Está en la página 1de 2

Dureza y pH, dos valores a tener en cuenta

El aspecto lechoso que presentan las piscinas con el agua enturbiada es muy poco
apetecible para el baño. La transparencia y la cristalinidad que tanto atrae de las
piletas en buen estado de limpieza desaparecen, danto lugar a un líquido de color
grisáceo que impide que se vea el fondo de la piscina.

No actuar con rapidez y alargar esta situación durante más tiempo del previsto puede
acarrear problemas mayores para la futura limpieza del agua. Del mismo modo, el
estancamiento de la suciedad de forma prolongada puede ser muy perjudicial para la
higiene y para la salud del bañista.

Por este motivo, es fundamental identificar y señalar detalladamente cuáles son los
verdaderos focos químicos que han provocado el tan molesto enturbiamiento del agua.
El coeficiente del pH y la dureza del agua, que señala la cantidad de calcio que
presenta el líquido, configuran dos de las razones más importantes para que la piscina
cambie su carácter transparente por un color opaco y grisáceo.

Primer paso: el análisis del agua

De la variabilidad y la inestabilidad de estos agentes químicos deriva la importancia de


realizar un análisis previo del nivel de cloro, la alcalinidad, el pH y la dureza que tiene
la piscina. Ésta constituye la única forma fiable de saber a ciencia cierta si los niveles
de los elementos indicados son los adecuados.

El valor del pH del agua debe estar comprendido entre el 7,2 y el 7,6, mientras que el
cloro no puede superar los 1,2 miligramos por litro. En cuanto a la dureza del agua se
refiere, esta debe rondar entre las 200 y las 300 partes por millón. Por el contrario, la
alcalinidad del agua no puede ser superior a las 120 partes por millón ni inferior a las
90.

¿Qué ocurre si todos los niveles son correctos?

Si tras la ejecución del test pertinente comprobamos que los valores analizados son
los correctos, el origen del problema del agua enturbiada puede proceder de las
partículas finas que se encuentran suspendidas en la piscina.

En este caso, el procedimiento a seguir para solventar la suciedad del agua pasa por
aumentar las horas de filtración o realizar una limpieza exhaustiva del filtro de la
piscina. Es fundamental seguir al pie de la letra las instrucciones que indica el
fabricante, ya que en función de sus características el problema puede recaer en uno u
otro punto. Además, cabe recordar que el filtro debe funcionar durante al menos de 8 a
12 horas cuando la piscina esté en uso.

Una de las recomendaciones básicas en relación al sistema de filtrado es no realizar el


retro lavado con mucha frecuencia. En ocasiones, sobre todo cuando nos
encontramos ante filtros de arena, puede ocurrir que éste haya perdido sus partículas
finas. El sistema acumula en su bandeja los restos de suciedad, que bajo la presión
que ejercen en el agua ayudan a favorecer el proceso de limpieza. Es posible que sea
necesario un cambio de la arena del filtro para eliminar la suciedad permanente de la
piscina.
Clarificador para remover las partículas finas

Ante la tan molesta persistencia del agua enturbiada, el siguiente paso a llevar a cabo
consiste en el uso de un clarificador que ayude a remover las partículas finas. Puesto
que el aumento de las horas de filtración no ha dado el resultado esperado, este
producto puede ayudar definitivamente a aclarar el agua.

No obstante, debe tenerse en cuenta que un exceso o un abuso del clarificador es


altamente contraproducente para la limpieza de la piscina, ya que las partículas
pueden llegar a repelerse en lugar de agruparse para ser filtradas. Por este motivo es
tan importante controlar las cantidades adecuadas que deben verterse sobre la pileta.

Floculante en tableta si el problema persiste

Si no conseguimos erradicar el agua enturbiada, es necesario recurrir al uso de


floculantes, que ayudan a aumentar el tamaño de las partículas en suspensión y
provocan que éstas decaigan progresivamente hasta el fondo de la piscina.
Combinado con la ayuda de un limpia fondos, la eliminación de este tipo de suciedad
resulta mucho más efectiva.

Utilizados en forma de pastillas o tabletas, los floculantes mejoran considerablemente


el sistema de filtrado. No obstante, como ocurre con los clarificadores, también puede
producirse un exceso en el uso de este producto. En este caso, la recomendación
básica pasa por detener el sistema de filtrado durante toda la noche y proceder a la
posterior aspiración del fondo de la piscina, repitiendo esta acción las veces que sea
necesario.

También podría gustarte