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El documento habla sobre cómo las personas a mitad de su vida a menudo se dan cuenta de que no están viviendo de acuerdo a sus sueños de la infancia y se sienten atrapadas. Pregunta cómo las personas pueden liberarse de quiénes se han convertido y convertirse en quiénes deben ser. Responde que deben encontrar su don y propósito, sin importar las circunstancias externas, aunque esto requiere disciplina y cambiar su marco de referencia. También enfatiza la necesidad de desarrollar los dones para ponerlos en prá
El documento habla sobre cómo las personas a mitad de su vida a menudo se dan cuenta de que no están viviendo de acuerdo a sus sueños de la infancia y se sienten atrapadas. Pregunta cómo las personas pueden liberarse de quiénes se han convertido y convertirse en quiénes deben ser. Responde que deben encontrar su don y propósito, sin importar las circunstancias externas, aunque esto requiere disciplina y cambiar su marco de referencia. También enfatiza la necesidad de desarrollar los dones para ponerlos en prá
El documento habla sobre cómo las personas a mitad de su vida a menudo se dan cuenta de que no están viviendo de acuerdo a sus sueños de la infancia y se sienten atrapadas. Pregunta cómo las personas pueden liberarse de quiénes se han convertido y convertirse en quiénes deben ser. Responde que deben encontrar su don y propósito, sin importar las circunstancias externas, aunque esto requiere disciplina y cambiar su marco de referencia. También enfatiza la necesidad de desarrollar los dones para ponerlos en prá
nos encontramos en la mitad de nuestra vida y nos damos cuenta de que ni siquiera estamos cerca de donde queremos llegar, persiguiendo sueños muy diferentes a los que soñábamos de niños y alejados de las cosas que amamos. Sentimos que nos hemos convertido en quien hoy somos, y no nos gusta lo que vemos. Entonces comenzamos a movernos porque sabemos que se nos está yendo la vida y necesitamos desesperadamente cambiar. Al reflexionar, (si lo hacemos en profundidad) surgirán preguntas, que de responderlas facilitarían nuestro cambio:
¿Qué es lo que hace a un hombre lo que es?
¿Qué provoca que haga lo que hace? ¿Qué determina su clase de vida y no otra? ¿Qué permite que no sea lo que debe ser?
En definitiva la gran pregunta que surge y debemos
responder es:
¿Cómo puede el hombre liberarse de la persona en que
se ha convertido y transformarse en quien debe ser?
La respuesta es encontrando nuestro don, para
luego utilizarlo, descubriendo el propósito de vida, sin tener en cuenta las circunstancias externas, ajenas a nuestro control. Es algo que está al alcance de todos nosotros, pero que requiere de una disciplina y perseverancia que no se ven con mucha frecuencia, además de tener el valor y la confianza en nosotros mismos para poder dar tan importante salto de fe como es un cambio radical de vida. No hay modo de cambiar nuestra vida y salir de este transe si no tomamos personalmente el asunto en nuestras manos. Las demás personas al igual que las instituciones solo nos aportarán cierto apoyo pero no nos darán el marco de referencia que necesitamos el cual debe salir de nuestro propio interior y que significa saber distinguir lo que es realmente importante de lo que no lo es. Ralph Waldo Emerson escribió: “Nosotros siempre estamos luchando por vivir, pero nunca vivimos”, y para pasar de luchar por vivir a verdaderamente vivir es necesario un gran cambio de actitud, un nuevo marco de referencia, nuevas prioridades que nos permitan enfocarnos en las cosas correctas y en el momento oportuno.
Un don y su posterior desarrollo
El don es algo que nos hace únicos y nos prepara
para desarrollar cosas extraordinarias como nadie más podría hacerlas, solo debemos descubrir cuál es nuestro verdadero talento, desarrollarlo, fortalecerlo y por supuesto ponerlo en práctica. Dejemos claro este asunto: si tenemos un don, pero no lo desarrollamos ni lo utilizamos, las cosas que esperamos que sucedan jamás lo harán. Para que nuestros sueños se concreten no basta con tener un gran don, es necesario ponerlo de inmediato en acción. Como dijo Orison Marden:
“Muy dentro de los seres humanos yacen
adormecidos unos poderes que los asombrarían y que nunca soñaron poseer. Fuerzas que revolucionarían su vida si se despertaran y se tradujeran en acciones”.