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¿Qué es la Liberación?

La liberación es el proceso por medio del cual


ayudamos a una persona a ser libre de influencias
demoniacas que la tienen oprimida, atormentada o
poseída.

La Gran Importancia Del Ministerio


De Liberación

El ministerio de liberación es importante para


nosotros porque lo fue para Jesús
La liberación era parte del ministerio de Cristo. Una buena parte de su tiempo lo dedicó a
expulsar demonios. Todo lo que es importante para Jesús debe ser importante para
nosotros (Mateo 4:24, 8:16, 8:32, 9:32-33, 17:18, Lucas 4:18-19, Juan 10:10, 1 Juan
3:8b). Si ministrar liberación fue importante para Jesús lo debe de ser para nosotros.

Es importante porque Jesús lo delegó a los doce


Cuando Jesús seleccionó a sus apóstoles, les encomendó que hicieran varias cosas y una
de ellas fue que expulsaran demonios. Eso era parte de su llamamiento y parte de su
ministerio (Mateo 10:7-8). Nosotros como discípulos de Jesús debemos también darle
una gran importancia al ministerio de liberación.

Es importante porque Jesús lo delegó a los setenta


Aunque los doce apóstoles tuvieron una posición privilegiada, la ministración de
liberación no fue solo para ellos. Mucho de su ministerio es para todos los seguidores de
Cristo. Cuando Jesús envió a setenta discípulos a ministrar, les dijo a ellos también que
expulsaran demonios (Lucas 10:1, 17-20). Nuevamente vemos la importancia de este
ministerio.

Es importante porque fue parte del ministerio de Pablo


El apóstol Pablo fue tal vez el apóstol más influyente de Jesús. Sabemos que él escribió
una gran parte del nuevo testamento y que llevó el evangelio al mundo de los gentiles.
Una parte de su ministerio también consistió en la liberación (Hechos 16:16-18, 19:11-
17).

Es importante porque fue parte del ministerio de la iglesia


En el momento de ascender al cielo, el Señor dio sus últimas instrucciones a sus
seguidores. Una de ellas fue que en su nombre expulsarían demonios (Marcos 16:17). La
liberación debe ser parte integral del ministerio de la iglesia hoy en día.

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Es importante debido a la actividad demoníaca en el mundo
A veces se nos olvida que estamos en una guerra espiritual contra Satanás y sus huestes
de maldad. Hay miles y miles de personas atormentadas por demonios, gentes que
padecen de enfermedades causadas por demonios, matrimonios divorciados provocados
por demonios, iglesias divididas por causa de demonios, naciones enteras influidas en su
política por doctrinas de demonios. De hecho la Biblia dice que el mundo entero esta bajo
el maligno (1 Juan 5:19). Tenemos que tomar nuestra armadura y pelear la batalla contra
el enemigo. Tenemos que hacer obra de liberación.

Es importante para poder establecer el reino de Dios en la tierra


Cuando Cristo vino, el invadió el terreno del enemigo. Una de las cosas que vino a hacer
Jesús, fue el establecer el reino de Dios aquí en la tierra. Parte de su estrategia para lograr
ese propósito consistía en expulsar demonios (Mateo 10:7-8, 12:28). Cada vez que
echamos demonios fuera de una persona, el reino de Dios se extiende más y más.

Importante debido a la experiencia en la iglesia


Hay muchos cristianos que en el pasado abrieron puertas a demonios a causa de la
promiscuidad sexual, contacto con lo oculto, práctica de la brujería y otros pecados.
Algunos de ellos tienen manifestaciones demoníacas en los cultos dominicales. Otros van
a la iglesia pero siguen atados a una conducta pecaminosa que es superior a su fuerza y
los lleva a vivir una vida espiritual en derrota. En la iglesia hemos visto el cambio en
muchas personas cuyas vidas han sido transformadas por el poder liberador de Jesús.
Todavía hay muchas personas que aún viven en esclavitud a los demonios. La iglesia
tiene que tener un ministerio de liberación.

Conociendo a Nuestro Enemigo

¿Cómo podemos ministrar liberación a las personas? Los jugadores de fútbol americano,
los boxeadores y los generales militares tienen algo en común, ellos toman tiempo para
conocer y estudiar bien a su enemigo. ¿Para qué? Para poder vencerlo. El cristiano que
desea ministrar liberación debe hacer lo mismo. Tenemos un fuerte adversario, pero
sabremos cómo derrotarlo si estudiamos bien cómo opera. Así que tomemos un tiempo
ahora para conocer a nuestro adversario el diablo y a sus secuaces los demonios.

Satanás

Satanás es un ser espiritual. Es un ángel caído (Isaías 14:12-23, Ezequiel 28). Es el líder
de todos los ángeles que se rebelaron en contra de Dios. Aparece tanto en el antiguo
testamento (Job 1, 1 Crónicas 21:1, Zacarías 3:1) como en el nuevo testamento (Mateo
4:1, Juan 13:27). Es un ser rebelde contra Dios. Es real. No es una figura ficticia o
mitológica (1 Pedro 5:8-11, Efesios 6:1-12). Como decía C. S. Lewis, debemos de evitar
dos extremos a todo costo: el no creer que existe Satanás y los demonios y el creer que
todo está bajo el control de ellos al grado que se les tema desmedidamente.

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Algunos nombres de nuestro enemigo

Los nombres de las personas en la Biblia son muy importantes porque nos revelan algo
de la persona y nos proveen información sobre su carácter o su actividad. Antes de
rebelarse contra Dios el nombre del diablo era Lucifer o Lucero (Isaías 14:12) que quiere
decir “el que brilla”. Después de pecar contra Dios su nombre fue cambiado a Satanás
que significa “adversario” (Lucas 10:18), o el que se opone a Dios y todo lo asociado con
Dios. El cambio de nombre refleja también el cambio de su carácter y actividad.

El nombre diablo significa “acusador” (Apocalipsis 12:9-10). Y es que el diablo es el


acusador de los creyentes en Cristo. La idea de un acusador sugiere un ambiente legal, es
decir, una escena en una corte de justicia. El diablo acusa a los creyentes de sus pecados
delante del Juez del universo que es Dios, pero los creyentes son defendidos por el
abogado de los cristianos que es Jesucristo y quien pagó por sus pecados (1 Juan 2:1).

Otros nombres de Satanás en la Biblia son “tentador” (Mateo 4:3, 1 Tesalonicenses 3:5),
“el enemigo” (Mateo 13:39), “padre de mentiras” (Juan 8:44), “el dios de este mundo” (2
Corintios 4:4), “el príncipe de la potestad del aire” (Efesios 2:2), “el gran dragón”
(Apocalipsis 12:3) y “la serpiente antigua” (Apocalipsis 12:9).

Algunas actividades de Satanás

La principal actividad de Satanás es la de oponerse a la voluntad y los planes de Dios. El


enemigo está en contra de Jesús y de su obra salvadora de la humanidad. Su objetivo
principal es destruir las vidas de los seres humanos impidiendo que conozcan al Señor o
apartando a los creyentes de su fe en Jesús. Su estrategia malévola es poner en las vidas
de las personas odio, miseria, enfermedad, muerte, y de arrastrarlos al mismo infierno. El
diablo ataca particularmente las tres grandes instituciones de Dios que son el matrimonio,
la familia y la iglesia.

Muchos de sus esfuerzos están dirigidos a tentar al hombre para que caiga en pecado y así
acusarlo, condenarlo y apartarlo de Dios (Mateo 4, 13:24-30, Lucas 22:3, Hechos 5:3, 1
Corintios 7:5, 2 Timoteo 2:26).

Satanás usa el engaño como su arma principal para lograr sus fines. Él es padre de la
mentira (Juan 8:44). Engaña aún a los creyentes disfrazándose de ángel bueno (2
Corintios 11:14-15). Su capacidad para engañar es tan potente y sutil a la vez, que puede
engañar no a una o diez personas sino a naciones enteras (Apocalipsis 12:9, 20:8). Su
engaño llega a cegar a las personas para que no puedan ver las cosas de Dios (2 Corintios
4:4).

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Algunas limitaciones de Satanás

 Satanás no es soberano

El diablo no puede hacer todo lo que le venga en gana. Cada una de sus acciones está
siempre limitada a la voluntad permisiva de Dios. Esto se deduce del libro de Job.
Cuando el diablo quiso hacerle daño a Job, el Señor le dijo: “Todo lo que tiene está en tu
mano; solamente no pongas tu mano sobre él...” (Job 1:12). El diablo hizo la voluntad de
Dios. Similarmente, el aguijón en la carne de Pablo era un mensajero de Satanás enviado
por el mismo Señor y que por lo mismo operaba de acuerdo a los planes y voluntad de
Dios (2 Corintios 12:7). En Lucas 22:31-32 leemos que Jesús le dice a Pedro que Satanás
había pedido permiso para zarandearlo como al trigo. Esto nos revela que el diablo tiene
que pedirle permiso a Dios para hacer de las suyas. El enemigo no reina, es un ser
limitado por Dios.

