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Drenajes Pleurales y Mas
Drenajes Pleurales y Mas
Es Importante drenar la cavidad pleural con un sistema hermético y que cuente con alguna forma de
válvula unidireccional, que permita drenar el contenido del espacio pleural, pero que a la vez impida
que entre a este espacio aire proveniente desde el medio ambiente es algo que no fue aceptado en el
ámbito de la cirugía torácica hasta principios de este siglo, cuando con relación a la alta mortalidad
(30%), ocurrida en el tratamiento de los empiemas pleurales con el sistema de drenaje abierto, se
decidió en USA formar una comisión que estudiara este hecho: Comisión de Empiema, dirigida por
E. Graham. Esta comisión recomendó el uso de drenajes pleurales cerrados en las fases tempranas
del empiema y este solo hecho redujo la mortalidad a cifras cercanas a un 3%.
Por otra parte es necesario recordar, en una forma muy simplificada, que fundamentalmente debido a
la disposición anatómica, principalmente del diafragma y a la forma de las costillas, durante la
inspiración, gatillada por la contracción diafragmática, hacen que este músculo descienda y a su vez
las costillas adoptan una posición horizontal Estos dos hechos permiten que aumenten los diámetros
internos del tórax, produciéndose una presión negativa en los espacios pleurales. De esta forma entra
aire, que distiende el tejido elástico del pulmón, el cual al final de la inspiración comienza a
contraerse produciéndose de esta manera la espiración. Esta presión negativa debe mantenerse cada
vez que se altere el espacio pleural, ya sea por ocupación por líquidos o aire o bien cuando producto
de una cirugía se altera la hermeticidad anatómica de esta zona.
Espacio Pleural
Formado por el espacio entre la pleura parietal, la que cubre la cara interna
de la pared torácica y a nivel de los hilios pulmonares se transforma en
pleura visceral recubriendo al pulmón. Contiene aprox. 5 a 15cc de líquido
pleural que tiene como función lubricar estas capas durante los movimientos
respiratorios.
Durante la inspiración contracción diafragmática
músculo desciende y las costillas adoptan una posición horizontal
aumentan los diámetros internos del tórax se produce una presión
negativa en los espacios pleurales entra aire y se distiende el tejido
elástico del pulmón al final de la inspiración comienza a contraerse
produciéndose la espiración.
Drenaje Pleural
Introducción de un tubo en el interior de la cavidad pleural a través de
la caja torácica por un espacio intercostal con el objetivo de eliminar o
prevenir la acumulación de aire y de líquido en su interior.
Permite la re expansión pulmonar, recuperando la presión negativa.
INDICACIONES DE PLEUROSTOMÍA
Neumotórax: Espontáneo (Primario o Secundario) Hipertensivo
Traumático (Abierto o Cerrado)
Iatrogénico (Punción Venosa Central, Toracocentesis, Biopsia
pulmonar percutánea, Ventilación Mecánica)
Hemotórax
Derrames Pleurales: Exudados
Transudados
Quilotórax
Post Cirugía: Toracotomías
Esternotomías
Objetivos de la técnica:
Facilitar la remoción de líquido, sangre y/o aire del espacio
pleural o el mediastino.
Evitar la entrada de aire atmosférico en el espacio pleural
mediante el uso de una trampa de agua.
Restaurar la presión negativa del espacio pleural.
Promover la reexpansión del pulmón colapsado mejorando su
ventilación y perfusión.
Aliviar la dificultad respiratoria asociada con el colapso
pulmonar.
Objetivos de enfermería:
Evaluar las constantes vitales y función respiratoria del paciente.
Comprobar y mantener el correcto funcionamiento del drenaje torácico.
Valorar y registrar la cantidad de líquido drenado y sus características.
Garantizar una manipulación aséptica y segura del tubo o catéter torácico así como, de la unidad
de drenaje.
Características del tubo torácico:
Estéril
Flexible
Material: vinilo, silicona o látex
No trombogénico
Multifenestrado en su extremo distal
Con marcas radiopacas
Diversos tamaños de longitud y grosor en función de la edad del paciente y finalidad
terapéutica. Utilización de calibres menores para el drenaje de aire, calibres más gruesos
para el drenaje de líquido, sangre o pus.
Una vez ubicado deberá suturarse a la piel para impedir su desplazamiento.
Características del sistema cerrado de drenaje pleural:
1. Cámara de Trampa de Agua o Cámara bajo sello de agua.
Deberá llenarse siempre con agua estéril hasta el nivel prescrito
de 2 cm con lo que se crea un sistema de válvula unidireccional
que permite el drenaje, pero no el retorno o la entrada de aire
exterior en la cavidad torácica
2. Cámara de Control de Aspiración. Se llenará con agua estéril
siempre que se desee añadir una presión negativa mediante
aspiración. Es recomendable seguir las instrucciones del
fabricante, pero generalmente deberá llenarse hasta 20 cm de
agua
3. Cámara graduada para la colección del drenaje. Permite
observar las características del líquido drenado, cuantificarlo
hasta unos dos litros aproximadamente, según modelo.
4. Tubo protegido de látex que deberá conectarse asépticamente
al tubo torácico o catéter del paciente una vez colocado éste por
el médico y que permitirá el drenaje de aire, líquido y/o sangre
hacia la cámara recolectora de la unidad de drenaje, situada siempre a 30 cm., como mínimo, por
debajo del nivel del tórax.
5. Válvula de liberación de negatividad elevada. Permite reducir manualmente el nivel de la
columna de agua o disminuir la presión negativa ejercida sobre la cavidad pleural cuando el sistema
se halla conectado a aspiración.
6. Dispositivo o tubo de látex. Situado en la parte superior de la cámara de sello de agua, deberá
dejarse abierto al aire si se desea un drenaje por gravedad. En cambio si se desea añadir una presión
negativa de aspiración al sistema, deberá conectarse a la fuente de aspiración externa.
7. Regulador de presión negativa que permite modificar la presión negativa aplicada cuando la
modalidad escogida es la del drenaje bajo aspiración.
Además tienen colgadores metálicos laterales que permiten la sujeción de la misma a la cama del
paciente, especialmente útiles durante los traslados.
Complicaciones
Durante la inserción del drenaje
Neumotórax, por la punción accidental del pulmón
Hemotórax, por daño de los vasos intercostales
Lesión del nervio intercostal, con dolor local persistente
Daño de órganos abdominales o torácicos
Enfisema subcutáneo, si parte de los orificios del catéter de drenaje quedan fuera del espacio
pleural
Después de puesto el drenaje torácico
Edema pulmonar e hipotensión grave cuando se produce una reexpansión excesivamente rápida
del pulmón colapsado o la extracción de grandes volúmenes de derrame pleural, líquido o sangre
en un corto período de tiempo.
Neumotórax a tensión por la entrada o fuga masiva de aire a la cavidad torácica
Atelectasias o Neumonía secundarias a la inmovilidad del paciente y/o respiraciones superficiales
con escasa expasión torácica y acumulo consecuente de secreciones.
Infección alrededor del punto de inserción por falta de asepsia o permanencia excesiva del
drenaje (superior a los 7 días).
Gestión del cuidado
En el post-operatorio inmediato:
Débito horario
Características del líquido
Funcionamiento de la trampa de agua
Permeabilidad del drenaje
Control radiológico
Valoración Del Paciente
Dolor
Ansiedad
CSV
Enfisema subcutáneo: movilización del tubo o fístula demarcar zona, avisar al médico
Persistencia de hemo – neumotórax
Infección
Características y cantidad del drenado
Desconexión accidental: pinzar tubo, avisar el médico, control con Rx y reinstalación
Cuidados De Enfermería
Nunca reintroducir tubo, ya que pierde esterilidad.
Verificar correcta conexión de tubos a vástagos desde traslado de pabellón.
Mantener siempre la hermeticidad.
Pinzar los drenajes lo más cerca del tórax
Pinzar los drenajes al acostar o levantar al paciente y al traslado de un servicio a otro.
Se deben despinzar los drenajes una vez que las trampas estén ubicadas bajo el nivel torácico
del paciente.
Mantener aspiración continua (15 a 20 cm de H2O) hasta el retiro de los drenajes, revisando
frecuentemente el nivel de llenado del frasco aspirativo.
Cambio de trampas de agua cada 72 horas, o según norma del servicio.
Importancia
Los cambios posturales así como favorecer la inspiración profunda y la espiración lenta y
completa en función de la tolerancia del paciente, facilitará la debida reexpansión pulmonar.
