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del Ecuador
Tomo XII
ÉPOCA CONTÉNIPORÁNE,z_
ÉPOCA CONTEMPORÁNEA
TOMO XII
"ÉPOCA CONTEMPORÁNEA"
HISTORIA MARÍTIMA DEL ECUADOR
Tomo XII: Época contemporánea
Edición: INHIMA 2003
Autor: CALM (sp) Carlos Monteverde Granados
Impresión: Macformas
Corrección de pruebas: EMCIS.: Patricia Bailén, Mercedes Velásquez y Walter Riera
Indice alfabético: EMCIS.: Patricia Bailén y Walter Riera
Portada: Combate Naval de Jambelí, ocurrido el 25 de Julio de 1941,
según cuadro al óleo elaborado por Angeloni Tapia.
Derechos reservados.
Prohibida la reproducción total o parcial
de su contenido sin autorización del
autor.
PRESENTACIÓN
CAPÍTULO I
La Marina de Guerra en la época de la Revolución Juliana 9
CAPÍTULO II
La Armada Nacional en el Archipiélago de Colón 79
-El transporte de sal 81
-Establecimiento de la Capitanía del Puerto en Baquerizo Moreno 94
-El alud californiano sobre las pesquerías de Galápagos 100
-El motín de los confinados en Galápagos 109
CAPÍTULO III
La Epopeya de la Armada 121
-Una Armada simbólica 123
-Acciones bélicas del cañonero "Calderón" y del aviso "Atahualpa" 138
-El combate de Jambelí 161
-Acciones de las lanchas del Servicio Hidrográfico en los canales
del Archipiélago de Jambelí 173
CAPÍTULO IV
Establecimiento de Bases Aeronavales de Estados Unidos en el
Archipiélago de Colón y en Salinas 179
-Ocupación de la isla Seymour Sur por elementos de la Marina de Guerra de
Estados Unidos 181
-La Base Aeronaval de Salinas 203
CAPÍTULO V
La Armada y el Archipiélago de Colón 209
CAPÍTULO VI
La nueva Armada ecuatoriana 225
-Antecedentes 227
-La época crepuscular 229
-La época de consolidación institucional 295
-Naufragio del BAE "Rumiñahui" 319
CAPÍTULO VII
La Marina Mercante ecuatoriana 321
-La Escuela Náutica 323
-Escuelas y cursos para oficiales de Marina Mercante 324
La Marina de Guerra
en la época de la
Revolución Juliana
11
LA MARINA DE GUERRA
EN LA ÉPOCA DE LA REVOLUCIÓN JULIANA
E a Marina de Guerra del Ecuador existe desde el mismo momento en que el Distrito
del Sur de la Gran Colombia se constituye en una entidad política independiente,
pues todos los buques, con sus oficiales y tripulantes, de la fuerza naval grancolombiana
en el Pacífico, quedaron al servicio del Estado del Ecuador.
Entre esos buques el más importante era la fragata "Colombia", nave de 62 cañones,
la más poderosa en toda la costa del Pacífico sudamericano; la misma que en unión de la
goleta de guerra "Guayaquileña", el bergantín "Veinte y siete de Febrero", y las goletas
"Istmeña" y "Gracia del Guayas", constituyeron la primera fuerza naval del Ecuador,
comandada por Illingworth, Wright, Stagg, Pareja y muchos más de aquellos que habían
combatido en El Callao, en Malpelo y en otras acciones navales durante las guerras de la
Independencia, y después en la de 1828-1829 entre el Perú y la Gran Colombia; y que
decidieron adoptar al Ecuador como su segunda patria.
Este período en el que la Misión Naval chilena permaneció en el Ecuador fue estudiado
ya en el tomo X de esta obra, pero insistiremos en lo efímero de este periodo que finaliza
en 1913 al iniciarse la campaña de Esmeraldas, en donde se destaca la acción de la
Marina de Guerra, la que demostró un grado de profesionalismo muy alto, siendo decisiva
12 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Es por esto que en el año 1925 tenemos una Marina de Guerra que no existe
en verdad, pues los pocos y pequeños buques que sobrevivían no tenían ninguna
capacidad bélica; y en general la Institución Naval en su organización y material
había dejado de ser una entidad naval militar; y en general solo en la mente de
sus oficiales se mantenía el recuerdo de un pasado mejor, especialmente de lo
que fue entre 1905 a 1913 y de su desempeño en la campaña de Esmeraldas.
En el año 1925, los buques de la Armada del Ecuador eran: el legendario "Cotopaxi"
como único representante de aquel efímero pasado en el que se intentó construir una
verdadera marina de guerra; junto a éste sobrevivían los avisos "Tarqui" y "Enrique
Valdez", la balandra "General Villamil" y el yate "Aga".2
1 Al General Plaza le sucedió el Dr. Alfredo Baquerizo Moreno, quien gobernó desde el 1 de septiembre de
1916 hasta el 31 de agosto de 1920.
2 El "Libertador Bolívar', desde 1923, aún flotaba pero estaba fuera de servicio, en estado de completa
destrucción. En 1928 se hundió en el río frente a Guayaquil.
LA MARINA DE GUERRA EN LA ÉPOCA DE LA REVOLUCIÓN JULIANA 13
de tiempos pasados. Entre otros debemos tener presentes a Juan Francisco Anda, Benigno
Abad, Teodoro Morán, Carlos Ibáñez, Agnelio Recalde y Francisco Fernández Madrid,
porque fueron protagonistas de una lucha constante para mantener con vida el ideal
naval; fueron ellos los que impidieron que la Marina de Guerra desaparezca a pesar de
los factores adversos que la agredían, constantemente.
Como tengo indicado el curso tendrá la duración de un año y al final, previo los
exámenes correspondientes podrán salir titulados los Guardiamarinas como Alféreces
de Fragata y los Aspirantes a Ingenieros como Ingenieros 3os. El personal podrá
quedar compuesto de 6 Guardiamarinas y 3 Aspirantes a Ingenieros.- La asignación
para los Guardiamarinas y Aspirantes a Ingenieros, aprecio como suficiente la cantidad
de S/.50 para cada uno, con los cuales podrían atender al servicio de rancho y uniforme. -
Al ser aprobado este proyecto tendré el contento de someter a su aprobación el Horario
y Reglamento que debe regir en el periodo de estudio del curso del que trato". 3
Antes de continuar con los acontecimientos relacionados con el proyecto del Capitán
de Navío Rafael Andrade Lalama, es necesario, por justicia y para la continuidad histórica,
volver hacia atrás en el tiempo para destacar la personalidad de este jefe naval, protagonista
de memorables acontecimientos de la historia naval ecuatoriana, y que dejó una estela de
honor y de lucha en pro de la Patria y de la Institución. 4
Al retirarse del servicio activo dejó una herencia de honor y trabajo que fue recogida
por la generación de los oficiales que antes hemos citado; Anda, Abad, Morán, Ibáñez,
etc. fueron los continuadores de su obra.
Con fecha 5 de enero de 1924, el Presidente de la República, doctor José Luis Tamayo,
expidió el respectivo Decreto Ejecutivo creando un curso para Oficiales de Guerra e
Ingenieros; y el 10 del mismo mes se lo publicó en la Orden General de Marina.
Dos días después, el Capitán Andrade solicitó el alta para el curso de Guardiamarinas,
de Vicente Andrade Cañadas, Cesáreo Panchana Sotomayor, Carlos Moisés Monteverde
Granados, Jorge A. Morlás Robinson y Carlos Miño Padrón; y para el curso de Aspirantes
a Ingenieros, de Bolívar Durango, Ernesto Julio Icaza y Manuel E. Hurtados; y el 21 de
enero, pidió el alta de Guillermo Medina como Guardiamarina y de Maceo Rendón
como Aspirante a Ingeniero.
"Tengo el honor de informar a Ud. que el dictado de las materias que han sido
asignadas en el Decreto de la creación del Curso de Aplicación de Oficiales de Guerra
e Ingenieros que está funcionando abordo del expresado, está distribuido en la siguiente
forma:
Capitán de Navío Sr. Rafael Andrade Lalama: - Meteorología Náutica, Geografía
Física, Torpedos y Minas, Inglés
(interinamente).
Curso de Ingenieros
Capitán de Navío Sr. Rafael Andrade L. - Inglés (interinamente)
Según sus mismas palabras, el Coronel Darquea habíale contestado "que los alumnos
se hallan en condiciones de rendir examen inmediatamente lo ordene el Ministerio".
Que los alumnos se hallaran en condiciones de rendir examen era una idea demasiado
optimista, puesto que el tiempo de un año que se había establecido para la duración del
curso, era evidentemente muy corto para formar oficiales de marina con jóvenes de
diversas procedencias y grado de instrucción, lo que hacía al proyecto casi irrealizable;
pero el entusiasmo del Director del Curso y sus inmediatos colaboradores hizo realidad
algo que era casi imposible aunque, como luego veremos, sus resultados no fueron
inmediatos.
el Coronel Darquea, ante el jurado examinador compuesto por los delegados del Ministro
de Guerra y Marina, señor Leonardo Sotomayor y Luna, y del Comandante General de
Marina. 9
Esta generación, la del curso a bordo del "Cotopaxi", llenó el vacío que se hizo cuando
las generaciones anteriores formadas a bordo del buque-escuela "Marañón" y la escuela
naval en Quito pasaron a ocupar niveles de mando superiores; Monteverde sería más
tarde comandante del yate "Aga", del aviso "Enrique Valdez", del aviso "Tarqui", del
motovelero "Patria", del cañonero "Calderón" y finalmente del buque-escuela "Presidente
Alfaro"; y Morán, del aviso "Atahualpa", del cañonero "Calderón" y del buque-escuela
"Presidente Alfaro". Cervantes alcanzó también el grado de Capitán de Corbeta, y
Panchana y Rendón, el de Alférez de Navío.
El Capitán de Fragata Juan Francisco Anda y los Capitanes de Corbeta Carlos Ibáñez,
Benigno Abad y Teodoro Morán, son los abanderados de esta cruzada para alcanzar la
reconstrucción de la Marina de Guerra; quienes desde sus distintas posiciones de trabajo
hicieron presente la necesidad de organizarla para el cumplimiento de su legítima
finalidad. Es justo señalar también el apoyo que tuvieron de parte de los jefes militares
que en esa época ejercieron las funciones de Comandante General de Marina,
especialmente del Coronel Telmo Paz y Miño quien, sin embargo de sus patrióticas
intenciones, tenía la opinión de que la Comandancia General de Marina debía estar a
cargo de un oficial general del Ejército, es decir del Jefe de la Zona Militar de Guayaquil.
En enero de 1926, una comisión de oficiales navales formada por el Capitán de Fragata
Juan Francisco Anda y Maldonado, Capitán de Corbeta Carlos Ibáñez Benítez y Capitán
de Corbeta Teodoro Morán Valverde, habían presentado un proyecto de reorganización
de la Armada Nacional, al Coronel Jefe de la Zona Militar de Guayaquil y Comandante
General de Marina.
"Es muy honroso para los suscritos, el presentar el proyecto que acompañamos al
presente oficio, en cumplimiento de lo ordenado por Ud.
Si lo segundo, es mejor borrarla de una plumada, en vez de que subsista como está
hasta ahora, es decir sin material y teniendo la cabeza metida dentro del Ejército.
El Ministro de Guerra y Marina para ejercer el mando de la Armada, que por delegación
del Presidente de la República, le asignaba este proyecto de ley, tendría como organismos
asesores al Estado Mayor de Marina y a la Sección Marina, en materias operativas y
administrativas, respectivamente.
En 1926, en el mes de enero, el Coronel Telmo Paz y Miño fue designado Jefe de la
VI Zona Militar, con sede en Guayaquil, por lo que fue a él a quien le correspondió la
aprobación o rechazo del mencionado Proyecto de Ley Orgánica de la Marina de Guerra.
El 24 de agosto del mismo año, remitió al Ministro de Guerra y Marina una extensa
exposición de sus ideas sobre la importancia de la Marina de Guerra para la defensa y
seguridad de la Nación.
Principia diciendo: "Al iniciar las labores que viene desarrollando este Comando
General de Marina, no tuvo, no tiene ni tendrá otro propósito que el de propender a la
creación de la Marina de Guerra.- Cabe discutir, señor Ministro, la importancia de este
propósito? Ya le creo que nó. Cabe discutir sobre la urgencia de la necesidad de que el
Ecuador se prepare para defender sus costas? Ni para que decirlo.- Ahora bien, atenta
"Este programa deber ser acordado por él Ministerio de su cargo, asesorado por los
más expertos marinos de los que tenemos. Pero para fijar la base de la discusión me
permito insinuar los siguientes puntos:
A continuación establecía la manera de crear los fondos necesarios para realizar tan
ambicioso proyecto. En el numeral 2, bajo el título Fijación de las fuentes del dinero,
expresa: "Los fondos destinados para la realización de este programa, como de las
obras complementarias, van a ser creados lenta pero seguramente mediante la
concentración de todos los impuestos relacionados con los servicios portuarios y de
navegación. Es decir; vamos a destinar al incremento de nuestra marina de guerra, todo
lo que produce la explotación del mar y de las costas.
La Marina de Guerra, tanto o más que el Ejército, es el medio para imponer nuestros
derechos. O hay que renunciar a ellos".
quinientos mil sucres, pero advertía que "todo este plan de trabajo que viene desarrollando
la Comandancia General de Marina y el fundamento de la legislación y reglamentación
propuestas arranca del concepto básico de la jurisdicción marítima única y absolutamente
nacional. Esto quiere decir que solo el Estado, puede percibir el producto de la
impuestación marítima; y que en consecuencia, los Municipios y cualquiera otra clase
de partícipes (o las instituciones capacitadas para señalar nuevos impuestos) han de
cesar en sus derechos de percepción de impuestos a la explotación marítima....
Esto se debía, como ya lo hemos dicho, a que el Coronel Telmo Paz y Miño, no
obstante sus rectas intenciones de desarrollar la Marina de Guerra, se oponía a que el
Comandante General de Marina sea un oficial de esta rama de las Fuerzas Armadas,
opinión manifestada en oficio dirigido al Ministro de Guerra y Marina, el 5 de marzo de
1926, el mismo que a continuación se transcribe:
Si tal ha sido el concepto y propósito de ese Ministerio, ruego al Sr. Ministro se sirva
expedir el Decreto que segregue de las atribuciones de este Comando de Zona, aquella
que le concedía mando en la incipiente Marina Nacional.- Pero antes de expedir el
decreto, ruego al Sr Ministro se sirva reflexionar en que no sería prudente dejar de
mano, para que puedan desarrollarse independientemente, a los marinos que, es fuerza
confesarlo, desde tiempo antes y también hoy día, desgraciadamente vienen haciéndose
guerra entre ellos y peleándose tal o cual colocación. Lo que dejo asegurado no me lo
24 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
pueden desmentir los mismos marinos; en cambio pueden confirmar el Jefe de E.M.
Gral. y cuantos jefes han tenido que ver con los marinos.- Ud. comprenderá Sr Ministro,
que en mi vida profesional no aspiro a ser Comandante General de Marina, Capitán de
Puerto, ni Comandante del Cotopaxi, ni del Libertador; y que mis sugerencias son
absolutamente desinteresadas.- No me lleva otro móvil, como miembro de las instituciones
armadas, que impedir caiga en desbarajuste el personal de la marina.- Desde antes se
ha tentado el establecimiento de la Comandancia General de Marina o de una Inspección
de la Armada, independiente de la autoridad militar de esta zona; pero el Ministerio ha
creído siempre conveniente no acceder a esos deseos por varias razones a más de las
indicadas anteriormente. En efecto siempre ha parecido impropio, por no decir irrisorio,
el establecimiento de una autoridad marítima para una Armada que no existe, sino en el
buen deseo de todos los ecuatorianos. - Me parece tan ridículo como el haber pretendido
la institución del cargo de Contra-Almirante.- Es cierto que se ha alegado, en pro de la
conveniencia de constituir una Comandancia General de Marina o una Inspección
General de la Armada (independiente del poder militar), la necesidad de una cabeza o
dirección técnica, única o independiente que pudiera ocuparse de asuntos relacionados
con el mantenimiento, organización y desarrollo de nuestras escasas fuerzas navales".'
Las afirmaciones del Coronel Paz y Miño, en parte tenían visos de verdad, pero también
es cierto que fueron los jefes navales de esa época, los que consiguieron, después que el
Comandante General de Marina o Director General fuera el Capitán de Navío Juan
Francisco Anda a quien consideraban como el más calificado para ejercer el mando
superior de la Armada, lo que demuestra la absoluta ausencia de egoísmo y el
reconocimiento de sus méritos.
El Jefe de la VI Zona, Coronel Telmo Paz y Miño, a continuación decía: "pero, cae
de su peso, para llenar esa misión, son suficientes las secciones de Marina adscritas al
Ministerio de Guerra y a la VI Zona. Estas secciones que deben estar compuestas por lo
más preparado de la Marina tiene la obligación de estudiar; proyectar e informar acerca
de todo asunto relacionado con las fuerzas navales.
Lo otro no sería sino crearnos un lujo de valor y eficiencia dudosa y crear un motivo
de perennes disputas entre los Oficiales de Guerra de la Marina que se creyesen
capacitados para el desempeño de ese cargo.- A raíz del movimiento de julio se creó la
Inspección General de la Armada, con carácter independiente, pero este nuevo orden
dio tan malos resultados que la Superioridad se vio en el caso de suprimirla.- En vista
de estas razones, ruego al Sr. Ministro se digne resolver cuanto antes, este pequeño
problema: la creación de un nuevo organismo o el mantenimiento de la forma actual.-
Podría resolverse con un decreto que prescribiera que la Comandancia General de
Marina siga funcionando adscrita al Comando de la VI Zona, pues de otra manera no se
podrá conservar el elemento que la constituye dentro del orden y disciplina necesarios" ."
de Guerra y Marina: "Decretar que hasta nueva orden el Comando de Zona se encargue
de la Comandancia General de Marina con todas las funciones que determinan las leyes
marítimas".
Así quedaba confirmada la solicitud del Jefe de la VI Zona Militar; autoridad que
ejerció el mando de la Marina hasta finalizar el año 1927.
Por cuanto aprobada la Ley Orgánica de Marina por Decreto del 23 de Julio del
año en curso quedó reformado el título de Comandancia General de Marina por el de
Dirección General de Marina;
Decreta:
Art. 2° La Tesorería Fiscal del Guayas pagará bajo esta denominación las asignaciones
determinadas en dicha letra g), a partir del 22 de julio, quedando legalizados los pagos
hechos del 1° de enero hasta la indicada fecha como a Comandancia General de Marina.
Art. 3° En igual sentido queda reformado el Decreto del 28 de Enero del presente
año que señala la suma de cincuenta sucres mensuales para gastos de escritorio de
dicha dependencia naval.
Es así como, desde el 23 de julio, quedaba vigente la Ley Orgánica de Marina, elaborada
a base del proyecto presentado por los oficiales de marina Juan Francisco Anda, Carlos
Ibáñez y Teodoro Morán; y cuyos principales aspectos pueden resumirse así: Se instituía,
el Estado Mayor de Marina y la Sección Marina como organismos asesores del Ministro
en asuntos operativos y administrativos respectivamente. El Estado Mayor de Marina
debía coordinar sus actividades con el Estado Mayor del Ejército, lo que significaba el
reconocimiento de su total independencia del Ejército. Según el artículo 38 el Director
General de la Armada sería necesariamente un oficial de la Armada y no del Ejército; y
era quien tenía el mando directo de todos los buques y repartos de la Armada, bajo la
autoridad del Ministro de Guerra y Marina quien, como delegado del Presidente de la
República, era la autoridad, superior del Director General de la Armada.
Sin embargo después de promulgada la ley en el mes de julio de 1926 hasta finalizar
el año 1927, el Director General de la Armada fue un oficial superior del Ejército. Después
del Coronel Telmo Paz y Miño, desempeñaron estas funciones el Coronel Carlos Salvador
y el Coronel Gómez Jurado; este fue el último oficial del Ejército que ejerció el cargo de
Director General de Marina; pero esto fue así a consecuencia de la enérgica presión
ejercida por los oficiales navales superiores que veían burladas sus justas aspiraciones
de ser los gestores de la reconstrucción de la Institución Naval.
Tanto más se justifica nuestra satisfacción, cuanto que sus declaraciones de propósitos,
previos al ejercicio de su elevado cargo, coinciden con las aspiraciones ya, hace algún
tiempo insatisfechas de la Clase Armada.
Antes del 9 de julio estuvimos acostumbrados, Señor Ministro, a leer v oír, estudiadas
y conocidas frases y promesas de los Gobernantes en orden a laborar por el resurgimiento
de la Patria, sin que hayan cumplido en parte sus promesas.
Por consiguiente tenemos que convenir que la cristalización de ideas ha sido el fruto
del desenvolvimiento eficaz de labores, que el Gobierno Provisional va llevando a cabo
en cumplimiento de su programa.
Esta reorganización, debemos decirlo, hasta hoy no se ha manifestado, sino bajo los
aspectos de tentativas aferradas siempre a sistemas viciados, y por lo mismo extraños a
todo principio evolutivo.
LA MARINA DE GUERRA EN LA ÉPOCA DE LA REVOLUCIÓN JULIANA 27
Pero la defensa nacional, Señor Ministro, bien sabemos que no solamente está
encomendada al Ejército, ya que es de imprescindible necesidad la cooperación de la
Armada. De acuerdo con este principio, es lógico pensar también en los estudios y trabajos
de defensa del mar.
Deber de los Poderes Públicos es preparar durante la paz, las fuerzas capaces de
sostener sus derechos e intereses internacionales y asegurar su pronta disponibilidad
para cuando llegue el momento: Fuerzas defensivas si, pero listas para la única lógica
de la verdadera Guerra.
En un mismo sentir con los firmes propósitos del Señor Ministro, los miembros de la
Armada, considerando latente la promesa de llevar a la práctica los ideales proclamados
por la evolución del 9 de julio, tenemos ya preparado la base sobre la cual se ha de
verificar la reconstrucción de la Marina de Guerra, elaborada de acuerdo con las
necesidades y principios modernos y aprobada recientemente. 21
Resta tan solo, Señor Ministro, poner en práctica esta Ley para beneficio de la Patria,
y, en consecuencia:
Así se cumplirá el lógico principio de que cada Departamento tenga sus representantes
profesionales en los asuntos de su competencia, ya que los profesionales son los únicos
que se darán cuenta de las necesidades y aspiraciones de la Clase Armada.
Las ejecutorias del Capitán de Fragata Sr. Anda no son solamente nacionales, ya
que está comprendido en el número de nuestros pocos marinos de escuela, bien preparados
en todos los mares del globo, por haber efectuado oficialmente un viaje de instrucción
alrededor del Mundo en un buque escuela extranjero, además de haber actuado en
Marinas de Guerra y Mercante de otros países y constituir hoy el exponente más destacado
en preparación y confianza entre los miembros de nuestra Institución.
Art. 1°.- Los siguientes oficiales en actual servicio activo de la Armada quedan
nombrados y distribuidos para las Reparticiones de la Armada que a continuación se
expresan:
II Departamento - Marina
A Reparticiones Varias
Art. 3° Todos los señores oficiales que no constan en la distribución anterior, seguirán
figurando y prestando sus servicios en las Unidades y Reparticiones de la Armada
aprobadas por Decreto del i° de los corrientes.
Así mismo gozarán de la gratificación a que se refiere al Art. (ilegible) del Presupuesto
de la Armada vigente, el Capitán de Puerto de Guayaquil y su Ayudante, el Inspector de
Máquinas y el de Faros.
aplicara a la Partida XIV, No. 73 del Presupuesto de la Armada en vigencia que queda
en este sentido reformado.
Art. 7°.- Los Señores Ministros de Guerra, Marina y Aviación y de Hacienda quedan
encargados de la ejecución de este Decreto, que regirá desde la presente fecha.
Para este efecto, es así mismo, necesidad manifiesta y perentoria, la de formar oficiales
de Guerra de Cubierta y la de un personal de profesionales en el ramo de Ingeniería
Naval, tanto para atender a la dirección, servicio y cuidado de máquinas de la Armada
Nacional, del Arsenal, varaderos, astilleros, etc. de nuestra Marina, como para
reemplazar a los oficiales que por cualquier causa, deban separarse del servicio activo
de la Armada.
La falta absoluta de oficiales de Guerra de la Armada hará posible una muy apreciable
economía, dentro del Presupuesto de la misma, por cuanto algunas plazas allí señaladas
no serán servidas por dichos oficiales.
Puede muy bien organizarse una Escuela de Aspirantes a Oficiales que funcionaría a
bordo del cañonero "Cotopaxi" y cuyos cursos serían de dos años y serían dictados por
oficiales en actual servicio de la Armada, que son profesionales suficientemente
preparados para el profesorado.
Con vista de los motivos expuestos, el Sr. Ministro resolverá lo que juzgue mejor y
más conveniente para el fin propuesto, que el suscrito tendrá el honor de presentarle, en
cuanto se lo indique, el proyecto de Decreto al respecto, como tambiénel programa de
estudios y el reglamento correspondiente ".25
El siguiente Reglamento al que se sujetarán cada una de las Secciones de que dicho
Departamento se compone:
1) Estudios y proyectos sobre el material naval que pudiera adquirirse, costo, forma
de adquisición y su conservación;
2) Recolección de datos e informes generales sobre materia naval;
3) Estudios referentes al mejor aprovechamiento del material de Guerra existente;
34 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Art. 30.- La III Sección.- Defensa de Costas, estudiará los siguientes asuntos
por su denominación.
"La implantación del servicio de faros automáticos del sistema AGA, constituye uno
de los más positivos avances del progreso de nuestra República, y de allí, que el sistema
de iluminación para facilitar la navegación por nuestras costas, sea una continuación
del empleado hoy en las costas de todos los países sudamericanos".
En esta exposición a continuación decía que para disminuir los costos de recargar los
cilindros de gas utilizados por dichos faros, era conveniente adquirir una planta generadora
de gas acetileno, para lo cual podía ir en comisión a la República de Panamá "con el
objeto de estudiar el sistema, acopiar datos relacionados con la instalación en referencia,
y, posteriormente presentar a Ud. el informe y proyecto respectivo".
En otra parte de este documento dice: "Además, para cooperar de un modo efectivo
al propósito del Ministerio de Guerra, Marina y Aviación, en orden a la futura y efectiva
reorganización de los servicios navales del país, creo indispensable estudiar en la citada
República vecina los siguientes servicios:
Se puede observar en este documento, que las ideas sobre la función básica de la
Marina de Guerra que predominaban en esa época, eran poco claras y definidas; poco o
nada se menciona en éste y otros documentos originados en el Ministerio, o en otras
dependencias navales, que revelen el deseo de fortalecer o mejor dicho crear una fuerza
naval. Siempre encontramos que lo que ocupaba la mente y el trabajo de los repartos
navales estaba relacionado con el Servicio de faros, Capitanías de Puerto, el Arsenal de
Marina, etc; pero nada para intentar, a lo menos, la adquisición de un verdadero buque de
guerra.
Aparentemente los jefes navales habían caído en una crisis de pesimismo por el
progreso del elemento fundamental de la Institución: la fuerza, la que había desaparecido
en lo material; y se concretaban a mantener los servicios colaterales, que en otros campos
de la actividad marítima, eran de su responsabilidad.
En los jefes navales había una frustración de sus ideales, pero poco después éstos
mismos, como Abad, Ibáñez, Morán y Anda harían oír sus reclamos por una mayor
atención a los requerimientos para construir la fuerza naval, razón de la existencia de la
Armada Nacional; sin negar, desde luego, que también eran de su incumbencia los
servicios de Capitanías de Puerto, transporte, faros y otros de la actividad marítima; pero
considerando siempre que la misión básica de toda marina de guerra, como su nombre lo
dice, es la defensa de las comunicaciones marítimas y de las costas; lo que implica el
accionar de una fuerza en el ámbito marítimo, verdad que fue soslayada por las elites
políticas de los gobiernos de turno, desde los inicios de la República, con excepción,
hasta ese momento, de los presidentes Alfaro y Plaza; verdad que ya la hemos señalado
con anterioridad, pero que la repetimos porque es la única manera de explicar el retraso
de nuestra marina de guerra en relación a las de los países vecinos.
COStO.
9. Tres Casas constructoras han presentado sus ofertas al Estado; pero la resolución
de tales propuestas ha sido postergada hasta ahora por la misma escasez económica del
Erario, que no permitía la asignación de suma alguna para este objeto en el Presupuesto
de la Armada. Mas si se escoge este proyecto inspirado únicamente en una noble finalidad,
y cuya importancia no puede ser desconocida, pues tiende a crear un organismo del
Estado que puede considerarse como la vida misma de nuestra nacionalidad,
desaparecerían esas dificultades de orden económico y se habría satisfecho el anhelo de
la Institución de Marina, del Gobierno y de la Nación misma.
"Contesto su atto. oficio No. 677 del 16 del actual. El oficio citado se ha puesto
Reservado con letra del señor Jefe de la Sección Marina"; pero un día antes de recibirlo,
sabían aquí los diarios, por lo que se ha originado la publicación que usted habrá visto.
Hace cerca de un año, con motivo de la visita de cortesía del señor Presidente de los
Estados Unidos de Norte América, pasó el Ecuador por el bochorno de no poder ofrecer
una nave para que el citado Presidente haga su viaje desde Punta Arenas a Guayaquil.
Este fue un hecho inusitado, pues el personal de la Marina era, y con razón, escéptico
sobre adquisiciones navales, fue gratamente sorprendido, y no pudo menos de creer que
los deseos del señor Presidente y de sus dos Ministros de Estado y del Inspector General
del Ejército, era un mandato y que por fin tendría el Ecuador dos unidades apropiadas
para sus necesidades de orden interno.
Francamente, señor Ministro, todos los marinos creímos que había llegado la hora
de nuestra reorganización; más aún si se toma en cuenta las palabras del señor Ministro
de Hacienda, dichas en la citada reunión: que se tomarían los fondos del superavit del
año 1928.
Estos antecedentes he creído necesario citarlos para llegar a razonar ini idea que
entonces expresé, de que se podría suprimir unas Capitanías, mas no en el sentido de
borrarlas del Presupuesto sino llevar su personal a las unidades que se adquirían.
Esta idea fue originada por la propuesta del señor G. Walsh, por cuanto la casa
constructora ofrecía habitación para ocho oficiales que fueran a presenciar la
construcción: 4 de cubierta y 4 de máquinas, que se podía aceptar además un número
razonable de tropa para el mismo objeto; y por último, que dadas las buenas relaciones
del señor J.1. Thornicroft pudieran ser aceptados a presenciar los ejercicios, maniobras,
etc., en la Marina de la Gran Bretaña.
¿Cómo se podría entonces subsanar el conflicto que presentaba este proyecto? Dada
la escasez de personal, nada menos que el personal de ciertas Capitanías, llevándolo a
las actuales naves y a las que se construirían; nunca dije yo que se suprimieran las
partidas del Presupuesto.
Talvez mi falta de dotes, hizo que expresara mal mi pensamiento, y como es de humanos
errar, pido disculpas por ello al señor Ministro.
No podía ser por menos dado que de aprobarse el proyecto del Capitán Ibáñez muchos
marinos que actualmente estamos en servicio quedaríamos en situación de disponibilidad.
En pliego aparte presento al señor Ministro la réplica del proyecto del señor Capitán
Ibáñez".
Toda reorganización debe ser de tal manera hecha que los medios que se van a poner
en práctica no causen la muerte de lo que se quiere reorganizar.
Supongamos que según el proyecto del Capitán Ibáñez, después de seis años tendremos
un buque. ¿Con que personal lo tripularía? Desde el momento que no hay buques, que
no hay arsenal, que no hay Capitanías, en donde se podría conservar siquiera el personal
navegante. ... No es verdad que se haya pretendido suprimir del presupuesto todas las
42 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Capitanías, sino las de poca importancia, y el personal dedicarlo a las actividades navales
de los demás buques, para permitir al personal preparado, irse a especializar en el
exterior ...
Por otra parte señor Ministro, debe haber lógica en todo acto de la vida, tanto más si
se trata de una Institución. Al dejar reducida la Armada Nacional a una sola unidad
están por demás:
1° El Departamento de Marina
2° La Dirección de la Armada
3° El Arsenal de Marina
Algunos otros aspectos eran tratados por el Capitán Anda en su "Réplica al Proyecto
del Capitán Ibáñez"; y concluía diciendo que dicho proyecto implicaba la desaparición
de la Marina y que debía aprobarse el presentado por la comisión nombrada. Esta comisión
la formaban el Capitán de Fragata Ingeniero Benigno Abad y el Alférez de Fragata Isaías
Álvarez; el primero era el mismo que había desempeñado las funciones de Jefe del
Departamento de Marina en 1928.
Las opiniones del Capitán Abad y del Alférez Álvarez eran igualmente desfavorables
al Proyecto del Ministerio, elaborado en el Departamento de Marina; y se pronunciaban
por la creación de un impuesto y modificar la forma de cobrar los derechos de faros, y
otras reformas a las leyes sobre derechos por servicios portuarios. Con estas medidas
creían disponer anualmente de la cantidad de algo más de quinientos mil sucres, que se
estimaban necesarios para iniciar la financiación de los dos buques programados.
Las ideas del Comandante General de Marina, Coronel Telmo Paz y Mino, en el año
1926, y las del Director General de la Armada, Capitán de Navío Juan Francisco Anda y
Maldonado, en 1929, concordaban en general, porque consideraban que la reconstrucción
de la Marina de Guerra solo podría realizarse mediante el impulso de un gobierno que
comprendiera la necesidad e importancia de aquella en la problemática de la seguridad
Por todas estas causas: falta de visión marítima de las elites políticas ecuatorianas, la
despreocupación por los asuntos de la defensa nacional y la crisis económica que afectaba
a la Nación, todas las buenas intenciones de autoridades militares y navales, quedaron
solamente como proyectos, hasta que los acontecimientos de 1941 golpearon en las
conciencias de políticos y militares, iniciándose después de más de un siglo de inercia, el
proceso evolutivo de nuestra Marina de Guerra.
El aviso "Aga" fue vendido en el mismo año al señor Eduardo Witting en 2.500
sucres.
Fue así como al finalizar el periodo en que gobernó el doctor Isidro Ayora, los buques
de la Armada eran el cañonero "Cotopaxi", el motovelero "Patria", el aviso "Atahualpa",
el aviso "Tarqui" y el aviso "Enrique Valdez", lo que es decir que la Armada seguía
siendo en cuanto a su material flotante la misma de 1925; igualmente no se anota en esta
época algún cambio en relación a la oficialidad y tripulación, aunque sí se dieron algunos
esfuerzos para mejorar la organización, aunque la Escuela Naval no fue restablecida,
asunto que ya fue mencionado.
Sub-Jefe del Estado Mayor General presentó al Coronel Presidente de la Comisión Técnica
del Consejo de Defensa Nacional un extenso documento relativo a la defensa marítima
de la costa ecuatoriana, que constaba de las partes siguientes:
I. Introducción
II. Principios generales sobre la organización de nuestra defensa móvil
III. Bases navales
IV. Construcción de Fuertes
V. Necesidades relativas al personal
VI. Necesidades relativas al material
VII. Conveniencia de formar una Marina Mercante Nacional
VIII.Aspectos financieros
IX. Conclusión
En su oficio con el que remitía dicho documento expresa, en la parte final, lo siguiente:
"Espero que la Comisión Técnica sabrá apreciar la importancia que existe para la
defensa nacional, de atender de una manera eficaz la formación de una marina de guerra
y a la construcción de las obras de defensa que han de complementar y secundar su
acción. Ya el señor Capitán de Corbeta Dn. Teodoro Morán ha hecho presente en su
estudio sobre La Organización Marítima de la Defensa Nacional, esta necesidad, en
manera que el proyecto que presento no es sino una confirmación de tal necesidad".
Este documento suscrito por el Teniente Coronel Luis Larrea Alba es de trascendental
importancia histórica porque expresa por primera vez ideas propias de una mentalidad
atenta a los conceptos estratégicos navales, razón por la cual creemos conveniente
transcribirlo íntegramente; y porque también el hacerlo es un acto de justicia para el jefe
militar del Ejército que superando la limitada concepción terrestre de la defensa, extiende
su visión hacia el escenario marítimo para analizar la problemática naval en el contexto
de la seguridad nacional:
I Introducción
Por estas razones, es de creer que todas nuestras aspiraciones habrán de limitarse,
en estos momentos, a la constitución de una defensa limitada a aquellos más
indispensables, para contrarrestar toda posible acción de nuestros presuntos adversarios.
En cuanto a su organización, esta flotilla debería contar con los siguientes medios:
Por el subido costo de estas naves no sería del caso pensar sino en- una adquisición
moderada, o sea, de 4 submarinos, eso si que, de características no muy limitadas, a fin
de que puedan tener un radio de acción compatible con las misiones anotadas.
Para que nuestra flota aérea sea capaz de realizar estos cometidos, necesitará contar
con el material correspondiente, el personal y más medios complementarios.
La base principal quedaría defendida por las fortificaciones de la isla Puná, de que
se tratará enseguida, y en cuanto a las bases secundarias, su defensa se establecería
aprovechando el material sobrante de la marina y aquel del ejército que no pueda
encuadrarse en nuestras formaciones.
IV Construcción de Fuertes
El único Fuerte que tenemos, llamado así, carece absolutamente de valor, ya porque
sus condiciones de ubicación no corresponden al fin con que fue establecido -la defensa
de Guayaquil- puesto que fácilmente puede ser dominado, ya también porque su
construcción no ofrece ninguna resistencia seria.
Con mucha razón en el Perú se juzga su captura como uno de los objetivos
principales que habrían de perseguir las fuerzas enemigas en caso de un conflicto.
Dos serían los aspectos que deberían ser considerados para este fin:
1° la defensa móvil
2° la defensa fija
este fuerte no puede ser otra, que la isla Puná, la cual por su situación geográfica es la
llamada a servir de centinela avanzado de Guayaquil.
Como esta obra debe iniciarse inmediatamente precisa consultar para su construcción
el material actualmente disponible.
Los canales de Jambelí y el Morro, que rodean la isla, tienen en su parte más angosta,
10 y 3 kilómetros respectivamente, de manera que tomando en cuenta el alcance de
nuestras piezas "Armstrong" que son las de mayor potencia que actualmente poseemos,
se ve la posibilidad de una defensa eficiente sobre esas dos entradas a Guayaquil
empleando este material.
Dada la configuración de la isla, sería necesario instalar dos baterías, una para
cada canal.
Aquella destinada a la defensa del canal de Jambelí, debería ubicarse, según varias
opiniones, y también la del suscrito, en Punta Española, que es el punto oriental más
favorable de la isla y desde donde se tendría amplio campo de tiro también hacia el Sur
y el dominio completo de la parte navegable del canal en el paso a Guayaquil.
La batería que se destinara a la defensa del canal del Morro y de la base naval de
Posorja, debería ubicarse en la puntilla más saliente de la isla hacia el Occidente (aquella
situada al N.N.O. de Subida Alta, según la carta del Almirantazgo Inglés), pues desde
allí, estaría en condiciones dez cumplir los siguientes cometidos:
Para dar forma a esta idea, se debería construir un edificio en uno de los cerros
"Jansun" con la capacidad y distribución correspondiente a los siguientes objetos:
Desde este edificio se arreglarían comunicaciones fáciles hacia las baterías, para el
envío de relevos, inspecciones, transporte de material y más menesteres de la defensa.
Por cierto que, sería cuestión de adquirir el área de terreno necesaria, en la Isla,
para todas las obras señaladas.
Siempre que fuere posible se complementaría las obras propuestas con piezas de
artillería de montaña de las que ya no están en servicio en el Ejército a fin de asegurar
también la defensa a las distancias más inmediatas y hacia retaguardia.
Como puede comprenderse las ideas emitidas aquí, solo tienen un carácter general,
y son por lo tanto susceptibles de reformas y cambios, pues, únicamente se ha tratado
de llamar la atención de la Superioridad sobre el problema relativo a la defensa de
LA MARINA DE GUERRA EN LA ÉPOCA DE LA REVOLUCIÓN JULIANA 5
nuestros puertos y costas; y, son los técnicos, marinos e ingenieros navales, los llamados
a dar las opiniones definitivas al respecto.
Sin duda que una de las causas principales, a más de la falta de preocupación de
parte de la Superioridad para nuestra Marina, de la decadencia a que ha llegado esta
Institución, ha sido la falta de atención para su personal: no ha existido un control
enérgico sobre él; no se lo ha seleccionado y se lo ha dejado en cambio a merced de sí
mismo.
A pesar de los esfuerzos que el país hizo anteriormente para formar personal de
marina, esto no se ha conseguido en una forma satisfactoria, pues son muy pocos los
verdaderos oficiales de que disponemos en este Ramo y de éstos, no todos están animados
de un alto espíritu profesional, como lo comprueban entre otras cosas, las pérdidas de
tantos buques (Pontón "Comandante Marcos", Cañonera "Tungurahua", "Patria",
"Libertador Bolívar", etc) confiados en manos de ellos, y los cuales aún pudieran estar
en servicio, si hubiera habido mayor patriotismo y mayor interés de parte de quienes
debían velar por su buena conservación.
dinero, que siempre han demostrado algunos de nuestros oficiales de marina, han sido
otras tantas muestras de su escaso espíritu profesional.
Se entiende que esta imposición no se traduciría en otra cosa, que en procurarles los
medios necesarios para que efectúen una labor más eficiente, cuidando, naturalmente,
de que se desplieguen actividades verdaderamente provechosas.
A nuestro entender; dos son las medidas fundamentales que se precisan llevar a cabo
para el mejoramiento del personal de nuestra Marina, a parte de las adquisiciones de
material, de que se trata más adelante y lo que determinará su verdadero progreso
mediante un trabajo efectivo, estas medidas son:
Esta es, seguramente, una de las necesidades más apremiantes que se relacionan
con el perfeccionamiento y la eficiencia de nuestro personal de marina.
Por lo pronto sería preciso enviar siquiera tres de nuestros mejores oficiales a Chile,
comandados en las unidades de la Escuadra chilena por un periodo de 8 a 12 meses,
señalándoles cometidos determinados de estudio.
LA MARINA DE GUERRA EN LA ÉPOCA DE LA REVOLUCIÓN JULIANA 53
Dada la eficiente organización con que cuenta Chile, es de suponer que nuestros
oficiales obtendrían allí ventajas positivos en orden a su progreso profesional.
Es otra de las necesidades urgentes para nuestra marina de guerra, pues, con la
práctica del Servicio Militar Obligatorio, se obtendrían los siguientes resultados:
4. Cursos de Grumetes
Estos cursos se efectuarían con el personal de conscriptos señalados para cada una
de las unidades navales.
54 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
5. Balización de los canales del Morro y Jambelí, dragado y balización del río
Guayas y revisión de los levantamientos hidrográficos.
El prestigio del país y la propia conveniencia de asegurar una navegación sin peligros
a las naves comerciales que llegan a Guayaquil, indican la necesidad de efectuar las
obras de demarcación y dragado que se requieren en los canales de entrada a Guayaquil
y en el río Guayas.
Según informes proporcionados por el señor Capitán Morán, la obra de dragado del
río Guayas, se refiere únicamente a una parte de la llamada "Barra", lo cual pudiera
realizarse sin un gasto muy considerable.
No es posible que se prolongue por más tiempo una situación que va en desmedro
del prestigio nacional y en perjuicio de nuestro comercio.
Hace muchos años que se oye hablar de esto, se levantan clamores solicitando la
ejecución de esta obra, que justamente se la considera de carácter nacional, pero nuestros
gobiernos no han pasado de promesas.
Esta obra está encuadrada, a nuestra manera de ver, dentro de los grandes problemas
del país, los que siempre han reclamado y algunos de ellos reclaman todavía, una atención
que es ya impostergable.
El Gobierno actual daría una muestra más de sus patrióticos empeños por mejorar
el estado de la nación, emprendiéndola con ánimo generoso y decidido.
Por lo pronto sería urgente designar una comisión de oficiales de la Marina para
que realicen en uno de los pequeños buques de la Armada los sondajes necesarios y se
proceda a balizar la llamada Barra que es el punto más peligroso y en donde ocurre
frecuentes dificultades a los barcos extrangeros.
Estos trabajos determinarían también hasta qué punto es efectiva la necesidad del
dragado.
Como es sabido, a Guayaquil han entrado barcos hasta de 15.000 toneladas, como el
"Horacio", lo cual pone en evidencia que lo que ocurre es una falta de conocimiento de
la zona de entrada y no la imposibilidad de hacerlo.
LA MARINA DE GUERRA EN LA ÉPOCA DE LA REVOLUCIÓN JULIANA 55
Procediendo a señalar por lo pronto, una ruta en los sitios más peligrosos, se haría
desaparecer esta dificultad que es una fuente de molestias y de desprestigio para el país.
Estas opiniones esta, también basadas en informaciones verbales del señor Capitán
Morán.
Para esto es necesario el envío anual, sin interrupción, de un cierto número de jóvenes,
a fin de que periódicamente ingresen a nuestra Marina núcleos de oficiales que se
encarguen de hacer continuada y progresiva la obra de su formación y mantenimiento.
Talvez por un periodo de cinco años, nos convenga seguir enviando a Chile grupos
de 6 a 10 jóvenes, tomando en cuenta que no todos obtendrían resultados satisfactorios
y considerando otras causas de disminución.
Las necesidades que se refieren al material para nuestra Marina, son también de un
carácter impostergable, pues, como se sabe, es el material la base, con que debe contarse
para preparar toda acción y luego la ejecución misma.