 Satanás es omninada

Dios es omnisciente, omnipresente y omnipotente, pero Satanás es omninada. El diablo


no es omnisciente porque no sabe todas las cosas. Si fuera así entonces no se hubiera
rebelado en contra de Dios sabiendo de antemano la derrota y el castigo eterno que le
esperaban. No es omnipresente porque no puede estar en todas partes al mismo tiempo.
Por ello necesita de sus malvados secuaces que son los demonios que le ayudan a influir
en todas partes. Y no es omnipotente porque no puede hacer más lo que el Señor le
permite hacer y porque además puede ser vencido por el cristiano (Lucas 10:19, Santiago
4:7, Efesios 4:27, Mateo 16 1 Pedro 5:8-9, Mateo 10:8, Lucas 10:17, 19).

 Satanás es un enemigo vencido

Aunque Satanás es el enemigo del Señor, es un enemigo derrotado y vencido (Hebreos


2:14-15, Colosenses 2:15, 1 Juan 3:8). Tal vez te hagas la pregunta ¿cómo es que Satanás
es un enemigo vencido si todavía vemos tanto pecado, tanta injusticia, tanta enfermedad,
tanto dolor y tanta muerte? Voy a responder a esta pregunta con una historia. Había un
hombre que vivía en la selva de las amazonas. Un día llego a su casa y cuando entró vio a
una serpiente anaconda arrastrándose por el suelo. El hombre tomó su rifle, apuntó a la
cabeza del gigantesco reptil y le disparó. El tiro dio en el blanco y la serpiente estaba
muerta. Sin embargo, al igual que muchos otros animales, la anaconda todavía se movía
violentamente debido a los reflejos que había en su cuerpo. La cola pegaba con toda su
fuerza en contra de lo que había en la casa del hombre rompiéndolo todo, platos, vasos,
sillas, etc. De la misma manera, la gran serpiente llamada Satanás ha sido vencida.
Jesucristo le dio un golpe mortal en la cabeza cuando murió en la cruz y resucitó
victoriosamente. Pero el diablo sigue dañando la gran casa del hombre, que es el planeta
tierra, mientras termina de morirse. Es por ello que Satanás, aunque esta vencido, sigue
causando dolor y sufrimiento a la humanidad.

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El fin de Satanás

La Palabra de Dios nos revela claramente cuál será el fin de Satanás: “Y el diablo, que los
engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre donde estaban la bestia y el falso
profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”. (Apocalipsis
20:10)

Los demonios

 Son seres creados

Los ángeles malos, ángeles caídos, espíritus inmundos o mejor conocidos como
demonios fueron seres creados por Dios (Colosenses 1:16). En un principio todos eran
ángeles buenos pero cuando decidieron rebelarse y unirse a Satanás se convirtieron en
ángeles malos o demonios. Al parecer el orden de su creación precede a la del hombre.
Aunque fueron creados y tienen un inicio, los ángeles son seres eternos que no mueren.
Desconocemos su número, pero podemos deducir que hay millones de ellos.

 Son seres espirituales

Los demonios son comúnmente llamados espíritus en la Biblia y por tanto no tienen un
cuerpo físico. Por esa razón, no pueden ser vistos por nosotros a menos de que Dios nos
abra los ojos de manera sobrenatural o a menos que ellos se materialicen y tomen la
forma de algún cuerpo o lleguen a ocupar el cuerpo de alguna persona.

 Son personas

Los demonios son personas debido a que tienen intelecto, emociones y voluntad.

En cuanto a sus emociones, la Escritura establece que los demonios experimentan miedo
(Lucas 8:31).

Con respecto a su voluntad, los ángeles pueden escoger entre el seguir a Dios y hacer el
bien o de rebelarse contra Dios y hacer el mal. Esto se puede deducir del hecho de que
algunos de los ángeles pecaron y cayeron de acuerdo a 2 Pedro 2:4 y Judas 6. La Biblia
enseña que aunque Dios creó a todos los ángeles y todos eran buenos al principio,
algunos, debido a su capacidad de escoger libremente (Mateo 12:44-45), decidieron
seguir a su líder, Satanás (Mateo 12:24).

En lo que se refiere a su intelecto, vemos que los demonios tienen la capacidad de pensar,
de hablar, y de argumentar entre otras actividades de índole racional (Marcos 1:23-24).

 Son seres poderosos

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Tienen una fuerza poderosa (Lucas 11:20-26, Hechos 19:13-16). Se les conoce también
como “potestades” (Efesios 6:10-12,), “dominios” y “autoridades”, los cuales son
términos que sugieren que son seres con un gran poder. De hecho tienen poder para hacer
señales y milagros (Apocalipsis 16:14, Éxodo 7:9-12).

 Son seres organizados en una jerarquía

Los demonios están organizados en diferentes categorías ya que desempeñan diferentes


funciones y tienen distintos niveles de autoridad. Los demonios están organizados en una
jerarquía de tronos, dominios, potestades. Su organización es similar a la de un ejército.
Es interesante notar que en la Biblia a los ángeles se les llaman muchas veces “ejércitos”.
Esto se debe seguramente a que forman parte del ejercito de Dios que lucha en contra las
huestes de Satanás (Nehemías 9:6, Salmo 148:2, 5). En la Biblia también vemos que
algunos de los ángeles de Dios son clasificados como querubines, otros como serafines y
otros como arcángeles. Los arcángeles son ángeles de alto rango. Son líderes de otros
ángeles. Son como los generales de los ejércitos de ángeles de Dios. La Biblia menciona
los nombres de tres arcángeles, a saber, Miguel, Gabriel y Lucifer.

 Algunas actividades comunes de los demonios

 Buscan impedir que se realicen los planes de Dios (Daniel 10:10-14, Apocalipsis
16:13-16).

 Hacen todo lo que está en su poder para tentar a los creyentes para que pequen
(Génesis 3:1).

 Inspiran a maestros falsos para que produzcan y diseminen herejías. Como el caso
de los mormones que aseguran que un ángel llamado Moroni le habló a José
Smith y le reveló los principios de la religión mormona (1 Timoteo 4:1, Gálatas
1:8, 2 Corintios 11:14, 1 Reyes 13:18).

 Traen todo tipo de enfermedad sobre las personas (Mateo 9:33, 12:22, Marcos
1:26, 9:20, Lucas 13:11-16, Hechos 8:7).

 Influyen negativamente a las naciones (Daniel 10:13, Apocalipsis 16:13-14).

 Poseen a las personas para controlarlas y destruirlas (Mateo 8:28-29, 9:32-33,


12:43-45, 17:18). Los demonios se introducen en el cuerpo de las personas
(Mateo 8:28, 17:18). Varios demonios pueden poseer a una sola persona (Mateo
12:45, Marcos 1:24, Marcos 5:9). Pueden poseer a niños (Marcos 9:21) y hasta a
animales (Mateo 8:32)

 Pueden hablar y por tanto pueden pensar. (Mateo 8:29-31, Marcos 1:23-24)

 Tienen una gran fuerza (Marcos 5:2-4)

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 Tienen memoria. Los demonios reconocen a Jesús como Dios (Mateo 8:29,
Marcos 1:24, Marcos 1:34)

 Saben quién es Dios. Los demonios obedecen a Jesús (Marcos 1:27, Santiago
2:19)

 Tienen conocimientos. Los demonios saben que serán atormentados en su tiempo


(Mateo 8:29)

 Los demonios pueden causar enfermedades. Los demonios pueden hacer que las
personas enmudezcan (Mateo 9:32-33, 12:22), que no vean (Mateo 12:22), que se
vuelvan locas (Mateo 17:15).

 Los demonios expulsados pueden regresar a la persona y poseerla con otros


espíritus peores (Mateo 12:43-45, Marcos 9:25).

 Los demonios pueden tener nombres (Marcos 5:9).

 Puede haber un demonio principal o líder poseyendo a una persona (Marcos 5:7-
10)

El Poder De Los Demonios

Si bien es cierto que los ángeles malos tienen poder (Lucas 11:24-26), su poder es
inferior al de Dios y por ello los ángeles de Dios y los cristianos pueden vencerlos con la
autoridad que Jesús nos dio para atarlos y echarlos fuera de las personas (Lucas 9:1,
10:17, Hechos 8:6-7, 16:18, 2 Corintios 10:3-4). La Biblia señala que un día todos ellos
serán echados al infierno junto con Satanás (Mateo 25:41).

