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Es importante debido a la actividad demoníaca en el mundo
A veces se nos olvida que estamos en una guerra espiritual contra Satanás y sus huestes
de maldad. Hay miles y miles de personas atormentadas por demonios, gentes que
padecen de enfermedades causadas por demonios, matrimonios divorciados provocados
por demonios, iglesias divididas por causa de demonios, naciones enteras influidas en su
política por doctrinas de demonios. De hecho la Biblia dice que el mundo entero esta bajo
el maligno (1 Juan 5:19). Tenemos que tomar nuestra armadura y pelear la batalla contra
el enemigo. Tenemos que hacer obra de liberación.
¿Cómo podemos ministrar liberación a las personas? Los jugadores de fútbol americano,
los boxeadores y los generales militares tienen algo en común, ellos toman tiempo para
conocer y estudiar bien a su enemigo. ¿Para qué? Para poder vencerlo. El cristiano que
desea ministrar liberación debe hacer lo mismo. Tenemos un fuerte adversario, pero
sabremos cómo derrotarlo si estudiamos bien cómo opera. Así que tomemos un tiempo
ahora para conocer a nuestro adversario el diablo y a sus secuaces los demonios.
Satanás
Satanás es un ser espiritual. Es un ángel caído (Isaías 14:12-23, Ezequiel 28). Es el líder
de todos los ángeles que se rebelaron en contra de Dios. Aparece tanto en el antiguo
testamento (Job 1, 1 Crónicas 21:1, Zacarías 3:1) como en el nuevo testamento (Mateo
4:1, Juan 13:27). Es un ser rebelde contra Dios. Es real. No es una figura ficticia o
mitológica (1 Pedro 5:8-11, Efesios 6:1-12). Como decía C. S. Lewis, debemos de evitar
dos extremos a todo costo: el no creer que existe Satanás y los demonios y el creer que
todo está bajo el control de ellos al grado que se les tema desmedidamente.
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Algunos nombres de nuestro enemigo
Los nombres de las personas en la Biblia son muy importantes porque nos revelan algo
de la persona y nos proveen información sobre su carácter o su actividad. Antes de
rebelarse contra Dios el nombre del diablo era Lucifer o Lucero (Isaías 14:12) que quiere
decir “el que brilla”. Después de pecar contra Dios su nombre fue cambiado a Satanás
que significa “adversario” (Lucas 10:18), o el que se opone a Dios y todo lo asociado con
Dios. El cambio de nombre refleja también el cambio de su carácter y actividad.
Otros nombres de Satanás en la Biblia son “tentador” (Mateo 4:3, 1 Tesalonicenses 3:5),
“el enemigo” (Mateo 13:39), “padre de mentiras” (Juan 8:44), “el dios de este mundo” (2
Corintios 4:4), “el príncipe de la potestad del aire” (Efesios 2:2), “el gran dragón”
(Apocalipsis 12:3) y “la serpiente antigua” (Apocalipsis 12:9).
Muchos de sus esfuerzos están dirigidos a tentar al hombre para que caiga en pecado y así
acusarlo, condenarlo y apartarlo de Dios (Mateo 4, 13:24-30, Lucas 22:3, Hechos 5:3, 1
Corintios 7:5, 2 Timoteo 2:26).
Satanás usa el engaño como su arma principal para lograr sus fines. Él es padre de la
mentira (Juan 8:44). Engaña aún a los creyentes disfrazándose de ángel bueno (2
Corintios 11:14-15). Su capacidad para engañar es tan potente y sutil a la vez, que puede
engañar no a una o diez personas sino a naciones enteras (Apocalipsis 12:9, 20:8). Su
engaño llega a cegar a las personas para que no puedan ver las cosas de Dios (2 Corintios
4:4).
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Algunas limitaciones de Satanás
Satanás no es soberano
El diablo no puede hacer todo lo que le venga en gana. Cada una de sus acciones está
siempre limitada a la voluntad permisiva de Dios. Esto se deduce del libro de Job.
Cuando el diablo quiso hacerle daño a Job, el Señor le dijo: “Todo lo que tiene está en tu
mano; solamente no pongas tu mano sobre él...” (Job 1:12). El diablo hizo la voluntad de
Dios. Similarmente, el aguijón en la carne de Pablo era un mensajero de Satanás enviado
por el mismo Señor y que por lo mismo operaba de acuerdo a los planes y voluntad de
Dios (2 Corintios 12:7). En Lucas 22:31-32 leemos que Jesús le dice a Pedro que Satanás
había pedido permiso para zarandearlo como al trigo. Esto nos revela que el diablo tiene
que pedirle permiso a Dios para hacer de las suyas. El enemigo no reina, es un ser
limitado por Dios.