Sin perjuicios de las construcciones que deben realizarse en nuestro Arsenal de Marina
y Astilleros, hay que resolver la adquisición inmediata por lo menos de dos unidades, de
las comprendidas dentro del plan trazado, para iniciar así, la verdadera reorganización
de nuestra Marina de Guerra.
56 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Como puede notarse, cada uno de estos aspectos tienen por sí solo un valor
indiscutible, en manera que, existen razones poderosas para resolver aún a costa de
cualquier sacrificio, favorablemente este asunto.
Por cierto que sería conveniente, a fin de obtener ciertas ventajas económicas,
contratar; posiblemente en Inglaterra, España o Italia, la construcción de todos los barcos
comprendidos en el plan de adquisiciones que se llegare a resolver, estipulando entregas
parciales y una forma conveniente de pago.
para construir, sin mayor costo dicha obra, la que tendría las siguientes características
y ventajas:
a) capacidad: se puede construir con una capacidad para naves hasta de 6000
toneladas.
b) para esta construcción se aprovecharía de la naturaleza del terreno que en el
sitio indicado es muy duro.
c) se pudiera aprovechar para estos trabajos al personal de la Marina y también a
los presos de la cárcel de Guayaquil y contraventores reincidentes (rateros,
borrachos y matones).
d) como la base para la construcción sería un rectángulo cavado en la orilla,
solamente habría necesidad de cierta cantidad de madera y una pequeña obra
de mampostería para completar la construcción.
e) al realizar esta obra se tendría la ventaja de contar con un dique propio para
las reparaciones de nuestros barcos. Si oportunamente se hubiera llevado a
cabo este trabajo no habríamos perdido el "Libertador Bolívar".
f) esta obra sería también una buena fuente de ingresos para el Fisco, pues, las
embarcaciones nacionales y también las extrangeras ocuparían con frecuencia
el dique para sus reparaciones.
Patrióticamente debe pensarse en dar forma a estas ideas dedicando las cantidades
que fueren necesarias para montar nuestro Arsenal de Marina con todos los medios de
trabajo que necesita, construyendo, al mismo tiempo el Astillero y Dique que deben
complementarlo.
Es probable que en Chile se pueda adquirir cierta cantidad de estos elementos, pues,
habiendo sido adquirido allá el material que poseemos y teniendo en la Marina de ese
país iguales modelos en servicio, se puede presumir que dispondrán allí de un stock
considerable de municiones y accesorios y convendría iniciar a la brevedad posible las
gestiones del caso.
Aún cuando el sistema de minas está considerado como de uso muy peligroso va que,
es un arma de doble filo que amenaza tanto al enemigo como al que las emplea, sin
embargo parece aconsejable su adopción en ciertos lugares cuya defensa es más difícil
o necesita mayores elementos.
Estudiando nuestra extensa costa, se hecha de ver que solamente una poderosa
escuadra estaría en condiciones de defenderla completa y eficazmente.
Como esta posibilidad está alejada de nuestros medios, aún cumpliendo el programa
de adquisiciones establecido, resulta que, para la defensa de ciertos lugares apropiados
para el desembarco de tropas y que serían elegidos por nuestros adversarios para
amenazar directamente algunos centros de mayor importancia, se necesita el auxilio de
minas para protegerlos.
a) la isla Santa Clara o el Muerto, que debería ser minada para evitar el que se
establezca en ella una base naval enemiga que amenazaría Guayaquil por su
proximidad.
b) Chanduy, que por su situación y la protección que ofrece, puede constituir un
grave peligro para Guayaquil, en poder de un adversario y lo propio para Salinas,
punto de gran importancia por sus minas de petróleo y de sal.
c) Puerto Bolívar, para evitar que desembarquen tropas que intenten apoderarse
de Machala para cooperar a una acción sobre Cuenca con tropas que avancen
desde el Sun
Dadas las características limitadas que tiene dicho material en relación a los
materiales más modernos, es claro que las obras que se construyan tendrían solo un
valor relativo y que oportunamente se debería pensar en reforzarlas mediante la
adquisición y establecimiento de piezas más poderosas y por lo mismo más eficaces.
Cabe considerar la formación de una marina mercante nacional, como uno de los
medios más eficaces para nuestro progreso y desenvolvimiento, aparte de que también
los barcos de que ella se compusiera serían otros tantos elementos de transporte,
aprovechables en caso de un conflicto.
La formación de una marina mercante, nos permitiría además libertarnos del tutelaje
y del pretendido favor con que nos mortifican las Compañías navieras extrangeras, ya,
dejando de llegar a nuestros puertos con sus barcos, cuando así se les ocurre, ya
aumentando sus exigencias, ya en fin, imponiéndonos sus condiciones.
El Gobierno del país debería estudiar detenidamente esta cuestión, buscar la forma
de resolverla favorablemente y enfrentarse con el problema en la seguridad de que, solo
al encauzarla en el camino de su solución haría una obra de efectivo y trascendental
beneficio para el desarrollo nacional.
Aparte del contingente que por su cuenta aportara el Gobierno para la realización
de esta empresa, se pudiera interesar al país entero, a base de una inteligente propaganda
para que suscriba acciones en la "Compañía de Navegación Ecuatoriana", llevando a
todos los espíritus el convencimiento de que se trata de una obra eminentemente nacional
que a todos interesa y que a todos beneficiaría.
Según este proyecto, solamente necesitaríamos, para las naves de que ahora
disponemos y para los fuertes que deberían establecerse, el siguiente personal:
LA MARINA DE GUERRA EN LA ÉPOCA DE LA REVOLUCIÓN JULIANA 61
C ubierta Tripulación
1 Capitán de Navío 7 Condestables Artilleros
3 Capitanes de Fragata 6 Ayudantes de Condestable
8 Capitanes de Corbeta 2 Mecánicos Electricistas
22 Mecánicos
7 Tenientes de Fragata
2 Farmacéuticos
12 Alféreces de Navío 35 Sargentos de Armas
4 Alféreces de Fragata 5 Contramaestres
6 Carpinteros
Ingen ieros 6 Caldereros
1 Capitán de Fragata 3 Herreros
1 Capitán de Corbeta 4 Ayudantes de Mecánico
1 Maestre de Señales
4 Tenientes de Fragata 5 Guardianes
6 Alféreces de Navío 1 Cabo Artillero
4 Alféreces de Fragata 16 Fogoneros
2 Cocineros los.
Administración 1 Sastre
1 Capitán de Corbeta 30 Timoneles
9 Marineros los.
1 Teniente de Fragata 6 Ayudantes de Fogonero
6 Alféreces de Navío 3 Cocineros 2os.
1 Zapatero
33 Marineros 2os.
1 Mozo
302 Grumetes
Egresos
Suman 687.522,08
BALANCE
Con el saldo de SZ 612.477,92 que quedaría al deducir los Egresos de los Ingresos,
se pudiera ya pensar en la adquisición de las dos primeras unidades navales modernas
para nuestra futura Escuadra.
Convendría estudiar el contrato en tal forma, que dichas naves no deban ser pagadas,
sino al efectuar la entrega, y, quizás solamente una pequeña parte como anticipo o como
depósito de garantía en un banco.
La tripulación para las naves que se adquieran por lo pronto debería sacarse de la
presupuestada, ya sea rebajándola de todas las demás embarcaciones en servicio o
también procurando la venta de aquellas menos adecuadas para la Marina y pasando
sus tripulantes a las nuevas embarcaciones.
El costo de cada una de las naves por adquirirse puede fluctuar alrededor de S/.
250.000,00, incluso armamentos.
Para los trabajos de defensa fija, a que se ha hecho referencia, sería necesario
presupuestar a más de S/. 20.000,00, pues debería participar en la ejecución de tales
obras el personal de la Marina. El mayor gasto a efectuarse, sería en material de
construcción.
Mediante este apoyo pecuniario, sería posible iniciar cuanto antes en nuestro Arsenal,
una labor efectiva y capaz de llevar a la práctica las sugerencias anotadas.
IX Conclusión
Basta pensar para afirmar aún más la urgencia de llegar a conclusiones efectivas a
este respecto, en el cuadro que ofrecería nuestra costa a merced del adversario, en caso
de un conflicto próximo: sus ciudades ocupadas por fuerzas de desembarco enemigas y
sirviendo de centros de vida en su favor; sus poblaciones humilladas y abatidas bajo el
dominio extrangero y mientras tanto, el resto del país próximo a caer en manos de los
mismos enemigos.
Estableciendo una defensa más o menos segura para nuestras costas, la defensa de
las fronteras terrestres es ya cuestión secundaria pues, al fin y al cabo contamos con una
población viril que sabría luchar con denuedo y disputar palmo a palmo al invasor,
cada jirón del suelo nacional.
Pero a la inversa, de poco valdría todos los sacrificios que se hicieran en otros lugares
del país si las costas estuvieran a merced del adversario.
Por cierto que una defensa hábilmente estudiada debería consultar el desarrollo
armónico de la Marina y el Ejército. Solo así pueden sentirse plenamente garantizados
el honor y los destinos nacionales.
Según los cálculos efectuados, él debe producir alrededor de trescientos mil sucres
al año; de manera que esta cantidad agregada al Presupuesto de la Marina, vendría a
constituir una de las bases más seguras para su pronta y eficiente reorganización.
Los altos intereses de la Patria deben encontrarse siempre antes que todo y, en este
orden de ideas, no debe vacilarse en dedicar el producto íntegro de impuestaciones
marítimas, tal como lo consulta el proyecto en referencia, al Presupuesto de Marina,
por lo menos en tanto que este servicio alcance un apreciable desarrollo.
Según numerosos informes sobre esa línéa en construcción, de viajeros que la conocen
perfectamente, los mismos que han sido confirmados por el último informe técnico
presentado al Gobierno, se está estafando con ella en una forma inaudita y descarada al
país.
Contándose con medios de acción limitados pero eficientes, como serían los destroyer,
LA MARINA DE GUERRA EN LA ÉPOCA DE LA REVOLUCIÓN JULIANA 67
Con los S/. 2'500.000 que se destinaran a ese fin, sería ya posible iniciar la formación
de una Marina de Guerra, de cumplir importantes cometidos. Unicamente a esta cantidad
inicial, debería agregarse prudentemente partidas presupuestarias anuales a fin de que,
en un plazo de ocho a diez años, se haya cumplido un programa de adquisiciones navales,
en armonía con el desarrollo que debería darse a la organización militar, para crear
una fuerza defensiva, encuadrada en nuestras posibilidades, pero que responda a la
necesidad de garantizar nuestra autonomía. Cualquiera que sea la orientación de nuestra
política exterior, el Ecuador necesitará siempre -como todos los países- preparar su
defensa.
La forma que se propone para iniciar la defensa de nuestras costas, no puede ser
más adecuada a nuestras posibilidades y también a la necesidad de atender con presteza
a estos fines.
Esas enormes riquezas, que en la actualidad son tan poco productivas, denominadas
predios rústicos nacionales, es preciso que sean aprovechadas, sin perjuicio por cierto
de reintegrar; como se propone en el Proyecto de Decreto, las cantidades que por concepto
de intereses, producen ellas al servicio de la Asistencia Pública.
Y esta reintegración se realizaría muy fácilmente, pues existe, formulado por uno de
nuestros oficiales de Marina el Capitán de Fragata Dn. Teodoro Morán, un Proyecto de
Impuestaciones Marítimas que consulta un rendimiento tres veces superior al que se
obtiene actualmente por este mismo concepto.
Esta exposición que fue leída en la antes citada sesión de la Asamblea Nacional de
1928-1929, se refería también a la necesidad de atender al perfeccionamiento de los
oficiales de la Marina de Guerra y a la preparación de nuevos oficiales; para lo cual se
68 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
creía conveniente enviar a los primeros a Inglaterra y Chile, y para los segundos, a la
Escuadra Naval de Chile.
Así mismo, haciendo referencia a los peligros externos que amenazaban a la Nación,
señalaba la responsabilidad que pesaba sobre la Asamblea de atender a los asuntos de la
defensa nacional en forma pronta y valiente, ya que de no hacerlo caería sobre sus
miembros, "como un terrible anatema", la responsabilidad histórica de este omisión.
"La Asamblea Nacional del Ecuador- Considerando: 1°- Que las Costas del país se
encuentran completamente indefensas; 2°- Que es urgente procurar la creación de una
eficiente defensa; 3°- Que es un deber de los Poderes Públicos atender preferentemente
a estas cuestiones que se relacionan con la seguridad nacional.
Decreta:
en las varias especializaciones en los planteles navales de Chile.- Art. 9°- Los gastos
que demanden el cumplimiento de lo dispuesto en los Arts. 7 y 8 serán incluidos en el
Presupuesto de Guerra de cada año, ya sea mediante reducción del personal de la Marina
o con cualquiera otra economía.- Art. 10°.- La cantidad máxima de ciento veinte y cinco
mil sucres anuales que correspondería reintegrar al Servicio de Asistencia Pública, por
la deducción de los intereses correspondientes a los bienes nacionalizados por valor de
2'500.000 que se vendieren para formar el "Fondo Especial de que trata el Art. 2° de
este Decreto, se obtendrán de las partidas siguientes que serán transferidos: 3316 -
3324 -3341 - 3352 - 3361 - 3371 - 3380 - 3389 - 3399- 3460 y 3469, quedando así
modificado el Presupuesto vigente. - Art. 11°, El Poder Ejecutivo será responsable ante
la próxima Legislatura del estricto cumplimiento del presente Decreto.- Dado, etc f) L.
Larrea Alba. - T Paz y Miño.- Gómez González".
Las ideas del Coronel Telmo Paz y Miño expresadas en su informe del año 1926 y las
del Teniente Coronel Luis Larrea Alba, en 1928, coincidían en muchos aspectos; pero en
especial en considerar a la fuerza naval como elemento fundamental en la problemática
de la defensa marítima.
Es por esto que, entre 1926 y 1930, varias comisiones de oficiales de la Armada
trabajaron intensamente para elaborar sendos informes sobre el tipo de buque de guerra
que el Gobierno del Ecuador debería adquirir, en armonía con las necesidades de la
seguridad marítima de la Nación y sus recursos económicos.
Respecto al tercer punto, que consta en la orden del Coronel Paz y Miño, se observa
que la Comisión se abstiene de expresar su opinión sobre el tipo de buque que el Gobierno
debería adquirir en reemplazo del cazatorpedero "Libertador Bolívar", pasando la
responsabilidad de determinarlo a otra comisión que estaría formada por un civil y un
Jefe del Estado Mayor del Ejército, asesorados por oficiales de la Armada.
LA MARINA DE GUERRA EN LA ÉPOCA DE LA REVOLUCIÓN JULIANA 71
No hay datos que puedan explicar la razón o razones de tal abstención, pero sí está
claro que en la orden del Coronel Paz y Miño no se hacía ninguna referencia al factor
económico, es decir, a los límites que deberían tenerse en consideración, en relación al
valor de la nave por adquirirse.
La Comisión ha visto que es muy probable que se repita el caso del Presidente Electo
de los Estados Unidos, y en las especificaciones ha puesto dentro del espacio disponible
la mayor comodidad para desempeñar una comisión análoga. Para no alargar más este
72 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Guardacostas tipo tropical de 500 a 600 toneladas, con un calado máximo de 12 pies,
con motores diesel para desarrollar una velocidad máxima de 14 nudos, y una autonomía
de 4000 millas náuticas. Su armamento sería: 2 cañones de 105 mm., 2 cañones de 47
mm. antiaéreos, 2 cañones de 47 mm. para tiro rasante y 2 ametralladoras de 7mm.
Debía tener alojamiento para 14 oficiales y 100 hombres de tripulación; pero también
debería tener capacidad para transportar 300 hombres de desembarco y 2 camarotes
extras para oficiales de alto rango.
Sin embargo, no es fácil admitir que en el ámbito naval no hubieran ideas claras
sobre el rol fundamental de toda marina de guerra en la seguridad externa de la Nación;
y que se pospusiera la misión de combate de la fuerza naval por la de transportadora de
tropas, movilizadas para sofocar insurrecciones internas, tarea que podían ser realizadas
por otra clase de buques, sean de la Armada o mercantes, contratados o requisados por el
Gobierno, según el caso.
Pero esto es aún más difícil de entender, si recordamos que fue el mismo Capitán de
Navío Anda quien suscribió el informe sobre este asunto, en enero de 1926, en el que se
expresaba, en forma muy enfática, la urgente necesidad de crear una verdadera marina
de guerra.
La exposición de motivos, que precedía al resto del informe, no era sino una
confirmación de las ideas que antes constaban en el documento presentado al Presidente
de la República; decía:
"Los puntos de vista esenciales que la Comisión Naval ha tomado en cuenta para
aconsejar al Supremo Gobierno la adquisición de naves para el Estado son los siguientes:
2.- Que los buques propuestos, en un momento dado, puedan igualmente usarse como
buques mercantes, dada la acomodabilidad para pasajeros en sus camarotes y cámaras
y para carga en sus bodegas, según la distribución que se aconseja.
3.- Que para el caso de transporte de tropas, reúna las comodidades necesarias para
alojar un número limitado de oficiales y tropa, y
4.- Que reunidas las condiciones antedichas, los buques se puedan fácilmente
transformar para la guerra, ya que se consultan los refuerzos, montajes y alojamientos
indispensables para la protección, emplazamiento de artillería y demás armamento
adecuado, en caso necesario.
necesidad de transportar tropas en los casos de trastornos políticos internos o por los
cambios de guarniciones militares entre diversos lugares de la costa.
Sin embargo, es justo dejar constancia que el Jefe del Departamento de Marina, Capitán
de Corbeta Carlos G. Ibáñez Benites, días antes de la fecha que fue presentado el informe,
había manifestado su opinión de que lo conveniente era adquirir un buque tipo destróyer
de la clase "Abuscado", y concluía su informe particular diciendo: "Por lo expuesto se
comprenderá que es preferible hacer un esfuerzo para adquirir para la Marina de
Guerra buques que contemplen los anhelos nacionales en vez de simples guardacostas
que no le reportarán al País beneficios en su futuro y aún más si se toma en cuenta que
la diferencia de costo entre uno y otro no representa una cantidad apreciable".
No obstante ser éste el criterio del Jefe del Departamento de Marina, el Capitán Ibáñez
firmó, junto con el Capitán de Navío Anda y el Capitán de Fragata Abad, el informe
antes citado.
Todos los proyectos que se habían elaborado entre 1926 y 1929, para la pretendida
reconstrucción de la decadente Marina de Guerra, no fueron llevados al campo de la
ejecución, sea porque fueron solamente argumentos teóricos sin la base económica
necesaria para improvisar el más modesto programa naval, especialmente en este caso
en que había que comenzar con la adquisición de un material, los buques, que en esa
época ya no existían. No hubo la voluntad estratégica de los estamentos políticos para
atender a los problemas de la seguridad externa del Estado.
para la defensa de nuestra extensa costa, no puede ni debe ser discutida, por cuanto este
aspecto es demasiado evidente: no se concibe en los tiempos en que vivimos que un país
descuide algunos de los ramos de su defensa. Por lo mismo el Ecuador está en el caso
de atender, de manera preferente, a la eficiencia de su Marina, cuyo estado actual no
puede mantenerse sin grave peligro para la soberanía nacional. Precisamente nuestra
patria ha sufrido ya graves afrentas por esta omisión incomprensible, como la invasión
de Castilla en 1860. Además, tenemos aún pendiente el más grave de los problemas que
debe afrontar nuestra nacionalidad, como es el relativo a la demarcación limítrofe con
el Perú y para lo que debemos prepararnos con la firme decisión de no rehuir sacrificios
de ningún orden, con tal de llegara un acuerdo que esté en armonía con nuestra dignidad
y que consulte nuestros derechos y nuestros intereses de vida y de progreso futuros.
Y si hemos de resolvemos a obrar con energía y a exigir, alguna vez, que se nos
respete, estamos obligados, como medida previa a la discusión definitiva de este
trascendental problema, a robustecer nuestra defensa en todos sus aspectos.
De poco serviría, en este orden de ideas, el que nuestra defensa terrestre haya logrado
cierto desarrollo, cuando nuestras costas se encuentran indefensas y a merced de nuestros
adversarios.
Para nuestro país -que debe partir, a este respecto, de una justa evaluación de sus
necesidades efectivas- la adquisición de las naves de guerra ofrecidas por Chile, querría
decir un paso casi decisivo para la solución de este problema; puesto que, de hecho nos
colocaríamos con respecto a nuestros posibles adversarios -Perú y Colombia- en
condiciones de relativa paridad, con el primero y de indudable superioridad, en cuanto
al segundo, dadas las características de los destructores chilenos, relacionadas con
aquellas de las naves de que disponen los países citados.
Las condiciones actuales de nuestra mal llamada Marina, no puede ser más
desventajosa; y sin embargo, ella cuesta a la nación la cantidad de S/. 754.348,48
anuales.34 Ahora bien, descontando el valor de los destructores ofrecidos, bastaría
aumentar el actual Presupuesto de Marina en S/.392.619,76 anuales para cumplir el
plan de reorganización que se señala en los Proyectos adjuntos, procurando sí a nuestra
defensa de costas una base de eficiencia que serviría de punto de partida para una
transformación completa y eficaz de nuestra actual desventajosa situación.
O
4) El interés de la instrucción del personal, ya que, con una sola nave, no cabe
desarrollar ningún plan de trabajo eficiente.
Como puede apreciarse, existen razones muy dignas de ser consideradas para resolver
la adquisición simultánea de dos de los destructores ofrecidos.
Dadas las características de estos, se opinaría por que fueran negociados el "Riveros"
y el "Uribe" que son gemelos y poseen condiciones muy ventajosas para formar el
núcleo principal de nuestra defensa móvil.
Como los destructores de que se trata son de combustión a carbón convendría que al
adquirirlos se los transformara para combustión a petróleo, puesto que nosotros
disponemos de este combustible y así lograríamos asegurar uno de los aspectos más
importantes relacionados con el aprovechamiento y empleo de estas naves.
34 Es necesario tomar en consideración que el presupuesto citado cubría todos los gastos pertinentes a las
capitanías, servicios de faros y otros servicios relativos a actividades ajenas a la función militar de una
Marina de Guerra.
78 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Esta transformación se pudiera llevar a cabo sin un costo excesivo y sin mayores
dificultades, pues solo se trataría de ciertas modificaciones de carácter secundario.
4.-Armamento y Municiones
Uno de los aspectos que también sería preciso considerar en esta negociación, es el
relativo al armamento y municiones de las naves a adquirirse. Será indispensable que
los destructores vengan provistos de su armamento completo y con la dotación de
municiones mínima reglamentaria.
Debería estipularse, igualmente, en la negociación, que los buques deben ser revisados
y carenados antes de su entrega. Así se aseguraría su buena conservación siquiera por
un año, mientras fuera posible ver la forma de adquirir un dique o varadero para tales
operaciones en el país".
Es por todo esto que al finalizar el periodo comprendido entre el 9 de julio de 1925,
inicio de la Revolución Juliana, y el 24 de agosto de 1931, dimisión del presidente Ayora,
no obstante todos los proyectos elaborados en el Ministerio de Guerra y Marina, en la
Comandancia General de Marina o en la Dirección General de laArmada y por Comisiones
Especiales, establecidas de acuerdo a órdenes del mismo presidente Ayora, la situación
de la Armada respecto a su principal elemento material, los buques, seguía siendo igual
a la de 1925; la única diferencia era que se había adquirido el motovelero "Ulba", al que
se le dio el nombre de "Patria", buque sin utilidad naval militar y menos aún para ser
elemento de una fuerza naval.
CAPITULO II
La Armada Nacional
en el Archipiélago
de Colón
mutimuillinuwirmirtitum010111,1,!'ii,F
81
LA ARMADA NACIONAL
EN EL ARCHIPIÉLAGO DE COLÓN
El transporte de sal
En 1926 se formó una empresa constituida por los hermanos Egas para explotar la
antedicha mina de sal, presidida por el señor Héctor Egas quien con autorización del
82 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
El Alférez Medina era un oficial joven proveniente del curso a bordo del "Cotopaxi"
y ascendido a oficial en 1925; pero su informe revela su capacidad de observación y
dedicación a su trabajo, el mismo que a continuación transcribimos textualmente:
"Ligeros apuntes sobre la Mina de Sal que existe en la isla de San Salvador (James).
Por el Alférez de Fragata Enrique Medina Bucheli.
El cráter visto Mirándolo desde la parte más alta del Sugarloaf, el cráter es casi
exteriormente.- circular; uno de sus bordes, el W, es más alto que su correspondiente
E que es por donde se baja a la mina. Esta misma particularidad hace
que el camino de ascensión sea más suave.
Con estos antecedentes, el Gobierno y los señores Egas llegaron a un acuerdo para
que el Estado participara en las actividades de transporte de la sal que se extraía de la
mina de la isla Santiago, cobrando el respectivo flete. Pero como esto solamente podría
realizarse con los buques de la Armada, porque no disponía el Gobierno de ningún buque
mercante, de inmediato se pensó en la adquisición de un buque adecuado para tal propósito,
que a la vez sirviera para atender al servicio de faros y boyas; y como los únicos buques
de la Armada, en esta época, eran el "Cotopaxi" y el "Tarqui", ambos en reparaciones y
sin capacidad de carga para tales actividades de buque mercante, para lo primero y para
transportar los cilindros de gas para los faros, se compró un velero que por tener un
motor auxiliar se lo creyó adecuado para estos fines.
En otra parte del informe expresaban: "Hace mucho tiempo que las exigencias del
comercio de nuestra costa y servicios del Estado, relacionados con movilizaciones en
tiempo de paz, vienen reclamando una embarcación cuya capacidad y sistema de
propulsión ofrezcan ventajas económicas para el Erario.- La embarcación de que nos
ocupamos, tanto por su capacidad de carga, 650 toneladas, como por el combustible
empleado, el petróleo, sería apropiada para las necesidades anotadas y medios
disponibles. Por otra parte, reformando la obra muerta con una cámara y camarotes
adicionales sobre cubierta, para lo cual hay suficiente espacio, se acondicionaría el
buque para el cómodo transporte de pasajeros".
El desconocimiento o confusión de la
función de una marina de guerra, se
manifestaba en las opiniones de aquellos que
suscribían estos informes, en los que se hacía
mención de necesidades ajenas a la razón de
la existencia de la Marina de Guerra, pero sí,
atribuyéndole obligaciones propias de la
marina mercante.
Coronel Luis Telmo Paz y Miño
Estas ideas eran consecuencia del grado
de decadencia al que había llegado la Armada, la que había perdido su identidad de
institución destinada a la defensa de la Nación; situación debida a la falta de aunque sea
un solo buque de guerra, que recordara a todos cual es la misión de la Armada.
Es por esto que al opinar sobre la conveniencia de adquirir el "Ulva" lo hacen por su
capacidad para transportar carga entre los puertos de la República y aún hasta Panamá;
y al Archipiélago para el transporte de sal, pero no se mencionaba su ninguna utilidad
como buque de guerra, aunque podríamos pensar que implícitamente sí lo expresaban al
no atribuirle alguna ventaja para la Armada.
Constituidos a bordo el día sábado 11 del presente a las 10 a.m. procedimos a recorrer
prolijamente las dependencias del buque, lo cual nos demostró que sus condiciones
actuales son satisfactorias. El material empleado en la construcción es pino noruego
reforzado con hierro interiormente. Los mástiles son de hierro hueco y las características
las siguientes:
Como elemento auxiliar hay dos winches a petróleo crudo y un cabrestante a mano
cuyo valor estimamos en cinco mil sucres.
Esta cantidad la hemos fijado poniéndonos de acuerdo para castigar cada item con
un 35% de su valor inicial, a causa de su depreciación que ha experimentado el material
desde la fecha de su construcción hasta hoy.
La compra del citado buque fue autorizada por el Gobierno, por medio del Decreto
expedido el 30 de diciembre de 1926 y reformado en el mes de enero del ario siguiente,
estableciendo la Partida del Presupuesto del Estado para este propósito:
"Isidro Ayora,
Presidente Provisional de la República
Decreta:
Es importante observar que en los informes presentados por las Comisiones de oficiales
de marina y por el Director General de la Armada, se refieran solamente a aspectos
relativos al transporte comercial y al de tropas respectivamente; pero se omitía lo pertinente
al mantenimiento del Servicio de los faros y boyas, que ya en esa época exigía que la
Armada tuviera un buque adecuado para el transporte de los cilindros de gas acetileno.
Pero es aún más inquietante el hecho de que a pesar del propósito de la adquisición de
esta nave: el transporte de sal desde Galápagos, y que su utilidad era únicamente como
buque mercante, el costo de su adquisición debía asumirlo el presupuesto del Ministerio
de Guerra y Marina.
Islas Galápagos; y un grupo de trabajadores contratados por los señores Egas para la
explotación de la sal. Los acontecimientos ocurridos con los presos políticos, son relatados
en otro capítulo de este libro.
El informe del Comandante del motovelero "Patria", echaba por tierra las expectativas
del Director General de la Armada Coronel Telmo Paz y Miño sobre las utilidades que
dejaría a la Armada el transporte de la sal con esta nave, desde Galápagos al continente.
Viajes posteriores del "Patria" a Galápagos confirmarían lo acertado que estuvo el Capitán
de Corbeta Sviercovich al opinar sobre este asunto.
En este viaje, el "Patria" estaba comandado por el Capitán de Corbeta Enrique Cucalón,
quien a su regreso, en su informe al Director General de la Armada, que en esa época era
el Coronel Carlos Salvador, le decía:
"Me es honroso elevar para su conocimiento el parte detallado del viaje a las islas
Galápagos que tuvo a bien ordenarme en el buque que comando, y el cual viaje (sic)
quedó terminado hoy a las once y media a.m., hora que de regreso de dichas islas di
fondo en este puerto.- El 4 del próximo pasado a la 1 y 15 p.m., cumpliendo lo ordenado
por la Superioridad, levé ancla y me hice a la mar, rumbo al puerto Baquerizo Moreno
(Islas de San Cristóbal) (sic) conduciendo para dicho puerto al Jefe Territorial Sr
Comandante Naranjo, al Capitán del Puerto Alférez Manosalvas, al Alférez Velasteguí,
Jefe de la guarnición militar designada para esas islas y a otras autoridades, más algunos
pasajeros y regular cantidad de carga. La navegación fue sin ningún contratiempo,
pues es solo digno de mencionar que el 6 de los corrientes por la mala calidad del
petróleo, según informe del señor Ingeniero Jefe de Máquinas, para limpiar filtros y
pulverizador (sic) del motor, quedé al pairo nueve horas, después de las cuates proseguí
mi viaje sin más interrupciones hasta el 9 de agosto. El 9 de agosto a las 2 y cinco
minutos de la madrugada fondee (sic) en Puerto Baquerizo Moreno. Una hora después
recibí la visita del Capitán E Moncayo y a las 6 a.m. del expresado 9 de Agosto saltaron
las autoridades y la expresada guarnición. La descarga se verificó acto seguido, quedando
terminada a las seis de la tarde, sin que se haya registrado pérdida alguna. El 10 de
agosto, Gran día de la Patria, en cuya conmemoración ordené empavesar (sic) el buque,
lo pasé al ancla en Baquerizo Moreno. El 11 del expresado mes a las 6 y 12 ni. a.m.,
después de embarcar 23 individuos de tropa de la guarnición saliente, para llevarlos a
prestar sus servicios a las Salinas de Sugar Loff, levé ancla y zarpé rumbo a Puerto
Ayora (isla Santa Cruz) donde arribé a las doce y cincuenta y cinco minutos p.m. del
mismo día, procediendo al desembarco de la carga y pasajeros y terminando esta faena
al terminar la tarde. En esta parte me permito una digresión para informarle que esta
es la única Colonia de Noruegos (sic) establecida con más solidez, dedicándose a la
penca (sic), fábrica de conservas, sin por esto descuidar la agricultura; los colonos se
alojan en siete casas de madera de construcción lijera, sus habitaciones provistas de
alumbrado eléctrico y su fábrica cuenta con material y capacidad para una abundante
producción, sin embargo a última hora a llegado a mi conocimiento que esta colonia
trata de disolverse.- Al siguiente día, 12 de Agosto a las cinco y treinta ni. de la mañana
seguí con rumbo a Sugar Loaf (sic) donde arribé a las 2 y 5 m de la tarde del mismo día.
92 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Dos horas después vinieron a bordo los señores Egas consignatarios de la carga y
hombres, todo lo cual quedó desembarcado al día siguiente, empezando el embarque de
la sal que tenían ya listo los nombrados señores (dos mil sacos), como también la que
empezaron a extraer después de mi arribo, completándome así un cargamento total de
4.000 sacos. Debido al escaso número de brazos que los citados contratistas tienen
para la extracción de la sal, tuve que esperar 15 días para completar el número de sacos
que arriba dejo anotado, cuatro mil.- El 27 de agosto a las doce y veinticinco m. a.m.
inicié mi viaje de regreso, aproándome a Puerto Ayora, para recoger una carga que me
había sido ofrecida. A Puerto Ayora llegué el mismo día a las 12 y 45 m p.m., del que
zarpé al siguiente a las 8 y 10 minutos de la mañana.- El 28 de agosto a las cuatro de la
tarde y treinta y cinco minutos di fondo en Puerto Baquerizo Moreno de regreso del
puerto arriba citado. Aceleré el embarque, saliendo de ese puerto con rumbo a Guayaquil
en la tarde del 30 de agosto a las 6 y 35 minutos p.m. conduciendo a bordo al Capitán
Moncayo y su guarnición, así como también a catorce deportados, algunos pasajeros,
carga y ganado, como Ud. verá en el informe que bajo el punto de vista económico me
permitiré pasarle para su conocimiento y fines consiguientes. En síntesis mi viaje a
durado 33 días, en los cuales he visitado las islas San Cristóbal, Santa Cruz, Santiago,
habiendo hecho en redondo desde Guayaquil hasta mi regreso un recorrido total de mil
quinientos cincuenta y dos millas, de 304 horas de navegación, con un consumo de
13.280 litros de petróleo y 500 litros de aceite lubricante.- Honor y Patria.- E. Cucalón ".4
Por último, hemos encontrado otro documento sobre el informe del Comandante del
"Patria", don Francisco Fernández Madrid, que con fecha 31 de diciembre transcribe el
Director General de la Armada, Capitán de Fragata Francisco Anda y Maldonado al
Ministro de Guerra y Marina; dicho informe es el siguiente:
del mismo día.- Los días 10,12,13,14,15 i 16 fueron dedicados al embarque de la sal;
viéndome obligado por facilitar la rapidez del embarque, a dedicar el bote No. 1 también
al embarque del ya expresado producto; por tener muy pocos botes para este objeto la
empresa Egas.- Por la escasez de embarcaciones pequeñas y la braveza del mar el
embarque hubo de operarse muy lento, habiendo entre esos un día en el que no fue
posible poner a bordo más de 344 sacos.- El día 17 los señores Egas me hicieron saber
que la noche anterior, por la ruptura de una pieza del camión, éste había quedado
inutilizado i que no siendo posible verificar el transporte de sal sin el auxilio de esta
máquina daban por terminadas las faenas de embarque. - Durante el día 17 se embarcaron
unos pocos sacos para completar 3.300 sacos de sal que son los que traemos a este
puerto.- El 18 a las 5.3 a.m. me hice a la mar con rumbo a Puerto Ayora, mal tiempo, el
horizonte cerrado en todo el día i la acción combinada del viento y la corriente en
contra, como también la suciedad del casco del buque, hicieron que me alcanzara la
noche 10 millas antes de Puerto Ayora, por lo que creí prudente fondear en una ensenada
que tenía a la vista, dando fondo a las 7.47.- Al día siguiente a las 7 a.m. continué viaje
a Puerto Ayora recalando a las 10 a.m. del mismo día. En este puerto permanecí los
días 19 i 20 recibiendo la carga i equipaje de los pasajeros i haciendo agua para el
consumo del buque. - El 20 a las 12 m. seguí con rumbo'a Baquerizo Moreno. El día 21
de los corrientes a las 8.50 a.m. dí fondo en Baquerizo Moreno. Desde ese momento el
tiempo fue dedicado al embarque de carga, la valija del correo i víveres para el consumo
del buque; zarpando de este puerto al-de Guayaquil a las 5.45 p.m. del mismo día 21,
trayendo como pasajeros de cámara a los señores Héctor; Rubén i Diógenes Egas; en
cubierta doce jornaleros de Santiago i 20 colonos noruegos de Santa Cruz, inclusive dos
señoras. También vienen el Sr. Julio Echeverría, empleado de la Jefatura Territorial,
timonel Luis Nájera, Marinero 1° Marcos Arboleda, Grumete P Dueñas i Carlos Jiménez;
estos cuatro últimos de baja i Sargento 2° Segundo Portilla, soldados Leonardo Yépez i
Javier Cárdenas, sumariados i a órdenes del Primer Jefe del Batallón Tungurahua. Todas
estas personas vienen en virtud de oficios Nos. 61, 74 i 76 de la Jefatura Territorial i el
51 de la Capitanía del Puerto de Baquerizo Moreno.- Cargamento.- 3300 sacos de sal
i 200 bultos varios. La navegación fue sin ningún contratiempo hasta el 25 de diciembre
a las 4.45 p.m., instante en que me dio parte verbal el Ingeniero Jefe, de haberse calentado
el cigüeñal i en tal virtud la necesidad de parar el motor. Continué desde ese momento
mi viaje a la vela, que traía izada desde el día anterior- El lugar del percance sucedió
(sic) a 157 millas de Santa Clara, en los 2 grados 56 minutos de latitud sur i los 82
grados 56 minutos de longitud Occidental de Greanwich. Valga esta ocasión Sr.
Comandante Director General de la Armada para poner de relieve la necesidad de que,
este buque sea provisto de radio telegrafía. Supongamos que hubiera tocado días de
interminable calma, anuladas desde luego las velas para continuar el viaje, al garete i a
merced de la poderosa corriente Humboldt (22 millas en 24 horas NW) como puede
verse en bitácora; con 74 personas i víveres lo limitado para llegar en 8 días... ¿Cuál
hubiese sido el resultado?.- Un inalámbrico, en estos casos, es un tesoro ilimitado.- Los
días 26 i 27 continuamos a la vela bajo la acción de un SW frescachón, habiendo
singladuras más o menos de 60 millas.- El 27 a las 8.15 p.m. se avistó el faro de Santa
Clara por la proa, demarcando S 78 E.- El día 28 a las 3.45 a.m. a 11 millas al N 80 W
de Santa Clara, el Sr. Jefe de Ingenieros me notificó que podía dar máquina avante.
Antes de continuar; Sr Director; me permito recomendar a Ud. de que los señores
Ingenieros han hecho en pleno mar es digno de ser citado como modelo de inquebrantable
94 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
decisión de abnegación y sacrificios; ya que tres noches los he visto pasar casi sin
dormir, dedicados a tan delicada como pesada faena. - El día 28 a las 5 45 p.m. di fondo
en Puná, donde quedé hasta las 8.35 a.m. del día 30, por cuanto el Ingeniero Jefe me
avisó (que) no podía continuar viaje, sin antes verificar nuevos arreglos al motor, pues
al llegar a Puná se fundió otra magnolia. El día 30 a las 7 p.m. di fondo en Guayaquil
dando cumplida la comisión que Ud. se sirvió ordenarme. Resumen: según cuadro
demostrativo que adjunto.- El buque ha demorado (sic) en su comisión 672 horas 15
minutos (27 días 22 horas y 15 minutos) distribuidos así: 340 horas 39 minutos en
navegar 1582 millas i 331 horas 36 minutos fondeados en los distintos puertos.- De
esas 1582 millas, 1435 han sido recorridas a motor i vela i 147 solamente a vela, trayendo
como principal cargamento 3300 sacos de sal. Debo agregar también que el
comportamiento de los señores oficiales Alféreces Miño y Morán ha sido en todo
perfectamente correcto i que, de acuerdo a sus instrucciones han abierto sus libros,
"diario de navegación", más o menos en la forma que se estila para los guardiamarinas
de las demás marinas del mundo.- Estado del buque: A este respecto me permito
manifestar a la Superioridad Naval que actualmente el buque no puede hacerse a la
mar; es menester antes, proceder al desarme del motor i máquina de propulsión para
limpiarlos i recorrerlos en todas sus partes; el tiempo necesario para esta faena, según
el Jefe del Departamento, no podrá ser menos de un mes i el presupuesto irá viéndose al
ir desarmándose el mecanismo. El casco debe encontrarse sucio, siete meses de la
última carena, i si se desea prolongar su duración urge inmediatamente ser pintado:-
Equipo de velas: Acabamos por lo que antecede de palpar la importancia de las velas
bajo el aspecto económico, haciéndola desarrollar mayor velocidad i por lo tanto
consumiendo menos combustible, i, bajo el aspecto supremo de la seguridad del buque,
en el caso de emergencia en el departamento de máquinas.- El equipo completo de
velas i toldos debe ser provisto sin restricción ni pérdida de tiempo alguna.- Instalación
del dínamo: Debe ser éste puesto en su sitio para evitarle el deterioro que experimenta
todo lo que, como este dínamo se encuentra rodando en una bodega de sal, y por previsión
de incendio, ya que resulta peligroso el empleo de lámparas de kerosene en un buque
como este de petróleo; i, como adehala al dínamo la instalación de un inalámbrico.-
También de ser posible un tanque para agua de mayor capacidad, etc, etc,.- Honor y
Patria.- (f) E Fernández Madrid".
Decreta:
Art. 1°.- Créase una Capitanía en el Puerto "Baquerizo Moreno" del citado
Archipiélago, con el siguiente personal:
Art. 2°.- Asígnase para gastos de escritorio de dicha Capitanía la cantidad de treinta
sucres mensuales.
Art. 3°.- Destínase al Aviso "Atahualpa", que desde esta fecha queda incorporado a
la Armada Nacional, para la vigilancia permanente del Archipiélago y más comisiones
relacionadas con sus necesidades marítimas y efectiva acción del Gobierno en dicho
territorio.
Art. 5°.- Asígnase las cantidades de ciento cincuenta y cuarenta sucres mensuales,
para gastos de consumo y escritorio respectivamente, de la citada nave.
Art. 6°.- Tanto el personal que prestare sus servicios en la Capitanía del Archipiélago
de Colón, como el de la embarcación destinada a su servicio, gozará de una gratificación
del 50% de sus sueldos, sin perjuicio de las demás asignaciones de Ley.
Art. 7°.- Los gastos que ocasionare el cumplimiento del presente Decreto se aplicarán
a la Partida XIV No. 73 del Presupuesto de la Armada Nacional en vigencia.
Art. 8°.- El presente Decreto comenzará a regir desde el 20 del mes en curso y de su
ejecución quedan encargados los señores Ministros de Guerra y Marina y de Hacienda.
Con fecha 26 de marzo se dispuso, por Decreto del Presidente, que el Capitán de
Altura José F. Manosalvas, que era el Capitán del Puerto de Manta, pasara a desempeñar
iguales funciones en Baquerizo Moreno, y que el Alférez de Fragata Isaías Álvarez y el
Alférez de Fragata Ingeniero Humberto Game se reincorporaran al servicio de la Armada,
destinándolos al aviso "Atahualpa" como Comandante e Ingeniero de Cargo,
respectivamente.6
En el mes de abril se decretan algunas modificaciones a los decretos antes citados; así
el Capitán del Puerto de Baquerizo Moreno tendría una jerarquía de hasta Capitán de
Corbeta y se aumentaba la dotación de la Capitanía con un Timonel. Se suprimió el
cargo de Guardafaro, cuyas funciones pasaron a ser responsabilidad del personal de la
Capitanía.
"Acta de Fundación.
El Capitán de Altura y Capitán Efectivo del Ejército Sr. Manosalvas, tenía también el
grado de Alférez de Fragata dentro de las filas de la Armada; pero en el decreto respectivo
creando la Capitanía del Puerto de Baquerizo Moreno, se establece inicialmente que el
Capitán del Puerto debía tener el grado de hasta Teniente de Fragata y luego se modifica
dicha disposición en el sentido de que tendría hasta el grado de Capitán de Corbeta,
siendo así pertinente concluir que el Capitán de Puerto de Baquerizo Moreno José
Manosalvas ejerció dichas funciones por su calidad de oficial de la marina mercante y no
por ser oficial de la Armada.
anteriores peticiones, hechas por él, sobre este asunto, y termina pidiéndole que solicite
la creación de dicha Capitanía, así como las de Cayo y Machalilla.
De los comentarios del Capitán Moncayo podemos deducir dos conclusiones: a) Que
LA ARMADA NACIONAL EN EL ARCHIPIÉLAGO DE COLON 99
la población, en su mayor parte, habitaba en los lugares altos de la isla y por lo tanto
estaban dedicados a la agricultura; y b) Que él consideraba necesario que el Jefe Territorial
residiera en esos lugares y no en el puerto; es decir que la visión de quien representaba
a la máxima autoridad en el Archipiélago estaba completamente desprovista de cualquier
idea relacionada con asuntos marítimos.
El interés del recién designado Capitán del Puerto de Baquerizo Moreno por la
adquisición de una embarcación adecuada al cumplimiento de sus funciones, se explica
por el conocimiento que tendría sobre la situación que al respecto había en el Archipiélago,
antes de asumir el cargo.
Si el preámbulo del decreto, por el que se creaba la Capitanía del Puerto Baquerizo
Moreno, decía: "En vista de que constituye una necesidad nacional la organización
marítima del Archipiélago de Colón ...", era porque hasta entonces no habían leyes ni
reglamentos que regularan la administración marítima en este territorio insular.
Y esto sucedía en el año 1928, época en la que comenzó la avalancha de los buques
pesqueros californianos sobre los bancos de atún tropical del Archipiélago de Colón.
