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Introducción

a los tránsitos
MARIA ISABEL LOZANO

Antes de entrar de lleno en el tema de este artículo, me gustaría expresar ciertos matices
que me definen como astróloga; en primer lugar, creo en la existencia del "libre albedrío",
la experiencia me ha demostrado que el determinismo no es más que un rasgo del carácter o
la personalidad.

En segundo lugar, gracias a la Astrología comencé a atisbar una cierta armonía en todos los
sucesos que ocurrían a mi alrededor, lo que me lleva a profundizar en otras ramas del saber,
que abren mi entendimiento a un principio que podríamos llamar de "armonía". El
budismo, la física cuántica, la psicología transpersonal, etc., enuncian desde otros ángulos
por qué la Astrología funciona: todos participamos de Todo; lo que es arriba es abajo, etc.

Además de Jung, con su teoría de la "sincronicidad", otros pensadores se han dado cuenta
de que la vida y los hechos que ella contiene no son un cúmulo de datos al azar, sino algo
inteligente que a veces parece que se abate sobre nosotros, entonces lo llamamos destino
por creer que esas circunstancias escapan a nuestro control, y sin lugar a dudas "siempre" es
la experiencia necesaria dentro del marco de nuestra vida, para que ésta siga su desarrollo
normal y su crecimiento.

Resumiendo, diría que cada cosa que le ocurre a un ser humano es significativa y necesaria
para ese ser humano. Nuestra tarea consiste en entender el significado de todas esas
experiencias, si no entendemos por qué nos ha ocurrido determinada historia peor la vamos
a integrar en el conjunto de nuestra vida, por lo que no llegaremos más que a acentuar
miedos o bloqueos en lugar de seguir creciendo y evolucionando (superando con éxito las
crisis de la vida).

En nuestra vida nos encontramos con todos los ingredientes necesarios para nuestro
crecimiento, que lo entendamos así o intentemos zafarnos va a ser crucial sobre todo para
resolver problemas. ya que de la actitud con la que nos enfrentamos a los momentos peores
o más dolorosos, influye de una manera decisiva en los resultados.

Decía Nietzsche "que el que entiende el por qué, soporta casi todos los cómos" si podemos
encontrar algún significado a un acontecimiento doloroso, incluso si sólo estamos abiertos a
la posibilidad de un significado, es probable que hallemos los recursos necesarios para
afrontar la crisis con más honestidad y puede que con más coraje. A fin de cuentas. como
ya he dicho, nuestra tarea consiste en encontrar la verdadera respuesta a los problemas
(significado), para ir superando los obstáculos que sean (evolución), y así poder
convertirnos en el ser humano único que sólo podemos ser cada uno de nosotros.
Como astrólogos tenemos un marco incomparable para hallar respuestas, como dice Liz
Greene la carta es como tener un buen mapa de carreteras, no te lleva a los sitios pero te
indica cuál es el mejor camino. Si nos tomamos la vida como la aventura de llegar al
máximo de nuestras posibilidades, la carta entonces nos aportará multitud de datos; y los
tránsitos indicarán los momentos oportunos para el desarrollo temporal de esas
potencialidades. Llevado al ejemplo anterior, nuestro mapa de carreteras se ve
complementado por un reloj, que nos indica: lluvia en el km. tal o granizo según llegues a
Cuenca. Nos prepara de una manera excelente para los cambios en el ambiente.

Y es precisamente de eso de lo que voy a hablar, del gran reloj con el que cuenta la
Astrología gracias a los tránsitos. Nos ayudan a entender el tipo de energía con el que
sintonizamos en cada momento, y la clase de posibilidades que se ponen en juego. Por
ejemplo, dos personas sufren un golpe en una pierna causado por ellas mismas; miran los
tránsitos y ven que Marte está formando una cuadratura a Urano; una de ellas se explica el
accidente de la siguiente manera: ¡Marte, ha sido Marte, el planeta de la agresividad ha
hecho que me hiera!; mientras la otra comprende que el exceso de energía (Marte
aspectando a Urano) mal canalizado, le produce estrés, ansiedad y, en consecuencia, falta
de atención, por lo que está teniendo pequeños accidentes; a partir de ahí puede tomar
diferentes decisiones conscientes que le ayuden a usar el excedente energético de una
manera positiva.

Definición de tránsito

Desde el punto de vista astrológico son los movimientos reales de los planetas que actúan
en un instante dado, y que, por su configuración mutua o sobre elementos de la carta
radical, hacen cambiar el ambiente y actúan sobre él.