Como Nos Llegan a Influir o Posesionar los Demonios

Esto sucede cuando les damos entrada por medio de una de las siguientes maneras:

Por medio del Pecado. La entrada más común es el pecado (ver 1 Juan 3:8, 10, 12, 5:18-
19, 2:14). El pecado de desobediencia, es decir, el saber lo que tengo que hacer pero
hago lo contrario es rebeldía. Como el caso del rey Saúl que no obedeció la orden de
exterminar a todos los amalecitas y todas sus cosas, se adelantó a ofrecer los sacrificios lo
cual era una tarea reservada solo para los sacerdotes y consultó a una bruja. Saúl terminó
siendo poseído por un espíritu demoniaco (1 Samuel 16:14-23). Otro caso es el de
Ananías y Safira que mintieron para aparentar ser generosos cuando en realidad eran
avariciosos (Hechos 5:1-10). Debido a su pecado Satanás los influyó. Esto es muy similar
a lo que pasaba en el libro de los jueces. El pueblo pecaba adorando a otros dioses. El
Señor permitía que alguna nación los oprimiera por un tiempo. El pueblo se volvía a Dios
y pedía libertad de sus opresores. El Señor enviaba un libertador, un líder o juez, que
hacía guerra en contra del enemigo. Lo vencía y entonces Israel quedaba en paz y en
libertad. El pecado de Israel traía como consecuencia la opresión de enemigos. El pecado
hace que seamos susceptibles a la opresión de espíritus demoniacos.
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Algunos de los pecados que comúnmente abren la puerta a la influencia de demonios son
los pecados sexuales y los pecados del ocultismo y la brujería (Hechos 16:16-18).

En Mateo 12:22-45 Jesús expulsó el demonio de un hombre ciego y mudo. Los fariseos
dijeron “Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios”.
A partir de ahí Jesús comienza a decir algunas cosas que nos hacen ver cómo el pecado
del hombre puede abrir la puerta a influencias demoniacas. Por ejemplo, Jesús dice en lo
que se refiere a su actividad de echar fuera demonios que uno puede estar con él o en
contra de él, pero no hay una posición neutral. Es obvio que los fariseos estaban en contra
de Jesús. Segundo, Jesús les dice que todo pecado será perdonado excepto la blasfemia en
contra del Espíritu Santo. En este contexto la blasfemia consiste en decir que la obra del
Espíritu, liberar a una persona de demonios, es del mismo Diablo. Los fariseos no
reconocen el mover del poder de Dios. De hecho se posicionan en contra del poder de
Dios. Después Jesús habla de un demonio que sale de una persona, busca descanso en el
desierto y al no encontrarlo regresa al hombre del que salió y con otros sietes demonios.
Su estado final es peor que su estado original. Jesús termina diciendo esto: “Así también
acontecerá a esta mala generación.” ¿A qué generación se refiere Jesús? Es obvio que se
está refiriendo a los fariseos que lo acusan de expulsar demonios por el poder de Satanás.
Por llamar malo a lo bueno del Espíritu Santo y por rechazar a Jesús como Mesías los
fariseos van a terminar como el hombre con los ocho demonios. Es decir van a ser
influenciados por espíritus demoniacos que los llevaran a tener una condición espiritual
peor a la que se encontraban antes. El punto es que hay un gran peligro en pecar contra
Dios cuando no reconocemos su mover, lo cual nos puede llevar a ser influenciados por
demonios.

Por medio de la Amargura, Resentimiento y el Enojo. Cuando decidimos no perdonar


a los que nos han hecho daño, el Enemigo toma ventaja y llega a tener cierta influencia
sobre nosotros (2 Corintios 2:10-11). Por ello el Señor nos ordena a que nos deshagamos
de toda amargura y que perdonemos (Efesios 4:31-32). Igualmente Efesios 4:26-27 nos
hace ver que cuando nos enojamos y resolvemos inmediatamente ese enojo, le damos
oportunidad al diablo sobre nuestras vidas. Es mejor es amar y perdonar.

Por medio de las Heridas del Corazón. Esto está muy relacionado con el punto de
arriba. Las heridas del corazón son experiencias traumáticas y dolorosas del pasado.
Nadie esta exento del dolor. Cuando alguien nos hace daño muchas veces preferimos
guardar rencor, resentimiento y deseo de venganza en lugar de perdonar. Cuando no
perdonamos, le abrimos la puerta a la influencia de demonios en nuestra vida.

Maldiciones o Espíritus Generacionales. Los pecados de nuestros antepasados pueden


abrir la puerta y dar legalidad a la influencia demoniaca sobre nuestras vidas (Éxodo
20:4-6). Tenemos que confesar esos pecados, pedir perdón y renunciar a ellos.

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Como Se Expulsaban los Demonios en la Biblia

En el nombre de Jesús
Los demonios son expulsados en el nombre de Jesús. Jesús dijo “en mi nombre echarán
fuera demonios” (Marcos 16:17 ver también Mateo 7:22, Marcos 9:38). ¿Qué significa
esto? ¿Son palabras mágicas? No lo creo. Observa Hechos 19:13-16. No son las palabras
en sí sino lo que representan, es decir, la autoridad de Cristo sobre los demonios.
Hacer algo en el nombre de alguien más, es hacerlo con la autoridad de la persona. Uno
bautiza en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo porque lo hacemos con su
autoridad. De igual manera uno les ordena a los demonios que salgan de las personas, no
porque nosotros seamos algo o alguien, sino por la autoridad de aquel que nos envió a
expulsar los demonios. Es como el réferi de futbol americano. Es un hombre pequeño, no
muy fuerte y grande de edad. El jugador de futbol americano por otro lado, es un hombre
de 1.90 de estatura, con un peso de 250 libras, musculoso y joven. Pero el referí expulsa
al jugador del campo de juego y el jugador lo obedece ¿Por qué? Por la autoridad que hay
en el referí. De la misma manera, un creyente tiene la autoridad para expulsar demonios
de las personas no por lo que la persona sea sino por lo que tiene, la autoridad de Cristo.

Teniendo fe
Los demonios son expulsados cuando se tiene fe (Mateo 17:19-20). Podemos esperar que
los demonios sean expulsados si tenemos fe en Dios (Marcos 9:23). Los creyentes pueden
pedirle a Jesús que expulse el demonio de una persona poseída (Mateo 15:22-28, 17:15-
18). ¿Qué significa esto? Que creemos con toda convicción de fe que Dios cumplirá su
Palabra. Él hará lo que dijo que iba a hacer. El cumplirá con su promesa de Marcos
16:17-18.

¿A qué se debe que algunas veces los creyentes no pueden expulsar los demonios? A
causa de su incredulidad y perversidad (ver Mateo 17:17, 17:20). ¿Qué podemos hacer
cuando nos falta fe? Simplemente pedirla al Señor.

Con oración y ayuno


Hay un tipo de demonios que solo pueden ser expulsados cuando se ora y se ayuna
(Mateo 17:21, Marcos 9:29). ¿Qué significa esto? Que en la intimidad con Dios hay
poder. Muchas veces oramos por las personas para que sean libres pero no sucede nada.
A veces se debe a que no tenemos una vida de oración o comunión con el Señor. Alguien
dijo algo que es muy cierto: Nada de oración, nada de poder. Poca oración, poco poder.
Más oración, más poder. Además, la autoridad, la unción y el poder vienen de tener una
relación cercana con el Señor.

Jesús expulsaba demonios con su palabra


El Señor Jesucristo ministraba liberación con palabras para que los demonios salieran del
cuerpo de la persona (Mateo 8:16, 8:32). ¿Qué significa esto para nosotros? Que
podemos usar la Biblia, la Palabra de Jesús, para expulsar demonios. Algunos textos que
podemos usar cuando ministramos liberación son los siguientes: 1 Juan 4:4, 1 Juan 3:8,
Lucas 10:19.

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Jesús expulsaba los demonios por el Espíritu Santo
No es nuestra fuerza que vamos a poder expulsar demonios sino en el poder del Espíritu
Santo. Así lo hacía Jesús (Mateo 12:28). ¿Qué significa esto? Que el Espíritu Santo es
poder de Dios. Tenemos acceso al Espíritu porque mora en nosotros. Pero la verdad es
que no usamos ese poder. No lo vemos y lo ignoramos. Muchos de nosotros lo hemos
apagado. Pero él está ahí. Lo que tenemos que hacer es avivar el fuego del Espíritu Santo.
Lo que necesitamos es la llenura del Espíritu Santo. Lo que necesitamos son los dones del
Espíritu Santo.

Jesús expulsaba los demonios reprendiéndolos


Reprender es amonestar fuertemente a alguien. Jesús a veces les hablaba así a los
demonios para expulsarlos (Mateo 17:18). ¿Qué significa esto? Parece ser el decir un
juicio de maldición como en el caso de Judas 1:9. Parece ser que es hablarle fuertemente
y hacerle ver sus fallas.

Jesús expulsaba los demonios con una orden


Jesús no pasaba mucho tiempo ministrando liberación. Simplemente daba la orden para
que los demonios se fueran y estos salían de los cuerpos de las personas (Marcos 1:25,
Marcos 5:8, Marcos 9:25). Cuando ministres liberación no les sugieras a los demonios.
No les pidas. Ordénales que salgan. No es necesario que converses con los demonios.
Ordénales que se vayan.

