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Profesor Esteban Campos

Profesor Esteban Campos


Esteban Campos.
Profesor
IBN Mulchén – Santiago
esteban.campos@ibnchile.com
REYES Y CRONICAS
Acab y Elías (1 Reyes 16:29–2 Reyes 1:18)
La lucha entre Elías y el baalismo (1 Reyes 16:29–19:21)

Acab y Jezabel (1 Reyes 16:29–34)

Acab y Jezabel son los soberanos más conocidos del reino del norte.

Acab tenia elementos buenos y malos. Era un gobernante capaz y


caudillo militar valiente.

Promovía el comercio con Fenicia. Los pesados tributos en ganado que


recibía de Moab, le dieron un equilibrio favorable en el comercio con
Fenicia y Siria.

Israel prosperó materialmente. Fortificó las ciudades


existentes y construyó nuevas
La lucha entre Elías y el baalismo (1 Reyes 16:29–19:21)

Acab y Jezabel (1 Reyes 16:29–34)

Era una persona muy débil en lo espiritual y moral.


edificó para Jezabel un templo dedicado Baal-Melqart, el dios fenicio de las tormentas y las
cosechas

Dejo que su esposa Jezabel propagara la religión de Baal-Melqart,


buscando eliminar el culto a Jehová.

La decadencia espiritual Ilegó a tal punto, que Hiel desafió la maldición


de Josué (Josué 6:26), reconstruyendo a Jericó.
La lucha entre Elías y el baalismo (1 Reyes 16:29–19:21)
Elías y la gran sequía (1 Reyes 17)

La misión de Elías fue la de contrarrestar la corriente de baalismo


fenicio que amenazaba barrer por completo la religión de Jehová.

El nombre de Elías significa “Jehová es Dios.

Elías es uno de los personajes más grandes e interesantes de la


historia hebrea.
Su aspecto rústico, con el pelo largo y los lomos ceñidos por un
cinturón de cuero, sobre el cual a veces echaba una piel de oveja.
Se destacó por sus apariciones y desapariciones
repentinas, su “valor inquebrantable y celo fogoso”
La lucha entre Elías y el baalismo (1 Reyes 16:29–19:21)
Elías y la gran sequía (1 Reyes 17)

Con autoridad, Elías le anunció a Acab que Jehová castigaría a Israel.


No habría más rocío ni lluvia hasta que él lo permitiera.

Acab recibió con indiferencia el mensaje de Elías.

Elías aprendió junto al arroyo Querit la importancia que tiene obedecer


completamente la palabra de Jehová y confiar incondicionalmente en El

Necesitaba conocer el sufrimiento humano y compadecerse de los que


sufrieran.
cuando el arroyo se secó, Dios lo envió a Sarepta, ciudad fenicia donde se rendía
culto a Baal-Melqart.
Dios protegía a los suyos, cuando las viudas eran descuidadas.
Elías debía depender de una viuda muy pobre, que le suministraría el alimento
La lucha entre Elías y el baalismo (1 Reyes 16:29–19:21)
Elías y los profetas de Baal (1 Reyes 18)

Tres años y medio duro la sequía.

Llevó al reino del norte al borde de la ruina absoluta.

Dios envío a Elías ha enfrentar a Acab.

Elías le señaló la verdadera causa del desastre y le mandó al monarca


a convocar al pueblo de Israel y a los profetas de Baal en el monte
Carmelo.

La prueba propuesta por Elías no trataba de decidir cuál de


los dos, Jehová o Baal, era más poderoso, sino cuál de
ellos era Dios
La lucha entre Elías y el baalismo (1 Reyes 16:29–19:21)
Elías en el monte Horeb (1 Reyes 19).
El fuego que cayó del cielo y la lluvia que vino por la oración de Elías, no
convencieron a Acab ni a Jezabel con respecto a la verdad.

Jezabel enfurecida envió aviso al Elias que pronto lo mataría, y el débil


Acab no hizo nada para ponerle freno.

Elías huyó para salvar su vida. No paró hasta alcanzar un lugar en el


desierto situado al sur de la frontera con Judá. Allí, completamente
desanimado, se sentó debajo de un enebro.