U.S. Bureau of Fisheries informó sobre la abundancia de peces que había en las aguas
de dicho Archipiélago, y en 1928, el "Albatros II" lo hizo respecto al atún tropical.
Según un informe del Cónsul del Ecuador en San Diego, señor Víctor M. Egas,
presentado en el año 1931, el primer buque atunero que había llegado a Galápagos fue el
"Musketeer" en 1929, y luego en sucesión el "Belle Isle", el "Hermosa", "Reliance",
"Adventure", "White Star", "Cipango", "Asama", "Panamá", "Columbus", "San Lucas",
"North Western", "Chicken of the Sea", y otros buques atuneros de San Diego.
Al cesar sus funciones el Alférez de Navío José Manosalvas, la Capitanía del Puerto
quedó a cargo del Jefe Territorial, retornándose en consecuencia a la misma situación
anterior relativa a la administración marítima del Archipiélago.
La avalancha de los buques pesqueros californianos sobre los bancos de pesca del
Archipiélago, iniciada ya en 1929, cobra mayor impulso a partir de 1931, favorecida por
la ausencia de buques destinados a controlar sus actividades en aguas ecuatorianas.
velocidad inferior a la de los buques pesqueros californianos, pero que por su armamento
podía imponerles respeto. Los trabajos de reconstrucción del casco y para cambiar la
antigua caldera por otra nueva culminaron cuando finalizaba el año 1937; y en mayo de
1938, estaba ya en el Archipiélago con el propósito de controlar las actividades de los
buques que pescaban en esas aguas.
No es materia de este capítulo tratar sobre las acciones posteriores originadas por la
sugerencia del Director General de la Armada, pero sí es pertinente deducir que las
gestiones realizadas en 1933 por el Cónsul del Ecuador en Nueva York, para la compra
de un destructor, tenían como origen los acontecimientos del ario anterior; y que luego,
pasado el peligro, fueron abandonadas hasta cuando en 1935, en la presidencia del
102 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
doctor José María Velasco Ibarra, se reiniciaron y culminaron con la compra del yate
"Ara", es decir, del mismo buque que el cónsul señor Ed. Jaramillo había citado en su
comunicación al Ministro de Guerra y Marina del año 1933.
En el tiempo comprendido entre 1932 y 1935, se cruzan dos situaciones que trascienden
a la Armada nacional: El peligro de guerra de 1932 y la invasión de los buques pesqueros
a las aguas jurisdiccionales ecuatorianas del Archipiélago de Colón; las mismas que
fueron los motivos que impulsaron a los estamentos políticos a prestar atención al problema
de la defensa marítima.
9 Manuel Alomía G.- Importancia de la Marina en la Vida Nacional.- Talleres Gráficos Nacionales, 1934.
LA ARMADA NACIONAL EN EL ARCHIPIÉLAGO DE COLON 103
"No conviene que la misión naval que fue a Washington negocie sobre las pesquerías
de Galápagos, porque como no tiene el Ecuador jurisdicción efectiva sobre dichas islas,
la compañía que allí se establezca vendría de hecho a ejercer la soberanía sobre el
Archipiélago. Una vez negociado el buque ya es otra cosa". J°
Se estimaba, en las esferas del Gobierno, tan urgente que el crucero "Presidente
Alfaro" iniciara el control de los buques que pescaban en aguas del Archipiélago que, ya
el 30 del mismo mes de su llegada, se había ordenado su alistamiento para efectuar dicha
operación de vigilancia y control. Sin embargo, no fue sino un año después que este
buque efectuó su primera navegación al Archipiélago, como buque de la Armada del
Ecuador, para ejercer vigilancia de las actividades de los buques pesqueros californianos.
Es por todo esto que, en el periodo de 1931 a 1941, la vigilancia de las actividades de
los buques de bandera extranjera que pescaban en las aguas jurisdiccionales ecuatorianas
de Galápagos, fue poco eficiente, especialmente en la etapa inicial hasta 1936, en la que
solamente en el mes de octubre de este año, el buque-escuela "Presidente Alfaro" recorrió
las aguas del Archipiélago. Después, ningún buque de la Armada estuvo en ese
archipiélago con el fin de controlar las actividades de los buques atuneros, hasta cuando,
en el mes de mayo de 1938, el cañonero "Abdón Calderón", ex-"Cotopaxi", recorrió sus
aguas con ese propósito; y en 1939, el buque-escuela "Presidente Alfaro", entre el 23 de
enero y el 4 de febrero, cumplió igual cometido. En esta oportunidad, el Comandante
del buque Aníbal Villagómez Y., al informar sobre los acaecimientos ocurridos durante
la operación, expresa: "El día 30 de enero navegando por la costa Norte de Isabela se
controló los permisos de pesca de una flotilla de buques norteamericanos. El mismo día
navegando en la cercanías de Tagus Cove (I. Isabela) se revisaron los papeles del
pesquero norteamericano "Paramount" encontrándoselos inconforme a la Ley.- Se
obligó a dicho buque a seguir las aguas del "Presidente Alfaro" y fondear en Tagus".
En los primeros días del mes de marzo de 1941, el cañonero "Calderón" se alistaba
para un prolongado patrullaje en aguas del Archipiélago con el propósito de controlar las
actividades de los buques que pescaban atún, y para dar apoyo logístico a los
destacamentos del Ejército de guarnición en las principales islas. Es importante tener
presente que, mientras el "Calderón" se preparaba para esta operación, ya se tenía señales
inequívocas sobre el muy próximo ataque del Perú al territorio ecuatoriano.
"1° Como el buque ha recibido ya todos los valores requeridos para el viaje, efectuada
la provisión de combustible y lubricantes y el embarque del Jefe Territorial, el personal
de relevo de la Guarnición, equipajes y carga del Estado, etc. zarpará del día 15 al 16
del presente, previo aviso al respecto de la Comandancia General de Marina, debiendo
comunicar por radio al Ministerio el momento del zarpe.- 2° En su viaje observará el
siguiente recorrido: Guayaquil - Salinas (si tuviera que tomar combustible en este puerto),
caso contrario, seguirá directamente de Guayaquil a Puerto Baquerizo Moreno, en donde
embarcará al señor Jefe Territorial saliente y con el reemplazante seguirá a Academy
Bay -Post Office- Villamil y de este puerto la ruta que se indica en el plano anexo.- 3°A
pedido del señor Ministro de Agricultura, un Delegado del Ministerio señor H. Venturini
M., viajará en el Calderón para efectuar la adquisición y traslado de las siguientes
especies: 3 vacas, 1 toro, 2 ovejas hembras y 2 machos, 1 burro, 1 perro y 3 cabras
hembras y un macho; pero se le previno que solamente podrá traer el ganado menor por
no disponer el buque de espacio suficiente. También tiene encargo de recolectar algunos
productos vegetales de Galápagos, tales como caña de azúcar, cabuya, etc. Se ordena
darle toda clase de facilidades y se le cobrará únicamente el valor del rancho.- 4° Se
recuerda que para particulares la tarifa de pasajes es de S/. 100 el de primera y SZ 50 el
de segunda, y S/.3,00 el quintal de carga.- 5° En el recorrido de las zonas de pesca se
observará la presencia de buques pesqueros, controlando si estos portan la licencia
legal, y en caso de no portarla se aplicará de acuerdo con el Jefe Territorial las sanciones
de Ley, de acuerdo con el Reglamento respectivo.- 6° De ser posible y si no entraña
peligro para el buque, procurará llegar a los sectores de pesca en las primeras horas del
día, a fin de facilitar a la Jefatura Territorial la visita y control de esos sectores. En la
visita de la Jefatura a los puertos donde exista Guarnición Militar, se le dará toda clase
de facilidades para su labor- 7° Se comunicará diariamente con la Comandancia General
de Marina y la Comandancia de Marina de Guayaquil, informando de su situación, y de
las novedades que tuviera, debiendo hacerlo por clave, si el caso así lo requiriese.- 8°
La Comandancia del buque vigilará porque los señores Oficiales de Cubierta hagan
En el mes de julio, el buque "Presidente Alfaro" hizo un corto recorrido entre las islas
del Archipiélago, según instrucciones del mismo Ministro de Defensa, pero por
desperfectos en las máquinas, debió regresar antes de lo que establecían las órdenes
ministeriales.
La travesía del Archipiélago a Guayaquil fue realizada con una sola máquina.
Esta fue la última vez, en ese año, que un buque de la Armada estuvo en aguas de
Galápagos, pues los acontecimientos bélicos del mismo año impidieron que el "Calderón"
y el "Presidente Alfaro" se alejaran de las aguas continentales.
Durante el primer semestre de 1942, casi se paralizaron las actividades de los buques
pesqueros en las aguas del Archipiélago; pero a mediados de este año, los atuneros de
California presionaban para reanudar la pesca en Galápagos, bajo la protección de las
fuerzas norteamericanas establecidas en Seymour.
Mientras tanto, en todo este año, ningún buque de la Armada ecuatoriana estuvo en
aguas del Archipiélago; y el traslado de los destacamentos militares entre las islas y sus
respectivos abastecimientos fueron hechos por medio de buques mercantes de bandera
nacional.
El Capitán de Corbeta don Jorge Game Bustamante, Capitán del movotovelero "Servia"
de bandera nacional, en el mes de marzo de 1942, informaba al Comandante de Marina
sobre su último viaje al Archipiélago.
De conformidad con sus instrucciones, el día 4, a las 7.30 p.m. zarpé con rumbo a
Baquerizo Moreno, llevando a bordo al nuevo Jefe Territorial, varios Oficiales y algunos
individuos de tropa, así como también numerosos bultos conteniendo víveres y materiales
para la Guarnición ecuatoriana del Archipiélago en referencia; arribando al citado
puerto el día 9 a las 2 a.m. Durante toda la travesía, tanto de día como de noche,
hidroaviones de la Armada norteamericana, evolucionaron sobre y en derredor de
nosotros, constatando la nacionalidad del buque de mi mando, sin interrumpir en ningún
momento nuestra marcha. También fuimos controlados durante todo el viaje por
destroyers norteamericanos, diseminados en toda nuestra ruta en misión de patrullaje,
sin ser, así mismo interrumpido por estos, en ningún momento, nuestro viaje.
Dicho día 9, una vez que desembarcaron el Jefe Territorial, los Oficiales, la tropa y
más pasajeros y echar a tierra el cargamento que llevábamos a bordo, se puso en marcha
el motor; para desatracar y fondear lejos del muelle con el fin de alistar nuevamente el
buque y partir luego a efectuar el relevo de las guarniciones de las demás islas, y en
estas circunstancias fui notificado por el primer maquinista de la nave, que al arrancar
el motor y por un desperfecto de la válvula de la botella de aire para el arranque esta se
había descargado totalmente, ya que su manómetro marcaba cero. Ante tal emergencia
y por la experiencia adquirida ordené que bajo ningún pretexto ni por ningún motivo se
parase la máquina, porque no sería posible hacerla arrancar nuevamente a mano, y
disponiendo que el buque se mantuviese sobre la marcha indiqué al Piloto Jacinto Borbor
que saltara a tierra y pusiese el hecho en conocimiento del Jefe Territorial y le solicitase
los auxilios que el caso requería. No pudiendo el mencionado funcionario
proporcionarnos ninguna ayuda por carecer de elementos para ello, optó por darnos un
oficio para el Jefe de la Base Aero-naval norteamericana ubicada en la isla Seymour,
denominada Aemlong Bay que era el lugar más cercano donde podríamos cargar nuestra
botella de aire, lo que así ocurrió. En efecto una vez que llegamos a dicho lugar nos
acoderamos al costado de un destroyer que se hallaba fondeado en la bahía y puesto su
Comandante al corriente de lo que nos ocurría, inmediatamente ordenó se nos auxiliase
en lo que necesitábamos, esto es que se cargase nuestra botella de aire, lo que así se hizo
devolviéndonosla con la presión suficiente para ocho arranques del motor.
dólares y para ser terminadas en diez meses, siendo admirable la forma en que se llevan
a cabo. Entre las obras importantes en ejecución, se cuenta la construcción de un muelle
al que podrán acoderar naves de gran calado. Para el servicio de la bahía cuenta con
lanchones rectangulares equipados con motores en uno de sus extremos. Para el
aprovisionamiento de agua potable y visto el costo de la forma en que actualmente se la
hace, están efectuando exploraciones para ver si es posible construir pozos artesianos,
con la resolución de que al obtener resultados desfavorables, dicho aprovisionamiento
lo harán conduciendo tan indispensable elemento desde la isla San Cristóbal en los
buques tanques de que dispone. También se está construyendo en la Base en referencia
espléndidas carreteras.-
El día 12, a la 1 a.m., salimos de San Cristóbal con destino a Barrington, a donde
arribamos a las 7 a.m. llevando los pescadores que habíamos contratado y dos botes
para las faenas de pesca, y dejando a uno y otros, a las 9 a.m. continuamos viaje con
destino a Puerto Ayora al que arribamos a las 11.30 a.m.; de aquí salimos el mismo día
a las 11 p.m. rumbo a Post Office al que llegamos a las 7 a.m. del día 13. De Post Office
zarpamos el mismo día de llegada a las 10 p.m. para Puerto Villamil, al que arribamos
el día 14 a las 10 a.m. En todos estos puntos se hizo el relevo de la guarnición en ellos
existentes, no ocurriendo en este recorrido mas novedad que la que encontrándonos en
Puerto Villamil al tratar de salir directamente para San Cristóbal en las primeras horas
del día 15, el motor no arrancó por falta de presión suficiente en la botella de aire.
Haciendo la diligencias del caso para subsanar tal contingencia, conseguimos una
bomba de dar aire a los neumáticos de automóviles y camiones, con la que se consiguió
después de ímprobos esfuerzos darle a la botella de aire una presión de nueve libras
con la que se logró poner en marcha el motor; zarpando el mencionado día 15, a las 10
a.m. con rumbo nuevamente a Aerolong Bay, llegando el día 16 a las 11 a.m., con el fin
de solicitar otra vez que se nos cargase la botella de aire por uno de los destroyers allí
fondeados, conseguido lo cual salimos el mismo día a las 10 p.m. con dirección a
Barrington, a donde llegamos el día 17 a las 7 a.m. y luego de dejar víveres y agua para
nuestros pescadores, a las 8 a.m. enrumbamos para San Cristóbal, llegando a Puerto
Baquerizo Moreno a las 12 m. del mismo día 17.
En el viaje de regreso y cuando nos encontrábamos a más o menos 40 millas del cabo
de Santa Elena, el día 26 a las 7.a.m. aproximadamente, se produjo en la proa del buque
LA ARMADA NACIONAL EN EL ARCHIPIÉLAGO DE COLON 109
una ligera vía de agua por haberse abierto una costura, y como la bomba de achique de
sentina de la máquina se interrumpiese y el agua empezase a subir se empleó la bomba
de achique de mano y los baldes existentes a bordo para desalojarla prontamente, y
localizado el daño se procedió a repararlo, continuando el viaje sin más novedades.
El doctor Ayora asumió el poder el 3 de abril de 1926, iniciando un gobierno que fue
en muchos aspectos beneficioso al país.
Así vemos que aún antes del paso del gobierno pluri-personal, supervigilado por la
Junta Suprema Militar, al unipersonal del doctor Ayora, quien pese a su denominación
de Presidente Provisional era en realidad un dictador, se habían producido ya varias
insubordinaciones militares.
Fueron estos momentos muy peligrosos para el presidente Ayora y su ministro señor
Julio Merino; pero la serenidad del doctor Ayora, quien se negó a renunciar, dio tiempo
para que la fuerza leal al Presidente reaccionara y apresara al cabecilla, y demás
complotado s .
la custodia, arriba citado, era el Capitán Floresmilo Moncayo, del que deberemos
preocuparnos más adelante, por ser uno de los protagonistas de los acontecimientos que
tuvieron lugar en el Archipiélago en el mes de julio del citado año.
El Comandante del M/V "Patria", antes de salir de San Cristóbal, entregó víveres y
otros artículos de primera necesidad al Capitán Moncayo como contribución a la solución
del problema que se originó por falta de previsión del Gobierno para atender el sustento
de los confinados. Tanto el Comandante del "Patria" como el Capitán Moncayo mencionan
en sus oportunos informes, la calamitosa situación de los presos políticos confinados en
la isla San Cristóbal; la que suponemos sería el origen de los sucesos posteriores que en
la isla Santiago tuvieron lugar dos meses después, y de lo que trataremos a continuación."
Diez días antes de la salida de Guayaquil del motovelero "Patria", había también
zarpado de este mismo puerto con destino a la isla Santiago el motovelero "Isabela"; a su
bordo viajaba como pasajero el señor Gregorio Gómez Guzmán, contratado como
mecánico para trabajar como tal en la antes citada mina.
Hemos mencionado a estas dos personas, Porter y Guzmán, porque serían ellos -a
quienes el destino involucró en los sucesos que estamos relatando, pues el testimonio de
ellos fue muy importante para el esclarecimiento de la oscura situación producida en el
mes de julio de 1927.
Según consta en la declaración del señor Gregorio Gómez ante el Capitán del Puerto
de Bahía de Caráquez, en el motovelero "Isabela" habían viajado de San Cristóbal a la
isla Santiago, con permiso del Capitán Floresmilo Moncayo, los confinados Mayor
Humberto Machuca, el Capitán Luis E Mora, Capitán José E. Morán y el Teniente Mariano
Hinojosa, siendo la fecha en la que llegaron a la isla Santiago, el 29 de mayo.
Es así como, desde el 29 de mayo, los cuatro oficiales arriba citados estaban en la isla
Santiago, sea por disposición del jefe de la guarnición o sea por su propia voluntad; pero
lo cierto era que las condiciones de vida de ninguna manera podían ser mejores en la
desierta isla Santiago que en la San Cristóbal, y por tanto es poco probable que, por huir
de las represiones que podían sufrir en esta última, hayan preferido residir en la isla
primeramente citada.
El Capitán de Altura Isaías Álvarez era también oficial de la Marina de Guerra y tenía
el grado de Alférez de Fragata, pero en todos los documentos relativos a estos
acontecimientos figura siempre como Capitán de Altura, seguramente porque su actuación
correspondía en este caso a actividades propias de un marino mercante.
Hay varios documentos en los que se expresa la versión del Capitán Álvarez sobre
estos sucesos, pero hemos escogido el que a continuación se transcribe porque es el
único que tiene un carácter directo; aunque debemos aclarar que otros, que se concretan
a informar lo que el Capitán Álvarez relató verbalmente a las autoridades de Galápagos,
no difieren en absoluto del presentado ante la primera autoridad naval y que, además, es
certificado por el Ayudante Mayor de ese Despacho, Capitán de Fragata Teodoro Morán
Valverde:
del piquete que guarnece la isla y que hace las veces de Jefe Territorial del Archipiélago
me informó que los señores jefes y oficiales enviados por el Supremo Gobierno para que
cumplan su condena a que se han hecho acreedores por pretender alterar la paz de la
República, habían intentado cohechar a la guarnición con el de fugar al continente. En
vista de esta situación resolví que el Timonel Luis Nájera y Marinero Ignacio Urbano,
del personal de la Capitanía de este puerto, que habían venido custodiando a los
morfinómanos enviados por el Sr Intendente de Policía del Guayas Dn. Geo Chambers
Vivero, continuaran a bordo de mi buque hasta el regreso de la isla de Santiago, por
estar informado que en esta isla se encontraban cuatro de los oficiales deportados,
ignorando el porqué, el Sr Capitán Moncayo los había mandado en completa libertad y
sin custodia de ninguna especie, como aconsejaba la prudencia y seguridad. En San
Cristóbal permanecimos hasta el 10 de junio que zarpamos en la tarde con destino a
Santiago, cubriendo la distancia que hay entre las islas, que es de 101 millas, en 14h.57m. -
Encontrándonos en este último fondeadero después de haber transcurrido tres días y sin
causa justificada, los trabajadores de tierra se declararon en huelga general y como
observara que la mayor parte de ellos, traficaban por la playa inmediata al fondeadero
del buque, ordené hacer algunos disparos al aire, con el objeto de intimidarlos, como en
efecto así sucedió, volviendo la normalidad o sea el trabajo ese día por la tarde. - El día
17 completé el cargamento consistente en 1000 sacos de sal, esperando que las otras
embarcaciones hicieran lo propio.- Inesperadamente el 30 del mes pasado a las 3h p.m.
atracó al costado del "Nueve de Octubre" un bote perteneciente al señor Egas y tripulado
por los siguientes presos políticos: Mayor Machuca, Capitanes Mora y Morán y Teniente
Hinojosa, conduciendo su equipaje y con el objeto de que los trasladara a San Cristóbal
por orden del Sr Egas. Puéstome en conocimiento este particular me negué rotundamente
a conducirlos en el buque de mi mando, negativa que produjo que los capitanes Morán
y Mora trataran de imponerse por la fuerza, provocando rebelión que degeneró en un
motín muy marcado y manifiesto, por lo cual ordené se armaran con rifles los dos
individuos que vinieron custodiando a los morfinómanos; a su vez la marinería se armó
también con sus respectivas cuchillas. En vista de esta actitud el Mayor Machuca
manifestó que tenían autorización del Sr Héctor Egas para trasladarse a San Cristóbal
a reincorporarse con los demás oficiales y que además dicho señor era el único
responsable de ellos, por haber suscrito una garantía para el Capitán Moncayo, mediante
la cual se comprometía a responder por los cuatro oficiales ya nombrados; encontrándose
presente el señor Rubén Egas corroboró lo aseverado por Machuca y ordenó que el
propio oficial y el Capitán Mora se embarcaran en la "España" y en la "Génova" el
Capitán Morán y el Teniente Hinojosa, manifestando que dichas embarcaciones venían
única y exclusivamente a sus órdenes y que las cláusulas del contrato especificaban que
podían embarcar los pasajeros que creyeren conveniente. Durante el motín el Capitán
Mora que hacía de cabecilla, secundado por el de igual grado señor Morán, gritaban
que muertos los sacarían a tierra y que yo trataba de matarlos por orden del Gobierno. -
Por fin en la mañana del dos del presente mes pude abandonar (sic) en demanda del
Puerto Baquerizo Moreno y seguido de las balandras "Génova" y "España", las que se
mantuvieron en las inmediaciones de mi buque hasta las (ilegible) 48m p.m. del mismo
día, debido a una mala maniobra (ilegible) iba provocando una colisión. Desde ese
instante noté una tendencia de esas embarcaciones de alejarse de mi buque, alejamiento
que al principio lo atribuí a una medida de precaución, pero que al acentuarse más y
más, me (ilegible) por los pasajeros que conducían. A las 8 de la mañana de este ordené
LA ARMADA NACIONAL EN EL ARCHIPIÉLAGO DE COLON 115
se izara al tope la bandera de reunión, notando con profundo disgusto que las balandras
en vez de acercarse se alejaban más y más.- Como el viento que reinaba era suave,
resolví recalar al fondeadero de Santiago en espera de ellas y para aprovisionarme de
agua de bebida que estaba al agotárseme. En la mañana del día siguiente zarpé
nuevamente avanzando hasta el cabo Napean, pero no divisando por ese lado las
embarcaciones viré proa al Albani y en cuyas inmediaciones (sic) se encontraban desiertas
haciéndome presumir alguna complicidad entre los presos políticos y los capitanes de
las dos balandras, para quienes pido el condigno castigo, ya que se han hecho
merecedores a ello por haber patrocinado una evasión en contradicción manifiesta con
el Gobierno, quebrantando la disciplina y subordinación y no cumpliendo sus deberes
como Capitanes al no seguir las aguas de mi buque. Todas estas novedades las tengo
consignadas en mi Diario de Navegación, el mismo que tengo el honor de adjuntar para
cualquier otro dato que estime por conveniente.- Durante la travesía a la isla de San
Cristóbal y en sus diferentes derrotas he prestado mucha atención observando
constantemente el horizonte en busca de las embarcaciones, preocupación que no fue
inútil porque el día 7 observamos una embarcación velera arrimada a la parte Norte de
Santa Cruz, y que lejos de acercársenos, parece que huyó con dirección al Este,
perdiéndose en el horizonte dos horas después; esto es a las 8 a.m. Después de 7 días de
navegación arribé a Puerto Baquerizo Moreno, habiéndoseme agotado dos días antes
la existencia de agua y de víveres. Inmediatamente que di fondo en este puerto, di parte
al Capitán Moncayo de todas las novedades ocurridas durante el viaje a Santiago. El
Capitán Moncayo ordenó se levantara la información sumaria respectiva y se receptaran
las declaraciones juradas de todos los tripulantes y pasajeros de mi buque, a efecto de
deslindar responsabilidades y para que la sanción caiga sobre los verdaderos culpables,
que a mi modo de ver son: Primero.- El Capitán Floresmilo Moncayo, porque su misión
es custodiar los presos políticos y no enviarlos a Santiago en completa libertad y sin un
piquete que los resguarde, como lo exigía la más trivial regla de seguridad y no confiarse
en una garantía que no tiene ningún valor de ley, puesto que ni aún está reconocida la
firma del garante.- Segundo.- El señor Héctor Egas, porque teniendo un negocio con el
Gobierno no debía haber llevado ni prestado su garantía a oficiales que habían querido
derrocar a este Gobierno, encontrando muy extraño este procedimiento; máximo cuando
no contaba con elementos para la custodia de dichos presos y Tercero. - Los Capitanes
de las balandras "Génova" y "España", quienes por ningún motivo debían de haberse
separado de mi buque, ya que sus obligaciones principales eran las de seguir las aguas
del "Nueve de Octubre". Si así lo hubieran hecho habrían arribado a Chatan con los
presos que tomaron a su bordo y no hubieran comprometido los intereses de los armadores,
quizá por una insignificante suma de dinero. Una razón que sugiere la complicidad de
los Capitanes de las balandras, es que no izaron la bandera de peligro o reunión, ni la
luz roja de noche corno estaba acordado en caso de sobrevenir algún accidente o novedad
en sus naves.- Para concluir debo manifestar a Ud. que la travesía de Chatan a Santa
Elena la efectué en nueve días, a razón de un andar de dos a cuatro millas por hora y
que fondié en Guayaquil el día 29 del presente a las 5 a.m.- Tal ha sido a grandes rasgos
la labor desarrollada por el buque de mi mando.- Guayaquil, julio veintinueve de mil
novecientos veintisiete. Honor y Patria (f) Capitán I. Alvarez Cav". 16
Por la declaración que ya mencionamos del señor Gregorio Gómez ante el Capitán
del Puerto de Bahía de Caráquez, señor Capitán de Corbeta Tomás Landaverea,
posteriormente en el mes de julio con motivo del naufragio de la balandra "España",
conocemos cómo y cuándo fueron trasladados a la isla Santiago los cuatro oficiales
protagonistas de estos acontecimientos; los motivos de esto también es asunto aclarado
por el propio Capitán Moncayo y que coinciden con lo expresado en la comunicación
dirigida por los demás oficiales confinados en la isla San Cristóbal, al citado Capitán, las
que a continuación transcribimos:
"San Cristóbal julio 11 de 1927.-
Señor Jefe Territorial del Archipiélago de Colón.- Pte.- Ha llegado a nuestro
conocimiento por ser público en la población de que nuestros compañeros los Sres.
Sargento Mayor Humberto Machuca, Capitanes José Morán y Luis E Mora i Teniente
Mariano Hinojosa al regresar de la isla Santiago en las balandras "Génova" i "España",
lugar designado por su Autoridad para castigo de ellos, según así lo ha aseverado Ud.
públicamente, se han ido dichas embarcaciones al garete por lo fuerte del temporal en
el mar y como hasta la presente Ud. no ha tomado ninguna medida que la razón y la Ley
aconseja en estos casos i como puede ser que la suerte les sea adversa i lleguen a ser
víctimas por naufragio, hambre, etc. i tengamos que lamentar una grande e irreparable
desgracia por la incuria i necia ineptitud i tiranía de los dirigentes entre los que Ud. se
encuentra, protestamos por sus medidas tomadas y le hacemos ante la Nación responsable
de todo lo que puede pasar con nuestros inolvidables compañeros i camaradas. Por
otra parte, si Ud. ha venido a cumplir órdenes reservadas del tiránico Gobierno para
darnos la eliminación por hambre aislamiento, etc. cúmplalas que al fin hallóse al
hombre que se presta para tales actos; pero no olvide que la Patria tomará en cuenta i
hará recaer en Ud. el estigma, dándole la sanción debida. Pretende Ud. para eludir
responsabilidades dar el giro indicando que nuestros compañeros han fugado por su
cuenta; de esta inventiva volvemos a protestar enérgicamente, pues que ellos jamás
tuvieron en mente hacerlo i mucho menos en embarcaciones de vela, prueba de ello, es
que existen aquí sus prendas de vestimenta i más utencillos de uso personal e
indispensables.- Por el giro que Ud. trata de dar a lo que dejamos expuesto se nos
ultraja de una manera vil i cobarde a nuestra dignidad i honor de hombres i militares
conscientes, con sus absurdas órdenes de tenernos sitiados, incomunicados, prohibidos
de libertad como lo hizo en la noche del día sábado nueve del presente mes (fecha
memorable) i la protesta que hicimos el día de ayer la reanudamos con toda la energía
que nos caracteriza.- Ni nuestros compañeros ni nosotros hemos pretendido fugar,
porque si así lo hubiéramos pensado habríamos aprovechado sus ofrecimientos que nos
hizo que era de apoyarnos ampliamente con solo la farsa de ser tomado preso por nosotros
y despachando Ud. la tropa.- Con este antecedente se podría engañar al Ecuador con la
farsa de que hemos querido fugar? Sabemos también que Ud. ha ordenado a su tropa
que el día que bajemos en colectividad o impersonalmente a la playa, lugar de su
acantonamiento, se nos haga fuego es decir se nos asesine, i como pudiera ello cumplirse
lo que hacemos es hacer presente nuestra indignación a tan infame orden para
conocimiento de todos los ecuatorianos y de las naciones.
De Ud. sus atentos y S.S.: El Teniente Coronel Augusto Yépez R., Sargento Mayor J.
E. Vásquez, Luis E Carrión, Capitán Francisco Portilla, Alférez G. Rosero, Subteniente
LA ARMADA NACIONAL EN EL ARCHIPIÉLAGO DE COLON 117
"En Jama a veinte de julio de mil novecientos veintisiete, a las cuatro de la tarde.-
Informamos ante el infrascrito Teniente Político que salieron de la isla Santiago el dos
de junio a las seis de la mañana en convoy con el pailebot "9 de Octubre" y la balandra
"Génova", siendo su Capitán de las tres embarcaciones el Capitán de Altura Alvarez,
que después de haber salido juntas se vieron dos días y una noche, que la balandra
"Génova" después de los dos días se perdieron de vista las dos embarcaciones; la
"Génova" quedó al Norte de la isla Santiago y el pailebot "Nueve de Octubre" quedó
hacia el Oeste de la isla Santiago. De allí navegamos cinco días queriendo arribar a
la isla de San Cristóbal, y que por las corrientes, falta de víveres y aguada hicimos
rumbo hacia el Continente, arribando el día viernes a la caleta de Pedernales en busca
de agua, que hacía dos días que no comían ni bebían. También declaramos que en las
balandras "Génova" y "España" fueron embarcados cuatro presos políticos por orden
del Capitán de Altura Alvarez, de esos nosotros conducíamos al Mayor Machuca y al
Capitán Mora, que cuando la tripulación fue a hacer agua, quedó el piloto con dos
pasajeros que venían al cuidado del cargamento que conducía la balandra "España'',
logrando (sic) que la tripulación no estaba abordo lograron ellos llamar una canoa que
estaba en la balandra "Sirena", propiedad del señor Alberto Santana y los llevó a
tierra; habiendo hecho provisiones salimos el domingo 17 de julio, antes de salir el
Capitán fue a ver a los pasajeros que estaban en casa de José María Canchingra y le
dijo que ya se habían ido de regreso a embarcarse para partir y acordó el Capitán de ir
al Puerto de Bahía de Caráquez para dar parte a esa Capitanía que se desertaron los
pasajeros que corresponden a los nombres de Mayor Machuca y Capitán Mora. Una
vez haciéndonos a la mar navegamos hacia la costa por estar las corrientes muy fuertes,
navegamos dos días y dos noches que corresponden a la madrugada del miércoles, más
o menos eran las cuatro de la mañana que el marinero Crespín le había entregado al
piloto Villón, que el marinero Ramírez notó que hacía poca agua en la embarcación, que
siguiendo achicando notó que la embarcación tenía alguna agua, que se le había abierto,
porque otras veces achicaba más o menos veinte minutos, comunicó al piloto que sería
bueno bajar a las bodegas y ordenó al marinero Crespín para que bajara con un balde
a achican así como informó al Capitán para que diera sus órdenes para el salvamento
del barco, lo cual fue todo inútil; más o menos estuvimos en la altura de Punta Ballena
alcanzamos a divisar dos embarcaciones que estaban muy cerca de nosotros, serían las
seis de la mañana cuando ordenó que hizaran (sic) la bandera a media asta pidiendo
auxilio, pero fuimos desatendidos, no podemos dar el nombre de las dos embarcaciones
porque no se pudo divisar el nombre. En vista de que ya nos habíamos perdido arriamos
en popa (sic) a la ensenada de Jama. Ya estando casi al fondeadero del Matal, ya
estábamos completamente a pique y encontrándonos el motovelero "Montecristi" que
estaba fondeado en la ensenada del Matal, viendo en el peligro que estamos levantó su
ancla inmediatamente y se puso al costado de nuestra embarcación y entonces le dimos
un chicote de cabo y nos remolcó más o menos una milla, pero como el buque ya venía
lleno de agua se viró la embarcación al lado de babor, el cargamento que traimos era
mil sacos de sal, un volante de motor; un cigüeñal y varias piezas de repuestos que iban
a Guayaquil a componerse de lo único salvado hasta la vez algo del velamen del buque
y nueve sacos de sal, todo lo demás del cargamento se ha perdido. Está todo perdido, el
buque se va a ver, si se salva, está de costado, todo el material que se ha salvado me
haré cargo, para a su vez nombrar el depositario. El señor Teniente Político, Capitán
Iglesias, como hace las veces en esta caleta como Capitán del Puerto está dando sus
respectivos auxilios para salvar el buque, como para proporcionarnos víveres. En este
estado remito dos pasajeros en el motovelero Montecristi para que rindan su declaración,
para lo que crea conveniente, el señor Teniente Político mandará nuestra declaración
para constatar el motivo del naufragio. Firmo esto en unión de mi tripulación y los dos
pasajeros y el señor Teniente Político que certifica.- Por no saberlo hacer el señor
Hilario Medina.- A. Nevárez.- firma piloto José Villón.- Sixto Parrales.- firma Felipe
Ramírez.- Emilio Crespín, marineros.- Pasajeros Gregorio Gómez.- A. Porten-
Presentado en la Capitanía del Puerto de Bahía de Caráquez a los veinte días del mes de
julio de mil novecientos veinte y siete a las (ilegible) de la mañana. - Lo certifico Geo W
LA ARMADA NACIONAL EN EL ARCHIPIÉLAGO DE COLON 119
La Epopeya
de la Armada
123
LA EPOPEYA DE LA ARMADA
E 4 1 iniciarse la cuarta década del siglo XX, el Ecuador no había logrado forjar una
verdadera Marina de Guerra, pues los tres únicos buques: el buque-escuela
"Presidente Alfaro", el cañonero "Abdón Calderón" y el aviso "Atahualpa" no constituían
una fuerza de combate, por modesta que la imaginemos.
Para hacer aún más penosa la situación naval del año 1940, los inadecuados buques
que constituían la mal denominada escuadrilla unas veces, o flotilla otras, al iniciarse el
citado ario y en su transcurso, estaban en condiciones de inoperancia por diversas causas.
El buque-escuela "Presidente Alfaro" que en el año 1939 había sufrido un varamiento
en las rocas del canal de entrada a Puerto Baquerizo Moreno, en circunstancias que, al
mando del Capitán de Fragata Aníbal Villagómez Yépez, cumplía una operación de
control de los buques atuneros en el Archipiélago de Colón, con el resultado de una
grave avería en su hélice de babor; en el mes de septiembre de 1940, tuvo un nuevo
accidente, esta vez en el departamento de máquinas, causando la muerte del Capitán de
Corbeta Ingeniero Miguel Zea Vivar y graves heridas al Teniente de Fragata Ingeniero
Abraham Game Bustamante y a varios tripulantes de dicho departamento.
Para carenar el casco, necesidad que no había sido atendida desde que estuvo en el
dique de Talcahuano en 1938, y para reparar la hélice y su eje, el "Presidente Alfaro"
124 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Con una sola máquina volvió a salir de Guayaquil, -adonde había regresado para las
investigaciones de rigor sobre el accidente- el 14 de octubre, al mando del mismo
Comandante Monteverde, arribando a Balboa el 22 de dicho mes, después de 8 días de
navegación, a una velocidad promedio de 6 nudos. El buque entró al dique para proceder
a la realización de los trabajos antes planificados, los que sufrieron algunas modificaciones
por razones del presupuesto y por el estado del casco. Efectuados los arreglos del casco
y maquinaria, el buque quedó en condiciones de emprender el regreso el día 15 de
diciembre y en efecto, a las 12 m de ese día, zarpó de Balboa con destino a Guayaquil,
adonde llegó el día 18, habiendo desarrollado durante esta navegación una velocidad
media de 13.2 millas por horas.
Estos sucesos fueron la causa del largo periodo de inactividad que sufrió este buque
durante el año 1940, interrumpido solamente por el accidentado viaje a Balboa, con el
consiguiente perjuicio a su eficiencia operacional.
El periodo entre 1904 y 1913, en que actuó la Misión Naval de Chile, fue una etapa
de profesionalización de la Marina de Guerra ecuatoriana, lo que hizo posible que durante
la guerra interna que afectó a la Nación desde 1913 hasta 1916, tuviera un eficiente
desempeño, constituyéndose en el elemento decisivo de este conflicto. Pero a pesar de
su esforzado desempeño durante toda la campaña y del indiscutible profesionalismo que
demostró, no tuvo la oportunidad de probar su preparación táctica para el combate, por
la única razón de que el adversario no tenía ni un solo buque para oponerse a su accionar.
Después del final de la campaña, se inicia la etapa más negativa de la historia naval
ecuatoriana, debido a la ausencia de voluntad política del Gobierno para mantener su
Marina de Guerra, y así fue como no se hizo ningún esfuerzo para reparar los buques que
habían tenido un constante accionar a lo largo del conflicto; lo que aconteció después es
ya conocido por el lector, pero a pesar de esto, insistimos una vez más en recordar que
esta Marina de Guerra, abandonada casi siempre por el Poder Político, cumplió con su
deber de defender la soberanía y el territorio de la Patria, más allá de sus capacidades
materiales, cuando en el año 1941, el Ejército del Perú puso en ejecución su plan de
agresión al Ecuador, cuidadosamente preparado desde años anteriores y con elementos
superiores en proporción de diez a uno.
En los primeros días de enero, la aviación militar peruana entró en el espacio aéreo
ecuatoriano, y el 4 de este mes, el destacamento militar ecuatoriano de Corral Viejo fue
atacado por tropa del Perú, mientras el destacamento peruano de Cabo Reyes avanzó
hasta el río Nangaritza en las proximidades de Gualaquiza y Zamora.
El General Luis Larrea, en el prólogo del libro de la autoría del Coronel Octavio
Ochoa titulado "Tragedia Ecuatoriana, 1941", expresa: "El Perú inició la agresión a
la línea de vigilancia del Ecuador propiamente el 4 de enero de 1941, previo un
reconocimiento aéreo efectuado en el sector Corral. Viejo con la intención de pulsar la
actitud de nuestros soldados. Como se encontró con una firme resistencia ante su tanteo,
suspendió su acción renovando sus ataques los días 6 y 7 de julio, cuando sus fuerzas se
hallaban bien organizadas y se habían orientado en el terreno ..."
Según consta en la página 141 del libro "La invasión peruana y el Protocolo de Río",
cuyo autor es el doctor Julio Tobar Donoso "desde los primeros días de enero de 1941 la
situación con el Perú era asaz, tensa y difícil. La Cancillería Ecuatoriana advirtió una
y otra vez a las autoridades competentes la gravedad de los peligros que nos rodeaban".
El 24 de junio, el Comandante del buque, por medio del oficio No. 136 dirigido al
2° Que reitero una vez más lo expuesto por el Jefe de Máquinas en el sentido de que
el buque estará listo para hacerse a la mar después de 15 días de que el dinero solicitado
esté en poder del señor Oficial Pagador de esta Unidad y que transcribí a Ud. en oficio
No. 128 de fecha junio 9.
Hasta esta fecha no hemos encontrado un documento que revele que se haya
comunicado a los mandos inferiores la situación prebélica que vivía la Nación y menos
aún, ordenado el alistamiento de los buques para una acción bélica posible.
"Se levó ancla en Guayaquil el día 2 de julio a las 9:20 horas con destino al Puerto
de La Libertad, a fin de hacer 4.000 galones de petróleo. A este propósito la Compañía
Anglo-Ecuatoriana manifiesta la inconveniencia de pedidos de combustible a última
hora, ofreciéndose a mantener llenos los tanques de este buque todo el tiempo y pagándose
el valor del combustible que se consume. Llevamos a bordo 28 pasajeros y 5 criaturas
acomodadas en camarotes, entrepuentes y cubierta.
Se fondeó en Salinas a la 1.10 horas del día 3 de julio. A las 6.40 horas del mismo
día 3 salimos para Libertad y fondeamos a las 7.15 horas donde recibimos el petróleo
antes mencionado. A las 11.55 del mismo día regresamos para Salinas.
El día lunes 14 a las 09.20 horas zarpamos para Puerto Baquerizo Moreno, llegando
a las 12.48 horas del mismo día, lugar en donde dejamos al Jefe Territorial. El día
130 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Este buque después del accidentado viaje al Archipiélago, quedó "en condiciones de
semi-inutilidad", según lo expresó el Comandante de Marina Capitán de Fragata Francisco
Fernández Madrid, lo que determinó su ninguna intervención en el acontecer bélico del
mes de julio de 1941.
En el mes de mayo, hay un mayor movimiento del buque entre Guayaquil, Puerto
Bolívar y otros lugares en los que habían pequeños destacamentos de vigilancia,
especialmente los del archipiélago de Jambelí.
Así el 14 del citado mes, salió de Guayaquil llevando con destino a Puerto Bolívar y
Santa Rosa, 27 soldados, 8 mujeres y 270 bultos; y el 17 regresó a Guayaquil con 1
oficial, 20 soldados y 240 bultos.
Es fácil advertir que estos movimientos del aviso "Atahualpa", transportando personal
y abastecimientos del Ejército, no tenían como propósito reforzar a las tropas que
guarnecían la provincia de El Oro, sino el de relevar, de acuerdo a los procedimientos
normales en una situación de paz, al personal destacado a la frontera, en el sector
correspondiente a la provincia de El Oro.
Hasta los últimos días del mes de mayo, el Teniente de Fragata Rafael Morán fue el
Comandante del "Atahualpa"; pero a principios de junio entregó el cargo al Alférez de
Fragata Luis Gómez Cevallos, pasando el primero a desempeñar la Comandancia del
cañonero "Abdón Calderón" en reemplazo del Capitán de Corbeta César Puente Godoy,
quien a su vez asumió la Comandancia del buque-escuela "Presidente Alfaro".
En efecto, el aviso "Atahualpa" llegó a Hualtaco el día 12 de junio, a las 07.10 horas,
habiendo salido de Guayaquil el día anterior, a las 21.05 horas conduciendo dos oficiales
y 20 hombres de tropa para reforzar al destacamento de La Payana.
arma automática, y, a maniobrar en retirada, por la desigualdad del transporte que era
de casco de madera, ante el blindaje de las lanchas peruanas, logrando aprovechar el
canal de San Gregorio, tras soltar las amarras de la canoa, maniobra que impidió la
persecución peruana, pero les permitió incautarse de la canoa y los tanques con agua,
canoa de la que logró escapar un guarda llamado Jacinto González, quien alcanzando
los manglares llegó a dar aviso del incidente, a la guarnición de La Payana. La noticia
de esta agresión llegó a Huaquillas, sede del Cayambe, por medio de un canoero que
presenció el ataque, novedad que fue trasmitida al Comando de Frontera, en Arenillas
por los capitanes Carlos A. Jaramillo y José R. Sáenz de Viteri, habiendo sido confirmada
la noticia por una conferencia realizada con el mayor Rosero en la noche e
inmediatamente de su arribo a Huaquillas; confirmada la noticia se comunicó al señor
Coronel Comandante de Zona mediante una conferencia, pidiéndole el envío del aviso
"Atahualpa" para patrullar el Archipiélago, unidad que debía venir artillada con piezas
Breda de 20 mm. y con cartuchos perforantes, pedido que fue atendido de inmed,jato,
pero fatalmente su permanencia fue corta por falta de un debido abastecimiento logístico
y porque no portaba los cartuchos perforantes; hubo no solo imprevisión para la vida
de la tripulación y hubo ausencia de responsabilidad para no mandar el material pedido
y necesario, ya que de haberse producido un encuentro con las lanchas peruanas, habían
hecho mucha falta los cartuchos peiforantes".
