Título: Educación en los jóvenes y las consecuencias de la poca o nula

reflexión.
Por Jonathan Fonseca

Introducción
La educación y la cultura están intrínsecamente vinculadas, la educación
cambia porque la cultura también lo hace. En el mundo actual, caracterizado por un
cambio constante y rápido, la educación enfrenta desafíos significativos. Esta
realidad es particularmente relevante para los jóvenes, y más aun desde mi
perspectiva para los padres jóvenes quienes, en muchos casos, carecen de una
comprensión sólida de sus propios valores y creencias, lo que a su vez afecta su
capacidad para transmitir valores adecuadamente a sus hijos.
Este ensayo busco explorar cómo la evolución de la cultura redefine la
educación y cómo los jóvenes pueden afrontar este desafío, retomando algunas
ideas que se plasman en el libro de Badiou, La verdadera vida: Un mensaje a los
Jóvenes1 y Una aventura intelectual. En El maestro ignorante: Cinco lecciones sobre
la emancipación intelectual de Jacques Rancière2.
Educación en una cultura en evolución
Para mí la idea de que "la educación cambia porque la cultura también lo
hace" resuena fuertemente en el contexto actual, esa frase la parafraseo de lo que
decía Foucault en una entrevista con Rux Martin 19783. Y con eso trato de expresar
que, en un mundo en constante transformación, los valores, creencias y
conocimientos cambian a un ritmo vertiginoso. La educación ya no se limita a
transmitir conocimientos estáticos; debe adaptarse a esta evolución constante.
Los jóvenes, sin embargo, a menudo se encuentran en una encrucijada,
lidiando con lo que Badiou argumenta que Sócrates llamaba sus enemigos

1
Badiou, A. (2017). Ser joven hoy en día, sentido y sinsentido. En La verdadera vida. Un mensaje a los
jóvenes. Cap. 1. p.p. 5-57. Malpaso ediciones.
2
Rancière, J. (2007). Una aventura intelectual. En El maestro ignorante: Cinco lecciones sobre la
emancipación intelectual. Cap. 1 pp. 15-34. Libros del Zorzal.
3
Foucault, M. (2013). La inquietud por la verdad: Escritos sobre la sexualidad y el sujeto.
internos, la tentación de dejarse llevar por el placer instantáneo o el exceso de
reflexión sobre lo que harán de su vida.
Es fundamental reconocer que la edad cronológica que tenga una persona
joven no tiene necesariamente relación con la falta de reflexión; más bien, podría
ser un problema de apatía o desconocimiento. El dilema al que se enfrentan los
jóvenes se basa en cómo equilibrar la búsqueda de experiencias inmediatas y la
planificación a largo plazo, independientemente de su edad. Esta lucha interna es
un desafío que cruza generaciones y, en última instancia, depende de la
disposición de cada individuo para explorar y aprender a tomar decisiones
informadas para su vida.
Hablo —quizás aun desde mi poca experiencia, en comparación a docentes
más veteranos— porque en los casi 10 años que llevo trabajando como profesor en
un contexto urbano, he podido observar como uno de los desafíos más notorios al
que nos enfrentamos los docentes en la labor educativa es el exceso de padres
jóvenes que no reflexionan sobre lo que están haciendo con sus hijos.
Muchos de ellos se enfrentan a la crianza de sus hijos sin una comprensión
profunda de sus propios valores, lo que dificulta su capacidad para transmitir valores
sólidos. La falta de introspección y autoconciencia en los padres jóvenes puede
resultar en una educación superficial, basada en la tradición o la moda, en lugar de
valores genuinos y sólidos. La educación de los hijos se convierte en un reflejo de
la falta de reflexión de los padres.
En ese marco, referiré lo que Jacques Rancière postula con contundencia
que “Todo hombre que es enseñado no es más que medio hombre”4. Esta
declaración la uso para plantear si vale la pena preguntarnos si la juventud, por su
falta de experiencia y conocimientos acumulados, realmente tiene la capacidad de
enseñar a otros. La inexperiencia de los jóvenes puede, a primera vista, parecer un
obstáculo insalvable.
Sin embargo, también soy cociente del potencial de aprendizaje y la
disposición de cuestionar el statu quo, característicos de la juventud, son cualidades

4
Rancière, J. (2007). Una aventura intelectual. En El maestro ignorante: Cinco lecciones sobre la
emancipación intelectual. Cap. 1 pp. 16. Libros del Zorzal.
valiosas. En un mundo en constante evolución, la idea de que el aprendizaje y la
enseñanza son intercambiables y no dependen exclusivamente de la edad o la
experiencia merece una consideración seria.
Los jóvenes pueden desafiar las nociones preconcebidas y aportar
perspectivas únicas, mientras que aquellos que están dispuestos a aprender de
ellos pueden descubrir una riqueza de conocimientos inexplorados.
¿Se necesita ser filosófico para ser padre?
En este contexto, el ejercicio filosófico creo que desempeña un papel
esencial. Badiou argumenta que la filosofía nos permite cuestionar, reflexionar y
buscar la verdadera vida. Para los padres jóvenes, la filosofía o mejor dicho la
reflexión proporciona una herramienta invaluable para abordar la educación de sus
hijos. Les permite navegar entre la construcción y la negación, garantizando que los
valores transmitidos sean apropiados para un mundo en constante evolución. La
filosofía no solo se trata de buscar respuestas, sino también de hacer las preguntas
correctas y guiar a los hijos en la exploración de estas preguntas.
Conclusión
La educación y la cultura están en constante evolución, y esta realidad
plantea desafíos significativos para los jóvenes en general y más aún para los
padres jóvenes. La falta de reflexión y una comprensión sólida de los valores
personales pueden llevar a una educación superficial y carente de significado. Los
padres jóvenes deben abrazar la filosofía como una herramienta esencial para
navegar este entorno en constante cambio.
La educación ya no puede ser pasiva ni basarse en tradiciones obsoletas. Se
convierte en una búsqueda constante de la verdad y una adaptación continua a una
cultura en evolución. En última instancia, la educación de los hijos se convierte en
un reflejo de la reflexión y el compromiso de los padres con una comprensión más
profunda y significativa de la cultura y los valores en constante cambio.