
rio; Ramakrishna, Renoir y André Barbault: Piscis.

NEPTUNO
Este planeta, símbolo del visionario, indica en que campo de ex­
periencia se debe hacer prueba de idealismo y transcender el nivel en
el que los problemas se plantean. Desgraciadamente Neptuno cubre
frecuentemente este campo de bruma o crea espejismos o situaciones
decepcionantes. Neptuno disuelve todo lo que nos une a los valores
sobrepasados, en la Casa que él ocupa. Nos empuja a despersonali­
zamos, a volvemos más incluyentes, más compasivos.
En 1, Neptuno diluye la atención de lo que se quiere alcanzar y
empuja a abrir la conciencia a un nivel más vasto, más inclusivo de
experiencia. Así, la persona se vuelve a veces confusa con tendencia
a perderse en sueños o en la contemplación de espacios cósmicos. Se
puede llegar a ser medium o sucumbir al atractivo de drogas o de fal­
sos paraísos. Se puede consagrar a movimientos humanitarios, al co­
munismo o a cualquier otro movimiento colectivo, a la astrología, a
la música, al cine o a la búsqueda de alguna realidad transcendente e
inclusiva que dará un sentido más vasto a la egoicidad.
La Casa Uno 71
Ejemplos

Alexis Carrel y Proust: Aries; Bernanos: Tauro; Képler y Coc­


teau: Géminis; Fernandel: Cáncer; Gauquelin: Virgo; Víctor Hugo y
gurú Mahara Ji: Escorpio; Rafael: Sagitario; Gustavo Doré: Capri­
cornio; Renoir y Rodin: Acuario; mariscal Joffre: Piscis.

PLUTON

Este planeta representa la ocasión de alcanzar un nivel de con­


ciencia en el que todo lo que es superficial, innecesario, ajeno al yo
esencial, es dejado, abandonado. Las experiencias de la Casa que él
ocupa en el nacimiento ofrecen las mejores ocasiones. Este despoja­
miento permite tomar conciencia de su destino esencial y de la más
valiosa contribución que se puede aportar a la sociedad. Plutón re­
presenta pues, esta fase de nuestro desarrollo en la que se siente uno
cada vez menos atraído por los placeres, los valores y las esperanzas
de la mayoría de las personas. Se siente uno vacío, se reconoce la fu­
tilidad de la forma habitual de vivir; pero frecuentemente no se tiene
todavía el valor y la voluntad de dejar esta vida inútil y dedicarse
completamente a lo que en el fondo de uno mismo, se reconoce
como la única actividad valiosa.
En 1, este planeta puede conducir a la persona a buscar su inte­
gración personal de una manera profunda y estimulante. Benéfico, se
debería querer llegar a ser el punto focal de fuerzas espirituales o po­
lítico-nacionales, de la mentalidad o del estilo colectivo de su época.
No debe tenerse miedo de las pruebas que esto puede conllevar. En
todo caso es preciso intentar manifestar, claramente, completamente,
la cualidad única de su personalidad. En el nivel individual, existe el
peligro de una actitud dictatorial, con el deseo de imponer la ley en
su medio social. Será necesario atemperar su vehemencia, su fariseís­
mo. No se debe querer conseguir su objetivo en contra de todo y de
todos; hay necesidad de compasión y de dominio. En el nivel trans­
personal, puede haber una «visita» de poder cósmico que reorganice,
regenere la actitud y permita una vida de mayor proyección social.

Ejemplos

Graham Bell (teléfono): Aries; d'Annunzio y Proust: Tauro; Coc­


teau: Géminis; yogui Ram Das: Cáncer; el príncipe Carlos de Ingla­
terra y Mick Jagger (de los Rolling Stone): Leo; Copérnico: Virgo;
Goethe: Escorpio; Abraham Lincoln y Alfred de Musset: Piscis.
CAPITULO IV

LA CASADOS

En esta segunda fase del ciclo individual, nos encontramos


TODO lo que será necesario para manifestar concretamente nuestra
egoicidad, durante esta vida: TODO lo que la raza, la nación, la fa­
milia nos ha legado, TODO aquello que es el fruto de encarnaciones
pasadas y que nos da, esta vez, bajo nuestra propia óptica, el senti­
miento de nuestro valor personal.
Esta Casa se refiere pues a nuestro cuerpo y a los instintos, a los
sentimientos y pensamientos que caracterizan nuestro temperamento
personal, a los dones especiales o a las debilidades innatas. Abarca
todo lo que el «yo» de la l puede utilizar, diciendo: Eso es «para
mí», para demostrar personal y socialmente su egoicidad. Es la sínte­
sis de todos los elementos heredados de un pasado racial, familiar y
personal, síntesis que servirá al alma para conseguir el objetivo de su
encamación. La estructura de la persona y su destino se encuentran
en 1; la 2 nos enseña lo que se debe utilizar para transformar a esta
estructura en viva, en un primer tiempo, y lo que es necesario trans­
formar progresivamente si verdaderamente se desea ser un individuo
actuando en función de su destino potecialmente único.
La Astrología tradicional tan sólo reconoce las posesiones de la
segunda Casa en el nivel social y material: el dinero, los bienes. En el
Tratado de Astrología de André Barbault, la 2 se refiere al «mundo
del tener, al dinero, a la fortuna personal, en particular lo que es ad­
quirido por sus propios medios». Pero en efecto, aparte de estas po­
sesiones adquiridas existen también las posesiones heredadas por las
que no se ha hecho ningún esfuerzo particular: primero el cuerpo y
enseguida, todos los elementos materiales y psicológicos que nos son
necesarios, se nos ha dicho, absorber para poder funcionar, no sola­
mente como ser biológico sino como persona que tiene un nombre y
una etiqueta social.
74 La rueda de la experiencia individual
Aceptamos en general de una manera inconsciente y automática,
todo lo que la 2 nos ofrece como medios. No buscamos ser conscien­
tes de ésto y aún menos utilizarlos de manera significativa y creado­
ra, según el objetivo propuesto por el Ascendente. Nos identificamos
con las posesiones en lugar de utilizarlas objetivamente. En efecto,
cuando la 2 está acentuada en e'l tema natal y/o por progresiones y
tránsitos las experiencias de la vida nos inducen a volvernos más ob­
jetivos frente a nuestras diversas posesiones, bien sea en uno u otro
plano. Nuestra actitud habitual se cuestiona o puede hacernos sufrir.
Uno se individualiza en la forma y en la medida en que se intenta es­
coger conscientemente lo que se quiere aceptar como perteneciente a
uno mismo. Y esta- elección puede hacemos sufrir porque no se quie­
re lo que se posee o se quiere lo que no se posee. En efecto, sin las
tradiciones, los conceptos, los sentimientos y los hábitos adquiridos y
enraizados en las sangre de la raza, la mayoría de las personas cree­
rían que no existen. La 2 deberá sin embargo enseñarnos que es ne­
cesario hacer una separación personal con un solo objetivo: el de un
empleo deliberado y creador de aquellas, entre nuestas posesiones,
que pueden servir verdaderamente al objetivo de nuestra vida, y so­
lamente aquellas.
Lo que importa espiritualmente, es el empleo que se hace de es­
tas posesiones, empleo que no depende ni de la cantidad, ni de la na­
turaleza de estas posesiones; es la calidad del empleo lo que cuenta.
Demasiadas personas viven el servicio de sus posesiones, que inten­
tan hacer fructificar, o bien están constantemente preocupadas por
lo que les falta. Otras en lugar de actuar como autenticos individuos,
se comportan según el esquema de su sociedad, de la moda, de la re­
ligión tradicional. Se valoran sus posesiones, heredadas o adquiri­
das, según el empleo que hace todo el mundo. Se desea que su cuer­
po sea como el de todo el mundo, según la moda actual, si la delga­
dez está de moda, todo el mundo quiere adelgazar y sufre cuando no
es posible. Cada cual quiere ser sexualmente atractivo, según la
moda actual. Cada uno utiliza sus capacidades intelectuales para bri­
llar o dominar, según los conceptos que condicionan a la sociedad ...
y así continuamente. No hay nada individual en todo eso, nada que
nos muestra lo que se posee a un nivel o a otro, porque, actuando
de este modo, se llega a pensar, que tan sólo es valioso, aquello que
todo el mundo quiere poseer.
El astrólogo debe pedir a las dos que le enseñe como utilizar lo
que posee de la manera más individual, más creativa, más generosa,
más noble y la más responsable posible. De hecho, es secundario
querer saber, si se va a poseer mucho o poco, si se puede derrochar
su riqueza, o si se debe luchar duramente por cada céntimo, si se tie-
La Casa Dos 75
ne un cuerpo sano que permite satisfacer todos sus deseos o un cuer­
po enfermo que obliga a economizar su energía.
Lo que poseemos, ya sea mucho o poco, es exclusivamente el me­
dio, el único medio, de que disponemos para poder dar cuerpo a lo
que somos potencialmente en 1. No se puede demostrar y probar a
los otros lo que somos, más que utilizando lo que poseemos. Y debe­
mos aún transformar estas posesiones heredadas y adquiridas para
adaptarlas al objetivo de nuestro verdadero ser esencial.
En 2, debe revelarse su verdadero valor personal, así como las co­
sas y las ideas que se encuentran personalmente valiosas y no porque
la sociedad les adjudique un gran precio. Esta Casa revela nuestro
sentimiento de «potencia» (o de impotencia) frente a no importa que
campo de experiencia; puede también sugerir una tendencia a un
complejo de superioridad o de inferioridad en un caso particular.
Hemos visto que la prueba de la 1 consiste en transformar su in­
dividualidad cada vez distinta y más precisa en vez de simplemente
diferente con relación a las otras individualidades. De la misma ma­
nera nuestras posesiones no tienen ningún valor espiritual si las utili­
zamos únicamente para acentuar nuestras diferencias, nuestro ego­
centrismo, nuestro orgullo, si las consideramos como privilegios. En
la vía de la transformación, es necesario utilizar los medios a nues­
tra disposición para vivir más eficazmente, más exactamente su des­
tino innato. Es preciso sentir o percibir intuitivamente lo que es po­
sible en medio de lo que se es, y adaptar el empleo de sus posesiones
al objetivo de la transformación.
La astrología no debería querer cuantificar a la manera de la
ciencia; ella trata ante todo de valores y de esfuerzos culitativos. De
hecho los planetas que se encuentran en 2 no se refieren a la canti­
dad, pequeña o grande, de las posesiones, sino a la actitud que se de­
berá tener hacia lo que se posee. El hecho de tener muchos planetas
en 2 no significa necesariamente que en principio las cosas van a
ocurrir en ese campo de experiencia. Eso significa más bien que lo
que ocurra en ese campo atraerá la atención de la persona de una
manera especial y tal vez compleja, según la naturaleza de los plane­
tas. El empleo conveniente de las posesiones va a desencadenar pro­
blemas que es preciso intentar resolver activamente, voluntariamen­
te. Una persona que tiene muchos planetas en 2 no es por lo tanto
muy rica o muy pobre en bienes o capacidades; más bien el empleo
de los bienes o capacidades que posee van a plantear problemas es­
pecíficos.
Los problemas significan siempre ocasiones de desarrollarse. Así
un planeta en 2 indicará la manera más adecuada que un individuo
tendrá para desarrollar y utilizar sus capacidades y su riqueza para
76 La rueda de la experiencia individual

hacer efectivo el poder que dará sustancia y cuerpo a su personali­


dad. La mejor manera individual, porque todas las otras formas
aportarán una realización menos compleja o permitirán una forma
de expresión personal menos única, menos significativa. Esta forma
individual, indicada por él o los planetas en 2, significa sin embargo
la necesidad de resolver constantemente ciertos problemas.
El Signo en la cúspide de la 2 indica la actitud de base que debe
tener el individuo hacia lo que posee «por derecho de nacimiento».
El planeta que rige este Signo indica el género de actividad o medio
por el cual esta actitud de base debe exteriorizarse normalmente de
la mejor manera. El o los planetas en 2 se refieren al género de acti­
vidad que el individuo, al madurar, puede utilizar para adquirir ri­
queza, posesiones o capacidades.
Tomemos algunos ejemplos. Si encontráis el Signo de Leo en la
cúspide de la 2, la persona debe abordar el empleo de sus posesiones
y capacidades a la manera de Leo. Debe ser individualista, hacer de
sus posesiones y capacidades un empleo emocional, drámatico, afir­
mativo, personal. Es necesario no tener miedo de hacer valer su per­
sonalidad y proyectarse con fuerza sobre la vida, ya que el Sol tiene
la regencia de Leo. Pero ldónde será preciso hacer valer estos princi­
pios o cualidades de Leo? En el campo de experiencias en el que se
encuentre el Sol al nacer. Por ejemplo si el Sol se encuentra en 8, es
en este campo en el que será concentrado el desafío de un empleo
leonino de estas posesiones y capacidades. Será preciso ser muy Leo
en su manera de abordar los resultados concretos de sus relaciones
humanas y de sus asociaciones de negocios. Es necesario ser un jefe
independiente, pero no compensar un sentimiento de inferioridad
social de una manera demasiado exagerada, demasiado emotiva.
Si, en este ejemplo, Marte se encuentra en 2, se podrá presumir
que la persona tiene una cierta dosis de agresividad en su herencia,
que tendrá tendencia a emplear sus posesiones y capacidades de una
manera impulsiva, ver imprudente -lo que podrá complicar e[ em­
pleo de las cualidades Leo en 8.
Si Urano se encuentra en 2, el desafío consistirá en ser un trans­
formador y cuestionar los valores heredados. Este hecho tendrá tam­
bién repercusiones sobre el empleo de las cualidades de Leo en 8.
Las Casas representan los 12 «campos de experiencias» funda­
mentales que nos permiten a cada uno llegar a la madurez psicológi­
ca y de esta manera realizarse en tanto que individuo. De esta mane­
ra, podernos decir que no estaremos jamás en plena posesión de
nuestros poderes y facultades (sentido de la dos) si no nos atrevemos
a realizar plenamente la experiencia de todo lo que la vida nos pre­
senta y encontramos la solución a los problemas que nos plantean.
La Casa Dos 77
Esta «plena posesión» es el objetivo final de todas las experiencias de
la 2. Los bienes materiales o el dinero, los inmuebles y una cuenta
bancaria no garantizan esta «plena posesión» de los poderes y capa­
cidades personales; de hecho, a veces, ocultan el problema principal
de la 2 y el medio de resolverlo. La «plena posesión» no se consigue
más que a través de un empleo significativo, intencional, creador o
transformador.

Planetas en Casa Dos

SOL

Cuando el símbolo de la energía vital está en 2, hay que utilizarlo


con el objeto de hacer valer su riqueza interior y exterior. Pero, aquí,
siempre existe el peligro de que las posesiones «utilicen» al hombre
en la medida en que la persona intente disfrutar de su posesiones y
acentuar la importancia de los privilegios que acompañan, en nues­
tra sociedad, las posesiones y el nivel social heredado.
Se es generalmente una fuerte expresión de su medio ancestral y
social, cuyos valores tienen tendencia a embrollar la visión indivi­
dualizada de la 1. Este hecho puede plantear muchos problemas so­
bre o en el camino de la individualización y exige una discrimina­
ción constante y mucha sabiduría. Con esta posición del Sol se
aprende hasta que punto es difícil justificar concretamente sus idea­
les originales; sólo una fracción de estos ideales se realiza ya que la
realidad resulta del encuentro de estos ideales con nuestros hábitos
establecidos.
Como siempre, cuando la persona no está aún en el nivel indivi­
dual, el Sol se manifiesta principalmente, por medio de las cualida­
des del Signo en el cual se encuentra. La voluntad solar está todavía
condicionada por los valores hereditarios y socio-culturales. La per­
sona aún no es capaz de movilizar sus energías para actuar de una
manera verdaderamente individual.

Ejemplos

Jacques Audiberti: Aries; Kant: Tauro; Maurice Chevalier: Vir­


go; Osear Wilde: Libra; Camus, André Gide y de Gaulle: Escorpio;
Flauberte, Uri Geller, Mahara Ji (conj. Saturno) y Stalin: Sagitario;
Louis Braille y Elvis Presley: Capricornio.
78 La rueda de la experiencia individual
LUNA

En 2, la Luna puede hacer de la persona alguien que es capaz de


responder a las necesidades de la época, de su nación o de su clase
social, ya sea en un plano u otro. Para Rudhyar, la Luna aquí es el
Anima-Animus, el intermediario entre el consciente y el inconscien­
te colectivo que habla a través de la persona. La forma o la estructu­
ra que será dada a la riqueza colectiva está indicada por el Signo en
que se encuentra la Luna.
La Luna en 2 indica que es a través del empleo de sus posesiones
de todas clases como la persona puede desarrollar sus sentimientos y
su sensibilidad hacia los otros. Habrá una necesidad constante de
adaptación a las exigencias de su psique y de su cuerpo, así como del
entorno. Es necesario permanecer abierto, aceptar las condiciones
cambiantes que dependerán a menudo de la actitud del público ha­
cia lo que se ofrece.
Si en el nivel transpersonal, el Sol representa la voluntad de par­
ticipar conscientemente en la actividad y en la conciencia del todo
más grande -la humanidad o, a un nivel menos global, su nación,
su comunidad, su grupo--, la Luna en 2 desea que se desarrolle la
apertura al descenso del poder, de energía o de inspiración que viene
de ese más grande todo. El Anima puede actuar bajo la forma del
«eterno femenino» que atrae al hombre hacia lo alto o bien de la
«mujer fatal» que lo arrastra hacia lo bajo o lo mantiene en el nivel
socio-cultural de actividad.

Ejemplos

Augusto Renoir: Aries; Lord Byron: Cáncer; Luther: Leo; Cho­


pin: Libra; Víctor Hugo: Sagitario; Mary Baker Eddy, Gustavo Doré,
Rudhyar y Lenin: Acuario; Paul Newman, Shelly y Miguel Angel:
Piscis.

MERCURIO

Hay naturalmente énfasis sobre los recursos intelectuales, pero


esto no quiere decir que la persona tendrá una mentalidad fuera de
lo común. El nivel de actividad de un planeta no está establecido por
el tema sino que depende de la persona. Lo mental debe producir co­
sas, pero no hay ninguna indicación de la calidad de lo que se produ­
ce. La persona puede centrar en ella ciertas necesidades mentales
existentes en la colectividad, lo que va a producir problemas en el
La Casa Dos 79
plano de percepción mental. Será necesario tomar decisiones menta­
les que exigirán el desarrollo de la discriminación frente a los desa­
rrollos colectivos. La persona puede ser un buen representante de la
mentalidad de su época o, si ella se individualiza, debe criticar esta
mentalidad. Puede ganar dinero por un trabajo intelectual, cultural o
técnico. En el plano transpersonal. Mercurio aquí quiere que se de­
sarrolle la capacidad de tratar las posesiones personales y colectivas
a disposición de una manera impersonal, sin emoción y según prin­
cipios cósmicos.
Ejemplos

Jean Anouilh y Cocteau: Géminis; Bemard Shaw: Cáncer; Auro­


bindo: Virgo; Liszt: Libra; Rimbaud y Gide: Escorpio; Uri Geller,
de Gaulle y Ramana Maharshi: Sagitario; E. Presley: Capricornio;
Miguel Angel: Acuario.

VENUS
Este planeta de cosechas -de resultados de la experiencia bajo la
fonna de escala de valores- tiende a hacer de la persona una especie
de culminación de ciertas tendencias ancestrales, culturales, colecti­
vas o sociales. Debe extraer una significación personal de valores pa­
sados y transmutar la fecundidad física -o los beneficios materia­
les- en alguna cosa que tenga una significación social y humana.
Algunas personas van a juzgar el valor de las cosas con relación a
su bienestar físico. Otras van a aplicar los juicios éticos y morales co­
rrientes el empleo de sus «posesiones». Otros incluso van a intentar
utilizar los valores culturales de que disponen para hacer valer su in­
dividualidad; serán creativos, pero a menudo con el único objetivo
de una auto-complacencia o de una glorificación del ego. En fin, en
el nivel transpersonal, esta posición de Venus indica una vida duran­
te la cual la sustancia (Casa 2) de la fonna de conciencia (Casa 1)
será proporcionada por el todo más grande o por la colectividad su­
perior. Se debe realizar una necesidad humana o planetaria particu­
lar, gracias a una fonnulación personal de valores culturales o espiri­
tuales o gracias al empleo personalizado de posesiones o de valores
económicos. En un plano más banal, esta posición de Venus puede
volver posesivo con tendencia a sacrificar el amor y el dinero.
Ejemplos

A. Renoir: Aries; Alexis Carrel: Tauro; J. C. Killy y A. Dumas:


80 La rueda de la experiencia individual

Virgo; Osear Wilde: Libra; Franco y Ramana Maharshi: Escorpio;


Puccini: Sagitario; Elvis Presley y Tolouse Lautrec: Capricornio;
Toscanini: Acuario.

MARTE

Con Marte en 2, debe haber un gasto constante de energía, de re­


cursos financieros o de capacidades innatas. Debe uno movilizarse,
poner constantemente en obra lo que se posee en todos los niveles.
Habrá un problema de destreza y motivación para evitar el derroche
y la ruina. Financieramente se puede estar continuamente sin dine­
ro, «en blanco». Benéfico es una especie de punta de lanza que dará
una dirección escogida individualmente a las energías colectivas.
Pero en los niveles biológicos y socio-culturales, existe el peligro de
ser un medium por impulsos instintivos, irracionales, de no actuar
más que en función de ganancias materiales, de ser agresivo, impul­
sivo y descuidado en su manera de emplear el dinero, la energía y las
posesiones.
En un plano puede haber problemas en la utilización de sus
músculos o de sus recursos sexuales. En otro, el problema puede
residir en la manera de movilizar sus recursos para realizar una
ambición social o cultural. En el nivel individual se tiene tendencia
a atacar, por razones egocéntricas, las tradiciones y costumbres de su
sociedad, o bien a seguir cualquier vía fanática, tal vez, en relación
con un gurú o una «causa» cualquiera. En el nivel transpersonal, la
voluntad marciana puede ocasionar problemas con relación a una
renuncia a las posesiones o a un empleo «normal» de ellas, incluido
el cuerpo.

Ejemplos

George Sand: Tauro; William Blake, visionario y pintor (conj.


Neptuno): Leo; Schweitzer y Mahara Ji: Escorpio; Mistinguet, Ravel
y Rimbaud: Sagitario; Edison, Marlon Brando y Goethe: Capricor­
nio; Leonardo da Vinci: Acuario; Maquiavelo y Herman Hesse: Pis­
cis.

JUPJTER

En 2, este planeta acentúa la capacidad de administrar y de acre­


centar sus posesiones. A veces, la persona se eleva poderosamente a
La Casa Dos 81
una posición de riqueza y de autoridad social o nacional. El proble­
ma principal consiste en saber si se va a actuar para querer poseer
siempre más o si se adoptará hacia las posesiones, una actitud que per­
mita ocupar un puesto de confianza frente a los otros y a la sociedad.
El poder y la autoridad que puede representar Júpiter pertenecen
a la sociedad. Si se utilizan solamente para sus propios fines se ten­
drán problemas. El destino encarga a la persona que tiene a Júpiter
en 2 de preservar, desarrollar y expandir el legado del pasado colecti­
vo. Si lo utiliza para alimentar su ego y para procurarse privilegios
sociales o religiosos, fracasa en su verdadera misión.
En el nivel individual, esta posición puede corresponder a un
sentimiento de superioridad con relación a las gentes que no «po­
seen» las mismas cosas; se las trata con condescendencia porque se
cree que su valor individual reside en una utilización personal de sus
medios -utilización que aún se juzga según los conceptos y hábitos
aceptados por la comunidad.
En el nivel transpersonal, hay que sobrepasar todo empleo de las
posesiones que sea motivado por los valores que venera la sociedad
actual. Hay que aprender a cooperar humildemente pero eficazmen­
te con los intereses de su grupo o de la sociedad.
Ejemplos
Graham Bel!: Géminis; Debussy (conj. Saturno) y A. Dumas
(conj. Venus y Saturno): Virgo; Thomas Mann y Mozart: Libra;
Charles Chaplin: Capricornio; Miguel Angel, Toscanini, Atan Watts
y Lady Di: Acuario.

SATURNO
Este planeta tiende a acentuar la inercia y los hábitos del pasado
y cristaliza a menudo las tendencias ancestrales o familiares bajo for­
ma de complejos. Si se desea alcanzar una situación socialmente
bien considerada será siguiendo una vía trazada por sus antepasados,
por su clase o por la tradición social o religioso. Esta posición no es
necesariamente una indicación de pobreza o de pérdida de fortuna.
Pero existirá la tendencia a reducir los gastos o aferrarse celosamente
a sus posesiones, porque este planeta simboliza nuestro deseo de se­
guridad.
En el nivel individual Saturno aquí sugiere que una actitud res­
ponsable hacia posesiones y su empleo puede estabilizar y asegurar
la validez de su sentido de egoicidad. No hay que tener miedo de ac­
tuar y de pensar de manera diferente de la media; hay que tener una
82 La rueda de la experiencia individual
destreza segura estable y distinta de aquello que se posee.
En el nivel transpersonal, es necesario transformar el deseo de se­
guridad relativo a las posesiones, lo mismo que a su empleo social,
en un estado de estabilidad psicológica. Hay que llegar a un punto en
el que sienta capaz de afrontar cualquier desafío sin dogmatismos.
Hay que integrar sus «posesiones» en una forma para focalizar, de
manera pura la identidad y lo que ella representa en el todo más
grande. Lo universal debe poder centrarse en lo personal.

Ejemplos

Willy Brandt: Géminis; Bemard Shaw y Julio Veme: Cáncer; Ro­


berto Assagioli (psicosíntesis): Leo; A. Dumas, Debussy, el príncipe
Carlos de Inglaterra: Virgo; Yogananda: Libra; Giscard d'Estaing:
Escorpio; Mahara Ji y Gandhi: Sagitario; Lady Di: Capricornio;
Nietzsche: Acuario.

URANO

Este planeta aporta a la 2 un fermento revolucionario que produ­


ce a veces conmociones extrañas o revelaciones espectaculares. Una
energía transformadora actúa en el cuadro de vida de la persona que
ha nacido con el deseo de cambiar o de poner vivamente en cuestión
el orden establecido de las cosas. A menos que sea alguien poco indi­
vidualizado, la persona que tiene a Urano en 2 jamás será conserva­
dora de su herencia personal y social. Algunos renunciarán a sus
posesiones o las perderán; otros renunciarán a su familia, así como a
su forma de vivir y todos sus esfuerzos se dirigirán a llegar a ser fi­
nancieramente independiente. Rudhyar sugiere que puede haber ta­
ras genéticas.
En el nivel socio-cultural, Urano actúa de manera colectiva, por
medio de cambios que tendrán lugar en la sociedad y en la cultura de
la persona y le impondrán cambios en el estado de sus posesiones.
Puede haber problemas de adaptación en las transformaciones que se
revelan necesarias en el empleo que se hace de su cuerpo y de sus
poderes y en el comportamiento social tradicional.
En el nivel individual Urano puede producir crisis sobre el plano
de las ideas recibidas concernientes a la naturaleza y empleo de las
posesiones y el comportamiento convencional del ego. Puede haber
también un don innato particular cuyo empleo obligue a poner en
duda muchos elementos tradicionales o a tropezar con la incom­
prensión de muchas personas.
La Casa Dos 83

En el nivel transpersonal, U rano en 2 pide la reorientación del


empleo de las posesiones, después del mensaje recibido de los planos
interiores del ser - que conciernen al destino de la persona en fun­
ción de su verdadero papel en el seno del más grande todo.

Ejemplos
Ringo Star (de los Beatles) y Barbara Streisand: Tauro; d' Annun­
zio: Géminis; Marconi: Leo; Balzac y Alice Bailey: Virgo; general
Franco: Escorpio; von Karajan y Flaubert: Capricornio; Gustavo
Doré y Alan Watts: Acuario; Paul Newman y Rodin: Piscis.

NEPTUNO

En 2, este planeta tiende a concentrar en la personalidad las fuer­


zas sociales o religiosas universalizadoras. Se puede ser un símbolo
suprapersonal de una clase, de un grupo, de una nación. De una for­
ma o de otra se hereda un destino colectivo o tal vez místico. El pro­
blema residirá en la manera de adaptarse, como individuo a esta
«misión» que cumplir, ya sea aparentemente constructiva o destruc­
tiva. En todos los casos existe el desafío de despersonalizar el empleo
de sus dones y posesiones, con el objeto de servir. Negativo, esto
quiere decir, que se tendrá la tendencia a creer que la sociedad debe
ocuparse de uno mismo: se vuelve parásito. En muchos casos existe,
en el dominio de las posesiones, una confusión profunda, un senti­
miento de lpara qué?
Existe la posibilidad de fraude o de decepción pero también de
poseer dones psíquicos o en el dominio de la música, del arte o del
cine. Neptuno en 2 desvanece el deseo de seguridad o la necesidad de
hacerse valer socialmente para obtener renombre, prestigio, autori­
dad y riqueza. Sobre todo en el nivel individual Neptuno aquí des­
personaliza las motivaciones, las vuelve más universalistas, humani­
tarias; no se desea ser pagado por sus servicios. Por otra parte y si se
tienen los medios se puede querer fundar firmas tipo multinaciona­
les.

Ejemplos
Henry Miller y George Washington: Géminis; William Blake y
Maria Antonieta: Leo; Charles Dickens y Newton: Sagitario; Swe­
denborg: Piscis.
84 La rueda de la experiencia individual

PLVTON

Cuando este planeta está en 2, intenta integrar energías sociales o


raciales a un nuevo nivel de acción. El impacto de esta integración
puede conmocionar al individuo cuyos poderes y dones heredados se
encuentran mezclados a un proceso más que personal. Es difícil ex­
plicar como eso se manifiesta en los casos particulares, sobre todo
porque Plutón es frecuentemente letra muerta sobre el plano psico­
lógico individual.
Por otro lado, Plutón simboliza también, según Rudhyar, la men­
talidad colectiva y el «estilo» de la época. En ese sentido Plutón en 2
sugiere una identificación fundamental con este pensamiento colecti­
vo o este estilo. Existe la posibilidad de llegar a ser una expresión
personalizada de ese estilo cultural de la época. Pero para conseguir­
lo es necesario renunciar a muchas cosas que tienen un valor perso­
nal pero que no son indispensables desde el punto de vista esencial.
Hay pues que rechazar en 2 toda posesividad personal e identificarse
completamente a una tarea más que personal. Puede tener a veces
obsesión del dinero o de aquello que representa el dinero como sím­
bolo de poder social, podrá hacer gala de una integridad absoluta. En
ciertos casos hay algo de fatídico en la forma en que se adquieren o
pierden los bienes.
Psicológicamente, habrá necesidad de controlar sus apetitos de
ser un buen administrador de sus bienes, de utilizar sus posesiones
para ayudar a otro: se da por ejemplo, su sangre para transfusiones.

Ejemplos

Renoir, Rodin, Ramakrishna y Abdul Baba (movimiento Bahai):


Aries; Alexis Carrel: Tauro; Malraux y Henry Miller: Géminis; Al­
drin, cosmonauta: Cáncer.
CAPITULO V

LA CASA TRES

El primer significado de esta casa viene del hecho que ella sigue a
las Casas 1 y 2. Cada uno de nosotros es un campo para la integra­
ción potencial de su visión individual (1) y de los hábitos adquiridos
(2). En 3 tiene lugar esta integración, que es a menudo un conflicto.
La calidad del entorno y de la mentalidad personal -condicionada
como está por la educación- decide en 3 de la forma en que el ego y
el hogar serán (en 4) alimentados preferentemente por las energías de
la 1 o las de la 2.
En todos los casos, los valores de la l y de la 2 deben encontrarse,
unirse, interpenetrarse y, si es necesario, luchar por la supremacía.
Esta integración, o esta lucha tiene lugar en el marco diario, por las
relaciones que establece con sus semejantes y las condiciones de vida
que ofrece la sociedad. Estas relaciones nos revelan lo que somos po­
tencialmente, ya que nuestros semejantes encarnan numerosos ele­
mentos humanos que nosotros poseemos, aunque no los deseemos.
En nuestro entorno, somos confrontados a los hábitos, costum­
bres y creencias propios de nuestra familia, a los vecinos, a los «com­
pañeros» de escuela, etc.; vemos todos estos factores colectivos en
acción. No podemos rechazarlos a menos de rebelarnos y de dejar el
entorno o de huir con los sueños y las fantasías.
Si, una vez vuelto objetivo y crítico a su parecer, rechazamos este
entorno, eso significa que la 1 - nuestro sentido innato de nuestro
carácter único - se ejerce tan intensamente que queremos repudiar
la 2 - el pasado colectivo y las tradiciones familiares y sociales que
hemos heredado. Pero tal repudio no quiere decir que no hayamos
heredado nada de esta naturaleza colectiva y ancestral; significa sola­
mente que le damos un débil valor reprimiéndola o no deseando re­
conocerle las manifestaciones. Si rechazamos ese pasado sobre ¿qué
basamos para dar cuerpo a nuestra visión y a nuestros ideales indivi-
86 La rueda de la experiencia individual
duales? A las reacciones de nuestro entorno a nuestra forma de utili­
zar lo que poseemos. Lo que importa en 3, es el ser objetivo frente a
las reacciones del entorno a nuestra manera de expresamos, gracias a
nuestras posesiones innatas y adquiridas. Estas reacciones nos van a
revelar en primer lugar nuestras limitaciones. Salimos al mundo in­
tentando hacemos aceptar, poniendo a prueba todas nuestras cuali­
dades innatas y nuestras ideas y ¿qué encontramos? Que, frecuente­
mente lo que somos, hacemos o decimos disgusta a ciertas partes de
nuestra comunidad. Ella puede ignorar nuestras necesidades y pro­
blemas o tener prejuicios contra lo que somos y hacemos. La insensi­
bilidad, ver enemistad del entorno, puede crear toda clase de obs­
táculos, pero son precisamente estos obstáculos, estas limitaciones
las que nos van a permitir descubrir nuestra auténtica fuerza y en­
contrar los medios para mantener la cabeza alta frente a los desafíos
y pruebas de la vida diaria.
Conociendo nuestras limitaciones podemos pues definir mejor lo
que somos y el valor de lo que poseemos. La 3 nos va a enseñar la
mejor manera, para nosotros, de unirnos a las personas y a las cosas
en nuestro entorno inmediato; la mejor manera de probar a los otros
lo que somos esencialmente como individuo.
Naturalmente hay entornos más hostiles o más difíciles que otros.
Pero hay que admitir que el entorno en el que se ha nacido nos pro­
vee de lo que es necesario para descubrimos y conocer poco a poco
el mejor medio de utilizar nuestros dones y posesiones de nacimien­
to. Si el entorno es duro, será porque debemos desarrollar la fuerza
de carácter necesaria para hacernos un sitio. El problema consistirá
sobre todo en la forma de transformar nuestra fuerza potencial laten­
te en poder efectivo.
Algunos se van a someter al entorno, a aceptar pasivamente sus
condiciones o a desarrollar un sentimiento de inferioridad personal.
Otros van a luchar contra los impactos de la vida y otros a intentar
dominarlos por la astucia o incluso van a transformar los enemigos
potenciales en amigos o en servidores gracias al amor y a la bondad
que sabrán expresar. Pero, en este estado 3, la actitud es en principio
la del oportunista que va a sacar el máximo sin inconvenientes. Los
problemas de la 3 son problemas de relación (esta Casa forma parte
del triángulo que parte de la 7y comprende también la 1 1 ), pero de
relaciones vistas únicamente en función de la ventaja personal y de
lo que se puede obtener. Estos problemas serán por otra parte siem­
pre de naturaleza muy concreta, práctica e inmediata.
Incluso si se los aborda de manera idealista y muy poco práctica
se cree que se es práctico. Se desea demostrar su manera de relacio­
nar las cosas y las ideas, sus opiniones, y se debe hacer cuando la 3
La Casa Tres 87
está acentuada. De esta manera se aprende si su «modus operandi»
es el mejor o no: la experiencia vivida es aquí nuestra mejor enseñan­
za.
En el nivel biológico, esta Casa se refiere a los sistemas que adap­
tan la percepción interior de la egoicidad personal a los impactos re­
cibidos por los sentidos y que integran las células y órganos con mi­
ras a una operación orgánica total eficaz.
En el nivel psicológico, la 3 se refiere al desarrollo de la inteligen­
cia y de las facultades intelectuales. La lengua es la base necesaria
para el desarrollo intelectual. Sin ella es dificil expresarse o relacio­
narse personalmente con los demás, con la sociedad, con las genera­
ciones futuras. En el nivel intelectual, el lenguaje constituye la unión
entre las generaciones, entre el pasado y el futuro. Es por esto que la
Casa 3 se relaciona con los estudios que permiten integrar su origina­
lidad potencial (1) a los tesoros colectivos de la civilización (2). Ade­
más se puede en 3, comunicar los frutos de esta integración, oral­
mente o por escrito, a su entorno próximo o lejano.
Según Rudhyar, se puede definir la inteligencia como la capaci­
dad de adaptarse totalmente a las necesidades del entorno. Ella exige
el desarrollo del pensamiento que permite la asociación de las im­
presiones y sensaciones, de las ideas, de las palabras. Permite el em­
pleo eficaz del saber y del saber hacer: para ser uno mismo, para in­
tegrar las diferentes partes de uno mismo al nivel del cuerpo y de la
psique, para relacionarse armoniosamente a su entorno, para inte­
grar su pensamiento, las ideas y las palabras. Es la razón por la cual,
en «Tryptych», Rudhyar dice que en 3 afrontamos las pruebas de la
inteligencia, del pensamiento, porque es ante todo el carácter de
nuestro pensamiento el que decide nuestra manera de absober y, be­
néfico, de asimilar nuestras experiencias en el entorno. Si los valores
de la l predominan sobre los de la 2, la erudición y el saber basados
sobre la memoria de informaciones aprendidas, se vuelve sabiduría.
No se puede aprisionar la inteligencia en los sistemas o los dogmas
intelectuales. Pero en 3, la sombra de la inteligencia es justamente la
intelectualidad o el intelectualismo tan estimado por nuestros con­
temporáneos.
Cuando el astrólogo desea estudiar las condiciones de esta prue­
ba, así como el género posible o probable de integración fisiológica y
orgánica (gracias a los sistemas nerviosos) y el género de adaptación
psicológica a los factores colectivos que rodean a la persona en cues­
tión, se debe primero observar el Signo que está en la cúspide de la
Casa 3. Cada Signo establece una orientación particular hacia el en­
torno y una manera particular de utilizar el poder del pensamiento.
Se encuentra, en los manuales, una gran variedad de significados
88 La rueda de la experiencia individual
para los Signos del Zodíaco. Pero, para comprender la orientación
particular de una persona a las experiencias de la 3, sólo los rasgos
esenciales y fundamentales de los Signos son aplicables. Los encon­
traréis en el libro de Rudhyar «el Ritmo del Zodíaco» (Ediciones du
Rocher, 1981 ).
Seguidamente el astrólogo debe mirar en que Casa se encuentra el
planeta regente de este Signo. Esta Casa y este planeta van a indicar
la mejor manera de actuar según la orientación indicada por el Sig­
no, así como el campo de experiencia en el que es preciso aplicar
esta orientación. Esta manera de actuar (planeta) estará naturalmen­
te condicionada por los aspectos que recibe de otros planetas.
En fin debe observar si hay planetas en 3. Este (o estos) plane­
tas revelan la necesidad de estar particularmente atento a las expe­
riencias de la 3, así como la calidad de esta atención. Es preciso utili­
zar este planeta en sus adaptaciones al entorno, a los sistemas ner­
viosos y al desarrollo del pensamiento. Si no hay planetas en 3, las
adaptaciones al entorno no plantean problemas particulares para la
integración y el destino individual.
Tomemos un ejemplo. Digamos que el Signo de Piscis se encuen­
tra en la cúspide de la 3. Esto quiere decir que es preciso utilizar las
cualidades de este Signo como sustancia de su pensamiento y para
adaptarse al entorno. Cuando este Signo se encuentra en la cúspide
de una Casa, el género de experiencia unido a esta Casa puede pro­
vocar una crisis de conciencia porque se pone a prueba la elección
entre una forma tradicional y una manera nueva de actuar. La orien­
tación debe ser de naturaleza (Piscis) y por lo tanto basarse sobre va­
lores psicológicos e incluso religiosos y místicos. Deberá interesarse
ante todo en un pensamiento de vanguardia en estos dominios, para
todo el esfuerzo de describir y de vivir el proceso de individuación,
es decir el nacimiento del individuo fuera de la matriz colectiva. De­
berá interesarse en el pleno empleo de las energías inconscientes o
psíquicas con el objeto de integrarlas en la personalidad.
Júpiter y Neptuno son los dos planetas relacionados con la activi­
dad Piscis: Júpiter se relaciona con las actividades exteriores y socia­
les del Signo, mientras que Neptuno corresponde a las más trascen­
dentes. Tendremos pues que observar dos Casas para saber dónde es
preciso hacer valer más particularmente la orientación pisciana del
pensamiento. Si Júpiter se encuentra en 1, podemos decir que la per­
sona deberá aplicar su orientación pisciana del pensamiento a la
comprensión de ella misma y de su destino único. Será estudiando la
psicología de las profundidades y todo lo que atañe a la trascenden­
cia espiritual como llegará a conocer mejor su egoicidad. Si Neptuno
se encuentra en 7, la orientación pisciana del pensamiento debe tam-
La Casa Tres 89
bién tener un efecto sobre la forma de abordar las relaciones inter­
personales y la actividad en la comunidad. No es solamente en la
vida personal donde deberá escoger entre lo antiguo y lo nuevo, sino
también en la forma de concebir su participación en la obra del
mundo.
Supongamos por otra parte, que en el tema propuesto, Marte se
encuentra en 3. Eso significa que los problemas de la 3 tienen una
importancia particular, que la elección pisciana entre lo viejo y lo
nuevo no marchará sola, será necesario trabajar en el nivel del pen­
samiento, que habrá obstáculos y limitaciones que tomar en conside­
ración porque el entorno no está necesariamente acorde con lo que
se quiere ser y hacer. Todo dependerá del Signo donde se encuentre
Marte. Los problemas no serán los mismos si Marte se encuentra en
Piscis o se encuentra en Aries, porque en Aries, Marte acentúa el
impulso hacia lo nuevo, al futuro. Se podrá incluso deducir que los
problemas encontrados en 3 resultarán sobre todo la forma marcia­
na, impetuosa, voluntaria y tal vez fanática, de romper con el pasado
y de seguir las ideas nuevas. Por el contrario con Marte en Piscis, las
iniciativas están aún dominadas por el pasado; dicho de otra manera
se está atrapado por el esfuerzo de remontar el pasado más que por
el de luchar por el porvenir.
La 3 es una Casa mucho más importante de lo que nos hacen
creer los significados tradicionales. En ocultismo se dice que la ener­
gía sigue al pensamiento, que nuestros pensamientos condicionan lo
que somos capaces de llegar a ser. Así, gracias al desarrollo del pen­
samiento estamos a punto de llegar a ser en 3 aquello que somos po­
tencialmente en 1 o, en su aspecto negativo, se es la víctima incons­
ciente de las circunstancias del entorno circundante. En los momen­
tos en los que la 3 está acentuada podemos saber mejor donde esta­
mos y lo que somos capaces de conocer sobre nuestra egoicidad: es
preciso buscar los significados, establecer los contactos, buscar de­
mostraciones y pruebas.