El Alférez de Fragata Luis Gómez entregó la Comandancia del buque, el día 26 del
mismo mes, al Alférez de Fragata Víctor Naranjo Fiallo, ocasión en la que el primero de
los nombrados presentó al Comandante de Marina, Capitán de Fragata don Francisco
Fernández Madrid, un extenso y minucioso informe sobre las actividades del buque en el
tiempo comprendido entre el 12 y 25 del citado mes de junio, y de un acto de grave
insubordinación protagonizado por tres tripulantes del buque.
con cabos un cañón antiaéreo "Breda" de 20 mm. Como armamento menor se llevaba
dos ametralladoras ZB pertenecientes al Grupo Antiaéreo, otra ametralladora igual del
buque "Presidente Alfaro" con sus correspondientes repuestos y municiones y los fusiles
necesarios para la tripulación y tropa.
Fondeamos frente a la boca de Hualtaco a las 07.10 horas del 12 de junio. A las
16.30 del mismo día atracaron las lanchas del S.S.E, Machala y Hualtaco con el señor
Jefe de Frontera; se embarcaron en dichas lanchas 2 tanques de agua, los bultos de
víveres y las cajas de munición para el Destacamento Militar de Isla Payana.
Desatracaron las lanchas y a las 17.10 horas zarpó el "Atahualpa" siguiendo a las dos
lanchas a una distancia de dos millas. A las 1800 horas llegamos frente a la isla Payana
y se ordenó parar la marcha del buque quedando las máquinas en movimiento en espera
que regresen las lanchas que entraron por la boca de un estero de la isla nombrada. A
las 19.15 horas regresaron las lanchas y se emprendió el regreso, fondeando frente a la
boca de Hualtaco a las 21.10 horas. El día 14 de junio zarpamos a las 18.10 horas con
dirección a Isla Payana remolcando la lancha Hualtaco para dejar el resto de los tanques
de agua para el Destacamento. Llegamos frente a la isla a las 0850 y quedamos con las
máquinas en movimiento, sin fondear, esperando que regrese la lancha. A las 10.45 una
vez cumplida la comisión, emprendimos el regreso- a nuestro fondeadero en Hualtaco
donde llegamos a las 14.00 horas. El día 16 de junio zarpamos a las 09.15 con dirección
a Costa Rica a dejar tres tanques de agua y remolcando a la lancha "Hualtaco". A las
10.10 fondeamos en Costa Rica y se descargaron los tanques. A las 10.35 levamos
anclas con rumbo a Puerto Bolívar remolcando la "Hualtaco" por orden del Sr Jefe de
Frontera y para dejar en dicho puerto al Sr Oficial Pagador del Batallón "Cayambe".
Atracamos al muelle de Puerto Bolívar a las 14.00 horas. El día 17 de junio a las 00.05
se largaron las amarras del buque y zarpamos con rumbo a "Hualtaco" en donde
fondeamos a las 10.35. El día 19 de junio a las 13.25 zarpó el buque rumbo a Isla
Payana, siguiendo a la lancha "Machala". A las 14.15 paró la viada a la altura de la
isla en espera que regrese la lancha. A las 15h regresó el buque a Hualtaco remolcando
la lancha; se dio fondo a las 15.50 horas. El día 23 de junio a las 14.30 horas atracó a
un costado del buque la lancha L.H.A. 2 procedente de Guayaquil, trayendo al señor
Alférez de Fragata Víctor Naranjo, quien vino por orden superior a hacerse cargo de la
Comandancia Acc. del buque en reemplazo del suscrito. La lancha trajo tres tanques de
petróleo para el consumo del buque. A las 14.50 del mismo día zarpó el buque con
rumbo a Isla Payana, siguiendo a la lancha Machala. A las 15.55 paró la viada frente a
isla Payana para esperar con la máquina en movimiento que regrese la lancha. A las
16.30 se emprendió el regreso remolcando la lancha y fondeamos frente a la boca de
Hualtaco a las 17.50 horas.
El día 25 de junio a las 15.15 horas levó anclas el buque con rumbo a Puerto Bolívar,
con el objeto de hacer agua en dicho puerto. Viajaron a bordo hasta el puerto mencionado,
el Teniente Edgar de la Torre y el señor Teniente Zambrano Oficial Pagador del batallón
"Cayambe", en calidad de pasajeros. A las 16.15 horas se atracó al muelle de Puerto
Bolívar. Entrego el mando del buque al señor Alférez de Fragata Víctor Naranjo.
a la isla Payana, Costa Rica y Puerto Bolívar. Horas navegadas 32.20; millas navegadas
222.
2° Que dada la importante misión que está desempeñando el buque en estas aguas
ecuatorianas en salvaguardia de los intereses patrios constantemente amenazados, es
necesario que el buque se encuentre, lo más convenientemente posible, equipado con la
imprescindible, en lo que a artillería se refiere, para la defensiva u ofensiva, y poder así
desempeñar cualquier misión que al buque se le encomendara, dentro del debido marco
de seguridad y eficacia. En la actualidad el buque tiene en el castillo de proa colocado
y asegurado con cabos un cañón antiaéreo "Breda" de 20 mm.. El cañón por sí solo,
considerado como la única pieza que se dispone a bordo, tiene una muy limitada y
dudosa eficacia para el combate, pues su alcance es muy reducido, y sus cinco sirvientes
no tienen ninguna protección y serían los primeros en desaparecer dejando al buque sin
su relativa defensa, habiendo solo con esto, un sacrificio inútil de vidas y proporcionar
un triunfo fácil al enemigo y una gloria para él, por demás barata.
3°.- Debo poner en conocimiento del señor Comandante de Marina ciertos actos de
insubordinación e indisciplina cometidos por individuos de la tripulación del aviso
"Atahualpa". Los hechos son como sigue: El día 19 de los corrientes se llegó a saber
a bordo de esta Unidad que el buque permanecería hasta segunda orden en aguas del
Archipiélago de Jambelí. Esta noticia parece que causó una pésima impresión a los
tripulantes, quienes esperaban el día 20 como último día de permanencia en Hualtaco.
Al día siguiente, o sea el 20 el Sgto. 2° Gabino Portocarrero con una manifiesta actitud
de insolencia e indisciplina, empezó a levantar el ánimo de la tripulación, tratándola de
convencer de abandonar el buque y regresar a Guayaquil en la chalupa; es decir que
desertaban del buque robándose la chalupa. Los individuos que comentaban la situación
136 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
El aviso "Atahualpa"
Instrumentos de navegación.
El "Presidente Alfaro", como ya quedó dicho, estaba alistándose para operar en aguas
de Galápagos por expresa orden del Ministro de Defensa; y el "Calderón" se preparaba,
acoderado al muelle del Arsenal de Marina, para efectuar el recorrido por la costa para el
mantenimiento y reparación de los faros y boyas.
Al generalizarse el ataque de las fuerzas militares del Perú contra los débiles
destacamentos de vigilancia ecuatorianos a lo largo de la frontera, ninguna orden se
había impartido a los buques de la Armada, para hacer frente a la situación de beligerancia
que nos imponía el Perú; la que era ya evidente para todos, civiles y militares.
El 5 de julio, día que el Perú reinició sus ataques en la línea de frontera, el buque-
escuela "Presidente Alfaro" continuaba navegando hacia el Archipiélago, siguiendo su
itinerario para cumplir con el recorrido planificado, para el abastecimiento de las
destacamentos militares de las diversas islas y para ejercer el control de los buques de
pesca que realizaban sus actividades en aguas insulares ecuatorianas. El cañonero "Abdón
Calderón" seguía alistándose, atracado al muelle del Arsenal de Marina, para el habitual
recorrido, por el golfo de Guayaquil y la costa, de mantenimiento de los faros y boyas,
para lo que se había desmontado sus cañones, que en esa fecha estaban almacenados en
una bodega del Arsenal. El aviso "Atahualpa" había regresado a Guayaquil por orden de
la Superioridad Militar, después del ataque de un avión peruano, que sufrió el día 2 de
julio, asunto del que trataremos más adelante, después de relatar un acontecimiento que,
siendo aparentemente _poco importante, es de gran trascendencia en la historia naval
ecuatoriana.
Una mañana el Oficial de Mar 3° Isidoro Forget, quien se encontraba a cargo del
Arsenal de Marina, vino a bordo del "Calderón" con una copia del diario El Universo
que daba noticias alarmantes de los ataques de las tropas peruanas a los destacamentos
ecuatorianos en la frontera de El Oro y preguntó por el Comandante Morán, quien se
encontraba enfermo en su casa y luego me dice: "en vez de pasar tiempo montando el
bauprés en la proa sería más oportuno montar los cañones que se encuentran
almacenados en las bodegas del Arsenal". Después de una corta reflexión y sin considerar
las consecuencias por alterar las órdenes del Comandante de Marina y sin consultar al
Comandante titular del Buque, Teniente de Fragata Rafael Morán Valverde le contesté
los montaremos inmediatamente.
En esta emergencia el Sargento 1ro Artillero Víctor González, quien había desmontado
y almacenado los cañones en el Arsenal, se encontraba prestando servicios en el Ejército
montando cañones "Krup", sin embargo ordené al cabo 1° Artillero Julio López y tres
marineros artilleros unirse al personal del Arsenal para localizar todos los accesorios
de los cañones "Armstrong" de 76 mm. y "Holcheks" de 47 mm. Esta tarea fue fácil ya
que todos los accesorios habían sido meticulosamente separados cuando se los almacenó.
Una vez localizados y reconocidos los accesorios de todos los cañones, éstos se
armaron en las bodegas, verificando que todo funcione correctamente.
¿Cuál fue la razón para que no se impartieran órdenes superiores para el alistamiento
del "Calderón" y del "Presidente Alfaro" para la emergencia bélica ya evidente después
140 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
de los ataques del 2 y 5 de julio? ¿Por qué no se interrumpió el viaje del Alfaro a
Galápagos? Son preguntas que necesitan unas respuestas o seguirán siendo incógnitas
de la Historia.
1° Se digne gestionan con el carácter de urgente, el envío del dinero necesario para
alistar el buque para un caso de emergencia; ya que de otra manera, el "Calderón" que
ha sido el símbolo de la Marina Nacional, en los últimos años se vería en la más
vergonzosa situación de no poder prestar su contingente en estos momentos de angustia
nacional.
3° Con todo este dinero el buque estaría en condiciones de movilizarse y hacer los
ejercicios necesarios para el caso de entrar en acción y
Ya hemos dicho que el 2 de julio, el aviso "Atahualpa" fue atacado por un avión
peruano, estando fondeado en la boca de Hualtaco, que en este mismo día el buque
"Presidente Alfaro" salió de Guayaquil con destino al Archipiélago de Colón y que el
cañonero "Calderón" estaba atracado al muelle del Arsenal Naval, alistándose para el
conocido recorrido por el golfo de Guayaquil y la costa para inspeccionar, y hacer los
trabajos de conservación y reparación de los faros y boyas.
Los dos principales buques de la Marina de Guerra del Ecuador, mientras el aviso
"Atahualpa" recibía el ataque aéreo peruano, permanecían dedicados a tareas ajenas a la
situación de guerra que de hecho vivía la Nación.
Atahualpa el 25 de junio pasado, en Puerto Bolívar; con la novedad de que tres tripulantes
del buque habían sido desembarcados en Hualtaco en calidad de prisioneros, por haber
provocado un principio de rebelión el día 20 de junio, cuando se encontraba de
Comandante el Alférez de Fragata Ej. Luis Gómez C., y cuyos nombres son: Sargento
2° G. Portocarrero, Cabo 1° Timonel E. Portocarrero, y Cabo 2° Timonel J. Hidalgo,
quedando a bordo solamente el Práctico Marinero 1° Segundo Zúñiga, Marinero 1°
Mayordomo Arcadio Torres y Marinero 1° Segundo Pavón cocinero, de cubierta; y de
máquinas Sargento 1° Segundo Carrillo, Sargento 2° José Cuenca y Cabo 2° Miguel
Casilari; además se encontraban a bordo el señor Capitán Catón Cruz con los soldados
que cubrían los puestos de un cañón Breda de 20 mm, emplazado en el castillo y asegurado
con cabos.
con otra ráfaga de ametralladora, sin lograr daño alguno; cuando se batía en retirada
se le disparó dos proyectiles, pasando a la altura entre las dos alas, pero desviados a la
izquierda en unos cinco metros, habiéndose perdido luego el avión en el horizonte.
Entonces el Capitán Cruz (creyó) del caso dar inmediatamente parte al Mayor Rosero,
que se encontraba en Huaquillas, y en los precisos momentos en que se encontraba en la
chalupa, regresó el avión; en estas circunstancias desistió su viaje, dirigiéndose a proa,
el suscrito en el puente de comando y el personal ocupando sus puestos de zafarrancho
de combate, en espera de que se aproxime nuevamente el avión, lo que a pocos momentos
sucede, pasando por la banda de babor; haciéndole fuego y contestándonos ( el) fuego
con ametralladora, regresó por la banda de estribor, haciéndonos fuego, haciéndole
fuego inmediatamente para luego perderse en el horizonte. En virtud de que el segundo
ataque no se hizo esperar decidí virar la cadena del ancla, dejando cuatro brazas de
cadena en el agua, para el caso de un nuevo ataque, poner el buque en movimiento y no
presentar un blanco fijo. Inmediatamente se destacó al Sargento 2° José Cuenca con un
parte para el Mayor Rosero, regresando después de 20 minutos con la orden de que el
Capitán Cruz se presente enseguida a Hualtaco, de tal manera ordené embarcar en la
chalupa al Sargento 2° José Cuenca, Cabo 2° Miguel Casilari y Grumete Chalá, para
que conduzcan al punto mencionado al Capitán Cruz, habiendo transcurrido 10 minutos
cuando por tercera vez asomó el avión. Como personal de cubierta no tenía, sino al
Marinero 1° Segundo Zúñiga, tuve que materialmente multiplicarme a fin de cooperar a
la izada del ancla, estivada de cadena, etc.; o sea en todas las maniobras propias de un
buque para efectuar el zarpe. Terminados estos preparativos subí al Puente junto al
Marinero Zúñiga, las máquinas se encontraban en funcionamiento, esperando mis
órdenes; mientras tanto los Artilleros tenían una perfecta puntería al avión para en un
momento oportuno largarle una ráfaga completa con el cañón antiaéreo. Este momento
llegó y se envió una ráfaga, pero con suerte para el avión peruano, ya que después del
primer tiro se encasquilló, quedando por cierto tiempo anulado el cañón, pasando el
aparato por la banda de babor; nos disparó dos ráfagas, cayendo los piques a 15 metros
de distancia. Por la popa, a unos 800 metros de altura y tres millas de distancia más o
menos descendió el avión en picada, disminuyendo la distancia y a baja altura, para
atacarnos. Ante este nuevo peligro, ordené máquina avante, a fin de caer a la brevedad
posible y presentar la proa del buque que se encontraba protegida por un cañón y de
esta manera evitar que el avión peruano nos cogiera en condiciones desfavorables, y se
coloque el avión en ángulo muerto o sea anular el tiro de artillería de a bordo.
En consecuencia empesé a dar vuelta, pero el ataque no sucedió, sino que se abrió
para regresar seguramente a su base, ya que después no asomó. Cuando el avión había
desaparecido, la chalupa salió de la boca de Hualtaco, conduciendo al Capitán Cruz,
quien no llegó al punto que se dirigía por tener que estar presente a bordo para impartir
órdenes a los artilleros a su mando. Tan pronto desapareció el peligro, fondié el buque
en el fondeadero primitivo.
Poco más o menos después de veinte minutos vino a bordo el Mayor Rosero en un
pequeño bote, a fin de enterarse de lo acontecido; fue dado parte inmediatamente.
LA EPOPEYA DE LA ARMADA 143
Ordenó al Capitán Cruz que disponga lo conveniente para que el cañón y la munición
sean desembarcados en la lancha "Machala", ya que había llegado la orden de la
Superioridad, de que el buque regrese a Guayaquil, orden que fue puesta en conocimiento
del suscrito por intermedio del mencionado Mayor. Efectivamente a las 21 h 30 m
atracó la lancha "Machala" para conducir lo indicado a tierra. Desatracó a las 22h
00 m., mientras tanto alisté el buque para zarpar en la noche. A las 22h 25 m, regresa la
lancha "Machala" para acoderarse a la banda de babor, donde se la asegura para
llevarla abarloada al puerto de Guayaquil de orden Superior. A las 22h 30 m zarpó de
Hualtaco con dirección a Puerto Bolívar; en donde atraqué al muelle a las O h 30 m del
día 3 de los corrientes, a esperar marea. A las 5 h, desatraco del muelle y enrumbo a
Guayaquil, llegando a este puerto a las 14h 45 m.
El buque salió de Guayaquil, a las 20h 30m., del día antes indicado, iniciándose así la
serie de acontecimientos que siguieron, marcando el heroico historial de esta nave.
Es inexplicable que mientras el aviso "Atahualpa" ya, en esta fecha, vivía la clara
situación de beligerancia por la que atravesaba el país, el Mando Superior Militar no
haya anulado la orden dada al "Presidente Alfaro" de realizar el recorrido por el
Archipiélago y que la orden para que el "Calderón" se prepare para el recorrido de faros
y boyas siguiera vigente. Este es un asunto que lo hemos mencionado en forma repetitiva,
porque es necesario tenerlo presente para el Juicio de la Historia.
Pero este estado de indefensión que sufría el Ecuador, también era, y es por sus
consecuencias, advertencia a los poderes del Estado sobre la importancia del poder militar
Terminado el embarque zarpamos a Puerto Bolívar a las 20h 30 m del día 8 de julio
del presente año, convoyando a las motonaves Esmeraldas y Jambelí; durante la travesía,
no hubo novedad que mencionar a parte de las de navegación; se navegó desde Puná
con las luces apagadas en pleno zafarrancho de obscurecimiento y el buque en
zafarrancho de combate. A las 4h 20m atracó el buque al muelle de Puerto Bolívar,
donde se demoró el buque, ya que los oficiales saltaron a tierra. Zarpé de Puerto Bolívar
a las 6h am. con 4 horas de vaciante, razón por la cual no se sigue directamente a
Hualtaco, sino que fondié en Puerto Pitaya en espera de marea, ya que la sección
comprendida entre este puerto y Hualtaco es muy seca y el buque iba calando 6 pies. Se
fondeó a las 7h 30m, levo y zarpo a las 12h 30m a Hualtaco.
Recibo orden del Mayor Rosero de ira la Pitaya y traer un contingente de carabineros
y estar a las 5h del 10 de julio; aprovechando de la marea zarpo a las 17h 25 ni. con
rumbo al puerto indicado, fondeando a las 19h 45m, con un viaje sin novedad.
El día 13 por orden del Comando de la V Zona salgo a hacer un recorrido por todo el
Archipiélago de Jambelí a las 09h 55m.; a las 12h 50m. fondié en Hualtaco a esperar
marea y pedir 100 cartuchos anticarro para la Breda, los que son conseguidos; a las
16h 40m leva y zarpe para continuar el recorrido a la Payana, donde las guarniciones
ecuatoriana y peruana estaban frente a frente y separadas por la boca de Carcabón. A
diez millas de distancia fue notada la presencia del "Atahualpa", por el ruido que hace
el escape de la máquina, por lo que la cañonera peruana del porte del "Calderón",
según pude observar con los prismáticos, empezó a navegar pegada a la orilla de la isla
Carcabón y en dirección opuesta a la nuestra con unos 45 grados de inclinación de
nuestro rumbo; después de 20 minutos de navegación la cañonera se ocultó detrás de la
isla denominada Carcabón y al otro lado de un extenso bajo se avistó una lancha separada
de la cañonera 1 1/2 milla.
El personal cumpliendo mis órdenes cubría sus puestos de combate y con las piezas
listas a abrir fuego y ronzadas al enemigo, en caso de ataque; en estas condiciones y a
pesar de que la lucha iba a ser desigual y apoyado en la decisión y alta moral de la
tripulación, ordené seguir avante hasta colocarnos a una distancia de 100 metros de la
cañonera y 150 metros de la lancha peruana. Con la mayor decisión ordené al timonel
caer a babor a fin de mejorar la situación de fuego o sea con la proa hacia la cañonera
y utilizar en el máximo la eficiencia de la Breda y una ametralladora y dejando por la
amura de estribor la lancha que le apuntaba una ametralladora y 6 fusiles. En estas
condiciones demoramos 30 minutos sin que se note el menor intento hostil de parte de
los cobardes peruanos. Salí de Payana a las 17h40m dejando sus aguas con rumbo a
Bella Vista, Costa Rica y San Gregorio, sin encontrar por estas zonas ninguna novedad.
146 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Como tuve conocimiento por información del Teniente Pérez que hacía guarnición
en la isla Matapalo que por las noches lanchas peruanas al igual que una cañonera
traficaban por la boca de Huaquillas, de nuestra propiedad, resolví fondear el buque a
las 21h del mismo día en plena boca. El personal al igual que los oficiales dispuse
montar guardia en la noche en zafarrancho de combate y con el buque completamente
oscurecido; ávidos de castigar al usurpador de nuestro suelo, desgraciadamente no se
registró ninguna novedad.
El día 14 de julio zarpó a las 07h 15m, nuevamente de la boca de Huaquillas con
rumbo a Payana a constatar si el enemigo estaba en aguas territoriales (ecuatorianas)
y si sucedía así, castigarlo. Como se trataba de presentar al "Atahualpa" más respetable
por su armamento, ante el enemigo simulé un cañón en la toldilla valiéndome de un
tanque de petróleo vacío, que servía de pedestal, una pipa y un palo, los cuales dispuse
de tal manera que cubiertos con una lona presentaran al aspecto de un legítimo cañón,
a la distancia; además dispuse que dos grumetes vayan de sirvientes del mencionado
seudo cañón. Se llegó a la mencionada isla a las 08h. y no se encontró a la cañonera ni
a la lancha; inmediatamente destaqué al Alférez Yavar en la chalupa para que averigüe
a 4 soldados nuestros que hacían guarnición frente a los peruanos, sobre las naves en
mención; a lo que contestaron que tres cuartos de hora antes de nuestro arribo habían
salido con dirección a Puerto Pizarro. A las 08h 25m zarpé en cumplimiento de las
instrucciones recibidas por el Comando de la V Zona, directamente a Puerto Bolívar y
llegué a las 12h; donde inmediatamente acerqueme al telégrafo para elevar el parte
correspondiente; el día 15 permanecimos en puerto y se embarcó en el "Calderón",
transbordado al hospital por prescripción médica al Sargento Contramaestre Sambonino,
a las 17h 30m.
El día 22 zarpó a las 05h a dejar 8 hombres al puerto de Pitaya cumpliendo órdenes
del Comando de la V Zona; llegamos a las 06h 10m donde se desembarcaron los 8
hombres y 50 galones de agua de bebida; a las 06h 30m salimos de dicho puerto con
dirección a Puerto Bolívar a esperar órdenes, según instrucciones del Comando de la V
Zona Militar. A las 07h 50m atraco al muelle de Puerto Bolívar. El mismo día y por la
noche a las 21h 00m y al Sur Este del compás de a bordo se avista un intenso resplandor
que alarma a los moradores del puerto, por jamás haber visto cosa igual; en vista de la
situación inmediatamente comuniqué dicha novedad al Jefe de la V Zona, sugiriéndole
a la vez que pida un avión para una inspección aérea y autorización para salir con el
"Atahualpa" a inspeccionar por el Golfo y desatraqué del muelle al recibir la orden de
LA EPOPEYA DE LA ARMADA 147
salir, a las 21h 30m en una noche oscura y en zafarrancho de combate; llegamos hasta
una distancia de 6 a 7 millas del faro de Jambelí hacia el Sur; el resplandor en cuestión
se apagó y como no encontrara nada anormal, decidí regresar al puerto de salida a
cuyo muelle atraqué a las 00h 30m del día 23.
Durante toda la madrugada del día 23 se oyó un insistente estampido de cañones que
se prolongó en lo posterior. Esperaba órdenes a bordo del buque a mi mando. A las 08h
50m. del mismo día, de súbito aparecen en el cielo de Puerto Bolívar cuatro aviones de
nacionalidad peruana, sin dar tiempo a desatracar el buque; en estas circunstancias y a
la velocidad del rayo cumplió el personal la orden que imparto (de personal a sus puestos)
yo como Comandante y en vista de que mi ubicación en el puente era innecesaria,
inmediatamente subí al magistral, donde estaba emplazada una ametralladora, para
dirigir el fuego, ya que el Oficial Artillero, Alférez Yavar se encontraba en el puerto de
Guayaquil por orden superior; mientras esto se hacía, los aviones enemigos, volando a
200 metros de altura y pasando por la banda de babor, descargaron cuatro ráfagas de
ametralladora, a lo que instantáneamente di orden de fuego. Envista del pequeño ángulo
de tiro que tenía el armamento del "Atahualpa", porque el sol y la casita del muelle lo
impedían, se pudo tan solo disparar dos proyectiles con el cañón Breda y una ráfaga de
ametralladora de cada una de las que a bordo había, convenientemente emplazadas en
la toldilla y en el magistral y en las que actuaban como Jefe de pieza el cabo 1° Floresmilo
Verdesoto y el Grumete Chalá.
Las novedades para el 24 de julio de 1941, son las siguientes, y día en que el aviso
"Atahualpa" con su heroica tripulación rubricaron con letras de oro la historia de la
delicada misión que cumplía en aguas del Archipiélago de Jambelí. A las 07h se embarca
el Alférez Yavar que venía de Guayaquil a bordo de la motonave "Olmedo". A las 12h.
asoman cuatro aviones peruanos, por lo que inmediatamente ordené al personal a sus
puestos de combate, máquina atrás y largar las tiras de atraque con el fin de poder salir
del muelle; en tres minutos, después de que la máquina respondió y el buque comenzó a
dar marcha atrás, mientras la aviación ametrallaba al aviso "Atahualpa" y lanzaba un
grupo de 3 bombas que cayeron a 25 metros de la popa del buque sin ocasionar ningún
daño; en dos minutos más, logré salir con el buque del muelle, para combatir en
movimiento, mientras las balas de metralla y bombas acorralaban al buque; este combate
duró 15 minutos sin que la aviación peruana logre impactar la nave y amilanar la valiente
y heroica decisión de la tripulación. A las 12h20m. se dirigieron al frente a bombardear
nuestras tropas, dato que se supo por telégrafo cuando atraqué al muelle con el fin de
dar parte al Comando de la V Zona sobre lo ocurrido. Inmediatamente regresé a bordo
sabiendo que Puerto Bolívar no había sufrido nada por el ataque, ya que el propósito de
la aviación enemiga no era ese, sino el de vengar al aparato derribado el día 23 y
anular la única defensa naval que tenía tanto el puerto como el Archipiélago, ya que
ninguna incursión ni abuso se permitieron los peruanos mientras el aviso "Atahualpa"
hacía su recorrido. Como Comandante de la nave tenía que dar ejemplo de valor y
serenidad y en todo momento lo único que recomendaba a la tripulación era serenidad,
ya que valor existía por demás. Desatraqué inmediatamente del muelle con el fin de
esperar al enemigo y en condiciones favorables a pesar de lo desigual de la contienda.
Del puente, que es el lugar que me correspondía como Comandante, dirigía a la
tripulación palabras de estímulo y al mismo tiempo me sentía hondamente satisfecho de
comandar un buque cuya tripulación esperaba impaciente y serena al enemigo, ávida de
castigarlo. Y es así como a las 14h. nuevamente asoman los cuatro aviones peruanos en
persecución del "Atahualpa" y se entabla la lucha aéreo-naval; nos atacan con
ametralladora en picada hasta más o menos 150 metros de altura por todos los costados
y que gracias a su mala puntería caían tan solo a escasos metros del costado del buque;
sin embargo, el peligro no preocupaba al personal del aviso "Atahualpa", sino al ardoroso
deseo de destruir y mantener alejado al enemigo para anular la efectividad de su firego.
Las miradas de todos a través de los aparatos de puntería seguían a los aviones en el
deseo de que los proyectiles tocaran el objetivo enemigo. En ese ataque no arrojaron
bombas y duró 25 minutos; mientras duraba el ataque procuraba hacer zig-zag y
evoluciones con el buque. Atraco al muelle y aseguro el buque con una tira a fin de que,
en caso necesario, desatracar lo más rápido y me dirijo al telégrafo a participar al
Comando de la V Zona y al Presidente de la República; en ese momento supe que 8
aviones asediaban el frente de nuestras tropas con ráfagas de ametralladoras y bombas
y que nuevamente se dirigían para Puerto Bolívar; sabedor de esto emprendí la carrera
hacia el muelle, desatraqué el buque y fui al frente a recostarlo en los manglares con el
objeto de cerciorarme de cual era el propósito del enemigo; efectivamente, a las 15 h30m.
nuevamente asoman los cuatro aviones peruanos, hicieron una evolución sobre el puerto
sin atacarlo y en cuanto localizaron al aviso "Atahualpa" se lanzaron al ataque, a lo
cual inmediatamente ordené máquina avante para dar encuentro al enemigo. Este fue el
más fuerte de todos, pues además de las incesantes ráfagas de metralla que caían
LA EPOPEYA DE LA ARMADA 149
alrededor del buque, lanzaron cuatro grupos de bombas cada uno, que cayeron uno a
popa a babor; otro a proa a babor, levantando columnas de agua de más o menos 20
metros de altura y tan cerca del buque que al explotar lo hacían estremecer y mojaban la
cubierta. Los otros dos grupos cayeron a una distancia de cuarenta o cincuenta metros.
Mientras duraba el combate las tres piezas se dañaron, quedando anulada la defensa
del buque, pero esto no fue motivo para que los valerosos marineros se amilanen, sino
que a la brevedad posible y con la mayor serenidad arreglen las piezas para habilitarlas
y continuar el fuego. Las bombas que nos arrojaron, se veía claramente, eran de mano,
porque después de la picada se observaba que uno de los tripulantes de los respectivos
aviones lanzaba con la mano; mientras tanto calculando más o menos donde iban a
caer, impartía órdenes al timonel que caiga a una u otra banda.
Este combate duró tres cuartos de hora. Debo poner de relieve la actuación del
Alférez Yavan que fue quien durante el combate recorrió las tres piezas con el fin de
repararlas, mientras se contrarrestaba el fuego del enemigo únicamente con sus fusileros.
Debo anotar además que la presencia del "Atahualpa" en Puerto Bolívar impidió
que bombardeen el muelle, donde se encontraba material explosivo y combustible.
Terminado el combate a las 16h 15m., atraqué al muelle, observando en el rostro de
cada tripulante una sonrisa de triunfo y satisfacción y el pueblo de Puerto Bolívar que
se agolpaba en masa en el muelle a felicitarnos y a inquirir si no había ocurrido ninguna
desgracia personal, ya que ellos del puerto habían espectado la fiereza de la lucha y que
en momentos le veían navegar al aviso "Atahualpa" entre gigantescas columnas de
agua producidas por la explosión de las bombas. Pasé revista al personal sin encontrar
ninguna novedad, luego después al buque, encontrando tan sólo impactos de una ráfaga
detrás del puente y a corta distancia donde yo iba dirigiendo la navegación del buque y
dando palabras de estímulo a la tripulación. Una vez terminada a bordo mi misión como
Comandante fui a dar parte al Jefe de la V Zona y al Presidente de la República, de la
lucha librada, malas condiciones del armamento y escasez de municiones. En vista de
lo cual la tripulación en correcta formación y disciplinadamente, a las 20h me puso de
manifiesto las condiciones desfavorables en que el buque había quedado y que era preciso
fortalecer la defensa antiaérea al igual que los pertrechos. Efectivamente como
Comandante, ya había previsto la situación desfavorable, pero no me correspondía
manifestar a la tripulación, sino por el contrario hablarles de condiciones favorables;
pero como la tripulación se había dado cuenta y disciplinadamente me lo manifestó,
comuniqué al jefe de Zona que iba esconder el buque hasta que venga el refuerzo, por lo
que a las 2 de la mañana del día 25 zarpé de Puerto Bolívar a Punta Española. A las 7h
el cielo estaba nublado, pero claramente se oía el ruido de los motores de aviones que
por dos veces pasaron sobre el "Atahualpa" por lo que decidí, para mayor seguridad,
dirigirme a Puná y en caso de un ataque atracar a un buque norteamericano que se
encontraba fondeado ahí, ya que las condiciones en que había quedado el "Atahualpa"
no le permitían presentar frente al enemigo. Por la noche del mismo día ocultado por la
oscuridad iba a regresar a Puerto Bolívar a recibir órdenes del Comando de la V Zona
y en circunstancias en que a las 19h me dirigía al puerto mencionado, apercibí unas
señas que se hacían de tierra, a lo cual me acerqué a Puná, en primer lugar para dejarlo
150 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
ahí al Alférez Game, Jefe de Máquinas del aviso "Atahualpa" por estar completamente
enfermo; y saber de que se trataba; un empleado del Resguardo me entregó un
radiograma, mediante el cual el Comandante de Marina ordenaba el retorno del
"Atahualpa" al Puerto de Guayaquil, de tal manera que la proa a Puerto Bolívar se
cambió a Guayaquil, llegando a las 23h 30m.
Según informe del Jefe de Máquinas, Alférez de Fragata Humberto Game Peña, a
consecuencia del bombardeo las revoluciones de la máquina habían disminuido, por lo
que creyendo habían sufrido el casco y la hélice solicité a esa Comandancia la inmediata
subida a parrilla del buque, para la revisión de las partes mencionadas. Esto es todo
cuanto puedo decir en honor a la verdad sobre las novedades ocurridas desde el día 7
hasta el día 25 de julio.
En este mismo día, el cañonero "Calderón también finalizaba con heroica acción su
campaña en aguas de Jambelí; su vieja máquina sufrió las consecuencias del esfuerzo
desplegado para mantener en alto el honor de su bandera y de sus hombres, y es sobre
este episodio de nuestra historia lo que a continuación sigue.
El oficio del 8 de julio de 1941, suscrito por el Comandante Interino del cañonero
"Calderón", Teniente de Fragata Rafael Morán Valverde, solicitando al Comandante de
Marina, Capitán de Fragata Francisco Fernández Madrid, que hiciera las gestiones para
que se enviara las asignaciones presupuestarias no entregadas hasta esa fecha y otras
pequeñas cantidades necesarias para el alistamiento del buque para la emergencia bélica
que ya vivía la Nación, es un documento importante para establecer la falta absoluta de
preocupación de las autoridades gubernamentales por la defensa de la Nación y su
incomprensión de la gravedad de la situación; lo que sí era evidente para el Comandante
Morán y para todos aquellos oficiales y tripulantes que, pese a las limitaciones materiales
de los buques, estaban dispuestos a cumplir con su deber, para lo que sólo pedían los
medios indispensables para colocar al buque en la mejor condición posible para combatir.
La decisión del Comandante del "Calderón" de alistarlo para el combate era aún más
evidente al tomar en consideración el pedido que, en esa misma fecha, hace al Arsenal de
Marina para la construcción de una tapa de combate para el cubichete de la toldilla, y al
Servicio Hidrográfico, el préstamo de un telémetro.
152 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Dos días más tarde, el 10 de julio, informaba al Comandante de Marina que había
recibido del Depósito de Artillería, según lo ordenado por esta autoridad, determinadas
cantidades de proyectiles para cañones Krupp de 8.8 c/m y de 7.85 c/m. No determina
en dónde recibió este material de artillería del Ejército, ni la fecha, ni destinatario. Es lo
más probable que fue en Guayaquil, porque no hemos encontrado un documento que
indique que el "Calderón" se haya movilizado antes del día 12.
"Para informar a Ud.: 1°.- Haber dado cumplimiento a las instrucciones enviadas
por Ud., en oficio N° R 15 - 591 confidencial; 2°.- Que dada la urgencia del viaje, el día
12 en la noche se recibió del Depósito de Artillería de Punta de Piedra, lo siguiente:
Para cañón Armstrong 76/40.- 75 Vainillas. - 75 Cargas de combate. - 20 Adaptadores. -
80 Estopines de percusión.- 65 granadas comunes.- 50 Espoletas de base.- 5 tarros de
metralla.- Para cañones Holchkiss 23 tiros.- 2 Cajas para transporte.- 3°.- Que el día 14
del presente, el señor Oficial de Mar de 3° Radio Operador Miguel A. Soto, fue enviado
a Guayaquil, por haber sido afectado de congestión pulmonar y no haber medicinas
para tratarlo a bordo.- 4°.- Que el día 13 y 15 del presente se hicieron las pruebas de las
colizas de proa y popa respectivamente; después de haber efectuado un disparo con
carga de combate, resultaron rotos los mecanismos de dar fuego de percusión.- Igual
prueba se hizo con los cañones 47/40, en estos, los estopines no dieron fuego, arrojándose
al agua los 2 tiros que fallaron.- De las pruebas efectuadas, informo que los estopines de
percusión de los cañones 76/40 no dan fuego y lo mismo que los estopines de los tiros de
los 47/40.- Agradecería que en vista de las actuales circunstancias, ordenar al Jefe del
Depósito de Artillería de Punta de Piedra, entregar a este buque, un cierre para cañones
76/40 y dos aparatos de dar fuego.- No es demás hacer conocer a Ud. que los cañones
de este buque tienen un desgaste inmenso en todas sus piezas. Además, que con el
LA EPOPEYA DE LA ARMADA 153
personal de planta, no se puede cubrir toda la artillería, y que la preparación del personal
es pésima por falta de instrucción.-. 5°.- Adjunto al presente, por duplicado, los cuadros
de tiempo y millas navegadas y de consumos de combustible y lubricantes ". 7
Este informe no contiene ningún dato aclaratorio sobre las instrucciones del
Comandante de Marina, citadas por el Comandante del cañonero "Calderón", y es solo
por el título del anexo al Oficio No. R15-361 suscrito por el Teniente de Fragata Morán,
que se puede inferir que el citado buque estuvo en el golfo entre el 12 y el 16 de julio, con
el propósito de verificar la presencia de buques peruanos y evitar sorpresas sobre los
transporte con tropas que se intentaba llevar a Puerto Bolívar por vía marítima.
En efecto, el 15 de julio a las 18h, desembarcaron en Puerto Bolívar 576 soldados del
batallón "Carchi" con 1 jefe y 13 oficiales; y 47 soldados de artillería para formar al
Grupo "Mariscal Sucre". En total eran 638 hombres los que fueron transportados en
buques de cabotaje en esta ocasión, sin que afortunadamente fueran interceptados por
los buques de guerra enemigos.
Por segunda vez, en el mismo mes, el Comandante Morán, los oficiales y tripulantes
del legendario cañonero "Calderón" debieron, por imperativos de la situación y por su
honor, arriesgar sus vidas en un combate, sin tener la certeza del buen funcionamiento de
su armamento principal.
El 24 de julio, a las 23h 03 m., el cañonero "Abdón Calderón" zarpó del puerto de
Guayaquil con destino a Puerto Bolívar, escoltando un convoy formado por las naves
mercantes "La Pinta", "Olmedo" y "Daisy Edith" que transportaban 500 hombres de la
Guardia Nacional, todos reclutas de Guayaquil, 280 carabineros y un cargamento de
material de guerra, incluyendo 600.000 cartuchos para fusil; los mismos debían ser
distribuidos entre los guardias nacionales, quienes iban con su respectivo fusil, pero sin
munición.
Ese mismo día, en la tarde, el Comandante Rafael Morán Valverde había recibido las
primeras instrucciones escritas del Comandante de Marina Francisco Fernández Madrid,
sobre la operación que debía ejecutar, las que fueron complementadas con nuevas
instrucciones impartidas por escrito por la citada autoridad naval, en la noche del mismo
día 24, pocos minutos antes de la salida del convoy. Estos dos documentos los
transcribimos textualmente a continuación:
"1° El buque a su mando deberá estar listo para zarpar hoy a las 18 horas, fondeado
frente al Muelle Fiscal.
2° Zarpará tan pronto reciba el parte del convoy listo que se lo dará esta Comandancia
a su Ayudante.
M/N "Daisy Edith", los cuales seguirán a Ud. en línea de columna y a una milla de
distancia uno a otro.
4° Ud. viajará desde Puná con luces apagadas, pero las tendrá lista, encendidas
para colocarlas en su puesto, si se le presentara una nave mercante navegando en ruta
encontrada a su proa.
6° Caso de encontrar a su paso al enemigo, Ud. comunicará por radio a los demás
buques de su convoy para que apaguen todas las luces y traten de avanzar a Puerto
Bolívar de ser posible; entre tanto Ud. abrirá fuego contra el enemigo hasta tanto el
convoy se haya puesto a salvo y sostendrá la acción a despecho del propio sacrificio
con tal fin.
7° Si es aéreo el enemigo que intentase atacar al convoy, Ud. romperá el fuego con
todas sus ametralladoras ZB y Breda y aún con fusilería.
8° Llegado a Puerto Bolívar fondeará, si aún a su llegada sigue amparado por las
sombras, pero en cuanto ya sea de día virará ancla y permanecerá sobre su máquina,
listo a ponerse en movimiento y atacar con su armamento al enemigo aéreo o naval que
se presentara e intentara atacar a su buque o a los mercantes en el muelle; no terminará
sino cuando se haya desembarcado el último hombre y el último bulto.
10° Ud. se comunicará por radio y en clave con esta Comandancia de Marina cada
tres horas, atendiéndose a la llamada convencional sin nombrar a su buque ni a esta
Comandancia y de la cual tiene conocimiento su radio operador; el parte será lacónico
y durará esta orden hasta cuando su comisión de convoy haya terminado.
Parodi) que conducirá a Puerto Bolívar 250 hombres que se embarcarán en la ciudad
e indumentaria que fuere necesaria, 30 toneladas que embarcarán en Durán, 2 camionetas
que la embarcará la casa Gallardo. La Motonave "Daisy Edith" (del señor Romero)
que conducirá a Puerto Bolívar 250 hombres que se embarcarán en esta ciudad, 15
toneladas que se embarcarán en Durán. Todo lo cual encarezco se digne hacer llegar a
los oficiales encargados de los embarques en referencia. 9
Orden del Convoy. Estas naves deberán zarpar de este puerto convoyadas por el
cañonero "Calderón". El cañonero "Calderón" estará fondeado frente al muelle
fiscal hoy desde las 6 pm. en espera de que el Teniente Ángel Valdez comisionado de esta
Comandancia le dé parte que el convoy está listo a zarpar.
Los motoveleros "Pinta" "Daysi Edith" y "Olmedo" deberán con las tropas
embarcadas en las proporciones indicadas salir a Durán a las 6 p.m. para embarcar con
esa misma tropa los materiales embarcados por la ferroviaria, tarea en que los capitanes
de las naves se atendrán a las órdenes del Mayor Jiménez, comisionado por el Comando
de la Zona Militar y asesorado por el Teniente Valdez, comisionado por esta Comandancia
de Marina, quienes en lo posible distribuirán la carga entre las naves indicadas, en las
proporciones establecidas en la parte correspondiente de esta nota. Una vez terminado
el embarque de todo el material los oficiales comisionados se embarcarán en la lancha
"Mechita" a sus órdenes y ordenarán que dichas naves en línea de fila se pongan al
pairo a popa del cañonero "Calderón" en el siguiente orden: motonave "Olmedo",
motonave "Pinta", motonave "Daysi Edith".
Cada nave del convoy en el orden indicado en el párrafo 4°, zarpará 6 o 7 minutos
después de la que le antecede. En el viaje tratarán de mantener, en lo posible la distancia
de dos a tres kilómetros (una o dos millas), deberán ir con las luces de posición encendidas,
pero las demás completamente apagadas.
El Comandante de Marina
Francisco Fernández Madrid
Capitán de Fragata Ej."'°
9 Los capitanes de estas naves mercantes eran: De "La Pinta", Jorge Game B.; de la "Olmedo", Teodoro
Brito C., y de la "Daysi Edith", Pascual Villón. Los dos primeros, oficiales de la Armada en servicio pasivo.
10 Archivo Histórico del INHIMA.
LA EPOPEYA DE LA ARMADA 157
A las 1730 horas del 24 de julio de 1941 el "Calderón" desatracó del muelle del
Arsenal de Marina y fondeó a las 1800 horas frente al muelle Fiscal en espera de la
notificación del Teniente de Fragata Ángel Valdez que estaba coordinando el alistamiento
de los tres buques mercantes anteriormente nombrados.
Desde las 2100 horas una banda del Ejército tocaba en el muelle fiscal, despidiendo
a las tropas que se embarcaban para ir a la frontera. La radiodifusora de El Telégrafo
daba detalles de los preparativos para el zarpe del convoy que iba a escoltar el
"Calderón". Esto fue una valiosa información para el enemigo que felizmente se retrasó
para interceptar y destruir el convoy".
Así relataba, cincuenta años después, el Capitán de Fragata don César Endara
Peñaherrera, los acontecimientos previos a la salida del convoy en la noche de ese 24 de
julio; y quien mejor que él para hacerlo, por su condición de protagonista de estos sucesos,
como Segundo Comandante del cañonero "Calderón" con el grado de Alférez de Fragata
que entonces tenía."
A las 23 03 del día 24 zarpó el "Calderón" seguido de los tres transportes: el "Olmedo"
cuyo Capitán era el Capitán de Corbeta (Rt) don Teodoro Brito Casilari; "La Pinta" al
mando del Capitán de Corbeta (Rt) don Jorge Game Bustamante y el "Daisy Edith" con
su Capitán don Pascual Villón.
El Capitán del motovelero "La Pinta" don Jorge Game Bustamante era hermano del
Teniente de Fragata don Abraham Game Bustamante, el Jefe de Máquinas del cañonero
"Calderón".
11 El documento original fue remitido por el Capitán de Fragata don César Endara Peñaherrera al autor de
este libro, con motivo del cincuentenario del combate de Jambelí y fue publicado en la Revista del Instituto
de Historia Marítima No. 11. Copia del mismo consta en el Archivo Histórico del I NHIMA y el original en el
del autor.