La movilización del paciente con drenaje torácico habrá de realizarse con precaución,
evitando la posible oclusión o tracción del tubo que podría favorecer la obstrucción del
mismo o la desconexión del equipo con el consecuente riesgo para el paciente.
Cambio de sello de agua
Cierre la aspiración
Lávese las manos, uso de guantes estériles
Vaciar agua estéril al frasco (300cc)
Pinzar el drenaje con 2 pinzas
Retiro del drenaje
Según indicación médica.
Pueden ser extraídos entre 24 horas o más.
Drenado mínimo, alrededor de 50 ml. en 24 horas.
Sellado hermético de orificios de entrada.
Pinzar para extraer.
Pulmón re-expandido, confirmado con examen radiólogo.
Control radiológico post retiro de drenajes
PUNCIÓN LUMBAR
En el antiguo Egipto ya se conocía que el líquido cefalorraquídeo envolvía al cerebro. Hipócrates
(470-400 A.C.) hablaba del “rayo de agua en el cerebro” refiriéndose a la hidrocefalia. Valsalva en
1692 y Cotungo en 1764 describen la continuidad del sistema ventricular y subaracnoideo; pero fue
en Diciembre de 1890, que un médico alemán, Quincke, realizó tres punciones lumbares en un niño
en estado de coma debido a meningitis tuberculosa. Quincke pinchó el espacio subaracnoideo en el
área lumbar entre la tercera y cuarta vértebras lumbares, el niño se recuperó. En abril de 1891 alivió
el dolor de cabeza de un hombre con hidrocefalia por medio de una punción lumbar. Ha pasado
mucho tiempo desde estas primeras punciones lumbares… se ha evolucionado en conocimiento,
aplicaciones y técnica, se han desarrollado otros exámenes y descubrimientos relacionados con el
líquido cefalorraquídeo y el sistema nervioso central, llegando a la actualidad, donde es una práctica
habitual en las unidades de cuidados intensivos pediátricos y neonatales.
DEFINICIÓN
El LCR rodea el cerebro y la médula espinal; éste actúa como amortiguador, protegiendo el cerebro y
la columna de lesiones, además ejerce una función excretora, y contribuye al transporte intracerebral
de determinadas sustancias.
El ser humano posee cerca de 140 ml de LCR, de éstos aproximadamente 30 ml están ubicados en el
espacio subaracnoideo espinal. El LCR como cualquier fluido biológico se produce y reabsorbe de
forma continua para mantener un volumen y composición constante.
Es para obtener una muestra de LCR, así como para medir su presión que se realiza la técnica
denominada punción lumbar.
Figura 1.
En la PL sin carácter de urgencia se puede usar como anestésico local la crema EMLA, una
hora antes se aplicará la crema en la zona a puncionar con un apósito transparente e
impermeable.
La PL se puede realizar con el paciente en posición sentado o en decúbito lateral:
PL en posición sentado. En niños y adolescentes se situarán con los miembros inferiores
colgando en el borde lateral de la cama de forma que la línea que une las apófisis espinosas
corte perpendicularmente a la de la cama, ésta a su vez en posición horizontal de tal forma
que la columna vertebral no experimente ninguna rotación que pueda dificultar la PL; una vez
lograda la posición, con la enfermera de frente al paciente al que brinda apoyo físico, se le
hace cruzar los miembros superiores tomándose de los hombros y se le pide que flexione la
columna lumbar y la cabeza apoyándose sobre el ayudante. También está indicado en
neonatos y lactantes ya que tiene menos riesgos de compromiso respiratorio, se sujeta al
paciente flexionando el tronco y la cabeza hacia delante y los muslos hacia el abdomen
(Figura 3); Se debe evitar la hiperflexión porque provoca hipoxia. Es aconsejable la
administración de O2 al 100% durante 3 minutos en neonatos y pacientes inestables.
Se evitará los movimientos manteniendo al niño tranquilo ya que los movimientos dificultan
la punción, se altera la presión del líquido cefalorraquídeo y aumentan los riesgos.
PL en posición decúbito lateral . Es la posición más adecuada si se quiere medir la PIC. El
decúbito lateral derecho o izquierdo dependerá de las preferencias del médico, de modo que
este cómodo al manejar la aguja de PL. La cama debe estar en perfecta horizontal. El paciente
en el decúbito lateral elegido de modo que la línea que une ambas crestas ilíacas este
perpendicular a la de la cama, con flexión de los muslos sobre el abdomen de modo que las
rodillas estén en contacto entre si y simétricas, lo mas cerca posible junto al abdomen, el
cuello no tiene que estar completamente flexionado. La cabeza debe estar a la misma altura
que la zona lumbar. Constatar que se mantenga la permeabilidad de la vía aérea. Aquí la
enfermera también se ubica frente al paciente ayudándole a mantener la posición.
La enfermera tiene que mantener al paciente en una correcta posición y bien inmovilizado ya
que toda dificultad se traduce en dolor para el paciente y PL traumática.
Se prepara el campo con una talla estéril debajo del niño.
Lavado de manos antes de realizar el procedimiento.
El médico se pone los guantes y limpia la zona lumbar con solución antiséptica comenzando
por el espacio intervertebral seleccionado. Se prepara un círculo que se agranda desde este
espacio hacia la cresta iliaca y por arriba de ella.
Una vez se tiene al paciente en la posición adecuada el médico verifica los reparos
anatómicos. Se palpa la cresta iliaca y se desliza el dedo hacia abajo hasta el cuerpo vertebral
L4. Después se utiliza el espacio intervertebral L4-L5 como sitio de la punción lumbar. En
ocasiones es más fácil efectuar una marca con la uña en el lugar exacto para marcar el sitio.
(Figura 2)
En este momento si se desea se administra la Lidocaina vía subcutánea. La administración de
Lidocaina durante el procedimiento no reduce la inestabilidad fisiológica.
Se prepara el material en una mesa auxiliar. (Figura 3)
Figura 3
Figura 2 Figura 4
Se toma la aguja de PL de modo que el cono de la aguja se apoye en la yema del dedo
pulgar. Con la otra mano se da dirección a la aguja (perpendicular al plano lumbar). (Figura
4)
Se introduce la aguja de PL con ligera presión y lentamente se avanza de tal forma de poder
percibir todos los planos que atraviesa la aguja, con el bisel paralelo a las fibras del ligamento
espinal y debe avanzar perpendicular al eje craneoespinal, ligeramente inclinada hacia arriba.
Hasta percibir una superficie semidura, la duramadre. En neonatos por lo general no se
percibe que se atraviesa la duramadre, y con frecuencia es necesario retirar el mandril para
evitar avanzar demasiado y obtener una muestra sanguinolenta.
Se retira el mandril y antes de perder una gota de LCR (cuando asoma el líquido a nivel del
cono del trocar) se conecta el sistema para medir la presión, si procede.
Se recolecta el LCR gota a gota en los distintos frascos y se evalúa el aspecto del LCR.
Nunca se debe aspirar para extraer LCR o acelerar la extracción. Ésta siempre debe ser gota a
gota y espontáneamente.
El volumen de LCR a extraer depende de las determinaciones que se pidan. En neonatos se
recogen 2ml y en niños mayores 3-6ml.
Identificar y enumerar por orden de salida las muestras de LCR.
Antes de retirar la aguja se reintroduce el mandril para evitar la aspiración de la aracnoides o
raíces nerviosas y se presiona la zona con una gasa estéril durante 3-5 minutos. Se aplica un
apósito estéril.
Se coloca al paciente en posición cómoda.
Retirar el material utilizado.
Registrar la técnica en la hoja de enfermería.
COMPLICACIONES
Como todo examen complementario cruento puede tener complicaciones:
CEFALEA POSTPUNCION. Es la complicación más frecuente y en pediatría sucede a partir de
los 10 años de edad. Se manifiesta con cefalea, típicamente fronto-occipital, de intensidad variable
que aumenta al elevar la cabeza y disminuye con el decúbito horizontal. Generalmente se acompaña
de nauseas, vómitos, vértigos y puede haber rigidez de nuca. Es causado por la salida persistente
de LCR a través del orificio que dejó la aguja de PL. Se previene utilizando agujas de pequeño
diámetro y atraumáticas. Se trata con reposo, hidratación y analgesia. En casos muy excepcionales
se inyecta sangre fresca autóloga en el espacio epidural para cerrar el orificio.
RADICULALGIA. El dolor radicular al “rozar” una raíz es habitualmente transitorio.
DOLOR LUMBAR. El dolor lumbar difuso por pinchazo en el disco intervertebral es
frecuentemente temporal.
DIPLOPIA. Habitualmente por parálisis del VI par, es infrecuente.