Estamos frente a un hombre “sujeto a pasiones semejantes


a las nuestras” (Santiago 5:17)

Todas sus luchas parecían carecer de significado


permanente, Elias quería morir
La lucha entre Elías y el baalismo (1 Reyes 16:29–19:21)
Elías en el monte Horeb (1 Reyes 19).
Elías viajó hasta Horeb, que es el mismo Sinaí, lugar donde Dios se había
manifestado a Moisés.

Allí Dios le enseñó algunas lecciones admirables, Él no estaba en elementos


naturales (viento huracanado, terremoto y fuego).

Le habló en un suave susurro, quería enseñarle que gran parte de la labor espiritual no se realiza
por lo sensacional y la manifestación externa del poder divino, sino mediante la suave voz de la Palabra
obrando a través de la conciencia.

Dios curó el desánimo de Elias desviando sus ojos de sí mismo


y lo envió a ungir a Hazael como rey de Siria, a Jehú como
rey del reino septentrional, y a Eliseo para ser su sucesor.

Dios le señalo que habían 7000 personas que no habían cedido a la idolatría

Le comunicó el llamado de Dios a Eliseo, echando su manto sobre él.


Sucesos del reinado de Acab (1 Reyes 20:1–22:40)
Guerras entre Acab y Ben-adad (1 Reyes 20)

La aplastante derrota de los sirios, le presentó a Acab la oportunidad de acabar


con Ben-adad y el poderío sirio,

Puso en libertad al rey enemigo y se contentó con recobrar las ciudades hebreas
antes perdidas, y con un trato comercial favorable a Israel.

Grande fue su disgusto cuando fue reprendido por un profeta, el cual juzgó las
cosas desde el punto de vista espiritual. Dios pensaba en la protección de su
pueblo.

Ben-adad ya había causado extenso daño y muchas muertes, y tenía que ser
castigado.
Acab pagaría con su propia vida su desobediencia a Dios,
y su nación sufriría cosas indecibles en guerras futuras contra Siria.
Sucesos del reinado de Acab (1 Reyes 20:1–22:40)
Acab y la viña de Nabot (1 Reyes 21)
Acab codiciaba el pequeño viñedo que pertenecía a su vecino Nabot.

Nabot se indignó al oír la oferta del rey, porque reconocía la responsabilidad


otorgada por Dios, de mantener la herencia que había recibido de sus padres, y legarla a sus
descendientes (ver Levítico 25:23–28; Números 36:7)

Jezabel mandó, en el nombre de su marido y con el sello real, cartas convocando a un ayuno
general y sobornó a dos personas perversas para que acusaran a Nabot de blasfemia y de
traición.

Nabot fue sentenciado, y apedreado junto con sus hijos.


Acab se fue a la viña de Nabot y Elias apareció para dar la
Sentencia los perros lamerán la sangre de Acab y Jezabel
sería su comida.
Sucesos del reinado de Acab (1 Reyes 20:1–22:40)
La muerte de Acab (1 Reyes 22:1–40).
Acab pensaba recuperar la ciudad hebrea que quedaba en manos de los
sirios.

Josafat, el buen rey de Judá, lo apoyó en la campaña militar, porque se


habían establecido relaciones amistosas entre los dos reinos hebreos

Pidió a Acab que trajera un profeta de Jehová, Josafat reconoció la


lisonjera de esto profetas.

Acab llamo a Micaías quien dijo de forma sarcástica que subiera y


ganaría la batalla , Acab pidió que le dijera la verdad..
Micaías le dice que Dios ya había decretado su juicio sobre el

Acab no tomo encuentra lo dicho por el Profeta y subió a


la batalla junto a Josafat. Y Acab fue muerto.
Sucesos del reinado de Acab (1 Reyes 20:1–22:40)
Ocozías y Elías (1 Reyes 22:51–2 Reyes 1:18)

Ocozías, quien reinó durante los últimos meses del año 853 a.C. y los
seis primeros del año siguiente
No pudo recuperar a Moab cuando éste sacudió el yugo de la dinastía de
Omri (ver 2 Reyes 1:1; 3:5).
Fue repudiado por Josafat como socio en el proyecto de formar una
flota mercante en el golfo de Acaba (1 Reyes 22:48, 49; 2 Cró 20:35–37).