158 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Del libro del autor peruano Humberto Araujo Arana transcribimos lo que a continuación
sigue:
"Tengo el agrado de transcribir a Ud. el telecable recibido a horas 1.30, cuyo tenor
es el siguiente:
Mientras tanto el Comandante de la Escuadra del Perú, Capitán de Navío don Grimaldo
Bravo, a bordo del crucero "Coronel Bolognesi", había recibido el día 22 de junio la
Orden de Operaciones del Agrupamiento Norte, No. 3 emitida el 20 del mismo mes para
ejecutarse al día siguiente.
El destructor "Almirante Villar", que con el "Coronel Bolognesi" formaban una unidad
táctica, estaban el día 22 en el puerto de Zorritos, desde donde zarparon el 23 para efectuar
un patrullaje hasta Capones y de ahí se dirigieron a Puerto Pizarro a donde llegaron a las
13h. 57m. el mismo día.
Por disposición del Capitán de Navío Grimaldo Bravo el destructor "Almirante Villar"
permaneció en Puerto Pizarro, mientras el crucero "Bolognesi" se dirigía a Talara para
reabastecerse de agua y víveres; llegando a este puerto a las 7h. 31m. del día 24.
A las 12h. 40m., el crucero zarpó de Talara con rumbo a Zorritos en donde dio fondo
a las 22h 18m.
12 Con esta nueva orden se iniciaba la ejecución de la orden ya citada, impartida el día anterior por el
General Ureta desde Tumbes de impedir la llegada de todo barco a Puerto Bolívar.
13 El Oficial del Ejército del Perú Humberto Araujo Arana, en el libro titulado "Antecedentes y choques
fronterizos, ocupación y desocupación peruana del territorio ecuatoriano", del cual es autor, al transcribir
el Parte del Comandante del "Villar" sobre el combate del 25 de julio, expresa que este buque había
zarpado del Puerto de Zorritos, dato que no coincide con lo arriba expresado en relación a los movimientos
previos de los dos buques peruanos, que determinan que el destructor "Villar" estaba en Puerto Pizarro,
en esa mañana del 25 de julio de 1941, versión que ha sido confirmada por la Armada del Perú.
160 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Lo que se efectuó a las 17.59 horas del día 23. A las 0731 horas del día 24 se llegó a
Talara procediéndose a amarrar inmediatamente para recibir en el muelle 40 toneladas
de agua dulce y 4.500 raciones frescas, zarpando de Talara el día 24 a las 1200 horas y
fondeando en Zorritos a las 22.18 horas del mismo día. En la madrugada del día 25, se
recibió el despacho anexo (g) zarpando el buque (el Bolognesi) en las primeras horas
de la mañana para Jambelí, ordenándose al B.A.P "Almirante Villar" que hiciera un
patrullaje hasta Boca de Santa Rosa, seguido por el B.A.P. Bolognesi que navegaba a la
velocidad de 10 nudos por tener un pequeño desperfecto en su máquina".
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E combate naval de Jambelí
LA EPOPEYA DE LA ARMADA 161
El combate de Jambelí
A las 11h 03 m. del 25 de julio de 1941, a bordo del destructor peruano "Almirante
Villar" se avistaba al cañonero ecuatoriano "Abdón Calderón", que navegaba con rumbo
norte y a tres millas del faro de Jambelí.
Doce minutos después, el vigía del cañonero ecuatoriano, cabo 1° Enrique Portocarrero,
anunciaba la presencia de un buque no identificado que se acercaba a gran velocidad por
la cuadra de babor, con la aparente intención de cortarle la proa; luego fue identificado
como un destructor peruano. Era éste el "Almirante Villar".
1° Que el 24 del presente, a las 2303 horas zarpamos a Puerto Bolívar; convoyando
a los buques nacionales, que menciona en las instrucciones enviadas por Ud. a las 1700
horas del mismo día.
3° Durante la travesía no hubo mayor novedad. A las 0600 horas del día 25 llegamos
hasta la boca de Jambelí, donde constatamos la ausencia de buques enemigos. Como el
primer buque del convoy se encontraba retrasado, regresamos a convoyarlo más de
cerca, hasta que entró en la boca. Luego regresamos a convoyar en igual forma al
motovelero "La Pinta", con el cual entramos hasta Puerto Bolívar, fondeando a las
0838 horas, permaneciendo allí para proteger el desembarco contra posibles incursiones
aéreas.
162 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
El tercer buque del convoy llegó sin novedad a las 1000 horas.
A las 1025 cuando ya había terminado el desembarco se da alarma de incursión
aérea y para poder tener campo de maniobra levamos y zarpamos hacia el Golfo a las
1025 horas.
4°A las 1115 horas cuando nos encontrábamos navegando con rumbo norte y a una
distancia aproximada de tres millas del faro de Jambelí, el vigía anunció la presencia de
un buque a la cuadra de babor y que navegaba con la proa hacia el buque de mi mando,
como también el humo de varios buques que se presume era el resto de la escuadra
peruana. En ese instante el personal se preparaba para ejercicios de artillería. El
buque avistado visiblemente aumentó su andar; cambiando varias veces de rumbo y con
manifiestas intenciones de cortar nuestra proa. Cuando el buque se acercó más se le
reconoció ser un destroyer de bandera peruana, por lo cual ordené caer a estribor
cambiando 180 grados el rumbo. Simultáneamente también el enemigo cayó a estribor
navegando luego a un rumbo paralelo al nuestro. A las 1125 se ordenó zafarrancho de
combate y a las 1130 el enemigo rompe los fuegos con un cañón de proa. Al verse el
fogonazo del primer disparo se ordena fuego, repeliendo al primer momento con un
nutrido fuego de nuestra artillería. El combate se prolongó hasta las 1146 horas, instante
en el que nos ocultamos tras la boca de Jambelí.
La contienda fue absolutamente desigual, pues se sostuvo la acción únicamente con
un cañón de 3" y dos antiaéreos de 20 nan, ya que el cañón de popa falló después del
primer disparo, que posiblemente impactó en la popa del buque atacante. También se
cree que el cañón antiaéreo de popa hizo varios impactos en la superestructura del
enemigo.
Nuestro buque no sufrió daño alguno, a pesar de que los piques del enemigo estaban
correctos en deflexión y apenas 20 metros largos y cortos.
Es mi obligación hacer conocer la heroicidad con que combatió la tripulación, que
en todo momento supo cumplir con su deber; como también la diferencia absoluta del
material, pues que, de las pocas cargas que llevamos, solo respondieron el 30%.
Terminada la acción fondeamos en Puerto Bolívar a las 12 :11 horas. Para mayor
comprensión acompaño un croquis de los movimientos de los buques y lugares exactos
del combate.
5° Encontrándonos fondeados, a las 1342 horas se rompen los fuegos contra dos
aviones enemigos que tratan de atacar al buque, obligándolos a huir después de 15
minutos de nutrido fuego de artillería antiaérea. En espera de los aviones enemigos
permanecemos en continuo movimiento frente al puerto hasta las 1600 horas que volvemos
a fondear.
6° A las 0025 horas del 26, zarpamos oscurecidos y en zafarrancho de combate
rumbo a Guayaquil, convoyando a las mismas naves. Sin tener novedad fondeamos en
ese puerto a las 0729 horas; atracando a las 1034 horas al muelle del Arsenal de Marina.
7° Reconociendo el valor con que combatieron el Sargento 2° Contramaestre Gabino
Portocarrero, Cabo 1° Enrique Portocarrero y Cabo 2° Eduardo Hidalgo, quienes se
LA EPOPEYA DE LA ARMADA 163
encuentran arrestados en este buque, me permito insinuar a Ud. interceda ante quien
corresponda para obtener la libertad de los detenidos.
8° También hago conocer a Ud. para que a su vez informe a la Superioridad la
eficiente y valerosa cooperación del personal del Grupo Antiaéreo que presta servicios
en esta Unidad.
Honor y Patria
El Comandante Int. Del Buque
Rafael Morán V
Teniente de Fragata" 14
1. Cumplo con remitir a Ud. el parte del combate librado el día de hoy con el buque
de guerra ecuatoriano "Calderón".
2.- Por despachos de referencia a), b), c), d) y e) esa Comandancia estuvo informada
de todos los movimientos del buque de mi mando.
3.- Por referencia e) comunique que me trababa en combate con un buque ecuatoriano
el cual salía del Estero de Jambelí.
4.- Cumpliendo órdenes impartidas por esa Comandancia General se zarpó del Puerto
de Zorritos a las 0730 horas al Rv 030° y velocidad 14 nudos, hasta que se marcó la isla
del Muerto al 22° verdadero, cayéndose al Rv 073° . A la altura de Punta Payana se
cambió al Rv. 133° con el fin de efectuar un reconocimiento conforme se comunicó por
referencia (b), al Rv 069° y se continuó navegando hasta las 1103 horas en que se avistó
un buque por la proa. Debido a la enorme refracción que en esos momentos existía no
se pudo apreciar el tipo y nacionalidad del citado buque, por cuanto tampoco llevaba
bandera, siendo necesario aumentar la velocidad y acercarse hasta 6.000 metros en que
se pudo identificar que se trataba de un buque ecuatoriano que salía de la Boca de
Jambelí cruzándonos la derrota.
5.- Al reconocernos el citado buque izó su pabellón al pico, girando 180° con el
objeto de buscar protección dentro de los canales, no quedando duda de que se trataba
de un buque de guerra ecuatoriano de regular tonelaje.
6.- A las 1119 horas nos hizo un disparo de cañón que cayó a 200 metros de nuestra
proa. Ante esta actitud maniobré cayendo a estribor a fin de poder emplear todos mis
sectores de fuego y ordenando a las 1120 horas romper los fuegos contra el enemigo, el
cual siguió combatiendo a la vez que avanzaba a toda máquina en dirección a Boca de
Jambelí.
8. - Las maniobras efectuadas tuvieron por objetivo dar a mis cañones el mayor
ángulo de fuego y dificultar la puntería del enemigo. Maniobras que fueron coronadas
por el éxito, ya que impactos enemigos cayeron donde momentos antes había estado el
buque.
LA EPOPEYA DE LA ARMADA 165
9.- Cuando aprecié que la persecución del enemigo era inútil, emprendí el regreso
al Rv. 251°, avistando al B.A.P. "Coronel Bolognesi" que navegaba por nuestro babor
de vuelta encontrada.
10.- Durante el combate entraron en fuego los cañones 1,2,3 y 4 de 101 mm, habiéndose
quemado 41 proyectiles Mina del lote 1933.
11.- Debido al rebufo del cañón No. 4 la orquilla del cañón No. 3 AA de 20 mm sufrió
una torcedura; habiéndose desmontado dicho cañón y colocándose en dicho lugar el
No. 2 AA de 20 mm por tener este lugar mayor sector de fuego antiaéreo.
13.- Hago constar a la Superioridad que todo el personal de este buque, tanto jefes,
oficiales como tripulantes, demostraron en todo momento de la acción su gran entusiasmo
y el más elevado espíritu patriótico, demostrando su disciplina en el fuego y en el
cumplimiento de todas las órdenes impartidas.
15.- Anexo al presente parte, remito un croquis de las maniobras realizadas ante el
enemigo durante la acción realizada el día de hoy.
2° Conforme a lo solicitado por Ud. cúmpleme aclarar los puntos siguientes referentes
al combate de Jambelí:
Una vez reconocido el buque enemigo, comprendiendo la intención que tenía éste de
atacarnos, ordené caer 180 grados para regresar a puerto. El enemigo que venía zig-
zagueando tratando de cortar nuestra proa cuando observó el cambio de rumbo que
efectuamos también cambió su rumbo, navegando desde ese instante paralelamente a
mi buque. Después de haber navegado aproximadamente dos millas en estas condiciones,
que le fueron propicias para hacer la estimación de los datos necesarios para sus aparatos
de control, y tomar una distancia telemétrica precisa, rompieron los fuegos con uno de
los cañones de proa.
Por consiguiente la distancia a que se rompieron los fuegos fue de 4000 metros.
Los cañones antiaéreos, después de la primera salva controlaban el fuego con las
trayectorias de los proyectiles, ya que estos tenían trazadores de humo. El cañón antiaéreo
de popa hizo varios impactos en las chimeneas del enemigo.
LA EPOPEYA DE LA ARMADA 167
Oficialidad del cañonero "Calderón" que participó en el combate naval de Jambelí, el 25 de Julio de 1941.
Sentados: TNFG Abraham Game, TNFG Rafael Morán Valverde y ALFG César Endara.
De pie: ALFG. Efraín Cornejo, ALFG Sergio Pazmiño, ALFG Manuel Nieto Cadena, ALNV-MD
Víctor Ludeña, Oficial de Mar de 3a. Víctor Morán Villena y ALFG Alfonso Darquea.
LA EPOPEYA DE LA ARMADA 169
La preparación del material y del entrenamiento del personal, estuvo a cargo del
Oficial del Detall Alférez de Fragata César Endara P. Debo hacer conocer a Ud. que
los estopines que se emplearon en el combate fueron cambiados de fulminantes y
recargados a bordo, y que por falta de tiempo no se constató el estado en que se
encontraban las espoletas.
Los impactos probables al buque enemigo son: uno a popa en la línea de flotación,
disparado por el cañón 76/40 mm. de proa. Un impacto en la cubierta y a popa hecho
por el cañón 76/40 mm., según afirma el culata de dicho cañón. Varios impactos en la
chimenea hechos por el cañón antiaéreo de popa.
Tomando en consideración que los cañones de 76/40 eran de tiro rápido y que el
personal disponible no era técnicamente preparado para colocar espoletas en el momento
del combate, se dispuso que cada uno de los cañones tengan una dotación de 20 proyectiles
170 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Honor y Patria
El Comandante Int. Del Buque
(fi Rafael Morán V
Teniente de Fragata"
Los posibles impactos que dice el Comandante Tudela haber observado son solo una
errónea deducción sobre el origen del humo producido por el rápido incremento de la
combustión en la caldera para alcanzar la máxima velocidad.
Además, existen otras fallas de menos importancia en las máquinas auxiliares, fallas
que se están ya reparando.
Con esto señor Comandante cumplo con dar a conocer a Ud. el estado en que se
hallan la caldera y las máquinas a mi cargo, después del forzamiento en el combate
naval del 25 del presente, y solicito a Ud. la debida autorización para comenzar estos
trabajos.
Honor y Patria
El Jefe de Máquinas del Buque
Abraham Game B."
Si la diferencia de poderes entre las fuerzas navales del Ecuador y Perú era
inconmensurable, desde antes de la iniciación del conflicto; después del 25 de julio, no
solo era así, sino que cualquier intento de oponerse a los buques de la escuadra peruana
era imposible, porque los tres únicos buques de la marina de guerra ecuatoriana estaban
en condiciones de inoperancia; el "Presidente Alfaro" y el "Calderón" por daños en sus
máquinas, y el "Atahualpa" a más de sus intrínsecas capacidades tenía averías en su
sistema de propulsión, originadas por las explosiones de las bombas en las proximidades
de su hélice durante los ataques de la aviación enemiga. Es necesario insistir en la
afirmación de que los daños en la máquina del cañonero "Calderón" fueron causados por
el forzamiento de ésta durante el combate de Jambelí y no por acción del adversario.
El día 31, continuaron los bombardeos a las poblaciones de las provincias de El Oro
y Loja a pesar de que en ese mismo día se había acordado una nueva suspensión de
hostilidades.
Hemos dicho que el sobrevuelo de los aviones peruanos sobre territorio ecuatoriano
no ocupado por tropas peruanas, era también una violación de la Suspensión de
Hostilidades acordada entre ambos países, porque las operaciones de exploración de la
aviación del Perú eran en sí una componente de la ofensiva desatada desde el 25 de julio,
la que se pretendía continuar, una vez reorganizadas sus fuerzas, que se encontraban con
la moral baja después de las acciones de Cuno y Panupali en el frente terrestre y por la
frustración que debieron sentir los marinos al no poder hundir o capturar al viejo cañonero
"Calderón" y hundir al desarmado aviso "Atahualpa".
Finalmente debemos, antes de concluir este relato sobre los acontecimientos que en
el ámbito naval ocurrieron durante el conflicto bélico de 1941, referirnos a las acciones
de las lanchas "Machala", "Hualtaco", S. H No. 1 y S. H. No. 2, que sin otro armamento
a más de los fusiles de dotación, se enfrentaron en varias ocasiones a las cañoneras
peruanas en circunstancias que cumplían tareas de transporte de personal y abastecimientos
o de exploración en los canales del Archipiélago de Jambelí.
"Arsenal Naval
Algunas reseñas del Cuaderno de Bitácora del Sargento Contramaestre Gerardo
Ramírez Rambay - Patrón de la lancha del Servicio Hidrográfico No. 2 de la Armada
Nacional en el puerto de Hualtaco.
En el año de 1941 durante la invasión peruana, el día 5 de julio recibí como era
costumbre la orden del entonces Mayor Luis Rosero, Comandante del batallón
"Cayambe" y del Destacamento Naval, de zarpar para las islas de Jambelí , a abastecer
zona. La trocha quedó lista, que si hubiese habido orden de atacar al enemigo, las
lanchas peruanas allí hubiesen sido batidas, pero no hubo quien ordenara, fue solo
estrategia de nuestra gente voluntaria, cumplida nuestra comisión zarpamos para
Hualtaco llegando sin novedad a las 14.30 horas.
A las 15:35 horas del mismo día zarpo para la isla Matapalo si se encontraban fuera
de Capones y Payana naves peruanas, me refiero a buques de mayor calado, porque
lanchas de menor calado surcaban en número de siete en Boca de Capones, datos que
desde antes ya lo conocíamos. Llegué a Matapalo cumplo órdenes y zarpo para Capones
a cumplir mi cometido y enrumbé directo por el sur de la isla de Matapalo hasta ponerme
a la cuadra del destacamento naval del Salto, decisión que la reconozco como la más
atrevida de mi vida, que ojalá que no sea la última vez que una lancha ecuatoriana haga
flamear su tricolor; por cuanto, años atrás impedían el paso por aquel destacamento. Yo
conocía ese canal porque varias veces capturamos a militares peruanos y las autoridades
ecuatorianas los mandaban a dejar en ese destacamento. El cruce por aquel destacamento
dista poca distancia que solo con fuego de fusilería nos hubiera batido, pero se ofuscaron
y cuando reaccionaron fue tarde porque pasamos sin novedad, mis cuatro fusileros
ocupaban sus puestos de acción, listos por si ellos nos disparaban; mi armamento era
de cuatro fusiles y de mil tiros. Llegué al lugar donde tenía que observar y en efecto
pude divisar tres buques grandes de guerra, anclados a gran distancia de la cuadra de
Capones, viré y navegué por nuestra ruta conocida y por donde navegábamos libremente
y luego a la boca de Hualtaco; en aquel momento llegaba el aviso "Atahualpa" de
Puerto Bolívar y recibí un oficio reservado y regresó enseguida.
Entro a Hualtaco y salgo nuevamente a las 16.25 horas con rumbo a Isla Seca
conduciendo un contingente de refugiados, entre aquellas familias menores de edad,
que evacuaban dicho puerto; a las 17:00 horas llegué a la Boca de Hualtaco y divisamos
una lancha.peruana en la Boca de Huaquillas, se pone en posición de combate y nos
dispararon sin cesan ordeno a los cuatros tripulantes, Cabo Luis Borja, Cabo Segundo
Viejó, Marinero Manuel Carranza y Ramón Cruz, soldado del "Cayambe" que disparen
en sus puestos señalados de antemano. El Sargento Maquinista Bernardo Jarrín en su
puesto de maquinista, el timonel voluntario Lorenzo Escalante en la rueda del timón,
junto al suscrito, recibiendo mis órdenes. La lancha peruana al ver nuestra decisión,
que en vez de retroceder avanzábamos despacio, vira y desaparece; reflexioné un instante
y no avancé por ser una acción peligrosa, porque sabía que esa no era la única lancha;
en efecto, a los pocos minutos sale la misma lancha, encabezando la escuadrilla ( ilegible)
dos lanchas igual al "Atahualpa" y tres lanchas iguales a la mía que nos ametrallaban
apenas nos divisaban. Ordené nuevamente disparar; pero al mismo tiempo comprendí
que era ya una aventura suicida por cuanto mi lancha iba llena de familias y menores de
edad, opté por retirarme, pero seguí disparando hasta ponerme fuera del alcance enemigo,
alentando a mis subalternos que con decisión seguían disparando sin cesar con sus
cuatro fusiles; había llegado el momento decisivo que obramos solo con el comando de
nuestro patriotismo, porque teníamos la consigna de no disparar; solo tuve un impacto
en la banda de estribor a sea en el departamento de máquinas, que sólo abolló el casco
porque como disparábamos haciendo zig-zag, le desviábamos el objetivo. La suerte y la
decisión nuestra les hizo fallar su codicia y cobardía de atacarnos en esa forma desigual,
pero para ellos fue un fracaso en Hualtaco y Huaquillas. Oyeron el combate, el Mayor
176 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Rosero comunicó a Guayaquil y los diarios dieron aviso que nuestra lancha había
combatido y que había sido cañoneada y ametrallada. Entramos a Hualtaco, saltan las
familias; y desde entonces queda bloqueado el puerto de Hualtaco, porque las lanchas
peruanas se encontraban en la Boca de Huaquillas y con la marea llena cañoneaban el
puerto con la misma táctica, sin puntería y sin cálculos. (sic)
El día 24 de julio pido autorización para burlar el bloqueo y sacar mi lancha, pero
me fue negada por el peligro grave que había; al fin, conseguí autorización, en aquellos
momentos que llegaba un soldado del Cayambe con la orden de evacuar aquel puerto y
los demás destacamentos; embarco a los soldados heridos y al resto de refugiados que
quedaron y con todas las precauciones del caso salgo del puerto a las 17:30 horas
haciendo la navegación a palanca por el canal llegando a la boca a las 18:30 horas.
Quedo esperando marea y salgo a la 01:00 de la madrugada del día 25 de julio sufriendo
la inclemencia del destino, una llovizna y neblina. Antes y después de zarpar constaté
que los destacamentos de Payana y Matapalo ardían porque los militares antes de evacuar
incendiaron y el pueblo de Chacras ardía porque la aviación peruana lo había
bombardeado; como también comprobé que los reflectores que nos destellaban eran de
los buques de guerra que se encontraban fuera de Capones; creíamos primero que serían
las lanchas que se hallaban en la boca de Huaquillas; antes de zarpar mandé a
inspeccionar si las lanchas se encontraban allí, pero la suerte nos acompañó, esa noche
las lanchas se habían ido a la base del Salto; encontrando todo claro navegué a palanca
hasta ponerme a la cuadra de las Huaquillas, allí hice prender la máquina y enrumbé a
Isla Seca a recoger un refugiado que se hallaba en los manglares; zarpo y llego a Pita-
Haya, le comuniqué a la guarnición y enrumbo a Puerto Bolívar; en la ruta encontramos
a la balandra "Delma" que navegaba rumbo a Hualtaco cargada de mercadería, la
abordamos y la llevamos a Puerto Bolívar para que no sea presa del enemigo; llego a
Puerto Bolívar a las 0800 de la mañana del mismo día 25, salto y me dirijo al telégrafo
y doy parte al Jefe de Frontera y al Comandante de Marina de Guayaquil. A las 08:15
zarpo a Guayaquil, en aquel momento llegaba el convoy, comandado por nuestro cañonero
"Calderón", le doy mi parte reglamentario por semáforo y sigo mi viaje. Antes de salir
a la boca de Puerto Bolívar encuentro una canoa que me pedía auxilio, conduzco a los
refugiados a Guayaquil. A las 1100 de la mañana o sea cuando se encontraban frente a
frente nuestro Cañonero "Calderón" y el buque peruano, nosotros navegábamos a la
cuadra de Puná Vieja, enrumbé a Puerto Grande, porque tuve la certeza que la aviación
peruana cañoneaba alguna embarcación; ya cerca de tierra pudimos observar que
dejando una gran humarada se alejaban; quise ir a observar más de cerca, pero el
maquinista me comunicó que el combustible era suficiente para llegar a Guayaquil,
LA EPOPEYA DE LA ARMADA 177
sigo navegando a la cuadra de Punta Española y veo que se hallaba anclado el aviso
"Atahualpa", igualmente le di el parte por semáforo y continué navegando, llegando al
muelle del Hospital Territorial a las 17:30 y entrego a los heridos; y salgo al muelle No,
7 llegando a las 1745. Allí me recibe una comisión enviada por el Jefe de Zona y por el
Comandante de Marina Fernández Madrid, me conducen ante ellos, les doy parte,
comunicándoles la realidad de los sucesos, como se encontraban nuestras tropas en
nuestra frontera. Me mandan a dejar a mi lancha y me dan una consigna que yo ni mi
tripulación digamos lo que pasaba en nuestra frontera; sufrí bastante al no poder dar
ninguna información a una enorme muchedumbre que invadió el muelle para victoriarnos
y al mismo tiempo saber algo que fuera la verdad. El 27 de julio navego repetidas veces
dejando tropas y accesorios a la isla de Puná y otros viajes de responsabilidad y peligro.
Después en la misma lancha paso del Destacamento al puerto de Punta de Piedra a
órdenes del Teniente Ingeniero Medina con el batallón "Chimborazo", haciendo
construcciones militares al frente de Punta de Piedra.
El 4 de junio de 1942, en la misma lancha salgo a Puerto Bolívar a las 21:00 horas
a órdenes del Coronel Pinto y Tufiño y demás mediadores. A las 10:30 horas atracamos
al costado de la patrullera peruana que llevaba la otra comisión de mediadores; en la
lancha peruana fue la entrevista a la cuadra de Puerto Bolívar, donde convinieron en
los arreglos que ya la historia los conoce".
Este documento, que hemos copiado textualmente, a pesar de no tener carácter oficial,
es por su forma sencilla de relatar los acontecimientos protagonizados por un modesto
pero digno servidor de la Armada del Ecuador, una fuente para la historia del conflicto
de 1941 muy importante para conocer la realidad de estos acontecimientos, la mayoría
de los cuales son aún desconocidos.
con él y otros más que portaba machetes para cortar ramas hasta medio estero que
logramos pasar bien, pero más adelante encontramos cerrado, pero con bastante agua
y seguimos adelante cortando mangles hasta salir airoso y cumplir con lo que me propuse,
quedando bien con mi Mayor Rosero, lo que dio parte a mi Coronel Rodríguez en cuanto
llegó diciendo que él había ordenado, lo cual no fue así. Hace cinco días cuando íbamos
a Payana, un cañonero peruano se encontraba en la punta de la Correa, apenas nos vio
se dirigió a Capones, y le seguimos las aguas hasta que fondeó, siguiendo al andar
corriente; como teníamos que ponernos a la cuadra, cuando estuvimos nos embistió el
buque y otras lanchas, no pudiendo darnos alcance por cuanto entramos a toda máquina;
cuando salimos con toda precaución ya estaba de nuevo en la Punta de Correa, pero
como vio a la canoa que salió no nos volvió a embestir, dimos parte y al siguiente día fue
el "Atahualpa" y por la noche salió el buque peruano con tres lanchas más con rumbo
a Pizarro. Le doy a saber esto mi Comandante para que tenga conocimiento de nuestra
actuación y que haga ver que no es solamente el soldado de la Frontera el que actúa,
sino que un pequeño grupo de marinos que actúan con entereza y decisión, como se
puede deducir que en la mayoría de las veces que vamos a Payana solo llevamos cuatro
fusiles y cuatrocientos tiros, por cuanto siempre que he pedido refuerzos he encontrado
dificultades y cumplo mis comisiones solo con mis muchachos y seguimos siempre adelante
y solos; la lancha "Hualtaco" está dañada, la "Gloria" la llevamos ayer de la Pitahaya
a Puerto Bolívar, remolcada, sin eje, sin hélice. - Honor y Patria. - El Patrón de la Lancha
No. 2. fi Gerardo Ramírez.
Lo que transcribo a Ud. para su digno conocimiento, con el fin de que no quede en el
vacío la labor de sacrificio y de peligros que realizan los fieles servidores de nuestra
marina.
Honor y Patria
El Comandante de Marina
(fi Francisco Fernández Madrid
Capitán de Fragata Ejc."
Estas cuatro lanchas, que no tenían ninguna capacidad para combatir, cumplieron, sin
embargo, una labor importantísima y sacrificada, manteniendo el enlace entre el Comando
y los puestos de vigilancia en las islas del archipiélago de Jambelí, llevando órdenes e
informaciones, como también los abastecimientos, incluyendo agua, sin los cuales no
podían sobrevivir los pequeños destacamentos de dichos puestos de vigilancia.
Estas lanchas, insistimos, sin ningún armamento, a más de los fusiles de sus
tripulaciones, se enfrentaron, casi diariamente, a las lanchas cañoneras adversarias con
valentía y habilidad, cumpliendo así con sus tareas y burlando la vigilancia de aquellas a
base de coraje y conocimiento de los canales navegables.
CAPITULO IV
Establecimiento
de Bases Aeronavales de
Estados Unidos en el
Archipiélago de Colón
y en Salinas
181
Pero dejando esta digresión, volvamos a tomar el hilo del relato sobre los
acontecimientos pertinentes al desembarco de los 36 hombres de la Armada de Estados
Unidos en la pequeña isla Seymour Sur, con el propósito de construir una base de
hidroaviones en Aeolian Cove, en la parte oeste de la isla.
Base de Baltra
nuestra historia mediante cordiales convenios con las naciones amigas que tenían
posesiones en el Caribe. Luego la popularidad de nuestra política del Destino Manifiesto
fue fundamental para obtener para los Estados Unidos bases permanentes en esa área.
Las lecciones aprendidas de cuando en cuando dieron una prueba concluyente del
valor de esta protección para nuestro comercio internacional y de costa a costa. Por
ejemplo durante la Guerra Civil, había veces en que el Departamento de Marina podía
disponer de unos pocos barcos para convoyar y proteger a nuestros barcos mercantes
que realizaban el beneficioso comercio entre la costa oriental y California. Como
resultado había veces en que esta navegación sufría un alto y el Departamento de Marina
recibía un diluvio de solicitudes y aún pedidos exigentes de los embarcadores que
buscaban se les diera una protección adecuada. Luego cuando los destructores del
comercio, pertenecientes a la Confederación, fueron dispersados y se dispuso de más
barcos para destinarlos al servicio de convoy, este comercio volvió a tener su volumen
normal. Si las fuerzas de la Unión hubieran podido actuar desde bases permanentes en
el Caribe, apenas si hubiera habido una pequeña interrupción en este comercio.
El lado del Istmo que da al Pacífico presentaba hasta el último conflicto mundial un
cuadro completamente diferente. En ningún momento tuvieron los Estados Unidos un
enemigo a quien hacer frente en el Pacífico. Ahora, al contrario hay una verdadera
amenaza en el Pacífico y el Canal de Panamá constituye un importante objetivo del
enemigo. La destrucción del Canal indudablemente obstaculizaría nuestras operaciones
más que cualquier otra acción del enemigo.
Esta isla, la más septentrional del grupo, es prácticamente estéril en sus partes norte
y noroeste. La Bahía Wreck, aunque pequeña, ofrece un excelente ancladero para
embarcaciones de poco calado. Aquí se halla lo que podría llamarse la sede el Gobierno
Insular. Hay estacionados en ella 25 soldados. El Oficial Comandante de este
184 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
destacamento actúa como Comandante del Puerto de Wreck Bay y de la isla toda. Hay
también allí un doctor, pero hasta fines de 1940 no se disponía de hospital y tan sólo
había un pequeño equipo médico. Un pequeño muelle se extiende desde la playa desde
el cual se descargan los abastecimientos traídos por piraguas o esquifes. El subsuelo
está constituido por rocas formadas de lava y es un magnífico cimiento para la
construcción de un muelle más grande. Hay un camino que conduce desde esta bahía a
Progreso, pequeño pueblo situado a 5 millas del dique (sic) en las colinas. La constitución
del terreno de los alrededores del pueblo ofrece suficiente campo para un aeródromo
grande. Hay agua fresca durante todo el año y podría ser fácilmente conducida en
cañería a las barracas, hangares, etc. Se dan aquí en abundancia frutas (la mayor parte
crecen naturalmente) vegetales y melones. El clima es particularmente saludable y
agradable. Como está a una altura de varios cientos de pies y bien drenado, este sitio
está libre de enjambres de mosquitos, moscas e insectos que infectan algunos de los
sitios pantanosos de la isla. La recepción de radio es notablemente buena en Progreso.
Sin embargo, por conveniencia la actual estación de radio del Gobierno está situada en
Wreck Bay.
estas comunidades o caseríos fueron muy bien localizados y ahora presentan un excelente
sitio para barracas, estación de radio, etc. El Gobierno ecuatoriano tiene generalmente
dos o más soldados establecidos en un campamento cerca de Post Office Bay. Se los
estacionó allí al principio para poner paz entre dos facciones de colonos, la del doctor
Ritter y su mujer y la de la conocida alemana Baronesa Von Wagner que tenía la ilusión
de ser la reina de la Isla.
En la Bahía del Correo hay un barril muy resistente que se halla colocado sobre un
poste muy grueso. Este es el sitio donde originalmente estuvo situado el buzón de correos
de los buques pesqueros. El barril ha sido a menudo renovado y reacondicionado por
diferentes expediciones científicas o navales, algunas de las cuales han dejado gravados
sus nombres en placas colocadas en el puerto. Generalmente el poste está blanqueado
y constituye una excelente señal para aproximarse a la Bahía de Correo.
La isla Santa Cruz no ofrece ninguna ventaja para construir en ella una base,
excepción hecha de la Bahía de la Academia (Academy Bay). Aquí puede hallarse un
buen ancladero para barcos de poco calado y bastante terreno plano detrás de la playa.
La bahía puede tener valor como para un ancladero de protección para las embarcaciones
menores contra las tormentas del norte. En los lados oriental y septentrional de la isla
no hay ningún sitio adecuado para ancladero. Sin embargo, se puede encontrar pequeños
ancladeros en el lado occidental. Una familia danesa ha estado establecida durante
muchos años en esta isla y poco después de la invasión alemana a Noruega algunos
jóvenes noruegos estudiantes de colegio se han establecido en ella. Generalmente hay
una guarnición de soldados en la Isla. Las frutas y vegetales se dan en el sur de la Isla
donde quiera que se los plante.
La Bahía James, situada al lado occidental de esta isla, ofrece quizás el mejor sitio
para una base aérea. El ancladero es magnífico para embarcaciones de poco calado o
hidroaviones. La playa inclinada podría ser fácilmente convertida en rampa para
hidroaviones y hay varios sitios en la tierra baja y plana adyacente a la playa en donde
se podría construir grandes campos de aviación con muy poco trabajo. En realidad hay
muchas planicies formadas por corrientes de lava en las cuales podrían ahora aterrizar
los aviones, sin necesidad de mejorarlas. A poca distancia atrás de las colinas corre
una agua potable excelente. Hay en las cercanías muy buena tierra de labrantío. A
alguna distancia, en las colinas un lago salado que está seco, en donde se puede obtener
sal en estado muy puro. Los muchachos noruegos anteriormente nombrados han sido
contratados para traer sal a James Bay a fines de 1940 a fin de salar con ella el pescado.
Infestan la isla cabras y burros salvajes. Evidentemente estos animales fueron domésticos
y han sido abandonados allí. Como no hay bestias carnívoras que disminuyan su número,
tanto las cabras como los burros se han multiplicado en grandes cantidades. Son sin
embargo, sumamente tímidos y salvajes y aún difícil el darles caza con rifle de largo
alcance. Ocasionalmente los pescadores que van de paso o los soldados que acampan
186 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
en la Isla, arman trampas para cazar estos animales a fin de obtener sus pieles. Hay
palomas salvajes y pájaros de muy varias clases entre los árboles y la maleza.
Esta isla, aunque es la más grande del grupo, no ofrece ningún sitio adecuado como
para la construcción de una base. Hay varios ancladeros, pero el contorno de esta isla
y los sitios próximos a él impiden el establecimiento de bases. Son notables el lado
oriental y el noroccidental de la Isla por la enorme profundidad de las aguas cerca de la
playa; se ha hallado profundidades de 200 a 1000 brazas a una distancia de un cuarto
de milla de la playa.
En una ensenada bien protegida, situada más o menos a 3 millas al sudeste de Cabo
Berkeley que constituye la punta sudoeste de la Isla Albemarle, existe un pequeño pero
excelente ancladero. Aquí con 7 a 18 brazas de agua, según la distancia de la playa,
uno puede anclar estando completamente protegido de todos los vientos (y) envestidas
del mar. El ancladero es muy pequeño y no podría caber allí más de un barco del
tamaño de un destroyer.
Varias de las islas más pequeñas y de las rocas ofrecen cuando más facilidades para
usarlas como ancladeros durante cierto tiempo, pero es peligroso aproximarse a la mayor
parte de ellas por la extremada profundidad de las aguas a distancia muy corta de la
playa. No buscarían allí ancladeros sino los más experimentados pilotos del lugar.
Las bases que se establecieren en este grupo de islas, ya sea para las unidades de
patrulla marítima o aérea, extendería la zona de patrullaje de las unidades que tienen su
base actualmente en la zona del Canal en una considerable distancia. Al mismo tiempo,
su distancia a la zona del Canal no presentaría mayor dificultad para abastecer las
bases con municiones y combustible. El clima saludable que tienen las Galápagos durante
todo el año, es tan poco común, si se las compara con otras bases tropicales, constituye
una ventaja decisiva sobre todo si se toma en cuenta que allí no se conocen las tormentas
ni los huracanes. La falta de agua poco profunda en la zona que serviría para operaciones
es una desventaja decisiva para usarlas como bases submarinas, pero no hay razón
BASES AERONAVALES DE EE.UU. EN EL ARCHIPIELAGO DE COLÓN Y EN SALINAS 1 87
alguna para que los submarinos no puedan operar desde allí en las líneas de patrullaje.
Según conversaciones tenidas al azar con diferentes oficiales del Ejército, funcionarios
de Gobierno y civiles ecuatorianos, parece que hay un sentimiento de buena voluntad en
el pueblo, o a lo menos un sentimiento de indiferencia hacia la posibilidad de que las
Naciones Unidas usen las islas como una base avanzada. Hay actitud decisiva contra
el Eje entre el pueblo. Esto es en parte un resentimiento que tiene los isleños y el Gobierno
ecuatoriano contra el Gobierno alemán como consecuencia de haber usado él las islas
como base para raidistas durante la guerra pasada.
Las islas podrían ser convertidas en una región muy productiva si se establecieran
fundaciones modernas y permanentes y si se establecieran fundaciones modernas y
permanentes y si se establecieran comunicaciones adecuadas con los puertos
continentales. Las minas de sal que hay en la isla San Salvador ofrecen un producto
muy deseado en la costa. Quizás no hay en el Pacífico Oriental un sitio tan abundante
en pescado. Aquí cerca de las grandes líneas mundiales de navegación, podría implantarse
una magnífica industria de venta de pescado enlatado.
Estas ventajas de que dispone el Gobierno del Ecuador, podrían ser prontamente
aprovechadas en tiempo de paz.
No hay duda de que esta potencial Heligoland del Golfo de Panamá ha sido valorada
por los Poderes del Eje. Hora es que los respectivos Gobiernos actúen y aseguren para
la protección del Canal una base de sumo valor estratégico".
Sin embargo es importante tener presente que con este artículo no se menciona a la
pequeña isla Seymour Sur, situada al norte de la isla Santa Cruz y separada de ésta solo
por el canal de Itabaca.
Hemos dicho que la ocupación de la isla Seymour Sur fue sorpresiva, sin previo aviso
al Gobierno del. Ecuador porque, si es cierto que se habían iniciado conversaciones al
respecto, no fue sino hasta el 24 de enero de 1942 cuando el Gobierno del Ecuador
presidido por el doctor Arroyo del Río, concedió el respectivo permiso para que el Ejército
y la Marina de los Estados Unidos pudieran construir bases en territorio ecuatoriano, y
luego, en febrero de este mismo año, se firmó el Acuerdo Complementario entre los dos
gobiernos, según lo previsto en la Resolución XV de la Convención de la Habana.
1 Traducción del Ministerio de Relaciones Exteriores, enviada al Ministerio de Defensa en el mes de agosto
de 1942.
188 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Muelle de Baltra
2 Dr. Roberto Leví C.- "Las bases militares y navales en las Islas Galápagos durante la Segunda Guerra
Mundial (1942-1946)". Revista del INHIMA No. 16.
3 Ibídem.
BASES AERONAVALES DE EE.UU. EN EL ARCHIPIELAGO DE COLÓN Y EN SALINAS 189
Las observaciones del Capitán Jorge Game se ajustan enteramente a la condición que
tenía esta base en aquel tiempo, exceptuando lo pertinente al aeródromo, que todavía se
encontraba en construcción, pues como antes dijimos, el primer avión despegó de esta
base, desde tierra, el 14 de mayo y, como lo expresa en este informe el mismo Capitán
del motovelero "Servia", fueron hidroaviones los que él observó durante su travesía.
La autoridad militar ecuatoriana carecía de los medios navales necesarios para ejercer
vigilancia en la extensa área marítima de su jurisdicción, y la presencia de un buque de la
Armada del Ecuador que mostrara la bandera fue casi nula, pues solamente en el mes de
noviembre de 1942, el cañonero "Calderón" hizo un corto y rápido recorrido por el
Archipiélago y el pequeño yate "Contramaestre Suárez", que era la única embarcación
que había tenido el Jefe Territorial para movilizarse entre las islas, había naufragado
poco tiempo antes.
Para poner remedio a esta situación, en el mes de abril, el Ministro de Defensa Nacional
había ordenado que el aviso "Atahualpa" fuera al Archipiélago de Colón con el fin de
permanecer en esas aguas; pero esta orden no se ejecutó porque era necesario primero
completar la reconstrucción de este buque, que había quedado inconclusa debido a la
emergencia originada por el conflicto bélico con el Perú, en el año anterior, asunto que
ya antes hemos mencionado. 4
Entre las autoridades navales no se creía prudente enviar a este buque al Archipiélago,
por sus características poco adecuadas para la navegación en aguas abiertas; pero,
considerando la urgencia de destacar a esas aguas un buque de la Armada, el Comandante
General de Marina ordenó el viaje del "Atahualpa" al Archipiélago.
Es paradójico que por dos ocasiones, en 1927 y 1942, el Gobierno había ordenado
que el aviso "Atahualpa" pasara al servicio permanente del Archipiélago de Colón, pero
que en ambos casos esta disposición no pudo cumplirse por varias razones, entre otras
que los servicios que prestaba este buque eran de gran importancia, tales como, por
ejemplo, el de mantenimiento y reparación de los faros y boyas.
Pero no fue esto la causa principal para que al año siguiente se ordenara el viaje del
"Atahualpa" a Galápagos, sino fue precisamente el deseo del Gobierno de que la máxima
autoridad ecuatoriana visitara la base de Seymour para reafirmar la soberanía ecuatoriana
sobre ese territorio.
a.- Dio la oportunidad para que el Jefe Territorial del Archipiélago realizara por primera
vez una visita oficial a la Base americana de Seymour, reafirmando así la soberanía
ecuatoriana en ese territorio insular.
b.- Fue la primera travesía del "Atahualpa" al Archipiélago, la que a pesar de las
deficientes condiciones marineras del buque, tuvo un cumplimiento exitoso, al mando
de su Comandante, el Alférez de Navío Jorge Leoro Dueñas, el mismo que poco tiempo
después, como Comandante del histórico cañonero "Calderón", lo conduciría hasta el
puerto de Los Ángeles en los Estados Unidos; acontecimiento del que trataremos en su
correspondiente oportunidad.
El viaje que, en el mes de agosto de 1942, había efectuado el Capitán de Navío Juan
Francisco Anda, Comandante General de Marina, a bordo de un avión de Estados Unidos
para visitar la Base Beta en la isla Seymour, al parecer no tuvo carácter oficial y no fue
de gran significación en la reafirmación de la soberanía ecuatoriana en dicha isla; sin
embargo, en el informe que, luego de su regreso a Quito, presentó con fecha 3 de
septiembre al Ministro de Defensa, deja constancia del pedido que le había hecho el
Coronel William Seymour Gravely de seis banderas de guerra ecuatorianas para izarlas
todos los días junto con la de Estados Unidos de Norteamérica. '
"Había deseado informar al señor Ministro, con cifras exactas sobre el número de
cañones, baterías antiaéreas, aviones, etc., pero a pesar de la exquisita cortesía con que
fui recibido, no se me proporcionó los datos del caso, diciéndoseme que sólo los Jefes
de los Estados Mayores ecuatoriano y estadounidense los conocen".
Pero regresemos al viaje del aviso "Atahualpa" para reiterar su importancia como
hecho trascendente en la reafirmación de la soberanía ecuatoriana en todo el Archipiélago,
porque en esta oportunidad el Jefe Territorial como máxima autoridad en este territorio
fue recibido con los honores correspondientes. Y además ésta fue la primera visita de un
buque de la Armada del Ecuador a la Base de Seymour.
En los años siguientes hasta cuando los Estados Unidos ocupó la isla Seymour, las
visitas a dicha base de los buques de la Armada del Ecuador se hicieron muy irregularmente
y en ocasiones fueron causa de fricciones entre las autoridades americanas y los
comandantes de los buques destacados al Archipiélago para controlar las actividades de
los buques pesqueros californianos, algunos de los cuales, al ser encontrados en faenas
de pesca sin portar el permiso correspondiente, buscaban refugio en la Base para eludir
su captura.