Planetas en Casa Tres

SOL

Con esta posición del Sol, la capacidad de adaptarse creativamen­


te al entorno debe ser señalada. La personalidad puede irradiar una
cualidad de integración psicológica o una potencia de pensamiento
que tiene un efecto transformador sobre el entorno. Pero todo depen­
de de la clase de relación establecida entre el yo ( 1) y sus posesiones
90 La rueda de la experiencia individual
(2). Si la 1 domina a la 2, habrá un fuerte acento sobre la indepen­
dencia, sobre la capacidad de dominar el entorno y a las personas
por el poder de su pensamiento, por sus conocimientos y su saber­
hacer, por sus escritos o sus palabras, por la calidad y el contenido
de su memoria. Pero existe también la posibilidad de gran orgullo in­
telectual y de actitud autoritaria.
Es posible que el acento sobre la vida intelectual empobrezca la
vida de los sentimientos; es la actitud científica. Esta posición simbo­
liza al investigador, al hombre capaz de ligar, encadenar, adaptar, es­
tablecer significados relativos a las experiencias concretas. Debe in­
tentarse dar un sentido indifidual a los valores colectivos. Hay acen­
to sobre el análisis. El Sol en 3 simboliza frecuentemente el sentido
del humor del hombre de espíritu.
Cuando la 2 domina la l, tenemos al hombre de cultura, una
fuerte expresión de valores estimados en su sociedad o que caracteri­
zan a su familia. Se es una expresión, una culminación de tendencias
culturales pasadas.

Ejemplos

Dane Rudhyar: Aries; Krishnamurti: Tauro; Anouilh y Cocteau:


Cáncer; Bemard Shaw y Louis de Broglie: Leo; Liszt: Libra; Franco
y Churchill: Sagitario; Pasteur, Newton y Cézanne: Capricornio; Le­
wis Carroll y Rene Barjavel: Acuario; Flammarion, Miguel Angel y
el papa Pio XII: Piscis.

LUNA

En 3 simboliza una viva inteligencia o un intelecto que capta con


rapidez las implicaciones de una situación. Hay que mostrarse adap­
table a las exigencias de la vida diaria. El pensamiento está frecuen­
temente fuertemente teñido por los sentimientos, la imaginación, las
fantasías o por la acción de el Animus-Anima. Una mujer, que pue­
de ser una hermana o un familiar puede interpretar un gran papel en
el desarrollo.
En el nivel socio-cultural se es voluble y bastante sensible a las
influencias del entorno; se tiene tendencia a reaccionar a los aconte­
cimientos según el humor del momento.
En el nivel individual, la Luna puede llegar a ser la Musa, una
imagen de la mujer idealizada que estimula la imaginación. Se pude
buscar en una mujer, y probablemente al principio en la Casa mater­
na, una solución a los problemas de adaptación a la vida. Se puede
La Casa Tres 91

sufrir de una gran sensibilidad. Benéfico se puede aprender de los


otros una nueva forma de adaptarse a las nuevas realidades del en­
torno.

Ejemplos

Jung (conj. Neptuno y Plutón): Tauro; Marconi: Leo; Alice Bai­


ley y Manet: Libra; Edison, John Lennon y Hitler (conj. Júpiter): Ca­
pricornio; Henry Ford, George Gershwin y Lady Di: Acuario; Leo­
nardo de Vinci y Hermann Hesse: Piscis.

MERCURIO

Simboliza un intelecto agudo, una buena memoria, la capacidad


de comunicar a los otros y con los otros. Debe adaptarse al entorno
sobre la base de teorías o de principios establecidos intelectualmente.
Hay que intentar codificar, clasificar las experiencias como un inves­
tigador o un periodista. Se tiene agilidad intelectual y se saben utili­
zar hábilmente las palabras, pero no se es necesariamente profundo.
Existe el sentido práctico en muchas facetas, tendencia a desplazarse
mucho y a interesarse superficialmente en muchas cosas y en mu­
chas personas.
En el nivel individual, es necesario utilizar a Mercurio en 3 para
encontrar las bases conceptuales que despersonalizarán la adapta­
ción al entorno y darán un sentido más vasto a las experiencias per­
sonales concretas. Una vez que se encuentran estos principios y rela­
ciones cósmicas se está preparado para actuar en el nivel transperso­
nal en el que el intelecto no hace sino reflejar calmada y claramente
lo que le viene de la colectividad superior por su mente «abierta».

Ejemplos

Toscanini: Aries; Robespierre: Géminis; Blavatsky: Virgo; Mau­


rice Chevalier: Libra; Osear Wilde: Escorpio; Camus: Sagitario; Cé­
zanne, Pasteur, Puccini, Dickens y Mahara Ji: Capricornio; Rudhyar
y Flammarion: Piscis.

VENUS

Esta posición puede dar la capacidad mental de encontrar un sig­


nificado en todas las relaciones con el entorno. Permite también for-
92 La rueda de la experiencia individual
mular de manera estética o significativa los frutos de sus experien­
cias. Es necesario cultivar la capacidad de organizar las ideas y a las
personas, de poner orden en los acontecimientos porque se tiene un
espíritu de síntesis.
Algunos pueden sacar partido de un fuerte magnetismo en sus
contactos con el entorno. En todos los casos, es preciso irradiar una
fuerte simpatía para todos aquellos a los que se encuentra durante las
actividades diarias, introducir belleza, elegancia y armonía en la
vida.
En el nivel individual, se debe desarrollar la discriminación en la
elección de valores que se utilizan para dejar su impronta en el en­
torno. Hay que volver a valorar lo que la familia y la cultura tradi­
cional consideran como bello o feo, aceptable o rechazable, moral o
inmoral, verdadero o falso, en su forma de adaptarse a la vida. Es ne­
cesario cumplir sus tareas en la vida utilizando individualmente los
valores colectivos a disposición.
En el nivel transpersonal, en lugar de escoger sus valores con un
objetivo individual, es preciso hacerlo según un objetivo supra­
personal al que se desea dar una forma personal adecuada.

Ejemplos

Maquiavelo: Aries; duque de Windsor: Tauro; Kant: Géminis;


Bernard Shaw: Leo; Mick Jagger (de los Rolling Stones): Virgo; Mau­
rice Chevalier y Nehru: Libra; Liszt y Luther: Escorpio; Churchill y
Schweitzer: Sagitario; Pasteur: Capricornio; Cézanne, Flaubert, Ra­
vel y Rudolf Steiner: Acuario; Flammarion y Zola (conj. Urano):
Piscis.

MARTE

Debe intentarse iniciar cosas nuevas en el nivel de la actividad


mental. Eso quiere decir que se puede ser capaz de liberarse de mu­
chas cosas ilusorias sostenidas por la tradición y las personas de su
entorno. Hay que hacerse intelectualmente independiente.
Habrá tendencia a tratar los desafíos de la vida cotidiana de ma­
nera decidida, voluntaria, directa, lo que puede ocasionar conflictos
con la familia, los vecinos y los colegas del trabajo. En ciertos casos
se es capaz de curar a las personas mediante el empleo del prana. Se
actúa generalmente en función de su pensamiento, pero se es bastan­
te pragmático. Se estimula o se incita a los demás con sus ideas. Se
puede querer forzar impacientemente los acontecimientos.
La Casa Tres 93
En el nivel individual, Marte aquí quiere afirmar sus diferencias
con relación a los demás, y hace dificil una verdadera cooperación.
La ambición es personal más que social y uno se rebela cada vez más
abiertamente contra las formas tradicionales de actuar del entorno.
En otros casos se vuelve uno fanático o enteramente dedicado a una
causa o a un «maestro».
Cuando el nivel transpersonal se aproxima no hay que desear
quemar las etapas, sino comprender que una fuerte voluntad sólo no
es suficiente.

Ejemplos

Vivekananda: Aries; Degas: Tauro; Barbara Streisand: Géminis;


Cocteau: Cáncer; Blavatsky: Virgo; Luther: Escorpio; André Gide,
Giscard d'Estaing y Mitterand: Sagitario; Uri Geller y Pasteur: Ca­
pricornio; Víctor Hugo: Acuario; Miguel Angel: Piscis.

JUP!TER

La vida mental es expansiva, las ideas bien organizadas para sa­


car provecho de las condiciones del entorno. Puede haber una imagi­
nación constructiva, dones literarios. Se puede, por la magia de las
palabras, transmitir visiones expansivas y entusiasmadoras en el do­
minio de la religión, de la moralidad o de la economía.
En el nivel socio-cultural, se desea expandirse, triunfar, ganar en
prestigio, aumentar la extensión de su entorno. Se desea ser popular
y amado. Pero hay tendencia al fanatismo y al dogmatismo ideológi­
co. Es una buena posición para los viajes y la enseñanza. Bastante
convencional, se desea también aprender, se está dispuesto a coope­
rar, a trabajar en equipo, se es un buen camarada. Hay que desarro­
llar su capacidad de comunicar sus sentimientos e ideales.
En el nivel individual, es necesario intentar individualizarse, por
las experiencias de grupo, de compañerismo en el entorno. Pero hay
que evitar el deseo de renombre y de prestigio, el orgullo que sigue al
éxito de los esfuerzos. Se puede fácilmente sobreestimar la importan­
cia de su contribución al medio e incluso sufrir, como Hitler, de un
complejo de Mesías.
En el nivel transpersonal, el desarrollo de la compasión y de la
humildad es esencial, tanto en el plano intelectual, como en la vida
cotidiana con el entorno.
94 La rueda de la experiencia individual
Ejemplos

Alfred Musset: Tauro; Barbara Streisand: Géminis; Bismark y


Luther: Libra; Hemingway: Escorpio; Jimmy Carter: Sagitario; Rim­
baud y Hitler: Capricornio; Leonardo de Vinci y Pétain: Piscis.

SATURNO

Se aborda la vida diaria de manera práctica y pragmática o según


los dogmas e ideas muy conservadoras. Hay tendencias a depender
de la autoridad de sus mayores, sintiéndose limitado. Las condicio­
nes en el colegio y durante la juventud no son siempre fáciles y hay
falta de agilidad en las reacciones. Pero se puede consolidar su situa­
ción sacando partido de su gran concentración intelectual. Debe
siempre poner el énfasis en la forma, en la estructura. A veces se está
sometido a la tradición o al padre. El espíritu es demasiado ortodoxo
y retiene bien las ideas aceptadas. Se aprende despacio y tal vez difí­
cilmente, pero se continúa aprendiendo toda la vida. Se puede desear
o tener que trabajar durante mucho tiempo en solitario.
En el nivel socio-cultural, la seguridad - y tal vez el temor -
deciden la forma de adaptarse al entorno. Se desea el orden, hay so­
metimiento a las leyes o se llega a ser un jurista o policía. Se es disci­
plinado y se desea disciplinar a los otros, imponer su punto de vista
rígido sobre ellos, sobre todo en los pequeños detalles de ta vida.
En el nivel individual, se vuelve egocéntrico y se desea imprimir
la imagen que se tiene de uno mismo en el entorno.
En el nivel transpersonal, Saturno en 3 quiere decir que es en el
plano del pensamiento en el que será necesario transformar su acti­
tud hacia el entorno. Hay que prescindir de todo dogmatismo, cues­
tionar los principios personales y los demasiados estrechos, abrir su
espíritu a conceptos más vastos, más globales, que darán al ego un
papel menos central. Es preciso en lo sucesivo actuar de manera res­
ponsable con relación a un destino que se vuelve más que personal
en sus implicaciones. Hay que transformarse en un hogar, en una
lente translúcida para el alma. La seguridad ya no es la piedra angu­
lar. Hay que ver los hechos y las leyes establecidas por la lógica sa­
tumiana como demasiado limitadores y abrirse a lo que es «irracio­
nal».

Ejemplos

Maquiavelo: Tauro; Blavatsky: Virgo; Conan Doyle: Leo; Luther:


La Casa Tres 95

Escorpio; André Gide: Sagitario; Dickens: Capricornio; Verlaine y


Bertrand Russel: Acuario; Herman Hesse y el papa Pío XII: Piscis.

URANO

Las fuerzas de transformación actúan potencialmente a través de


las experiencias del entorno y en el dominio del pensamiento. La
vida diaria no es tranquila. Puede haber circunstancias curiosas que
rodeen la juventud o cambios repetidos que perjudiquen la educa­
ción y hagan sentir que se está mal adaptado, o incluso a veces, con­
mociones críticas. El ambiente familiar puede ser poco convencio­
nal. Hay tendencia a cambiar bruscamente de parecer. Se puede ser
autodidacta o estar fuertemente influido por los cambios socio­
culturales: la moda, el modo de vivir, los cambios políticos o econó­
micos.
En el nivel individual, la persona debe probar su individualidad
viendo otra cosa que una adaptación convencional al entorno. Una
tensión nerviosa o un profundo descontento individual son los signos
precursores de una posible transformación futura. Un libro, un poe­
ma, una palabra pueden catalizar un cambio.
En el nivel transpersonal, se debe intentar un cambio para actuar
como agente de transformación en el entorno, e introducir una ma­
nera más impersonal, más espiritual, de relacionarse a los otros, bus­
cando el bienestar de todos. El ejemplo y los ideales o ideas que se
manifiestan deben cuestionar todos los valores satumianos y dar una
visión más vasta de la realidad.
Ejemplos

Einstein: Virgo; Alejandro Dumas, Maurice Chevalier y Nehru:


Libra; Copémico y Yogananda: Escorpio; Vittorio de Sica: Sagitario;
Pasteur: Capricornio; Goethe: Acuario; Zola y Marlon Brando: Pis­
cis.

NEPTUNO
Influencias colectivas, de naturaleza social, humanitaria o místi­
ca, actúan en la vida intelectual y afectan profundamente la actitud
hacia el entorno. Estas influencias pueden ser constructivas o crear
ilusiones intelectuales y una situación confusa en la vida concreta
diaria.
96 La rueda de la experiencia individual

El pensamiento es intuitivo, vago o mediúmnico. Hay frecuente­


mente un interés por la parasicología y tal vez un don más o menos
valioso de clarividencia. Pero existe también el peligro de ser la víc­
tima de inquietudes extrañas, de alucinaciones o de sueños perturba­
dores. Algunos cambian de nombre o utilizan un seudónimo.
En el nivel individual, hay una apertura hacia una condición de
futura universalidad en el pensamiento; se desea expresar amor y
compasión en la vida cotidiana, no actuar socialmente de manera
ambiciosa.
En el nivel transpersonal, Neptuno en 3 abre el espíritu y el com­
portamiento a las influencias místicas e idealistas. Es necesario trans­
cender el deseo de brillar o de buscar la seguridad en el dominio so­
cio-cultural habitual y tratar de insertarse en el Todo Mayor con el
próposito de prestar servicio según sus capacidades personales.

Ejemplos

Vivekananda: Aries; Kant y Jung: Tauro; Malraux: Cáncer; Kis­


singer: Leo; yogui Ram Das y Mick Jagger: Virgo; Copérnico y Bal­
zac: Escorpio; Pasteur: Capricornio; Cézanne y Nietzche: Acuario;
Petain: Piscis.

PLUTON

Este planeta acentúa siempre la idea de una integración profunda


y lo más completa posible. Desea que se comprometa totalmente a
aportar una contribución valiosa a su comunidad o a toda la huma­
nidad en el campo de experiencia que nos indica la Casa en que se
encuentra. Esta integración puede hacerse en el plano personal y psi­
cológico. (Jung tenía a Plutón y Neptuno con la Luna en 3), sobre un
plano ideológico (Willy Brandt, Martin Luther y Mary Baker Eddy),
sobre un plano literario (Jean Anouilh, Gustavo Doré, Hans Chris­
tian Andersen y André Maurois en cuyo tema Plutón estaba en con­
junción con Neptuno).
Plutón en 3 es a menudo el ideólogo que quiere adaptarse al en­
torno según los principios cósmicos. Por esto es demasiado frío e in­
cluso duro en sus relaciones con el entorno, sin sentimentalismos. La
persona puede ser un extremista, un dictador, un político, un purista
intelectual, pero en todos los casos debe intentar explicar clara e in­
telectualmente lo que es, a su parecer, necesario para poderse adap­
tar constructivamente a las exigencias de nuestro mundo moderno.
Pero es necesario añadir que, en el tema de la mayoría de las per-
La Casa Tres 97
sonas, Plutón no representa ningún papel individual significativo. El
Planeta se refiere más bien al lugar del tema en el que las crisis co­
lectivas, sociales o políticas tendrán más influencia. En 3 indica tam­
bién la tendencia a someter su pensamiento a la mentalidad colecti­
va de su época o de su generación.
Ejemplos

Gustavo Doré: Aries; Jung: Tauro; Anouilh y Maurois: Géminis;


Brandt: Cáncer; Luther: Libra; M. B. Eddy y Andersen: Piscis.
CAPITUWVI

LA CASA CUATRO

La astrología humanista y transpersonal de Rudhyar da un senti­


do psicológico a los significados superficiales que se encuentran en
los manuales habituales. Esta profundización es muy necesaria para
la 4, Casa en general mal comprendida. El simbolismo tradicional
viene del antiguo concepto de una tierra llana, sólida, sobre la que se
construyen casas y en la que se recolectan frutas, verduras y riquezas
del subsuelo. Para la tradición es el hogar, el mundo familiar, los pa­
dres, la casa y el país natal, el hogar propio; nos da datos sobre los
negocios inmobiliarios y la muerte: el hombre debe volverse polvo.
Este significado superficial es naturalmente todavía válido. Debe­
mos, sin embargo, añadirle un sentido más profundo desde que sabe­
mos que la tierra es un globo y que, por este hecho: tiene un centro.
El Horizonte del tema es una porción de la superficie curva del glo­
bo, de manera que el centro de la tierra corresponde simbólicamente
al F. C. (Fondo del Cielo).
La 4 se extiende por lo tanto más lejos que al centro de la Tierra.
Prolongando el eje vertical Zénith-Nadir hacia abajo llegamos a las
antípodas, a todo el cielo, visto por aquellos que viven al otro lado
de nuestro planeta. A causa de la rotación axial de la Tierra, algunos
de estos cuerpos celestes pueden llegar a ser parte integrante de la ex­
periencia de una persona; pero, de manera general, podemos decir
que representan el contenido del inconsciente, la parte subjetiva del
ser.
Esta parte subjetiva del ser es el depósito del que surgirán las fa­
cultades, realizaciones y actitudes de una persona, bajo el estímulo
de contactos con el mundo exterior y los otros seres humanos. La 4
representa, pues, un conjunto de potencialidades y sentimientos
inexpresados, de influencias ancestrales y ambientales, de impresio-
100 La rueda de la experiencia individual

nes de infancia. Constituye la vida interior del ser, la raíz de sus in­
tuiciones, de sus sentimientos, de sus fantasías y sueños, de sus de­
seos subconscientes; los contenidos de su vida psíquica. Todo lo que
puede emerger en la vida consciente, «encima del suelo», tiene sus
raíces aquí y esta emergencia se llevará a cabo bajo el impacto de las
experiencias de relación con el mundo exterior y con los otros.
Sin embargo, la persona no llega a relacionarse verdadera y obje­
tivamente a los otros mundos y al mundo exterior antes de la Casa 7.
En las Casas bajo el Horizonte, y en 5 en particular no se une a los
otros; se expresa, se proyecta el contenido de su psique sobre un sue­
ño, una imagen, encamada por razones misteriosas y kármicas, por
otra persona.
Es preciso hacer observar aquí que, aunque analicemos las Casas
como una continuación, en la experiencia real «actúan» todas a la
vez; se interpretan. Pero, de hecho, antes de llegar al nivel indivi­
dual, cuando no se es aún más que una expresión no diferenciada de
la multitud, toda la vida subjetiva y psíquica del ser (las seis Casas
bajo el Horizonte) se establece bajo el poder dominante del hogar y
de la familia (la 4). El hogar y los padres constituyen el «eje» de la
persona y todas las otras Casas son «raíces secundarias» que contri­
buyen a sostener una vida interior homogénea, sólida, pero todavía
de hecho inadaptable e inadaptada. A este nivel, la vida interior es
una vida de sentimientos (palabra clave de la 4 y de todo el cuadran­
te norte-oeste). Se limita a lo que da un sentido de seguridad y de
fuerza que condiciona la evaluación de todas las cosas.
En 4, cada uno de nosotros tiene su propio sentido de estabilidad,
enraizado en el sentimiento de que «pertenecemos» a alguna cosa vi­
tal, fundamental, con un pasado y un futuro y raíces que nos aportan
vida. Cada uno tiene su cuadro de referencias que le permiten juzgar
si la persona o la experiencia con la que se relaciona tiene un signifi­
cado mentalmente hablando o le satisfacen emocionalmente.
En un primer tiempo, este marco está constituido por el hogar, la
familia y, más tarde, por la tradición social, religiosa, ética. Pero hoy
día, ya que el hogar y la familia no son tampoco tan seguros y homo­
géneos como en el pasado, hay problemas angustiosos. En nuestro
mundo moderno, la juventud está sometida, fuera de la casa, a tantas
influencias contradictorias que el hogar no constituye ya un marco
de referencia estable y seguro, un lugar en el que se puedan recupe­
rar las fuerzas. La familia ya no es esta base; digna de confianza, se­
gura, a la cual referir los conocimientos adquiridos y las experiencias
en el entorno. Todo cambia tan rápido, varía sin cesar, nada parece
digno de fe, permanente, y los sustitutos de un hogar disonante se re­
velan la mayor parte del tiempo inadecuados. lQué hacer?
La Casa Cuatro 101

El hecho de haber pasado de una imagen de la Tierra plana a la


esférica con un centro y el simbolismo que esto conlleva nos lo pue­
de decir. En vez de buscar la seguridad, la estabilidad en nuestras re­
laciones superficiales y nuestras posesiones materiales, debemos ac­
tualmente buscarlas en nosotros mismos, en el centro de nuestra na­
turaleza transformada en global.
En el nivel biológico y socio-cultural, esta experiencia de centro
y de globalidad no es todavía posible. Se es aún una criatura li­
gada al suelo productivo, generalmente enraizado en un lugar parti­
cular que se llama «mi país», «mi familia», etc. En tanto que miem­
bro de una comunidad, de una cultura, de una línea particular, se
está enraizado en el suelo psíquico colectivo que establece para sí el
modo de aprehensión del mundo y de adaptación a las presiones de
la sociedad. Al crecer llegamos al momento en que debemos seguir el
ejemplo de nuestros mayores, casarnos y establecer nuestro propio
hogar, nuestro puesto en la sociedad. En el nivel socio-cultural, el
mismo hecho se repite de generación en generación y encuentra su
simbolismo en la 4. Cada uno desea establecerse según los valores
que dominen su psique, enraizarse, llegar a ser una persona concreta
en el mundo objetivo.
Siempre ha habido experiencias que trastornan ese deseo de esta­
blecer fundaciones seguras, psicológicas como también materiales.
Pero hoy en día estas experiencias obstaculizadoras se presentan so­
bre una escala mucho más vasta. Las guerras, la violencia, la rece­
sión económica, los conflictos incesantes entre individuos, la disgre­
gación de los valores sociales, destruyen los medios de establecer ba­
ses seguras. No se está seguro de lo que se es ni interior ni exterior­
mente.
La única solución es la de querer individualizarse, de contar úni­
camente con uno mismo. En lugar de buscar cimientos, una seguri­
dad, es preciso buscar su «centro». Al alcanzar su centro se puede,
como el planeta Tierra, llegar a ser un ser «global». Pero esto requie­
re un cambio en la cualidad esencial de la conciencia y de los senti­
mientos. Es preciso haber sentido la inutilidad de la búsqueda habi­
tual de cimientos, de seguridad. Nunca es fácil alcanzar el centro de
su ser global y, a menos de desearlo con todo su ser, es casi imposible
llegar allí. Es necesario mucha energía, una concentración de todos
sus medios con el único objetivo de llegar al centro, para que no sea
desviado en el camino por el descubrimiento de recursos o de «do­
nes» que nos empujan a detener allí nuestro camino. Si se tiene la fe
y el valor necesario para persistir, se debe llegar un día al centro, «a
ese punto en el ser donde todo irradia verticalmente del yo esencial y
creador» (Rudhyar).
102 La rueda de la experiencia individual

En el centro todo se equilibra perfectamente; desde su centro uno


se puede mover en todas las direcciones, de forma que, lejos de ser
un concepto estático, el hecho de encontrar su centro quiere decir
que se empieza a actuar en los sucesivo de forma mucho más diná­
mica y creadora. Si no es éste el caso, no se ha llegado aún al verda­
dero centro. Incluso, si el esfuerzo por llegar no ha sido bastante ar­
duo, bastante decisivo, lo que se alcanza no es aún el verdadero cen­
tro.
En el nivel transpersonal se abre a aquel que ha llegado al centro
de su personalidad global, porque se comprueba que este centro es
también el de la Humanidad («la humanidad común de los hom­
bres» de Rudhyar) o se llega a encontrar la Fraternidad de los seres
que forman la colectividad «superior» en el seno de la cual es preciso
ahora funcionar en lugar de hacerlo en el nivel de la colectividad
«inferioD> que engloba a los que viven aún en el nivel socio-cultural.
La persona que participa pasivamente en la vida de su colectivi­
dad no es más que un especimen indiferenciado; no es aún un indivi­
duo capaz de manifestar concretamente la plenitud de su ser. Pero ya
se viva como especimen de su nación y de su cultura o como indivi­
duo que ha alcanzado su centro global, la cualidad de su vida básica,
así como los medios óptimos para llegar, están indicados por la 4. Se
encuentra aquí aquello que se presume seguro; aquello que ha pasa­
do por la individualización se siente seguro en 4 porque está «centra­
do», integrado.
A partir del nivel individual, la vida interior subjetiva y psíquica
de la persona toma, pues, un aspecto diferente, ya que la persona es
simbólicamente capaz de expresar creativamente en su vida cons­
ciente no sólo lo que está visible en su nacimiento encima del Hori­
zonte, sino también lo que está visible en los cielos en las antípodas.
Se ha vuelto un ser global, que actúa a partir de su centro individual
y que es capaz de revelar concretamente los poderes existentes en to­
dos los niveles de su ser total.
En New Mansions for New Men, Rudhyar, al hablar de la 4, nos
dice esto: En el nivel individual, se empieza a realizar que los dos
polos psíquicos, Hombre y Mujer, están tan activos uno como otro
en un solo individuo, a partir del momento en que se vuelve creati­
vo. El hogar es el símbolo de y la preparación para, la formación de
un alma individual, producto de lo que los hindúes llaman el «se­
gundo nacimiento». Cuando el alma, la identidad potencial de la 1,
se encarna verdaderamente en la personalidad en 4, la individualiza­
ción está realizada. Hasta donde esto es posible, las experiencias re­
sultan de la pulsación rítmica entre los dos polos psíquicos constitui-
La Casa Cuatro 103
dos por un homLre y una mujer, son un ensayo para objetivar esta
realidad espiritual que se debe, al fin, encontrar en sí mismo.
Por esta razón, las profundas modificaciones que tienen lugar hoy
día en los conceptos de matrimonio y de hogar tienen una importan­
cia muy grande psicológicamente hablando. Cada vez más y más las
personas son impulsadas a unir en ellos esos dos polos psíquicos
-macho y hembra- y a expresar la unión en una vida de individuo
creadora en la que domina el alma, el yo esencial, en lugar del ego,
el yo existencial.
Para descifrar el significado de la 4 en un tema, el astrólogo debe
en principio mirar el grado y el Signo que se encuentran en el Fondo
del Cielo. Estos factores indican la manera típica que tiene la perso­
na de abordar el problema de la estabilidad y de la integración global
de su ser en la continuidad de sus experiencias. Bien que se encuen­
tre la estabilidad que resulte de un contacto con el centro de su ser o
bien que se contente con buscar una seguridad temporal y una base
de acción en alguna fundación material, concreta y sólida, el Fondo
del Cielo enseña lo que el destino nos ha preparado. No nos enseña
hasta dónde se puede ir, ni lo que nos va a satisfacer, sino cómo hay
que abordar el problema como consecuencia de las experiencias des­
de el nacimiento.
La Casa en la que se encuentra el planeta regente del Signo del
Fondo del Cielo indica el campo de experiencia en el que se debe
concentrar su atención para encontrar una solución al problema de
la estabilidad. Este planeta indica qué género de actividad va a per­
mitir en ese campo de experiencia descubrir al máximo su fuerza in­
terior y la estabilidad.
El (los) planeta (s) en 4 indican qué actividades va a modificar y
colorear la búsqueda de estabilidad y del centro de su ser. No olvi­
déis considerar los aspectos del planeta regente y de los planetas en
4. El hecho de que no haya planetas en 4 no quiere decir que no pase
nada en ese campo de experiencias con relación a la familia, al ho­
gar, a los cimientos o que no esté interesado en la búsqueda del cen­
tro de su ser global. Esta falta de planetas significa solamente que en
esta vida, y por diversas razones, no existe la atención, la concentra­
ción necesaria para la solución de los problemas en 4. Puede ser que
el problema de estabilizarse, de centrarse haya sido resuelto «en el
pasado»; en todo caso, esta falta de énfasis indica simplemente que,
durante esta vida, es preciso concentrar su atención en otra parte,
allí donde estén los planetas.
Finalmente hay que decir que los ejemplos de personas «céle­
bres» con frecuencia no muestran el sentido de la 4. En 4 tocamos
las cosas muy íntimas, «por debajo» del interés superficial por los
104 La rueda de la experiencia individual

negocios inmobiliarios, la búsqueda de petróleo o de uranio, el ho­


gar, o por el establecimiento de un ego -un yo existencial- fuerte.
He aquí, sin embargo, algunas sugerencias relativas a los planetas en
4, con ejemplos.

Planetas en Casa Cuatro


SOL
La persona debe encontrar sus raíces profundas en la vida de fa­
milia o en sus contactos con sus padres. En otro nivel debe haber un
contacto profundo con su raza, su nación o los valores culturales de
su sociedad. Hay que intentar expresar los frutos de este contacto en
las obras personales.
Esta posición da seguridad personal y tal vez una vida interior
rica. Algunos se interesan por el pasado, por la tradición con una T
mayúscula, como fuente de verdad. Otros se vuelven hacia su heren­
cia, sus tierras y la riqueza que ellas contienen. La búsqueda de segu­
ridad puede llegar a ser el motivo principal u ocasionar preocupacio­
nes, en el nivel socio-cultural; hay tendencia a ser conservador. El
éxito interior o exterior de la vida depende en gran parte del punto
donde se establezcan sus límites personales, psicológicos o sociales.
En el nivel socio-cultural, como siempre, el Sol tiene un sentido
según el Signo más que según la Casa. Si, psicológicamente hablan­
do, no se es un individuo, el Sol en 4 sugiere alguien que encarne po­
derosamente las cualidades del Signo, como tipo de naturaleza hu­
mana particularmente señalado en la sociedad y la clase a las que
pertenece. Quiere situarse sobre la base de un comportamiento esta­
blecido colectivamente.
En el nivel individual, es en 4 donde comienza la búsqueda soste­
nida de su centro individual, lo mismo que la realización consciente
de sus potencialidades innatas.
En el nivel transpersonal, el Sol en 4 busca una participación en
la consciencia y en la actividad de un todo mayor, según su manera
de entreverlo. Este puede ser alguien que encarne las necesidades de
un grupo, de una clase, de una nación o de la humanidad entera.
Ejemplos
Zola, von Karajan y Marlon Brando: Aries; Petain y Maquiavelo:
Tauro; Alexis Carrel y Proust: Cáncer; Foch y Aleister Crowley
(ocultista inglés, «lmagia negra?»): Libra; Luther, Picasso y Gauque­
lin: Escorpio; Schweitzer: Capricornio; Giscard d'Estaing y Charles
Dickens: Acuario; Víctor Hugo, Ravel y Rudolf Steiner: Piscis.
La Casa Cuatro 105

LUNA

La influencia de la madre, de la familia y de las tradiciones cultu­


rales y nacionales es generalmente fuerte. Es difícil salir de la matriz
psíquica creada por esta influencia y de afrontar el mundo como in­
dividuo; se tiene miedo de crecer y de dejar el estado psicológico de
la infancia. Frecuentemente hay una fuerte sensibilidad psíquica; se
siente la atmósfera de los lugares, los cambios de humor de las perso­
nas. Pero, aunque se sientan intensamente las cosas, se tiene dificul­
tad de expresar positivamente la continuidad de estos sentimientos.
Se puede ser médium, clarividente, radiestesista. Se actúa o en com­
pleta armonía o en desacuerdo con el hogar. Se establecen hábitos,
automatismos precisos y rígidos. A menudo no se desea intimar más
que con un pequeño grupo de personas hacia las que se vuelve pose­
sivo, pues depende de ellas psicológicamente.
En el nivel socio-cultural, la Luna en 4 sugiere que la persona
base sus adaptaciones a la vida en los sentimientos colectivos esta­
blecidos por la familia, la educación, la moda.
En el nivel individual, la persona debe intentar dar una forma in­
dividualizada a estos sentimientos colectivos, en la cultura, en las ar­
tes. Puede también llegar a ser un sanador que canalice estas fuerzas
psíquicas, pero esto se es generalmente de manera mediúmnica o in­
consciente. En el nivel transpersonal la Luna viene a ser símbolo del
alma o de la Animus-Anima, este intermediario entre el «yo» indivi­
dualizado, y a la vez la colectividad socio-cultural y la colectividad
superior que constituye la realidad transcendente de la Humanidad.
Ella puede ser la Musa que inspira o la «mujer fatal» que intenta
mantener a la persona en el nivel socio-cultural.

Ejemplos

Zola: Aries; Alfred de Musste: Géminis; Annie Besant: Cáncer;


Roberto Assiagoli: Virgo; Blavatsky: Libra; Balzac, Mozart, Liszt y
Gauquelin: Sagitario; John Lennon: Capricornio; Sartre: Acuario;
Cézanne, Goethe y Simone de Beauvoir: Piscis.

MERCURIO

Se debe utilizar el intelecto, su capacidad de establecer los lazos


entre todas las cosas y de generalizar los resultados de sus experien­
cias bajo la forma de conceptos y de sistemas de pensamiento. Esta
será la mejor manera de encontrar bases valiosas para sí, por su ex-
106 La rueda de la experiencia individual
presión personal. Puede tener un gran poder de concentración men­
tal y la capacidad de percibir lo esencial en los sujetos de estudio. La
mentalidad se basa a menudo, en el pasado, en la Tradición o en las
ideas aceptadas por su cultura y su religión. El ambiente de la fami­
lia puede ser intelectual, lo que resalta el gusto de los estudios en la
casa. Puede existir mucha habilidad en el dominio doméstico para el
bricolage o las reparaciones domésticas.
En el nivel biológico, debe haber una buena integración de los
sistemas nerviosos, lo que puede, en algunos casos, permitir una
transmisión de prana a los demás.
En el nivel socio-cultural, Mercurio en 4 da buenas bases a la
mentalidad utilizada con fines sociales jupiterianos: riqueza, expan­
sión, prestigio.
En el nivel personal, es necesario cultivar una «mentalidad» ca­
paz de reflejar claramente lo que le viene de los niveles superiores de
consciencia. El intelecto debe funcionar según principios «cósmi­
cos», más que personales, valederos en todas partes.

Ejemplos

Zola y Leonardo de Vinci: Aries; Petain: Tauro; Louis de Broglie


y Foch: Virgo; el príncipe Carlos de Inglaterra, Picasso y Gauquelin:
Escorpio; Luther, Franco, Indira Gandhi y Yogananda: Sagitario;
Schweitzer: Capricornio; Giscard d'Estaing: Acuario; Ravel y von
Karajan: Piscis.

VENUS

Este planeta se encuentra cómodo en 4, ya que va a dar un valor


a las cosas esenciales. En 4 es capaz de dar una significación perso­
nalizada a los valores tradicionales en las artes o las otras manifesta­
ciones culturales. Trae armonía a la situación familiar, tal vez, inclu­
so la familia tenga una tradición estética.
En el nivel socio-cultural, se desea hacer valer a la familia o re­
presentar convenientemente la cultura de su país. Se siente que se
tienen más posibilidades de ser feliz expresando los valores acepta­
dos por su comunidad y su cultura. Se desea también crear una at­
mósfera armoniosa, bella, refinada, en el hogar y recibir amablemen­
te en él. Desea también rodearse de personas y de objetos de los cua­
les se siente necesidad para su bienestar y desarrollo.
En el nivel individual es necesario concentrar sus atención sobre
los objetos e ideales que se han seleccionado conscientemente en
La Casa Cuatro 107
función de su importancia para uno mismo, individualmente. Para
hacer tal elección es preciso evaluar de nuevo los valores culturales,
sociales y familiares, no aceptarlos como normales. Hay que estable­
cer las bases para una expresión individual y creadora, utilizar los
valores socio-culturales para hacerse valer. En algunos casos habrá
dificultad de expresar sus sentimientos personales fuera del hogar o
de su vida psicológica íntima.
En el nivel transpersonal, ya que se ha separado de los valores so­
cio-culturales de la colectividad inferior se empieza a buscar el dar
una forma individual a los valores espirituales que emanan de la co­
lectividad superior de la que se es consciente.

Ejemplos

Miguel Angel, Rudhyar, Pétain y Pío· XII: Aries; Ringo Star (de
los Beatles): Géminis; Corot: Leo; el príncipe Carlos de Inglaterra y
madam Blavatsky: Libra; Manet y Yogananda: Sagitario; André
Gide: Capricornio; Mahara Ji: Acuario; Víctor Hugo: Piscis.

MARTE
En .esta Casa de concentración y de integración de la energías,
Marte, planeta de exteriorización, no está cómodo. En el plano bio­
lógico y socio-cultural, estará acentuado el aspecto físico y las capa­
cidades musculares y sexuales, como base para afrontar la vida. Pue­
de haber un fuerte deseo de hacerse valer personalmente y de tener
éxito en la vida familiar, y la capacidad de trabajar para conseguirlo.
Pero algunos pueden ser demasiado agresivos y bruscos en el hogar.
Deben aprender que las explosiones de cólera o de violencia son una
expresión de un sentimiento de inferioridad y de inseguridad más
que la reacción a una falta de otro. Esta posición de Marte indica, a
veces, una gran devoción a uno de los padres o a un ideal.
En el nivel individual se rebela con bastante fuerza contra las for­
mas tradicionales y se hace a menudo de una manera demasiado ego­
céntrica o fanática. Sin embargo, si la persona se halla en la búsque­
da de su centro global, seguirá el camino con mucha fe y fervor.
Tendrá la capacidad de pasar los obstáculos y las capas superficiales.
Debe permanecerse firme y positivo frente a las presiones familiares
y a las actitudes tradicionales de su sociedad, incluso si la búsqueda
de sus propias bases exige un fuerte gasto de energía. Es en este nivel
en el que se hace prueba de intensa devoción hacia alguien, maestro
o gurú, que canaliza las energías.
En el nivel transpersonal, Marte en 4 es la voluntad, a menudo
108 La rueda de la experiencia individual
muy emotiva de avanzar en el camino hacia su centro o de llegar a
ser un combatiente en el ejército de la colectividad superior.

Ejemplos

Zola y Flammarion: Aries; Anouilh: Leo; Maurice Chevalier,


Manet y Osear Wilde: Sagitario; Thomas Mann: Capricornio; de
Gaulle y Puccini: Acuario; Simone de Beauvoir: Piscis.

JUPITER

En 4, este planeta de la gestión y de la buena organización permi­


te hacer fructificar los recursos personales de la 2 que llegan a ser
utilizables. Es un símbolo de expansión personal posible, sobre la
base de raíces fuertes y radiantes. Dicho de otra manera, es preciso
desarrollarse y expandirse partiendo de sus bases ancestrales, fami­
liares, o identificándose con su cultura o con la religión tradicional.
En el nivel socio-cultural, la vida psíquica y los sentimientos de­
ben irradiar y el hogar puede reflejar una riqueza material o psicoló­
gica. Es una buena posición para ejercer una profesión en casa. Pue­
de haber una vida social intensa en la casa. Se es confiado y optimis­
ta, a veces, orgulloso, satisfecho con sus antepasados. Cree en su va­
lor personal y en el valor de sus bienes y tradiciones. A este nivel la
búsqueda de seguridad o de estabilidad se hace estableciendo una co­
munión de sentimientos o ideales entre los miembros de la familia o
del grupo. Se busca la colaboración de otras personas para un objeti­
vo común. En el nivel individual, hay un fuerte deseo de llegar a ser
alguien importante y se tiene fe en sus medios. Las experiencias so­
ciales o profesionales desarrollan el sentido de su unidad y la con­
fianza en las raíces del ser. Wagner es un buen ejemplo de esta posi­
ción de Júpiter, ya que él ha revivido los mitos germánicos (las raíces
ancestrales) en sus dramas musicales. El orgullo puede ser un obs­
táculo al desarrollo espiritual. Uno se siente superior a los otros o
bien se cree miembro de una élite.
Para llegar a ser transpersonal es preciso sobrepasar esta tenden­
cia a realizar el camino hacia su centro global en el que se realiza su
función con relación a la colectividad superior, función que se cum­
ple con toda humildad.

Ejemplos

Mary Baker Eddy: Aries; yogui Meher Babá: Tauro; el duque de


La Casa Cuatro 109

Windsor: Géminis; Proust y Annie Besant: Cáncer; Wagner: Leo;


Marconi y Verdi: Virgo; Maurice Chevalier y Saint-Exupéry: Sagita­
rio; Camus y Vittorio de Sica: Capricornio; de Gaulle y Giscard
d'Estaing: Acuario; Verlaine, Goethe y Nietzsche: Piscis.