A) CONCEPTO GENÉRICO

- Son los aspectos de los planetas a sus lugares radicales. (Saturno aspectando al Saturno
natal).

- Es el tipo de energía que se pone en juego por tratarse de uno u otro planeta, el que activa
el tránsito. Saturno en tránsito suele hacer más realista el plano sobre el que esté actuando.

- Así, los tránsitos a un Venus radical, sean del planeta que sean, nos ponen en evidencia
nuestra forma de disfrutar e incluso de enamorarnos.

B) CONCEPTO ESPECÍFICO

- Es la referida a un mapa radical determinado, donde tenemos en cuenta todo: planetas en


signos, aspectos, casas, etc. Es la manera que no se puede generalizar porque va referida a
una carta concreta con una problemática concreta.

Orbes
Es indudable que cuanto antes comencemos a prepararnos, mejor; sin embargo, no haría
una regla fija que aconsejara tener en cuenta el tránsito de dos o cinco grados antes de
formarse y tres después. Depende de la carta, pero puedo decir que los de Saturno son
bastante exactos, mientras que los transaturninos actúan de una forma más extensa en el
tiempo, tanto antes preparando el terreno, como después, ya que a veces tardamos tiempo
en asimilar lo que ha ocurrido y, sobre todo, en ver los cambios internos que se han
producido.

Lo más importante es que nos motivemos para vivir activamente cualquier tránsito,
sintonizando con la energía que se pone en movimiento, para descubrir maneras
constructivas y creativas de expresar esa energía.

Retrogradación

Los planetas realizan un movimiento aparente en el que parece que van hacia atrás, por ello
-en especial los lentos- pueden pasar tres veces por el mismo grado del zodíaco. Si
tomamos un tránsito como si fuera un ciclo completo de cualquier cosa, tenemos comienzo,
desarrollo y final.

Así, la primera vez que pasa el planeta en tránsito por ese grado es el principio y nos da el
primer dato, toda energía al ponerse en movimiento puede dar la impresión como de cierta
aceleración, por eso dicen que los tránsitos se notan más la primera y la última vez que
pasan. El paso retrógrado parece que estanca o ralentiza las cosas, sin embargo, sólo
cambia el ritmo de la energía, ya no es de comienzo, es de desarrollo, y trae el segundo
dato. El tercer paso suele coincidir con el final de la experiencia. Lo significativo es
entender que la energía que se pone en movimiento es siempre la misma, aunque un tránsito
pueda llegar a durar dos años nos está aportando datos sobre un mismo tema.

Saturno

Planeta asociado a los límites, representa la piel, que es la frontera más clara que nos separa
de los otros; también se le asocia con la organización y estructura, representa los huesos, el
apoyo sólido de nuestro cuerpo. Sin embargo, lo más importante es su simbología
psicológica, ya que marca la división entre lo que queremos dar cabida en el consciente y lo
que no, por eso, le llaman "el señor del umbral", "la sombra", etc.

Saturno es un planeta concreto, de hecho, fuerte en la carta, compensa la falta de tierra, y


por ello rige el espacio y el tiempo, los parámetros más específicos a través de los que
transcurre la vida humana.

Sin embargo, su mejor definición es simple: Saturno es el camino, el maestro que nos
muestra el camino. Y sólo ejerce presión cuando nos alejamos de la senda que lleva a
nuestra naturaleza esencial.

Es frecuente que se le considere un maléfico, y le vemos asociado con miedo, dificultades,


bloqueos, retrasos, frustraciones, culpabilidad, etc.; es decir, con todo tipo de proyecciones
de nuestra "sombra", que en cada caso saca a relucir un miedo concreto que nos impide
actuar con objetividad.

Saturno es el ego que nos construimos a través del tiempo, la base sobre la que asentamos
nuestra personalidad consciente, nos ayuda a hacernos con un "yo" fuerte que nos
diferencia de los demás. Es el hombrecito pequeño que llevamos dentro, y con el que
tendemos a identificarnos. Ese hombrecito percibe sólo una parte de la realidad, de hecho,
mucho de lo que imagina que experimenta lo va guardando en el inconsciente, son las cosas
que no hemos podido integrar por falta de datos, experiencia, etc. Ésa es la otra cara del
hombrecito, los enunciados vitales, personales e intransferibles que nos vamos haciendo a
través del tiempo y que en una gran mayoría de los casos son experiencias traumáticas que
van saliendo a la luz por medio de miedos, bloqueos, etc.