En el año 1944, una comisión estadounidense que había visitado Seymour para
informar sobre la conveniencia de desocupar o continuar ocupando Seymour, en su
informe decía:
"1° Llevo a conocimiento de Ud. que con fecha 1° del que decurre, previa la ceremonia
de estilo, se efectuó la entrega y recepción de la Base de Seymour por parte del Gobierno
Norteamericano al del Ecuador; ceremonia en la cual se encontraba Ud. presente, así
como otras altas autoridades de ambos gobiernos.
2° Habiendo sido designado por la Superioridad para Jefe de dicha Base, entré al
desempeño de mis funciones, cargo en el que me encuentro actuando desde la indicada
fecha, teniendo a mis órdenes al Sr Teniente de Fragata Ingeniero Sergio Pazmiño,
Capitán de Aviación Homero Valencia, dos Suboficiales, tres Sargentos, dos Cabos i dos
Grumetes.
3° Al hacerme cargo de la Base, previa las gestiones del caso, el señor Mayor, Jefe
de Operaciones de la Aviación Norteamericana me hizo formal entrega de tres villas, en
las cuales se encuentra alojado todo el personal de la Marina i Aviación, a cuyo personal
se ha dotado de todo el servicio de camas i más menesteres para una permanencia
adecuada i decente.
4° Mas como todo no ha sido completo, estamos careciendo de los útiles necesarios
para escritorios, razón por la cual remito a Ud., por separado, una lista de los enseres
necesarios para este servicio, lista que la formulo en razón de no poderlos adquirir en el
Comisariato de los Norteamericanos, porque carecen de ellos.
6° Para terminan cúmpleme manifestar a Ud. que a las 14:00 horas del día 5 del
corriente, (ayer), arribó al puerto de la Base Naval el T/A "5 de Junio". El comandante
de la Unidad señor Teniente de Fragata Jacinto Paret Pérez, en compañía del Mayor
Nelson Chiriboga, Jefe Territorial del Archipiélago, i de varios oficiales del buque i de
la Jefatura Territorial, concurrieron a visitarme i participarme de su arribo sin ninguna
novedad ".9
Capitán de Navío Agnelio Recalde Moscoso, atrás, segundo desde la izquierda, durante una recepción al
Sr. Vicepresidente de los EE.UU de Norteamérica.
3° Las visitas e inspecciones efectuadas sobre las que estoy informando, refiérame
únicamente al Campamento que fue ocupado por laArmada Norteamericana, la misma
(sic) que ocupa actualmente la Comisión Naval al mando del suscrito.
4° En los 31 días del mes de julio que termina, no han hecho nada nuevo los militares
norteamericanos, solo han recibido y despachado en un buque transporte a su servicio
algunos bultos que ignoramos su contenido; es el Comando militar Norteamericano el
que conoce y controla el movimiento de sus aviones, embarcaciones i pasajeros".
Este informe es bastante extenso, pues trata de diversos aspectos relativos al protocolo
observado con el Comando norteamericano, al apoyo logístico que éste les da, de la
futura utilización de las instalaciones, terminando con el movimiento portuario durante
el citado mes de julio, asunto expresado en los numerales 21 y 22 del citado informe, los
que a continuación transcribimos:
"21° Los buques que han entrado y salido del puerto son los siguientes:
El B/P "Nueve de Octubre" que llegó el 29 de junio al mando del Teniente de Fragata
Marco Toledo Sáenz. Zarpó el 2 de julio.
El día 3 de julio arribó el buque pesquero "Glory of Seas" al mando del José T
Silva, de bandera americana. Zarpó el 6.
El T/A "5 de Junio" llegó el 5 de julio al mando del Teniente de Fragata Jacinto
Paret Pérez viajaban a bordo el Jefe Territorial, Mayor Nelson Chiriboga i oficiales de
la guarnición militan zarpó el 6 de julio.
El día 26 de julio arribó el motovelero "José Cristóbal II" al mando del Capitán de
Corbeta en retiro Jorge Game B. acompañado del Jefe Territorial i otros oficiales de la
guarnición militar, informó que venía de la isla Isabela, dejando individuos
contraventores extraídos de la cárcel de Guayaquil; zarpó el mismo día.
El día 28 de julio llegó de Panamá el buque transporte del servicio del ejército
norteamericano, al mando del Capitán William Steward. Después de entregar i recibir
bultos zarpó a Guayaquil, conduciendo 10 ecuatorianos empleados civiles en el
Campamento Militar norteamericano, el día 31 del expresado mes.
Se debe entender que el contenido del informe se refiere al sector naval y no a la parte
más extensa, ocupada aún por el personal del Ejército de Estados Unidos.
El Capitán de Navío Agnelio Recalde ejerció la Jefatura del Distrito Naval del
Archipiélago de Colón hasta el mes de diciembre de 1947, con su puesto de mando en la
Base Naval de Seymour, ubicación que limitaba el adecuado control sobre los
destacamentos navales en las diversas islas, por no tener a su orden una embarcación
adecuada para trasladarse con seguridad y decoro dentro del Archipiélago, dependiendo
para esto de los buques de la Armada que arribaban periódicamente.
Es necesario tener presente para mejor entender la situación del Capitán Recalde
frente a sus responsabilidades, que desde cuando la Armada relevó al Ejército en las
funciones administrativas de gobierno y de seguridad del Archipiélago, el Jefe del Distrito
Naval del Archipiélago de Colón debía desempeñar las mismas del Jefe Territorial, lo
que significaba las de Gobernador de Provincia, pero además tenía las de la máxima
autoridad naval en ese territorio insular.
El Mayor Chiriboga Donoso con sus oficiales y tropa abandonó el Archipiélago ese
mismo mes, a bordo del Transporte Armado "5 de Junio" con destino a Guayaquil.
"Calderón arribó ayer a las 1600 horas. Comancalderón díceme que no tiene
combustible suficiente para recorrido desde Seymour - Isabela - Floreana - Santa Cruz
- Cristóbal - Seymour, lo que prívame embarcarme y hacer recorrido ya que Calderón
no puede regresar de Cristóbal a dejarme en Seymour. Al Teniente de Fragata Sáenz
estoy encargando me represente en recorrido ..."
El 10 del mismo mes, con oficio al Comandante General de Marina en el que incluye
la comunicación radiotelegráfica arriba copiada, vuelve a insistir sobre este asunto y a
continuación le dice:
"Sírvase tomar en cuenta que igual cosa sucedió con este mismo buque cuando arribó
con el personal naval para la recepción del Archipiélago. En aquella ocasión aconteció
el mismo caso, el no disponer de combustible suficiente para hacer el recorrido según
itinerario confeccionado (sic) por esta Jefatura. Debido a la falta de combustible no
pude movilizarme para recibir las Guarniciones de cada isla que dejaban las
Guarniciones Militares .... (sic)"
Las causas que originaban esta situación son expuestas por el Comandante del buque,
el mismo día de su llegada a Seymour, al Jefe del Distrito Naval del Archipiélago, con el
oficio que a continuación se transcribe:
para "recibir la Base de Seymour y al mismo tiempo empezar su desarme" según consta
en la Directiva que remitió a cada miembro de la Comisión, la misma que consta a
continuación:
"Por orden del señor Ministro de Defensa Nacional, usted está designado a formar
parte de la Comisión que irá a Galápagos a bordo del B/T "Cinco de Junio" a recibir la
Base Naval de Seymour y al mismo tiempo empezar el desarme de dicha Base.
Los señores Jefes y Oficiales que forman parte de la Comisión son:
Cumpliendo esta orden zarpó de Guayaquil el B/T "Cinco de Junio", comandado por
el Capitán de Corbeta Pedro Pozo Verges, quien además era el Jefe de la Comisión.
El "Cinco de Junio" zarpó ese mismo día de regreso a Puerto Baquerizo Moreno y
continuó luego con el rutinario recorrido entre las islas en las que había destacamentos
navales; después regresó a Guayaquil.
Que las bases para la defensa del Hemisferio, prestadas por el Gobierno Ecuatoriano
al Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica en el Archipiélago de Colón
(Galápagos), quedan bajo la soberanía Ecuatoriana; y
A pedido del Ministerio de Defensa Nacional
Decreta
Art. 1° Autorízase al señor Ministro de Defensa Nacional para que, a nombre del
Gobierno del Ecuador, proceda a la recepción y entrega del equipo vendido o ventas
negociadas mediante contrato N° W-ANL (LAM-11) A-19331 por y entre los Estados
Unidos de Norteamérica, actuando a través de los representantes autorizados del Central
Field Comission para la América Latina, de la Oficina de la Comisión de Liquidación
Exterior, Departamento de Estado, y el Gobierno de la República del Ecuador.
Art. 2° .- Igualmente se autoriza al señor Ministro de Defensa Nacional para que
delegue en la persona del Jefe del Distrito Naval de Galápagos, las atribuciones, amplias,
especiales necesarias y conducentes a la recepción material del equipo de las bases del
202 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Art. 3°.- De la ejecución del presente Decreto encárgase a los señores Ministros de
Defensa Nacional, de Relaciones Exteriores y del Tesoro.
Dicho oficio, recibido días más tarde por el Jefe del Distrito Naval de Galápagos, es
el siguiente:
I .- Por el presente, tengo a bien delegar a Ud. para que en mi nombre y representación,
representando al Gobierno ecuatoriano con plenos poderes, conforme al Art 2° del Decreto
de la referencia, proceda a la recepción y entrega del equipo vendido al Gobierno del
Ecuador por el de los Estados Unidos de Norteamérica, conforme al contrato No. W A N
L (LAM II A 19331, para lo cual le invisto de todas las atribuciones, amplias, especiales,
necesarias y conducentes para su cometido, con capacidad suficiente para firmar y
legalizar los documentos y actas de entrega y recepción.
Fue así como, después de 7 años y 11 días, desde que desembarcaron los 36
norteamericanos en la isla Seymour, terminó la presencia de elementos de las Fuerzas
Armadas de los Estados Unidos en el territorio insular ecuatoriano.
Para el Jefe del Distrito comenzaba el trabajo de elaborar los respectivos inventarios
y tomar las medidas necesarias para asegurar el material existente en la Base de posibles
actos delictivos de quienes suponían que este material había quedado abandonado.
En el mismo día, el Embajador del Ecuadoren los Estados Unidos, señor Colon Eloy
Alfaron, durante una entrevista con el Secretario de Estado, señor Summer Welles, había
dejado constancia de lo que sigue:
c) Que considerando que las islas Galápagos pueden ser ocupadas por el Japón, el
Gobierno del Ecuador está dispuesto a suscribir; inmediatamente, un Convenio
con los Estados Unidos de Norte América, a fin de que estos puedan proteger
dichas islas ".15
Pocos días después, el 3 de enero de 1942, el Poder Ejecutivo del Ecuador, a pedido
del Ministerio de Defensa Nacional y en uso de las facultades extraordinarias de que se
hallaba investido, declaró zonas de defensa militar toda la sección comprendida en los
cantones Santa Elena y Salinas de la Provincia del Guayas, prohibiéndose a los súbditos
de los países que estuviesen en guerra contra cualquier país americano, establecerse
temporal o definitivamente, o transitar en la zona de defensa militar sin permiso especial
del Ministerio de Defensa Nacional, con la advertencia de que quien infringiera lo antes
dicho, sería considerado y juzgado como espía, de conformidad con las leyes penales
militares.16
Si bien es cierto que, antes del 16 de enero de 1942, el Gobierno del Ecuador no
había manifestado en forma explícita su autorización para la construcción de la Base
aeronaval de los Estados Unidos en Salinas, también es posible deducir que, por las
declaraciones del Embajador Alfaro y la carta del Presidente Arroyo al Presidente Franklin
D. Rooselvelt, ya se había dado implícitamente autorización; y en relación con la
declaración de Zona de Defensa Militar a los cantones Santa Elena y Salinas, también se
puede llegar a esta conclusión.
15 Doctor Jorge Pérez Concha.- Ensayo Histórico - Crítico de las Relaciones Diplomáticas del Ecuador con
los Estados Limítrofes - Págs. 231 - 232 - Edición 1979.
16 Registro Oficial Número 431 .- Enero 31.
BASES AERONAVALES DE EE.UU. EN EL ARCHIPIELAGO DE COLÓN Y EN SALINAS 205
Al declararse Zona de Defensa Militar los sectores antes mencionados, sus habitantes
fueron desplazados de sus sitios de residencia hacia el sector denominado Las Conchas
según el decreto expedido por el Presidente de la República con este propósito, el mismo
que a continuación se transcribe:
En uso de las facultades de que se halla investido por Decreto Legislativo sancionado
el 26 de septiembre del año próximo anterior; y
Considerando:
Que esta medida ha obligado al Gobierno a exigir la salida de quienes vivían en esos
sectores, en su mayor parte pescadores, proveedores de agua y obreros;
Que se ha señalado para el traslado de estos el sector Las Conchas delineado ya por
el Municipio de Salinas y dividido en lotes de quinientos metros cuadrados para cada
uno de ellos;
Que dada la pobreza de estos es un deber del Estado aliviar su situación económica,
entregándoles en propiedad y de modo gratuito los lotes que se les ha señalado, al
mismo tiempo de rodear de garantías esa propiedad para que no la pierdan aunque
fuera por actos legítimos de administración; y
Decreta
El citado Municipio recibirá como indemnización por las donaciones que haga,
conforme a la disposición anterior, la cantidad de veinticinco mil sucres (S/.25.000,00)
suma que se tomará de los fondos especiales destinados a esta finalidad.
Art. 2°.- Esta donación se hará en escrituras públicas, inscritas colectivamente por
206 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
parte de los adquirientes y donatarios, a razón tantos grupos como manzanas delineadas
y limpiadas por el Municipio ocuparen los pescadores, proveedores de agua y obreros
que hubiesen salido de la Ensenada y Mar Bravo.
Art. 4° Los pescadores, proveedores de agua y obreros que han recibido indemnización
para salir de La Ensenada y Mar Bravo y también los lotes parcelados en Las Conchas,
están obligados a levantar su casa en el tiempo máximo de sesenta días, so pena de
devolución del lote y lo recibido por indemnización. El lote y la construcción constituirán
el patrimonio familiar de cada uno de ellos, que no será, por consiguiente susceptible
de embargo ni enajenación.
"Confirmo mi radio No. 278 para conocimiento de Ud. y del Capitán del Puerto de
Guayaquil y Salinas y más autoridades marítimas que hemos convenido con los jefes de
la Base Aeronaval de Salinas, para la defensa Continental, que solamente pueden navegar
y fondear en determinados puntos del gran triángulo que más abajo se indica las naves
de guerra ecuatorianas y americanas.
II. - La tangente o la parte más al Norte de la Punta de Santa Elena a 3/4 de milla al
oeste de Punta Viejita. Esta tangente corre de Este a Oeste verdaderos y por último
HL- La línea accidentada de costa que va desde Punta Chipipe a Punta Viejita.
Desde la Base Aeronaval de Salinas, que ya en el mes de junio de 1942 estaba lista
para operar como la terminal sur del arco de patrullaje que se extendía desde Salinas por
el sur hasta Corinto por el norte, pasando por Seymour al oeste, inició sus operaciones de
patrullaje el Grupo Aeronaval de Bombardeo No. 209 compuesto de hidroaviones PBY
- 5 A "Catalina", el 1° de enero de 1943.
Sin embargo continuó operando hasta el mes de junio de 1944 como base aeronaval,
siendo luego considerada como un destacamento del Ejército, desde el 24 de julio de ese
año hasta su completa desocupación, pasando a control ecuatoriano el 1° de febrero de
1946.
Quedaron en poder del Ecuador solamente las construcciones permanentes, tales como
el hangar, depósitos de municiones, canchones y bodegas, pero todo el armamento y
equipos móviles fueron evacuados o destruidos.
El 1° de julio fue designado Capitán del Puerto y Jefe de la Estación Naval de Salinas,
el Capitán de Corbeta Carlos Miño Padrón, primer oficial naval que tuvo el mando de
esta Estación Naval, es decir, de las instalaciones del sector que había sido de la Marina
de Guerra de Estados Unidos y que más tarde pasó a denominarse Base Naval de Salinas.
La parte que había estado ocupada por el Ejército americano fue distribuida entre el
Ejército y la Fuerza Aérea ecuatorianos.
La Armada
y el Archipiélago
de Colón
CONTROL DE AVERIAS
211
LA ARMADA Y EL
ARCHIPIÉLAGO DE COLÓN
Ya en el año 1940, el Jefe del Estado Mayor General, Coronel Francisco Urrutia S.,
había manifestado al Ministro de Defensa su opinión sobre la conveniencia de confiar a
la Marina la custodia de la posesión insular ecuatoriana que constituye el Archipiélago
212 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
de Colón.' Es significativo tener en cuenta que los términos que usa no tenían relación
con razones estratégicas que justifiquen su opinión, y sólo manifiesta que ésta obedece a
los imperativos del medio en el que el personal realiza sus actividades. Pero antes, en
1937, el Capitán de Fragata don Teodoro Morán Valverde, a la sazón Director General de
la Armada, en una parte de su Informe Anual al Ministro de Defensa Nacional, expresa:
Los marinos son los llamados a desempeñar la representación del Gobierno en esas
islas, cuyas actividades son netamente marítimas.
Pero, aún más grave era que dicha autoridad no tenía a su orden un medio naval
adecuado para el ejercicio del control del extenso espacio marítimo de su jurisdicción y
para demostración de soberanía en esa región ecuatoriana.
del golfo, asunto que es tratado en otro capítulo de este mismo libro.
La creación del Distrito Naval de Galápagos, con un Capitán de Navío como Jefe,
tuvo como causa, la inmediata y perentoria necesidad de que fuera una autoridad naval
superior, la que recibiera y quedara encargada de la citada base; pero pasado el momento,
las realidades se impusieron, lo que determinó que, por Decreto Ejecutivo No. 543 del
30 de marzo de 1948, se suprimiera el Capitán de Navío como Jefe del. Distrito Naval de
Galápagos y se lo reemplazara por un Capitán de Corbeta.
Esta nueva denominación armonizaba con las dos funciones que ya de hecho venía
ejerciendo el Jefe del Distrito, desde que el Ejército
entregó a la Armada la responsabilidad de
administrar y dar seguridad al territorio insular; y la
de naturaleza institucional, mantener y organizar las
actividades navales de la Base de Seymour.
Aurelio Maldonado Miño, siendo éste así el último Gobernador Marítimo del Archipiélago
y el primero en ejercer la Comandancia de la Segunda Zona Naval (Galápagos).
Los oficiales navales que ejercieron las funciones de Gobernador Marítimo del
Archipiélago de Colón son los siguientes:
denominación de Zona Naval, lo que ya quedó antes explicado en este mismo capítulo.
Esta situación perduró hasta cuando la Armada ecuatoriana logró forjar una fuerza
naval en la década de los años setenta del siglo XX; pero ya, poco antes, se había iniciado
el proceso del cambio que culminó con la adquisición de unidades navales con tecnología
avanzada.
En el año siguiente, con estos buques y los que ya tenía el Ecuador se organizó la
Escuadrilla; es decir que éstos, a pesar de sus características tan alejadas de las de un
verdadero buque de guerra, se constituyeron en un conjunto organizado tácticamente
para el combate, pero sólo para la finalidad de preparar, en lo que era posible, al personal
que después tripularía verdaderos buques de guerra.
Entonces fue que se reglamentó las tareas que debían cumplir los buques de combate,
con exclusión de las de apoyo logístico, las mismas que correspondían a los buques
auxiliares.
"Guayaquil - Ecuador
Stbre. 22/49. - 0900H
Orden de Operación
Comanescuadra No. 9-A-49
Organización de la Fuerza
El "Cinco de Junio" que era un pequeño transporte, por sus características era adecuado
para realizar las tareas de orden logístico que se determinaban en esta orden; pero no
para el patrullaje y control de los buques pesqueros, tanto por ser tareas que recíprocamente
se excluían como por sus condiciones poco adecuadas para imponer respeto a la autoridad
naval, debido al exceso de pasajeros en cubierta y otros factores negativos a la buena
presentación del buque.
BAE "Guayas"
1955 El embajador José Martínez Cobo a bordo del buque "Presidente Alfaro", en el día de la incorporación
de éste a la Marina ecuatoriana, en el Pto. de Southampton.
220 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Pero es en estos mismos años que se observa, que el tradicional servicio de transporte
marítimo con los buques de la Armada sufre un colapso, al dejar el antiguo cañonero
"Calderón", reclasificado ya antes como transporte, de figurar en la lista de buques en
activo, para convertirse luego en museo, después de más de medio siglo de vida útil; no
habiendo otro buque de la Armada adecuado para las funciones de transporte, fue necesario
que asumiera esta actividad la Marina Mercante y, en consecuencia, los costos de los
fletes y pasajes sufrieron un considerable incremento. Esto dio lugar a que los habitantes
-del Archipiélago, acostumbrados a viajar en los buques de la Armada y pagar bajos fletes
entre Guayaquil y las Islas, reclamaran al Gobierno y reiteradamente le solicitaran la
adquisición de un buque para el servicio del Archipiélago. Por otro lado, la necesidad de
la Armada de tener un buque de apoyo logístico a la Fuerza y a las guarniciones destacadas
en las diversas islas, era evidente, puesto que los buques de guerra de la Escuadra no
LA ARMADA Y EL ARCHIPIELAGO DE COLÓN 221
La época en que las naves de la Marina de Guerra del Ecuador eran simples transportes,
o que los que por sus características no lo eran pero se los empleaba como tales, había
finalizado desde que los patrulleros "Esmeraldas", ex-"Nueve de Octubre"; "Manabí",
ex-"Diez de Agosto"; transporte "El Oro", ex-"Cinco de Junio", y el antiguo cañonero
"Calderón", fueron reemplazados por la fragata "Guayas" y los destructores "Presidente
Alfaro" y "Presidente Velasco". Después se incorporaron, en 1960, las corbetas
"Esmeraldas" y "Manabí".
Esta era la situación de la Armada respecto a la carencia de medios para atender las
necesidades de transporte hacia el Archipiélago y también a las eventuales operaciones
de transporte de tropas por vía marítima, cuando en el año 1958, durante el gobierno del
presidente Camilo Ponce Enríquez, se incorporaron a la Armada dos buques tipo L.S.M.;
es decir, construidos para transportar y desembarcar directamente en una playa, tropas y
materiales en el transcurso de una operación anfibia; y que debido a estas características
eran muy adecuados para el transporte de carga a Galápagos en vista de la inexistencia
de muelles en los puertos de dicho archipiélago.
El servicio de transporte al Archipiélago que había sido, desde el año 1943, una pesada
servidumbre que gravitaba negativamente en el entrenamiento y en el mantenimiento de
la Fuerza como entidad de combate, dejó de serlo sin que la Armada dejara de dar este
importante servicio para el desarrollo de la región insular.
222 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
En resumen, antes del año 1943, los buques de la Marina de Guerra, en general, no
eran buques constitutivos de una fuerza naval, de tal manera que su empleo en el transporte
de pasajeros y carga al Archipiélago era una actividad apropiada a las características de
éstos; sin que esto signifique que la Marina de Guerra de aquellos años, anteriores al
establecimiento de la Escuadrilla, tuviera los medios adecuados para el cumplimiento de
su misión o dicho en otros términos, que no tenía una fuerza naval como su principal
elemento, sino que su estructura correspondía a una Marina de Servicios, sea para
transportar tropas y abastecimientos, como para el mantenimiento de los faros y boyas
de la costa ecuatoriana; y paradójicamente, después, cuando la Institución Naval adquirió
verdaderos buques de guerra, no disponían de los medios para realizar las tradicionales
tareas de transportación al Archipiélago, situación que finalizó en el año 1958 con la
adquisición de los buques tipo L.S.M. antes mencionados.
La nueva Armada
ecuatoriana
227
Antecedentes
E/ espués del conflicto bélico entre Ecuador y Perú en el año 1941, las élites políticas
y militares ecuatorianas, al reflexionar sobre las causas de la derrota, tuvieron
inevitablemente que aceptar sus errores de conducción política y militar de la
defensa nacional.
El prolongado período que se extendió desde el año 1831 hasta 1941, se caracterizó
por el absoluto descuido de los gobiernos, por la preparación de la defensa nacional,
error del que son copartícipes las elites militares, que preocupadas y dedicadas más a los
avatares de la política interna, aceptaron que el Ejército no tuviera la capacidad suficiente
para la defensa nacional. Pero aún fue más funesto el absoluto abandono de la inicial
marina de guerra del Ecuador, la misma que pocos años después casi había desaparecido.
Con la excepción del periodo en el que la Misión Naval chilena estuvo encargada de
la organización e instrucción del personal naval ecuatoriano, entre 1904 y 1912, durante
los periodos presidenciales de los Generales Plaza y Alfaro, época en la que el Ecuador
adquirió algún material bélico para su Armada, incluyendo el buque-escuela "Marañón"
y el cazatorpedero "Libertador Bolívar" no se registra ningún hecho favorable para el
desarrollo de una fuerza naval.
El pensamiento del Libertador sobre la importancia del dominio del mar para el
resultado del enfrentamiento bélico que se vislumbraba en el año 1828, ocasión en la
que expresó que el ejército de Colombia era poco si no se disfrutaba del dominio del
mar, fue ignorado. Después, en el siglo XX, los Generales don Telmo Paz y Miño y don
Luis Larrea Alba en diversas oportunidades expresaron similares ideas, especialmente
éste último, que dijo que la decisión de una guerra con el Perú, se la obtendrá en el mar.
228 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
También el Coronel de Reserva don Víctor Emilio Estrada publicó un estudio sobre
la importancia del poder naval para la defensa de la Nación y el Teniente de Fragata
Manuel Alomía Guerra dictó en el Círculo Militar de Quito, ante un auditorio de civiles
y militares, una conferencia en la que expuso la necesidad de crear un poder naval; el
Coronel Estrada publicó su trabajo en el ario
1919 y el Teniente de Fragata Alomía dictó
su conferencia en 1934.
Para terminar; es suficiente decir que en esta vida no hay nada que quede inmóvil, es
preciso progresar o de hecho retrocedemos; "reformarse es vivir" dice. Rodó. Por
innumerables que fueran los tropiezos que encontremos en el camino para la
reorganización de este importante servicio nacional debemos zanjarlos pese a cualquier
sacrificio con el espíritu de verdaderos ecuatorianos patriotas y entusiastas, especialmente
LA NUEVA ARMADA ECUATORIANA 229
Así llegó el año 1941 sin que la Marina tuviera una fuerza naval para oponerse a la
fuerza naval del Perú, asunto que ya fue tratado ampliamente en este mismo libro bajo el
título "La epopeya de la Armada", y con el subtítulo "Una Armada simbólica".
La época crepuscular
En circunstancias que proseguían las gestiones del presidente Arroyo y del embajador,
don Colón Eloy Alfaro, para que el Gobierno de Estados Unidos autorizara la transferencia
de estos buques y de otros elementos bélicos para el Ejército, sobrevino la agresión del
Perú contra el Ecuador, lo que fue motivo para que el Gobierno americano suspendiera
la entrega de estos materiales, hasta cuando fuera superado el conflicto.
Es pertinente añadir que la entrega de los dos pequeños buques guardacostas, que el
Gobierno de Estados Unidos había ofrecido al Gobierno de Ecuador, no fue realizada
antes del mes de julio de 1941, porque las autoridades navales de Estados Unidos opusieron
obstáculos, aduciendo que los buques estaban operando en misiones de patrullaje. La
guerra en Europa seguía su curso inexorable y luego sobrevino el ataque del Japón a la
base naval americana en Pearl Harbor, el 8 de diciembre de 1941, originándose así la
declaración de guerra de Estados Unidos al Japón y con ello la suspensión, hasta cuando
la situación de la guerra lo permitiera, de las conversaciones entre las autoridades navales
norteamericanas y el Gobierno del Ecuador.
1 La Importancia de la Marina en la vida nacional.- Talleres Gráficos Nacionales.- Quito.- Ecuador.- 1934.
2 Carlos Alberto Arroyo del Río.- Por la pendiente del sacrificio.- Edición Banco Central del Ecuador.- 1996.-
Páginas 332, 333, 335 y 337.
230 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
La entrega de estos buques estuvo a punto de hacerse, debido a las gestiones del
embajador Alfaro y es por eso que el Comandante Superior del Ejército, Coronel Francisco
Urrutia Suárez, le informaba al presidente de la República, doctor Carlos Alberto Arroyo
del Río, de la próxima llegada de los dos buques guardacostas, en circunstancias en las
que éste visitaba oficialmente la ciudad de Cuenca.
Otra de las gestiones del Gobierno presidido por el doctor Arroyo del Río, estuvo
encaminada a conseguir que una Misión Naval de Estados Unidos viniera al Ecuador
para organizar la Marina de Guerra nacional.
en reemplazo del Capitán de Fragata César Mogollón Cárdenas, el mismo que pasó a
desempeñar las funciones de Comandante de Marina con asiento en Guayaquil y a la vez
el Capitán de Fragata Francisco Fernández Madrid, que desempeñaba dicho cargo fue
designado Comandante del buque-escuela "Presidente Alfaro".
En el año 1921, el entonces Capitán de Corbeta Juan Francisco Anda fue nombrado
director de la Escuela de Aviación, que funcionó en la población de Durán; ésta fue la
primera escuela de aviación establecida en el Ecuador.
En el periodo del presidente Martínez Mera, ocupó por poco tiempo el Ministerio de
Guerra y Marina.
El Decreto No. 1341, por el cual se restablecía la Escuela Naval, era el siguiente:
Decreta
Art. 2°- Mientras se terminan los trabajos de adecuación de dicho edificio, los cursos
lectivos 1° y 2° funcionarán adscritos al Colegio Militar de esta capital bajo la Dirección
Técnica del Jefe de la Misión Naval Norteamericana, incluso la del personal docente
que el Ministerio de Defensa Nacional designará para el caso, debiendo la Dirección
Administrativa correr a cargo de un Oficial Superior de Marina que será designado
oportunamente.
Art. 4°. - De la ejecución del presente Decreto se encargarán los señores Ministros de
Defensa Nacional y de Hacienda.
Esto era la primera manifestación de los cambios que luego se dieron en la Armada
del Ecuador, cuya doctrina, en lo sucesivo, sería orientada por principios y modalidades
de la Marina de Guerra de Estados Unidos, aunque sin suprimir sus tradicionales principios
doctrinarios propios, que tienen origen en la doctrina naval chilena, trasmitida a la Marina
ecuatoriana por las misiones navales de ese país que actuaron en el Ecuador en épocas
anteriores, doctrina de fundamentos esencialmente británicos.
Las actividades del Comandante General de Marina y del Jefe de la Misión Naval
estaban dedicadas principalmente a organizar y poner en funcionamiento la Escuela Naval.
En febrero de 1942, la Escuela Naval estaba lista para recibir a los primeros aspirantes
a Guardiamarinas que habían aprobado sus exámenes de ingreso, y el Director de la
Escuela, Capitán de Corbeta César Puente Godoy, solicitó al Ministerio de Defensa el
nombramiento de Guardiamarina para los siguientes aspirantes:
Luis Rodas Reyes, Rafael Cevallos Viteri, Octavio Torres Egüez, Byron Custode
Mosquera, José Astudillo Quintanilla, Raúl Jarrín Valdez, Juan Zurita Mogollón,
Guillermo Cevallos Almeida, Jorge Montalvo Ortiz, Rafael Díaz Cueva, Tomás Wilfrido
Freire Dueñas, Francisco Espinoza Coronel, Jaime Darquea Moscoso, Gonzalo Calderón
Noriega, Otto Andrade Stabschidt, Jorge Uquillas Sandoval, Miguel Burbano Cervantes,
José Rodríguez Muñoz, Jorge Cruz Polanco y Aníbal Paz y Miño Cevallos; y, como
guardiamarinas supernumerarios, Jorge Trujillo Almeida, Luis Vallejo Cevallos, Jaime
Paredes Miranda y Luis Recalde Castro.
Estos 24 aspirantes fueron los que ingresaron a la Escuela Naval, en 1942, pero solo
permanecieron en ella hasta graduarse en el mes de septiembre de 1944, Wilfrido Freire,
Héctor Paz y Miño, Gonzalo Calderón, Raúl Jarrín, Francisco Espinoza, Guillermo
Cevallos y Jorge Cruz; Rafael Cevallos y Jorge Montalvo continuaron sus estudios en la
Academia naval de Annapolis hasta su graduación. Los guardiamarinas Custode y
Paredes obtuvieron sus despachos de oficial con los guardiamarinas de la siguiente
promoción.
Para finalizar este breve resumen sobre los principales acontecimientos relativos a la
etapa de restablecimiento y estructuración de la Escuela Naval, en esta época inicial de
la nueva Armada ecuatoriana, lo hacemos con la nómina de los profesores que fueron
designados por Decreto No. 235 del Presidente Constitucional de la República en el mes
de febrero:
Capitán de Fragata Ej. César Puente G., de marinería y señales; Alférez de Navío Ej.
César Endara Peñaherrera, de álgebra, trigonometría y aritmética; Alférez de Navío Ej.
Jorge Leoro Dueñas, de instrucción militar y educación física; Alférez de Navío Ing.
234 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Desde el año 1942 hasta 1947, la Escuela Naval funcionó en un edificio contiguo al
Colegio Militar en la ciudad de Quito; pero a partir del último año arriba citado se trasladó
a Salinas, siendo presidente de la República, el doctor José María Velasco Ibarra.
El "Moonstone" era uno de los dos buques que el Gobierno norteamericano se había
comprometido entregar al Gobierno del Ecuador, asunto del cual nos ocuparemos a
continuación.
4 Los guardiamarinas Rafael Cevallos y Jorge Montalvo fueron los primeros ecuatorianos que se graduaron
en Annapolis.
LA NUEVA ARMADA ECUATORIANA 235
El énfasis que pone el Capitán de Navío Anda y Maldonado sobre la enorme cantidad
de necesidades de la Armada, tenía completa justificación, pues estas eran tantas, que
tratar de remediar los males ocasionados por tantos años de descuido, no era asunto que
podía hacerse en un plazo de cinco años. Una marina de guerra, por modesta que sea, no
se improvisa; de ahí la necesidad de una política de Estado, para mantenerla acorde con
la importancia que tiene para la seguridad y defensa de la nación.
El párrafo que cita el Capitán de Navío Anda y Maldonado de aquel informe del año
1939, es el que sigue:
-Dos destroyers tipo "Gilmer" 1920 de la Armada de los Estados Unidos de 1190
toneladas de desplazamiento, de 35 nudos de velocidad con el siguiente armamento: 4
cañones de 4 12 pulgada, 4 cañones antiaéreos y 2 tubos triples lanzatorpedos.
-Un transporte con capacidad por lo menos para dos o tres mil hombres.
-Cuatro caza submarinos tipo P.C. 461 de 22 nudos de velocidad, de dos motores
diesel de 2.000 HP cada uno, con el siguiente armamento: 2 cañones de 3 12 pulgadas
antiaéreos y para tiro razante; 4 ametralladoras de 12 pulgada; 2 ranflas de deslizamiento
para cargas de profundidad; 7 cargas de profundidad.
-Dos buques auxiliares de 400 toneladas cada uno: tanque para petróleo y cisterna
para agua.
-Cincuenta minas de observación con 200 kilos de carga y todos sus implementos:
caja de herramientas, cargas explosivas, 10 mil metros de alambres conductores
impermeables, baterías de dar fuego, etc.
Seguía una larga lista del material necesario para la defensa fija de la costa, en el que
se incluía 20 lanchas para vigilancia y transporte.
Como este documento tiene fecha 23 de febrero de 1942, se debe presumir que su
presentación tenía relación con las gestiones iniciadas por el gobierno del doctor Arroyo
del Río, en el año 1941, ante el Gobierno norteamericano, y continuadas durante el año
1942 para conseguir que éste cediera al Ecuador un mínimo del material bélico que éste
necesitaba para su defensa.
Sin embargo, lo que el Gobierno de Estados Unidos cedió al Gobierno del Ecuador,
de acuerdo a la Ley de Préstamos y Arriendos, fue, se puede decir, de ningún significado
LA NUEVA ARMADA ECUATORIANA 237
En los primeros días del mes de enero de 1943, llegaron a aguas ecuatorianas dos
buques de la Armada de Estados Unidos del tipo patrullero, cuyos nombres eran
"Moonstone" y "Jade".
Eran unos de los muchos buques que, al producirse la movilización de las Fuerzas
Armadas de ese país, fueron adaptados a las funciones de cazasubmarinos, armándolos
con uno o dos cañones de 3 pulgadas, algunos antiaéreos de 20 mm. y ranflas para cargas
de profundidad.
Estos eran los buques que el Gobierno norteamericano había autorizado entregar al
Ecuador en cumplimiento del ofrecimiento de 1941 y en reemplazo de aquellos que en
esa oportunidad iban a cederse a la Marina ecuatoriana.
Sin embargo, con estos buques se dio inicio al proceso de transformación de la Marina
de Guerra del Ecuador, pues al organizarse la Escuadrilla, no solamente se puso las
bases de la futura escuadra, sino que también se impulsó un cambio en las mentes de
oficiales y tripulantes, en relación a la legitimidad de las actividades de la fuerza naval
en tiempo de paz: su preparación para la guerra.
"Toda vez que el buque escuela "Presidente Alfaro" y los patrulleros "Nueve de
Octubre" y "Cinco de Junio" han sido incorporados a la Armada Nacional; y habiendo
la Superioridad Naval elaborado un plan de actividades para la Escuadrilla en general,
dentro de un periodo de tiempo determinado, pláceme manifestar a Ud. que a objeto de
dar cumplimiento al prenombrado periodo de actividades, se ha designado con el carácter
de Jefe de Entrenamiento Táctico, al Capitán de Corbeta Ralph Cullinan Jr, miembro
de la Misión Naval Norteamericana en el Ecuador.
Por lo tanto, el Capitán de Corbeta señor Cullinan deberá ser reconocido como tal,
debiendo los Comandantes de los citados buques estarle subordinados con toda la
tripulación y material.
Para su debido conocimiento y más fines, adjunto al presente remítole una copia del
memorandum, que sobre estas actividades, ha sido preparado para el Capitán de Corbeta
Cullinan.
"1° Sus deberes con respecto al entrenamiento del personal ecuatoriano a bordo de
los buques ecuatorianos con base en Salinas será como sigue:
c.- Los Comandantes de todos los buques ecuatorianos presentes en Salinas, estarán
sujetos a sus órdenes en todo lo que corresponda al programa de entrenamiento.
d.- Al llevar a cabo este plan de entrenamiento, usted estará a bordo de los buques
en rotación cada día, que los buques salgan a la mar
Según el plan de entrenamiento para el mes de junio, los buques "Presidente Alfaro",
"Nueve de Octubre" y "Cinco de Junio" debían permanecer en Guayaquil hasta el 16 de
ese mes; y el 17 saldrían para Salinas, en donde recibirían la visita de inspección del
Capitán de Corbeta Cullinan. A partir del día 21 hasta el 25 debían salir diariamente a la
mar para entrenamiento, zarpando a las 08h30 m. y fondeando en Salinas a las 15h30 m.
"En una solemne ceremonia se entregaron dos modernos barcos para defensa costera,
los cuales fueron construidos por Estados Unidos para la marina ecuatoriana. Asistieron
al acto altos oficiales de ambos países".
Los buques, objeto de esta noticia, eran el patrullero "Nueve de Octubre", ex-"Jade"
y el pequeño transporte, de 250 toneladas de desplazamiento, "Cinco de Junio", ex-APC
85. El primero era un buque sumamente deficiente, no sólo por su antigüedad, sino también
por el mal trato que se le había dado; y el "Cinco de Junio" era un pequeño transporte
con casco de madera, recién construido y que era uno de la serie que se construyó en
astilleros norteamericanos, con el propósito de transportar a un reducido grupo de infantes
de marina en cada uno de estos buques a los que se los conocía con la denominación de
A.P.C., traducido al español como "bote auxiliar de patrulla".
En el mes de julio, la Escuadrilla estuvo lista para iniciar sus ejercicios en la mar,
teniendo su base en Salinas, de acuerdo al plan de entrenamiento; pero, en la segunda
quincena del citado mes, sucedieron dos acontecimientos que, por segunda vez,
interrumpieron la continuidad del entrenamiento de la Escuadrilla en el mar.
Al finalizar este periodo en el cual, además de los ejercicios arriba citados, se impartió
instrucción a los timoneles y se hicieron ejercicios de comunicaciones y de artillería, el
Comandante del "Presidente Alfaro" y Comandante de la Escuadrilla, Capitán de Corbeta
Rafael Morán Valverde, presentó al Comandante de Marina, Capitán de Fragata César
Mogollón, un minucioso informe-sobre las prácticas realizadas.
A pesar de que la Escuadrilla estaba constituida por buques sin ninguna capacidad
para combatir contra verdaderos buques de guerra, fue escuela de preparación de las
tripulaciones que después prestaron sus servicios a bordo de la fragata "Guayas" y de los
destructores "Presidente Alfaro" y "Presidente Velasco", que fueron los primeros buques
de guerra de la nueva Armada del Ecuador.
varios asuntos que los consideraba importantes y que debían tomarse en cuenta para
beneficio de la institución tales como: reorganización de la Armada, programa anual de
trabajo para la Escuadrilla, base naval, personal, bienestar y varios.
En los primeros días del mes de mayo, el Capitán de Navío don Juan Francisco Anda
ponía en conocimiento del Comandante de Marina, don César Mogollón Cárdenas, y del
Jefe de la Escuadrilla los aspectos más importantes de la política naval del Gobierno y
del Comandante General de Marina. Se refería a la necesidad de seguir trabajando
intensamente para mejorar la capacidad profesional de los oficiales y tripulantes como
requisito previo para poder adquirir un destructor moderno; enfatizaba que el Presidente
de la República era el más empeñado en adquirir verdaderas unidades de guerra. También
se refería a sus gestiones para enviar semestralmente dos oficiales a los Estados Unidos,
para que se embarcaran en buques de la Marina de Guerra de ese país, para lo cual era
conveniente que todos los oficiales hicieran el máximo esfuerzo para aprender el idioma
inglés.
Es fácil concluir que el Almirante Spears, al expresar sus ideas, estaba pensando en el
área de Guayaquil, y en la posibilidad de trasladarlo a otro lugar en determinados casos
de emergencia.
El 1° de junio, se encargó del poder como presidente interino, el doctor José María
Velasco Ibarra.
LA NUEVA ARMADA ECUATORIANA 245
Durante los días 28 y 29, combatieron furiosamente los batallones del Ejército,
apoyados por civiles, contra los carabineros que defendían al Gobierno. La Armada no
intervino en este enfrentamiento entre ecuatorianos y los buques, que entonces estaban
en el fondeadero de Guayaquil, se retiraron hacia la Josefina, a 15 millas de Guayaquil.
El día 5 de junio, el Jefe de la Zona Militar llamó al Comandante de Marina Acc. para
que le informara sobre las relaciones que existían entre la Comandancia de la IV Zona
Militar y la Comandancia de Marina.
"En vista de la necesidad de que la Marina de Guerra, como parte integrante de las
Fuerzas Armadas ocupe en su composición el lugar que le corresponde; muy en breve se
dictará un Decreto al respecto; hasta tanto este Ministerio dispone que la Comandancia
de Marina de Guayaquil, en lo disciplinario, estará estrictamente bajo la dependencia
del Comando de Zona de esa plaza, quedando fuera de tal dependencia sólo en lo técnico,
económico y administrativo".
246 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
"Que por necesidades del servicio y a fin de hacer una observación detenida, sobre
las ventajas que reportaría a la Armada la nueva orientación que se trata de darle,
desde esta fecha la Comandancia de Marina tendrá bajo su comando en forma técnica
y administrativa únicamente los Repartos de tierra y el Jefe de la Escuadrilla todos los
buques que componen ésta, siendo en
consecuencia dos Comandos independientes
y con acción propia y por lo mismo
responsables de las órdenes que impartan y
de los trabajos que se realicen en cada una
de las Secciones a su cargo, debiendo regirse
por lo que dispone el Reglamento de los
Órganos Centrales de Mando de la Marina
de Guerra.
Pero las disposiciones del Ministro, del 2 de agosto, sí tienen un significado importante
en el proceso evolutivo de la Marina de Guerra ecuatoriana pues, al ordenar la separación
de la Jefatura de la Escuadrilla de la Comandancia de Marina, se estableció la
correspondiente jerarquía de la fuerza naval y por ende de su superior directo, el Jefe de
la Escuadrilla, quedando así al mismo nivel del Comandante de Marina, quien tendría
bajo su mando solamente a los repartos navales de tierra.
A partir de esa fecha, la ubicación de la sede del jefe del Distrito Naval en Guayaquil
fue en su propio local, cortándose así las relaciones con la Zona Militar de la antigua
Comandancia de Marina que venía funcionando en un pequeño espacio del edificio de la
Jefatura de Zona Militar de Guayaquil.
I Sección
Buque-escuela "Presidente Alfaro
Buque patrullero "Nueve de Octubre"
II Sección
Buque patrullero "Diez de Agosto"
Buque transporte "Cinco de Junio"
III Sección
Buque cañonero "Calderón"
Buque aviso "Atahualpa"
El numeral 8 del oficio en el que constan los datos arriba copiados, dice:
Por economía y para conseguir mayor eficacia en los buques creo que es de imperiosa
necesidad se cree una Escuela de Grumetes en tierra con capacidad para cien grumetes.
De no ser posible esto se puede crear dos escuelas, una de grumetes a bordo del cañonero
"Calderón" con treinta alumnos y otra, Escuela de Máquinas en el Arsenal de Marina
con treinta alumnos. Los cursos de recalificación para Suboficiales, Sargentos y Cabos
se podrían hacerlo a bordo del Buque Escuela "Presidente Alfaro". Funcionando
normalmente estas escuelas y cursos se podría llegar a conseguir personal idóneo para
todas las reparticiones de la Armada en un tiempo de dos años".