SATURNO

En 4 este planeta vuelve conservador e indica la importancia del


padre, para la vida interior, psicológica. Pero puede también signifi­
car un ser profundo y perspicaz. En algunos casos la vida parece
concentrar el karma familiar -o incluso nacional- en la persona
(ver el caso del zar Nicolás 11, asesinado con su familia por los bol­
cheviques: tenía a Saturno retrógado en Sagitario en 4, opuesto al Sol
y Mercurio, regente del Ascendente, en 10. El rey Luis XVI tenía
también a Saturno en 4, en Capricornio). De una manera o de otra la
persona parece soportar una carga fatídica o aparentemente injusta.
En un primer tiempo puede ser bueno no alejarse demasiado de
donde se está seguro, pero cuando llega el momento de individuali­
zarse estas ataduras a lo conocido, a lo consciente, llegan a ser un
obstáculo. Si la persona ha estado dominada por el padre o si el pa­
dre ha faltado, toda actitud puede estar dictada por el miedo y un
sentimiento de inferioridad.
En el nivel socio-cultural, Saturno aquí se refiere a la autoridad
de las leyes y tradiciones que dominan la toma de posición de la per­
sona. Hay acento sobre la seguridad, la moralidad, la conciencia, el
ego y, mentalmente, sobre la lógica, los sistemas y los dogmas. Se de­
sea controlar o disciplinar los sentimientos, los propios o los ajenos,
se busca un lugar estable, se desea hacer un nombre y vivir en la res­
petabilidad. En el nivel in9ividual, el esfuerzo se lleva sobre el esta­
blecimiento de un sentido de identidad único, de una imagen perso­
nal del sí, de una estructura de conciencia segura y estable. Se está
dispuesto a aprender del pasado de su cultura, pero con el objeto de
utilizarla como medio de expresión de su individualidad. Hay ten­
dencia a desear llegar a ser una autoridad, probablemente en algún
dominio especializado. A este nivel, se debe intentar descubrir el po­
der del «Padre interior», la ley o la finalidad de su propio ser. Los as­
pectos de los planetas Urano, Neptuno y Plutón se vuelven impor­
tantes porque, sin su mediación, Saturno en 4 puede tener una «in­
fluencia» demasiado estrecha, rígida y personal. Con Saturno en 4, y
según la mentalidad, la persona intenta ir al fondo de las cosas en el
dominio de su interés.
En el nivel transpersonal habrá necesidad de transcender las limi-
1 JO La rueda de la experiencia individual

taciones establecidas por Saturno, de abrir la consciencia individua­


lizada a lo que intenta introducirse allí, procedente de la colectividad
superior. El «centro-yo» cerrado debe llegar a ser un «centro-yo»
abierto más capaz de contener, de estructurar, lo que viene del in­
consciente colectivo.

Ejemplos

M. B. Eddy y von Karajan: Aries; Bernanos y Cocteau: Leo;


Louis de Broglie: Virgo; Berlioz y Richard Strauss: Libra; Eric Statie:
Escorpio; Hemingway, Liszt y Chopin (melancolía, frustación senti­
mental): Sagitario; Vittorio de Sica: Capricornio; Ravel, Schweitzer y
Marilin Monroe: Acuario; Falla, Sartre y Simone de Beauvoir: Pis­
cis.

URANO

Este planeta coloca un punto de interrogación después de cada


enunciado tradicional. Se cuestiona la autoridad de los padres, de la
familia; ningún fundamento parece sagrado. Lo que parece rígido y
estable se disloca. Puede haber cambios frecuentes de domicilio e in­
cluso exilio, sentimientos agitados, inquietos. A veces la inestabili­
dad de base produce un desquiciamiento de la personalidad: esquizo­
frenia, locura (Nietzsche, Beaudelaire). En otros casos, hay geniali­
dad, fuerte inspiración o un espíritu revolucionario. Esto, que es po­
sible, depende mucho de la posición de Saturno y de la Luna en el
tema porque U rano trastoca siempre lo que estos dos planetas repre­
sentan como actitud consciente en la vida.
Desde el punto de vista transpersonal, es preciso establecer las
bases de la expresión del «yo» sobre lo que ese «yo» concibe como
su función en el todo más grande. Uno debe atreverse a tomar posi­
ción delante del mundo de una manera que abra a las personas a las
que se está unido a horizontes más vastos que permitirán una expre­
sión más libre. La búsqueda de la estabilidad del centro no tendrá
fin.

Ejemplos

Nietzsche: Aries; Brigitte Bardot: Tauro; Proust: Cáncer; Schu­


bert: Virgo; Corot, Bismark, Luther, Hemingway y Saint-Exupéry:
Sagitario; Cousteau y Baudelaire: Capricornio; Saint-Saens y John
Kennedy: Acuario; Cézanne y Flammarion: Piscis.
La Casa Cuatro 111

NEPTUNO
En 4 este planeta puede crear una confusión en la búsqueda de
bases personales. Neptuno despersonaliza siempre de manera que lo
que se construye interior o exteriormente tiene tendencia a disgregar­
se constantemente de manera sutil. La búsqueda de la seguridad ha­
bitual se revela ilusoria. Neptuno quiere que se establezca su vida
personal sobre valores más que personales. Es por lo que, con esta
posición, se niega a menudo el valor del individuo como tal con rela­
ción a la sociedad, como en el comunismo y ciertas formas de socia­
lismo. En todo caso se intenta sobrepasar el nivel egocéntrico.
Neptuno puede disolver los límites normales y ancestrales de la
personalidad y del hogar. Dicho de otra manera hay, frecuentemen­
te, bajo la forma de alguna cosa o de alguien que nos fascina, un de­
safío de romper con los valores que procuran un sentimiento de se­
guridad a la mayoría de las personas. Neptuno en 4 no quiere que se
busque su centro individual, sino más bien que se asocie a alguna
obra colectiva o a un ideal universal -puede ser en el dominio de la
música, del cine- se olvida el yo y se abre, incluso sin haberlo bus­
cado verdaderamente, a fuerzas suprapersonales que vienen de la co­
lectividad superior. Por esta razón, Neptuno en 4 no actúa más que a
los niveles individual y transpersonal.

Ejemplos

Henry Ford: Aries; Herman Hesse: Tauro; Krishnamurti y el du­


que de Windsor: Géminis; Anouilh: Cáncer; Teilhard de Chardin:
Virgo; el príncipe Carlos de Inglaterra: Libra; A. Dumas: Escorpio;
Chopin, Liszt y Luther: Sagitario; Baudelaire: Capricornio; Cézanne
y Verlaine: Acuario; Freud: Piscis.

PLUTON
Esta posición pone el acento sobre un poder de integración poco
común que empuja al individuo a actuar de manera a veces belicosa
o despiadada, sobre la base de elementos que ha podido reunir con­
cretamente en su personalidad.
Si se da la talla necesaria y si se es capaz de vivir en el nivel indi­
vidual o transpersonal, se puede llegar a ser un símbolo de la cohe­
sión de algún grupo, espiritual, político, económico o racial y nacio­
nal. Se es ejemplo de una integración personal poco común.
112 La rueda de la experiencia individual
Ejemplos

Zola y Lewis Carroll: Aries; Petain, Toscanini y Vivekananda:


Tauro; Krishnamurti, el yogui Meher Babá y el general Rommel:
Géminis; Ronald Laing (antipsiquiatra), Elvis Presley y Norman
Mailer: Cáncer; Mozart: Sagitario; Víctor Hugo: Piscis.
CAPITULO VII

LA CASA CINCO

Esta Casa revela la cualidad de la liberación de poderes y capaci­


dades, que se han hecho suyos, en 4, de manera concreta y segura.
Hay un movimiento centrífugo que permite a los sentimientos de la
4 transformarse en emociones, movimientos ajenos a uno. Hay libe­
ración de una energía potencialmente creadora pero que se disipa a
menudo por falta de consciencia. Se expresa o se exterioriza según lo
que se es capaz de hacer.
En 2, se heredan ciertas energías propias de la naturaleza huma­
na, sobre la base de sus genes y de sus vidas anteriores. Primero, du­
rante la infancia intenta afirmarse poco a poco por su manera de
controlar y utilizar su cuerpo. Seguidamente gracias a las experien­
cias que ocasiona este esfuerzo de utilizar su cuerpo y a causa de las
reacciones del entorno a su manera de actuar se empieza a conocer
mejor esta naturaleza humana que se utiliza. Finalmente se llega en
4 a construir su propia personalidad, con un nombre, rasgos y capa­
cidades muy propios.
Puede parecer fácil decir «Yo soy Pedro o Juan» o el nombre que
se tenga. Sin embargo, delante de un público o de un grupo de perso­
nas que no se conocen particularmente bien, no siempre es fácil de­
cir su nombre claramente y sin una cierta emoción. La forma en que
una persona .anuncia su nombre puede ser reveladora de ciertos ras­
gos del carácter. Muchas personas tartamudean, son tímidas, no lle­
gan a pronunciar claramente su nombre, tienen una risa ne·rviosa o
bien nos arrojan su nombre como una bofetada.
No es por lo tanto suficiente sentirse seguro de sí mismo tan sólo
cuando se está aislado, en la familia o entre personas a las que se co­
noce bien (Casa 4).
Hay que poder exteriorizar, en 5, lo que se es, presentarse a los
demás de manera que te tomen en serio y causar un impacto en la
114 La rueda de la experiencia individual

sociedad. Es preciso poder anunciar lo que se es y quien se es. Dicho


de otra forma, es la manera de como se expresa el poder (descubierto
o establecido en 4) de su personalidad que hace que el mundo y los
otros nos amen o nos odien, nos sonrían o tengan miedo de nosotros.
El mundo nos va a preguntar: lQuién eres? Y, en 5, vamos a res­
ponder no solamente por nuestro nombre, sino también por nuestra
manera de ser, por nuestra actitud y también por nuestras pequeñas
manías. En 5 el problema reside pues en la manera de expresar lo
que se es individualmente y de acometer la obra de su vida sin perju­
dicar a los demás o a sí mismo.
Hoy día, querer expresarse, «realizarse» como dicen los america­
nos está de moda. Pero, si se pide a un consultante que diga simple y
claramente que es ese yo que desea expresar, y con que objetivo, la
respuesta es, frecuentemente vaga, no individual, dada sin convic­
ción. La sociedad nos ofrece escuelas y sistemas para desarrollar
nuestra confianza o para triunfar en la vida. Pero estas técnicas no
sirven en general más que para construir lo que Jung llama la perso­
na, esa máscara que se lleva y que se fabrica según lo que nosotros
creemos que la sociedad y los otros esperan de nosotros. Detrás de
esa máscara, ya sonriente, ya autoritaria, se oculta muy frecuente­
mente un alma humana aprisionada, débil, hambrienta.
Es preciso pues actuar en 5, no a través de una persona, una más­
cara, sino de manera que permitamos a los demás conocemos, según
nuestras acciones, nuestro comportamiento, nuestras creaciones que
deben ser una exteriorización de nuestra egoicidad, de nuestra vitali­
dad, de nuestros poderes o capacidades personales. Como hemos di­
cho es preciso actuar de forma que no nos perjudiquen ni a nosotros
ni a los demás.
En el nivel biológico, socio-cultural e incluso, al principio, en el
nivel individual, se es demasiado egocéntrico en 5 y no se piensa ja­
más bastante en los resultados de sus acciones o de sus palabras, en
la influencia que pueden tener sobre los demás. Se actúa ciegamente
o de manera explosiva bajo el impulso de sentimientos de orgullo, de
convulsión, de cólera las raíces de los cuales se encuentran en el mie­
do o en un sentimiento de inferioridad. Estas son las energías de la
naturaleza humana que actúan y no nosotros, en tanto que indivi­
duos. Son las energías de los instintos que se expresan y no buscan
más que la satisfacción del cuerpo, la defensa del organismo o su cre­
cimiento.
La Casa 4 es la Casa de los sentimientos porque se siente según el
género de personalidad que se ha llegado a ser en 4. Estos sentimien­
tos pueden ser conscientes, nacidos de valores y principios socio­
culturales reconocidos y asimilados, o bien pueden ser inestables o
La Casa Cinco 115

incluso incontrolables. Sin embargo, tales sentimientos en 4, tales


emociones en 5, a menos que haya obstáculos entre lo que se siente y
el esfuerzo de expresarlo en emoción. Se puede estar enamorado de
alguien pero ser incapaz de realizar la más mínima experiencia amo­
rosa a causa de un complejo de inferioridad o de una deficencia glan­
dularia. Esto se traducirá como una incapacidad de actuar como
amante; se siente uno torturado, se vuelve agresivo, violento o inclu­
so sádico. Según Rudhyar, se experimenta poderosamente en 5 el de­
seo de propagarse y de inmortalizarse. Cada organismo quiere hacer
inmortal a su esencia. Este es el sentido de las actividades procreado­
ras y creativas en 5., de todos los deseos de auto-proyección sobre el
ser de uno o de un bienamado/a, de todos los gestos drámaticos, de
los sacrificios personales necesarios en la educación de los niños que
llevarán su nombre.
Sin embargo, se puede, en 5, extenderse personalmente como ego
dejarse propagar; gracias a sus actividades, a un objetivo al que se ha
dedicado su personalidad en 4. La prueba de la 5 es también la de la
pureza (ver Tryptych, por Dane Rudhyar), de la capacidad de ser un
agente que permita la liberación, a través de él, de poderes que res­
pondan a una necesidad humana.
Ser puro en 5 quiere decir intentar expresar lo que se es de mane­
ra innata, como yo mismo y nada como otro. Actuar como yo­
mismo significa interpretar el papel que es el suyo en tanto que parte
consciente de un todo más grande. Es preciso estar maduro para la
necesidad inherente de ser conscientemente lo que se es y permane­
cer fiel al yo-propio y a su próposito esencial. Este próposito esen­
cial se encuentra oculto, sobreentendido en la clase de poderes y ca­
pacidades que se encuentran potencialmente en la persona en 4 y
buscan expresión en 5. Expresándose, la persona comprende poco a
poco la naturaleza de sus poderes y capacidades y, al mismo tiempo,
el objetivo esencial de su vida dharma. Se aprende gradualmente a
actuar conscientemente, según una motivación neta y clara, según
un objetivo meditado, se individualiza. Pero es preciso no solamente
aprender a interpretar su instrumento a la perfección, a desarrollar
plenamente la eficacia de su cuerpo y de su psique, sino también a
interpretar su papel en la orquesta de la humanidad, tal como exis­
ten en el «reparto» universal.
Seguidamente si todo va bien, viene el nivel transpersonal, en el
que se llega a ser consciente del papel que se puede interpretar en el
seno del todo más grande según la naturaleza de sus poderes perso­
nales. Se comprueba que la fuente del poder que anima los poderes
personales es el más grande todo, como el Sol es la fuente del poder
que los planetas distribuyen, cada uno a su manera y según su natu-
116 La rueda de la experiencia individual

raleza en el seno del gran todo que es el sistema solar. Al igual que
un planeta se intenta llegar a ser un agente puro del único poder so­
lar y un agente particular y diferenciado de este poder único.
El Signo en la cúspide de la 5 indica el género de expresión que
permitirá a la egoicidad verdadera revelarse activamente, en las cir­
cunstancias que condicionan el destino. El planeta regente de este
Signo indica, según su posición en Casa, el campo de experiencia
principal en el que es preciso focalizar esta expresión o quien la con­
diciona en primer lugar. Los planetas en 5 van a colorear los inten­
tos de auto-expresión así como la cualidad de la expresión. Ellos dan
indicaciones sobre la naturaleza emocional y sobre lo que la modifica.
Estas indicaciones no se refieren a lo que debe llegar en la vida,
sino a lo que está a disposición del yo para utilizarlo. No representan
una fatalidad, sino las ocasiones particulares y necesarias para exte­
riorizar y realizar concretamente su propia genialidad. Es pues preci­
so intentar utilizar de manera natural y espontánea las cualidades del
Signo en la cúspide de la 5 como material de base para la expresión
creadora individual, hay que aprender a utilizarlas plenamente.
Es preciso también comprender que la creatividad de una perso­
na no depende de la presencia o ausencia de planetas en 5. Alguien
que no tenga planetas en 5, como Rudhyar por ejemplo, puede ser
intensamente creador. De hecho, su creatividad no plantea proble­
mas; será natural y espontánea. Ya que no hay problemas ligados a
la creatividad, esta última no constituye en esta vida, el medio de de­
sarrollar su individualidad. El desarrollo consciente e individual está
siempre ligado a las experiencias de las Casas que contienen plane­
tas. Rudhyar tiene muchos planetas en 6; podemos deducir que, aun­
que él sea un creador innato, ha tenido sobre todo problemas de tra­
bajo y de técnica, problemas de salud y de adaptación de sus servi­
cios a la demanda. El crea, pero su realización individual no depen­
de tanto de la expresión de su genio creador como de su manera de
controlarlo, de dirigir y de utilizar lo mejor posible la expresión es­
pontánea de este genio creador.
Muchos astrólogos no comprenden la importancia de lo que aca­
bamos de decir. Según la tradición, es necesario un acento sobre la 5
para poder decir que la persona será un creador dotado, un gran
amante o un procreador prolífico. Esto no es exacto; un acento sobre
la 5 indica sobre todo que la atención de la persona estará constante­
mente atraída por las experiencias propias de la 5. Debe escoger
conscientemente, crear según sus medios, a un nivel o a otro, o bien
la vida le va a imponer problemas en las experiencias de la 5, proble­
mas que es preciso ver -nunca se repetirá bastante- como ocasio­
nes para desarrollarse conscientemente como individuo. Allí donde
La Casa Cinco 117

no hay problemas la vida fluye apaciblemente en el nivel biológico y


socio-cultural. No hay ninguna incitación a la individualización y,
mucho menos, a la transformación. Se individualizará y se transfor­
mará gracias a los problemas que resuelva, a las confrontaciones
aceptadas valerosamente, a las crisis que solas permiten una meta­
morfosis. Estos problemas, confrontaciones y crisis no se presentan
mas que en las Casas que contienen planetas.

Planetas en Casa Cinco

SOL

En el nivel de la expresión personal, lo que es posible en 5, de­


pende inevitablemente de lo que se ha asimilado, integrado, en 4.
Con el Sol en 5, es preciso poner mucha energía en el esfuerzo de ex­
presarse en el nivel donde eso es posible. Hay que atreverse a actuar
y correr riesgos, intentar crear, porque no es más que intentando ex­
teriorizar esos poderes y capacidades, como se puede tomar concien­
cia de su cualidad y de su valor.
Pero habrá pruebas relacionadas con el empleo de las capacida­
des y del poder personal. Hay tendencia a proyectarse con fuerza so­
bre los otros y a no ser siempre consciente de la fuerza de su perso­
nalidad, ni del efecto que sus actos o palabras pueden tener sobre los
otros.
En el nivel socio-cultural, el Signo solar marca y decide la natu­
raleza de sus proyecciones. No es necesario ser demasiado egocéntri­
co ni disipar sus fuerzas y medios en especulaciones o aventuras sen­
timentales.
En el nivel individual, hay capacidades de jefe en el dominio de
su expresión, pero no es necesario querer dirigir a los otros a toda
costa.
En el nivel transpersonal, es preciso aprender que el Sol es tam­
bién una estrella en medio de muchas otras. En lugar de querer tener
su «Corte de Versalles» hay que ser un agente de la Galaxia.

Ejemplos
Verlaine: Aries; Leonardo de Vinci, Lenin y Fred Astaire: Tauro;
duque de Windsor: Cáncer; Verdi y Clemenceau: Libra; Giradoux:
Escorpio; Gustavo Eiffel, William Blake y Jean Genet: Sagitario; Ni­
xon, Matisse y Yogananda: Capricornio; Mozart y Franklin Roose­
velt: Acuario; Ravel y André Breton: Piscis.
I 18 La rueda de la experiencia individual

LUNA

Los sentimientos deben ser vivos y se deben expresar con calor


emocional, pero también con sensibilidad e imaginación. Símbolo
del sex-appeal de las mujeres y también de los hombres dotados de
una fuerte Anima. La persona puede fascinar o encantar a los demás.
En el nivel socio-cultural hay tendencia a tener un temperamento
que busque los placeres y puede disipar sus fuerzas en distracciones
transitorias. Existe afección por las artes, por los espectáculos. Se
puede ser la víctima de cambios de humor, inestable en su compor­
tamiento e incluso esclavo de sus pasiones; todo depende del Signo.
La maternidad puede representar un papel importante en la vida
de las mujeres que tienen esta posición de la Luna y los niños cuen­
tan más de lo que es «normal» para la madre que debe, por este he­
cho, prestar atención para no ser demasiado posesiva psíquicamente
hacia ellos.
Los hombres que tienen la Luna en 5 pueden tener un complejo­
madre o buscar en las mujeres un sustituto maternal. En la vida de
un artista esta posición puede significar la presencia de una mujer
que inspira sus creaciones.

Ejemplos

Bob Dylan: Tauro; Rodin: Géminis; Norman Mailer: Cáncer;


Malraux: Leo; Femandel y Kissinger: Libra; Aurobindo, yogui Ram
Das, Matisse, Picasso y Maurice Chevalier: Sagitario; Hemingway,
Bismark y Goebels: Capricornio; Cézanne, Ravel y Gracia de Móna­
co: Piscis.

MERCURIO

Hay que ejercer su dones literarios o desarrollar otros medios de


comunicar ideas y sentimientos o los poderes innatos a su personali­
dad. La mentalidad, la inteligencia adquirida o el intelecto determi­
nan lo que se expresa o condiciona la realidad de las experiencias
personales.
En el nivel socio-cultural existe el peligro de querer someter todo
a consideraciones conscientes, verbalizadas, lo que impide el contac­
to directo con la realidad. En otros casos, la objetividad intelectual
está demasiado teñida por las emociones o deseos personales egocén­
tricos; pero se puede ser un buen intérprete.
En el nivel individual hay que intentar unir los frutos de la vida
La Casa Cinco 119

emocional e intelectual a su cultura. Hay que expresarlos intelec­


tualmente o utilizarlos para crear los sistemas de pensamiento.
En el nivel transpersonal, la mentalidad puede convertirse en una
lente diáfana o un canal para los mensajes procedentes de la colecti­
vidad superior. Pero es necesario evitar toda interferencia ligada a las
emociones o al intelecto personal: hay que despersonalizar la herra­
mienta mental, volverla pura y transparente.

Ejemplos

Verlaine, Marlon Brando, Charles Chaplin: Aries; Maquiavelo:


Géminis; Alexis Carrel: Cáncer; Louis Annstrong y Ringo Star: Leo;
Verdi y Clemenceau: Libra; William Blake: Escorpio; Manet y Ma­
tisse: Capricornio; Mozart: Acuario; Víctor Hugo y Rudolph Steiner:
Piscis.

VENUS
La persona debe actuar y crear porque el resultado de sus accio­
nes y creaciones es el mejor medio para darse cuenta de su identidad
y de su valor para los demás. Hay que procurar hacer aquello que
proporcione una satisfacción personal, aquello que tenga sus raíces
en uno mismo, o tal vez en la cultura de su sociedad, o en la tradi­
ción familiar.
Debe haber capacidades artísticas o bien se desea manifestarse de
una manera agradable y refinada. Es el símbolo de un amor que tien­
de a ser una proyección de las necesidades personales sobre alguien
el cual incorpora de este modo su imagen.
En el nivel socio-cultural, la persona es un reflejo de los valores y
corrientes estéticas, culturales y morales de su época los cuales no
piensa discutir; sigue las fluctuaciones de la moda en los diferentes
dominios.
En el nivel individual, se pueden incorporar en una forma parti­
cularizada ciertos valores de su sociedad, como Walt Disney con sus
dibujos animados en los cuales están tipificados la moralidad, la sim­
pleza y el sentimentalismo típico de muchos americanos. En el nivel
transpersonal, se expresan en una forma individual los valores de la
colectividad superior (Krishnamurti).

Ejemplos

El pintor Rafael (conj. Sol): Aries; Lady Di: Tauro; Krishnamur-


120 La rueda de la experiencia individual

ti: Géminis; Jean Genet y Gauquelin: Sagitario; Indira Gandhi y


Walt Diney: Capricornio; Giscard d'Estaing y Franklin Roosevelt:
Acuario; Augusto Piccard (bathyscaphe): Piscis.

MARTE

La persona debe expresarse con fuerza y convicción, ya sea física­


mente o psicológicamente. Los deseos buscan una rápida satisfac­
ción. Se es caprichoso e impetuoso. Es preciso darse, entregarse ente­
ramente a lo que se hace y no tener miedo de correr riesgos. Existe el
peligro de derrochar las fuerzas o los recursos o de querer vivir de las
especulaciones. Se proyecta poderosamente en el dominio de sus
competencias y frecuentemente en otros dominios también. Se tiene
confianza en sus medios para triunfar. Hay afección por los deportes
o las competiciones. No se debe jugar demasiado con sus emociones
ni con las ajenas. El dinamismo de Marte tendrá siempre necesidad
de ser juiciosamente controlado, canalizado. Su significado en 5 de­
pende también mucho del Signo y de los aspectos.

Ejemplos

Carlos Dickens: Aries; el papa Pío XII: Tauro; Maurois: Gémi­


nis; Willy Brandt y Kant: Cáncer; Ringo Star: Leo; Femandel: Virgo;
Kepler y Roberto Assaglioli: Libra; Giraudoux: Escorpio; el príncipe
Carlos de Inglaterra: Sagitario; Matisse, Liszt y Allan Leo: Capricor­
nio; Jimmy Carter: Acuario; Carlos Carter (astrólogo inglés): Piscis.

JUPITER

Cuando se desea ensancharse, expandirse socialmente, hay que


tomar la iniciativa por uno mismo, atreverse a expresarse, desarro­
llar la confianza en uno mismo y en su capacidad de conducir bien
sus empresas. No hay que tener miedo de las responsabilidades.
En el nivel socio-cultural, se tiene ambición social, en el sentido
en el que se desea que los miembros de su grupo -familia, empresa,
grupo cultural o espiritual- admitan su posición de jefe, capaz de
actuar por el bien de todos. Hay que vigilar para que el optimismo
no nos lleve más allá de nuestros medios de organización o de direc­
ción.
En el nivel individual, se tiene frecuentemente el sentimiento de
una «misión» que cumplir. Es una buena posición para un maestro o
La Casa Cinco 121

para un educador. Esta posición presenta el peligro del egocentris­


mo, de un sentimiento exagerado de su importancia y también un
deseo demasiado grande de satisfacciones materiales en los niveles
biológicos y socio-culturales. Se debe intentar (los sentimientos) ex­
presar con calor y generosidad.

Ejemplos

Bob Dylan: Tauro; Krishnamurti y Ramakrishna: Cáncer; Ber­


lioz y Foch: Libra; Giraudoux y Richard Strauss: Escorpio; William
Blake, Max Heindel y el príncipe Carlos de Inglaterra: Sagitario; Os­
ear Wilde: Capricornio; Ramana Maharshi y Freud: Piscis.

SATURNO

Este planeta que materializa nuestras diferencias individuales lle­


va a una expresión independiente y original. Se es demasiado orgu­
lloso y obstinado y se desea hacer todo a su manera. No se intenta
ser el jefe en el sentido jupiteriano sino más bien el «poder detrás del
trono», el elemento serio, seguro y estable en el grupo.
En el nivel biológico y socio-cultural, la expresión personal pue­
de estar demasiado dominada por el miedo, un sentimiento de infe­
rioridad o el deseo de seguridad. El complejo de inferioridad existe
sobre todo en las situaciones sociales estructuradas por un sentido de
jerarquía basado en las sangre o en la riqueza.
En el nivel individual, no se desea ampliar la creatividad sino
más bien espBcializarse y profundizar en las vías seleccionadas. Pue­
de aún haber sentimiento de inferioridad pero se está entonces dis­
puesto a hacer esfuerzos fuera de lo común para vencerlos o com­
pensarlos, lo que puede conducir a resultados poco comunes en la
vía de la individualización. Hay tendencia a expresarse de manera
austera, seria o a querer controlar rígidamente sus sentimientos. No
se detiene fácilmente porque se siente que incluso sus diversiones de­
berán servir un objetivo práctico.

Ejemplos

Helen Keller: Aries; Bob Dylan: Tauro; A. Maurois: Cáncer; Kis­


singer: Libra; Kipling: Escorpio; Matisse y Gauquelin: Sagitario;
Saint-Exupéry: Capricornio; Mozart, Churchill y Thomas Mann:
Acuario.
122 La rueda de la experiencia individual

URANO
Las fuerzas de transformación intentan aquí cambiar una expre­
sión egocéntrica en una expresión transpersonal. Pero en los niveles
biológico y socio-cultural, Urano trastorna el status quo creando una
insatisfacción incesante frente a lo que se está haciendo o creando.
En el nivel individual es en ciertos casos, una indicación de genio, de
una expresión transcendente o al menos original. En el nivel trans­
personal, un poder universal puede actuar a través del individuo ins­
pirándole creaciones que tendrán un alcance humanitario.
La actitud hacia el amor no es convencional. Se pueden tener hi­
jos que se salgan de lo común y que triunfen o fracasen de forma es­
pectacular. Muy individualista, la persona no es nada paciente con
los «burgueses» que ocultan sus impulsos más profundos. Sus hijos o
ella misma expresan ideas y deseos de una manera que ignora las re­
glas del «juego social».

Ejemplos

Elvis Presley, Grace de Mónaco y Verlaine: Aries; Petain y Bob


Dylan: Tauro; Vivekananda: Géminis; Alexis Carrel: Leo; Augusto
Comte: Virgo; Berlioz y Roberto Assagioli: Libra; Louis de Broglie:
Escorpio; Galileo: Sagitario; Nixon y Camus: Acuario.

NEPTUNO
Hay que reconsiderar su actitud frente a los sueños emocionales,
de la búsqueda del amor, de la especulación. Se es llevado a magnifi­
car y se puede creer en función de realidades globales. Se aspira a la
iluminación mística, pero puede perderse fácilmente en ilusiones, en
falsos paraísos de todas clases. Se puede buscar «lo anormal» en las
experiencias amorosas. Se tiene frecuentemente una personalidad
fascinante con un encanto etéreo. Puede haber también afección por
la música, el cine o el teatro, un fuerte idealismo sentimental. Hay
que transcender los problemas de expresión volviéndose menos ego­
céntrico, poniendo en duda la autoridad suprema del yo. Pueden
sentirse deseos de ocuparse de niños disminuídos o de jóvenes droga­
dictos.
Ejemplos
Mistinguett y Toulouse Lautrec: Aries; el papa Pío XII y Herman
Hesse: Tauro; Himmler: Géminis; Willy Brandt y Volguine (Neptu-
La Casa Cinco 123

no es símbolo de la astrología): Cáncer; Byron: Libra; Bismark y


Daumier: Sagitario; Manet: Capricornio; Rimbaud, Puccini y Ru­
dolph Steiner: Piscis.

PLUTON

La mejor contribución que se puede aportar al mundo es la capa­


cidad personal de tomar la iniciativa, la voluntad de asumir respon­
sabilidades sociales. Hay atracción por el arte de vanguardia, la dan­
za, el yoga.
En los niveles individual y transpersonal, es preciso intentar ex­
presar de manera significativa los frutos de la integración psicológica
adquirida, cuestionarse constantemente sobre la aportación social o
espiritual de aquello que se hace o crea.

Ejemplos

Flammarion y Nietzsche: Aries; Herman Hesse: Tauro; Ringo


Star y Barbara Streisand: Leo; Dickens, Flaubert y Pasteur: Piscis.
CAPITULO VIII

LA CASA SEIS

Nos acontece a todos comprobar por fin que lo que hacemos,


sentimos y pensamos no responde completamente al ideal de com­
portamiento y de realizaciones personales que perseguimos. Incluso
la persona más competente es consciente de ciertas lagunas porque
su competencia tan sólo es, generalmente, una máscara destinada a
ocultar su sentimiento de inferioridad, de incertidumbre, su miedo
de no triunfar. La enfermedad, el dolor, los conflictos interiores son
los signos de un fracaso relativo. En 6, vemos lo que debemos hacer
constatando nuestras lagunas y nuestros fracasos en la expresión per­
sonal.
Cuando estamos a la altura de lo que la vida nos pide, enseñamos
solamente nuestras capacidades para la obra. Pero cuando nuestras
capacidades no están a la altura de lo que la vida exige, físicamente o
mentalmente, nos revelamos entonces tal como somos como perso­
na. Nos revelamos en la calidad de nuestra reacción a la comproba­
ción de nuestras lagunas y de nuestros fracasos. No es nuestra capa­
cidad de actuar la que cuenta, sino la calidad de nuestro esfuerzo así
como el efecto de este esfuerzo sobre nuestro carácter.
Para que sea positivo, este efecto debe ser una transformación
-primer significado de la 6, Casa Cadente- de nuestra personali­
dad, incluso si no es más que parcial en un primer tiempo. Y esta
transformación debe alcanzar al empleo del cuerpo y de sus órganos
así como a los deseos de los instintos.
Así, buscamos en 6 una nueva forma de vivir, a continuación del
fracaso o de la decepción que sigue inevitablemente a toda actividad
egocéntrica de la 5 con vistas a expandirse o a inmortalizarse. ¿Qué
hacer para transformarse? Muchos creen que es simplemente necesa­
rio actuar contra los impulsos egocéntricos de la 5, por la disciplina
I 26 La rueda de la experiencia individual

o perdiendo su identidad en una devoción total a un gurú, a un


maestro o a un ideal.
Esta creencia viene del hecho de que las Casas 4, 5 y 6 son tres
formas de expresión del ego. La forma Casa 4, se manifiesta por lo
que es la persona concretamente y de manera continua y por las ex­
periencias en el hogar. La forma Casa 5 se manifiesta gracias a los es­
fuerzos, en todos los niveles posibles de expresión de poder que se
han incorporado en uno mismo en 4. En el nivel biológico es la pro­
creación; en los niveles socio-culturales e individuales, es la proyec­
ción del ego sobre la pantalla socio-cultural, sobre la base de los sen­
timientos y de la voluntad personal. La forma Casa 6 difiere de las
otras dos por las siguientes razones:
Nosotros sabemos que el Horizonte -las Casas I y 7- represen­
ta los dos polos de la consciencia humana: subjetiva el l, objetiva en
7. En 1, tenemos la proyección relativamente permanente de un sue­
ño o de una visión subjetiva de nosotros mismos. Las Casas que le si­
guen bajo el Horizonte se refieren en principio a la búsqueda de los
elementos que, en la experiencia parecen sólidos, seguros y perma­
nentes; y después al esfuerzo de dar expresión a estos elementos. El
ego establecido en 4 constituye, en un primer tiempo, aquellos que
parece a la persona uno punto de referencia estable para los diver­
sos acontecimientos y transformaciones con los que la conciencia
realiza la experiencia.
Este ego se expresa pues en 4 y 5; pero, en 6, su expresión debe
sufrir una transformación. Sabemos que el Horizonte, que simboliza
la conciencia, no es una línea recta, sino una curva que se desvía
desde la 12 hacia la 1 y de la 7 hasta la 6. Eso significa simbólica­
mente que la 6 se comprime en vista de lo que le sucederá en 7. El
ego retrocede delante de los nuevos problemas que le va a plantear la
7 en el nivel de las relaciones humanas. De hecho se encuentra fren­
te a una crisis de reorientación de todo lo que ha expresado en 4 y 5.
Debe aceptar conscientemente sus limitaciones y errores, de ello re­
sulta dolor o la necesidad de someterse a principios de comporta­
miento que frenan su libertad de expresión personal.
Dicho de otra manera la 6 representa una forma de expresión ne­
gativa, de auto-maestría de renunciamiento. Se siente la necesidad
de dedicarse a un personaje o a una causa que parecen incorporar las
cualidades necesarias para franquear la crisis. Esta dedicación es la
expresión de un ego que quiere negar su pasado y desea ardiente­
mente un estado futuro. De hecho, él se venera tal como desea ser
mañana; el niega lo que ha sido -y lo que es- y anticipa lo que
será.
Cualquiera que sea el medio escogido o impuesto por la vida, la 6
La Casa Seis 127

nos llama a la transformación. Cuando hay énfasis sobre la 6, por la


presencia de planetas en el nacimiento o por progresiones o tránsi­
tos, no hay que querer huir de esta llamada a la transformación.
Conformarse, limitarse a los hábitos y técnicas adquiridas es aceptar
una condición de existencia estática. Aquello que no se desea cam­
biar o mejorar se cristaliza en el nivel socio-cultural. Pero individua­
lizarse es llegar a ser eventualmente un transformador, si se utilizan
las crisis de la vida personal como trampolín para una metamorfosis.
En 6 el ego debe prepararse para una participación fructífera en
la sociedad en 7. Hay que prepararse para integrar el dominio subje­
tivo bajo el Horizonte al dominio objetivo de encima. Esta integra­
ción de lo subjetivo y de lo objetivo, del yo y de las relaciones del
ideal y de los hechos es la base de una consciencia global y de una
vida humana plena.
Según Rudhyar, la 6 nos presenta la prueba del sufrimiento y del
servicio. En esta Casa afrontamos las circunstancias que nos obligan
a ver y a sentir nuestras faltas. Este sentimiento de falta y de inferio­
ridad ocasiona un sufrimiento; puede ser también la consecuencia de
una enfermedad o de un fracaso. Abordar constructivamente tales
circunstancias desarrolla el valor; abordarlas negativamente, condu­
ce a la compasión de uno mismo y al abandono.
La capacidad de decir no al pasado y de anticipar el futuro es el
rasgo esencial de la 6. Cuando la Casa está acentuada, la persona
debe siempre pasar por una crisis que exige que vuelva la espalda a
una situación dada y que a continuación se oriente hacia un género
de vida que corresponda en primer lugar a su egoicidad verdadera. El
trabajo y el servicio -incluso militar-.constituyen ocasiones de ex­
perimentar una participación social, ocasiones que se ofrecen a un
ego aún demasiado centrado sobre sí mismo; es una experiencia que
despersonaliza.
El Signo en la cúspide de la 6 indica qué género de energía, qué
cualidad del ser debe ser utilizada para afrontar mejor las experien­
cias y algunas veces las crisis de las Casas. Desgraciadamente todos
estamos tan condicionados por las presiones de la familia, de la reli­
gión y de la tradición cultural y moral, que abordamos nuestras crisis
de reorientación y nuestros problemas de trabajo y de servicio, no
sobre la base de valores concedidos individualmente, sino como
miembros de una familia, de un grupo, de un partido, etc. Es algo o
alguien de un sistema u otro, político o intelectual, el que condicio­
na nuestras relaciones en estos momentos de transición potencial.
El planeta regente del Signo enseña, por su posición en Casa (y
también por sus aspectos), el campo de experiencia en el que se van
a encontrar los desafios y las crisis más importantes con vistas a una
128 La rueda de la experiencia individual

transformación potencial. Este campo establece también el género de


crisis y la forma en que el desafío se va a manifestar.
Un planeta en 6 indica qué recursos se deben utilizar para hacer
frente a sus crisis personales. Las actividades y facultades representa­
das por él o los planetas en 6 pueden exteriorizarse fuertemente en
los momentos de crisis así como en la ejecución regular de su traba­
jo. Indican también la actitud personal hacia la enfermedad y el pro­
blema de auto-disciplina.
Tomemos un ejemplo. Si Aries se encuentra sobre la cúspide de
la 6, la persona debe afrontar el desafío de la transformación a la ma­
nera de un pionero, creando valores relativamente nuevos. Ningún
desarrollo de la egoicidad será posible si ella se amolda a las tradicio­
nes socio-culturales, aunque él esté a punto de ser plenamente cons­
ciente de su bagaje y de sus limitaciones si se quiere orientar en una
nueva dirección. Es preciso tener el valor de tomar la iniciativa y en­
tregarse por completo al trabajo necesario. Hay que darse cuenta en
primer lugar es el yo-mismo, en tanto que ego, el que debe renacer.
La sociedad tiene necesidad de rasgos individuales de la verdadera
egoicidad personal, y no de la máscara, de la persona, modeladas por
la familia y la cultura, según los antiguos ideales.
Marte es Regente de Aries y se encuentra, digamos, en 3. En este
caso los desafíos y crisis de reorientación se sitúan principalmente en
el nivel de la vida mental y de los esfuerzos de integración al entor­
no, de manera personalizada. Hablando de Marte en 3, hemos dicho
que se debe intentar iniciar la búsqueda de cosas nuevas en el nivel
de la actividad mental. Eso quiere decir que se ha llegado a ser capaz
de liberarse de muchos valores ilusorios sostenidos por la tradición y
las personas de su entorno; hay que llegar a ser intelectualmente in­
dependiente. Si Marte se encuentra en Acuario, podemos decir que
las crisis de la 6 están unidas a los esfuerzos de ser un renovador en
el nivel de las ideas o bien son provocadas por la identificación, tal
vez fanática, a alguna tendencia progresiva social o en el comporta­
miento individual. Puesto que aquí Marte, es regente de la 6, el desa­
fío se va a manifestar en el nivel de la actividad marciana. Es un de­
safío en el plano de la acción, de la voluntad de tomar decisiones y
tal vez también en el plano de la expresión de los instintos y deseos
personales.
Supongamos también que Saturno se encuentra en 6. Esta posi­
ción de Saturno indica el género de poder, la actitud que es preciso
utilizar para poderse transformar. Se debe utilizar su capacidad inna­
ta de auto-disciplina, de trabajo, querer profundizar la mentalidad y
la conciencia, sobre todo identificándose a una aproximación tradi­
cional de la auto-transformación o a un «padre espiritual» o gurú.
La Casa Seis 129

De esta manera la persona puede llegar a ser a su vez un maestro de


la sabiduría solar, antigua y eterna.
Planetas en Casa Seis

SOL

La voluntad de la persona está en un estado «crítico», es decir


que ella no está ligada a una forma tradicional de actuar, pero, al
mismo tiempo no está, de hecho, completamente activa en función
de una nueva realización concerniente al objetico de la vida.
En general, la vida presenta la necesidad de pasar por una crisis
personal o social de orientación o de tomar la dirección de un movi­
miento que intenta la reorientación de los individuos -o de un gru­
po o una nación- en una dirección nueva.
Se debe ser trabajador y servicial o dedicarse a un personaje o a
una causa. Es necesario aceptar el cambio y el sentimiento de estar
en un estado «crítico» permanente, ya sea en relación a su propia
vida interior, ya sea en sus adaptaciones al mundo exterior. En el ni­
vel biológico puede haber problemas de salud o una falta de energía
por pérdida de control de sus emociones. Habrá tal vez necesidad de
un empleo concentrado de vitalidad o de voluntad para superar cual­
quier debilidad o los resultados de una expresión errónea o desviada
en 5. Se concede tal vez una gran importancia al dolor y al sufri­
miento o bien se sufre personalmente de precaria salud.
En el nivel socio-cultural, todo depende del Signo solar -en el
nivel biológico también de los otros-. Se debe aprender a organizar
bien sus energías, sus esfuerzos y probablemente también los de los
otros, porque siempre hay problemas que resolver en el dominio del
trabajo, según los valores sociales aceptados. Puede uno volverse in­
sociable y continuamente descontento con su suerte.
En el nivel individual, se está llamado a hacer pruebas de una de­
voción sin emoción, sin encanto. La calidad de la dedicación será
constantemente puesta a prueba, sobre todo en el nivel de la vitali­
dad y de la voluntad.
En el nivel transpersonal, se debe llegar a ser consciente de la ne­
cesidad de, estar dipuesto a, transformarse y también afrontar las cri­
sis inevitables con confianza en sus medios y su valor.

Ejemplos

Charles Chaplin: Aries; Bob Dylan: Géminis; el conde Hermann


Keyserling y Degas: Cáncer; André Maurois: Leo; Blaise Cendrars:
130 La rueda de la experiencia individual

Virgo; Enrico Fenni (físico atomista), Ronald Laing (antipsiquiatra)


y Allan Kardec (conj. Luna y Saturno): Libra; Edwige Feuillere y Vi­
vien Leigh (psicosis maníaco-depresiva): Escorpio; Mohamed Alí:
Capricornio; Manet: Acuario; Chopin: Piscis.