PERDIDA DE AUDICIÓN Y TINITUS. Son frecuentes.
HEMORRAGIA. Se pueden producir hemorragias epidural, subdural y subaracnoidea. Esta
complicación es rara en niños sin trastornos de la coagulación.
NEUMOENCEFALO. Si se deja libremente la aguja y si el LCR no fluye puede por presión
negativa ingresar aire en el sistema subaracnoideo / ventricular. Es muy doloroso y se resuelve
solamente una vez que el aire se haya reabsorbido o si se logra extraer por maniobra quirúrgica.
MENINGITIS. Ocurre cuando no se toman en cuenta todas las medidas de asepsia ya descritas o
ante la proximidad de algún proceso infeccioso al lugar de la aguja.
TUMOR EPIDERMOIDE INTRAESPINAL. Esta complicación se produce como consecuencia
de practicar una punción lumbar con una aguja sin fiador. La causa es el desplazamiento de un
“tapón” de tejido epitelial hacia la duramadre.
HERNIACION CEREBRAL. Es la complicación más grave y poco frecuente. Existe el riesgo en
niños con aumento de la PIC, en este caso se evitará la PL. No es un problema común en las
unidades de terapia intensiva neonatal debido a la fontanela abierta en los recién nacidos.
LESIÓN EN LA MEDULA ESPINAL Y NERVIOSA. Para evitar esta complicación sólo hay
que utilizar espacios intervertebrales por debajo de L4.
APNEA Y BRADICARDIA. Por compromiso respiratorio causado por sujetar con demasiada
presión al recién nacido durante el procedimiento.
HIPOXIA. Aumentar el oxígeno durante el procedimiento puede ayudar a prevenir la hipoxia
transitoria.
OBSERVACIONES
Valorar la respuesta del paciente durante y después del procedimiento, registrar las constantes vitales
y los síntomas como: palidez, cianosis, desvanecimiento, cefalea, nauseas, vómitos, cambios en el
nivel de conciencia, hormigueo o dolor irradiado hacia las piernas, sensación distérmica. En caso de
aparecer cefalea, al levantarse y que desaparece al tumbarse, deberemos tranquilizarlo, informándole
que es normal. Si refiere cefalea intensa cuando está tumbado, mantener reposo absoluto y avisar al
médico.
Controlar el sitio de punción, vigilando el apósito a fin de que no existan signos de hemorragia o
pérdida de LCR. Si el apósito está húmedo se cambiará, y se comunicará al médico.
La PL nunca debe ser traumática. Si el paciente es poco colaborador, mientras se lo coloca en la
posición y se prepara el material se puede aplicar sedación según orden médica.
El aspecto normal del LCR es transparente e incoloro (como el agua de cristal de roca) no precipita
ni coagula. Si el LCR es turbio (opalescente) significa que posee un aumento de su contenido en
células, con predominio de polimorfonucleares. Varía desde levemente turbio a francamente
purulento dependiendo del germen. Se lo observa en presencia de meningitis bacteriana.
También se puede observar un color xantocrómico (amarillo), lo produce la oxihemoglobina de la
sangre derramada en el espacio subaracnoideo y/o ventricular de varias horas. Asimismo se lo puede
observar en casos de ictericia y de aumento de proteínas en el LCR independientemente de su
etiología.
Además se puede encontrar de color rojo (hemorrágico) cuando la PL es traumática. La hemorragia
en el LCR modifica todas las determinaciones a realizar en el mismo excepto el examen
bacteriológico.
Si se obtiene un LCR hemorrágico de origen PL traumática implica que se debe repetir el
procedimiento.
Si se obtiene una muestra sanguinolenta en el primer tubo, habrá que observar si se aclara en el
segundo y el tercer tubo.
Si la hemorragia se aclara la punción fue traumática.
Si la sangre no se aclara sino que forma coágulos es probable que se haya pinchado un vaso
sanguíneo.
Si la sangre no se aclara y tampoco se coagula es probable que el niño presente una hemorragia
intraventricular.
RESONANCIA MAGNÉTICA CON CONTRASTE Y/O SEDACIÓN
REQUISITOS OBLIGATORIOS
Llenar la planilla que recibirá en recepción, sin dejar espacios en blanco.
Traer la orden médica.
Traer los exámenes de sangre (urea y creatinina).
Traer otros estudios anteriores.
Realizar ayuno de 8 horas (con o sin sedación).
Indicar el nombre del médico que lo remite.
Si es referido o desea ser atendido por un médico radiólogo en particular, deberá colocarlo en la
planilla e indicar al personal.
Traer un acompañante.
PREPARACIÓN
Al tomar su cita suministre la siguiente información:
Si tiene problemas en los riñones.
Si le teme a espacios cerrados (sufre de claustrofobia). o si tiene en su cuerpo: clips para aneurisma
cerebral, válvulas cardíacas artificiales, marcapasos cardíaco, implantes en el oído interno
(cocleares), nefropatía o diálisis (posiblemente no pueda recibir el medio de contraste), articulaciones
artificiales recientemente puestas o stents (endoprótesis) vasculares.
Si ha trabajado con metal, puede necesitar otros exámenes para verificar presencia de metal en los
ojos.
Indicar su peso ya que el equipo está diseñado para 105 Kg.
Los exámenes de urea y creatinina son indispensables para que el médico decida y evalúe si es
posible colocar el contraste. Debido a que el equipo para la resonancia magnética contiene imanes
potentes, no se permiten objetos de metal dentro de la sala donde está el escáner.
Artículos como joyas, relojes, celulares, tarjetas de crédito y audífonos pueden dañarse.
Lapiceros, navajas y anteojos pueden salir volando a través del cuarto.
Los prendedores, los ganchos y extensiones para el cabello, las cremalleras metálicas u otros
artículos metálicos similares pueden distorsionar las imágenes.
Las prótesis dentales removibles se deben retirar justo antes del examen
PROCEDIMIENTO
Deberá quitarse las joyas y ponerse una bata desechable durante el estudio.
Deberá acostarse en una mesa estrecha que se desliza hacia dentro de un aparato parecido a un
túnel.
La exploración no causa dolor.
Tenga en cuenta que la máquina es muy ruidosa.
El técnico puede ofrecerle tapones para los oídos.
Debe permanecer inmóvil durante el examen.
Tiene piezas de metal en su cuerpo o dispositivos electrónicos (Ej.: marcapasos), debe advertirlo
antes de entrar en la sala y al momento de solicitar la cita.
VENTAJAS
Su capacidad multiplanar, con la posibilidad de obtener cortes o planos primarios en cualquier
dirección del espacio.
Su elevada resolución de contraste, que es cientos de veces mayor que en cualquier otro método de
imagen.
La ausencia de efectos nocivos conocidos al no utilizar radiaciones ionizantes.
La amplia versatilidad para el manejo del contraste.
Esta posibilidad de manejo de los contrastes, junto a la capacidad multiplanar, hacen de este
método diagnóstico una herramienta excepcional en el diagnóstico médico
APLICACIONES
En el campo de la ortopedia: trauma, infecciones y tumores.
TRAUMATISMOS ÓSEOS, CARTÍLAGO Y PARTES BLANDAS.
Edema óseo, microfracturas trabeculares, fracturas ocultas.
Lesiones ligamentarias-meniscales rodilla.
Hombro: impingement, labrum, manguito, inestabilidad (ARTRO-RM). Osteonecrosis en fase
inicial (p.e.j.escafoides, astrágalo).
Columna: lesiones traumáticas, lesiones del disco.
CONTRAINDICACIONES
Marcapasos
Claustrofobia
Prótesis valvulares cardiacas antiguas
Clips metálicos en la cabeza, en el S.N.C.
Partículas de metralla en los ojos (ej. Soldadores)
Prótesis metálicas
ECOGRAFÍA TRANSVAGINAL
Es importante que durante el examen la paciente tenga la vejiga vacía, ya
que incluso una pequeña cantidad de orina puede desplazar los órganos
pélvicos.
Se puede utilizar la palpación durante el examen para modificar la posición de estructuras pélvicas y
optimizar la calidad de la imagen.
Técnica Ecográfica
El transductor se prepara con gel ultrasónico
Se cubre con un preservativo
Se eliminan las burbujas aéreas
Se aplica lubricante externo a la cubierta protectora
Se inserta en la vagina
Paciente en posición supina
Rodillas ligeramente flexionadas
Caderas elevadas con una almohada
Libre movimiento del transductor del operador
Paciente en posición Trendelemburg ligeramente invertida:
Útil descender los órganos pélvicos.