Ocozías continuó la idolatría de Acab y Jezabel

Consulto a Ball-Zebud dios filisteo, se había apartado de


Dios, mas que su padre. Los mensajeros de Acab se
encontraron con Elias, quien le profetizó la muerte del rey.
Eliseo (2 Reyes 2:1–8:15; 13:14–25)
Eliseo sucede a Elías (2 Reyes 2)
Elías es transportado al cielo (2 Reyes 2:1–18).

Elías pasó sus últimos años preparando a los “hijos de los profetas” y
estableció escuelas en Gilgal, Bet-el y Jericó.

Sabiendo que la hora de su partida había llegado, Elías se dirigió hacia


el oriente del Jordán. Eliseo lo acompaño, aunque Elias no quería.

Separar milagrosamente las aguas señalaba a Eliseo el hecho de que el mismo


poder de Jehová que había apartado el mar Rojo en la época de Moisés y dividido las aguas del
Jordán en el período de Josué, todavía estaba a disposición de los hombres de fe.

Terminada la obra de Elías, Dios envió un carro de fuego


con caballos, que separó a los dos profetas.

La partida de Elías armoniza con su ministerio.


Eliseo sucede a Elías (2 Reyes 2)
Elías es transportado al cielo (2 Reyes 2:1–18).

Los estudiosos de la Biblia hacen una comparación entre la subida de Elías


y la ascensión de Jesús, pero también señalan algunas diferencias.

La subida de Elías se realizó por poder externo; la de Jesús, por poder


interno.
El torbellino y el fuego llevaron a Elías a un lugar que le era anteriormente
desconocido; mientras que Jesús ascendió a su propio hogar.

La ida del profeta fue repentina y sin despedidas; en tanto que la otra fue
tranquila, pues Jesucristo bendecía a los suyos mientras ascendía.

No obstante, ambos sucesos fueron seguidos por una


investidura de poder divino para quienes los presenciaron.
Eliseo sucede a Elías (2 Reyes 2)
Elías es transportado al cielo (2 Reyes 2:1–18).
Elías ocupa una posición única entre todos los profetas de Jehová.
Solamente un personaje más del Antiguo Testamento, Enoc, fue llevado al
cielo sin ver la muerte (Génesis 5:24).
Malaquías profetizó que Elías sería el precursor del “día de Jehová, grande y terrible” (4:5, 6).

Se cumplió esta predicción en el ministerio de Juan el Bautista, el cual vino con el espíritu y la
autoridad del profeta de fuego (Lucas 1:17; Mateo 11:14).
La reaparición de Elías con Moisés en la transfiguración de Jesús (Mateo 17:1–13), le da un lugar
especial en el movimiento profético. Elías habló con Jesús acerca de su partida (muerte en Jerusalén)
y este mensaje es eterno.
Se menciona más el nombre de Elías en el Nuevo Testamento, que el de cualquier
otro de los profetas (ver Marcos 9:13; Lucas 9:54; 4:25, 26; Romanos 11:2–4; Santiago 5:17
Eliseo sucede a Elías (2 Reyes 2)
Eliseo comienza su ministerio (2 Reyes 2:19–25)
Su ministerio comenzó con un milagro, el saneamiento de las aguas del manantial
cercano a Jericó.

El segundo milagro presenta un problema moral, Los adolescentes,


probablemente reflejando las conversaciones de sus padres idólatras, se burlaron de la
ascensión de Elías con su grito de “¡Calvo, sube! ¡Calvo sube!”

No es probable que Eliseo fuese calvo, pues era un hombre relativamente joven, y por
consiguiente la burla era insultante y también afectaba a Jehová mismo.
Tanto los muchachos como los padres sufrieron por su falta de respeto
al representante de Dios.
Eliseo no mandó que dos osos lastimaran a los adolescentes
; solamente los maldijo. Dios fue quien los castigó
Eliseo predice la victoria sobre Moab (2 Reyes 3)

Joram (Israel) Josafat (Juda) y el rey de Edom atacaron Moab.