LUNA

Se debe ser consciente del hecho que es necesario emprender


cambios en su comportamiento habitual en la vida cotidiana; se pue­
de, por este hecho ser inestable. Frecuentemente, aunque se sienta
profundamente una necesidad de orientarse de otra forma, el yo exis­
tencial se resiste al cambio necesario.
En el nivel individual, es necesario alentar el deseo y la capaci­
dad de dedicarse a un trabajo o a una causa que se considere impor­
tante y que exija el desarrollo de un espíritu de sacrificio, de olvido
del yo y de humildad. Es necesario perfeccionar su adaptación a las
necesidades del momento, de manera autónoma e individual. Puede
ser capaz de remediar de manera práctica los problemas de expresión
de los otros. Es una buena posición para un trabajo en los servicios
públicos. Hay que evitar la tendencia a volverse demasiado inquieto.
Puede interesarSe por la salud, la suya propia o la de los demás.

Ejemplos

De Gaulle: Aries; el papa Pío XII: Tauro; Fred Astaire y Brigitte


Bardot: Géminis; Willy Brandt y Alexis Carrell: Leo; Cocteau y Gra­
ham Bell: Virgo; Alan Cardet y Louis Asmtrong: Libra; Berlioz y Ju­
lio Veme: Escorpio; Einstein y van Gogh: Sagitario; Indira Gandhi:
Capricornio; Nixon y Camus: Acuario; Vittorio de Sica y Modiglia­
ni: Piscis.

MERCURIO

Además de la necesidad que presenta esta Casa de interesarse por


los problemas y asuntos de alcance más que personal, Mercurio en 6
acentúa el empleo de medios intelectuales para encontrar la técnica
adecuada. Es preciso utilizar su tendencia al análisis, su buena me­
moria, para acometer un trabajo detallado o técnico.
En el nivel individual hay que llegar a ser mentalmente objetivo
frente a problemas que son de esencia emocional, lo que permite una
solución constructiva. Se debe también intentar comunicar las solu-
La Casa Seis 131

ciones encontradas, a través de sus escritos o en las conferencias o


consultas orales. Es necesario desarrollar el discernimiento, el espíri­
tu crítico, y no limitarse demasiado a sistemas o dogmas.

Ejemplos

Hitler: Aries; Jung y el duque de Windsor: Cáncer; el conde Her­


mano Keyserling: Leo; Berlioz y Kippling: Sagitario; Chopin y
Franklin Roosevelt: Acuario.

VENUS

Esta posición de Venus permite dar un valor constructivo a las


crisis personales y a las experiencias de transformación o de obtener
un sentido, ya sea en su propia vida o en la de otros.
En el nivel socio-cultural, se desea aportar armonía o un don de
organización al lugar del trabajo. Obtendrá buenos resultados si la
persona ama verdaderamente lo que hace. Se está capacitado para
discernir las diferencias de calidad entre diferentes objetos, materias
o personas.
En el nivel individual, debe haber, en el ideal, un espíritu de ser­
vicio basado en el amor. La comprensión de la significación que tie­
nen las crisis pueden hacerlas menos difíciles de soportar. Hay que
actuar siempre en función de lo que se encuentra valioso. El artista
que tiene esta posición de Venus, puede tener experiencias emocio­
nales difíciles, con el objeto de agudizar su creatividad o de propor­
cionarles la sustancia de creación que tenga un auténtico valor hu­
mano.
Ejemplos

Freud: Aries; Leonardo da Vinci y Marlon Brando: Tauro; Bob


Dylan: Géminis; Jung: Cáncer; el conde Hermano Keyserling: Leo;
Ronald Laing y Proust: Virgo; Bemard Shaw y Vivien Leigh: Libra;
Verdi: Escorpio; Kipling: Sagitario; Daurmier: Capricornio; Mozart
y Chopin: Acuario.

MARTE

Debe tener un fuerte deseo de disciplinarse o de trabajar con de­


voción por una causa, un objetivo que se permita transcender el ego.
132 La rueda de la experiencia individual

Se desea mejorar sus condiciones de vida, las técnicas de trabajo, ge­


neralmente por ambición. O bien desea uno perderse, fanáticamente
en el trabajo por una causa. Puede desearse sacrificarse por otro, fre­
cuentemente, inútilmente. Es una buena posición para un cirujano o
para alguien que desea combatir la enfermedad. Buen trabajador es
con frecuencia exigente frente a los otros; pero se agota a veces que­
riendo hacer demasiadas cosas.
En el nivel individual, la persona debe ser capaz de percibir a tra­
vés de las apariencias, de desprenderse de las superficialidades de la
vida, en su esfuerzo de transformarse. Se afrontan las crisis de la vida
personal con valor y voluntad.

Ejemplos

Rudolf Steiner. Tauro; Rudhyar y Mary Baker Eddy: Géminis; el


conde Hermann Keyserling y Himmler: Leo; Bemanos, Proust y Ro­
nald Laing: Libra; Berlioz, Clemenceau y Julio Veme: Sagitario; Bis­
marck, Copérnico y Alan Deo: Acuario; Franco: Piscis.

JUPITER

Con esta posición de Júpiter hay que intentar favorecer en el in­


dividuo o la sociedad, el desarrollo de todo proceso de metamorfosis
que se revele necesario.
En el plano socio-cultural, se está dispuesto a trabajar cada vez
que su esfuerzo permita o prometa expansión social, prestigio o
mayor riqueza. Se deben crear relaciones felices entre miembros de
diferentes capas sociales -entre patronos y obreros, cuadros y
miembros de la burocracia, entre maestro y alumnos, guní y
discípulos. Pero, si se pertenece al polo «positivo» de la relación es
preciso moderar su deseo de adulación, su auto-satisfacción.
En el nivel individual, hay que buscar las leyes o los principios
religiosos o espirituales sobre los cuales basar su vida de una manera
más significativa. Si hay énfasis sobre la salud, se deben elaborar for­
mas de curación más eficaces, más globales en su efecto.
En el nivel transpersonal, hay que considerarse como un devoto
servidor y eficaz de alguna cosa que sobrepasa el nivel de sus intere­
ses personales. Si se es sanador es preciso considerarse como un in­
termediario en la aplicación de energías espirituales o, al menos, su­
prapersonales. Si se trabaja en su propia transformación hay que per­
manecer abierto, optimista, confiado; hay que tratar de inculcar estas
cualidades de fe y confianza en aquellos a quien se trata de ayudar.
La Casa Seis 133

Ejemplos

Flaubert y Woodrow Wilson: Aries; Aldo Moro y Lenin: Tauro;


lngrid Bergman: Géminis; Alexis Carrell: Leo; Anouilh y d'Annun­
zio: Libra; Kissinger y Julio Veme: Escorpio; van Gogh, Clemen­
ceau y Roberto Assagioli: Sagitario; Manet: Acuario.

SATURNO

En el nivel socio-cultural un sentimiento de miedo o de inferiori­


dad puede afectar a la persona que trata de adaptarse a los otros y a
la sociedad. Sin embargo tomando conciencia de sus debilidades, se
puede estar dispuesto a trabajar más duramente, a disciplinarse más
que los otros. De esta forma se individualiza y se puede llegar a ser
para los demás un ejemplo de lo que es posible, a pesar de los handi­
caps en el camino de la metamorfosis.
En algunos casos, los problemas de salud física o psíquica blo­
quean el deseo de evolución o exigen un empleo no habitual de la
voluntad. En el nivel socio-cultural esta posición de Saturno, da fre­
cuentemente, una gran capacidad de trabajo, una buena técnica. La
rutina estabiliza el empleo de las energías. Se está dispuesto a aco­
meter tareas ingratas pero necesarias.
En el nivel individual y transpersonal, se está dispuesto a dedicar­
se a un maestro o a una causa, pero se debe vigilar para no llegar a
ser demasiado fanático y dogmático. El ego debe abdicar en favor de
una autoridad superior, no es necesario ya ser el esclavo de técnicas,
de dogmas o de sistemas; ya no hay que tener miedo de introducir
cambios fundamentales en la manera de concebir la función del indi­
viduo en la sociedad y la mejor forma de transcenderla.

Ejemplos

Ramana Maharshi y Flaubert: Aries; el papa Pío XII y Ansermet,


jefe de orquesta: Géminis; Henry Miller: Virgo; Alan Carbert y
d'Annunzio: Libra; Keppler: Escorpio; Clemenceau: Sagitario; Au­
rovindo: Capricornio; Bismarck: Acuario.

URANO

Hay que dejar libre curso a la intuición para guiarse en la elec­


ción de la orientación necesaria para hacer frente a los cambios so-
134 La rueda de la experiencia individual

ciales o al desafío de metamorfosearse. Debe haber un fuerte deseo


de transformarse o de cambiar las condiciones de trabajo, incluso si
ocasiona trastornos en la rutina de la vida. Hay que hacer valer su
celo para la reforma, su apertura a horizontes nuevos y más vastos,
su afición por la experimentación.
Su manera de vivir es a menudo mal vista por los espíritus estre­
chos que dirigen nuestros destinos; pero se es capaz de estimular con
mucha fuerza la orientación necesaria para hacer avanzar a la huma­
nidad en un dominio o en otro. Es esencial desviarse del pasado, de
las soluciones establecidas, y de avanzar resueltamente hacia el por­
venir, lo nuevo, a pesar de las confrontaciones difíciles con los de­
más que esto significa.

Ejemplos

Toscanini: Cáncer; Stokowsky y el conde H. Keyserling: Virgo;


Bemanos y Cocteau: Libra; Verdi y Wagner: Escorpio; Gounod y
Salvador Dalí: Sagitario; Lalo: Capricornio; Manet: Acuario; Jimmy
Carter y Giscard d'Estaing: Piscis; Piaget: Escorpio.

NEPTUNO

Este planeta disuelve sutilmente pero eficazmente, a través de pe­


queñas crisis repetidas, el acento sobre el yo y la vanidad de los lo­
gros personales. Hay que poner el énfasis en el servicio. El buen de­
seo de implicarse en tareas ingratas, sin recompensa ni
agradecimiento. Todo en la vida conduce hacia una transformación
emocional profunda y tan completa como sea posible, de forma que
finalmente, el yo, no encuentre nada ya para mantener su existencia.
De una manera o de otra, sobre un plano o sobre otro, Neptuno­
aquí disuelve el pasado y sus funciones destruye todo confort y todo
sentimiento de seguridad personal. Hay que dedicarse a causas hu­
manitarias -los comunistas y los socialistas creen hacerlo-, a todo
aquello que permita al individuo fundirse en el más grande todo;
hay que trabajar para el bien de los otros. Es una buena posición
para un sanador espiritual que actúa con la fuerza del amor.
Ejemplos

Gandhi y Ravel: Aries; Helen Keller y Falla: Tauro; Rudhyar:


Géminis; Ronald Laing: Leo; Ringo Star y Barbara Streisand: Virgo;
La Casa Seis 135

Berlioz y Augusto Comte: Escorpio; Verdi: Sagitario; Lalo: Capricor­


nio; Osear Wilde, Seurat, Maupassant y Woodrow Wilson: Piscis.

PLUTON

La mejor contribución a la sociedad -el sentido práctico es el


primero de Plutón- será la capacidad de trabajar, de perfeccionarse
despojándose de todo lo que no es esencial, de servir a un personaje
o a una causa. Con Plutón existe siempre un objetivo de integración
más completa, más eficaz, incluso si la persona no se da cuenta. En 6
lo que se intenta integrar por un trabajo duro, concentrado y devoto,
tiene menos importancia que la cualidad de carácter que el trabajo
desarrolla.

Ejemplos

Saint-Saens, Verlaine y Cézanne: Aries; el papa Pío XII, Lenin,


Henry Ford, Freud, Rudolph Steiner y Toulouse Lautrec: Tauro;
Rudhyar: Géminis; la reina Isabel de Inglaterra y Paul Newman:
Cáncer; William Blake: Sagitario.
CAPITULO IX

LA CASA SIETE

En esta Casa, nos dice Rudhyar, hay que desvelar uno de los más
grandes misterios: el misterio de la evidencia, de lo que es. Encontra­
mos allí todo lo que es necesario encontrar, querámoslo o no, cada
vez que salgamos de nosotros mismos y nos es preciso encadenamos
de una manera o de otra a lo que encontremos en el camino de la
vida. Al evitar encadenarse, retrocediendo, delante de la confronta­
ción, uno se encadena por el miedo, forma negativa de relación. Si
empujamos ciegamente contra lo que nos hace frente, establecemos
una relación basada en el instinto. Pero si hacemos frente abierta­
mente con valor, con un espíritu de asombro o de curiosidad y con el
propósito de querer crecer a través de la relación nos sumergimos en
una verdadera expresión de amor.
Todo tiene su fuente en el yo y se renueva por la relación. Hemos
visto, como las experiencias de las seis primeras Casas bajo el Hori­
zonte están condicionadas por el sentido que se tiene de sí mismo;
gracias a estas experiencias aprendemos cosas sobre nosotros. Incluso
los sacrificios y las entregas del ser de la sexta se basan en la renuncia
del mí-yo *, lo que quiere decir que el mí-yo domina a una
conciencia.
Pero, en 7, se encuentra el mundo en tanto que realidad objetiva,
exterior al mí-yo. Se afrontan objetos y entidades sobre las cuales no
hay ningún control auténtico. Se descubre o se debe admitir que es­
tán completamente fuera de uno. Se encuentran estos objetos y estas
entidades porque se salen de uno mismo y porque se desarrolla poco
a poco más allá de la imagen que se tenía del yo al partir, en l. Se los
encuentra como si fueran iguales que ponen en duda nuestro supues­
to derecho de extendemos hasta los confines del Universo.

* N. T. - Mí-yo: Personalidad en oposición al ego o yo individualidad.


138 La rueda de la experiencia individual

Hablando de la 5, hemos dicho que el adolescente que se «ena­


mora» no sale realmente de la imagen que tiene de él mismo. No
hace más que proyectar sobre la chica a quien ama la imagen de sus
propias necesidades. La chica representa el complemento, el reverso
de su personalidad. El dolor que puede provocar esta clase de amor
si no ha satisfecho, viene de un vacío interior que no ha sido colma­
do; es un sufrimiento interior orgánico, que no es muy diferente del
hombre. El hombre hambriento no experimenta la experiencia del
alimento, sino de él mismo hambriento, de él mismo dispuesto a co­
mer, de él mismo habiendo comido a su hambre; durante todo ese
tiempo él no sale de la circunferencia de su yo.
En 7, se debe salir de sí mismo para encontrar numerosas entida­
des diferentes. Y se las debe encontrar tal como ellas son, en lugar de
verlos únicamente la mayor parte del tiempo a través del prisma de­
formante de sus tradiciones veneradas, de su educación, de sus de­
seos personales. Es por lo que creyendo conocer completamente es­
tas entidades a las que se ha colocado debidamente etiquetas, se
comprueba que no se las conoce, que su verdadero significado se nos
escapa.
Krishnamurti nos dice que las verdades más profundas, las más
esotéricas podrían sernos comunicadas por las cosas más evidentes.
SI se pierde el hábito de tomarlas como naturales, como cosas bana­
les. Las aceptamos ciegamente porque hemos acertado a ponerles
una etiqueta. Como tenemos miedo del cambio intentamos dar una
clase de estabilidad al flujo constante de la vida objetiva, levantando
barreras, tabúes, reglamentos y contratos. Tenemos miedo del cam­
bio a pesar del hecho de que, en el mundo objetivo toda cosa cambia
constantemente su relación con toda otra cosa.
Es por esto que debemos aprender en 7 a hacer frente a este cam­
bio continuo, de manera serena, bella, cálida, generosa, con los ojos
abiertos, honestamente e incluso con humor para encontrar la totali­
dad del otro con la totalidad del mí-mismo. En el nivel de las rela­
ciones que se forman entre individuos, vivimos pues en un mundo
de cambio. Pero, en su totalidad colectiva, este mundo permanece
como es de manera constante, bajo la forma de un todo social o cós­
mico. La 7 es el punto de partida de una eventual participación fun­
cional en el todo social o cósmico.
En la tradición, se hace una distinción entre el matrimonio, como
una relación idealmente permanente en 7, y los amoríos y romances
episódicos de la 5. No obstante, en 5 como en 7, las relaciones pue­
den ser bien sea permanentes, bien sea inpermanentes. Lo que dife­
rencia esencialmente la 5 de la 7 es que en 5 el amante no se une
verdaderamente a una persona exterior a él, sino a una imagen que
La Casa Siete 139
el proyecta sobre esta persona. En 7, debe unirse a otra persona obje­
tivamente, los ojos abiertos, sobre una base de igualdad. Que la rela­
ción dure cinco meses o toda la vida no tiene ninguna importancia
desde el punto de vista del simbolismo de la 7. Lo que importa en 7
es, para los dos compañeros, realizar la necesidad de desarrollarse
por transformaciones constantes.
No debemos olvidar que la 7, es un punto de partida de una fase
de experiencia que no se materializa definitivamente antes de la I O.
Es entonces falso ver en 7 experiencias de naturaleza estática. Toda
tendencia a congelar las experiencias de relación impide una verda­
dera integración personal y social. Hay que aceptar al principio, la
necesidad de una transformación dinámica de la relación. Sin una
tal transformación, en vista de una participación tan plena como sea
posible a la vida de la sociedad -a la obra del mundo- según el ni­
vel de sus competencias, ninguna relación tiene verdadero sentido.
Es necesario ver esta participación en el todo más grande como la
culminación y la prueba de toda relación humana verdadera.
Hemos dicho que todo tiene su fuente en el yo y se renueva por
la relación. En verdad el objetivo de nuestra vida se revela a través
de las relaciones que nos permiten encontrar nuestra función esen­
cial en la comunidad. No pode.mes demostrar el valor y la calidad de
lo que somos de forma innata, más que en nuestras actividades en re­
lación con otros seres humanos. En el nivel de la 7, la relación debe
ser funcional con relación a algún vasto proceso que nos engloba a
todos. El objetivo de este proceso global incluye e incluso transcien­
de el objetivo de los individuos en relación. Pero será ese propósito
global el que dará un sentido a nuestros objetivos individuales, inclu­
so si no se es consciente. He ahí la diferencia entre las relaciones en
el nivel de la 5 y de la 7.
Sin embargo, esta diferencia puede ser bastante sutil, porque lo
que empieza como un «asunto amoroso» en 5, puede llegar a ser una
relación funcional en el sentido de la 7, a partir del momento en que
ella estimula la actividad cultural creadora de los participantes: por­
que este estímulo conduce a una actividad de pareja que produce al­
guna cosa valiosa para el grupo, la sociedad o la raza humana.
En 5, no se busca en general, una relación, sino solamente la ex­
presión del yo. Se expresa lo que se es; se enseña su manera de sentir
las cosas, se libera sus emociones, se continúa lo que se cree ser su
objetivo en la vida. Pero se es siempre (el eje yo-mismo) el actor, el
centro de interés; el mundo sólo es la escena. Y lo que se siente ser
no corresponde generalmente a lo que se es de verdad.
La única forma de aprender lo que se es verdaderamente, de
conocer el verdadero objetivo de su existencia, es por una relación
140 La rueda de la experiencia individual

más o menos permanente a un grupo, a una persona, a una empresa


que considere la realización deseada de algún objetivo comunal,
social o universal. Por la puerta de la 7 se entra en un campo de
actividad en el que es necesario aceptar la responsabilidad de llenar
una función definida en el seno de algún todo mayor, ya sea la
pareja, un grupo, una empresa o una comunidad. Hay que escoger
una función que se comprenda y que se pueda realizar eficazmente.
En general, no se encuentra al primer golpe su verdadera función
ni el género del «todo más grande» en el seno del cual se puede ac­
tuar eficazmente. Sino que, se encuentra todo después de años de
cambio, de crisis, de esfuerzos; es siempre por estas experiencias de
relación que se puede probar, a sí mismo y a los otros, su verdadero
valor y ocupar así su verdadero puesto en el seno de la sociedad.
No se encuentra este verdadero lugar antes de la 10 pero el cami­
no que conduce allí parte de la 7. El lugar que se encuentra la reali­
zación posible en 10, dependen de nuestra manera de afrontar las
pruebas de la 7. Las pruebas del amor, los conflictos o los fracasos en
las relaciones.
La 7 desea pues que se participe de manera productiva en la vida
de un grupo, de una comunidad. No es suficiente decirse que, en una
auténtica relación, no hay que ser egoísta sino darse, amar y com­
prender al otro. Hay que velar también para que la misma relación
no sea egoísta. Existe siempre el peligro de un egoísmo a dos en el
nivel de pareja, o de egoísmo de la parte del grupo o de la empresa
que se desea exclusiva. En 7, el problema reside siempre en la mane­
ra de aportar al mundo algo valioso como consecuencia y por medio
de una relación.
Sin embargo, no es necesario ver la relación como un fin en sí; la
socialización del individuo no es un ideal absoluto, así como no lo es
tampoco un aislamiento espiritual del individuo. Hay siempre un
juego mutuo y constante entre la l y la 7, una relación dinámica del
yo que intenta descubrirse gracias a las experiencias de relación con
los otros. Pero, en 7, hay acento sobre el descubrimiento de las expe­
riencias relacionales que permiten demostrar la validez, la aporta­
ción y la cualidad de su ser verdadero.
El Signo en el Descendente muestra las cualidades que es necesa­
rio poner en práctica en las relaciones de todas clases y esto con el
propósito de hacer valer con éxito las cualidades personales revela­
das por el Ascendente. Rudhyar ha señalado siempre el hecho que
Géminis en el Descendente, por ejemplo, es lo mismo que Sagitario
en el Ascendente. La interpretación de Sagitario en el Ascendente
debe siempre incorporar a Géminis en el Descendente. El Ascenden­
te Sagitario enseña que el mejor modo de darse cuenta de su verda-
La Casa Siete 14 J

dera egoicidad es interesándose personalmente a una causa una


creencia religiosa, esotérica o social. Hay que comunicar a los otros
lo que se encuentra importante por sí-mismo en el plano de las
ideas. Hay que desarrollar su sentido social estando activo en los gru­
pos. Enseñando o viajando.
Pero, para triunfar socialmente, es necesario que las grandes teo­
rías e ideas de Sagitario pasen por la prueba de la 7 en el nivel de
Géminis. Serán aceptadas si los otros pueden asimilarlas según sus
necesidades personales y ponerlas en práctica, de manera que au­
mente su capacidad de adaptación al entorno.
No olvidemos que al considerar la 7, es necesario siempre notar
su relación con la l O, porque lo que se empieza en 7 por las relacio­
nes llega a ser en 1 O, realidad concreta bajo forma de participación
eficaz en la vida de su comunidad. Se pueden tener en 7 ideas mag­
níficas sin poderlas realizar concretamente en 1 O. El aspecto entre el
regente de 7 y el regente de l O puede dar una indicación.
Se abordan las relaciones humanas y el mundo objetivo sobre
todo en función de la Casa en la que se encuentra el regente de 7. Si
el regente de 7 se encuentra en 10, por ejemplo, hay que orientar to­
das sus relaciones hacia la consecución de objetivos profesionales o
públicos. Si está en 2, se abordan sus relaciones humanas sobre un
plano en el que el dinero o las profesiones juegan un gran papel. Las
relaciones deben estimular la plena posesión de los medios persona­
les y su empleo creativo de forma que hagan valer su egoicidad.
Los planetas que se encuentran en 7, colorean o condicionan las
experiencias de relaciones interpersonales. Pueden también plantear
problemas en este dominio o indicar actividades específicas a las
cuales es necesario tener en cuenta en sus relaciones y en su vida ob­
jetiva. Si, por ejemplo, la Luna se encuentra en 7, habrá necesidad
de adaptabilidad o la capacidad de enseñar a los demás una forma
diferente de adaptarse a las nuevas realidades. Puede desear también
interpretar con los otros un rol de «madre» psicológicamente ha­
blando. Si U rano se encuentra en 7, hay un desafio a la transforma­
ción en el matrimonio y las relaciones íntimas. Hay que abordar las
relaciones de una manera dinámica, no buscar la seguridad ni un es­
tado estático.
Según Rudhyar en su libro Triptych, la prueba principal de la 7
es la fraternidad. Hay que aprender a compartir, a abodar a los otros
con un espíritu de dador-dador recíproco. Es necesario también en­
contrar a los otros sobre una base de igualdad para que a través de
las experiencias de la relación o del amor se pueda desarrollar todo,
dejando a los otros (o al otro) desarrollarse plenamente. Es necesario
cambios mutuos (la palabra «mutua» procede del latín mutuo, que
142 La rueda de la experiencia individual

significa cambiar): un amor que está constituido del cambio conti­


nuo del uno en el otro por el reparto de sus dones y de sus cargas.
Hay que cambiar una interdependencia inconsciente en fraternidad
consciente, una reciprocidad a regañadientes en reparto deseado, en
participación gozosa. Hay que darse cuenta que cada parte de un
todo está unida a todas las demás partes por aquello que la hace dis­
tinta de estas otras partes -distinta pero no diferente.

Planetas en Casa Siete

SOL

La prueba de la fraternidad, todo lo que puede salir de las rela­


ciones interpersonales a todos los niveles y en todos los dominios,
está particularmente acentuada en el destino. Esta posición del Sol
no indica sistemáticamente que se vaya a triunfar en sus relaciones
íntimas, porque se puede estar también demasiado sometido a los
otros, pero indica que es por las experiencias del matrimonio, o de
no importa qué asociación íntima, cómo se puede realizar mejor su
destino. Hay que atreverse a salir de sí-mismo, abandonar la imagen
que se tiene de sí y unirse libremente, gozosamente, con valor, sobre
una base de igualdad. Hay que valorarse, no independizándose, sino
en asociación con otras personas.
En los niveles biológico y socio-cultural, el Signo solar domina.
Según este Signo se radia su vitalidad, o se gasta, intentando impo­
nerse, ser el centro de atención y del grupo. En el nivel individual,
puede haber una fuerte voluntad de dirigir, de atraer a sí y para sí las
relaciones y asociados. Pero si las relaciones están condicionadas por
los complejos o los miedos, la persona tendrá dificultad en descubrir
su profunda verdad de ser y se perderá en los otros.
En el nivel transpersonal se debe radiar una luz que integre, ac­
tuar de manera que sus relaciones sean ricas y significativas y apor­
ten alguna cosa de valor a la sociedad.

Ejemplos

Alfonso Daudet, Hitler y Freud: Tauro; Lady Di, H. Hesse y M.


B. Eddy: Cáncer; Jung: Leo; Ch. de Foucault y G. Bataille: Virgo;
Annie Besant: Libra; Malraux y Bob Kennedy: Escorpio; Sacha
Guitry: Piscis.
La Casa Siete 143

LUNA

Se es muy sensible a todo cambio en la vida objetiva y a los alti­


bajos en las relaciones interpersonales. Las experiencias exigen que
se desarrolle plenamente su capacidad de adaptación a los otros, que
se permanezca flexible, dispuesto a aprender los cambios necesarios
en el comportamiento para afrontar las exigencias del momento.
Uno se siente disminuido si los otros imponen las decisiones sin ha­
ber discutido con él las nuevas adaptaciones consideradas necesarias
por los acontecimientos: es necesario siempre que el punto de vista y
los hábitos personales sean tomados en consideración.
En un tema masculino, la madre, la esposa, las mujeres o el pú­
blico influyen la elección de la profesión o del destino público. La
Luna puede a veces representar una musa inspiradora. En un tema
femenino, uno se une más voluntariamente a un hombre de fuerte
Anima. La actitud es bastante subjetiva, cambiante, sometida a los
humores del momento. Con esta posición de la Luna, es más bien
necesario que uno sostenga la relación en vez del compañero.

Ejemplos

Schweitzer: Aries; Saint-Saens y Ch. Carter, astróloga: Tauro;


von Karajan y Mussolini: Géminis; la reina Isabel II de Inglaterra:
Leo; Graham Bell: Virgo; Henry Miller: Escorpio; Foch: Capricor­
nio; Marilyn Monroe: Acuario.

MERCURIO

Las relaciones íntimas, la participación en los grupos, estimulan


la actividad intelectual y la capacidad de percibir las cosas objetiva­
mente y sin pasión. Hay que discutir con los otros, cambiar de ideas,
intentar contactos nuevos entre ideas y personas, desarrollar los
medios de comunicación.
Se siente atraído, naturalmente, por personas de orientación inte­
lectual, pero el planeta no indica el nivel de este contacto intelectual
que puede muy bien ser el de las habladurías y de los chismes. Los
cambios en un contexto social serán, sin embargo, más estimulantes
para la persona que la lectura. No debe intentar aislarse o perderse
en la introspección; va mejor discutir, analizar, debatir las ideas.
144 La rueda de la experiencia individual

.Ejemplos

Freud: Tauro; Bob Dylan y H. Hesse: Géminis; Lady Di: Cáncer;


Degás y Maurois: Leo; Annie Besant: Libra; Malraux y R. Laing: Es­
corpio; Képler: Capricornio; Baudelaire: Piscis.

VENUS

Se desea que sus relaciones tengan un sentido, un auténtico valor.


Los hechos simples, las experiencias instintivas, el sexo por el sexo,
no satisfacen. Se pesa el pro y el contra de cada encuentro. Se desea
siempre evaluar y a menudo glorificar o rodear de fascinación: se co­
loca frecuentemente al «otro» sobre un pedestal. Se tiene tendencia a
creer que una vida sin amor, sin relaciones, estará vacía de sentido,
ya que se trata de Venus, símbolo de nuestra escala de valores. Se
concede, pues, demasiada importancia a la cualidad de la relación,
según los valores que se utilizan para juzgar las cosas.
Se debe también tener el deseo de añadir alguna cosa de valor a
sus compañeros, sobre todo en el nivel individual, cuando se tiene la
capacidad de encarnar ciertos valores apreciados de los otros y de la
sociedad. Se dará a veces la tendencia contraria: se utiliza, incluso
inconscientemente, sus relaciones para hacerse valer socialmente o
para conseguir aquello de lo cual se tiene necesidad personalmente.
En el nivel transpersonal hay que emplear la discriminación en la
elección de sus compañeros. En otro sentido, Venus en 7 puede ser
el símbolo del hecho de la toma de conciencia del «nosotros» en vez
del «yo» en las relaciones; se traspasa el sentido de ser un individuo
separado, ya que el amor universal se expresa a través suyo.

Ejemplos

Verlaine, Ch. Chaplin, Sartre y Hitler: Tauro; von Karajan: Gé­


minis; H. Hesse: Cáncer; Himmler y Maurois: Leo; Degas: Virgo;
Annie Besant: Libra; Schubert, Berlioz y W. Blake: Capricornio; Ma­
tisse: Acuario.

MARTE

Se gasta mucha energía en el dominio de las relaciones humanas;


se proyecta con fuerza, ardor y eventualmente combatividad o agre­
sividad, sobre el mundo exterior. Se desea tomar la iniciativa e im-
La Casa Siete 145

ponerse al otro o a los otros. Es necesario buscar al grupo o las cir­


cunstancias que puedan aprovechar al máximo la inmensa energía,
orgánica o espiritual, según el nivel, que está a disposición y que que
hay que utilizar.
En los niveles biológico y socio-cultural, Marte en 7, moviliza las
energías orgánicas para imponerse al mundo; se desea dominar se­
xualmente o muscularmente. Puede haber una fuerte ambición de
triunfar en el matrimonio o en los negocios. Pero de forma negativa
puede ser que el matrimonio o el deseo de asociación tan sólo sea
una huida de sí mismo o de sus responsabilidades. Se puede ser de­
masiado impulsivo, imprudente, instintivo por lo tanto violento.
En el nivel individual puede haber entrega de sí mismo a los de­
más; uno se dedica al grupo o a un gurú, pero la ambición personal
de triunfar permanece. Hay tendencia a actuar abiertamente e inclu­
so violentamente contra las tradiciones y tabúes en el dominio de la
7. Psicológicamente es preciso que todo su ser penetre en la relación,
que se funda en el otro, incluso si esta experiencia hace mal, porque
puede ser necesario experimentar la experiencia de este dolor.
En el nivel transpersonal, hay que buscar en las experiencias in­
terpersonales los desafíos al desarrollo de la voluntad profunda. Se
puede llegar a ser una herramienta para las fuerzas del inconsciente
colectivo o de la colectividad superior. Hay que estar poderosamente
determinado a enseñar su egoicidad verdadera al mundo y desarro­
llar esta determinación.

Ejemplos

Baudelaire y Maeterlinck: Aries; Alfonso Daudet y Ramana Ma­


harshi: Tauro; Toulouse Lautrec: Géminis; Toscanini e lngrid Berg­
man: Cáncer; Joffre: Leo; Henry Miller y A. Carrel: Escorpio; Hitch­
cock: Libra; Augusto Comte y Corot: Sagitario; Einstein: Capricor­
nio; Sacha Guitry: Piscis.

JUPITER

Se debe tener la capacidad de expandirse, de extenderse personal­


mente gracias a sus asociados de negocios o privados. Hay que en­
contrar al mundo y a sus íntimos libremente, sin miedo, sin estable­
cer barreras. Es gracias a sus asociados, a los contactos con un maes­
tro o un gurú tal vez, que se descubra su verdadero destino, su lugar
en la sociedad. Este destino exige a veces, que se acepten responsabi­
lidades sociales. En otros casos, se hace un nombre por su manera
146 La rueda de la experiencia individual

individualista de hacer frente a la sociedad y a los problemas.


En el nivel socio-cultural, esta posición de Júpiter debe permitir
una buena cooperación con vistas a un trabajo en común que aporta­
rá frutos a todo el mundo, sobre la base de valores aceptados por la so­
ciedad. Se llega fácilmente a compartir sentimientos y pensamientos.
En el nivel individual, se está seguro de sí y del valor que se tiene
en su posición social, de su actitud en el mundo, que es frecuente­
mente la de un líder patemalista en una organización. Existe el peli­
gro de exagerar su importancia e incluso de volverse paranoico. Uno
se siente superior, socialmente o espiritualmente a aquellos a quie­
nes se encuentra en el plano personal. Es todavía la trampa en el ni­
vel transpersonal, cuando no se han repudiado aún completamente
las bases de juicio utilizadas en el nivel socio-cultural.
En todos los niveles se debe desarrollar su capacidad de asumir
responsabilidades sociales o religiosas y participar plenamente, con
calor y entusiasmo, en su colectividad. Hay que llegar a ser el com­
pañero ideal, cooperativo y no impedir que los demás hagan su real
voluntad.

Ejemplos

Franco: Aries; Gandhi, Sartre y John Lennon: Tauro; Rudhyar:


Géminis; Maquiavelo: Cáncer; Maurois: Virgo; Elvis Presley y Hit­
chock: Escorpio; Gounod y Kipling: Capricornio; Eric Satie y Mari­
lyn Monroe: Acuario.

SATURNO

Con esta posición de Saturno se sienten de manera aguda sus di­


ferencias con relación a otros. Es pues difícil encontrar a sus compa­
ñeros sobre una base de igualdad. Puede haber cierta rigidez y un én­
fasis sobre las convenciones. Se intenta compensar sus debilidades,
sus miedos, sus complejos en las relaciones.
En el nivel biológico, puede haber un cuerpo débil o cualquier
anomalía física que impida las relaciones sanas y libres con los otros.
En el nivel socio-cultural, el deseo de seguridad domina las aso­
ciaciones. El entorno puede ser hostil o bien se resienten de la disci­
plina impuesta en el lugar del trabajo. Hay a menudo un complejo­
padre que arrastra a someterse socialmente a personas autoritarias o
disciplinarias. Una mujer con esta posición de Saturno puede
proyectar su imagen-padre sobre su marido o buscar un compañero
La Casa Siete 147

mucho mayor que ella. La imagen-padre puede también desarrollar


el Animus y el lado masculino de la naturaleza en las relaciones.
La búsqueda de seguridad lleva a desear contratos, como el matri­
monio para sellar las relaciones. De todas formas existe generalmen­
te bien sea una debilidad innata, bien sea un sentimiento de miedo o
de inferioridad, que condiciona la forma de abordar la vida transper­
sonal. A menudo también se compensan estos sentimientos, ya sea
por una forma de agresividad o de determinación, ya sea uniéndose a
alguien o a un grupo que estructure convenientemente el comporta­
miento social. Pero hay casos en los que siendo ineficaz la compen­
sación, la persona se sume en la depresión, creyéndose incapaz de
encontrar su puesto en la sociedad. Sin embargo, como dice Jung,
todo complejo puede ser el trampolín del éxito ya que moviliza de
manera excepcional la voluntad de triunfar.
En el nivel individual, las compensaciones actúan generalmente,
pero la persona tendrá problemas de cooperación a causa de su senti­
miento de independencia y de unicidad. Se puede ser una fuerza es­
tabilizadora, alguien que añada profundidad a las relaciones habitua­
les o bien se es patemalista.
En el nivel transpersonal, la persona debe superar las cristaliza­
ciones satumianas en las experiencias de la 7. En sus relaciones hay
que superar todo seritill)iento de jerarquía, así como la tendencia a
someterlos a principios o dogmas tradicionales.

Ejemplos

Pasteur y John Lennon: Tauro; Mussolini, Alan Watts y Petain:


Géminis; Miguel Angel y Duke Ellington: Cáncer; Degas y Norman
Mailer: Libra; Robert Kennedy: Escorpio; Aldrin, astronauta, y el
yogui Ram Das: Capricornio.

URANO
Allí donde se encuentre U rano, se está llamado a trapasar los va­
lores satumianos. Uno se burla de contratos y convenciones que go­
biernan las relaciones interpersonales en el nivel socio-cultural. No
hay nada fijo o establecido en el acercamiento de estas relaciones. Se
ama el cambio, lo inesperado, lo inédito y se intenta encontrar la
vida y el amor libremente y con valor. Acontecimientos inesperados,
rupturas, pueden sin embargo trastocar la paz de sus asociaciones o
de su matrimonio.
Por el contrario, las transformaciones más radicales en la perso-
148 La rueda de la experiencia individual
nalidad vienen por las experiencias y crisis en el matrimonio y las
relaciones íntimas. Aquellos que se transforman verdaderamente
pueden llegar a ser reformadores o regeneradores capaces a su vez,
de transformar la conciencia de otras personas e incluso de su época.
En el nivel individual, Urano en 7 enseña que es por su manera
de hacer frente a las exigencias de la vida interpersonal como mejor
se puede probar si se ha sido capaz o no de sobrepasar el nivel socio­
cultural, de transcender lo que tan sólo son represiones personales.
Para muchos, Urano en 7 tan solo «provoca» un descontento
producido y magnificado por las condiciones del matrimonio o de la
actividad social. Pero, más tarde, esta posición de Urano conduce a
comprobar que es preciso alinearse con nuevas tendencias que pene­
tran la cultura y con las personas que están ya identificadas con estas
tendencias. Urano va a desafiar la manera de actuar, tradicional o
socio-cultural, del Signo en el cual se encuentra al nacer. Las expe­
riencias repetidas del Signo a este nivel, poco a poco van a hastiar.
Se desea sobrepasar este nivel y cambiar las motivaciones de sus re­
laciones e incluso la clase de persona o de grupo con el que se tiene
la costumbre de relacionarse.

Ejemplos

Freud y Rimbaud: Tauro; Ford y R. Steiner: Géminis; Bjom


Borg, campeón de tenis, y Jung: Leo; A. Maurois: Virgo; Henry Mi­
ller: Escorpio; la reina Victoria de Inglaterra y Femandel: Sagitario;
Képler: Capricornio; lndira Gandhi: Acuario; Mozart: Piscis.

NEPTUNO

La persona puede esperar, en las relaciones interpersonales, expe­


riencias que tienden a disolver o a metamorfosear el ego personal.
Habrá en el matrimonio o en una participación de ideales sociales o
espirituales con otro, ocasiones de modificar su actitud fundamental
en la vida. Se es atraído por personas distintas, tal vez «artistas» o
muy imaginativas, ver místicas. O bien uno mismo intenta ser idea­
lista, sobrepasar el nivel socio-cultural, en su manera de unirse al
mundo y a los otros. Habrá también un lado brumoso o lleno de ilu­
siones erróneas en las relaciones y hay que vigilar para no ser vícti­
ma de las apariencias.
En el nivel individual, se es empujado a insertarse en la sociedad
sobre una base ni tradicional ni habitual o bien se está llamado a
trascender los problemas «normales» que fastidian en el nivel socio-
La Casa Siete 149

cultural. Las normas de comportamiento pueden irritar o disgustar.


Se tiene constantemente delante de sí la visión de lo que se podría o
debería ser, de forma que uno se vuelve fácilmente utópico. Esta
proyección constante de una imagen ideal puede sin embargo provo­
car poco a poco cambios de actitud en las personas con las que se
está relacionado.
En el nivel transpersonal esta posición de Neptuno es una llama­
da a encontrar el mundo y a los otros en función de valores universa­
les y siempre más inclusivos; una llamada a desarrollar un verdadero
amor, una compasión por todos aquellos a quienes se encuentra.

Ejemplos

A. Gide y Schweitzer: Aries; Mussolini y Ramana Maharsi: Tau­


ro; Rudhyar, Chaplin, Gershwin y Fred Astaire: Géminis; Juan­
Pablo I: Cáncer; Isabel II de Inglaterra: Leo; Ringo Star: Virgo; Wag­
ner y Gounod: Sagitario; Blavastsky: Capricornio; Gauguin y Osear
Wilde: Piscis.

PLUTON

Con esta posición de Plutón se tiene tendencia a encontrar a los


otros en función de grandes principios. Se los encuentra no de una
manera personal, emocional, espontánea, sino según su diligencia
para actuar por una causa que se encuentra por sí misma valiosa. La
mejor contribución que se puede aportar a la sociedad está condicio­
nada por la clase de causa que se abraza y por la capacidad que se
tiene de interesar a los demás en el valor de esta causa.
En el nivel individual, hay que vigilar el fanatismo. Plutón incli­
na a una conversión religiosa, artística o política irrevocable. No hay
necesidad de volverse demasiado autoritario o patemalista. Es im­
portante purificar la expresión de Marte en el tema, el sentido de am­
bición personal, los deseos y los impulsos demasiado egocéntricos.
En el nivel transpersonal, hay que utilizar a Plutón según su Sig­
no en el nacimiento. Por ejemplo, cuando se quiere resolver un pro­
blema actual y si se ha nacido con Plutón en Géminis, la mejor vía
consiste en una solución buscada en el plano mental, en función de
las ideas implicadas en el problema.