Suave rotación y angulación del transductor
Imágenes sagitales y coronales
Una angulación anterior del transductor:
Pondrá el fundus de un útero en anteversión a la vista
Para visualizar el cérvix:
Retirar el transductor ligeramente
Necesaria una angulación para visualizar todos los anexos y el fondo de saco
Palpación abdominal:
Lleva estructuras anexiales más cerca del transductor.
La orientación de la imagen puede ser confusa de inicio
Imágenes sagitales:
90 grados en contra de las manecillas del reloj
Cortes coronales:
Rotados en dirección cráneo caudal
Técnica TV
Aplicar una pequeña cantidad de gel sobre el transductor.
Revestir transductor con preservativo, aplicar gel sobre el preservativo para facilitar la penetración
del equipo
Introducir sonda por la vagina hasta:
Fondo saco anterior, si AVF.
Fondo saco posterior, si RVF.
Ventajas:
Mejor resolución por sus ondas de alta frecuencia.
Permite diagnósticos más precisos.
Diagnostica embarazo precoz 1 semana antes que con el método transabdominal
Desventajas:
Requiere vaciar vejiga
Examen interno
Posibles molestias
No adecuado para todos los pacientes
No abarca las extensiones de grandes masas pélvicas ni patologías en hemiabdomen.
Análisis de Imágenes
Imagen Sólida:
Acentuación más o menos fuerte del haz.
Ausencia de refuerzo posterior.
Imagen Líquida:
Presencia de refuerzo posterior.
En ambos tipos de imagen se debe evaluar forma, contenido, presencia o ausencia de tabiques y su
espesor, vegetaciones
Estructuras a Evaluar
Útero:
Forma
Posición
Tamaño
Miometrio
Endometrio
Cervix
Vagina
Trompas: generalmente no visibles.
Ovarios
ENDOSCOPIA
Definición
La endoscopia es un procedimiento invasivo médico que usa un instrumento llamado endoscopio, el
cual se introduce en el cuerpo para observar el interior. A veces se usa para llevar a cabo ciertas
clases de cirugías. El examen con un endoscopio es diferente a los estudios por imágenes, como las
radiografías y tomografías por computadora en las que se capturan imágenes del interior del cuerpo
sin colocar instrumentos o dispositivos dentro del mismo. Hay diferentes tipos de endoscopios. La
mayoría de los endoscopios son como tubos huecos y delgados que permiten al médico observar el
interior del cuerpo. Además, la mayoría tiene una fuente de luz, y algunos cuentan con una pequeña
cámara de video en el extremo que transmiten imágenes a una pantalla de computadora. Algunos son
rígidos, mientras que otros son flexibles. Los endoscopios pueden variar en longitud y forma. Existe
un endoscopio nuevo que es lo suficientemente pequeño como para ser tragado, el cual transmite
inalámbricamente las imágenes. Cada tipo de endoscopio está diseñado especialmente para observar
cierta parte del cuerpo. Dependiendo del área del cuerpo que se está examinando, el endoscopio
puede introducirse a través de la boca, el ano, o la uretra (el conducto que lleva la orina desde la
vejiga hacia afuera). En algunos casos, se introduce a través de una pequeña incisión (corte) en la
piel.
El endoscopio es un instrumento que ha permitido el desarrollo y la especificidad en la medicina,
influyendo tanto en la prevención, diagnóstico y pronóstico de muchas enfermedades.
El término endoscopia propiamente se emplea para señalar el estudio que se realiza al tubo digestivo
con ayuda de un tubo flexible y los hay de dos tipos: endoscopio de fibra óptica y
el videoendoscopio.
El estudio de endoscopia se divide a grandes rasgos en cuatro grupos:
1. Panendoscopia o endoscopia alta 2. Endoscopia baja.
.
3.
Esofagoduodenoscopia o
revisión completa del tubo digestivo. 4. Colangiopancreatografía
Endoscópica o CPRE.
Que el puerto de acceso sea pequeño no quiere decir que esté exenta de riesgos ya que se tiene
acceso a órganos vitales que pueden ser dañados. Tal es el caso de la simpatectomia torácica por
endoscopia para la hiperhidrosis, que se ha demostrado su poca efectividad con numerosos artículos
médicos publicados y el arrepentimiento de ser operados de los pacientes.
La endoscopia además de ser un procedimiento diagnóstico mínimamente invasivo, también puede
realizar maniobras terapéuticas como una colecistectomía laparoscópica o la toma de biopsias.
Según el orificio por el que se introduzca el endoscopio:
Por boca hasta duodeno: endoscopia digestiva alta o panendoscopia oral diagnóstica, que
visualiza:
El esófago: esofagoscopia
El estómago: gastroscopia
El duodeno: duodenoscopia
Generalmente se visualizan los tres órganos llamándose la
prueba esofagogastroduodenoscopia.
Por ano hasta ciego: endoscopia digestiva baja, que visualiza:
Recto: rectoscopia
Colon sigmoides: sigmoidoscopia
Colon (completo): colonoscopia
Por meato uretral hasta vejiga urinaria, se llama cistoscopia. A través de los orificios ureterales
accediendo a ureteres, pelvis renal y cálices renales, se denomina ureterorrenoscopia.
Por vestículo nasal: puede ser:
Una endoscopia otorrinolaringológica o panendoscopía ORL: En la que se visualizan fosas
nasales, cavum, faringe y sobre todo laringe (laringoscopia directa).
Una broncoscopia, en la que se visualizan los bronquios.
Una nasofaringolaringofibroscopía.
Por introito vaginal: para visualiza las cavidades de los órganos reproductores femeninos:
Vagina: colposcopia.
Útero: histeroscopia.
Mediante pequeñas incisiones quirúrgicas, la endoscopia puede ser:
Mediastinoscopia: es la visualización del mediastino.
Toracoscopia: es la visualización de la cavidad torácica o pleural.
Laparoscopia: es la visualización de la cavidad abdominal o peritoneal.
Artroscopia: visualización de una cavidad articular, generalmente de las rodillas.
Durante el embarazo, la visualización del feto se llama fetoscopia.
EL SONDAJE NASOGÁSTRICO
El sondaje nasogástrico es una técnica que consiste en la introducción de una sonda desde uno de los
orificios nasales hasta el estómago.
Indicaciones
Las utilidades del sondaje nasogástrico en atención primaria son las siguientes:
Nutrición enteral. Es la indicación principal en nuestro medio. Se emplea en aquellos pacientes que
conservan el peristaltismo intestinal pero que no son capaces de ingerir los alimentos por vía oral.
Lavado gástrico. Es una indicación de uso restringido en atención primaria, de tal modo que solo se
debe de llevar a cabo en situación de aislamiento con respecto al hospital de referencia. Se recurre a
ella en casos de:
• Intoxicación oral de sustancias tóxicas o de fármacos.
• Sospecha de hemorragia digestiva alta.
• Necesidad de obtener cultivos gástricos ante la sospecha de tuberculosis.
Contraindicaciones
Las contraindicaciones del sondaje nasogástrico vienen determinadas por sus indicaciones (nutrición
enteral y lavado gástrico) y por las circunstancias en las que normalmente se produce dicho sondaje
(programado o de urgencias).
Contraindicaciones para la nutrición enteral:
• Presencia de vómitos persistentes.
• Hemorragia gastrointestinal aguda.
• Íleo o seudoobstrucción intestinal grave.
• Desproteinización visceral grave.
Contraindicaciones para el lavado gástrico:
• Obstrucción nasofaríngea o esofágica.
• Traumatismo máxilofacial severo y/o sospecha de fractura de la base del cráneo.
• Sospecha o evidencia de perforación esofágica.
• Coagulopatía severa no controlada.
• La presencia de varices esofágicas o de esofagitis severa no es una contraindicación absoluta, pero
exige valorar muy bien su indicación en el primer nivel de atención y extremar las precauciones.
• La disminución del nivel de conciencia es una contraindicación relativa por el incremento del
riesgo de aspiración. Si es necesario, se puede hacer con intubación endotraqueal, lo que aconseja su
derivación al medio hospitalario.
• No se realizará nunca en caso de ingestión de ácidos, álcalis, otras sustancias cáusticas o derivados
del petróleo
Realización de la técnica
Antes de llevar a cabo cualquier procedimiento, se debe de preparar todo el material necesario que,
en el caso que nos ocupa, consta de los siguientes elementos:
• Sonda nasogástrica. La sonda es un tubo de material plástico más o menos flexible que
normalmente se coloca por vía nasal, aunque también se puede colocar por vía oral. Las hay de
distintos materiales, como el polivinilo, la silicona o el poliuretano. Las de polivinilo son gruesas y
rígidas, por lo que son muy útiles para la succión. Las de silicona y las de poliuretano son más finas
y elásticas, preferibles para sondajes de larga duración. Con respecto a su calibre, hay que decir que
también éste es variable, que se mide en French y que un número 14 suele ser válido para la mayoría
de los casos (a mayor número, mayor calibre). Las sondas que más se suelen usar son las de tipo
Levin, que tienen una sola luz y varias perforaciones cerca de su extremo distal.