¿Cuáles son algunas indicaciones de que los demonios están siendo expulsados de una
persona?

A veces cuando los demonios están saliendo de una persona, uno puede ver ciertas
reacciones del cuerpo de la persona. Por ejemplo, a veces los demonios salen y la persona
grita fuertemente. Esto lo vemos en Hechos 8:6-7 “Y la gente, unánime, escuchaba
atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de
muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces…”

Otras reacciones del cuerpo que se ven muy comúnmente cuando una persona está siendo
libre de demonios son las siguientes:

 Vomito
 Tos
 Estornudos
 Lagrimas
 Bostezos
 Flemas/Mucosidad

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¿Cómo Podemos Expulsar Demonios?

Cuando se trata de expulsar demonios hay cuatro factores que siempre debemos de
considerar y usar. Vamos a ver abajo cada uno de ellos.

Factor #1: Autoridad Sobre El Enemigo

¿Cómo podemos ministrar liberación? Primero que nada creyendo que tenemos la
autoridad de parte de Dios para hacerlo. Veamos el texto de abajo:

“Yo les he dado poder a ustedes para caminar sobre serpientes y alacranes, y para
vencer toda la fuerza del enemigo, sin sufrir ningún daño.” Lucas 10:19

Este versículo nos enseña varios puntos importantes que merecen ser señalados:

Primero, esta es una autoridad de Cristo (YO les he dado poder…). Recibimos la
autoridad de Dios mismo, el ser más grande, más importante y más poderoso del
universo. Eso nos debe de dar la fe y la confianza para ministrar liberación sin reserva
alguna.

Segundo, esta es una autoridad para los seguidores de Cristo (Yo les he dado poder a
USTEDES…). Si te consideras un discípulo de Jesús, esta autoridad también es para ti.
No es solo para pastores y líderes. Es para cualquier creyente en Cristo Jesús.

Tercero, esta es una autoridad sobre toda, no parte, de la fuerza del enemigo (…para
vencer TODA la fuerza del enemigo…). Aunque nosotros no tenemos poder en nosotros
mismos, por el hecho de tener autoridad de Cristo, podemos ir en contra de todo el poder
de los demonios.

Cuarto, esta es una autoridad que garantiza la victoria (…para caminar sobre serpientes y
alacranes, y para VENCER…). Nosotros hacemos guerra espiritual y liberación no para
obtener la victoria sino en base a la victoria.

Y quinto, esta es una autoridad que te protege de las represalias del enemigo (…sin
SUFRIR ningún daño). No creas las mentiras del enemigo que dicen que más te vale no
meterte en su terreno porque vas a pagar las consecuencias con dolor y sufrimiento. Jesús
nos promete que no sufriremos ningún daño.

Otros pasajes de la Biblia que nos hablan del ministerio de liberación que podemos tener
como hijos de Dios son los siguientes:

“Y estas señales acompañarán a los creen: en mi nombre expulsarán demonios…”


Marcos 16:17

“Nuestros hermanos lo han vencido (al enemigo) con la sangre derramada del Cordero y
con el mensaje que ellos proclamaron; no tuvieron miedo de perder la vida, sino que
estuvieron dispuestos a morir.” Apocalipsis 10-11
11
“Mayor es aquel que está en vosotros que aquel está en el mundo” 1 Juan 4:4

“Cuando un hombre fuerte está bien armado y cuida su casa, lo que en ella guarda está
seguro. Pero si otro más fuerte que él viene y lo vence, le quita las armas en que confía, y
sus pertenencias, y dispone de ellas.” Lucas 11:21-22

Nuestro enemigo está vencido y desarmado.

“Dios canceló la deuda que había contra nosotros y que nos obligaba con sus requisitos
legales. Puso fin a esa deuda clavándola en la cruz. Por medio de Cristo, Dios venció a
los seres espirituales que tienen poder y autoridad y los humilló públicamente
llevándolos como prisioneros en su desfile victorioso.” Colosenses 2:14-15

Podemos ver que Cristo le quitó a Satanás el poder que tenía para intimidar y controlar a
las personas a través su sacrificio en la cruz.

“Para esto apareció el hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”1 Juan 3:8

“Las armas que usamos no son del mundo sino que son poder de Dios capaces de
destruir fortalezas.” 2 Corintios 10:4

Factor #2: Intimidad con Dios

No basta con mencionar el nombre de Jesús, como si fueran palabras mágicas. El poder
para expulsar demonios proviene de un conocimiento personal del Señor. Alguien dijo
una vez que el poder está en la intimidad. Mucha de esa intimidad viene de una vida de
oración. Alguien dijo una vez “mucha oración, mucho poder. Poca oración, poco poder.
Nada de oración, nada de poder”. Lee Hechos 19:10-17 para que te des una idea del
factor tan importante de conocer al Señor para ministrar liberación.

Factor #3: Poder

Jesús expulsaba los demonios por el Espíritu Santo


No es nuestra fuerza que vamos a poder expulsar demonios sino en el poder del Espíritu
Santo. Así lo hacía Jesús (Mateo 12:28). ¿Qué significa esto? Que el Espíritu Santo es
poder de Dios. Tenemos acceso al Espíritu porque mora en nosotros. Pero la verdad es
que no usamos ese poder. No lo vemos y lo ignoramos. Muchos de nosotros lo hemos
apagado. Pero él está ahí. Lo que tenemos que hacer es avivar el fuego del Espíritu Santo.
Lo que necesitamos es la llenura del Espíritu Santo. Lo que necesitamos son los dones del
Espíritu Santo.

Factor #4: Fe

Los demonios son expulsados cuando se tiene fe (Mateo 17:19-20). Podemos esperar que
los demonios sean expulsados si tenemos fe en Dios (Marcos 9:23). Los creyentes pueden
pedirle a Jesús que expulse el demonio de una persona poseída (Mateo 15:22-28, 17:15-

12
18). ¿Qué significa esto? Que creemos con toda convicción de fe que Dios cumplirá su
Palabra. Él hará lo que dijo que iba a hacer. El cumplirá con su promesa de Marcos
16:17-18.

Modelo Para Ministrar Liberación

Primer paso, asegurarse de que la persona quiera ser libre. Si no quiere ser libre no
sucederá nada. Es importante que la persona esté dispuesta a abrir su corazón, a confesar
su pecado y exponer su involucramiento con cualquier cosa que pudo haberle dado la
autoridad a demonios para que vinieran a influenciarla.

Segundo paso, hacer la entrevista con el fin de identificar las puertas que se abrieron
para dar entrada a la influencia de demonios. Determinar si los demonios tuvieron entrada
por causa de pecado sexual, heridas del alma, involucramiento en el ocultismo, brujería,
satanismo o cualquier otra razón (Usar evaluación personal espiritual).

Tercero paso, pedir que la persona pida perdón, renuncie a su pecado, quite la autoridad
al demonio. Romper toda atadura sexual, del alma, de espíritu, etc.

Cuarto paso, expulsar el demonio. Primero se le quita la autoridad al demonio y después


se le expulsa.

Quinto paso, pedir la llenura del Espíritu Santo (ver Mateo 12:43-45).

¿Cómo podernos ser libres de este tipo de demonios? Haciendo una oración con los
siguientes elementos:

1. Confesar el pecado y arrepentirse.


2. Pedirle perdón a Dios.
3. En caso de haber hecho algún tipo de pacto, romperlo.
4. Retirar todo derecho legal que se le dio al enemigo al participar del pecado.
5. Ordenar a todo espíritu que haya entrado al participar de ese pecado que salga y
se vaya.
6. Pedir a la persona que cuide de su libertad en Cristo

Por ejemplo, “Confieso que tuve relaciones sexuales con (nombre). Me arrepiento. Te
pido me perdones Señor. Yo cancelo toda legalidad que le di al espíritu de fornicación en
mi vida al haber tenido relaciones sexuales con (nombre). Ordeno ahora a todo espíritu
que entró en mi vida de fornicación, prostitución, lascivia, lujuria, que salgan y que se
vayan en el nombre de Jesús. Soy libre y mi cuerpo pertenece a Cristo.”

Un oración ejemplo del pecado de brujería sería esta: “Confieso que fui con el curandero
(nombre) para que mi hiciera un trabajo para que regresara mi novio conmigo. Me
arrepiento de haber puesto una vela con un alfiler y la foto de mi novio, de haber hecho
oraciones o rezos para que regresara. Perdóname Jesús. Yo cancelo todo derecho legal
que le di al diablo en mi vida cuando fui con el curandero (nombre) y cuando participé al
haber puesto la vela con el alfiler y la foto, al haber hecho esos rezos. Yo soy libre en el
13
nombre de Jesús ordeno ahora que todo espíritu de brujería, de hechicería salga y se vaya
de mi vida en el nombre de Jesús. Yo soy libre en el nombre de Jesús.”