Ejemplos

En Tauro: Rimbaud, Gandhi, Ravel, Molier, Puccini. En Gémi-


150 La rueda de la experiencia individual

nis: Mussolini, Chaplin, Gershwin, Fred Astaire, von Karajan, Simo­


ne de Beauvoir, Louis XIV. En Cáncer: Alan Watts, lngrid Bergman.
En Libra: Kant. En Piscis: Balzac, Liszt, Chopin, Baudelaire.
CAPITULO X

LA CASA OCHO

Hablando de la 7, hemos dicho que, desde el punto de vista de


una relación entre dos entidades separadas, esta Casa es la entrada en
un mundo de cambio. Pero hemos dicho también que este mundo es
coherente y constante cuando se lo considera en su totalidad colecti­
va. Es el mundo de la sociedad humana y, por esta razón, las Casas
7, 8 y 9 representan las tres etapas de una búsqueda orientada hacia
la mejor manera de participar convenientemente en un todo social.
Cada Casa encima del Horizonte puede ser interpretada desde
dos puntos de vista: con relación al Ascendente o al Descendente.
Esto es comprensible y justo ya que toda experiencia humana es
esencialmente bipolar; en las que los dos polos son la egoicidad del
Ascendente y las relaciones del Descendente. Todo procede del mí y
se renueva por las relaciones, dice Rudhyar.
Por esta razón, la 8 es la octava Casa con relación al Ascendente,
es por lo que la tradición quiere que la 8 se refiera ya sea a la renova­
ción, a la regeneración del yo, ya sea a la muerte. Pero es también la
segunda a partir de la 7, del Descendete; se refiere pues también a
todo lo que da cuerpo y sustancia a las relaciones de la 7, a todo lo
que las relaciones pueden cosechar de su actividad compartida, en el
seno de un grupo o de la sociedad.
Pero no es la egoicidad la que se regenera en 8; la egoicidad es un
factor permanente para la duración de la vida. No cambia, pero pue­
de, en 7, unirse a otras egoicidades -a un grupo, a la sociedad, a una
naciónz-. El individuo de la l, encuentra su rival en la sociedad
gracias al reparto dinámico con otro, de todo lo que ha experimenta­
do en las seis Casas bajo el Horizonte. La vida social exige que cada
individuo se adapte según sus capacidades demostradas, a los propó­
sitos de un grupo, de una empresa o de la sociedad. Esta adaptación
necesaria opera inevitablemente una transformación en la vida del
152 La rueda de la experiencia individual

individuo. Debe salir del dominio subjetivo, bajo el Horizonte y mo­


dificar la utilización que hace de sus poderes personales, con el pro­
pósito de cumplir una.función distinta en la sociedad. He ahí el sen­
tido de la regeneración: se es siempre yo-mismo pero se actúa según
un nuevo cuadro de referencia.
A partir de la 7, se es una persona social, lo que quiere decir que
se tiene una función definida y productiva que cumplir en un grupo.
Por grupo quiero decir en primer lugar la pareja y la familia, después
una empresa, un negocio o tal vez, una fraternidad oculta o religiosa,
una iglesia o incluso una comunidad espiritual transcendente, tal
como «la colectividad superior» de la que ya he hablado. En todos
los casos, esta participación deberá significar el renacimiento del in­
dividuo en el seno de un grupo, puesto que necesita primero que se
conforme a las exigencias del grupo -así como el nacimiento exige
que el espíritu que se encarna acepte las limitaciones de un cuerpo
físico y de sus ritmos en la Casa opuesta a la 8: la 2.
Sin embargo, conformarse puede significar perderse pasivamente
en el cuerpo con sus funciones vitales o en la sociedad con sus cos­
tumbres. O bien conformarse puede ser una elección deliberada con
el objeto de ser aceptado por el grupo, con la perspectiva de usarlo
después para conseguir un objetivo personal.
Permanece el hecho de que cuando encontramos a otras perso­
nas, cuando nos asociamos, comerciamos, amamos u odiamos debe­
mos hacer frente a la necesidad de conformarnos a las pautas prede­
terminadas de comportamiento social. Si rechazamos el conformar­
nos debemos aceptar las consecuencias de este rechazo, lo que puede
significar la muerte pero también a veces, la regeneración.
Desde la revolución industrial, hace ciento ochenta años, el con­
flicto entre la necesidad de conformarse a las normas y preferencias
sociales y el deseo de obtener siempre más de sus relaciones y asocia­
ciones en 8, causa la mayoría de los problemas a los cuales estamos
todos hoy día enfrentados en los negocios y en todas las actividades
comerciales e industriales. Estos problemas se encuentran en 8 ya
que esta es la Casa de los negocios.
En nuestras sociedades occidentales no se puede hacer casi nada
sin contactar con otras personas. Cuando compramos alguna cosa,
cuando unimos nuestros esfuerzos y talento a los de otro, seguimos
precedentes, abordamos al otro o al grupo según una norma más o
menos determinada.
Hay esencialmente dos clases de precedente: en primer lugar los
instintos a los cuales no sólo el cuerpo debe obedecer, pero que ac­
túan de manera constructiva en la vida emocional; hay también cos-
La Casa Ocho 153

tumbres y tradiciones sociales, religiosas y culturales que nos obligan


a comportamos de una manera aceptada colectivamente.
Se puede desear revelarse contra el conformismo --que se ve
también en 8-, pero numerosas pautas de comportamiento son ne­
cesarias. Los instintos corresponden a una necesidad biológica, la re­
producción de los cuerpos por ejemplo. Por razones de simple super­
vivencia biológica, social y cultural, los miembros de una sociedad
deben conformarse con ciertos tabús rituales y precedentes tradicio­
nales.
En 8, el problema no consiste en conformarse o no, sino en deter­
minar hasta qué punto es necesario hacerlo. La construcción puede
ser sicológica -como consecuencia de miedos, de reacciones emo­
cionales inconstantes--- o exteriores bajo forma de leyes, de precep­
tos éticos o religiosos.
Cuando se aborda la 8, hay que tomar en consideración dos fac­
tores: el más importante es el propósito de la relación o de la asocia­
ción. Viene enseguida la forma en la cual se desea trabajar unido
para realizar este propósito. Esta forma puede ser convencional, se­
gún los precedentes, o bien puede ser nueva, desafiar los precedentes
o intentar la transformación de los hábitos o demostrar una nueva
forma de hacer.
En un tema, el Descendente y la 7 indican el género y la cualidad
de nuestra manera de abordar todas las relaciones, ya sea matrimo­
nio, relaciones íntimas o las asociaciones culturales, espirituales, de
negocios o comerciales. No hay pues que olvidar, analizando la 8,
mirar primero lo que ocurre en 7, si hay un planeta en 7, este plane­
ta no actúa sólo en el nivel de la 7, sino, ya que la 7 es el punto de
partida de las experiencias de relación en el cuadrante sur-oeste del
tema, condiciona también lo que ocurre en 8 y 9. Por otra parte es
evidente que es nuestra forma de abordar las relaciones y la vida so­
cial lo que condiciona los propósitos y resultados de estas relaciones
y de la actitud social.
Bien que haya que referir al M. C. y a la 1 O la realización del
propósito definido de la vida -tal como está sugerido por el Ascen­
dente y la l- es en 8 donde hay que buscar la solución a los proble­
mas consecutivos al esfuerzo concreto y práctico que se ha hecho
para elaborar este objetivo gracias a sus asociaciones. En 8 se en­
cuentran los problemas prácticos y concretos de la rutina de la vida.
Se ve también de qué manera hay que realizar concretamente su
ideal de amor y de felicidad, así como los proyectos destinados a ob­
tener un beneficio en los negocios. La 8 no es una Casa de sueños y
de bellas palabras; hay que crear cosas reales, por esfuerzos constan-
154 La rueda de la experiencia individual

tes, repetidos, prolongados, bien que sea según precedente o en vías


profundamente nuevas.
En esta Casa, y según su aproximación de la sociedad, las asocia­
ciones, el amor y el sexo, el individuo se encuentra pues frente a los
hechos y costumbres de la sociedad. Puede abordar a las personas
con un gran ideal de amor y de participación en su corazón, pero
debe encontrarlas en el contexto de un orden socio-cultural estable­
cido. lQué impacto tendrá este contexto sobre sus ideales? lSe vá a
conformar el individuo a los reglamentos, a las frases hipócritas, a
los numerosos rituales de esta sociedad? lContraerá eternamente
compromisos en sus relaciones humanas? O por el contrario lva a
desafiar las convenciones? Y si (él) las desafía lverá la destrucción de
su ideal o llegará a ser un reformador, un pionero de nuevos preceden­
tes?
La 8 puede dar una respuesta a estas preguntas o al menos indi­
car con qué orientación hay que tratar las dificultades que se presen­
tan en la rutina de la vida. Esta orientación está dada por el Signo en
la cúspide de la 8. La Casa en la que se encuentra el regente de 8
constituye el campo de experiencia que focaliza los problemas de la
8. Un planeta en 8 indica el género de actividad psicológica para de­
cidir si se quiere conformar o transformar su manera de abordar las
situaciones concretas que derivan de sus asociaciones a todos los ni­
veles. Indica también que es en las experiencias de la 8, en las que el
planeta expresará mejor sus cualidades.
Tomemos el ejemplo de Mussolini. El Signo de Géminis se en­
cuentra en la cúspide de la 8, y el regente, Mercurio, se encuentra en
conjunción estrecha con el Sol en Leo y en 9. Además, Marte se en­
cuentra en 8, en Géminis. Con Géminis en la cúspide de la 8 se pue­
de decir que Mussolini debió establecer su relación con la sociedad y
asociaciones sobre la base de ideas personales o según ciertas teorías
intelectuales concernientes a la manera de asociarse a los otros y a la
sociedad; y de ellos resulta el fascismo. El hecho de que Mercurio
esté «combusto» por el Sol en Leo indica que Mussolini quería esta­
blecer sus asociaciones de manera que hicieran valorar su persona,
sobre un modo emocional y enfático, y que no tenía la objetividad
mental posible de Mercurio en 9. Todo estaba sometido a su fuerte
voluntad de compensar sus sentimientos de inferioridad social por
gestos dramáticos.
Marte en 8 y conduciendo un grupo de cuatro planetas en 7
muestra una gran capacidad de tomar la iniciativa, e incluso violen­
tamente con el objeto de transformar las tradiciones socio-culturales.
Como está en Géminis esta iniciativa se basa sobre ideas. Estas ideas
están condicionadas por la triple conjunción, Plutón-Saturno-Luna
La Casa Ocho J 55

en Géminis en 7, por lo tanto por una rigidez y un egoísmo intelec­


tual por una mentalidad violenta y despiadada.

Planetas en Casa Ocho

SOL

Con esta posición del Sol la persona deberá poner toda su alma
en el esfuerzo de compartir libremente y productivamente, sus me­
dios y sus dones con otro. Es necesario que participe efectivamente
en las actividades de un grupo de cualquier clase. Tendrá que poner
a prueba el empleo que hará de la riqueza o del poder adquirido por
sus relaciones íntimas, sociales o en los negocios.
En el nivel socio-cultural, se busca el poder amoldándose a los
valores establecidos en su sociedad. En sus asociaciones actúan las
cualidades del Signo solar de la manera más eficaz posible. En un ni­
vel o en otro, se desea ser un ejemplo representativo de los valores de
su sociedad; se busca el reconocimiento social, el prestigio. En el
plano de los negocios, esta posición del Sol promete la capacidad de
sacar provecho de sus actividades y asociaciones y de administrar
bien sus beneficios. Se puede heredar materialmente o en el sentido
en que la muerte de un asociado abra el camino a una posición pro­
fesional o pública importante.
En el nivel individual, se reconoce la necesidad de hacerse valer
por su espíritu de compartir en las actividades del grupo. Incluso se
encama el propósito del grupo o algún objetivo social colectivo. Se
está a veces dispuestos a sacrificarse o a dar toda su energía y todo su
tiempo a este objetivo, pero se mantiene la arrogancia propia.
En el nivel transpersonal, la cualidad de la relación y de la parti­
cipación en las actividades del todo más grande llegan a ser más im­
portante que el yo o el deseo de brillar.

Ejemplos

Baudelaire: Aries; Maurice Privat, astrólogo, y Martín Caro]:


Tauro; Sartre, el marqués de Sade y J. F. Kennedy: Géminis; Hellen
Keller: Cáncer; Maurice Barres y Coco Chane!: Leo; lngrid Bergman:
Virgo; Himler y Alfonso Allais: Libra; Kepler: Capricornio; Lalo y
Alfred Adler: Acuario; Daumier y Galileo: Piscis.
156 La rueda de la experiencia individual

LUNA

Se debe ser muy sensible a las corrientes sociales y a las deman­


das de otros. De una manera o de otra hay que adaptarse al máximo
a los intereses de la colectividad, de un grupo particular o de una re­
lación íntima. Se es a veces demasiado pasivo con relación a las exi­
gencias de sus relaciones, pero se puede también llegar a ser vidente
o clarividente. En el nivel socio-cultural, se puede tener olfato para
los negocios, sobre todo si dependen de los humores cambiantes del
público.
Cuanto más se individualiza más se es capaz gracias a su aisla­
miento, al nivel de sentimientos, de sacar provecho de las modas y
hábitos colectivos. Puede intentarse mejorar las condiciones concre­
tas de ciertas formas de relación o de vida humana, o bien introducir
una nueva forma de adaptación a las exigencias de la vida conjunta.

Ejemplos

Luther: Aries; Freud y Pasteur: Géminis; Alan Batts: Virgo; Re­


nan: Libra; Ribentrop y Hitchcock: Escorpio; d'Annunzio: Sagitario;
Daumier: Piscis.

MERCURIO

Es posible abordar objetivamente los problemas prácticos plan­


teados por sus asociaciones y sus negocios. Hay claridad mental,
pero tal vez dificultad de captar lo que es necesario para calmar las
necesidades de sus relaciones. La búsqueda de nuevos valores socia­
les tiende a ser demasiado intelectual. En el dominio oculto se acen­
túa la importancia de lo «mental», se es curioso y se desea ir mental­
mente al fondo de las cosas, cualidad que puede degenerar en coti­
lleo. Es una buena posición para la investigación científica. El inte­
rés puede aumentarse hacia el estudio del mundo del sexo, del dine­
ro, de la Bolsa o de la muerte.
Debe intentarse establecer, en un nivel o en otro, nuevas comuni­
caciones entre las cosas, las ideas, las personas, las naciones y, a
nivel personal, entre el individuo y la comunidad superior.
Ejemplos

Cousteau y J. Kennedy: Tauro; Sartre: Géminis; Glenn (astro­


nauta): Cáncer; Henry Ford, M. Barres y M. B. Eddy: Leo; Willy
La Casa Ocho 157

Brandt: Sagitario; Aldrin, astronauta: Acuario; Bismarck y Galileo:


Piscis.

VENUS

En el nivel socio-cultural, Venus aquí señala que se intenta inser­


tar en la sociedad según los valores en curso. Se puede cosechar fru­
tos en abundancia si se es activo en los negocios. Puede beneficiarse
de contratos o delegados. Se siente unido sentimentalmente a su em­
presa. Se puede tener un don para estimar los deseos de los otros o el
valor de los objetos. Hay a veces obsesión del sexo, no solamente en
el nivel fisico, sino como símbolo de la «bella vida» que procuran la
riqueza y el standing social.
En el nivel individual, se ama compartir y se comparte con amor,
calor de una manera sensata. Hay que conceder importancia al es­
fuerzo de renovarse y reorientarse en función de ideales sociales o es­
pirituales. Hay que procurar integrarse totalmente en el otro, en el
grupo o en Dios, guardando presentes en el espíritu lo que se creen
ser necesidades de estos últimos. No hay que ser conformista y hay
que poner en duda los valores que rigen las relaciones humanas o al
menos, intentar utilizarlas para madurar personalmente. Hay que
cumplir, realizarse, utilizando de manera personal lo que ofrece la
sociedad, la cultura o el compañero.
En el nivel transpersonal, debe verse como un agente que realiza
el objetivo del grupo. Los valores de la colectividad superior pueden
expresarse a través suyos.

Ejemplos

Baudelaire: Aries; Cousteau: Tauro; J. Kennedy: Gémenis. Cas­


tro: Cáncer. M. B. Eddy: Leo; Willy Brandt: Sagitario. Kepler y Al­
drin: Capricornio; Montaigne y Roberto Assagioli: Piscis.

MARTE
La persona es empujada a ser muy activa en el dominio de los ne­
gocios y a ocuparse sobre todo de problemas de producción y de dis­
tribución de bienes o mercancías.
En el nivel individual, se debe tomar la iniciativa para instaurar
una nueva orientación en los contactos entre las personas, para pro­
pagar la idea de compartir y de producir lo que es necesario y útil
para todos.
J 58 La rueda de la experiencia individual

Se desea combatir aquello que explota a los otros o que busca


privilegios. Se es activo en grupos incluso ocultos. Pero hay general­
mente con Marte una gran ambición personal en todos los niveles de
actividad y se puede incluso considerar los métodos violentos para
rebelarse contra el Stablishment y las tradiciones socio-culturales.
En el nivel transpersonal, la voluntad es fuerte, pero se desea to­
mar el cielo por la fuerza o bien se pueden ignorar los peligros reales
que presentan un empleo prematuro de fuerzas ocultas.

Ejemplos

Jogananda, Johny Hallyday y Chopin: Aries; J. Kennedy: Tauro;


Mussolini: Géminis; Glenn: Cáncer; Fred Astaire y Brigitte Bardot:
Leo; Rodin: Virgo; Abraham Lincoln, Rommel, Musset y Volguine:
Libra; Malraux: Sagitario; Aldrin: Capricornio; Montaigne: Acuario;
Daumier: Piscis.

JUPITER

En teoría debe existir la capacidad de aumentar en el nivel eco­


nómico o socio-cultural, la riqueza de todos aquellos que están rela­
cionados por un esfuerzo común. Deben desarrollar sus capacidades
de manager o administrador y no tener miedo a las responsabilida­
des. Hay frecuentemente un don para resolver los problemas relacio­
nales, en el hogar de los individuos o en el seno de un grupo o de
una empresa. Hay a menudo un interés por los rituales y por todo
esfuerzo tendente a unir más estrechamente a las personas en un do­
minio cultural, religioso o espiritual-oculto. Se tienen profundas
simpatías humanas, se sabe cooperar o hacer nacer una comunión de
sentimientos.
En el nivel individual hay tendencia a sentir cierto orgullo de su
papel en el seno del grupo o de la empresa, a creer que se es perso­
nalmente responsable del éxito y «superior» a los otros miembros del
grupo.
En el nivel transpersonal hay que intentar conscientemente supe­
rar las trampas del orgullo, del éxito social, de la auto-satisfacción a
causa de sus dones o proezas.

Ejemplos

Yogananda y Baudelaire: Aries; A. Gide, Pasteur, F. Roosevelt y


J. Kennedy: Tauro; Moliere, el marqués de Sade, Puccini y Dickens:
La Casa Ocho 159

Géminis; von Karajan: Leo; Jung: Libra; Bemanos: Sagitario; Coc­


teau: Capricornio; Blavatsky: Acuario.

URANO

En los niveles individual o ·transpersonal, la persona desea reno­


varse o lanzarse en algún esfuerzo de transformación social o espiri­
tual. Se puede llegar a ser un apóstol de la libertad de expresión en
las relaciones humanas. Probablemente pasará por una crisis psico­
lógica. No se está ya atado a los precedentes. Se desea relacionarse de
una manera nueva, inédita, a los otros, a la sociedad, por razones
que difieren de la costumbre. Hay posibilidad de conmocionar las hi­
pótesis corrientes o racionalistas en el dominio «paranormal». Se
puede también querer transformar los procedimientos habituales en
los negocios o en el dominio de la producción comercial, económica.
Como siempre con Urano, se pone particularmente en duda el
carácter tradicional del Signo en el cual se encuentra al planeta, para
lo que concierne a los asuntos de la 8. Se está interesado por las cien­
cias ocultas, el sexo, el problema de la muerte o de la reencarnación.

Ejemplos

Maupassant: Tauro; Puccini y Uri Geller: Géminis; Lenin y Leo­


nardo: Cáncer; H. Hesse: Leo; Kant y A. Lincoln: Escorpio; Malraux
y Courbet: Sagitario; Blavatsky: Acuario.

SATURNO

Esta posición de Saturno puede ocasionar problemas en el domi­


nio de repartos y de la cooperación social. Se sienten demasiado sus
diferencias con relación a los otros y se tiene el gusto de la indepen­
dencia. Se puede ser demasiado egocéntrico o desear tener todo para
sí, como consecuencia de una necesidad innata de seguridad.
Se está frecuentemente limitado por el miedo o por la incapaci­
dad de superar el nivel consciente. A veces, en el nivel individual así
como en el socio-cultural, se siente muy solo en la sociedad, alguien
aparte en un grupo. Pero si el deseo de compartir y de cooperar exis­
te, este sentimiento puede empujar a la persona a trabajar con encar­
nizamiento para probar su valor al grupo. Se abraza a veces una cau­
sa humana o mística que aisla del grupo o que es fuente de incom­
prensión e incluso de enemistad.
160 La rueda de la experiencia individual

En el nivel transpersonal, hay que superar la tendencia al dogma­


tismo o a querer aplicar principios cósmicos de una manera dema­
siado rígida o demasiado particular. No hay que creer que su grupo
es el único valioso o acentuar demasiado los elementos negativos li­
mitativos o disciplinarios.

Ejemplos

Maupassant y Baudelaire: Aries; Cousteau y F. Roosevelt: Tauro;


Rimbaud y Freud: Géminis; Ingrid Bergman: Leo; Rommel: Virgo;
el duque de Windsor: Libra; Ramakrishna: Escorpio; Ronald Laing:
Sagitario; Verdi y María Antonieta: Capricornio; William Blake,
Marconi y Salvador Dalí: Acuario; Gauguin: Piscis.

NEPTUNO

Se abordan las relaciones humanas con un espíritu humanitario o


vago y utopista.
Se desea ser inclusivo, universal, lo que puede significar, comu­
nista, socialista o totalitario. Hay afición por la música, el cine, la as­
trología, la psicología de las profundidades.
En los niveles transpersonal e individual, se dedica a una causa,
se experimenta una aspiración emocional por las experiencias místi­
cas o paranormales, por una unión perfecta con el «otro» o con el
grupo. A veces, en nuestras sociedades, Neptuno aporta generalmen­
te confusión o decepción a las experiencias de la Casa en la que él se
encuentra. Frecuentemente se es demasiado pasivo, demasiado inde­
finido o vago en su actitud o en su forma de interpretar su papel en
el seno de grupos o empresas. Las fuerzas del inconsciente pueden
dominar. El empleo de la psicología de masas puede ayudar en los
negocios. Se puede ser médium o sanador.
Hay que ser prudente y honesto en sus asociaciones y en sus ne­
gocios. Esta posición de Neptuno tiende a despersonalizar la manera
de participar en los grupos o en la sociedad; ya no se buscan los va­
lores jupiterianos: prestigio y riqueza.

Ejemplos

Debussy y Churchill: Aries; F. Roosevelt y T. Mann: Tauro; de


Gaulle y Hitler: Géminis; Allan Watts, von Karajan y el marqués de
Sade: Cáncer; lngrid Bergman: Leo; la reina Victoria y Courbet: Sa­
gitario; Julio Veme: Capricornio; Allan Leo: Piscis.
La Casa Ocho 161

PLUTON

Las experiencias obligan a la persona a buscar las bases nuevas


que permiten establecer sus relaciones sobre valores más producti­
vos, socialmente hablando. Se desea establecer un «orden nuevo» en
el grupo de su elección. Una conmoción radical en los negocios o en
una relación íntima puede empujar a orientar su vida en una nueva
dirección. Se puede sentir atraído por los rituales y estar persuadido
que la unión hace la fuerza. Hay a veces un destino político o actitu­
des de dictador.

Ejemplos

Maupassant y Manet: Aries; Churchill, Schweitzer, A. Gide y


Ramana Maharsi: Tauro; Hitler, de Gaulle y Sartre: Géminis; Fidel
Castro, Elvis Presley y Aldo Moro: Cáncer; Bob Dylan y Leonardo
da Vinci: Leo; Maquiavelo: Virgo; Bismarck, A. Dumas y Galileo:
Piscis.
CAPITULO XI

LA CASA NUEVE

En 7, 8 y 9 se hacen experiencias y esfuerzos por captar el signi­


ficado de la nueva dimensión de vida que representa el mundo de
cambio constante contituido por las relaciones interpersonales y el
juego de sensaciones medio de aprender el mundo objetivo.
En las Casas bajo el Horizonte, el desarrollo de las potencialida­
des del yo conducen también a cambios, pero estas transformaciones
están siempre en función de la egoicidad permanente que intenta ac­
tualizar lo que es. Por el contrario, en 7, hay cambio de polaridad ya
que hay que incorporar todo lo que ocurre, no ya a su egoicidad per­
manente, sino a la cualidad de relaciones constantemente cambian­
tes que son necesarias para funcionar en la sociedad. En 7, se actúa
en función de la necesidad de unirse al mundo y a los otros. A medi­
da que se establecen hábitos relacionales según los frutos de estas re­
laciones, nuevos sentimientos nacen en 8.
En 7, se encuentran personas al azar, según las necesidades de los
instintos, por comodidad o por obtener un beneficio mutuo o incluso
porque se siente solo o que se desea profundamente participar en
una realidad inclusiva más vasta. Estos encuentros pueden conducir
a experiencias inesperadas que trastornan la personalidad de una
manera agradable o desagradable. En 8 convergen muchos elementos
perturbadores, simplemente porque al principio se entra en relación
de manera idealista pero sin ninguna experiencia real de reparto con
los demás ni de las exigencias verdaderas de la vida en sociedad.
Por esta razón se tiene necesidad de la tercera etapa, la de la 9, en
la que hay que intentar comprender el porqué y el sentido de los re­
sultados, consecuencias, etc., en la forma que se ha tenido de unirse
a los otros y a la sociedad. Hay que comprender porqué se ha ganado
o perdido en sus negocios. Hay que comprender las limitaciones de
los goces sexuales, las consecuencias de la procreación de hijos. En 8
164 La rueda de la experiencia individual

se ha sentido el deseo, la necesidad, la utilidad o la eficacia de un re­


parto de sus esfuerzos y talentos en una actividad común. La vida de
relación empieza, trae sus frutos o encuentra dificultades. Se está
obligado a actuar como una persona social -ya sea a favor o en con­
tra de los valores establecidos- en su comunidad. Se da cuenta pro­
gresivamente de las limitaciones que esta vida unida impone o las
ocasiones que ofrece a los esfuerzos por expandirse o extenderse.
Para darse cuenta, es necesario no solamente actuar en (7) y sentir
(8), sino también pensar (9).
El cuadro de referencia ya no es el yo-mí, sino el vasto com­
plejo de valores, de principios y de leyes que rigen la vida comunita­
ria; esto engloba también la psicología, la filosofía, la ciencia, la reli­
gión, el misticismo, la astrología o el ocultismo: todos los valores y
formas de actuar, de sentir y de pensar necesarios para sobrepasar los
límites de su yo e insertarse de manera armoniosa y productiva en la
sociedad.
En 9 se intenta pues explicar, interpretar, entender, generalizar,
sublimar, justificar, desviar de su conciencia o rechazar el como y el
porqué de las experiencias que resultan de la vida en común sobre
un plano íntimo o social. Hay que hacer todo eso en función de las
experiencias reales obtenidas en las relaciones humanas y no perder
jamás de vista lo que es.
Es el más grande desafio a nuestros filósofos, científicos, juristas y
eclesiasticos en los cuales los conceptos tienden a menudo a ser de
una tal obstinación que no tienen ninguna relación con los hechos
reales de la existencia. Los dogmas teológicos o los sistemas «cientí­
ficos» no pueden jamás reemplazar la comprensión psicológica, hu­
mana. Con demasiada frecuencia la experiencia de la 9 viene a ser
una huida en los paraísos ilusorios, una expresión de virtuosismo in­
telectualismo o legalista, una huida en los sueños o los viajes sin ob­
jetivo determinado. No se encuentran allí más que las compensacio­
nes psicológicas de sus fracasos en las experiencias de las relaciones
interpersonales, líneas de menor resistencia para espíritus miedosos,
cristalizados o perdidos en sus recuerdos.
Los mayores problemas que debe afrontar la humanidad contem­
poránea proceden principalmente de un mal empleo de la 9 en la ex­
periencia humana. En todos los asuntos que la astrología asocia a la
9, hemos hecho abstración del lado humano de la experiencia rela­
cional. La ciencia ha deshumanizado el universo; la religión ha
transformado la personalidad humana en campo de batalla entre un
alma «divina» y una naturaleza «animal». La justicia social se ha
convertido en un proceso técnico, obsesionada por los conceptos de
culpabilidad y castigo, y que considera el crimen como una cosa en
La Casa Nueve 165

sí, sin relación con los hechos reales de las relaciones sociales, y, en
todas nuestras relaciones reclamamos nuestros «derechos persona­
les», la «libertad de expresión» y los «derechos de soberanía nacio­
nal», sin hacer ningún esfuerzo para comprender la necesidad actual
de integramos en el seno de una civilización global, de participar to­
dos en la obra del mundo compartiendo libremente con los otros
aquello que se tiene para ofrecer, por el bien de todos.
Según Rudhyar, la 9 presenta la prueba de la significación. Cada
uno intenta expandirse según el nivel de su comprensión, de sus po­
sibilidades y las condiciones que rigen su participación social. Puede
extenderse en el nivel físico, por los viajes -incluso en el espacio in­
terestelar- o por el desarrollo de los sentimientos y de las sensacio­
nes. Puede extenderse al nivel de los sentimientos en el amor o en la
búsqueda de experiencias místicas. Se puede extender mentalmente
y también espiritualmente por el estudio de los temas inscritos en la
9. Se puede extender a todos esos niveles, ya sea con el objeto de
prolongar su comprensión de las leyes de la vida, de saber como per­
mitir al yo esencial tomar el lugar del yo existencial; ya sea con el
objeto de saciar una ambición personal, así como el orgullo y el de­
seo de poder del yo existencial. La ambición es el aspecto negativo
de la comprensión ya que se basa en la voluntad de utilizar sus rela­
ciones humanas para sus propios fines. Desgraciadamente, en nues­
tra sociedad occidental basada en la competición entre individuos se
busca el saber de la 3 más que la sabiduría de la 9, porque el saber
nos permite ensanchar el yo existencial y ganar poder, prestigio y ri­
queza. Se utilizan los medios ofrecidos por la sociedad y las relacio­
nes para situarse personalmente. No se intenta aumentar su com­
prensión y su capacidad de amar, únicos medios verdaderos para
ampliar su conciencia por la inclusión de elementos hasta entonces
extraños o desconocidos.
Se pueden tener problemas en 9 porque nuestro deseo normal de
expansión sufre frustraciones repetidas a consecuencia de las presio­
nes ejercidas por la sociedad, la familia o el compañero. Experien­
cias que han podido ser extrañas o prematuras en el dominio trans­
cendental o trágicas en el dominio relacional impidiendo a veces, la
expansión buscada en 9 o bien el deseo de amar y de cooperar no
suscita ninguna respuesta.
En fin, existe siempre, en 9, el peligro de absorber más de lo que
se puede verdaderamente asimilar -ya sea alimentos, dinero, poder
social o político o simplemente porque, ávido de aprender, se absor­
ben demasiados hechos que no se asimilan verdaderamente.
El estudio de la 9 no dice cuál de sus posibilidades, cuál de estos
niveles entra en pleito, ni cuál será mejor para el individuo. Según el
166 La rueda de la experiencia individual

Signo sobre la cúspide, no se ve más que la actitud general frente a


todas las posibilidades de expansión de conciencia o en las relacio­
nes. Esta actitud general encontrará su expresión más concentrada
en el campo de experiencia de la Casa que contiene al regente del
Signo de la 9. Si hay planetas en 9, hay que utilizarlos en todo es­
fuerzo de ampliación y de expansión y de comprender el significado
de las cosas. El camino hacia la expansión y la comprensión que su­
giere la 9, puede conducir a la persona a través de muchos campos
de experiencia y de conciencia.

Planetas en Casa Nueve

SOL

La persona deberá concentrar su atención sobre las diferentes


maneras posibles de expandirse social o espiritualmente. Hay que
desarrollar una comprensión siempre más inclusiva del valor de los
resultados que se obtienen en sus relaciones interpersonales y su vida
en sociedad.
Puede haber un acento en los estudios y los viajes, y la búsqueda
de aventura en los países lejanos o en la estratosfera. Debe haber un
interés por la filosofía, la religión, la ley, la psicología, la astrología,
las ciencias, para todo lo que amplía los horizontes espirituales,
mentales o físicos.
Hoy día, a causa de la perversión de las relaciones interpersona­
les por la codicia y la sed de poder, muchas personas tan sólo viven
la experiencia de la 9 en función de sus ambiciones, de una expan­
sión personal a expensas de los otros y a despecho de ellos. Se utiliza
para sus propios fines el deseo que tienen los otros de comprender,
de abrirse a una vía mística, oculta, religiosa o social.
Cuando hay énfasis en la 9, hay que asegurar su contacto con lo
real y lo humano y no explotar jamás a su prójimo.
En el nivel socio-cultural, existe el deseo de ser reconocido so­
cialmente, de adquirir poder y prestigio por su manera de interpretar
o utilizar los valores de la 9; la cualidad del Signo solar domina.
En el nivel individual, se desea llegar a ser un centro de influen­
cia en un dominio relacionado con la 9. Se desea intentar revelar su
carácter único por su manera particular de comprender los procesos
sociales y psicológicos que permiten la expansión y la apertura del
ser. Los otros pueden sentir o pensar que se los comprende bien o
que se les puede ayudar a comprender el porqué de sus problemas
La Casa Nueve 167
sociales o íntimos o incluso que se les ayuda en su búsqueda espi­
ritual.
En el nivel transpersonal, se debe intentar llegar a ser un agente
por el que serán colmadas las necesidades de la colectividad, para
que esté mejor integrada. Se puede llegar a ser el símbolo de la vo­
luntad colectiva de expansión social, nacional o espiritual.

Ejemplos

Bismarck: Aries; Cousteau, Emerson y T. Mann: Géminis; Ford,


Mussolini y F. Castro: Leo; B. Bardot y Louis Aragon: Libra; Rodin:
Escorpio; Willy Brandt: Sagitario; Henry Miller, Didier Daurat y El­
vis Presley: Capricornio; Schubert y A. Leger: Acuario.

LUNA

Situada en 9, la capacidad de adaptarse a las necesidades exterio­


res vuelve sensible a aquello que es necesario social y psicológica­
mente para conseguir una mejor integración social o espiritual. Hay
que dejar hablar también a sus sentimientos, su simpatía por las per­
sonas. Hay que permanecer abierto también a valores «desconoci­
dos» o que sobrepasan el nivel habitual de acción, de sentimientos y
de pensamientos de las personas. Se puede también ser capaz de lle­
gar a ser una especie de profeta a causa de su sensibilidad a las co­
rrientes colectivas o espirituales.
El deseo de compartir sus conocimientos puede hacer de la perso­
na un buen maestro. Se intenta actuar según los principios o las leyes
que se han escogido o que son impuestas por la sociedad. Según el
humor o el sentimiento del momento, se está dispuesto a realizar la
experiencia de nuevas cosas. Hay atracción por los viajes -se reside
quizá en el extranjero- o por estudios diversos. Frecuentemente
existe el deseo de perderse en algún movimiento religioso que apela
a sus sentimientos.

Ejemplos

Allan Leo: Aries; Osear Wilde: Tauro; Franco: Géminis; A. Gide,


Newton y Ramani Maharshi: Cáncer; Flaubert, Aldo Moro y
Luis XIV: Leo; Vivekananda: Libra; el yogui Meher Baba: Escorpio;
J. Anouilh, Courbet y G. Washington: Capricornio; Orson Welles:
Acuario.
168 La rueda de la experiencia individual

MERCURIO

Existe la posibilidad de comprender objetiva y claramente, gra­


cias a un trabajo intelectual y a una buena memoria, los principios
sobre los cuales reposa una expansión sana, ya sea social o psicológi­
ca. Hay que permanecer mentalmente abierto a ideas nuevas, más
inclusivas o más universales, e intentar adaptarlas a su propia vida.
Se puede expresar generalmente con claridad en el dominio de la 9
en el cual se interesa particularmente. Es una buena posición para
los estudios, los idiomas, las traducciones, la enseñanza. Hay que in­
tentar poner orden en una variedad de ideas de creencias y de opi­
niones, gracias a su comprensión de lo que es significativo y razona­
ble para la expansión de la conciencia y de su participación social.

Ejemplos

Balzac: Tauro; Johny Halliday: Géminis; Goethe, Mussolini y


F. Castro: Leo; Gershwin: Virgo; Ingrid Bergman: Libra; Henry Mi­
ller: Capricornio; Schubert: Acuario; van Gogh, Montaigne y Dau­
mier: Piscis.

VENUS

Este planeta que nos permite establecer significados y nuestra es­


cala de valores debe estar cómodo en 9. Se deben buscar los valores
sociales, culturales o espirituales que permitan una sana expansión.
Se deben buscar experiencias enriquecedoreas en el dominio religio­
so, filosófico, psicológico o espiritual o en los viajes y los contactos
con los países lejanos o extranjeros. Hay a menudo una imaginación
que ve mucho y se puede desear comunicar sus sueños de expansión
a los demás.
En el nivel individual, quiere expandirse gracias a su identifica­
ción con una tendencia socio-cultural o espiritual que se ha escogido
personalmente, mientras que en el nivel socio-cultural, la imagina­
ción y los sueños estarán condicionados por los valores aceptados en
su comunidad.
En el nivel transpersonal, se debe desarrollar la discriminación en
la elección de valores a los cuales se va a dar una forma individual.
Hay que ponerse al servicio de una corriente futurista y hacerse valer
por su dedicación a una causa social, cultural o espiritual.
Con esta posición de Venus, se debe ser psicológicamente diplo­
mático, capaz de promover la compasión entre las personas. Se sabe
La Casa Nueve 169
hacer comprender que el propósito que se persigue unido a muchos
o a un grupo, es más importante que las diferencias que pueden se­
parar a los participantes.

Ejemplos

Marilyn Monroe: Aries; T. Mann: Tauro; Mussolini y el marqués


de Sade: Cáncer; Luis XIV y Aldo Moro: Leo; B. Bardot y Nietzsche:
Virgo; Ingrid Bergman: Libra; Malraux: Sagitario; el yogui Ram Das
y Galileo:Piscis.

MARTE

En 9, Marte puede ser muy eficaz en vista de una expansión per­


sonal, pero frecuentemente es demasiado personal y demasiado emo­
tivo para actuar creativamente en función de valores que son en
esencia más que personales. Las limitaciones del ego, que secunda
habitualmente Marte, pueden impedir una iniciativa valiosa cuando
se encuentra frente a una crisis social o relacional.
En los niveles biológico y socio-cultural, Marte da mucho entu­
siasmo, la voluntad y el valor necesario para ser un pionero en una
vía que abre las más amplias posibilidades para hacerse valer social­
mente.
En el nivel individual, se está impaciente por superar las fronte­
ras de los valores establecidos, en el dominio de su interés. Puede
lanzarse con ímpetu en la búsqueda de Dios-o de un gurú.
En el nivel transpersonal, existe la misma tendencia, pero es ne­
cesario extirpar todo orgullo. Como Jesús, hay que poder decir: «Há­
gase tu voluntad y no la mía».

Ejemplos

Debussy: Aries; Mohame Alí: Tauro; J. C. Killy: Géminis;


H. Ford: Leo; Lady Di·: Virgo; Petain: Libra; Verdi: Acuario.

JUPITER

Se está impaciente por organizar proyectos de larga duración o


bien se desea organizar y reorganizar, según una nueva visión de las
cosas, las bases establecidas para las relaciones sociales, económicas
o religiosas. Puede haber atracción por los contactos con el extran-
170 La rueda de la experiencia individual

jero o bien necesidad de viajar mucho antes de que sus realizaciones


sean reconocidas o recompensadas. Se busca el sostén de todo y de
todos aquellos que pueden ayudar a la ambición social o al deseo de
poder o «espiritual». En todos los niveles existe peligro de fanatismo
y de exageración. Con esta posición de Júpiter habrá siempre el peli­
gro de querer abarcar demasiado o de querer prosperar a costa de los
demás o a expensas del grupo, la empresa o sus asociados.
En el nivel individual debe haber una búsqueda de comprensión
de las leyes y principios que gobiernan el dominio de la 9 que se
ha escogido. Se puede llegar a gobernar procesos religiosos u ocultos.
En el nivel transpersonal, se puede perder en éxtasis místicos o
llegar a ser un ejemplo de ciertas realizaciones espirituales u ocultas.

Ejemplos

Atice Bailey: Aries; Matisse: Tauro; Mussolini y Saint-Saens:


Cáncer; R. Steiner y Simone de Beauvoir: Leo; Glenn, astronauta:
Virgo; Vivekananda: Libra; Joffre: Escorpio; Malraux: Capricornio;
Einstein: Acuario; Cellini: Piscis.

SATURNO

Este planeta tiende a cristalizar el poder de comprensión o a limi­


tarlo a un dominio preciso. Se es empujado, a veces de manera faná­
tica y personal, a dar una expresión concreta a ideas religiosas, tras­
cendentes o sociales. En el grupo se acentúa la idea de la jerarquía,
del rango, del dogma, el pasado y la fuente más que el futuro y el
nuevo paso a franquear.
Se puede pretender ser una manifestación de Dios, como el yogui
Meher Baba, con Saturno en 9. En algunos casos extremos se puede
estar. exilado a causa de su fe política o religiosa, o bien se puede ser
víctima o incluso asesinado a causa de su fe.
De forma general, se es disciplinado, austero, ortodoxo, legalista,
burócrata, pero escrupuloso. A partir del nivel individual, se intenta
establecer un orden perfecto y concreto basado en principios univer­
sales.

Ejemplos

Nixon y Stravinsky: Tauro; Camus: Géminis; Grace de Mónaco,


Moliere, el marqués de Sade y Aldo Moro: Cáncer; Ch. Chaplin:
Leo; G. Doré: Virgo; Meher Baba y Vivekananda: Libra; Ramakrish-
La Casa Nueve 171

na y Krishnamurti: Escorpio; A. Lincoln, Hitchcock y Bjorn Borg:


Sagitario; Proust y Wagner: Capricornio; Fernandel: Acuario.

URANO
Si Saturno lo permite existe la posibilidad de conversión religio­
sa, capacidad de transformar las bases de la sociedad y las relaciones
entre ella y el individuo o bien el deseo de desafiar los valores acep­
tados en las relaciones interpersonales. Se desean superar los límites
corrientemente aceptados en los dominios de la 9 o bien las expe­
riencias vividas en estos dominios harán surgir nuevas posibilidades
de comprensión.
Los resultados de los esfuerzos de participación en una vida co­
mún -íntima o social- obligan a la persona a profundizar su com­
prensión del sentido del Signo que contiene Urano. Se busca lo nue­
vo, ya sea en el nivel biológico, socio-cultural, individual o transper­
sonal. La actitud personal independiente y libre conmueve a las per­
sonas convencionales que no tienen la fuerza de repudiar las costum­
bres.
El destino pide que se sea portador de una visión nueva, «libre
pensador» en el amplio sentido del término.

Ejemplos

Gauguin y Gauquelin: Aries; Osear Wilde: Tauro; J. Halliday:


Géminis; Gandhi: Cáncer; Ravel y Moliere: Leo; Hans Christian An­
dersen y Maquiavelo: Libra; Meher Baba, Krishnamurti, Musset y el
duque de Windsor: Escorpio; Julio Veme: Capricornio; Orson Wells:
Acuario.