• Lubricante. El lubricante que se emplee para la inserción de la sonda ha de ser hidrosoluble (como
la glicerina), ya que puede ser reabsorbido por el organismo en caso de que llegue al árbol bronquial.
Se han de evitar, por tanto, los lubricantes con base oleosa como la vaselina.
• Un par de guantes, que no necesariamente han de ser estériles.
• Esparadrapo, a ser posible hipoalergénico.
• Un vaso de agua con una cañita.
• Una jeringa de 50 ml.
• Un fonendoscopio.
• Una batea.
• Una toalla o una sabanilla.
• Un tapón para la sonda y/o una bolsa colectora adaptable a la luz de la sonda elegida.
• Unas cuantas gasas o bien algunos pañuelos de papel.
Una vez preparado el material, los pasos a seguir son:
• Explicarle al paciente en qué consiste la técnica que vamos a realizar y que además va a ser
necesaria su colaboración.
• Colocar al paciente en posición de Fowler (con el cabecero de la camilla o de la cama en posición
de sentado o semisentado).
• Cubrir el pecho del paciente con la toalla y colocar cerca la batea (por si se produce algún vómito al
introducir la sonda) así como todo el material que hemos preparado previamente.
• Lavarnos las manos y enfundarnos los guantes.
• Retirar las prótesis dentarias si las hubiere.
• Decirle al enfermo que se suene y examinar los orificios nasales para comprobar su permeabilidad.
Le diremos al paciente que respire alternativamente por cada uno de los orificios mientras
bloqueamos el contralateral. Escogeremos el orificio por el que respire mejor.
• Determinar la cantidad de tubo que debemos introducir para llegar al estómago. Para ello y,
ayudándonos de la propia sonda, mediremos la distancia que va desde la punta de la nariz del
paciente al lóbulo de la oreja, y de aquí al apéndice xifoides del esternón. Las sondas suelen
presentar unas marcas que nos pueden servir de orientación, pero es conveniente que tras realizar la
medida hagamos nosotros una señal en el lugar deseado.
A la hora de realizar el sondaje nasogástrico, procederemos de la siguiente manera:
• Una vez lubricado el extremo distal de la sonda, la introduciremos
por el orificio nasal elegido, dirigiéndola hacia abajo y hacia la
oreja del mismo lado, haciéndola progresar con un suave
movimiento rotatorio. Nos ayudará que el paciente incline la cabeza
un poco hacia atrás.
Una vez hayamos pasado la resistencia de los cornetes, habremos
llegado a la orofaringe, cosa que podremos comprobar pidiéndole al
paciente que abra la boca. En estos instantes, el enfermo suele
experimentar náuseas. Le diremos que se relaje, que incline la
cabeza hacia delante (con este movimiento se cierra la vía aérea) y
que intente tragar saliva o un sorbito de agua.
• Con la cabeza inclinada hacia delante y aprovechando los momentos en que el paciente realiza la
deglución, iremos progresando suave y rotatoriamente la sonda hasta la señal previamente realizada.
Si en algún momento el paciente presenta tos, es señal de que hemos introducido el tubo en la vía
respiratoria, por lo que procederemos inmediatamente a retirarlo totalmente o hasta situarnos
nuevamente en la faringe para, tras unos minutos de descanso, reiniciar el procedimiento. Otro hecho
que puede suceder es que la sonda se enrolle sobre sí misma y no avance, con lo cual procederemos
de la misma manera: retirar, descansar y reiniciar.
• Cuando la marca que hemos hecho en la sonda llegue a la nariz, es de suponer que ésta se encuentra
en el estómago. Para comprobarlo podemos hacer varias maniobras: si se consigue aspirar jugo
gástrico es señal de que la sonda se encuentra en el estómago. Si se aspira un líquido amarillento, es
indicio de que el tubo está en el intestino delgado o de que existe un reflujo duodenogástrico. Si el
intento de aspiración resulta negativo, se puede introducir una embolada de aire con la jeringa y oír
el burbujeo que se produce mediante un fonendoscopio colocado sobre el epigastrio.
Maniobra de comprobación de la existencia de burbujeo al introducir una embolada de aire con la
jeringa.
• Una vez colocada la sonda, procederemos a fijarla a la nariz con el
esparadrapo, lo cual se suele hacer de la siguiente manera: se coge
una tira de esparadrapo de unos 10 cm de largo y se corta
longitudinalmente hasta la mitad. El extremo que no está dividido se
fija a la nariz. Los extremos que están divididos se enrollan
alrededor de la sonda, primero uno y luego el otro. Posteriormente
tiraremos suavemente de la sonda para comprobar que no se
desplaza.
• Una vez fijada la sonda a la nariz, es conveniente también fijar el extremo abierto de la sonda en el
hombro del paciente, para así evitar el arrancamiento si se produce un tirón.
• Según la finalidad del sondaje, en el extremo abierto del tubo se puede colocar un tapón, una bolsa
colectora o realizar lavados.
Para retirar la sonda nasogástrica, se ejecutan los siguientes pasos:
• Lavarse las manos y enfundarse unos guantes, que no es necesario que sean estériles.
• Colocar al paciente en posición de Fowler.
• Pinzar o taponar la sonda.
• Quitar el esparadrapo de fijación.
• Solicitar al paciente que haga una inspiración profunda y una espiración lenta.
• Retirar la sonda suavemente, con un movimiento continuo y moderadamente rápido.
• Efectuar la higiene de las fosas nasales y de la boca.
Consideraciones del sondaje nasogástrico en la nutrición enteral
Cuando la finalidad del sondaje es la nutrición enteral, en el extremo abierto del tubo se coloca un
tapón. Además, se actuará de la siguiente manera:
• Se cambiará la posición de la sonda diariamente, con el fin de evitar decúbitos. Con un movimiento
rotatorio, se hará que la songa gire, retirándola o introduciéndola un centímetro.
• Con el mismo fin, se cambiará diariamente el esparadrapo, variando igualmente la zona de fijación.
• Se limpiarán los orificios nasales y luego se les aplicará un lubricante hidrosoluble.
• Se llevará a cabo la higiene de la boca diariamente, manteniendo los labios hidratados.
• Se mantendrá al enfermo en posición de Fowler en el momento de dar el alimento y hasta una hora
después.
• Antes de dar el alimento, se aspirará el contenido gástrico. Si el volumen es superior a 150 ml, es
necesario volver a introducirlo y esperar a la siguiente toma, repitiendo la misma operación.
• La entrada del alimento debe ser lenta (entre 15-20 minutos según la cantidad), independientemente
de si es administrado en bolo (jeringa), por declive o en bomba de infusión.
• Después de la administración de cada alimentación o medicación, conviene hacer irrigaciones de la
sonda con agua, para evitar cualquier posible bloqueo del tubo.
• El cambio de la sonda varía según el material de ésta: cada 7-14 días para las de polietileno, cada 2-
3 meses para las de poliuretano y cada 3-6 meses para las de silicona.
Consideraciones del sondaje nasogástrico en el lavado gástrico
La indicación del lavado gástrico es de uso restringido en atención primaria y sólo se llevará a cabo
en situaciones de aislamiento con respecto al hospital de referencia:
En la sospecha de hemorragia digestiva alta, el sondaje nasogástrico tiene las siguientes utilidades:
• Confirmar el origen alto de la hemorragia cuando el aspirado es sanguinolento. Sin embargo, se
debe tener en cuenta que un aspirado no sanguinolento excluye el origen esofágico y gástrico del
sangrado, pero no el pos pilórico. Por otro lado, un sondaje traumático puede originar un aspirado
hemático que induzca a una falsa interpretación.
• Valorar la actividad del sangrado: la sangre roja normalmente indica un sangrado activo, mientras
que la observación de “posos de café” suele indicar que la hemorragia no está activa en ese
momento.
• Evacuar el contenido estomacal lo cual, por un lado, ayudará a evitar posibles broncoaspiraciones si
se produjera un vómito y, por el otro, facilitará la visibilidad de la posterior endoscopia.
En la intoxicación oral y, dependiendo del tiempo transcurrido, el sondaje nasogástrico nos permitirá
verificar o no el suceso.