Algunas preguntas que los cristianos se hacen cuando leen


algunos textos de la Biblia que tienen que ver con la expulsión
de demonios

Lucas 8:26-39

¿Por qué te entrometes, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Te ruego que no me atormentes!
29 Esque Jesús le había ordenado al espíritu maligno que saliera del hombre. 30 ¿Cómo te
llamas? le preguntó Jesús. Legión —respondió, ya que habían entrado en él muchos
demonios. 31 Y estos le suplicaban a Jesús que no los mandara al abismo. 32 Como había
una manada grande de cerdos paciendo en la colina, le rogaron a Jesús que los dejara
entrar en ellos. Así que él les dio permiso. 33 Y, cuando los demonios salieron del
hombre, entraron en los cerdos, y la manada se precipitó al lago por el despeñadero y se
ahogó.

Primero una observación. Noten que el demonio que habla es uno y habla en singular. El
demonio dice “te ruego que no me atormentes”. Noten que Jesús le hablaba a este
demonio. Pero noten también que el texto dice que habían entrado en él muchos
demonios y por eso se llamaba Legión. Entonces es posible que una persona tenga más de
un demonio pero es posible que uno sea el principal o mayor y es el que habla.

Algunas preguntas que las personas se hacen de este pasaje.

¿Tienen nombre los demonios?

Claro que sí. El demonio mayor de todos tiene varios nombres: Satanás, Diablo, Lucifer,
Beelzebú, Serpiente, Acusador, Enemigo. En la Biblia vemos que los ángeles de Dios que
son espíritus buenos también tienen nombre como Miguel o Gabriel. Aquí vemos que el
demonio se llama Legión. Entonces los demonios si pueden tener nombres. Es por ello
que algunas personas se dirigen a los demonios como espíritu de mentira o espíritu de
muerte o espíritu de enfermedad, etc. En la Biblia vemos que a los espíritus se les
identifica con nombres como los siguientes:

Espíritu de Dios
Espíritu de vida
Espíritu de sabiduría
Espíritu de celos
Espíritu malo / Saúl
Espíritu de adivinación
Espíritu de mentira
Espíritu de Elías que reposo sobre Eliseo
Espíritu de sabiduría, inteligencia, consejo, poder, conocimiento y temor de Jehová
Espíritu de Egipto
Espíritu de vértigo
14
Espíritu de juicio
Espíritu de sueño
Espíritu de los dioses santos
Espíritu de fornicación
Espíritu de falsedad
Espíritu de gracia y oración
Espíritu de inmundicia
Espíritu de demonio inmundo
Espíritu de enfermedad
Espíritu de adivinación
Espíritu de esclavitud
Espíritu de estupor
Espíritu de mansedumbre
Espíritu de fe
Espíritu de cobardía
Espíritu mudo y sordo

¿Necesito saber el nombre del demonio para expulsarlo?

No necesariamente. Jesús, Pablo y otros discípulos expulsaron muchos demonios sin


saber el nombre de ellos. Este es el único pasaje de la Biblia donde se le pregunta su
nombre al demonio y después es expulsado. Aunque lo podemos hacer, pues Jesús así lo
hizo, también vemos que no es siempre absolutamente necesario hacerlo pues vemos que
Jesús y otros expulsaron demonios sin preguntar su nombre.

¿Es necesario hablar con el demonio y hacerle preguntas para obtener información
para después poder expulsarlo?

No necesariamente. Jesús y otros de sus discípulos expulsaron demonios sin hablar con
ellos ni preguntarles nada. Fueron expulsados con una simple orden. Pero vemos que aquí
Jesús conversa con el demonio y le pregunta por su nombre. Entonces eso significa que a
veces podemos hacerlo si es necesario.

Mateo 12:22-37
27 Ahora bien, si yo expulso a los demonios por medio de Beelzebú, ¿los seguidores de
ustedes por medio de quién los expulsan? Por eso ellos mismos los juzgarán a
ustedes. 28 En cambio, si expulso a los demonios por medio del Espíritu de Dios, eso
significa que el reino de Dios ha llegado a ustedes. 29 »¿O cómo puede entrar alguien en
la casa de un hombre fuerte y arrebatarle sus bienes, a menos que primero lo ate? Solo
entonces podrá robar su casa.

Mateo 16:19
19 Te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en
el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.

15
Apocalipsis 20:1-3

Vi un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la
mano. 2 Prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por
mil años. 3 Lo arrojó al abismo, lo encerró y puso un sello sobre él, para que no engañara
más a las naciones hasta que fueran cumplidos mil años. Después de esto debe ser
desatado por un poco de tiempo.

Algunas personas piensan que en Mateo 12:29 Jesús está diciendo que tenemos que atar a
Satanás. Y sí lo está diciendo, el contexto y las palabras son muy claras. El problema es
la interpretación de estas palabras. Jesús está hablando de atar al hombre fuerte en un
sentido figurado. Es decir, está diciendo que Jesús ha entrado en la casa (el mundo) de un
hombre fuerte (Satanás que tiene al mundo entero bajo su dominio) y quiere arrebatarle
sus bienes (las personas que tiene bajo su control). Y para hacerlo primero hay que atarlo,
es decir, hay que imposibilitarlo, hay que detenerlo, hay que vencerlo. Y eso fue
precisamente lo que hizo Jesús con el Diablo. Lo venció, lo imposibilitó, lo desarmó. Y
por eso Jesús pudo “robarle” las almas de muchas personas. Pero esto no significa que
cuando queramos expulsar un demonio tenemos que atar al demonio.

En Mateo 16:19 Jesús le dice a Pedro que le va a dar las llaves del reino. La llave en este
caso significa acceso a las cosas del reino. Una llave de una puerta nos da acceso o
entrada a una casa con recursos. De la misma manera la llave del reino nos da acceso a
los recursos del reino. Después Jesús le dice que todo lo que ate en la tierra quedará atado
en el cielo y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. ¿Qué quiso
decir Jesús con eso? El contexto tiene que ver con la iglesia. Jesús acaba de decir que él
va a edificar su iglesia y las puertas del infierno no van a poder contra ella. Ahora Jesús
le dice a Pedro que él tiene la autoridad para atar y desatar. Y se ata algo será respaldado
en el cielo. Y si desata algo será respaldado en el cielo. De acuerdo al contexto, Jesús está
hablando de autoridad sobre la iglesia. Atar significa declarar prohibido o impropio. Y
desatar significa declarar permitido o legal. Pero no tiene nada que ver con atar y desatar
demonios.

Por último, en Apocalipsis 20 se habla del milenio, es decir, mil años de reinado de Jesús
y paz sobre la tierra porque Satanás estará atado por mucho tiempo. Aquí se vuelve a
hablar de atar a un demonio pero nuevamente tenemos que tomarlo simbólicamente y no
literalmente. El libro de Apocalipsis está saturado de simbolismo. Esta no es la
excepción. Decir que Satanás va a estar atado por mil años simplemente quiere decir
estará imposibilitado, detenido, sujetado por muchos años. Pero no quiere decir que
tendrá cadenas en sus manos y sus pies.

Hay personas que atan demonios pero surgen las preguntas. ¿Cómo atas a un demonio?
¿Vemos a Jesús o a sus discípulos atando demonios en algún lugar de la Biblia? ¿Ves que
Jesús o sus discípulos le dijeran a los demonios estas atado o te ato Satanás? Todo lo
contrario, vemos a Jesús expulsando demonios. Y si una persona “ata” a un demonio ¿por
cuánto tiempo queda atado ese demonio? Y ¿para qué queremos tener a un demonio

16
“atado”? Y si fuera tan fácil como decir estas atado Satanás o estas atado demonio de
lujuria ¿Por qué simplemente atar a Satanás y a todos sus demonios de una vez por todas
y por toda la eternidad?

¿A dónde le ordenas al demonio que se vaya cuando lo estás expulsando de una


persona?

Algunos basados en Lucas 8:31 y Apocalipsis 20:1-4 dicen que tienes que ordenar a los
demonios que se vayan al abismo. No estoy muy seguro de eso. Jesús y sus discípulos
nunca le dijeron a un demonio que se fuera al abismo. De hecho nunca les dijeron que se
fueran a un lugar en particular excepto por Lucas 8 donde los demonios el piden a Jesús
que los envíe a los cerdos y Jesús accede. Así que por que no mejor simplemente les
decimos a los demonios que se vayan a donde Jesús los envía.

Como mantener nuestra libertad

 Teniendo una relación personal diaria con el Señor (mucha oración, Biblia, ayuno,
reuniones en la iglesia, etc.)

 Alimentándote con alimento espiritual (meditar la Palabra, estudiar la Palabra,


escuchar la Palabra, etc.)