3° Los buques con los que actualmente cuenta la Armada no son buques de guerra,
ni sirven para la guerra. En el caso de que el país llegara a verse envuelto en un conflicto
armado, se tendría que ir irremediablemente a combatir en estos buques, sabiendo todos
que se iría a un sacrificio estéril ya que los buques de nuestro posible enemigo son
buques de guerra y de un poder combativo muy superior a los nuestros. En esta forma la
Armada defraudaría las aspiraciones del país.
Pensar formar una Marina de Guerra con los actuales buques que tenemos, sería lo
mismo que formar un Ejército que disponga de escopetas en vez de fusiles.
Olvidando todas la deficiencias del pasado y estando dispuestos a vencer todas las
dificultades y con optimismo sin igual, desean principiar a preparar las tripulaciones de
los buques de guerra que el Gobierno estaría en posibilidad de adquirirlos tan pronto
termine el Conflicto Mundial. Creo que la política actual de la Armada debe estar
dirigida únicamente a la preparación eficiente del mayor número de tripulantes con el
objeto de estar listos a recibir los buques que ya mencionamos. Debe servirnos de lección
el fracaso que tuvo la Armada cuando recibió los buques que actualmente tiene, por no
haber tenido Tripulación entrenada.
Para conseguir este objetivo final los planes de operación de la Escuadrilla deben
contemplar un entrenamiento progresivo de oficiales y tripulantes, poniendo especial
interés en los últimos debido al cambio constante de personal cada año.
Respecto al aviso "Atahualpa" sugiere que sus actividades dependan de las necesidades
de la Escuadrilla; y el transporte "Cinco de Junio" debía unirse a la I Sección en el mes
de septiembre, continuando así hasta finalizar el mes de noviembre, cuando regresaría a
Guayaquil para el correspondiente periodo de reparaciones en el Arsenal Naval.
Sin embargo, durante este ario ya se notaba que el estado del material se hacía aún
más deficiente y las frecuentes reparaciones que necesitaban los buques afectaban
negativamente al entrenamiento en conjunto. Además el transporte de pasajeros y carga
para el Archipiélago interfería en las actividades de la Escuadrilla, porque en circunstancias
en las que el cañonero "Calderón" o el transporte "Cinco de Junio" estaban inhabilitados
para tales tareas, se ordenaba asumirlas por los buques de la I Sección, lo que no solo
retrasaba el entrenamiento de la Escuadrilla, sino que también era causa de un rápido
deterioro de sus unidades.
Esto sucedía a pesar del intenso accionar de los buques de la II Sección, especialmente
el cañonero "Calderón" que por sus características era el más adecuado para el transporte
de carga; pero también debía integrarse en determinados tiempos a la II Sección para dar
cumplimiento a los planes de entrenamiento de la Escuadrilla.
"1° El viaje que debía hacer al puerto de Salinas el buque de su mando queda
suspendido hasta nueva orden.
"1° El "Calderón" debe estar listo para zarpar a Salinas el día 24 del presente.
El 28 del mismo mes, estando en Salinas después de cumplir con las órdenes anteriores,
una orden urgente de "zarpar inmediatamente antes de las 20 horas del día de hoy, con
dirección a Guayaquil. En Guayaquil llene todos sus tanques de agua potable y zarpe
enseguida a Bahía de Caráquez en donde debe entregar el agua como lo hizo la vez
anterior".
El veterano cañonero, al finalizar el año 1944, no solamente había cumplido con las
comisiones antes mencionadas, sino que en el mes de diciembre, entre los día 21 y 23,
remolcó de Manta a Guayaquil, al buque de bandera mejicana "Namuk".
Al final del ejercicio el señor Presidente expresó su complacencia, por el éxito de los
ejercicios, al Comandante de la Escuadrilla, oficiales y tripulantes.
En el mes de febrero del año anterior, el Comandante General de Marina con el oficio
circular No. 161 del 7 del citado mes, para el Jefe del Distrito Naval del Guayas, Jefe de
la Escuadrilla y Director de la Escuela Naval Acc., les decía:
3° Nuestro país desde el ataque japonés a Pearl Harbor, ha apoyado a los Estados
Unidos ya sea con la cesión de la Base de Seymour y de Salinas, ya por medio del envío
a precios bajos de materias primas para el esfuerzo de guerra; pero salvo nuestra Marina
de Guerra, con ocasionales patrullajes durante los viajes a Balboa y Galápagos, las
demás ramas de las Fuerzas Armadas del Ecuador, nada han podido hacer para convertir
en algo práctico la ayuda a las Democracias y a la Defensa Continental.
4° Si nuestra Marina de Guerra ha sido, hasta este momento, la única que ha podido
prestar un apoyo efectivo, aunque pequeño, porque pequeñas son sus posibilidades, en
lo futuro debemos llevar nuestra política naval a fin de que este apoyo sea efectivo y
además de reanudar en beneficio de la Defensa Continental, reanude también en beneficio
no solamente de los adelantos técnicos, sino también en beneficio de los adelantos
materiales para la misma.
5° Al hacerse público el estado de guerra de nuestro país con el Japón, se abre para
nuestra Institución la posibilidad de conseguir una ayuda efectiva y en mayor grado de
parte de los Estados Unidos y para ello es indispensable que todos los oficiales y
tripulantes de nuestra Armada se esfuercen en alcanzar los mayores progresos posibles
para procurar el mayor adelanto para nuestra Institución".
Las ideas del Comandante General de Marina respecto a la coyuntura favorable que
se presentaba para obtener una mayor contribución de los Estados Unidos para el desarrollo
de la Marina de Guerra del Ecuador, tenía como trasfondo las conversaciones que desde
el año 1945, venían sosteniendo los representantes navales de ambos países, después de
los acuerdos preliminares autorizando la transferencia de material naval a la Marina de
Guerra del Ecuador, "que fuere compatible con sus necesidades, economía y capacidad
tecnológica".
"1° Que la Marina del Ecuador necesita como punto de partida inicial para su
desarrollo:
b. Adquirir un buque tanque petrolero de unas 2000 toneladas, de 200 pies de eslora,
40 de manga y 12 de calado, con dos cañones de 3/50 cal., máquinas recíprocas y 15
nudos.
a.- Un destructor tipo escolta de 1500 toneladas, 215 pies de eslora, 33 de manga y
14 de calado con 4 cañones de 4/45 cal., ametralladoras, etc.; máquinas de turbinas de
30.000 HP a petróleo y con 25 nudos de velocidad.
b.- Adquirir un guardacostas de alta mar tipo "Erie" de 2000 toneladas con cañones
de 5/38 cal., de 2 de 3/50 cal., ametralladoras, etc; máquinas de turbinas de 5.000 HP
a petróleo y con 16 nudos de velocidad.
Remolcador "Cotopaxi"
Este proyecto no fue llevado a la realidad, y solamente en el año 1947, con la llegada
de la fragata "Guayas" y del remolcador "Cotopaxi", se dio cumplimiento a una mínima
parte de las adquisiciones programadas, adquisiciones que pudieron culminarse gracias
a los esfuerzos del Comandante General de Marina, Capitán de Fragata Alberto Sánchez
López, y de todos los oficiales navales que colaboraron con él para conseguirlo,
especialmente del Agregado Naval en Washington, el Capitán de Navío Francisco
Fernández Madrid, asunto del cual nos ocuparemos más adelante; pero ahora seguimos
con el relato de los acontecimientos que, en el año 1946, fueron determinantes de la
evolución de la Marina de Guerra ecuatoriana.
Es por demás evidente que el entusiasta propósito del Teniente de Fragata César
Endara no tenía límites, pues no sólo se concretaba a cumplir con el entrenamiento de
oficiales y tripulantes de los buques de la Escuadrilla en los campos de táctica, artillería,
ingeniería, comunicaciones, etc., sino también a buscar una mejor organización de la
Escuadrilla y de la Armada en general.
Pero estas no eran todas las actividades que los buques de la Escuadrilla ejecutaban,
pues las tareas de transporte y otras similares también afectaban a su carga de trabajo.
La visita del presidente Velasco Ibarra a la provincia de El Oro fue la primera que un
gobernante ecuatoriano hacía después de la invasión peruana de 1941.
hasta el mes de julio de 1946, y el Teniente de Fragata Manuel Nieto Cadena asumió
dicho cargo. El Teniente de Fragata Endara fue designado Ayudante del Agregado Naval
en la Embajada de Washington.
Al respecto, el doctor Jorge Pérez Concha, en un artículo titulado "La nueva Armada.-
Periodo 1944-48", decía:
"El 8 de julio de 1946, el Capitán de Corbeta César Endara Peñaherrera fue designado
por Decreto Ejecutivo, Ayudante del Agregado Naval en Washington, pero con la
verdadera finalidad de concurrir, en representación de la Armada del Ecuador a la
realización de diversos programas que la Armada de los Estados Unidos de América
debía desarrollar con la colaboración de un miembro de la Marina de Guerra
correspondiente a los demás países del Continente. Estos programas, entre otros eran la
filmación de películas de orden profesional y la confección y traducción de libros técnicos
para la instrucción del personal naval .... "9
En los años que siguieron hasta 1946, ningún buque de la Marina de Guerra del
Ecuador había estado en aguas peruanas, sea en visita oficial o simplemente en tránsito,
hasta cuando en cumplimiento de órdenes superiores dio fondo en la bahía de Talara, el
legendario cañonero "Calderón", el mismo que había derrotado en aguas de Jambelí al
destructor peruano "Almirante Villar", el 25 de julio de 1941.
Esta situación hizo que las autoridades del puerto ordenaran despejar el aérea de las
numerosas embarcaciones menores que circulaban alrededor del buque, con muchas
personas a bordo en actitud agresiva. Pero estas medidas fueron ineficaces, por lo que las
autoridades del puerto recibieron el lanchón fuera del muelle, y el buque zarpó de regreso
a Guayaquil, a las 11h 28 m. del mismo día 15.
La salida del cañonero "Calderón" desde Guayaquil, el día 13, se había mantenido en
secreto y el buque iba desarmado, pues se le habían retirado sus cañones para evitar su
apariencia como buque de guerra; pero era lógico suponer que sería reconocido por la
gente de mar de dicho puerto peruano, en razón de su largo historial como buque de la
Marina de Guerra ecuatoriana.
Revisado el casco, los técnicos opinaron que no era conveniente cambiar las planchas
desgastadas, porque eran tantas que esto hubiera requerido reemplazar casi todas; y mejor
era colocar planchas con soldaduras en las partes de mayor desgaste, con lo que podría
navegar dos años más.
El costo del buque era de 182.820 dólares que representaban el 6% del costo original;
y sus principales características eran:
Dos hélices
Además el buque tenía las bases correspondientes a dos montajes dobles antiaéreos
de 40 mm., armamento que había sido retirado porque existía un acuerdo entre el Gobierno
de Estados Unidos y la casa constructora para no entregarlos a otros países. Sin embargo,
años después fue provisto de este armamento.
Había sido construido en 1943-1944 por Globe Shipbuilding Co. y puesto en servicio
el 7 de agosto de 1944; el 10 de octubre de 1946, quedó inactivo en aguas del 8° Distrito
Naval (New Orleáns).
Tres meses después, el Ministro de Defensa autorizó la compra de este buque y para
asegurar el negocio proponía entregar adelantado 10.000 dólares como depósito; pero la
situación económica del país impidió que se hiciera oportunamente la transferencia del
valor acordado, originando incertidumbre en las autoridades navales de Estados Unidos
sobre la intención del Gobierno del Ecuador de comprar el buque.
Se había aceptado la propuesta del Gobierno del Ecuador de entregar como depósito
la cantidad arriba mencionada, pero se establecía la obligación de cubrir todo el valor
hasta el 1° de julio de 1947.
Esto, como es lógico, afectó a la eficiencia de los buques, pues el personal designado
a la fragata fue reemplazado por gente de otros repartos, incluyendo los de tierra.
La orden escrita del Capitán de Corbeta Manuel Nieto Cadena, a la sazón encargado
de la Comandancia General de Marina por ausencia del titular Capitán de Navío Alberto
Sánchez, confirma lo antes dicho:
Así fue como la fragata "Guayas" zarpó de ese puerto en los primeros días de
noviembre, y llegó a Guayaquil el 30 de diciembre de 1947, después de una azarosa
navegación y de una recalada forzosa al puerto de La Habana para efectuar reparaciones
urgentes de las máquinas.
Estos constituían la dotación del buque y muchos de ellos provenían de los buques de
la Escuadrilla; pero además los siguientes tripulantes, que seguían perteneciendo a las
dotaciones de otros buques, fueron destinados temporalmente a prestar sus servicios en
la fragata, durante la navegación de Nueva Orleáns a Guayaquil:
En este mismo año, el Gobierno, presidido por el doctor Velasco Ibarra, siendo Ministro
de Defensa el General Alfonso Jaramillo y Comandante General de Marina Interino, el
Capitán de Corbeta Manuel Nieto Cadena, compró para la Armada un pequeño buque,
tipo remolcador de bahía, que era parte del material que había adquirido para el Ejército
nacional, de los sobrantes de guerra que el Gobierno de Estados Unidos, vendía en el
10% de su valor.
Este buque, que era un remolcador de bahía, es decir, que había sido diseñado para
navegar en aguas tranquilas y dentro de ciertos límites, estaba estacionado en la base
naval de Puerto España, en la isla Trinidad.
El 2 de agosto, todos los arriba citados salieron de Guayaquil, a bordo del vapor
mercante "24 de Mayo" de bandera ecuatoriana '° con destino a Puerto España. El
Alférez de Navío Jorge Páez, al pasar por Balboa, se desembarcó para continuar viaje
por vía aérea, en unión del Coronel Gonzalo Sánchez, quien era el encargado de recibir
el material comprado por el Gobierno ecuatoriano.
Superados estos contratiempos, con la ayuda del antiguo responsable del buen
funcionamiento de la máquina, un señor de apellido Cranfor, quien le dio la información
necesaria para corregir los desperfectos observados, el Oficial de Mar Guillermo Rivera
se hizo cargo de la máquina el 5 de septiembre.
10 Este buque era el ex-"Cerigo" de bandera alemana, que fue incendiado por su tripulación en el año 1941
y salvado de su destrucción por la Armada del Ecuador.
LA NUEVA ARMADA ECUATORIANA 267
Once días después, él 16 del citado mes, el remolcador "Cotopaxi" con el tricolor al
tope de su mástil, abandonaba Puerto España con rumbo a Cristóbal, al mando del Alférez
de Navío Jorge Páez Torres.
En este puerto, con la ayuda del Cónsul Ad Honorem del Ecuador, se hicieron las
reparaciones y se abasteció al buque de agua dulce, y en la mañana del día 21 zarpó a las
11h05m con destino a Cristóbal; pero estando aproximadamente a una milla del puerto,
se quedó al garete para hacer otras reparaciones en su máquina, lo que obligó al
Comandante a dar fondo a unos doscientos metros de la costa, frente a un lugar llamado
Pescadera y en donde la profundidad era de 5 brazas.
Como el lugar no era seguro, el Alférez Páez decidió regresar a puerto con la ayuda
de un remolcador, quedando asegurado el "Cotopaxi" en una boya de amarre, hasta cuando,
terminados los arreglos de la máquina, zarpó para Cristóbal el día 22.
En Balboa permaneció hasta el 1° de octubre, día que zarpó para Guayaquil, y arribó
a este puerto el 6 de octubre a las 19h OOm, sin que se anotaran nuevas averías en sus
máquinas.
Estando en situación 85° 25' de longitud oeste y 1° 35' de latitud sur, a las Olh OOm del
día 14 de noviembre, sufrió la ruptura del eje cigüeñal de su máquina principal; quedando
268 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Al medio día, la posición era 85° 33' de longitud oeste y 01° 30' de latitud sur; y al día
siguiente, 86° 13' oeste y 01° 17' de latitud sur, de tal manera la corriente y el viento
habían abatido al buque 36 millas al NO y en las siguientes 24 horas el abatimiento fue
de 30 millas al N.
Pero a las 15h 52m de ese día, los vigías del cañonero "Abdón Calderón" observaron
la silueta del remolcador "Cotopaxi". El tan esperado auxilio había llegado.
El remolcador "Cotopaxi" había salido del puerto de Guayaquil el mismo día 14, al
recibir la orden de ir en auxilio del cañonero "Calderón", y como el único dato que tenía
el Comandante para planear su derrota, era la situación del "Calderón" al medio día,
trasmitida por la estación radiotelegráfica del buque, el encuentro de los buques era
bastante incierto; pero el buen juicio del Comandante del "Cotopaxi" para estimar el
área en donde podría encontrarlo, fue &Terminante del éxito de la operación, pues
solamente en la mañana del día 16 se pudo establecer comunicación por radiotelegrafía
entre los dos buques, y al medio día se recibió a bordo del "Cotopaxi" la información
sobre la verdadera posición del "Calderón".
Durante la navegación, desde el lugar en que se encontraron los dos buques hasta la
entrada al canal del Morro, frecuentes rupturas del cable de remolque alargaron el tiempo
de la operación; pero finalmente arribaron al puerto de Guayaquil, el día 19 de noviembre
a las 23h 30m."
En el año anterior, el presidente Velasco Ibarra fue depuesto por un golpe militar
encabezado por el Ministro de Defensa, Coronel Carlos Mancheno Cajas. Ejerció el
poder apenas 6 días; luego asumió el gobierno de la República, el doctor Mariano Suárez
Veintimilla quien convocó a Congreso Extraordinario el 11 de septiembre. Reunido el
Congreso el día 15, al siguiente día nombró presidente de la República al señor Carlos
Julio Arosemena Tola, quien ejerció el poder hasta el mes de agosto de 1948. En esta
vorágine política se elaboró el presupuesto del Estado para 1948, y las partidas
presupuestarias para las Fuerzas Armadas sufrieron un recorte de 16 millones de sucres.
Obviamente la Armada fue una de las más afectadas, pues la rebaja que se hizo a su
modesto presupuesto fue de cinco millones de sucres, situación que repercutió
indudablemente en las disponibilidades para adquirir los consumos que eran necesarios
para la movilización de los buques.
A lo antes anotado debemos añadir la incorporación a la Escuadrilla de la fragata
"Guayas" y del remolcador "Cotopaxi", especialmente de la primera, en razón del número
de sus tripulantes, así como por los gastos necesarios para su mantenimiento y
reparaciones.
Todo esto fue la causa para que las actividades de los buques de la Escuadrilla con
fines de entrenamiento, sufrieran una notable paralización durante el año 1948 y los
siguientes. Al iniciarse el ario 1948, la organización de la Escuadrilla era la siguiente:
I Sección
B/F "Guayas" Capitán de Corbeta Luis Gómez Cevallos
B/E "Presidente Alfaro" Capitán de Corbeta Carlos Saavedra Garcés
B/P "Nueve de Octubre" Capitán de Corbeta Pedro Pozo Verges
B/P "Diez de Agosto" Capitán de Corbeta Jorge Leoro Dueñas
II Sección
B/C "Abdón Calderón" Teniente de Fragata Gonzalo Cabezas Cabezas
B/T "Cinco de Junio" Alférez de Navío Carlos Monteverde Granados
B/R "Cotopaxi" Alférez de Navío Jorge Páez Torres
B/A "Atahualpa" Alférez de Fragata Gonzalo Ricaurte Miranda
El Jefe de Escuadrilla era el Capitán de Corbeta Jorge Leoro Dueñas con su insignia
a bordo del B/P "Diez de Agosto".
El director del Curso fue el mismo Comandante de la fragata, y los profesores también
eran oficiales del buque:
Los alumnos de este curso fueron los Alféreces de Fragata Únicos Fausto Alvear
Vásquez, Jaime Rodríguez Beltrán, Fausto Collazo Bautista, Edmundo Córdova Grijalva
y Guillermo Solórzano Ricaurte.
. Este curso a bordo de la fragata "Guayas" no fue el único, pues a bordo de todos los
buques se intensificó la instrucción de oficiales, suboficiales, sargentos, cabos, marineros
y grumetes mediante la instrucción impartida por oficiales designados o como parte de
las diarias 'actividades a bordo de los buques.
En este mismo mes el número de los oficiales que servían a bordo de los buques de la
Escuadrilla eran:
En el mes de octubre del mismo año, los nombres de algunos de los buques de la
Escuadra fueron cambiados. Así el patrullero "Diez de Agosto" se llamó "Manabí"; el
"Nueve de Octubre", "Esmeraldas" y el "Cinco de Junio" tomó el nombre de "El Oro";
es decir que los nuevos nombres de los buques correspondían a los de las provincias de
la Costa.
LA NUEVA ARMADA ECUATORIANA 273
En esta oportunidad se hacía presente, una vez más, la urgente necesidad de tener en
el propio país los elementos necesarios para el carenamiento y mantenimiento de los
buques: un dique con sus correspondientes talleres.
Además del control de las actividades de los buques pesqueros en aguas ecuatorianas,
los buques de la Escuadra también realizaban las tradicionales tareas de transporte al
Archipiélago y de tropas a otros lugares de la costa; y también las de mantenimiento de
los faros y boyas.
A las 03h 30m. del día arriba citado, se produjo el choque entre el buque de la Armada
y la motonave "Carchi", en circunstancias que las dos naves se avistaron a muy corta
distancia, sin permitirles maniobrar oportunamente para evitar la colisión, y a consecuencia
de ésta, el inmediato hundimiento de la nave mercante, con la pérdida de siete pasajeros
que murieron ahogados.
haber procedido de acuerdo con las reglas para evitar colisiones en el mar y las en uso en
el río "Guayas", aunque dejó constancia de los atenuantes que habían por las malas
condiciones de visibilidad. Al Teniente de Fragata Alejandro Vallejo López, que era el
Comandante del "Abdón Calderón", se lo exoneró de toda responsabilidad.
El señor Vicealmirante Nieto en sus memorias, escritas casi cincuenta años después,
dice:
La Escuadra estaba compuesta por los mismos buques, existentes desde el año 1947,
menos el buque-escuela "Presidente Alfaro" que estaba ya fuera de servicio; pero los
patrulleros "Manabr y "Esmeraldas", a pesar de sus recientes carenamientos y extensas
reparaciones, estaban en condiciones que presagiaban su próxima salida del servicio, lo
que determinaba que la Escuadra quedaría reducida a la fragata "Guayas" y a los
insignificantes buques auxiliares.
Este mismo buque llevó a San Lorenzo una comisión de legisladores que fueron a
LA NUEVA ARMADA ECUATORIANA 277
inspeccionar las obras del ferrocarril, que se construía desde Ibarra a ese puerto. En esa
oportunidad, por primera vez, la Armada intervenía en los asuntos relativos al puerto de
San Lorenzo, lugar que después, pasado poco tiempo, sería asiento de la base naval, que
ahora es ocupada por la Infantería de Marina, pero que en el tiempo que se planificó y se
inició su construcción estaba destinada a ser una base de la Escuadra.
El ario 1952 fue un ario de intensa actividad para los buques de la Escuadra, pues a las
múltiples tareas que debían ejecutar se añadieron las de colaboración con el Ministerio
de Economía para la ejecución del proyecto de investigación pesquera elaborado por la
F.A.O. con la participación del Ecuador y otros países del Pacífico sudamericano.
A las 12h 20m dio fondo en la rada el BAE "El Oro" e inmediatamente el médico de
la Guarnición Naval, que viajaba a su bordo, se trasladó a este buque para examinar a
todos los enfermos e informó que algunos casos habían sido de cuidado.
A las 14h 34m se zarpó para efectuar un reconocimiento de la costa oeste y sur de la
isla Florecilla y se dio fondo en la bahía de Post Office a las 17h 46m, habiendo luego
278 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
zarpado a las 21h 45m para la costa noroeste de la isla Isabela. Durante esta navegación
se hicieron frecuentes paradas y se navegó a diferentes rumbos, buscando las
profundidades adecuadas para la pesca de diversas especies. Como la navegación
nocturna, cerca de la costa, en el lado noroeste de Isabela no ofrecía las seguridades
necesarias , se dio fondo en la bahía Tagus a las 13h 58m del día 17. El día 18 a las 07h
04m se continuó la navegación por las islas del norte y luego se puso rumbo al Continente,
con destino al puerto de Esmeraldas.
A Esmeraldas llegamos el 21 a las 06h 04m, sin anotarse ninguna novedad durante
la navegación...
A las 11h 10m del 22 salimos para Limones, anotándose al momento del zarpe, que
se encontraba ausente el Sargento Amanuense Kléber Rendón Briones, quien había salido
con autorización el día anterior. Comuniqué esta novedad a la Capitanía del Puerto de
Esmeraldas y solicitando se me informe cuando se presente dicho tripulante a ese Reparto.
Posteriormente, el día 27, recibí un radiograma del Comandante del Primer Distrito
Naval, avisando que el Sargento Rendón había sido recogido en aguas del puerto de
Tumaco, cuando iba a la deriva en una balsa, según lo había informado el Cónsul del
Ecuador en ese puerto colombiano.
A las 15h50 se dio fondo frente a la boca de Limones, a una distancia de cuatro
millas aproximadamente. Inmediatamente despaché la lancha a órdenes del doctor
Schweigger, pero, como el viento soplaba con alguna intensidad, no fue posible realizar
el trabajo intentado, regresando enseguida la lancha.
El día 23 a las 03h 12m se zarpó para Punta Galera, en donde se dio fondo a las 12h
45m, después de haber navegado a varios rumbos y efectuado algunas paradas.
El día 24 zarpamos de Punta Galera para Manta, puerto al que llegamos a las 15h
29m; y el día 25 a las 08h 15m seguimos con rumbo a Salinas, en donde se dio fondo a
las 20h 55m.
La navegación entre Manta y Salinas se hizo muy cerca de la costa y haciendo varias
paradas, especialmente frente a Machalilla, en donde permanecimos desde las 13h 40m
hasta las 16h 02m.
El 27 salimos para Puerto Bolívar, arribando a este puerto a las 18h 46m luego de
LA NUEVA ARMADA ECUATORIANA 279
una navegación caracterizada por los continuos cambios de rumbo y frecuentes paradas;
y habiendo avistado a un buque pesquero, pero fuera de aguas ecuatorianas, siendo
este el único encontrado durante esta operación, a más del otro que fue inspeccionado
en Galápagos". 12
Pero ahora sigamos relatando los hechos que en los años de la década de los cincuenta
del siglo XX, fueron jalonando el proceso evolutivo de la Armada del Ecuador
El naufragio del BAE "Esmeraldas" dejó a la Escuadra sin un buque que, a pesar de
su ninguna condición como buque de guerra, era, sin embargo, un elemento útil para el
entrenamiento táctico de los oficiales y tripulantes; y para la vigilancia y control de la
costa y el Archipiélago de Colón.
Este crucero de instrucción de la Escuela Naval a bordo del BAE "Guayas", sólo
tiene como antecedentes, el viaje del buque-escuela "Marañón" a Valparaíso con los
cadetes navales de la Escuela que funcionaba a bordo, en el año 1906; y en 1937, el viaje
del buque-escuela "Presidente Alfaro" a Valparaíso y Talcahuano con los cadetes del
tercer curso de la Escuela Naval de Salinas.
12 Archivo personal del autor.- Copia de un borrador del informe del Comandante del buque.
280 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
A pesar del escaso tiempo que duró este crucero de instrucción de los guardiamarinas
a bordo del BAE "Guayas", sí tuvo efectos positivos en la preparación profesional de
éstos y contribuyó a elevar el espíritu naval de oficiales, guardiamarinas y tripulantes.
El llamado Acuerdo de Santiago suscrito por Chile, Ecuador y Perú, estaba vigente
desde el 18 de agosto de 1952, el mismo que en su parte resolutoria dice:
"Por las consideraciones expuestas, los gobiernos de Chile, Ecuador y Perú, decididos
a conservar y asegurar para sus pueblos respectivos, las riquezas naturales de las zonas
del mar que baña sus costas, formulan la siguiente declaración:
II.- Como consecuencia de estos hechos, los gobiernos de Chile, Ecuador y Perú
proclaman como norma de su política internacional marítima, la soberanía y jurisdicción
exclusivas que a cada uno de ellos corresponde sobre el mar que baña las costas de sus
respectivos países, hasta una distancia mínima de 200 millas marinas desde las referidas
costas.
LA NUEVA ARMADA ECUATORIANA 28
IV- En.caso de territorio insular; la zona de 200 millas se aplicará en todo el contorno
de la isla a grupo de islas. Si una isla o grupo de islas pertenecientes a uno de los países
declarantes estuviere a menos de 200 millas de la zona marítima general que corresponde
a otro de ellos, la zona marítima de esta isla o grupo de islas quedará limitada por el
paralelo del punto en que llega al mar la frontera terrestre de los Estados respectivos.
Tercero.- Las naves o aeronaves de los países signatarios estarán obligadas a enviar
a las autoridades que cada país señale toda la información posible acerca de la situación,
identificación y faena de los barcos de pesca y caza que avisten en el curso de su visita.
Las telecomunicaciones que se efectúen con este fin, estarán libres de portes, tasas e
impuestos. Cada país reglamentará la forma de operar para el cumplimiento de esta
disposición.
Cuarto.- A fin de hacer más efectiva la vigilancia, las Oficinas Técnicas deberán
crear un sistema rápido y eficiente de intercambio de informaciones entre los países
signatarios.
Quinto. - Toda persona está facultada para denunciar ante las autoridades marítimas
282 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Sexto.- Los cónsules de los países signatarios deberán informar personalmente a sus
gobiernos acerca del alistamiento, zarpe, tránsito, recalada, aprovisionamiento y demás
antecedentes relativos a todas las expediciones balleneras o pesqueras que salgan o
pasen por los puertos en que están acreditados y cuyo destino verdadero o aparente
sean las aguas del Pacífico Sur.
El control de los buques pesqueros que la Armada había mantenido siempre con sus
inadecuados buques, se volvió imposible en esta nueva situación, lo que demandaba la
adquisición de naves destinadas exclusivamente a tal tarea, para dejar así a los buques de
la Escuadra dedicados, en lo posible, a su preparación para cumplir con su misión general
y permanente: la conquista o disputa del dominio del mar para ejercer este dominio
durante la guerra; esto es, estar preparada para el combate en el mar, lo que podía lograrse
con la adquisición de verdaderos buques de guerra, lo que en el caso ecuatoriano eran
los buques tipo destructor, que el Mando Naval ecuatoriano venía persiguiendo desde
antes, especialmente a partir de la década de los años cuarenta.
Pero la sola adquisición de estos buques no era suficiente para forjar una fuerza naval,
era necesario preparar al personal mediante constantes ejercicios en la mar y así consolidar
una doctrina táctica a través de la experiencia obtenida en el transcurso de estos ejercicios.
Con este propósito, el Gobierno del Ecuador contrató con el astillero de Hermann
Havihorse de Bremen la construcción de seis lanchas rápidas para dedicarlas al patrullaje
y control de los buques pesqueros, al mismo tiempo que negociaba la compra de dos
aviones anfibios del tipo PBY, los llamados Catalinas, para dedicarlos al patrullaje
marítimo.
Desplazamiento 45 toneladas
Eslora 76 1/2 pies
Manga 12 1/2 pies
Calado máximo 6 1/2 pies
Velocidad máxima 22 nudos
Dos máquinas de 600 HP cada una
El efecto, la primera de estas lanchas llegó al puerto de Guayaquil a bordo del buque
mercante "Buberstein", en los primeros días del mes de noviembre de 1954; y luego
sucesivamente fueron llegando las otras, hasta el 6 de marzo de 1955; fecha en que, a
bordo del buque mercante "Travestein", llegó la última, quedando así concluido el proceso
de adquisición de estas lanchas.
Se intentó que esos aviones fueran piloteados por aviadores navales y con este fin la
Armada envió a dos oficiales recién graduados en la Escuela Naval de Annapolis, al
Centro de Entrenamiento de Pensacola en Estados Unidos, en donde el Alférez de Fragata
Enrique García Abad obtuvo el título de aviador naval; pero sin que haya podido ejercer
su profesión, porque al regresar al Ecuador en 1955 se encontró con la desalentadora
noticia que los aviones estaban en poder de la Fuerza Aérea y que el Ministerio de Defensa
había decidido que fuera esta rama de las Fuerzas Armadas la que debía operar estos
aviones.
284 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
"Por cuanto los dos aviones "Catalinas" van a ser entregados a la Fuerza Aérea
Ecuatoriana, no hay razón ya para que mandemos personal de la Armada a especializarse
en lo que concierne a aviones ".14
Así fue como se frustró este segundo intento de crear la aviación naval ecuatoriana y
debió pasar mucho tiempo para que la Marina de Guerra del Ecuador, tenga su propia
aviación.
El entonces Alférez de Fragata Enrique García Abad, ahora retirado de la Armada con
el grado de Capitán de Corbeta, al recordar este episodio de su vida, dice:
El fin de este periodo de la historia naval ecuatoriana, que la hemos titulado época,
crepuscular; porque es la de los iniciales esfuerzos para crear una fuerza naval, podemos
situarlo en el segundo semestre de 1955, porque es en ese tiempo que se cruzan los
acontecimientos antes señalados con los correspondientes a la adquisición de los primeros
destructores y la recuperación para el servicio de la fragata "Guayas", que fueron los
primeros buques de guerra que conformaron la fuerza naval de la Armada del Ecuador
del siglo XX; pues siendo cierto que el cazatorpedero "Libertador Bolívar" fue un buque
de guerra, no podemos considerarlo, por ser el único, como componente de una fuerza
organizada; y en los primeros años de la República, la situación fue similar en el caso de
la fragata "Colombia".
"Continué las conversaciones con el Jefe de la Misión Naval para saber en qué
estado quedó la negociación, que según el Comandante Endara, estaba en camino.
Algunos días después el Jefe de la Misión me informó que la negociación de una fragata
para el Ecuador había sido negada y que tal particular se le había comunicado al
Comandante General. Sin embargo, tuve la intención de iniciar nuevas negociaciones,
pero ya no para una sola, sino por lo menos para dos fragatas, que yo consideraba
indispensables para la defensa. La Misión me informó que se había dirigido al Pentágono
para poner en conocimiento el pedido de la Armada Ecuatoriana e iniciar la nueva
negociación. Lamentablemente, días después, se me comunicó que podían entregar los
buques a un precio de cinco millones de dólares cada uno, cantidad que para nuestra
economía era totalmente inaceptable, considerando además que la fragata anterior se
había adquirido en solo 180.000 dólares".
Pero cuando parecía que esto había llegado a ser realidad, un informe del Capitán de
Navío Raymundo Tomer, Jefe de la Misión Naval de Estados Unidos, dejó sin efecto las
gestiones del entonces Comandante General de Marina.
Para Comandante del "Quantock", que luego, bajo la bandera ecuatoriana, tomó el
nombre de "Presidente Alfaro", se designó al Capitán de Corbeta Jorge Game Castro y
del "Meynell", futuro "Presidente Velasco", al Capitán de Corbeta Gustavo Moncayo
Merizalde, quienes acompañados de los Teniente de Fragata Ángel Benavides Chaves y
Octavio Jarrín Salgado, designados Ingenieros de Cargo de cada uno de estos buques
respectivamente, fueron los primeros miembros de las dotaciones que llegaron a Inglaterra
para inspeccionarlos y conocer sus condiciones técnicas y operativas.
Cumpliéndose lo programado, el primer buque que estuvo listo para iniciar el viaje al
288 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
A las 11h 50m, se arrió la bandera británica a los acordes de "God save the Queen" y
se izó la bandera del Ecuador con el himno nacional.
Durante la travesía del Atlántico, tuvo que enfrentarse a dos huracanes que lo pusieron
en grave peligro; pero, felizmente llegó a Guayaquil el 24 de septiembre, después de 35
días de navegación en aguas tormentosas, gracias a la protección de Dios y al trabajo
eficiente y sacrificado de su Comandante, oficiales y tripulantes, a quienes le corresponde
ser recordados por la historia naval ecuatoriana como los primeros en atravesar el Atlántico
en un buque de guerra de la Armada del Ecuador:
El 6 de enero de 1956, el BAE "Presidente Velasco" zarpó con rumbo a las islas
Azores, y de ahí a Puerto Rico y el canal de Panamá. La navegación de Inglaterra a las
Azores puso a prueba la preparación profesional de su Comandante, oficiales y tripulantes,
que tuvieron que vencer las condiciones adversas originadas por los temporales comunes
en esos meses en los mares del norte, que lo amenazaron constantemente.
Quedaba así conformada la Escuadra, que además tenía, en ese tiempo, como uno de
sus elementos, al patrullero "Manabí", y a los buques auxiliares: "Abdón Calderón", "El
Oro", "Cotopaxi" y "Atahualpa".
En este mismo año, la fragata "Guayas" estuvo, entre los meses de agosto a diciembre,
en el "Alabama Dry Dock" en el puerto de Mobile, para carenar su casco y reparar sus
máquinas principales.
En 1955, la necesidad de que este buque entrar a un dique era apremiante, porque
desde el año 1951, ario en que estuvo en el dique de Talcahuano, no se había carenado; y
sus máquinas y calderas requerían serias reparaciones.
290 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
En efecto, el 15 de agosto de 1955, a las 15h OOm, el BAE "Guayas" zarpaba del
puerto de Guayaquil hacia el puerto petrolero La Libertad, con el objeto de completar su
carga de combustible hasta su máxima capacidad; y el día 16, zarpó para Balboa, arribando
a este puerto el 19 a la 01 h 15m, después de una pesada navegación causada por las
repetidas averías de una de sus calderas.
El día 21, estando a 600 millas del puerto de la Habana, nuevos desperfectos en las
calderas hicieron necesario arribar al puerto más cercano.
La rápida y eficiente intervención del Embajador, señor José María Ponce, facilitó
una rápida y eficaz ayuda de la Marina de Guerra de Cuba, cuyo Arsenal prestó su apoyo
desinteresado para efectuar los arreglos necesarios para continuar la navegación; y así
estuvo lista en la tarde del día 25, para zarpar inmediatamente, a las 14h OOm.
para recibirlo y solamente espero que me fije la fecha de zarpe y el día aproximado de
llegada para trasladarme a Mobile y finiquitar todos los arreglos preliminares que he
hecho".
En efecto, a las 14h 00m del citado día, desatracó del muelle para iniciar su viaje con
destino a Guayaquil, después de haber permanecido tres meses en el astillero de Mobile.
Para comprender las razones que habían determinado lo aquí relatado, es necesario
conocer la situación en la que se había hecho el esfuerzo para poner en condición operativa
al buque más importante de la Escuadra en aquella época.
Dos causas fueron las que determinaron los estrechos límites dentro de los cuales se
llevaron a cabo los trabajos para restituir al BAE "Guayas" sus condiciones operacionales,
y las dificultades que impidieron lograrlo totalmente:
Los suboficiales y sargentos que constan a continuación son los que pertenecían al
orgánico del buque:
Suboficial Rogelio Revelo E. Sargento Carlos Quiñónez M.
Suboficial Samuel Torres C. Sargento José O. Quiñónez C.
Suboficial Efraín Crespo F. Sargento Eugenio Alcívar R.
Suboficial Jorge A. Flor M. Sargento Jorge Rengifo P.
Suboficial Rodolfo Alemán S. Sargento Miguel Viteri O.
Suboficial Carlos Villavicencio R. Sargento Manuel Díaz B.
Suboficial Elio O. Ugalde P. Sargento Carlos de la Paz A.
Suboficial Carlos Aguayo M Sargento ... Segundo Mafia M.
Suboficial Pedro Alarcón R. Sargento Manuel Alvia
Suboficial Aparicio Herrera G.
Este grupo de 23 individuos fue, sin duda alguna, el que realizó eficientemente las
tareas necesarias para superar las situaciones adversas que se presentaron durante la
navegación, especialmente en el departamento de máquinas, y también el que con su
experiencia contribuyó a la realización de los trabajos en los talleres de Alabama Dry
Dock. El resto de la tripulación estuvo constituido por cabos, marineros y grumetes, que
sumaban 103 individuos, en su mayoría sin experiencia en el mar y algunos ingresados
escaso tiempo antes al servicio naval.
Sin embargo, en ese año, todavía no hay conceptos claros sobre la misión general y
permanente de cualquier marina de guerra, de la razón de la existencia de la Armada, de
su verdadera finalidad; el pensamiento de los gobernantes y gobernados, del Mando
Superior y de los mismos oficiales de marina se limita a los aspectos técnicos y tácticos;
LA NUEVA ARMADA ECUATORIANA 293
no hay una concepción estratégica que oriente a los mandos superiores en su accionar.
En el año 1956, cuando la Marina de Guerra del Ecuador tenía, por primera vez, lo
que en propiedad podía ser llamada Escuadra; el Comandante General de Marina
Guillermo Ordóñez Gómez, seguía con el propósito de conseguir la necesaria preparación
de los oficiales y del personal de tripulación, y entre estas preocupaciones estaba la de
formar oficiales de Estado Mayor, en la Academia de Guerra Naval de Chile, que había
abierto sus puertas, a los oficiales navales ecuatorianos.
Ya he manifestado, reiteradamente, que hasta después del ario 1941, la Armada nacional
no tuvo su propia identidad, era un servicio del Ejército, obedeciendo su estructura a esta
finalidad; no había una concepción estratégico-naval, y aún en la época inmediata posterior
al año 1941, en la que se gestó el cambio, lo que predominó en la mente de la oficialidad
naval era de naturaleza táctica.
En 1955, por primera vez, la Escuadra estuvo comandada por un oficial superior de
Estado Mayor, el citado Capitán de Fragata Luis Gómez Cevallos; y la conformaban la
fragata "Guayas", el destructor "Presidente Alfaro" y el patrullero "Manabí"; el
"Presidente Velasco" se incorporó el 10 de febrero del siguiente año. Los demás buques,
los auxiliares que pertenecieron a la II Sección de la antigua Escuadrilla, seguían
dependiendo del Comandante en Jefe de la Escuadra.
En efecto, estos tres oficiales viajaron a dicho país en el mes de enero de 1956 y en el
mes de junio de 1957 regresó al Ecuador el Capitán de Fragata Carlos Monteverde
Granados, quien había ascendido a este grado durante su permanencia en Chile como
alumno en la citada academia.
15 Es conveniente, para evitar falsas interpretaciones sobre lo que a continuación se trata en este capítulo,
decir que el citado oficial es el autor de este libro; pero que intenta relatar estos sucesos con la mayor
objetividad y con el respaldo de los respectivos documentos
296 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Otro asunto que contenía el citado proyecto era la creación de los departamentos de
administración de personal y el de logística, como repartos situados al mismo nivel de
los directamente subordinados a la Comandancia General de Marina.
Casi todas las sugerencias hechas por el Jefe del Departamento de Operaciones del
Estado Mayor de la Armada, fueron haciéndose realidad en el transcurso del tiempo.
División de Destructores
BAE "Presidente Alfaro"
BAE "Presidente Velasco"
División de Escoltas
BAE "Guayas"
BAE "Esmeraldas"
BAE "Manabí"
Esta Escuadra, la del año 1960, estuvo comandada por el Capitán de Fragata Carlos
Monteverde Granados.
BAE "ESMERALDAS"
Al finalizar el año 1958, el Capitán de Corbeta Francisco Guzmán Flores, quien era el
Jefe del IV Departamento del Estado Mayor de la Armada, presentó la correspondiente
monografía como requisito para ascender al inmediato grado superior, titulada "Estudio
y proyecto de construcción de una base naval de apoyo logístico en San Lorenzo", la
misma que luego de ser revisada y corregida por el Jefe del Estado Mayor de la Armada
fue presentada al Comandante General de Marina, como un documento oficial, para su
aprobación, para que sirviera de fundamento al plan de desarrollo de la Base de San
Lorenzo.16
El Capitán de Fragata Francisco Guzmán Flores estuvo encargado del control de los
trabajos que se realizaban bajo la dirección, en el lugar, del Oficial de Mar Héctor
Moncayo.
En este año, la construcción del ferrocarril de Ibarra a San Lorenzo había llegado a su
final, y así se dio cumplimiento a uno de los requisitos principales considerados para
situar la base en ese lugar: la de una rápida y segura comunicación con la zona del
interior.
16 Archivo Histórico del INHIMA. Copia en el archivo personal del autor y Jefe del Estado Mayor de la
Armada de 1957 a 1959.
302 HISTORIA MARÍTIMA DEL ECUADOR
la rada interior.
El principal motivo de esta operación fue comprobar las facilidades hidrográficas del
área para el desarrollo de la base secundaria de la Escuadra en el litoral centro-norte,
considerada en la planificación estratégica de la Armada. Pero también influyó en esta
decisión del Comandante General de Marina, el interés del Gobierno para el desarrollo
de los puertos de la República y las reiteradas solicitudes de las autoridades de Bahía de
Caráquez.
a) Que se efectúen las gestiones necesarias para incluir en todos los Comités de los
diferentes puertos de la República, hoy en desarrollo, a un Oficial de Marina cuya misión
principal sería establecer un estrecho enlace entre los Organismos que desarrollan estas
actividades y la Armada Nacional.
d) Que en vista de las necesidades, tanto de la Armada como del País en general, de
contar con un organismo capaz de efectuar trabajos hidrográficos en diferentes puertos
y otras áreas de nuestra costa, se considere para el próximo año un mayor incremento
de las actividades de nuestro Servicio Hidrográfico". '7
En 1962, el dragado de los canales de acceso al puerto de San Lorenzo había finalizado,
pero el balizamiento era todavía muy deficiente, unas pocas boyas ciegas señalaban los
lugares en donde los canales seguían en otras direcciones; sin embargo, la Escuadra, en
varias ocasiones, utilizó como base el puerto durante el período de ejercicios. Los buques
entraron sin dificultad hasta el área de fondeo, en donde unos permanecieron al ancla
mientras otros, incluyendo la fragata "Guayas", se atracaron al muelle del ferrocarril,
que en esa época estaba en muy buenas condiciones.