NEPTUNO
Este planeta intenta siempre metamorfosear los valores de la
Casa en que se encuentra para volverse más inclusivo o más univer­
sal, para que se dé cuenta que se forma parte de un todo más grande.
En 9, Neptuno nos atrae hacia las filosofías o las experiencias
místicas y a menudo pseudo-místicas. Se desea superar los límites
del mundo concreto, extender el alcance de sus percepciones senso­
riales, transcender el cuerpo y el intelecto. Se es atraído por los gran­
des personajes, pasados y presentes, en la vía religiosa y espiritual.
Puede uno llegar a ser clarividente, clariaudiente o sanador espiri-
172 La rueda de la experiencia individual

tual. Pero se es también a menudo víctima de charlatanes, de supers­


ticiosos y el fervor religioso idealista que se siente puede engendrar
una confusión absurda en las ideas.

Ejemplos

Aurobindo y Matisse: Aries; Stravinsky: Tauro; Franco: Géminis;


Sartre y Goethe: Cáncer; F. Castro, Aldo Moro, Marlon Brando y
Glenn: Leo; Bob Dylan, Elvis Presley y B. Bardot: Virgo; Maquiave­
lo: Escorpio; A. Lincoln: Sagitario; Clemenceau: Acuario; Foch y
van Gogh: Piscis.

PLUTON

El esfuerzo de comprender los frutos de las relaciones humanas,


íntimas y sociales y de esperar la integración más inclusiva posible
puede constituir la mejor contribución que se puede aportar a la
obra del mundo. Probablemente se tendrán negocios en el extranje­
ro, con relación a un dominio de la 9. Puede haber fracasos para la
ambición personal con el propósito de despersonalizar y de universa­
lizar la comprensión de los móviles que parecen regir las relaciones
humanas.
Hay que propagar activamente el idealismo engendrado por la
clarificación de su propia visión de las cosas; pero cuidado con el fa­
natismo y con el deseo de imponerse. Si uno se concibe como una
imagen del universo ihay que comprender también que su vecino, su
amigo, su socio y su peor enemigo, lo son también! Somos todos
imágenes de un único y mismo universo: he ahí un concepto de la 9
para aplicar a strS relaciones humanas.

Ejemplos

Gauguin: Aries; F. Roosévelt, Stravinsky, Allan Leo y Osear Wil­


de: Tauro; Cousteau, Vittorio de Sica, Franco y Walt Disney: Gémi­
nis; J. Kennedy: Cáncer; Miguel Angel: Virgo; Lady Di: Libra; Schu­
bert: Acuario.
CAPITULO XII

LA CASA DIEZ

U no de los rasgos fundamentales que caracterizan al hombre es


su capacidad de mantenerse de pie con una columna vertebral verti­
cal. Esta capacidad simboliza su poder de ser un ego independiente,
ya que, de pie, el hombre es una proyección radial del centro de la
Tierra, pero libre de orientarse a voluntad; esta libertad es poder.
Como puede tenerse de pie, el hombre no está sometido enteramente
a las energías colectivas que circulan en el plano horizontal.
Hay dos polos en el poder humano, así como hay dos polos en la
conciencia humana. Unidos, estos cuatro polos constituyen la cruz
del Horizonte y del Meridiano. En el polo Este del Horizonte actúa
la consciencia personal de ser relativamente único; en el polo Oeste,
esta consciencia es transformada constantemente por la experiencia
de las relaciones con los otros seres, sobre una base de igualdad esen­
cial. En el Fondo del Cielo, el individuo descubre sus raíces, las ba­
ses concretas de su vida personal. En el Medio Cielo aprende el al­
cance de su participación al todo esencial o universal. Aprende por
las experiencias resultantes del esfuerzo que hace para asumir su res­
ponsabilidad en tanto que ego de pie entre otros hombres de pie. La
sociedad puede darle poder -<linero, prestigio, privilegios- por los
servicios que le rinde. Pero en M. C. puede también recibir poder de
la comunidad espiritual: del Hombre, de la Iglesia Invisible, de la
Logia Blanca, si acierta a encaminarse en el camino transpersonal
que lo une a la colectividad «superior».
Desde una época relativamente reciente los jóvenes pueden esco­
ger su ocupación social, su profesión. Esta libertad plantea proble­
mas que no existían cuando el niño continuaba la carrera de su pa­
dre o la tradición familiar. Cuando la 1 O está acentuada hay que pre­
guntarse:
174 La rueda de la experiencia individual

- lQué significa para mí hacer un trabajo u otro, seguir tal ca­


rrera o tal profesión?
- lQué me va a proporcionar esta ocupación?
- lQué es lo que yo puedo ofrecer para el cumplimiento de esta
tarea? lQué es lo que puedo hacer mejor?
Detrás de estas preguntas hay otras, más profundas, a las cuales
hay que responder.
- lQué sentido, qué orientación debo dar a mis relaciones con
mi comunidad, mi sociedad, mi cultura?
- lCuál es el valor de lo que yo aprendí en la escuela y en la
iglesia, de lo que mis padres me han dicho, del ejemplo del compor­
tamiento que me han ofrecido mis padres, mis amigos y mis maes­
tros?
- lHasta qué punto estoy obligado a conformarme con lo que
hace, siente y piensa todo el mundo?
- lHasta qué punto me atreveré a ser yo mismo y a vivir mis
ideales propios?
No es fácil responder a estas preguntas y por otra parte pocas
personas se las plantean. Sin embargo a partir del momento en que
uno desea ser libre, de escoger su destino, se vuelve responsable de la
elección que se hace, del objetivo que se considera, incluso si se es­
coge inconscientemente.
Que hablen o no de libertad la mayoría de las personas no inten­
tan descubrir la meta individual que debería decidir la elección de su
ocupación. Se sigue la ley del menor esfuerzo, de modo que aquello
que se cree ser libertad resulta esclavitud: una actitud de aceptación
pasiva o de rechazo violento del ejemplo propuesto por padres, ami­
gos, consejeros, etc. Sin embargo, bien se sea libre o no, que se per­
manezca en el mismo empleo o que se cambie constantemente se
continúa siendo indefectiblemente lo que se es y se aporta lo que se
es en toda ocupación, en toda carrera.
Cuando la 10 está acentuada, lo que cuenta son las experiencias
que se tienen en el ejercicio de su profesión, de manera personal y
relativamente única, lo que se aporta a las personas y a la profesión.
En esta Casa la prueba concierne a la actitud personal hacia las reali­
zaciones o fracasos, el empleo que se hace de la posición social que
se alcanza. lQué hacer con el poder social que un grupo os ha con­
fiado? lSe va a utilizar honestamente para el bien del grupo o tan
sólo para aumentar su propio prestigio?
Lo más frecuente es que el astrólogo debe realizar la I O para ayu­
dar a alguien a escoger su profesión. Ahora bien la elección de la vo­
cación en medio de la astrología es mucho más difícil de establecer
de manera justa de lo que se hubiera podido pensar. Particularmente
La Casa Diez 175

es falso creer que la astrología puede establecer reglas preparadas


para interpretarse al pie de la letra. No se puede determinar la apti­
tud profesional únicamente en función del individuo y de su tema,
por la simple razón que esta elección está necesariamente condicio­
nada por las ocasiones que ofrece la sociedad particular en un mo­
mento particular de su desarrollo. Hay naturalmente en cada uno
tendencias psicológicas generales que lo harán más apto o más feliz
en una u otra profesión. Pero estas tendencias tan sólo significan la
mitad de la historia; la otra mitad está escrita por las condiciones so­
ciales en el seno de las cuales el individuo debe operar necesaria­
mente.
El astrólogo no debe olvidar que de las indicaciones dadas por los
manuales para establecer una profesión no todas corresponden a las
condiciones sociales actuales.
Con el desarrollo del colectivismo y de una organización social
más o menos «tecnocrática», resulta más y más difícil aprender una
nueva profesión, técnicamente hablando. Es pues importante deter­
minar tan bien como sea posible el género de trabajo o de participa­
ción en la sociedad que sea el más adecuado para el joven. Para ha­
cer esto importa reinterpretar los símbolos astrológicos en función de
las condiciones sociales y las nuevas necesidades producidas por el
desarrollo mundial de las máquinas y de la especialización extrema
que necesita tal desarrollo.
En los manuales, se clasifican las profesiones según los planetas
sin darse cuenta que el significado de estas profesiones, no es el mis­
mo hoy día que en el momento de la clasificación. Además hay pro­
fesiones nuevas y la importancia relativa de la vida profesional ha
cambiado. Por otra parte, las mujeres ejercen actualmente una acti­
vidad socio-profesional o un oficio; que incluso se ha creado para
ellas. Pensad por ejemplo en el hecho de que la mayoría de las secre­
tarias hoy día son mujeres. Parece claro que el indicador planetario
del oficio de la estenotipista y de secretario es Mercurio. Por lo tanto
el número de mujeres que trabajan como secretarias -a causa de las
condiciones sociales actuales- ciertamente supera el número de
aquellas que tienen Mercurio como «regente» de la profesión.
Esta situación puede cambiar completamente durante el próximo
siglo. Por esta razón, las listas dadas de profesiones que deben corres­
ponder a tal o tal situación astrológica no son, como mucho, más
que listas muy temporales que se deberían revisar en cada genera­
ción. Además, me parece imposible establecer listas que tomen en
consideración todas las posibilidades. E incluso si esto fuera posible,
lse ayudaría verdaderamente a una persona psicológicamente ha­
blando?
J 76 La rueda de la experiencia individual
Una cosa es decir a alguien (si Marte domina la situación profe­
sional, astrológicamente hablando): «Debes buscar una profesión
que exija un sentido de iniciativa y cualidades de jefe» y otra es decir
en el mismo caso: «Debes ser militar, obrero metalúrgico o promotor
de ventas». A mi parecer, no se ayuda psicológicamente a nadie di­
ciéndole el tipo exacto de profesión que debe escoger y mucho me­
nos dándose muchos casos en que el astrólogo se equivoca.
Por el contrario, yo creo que si un joven tiene dificultad en esco­
ger entre muchas profesiones, el astrólogo puede ayudarle enorme­
mente analizando estas elecciones o posibilidades -no para él sino
con él- según su tema de nacimiento. De esta forma, el joven puede
hacer una elección más significativa basada en la totalidad de su ser
y de su destino, en lugar de escoger según el humor del momento o
según la sugestión de un tercero.
Yo concedo una gran importancia a lo que acabo de decir porque
eso revela problema del valor y de la importancia, de la utilidad de
la astrología. No me cansaré jamás de repetir esto: el valor de la as­
trología no reside en el hecho de que permite determinar con lo abs­
tracto los acontecimientos de la vida, de un ser viviente desconocido,
cuyas condiciones desconocemos; reside en el hecho que nos permite
ayudar a una persona particular, que vive en un entorno conocido, a
hacer frente a problemas particulares con la totalidad de su ser y de
la manera más significativa posible -en lugar de afrontarlos sobre la
base de impulsos momentáneos y superficiales.
Los elementos utilizados en astrología -planetas, Signos y Ca­
sas-- son de naturaleza abstracta, general; el estudiante debe verlos
como tal. Pero cuando se involucran en un tema particular, se trata
de un hecho concreto y personal, de una vida particular que tiene
un sentido particular. Las categorías y las listas dadas no tienen valor
y utilidad aquí. Cada problema es nuevo; hay que resolverlo sobre la
base de condiciones que lo determinan, incluso si eso quiere decir
que se resuelve a la vez sobre la base de una comprensión abstracta
de simbolismo astrológico y de un saber obtenido, ya sea de la tradi­
ción astrológica ya sea de la investigación estadística.
lCuáles son los factores tradicionales que se utilizan para deter­
minar la aptitud profesional? En primer lugar está la Casa l O, con
las Casas 2 y 6, en un segundo plano (el triángulo de Casas que de­
pende del Medio Cielo). Además está el planeta que sale antes que el
Sol, sobre todo los planetas personales: Marte, Venus, Mercurio y
Luna.
lQué es una profesión? Es el lugar que ocupa un individuo como
participante en las actividades de la sociedad. Esta definición general
es necesaria para demostrar por qué la profesión o la vocación co-
La Casa Diez J 77

rresponden a la 10. Así, la maternidad puede ser una auténtica voca­


ción y un verdadero místico puede cumplir su destino en el seno de
la humanidad viviendo en la soledad de su hogar, de un convento, de
un monasterio o en la jungla. La 10 y el planeta regente de la 10 nos
dirán la naturaleza de la participación verdadera y fundamental de
una persona a la obra del mundo. Esta no siempre es de la naturale­
za del trabajo que proporciona sustento, el propio y el de la familia.
De hecho la 1 O corresponde cada vez menos a este género de trabajo,
a medida que las horas de trabajo disminuyen y que el trabajo con­
siste cada vez más en controlar las máquinas. En este caso la 10 sig­
nifica más bien la vida pública durante las horas llamadas de «ocio»,
mientras que los detalles del trabajo rutinario se ven en 6. Dicho de
otra manera, la vocación indicada por la I O se convertirá, en la acti­
vidad libre, en tanto que participante responsable en los asuntos so­
ciales, culturales, políticos.
Cuando una persona decide lo que ella desea hacer en la vida, la
cosa más importante que hay que comprender es que ella deberá es­
coger para la misma ocasión aquello que crea que son los mejores
medios para demostrar eficazmente lo que es como individuo. El rol
que ella asuma en el vasto sistema de actividades de la sociedad esta­
blecida, en teoría, el campo en el que puede hacerse valer mejor. De
una manera o de otra cada uno de nosotros debe revelarse por sus
obras. El problema es saber cómo, dónde hacerlo lo mejor posible.
En astrología humanista, es el Ascendente el que revela el lado
único y original del individuo. Pero el Ascendente lo revela en tanto
que potencialidad de ser; sugiere el carácter del individuo -cómo-­
ser, y tal como podría llegar a ser. Lo que la persona es en potencia
no llega a ser realidad concreta más que en 4. La herencia (la 2) y las
influencias del entorno (la 3) proveen al niño de materiales -físicos,
psíquicos y mentales-, que deben ser absorbidos asimilados e incor­
porados en el campo de experiencia de la 4, allí donde se debe esta­
blecer su personalidad, su hogar, sus raíces de base.
Después de haber pasado por las experiencias de la Casa 5 y 6, el
ser humano llega en 7, al dominio de la relación humana en la que él
debe mostrarse más o menos conscientemente dispuesto a cooperar
con otro. La asociación, la cooperación significan esencialmente la
actividad en común. En 7 se aprende a adaptar su actividad a la de
otros; se añade así alguna cosa a las acciones de los otros y se recibe
alguna cosa a cambio.
A través de las experiencias de las Casas 8 y 9 la persona se mez­
cla más y más profundamente a las actividades comunes. Asimila los
precedentes o los rechaza, tal vez, en un estado de excitación emo­
cional que carece de madurez. Estudia las leyes y costumbres que ri-
178 La rueda de la experiencia individual

gen todas las relaciones sociales, desarrolla su comprensión de los di­


ferentes temperamentos humanos estudiando la historia, la filosofía
y viajando. Alcanza así la madurez, al menos en teoría, y debe estar
dispuesto a probar su valor por una contribución a su sociedad y a la
raza humana. El joven deberá aportar como contribución lo que él
es esencialmente. Lo que es cada recién nacido -lo que, en sentido
espiritual, Dios quiere que sea- allí está el elemento nuevo del cual
la humanidad tiene necesidad. Si, como individuo maduro, desarro-
1 la su verdadera naturaleza, resuelve por sí mismo sus propios pro­
blemas y colma las necesidades de su sociedad.
Después de lo que acabamos de decir, el problema de la vocación
tiene un doble aspecto. Primero, el joven debe descubrir quién es; a
continuación debe encontrar el campo de actividad pública o profe­
sional que le pennitirá aportar su peculiar contribución. iEl mejor
campo de actividad no es necesariamente el más fácil! La mejor pro­
fesión es aquella en la que se encuentren experiencias que estimulen
más a la persona a ser ella misma y a dar lo mejor de ella misma. Por
ejemplo, si su contribución personal, la más esencial es aportar la
luz espiritual a las personas, lo hará más eficazmente en condiciones
sociales extremadamente ocultas. Si está destinada a remover, tomar
la iniciativa, incitar a las personas a actuar, perder viejos hábitos, el
mejor lugar para hacerlo será allí donde haya inercia, un conformis­
mo ligado a un comportamiento de rutina, o bien allí donde se dedi­
ca un culto a las formas tradicionales de cultura y de religión.
Por estas razones, cuando el astrólogo intenta ayudar a alguien a
encontrar su verdadera vocación no debe buscar las indicaciones de
una actividad profesional precisa, sino más bien el género de contri­
bución fundamental y eficaz que la persona podría aportar, cual­
quiera que sea su profesión en tanto que etiqueta social. Lo que
cuenta no es la profesión en sí, sino el género de experiencias que la
profesión va a proporcionar.
Por ejemplo, si el Signo de Libra se encuentra en el M.C., la na­
turaleza esencial de la contribución que se puede aportar a la socie­
dad será una actividad que trate de valores, sobre todo de valores de
grupo o sociales. Según el simbolismo de Venus y de Libra, este gé­
nero de contribución puede situarse en el dominio de la cultura, ya
que la cultura se basa en ciertos valores definidos y aplicados en la
sociedad. El comportamiento social, así como el dominio de las be­
llas artes está condicionado por estos valores. Evidentemente el sen­
tido de los valores no se limita al dominio cultural. Se tiene necesi­
dad, de la actividad social y personal en todos los dominos. Libra
puede referirse a la creación de grupos significativos de seres huma­
nos, por ejemplo en todas las asociaciones que tienen una meta sig-
La Casa Diez J 7()

nificativa, relativa al desarrollo humano, nacional o espiritual.


Aquel que tiene este Signo en el M. C. puede realizar su vocación or­
ganizando grupos en no importa que dominio profesional, aportando
ante todo valor, ante todo belleza, ante todo armonía en el lugar
donde trabaja; sin necesidad de ser un artista, de tener preocupacio­
nes estéticas o de ser modisto/a.
Debemos también comprender que, en nuestra sociedad, no hay
ninguna separación absoluta entre dos profesiones, que no se está
irrevocablemente encasillado según su trabajo, que se puede respetar
el trabajo manual tanto como el intelectual -y que el primero pro­
porciona frecuentemente más dinero que el segundo--. Además, no
se está sometido a una sola ocupación; pero un hombre es irremedia­
blemente lo que es. Se llega a ser lo que se es, en no importa qué tra­
bajo, en no importa qué carrera. El problema no consiste pues en
descubrir las capacidades de alguien, sino más bien en descubrir lo
que está dispuesto y emocionalmente libre de hacer de sus capacida­
des.
Ya que el Ascendente muestra la individualidad del yo, la condi­
ción del Ascendente y de la Casa 1 es muy importante en la elección
de la verdadera vocación. Es sin embargo el Signo sobre el M. C. el
que, asociado, al planeta regente de ese Signo, indica la naturaleza de
la contribución esencial a la sociedad. En particular el planeta regen­
te del Signo muestra la manera en que debería hacer valer su yo
esencial. La Casa que contiene a este planeta indica en que campo de
experiencia se puede aportar su contribución más significativa a la
sociedad, en las condiciones de vida normales.
Tomemos de nuevo el ejemplo de Libra en el M. C. y suponga­
mos que Venus se encuentra en 4 en conjunción al F. C. Eso puede
querer decir que es el hogar el que ofrece las mejores ocasiones para
demostrar su sentido de los valores, su cultura, su capacidad de apor­
tar armonía y belleza a los otros. En tanto qué artista, escritor o con­
tinuando no importa qué ocupación que permita instalarse en la
casa, se actuará mejor trabajando en casa que teniendo una oficina o
despacho público. En un sentido más espiritual, esta posición de Ve­
nus sugiere que lo que importa, durante esta vida es incorporar en su
personal (sentido de la 4) un mejor sentido de las proporciones, de
los valores, de la armonía.
Ya que el regente de l O se encuentra en 4, se debería escoger un
efecto recíproco entre las actividades públicas extrovertidas y las ac­
tividades privadas personales, introvertidas. Hay que atreverse a ex­
presar pública y profesionalmente aquello que se concibe como lo
que es su verdad particular o, en un sentido más superficial, sus ex­
periencias emocionales. Por otra parte, la sustancia a disposición
180 La rueda de la experiencia individual

vendrá, para el desarrollo personal, sobre todo de los resultados de la


contribución espontánea, aportada a la sociedad, en el trabajo y en
las relaciones con los grupos. Se desarrollará exteriorizando lo que
emerge de las profundidades -o del centro- de su personalidad (la
4).

Planetas en Casa Diez

Para numerosos astrólogos el o los planetas que puedan encon­


trarse en l O son más importantes para indicar la profesión que el
planeta regente del Signo sobre el M. C.. El astrólgo humanista no
puede ser de este parecer. Las Casas representan campos de expe­
riencias: así la l O indica el género de experiencias que se tendrán en
la profesión, cualesquiera que sea su naturaleza. Los planetas en l O
van a dar sobre todo un color particular a estas experiencias.
• Por lo tanto si VENUS se encuentra en 10, no indica la profe­
sión sino el hecho de que la persona tiene normalmente tendencia a
buscar el sentido de la vida observando lo que ocurre al nivel de la
colectividad de la cual forma parte. Debe interesarse en la calidad
del empleo del poder social a su disposición, tal vez siendo activa en
el dominio cultural o artístico. Hay que hacer valer su don de agru­
par a las personas, intentando desarrollar un nuevo sentido de los va­
lores que rigen la comunidad. Tendrá ambición social, en el sentido
que deseará brillar allí donde actúe. Tendrá que hacer valorar un
don de organización y el deseo de crear un ambiente armonioso alre­
dedor de ella.

Ejemplos

Einstein: Aries; Bismarck y Salvador Dalí: Tauro; Gauguin: Gé­


minis; Maeterlink: Leo; Henry Ford y Goethe: Virgo; el papa Juan
XXIII: Escorpio; Rommcl: Sagitario; Bemanos, Henry Miller y el
rey Juan Carlos: Capricornio; Ram Das: Piscis.

• Así mismo, Marte en 10 no quiere decir que la persona deberá


abrazar una carrera militar, ser cirujano o chatarrero. Marte en l O
no conduce necesariamente a una profesión marciana. Mas esta po­
sición de Marte indica al astrólogo que la persona deberá utilizar su
función marciana cualquiera que sea la profesión. La persona se sen­
tirá obligada a hacer prueba de iniciativa, a utilizar plenamente su
entusiasmo emocional. Se la llamará para dirigir, tal vez para abrir
La Casa Diez /81

caminos nuevos; deberá entregarse completamente y de manera muy


personal a lo que ella emprenda. Si la persona se encuentra implica­
da en una vía convencional, sin ningún deseo de tomar la iniciativa
ni de actuar de manera directa, si ella tiene miedo de implicarse per­
sonalmente en lo que hace mientras que participa en una función
pública o profesional, es necesario entonces, hacerle saber que, no
vive de acuerdo con lo que Dios (o la vida) esperan de ella. Está blo­
queada por un complejo, por una influencia familiar que es necesa­
rio intentar comprender y debe afrontar con valor.

Ejemplos

Richard Strauss: Aries; A. Dumas y Mike Jagger: Tauro; F. Roo­


sevelt, Saint Exupéry y J. C. Killy: Géminis; Mozart, Camus y Cous­
teau: Cáncer; Flaubert y Nietzsche: Virgo; Elvis Presley: Libra;
Schweitzer: Escorpio; Wagner y Scriabine: Acuario; Teilard de Char­
din y Elizabeth Taylor: Piscis.

• Si JUPITER se encuentra en JO, la persona debe saber que es


completamente natural para ella ser llamada a asumir una responsa­
bilidad, aunque sea pequeña, para o en un grupo. Si la persona re­
chaza identificarse con una posición social o con una imagen de au­
toridad y no se siente capaz de utilizar el poder y el prestigio a su
disposición para un fin que le parezca constructivo, debe entonces el
astrólogo advertirle. Con Júpiter en 10 hay que intentar actuar de
manera responsable en la sociedad, si se desea vivir plenamente su
vida sin sentimiento de frustación.

Ejemplos

Salvador Dalí: Aries; Gauquelin: Tauro; Balzac e Indira Gandhi:


Géminis; Víctor Hugo: Leo; B. Bardot: Libra; Rodin: Escorpio; Re­
noir y Himmler: Sagitario; Karl Marx: Capricornio; Courbet y Marie
Curie: Acuario; Corot, Schubert y Femandel: Piscis.

• Si SATURNO se encuentra en 10, no hay que intentar disper­


sar sus intereses o extenderse en todas las direcciones. Si se desea evi­
tar una caída o el sentimiento deprimente de no haber cumplido su
verdadero destino, importa expresarse en su vida profesional o públi­
ca de una manera clara y estable. Es preciso más bien especializarse,
limitarse voluntariamente a una actividad precisa donde el deseo de
independencia y el sentimiento de individualidad puedan hacerse
valer con los mínimos problemas.
182 La rueda de la experiencia individual

Que esto sea en una escala amplia, como en los casos de los ejem­
plos o en los límites estrechos de una vida humana media, hay que
intentar llegar a ser el ejemplo concreto de una tendencia definida de
la civilización. Con esta posición de Saturno se puede llegar a ser
una clase de «padre» público, capaz de imprimir su imagen sobre su
comunidad o bien el punto focal de operación de fuerzas colectivas
que intentan construir o (destruir) ciertos aspectos de la civilización.

Ejemplos

Einstein y Alice Bailey: Aries; Picasso: Tauro; Osear Wilde y


Johny Halliday: Géminis; John Kennedy: Cáncer; Hitler, Uri Geller,
Mitterand y M. Privat, astrólogo: Leo; Víctor Hugo y Rudolf Steiner:
Virgo; H. Ford, Leonardo da Vinci y Hans Christian Andersen: Li­
bra; Rudhyar: Escorpio; Musset: Sagitario; Malraux: Capricornio;
Isadora Duncan y Elizabeth Tayloi: Acuario; Gounod: Piscis.

e El hecho de que el SOL se encuentre en JO no indica necesa­


riamente un gran éxito profesional o público; pero esta posición del
Sol concentra la atención de la persona sobre su carrera. Habrá gene­
ralmente una poderosa ambición de triunfar socialmente o profesio­
nalmente. Es este deseo de interpretar un papel valioso en la socie­
dad y proporcionar una contribución al desarrollo de la civilización
o de la nación que sostiene eficazmente a la persona y le permite
vencer los obstáculos. Alcanza su objetivo porque no se distrae en su
esfuerzo por imponerse y la sociedad recompensa en general estos es­
fuerzos con el dinero, el prestigio o el renombre. En todo caso las
personas que tienen esta posición del Sol alcanzan a menudo una
posición social que supera el standing familiar de partida o el que
ellas esperaban sobreponiéndose a muchos obstáculos personales.
Ejemplos

Ram Das y van Gogh: Aries; Balzac: Tauro; Gauguin y Johny


Halliday: Géminis; Duhamel, Gastan Bachelard y J. B. Charcot:
Cáncer; Goethe y Luis XIV: Virgo; Gershwin: Libra; Rommel: Es­
corpio; Musset: Sagitario; Julio Veme: Acuario; Einstein, Montaig­
ne, Assagioli y Elizabeth Taylor: Piscis.
• Cuando la LUNA se encuentra en 10, la persona debe desarro­
llar la capacidad de vibrar a los humores cambiantes del público o de
estar receptivo, abierto a las «necesidades de su tiempo». La vida
exige un notable poder de adaptación a las exigencias de la sociedad.
La Casa Diez 183

Hay que volverse psicólogo y vivir su vida pública de una manera


muy personal e incluso sencilla. Se pueden alcanzar sus fines gracias
a su encanto personal o a la manera particular que se tiene de com­
portarse.

Ejemplos

Salvador Dalí: Aries; A. Dumas y el príncipe Carlos de Inglate­


rra: Tauro; Maupassant: Cáncer; Verlaine y Gandhi: Leo; Flamma­
rion y el marqués de Sade: Virgo; Chirac: Sagitario; Wagner: Acua­
rio; Clemenceau y Schubert: Piscis.
• Cuando MERCURIO está en 10, hay que poderse adaptar rá­
pidamente a las necesidades intelectuales de su comunidad; eso exige
en general una gran agilidad de espíritu. Existe la potencialidad de
tratar problemas sociales complejos porque se puede tener buen sen­
tido y un juicio intelectual objetivo. Pero evidentemente, si la perso­
na es emotiva, puede confundirse psicológicamente con las circuns­
tancias de su vida profesional o no atreverse a tomar decisiones en el
dominio público.

Ejemplos

Einstein: Aries; Eric Satie: Tauro; Vittorio de Sica: Cáncer; Luis


XVI: Virgo; Nietzsche y B. Bardot: Libra; el papa Juan XXIII: Es­
corpio; Musset, Rodin, Rommel y Chirac: Sagitario; el rey Juan
Carlos: Capricornio; Julio Veme: Acuario; Roberto Assagioli: Piscis.

• URANO en JO promete en general experiencias que se salen


de lo ordinario en la vida profesional o pública. La persona puede
llegar a ser revolucionaria o dictador (Stalin y Mussolini) o ser la víc­
tima de una revolución o de conmociones sociales (M.ª Antonieta).
Se pueden focalizar en sí cambios sociales o llegar a ser un crítico de
vicios y de abusos sociales. De una manera o de otra, se debe tener el
valor de asumir un papel en una situación, local o nacional, y se po­
dría verdaderamente estar «en la movida».*

Ejemplos

Ram Das: Aries; Mohame Alí: Tauro; Allan Leo: Géminis; Gide:
Cáncer; Mahara Ji, Schweitzer y Gurdjieff: Leo; Kahlil Gibran, Mus-
* N. T. Estar en la movida= Persona de la que se habla y cuyas palabras y accio­
nes se observan.
184 La rueda de la experiencia individual

solini y Helen Keller: Virgo; Luis XIV y Hans Christian Andersen:


Libra; Himmler y Volguine: Sagitario; Anouilh: Capricornio; Cle­
menceau, María Antonieta, Kissinger y William Blake: Piscis.

• NEPTUNO en JO debe dar un sentido transcendente o inter­


nacionalista a los valores humanos. Se desea crecer; la empresa que
se ha creado puede llegar a ser multinacional; se vuelve comunista,
socialista -o espiritista. En negativo, la personalidad se desintegra
en la droga, el alcohol o en falsos nirvanas.

Ejemplos

Erie Satie y R. Strauss: Aries; Picasso y Alice Bailey: Tauro; He­


mingway, Yogananda, S. Exupery y Agatha Christie: Géminis; Cous­
teau y Walt Disney: Cáncer; J. Kennedy y Mitterand: Leo; Gracia de
Móncao, Leonardo da Vinci y Musset: Sagitario; Anatole France:
Acuario; Montaigne: Piscis.

• PLUTON en 10 aporta la prueba del empleo justo del poder


social. Es preciso tener el valor de asumir conscientemente responsa­
bilidades de grupo o de llegar a ser un líder en una dirección progre­
sista. De una manera o de otra, la vida exige que se demuestren sus
creencias por actos, que se desafíen las superficialidades de su cultu­
ra para obligar a las personas a volver a las cosas esenciales.

Ejemplos

Blavatsky: Aries; Alice Bailey, E. Satie, Matisse y Aurobindo:


Tauro; Nixon, Hemingway, S. Exupery, Yogananda y A. Christie:
Géminis; Camus, Mitterand y Giscard d'Estaing: Cáncer; Uri Geller:
Leo; Corot: Acuario; Berlioz y Lalo: Piscis.

Planetas que salen antes que el sol

Hemos dicho que el planeta que sale justo antes que el Sol (o pla­
neta «oriental»), en particular Mercurio, Venus, Marte y la Luna,
tiene importancia para la elección de la vocación. Si tradicionalmen­
te se ha escogido este planeta es porque distribuye los rayos del Sol;
de la misma manera los esfuerzos profesionales o públicos distri­
buyen a todos la cualidad del yo esencial, central (el Sol).

• Si es MERCURIO el que sale antes que el Sol (Mercurio Pro-


La Casa Diez 185

meteo en astrología humanista), la persona debe ser esencialmente


un transmisor, un intermediario, un secretario, un revendedor.
Como Mercurio es el planeta «oriental» más frecuente en un tema,
la astrología deduce que el éxito vendrá de la excelente ejecución en
las rutinas o en los campos de actividad bien establecidos y corrien­
tes. Hay que desarrollar la capacidad de tratar las necesidades del
momento de manera directa y sin problemas. En ciertos casos eso in­
dica el éxito de personas no especializadas, por su sumisión ingenua
a las reglas. Se adapta a la rutina y no se es snob en la elección de ac­
tividades. El ideal de realización reposa sobre el desarrollo de una
técnica en un dominio o en otro. Se ocupa ya sea de objetos tangi­
bles, ya sea de ideas, de informaciones, de todo lo que concierne a
los informes, archivos, a la organización de los esfuerzos y se hace
bien sea a un nivel muy exigente, según las capacidades del indivi­
duo. Todas las capacidades intelectuales y ocupaciones están relacio­
nadas con Mercurio, así como los escritos rutinarios, la enseñanza,
los medios de comunicación.
Como esta posición de Mercurio es la más corriente no sirve de
nada dar ejemplos.

• Si VENUS es el primer planeta en salir antes que el Sol (Ve­


nus Lucifer en astrología humanista), hay que buscar una ocupación
que despierte un interés sostenido por aquello que se debe hacer.
Todo debe estar personalizado, traer por así decirlo el sello del indi­
viduo, de ahí la relación entre esta posición de Venus y la actividad
estética. Frecuentemente la persona está incómoda porque él o ella
se siente incapaz de estar a la altura de un ideal o porque está condi­
cionada por los valores o criterios, sin importancia inmediata, que
acepta. Se puede llegar a ser demasiado concienzudo o meticuloso.
La persona que tiene esta posición de Venus debe ser un «artista»
incluso en las actividades de todos los días, en la casa o fuera; debe
intentar mejorar las condiciones ambientales. Incluso si ella hace el
esfuerzo de tener una aproximación muy personal, el objetivo de su
actividad debe siempre ser el bienestar de los otros. Debe ser alguien
que armonice, que integre, que interprete.

Ejemplos

Puccini, Rimbaud, F. Roosevelt, Camus, Salvador Dalí, Debussy,


Gauguin, Picasso, Víctor Hugo, Maeterlink, Jung, Himmler, Landrú.

• Si MAR TE es el primer planeta que sale antes que el Sol, eso


indica a alguien que debe dirigir, ser un pionero o un aventurero, en
186 La rueda de la experiencia individual
el dominio público o profesional. Hay que buscar una actividad o
una profesión que exija una atención, una fiabilidad constantes. Hay
una necesidad desusada de iniciativa competente o bien se puede es­
tar obligado a trabajar en condiciones peligrosas. Hay que buscar un
trabajo del cual se tenga la responsabilidad personal plena y conti­
nua. Como se recuperan generalmente sus fuerzas con rapidez, el
trabajo puede ser agotador. Frecuentemente se debe hacer la mayor
parte del trabajo o vigilar constantemente para evitar un peligro o
una catástrofe.

Ejemplos

Einstein, Martin Luther King, Cocteau, Aurobindo, Indira Gan­


dhi, Neil Armstrong (cosmonauta), Elizabeth Taylor, Elvis Presley,
Yves Saint-Laurent, la Callas, M. Alí, Johny Weismuller (Tarzan), el
general Ian Smuts.

• Cuando la LUNA se levanta o sale antes que el Sol, hay que


ser a todos los niveles un «servidor», alguien que se dedica o que se
justifica en la vida de todos los días por una contribución muy parti­
cular. A veces se puede decir que la actitud debe ser profética.
Esta posición de la Luna pide que se esté al servicio del público o
de la humanidad en general. Se debe estimular a los otros en un es­
fuerzo en el cual ellos y él mismo puden beneficiarse. El éxito ven­
drá de los esfuerzos particulares, ya sean a favor o en contra de al­
guien o alguna cosa. La Luna en esta posición es el adiestrador o el
repetidor ideal; se puede buscar una situación en la que se pueda ins­
pirar o guiar entre bastidores.

Ejemplos

A. Besant (teósofa), Abdul Baba (movimiento Bahai), el conde


H. Keyserling, Marie Curie, Vivekananda, Blavatsky, Chagall, Mal­
raux, A. Rubinstein, Marc Jones, Mitterand, Marx, Krishnamurti, de
Gaulle, Gandhi, Y. Menuhin, Gurdjieff, Matisse.

• Se ha utilizado poco a los otros planetas según esta relación


con el Sol; pero JUPITER Y SATURNO pueden, en ciertos casos,
referirse a una vida pública o profesional animada realmente por
fuerzas espirituales, religiosas o sociales.
Los tres planetas más lejanos -URANO, NEPTUNO y PLU­
TON- pueden sugerir vidas públicas o profesionales de naturaleza
transcendente o simplemente desequilibradas con relación a los valo-
La Casa Diez 187

res habituales de la sociedad. De forma general el estudiante hará


mejor en limitarse a los planetas personales y a la Luna.

Relación entre las Casas Diez-Seis-Uno

Como últimas indicaciones importantes para la elección de la vo­


cación está la relación que existe entre el regente de 1 O y el regente
de 6 y la relación entre las Casas I y 1 O.

• Para la relación entre las Casas 6 y 10, hay que observar si hay
un aspecto entre los planetas que gobiernan estas dos Casas o si es el
mismo planeta el que gobierna a las dos. Si hay una conjunción, un
cuadrado o una oposición entre los regentes de estas dos Casas o si es
el mismo planeta el que gobierna a las dos, es probable que, en el
plano de las circunstancias, la persona esté sometida a unas contra­
riedades que comprometan seriamente sus esfuerzos y su juicio en la
búsqueda de su vocación. O bien puede haber indecisión ante la
elección de los actos o de las relaciones o aún confusión del espíritu
que crea conflictos aparentemente insolubles en los negocios. Llega a
ser necesario establecer una disciplina estricta en la forma en la que
se aplican sus energías, psicológicamente y socialmente hablando.
Hay que mantener una separación neta entre estas dos formas -
psicológica y social- de expresarse.
Como ejemplos tenemos a Hitler para la conjunción entre los re­
gentes de 6 y de 10 Madame Blavatsky tiene el mismo planeta como
regente de las dos Casas; Nelson Rockefeller tiene la cuadratura; la
reina Isabel II de Inglaterra tiene la oposición.

• Para la relación entre las Casas 10 y 1, hay que observar si hay


planetas a la vez en las dos Casas o si no hay en ninguna de las dos.
En estos dos casos, no hay probablemente problemas específicos en
la adaptación de los deseos personales a los asuntos profesionales o
económicos -al menos problemas conscientes.
Por el contrario, puede haber problemas de vocación en el caso
en que haya l ó 2 planetas en I O mientras que la I está vacía. En ese
caso -que es el de Henry Ford, por ejemplo-- los negocios están de­
terminados en gran parte por las compulsiones de las circunstancias
exteriores. La persona se encuentra constantemente mezclada en los
asuntos cotidianos de su comunidad o del grupo social específico que
engloba sus intereses particulares.
Cuando haya planetas en l y no en 1 O, es probable que la perso­
na estará constantemente perturbada por reacciones complejas debí-
188 La rueda de la experiencia individual

das a su condicionamiento esencial y a su carácter. Reaccionará pues


a las exigencias de la vida de una manera demasiado personal, como
si todo lo que ocurre tuviera un mensaje particular y personal para
ella. Dicho de otra manera sentirá a menudo lo que ocurre como una
limitación.
El estudiante podrá leer con provecho un pequeño libro de An­
dré Barbault: Astrodiagnóstico de orientación profesional, publicado
en I 977 en Ediciones Tradicionales. André Barbault en él vuelve a
tomar en numerosas veces el punto de vista humanista sobre la
orientación profesional y la vocación.
CAPITULO XIII

LA CASA ONCE

Esta Casa sucedente es una Casa de liberación de poder en la que


se emplean de diversas maneras los frutos de sus actividades socio­
profesionales en l O. En 11, el poder a disposición viene de la socie­
dad o más bien está engendrado por las actividades sociales o profe­
sionales que se han tenido en tanto que participante en la obra del
mundo. Este poder existe pues en función de la capacidad que se tie­
ne de obrar por el bien de su grupo -nación, iglesia, clase, club,
profesión. Cuanto más acierto se tiene en 10 en hacer cualquier cosa
que el grupo encuentre valioso más recompensas y poder se tendrán
en 11. La actitud que se tiene frente a su participación social condi­
ciona los frutos posibles en 11. Si se vive en el nivel socio-cultural
buscando dinero y el prestigio, entonces en 11, se buscarán los place­
res mundanos, los ocios como fugas sociales o bien perderá su tiem­
po en vagas esperanzas de vida mejor, sin tener la voluntad necesaria
para llevarlas a cabo. Pero si se vive en el nivel individual o si se as­
pira a una vida transpersonal, entonces la 11 se vuelve un dominio
en el que se desarrolla una visión nueva de sus posibilidades como
agente creador obrando con otros agentes creadores para el bien del
todo mayor. Se intentan elaborar planes concretos para el mejora­
miento de las condiciones sociales existentes, se desea elaborar obje­
tivos socio-profesionales nuevos. Se une conscientemente a otros
verdaderos individuos, movidos por el mismo deseo de cambio so­
cial, cultural o espiritual. Se vuelve uno intermediario para la reali­
zación concreta de los fines de la colectividad superior.
Cualquiera que sea la tarea realizada en 10, hay que utilizar los
resultados de una manera o de otra. En 11 hay que decidir cómo y a
qué nivel se desea hacer. Incluso si hay un fracaso en l O, en 11 hay
que hacer frente a las consecuencias de este fracaso. La 11 enseña
cómo se deberá hacer frente a las consecuencias de su éxito o de su
190 La rueda de la experiencia individual

fracaso. La sociedad y, también la colectividad superior, juzgan de


nuestro valor según nuestra manera de utilizar nuestro éxito o nues­
tro fracaso como trampolín para una acticidad futura más valerosa y
más significativa.
Aquí la prueba consiste en no identificarse en la lucha llevada
para triunfar socialmente o profesionalmente porque, en ese caso no
se es un individuo sino el esclavo del éxito, un éxito concebido de
antemano. No se pude entonces casi entrever una realización supe­
rior en la cual trabajar a continuación. Se está contento de haber al­
canzado el éxito entrevisto y, orgulloso de sí, se desea disfrutar de su
pretigio, hacer alarde de su riqueza y de su poder.
En el caso de un ego que esté dominado por un sentimiento de
inferioridad -a causa de una incapacidad física, por ejemplo, o de
experiencias emocionales penosas durante la juventud: sentimientos
de inseguridad, de discriminación racial o social, de humillación­
se desarrolla generalmente una actitud agresiva compensatoria que
provoca tensiones e incluso la violencia hacia sí o a los otros. En 11
se va a hacer valer su protesta, su resentimiento, su rebelión, su de­
seo de revancha o de destrucción, a menos que el ego no tenga la
fuerza de compensar su negatividad y no desee huir en la droga y
otros paraísos artificiales o no se vuelva un disminuido psíquico.
En mis cursos ya he hecho observar que lo que pasa en las últi­
mas Casas del tema está cada vez más condicionado por las expe­
riencias vividas en las otras Casas. En un caso dado, su interpreta­
ción se hace más dificil y más compleja. No basta con observar sim­
plemente el Signo en la cúspide, el planeta regente del Signo y los
planetas que contiene la 11. Así como en la I O hay que observar las
otras tres Casas sucedentes y también la 1 O que es el punto de parti­
da de lo que ocurre en el cuadrante Sur-Este. Hay que consultar tam­
bién las experiencias y actitudes relacionadas con las Casas 7, 8 y 9,
ya que las experiencias que se tendrán en 11 dependen en gran medi­
da de nuestra actitud hacia las relaciones humanas y la sociedad en
general, en 7. Si se está movido por la avaricia, la avidez o el odio, se
tendrá la experiencia del aislamiento social: no se tendrán amigos, se
volverá huraño, agrio, introvertido.
Por el contrario, si se es en 11, capaz de ser un reformador, de ac­
tuar en función de una visión futurista, de su fe en el hombre, es
ciertamente porque se habrá rehusado en 7 de tomar parte en las
relaciones superficiales, fáciles e insignificantes de su medio.
Se habrá también en 8, rechazado el conformismo, allí donde
conformarse significa hipocresía y sumisión a los comportamientos
decadentes, insensatos o destructores. En 9 se habrán desafiado las
leyes de la costumbre y de la tradición y se busca una sabiduría más
La Casa Once 191

noble y una visión más larga, más inclusiva, más universal de las co­
sas. En 1 O, se habrá intentado solo y sin el apoyo de la familia o de
la comunidad, encamar el poder inherente a la colectividad superior
que permitirá arrojar una luz nueva sobre el significado y el objetivo
de la vida comunitaria.