 Con la armadura del Cristiano (Efesios 6:10-13)

 Sometiéndote a Dios (Santiago 4:7)

 Apartándote del pecado y de las malas influencias que te llevaron a abrirle la


puerta al demonio

 Orando como dijo Jesús en el Padre Nuestro “no nos metas en tentación sino
líbranos del maligno (Satanás)

Algunas indicaciones para ministrar liberación

Estas son algunas ayudas que pueden servirte para ministrar liberación más
efectivamente:

 Prepárate espiritualmente antes de ministrar liberación. Es decir, ora, si es posible


ayuna.

 Asegúrate de que no haya nada que el enemigo pueda usar en tu contra a la hora
de ministrar liberación. Cuando uno peca uno ha cedido su autoridad. Si has
pecado, confiesa tu pecado, pide perdón, arrepiéntete y mantente en santidad.

 Ministra liberación en equipo. No lo hagas solo. Jesús siempre enviaba a sus


discípulos a ministrar en parejas. Siempre invita a que alguien más vaya contigo.
Como dice la Biblia “uno hará caer a mil y dos a diez mil”. Vas a necesitar ayuda
17
y apoyo. Vas a necesitar que alguien cubra tus espaldas mientras peleas. Vas a
necesitar que alguien te releve. Vas a necesitar de los dones o experiencia de los
demás.

 Ministra conforme la dirección del Espíritu Santo. A veces es relativamente fácil


identificar el problema en la persona y ministrar liberación de una manera rápida
y efectiva. Pero hay veces en las que uno no sabe bien cuál es el problema y
mucho menos cómo resolverlo. Hemos tenido casos donde los demonios salen en
cuestión de minutos. Pero hemos presenciado casos en lo que los demonios se
manifiestan y aún después de orar por varias horas, la persona no es libre.
Intentamos todo tipo de oraciones, rompemos todo tipo de maldiciones, citamos
todos los textos de la Biblia y a fin de cuentas, nada pasa. Es en situaciones como
esas que tenemos que detenernos y orar pidiéndole al Espíritu Santo que nos
muestre cómo ministrar a la persona. No ministremos en nuestras fuerzas sino en
el poder y la dirección del Espíritu Santo. Siempre debemos de orar pidiéndole al
Espíritu que nos hable, que nos muestre el problema o que nos de alguna
indicación para saber cómo ministrar a la persona. A veces el Espíritu nos habla
por medio de visiones o de palabras. En otras ocasiones trae a la mente algo que
es relevante para la liberación de la persona. Seamos sensibles a la voz del
Espíritu.

 Ministremos de manera organizada. Cuando haya un grupo de personas


ministrando liberación, es importante dejar que una persona lleve el liderazgo
hasta que lo quiera pasar a otro. Mientras no lo pase a otro, nuestro papel es
apoyar su liderazgo en la ministración. Es decir, en lugar de querer dirigir la
ministración, debemos de apoyarle en sus oraciones y en los métodos que utilice
para ministrar liberación. Oremos pidiendo al Señor que le de discernimiento al
líder, que le sabiduría, que le de dirección, que le proteja, etc. Oremos pero no
todos al mismo tiempo en contra de los demonios. Dejemos que el líder ore y los
demás pueden orar en su mente o en voz baja. También tengamos mucho cuidado
de no contra-orar lo que el líder esta orando. El líder puede estar orando así:
“demonio te ordeno que salgas de él ahora”, mientras que otra persona puede estar
contra-orando así: “demonio estás atado. No puedes moverte en el nombre de
Jesús”. El líder puede estar orando así: “demonio cállate, no hables”, mientras que
otra persona esta contra-orando así: “dime ¿cómo te llamas? Habla ahora”. Todos
podemos y debemos de participar en la liberación, pero debemos de hacerlo con
orden y bajo la guía de un líder a la vez. Trabajemos de manera organizada.

 No olvides orar con los ojos abiertos para observar lo que está sucediendo con la
persona que estas ministrando. Muchas veces el lenguaje de su cuerpo puede
ayudarte a saber qué está pasando con los demonios y cómo ministrar más
efectivamente.

 Ministremos en el lugar apropiado. Si vamos a ministrar liberación por lo general


hay manifestaciones demoníacas por medio de gritos, pujidos, vómitos,
convulsiones y otro tipo de reacciones físicas. Por ello es conveniente llevar a la

18
persona a quien se esta ministrando a un lugar privado. No es bueno ministrar la
liberación en los lugares públicos de la iglesia a la vista de todos. Puede afectar
negativamente a los nuevos en Cristo, a los viejos en Cristo que no están
familiarizados con la liberación y también puede afectar negativamente a nuestros
niños. Llevemos a la persona a un cuarto y cerremos el cuarto para ministrar de
una manera más privada.

 Ministremos con seguimiento. Una vez que la persona haya quedado libre, es muy
importante que se le de un seguimiento. El seguimiento es para ver cómo
siguieron las cosas en su vida. También es necesario para saber si hay la
necesidad de seguir orando por más liberación. En ocasiones no salen todos los
demonios. El seguimiento también es necesario para animar a la persona a que
tome los pasos necesarios para impedir que los demonios regresen a ella, ya que
van a querer regresar.

 Mantener la confidencialidad. No divulgues lo que la persona confesó a menos


que tengas su permiso para hacerlo.

¿Puede Un Cristiano tener demonios?

Para contestar a esta pregunta primero tenemos que hacer dos importantes aclaraciones.
La primera es debemos tener un entendimiento en común de lo que queremos decir con la
palabra poseído. Para algunos la palabra poseído significa estar totalmente bajo el control
de un espíritu demoniaco que le impide a la persona actuar libremente. Para ellos estar
poseído es que el demonio habla y no la persona. Es que el demonio hace que la persona
tenga movimientos involuntarios, convulsiones, o que se haga daño. Pero para otros la
palabra poseído quiere decir estar bajo cierta influencia espiritual de un demonio mientras
que la persona todavía tiene control total o un buen grado de control de sus actos.

Yo creo que en la Biblia encontramos esas dos clases de situaciones. Por un lado,
tenemos casos como el del rey Saúl que actuaba fuera de control cuando era poseído por
un espíritu maligno. El caso del niño en Marcos 9 que obviamente no tenía control sobre
sus decisiones y su cuerpo ya que el demonio hacia que el niño se sacudiera
violentamente, se revolcara, se echara al fuego y al agua, hacía que echara espumarajos y
que crujiera los dientes. Y el caso del endemoniado de Gadara (Marcos 5:1-20, Lucas
8:26-39). Pero por otro lado tenemos casos como la mujer con la joroba que estaba siendo
oprimida por un demonio pero a la vez ella seguía teniendo mucho control de su vida y su
cuerpo (Lucas 13:10-17). O Judas que fue poseído por un demonio y siguió actuando
libremente (Juan 13:27-30).

La segunda aclaración es que cuando nos hacemos la pregunta ¿puede un cristiano ser
poseído? nunca vamos a saber a ciencia cierta si una persona es verdaderamente cristiana
o no y por lo tanto cómo vamos a poder decir si era un cristiano con demonios o si era
una persona no cristiana con demonios. Una persona puede tener problemas con
demonios mientras que aparenta o piensa que es cristiana cuando no ha nacido de nuevo.
Algunos van a decir que se trataba de una persona cristiana con demonios mientras que

19
otros van a decir que se trataba de una persona no cristiana con demonios. Pero ¿quién de
nosotros puede saber quién es cristiano y quién no lo es?

Y ¿qué hay de un verdadero cristiano? ¿Puede tener demonios? Yo creo que bíblicamente
hablando los cristianos pueden estar en uno de los siguientes tres niveles de la actividad
demoniaca:

Nivel #1: Oposición (demonios contra mí)

Nivel #2: Opresión (demonios sobre mí)

Nivel #3: Posesión limitada (demonios dentro de mí)

El nivel #1, la oposición, es el nivel de la lucha espiritual que todo cristiano tiene contra
las fuerzas demoniacas. Pensemos en el caso de Jesús que estuvo en una intensa guerra
espiritual contra Satanás y los demonios cuando fue llevado al desierto por cuarenta días.
Este es el nivel de la oposición. Pablo nos dice en Efesios 6:10 en adelante que todos
tenemos una fuerte oposición no contra carne ni sangre sino contra huestes de maldad,
contra principados y potestades. Este nivel es para todos los creyentes. Alguien dijo una
vez que si un cristiano no está teniendo ningún tipo de lucha espiritual contra demonios,
posiblemente se deba a que esa persona no es cristiana después de todo y si lo es no está
haciendo nada para afectar negativamente el reino de las tinieblas.