Los miedos a los que nos enfrenta Saturno son personales, siempre están relacionados con
experiencias pasadas que han dejado una huella. Nosotros nos creemos el enunciado vital, y
luego atraemos las experiencias necesarias que no contradigan la primera afirmación. Por
ejemplo, una persona con una cuadratura Mercurio-Saturno ha podido tener una madre que
pensase que estaba poco capacitada para las tareas intelectuales; luego se encuentra con un
profesor que le corrobora la opinión materna. y así a través del tiempo acaba creyendo de
verdad que está poco capacitada a nivel intelectual, será muy difícil que esta persona algún
día se atreva a enfrentarse a esta idea. Sin embargo. como astrólogos, sabemos que esa
cuadratura por sí misma no merma el intelecto, al revés, puede dar pensadores metódicos y
profundos. es posible que durante el aprendizaje temprano pueda dar una cierta lentitud,
debido a que da una estructura de pensamiento terrestre: desglosando todo pieza a pieza
para entenderlo; pero eso no es índice de imbecilidad, de hecho, ese aspecto lo tienen a
veces matemáticos y filósofos.

Por ello, Saturno en la carta muestra dónde tenemos los mayores miedos y bloqueos
personales. dónde nos hemos hecho una idea poco objetiva de la realidad, y que, en el 90%
de los casos, no pasa de ser algo irreal que nos hemos creído a pies juntillas. Y es por esto,
por lo que es el lugar donde con más fuerza sentimos la presión, el miedo, la culpa, etc.

Es muy importante que seamos conscientes que los problemas a los que nos enfrenta
Saturno no son más que fantasmas de nuestra psique. Si no integramos esta parte de nuestra
personalidad acabaremos proyectándola fuera. y al final la encontrarremos en
circunstancias externas.
Salvador Dalí "La persistencia de la memoria"

Voy a intentar explicar cómo una de las grandes limitaciones asociadas con Saturno no es
más que una ilusión: el tiempo. La mayoría de nuestros problemas son problemas del
tiempo y que se dan en el tiempo. Nos preocupamos siempre por el pasado o por el futuro,
lamentamos acciones pasadas, y nos aterran sus consecuencias futuras. Los sentimientes de
culpa saturninos están ligados al pasado y llevan consigo depresión, amargura y
arrepentimiento.

Si transcendiéramos el tiempo y viviéramos el eterno presente, no habría problemas


fundamentales porque no hay tiempo. No hay nada a lo que se pueda llamar problema
presente, y si parece haberlo, si se analiza se verá que está ligado a alguna angustia futura o
culpa pasada, puesto que toda "culpa es estar perdido en el pasado, igual que toda angustia
es estar perdido en el futuro". Por eso. nuestros problemas se generan al estar esclavizados
al tiempo, nacemos o despertamos cuando nos hacemos presentes al presente. El tiempo no
es un problema del que hay que liberarse, sino una ilusión que ni siquiera existe. Antes de
intentar liberarnos del tiempo, intentemos encontrarlo, sólo hay que intentar percibirlo,
¿podemos oír el tiempo, el pasado o el futuro, verlo, gustarlo? Toda percepción directa es
percepción de lo intemporal, si buscamos el tiempo y no podemos encontrarlo, ya hernos
tenido un atisbo de lo intemporal.

El que recordemos el pasado se debe a la memoría, sólo ella me asegura que hubo pasado y,
si no fuera por ella, no tendríamos idea alguna del tiempo. Los recuerdos son experiencias
presentes, aunque recordemos lo que hemos hecho ayer, no podemos volver atrás y
rectificar, luego lo que tenemos es el rastro presente del pasado. Conocemos el pasado
como parte del presente y sólo en el presente. Además, cuando ocurrió era presente, en
consecuencia, nunca he percibido lo que es auténtico pasado, igual ocurre con el futuro.

Por eso, no hay que huir del tiempo, sino abrazarlo en su totalidad. Se puede reflexionar
sobre el pasado y el futuro, pero dándonos cuenta de que estas reflexiones no son otra cosa
que sucesos presentes, jamás entonces nos limitará el pasado o el futuro. El pasado como
recuerdo no nos empuja, y el futuro en cuanto a expectativas no tirará de nosotros, pues el
presente incluye el pasado y el futuro. Siendo conscientes al presente, no estaremos en el
tiempo, porque el tiempo está en él.