En el caso de que se decida hacer el lavado, se introducirá agua a temperatura ambiente en pequeñas
cantidades (100-200 ml.), dejándola fluir por gravedad o lentamente mediante la jeringa.
Posteriormente, se aspira con suavidad o se desciende la sonda para que refluya el contenido. El
proceso se repetirá tantas veces como sea necesario. Para el lavado el paciente debe de estar
colocado en decúbito lateral izquierdo y con la cabeza elevada para evitar la aspiración. Los lavados
con agua helada, que antes se empleaban habitualmente, no han demostrado su utilidad a la hora de
cohibir la hemorragia.
Complicaciones
Pueden ser las siguientes:
• Traumatismo y/o hemorragia nasal, faríngea o laríngea.
• Obstrucción o intubación laringotraqueal.
• Aspiración del contenido gástrico.
• Traumatismo o perforación esofágica y gástrica.
• Complicaciones irritativas: rinitis, faringitis, esofagitis o gastritis.
CUIDADOS POSTMORTEM
OBJETIVO
Proporcionar los conocimientos necesarios para: preparar el cuerpo del paciente para su traslado a
velatorios, prestar apoyo emocional a la familia y facilitar la información básica de los trámites
burocráticos dentro del hospital.
DEFINICIÓN
Intervenciones dirigidas a preparar el cadáver para su traslado a velatorios y apoyar a la familia del
fallecido, teniendo en cuenta creencias religiosas y/o valores culturales.
PROTOCOLO
1.- Material
Sudario.
Sábanas.
Material para higiene.
Guantes.
Esparadrapo y apósitos.
Pulsera de identificación.
Tarjeta de identificación y certificado de defunción.
2.- Cuidados generales
Avisar al médico para confirmar la ausencia de signos vitales y firmar el correspondiente
certificado de defunción.
Mantener un ambiente de intimidad y respeto.
Evitar, en lo posible, un ambiente traumático para los compañeros de habitación del difunto.
Preguntar a la familia si el sepelio va a realizarse fuera de la ciudad. En ese caso es necesario
un segundo certificado médico que debe aportar la familia (de venta en farmacias).
Avisar al representante de su religión si la familia lo solicita.
Identificar todas las pertenencias personales y entregarlas a la familia si ésta no estuvo
presente en el momento del óbito. Si no tuviera familia avisar al inspector para su recogida.
Retirar la ropa y todos aquellos dispositivos que porte el cadáver (sondas, vías, etc.).
Lavar el cadáver si es necesario y colocar prótesis dental si es posible.
Cubrir las lesiones que presente con apósitos.
Asegurarse de que el paciente tenga colocada la pulsera identificativa.
Colocársela si no la tuviera.
Poner el sudario al cadáver dejando al descubierto la cara.
Colocar el cuerpo en decúbito supino con el cabecero de la cama ligeramente elevado.
Avisar a la familia para la despedida respetando su intimidad.
Rellenar la tarjeta identificativa y adjuntarla junto con el certificado médico al cadáver antes
del traslado.
Registrar el fallecimiento en las observaciones de enfermería y en los registros propios de la
unidad, especificando la hora.
Apoyar en el duelo. Ofrecer a la familia infusiones si lo desean. Facilitar la información que
soliciten.
Avisar a velatorios para su traslado, si el exitus se produce en el turno de noche.
Desmontar y recoger la habitación.
Avisar al servicio correspondiente para la limpieza de la habitación según proceda.
Notificar a admisión la disponibilidad de la cama.
Recoger la documentación clínica y depositarla en el lugar específico de cada unidad, para su
archivo.
Técnica
Técnica De Amortajamiento
Consideraciones Especiales
DIÁLISIS PERITONEAL
Definición:
La diálisis peritoneal consiste en utilizar el peritoneo (membrana que cubre las paredes y superficies
de los órganos de la cavidad peritoneal), como membrana semipermeable en la cual se introduce una
solución de Diálisis que se encarga de eliminar los desechos tóxicos del organismo, agua y minerales
que los riñones ya no son capaces de eliminar.
La dosis de la Solución de Diálisis debe ser indicada por el médico.
Dosificación:
Llamamos dosis de diálisis peritoneal al número de cambios diarios de solución de diálisis y
concentración específica de ellos. Esta dosis de diálisis o prescripción de diálisis únicamente puede
ser indicada por el médico.
Consecuencias:
• No tendrá apetito
• Estará hinchado
• No dormirá bien
• Tendrá mal sabor de boca y no sentirá el sabor de los alimentos
• Estará fatigado y cansado
• Aumento de la presión arterial.
Recomendaciones:
Podemos decir que son tres acciones que debemos seguir para estar bien:
1. Pacientes y familiares
• Realice su tratamiento como el médico le indica.
• Realice sus cambios de solución de diálisis exactamente igual a como fue capacitado por la
enfermera. Nunca omita pasos.
• Anote en su cuadernillo de control de diálisis de forma veraz el peso de casa una de las bolsas que
drena el peritoneo.
• Registre las veces y la cantidad de orina que hace diariamente y anótelas en su cuadernillo de
control de diálisis. Esto es un dato importante para que el médico ajuste la dosis de diálisis.
• Mida la presión arterial diariamente y anótela en su cuadernillo de control de diálisis. Su aumento
puede traer consecuencias graves.
• Pésese diariamente, el aumento súbito de peso puede indicar retención de agua.
• Tome el medicamento a la dosis y horarios indicados por el médico.
• Disminuya el consumo de sal y acuda regularmente con el nutriólogo, este le indicará los
alimentos que tiene permitido consumir.
2. Cuidados al catéter peritoneal
• Cuide adecuadamente su orificio de salida.
• Cuide y vigile que el catéter no se doble o acode pues esto impide el paso de la solución de diálisis.
• Corrobore que el drenaje se realice en un máximo de 20 minutos, de lo contrario indicará una
posible obstrucción por fibrina o migración del catéter; de suceder esto, acuda de forma inmediata a
su médico, él le indicará la conducta a seguir.
HEMODIÁLISIS
Objetivos:
1. Entender el propósito y el cuidado de acceso a la sangre.
2. Entender el propósito y los principios básicos de la hemodiálisis.
3. Entender la hemodiálisis en casa, diariamente y en el centro.
La hemodiálisis usa un riñón artificial para limpiar la sangre de desechos y exceso de líquidos.
Este proceso se puede hacer en casa o en un centro de diálisis. Su médico recetará el periodo de
tiempo exacto para sus tratamientos y la frecuencia con la que los necesita.
Fístulas, injertos y catéteres son las opciones para el acceso a la sangre para hemodiálisis. Las
fístulas son la opción más adecuada.
El acceso a la sangre tiene que estar bien mantenido y cuidado para ayudar a evitar la infección y la
coagulación.
Los estudios muestran que la hemodiálisis diaria puede mejorar la calidad de la vida.
Opciones de tratamiento para la insuficiencia renal
Cuando los riñones fallan, las 3 opciones de tratamiento son:
• Diálisis
• Trasplante
• Ningún tratamiento
La diálisis y el trasplante ayudan a sentirse mejor y a prolongar la vida.
Sin embargo, no curan la enfermedad renal. Hable con su médico acerca de cuál opción de
tratamiento funcionará mejor para usted.
Tipos de diálisis
La diálisis es un proceso que elimina los desechos y el líquido en exceso de la sangre. Los 2 tipos
principales de diálisis son hemodiálisis (HD) y diálisis peritoneal (DP).
Durante la hemodiálisis, se limpia la sangre usando un filtro especial denominado riñón artificial y
un líquido de enjuague denominado dialisato.
La hemodiálisis elimina las toxinas y el líquido más parecido a un riñón en funcionamiento.
Durante la diálisis peritoneal, se filtra la sangre usando su peritoneo y el dialisato.
La diálisis peritoneal se describe en el Capítulo 4 de esta libreta.
Hemodiálisis (HD)
En la hemodiálisis, se bombea la sangre desde el cuerpo hasta una máquina que contiene un riñón
artificial (dializador) que filtra la sangre. El intercambio de sustancias entre la sangre y el líquido de
enjuague (dialisato) tiene lugar en este filtro especial. Los productos de desecho y el líquido en
exceso se eliminan de la sangre en el dialisato y hasta el drenaje.
Algunas cosas que en el sistema estén bajas, tales como calcio y bicarbonato, se pueden agregar a la
sangre desde el dialisato.
Durante la hemodiálisis, la sangre corre a través de tubos especiales dentro de la máquina de diálisis.