En el nivel #2, la opresión, es un nivel más profundo que el anterior. En este nivel la
guerra espiritual continua dándose dentro del campo de batalla que es la mente, pero
también puede darse a otras áreas de nuestro ser. En este nivel la persona experimenta
ataques físicos de demonios. Estos ataques se pueden manifestar como fuertes dolores de
cabeza, depresión, diferentes tipos de enfermedades. Pensemos en el caso de Job que fue
atacado violentamente por demonios al grado que afectaron su familia, sus finanzas y su
salud poniendo llagas o úlceras sobre toda la piel de su cuerpo. Job seguía siendo un
cristiano ejemplar, pero estaba sufriendo una gran opresión demoniaca. Pensemos
también en la mujer con la joroba que había sido atada por un demonio por 18 años. Era
una hija de Dios, iba a la iglesia, pero se encontraba oprimida por una enfermedad o
condición que Satanás había puesto en ella hasta que Jesús la libertó. Recordemos el caso
del apóstol Pablo que en 2 Corintios 12:7 habla de un mensajero de Satanás que lo
abofeteaba. Estos son ejemplos de cristianos que son oprimidos por demonios.

Aquí es bueno aclarar que en la Biblia encontramos cuando menos dos ocasiones en que
el Señor le permite al Enemigo influir sobre un creyente. La primera es cuando el Señor
le da el permiso a Satanás para que influya negativamente sobre Job (Job 1:12) y trae
muerte, enfermedad, ruina económica. La segunda es cuando Satanás pide permiso a
Dios para zarandear a Pedro (Lucas 22:31-32) y esto hace que Pedro niegue al Señor tres
veces.

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En el nivel #3, la posesión limitada, es el nivel más profundo de los tres. Aquí los
demonios entran al cuerpo de la persona, toman posesión de su mente, y debido a eso
pueden manipularla y controlarla pero de manera limitada y no total.

Los creyentes no tienen mucho problema en aceptar el nivel #1 (la oposición). Lo ven
como algo totalmente bíblico. Para otros el nivel #2 (la opresión) es más difícil de creer y
aceptar. Es el nivel #3 (la posesión limitada de un cristiano) el que ha causado mucha
controversia en la iglesia. Hay algunos grupos que lo ven como algo que la Biblia, así
como la experiencia, muestran, mientras que otros no encuentran ningún apoyo bíblico
para tal posición y por lo tanto lo rechazan y lo critican.

¿Puede un cristiano ser poseído por uno o varios demonios? Yo creo que un cristiano
puede llegar a ser influido, y muy influido, pero no totalmente poseído y controlado por
demonios. Algunos tienen problemas en aceptar esta respuesta porque dicen que eso es
imposible tanto cualitativamente como cuantitativamente.

Dicen que es imposible cuantitativamente, es decir, dicen que un cristiano no puede ser
tener demonios dentro de él porque ya ha sido “poseído” por el Espíritu Santo de Dios.
Ellos se preguntan ¿cómo puede haber dos espíritus habitando dentro de la misma
persona? En otras palabras, ¿cómo pueden dos seres habitar dentro de un ser humano? La
respuesta es simple. Un espíritu no tiene cuerpo y por lo tanto no ocupa un lugar
determinado en el espacio. Una misma persona puede tener dentro de ella uno o varios
espíritus. Pensemos en el ejemplo de María de la cual salieron siete demonios (Lucas
8:2). ¿Cómo es posible que siete demonios cupieran dentro del cuerpo de una sola mujer?
Pensemos en el caso del endemoniado de Gadara (Lucas 8:30). Cuando Jesús le preguntó
al demonio su nombre, el demonio contestó que se llamaba legión. Una legión era una
palabra para referirse a un batallón romano de mil o dos mil soldados. Se puede pensar
entones que el hombre de Gadara tenía miles de demonios dentro de él. La Biblia dice
que cuando Jesús liberó a este hombre muchos demonios salieron de él (ver Mateo 12:45,
Marcos 1:24, Marcos 5:9). ¿Cómo pueden estar mil demonios dentro de un solo hombre?
Pueden estar ahí porque por ser espíritus no tienen cuerpo físico y no ocupan lugar en el
espacio. Entonces una persona puede tener uno, varios o hasta miles espíritus morando
dentro de ella. Este es el aspecto cuantitativo de la posesión demoniaca.

Pero ¿qué hay del aspecto cualitativo? ¿Qué hay de la calidad del espíritu que habita en la
persona? En otras palabras, ¿puede un cristiano llevar dentro de sí al Espíritu de Dios y a
uno o varios espíritus demoniacos al mismo tiempo? ¿Puede el Espíritu Santo compartir
nuestro ser con otro espíritu impuro? Algunos dicen que esto no es posible. Otros dicen
que esto si es posible debido a que el ser humano se compone de tres partes, el cuerpo, el
alma y el espíritu. Estas personas dicen que el Espíritu Santo habita en el espíritu del
hombre mientras que los demonios habitan en el alma del hombre. No sabemos a ciencia
cierta si esto es verdad o no. De hecho en la Biblia la palabra espíritu y alma se usan
como sinónimos dando a entender que se trata de un mismo componente del ser humano
y no de dos. Otros dicen que el ser humano es como una casa con diferentes habitaciones.
El Espíritu Santo mora en algunas de las partes de la casa pero el creyente no le ha
rendido el control de cada parte de su casa o su vida. Por ello, el Espíritu Santo mora y

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reina en ciertas áreas de la vida del creyente pero otros espíritus inmundos moran y
controlan otras áreas de la persona.

Pero para contestar a la pregunta ¿puede el Espíritu Santo compartir nuestro ser con otro
espíritu impuro? Déjame contestarte esa pregunta con otra pregunta ¿Puede el Espíritu
Santo habitar en el mismo lugar donde se encuentra el espíritu del ser humano que no es
totalmente santo y perfecto? ¿Puede el Espíritu Santo vivir dentro de un corazón
pecaminoso? ¿Puede existir el mal y el bien dentro de mí? ¿Pueden la luz y las tinieblas
habitar juntos en el mismo cuerpo? Yo creo que sí. No debería ser así pero la realidad es
que así es. Tanto la Biblia como nuestra experiencia humana nos hacen ver que llevamos
dentro de nosotros la naturaleza del hombre nuevo en Cristo Jesús y la naturaleza del
hombre viejo pecador. Por ello, todavía como cristianos seguimos pecando. El bien y el
mal moran dentro de nosotros. De la misma manera podemos decir que si es posible que
una persona sea creyente, tenga al Espíritu Santo viviendo dentro de él y tener uno o
varios demonios a la vez.

Pero ¿existe algún caso específico en la Biblia de algún cristiano que fue poseído o
influenciado por algún demonio? Consideremos los siguientes casos:

El caso del rey Saúl que fue atacado, oprimido y poseído por un espíritu maligno (1
Samuel 16:14, 16:23, 18:10, 19:9). Algunos dicen que el rey Saúl no fue un verdadero
cristiano y por eso se puede aceptar que fue poseído por un demonio. Pero ¿qué hay de su
conversión en 1 Samuel 10:6 donde el Espíritu de Dios viene sobre él y lo transforma en
un hombre nuevo? Este versículo parece indicar que Saúl si era un creyente.

Consideremos ahora el caso de Judas que fue discípulo de Jesús, fue uno de los doce
apóstoles y sin embargo la Biblia dice claramente que fue poseído por Satanás (Lucas
22:3, Juan 13:27). Algunos dicen que Judas no era cristiano o nacido de nuevo pues Jesús
dice que ninguno de sus doce se perdió excepto Judas y además lo llamó el hijo de
perdición (Juan 17:12). La pregunta aquí es si Judas empezó siendo creyente y después se
perdió debido a su pecado y por esa razón es llamado el hijo que se perdió o el hijo de
perdición. Jesús habló de Judas como un diablo en Juan 6:70-71 pero también le dijo a
Pedro apártate de mí Satanás. La palabras diablo o Satanás no necesariamente se usan
para hablar de alguien que no es cristiano. Pueden ser usadas para referirse a un cristiano
que un momento actúa en contra de los planes de Dios. Entonces es difícil determinar si
Judas era creyente o no. Pero lo que sí sabemos es que estuvo con Jesús por tres años.
Fue discípulo de Jesús. Fue uno de los doce apóstoles. Fue enviado a predicar, sanar
enfermos, expulsar demonios y resucitar muertos. Era judío, es decir, del pueblo de Dios.
Conocía la Biblia. Asistía al templo y la sinagoga. Es posible que Judas haya sido un
verdadero cristiano porque sus frutos así lo indicaban. Y si fue así entonces como
creyente Satanás entró en su corazón.