Planetas en Casa Once

SOL

La persona deberá aportar su vitalidad al desarrollo de nuevos


objetivos sociales, religiosos, filosóficos o económicos. En un domi­
nio o en otro se será el idealista, el cruzado, movido por grandes sue­
ños de un futuro mejor, un ser de fe al que le gusta estar rodeado de
sus amigos y asociados. Estos últimos tienen generalmente tendencia
a sostenerlo en lo que hace, se puede ser popular en su medio.
En el nivel socio-cultural, se desea disfrutar de los bienes de este
mundo y se interesa en la vida cultural, política o se está dispuesto a
asumir responsabilidades; la cualidad del Signo solar predomina. En
los niveles individual y transpersonal, no hay que aferrarse a los mo­
delos de comportamiento tradicionales. Hay que atreverse a atacar
los males sociales, revitalizar o transformar su grupo particular. Ja­
más se debe estar satisfecho. El objetivo es el de llegar a ser una lente
clara para un poder o una luz más que personales.

Ejemplos

Gregory Peck: Aries; Marconi, Eric Satie y Salvador Dalí: Tauro;


Alice Bailey y Marilyn Monroe: Géminis; Saint-Exupery: Cáncer;
Maupassant: Leo; Maeterlinck y Aldo Moro: Virgo; Nietzsche: Li­
bra; Juan Carlos de España y Adenauer: Capricornio; Bernanos y
Morin de Villefranche: Piscis.

LUNA

Se es extremadamente sensible a los humores, rumores y cambios


sociales. Se da cuenta de lo que es injusto, de aquello que resta felici­
dad a su comunidad.
En el nivel socio-cultural se tienen muchos amigos -y sobre
todo amigas-, sentimientos democráticos, se es popular, afectuoso
con sus amistades, capaz de influenciar la opinión pública porque se
192 La rueda de la experiencia individual

consigue hacer vibrar a las personas en sus raíces comunes. Se está


dispuesto a servir a los demás anulándose personalmente.
Si la persona alcanza el nivel individual o transpersonal, las solu­
ciones propuestas a los problemas sociales y espirituales lo son en
general bajo la forma de revelaciones (Rudolf Steiner). Se da una for­
ma muy personalizada a lo que viene de la colectividad superior.
Se puede llegar a ser el portavoz de algún movimiento colectivo
no reconocido por el Establishment o que difiera de la religión tradi­
cional. Pero la Luna es siempre particular y personal, de forma que
con la Luna en 11 se representa un partido, una tendencia social o fi­
losófica particular. La actitud personal se basa en su propia sensibili­
dad o su clarividencia relativa a los problemas cotidianos que le su­
ceden a la persona.
Es por lo que las soluciones que se proponen corren el riesgo de
no ser aplicables a largo término.

Ejemplos

Anatole France y A. Leger: Aries; Sacha Guitry, van Gogh, Mon­


taigne y Mick Jagger: Tauro; Debussy y Stravinsky: Cáncer; Chur­
chill y Cousteau: Leo; J. Kennedy: Virgo; Fidel Castro, Toulouse
Lautrec y R. Steiner: Libra; Toscanini: Escorpio; Krishnamurti: Sa­
gitario; conde H. Keyserling: Capricornio; Augusto Comte: Acua­
rio; Elvis Presley: Piscis.

MERCURIO

Se intenta comprender o comunicar intelectualmente las solucio­


nes posibles a los problemas que se plantean en la cultura y el medio
social. Se ama el contacto con los intelectuales y todo lo que estimu­
le la búsqueda de objetivos que transciendan la vida social «normal».
Se desea frecuentar los grupos, los clubs, discutir con otras personas
sin tomar partido. Se buscan ideas nuevas o se intentan formular las
ideas de una manera nueva.
En el nivel socio-cultural hay tendencia a dispersarse intelectual­
mente en habladurías y chismes, pero se hace con mucha agudeza o
de una manera cínica.
Ejemplos

Treilhard de Chardin: Aries; S. Dalí y R. Strauss: Tauro; Gau­


guin y Modigliani: Cáncer; Maupassant y Saint Exupéry: Leo; Mae-
La Casa Once 193

terlink: Virgo; Adenauer: Capricornio; d'Annunzio y Morin de Vi­


llefranche: Acuario.

VENUS

Hay un énfasis en la vida cultural o artística y el sobre-esfuerzo


de añadir una nueva significación a los valores que sostienen la vida
conjunta de la comunidad. Se tienen sentimientos sociales desarro­
llados y la capacidad de dar una forma a los sentimientos y opinio­
nes sociales, al menos en el seno de su grupo. Se debe ser el apóstol
de la belleza de la verdad, de la armonía.
En el nivel socio-cultural, se ama la compañía y se sabe ser el
huésped capaz de acomodar a las personas confortablemente en un
ambiente refinado. Se encuentran a las personas que tienen a Venus
en 11 en el teatro y en los conciertos, en las conferencias, en todos
los lugares en los que puedan encontrar a aquellos que se interesan
en las mismas cosas y con los cuales pueden comunicarse agradable­
mente.
En los niveles individuales y transpersonal, se debe desear supe­
rar este nivel de participación más bien pasivo en la sociedad y en la
cultura y volverse crítico. La tarea consiste en transformar los valo­
res, en introducir tendencias nuevas, en crear grupos para hacerlos
valer.
Ejemplos

A. Leger y Orson Welles: Aries; Marconi y Van Gogh: Tauro; Sa­


tie y Alice Bailey: Géminis; Balzac, Saint Exupéry y Stravinsky:
Cáncer; Vittorio de Sica y Johny Halliday: Leo; de Falla: Libra; G.
Doré: Escorpio; Rodin: Sagitario; A. Comte, Julio Veme y Morin de
Villefranche: Piscis.

MARTE

Este planeta de expresión de los poderes personales da en 11 una


actitud más bien agresiva y personal frente a los valores socio­
culturales y puede también engendrar conflictos con los amigos, los
consejeros y los compañeros. Las ideas no están matizadas y se las
expresa con fuerza. Se está dispuesto a actuar enseguida según su
ideal, a realizar experiencias de puesta en práctica, sin tener miedo
de ser un pionero. Se predica la vida activa, la demostración y se gas­
ta sin cálculo.
194 La rueda de la experiencia individual

Como se es intensamente activo y abnegado, cree deber ser más


popular de lo que se es en realidad; y no siempre se da cuenta de su
naturaleza inflexible e independiente.

Ejemplos

Orson Welles y Schubert: Aries; Galileo, Marconi y Salvador


Dalí: Tauro; Balzac, Camus y Gauquelin: Cáncer; Gauguin y el pre­
sidente Trumao: Leo; Cézanne: Virgo; Freud: Libra; Jung: Sagitario;
Meher Baba: Capricornio.

JUPITER

En el nivel socio-cultural, todo está en función del dinero, del


y
prestigio del confort que pueden resultar de la actividad social o
cultural que se tiene. En la promoción de sus proyectos, se puede te­
ner el apoyo de amigos, de consejeros o de asociados influyentes y
fieles. Se hace entrega de su propia riqueza para sostener causas que
se encuentran valiosas; pero se está prendado de su importancia en el
seno del grupo.
En los niveles individual y transpersonal, se tiene también, en ge­
neral, poder social o de prestigio a disposición, lo que ayuda a la in­
tegración de nuevos conceptos que se han elaborado, con las tenden­
cias sociales, económicas o culturales establecidas. Por sus dones de
organización se vuelve un jefe en su dominio.
Hay que intentar formular sus ideales de la manera más eficaz
posible con vistas a una aplicación social organizada. Hay que inten­
tar la eficacia más que los honores, poner humildemente lo que se ha
llegado a ser a disposición de las fuerzas que apuntan a una transfor­
mación radical de lo que se está volviendo demasiado cristalizado en
la sociedad --o en la personalidad.

Ejemplos

L. de Broglie y B. Shaw: Aries; Teilhard de Chardin: Tauro;


Liszt, Gauguin y Johny Halliday: Cáncer; Ornar Sharif y Modigliani:
Leo; H. Ford: Libra; Fred Astaire y E. Presley: Escorpio; W. Brandt:
Capricornio; A. France y Morin de Villefranche: Piscis.
La Casa Once 195

SATURNO

Es la posición del conservador de los valores tradicionales o de


alguien que sufre a causa de la actitud de las instituciones sociales,
religiosas o culturales.
El comportamiento y el juicio proyectado sobre los otros en el ni­
vel de la actividad social están condicionados por lo que está acepta­
do tradicionalmente por la etiqueta, por formulas legalistas. O bien
uno mismo llega a ser el creador de nuevas formas de comporta­
miento, de formas culturales nuevas o de un nuevo sistema de pensa­
miento. Pero es generalmente dificil encontrar a sus amigos y asocia­
dos abierta y espontáneamente, y que estén libres de todas clases de
tabúes. Se ve a menudo el lado negativo o negro de las cosas, de ma­
nera que se vuelve fácilmente pesimista sobre el futuro.
En el nivel socio-cultural el sentido de jerarquía en el nivel del
grupo está muy desarrollado y se buscan los contactos para saciar el
deseo de seguridad.
Existe el respeto a la ley y a la autoridad y un fuerte sentido del
deber.
En el nivel individual, hay móviles personales, un sentimiento de
independencia, detrás de la actitud que se tiene con los amigos, aso­
ciados y grupos. Se desea sentirse un individuo importante en el seno
del grupo antes de participar y se siguen las consignas al pie de la le­
tra. Hay peligro de dogmatismo.
En el nivel transpersonal hay que transformarse, presentar batalla
a todas las limitaciones satumianas de la 11, abrirse a los valores y
tendencias que están a punto de descondicionar la sociedad y las re­
glas tradicionalmente aceptadas en las relaciones.

Ejemplos

Giradoux y Teilhard de Chardin: Tauro; J. C. Killy y Mike Jag­


ger: Géminis; Balzac: Cáncer; Seurat: Leo; de Gaulle: Virgo; Toulou­
se Lautrec: Libra; Marlon Brando: Escorpio; Himmler y Rodin: Sagi­
tario; Kant y Renoir: Capricornio; A. Carrel y E. Presley: Acuario;
Courbet: Piscis.

URANO

En la Casa de las reformas sociales o donde se deben entrever ob­


jetivos colectivos nuevos, Urano empuja al hombre a ser un profeta,
un apóstol del cambio. Es una buena posición para aquellos y aque-
196 La rueda de la experiencia individual

!las que son capaces de ser pioneros en una vía que promete horizon­
tes más vastos. Es en las relaciones con los amigos y los grupos don­
de se presentará el desafío de liberarse de los deseos e ideales dema­
siado mezquinos o materialistas.
Urano aquí es el transformardor o el descontento, alguien cuya
obra creativa puede transformar toda una cultura, toda una comuni­
dad abriéndoles una vía nueva -o bien el rebelde que intenta des­
truir por la violencia lo que odia. Se desea vivir fuera de toda clase
de convencionalismos.

Ejemplos

A. France y Aldrin, cosmonauta: Aries; Foch: Tauro; Debussy,


J. C. Killy y Mike Jagger: Géminis; Matisse: Cáncer; Churchill: Leo;
Ramana Maharsi: Virgo; V. Hugo: Libra; Rudhyar: Escorpio;
W. Brandt y Morin de Villefranche: Acuario.

NEPTUNO

Se desea formar parte de un esfuerzo que intenta crear un mundo


nuevo, ideal, humanitario, integrado en el nivel planetario, pero que
tan sólo es, la mayoría de las veces, comunista, socialista o totalita­
rio. Los sueños no son bastante realistas o no se dirigen más que a la
destrucción de las limitaciones y tradiciones sociales o nacionales,
sin saber lo que es necesario colocar en su lugar. Hay a menudo
atracción por las manías o las modas sociales o bien la capacidad de
destruir sutilmente, por la ironía, los comportamientos y valores sa­
tumianos de su comunidad.
En el nivel socio-cultural, una actividad en los dominios de la
música, de la literatura, del cine o de las bellas artes puede introdu­
cir valores más trascendentes, más globales. Pero se puede también
ser víctima de visiones encantadoras (glamosrous), de esperanzas fas­
cinantes que se es incapaz de realizar. Sin embargo la potencia de
imaginación de Neptuno, el sueño constante de un estado de con­
ciencia supra-individual acondiciona al ego y puede permitir que pe­
netren las intuiciones que llegan de la colectividad superior.
Ejemplos

Marconi: Aries; Einstein, Giraudoux y Sacha Guitry: Tauro;


M. Chevalier, Van Gogh y Galileo: Géminis; Camus y Nixon: Cán­
cer; Mozart, Giscard d'Estaing y Jimmy Carter: Leo; John Lennon y
La Casa Once /97

Ornar Sharif: Virgo; Moliere: Libra; Miguel Angel: Escorpio;


B. Shaw: Piscis.

PLVTON

Si se individualiza, se es potencialmente capaz, en medio de los


ideales que se defienden de manera inquebrantable y focalizada de
conducir a sus amigos, a su grupo, a su nación a un género de vida
completamente nuevo. Se es decidido, progresista, a veces despiada­
do en su manera de entrever los actos necesarios para establecer ese
mundo nuevo; con Plutón no hay jamás sentimentalismos.
Se puede ser miembro de un grupo subversivo de activistas políti­
cos o bien sufrir la acción de dictadores y tiranos. Es necesaria mu­
cha discriminación en la elección de amigos o de grupos, así como
de los principios e ideales que se desean defender. Y esta elección
debe ser despersonalizada, es decir, que no debe estar hecha en fun­
ción del ego y de sus deseos y sentimientos.

Ejemplos

Clémenceau y J. Veme: Aries; Einstein, R. Strauss, Marconi y


Sacha Guitry: Tauro; M. Chevalier y Van Gogh: Géminis; Mahara
Ji: Virgo; Rafael: Libra; Shelley y A. Comte: Acuario; Courbet y
Wagner: Piscis.
CAPITULO XIV

LA CASA DOCE

Con la Casa 12, llegamos a la última etapa del ciclo de la expe­


riencia individual. Es una etapa de síntesis durante la cual hay que
intentar afrontar con toda lucidez todos los frutos de las fases ante­
riores del ciclo, para que la esencia de nuestros éxitos y de nuestros
fracasos pueda concentrarse en una simiente capaz de dar nacimien­
to a un ciclo verdaderamente nuevo.
En la tradición se tiene tendencia a subrayar el lado negativo de
nuestras experiencias, a ver tan sólo en la 12 nuestros fracasos perso­
nales o sociales, nuestros miedos y nuestras frustaciones y muchos
debutantes en astrología se asustan de lo que puede pasar durante
esta última fase del ciclo. En el «Tratado Práctico de Astrología» de
Andrés Barbault 1, por ejemplo se la presenta como el mundo de la
prueba, las enfermedades, cautividades, exilios, retiros, enemistades
ocultas, fracasos: ningún elemento positivo.
El carácter cíclico de toda experiencia es el concepto que falta en
la comprensión habitual de las Casas astrológicas. iHay que saber
que nada nace de nada!; hay siempre un ciclo de manifestación ante­
rior que condiciona un nuevo ciclo. Y debe haber siempre también
un nuevo ciclo durante todo el tiempo que el universo manifestado
exista.
La duodécima fase de un ciclo es pues la de la preparación de un
ciclo nuevo. Durante esta fase no es necesario estar hipnotizado por
el pasado, por las cosas que están a punto de terminar, sino actuar
con vistas al nuevo principio que estará bien pronto allí. Esta duodé­
cima fase contiene todas las condiciones que se heredan de su propio
pasado y del de su raza, de sus padres y de la humanidad -todas las
condiciones y no solamente los elementos negativos o limitantes. Es

1 Tratado práctico de Astrología, por Andrés Barbault. Ediciones Le Seuil, París.


En español: Tratado práctico de astrología, Ed. Visión, Barcelona.
200 La rueda de la experiencia individual

el suelo, producto del pasado, en el cual la simiente debe ser planta­


da. El suelo y la simiente son ambos producto del pasado. Pero, al
nacer, tenemos el poder divino potencial de utilizar estas condicio­
nes heredadas del pasado con fines nuevos. El Ascendente del tema
simboliza este poder que es la Identidad verdadera de un individuo o
en las progresiones y tránsitos, el símbolo de la capacidad de utilizar
el planeta que acaba de pasar por una duodécima fase, en un nivel
de actividad más significativo.
Es pues en 12 donde se decide consciente o inconscientemente si
se desea o puede utilizar creativamente el pasado con un propósito
nuevo, incluso si no se tiene aún más que una idea muy vaga de la
naturaleza de este propósito. Como dijo Rudhyar «La verdadera vida
creativa es una síntesis constante de pasado y de futuro en un presen­
te radiante -la síntesis de recuerdos y de un objetivo por la inter­
vención de un acto creador».
No es necesario que el poder colectivo de los recuerdos ahogue el
tono del nuevo ciclo, lo que ocurrirá si tan sólo se piensa en los sig­
nificados negativos de la 12, presentados en los manuales corrientes.
La actitud pasiva o negativa frente a las experiencias de la 12, hace
que el futuro nuevo ciclo no será más que una repetición del anti­
guo, en el mismo nivel de conciencia y de actividad, a pesar de algu­
nos cambios superficiales.
Lo que ocurre en 12 está inevitablemente ligado a nuestra forma
de actuar en 11. Si, en 11, hemos actuado de manera tradicional
condicionada por los ideales colectivos de la cultura y de la religión
de nuestra sociedad, somos por lo tanto una expresión inconsciente
de esos ideales. Cuando nuestra sociedad y nuestra civilización están
actualmente en crisis, si continuamos viviendo según sus valores de­
cadentes y materialistas, sin intentar cuestionarlos, lcómo podremos
escapar al destino inevitable de esta sociedad, de esta civilización? E
incluso si no nos rebelamos contra esos ideales, como lo hacen mu­
chos jóvenes, la presión de las circunstancias debidas a estos ideales
continuarán dominando nuestras vidas.
Se desee o no, soportamos en 12 el peso del destino colectivo de
la sociedad de la que formamos parte. Tener una actitud constructi­
va es intentar liberarse, interiormente, al menos, de esta dominación
social y colectiva, es intentar encamar una solución nueva a algunos
de los problemas sociales existentes.
Si hay un fuerte acento en la 12, lo que hay que comprender so­
bre todo es la necesidad de conducir todo lo que se ha emprendido a
una conclusión significativa, conclusión que trae consigo la fuerza de
un nuevo comienzo. Por ejemplo hay que obsevar que cada día cons­
tituye un pequeño ciclo de vida, que cada experiencia deberá produ-
La Casa Doce 201

cir su cosecha de semillas, que cada relación humana puede termi­


narse en belleza o encubrir una significación profunda, SI se extrae y
SI se comprende conscientemente el valor.
Con un acento en la 12, hay que plantearse, constantemente, pre­
guntas sobre el valor no solo social sino también personal y espiri­
tual de lo que �e hace, se siente y se piensa. A la larga hay que querer
proyectar sobre el mundo un valor nuevo, pero también preocuparse
de los resultados de esta proyección en la vida de los demás.
No hay ninguna conclusión que no sea capaz de desvelar un sig­
nificado y un valor -incluso las conclusiones que parecen más trá­
gicas. El único fin trágico que se ve colmado de fatigas y de moles­
tias, es un estado total de incomprensión.
Al final de la experiencia de esta duodécima fase solo el significa­
do y el valor de lo que se ha vivido deben persistir. Que el ciclo se
termine con una nota desgraciada o feliz, en la realización de un éxi­
to o un fracaso, hdy que aceptar lo que se es y estar dispuesto a ac­
tuar mejor en el futuro.
La 12 no es pues una Casa donde se encuentra el karma y el apre­
mio. Es también un dominio de realizaciones, símbolo del fin perfec­
to, preludio de mañanas más gloriosos. No dice si se va o no a conse­
guir ni si se van a dejar muchas cosas no realizadas al final de los pe­
queños y grandes ciclos de la vida. No dice si se es capaz o no de ha­
cer frente a lo que se ha hecho o no se ha hecho, de aceptar su im­
perfección y volver a partir para un nuevo intento. Pero nos dice
cómo cumplir perfectamente SI se es capaz. Nos dice algo sobre la
naturaleza de los recuerdos del pasado que nos atormentan, los do­
minios en que persisten estos recuerdos, así como las experiencias no
vividas y los problemas que parecen sin solución. Dice también
cómo ingeniarse mejor con todos estos factores.
De una manera, tal vez más concreta, la 12 es sobre todo la fase
final de todo lo que ha tenido un principio en 7, por lo tanto del he­
miciclo de actividades y de experiencias objetivas en las relaciones
humanas y en la sociedad y en la profesión. Es por lo que se encuen­
tran en 12 los resultados de sus éxitos o fracasos sociales, de relación
o profesionales. Pero más allá de todo, se encuentran en 12 los resul­
tados menos evidentes de los métodos que se han utilizado para al­
canzar el éxito o que, a causa de nuestra pereza, de nuestra inercia o
de nuestra inconsciencia, han conducido a un fracaso interior o so­
cial.
Si no se ha aprendido en 5, por ejemplo a expresarse de manera
que no se perjudique a los otros -no solamente en el nivel existen­
cial, sino también en el nivel psicológico-- entonces en 12 y a pesar
de una realización exterior, se debe hacer frente a la sombra proyec-
202 La rueda de la experiencia individual

tada por su manera de actuar. El éxito comercial o profesional puede


ocasionar resentimientos y enemistades e incluso la miseria y los su­
frimientos a los otros. En 12 pues hay que llegar a ser consciente de
estos resultados negativos y de sus consecuencias.
Se llega a ser también consciente de sombras interiores: nuestros
miedos, nuestros sentimientos de culpabilidad, nuestros remordi­
mientos, la repetición de recuerdos trágicos en nuestras relaciones
íntimas -sombras producidas por nuestros actos, nuestras palabras,
nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, directos o indirectos,
voluntarios o no, o por nuestra falta de acción o palabra allí donde
hubiera sido preciso actuar u obrar. En 12 aprendemos que el indivi­
duo no vive en un vacío, que forma parte de un todo más grande. Lo
que hacemos en la vida como individuo no es la única cosa que
cuenta. Hay que tener en cuenta también la actitud de los otros y de
la sociedad, con sus instituciones de cara a lo que se hace.
Dicho de otra manera, como hemos nacido en un lugar y en un
momento particular, la vida establece límites definidos a lo que po­
demos realizar y cosechar. Y es en 12 donde se comprueba hasta qué
punto se puede actualizar su potencial y que el éxito reside en la ca­
lidad de nuestra vida, más que en el disfrute de los bienes de este
mundo.
En «New Mansions far New Men» 1, Rudhyar da la Transcen­
dencia como palabra clave de la 12. Transcender en 12 quiere decir
que no se desea ya limitarse a los niveles biológicos y socio­
culturales de la existencia, sino que se desea, por un acto de voluntad
y de valor espiritual, identificarse meditando constantemente, a una
imagen o a un símbolo universal o al Ego; desgraciadamente, bien
pocos entre nosotros llegan a realizarse así en la vida. Es por lo que,
la mayor parte del tiempo, se ve en 12 el conflicto a menudo trágico
entre el individuo y la sociedad, así como las consecuencias de la in­
comprensión de esta última con respecto a lo que el individuo quiere
o puede aportar con vistas a una renovación de la colectividad.
Es esta incomprensión la que hace decir al astrólogo que la 12 es
la Casa del exilio, del martirio, de la expiación en una prisión. Hay
que añadir el sufrimiento y el hambre infligidos a los genios que las
nuevas generaciones van a glorificar después de su muerte.
Para el hombre medio, la noción de transcendencia quiere gene­
ralmente decir que se está inmerso en el desafío de superar los nive­
les biológicos y socio-cultural y de llegar a ser un auténtico indivi­
duo. Frecuentemente hay que «exilarse» para al menos superar el es-

1 «New Mansions for New Men», por Dane Rudhyar -J.• edición, Ed. Lucis,
New-York, 1938. Aparece en francés en las Ediciones Universitarias, París.
La Casa Doce 203

píritu nacionalista o los valores aceptados por el Estado y la Iglesia.


Como consecuencia, algunos pueden disponerse a caminar sobre la
vía transpersonal volviéndose agentes de la colectividad superior,
ejemplos que, toman sobre ellos el sufrimiento de los desheredados
de este mundo que llegan a ser mártires.

Planetas en Casa Doce

SOL

Esta posición del Sol indica durante esta vida, la confrontación


con influencias o condiciones de la comunidad que tienen necesidad
de ser transcendida. Hay que estar dispuesto a asumir las tareas y
responsabilidades en este sentido, a sacrificarse totalmente a las ne­
cesidades de un nuevo ciclo de actividad mejor, del cual se presiente
la venida próxima.
Hay una apertura al inconsciente colectivo, a veces dones para­
normales o al menos un interés por los asuntos ocultos y psíquicos.
Se aprecian cambios en las corrientes sociales y culturales y se debe­
rá intentar ser el portavoz de alguna nueva tendencia.
En el nivel individual existe la posibilidad de representar una eta­
pa nueva en el destino colectivo o nacional, incluso si eso complace
casi al Estado. Hay afección por la meditación, una vía contemplati­
va o consagrada a una forma de servicio social. El sentido de su des­
tino puede revelarse en las experiencias en relación con un hospital,
una prisión o una institución psiquiátrica. El verdadero valor de lo
que se hace frecuentemente sólo es reconocido después de la muerte.
El final de la vida puede ser más importante que el principio o el
medio.
En el nivel transpersonal habrá confrontaciones con el karma
personal y social, la necesidad de asimilar los recuerdos y complejos
del inconsciente colectivo y personal -el encuentro con guardián
del umbral- para llegar a ser un ejemplo vivo de la victoria del indi­
viduo sobre el pasado y sobre la naturaleza humana y también un
ejemplo de la identificación posible con la colectividad superior.

Ejemplos

Anatole France y Landru: Aries; Teilhard de Chardin y Feman­


del: Tauro; Conan Doyle, Wagner y Daladier: Géminis; Mike Jagger
y Alan Leo, teósofo y astrólogo: Leo; Gandhi y Jimmy Carter: Libra;
Mallarme: Piscis.
204 La rueda de la experiencia individual

LUNA

En 12 da a menudo un temperamento «psíquico». Se está abierto


-tal vez incluso demasiado- a las influencias subconscientes, a los
cambios de humor de la colectividad. No es necesario ser demasiado
pasivo frente a la atmósfera del ambiente o demasiado impresiona­
ble, lo que podría implicar experiencias enojosas. Se puede ser un
ejemplo concreto de valores debilidades o errores en el comporta­
miento de su medio social o sobre el plan individual, llegar a hacer
comprender estos valores, errores y debilidades a la sociedad por me­
dio de un trabajo creador, la pintura, el teatro, el cine o la oratoria y
la literatura por ejemplo. Se tiene a veces a los inadaptados sociales,
a los criminales. Hay también a veces un lado secreto en la vida per­
sonal -una cruz que llevar- que no tiene ninguna relación con las
actividades públicas.
En su comportamiento se deberá intentar reflejar la significación
de la transición, ya sea de una vía individual hacia una vía transper­
sonal.
Ejemplos

Landru: Aries; B. Shaw: Tauro; Teilhard de Chardin: Géminis;


W. Blake y Eric Statie: Cáncer; Yogananda y Saint Exupéry: Leo;
Rimbaud: Libra; Goering: Escorpio; Degas y Lincoln: Capricornio;
Maurois y R. Laing: Acuario; Morin de Villefranche: Piscis.

MERCURIO

Es una indicación de introversión mental, de espíritu contempla­


tivo que intenta dar un sentido personal y nuevo a los ideales colec­
tivos o transcendentes. Se interesa en lo que sucede a las personas
que están sometidas a la mentalidad colectiva de la época o a la con­
secuencia de los abusos sociales. Se comprenden a menudo las solu­
ciones, intuitivamente, posibles a las crisis sociales. Pero se puede
también perder en extrañas fantasías o en las visiones del más allá.
El espíritu puede estar completamente separado de la realidad con­
creta o saberse ineficaz en el dominio práctico. Se comprende en ge­
neral más de lo que se puede expresar. Hay frecuentemente un inte­
rés por la psicología de las profundidades y la capacidad de ser un
buen catalizador que permite a los pacientes liberarse verbalmente
de sus represiones.
La Casa Doce 205

Ejemplos

S. Gainsbourg: Aries; Conan Doyle y A. France: Tauro; Feman­


del y Kissinger: Géminis; A. Dumas: Cáncer; Hemingway y Alan
Leo: Leo; Aldo Moro: Libra; Marc Jones: Escorpio; Volguine: Acua­
rio; Bemanos y Mallarme: Piscis.

VENUS

En 12, este planeta del sentido de los valores orienta a la persona


hacia los valores sociales. O bien los sentimientos se expresan con
calor y carisma en las formas culturales tradicionales -música, pin­
tura, teatro, cine o por la palabra- o todavía se esfuerza en producir
formas o símbolos nuevos que estarán en la base de nuevas institu­
ciones o de nuevos esfuerzos socio-culturales.
Puede haber una vida interior rica -puede ser una vida amorosa
clandestina- o bien se sacrifican sus afectos personales a una vida
de servicio público. En ciertos casos puede haber problemas emocio­
nales, frustaciones o un renunciamiento voluntario: vida de conven­
to, de monasterio, de hospital o en una institución.

Ejemplos

Landru, S. Gainsbourg, Mallarmé y Conan Doyle: Aries; Teil­


hard de Chardin, Wagner, Kissinger y Courbet: Tauro; R. Strauss:
Géminis; Debussy: Leo; Rimbaud y Grace de Mónaco: Libra; Gersh-.
win y Marc Jones: Escorpio; Alan Watts: Sagitario; A. de Musset:
Capricornio; Adenauer: Acuario.

MARTE

Aquí las energías que se liberan tienen su fuente en las profundi­


dades inconscientes de la naturaleza personal, de forma que se es
movido ya sea por instintos poderosos, ya sea por imágenes primor­
diales (Jung) que agitan a menudo las pasiones sociales y colectivas.
En el nivel individual se debe llegar a ser un pionero apasionado
de alguna nueva tendencia socio-cultural o espiritual. Se puede ser
incitado a revolucionarse contra el Estado a querer liberarse por un
acto de voluntad de lo que implica la manifestación de su egoicidad.
Puede interesarse activamente en las investigaciones paranormales,
espiritistas u ocultistas, en los sueños en los móviles misteriosos de la
206 La rueda de la experiencia individual

naturaleza humana. Es una buena posición para un espía; pero se


puede ser víctima de enemigos ocultos o de complejos sexuales y de
deseos reprimidos.
Se pueden manipular hábilmente fuerzas sociales -la moneda
por ejemplo- pero se tiene en general poco control sobre las ener­
gías que se liberan y se llega a ser fácilmente el peón de ciertos gru­
pos o corrientes sociales.

Ejemplos

Walt Whitman y la reina Victoria: Aries; Courbet y Anatole


France: Tauro; Conan Doyle y Van Gogh: Géminis; Aurobindo y
Picasso: Cáncer; Gauguin: Leo; Clark Gable y Vittorio de Sica: Vir­
go; G. Doré y M. van der Lubbe (incendio del Reichstag}: Sagitario;
Meher Baba: Capricornio; Ramakrishna: Acuario; Serge Gainsbourg:
Piscis; Piaget: Tauro.

JUPITER

En el nivel socio-cultural e individual esta posición de Júpiter su­


giere recompensas y un reconocimiento social de los esfuerzos que se
han hecho para integrarse de manera significativa a las aspiraciones
y actividades de la comunidad. Se puede desear llegar a ser un mece­
nas o tener que asumir responsabilidades en una institución o en
movimientos caritativos de servicio público.
Se puede abrir al inconsciente colectivo y hay frecuentemente el
sentimiento de haber cumplido una misión social o religiosa, en res­
puesta a las necesidades de una rama de la cultura y ser incluso ca­
paz de hacer, en su obra, la síntesis de una tendencia cultural que
cambiará de dirección como consecuencia de sus trabajos.

Ejemplos

Landru: Aries; Van Gogh y Aldrin, cosmonauta: Géminis; Ram


Das y Galileo: Cáncer; Alan Leo: Leo; Cézanne y Maeterlink: Libra;
Ravel y Zola: Escorpio; Andersen: Sagitario; Paul Newman: Capri­
cornio; Kant: Acuario; Henry Miller y R. Laing: Piscis.

SATURNO

Este planeta del consciente en una Casa que trata de factores in-
La Casa Doce 207
conscientes y colectivos da una tendencia a cristalizar y a personali­
zar estos factores. La mayor parte del tiempo tiene que dedicarse a li­
berarse de tradiciones, costumbres y actitudes sociales establecidas.
Si se está en contra, se es muy consciente de ser «diferente», lo que
da un sentimiento de un aislamiento social o espiritual o la impre­
sión de no ser comprendido y apreciado. Todo dependerá de la situa­
ción social en la cual se encuentra y deba evolucionar. En el nivel
socio-cultural, el espíritu de independencia puede ocasionar moles­
tias frente al pensamiento institucionalizado; puede incluso conducir
a la persona al exilio o a una forma de ostracismo social.
Si se interesa en el dominio psíquico existe la posibilidad de desa­
rrollar un don concretamente. Pero puede ocurrir también que la
persona tenga miedo de lo desconocido, de entidades invisibles o de
fuerzas psíquicas. Miedos psíquicos sutiles crean a menudo dudas y
una falta de confianza en sí; a veces problemas aparentemente inso­
lubles justifican estas dudas. Se puede tener un sentimiento de culpa­
bilidad inexplicable, la impresión sin necesidad aparente de deber
«pagar» por los otros o sacrificarse por ellos. El ocultista hablará
aquí del karma, de la necesidad de disciplina interior y de probarse a
sí mismo, sin el apoyo de otras personas que se es capaz de hacer
ciertas cosas; hay que desarrollar su fuerza moral.
En los niveles individual y transpersonal se puede llegar a ser una
especie de «padre espiritual» de alguna nueva organización social o
tendencia espiritual.

Ejemplos

Daladier y Schubert: Géminis; Galileo: Cáncer; lndira Gandhi:


Leo; Maeterlink: Virgo; Goethe y Rafael: Escorpio; Adenauer y Vol­
guine: Acuario; G. Bell, Annie Besant y Morin de Villefranche: Pis­
cis.

URANO

Con esta posición de Urano, el destino puede, a nivel socio-cultural,


estar conmocionado por crisis sociales, nacionales o raciales. Uno se
rebela contra el destino; se plantean preguntas sobre el sentido de la
vida y se resiente vivamente del hecho de haber tenido que sufrir
personalmente.
Eso puede eventualmente, llevar a la persona, a buscar la res­
puesta a sus preguntas en una conversión religiosa, en el estudio de
las leyes cósmicas o abriéndose al fin a la voz interna. O bien puede
208 La rueda de la experiencia individual

ser incitada a buscar impacientemente valores sociales nuevos, a to­


mar la dirección de una tentativa colectiva de reorganización de la
sociedad. En el nivel individual o transpersonal, esta posición de
Urano da mucha intuición o inspiración y tal vez, experiencias psí­
quicas notables. Se vuelve decididamente la espalda al pasado y se
labora el futuro, incluso, si esta toma de posición comporta grandes
responsabilidades y a veces enfrentamientos dramáticos con los mo­
vimientos tradicionales. Si se consigue establecer un lazo con la co­
lectividad superior, se llega a ser un agente de transformación para
los individuos, un grupo o para la nación.

Ejemplos

R. Laing: Aries; Dante, B. Shaw y Romy Schneider: Tauro; Co­


nan Doyle y R. Strauss: Géminis; Eric Satie: Cáncer; F. Roosevelt:
Virgo; Hitler: Libra; Goering: Escorpio; Gershwin y Fred Astaire:
Sagitario; Mallarmé: Piscis; Aurobindo: Leo.

NEPTUNO

Esta posición de Neptuno es positiva en el sentido en que ella


permite potencialmente disolver los residuos y las fantasías del pasa­
do, ya sea un pasado colectivo, social o el pasado más inmediato del
individuo en un momento dado de su existencia. Es un símbolo de
psicoanálisis auténtico de limpieza del subconsciente, de disolución
de complejos.
En otro plano, Neptuno aquí promete, siempre potencialmente,
dones psíquicos variados, yendo de la mediumnidad al poder de sa­
nar movido por el amor y la compasión. Se desea ayudar a los deshe­
redados de la Tierra.
En los niveles individual y transpersonal debe abrirse interior­
mente a estas fuerzas que se estiman capaces de despersonalizar el
sentido corriente de «yo». Hay que orientarse hacia un estado futuro,
también utópico sea dicho. No hay que buscar más la seguridad so­
cial en un cuadro establecido, ni tener puesta la mirada en un estado
futuro concreto. Más bien hay que permanecer disponible, maleable
sin ataduras, sin ambición.

Ejemplos:

Landru y d'Annunzio: Aries; Teílard de Chardin: Tauro; L. de


La Casa Doce 209

Broglie: Géminis; Salvador Dalí: Cáncer; Indira Gandhi: Leo; Uri


Geller: Libra; G. Bell, A. Besant y Degas: Acuario.

PLUTON

Este planeta puede jugar un papel importante en la 12 ya que él


pretende purificar al ser de todo salvo lo esencial. Uno debe purgarse
de la influencia del pasado o unirse a los grupos que buscan introdu­
cir una especie de expiación social. Es pues la posición de un refor­
mador social o de alguien que es capaz de organizar a personas opri­
midas o desfavorecidas con vistas a una acción que conmueva el sta­
tu quo. Su acción será a veces violenta, despiadada, subversiva.
Plutón aquí puede también dar una motivación psicológica para
intentar conocer mejor los dominios psíquicos o materiales, concre­
tos, todavía desconocida, sobre todo en el nivel colectivo o científi­
co. Psicológicamente, hay una llamada al renacimiento, al rechazo
de todas las obediencias mentales o sentimentales prescritas, a una
acción según conceptos verdaderamente nuevos y más globales con­
cernientes al progreso del individuo o social.

Ejemplos:
Anatole France y Mallarmé: Aries; Bernard Shaw y Teilhard de
Chardin: Tauro; Louis de Broglie, Fernandel y Daladier: Géminis;
Gauquelin y Marilyn Monroe: Cáncer; J. C. Killy y Mohamed Ali:
Leo; W alt Whiyman: Piscis.
CAPITULO XV

POLARIDADES PLANETARIAS EN LOS EJES DEL


HORIZONTE Y DEL MERIDIANO

A. Eje del Horizonte


En la vida de la personalidad hay dos principios constantemente
en obra; son el principio de diferenciación y el principio de integra­
ción. El término diferenciación es usado para designar el proceso que
divide una masa simple y homogénea en numerosas unidades com­
plejas, separadas. Una nebulosa se diferencia, por ejemplo, en estre­
llas, en soles y en planetas; el huevo fecundado se diferencia en célu­
las, órganos, etc. De otra parte, la palabra «integración» expresa el
proceso por el cual la unidad separada reconoce su relación con y su
dependencia de un todo más grandes, y se asocia enseguida a otras
unidades individualizadas, con el propósito de actuar intencional­
mente unidos en los límites de ese todo.
Podemos también interpretar estos dos principios llamándolos
respectivamente «conciencia» y «poder», porque todas las experien­
cias humanas pueden ser evaluadas en términos de conciencia y de
poder. Sin conciencia, todo poder se manifiesta en un nivel por de­
bajo de la humanidad; sin poder, la conciencia será una abstracción,
una esencia o un soplo sin sustancia, sin ningún contacto con la exis­
tencia.
En astrología, el Horizonte es el símbolo de todas las diferencia­
ciones. Es la línea de demarcación entre lo visible e invisible, entre
lo que está encima y lo que está debajo, entre el cielo y el suelo de la
tierra, entre la vida objetiva o exterior y la vida subjetiva o interior.
Todo lo que se encuentra encima del Horizonte se refiere esencial­
mente a la experiencia humana del cambio, a la actividad objetiva
del ser humano que ata y desata sin cesar sus contactos con las cosas
y las personas. Mientras que todo lo que se encuentra debajo del Ho­
rizonte se refiere esencialmente a lo que es, al menos relativamente
212 La rueda de la experiencia individual

pennanente: a nuestro yo consciente, a la vida interior, a todos lo va­


lores sólidos para la persona, a todos los valores de base para su ex­
periencia.
Sobre la base de esta distinción fundamental se desarrollan todas
las otras diferencias. El Horizonte se refiere a un hecho indiscutible y
absolutamente evidente, al hecho más esencial de la consciencia hu­
mana. Hay lo que, de una manera o de otra, yo llamo la «mismi­
dad» y todas las otras cosas o entidades que no son «yo-mismo» con
oposición o conflicto continuo entre el «yo» y el «no-yo». Esta opo­
sición está representada principalmente por las dos extremidades del
Horizonte: el Ascendente al Este y el Descendente al Oeste. El As­
cendente representa el «yo»; el Descendente representa el «no-yo»,
otro. Ser consciente es relacionar de una manera o de otra el yo a to­
das las otras cosas. Es darse cuenta al mismo tiempo que yo soy y
que mi existencia está mezclada a la de millones de otras entidades.
Es por lo que el Horizonte simboliza la conciencia.
Podemos decir que el Ascendente representa la manera esencial
por la cual una persona difiere de la media humana: su unicidad, su
individualidad. El Descendente, a él, representa la manera esencial
en que la persona encuentra el mundo exterior en general y, más
particulannente, aquellos con los que está asociada íntimamente en
un plano de igualdad. El Ascendente revela cada trazo del cuerpo,
del mental o del espíritu, que hace resaltar a una persona y le da un
carácter particular, original y relativamente único. El Descendente
revela las condiciones particulares de todas las relaciones significati­
vas que tiene la persona con aquellos con los que pueda ser verade­
ramente ella misma.
Los rasgos distintivos, revelados por el Ascendente, pueden ser
las cicatrices o las cuchilladas, una fonna especial de cabeza, una ex­
presión particular de los ojos o de la boca, o pequeñas manías, hábi­
tos personales. Sin embargo en numerosos casos, el Ascendente sólo
no da los rasgos de la persona. La presencia de planetas en la Casa 1
pueden modificar estos datos. Además, ya que el Descendente revela
el género de contacto que el individuo establece con su medio, su na­
ción o su raza, si está fuertemente influido por factores colelctivos,
sus rasgos pueden también revelar el acento del Signo que se encuen­
tra en el Descendente. Cada uno de nosotros lleva de una manera o
de otra, la huella de sus actividades más características; y los plane­
tas próximos a uno de los cuatro Angulos del tema son casi siempre
el símbolo de actividades que influencian fuertemente la estructura
de la personalidad.
Se puede también interpretar el dualismo Ascendente-Descen­
dente considerando la naturaleza de los planetas que «gobiernan» los
Polaridades planetarias en los ejes del Horizonte y del Meridiano 213

Signos de cada Polo (v. Fig. IV: Polaridades y Regencias planetarias).