Se la devuelve a su cuerpo luego de que se han eliminado los desechos y el líquido en exceso. La
mayoría de las veces, este proceso toma de 3 a 5 horas y se tiene que hacer 3 veces a la semana. Su
médico recetará el periodo de tiempo exacto para sus tratamientos y la frecuencia con la que los
necesita.
Hemodiálisis en el hogar
Los métodos de diálisis en el hogar son más delicados para su cuerpo, implican menos límites en
líquidos y alimentos y pueden proporcionarle mayor energía y fortaleza.
Hay 2 tipos de hemodiálisis en el hogar:
• La diálisis diaria corta se hace normalmente 5 a 7 días a la semana, durante 2 a 3 horas cada
día.
• La diálisis nocturna se hace 4 a 6 veces a la semana, durante 6 a 8 horas durante la noche,
mientras se está durmiendo.
Por lo general, toma unos meses para que su cuerpo se acostumbre a la hemodiálisis. La mayoría de
las personas se sienten un poco cansadas después de la diálisis. Es normal sentirse así. Es posible que
se necesite tomar una siesta corta después del tratamiento. Otros efectos colaterales incluyen sentirse
indispuesto del estómago y tener mareos y calambres musculares. Esto normalmente es a causa de
los cambios rápidos en los líquidos y equilibrio químico del cuerpo durante el tratamiento de
diálisis.
Usted puede evitar muchos de estos efectos colaterales alimentándose bien, limitando los líquidos y
tomando sus medicamentos como se le recetó.
Asegúrese de informar siempre los efectos colaterales a la enfermera y al médico. Los efectos
colaterales usualmente se pueden tratar fácil y rápidamente.
Durante la hemodiálisis, una pequeña cantidad de sangre (aproximadamente 1 taza) se desplaza
desde el sitio de acceso a la sangre hacia la máquina de hemodiálisis. Se limpia a través de un filtro y
se devuelve al cuerpo.
1. Una enfermera de diálisis inserta.
2 agujas en el brazo y controla el tratamiento.
2. Una pequeña cantidad de sangre se desplaza fuera del cuerpo, se limpia a través de un filtro y se
devuelve al cuerpo.
Dentro del dializador
1. La sangre del cuerpo entra en la máquina y fluye a lo largo de un lado de una membrana.
2. La membrana es una barrera que impide que se mezclen la sangre y el dialisato pero permite que
atraviese los desechos.
3. Dialisato es un líquido especial que extrae los desechos de la sangre. Fluye a lo largo del otro lado
de la membrana.
4. Los desechos, el líquido en exceso y los productos químicos atraviesan la membrana dentro del
dialisato.
5. La sangre limpia y filtrada vuelve al cuerpo.
Lo que usted tiene que hacer mientras esté bajo hemodiálisis
Usted necesitará seguir 6 instrucciones importantes para cuidarse cuando esté bajo diálisis. Si usted
hace cuidadosamente todas estas cosas, encontrará que se siente mejor y tiene menos problemas.
1. Cumpla con su horario de tratamiento:
a. Sométase a cada tratamiento que se supone que tenga.
b. Permanezca en la máquina durante todo el tiempo de su tratamiento.
2. Siga los límites en los líquidos y los alimentos.
3. Tome sus medicamentos como le recetó su médico.
4. Cuide y proteja su acceso a la sangre.
5. Hable con su equipo de atención a la salud acerca de los problemas, inquietudes y preguntas.
6. Ayude a tomar las decisiones de su tratamiento.
Acceso a la sangre
En la hemodiálisis, la sangre debe pasar muchas veces a través de un dializador artificial durante
cada tratamiento. Para que esto ocurra, debe poder salir una gran cantidad de sangre de su sistema.
La máquina también tiene que devolver la sangre con la misma rapidez. Esa cantidad de sangre no se
puede tomar de sus venas naturales (donde se toman las muestras de sangre para varias pruebas de
laboratorio).
La primera medida para prepararle para el tratamiento es una operación para crear una fuente de
suministro de sangre. Ésta se llama acceso vascular (sangre). Se denomina “acceso” a la sangre
debido a que proporciona una vía para llegar a la sangre para que se pueda limpiar.
Se insertan agujas especiales de diálisis dentro del acceso a la sangre de modo que luego se pueda
bombear la sangre a través de las agujas y los tubos hacia la máquina de diálisis. La cirugía de acceso
se debe realizar 3 a 6 meses antes de que usted planee iniciar la diálisis. Esto le da tiempo al sitio de
acceso para que se desarrolle y sane. Los tipos más comunes de acceso a la sangres son las fístulas y
los injertos.
Fístulas
Se crea una fistula durante una cirugía al unir una vena y una arteria.
Las arterias llevan la sangre a alta velocidad y presión y tienen paredes fuertes para manejar el flujo
de sangre. Cuando se une una arteria a una vena, el flujo sanguíneo rápido de la arteria entra en la
vena.
Cuando el flujo de sangre aumenta en la vena, las paredes de la vena comienzan a dilatarse y
fortalecerse para manejar el flujo más rápido. En 2 a 3 meses, la vena se vuelve tan fuerte como la
arteria y se la puede usar para la hemodiálisis.
Injertos
Un segundo tipo de acceso para hemodiálisis se denomina injerto.
El injerto es con mayor frecuencia un tubo blando artificial que se conecta en un extremo a una
arteria y en el otro extremo a una vena. Un injerto es una buena opción si el cirujano no puede hacer
una fístula que funcione de sus propios vasos sanguíneos. Un injerto se puede colocar en el brazo o
en el muslo, debajo de la piel, conectando una arteria a una vena. Su propia sangre corre a través de
éste. El injerto tiene un exterior áspero que cicatriza dentro de su propio tejido. Las secciones del
injerto ya tienen el tamaño y la fortaleza que se necesita que sean, de modo que se los puede usar
muy pronto después de que se los coloca, por lo general en el transcurso de 2 semanas.
Cuidado de la fistula o el injerto
Algo de hinchazón y molestia es normal durante unos días después de la cirugía.
Esto se puede reducir manteniendo el brazo elevado sobre almohadas o descansando por encima del
nivel del corazón, siempre que pueda. Su cirujano también podría darle un analgésico.
Una vez que cicatrice el sitio de la incisión, usted debería mantener el brazo de acceso limpio para
ayudar a evitar la infección. Lave su brazo diariamente con jabón y agua.
• Las lociones son útiles para ayudar a suavizar la piel y reducir el escozor.
• No se rasque la fistula ni el injerto.
• La incisión de la fistula o injerto cicatrizará en 1 a 2 semanas.
• Si usted tiene una fistula, es importante que comience los ejercicios diarios tan pronto como
cicatrice la fístula. Pregúntele a su médico cuándo puede iniciar estos ejercicios. El ejercicio más
fácil y más popular para la fístula es apretar una pelota (tal como una pelota de tenis), apretones de
mano o plastilina.
• Comience con tantos apretones como sea posible. Aumente un poco cada día hasta que esté
haciendo 50 apretones cada vez. Hágalo 2 a 3 veces al día.
Control de la fistula o el injerto
Usted tiene que revisar su acceso cada día para asegurarse que esté funcionando bien. Si tiene un
estetoscopio, puede escuchar el sonido de zumbido al colocar el estetoscopio sobre la fístula o
injerto. Si no tiene un estetoscopio, usted todavía puede escuchar sosteniendo la fístula o injerto en
su oído. Este sonido de zumbido se llama soplo (bruit en inglés, se pronuncia “brew-ee”).
La sensación de pulsación o zumbido que usted percibirá en la fístula o el injerto se denomina
“frémito”. Cuando se coloca 2 dedos sobre la fístula o el injerto, y presiona suavemente, debería
poder sentir el frémito pulsando y zumbando.
TORACOCENTESIS
1. CONCEPTO
La toracocentesis o punción pleural es una prueba que se realiza con la finalidad de extraer líquido
de la cavidad pleural, tanto con fines diagnósticos (toracocentesis diagnóstica) como terapéuticos
(toracocentesis terapéutica). La punción pleural se realiza atravesando la pared torácica hasta llegar a
la cavidad pleural y por eso se considera una punción transtorácica.
2. UTILIDAD
Es una técnica con una alta rentabilidad diagnóstica, aportando información útil en el 90% de los
pacientes. Cuando se utiliza con fines terapéuticos tiene por objetivo disminuir la dificultad
respiratoria que le ocasiona al paciente un derrame pleural cuantioso.