Consideremos también el caso de la mujer con la joroba en Lucas 13:11-16. La mujer era
creyente o salva y sin embargo se encontraba gravemente influenciada por un demonio.
¿Cómo sabemos que tiene un demonio? Porque Jesús dijo de ella esto: Y a esta hija de
Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta

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ligadura en el día de reposo? (v. 16). El problema de su joroba era causado por Satanás.
El texto dice en versículo 11 que tenía un espíritu de enfermedad. Ese espíritu era un
espíritu demoniaco. Y ¿cómo sabemos que era una mujer creyente en Dios o salva? Por
varias razones. La primera era que esta mujer se encontraba en la sinagoga, que es el
equivalente a estar en la iglesia. Y la segunda, que es la más importante, Jesús la describe
como una hija de Abraham, dando a entender que era una hija de Dios. Esta misma
relación entre ser hijo de Abraham y ser salvo la encontramos en Lucas 19:9-10 después
que Zaque conoce a Jesús, se arrepiente de sus pecados y se convierte en un hombre
salvo. Esto es lo que leemos ahí: Jesús les dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa;
por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a
salvar lo que se había perdido. Zaqueo se acaba de convertir y Jesús lo llama hijo de
Abraham. Ser hijo de Abraham es el equivalente a ser salvo. Esto también lo confirma
Gálatas 3:7 que dice así: Sabed, por tanto, que los que tienen fe, estos son hijos de
Abraham. Podemos concluir que la mujer de la joroba era una mujer creyente en Dios y
sin embargo se encontraba siendo oprimida por un demonio de enfermedad. Pero Jesús la
liberó de ese demonio y fue libre y sana.

Está también el caso de otros israelitas creyentes que vemos en Marcos 1:38-39. El texto
dice así: 38 Él les dijo: Vamos a los lugares vecinos para que predique también allí,
porque para esto he venido. 39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y
echaba fuera los demonios. Jesús iba a las sinagogas de los judíos que son sus iglesias.
Sería imposible pensar que en las sinagogas no había creyentes en Dios. Y sin embargo,
Jesús entraba a las sinagogas y expulsaba los demonios de los creyentes.

El caso del apóstol Pedro (Mateo 16:23). Jesús le dice a Pedro. ¡Quítate de delante de mí,
Satanás! ¿Cómo es que Jesús le llama Satanás a Pedro? Nunca Jesús se había referido a
ninguna otra persona con la palabra Satanás y nunca en toda la Biblia se había hablado de
alguna otra persona con el título Satanás más que el Diablo. Es obvio que Satanás está
presente aquí y está tratando de oponerse a los planes de Dios. Y todo parece indicar que
Satanás está detrás de Pedro. Esto significa que Pedro que era creyente en cierto
momento fue influenciado por Satanás y Jesús tuvo que reprenderlo. Pedro tienta a Jesús
para no sufrir, que fue una de las tentaciones del mismo Diablo en Mateo 4. Pedro está
actuando como Satanás porque está siendo influenciado muy sutilmente por Satanás con
pensamientos de compasión por Jesús y protección cuando en realidad estaba tratando de
desviar a Jesús de las cosas de Dios. Es decir, que sufriera y que muriera en la cruz por
nuestros pecados. Tal vez Pedro no está siendo poseído por Satanás pero si esta siendo
bastante influenciado por él.

También está el caso de Ananías y Safira que eran parte de la iglesia y sin embargo como
dice la Biblia dejaron entrar al diablo en su corazón (Hechos 5:1-7).

Otro es el caso del hombre en inmoralidad sexual en la iglesia de Corinto (1 Corintios


5:1-5). Pablo dice: “entreguen a este hombre a Satanás para destrucción de su naturaleza
pecaminosa a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor.” Aquí se habla de un
hombre que es entregado a Satanás pero que se va a salvar. Este es un creyente porque a

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fin de cuentas se salva pero mientras tanto sufría la opresión, y tal vez, posesión de
demonios ya que fue entregado a Satanás.

El caso de los corintios (2 Corintios 11:3-4). Pablo les dice: “Pero temo que, así como la
serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean también de alguna manera
extraviados de la sincera fidelidad a Cristo, porque si viene alguno predicando a otro
Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido,
u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis.” Pablo habla de la serpiente,
es decir, Satanás y habla de recibir otro espíritu diferente al espíritu que habían recibido,
es decir el Espíritu Santo.

El caso de los efesios (Efesios 4:26-27). Esta carta fue escrita a cristianos, a santos y
creyentes (Efesios 1:1), pero Pablo dice que tengan cuidado de no irse a la cama enojados
con alguien porque eso le da lugar al diablo. ¿Qué significa eso? Sea lo que sea Pablo
está hablando de que los cristianos pueden ser influidos por el Enemigo.

En 1 Corintios 10:18-22 leemos lo siguiente: 18 Consideren al pueblo de Israel como tal:


¿No entran en comunión con el altar los que comen de lo sacrificado? 19 ¿Qué quiero
decir con esta comparación? ¿Que el sacrificio que los gentiles ofrecen a los ídolos sea
algo, o que el ídolo mismo sea algo? 20 No, sino que cuando ellos ofrecen sacrificios, lo
hacen para los demonios, no para Dios, y no quiero que ustedes entren en comunión con
los demonios. 21 No pueden beber de la copa del Señor y también de la copa de los
demonios; no pueden participar de la mesa del Señor y también de la mesa de los
demonios. 22 ¿O vamos a provocar a celos al Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él?

También esta esto que dice Pablo en 1 Timoteo 3:1-7: Palabra fiel: «Si alguno anhela
obispado, buena obra desea.» 2 Pero es necesario que el obispo sea irreprochable, marido
de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3 que no
sea dado al vino ni amigo de peleas; que no sea codicioso de ganancias deshonestas, sino
amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción
con toda honestidad 5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la
iglesia de Dios?); 6 que no sea un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la
condenación del diablo. 7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de
afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.

En 1 Timoteo 4:1 Pablo dice lo siguiente: Pero el Espíritu dice claramente que en los
últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañosos
y a doctrinas de demonios. Si dice que se apartarán de la fe es porque estaban en la fe.
Es decir, eran creyentes en Cristo. Pero abrirán la puerta a espíritus engañosos y sus
doctrinas de demonios y llegarán a ser tan influenciados que terminarán siendo alejados
del Señor.

Este es otro ejemplo en 1 Timoteo 5:9-15: 9 Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor
de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, 10 que tenga testimonio de
buenas obras: si ha criado hijos, si ha practicado la hospitalidad, si ha lavado los pies de
los santos, si ha socorrido a los afligidos, si ha practicado toda buena obra. 11 Pero

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viudas más jóvenes no admitas, porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan
contra Cristo, quieren casarse, 12 incurriendo así en condenación por haber quebrantado
su primera fe. 13 Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no
solamente ociosas, sino también chismosas y entrometidas, hablando lo que no debieran.
14 Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no
den al adversario ninguna ocasión de maledicencia, 15 porque ya algunas se han
apartado en pos de Satanás.

Otro ejemplo más es 2 Timoteo 2:22-26: 22 Huye también de las pasiones juveniles y
sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.
23 Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas,
24 porque el siervo del Señor no debe ser amigo de contiendas, sino amable para con
todos, apto para enseñar, sufrido. 25 Debe corregir con mansedumbre a los que se
oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad 26 y
escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.

1 Pedro 5:8-9
8 Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar. 9 Resistidlo firmes en la fe, sabiendo que los
mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.

Efesios 4:27
26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al
diablo.

Mateo 12:45
Por último, consideremos lo que dijimos anteriormente acerca de lo que Jesús dice en
Mateo 12:45. El Señor dijo de los fariseos que así como el hombre con ocho espíritus su
estado posterior fue peor que el primero, así acontecerá con ellos. Es decir debido a su
pecado, a no reconocer el mover del Espíritu y a rechazar a Jesús, van a ser vulnerables a
la influencia de demonios.

Mateo 6:13
Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno. Esto es parte de la oración
del Padre Nuestro. Jesús dice que tenemos que orar pidiéndole a Dios que nos libre del
Maligno, es decir, Satanás. El Diablo quiere venir a tentarnos. Es por eso que debemos de
protegernos de él.

Lucas 22:31-32
31 »Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran
trigo. 32 Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a
mí, fortalece a tus hermanos».
Satanás pidió permiso al Señor para zarandear, es decir, atacar o influir de alguna manera
sobre Pedro y los otros apóstoles. Jesús tuvo que orar por Pedro para que tuviera fe en ese
tiempo de ataque satánico.

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Preguntas para Estudiar

1. ¿Qué es la liberación?
2. Da tres razones de la gran importancia del ministerio de
liberación
3. Menciona 4 nombres del Enemigo
4. Menciona 3 limitaciones de Satanás
5. Menciona las 5 características de los demonios
6. Menciona 5 actividades comunes de los demonios
7. Menciona las 4 maneras por medio de los cuales los demonios
llegan a influir o posesionar a una persona
8. Menciona 4 maneras por medio de las cuales se expulsaban
demonios en la Biblia
9. Menciona los 4 factores que debemos de considerar para
expulsar demonios
10. Explica brevemente los 5 pasos del modelo para ministrar
liberación
11. Menciona las 5 acciones que se deben hacer para mantener la
libertad
12. Menciona 5 indicaciones para ministrar liberación
13. ¿Puede un cristiano tener demonios? Da apoyo bíblico a tu
respuesta.

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