Aunque los astrólogos clásicos tengan costumbre de llamar «planeta
regente» a aquel que, por Signo, Casa y aspectos parece dominar el
tema, el término «planeta regente» debe, a mi parecer, ser dado úni­
camente a aquel que gobierna el Signo sobre el Ascendente, porque
el es la expresión dinámica del Ascendente.
El genio único y original simbolizado por el Ascendente, está al
principio latente o potencial: puede manifestarse concretamente o
no. lCómo puede el astrólogo descubrir cuál de estas dos posibilida­
des es la más verosímil? Es función del planeta regente sugerir una
respuesta a esta importante pregunta. Si la respuesta es positiva la
vida de la persona es triunfar en virtud de valores espirituales y crea­
dores, el hombre llega a ser lo que debe ser. Si la respuesta es negati­
va, entonces el hombre no llega a realizar concretamente su poten­
cial. Puede triunfar según nuestra forma habitual de juzgar el éxito
de una vida en función de valores sociales; pero el objetivo más sig­
nificativo contenido en su nacimiento no se realiza. Hay que añadir
que el astrólogo no puede jamás decir de manera categórica, si una
vida será o no espiritualmente triunfante. Tan sólo puede sugerir
bajo qué condiciones la persona podrá revelar su genio individual la­
tente según la posición por Signo y Casa, del planeta regente. Este
planeta simboliza el género de energía o de actividad que permite a
la persona aportar una contribución única a la vida.
Estudiar el Ascendente sin tomar en consideración su polo
opuesto: el Descendente. Si el Ascendente revela la unidad del in­
dividuo, el Descendente revela como este individuo único y original
encuentra a otros individuos, como establece con ellos relaciones es­
trechas; por que, tan sólo en medio de estas relaciones puede probar
y desarrollar su propio genio. Se puede incluso decir que, en muchos
casos, su manera personal de abordar la relación humana no le per­
miten poner su genio plenamente en valor. Por lo tanto, será necesa­
rio hablar del planeta regente lo debemos tomar en consideración
como «segundo planeta regente», al que gobierna el Descendente? A
mi parecer, es necesario tomar los dos en consideración, pero el pla­
neta regente del Ascendente es el factor positivo: él revela el poder
dinámico que activa el genio individual. Por el contrario, el planeta
que gobierna el Descendente enseña cómo se debe exteriorizar su ge­
nio potencial si se desea conseguir su vida espiritualmente (o reali­
zar); se refiere al género de cooperación que el individuo puede espe­
rar de sus asociados íntimos y del mundo exterior, cooperación que
él puede estimular según su actitud personal con los otros.
2 I 4 La rueda de la experiencia individual

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IV POLARIDADES Y REGENCIAS PLANETARIAS


Polaridades planetarias en los ejes del Horizonte y del Meridiano 215

¡
POLARIDADES AS-DS

Aries Libra
1. VENUS-MARTE

¡
Tauro Escorpio

Géminis Sagitario
2. MERCURIO-JUPITER

¡
Virgo Piscis

Cáncer Capricornio
3. LUNA O SOL-SATURNO
Leo Acuario

l. Polaridades Venus-Marte

Si el Signo de Aries se encuentra en el Ascendente, por lo tanto


Libra en el Descendente, Marte será el planeta regente y Venus el re­
gente secundario. Y ocurre lo mismo si está Escorpio en el Ascen­
dente y Tauro en el Descendente. Si invertimos estos Signos tene­
mos los mismos planetas regentes pero invertidos. En los cuatro ca­
sos, Marte y Venus son los dominantes.
En astrología humanista, estos dos planetas se refieren a nuestra
vida estrictamente personal. Podemos deducir que con este Horizon­
te, la forma de conciencia de la persona se desarrolla por experien­
cias muy personales y probablemente también de naturaleza emocio­
nal. Debe tomar una actitud individualista, según lo que perciba
como valioso o no, y actuar en consecuencia. Al nivel de la vida
simbolizada por Marte y Venus, se experimentan sentimientos, se
emiten juicios «emocionales» y se actúa en consecuencia. Cuando
Tauro o Libra se encuentran en el Ascendente, Venus es el factor
«positivo» con relación a Marte; todo depende pues del carácter y de
las necesidades particulares de la persona que va actuar en el mundo
y en sus relaciones íntimas (Marte) según estas particularidades. Es­
tas últimas pueden estar condicionadas por el instinto, la herencia y
el entorno o ser la expresión de valores verdaderamente individuales
y espirituales. Según los resultados de la expresión marciana, Venus
va a modificar su escala de valores. Si los resultados son buenos, la
personalidad va a irradiar progresivamente siempre más confianza,
fe, satisfacción, o, en el caso inverso, estará cada vez más condicio­
nada por el miedo, el descorazonamiento, la frustración o el dolor,
216 La rueda de la experiencia individual

pero, en todos los casos, la conciencia de la persona va a evolucionar


gracias a estas experiencias en la vida diaria.
Cuando Aries o Escorpio se encuentran en el Ascendente, Marte
es el polo positivo y Venus su servidor. Habrá énfasis en el deseo de
expresarse en la vida, sobre la base de valores instintivos o subjeti­
vos. Los valores venusinos son establecidos después de la acción. La
capacidad de movilizar suficientemente sus energías para colmar sus
deseos, puede estar sujeta a problemas. Pero, en todos los casos, la
persona debe actuar, ya sea sobre la base de sus instintos, de sus in­
tuiciones o según sus impulsos interiores de los cuales no es plena­
mente consciente. LQs resultados de sus experiencias la van a capaci­
tar para ser más consciente de sus móviles, de su eficacia, de su va­
lor. Recordemos sin embargo que, si utilizamos aquí los planetas del
septenario para las regencias de los Signos, se puede también tomar
en consideración los tres trans-saturnianos, Urano, Neptuno y Plu­
tón. Estos últimos tienen en realidad una relación más estrecha con
los planetas Saturno, Júpiter y Marte (véase Esquema IV: Polarida­
des y Regencias planetarias) que con los signos que gobiernan. Ura­
no actuará sobre Saturno, por lo tanto en los dos signos que gobierna
(Capricornio y Acuario), Neptuno sobre Júpiter, por lo tanto sobre
Sagitario y Piscis, por lo tanto, Plutón estará activo en el nivel de
las regencias de Marte, es decir, sobre Aries como sobre Escorpio.
Sin embargo, en tanto que símbolo de renacimiento o simiente, Plu­
tón está más relacionado con Aries que con Escorpio, incluso si este
renacimiento en Aries depende de las experiencias anteriores en Es­
corpio. De hecho se podrá, en el caso de un Horizonte Aries-Libra o
inverso, considerar a Plutón como regente secundario de Aries; su
posición en Casa indicará el campo de experiencia en el que se
manifestará el desafío de despersonalizar las actividades y ambicio­
nes marcianas. El aspecto, si hay alguno, entre Marte y Plutón reves­
tirá una importancia particular; es el caso de Gurdjieff (Ase. Libra
con Marte Escorpio en Casa 2, opuesto a Plutón retrógrado en Tauro
y en Casa 8), así como el de Annie Besant (As. Aries con Plutón en
Marte en Casa l ), de Gandhi (As. Escorpio con Marte Escorpio en 1 ,
opuesto a Plutón Tauro en 7) y de Steiner (As. Escorpión con Marte
y conjunción a Plutón Tauro en 6). En el caso en que Plutón esté
unido a Escorpio, comprende una generación: se anticipará la expe­
riencia del renacimiento más que se vivirá.
El aspecto, si hay alguno entre Marte y Venus enseñará el tipo de
relación que existe entre el genio personal y los asociados o el mun­
do en general. La conjunción revela una relación estrecha; el sextil,
una cooperación práctica; el trígono, visión y comprensión; la cua­
dratura una realización en condiciones de crisis y de tensión emocio-
Polaridades planetarias en los ejes del Horizonte y del Meridiano 217

nal; la oposición, la necesidad de objetividad emocional o una situa­


ción de impás emocionas, de indecisión o de conflicto entre los de­
seos y la voluntad de actuar.

2. Polaridades Mercurio-Júpiter

• Mercurio gobierna Géminis y Virgo, mientras que Júpiter gobier­


na Sagitario y Piscis. Estos planetas tratan sobre todo de la vida men­
tal. Por lo tanto, si encontramos estos Signos bajo el Horizonte de
nacimiento, podemos decir que la forma de conciencia es de natura­
leza intelectual o mental e intenta crear o interpretar ideas, palabras,
símbolos. Es un género de conciencia que evoluciona a través de va­
lores sociales, culturales, religiosos y en el dominio de la educación.
Evoluciona haciendo de esfuerzo de unir siempre más sensaciones,
imágenes, objetos, personas, conceptos; el esfuerzo de saber siempre
más, de comprender siempre más, de asimilar siempre más. La debi­
lidad de este género de Horizonte es la atrofia de la capacidad de
exerimentar la vida de manera directa y vital. Se vive sobre un plano
de ideas y de abstacciones sin ningún contacto con la experiencia
real.

• Con Géminis o Virgo en el Ascendente, Mercurio es el polo posi­


tivo: el genio original de la persona puede actuar mejor por una for­
ma de energía o de actividad mercuriana. Hay, pues, acento sobre las
actividades mentales y sobre un género de voluntad sometida a con­
sideraciones psicológicas. Debe expresarse según convicciones men­
tales que tendrán el color del Signo en el cual se encuentra Mercurio.
Si Mercurio se encuentra en la Casa 6, por ejemplo, podemos dedu­
cir que la realización del destino individual está condicionado en
primer lugar por el trabajo o las relaciones establecidas con las per­
sonas que trabajan con él o para él. Habrá problemas de disciplina,
tal vez un interés por la higiene, los regímenes o los medios de supe­
rar la enfermedad. Pondrá acento en el servicio, tal vez en la relación
que existe entre «gurú» y discípulo, entre maestro y aprendiz, entre
oficial y soldado. Puede haber problemas técnicos. Ya que Júpiter es
el polo «negativo» de tal Horizonte, podemos decir que la exteriori­
zación de potencialidades individuales debe hacerse en una vía jupi­
teriana -el esfuerzo de expandirse socialmente, espiritualmente o
religiosamente, adquirir riqueza o autoridad- o dependerá de rela­
ciones con personas ricas, de autoridad o de tendencia espiritual o
religiosa. La Casa donde se encuentra Júpiter indicará en qué domi­
nio la persona debe probar su capacidad de establecer relaciones sig-
218 La rueda de la experiencia individual

nificativas con otras personas, el dominio en el cual habrá problemas


que resolver que necesitarán el empleo de la función jupiteriana.
Cuando Júpiter es el polo «positivo», caso que se da con Sagita­
rio-Piscis en el Ascendente, el genio individual se da a manifestar en
las actividades jupiterianas; en el esfuerzo de expandirse en el plano
social, industrial, cultural o religioso. Es a través de la participación
en los grupos socio-culturales o religiosos o en la dedicación a una
causa o a un personaje que se desarrollará la conciencia del yo. Sien­
do Mercurio aquí el polo «negativo» (D S.), se cierra la exterioriza­
ción de las potencialidades individuales deberá hacerse siguiendo
una vía mercuriana, intelectual, mental, nerviosa, a través de las pa­
labras, ideas, contactos, experiencias y relaciones diversas. La Casa
en la que se encuentra Mercurio indicará en qué campo de experien­
cia puede encontrarse mejor a los otros. Asociarse y desarrollar la
conciencia del otro -y, tal vez también, el dominio en el que habrá
problemas sobre este plano; el intelecto, la relación, la comunica­
ción, y todo lo que es de orden mercuriano constituirán los mejores
medios de resolverlo.
Como ya lo hemos dicho (v. La Casa 3), en el caso de Piscis Júpi­
ter se relaciona con las actividades sociales y exteriores de este Signo.
Pero se puede también considerar a Neptuno su posición en Casa y
en Signo, de un punto de vista diferente: se relaciona con las activi­
dades más trascendentes del Signo, si la persona es capaz de actuar a
este nivel. El aspecto entre Júpiter y Neptuno, si hay alguno, será
pues, muy importante. Ejemplos: George Sand (AS= Piscis con Jú­
piter en 8 y semisextil a Neptuno en 9), Mozart (AS = Virgo con Jú­
piter en Neptuno en sextil), Juan Carlos I de España (AS= Piscis
con Júpiter Mercurio en 12 en semicuadratura a Neptuno y Virgo en
7 y Ascendente en Tauro).
Los aspectos de Mercurio y Júpiter entre sí (Nixon: AS = Virgo
con Mercurio conjunción Júpiter en 4), y coP otros planetas van a
añadir elementos particularmente importantes para la realización
concreta del destino individual. La significación de las Casas que
contienen los planetas en aspecto con Mercurio o Júpiter es de pri­
mera importancia. Por ejemplo, si Mercurio hace trígono a Marte en
Casa 10, eso indica que una acción pública, política o profesional, la
capacidad de tomar iniciativas o de ser pionero son necesarias y be­
néficas para la realización del destino. Si Júpiter está en cuadratura
con Neptuno en 8, la exteriorización de potencialidades puede estar
grandemente modificada por la acción de vastos grupos sociales en el
dominio de los negocios. Los resultados de los esfuerzos hechos para
establecer relaciones productivas con los otros o la sociedad van a
cuestionar continuamente la manera de exteriorizarse, para que se
Polaridades planetarias en los ejes del Horizonte y del Meridiano 219

tome siempre mejor conciencia de las verdaderas necesidades de los


otros o de la sociedad.
Por otra parte hay que precisar que, si los 4 Signos Comunes se
refieren todos a la vida mental hay una gran diferencia entre la men­
talidad de la polaridad Géminis-Sagitario y la de la polaridad Virgo­
Piscis. La primera representa la etapa final, respectivamente de la
elaboración de la personalidad (Cáncer) y la elaboración del estado
(Capricornio). En estos dos Signos, el espíritu mental es pues cons­
tructor. La segunda polaridad precede a los equinocios, puntos de
partida de dos procesos; esta polaridad tiene un rol de eliminación:
debe despejar el terreno para una actividad nueva que empezará res­
pectivamente en Aries y en Libra. Como consecuencia, el espíritu
mental de Virgo y Piscis actúa de manera destructiva, crítica, y si
todo va bien regeneradora. Es el espíritu que niega y limpia, que dice
constantemente: «iEsto no! iAquello no!», que es necesario dejar, ol­
vidar, superar o tras-cender.

3. Polaridades Luna o Sol-Saturno

Cuando encontramos a Cáncer o Leo, a Capricornio o a Acuario


en el Horizonte se trata de una forma de conciencia que se ocupa
ante todo de problemas de integración personal en Cáncer y Leo y
social en Capricornio y Acuario. Hay acento en la vida espiritual y
en el establecimiento de estructuras capaces de concentrar y conte­
ner energía. La conciencia evoluciona esforzándose en adaptarse
constructivamente a las circunstancias de todos los días y a estable­
cerse positivamente en la sociedad. Hay un fuerte acento sobre el yo
consciente o sobre la sociedad o la nación de la que se forma parte.
Acentúa lo que vuelve diferente de los otros, personalmente, social­
mente o ideológicamente. Los padres juegan un rol importante ya
sea positiva o negativamente, en el desarrollo de este género de con­
ciencia.
Un Ascendente Cáncer o Leo da un Descendente bajo la regencia
de Saturno, porque no damos regencia, en el plano de la psicología
individual a los tres planetas lejanos: Urano, Neptuno y Plutón. Por
lo tanto la exteriorización de las potencialidades, así como el género
de cooperación que se puede esperar del mundo exterior y de sus
asociados más próximos están condicionados por Saturno y por la
Casa donde se encuentra Saturno. Este último se refiere al deseo de
seguridad, a las leyes, fórmulas y dogmas establecidos, al deseo de
encontrar un puesto conveniente en la sociedad, un rol social reco­
nocido y valioso. Da una forma precisa a los esferuzos de expansión,
220 La rueda de la experiencia individual

una estructura definida al carácter individual. Encontrar su puesto


en la sociedad no quiere decir solamente una localización geográfica
o una ocupación particular. Eso significa que en tanto que indivi­
duo, hay que adaptarse de manera precisa a cualquier grupo o comu­
nidad e interpretar un papel definido, manteniendo la integridad es­
tructural de su personalidad. Eso significa que hay que aceptar la
responsabilidad de sus actos, que hay que poder responder a los de­
safios de la vida cotidiana con confianza en sí y en sus móviles; que
no se puede ser uno mismo, sin relacionarse, de manera significativa
a los otros y a la sociedad. Por lo tanto, si Saturno es regente de Des­
cendente, la exteriorización de las potencialidades debe hacerse in­
corporando, a los ojos de la sociedad, y de las próximas cualidades
de solidez, firmeza, autoridad, seguridad, rectitud, justicia, morali­
dad, en particular en el campo de la experiencia simbolizado por la
Casa en la que se encuentre Saturno. El papel del padre juega aquí,
positiva o negativamente, un papel importante.
Como hemos dicho anteriormente, podemos utilizar a Urano
como regente secundario en el caso de la polaridad Leo-Acuario so­
bre el Horizonte. La polaridad Cáncer-Capricornio concierne esen­
cialmente a una búsqueda de identidad; es un asunto de yo conscien­
te (caso de Jung y de Rodin, ambos AS. Capricornio, de Einstein AS.
Cáncer), mientras que la polaridad Leo-Acuario (Sol-Urano) pone el
acento sobre la expresión de su identidad. Como regente secundario
de Acuario, Urano da la posibilidad de trascender las visiones pura­
mente personales de Saturno y presenta el desafío de una transfor­
mación de esta expresión, en las experiencias de la Casa donde se en­
cuentra. Habrá pues que considerar la relación o el aspecto, si hay
alguno entre Saturno y Urano. En función de esta relación, la posibi­
lidad de expresar la cualidad solar de la egoicidad será más marcada
con esta polaridad sobre el Horizonte. Las ocasiones uranianas de
transformación ya se presentarán en la vida personal o interior, si
Acuario está en el Ascendente (caso de Krishnamurti y de Ramak­
rishna), ya vendrán del exterior, de los otros y de las relaciones, si
Acuario está sobre el Descendente (caso de Aurobindo).
Aunque Saturno sea el segundo regente del tema, si está Capri­
cornio o Acuario en el Descendente, su significación es diferente en
cada caso. Como regente de Capricornio, Saturno es la simiente que
termina el ciclo, mientras que como regente de Acuario, es la misma
simiente, pero vista como punto de partida de un nuevo ciclo. Desde
este punto de vista, Acuario tan sólo es signo de reforma y de revolu­
ción; significa más bien el período del desarrollo humano en el cual
«los dioses habitan entre los hombres», la Edad de Inocencia: cuando
los hombres recibían pasivamente las Aguas de Vida vertidas sobre
Polaridades planetarias en los ejes del Horizonte y del Meridiano 221

sus almas por Seres celestes. Así, cuando Saturno es regente de


Acuario, hay una receptividad singular a las impresiones espiritua­
les; fuerzas de evolución dirigen interiormente la personalidad, sin
que ella sea consciente. Estas fuerzas pueden ser de naturaleza uni­
versal o bien limitadas a ciertos rasgos estrechamente raciales, nacio­
nales o culturales, según la envergadura de la personalidad.

EJEMPLO: FRANKLIN ROOSEVELT(v. tema pág. 223)

Acuario, Ascendente Virgo -Mercurio regente de Virgo en


Acuario al principio de la Casa 6-, Sol, Venus y la parte de la fortu­
na se encuentran igualmente en Acuario, pero en Casa 5.
El genio de Roosevelt se revela de la forma más natural y mejor
con un género de energías o actividades simbolizadas por Mercurio.
Hay, pues, énfasis en las actividades mentales y en una forma de de­
sear guiado por consideraciones ideológicas. Se proyecta según sus
convicciones mentales y, ya que Mercurio está en Acuario, sus con­
vicciones están necesariamente coloreadas por vastos conceptos so­
ciales, de ideas de reforma, mejora de las condiciones sociales. Mer­
curio domina la Casa 6, lo que quiere decir que, para el éxito de su
destino, la primera condición estriba ya sea en su capacidad de tra­
bajo, ya sea en su capacidad de encontrar a personas valiosas dis­
puestas a trabajar para él. Se puede ver también en esta posición su
capacidad de vencer la enfermedad, con el desarrollo de su propio
instinto. El hecho de que Mercurio gobierne también la Casa. 1 O su­
braya la naturaleza pública de la meta individual.
Mercurio está también en trígono a Marte retrógrado en 10. Eso
puede sugerir una acción pública y política de un género especial
(Marte retrógrado) que desarrollará el destino individual y lo hará
fructificar.
Con la cuadratura de Mercurio a Plutón en 9 (los asuntos extran­
jeros), la actividad de movimientos o de corporaciones internaciones
vuelven al destino individual más claro, creando situaciones peligro­
sas.
Piscis se encuentra en el Descendente: Júpiter es, pues, el «segun­
do regente del tema». Se encuentra en 8, conjunto a Neptuno, trígo­
no a Urano, sextil Luna, cuadratura Sol y también cuadratura Mer­
curio. De este modo los dos planetas que gobiernan los dos polos del
Horizonte están en una relación de tensión o de crisis. El destino de
Roosevelt debe realizarse en condiciones de crisis y engendrar una
fuerte tensión mental. El éxito de la expresión de su potencial indivi­
dual está profundamente influenciado por la acción de grupos pode-
222 La rueda de la experiencia individual

AS DS

FRANKLIN ROOSEVELT
Nacido el 30 de enero de 1882 -(hora local verdadera)-74'W -42'N
Polaridades planetarias en los ejes del Horizonte y del Meridiano 223

rosos, ya que Júpiter y Neptuno en conjunción se refieren a la activi­


dad de las masas o de grandes colectividades.
En conclusión, hay que decir que el hecho de que un planeta re­
salte en un tema como «dominante» no hace de este planeta el «re­
gente» del tema. El planeta regente es siempre el que gobierna el Sig­
no sobre el Ascendente, por lo tanto del instinto del individuo, lle­
gue o no ese último a expresarlo.
Cada nacimiento es un nuevo acto de Dios; sin embargo, el suelo
que recibe la simiente, así como la misma sustancia de esta simiente,
son productos del pasado. Lo que es nuevo, no es ni el suelo ni la
sustancia de la simiente, sino el poder divino, en la entidad nueva, el
utilizar estas condiciones heredadas del pasado con fines nuevos. Es
este poder el que está simbolizado por el Ascendente y que el símbo­
lo del grado del Zodíaco en el que se encuentra nos ayuda a interpre­
tar 1.

B. Eje del meridiano


Mientras que el Horizonte es una línea evidente de demarcación
entre lo que se encuentra encima de la tierra y lo que se encuentra
bajo el suelo, el Meridiano no es de ningún modo tan evidente en la
experiencia humana. Sin embargo, se siente que de alguna manera la
vasta cúpula del cielo posee una clave de bóveda y es lo que llama­
mos Zénith. Se siente también que la Tierra bajo nuestros pies es só­
lida, esférica y posee un centro. De hecho, la integración no es en
primer lugar una cuestión de conciencia, sino de instinto orgánico: el
instinto es uno de los nombres que se da al poder de ser íntegro y de
guardar esta integridad. Así el Meridiano se refiere a este poder.
La realización de la personalidad y de una participación signifi­
cativa a la vida orgánica del Todo es un problema de integración,
por lo tanto relacionado con el Meridiano. La condición de la perso­
nalidad determina el género y la cualidad de la participación. El in­
dividuo y la posición social que alcanza son en un sentido opuestos
polares, así como las Casas 4 y 1 O, deben complementarse. De he­
cho, el principio de polaridad es la piedra angular de toda interpreta­
ción astrólogica eficaz. Este principio explica por qué todo factor
que se estudie en un tema puede tener un significado negativo lo
mismo que positivo, sin considerarlo bajo la tradicional clasificación

1 Para los grados simbólicos, ver «Un Mandala Astrológico», por Daney Rudhyar.
Publicado en español por: Luis Cárcamo, editor. Madrid.
224 La rueda de la experiencia individual

de bueno o de malo, feliz o desgraciado. No es el factor astrológico el


que es en sí bueno o malo, feliz o desgraciado, sino el empleo que se
hace de él.
El Meridiano se refiere al poder a nuestra disposición, cuando se
realiza la integración de numerosos elementos en el seno de un todo
organizado y estructurado.
En la Casa 4, es la integración de la personalidad la que está en
juego, así como la estabilidad de sus funciones y de su aproximación
fundamental a la vida, que esta aproximación sea determinada por
las tradiciones familiares o nacionales, o por el ritmo particular del
individuo. La Casa .10 indica la manera mejor y más natural de inte­
grarse individualmente al organismo colectivo -a la comunidad, a
la nación, a una profesión.
Igual que el Horizonte, el Meridiano es un eje. Definir un polo
sin incluir la significación del otro no da un cuadro exacto de la si­
tuación o de la persona. Por esta razón, es tan importante incluir el
M.C. en toda interpretación de F.C. -o viceversa- como incluir el
D S. en toda interpretación del A S. y viceversa.
- Los Signos que se encuentran sobre el Meridiano van a indicar­
nos el género de poder a buscar y a demostrar en el esfuerzo de
integrarse personal y socialmente.
- El planeta regente del Signo sobre el F.C. nos indica de qué de­
pende la capacidad de generar poder personal, las cualidades de
ser que hay que desarrollar. La casa en la que se encuentra este
planeta nos indica en qué dominio de la personalidad y en qué
g énero de circunstancias existirá el mayor desafío a la capacidad
de afirmarse personalmente sobre bases sólidas.
- El planeta regente del M.C. nos indica la mejor manera de mani­
festar el poder de su ego y la Casa en que se encuentra nos enseña
en qué campo de experiencia se puede aportar de la mejor mane­
ra, su contribución esencial a la sociedad, en condiciones de vida
normales.
No volveremos a exponer con detalle las tres polaridades planeta­
rias de base (v. pág. 217) que pueden encontrarse sobre el meridiano
en función de los Signos en el F.C. y en el M.C. Recordémoslos sim­
plemente:
- Polaridad Venus-Marte.
- Polaridad Mercurio-Júpiter.
- Polaridad Sol o Luna-Saturno.

Antes de trazar a grandes rasgos lo que eso implica cuando se los


encuentra en el Meridiano.
• En el primer paso (polaridad Venus-Marte) se trata de planetas
Polaridades planetarias en los ejes del Horizonte y del Meridiano 225

personales que delimitan la vida y las experiencias emocionales,


afectivas, ver sexuales. Por lo tanto, si esta polaridad se encuentra
sobre el Meridiano, el esfuerzo de integración, individual al F.C. y
social al M.C. será muy personal.

- Basado en valores personales, instintivos o biológicos y en la pro­


ductividad (Tauro) o en valores sociales, culturales o estéticos
compartidos, la cooperación o la creación de grupos animados
por estos valores (Libra) para el polo gobernado por Venus.
- Basada en la acción la iniciativa, la facultad de emprender, de ser
un pionero (Aries) o la participación integradora en un grupo,
una causa o «al otro» en el cual se expresa el poder (Escorpio),
para el polo gobernado por Marte.

• En el caso de la polaridad Mercurio-Júpiter, hemos visto que se


trata el funcionamiento mental, de intelecto, de comunicación, de
relación. Si se encuentra pues esta polaridad sobre el Meridiano, la
integración personal y social se hará sobre estos planos; las ideas se­
rán primordiales:
- Curiosidad intelectual, vivacidad de espíritu, extensión del cam­
po de conciencia, adaptación rápida, comunicación (Géminis) o
bien análisis, sentido crítico, discriminación, perfeccionamiento
del yo (Virgo) para el polo gobernado por Mercurio.
- Consideraciones filosóficas, religiosas o sociales, participación en
la evolución social, principios morales (Sagitario) o bien integra­
ción en, si esto no está trastornado por problemas raciales, socia­
les o nacionales en una gran escala y transformación posible en y
por crisis colectivas (Piscis), parar el polo que gobierna Júpiter.

Hay que recordar, sin embargo, que como en los casos de todo eje
del tema en el que se encuentren Virgo-Piscis, el Meridiano que tie­
ne esta polaridad es un símbolo de crisis de una integración en la que
habrá frecuentemente reconsideraciones, transformaciones, cambios,
ya sea sobre el plano personal (Virgo) ya sea sobre el plano socio­
colectivo (Piscis). Con este Meridiano no habrá pues nada que bus­
car de seguro y de estable en el acto de la integración, ya sea en la
vida privada o personal o en la vida socio-profesional; habrá que
aceptar el cambio de las recapitulaciones y verlas como ocasiones de
metamorfosis.
• Cuando se encuentra la polaridad Luna o Sol-Saturno sobre el
Meridiano, la integración del individuo dependerá del sentido de
identidad que haya expresado o establecido en 4, si Cáncer o Leo se
encuentran sobre el F.C. habrá una necesidad muy particular de sen-
226 La rueda de la experiencia individual

tirse un ego fuerte, de tener bases seguras sobre todo con Cáncer, ya
que este Meridiano corresponde al «meridiano» del ciclo zodiacal
solar. Con Saturno como regente del M.C., la integración social se
hará a través de una vida socio-profesional marcada o que marcará y
que incluso podrá tener eventualmente incidencias sobre la vida pri­
vada (Capricornio) o bien en la participación de las transformaciones
sociales (Acuario). Por el contrario, con Capricornio o Acuario sobre
el F.C., la vida privada y la búsqueda de integración personal estarán
fuertemente condicionadas por cunsideraciones satumianas y, even­
tualmente, uranianas en el caso de Acuario; cultura o tradición so­
cial o espiritual muy estructurada (Capricornio) o movimientos so­
ciales e ideales de vanguardia (Acuario). Por el contrario, la integra­
ción social al M.C. deberá hacerse de manera muy personal, particu­
larizada; habrá que hacerse valer como individuo, ya sea el Sol o la
Luna quien gobierne el Signo en el M.C.
Hemos dado aquí algunas ideas de base sobre las polaridades pla­
netarias que se pueden encontrar en los dos ejes de la cruz, en un
tema de nacimiento. El estudiante que desee un estudio más desarro­
llado sobre los Signos que se encuentren sobre los 4 ángulos del
tema, puede referirse al libro de Dane Rudhyar, «Las Casas Astroló­
gicas», en el que ha desarrollado este terna al detalle.

Relación Meridiano-padres

La clase de aspecto, si existe entre los regentes de 4 y 1 O, indica la


armonía o la tensión que ha podido existir entre los dos padres, tal
como han sido captados por la persona (lo que no corresponde forzo­
samente a la realidad de cada uno de ellos), esto que la psicología lla­
ma «imagen-padre» e «imagen-madre». Esta relación condiciona
fuertemente la manera de integrar la vida personal y la vida pública,
así como la clase de realización posible. Se discute mucho la relación
entre las Casas 4 y 1 O y los dos padres. En la Edad Media los astrólo­
gos atribuían la Casa 4 al padre y la 1 O a la madre; esta asignación
no puede ser exacta de manera absoluta. Nuestros actuales conoci­
mientos de la psicología de las profundidades nos hacen decir que la
relación Meridiano-padres depende en primer lugar de la clase de re­
lación que existe entre un individuo dado y sus padres; además, esta
relación cambia según la edad y la actitud hacia la vida:
- Durante la infancia, la vida del ser humano está centrada en el
hogar. Su relación consciente se desarrolla con su madre que le
proporciona apoyo y poder. El padre es, pues (o era no hace aún
Polaridades planetarias en los ejes del Horizonte y del Meridiano 227

mucho tiempo), un personaje vago que vive en un mundo exte­


rior del cual el niño es esencialmente inconsciente. En este caso,
la madre corresponde a la Casa 10 y el padre a la 4.
- A medida que el niño pasa por la adolescencia y penetra en el
mundo de las relaciones humanas conscientes, la situación cam­
bia. Es el padre el que se vuelve poco a poco el polo consciente
de la relación padres-hijos. El se vuelve el modelo del hijo, el
símbolo del poder y del prestigio y, a menudo para la hija, el ar­
quetipo del héroe masculino que condicionará su adaptación a la
sociedad una vez que ella lo haya incorporado a su marido. La
Casa l O corresponde pues al padre.
- Sin embargo, más tarde, cuando el individuo madura, afronta la
crisis normal de la cuarentena que tiende a una repolarización
psicológica y hay cambio de nuevo. A esta edad el individuo debe
poder orientarse de manera nueva en el inconsciente; las imáge­
nes raciales y tradicionales de su juventud vuelven a ganar en po­
der y los complejos de la infancia pueden provocar una crisis. Se
hace necesario integrar su vida personal sobre una base nueva si
se desea evitar el estancamiento y la desintegración. En ese mo­
mento la Casa 4 representa esencialmente el padre del sexo
opuesto porque ese padre ha recibido, de parte del hijo, la
proyección inconsciente de una imagen y ha podido llegar a ser
la causa de un complejo. Durante la cuarentena hay que intentar
comprender este complejo y asimilarlo.
Así en la Casa 4 el hombre hace frente a su «imagen-padre» y, a
través de ella, al arquetipo-Madre; la mujer, ella hace frente a su
«imagen-padre» y al arquetipo-Padre. La Casa I O se relaciona, pues,
con el padre del mismo sexo porque estudiando y analizando lo que
le acontece a este padre, el hombre o la mujer puede comprender de
manera más consciente los problemas planteados por su propio sexo,
sobre el plan personal y social. Dicho de otra manera, la fase de la
relación consciente con los padres pertenece a la Casa I O, mientras
que las experiencias de relación se encuentran en 4.
Que se considere el Meridiano bajo el ángulo de la relación con
los padres o bajo el de la integración personal y social de la que se
dependa, lo que importa es la relación entre el Meridiano y el Hori­
zonte. La liberación del poder personal al F.C. y social al M.C. es
función de la egoicidad (A S.) y de la relación que el individuo esta­
bleció con nosotros y el mundo exterior (D S.), por lo tanto de la cla­
se de conciencia que desarrolle, resulta así evidente que siguiendo las
polaridades sobre el Horizonte del tema natal, la integración a nivel
de Meridiano revestirá un carácter diferente; podrá estar facilitado o
volverse más difícil, más compleja, estrechamente focalizada o bien
228 La rueda de la experiencia individual

más difusa, etc. Para más detalles sobre esta relación Horizonte­
Meridiano sugerimos de nuevo al lector el estudio del libro de Dane
Rudhyar Las Casas Astrológicas (obra citada).
DESTINO, PERSONALIDAD, PARTICIPACION Y PODER
SOCIAL en la vida orgánica del Todo: he ahí las cuatro piedras an­
gulares del templo de la naturaleza humana realizada. Ellas consti­
tuyen los cuatro «Angulos» del tema, la ctuz gloriosa de la vida hu­
mana.
PARA CONCLUIR...
Cada experiencia de la vida es una prueba, un test, una crucifi­
xión sobre la cruz simbólica formada por el Horizonte y el Meridia­
no del tema astrológico. Esta cruz constituye la estructura del ser hu­
mano, la unión de la horizontal y de la vertical, la integración de los
principios de CONSCIENCIA y de PODER. Las puestas a prueba,
tests o desafíos que eso representa pueden estar clasificadas en 12 ti­
pos fundamentales, correspondiendo cada uno a una Casa. Podemos
hacer frente a cada prueba, a cada desafio de manera positiva o nega­
tiva. Positivamente el test nos conducirá a Dios; negativamente, al
caos. Tan sólo daremos aquí la palabra-clave de algunas de estas
pruebas, el tema ha sido ampliamente tratado por Rudhyar en Trip­
tych 1:

- Casa 1: prueba del aislamiento


- Casa 2: prueba de las posesiones
- Casa 3: prueba del pensamiento
- Casa 4: prueba de la estabilidad
- Casa 5: prueba de la pureza
- Casa 6: prueba del sufrimiento
- Casa 7: prueba de la mutualidad
- Casa 8: prueba de la responsabilidad
- Casa 9: prueba del significado
- Casa I O: prueba de la posición
- Casa 11: prueba del descontento
- Casa 12: prueba de la clausura

Y, para concluir, para «clausurar» e integrar este ciclo de Casas


os invitamos ahora a vivir, a sentir en todo vuestro ser, esta cruz sim­
bólica del tema de vuestro nacimiento. Poneros de pie en el centro
de la cruz, en el centro del tema, los pies juntos, firmemente ancla­
dos en el suelo, los brazos en cruz ... Relajaros ... haced el silencio en

1 «Triptych», por Dane Rudhyar, primera edición: Servire, Pays-Bas, 1968.


230 La rueda de la experiencia individual

vosotros ... estad atentos... Sentid el cielo encima de vosotros, la tierra


firme bajo vuestros pies y despegad, manteniendo el contacto con el
suelo, con vuestro mundo físico: no cortéis los puentes... Sentid
nuestro globo que gira sobre sí mismo, después su movimiento alre­
dedor del Sol y la ronda de los planetas que gravitan alrededor de
este centro de fulgurante energía... ifulgurante en el nivel de nuestro
sistema solar tan sólo!
Pero si os alejáis un poco de nuestro sistema, si emprendierais
vuestro vuelo hacia el centro de nuestra galaxia, os daréis bien pron­
to cuenta que este fulgor disminuye a vuestros ojos para no consti­
tuir en seguida más que un puntito de luz entre millones de otros en
la inmensidad del espacio ... Sentid, vivid el torbellino de esta multi­
tud de sistemas solares alrededor del centro galáctico; la Tierra ha
desaparecido desde hace mucho tiempo y nuestro mundo solar no es
más que uno entre los otros... ciegamente el hombre que no sabe ver,
que no sabe vivir más que «su» Sol y olvida con demasiada frecuen­
cia el Todo galáctico en el seno del cual no es más que El Rey Sol,
pero un rey participando en una fraternidad de reyes, comunión vi­
viente... en el corazón galáctico y... más lejos aún ... Volved a conti­
nuación progresivamente, integrándolos al ritmo y a la medida, de
este Corazón galáctico, de sistema solar en sistema solar, hacia el
nuestro, a la periferia de la Galaxia ... Alcanzad a Plutón... Neptu­
no ... Urano, las tres puertas hasta nuestro planeta La Tierra, este
globo achatado ... el continente, después el país, luego la ciudad o el
pueblo donde habéis nacido e integrado este viaje, esta inmensidad,
reunidlos en esta condensación de espacio-tiempo en el centro de vo­
sotros, en el centro del tema: el Universo está en vosotros como vo­
sotros estáis en el Universo. iEs únicamente cuestión de un poco de
imaginación!
... Rico de esta cosecha de infinito que está en vosotros como en
la Galaxia, situaros ahora en el eje o más bien en los ejes del tema, la
columan vertebral a lo largo del Meridiano y los brazos en cruz so­
bre el Horizonte ... Dejad subir dentro de vosotros esa corriente que
viene del centro de la Tierra, del corazón de la Tierra, de nuestra hu­
manidad común, que entra por nuestros pies (F.C.}, sube a lo largo
de vuestra columna vertebral para emerger en la cima del cráneo, en
dirección a vuestra estrella (M.C.) ...
Y después dejad descender en vosotros, desde la cima de la cabe­
za hasta los pies, la corriente que viene de «vuestra» estrella, de
vuestra identidad espiritual... lSentís bien esta doble corriente de
energía que os hace canal de poder, punto de unión entre la tierra y
el cielo, entre el cielo y la tierra, lugar del matrimonio simbólico Es­
píritu-Materia?
Para concluir 23 I

... En vuestros brazos extendidos entre el Este y el Oeste, entre el


Ascendente y el Descendente, comprobad, sentid la onda que os
atraviesa de una mano a otra, que circula de vosotros a los otros, de
los otros a vosotros, marea que va y viene, flujo y reflujo, alternan­
cia, comunicación, cambio ... Cadena sin fin que, de vosotros a todo
lo demás que encontréis, de todo lo otro a vosotros, teje la trama sin
fin de la solidaridad humana, la trama del amor.
... lSentís cómo podéis realizar en vosotros la síntesis armoniosa
de estas dos corrientes perpendiculares? lSentís, comprobáis, vivís el
poder creador del hombre de pie, los brazos en cruz, bien firme sobre
sus pies? porque es en el centro de la cruz donde la crucifixión se
vuelve transfiguración creativa.

J uriens-Paris
febrero 1983
Alexander Ruperti
¡Vivir su tema! He ahí el desafio que nos lanza la
astrología humanista a través de este libro de Alexander
Ruperti que conmociona los conceptos habituales de la
astrología tradicional.

Entre los tres elementos -signos, planetas, casa&". son


las casas las que permiten al individuo diferenciarse utili­
zando de forma personal la energía colectiva de los signos
y función simbólica de los planetas según los cuatro
niveles de consciencia: biológico, socio-cultural, indivi­
dual y transpersonal.

La astrología no es una simple técnica abstracta, un


lenguaje que permita decodificar la estructura psicológica
de un individuo. Es una experiencia que se dirige a todos
aquellos deseosos, no sólamente de comprender la natura­
leza humana, sino incluso de enriquecerla y de desarro­
llarla por una integración más y más consciente de los
elementos que la componen.

Astrólogo humanista, Alexander Ruperti, nace en


Stuttgart en 1913, concreta el pensamiento de Dane
Rudhyar del que él es discípulo y nos lleva en un itinerario
sorprendente, al descubrimiento de nosotros mismos.

ISBN 84-7627-013-5

1 1 1
9788476270134

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