17 Archivo personal del autor de este libro, quien fue en el año 1960 el Comandante en Jefe de la Escuadra,
hasta diciembre de ese año.
304 HISTORIA MARÍTIMA DEL ECUADOR
Diez años antes, el Comandante del BAE "Esmeraldas", Capitán de Corbeta Carlos
Monteverde Granados, había intentado entrar al puerto de San Lorenzo, sin conseguirlo,
por errores de la carta de navegación que en ese año estaba a disposición de la Armada.
"A las 11h 12m se zarpó para la bahía de Ancón de Sardinas a donde se llegó a las
16h OOm. A las 16h 12m se principió a entrar en el canal, pero a las 17h 00in los
prácticos informaron que la entrada del canal interior que había sido identificado por
ellos no era la correcta, por lo que se gobernó hacia fuera, y como ya era tarde ordené
dar fondo en seis brazas de profundidad.
El día 2 a las 06h OOm se volvió a navegar hacia el canal, habiendo identificado
previamente las dos puntas que limitan la boca del canal de entrada a la bahía de San
Lorenzo. A las 07h 50m la sonda bajó bruscamente a dos brazas y se tocó fondo, motivo
por el cual se viró 180 grados, saliendo inmediatamente hasta fondear en seis brazas de
profundidad, ya que intentar otra entrada era imposible por haberse probado la
inexactitud de la carta, la carencia de conocimientos de los prácticos y que había más
de dos y media horas de vaciante".
Basado en esto creí que era posible intentar la navegación por el canal de acceso a
la bahía de San Lorenzo, habiendo consultado este particular al señor Comandante en
Jefe de la Escuadra.
hacerlo por la inexactitud de la carta, ya que las situaciones por marcaciones a la costa
indicaban estar en el centro del canal y aún haber pasado el sitio más peligroso llamado
la tranca.
Esto se pudo explicar más tarde, cuando se llevó a bordo la copia de la carta levantada
por los ingenieros franceses. Al comparar estas dos cartas, se nota fácilmente que el
canal verdadero se encuentra desplazado hacia el norte, siguiendo" -la dirección 136
grados verdaderos hasta la entrada a la bahía de San Lorenzo; pero en la carta americana
tiene una dirección aproximada de 105 grados verdaderos, siendo en general que en
donde la una indica el canal, la otra indica bajos fondos y viceversa. La escala y la
topografía de la costa son iguales en ambas, siendo diferentes, como se ha dicho, en las
profundidades.
- El levantamiento francés está basado en los datos suministrados por el Capitán del
vapor "Pont Audemir", señor R. Lozet, no habiendo sido comprobado posteriormente.
Un buque francés, que calando 15 pies, entró a la bahía de San Lorenzo, tocó fondo
cuatro veces, según me informaron un ingeniero de la Compañía y los prácticos que
estuvieron a bordo del mencionado buque".
Es anecdótico que quien había escrito ese informe como Comandante del BAE
"Esmeraldas" en el año 1952, era la misma persona que en el ario 1962 comandaba la
Escuadra en sus operaciones en el área de San Lorenzo, teniéndolo como puerto base.
Todos los buques de la Escuadra de 1962 entraron y salieron del puerto con toda seguridad.
La fragata "Guayas", los destructores "Presidente Alfaro" y "Presidente Velasco", las
corbetas "Esmeraldas" y "Manaba", y el remolcador de alta mar "Los Ríos" fueron los
buques de la Escuadra que por primera vez entraron al puerto de San Lorenzo, sin que se
registrara ninguna novedad durante la navegación por los canales de entrada a la bahía y
canales interiores.
En conformidad con dicho contrato, el remolcador de alta mar, el ATF 155, fue
entregado a la Armada del Ecuador el 18 de noviembre de 1960, y el dique, el ARD 17 el
13 de enero de 1961.
La comisión formada por los Capitanes de Fragata Wilfrido Freire Dueñas, Francisco
310 HISTORIA MARÍTIMA DEL ECUADOR
(1)
LA NUEVA ARMADA ECUATORIANA 311
(2)
(3)
312 HISTORIA MARÍTIMA DEL ECUADOR
(4)
(5)
LA NUEVA ARMADA ECUATORIANA 313
Por todo esto, se puede considerar que la adquisición del dique "Amazonas", es un
hito que señala un trascendental cambio en el desarrollo del poder naval ecuatoriano.
Para quien fue, entre los años de 1963 a 1966, Comandante General de Marina y que
hoy se dedica, sin tener mérito para hacerlo, a escribir sobre el pasado de la Institución
Naval, es deber dejar constancia que la responsabilidad del buen éxito del trabajo fue del
Director del Material de la Armada, Capitán de Navío Wilfrido Freire Dueñas, a quien la
institución naval le debe el reconocimiento de su fructífera labor como Comandante del
Arsenal de Marina, primero, y luego, como Director del Material de la Armada.
En el año 1966, la Armada adquirió un buque tipo APD, con el que se pretendió
reemplazar a la fragata "Guayas" que a la sazón había cumplido más de veinte años de
vida útil.
Por fin, el 12 de octubre, el nuevo Agregado Naval, Capitán de Navío Mario Paz y
Miño Salas, informó al Comandante General que el Pentágono había aprobado la entrega
del APD 66; y el 15 de noviembre se suscribió, en Washington, el Convenio entre los
Gobiernos de Estados Unidos de Norteamérica y Ecuador, mediante el cual el primero
cedía "en préstamo de uso" el APD 66, cuyas características eran las siguientes:
día de su llegada al Ecuador. La ceremonia que por este motivo se realizó el día 12 de
agosto, estuvo presidida por el doctor Otto Arosemena Gómez, entonces presidente
constitucional de la República.
El muelle del Arsenal de Marina no tenía condiciones para que los buques de la
Escuadra permanecieran atracados y así disponer de los servicios de agua potable y
Fue seleccionado el YO 123, continuándose los trámites para la ejecución del traspaso;
pero en el mes de julio de 1963, se produjo la crisis política que dio por resultado que el
Gobierno de la República fuera asumido por la Junta Militar de Gobierno presidida por
el Capitán de Navío Ramón Castro Jijón, y la Comandancia General de Marina por el
Capitán de Navío Carlos Monteverde Granados. Debido a esta situación los trámites
que se realizaban fueron suspendidos, hasta cuando el Gobierno de Estados Unidos
reconoció al Gobierno de la Junta Militar, pero esta situación fue superada días después;
y en el año 1964, ambos buques estaban ya incorporados a la Armada ecuatoriana, con
los nombres de "Atahualpa" y "Rumiñahui" respectivamente.
En ese año, la lista de los buques auxiliares de la Armada del Ecuador se incrementó
con el pequeño transporte "Calicuchima", nombre que se le dio al FF 525 de la Marina
de Estados Unidos, que estaba desactivado y en situación de reserva en la Estación Naval
de Norfolk.
LA NUEVA ARMADA ECUATORIANA 317
Después de su reactivación,
ejecutada por oficiales y
tripulantes de la Armada
ecuatoriana, el BAE
"Calicuchima" zarpó de dicha
base el 4 de septiembre de 1964,
comandado por el Teniente de
Fragata Mario Jaramillo del
Castillo y arribó a Guayaquil el
día 19 en la noche, quedando
subordinado a la Comandancia
de la Primera Zona Naval,
integrando la División de
Buques Auxiliares.
En el siguiente año, otro buque se sumó a las unidades flotantes de la Armada, éste, el
AN 27 de la Marina norteamericana, cuyo nombre era "Mulberry", era un buque de 511
toneladas, con una sola hélice movida por dos motores eléctricos.
Esto era la Armada al finalizar el año 1969, a la que hemos denominada "Nueva",
porque renació de sus cenizas, después de siglo y medio de su decadente existir y casi
extinción.
Con la terminación de la década de los años sesenta, finaliza la época que hemos
denominado de "consolidación institucional"; ya había quedado atrás aquella marina
llamada de guerra del siglo XIX y mitad del siglo XX, pero que solamente tenía este
nombre para justificar la razón de su existencia. Pero antes fue necesario que, a partir
del ario 1942, este proceso de recuperación de la identidad naval, pasara por la época
llamada "crepuscular", porque fue entonces cuando la mentalidad y la voluntad de todos
los hombres que hicieron la institución en aquella época, estuvieron al servicio de su
desarrollo y evolución, a pesar de los pocos recursos que disponían.
Es la época en la que los hombres de la Armada no solamente sueñan con una verdadera
marina de guerra, es la época en la que los sueños dan paso a la idea y a la acción; se
conforma la Escuadrilla, en realidad la inicial causa inductora de una doctrina táctica
nacional, constituida por modestos buques sin valor para combatir, la misma que más
tarde sería simbólicamente denominada Escuadra, pero que fue el origen de las actuales
fuerzas navales ecuatorianas.
Aquí termina nuestro relato de los principales acontecimientos que han jalonado el
camino recorrido por la Armada del Ecuador en su devenir histórico, desde que renació,
como verdadera institución de la defensa nacional, en el año 1942, hasta cuando el Estado
ecuatoriano, con nuevos recursos económicos, pudo estructurar una marina de guerra en
armonía con la moderna tecnología bélico-naval.
A las 08h 00m del 27 de agosto de 1964, el BAE "Rumiñahui" desatracaba del muelle
del Arsenal de Marina, para emprender viaje a Salinas en compañía del BAE "Tarqui" y
del BAE "Atahualpa", según lo había ordenado el Comandante de la Primera Zona Naval
mediante la respectiva Orden de Viaje, pero cuando el reloj marcaba las 19H 38m del
mismo día, el "Rumiñahui" encallaba en las rocas frente a Mar Bravo.
Los otros dos buques, que navegaban siguiendo las aguas del "Rurniñahui", advirtieron
el peligro y pudieron evitarlo, pero el BAE "Tarqui", pocos minutos después también
encalló, en circunstancias que se intentaba pasarle un cable para remolcarlo.
A las 2300 horas llegaron los primeros auxilios de tierra, quedando a cargo de la
maniobra el Capitán de Corbeta Hugo Tobar Vega.
Pero no pasó mucho tiempo hasta cuando el BAE "Rumiñahui" sufriera un nuevo
accidente, el mismo que fue causa de su naufragio en aguas del mar Caribe.
A las 17h 05m, el "Pearl Sea" puso su proa con rumbo a Curaçao en circunstancias
que 24 tripulantes del "Rumiñahui" se encontraban ya a bordo del "Hildefjord"; pero
faltaban 1 oficial y cuatro tripulantes, lo que animó al Capitán del buque sueco, señor C.
Anderson, a continuar la búsqueda de los náufragos, lo que dio por resultado que a las
17h 25m escucharon gritos y minutos después, a las 18h00, el Alférez de Navío Oswaldo
Jarrín era rescatado.
Los cuatro tripulantes, Sargento Segundo Alcívar Bedón Cevallos, Marinero Bolívar
Antonio Orozco, Marinero Marco Ortiz Chávez y Conscripto Próspero López Villacís
no fueron encontrados y se supone que no pudieron abandonar el buque, debido a su
rápido hundimiento. Fueron considerados "desaparecidos en actos del servicio".
CAPITULO VII
La Marina Mercante
ecuatoriana
1,
323
La Escuela Náutica
La Escuela funcionó sin interrupción hasta 1828, ario que cerró sus puertas a causa
del conflicto bélico entre Colombia y Perú. En el año 1830 reanudó sus actividades
docentes por un corto periodo, hasta que al separarse el Ecuador de la Gran Colombia,
nuevamente dejó de funcionar.
Es obvio concluir que el alumno al aprobar los cursos sería considerado como
Guardiamarina, pero que su trabajo inmediato sería a bordo de un buque mercante;
es decir que si bien se lo consideraba apto para desempeñarse en un buque de guerra,
"cuando se lo considere necesario", su capacidad sería utilizada con prioridad en la marina
mercante.
No se registra, durante los siguientes años del siglo XIX y en los primeros del XX,
ninguna acción gubernamental o particular para establecer una escuela para formar
oficiales de marina mercante hasta cuando, en el año 1926, por iniciativa del Comandante
General de Marina, Coronel Telmo Paz y Miño, la Sociedad Marina "Unión del Guayas"
procedió a fundar un centro de esta clase al que lo denominó Academia de Estudios de
Marina Mercante, según consta en un oficio del citado Coronel Paz y Miño dirigido al
Ministro de Guerra, Marina y Aviación, en uno de cuyos párrafos dice al referirse al
telegrama que ese mismo día habíale enviado para informarle sobre este asunto:
"Aprovecho la oportunidad para manifestar a Ud. que en vista de haberse aprobado el
Reglamento de Navegación para la Marina Mercante, para los mejores efectos de éste
se hacía necesario establecer una Escuela de Marina Mercante, con cuyo motivo a
iniciativa de este Comando, la Sociedad Marina "Unión del Guayas" creó una con el
título de Academia, la cual se inaugurará el 10 del presente mes (agosto). Para mejores
resultados y funcionamiento de ello, esta Comandancia confeccionó el Reglamento Interno
y Plan de Estudios que debe regir; y además ha designado algunos oficiales de la Armada
Nacional para profesores de la referida Academia".
El curso funcionó durante el primer trimestre, según se deduce de los informes enviados
por el Presidente de la Sociedad Marina "Unión del Guayas" al Ministro de Guerra y
Marina y Aviación. Pero se observa que los resultados de este curso, en sus inicios, no
fueron satisfactorios, debido a diversas causas, pero especialmente porque los Capitanes
Manosalvas y Álvarez no continuaron en el ejercicio del profesorado por haber adquirido
otras responsabilidades, el primero como Capitán del Puerto de Esmeraldas y el Capitán
Álvarez pasó a trabajar en una empresa dedicada al tráfico marítimo entre el continente
y el Archipiélago, quedando como único profesor el Capitán Morlas en la asignatura de
náutica; pero este oficial pereció, junto con dos de sus alumnos, en el naufragio del
motovelero "Albatros", el 28 de enero de 1927. 5
Otra de las causas que habían influido en el poco éxito de este primer intento de crear
una escuela para formar oficiales de marina mercante, fue de orden económico, pues los
alumnos que cursaron en el primer trimestre no habían cumplido con el compromiso de
abonar dos sucres mensuales con el objeto de pagar los sueldos de los profesores de
planta, los mismos que fueron pagados con fondos de la Sociedad. 6
Es importante reflexionar sobre los motivos que tenía el señor Echeverría para haberse
formado una opinión adversa a los marinos nacionales. ¿Sería, acaso, porque el
comportamiento en el desempeño como profesores de los Capitanes Manosalvas y Álvarez
había dejado en él la sensación de que no había oficiales capacitados para desempeñar
tales responsabilidades? ¿O era porque en esa coyuntura no los había disponibles para
ocuparse de tales actividades?
Creemos como más probable lo primero, porque sí habían oficiales muy capacitados,
en servicio pasivo de la Armada, muchos de ellos formados en la Escuela Naval de
Chile, y otros, en las escuelas navales ecuatorianas que funcionaron entre 1905 y 1913
bajo la dirección y profesorado de la Misión Naval chilena.
Mateo Naranjo, José Troncoso, Javier Carvachi, Luis Rivadeneira, Juan de la Cruz
Vera, Antonio Ponce, Teodoro Alvarado, José Alvarado Olea, José M. Iturralde, Manuel
de J. Mite, Rafael Reina Druet, José Javier, Primitivo Franco, Riosalino Yagual Torres,
Alberto Chalén, Ismael Espinoza, Severo Parrales, José Crespín, Clem—erité Yerovi, Julián
Escalante, Antonio Borbor y Salomón L. Carvachi.
Don Clemente Yerovi Indaburu es la misma persona que consta en esta nómina de los
alumnos de la Academia de Estudios Náuticos, matriculados en el año 1927, y que en
1966 se encargaría de la presidencia de la República con el carácter de interino.
Del tomo XIII del Diccionario Biográfico del Ecuador, cuyo autor es el doctor Rodolfo
Pérez Pimentel, extraemos los siguientes párrafos:
Comenzó por instalarle luz eléctrica, cambió sus ruedas por una hélice más potente
y como Capitán y Armador lo puso en la travesía del Guayas hasta Babahoyo y en la
ruta a El Oro, transportando carga y pasajeros, para lo cual recibió instrucción náutica
y practicó navegación de altura bajo las enseñanzas de Oficiales de laArmada Nacional,
viajó a Galápagos en el curso que hiciera como piloto y hasta el Callao para vender
exitosamente un cargamento de naranjas dauleñas. Lamentablemente la situación
económica del país era agobiante y la época de oro de la navegación fluvial había
terminado".
Es pertinente, para evitar una crítica apresurada a lo arriba expresado, aclarar que las
prácticas de navegación de altura que menciona el autor y el curso citado son elementos
que se relacionan entre sí, y coherentes con la calidad de alumno del señor Yerovi en la
Academia de Estudios Náuticos, pero sin relación con el vapor "Chimborazo" por ser
éste una nave fluvial.
Que el viaje del señor Yerovi a Galápagos y que sus prácticas de navegación de altura
fueron realizados como alumno de la Academia, tiene mayor certeza a la luz de lo
expresado por el señor Echeverría, en comunicación del 3 de noviembre de 1927 dirigida
al Coronel Carlos Guerrero, Ministro de Guerra, Marina y Aviación, en uno de sus párrafos,
el mismo que transcribimos a continuación:
Primera", para lo cual, una vez listo el barco para hacerse a la mar, se anunciará al
Gobierno el particular, a fin de que preste su apoyo; i los alumnos que tengan que hacer
sus estudios de practicaje serán admitidos, en número de tres por cada viaje, por los
arrendatarios, a bordo de la goleta, sin que la Sociedad tenga que ser gravada en ningún
gasto por este concepto, que viene a llenar el objetivo principal de la adquisición de la
referida goleta, por parte de la Sociedad, como por la de los arrendatarios".
Decreta:
Art. Autorízase al Sr. Gobernador de la Provincia del Guayas para que a nombre
y representación del Gobierno, venda, por escritura pública, a la Sociedad Marina "Unión
del Guayas", establecida en Guayaquil, la goleta "Villamil", en la suma de cuatro mil
sucres, pagaderos dentro de seis meses, transcurridos desde la fecha de la celebración
de la escritura, quedando hipotecada por dicho valor la misma nave y sujeta la Sociedad
compradora a las indemnizaciones que hubiere lugar por incumplimiento de lo estipulado,
y al pago de una multa de mil sucres "8
se les facilite un barco a motor. Por lo menos, si así no consigue la Sociedad, quede
constancia de sus sentimientos fraternales". 9
Es fácil deducir que la solicitud del señor Echeverría era extemporánea; el naufragio
del "Albatros" había ocurrido un mes antes.
No hemos encontrado ningún dato que nos permita conocer si, después de este intento,
hubo algún otro con el propósito de formar oficiales de marina mercante, hasta cuando,
en el ario 1938, se estableció a bordo del cañonero "Calderón" un curso de Pilotines.
Es posible deducir que en el mes de enero de 1938 se había iniciado este curso,
porque con fecha 22 de febrero de ese año el Ministro de Defensa Nacional, Coronel
Guillermo Freile, impartió al Comandante de Marina, Capitán de Fragata Francisco
Fernández Madrid, las disposiciones siguientes:
1° Los días de salida de los alumnos de la Escuela de Pilotines, serán los sábados v
domingos, a las horas reglamentarias de a bordo.
adquisición de útiles y lo que requieran los alumnos. Uniformes y calzado los suministrará
el Estado.
Capitán de Corbeta Ej. Carlos Monteverde: Nociones sobre Navegación por Estima. -
Cartas Hidrográficas: su conocimiento y
empleo, trazado de rumbos. Compases: su
conocimiento y descripción, cuarteo de la
rosa; nociones sobre la variación, desvío y
abatimiento.
Alférez de Navío Ing. Teodoro Peñafiel R.: Geografía del Ecuador.- Conocimientos
físicos de la Zona del Litoral y nociones de
Geografía Política.
En el mes de marzo, el curso funcionaba con 8 pilotines, cuyos nombres eran: Sergio
Izquierdo, Luis A. Álvarez, Helmut Brandt, César Cevallos, Gabriel Arroyo, Jorge Game,
Jorge Veloz y Alejandro Chonillo.
En mayo sólo continuaban los cuatro primeros, pero se anota el ingreso al Curso del
Pilotínes, Eduardo Valenzuela Gómez, mientras Jorge Game había pasado a la Escuela
Naval y los Pilotines Vélez, Arroyo y Chonillo dejaron el curso por diversos motivos.
Al obtener sus títulos de Pilotos de Altura de 3', Izquierdo, Álvarez, Brandt y Ceval los
se embarcaron en buques nacionales y años después los encontramos desempeñándose
como Capitanes de Altura de la Marina Mercante.
El 5 de enero de 1939 fue clausurada la Escuela Naval por enésima vez, por disposición
del Ministro de Defensa, señor Galo Plaza Lasso, dejando así frustradas las aspiraciones
de un considerable número de jóvenes ecuatorianos de servir a su Patria como oficiales
de la Marina de Guerra.
La opinión pública fue contraria a esta decisión del Gobierno; y en la Cámara del
Senado se aprobó la moción del senador de la provincia de Los Ríos, señor Efrén Icaza
Moreno: "Que se insinúe al Poder Ejecutivo la rehabilitación de la Escuela Naval que
venía funcionando en la ciudad de Guayaquil".
Este curso tuvo una duración de 18 meses, finalizando sus actividades docentes en el
mes de julio de 1940. Los Pilotines Game, Vallejo, Monteverde, Páez, Mena y Morán
332 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Es obvio concluir que el citado curso de pilotines a bordo del buque-escuela "Presidente
Alfaro", desde sus inicios tuvo la finalidad de proseguir la formación del pequeño grupo
de ex-cadetes que, demostrando su vocación por la vida en el mar, respondieron a la
oportunidad que se les brindaba para continuar sirviendo en las filas de la Armada.
En el mes de abril de 1945, bajo los auspicios del Sindicato de Marinos Mercantes del
Ecuador, se fundó la Escuela Náutica de Guayaquil, la que funcionó en un pequeño local
contiguo a las oficinas de la Capitanía del Puerto ubicadas en el Palacio de la Gobernación
de la provincia.
El Director de esta escuela era el Capitán de Altura Alfredo García Drouet, quien
desempeñó este cargo durante el tiempo que ésta funcionó como un centro de enseñanza
de carácter particular, hasta cuando pasó a depender del Distrito Naval del Guayas.
Los alumnos egresados de esta escuela debían, para obtener el título de Piloto de
Altura de 3', rendir examen en la Capitanía del Puerto, ante un jurado examinador,
después de haber cumplido algunos requisitos, entre los cuales estaba haberse embarcado
en calidad de pilotines en buques de la Marina Mercante, aunque eventualmente lo hicieron
en buques de la Armada; así, por ejemplo, en febrero de 1948, el Director de la Escuela
pone en conocimiento del Jefe del Distrito Naval del Guayas la nómina de los alumnos
12 Archivo Histórico del I NH I MA.
LA MARINA MERCANTE ECUATORIANA 333
La Escuela funcionó en medio de muchas vicisitudes hasta el año 1950. En ese año,
su director, el Capitán de Altura García Drouet, por medio de un memorando para el
Ministro de Defensa, puesto previamente en conocimiento del Comandante General de
Marina, expresaba: "Que para asegurar la existencia de la Escuela Náutica, el presente
año, el Ministerio de Defensa asigne la cantidad de S/. 20.000 como contribución a su
sostenimiento. En caso de que no haya tal contribución será inevitable la clausura de
la Escuela, que es la única de su índole que existe en el país."
En efecto en el ario 1950, el Comandante del Distrito Naval asumió las funciones de
director de la Escuela, pero delegándolas en el Jefe de Estado Mayor de dicho distrito
que en esa época era el Teniente de Fragata Sergio Sáenz Bejarano y después el de igual
grado Carlos J. Monteverde Granados, hasta cuando dejó de funcionar definitivamente
en 1951.
Artículo único: Refórmase el Artículo 1° del Decreto Ejecutivo No. 1524 del 8 de
agosto del año en curso, en el sentido de que, la denominación del Plantel creado en el
mencionado Decreto, es la de Escuela Náutica Nacional, y no corno consta en el
prenombrado Artículo.
LA MARINA MERCANTE ECUATORIANA 335
"1.- Para dar cumplimiento al Decreto de creación de la Escuela Náutica que debe
funcionar anexa a la Escuela Naval, se ha decidido que para 1952 funcione en esa
Escuela el Primer Curso de la Escuela Náutica, con veinte alumnos: doce para
Máquinas y ocho para Cubierta.
2.- Los candidatos para el ingreso a este Curso, deberán reunir los mismos requisitos
que para el ingreso a la Escuela Naval, excepto que solamente se requiere haber terminado
el cuarto año de enseñanza secundaria.
4.- Para hacer factible este proyecto es necesario formular el Prospecto de Admisión
y el Plan de Estudios para el Primer Año.
En efecto, la Escuela Náutica inició sus actividades docentes en el año 1952, al mismo
tiempo que la Escuela Naval continuaba con las suyas, siendo Director de las dos Escuelas
el Capitán de Fragata Ramón Albán Semanate.
Trece años más tarde, por Decreto Ejecutivo N° 732 del 21 de julio de 1966, se crea
la actual Escuela de la Marina Mercante Nacional, siendo presidente interino de la
República el señor Clemente Yerovi Indaburu, el mismo que fuera alumno de la Academia
de Estudios de la Marina Mercante en el ario 1927, y que antes hemos mencionado.
"No. 732
Clemente Yerovi Indaburu,
Presidente Interino de la República
Considerando:
Que es deber del Estado dar instrucción y preparar técnicamente a quienes desean
LA MARINA MERCANTE ECUATORIANA 337
Decreta:
Art. 1°, Créase con sede en la ciudad de Guayaquil, la Escuela de la Marina Mercante
Nacional, que se inaugurará el 23 de Julio del presente año, como parte del programa
de festividades de la Armada Nacional.
Art. 2°. - La Escuela de la Marina Mercante Nacional estará regentada por la Armada
Nacional, y de su organización, control y funcionamiento se encargará la Dirección de
la Marina Mercante y del Litoral; a cuyo efecto en un plazo perentorio dictará toda la
reglamentación necesaria concerniente a planes de trabajo, programas de estudios,
horarios de clases, prospectos de admisión, etc. etc.
Art. 4°. - De la ejecución del presente Decreto encárguese el señor Ministro de Defensa
Nacional.
Fragata Reinaldo Vallejo Vivas, de proceder a dar los pasos necesarios para la creación
de la citada Escuela, según lo expresa dicho director en su comunicación de fecha 12 de
julio de 1966 dirigida al Comandante General, anexa a la cual le remite copia de la
circular que, con fecha 11 del mismo mes, había remitido a los repartos navales y a los
oficiales profesores considerados para las diversas materias que se intentaba enseñar en
esta Escuela.
Los oficiales designados para ejercer el profesorado en las diversas asignaturas fueron
los siguientes para el Curso de Cubierta: Capitán de Corbeta Mario Jaramillo del Castillo,
Teniente de Fragata Néstor Rosero Lozada, Teniente de Fragata Raúl Jaramillo del Castillo,
Alférez de Navío Marcelo Andrade Andrade, Alférez de Navío Felipe Balladares Vargas,
Alférez de Navío Enrique Gallegos Anda Legoff, Alférez de Navío J. C. Hugo Burbano
Jácome y Capitán de Marina Mercante Juan Iturralde Tello como profesores en las
asignaturas siguientes:
En ese mismo mes se presentó un proyecto de decreto asignando los fondos necesarios
para el funcionamiento de la Escuela, el que fue aprobado en el Congreso en ese mismo
mes, según consta en oficio del Secretario General de la Armada, Capitán de Navío
Renán Olmedo González, al Director de la Marina Mercante: "Para su conocimiento,
anexo al presente, remito a Ud., una copia thermo fax de la comunicación enviada al
Comandante General de Marina, por el señor Capitán de Navío Gotardo Valdivieso T,
Senador Funcional por las Fuerzas Armadas, en la que se hace conocer la asignación
de un millón de sucres para el año 1970 que serán destinados a la construcción y
funcionamiento de la Escuela de la Marina Mercante".
Hasta el año 1973, la estabilidad de la Escuela fue muy precaria, pues cambió varias
veces de local; funcionó en el antiguo local de la Capitanía del Puerto de Guayaquil,
junto al Muelle Fiscal; luego, en el Instituto Oceanográfico de la Armada y por último,
en las instalaciones de la Escuela Naval en Guayaquil, a donde por disposición del
Comandante General de Marina, Contralmirante Sergio Vásquez Pacheco, se trasladó en
el año arriba citado.
Sin embargo cuando en el ario 1993, la Escuela Naval regresó a Salinas, la Escuela de
la Marina Mercante también se trasladó a ese lugar, quedando subordinada al director de
aquella en forma integral; pero al finalizar el ario se ordenó que ésta regresara a Guayaquil,
a ocupar sus propias instalaciones situadas en un sector de la Base Naval Norte, lugar en
el cual permanece funcionando desde entonces como reparto subordinado a la Dirección
General de la Marina Mercante.
INDICE ALFABETICO
Cornejo M., Geo W., 118, 119 Egas, Víctor M., 100
Coronel, Jaime, Cabo, 266 Egas, Rubén, 93, 114
Cranfor. 266 Elizalde, Gustavo, Grumete, 264
Crespín, Emilio, Marinero, 118 Endara Peñaherrera, César, Capitán de Fragata. 138.
Crespín. José. 326 139, 157, 167. 169, 233. 234, 237. 238. 242, 243.
Crespo, Efraín, Suboficial, 263, 292 245, 247, 248. 253, 257, 258, 272. 275, 285. 335
Crespo A., Benigno, Teniente de Fragata de Enderica, León Virgilio. 327
Administración, 30 Enríquez, Alberto, General. 329
Cruz, Cristóbal, Marinero 1°, 169 Escalante, Julián, 326
Cruz, Ramón, Soldado, 175 Escalante, Lorenzo. timonel voluntario, 175
Cruz O., Catón, Capitán de Artillería, 133. 136, 141, Espín, Víctor, Grumete, 264
142, 143, 144 Espíndola, Roberto, ingeniero, 69, 87
Cruz Polanco, Jorge, Almirante, 233, 291 Espinoza, Ismael, 326
Cruz Vera, Juan de la, Cabo Soldador, 279, 326 Espinoza Coronel, Francisco, Contralmirante. 233
Cucalón, Enrique, Capitán de Fragata, 30, 35, 91, Estrada, Víctor Emilio, Coronel de Reserva. 228
92, 97 Estrella. Jorge, Sargento. 263
Cuenca, José, Sargento 2°, 141, 142 Estrella Arévalo, Miguel. Subteniente, 116, 117. 119
Cuesta B., Virgilio, Capitán de Fragata Ingeniero. Estrella Novillo, Walter, Teniente de Fragata
17, 30, 69 Ingeniero, 338. 339
Cullinan, Ralph, Capitán de Corbeta, 230, 239, 240,
241
Cuntó Caputi, Ítalo, Alférez de Navío, 289 F
Custode Mosquera, Byron, Guardiamarina, 233
Cuvi Ortiz, Alfredo, Capitán de Corbeta, 314
Falconí, Luis. Suboficial. 263
Fernández Ampuero, Diógenes, Capitán de Navío,
13, 24, 69, 70, 103
D Fernández Madrid Mesías. Francisco, Capitán de
Fragata Ej., 13, 30, 92, 94, 104, 128, 130, 133, 140.
Darquea, Alfonso, Alférez de Fragata, 167 143, 151, 154, 155, 156, 165, 177, 178. 231. 256,
Darquea, Alfonso, Coronel, 16, 17 260, 262. 329, 331
Darquea Moscoso, Jaime, Aspirante, 233 Fiallos. Armando, Conscripto. 169
Delgado G., Édison, Suboficial, 263 Fierro Zevallos, Enrique. Teniente de Fragata
Destruge, Guillermo, Guardiamarina, 14 Ingeniero, 338, 339
Díaz B., Manuel, Sargento, 292 Figueroa, César, Cabo, 264
Díaz Cueva, Rafael, Aspirante, 233 Flor M., Jorge A., Suboficial, 292
Díaz Granados, Manuel, 199, 201, 202, 271, 275 Florencia, Eduardo, Suboficial. 265
Donoso, Ángel, Cabo, 264 Flores, Carlos Alberto, 325
Donoso A., Fabián, Alférez de Fragata, 289 Flores, Juan José, General, 11
Duarte P., Segundo, 328 Forget, Isidoro, Oficial de Mar de la, 139, 270
Dueñas, P., Grumete, 93 Franco, Primitivo, 326
Dumas, Placencio, Grumete, 97 Freile, Guillermo. Coronel. 329
Duque, Luis, Marinero 2°, 169 Freire Dueñas, Tomás Wilfrido, Capitán de Navío.
Durango. Bolívar, Aspirante a Ingeniero, 13, 14, 16 233, 309, 313
E
Echeverría. Bolívar, Sargento, 263 Galán. Alejandro, Grumete, 264
Echeverría, Julio, 93 Galarza M., Hernán, Alférez de Navío. 339
• Echeverría López, José, 324. 326, 327. 328, 329 Gallegos Anda Legoff, Enrique, Alférez de Navío.
Egas, Diógenes, 93 338
Egas, Héctor, 81, 90, 92, 93, 111, 114, 115 Gallo, Alfonso, Cabo, 264
Egas, hermanos. 81.84, 90, 92.93, 111, 113 Gallo. José A.. Grumete, 264
346 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
Gallo Álvarez, Víctor, Alférez de Fragata Mq., 338, Hernández Martínez, Julio, Aspirante, 333
339 Hernández V., Augusto, Sargento. 292
Game, Bustamante, Abraham. Teniente de Fragata Herrera G., Aparicio, Suboficial, 292
Ingeniero, 123, 127, 157, 167, 170, 171 Herrera Navarrete, Hugo, Capitán de Corbeta. 214,
Game Bustamante, Jorge, Capitán de Corbeta, 106, 288
156,157,188,189,197 Hidalgo, Alejandro. Alférez de Fragata Ejecutivo.
Game Castro, Jorge, Capitán de Corbeta, 200, 287, 330
288, 295, 330, 331 Hidalgo, Eduardo J., Cabo 2 ° Timonel. 136. 141.
Game Peña, Humberto, Alférez de Navío, 96, 131, 162, 169
150, 192 Hinojosa, Mariano. Teniente, 112, 114, 116
Gangotena, Segundo, Grumete, 97 Hurtado, Manuel Enrique, Alférez de Fragata
Garcés, Gilberto, Cabo 1°, 169 Ingeniero, 14, 16, 30
Garcés Pozo, Víctor, Capitán de Corbeta, 338
García, Ramón, Grumete, 97
García Abad. Enrique, Capitán de Corbeta, 283, 284 1
García Drouet, Alfredo, Capitán de Altura, 97, 332,
333 Ibáñez Benítez, Carlos G., Capitán de Fragata, 13.
Garnef, 110 14, 18, 20, 25, 37, 39, 41, 42, 43, 73, 74, 75. 87
Gaspar, Óscar, Cabo 1°, 169 Icaza, Ernesto Julio, Alpirante a Ingeniero, 14, 16
Gómez, Domingo Agustín, Capitán, 323, 324 Icaza Moreno, Efrén, 331
Gómez Cevallos, Efraín,Alférez de Navío Ingeniero, Iglesias, Capitán, 118
234 Illingworth, Juan, Almirante, 11, 323
Gómez Cevallos, Luis, Contralmirante, 132, Illingworth, V., 232
133,141, 262, 263, 265, 269, 270, 293, 295, 309 Iturralde, José M., 326
Gómez de la Torre, Francisco, General, 110 Iturralde, Manuel, Cabo, 264
Gómez González, Coronel, 20. 66, 69 Iturralde Tello, Juan, Capitán de Altura, 338, 339
Gómez Guzmán, Gregorio, 111, 112, 116, 118 Izquierdo, Sergio, Piloto de Altura de 38, 330. 331
Gómez Jurado. A., Coronel, 19, 26, 31 Izquierdo Arízaga, Cornelio, Mayor, 109, 191
González, Jacinto, 133
González, Víctor, Sargento 1° Artillero, 139, 169
González Lacera, José, Aspirante. 333 J
Granja S., Manuel, Teniente de Fragata, 17
Gravely, William Seymour, Coronel, 191
Grijalva, Suboficial Radio Operador, 146 Jalón, Ernesto, Conscripto, 169
Jaramillo, Alfonso, General, 266
Guadamud, Ranulfo, Grumete, 264
Jaramillo, Carlos A., Capitán, 133
Guerra Veintimilla, Marcos, Alférez de Fragata, 318
Jaramillo, Ed., 101, 102
Guerrero, Carlos A., Coronel, 28, 29, 31, 34, 35, 41,
Jaramillo, Jorge, Alférez de Fragata Electricista, 314
232, 327
Jaramillo del Castillo, Mario, Capitán de Corbeta,
Guerrero Barreiro, Marcelo, Alférez de Fragata, 292
214, 317, 338
Guerrero Hidalgo, Jaime, Teniente de Fragata
Jaramillo del Castillo, Raúl, Teniente de Fragata, 338,
Electrónico, 314
339
Guerrero Varillas, Eduardo, Teniente de Fragata, 263,
Jaramillo Santos, Yezid, Alférez de Fragata, 317
288
Jarrín, Bernardo, Sargento Maquinista. 175
Guerrón, Subteniente, 174, 176
Jarrín, Luis E., Capitán de Fragata Ingeniero, 30, 144,
Gulbey, Safin, 90
245
Guncay, Gerardo, Conscripto, 169
Jarrín Ampudia, Oswaldo, Teniente de Fragata Único.
Gutiérrez, Filemón, Suboficial, 265
314, 320
Guzmán Flores, Francisco, Capitán de Fragata, 199,
Jarrín Salgado, Octavio, Teniente de Fragata, 287.
288, 301, 309, 313
289
Jarrín Valdez, Raúl, Guardiamarina, 233
H Jáuregui, Julio, 119
Javier, José, 326
Hammon, Mena, Condesa, 102 Jiménez, Mayor, 156
Hernández B., Alejandro. Suboficial, 292 Jiménez,-Carlos, Grumete, 93, 97
Jiménez León, Benigno, Marinero Motorista. 279
INDICE ALFABÉTICO 347
Portilla, Segundo, Sargento 2°, 93 Rivera Brunes, Guillermo, Oficial de Mar de 3', 266
Portilla. Francisco, Capitán, 116, 119 Rocafuerte. Vicente, 323. 324
Portocarrero, Enrique, Cabo 1° Timonel, 136, 141, Rodas Reyes. Luis, Aspirante. 233
161, 162 Rodó, José Enrique, 228
Portocarrero Lastra, Gabino, Suboficial, 135, 136, Rodríguez, Gilberto, Marinero 2', 169
141, 162, 266 Rodríguez, Manuel. Sargento, 263
Poveda Burbano, Alfredo, Almirante, 280, 288, 339, Rodríguez Andrade, José, Cabo. 266
340 Rodríguez B., Ignacio, Alférez de Navío, 339
Pozo, Luis, Grumete, 264 Rodríguez Beltrán, Jaime, Alférez de Fragata Único,
Pozo Verges, Pedro, Capitán de Corbeta, 200, 201, 270
203. 258, 269 Rodríguez Muñoz, José. Aspirante, 233
Prieto, Edmundo, Grumete, 265 Rodríguez S., Luis A.. Coronel. 153, 178
Prigbooj, Anna, 90 Rodríguez Sierra, Carlos, Teniente de Fragata. 291
Proaño, Galo, Sargento, 266 Romero, señor, 156
Proaño, P., Teniente, 133 Romero y Cordero. Remigio, 110
Puente, Rafael, 230 Roosevelt. Franklin D.. 204
Puente Godoy, César, Capitán de Fragata, 32, 127, Rosero, Gonzalo, Alférez, 116, 119
128, 132, 233 Rosero, Luis, Mayor de Infantería. 133, 136, 141,
Puga B., Amalio, 96 142, 145, 173, 174, 175, 176, 178
Rosero Lozada, Néstor Oswaldo. Capitán de Corbeta.
214, 338
Rueda, Horacio, Alférez de Fragata, 263
Rueda Rodríguez. Pablo, Capitán de Corbeta. 214
Quiñónez, Silvio, Cabo, 264 Ruiz, Germán, Cabo, 264
Quiñónez C., José O., Sargento, 292 Ruiz Rivas. Édison, Capitán de Corbeta, 214, 339
Quiñónez M., Carlos, Sargento, 292
R
Saavedra Garcés, Carlos, Capitán de Fragata, 242,
Ramírez, Eduardo, 328 259, 269, 272, 279
Ramírez, Felipe, Marinero, 118 Sáenz Bejarano, Sergio, Capitán de Corbeta, 198,
Ramírez, Sargento, 147 199, 214, 277, 333
Ramírez Rambay, Gerardo, Sargento Contramaestre, Sáenz Chacón, Gustavo, Alférez de Navío. 339
173, 177, 178 Sáenz de Viteri, José R., Capitán, 126, 133
Recalde Castro, Luis, Guardiamarina, 233 Salas, Jorge, Grumete, 264
Recalde Moscoso, Agnelio, Capitán de Navío, 13, Salazar, Edmundo, Grumete. 264
89,194,195,197,198,214,325 Salazar, Luis, Grumete, 264
Reina Druet, Rafael, 326 Salazar Iglesias, Eduardo, Capitán de Corbeta
Rendón, Eduardo, Grumete, 265 Ingeniero, 262, 263, 270
Rendón, Maceo, Alférez de Navío, 14, 16. 18 Salazar Landeta, Luis. Alférez de Navío, 289
Rendón Briones, Kléber, Sargento Amanuense, 278 Salazar Saltos, Carlos, Alférez de Fragata, 292
Rendón Valladares, Arturo, Capitán de Corbeta Saltos, Francisco M.. Sargento de Armas, 97
Ingeniero, 127 Salvador, Carlos, Coronel, 26, 91
Rengifo P., Jorge, Sargento, 292 Samaniego, Teniente, 144
Repeto, Jorge, Grumete, 264 Sambonino, Sargento Contramaestre, 146
Revelo E., Rogelio, Suboficial, 292 Sánchez, Carlos, Grumete, 265
Ribadeneira, Capitán, 126 Sánchez, Genaro. Cabo, 264
Ricaurte Miranda, Gonzalo, Capitán de Corbeta, 199, Sánchez, Gonzalo, Coronel, 266
1
200, 214. 269 Sánchez, Luis, Grumete, 265
Río, Elizardo del, Oficial de Mar de 3a, 152 Sánchez López, Alberto, Capitán de Navío. 32, 190,
Ritter, doctor, 185 201, 245, 246, 247. 256. 262. 272
Rivadeneira, Luis, 326. 328 Sánchez Moreno, Ramiro, Alférez de Fragata, 320
Rivera, Amable, Teniente Coronel, 117, 119 Santana, Alberto, 118
350 HISTORIA MARITIMA DEL ECUADOR
BUQUES
BI F
Belle Isle, buque, 100 FF 525, transporte, 316
Buberstein, buque, 283
G
General Villamil, balandra, 12, 43
Calicuchima, transporte, 316, 317 General Villamil, goleta, 327, 328, 329
Carchi, motonave, 274, 279 Génova, balandra, 112, 113, 114, 115, 116, 117, 118,
Cayambe, remolcador, 299 119
Cerigo, buque, 144, 266 Gloria, lancha, 178
Chicken of the Sea, buque, 100 Glory of Seas, buque, 196, 197
Chimborazo, vapor, 327 Gracia del Guayas, goleta, 11
Cinco de Junio (5 de Junio), transporte, 195, 196, Grau, crucero, 258
198, 200, 201, 215, 216, 217, 221, 237, 238, 239, Guayaquil, lancha cañonera, 318
240, 241, 242, 248, 249, 251, 253, 269, 271, 272 Guayaquileña, goleta de guerra, 11
Cipango, buque, 100 Guayas, fragata, 218, 219, 221, 242, 243, 262, 263,
Colombia, fragata, 11, 285 265, 269, 270, 271, 273, 274, 275, 276, 279, 280,
Columbus, buque, 100 285, 289, 290, 291, 294, 295. 296, 298, 301, 303,
Comandante Marcos, pontón, 51 307, 315, 316
Condell, cazatorpedero, 75
Constitución, vapor, 59, 81
Contramaestre Suárez, yate, 109, 190 H
Coronel Bolognesi, crucero, 158, 159, 160, 165
Cotopaxi, remolcador, 256, 266, 267, 268, 269, 271, Hermosa, buque, 100
275, 289, 296 Hildefjord, buque mercante, 320
Covington, fragata, 260, 262 Horacio, buque, 54
Cypress, nave, 172 Hualtaco, lancha, 134, 144, 173, 178
D
Daisy Edith, motonave, 154, 155, 156, 157 Isabela, motovelero, 98, 111, 112
Delma, balandra, 176 Istmeña, goleta, 11
Dévora, buque, 191
Diez de Agosto, patrullero, 215, 216, 217, 218, 221,
241, 242, 248, 249, 253, 259, 269, 271, 272, 273 J
Don Víctor, buque, 279
Jade, patrullero, 237, 240, 242
Jambelí, transporte, 221, 296
E José Cristóbal II, motovelero, 197