3. INDICACIONES
3.1 Indicaciones de la toracocentesis diagnóstica
El objetivo de la toracocentesis diagnóstica es el conocimiento del tipo de células (análisis
citológico), la composición del líquido (análisis bioquímico) ó los gérmenes (análisis
microbiológico), que tienen gran importancia para el diagnóstico. Se suelen 50-100 ml de líquido
pleural para realizar los siguientes estudios, individualizando siempre en cada paciente, según la
sospecha clínica:
Cultivos para bacterias (aerobias y anaerobias), micobacterias y hongos
Citología
Proteínas, LDH, glucosa y amilasa
Hemoglobina, hematocrito y recuento de células rojas
Leucocitos y recuento diferencial
Concentración de lípidos (colesterol)
Determinación de pH
Las principales indicaciones son:
Derrames de causa desconocida ó de evolución tórpida.
Insuficiencia cardiaca con derrame unilateral acompañado de dolor torácico y fiebre.
Neumonía con derrame no resuelto con tratamiento médico.
Cirrosis hepática con derrame sospechoso de infección.
3.2 Indicaciones terapéuticas de la toracocentesis evacuadora
Su objetivo es aliviar los síntomas del paciente y permitir que el pulmón comprimido por el líquido
se expanda. Por ejemplo, en casos como la insuficiencia cardiaca, renal ó hepática, si el derrame es
masivo y está ocasionando dificultad respiratoria.
También está indicada la realización de toracocentesis seriadas en derrames de etiología maligna
como tratamiento paliativo para aliviar la sintomatología del paciente. Estos derrames son
recidivantes y la toracocentesis se han de ir repitiendo secuencialmente.
4. TÉCNICA
Antes de realizar una toracocentesis es conveniente localizar el derrame mediante una radiografía de
tórax la ecografía torácica es muy útil en casos de derrames encapsulados.
1. Informar al paciente sobre la técnica, la indicación y los riesgos.
2. Preparar el campo: siempre que sea posible, la exploración se llevará a cabo con el paciente
sentado en el borde de una silla o una camilla, con la espalda erguida y con los brazos cruzados y la
cabeza apoyados en una mesa adyacente. Los pies debe tenerlos sobre una superficie plana formando
un ángulo de 90º entre muslo y la pierna. Si el paciente no puede adoptar la postura descrita, se
practicará con el paciente encamado en posición de semisentado, colocando la cabecera de la cama a
unos 90º. En ciertos casos, puede realizarse la punción localizando el lugar del derrame con control
Ecográfico Hay que indicar al paciente que, durante la punción, no tosa, no se mueva ni respire
profundamente, para evitar lesionar al pulmón.
3. Desinfectar la zona de la punción con un antiséptico (povidona yodada) y preparar el campo con
paños estériles. Anestesia local con una aguja intramuscular de epidermis y dermis y de todo el
trayecto del espacio intercostal hasta la pleura parietal.
4. Introducir un catéter conectado a un sistema que permite la aspiración de líquido. Posteriormente
se procede a la obtención de muestras para su determinación analítica. Si procede se realizará un
drenaje evacuador.
5. Desinfectar la zona y colocar un apósito estéril. Después, se debe realizar una radiografía de tórax
de control para comprobar que no haya habido complicaciones.
5. RIESGOS Y COMPLICACIONES
La toracocentesis es una técnica que tiene escasas complicaciones cuando es realizado por médicos
con experiencia. No presenta grandes dificultades y tiene una buena rentabilidad tanto diagnóstica
como terapéutica. El mayor riesgo es la producción de un neumotórax y también puede haber
hemorragias aunque no suelen ser importantes.
6. CONTRAINDICACIONES
No existen contraindicaciones absolutas para realizar una toracocentesis diagnóstica siempre y
cuando se realice cuidado y por personal experimentado.
Son contraindicaciones relativas las siguientes situaciones:
Diátesis hemorrágica
Ventilación mecánica
Tratamiento anticoagulante
Infecciones locales cutáneas.
Incapacidad del paciente para colaborar
Derrames de pequeña cuantía.
PARACENTESIS
Concepto
La paracentesis es una técnica invasiva que, mediante una punción percutánea abdominal, nos
permite evacuar líquido de la cavidad peritoneal.
Indicaciones y contraindicaciones
En la tabla 1 se muestran las principales indicaciones y contraindicaciones de las paracentesis.
Material necesario
Guantes, mascarilla, bata, paños
estériles.
Solución antiséptica de povidona
yodada.
Anestésico tópico (lidocaína al 1%
con adrenalina), jeringas y aguja
subcutánea o frío local (cloruro de
etilo).
Jeringa de 20 ml o mayor.
Angiocatéter de calibre 16 o 14.
Conexión y bolsa para drenaje.
Tubos para recolección de muestra.
Albúmina o expansores de volumen
sintéticos.
Técnica
1. Indicar al paciente que vacíe la vejiga.
2. Colocar al paciente en posición supina semiinclinado y ladeado hacia el lado izquierdo, con la
cabecera ligeramente elevada con una almohada debajo del costado derecho, para que el LA baje
hacia al cuadrante inferolateral izquierdo.
3. Identificar el punto de punción, normalmente en la línea imaginaria que une ombligo y espina
ilíaca anterosuperior izquierda, a nivel de la zona de unión del tercio externo con los dos tercios
internos. Siempre evitando zonas de cicatrices previas por el mayor riesgo de perforar un asa
adherida a la pared. Si existe cicatriz, pinchar al menos a 2 cm de distancia.
4. Esterilizar la zona de punción con povidona yodada y colocar un paño estéril. Aplicar la povidona
en espiral, es decir, desde la zona del punto de punción hacia fuera.
5. Crear un habón con anestésico tópico en el punto de punción o aplicar frío con cloruro de etilo.
6. Previo a la punción, realizar una ligera tracción de la piel. Para la punción en las paracentesis
diagnósticas podemos utilizar una aguja IM de calibre 12-14, pero para las paracentesis
evacuadoras es aconsejable utilizar un angiocatéter para drenar el LA:
a. Paracentesis diagnósticas: puncionar con aguja IM perpendicularmente al plano de la pared
abdominal realizando a la vez una aspiración suave e intermitente hasta llegar a la cavidad
peritoneal. Una vez allí, extraer el líquido.
b. Paracentesis evacuadoras: conectar el angiocatéter a la jeringa y dirigirlo de manera perpendicular
hacia el plano de la pared abdominal sobre el punto de punción Según se avance, aspirar el émbolo
de la jeringa hasta que se consiga líquido peritoneal.
7. En la paracentesis diagnóstica, extraer 20-50 ml en función de las muestras que requiramos,
retirar la aguja y colocar un apósito compresivo. Si precisamos valoración urgente, un solo tubo es
suficiente para recuento celular con fórmula, glucosa y proteínas. Para un estudio normal, se suele
necesitar un tubo para cultivo (un frasco para bacterias aerobias y otro para anaerobias), otro tubo
para bioquímica y otro para citología. Si queremos hacer un estudio de posible tuberculosis, habrá
que sacar otro tubo solo para esto.
8. En la paracentesis terapéutica, retirar la aguja y dejar colocado el catéter, fijar con gasas y
esparadrapo y colocar el conector unido a una bolsa de drenaje. Retirar tras drenar entre 4 y 5 litros,
luego retirar el catéter y cubrir con un apósito
9. En los pacientes con cirrosis con paracentesis terapéutica, es necesario realizar una expansión de
volumen para minimizar la alteración hemodinámica si se realizan extracciones mayores de 5 litros.
La expansión se lleva a cabo con la administración de albúmina 8 g/l (1 vial de 50 ml al 20% por
cada 1,25 l de LA). En caso de extracciones menores de 5 litros se pueden emplear expansores
sintéticos (dextrano 70:8 por litro de ascitis extraída).
Estudio del líquido ascítico
1. Asp
ecto
macroscópico: nos puede dirigir en una primera
orientación diagnóstica.
• Transparente: normal.
• Opalescente: confunde entre pus y LA con
triglicéridos (si > 200 mg/dl es lechoso,
«ascitis quilosa»).
• Líquido color rosa o hemático: cirrosis, punción de vaso colateral (paracentesis previa) o
patología tumoral (principalmente hepatocarcinoma). Cuando el sangrado es por una
paracentesis traumática, a menudo la sangre coagula tiñendo el LA de forma heterogénea,
mientras que en sangrados no traumáticos o por paracentesis traumáticas antiguas el líquido se
tiñe de modo homogéneo y no coagula. En los líquidos hemáticos hay que corregir el número
de leucocitos y neutrófilos con la siguiente fórmula: restar 1 polimorfonuclear (PMN) por cada
250 hematíes o 1 leucocito por cada 750 hematíes. Si el sangrado es antiguo, la muerte de los
PMN hace que el resultado sea negativo.