En conclusión, el ámbito de actuación de Saturno parece siempre sólido y difícilmente


alterable, pero si nos enfrentamos a él con valentía, honestidad y sentido crítico,
acabaremos descubriendo que esa muralla de ladrillos en realidad estaba hecha con cartón.

No debemos olvidar que a este planeta le viene su negra reputación, de un mal


entendimiento de lo que es vivir y crecer en el plano material. En este plano es donde
estamos pendientes de horarios, esfuerzos, miedos, presiones, deseos de superación, etc. Es
en el plano del esfuerzo consciente y el trabajo honesto, donde debemos poner atención
para superar las propias limitaciones. Por eso, cuando nos separamos demasiado de nuestro
camino puede darnos un golpe para que volvamos a él. Lo importante es entender qué nos
quiere decir, como ya he dicho, es un planeta que tiene mucho que ver con planos reales y
concretos. En tránsito nos enfrenta a algún aspecto oscuro de nosotros mismos, que nos
hace falta superar para seguir creciendo.

Una vez desbloqueada, la energía saturnina se convierte en una fuente de seguridad, basada
en el esfuerzo consciente, honesto y real. Deja de ser un símbolo de frustración,
transformándose en satisfacción. Es la alegría de saber que estamos haciendo lo que
debemos hacer, y además la comprensión de que eso es para lo que estamos más
capacitados.

¿Cómo actúa Saturno en tránsito?

1. Nos enseña el problema o el área en la cual debemos seguir trabajando.

2. Para que podamos verlo con claridad, nos hace más objetivos y
desapegados. Esto a veces se explica como que nos hace más fríos y
distantes, cuando en el fondo sólo nos hace más realistas.

3. Nos hace más conscientes al presente -por ello, parece que el tiempo se
vuelve más lento-, que es el plano en el que vivimos.

Con todos los datos anteriores resumimos: al saber dónde está el problema de una manera
real y concreta, ya podemos trabajar seriamente en el sector que sea. Al entender dónde está
el bloqueo, frustración, miedo, etc., podemos profundizar para llegar a superar nuestra
"sombra" y así pasar al escalón siguiente.
Integrar a Saturno en una carta significa hacerse con el lado oscuro de nuestra mente, una
vez hecho esto ya no tenemos un hombrecito escondido en la cabeza, que va proyectando
su mitad oscura en los demás. Ahora, nuestra psique personal está completa, ya sabemos
por qué hacemos las cosas, y para qué estamos más capacitados. Ya tenemos resuelto el
plano material de nuestra existencia.
El entender todo lo anterior nos lleva automáticamente al siguiente nivel: "el uraniano".
Urano es el planeta de la racionalización, de la Mente Completa. Integrar a Saturno, a la
vez conlleva transcenderio: nos hacemos con un ego fuerte y diferenciado para luego
comprender que somos parte de una realidad mayor, en la que no tienen sentido las
fronteras.
Saturno es el planeta que más resistencia tiene a los cambios (Urano), quiere cristalizar y
concretar las cosas en el tiempo; por tanto, el aferrarnos a Saturno hace que no
comprendamos a Urano. Este último está en un nivel de entendimiento más sutil y más
completo, y ha dejado atrás los miedos saturninos. La integración racional de todas las
partes de la psique es el ámbito de Urano, y pasa igual con el siguiente planeta, sin
interiorizar a Urano no llegamos a Neptuno. En resumen, los tres últimos planetas siempre
socavan de alguna manera las estructuras existentes, por eso se viven con conmoción. Cada
uno a su modo (Urano: cambios súbitos, Neptuno: disolución, Plutón: muerte), nos hacen
destruir una barrera que da mayor amplitud a nuestra consciencia del yo. Si no ocurriera
esto, no existiría la posibilidad de que surgiera algo nuevo y, por tanto, de ir ampliando
nuestra visión del mundo.
Mi mejor consejo para encarar los tránsitos de Saturno es valentía y honestidad. Cuando
hago una carta y veo tránsitos de Saturno, recomiendo que los miedos, bloqueos,
frustraciones, etc., los vayan escribiendo según aparezcan y hagan el firme propósito de
enfrentarse a ellos con seriedad, responsabilidad y deseos de superación. Aconsejo que se
escriban porque tendemos a olvidar las dificultades, sobre todo, una vez superadas y desde
luego se superan, ése es el regalo de Saturno, los miedos los vamos tachando antes de que
termine el tránsito y se han transformado en pilares. Lo mismo que antes nos paralizaba,
ahora nos da seguridad y satisfacción.

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