Y partieron por el desierto, pero al cabo de 7 días no encontraron agua.

Josafat pidió un profeta que les trajera un mensaje de Dios.


Felizmente para Josafat y para todos ellos, los profetas no estaban excluidos del servicio militar
en aquellos días, y Eliseo se hallaba en el campamento.

Eliseo les dijo que el ejército debía cavar zanjas en el desierto a fin de
recibir una gran cantidad de agua.

En las montañas de Edom, se desato un violento aguacero


que llenó de agua el valle, sin que los israelitas vieran la
lluvia o sintieran el viento.
Esto no sólo abasteció de agua a los ejércitos aliados, sino que también
engañó a los moabitas
Algunos milagros de Eliseo (2 Reyes 4:1–6:7)

El aceite de la viuda (2 Reyes 4:1–7)

Eliseo y la sunamita (2 Reyes 4:8–37).

Milagros en beneficio de los profetas (2 Reyes 4:38–44; 6:1–7).

La curación de Naamán (2 Reyes 5).


Guerras sirias (2 Reyes 6:8–8:15)
Eliseo captura un ejército sirio (2 Reyes 6:8–23).
El rey Ben-adad de Aram estaba en guerra y Dios usaba a Eliseo para
decirle al rey de Israel los planes del rey de Aram,

Cuando Aram sabe que es Eliseo y lo manda a detener.

Eliseo era solamente un hombre y, sin embargo, el rey de Siria envió un


ejército para capturarlo.

Esto demuestra el miedo que le tenía el rey al profeta y la extraña ceguera


de los mundanos, que no se dan cuenta de que es imposible tomar a Dios
por sorpresa.

Eliseo dio de comer a sus enemigos, y ellos se


convirtieron en amigos.
Guerras sirias (2 Reyes 6:8–8:15)
Eliseo y el sitio de Samaria (2 Reyes 6:24–7:20).

Ben-adad sitio samaria, y eso trajo hambruna en samaria.

Al darse cuenta de esto el rey del grabe problema incluso canibalismo y


venta de animales inmundos.

Dios no se había olvidado de su pueblo. Eliseo profetizó que habría


abundancia de alimentos, a bajo precio, en un período de veinticuatro
horas.

El ejercito en la noche oyeron estruendo de carros y huyeron.

Las circunstancias angustiosas de los leprosos los empujaron a entregarse al


enemigo con la esperanza de recibir alimentos.
Y le avisaron al pueblo que los sirios se habían ido y quedaban sus víveres
Guerras sirias (2 Reyes 6:8–8:15)

La devolución de los bienes de la sunamita (2 Reyes 8:1–6).

Eliseo y Hazael de Siria (2 Reyes 8:7–15).


Parece que Eliseo fue a Damasco para llevar a cabo la misión dada por Jehová a Elías:
ungir a Hazael como rey de Siria (1 Reyes 19:15).

El profeta también llevó a cabo la misión dada a Elías de ungir a Jehú para destruir la
casa de Acab (2 Reyes 9:1–13)
La muerte de Eliseo (2 Reyes 13:14–25))
Eliseo murió después de un largo ministerio de más de cincuenta años,
desarrollado durante el reinado de seis reyes.

Su ministerio era el de pastor, maestro y consejero.


Siguió fiel a Dios hasta el fin. Más aún, la influencia de su vida continuó siendo una poderosa
fuerza para Israel muchos años después de su muerte.

El joven monarca Joás lloró al lado del lecho de muerte de Eliseo. El acto simbólico de disparar
las flechas de la mano de Eliseo, tenía el propósito de demostrarle que él podía lograr victorias
sobre Siria si dejaba que la mano de Jehová reposara sobre él.

El hecho de que un muerto reviviera al tocar los huesos de Eliseo, tenía el


propósito de enseñar a la nación apóstata en su undécima hora, que el poder
que había tenido Eliseo todavía permanecía a disposición de Israel si se arrepentía

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