Satanás es omninada
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El fin de Satanás
La Palabra de Dios nos revela claramente cuál será el fin de Satanás: “Y el diablo, que los
engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre donde estaban la bestia y el falso
profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”. (Apocalipsis
20:10)
Los demonios
Los ángeles malos, ángeles caídos, espíritus inmundos o mejor conocidos como
demonios fueron seres creados por Dios (Colosenses 1:16). En un principio todos eran
ángeles buenos pero cuando decidieron rebelarse y unirse a Satanás se convirtieron en
ángeles malos o demonios. Al parecer el orden de su creación precede a la del hombre.
Aunque fueron creados y tienen un inicio, los ángeles son seres eternos que no mueren.
Desconocemos su número, pero podemos deducir que hay millones de ellos.
Los demonios son comúnmente llamados espíritus en la Biblia y por tanto no tienen un
cuerpo físico. Por esa razón, no pueden ser vistos por nosotros a menos de que Dios nos
abra los ojos de manera sobrenatural o a menos que ellos se materialicen y tomen la
forma de algún cuerpo o lleguen a ocupar el cuerpo de alguna persona.
Son personas
Los demonios son personas debido a que tienen intelecto, emociones y voluntad.
En cuanto a sus emociones, la Escritura establece que los demonios experimentan miedo
(Lucas 8:31).
Con respecto a su voluntad, los ángeles pueden escoger entre el seguir a Dios y hacer el
bien o de rebelarse contra Dios y hacer el mal. Esto se puede deducir del hecho de que
algunos de los ángeles pecaron y cayeron de acuerdo a 2 Pedro 2:4 y Judas 6. La Biblia
enseña que aunque Dios creó a todos los ángeles y todos eran buenos al principio,
algunos, debido a su capacidad de escoger libremente (Mateo 12:44-45), decidieron
seguir a su líder, Satanás (Mateo 12:24).
En lo que se refiere a su intelecto, vemos que los demonios tienen la capacidad de pensar,
de hablar, y de argumentar entre otras actividades de índole racional (Marcos 1:23-24).
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Tienen una fuerza poderosa (Lucas 11:20-26, Hechos 19:13-16). Se les conoce también
como “potestades” (Efesios 6:10-12,), “dominios” y “autoridades”, los cuales son
términos que sugieren que son seres con un gran poder. De hecho tienen poder para hacer
señales y milagros (Apocalipsis 16:14, Éxodo 7:9-12).
Buscan impedir que se realicen los planes de Dios (Daniel 10:10-14, Apocalipsis
16:13-16).
Hacen todo lo que está en su poder para tentar a los creyentes para que pequen
(Génesis 3:1).
Inspiran a maestros falsos para que produzcan y diseminen herejías. Como el caso
de los mormones que aseguran que un ángel llamado Moroni le habló a José
Smith y le reveló los principios de la religión mormona (1 Timoteo 4:1, Gálatas
1:8, 2 Corintios 11:14, 1 Reyes 13:18).
Traen todo tipo de enfermedad sobre las personas (Mateo 9:33, 12:22, Marcos
1:26, 9:20, Lucas 13:11-16, Hechos 8:7).
Pueden hablar y por tanto pueden pensar. (Mateo 8:29-31, Marcos 1:23-24)
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Tienen memoria. Los demonios reconocen a Jesús como Dios (Mateo 8:29,
Marcos 1:24, Marcos 1:34)
Saben quién es Dios. Los demonios obedecen a Jesús (Marcos 1:27, Santiago
2:19)
Los demonios pueden causar enfermedades. Los demonios pueden hacer que las
personas enmudezcan (Mateo 9:32-33, 12:22), que no vean (Mateo 12:22), que se
vuelvan locas (Mateo 17:15).
Puede haber un demonio principal o líder poseyendo a una persona (Marcos 5:7-
10)
Si bien es cierto que los ángeles malos tienen poder (Lucas 11:24-26), su poder es
inferior al de Dios y por ello los ángeles de Dios y los cristianos pueden vencerlos con la
autoridad que Jesús nos dio para atarlos y echarlos fuera de las personas (Lucas 9:1,
10:17, Hechos 8:6-7, 16:18, 2 Corintios 10:3-4). La Biblia señala que un día todos ellos
serán echados al infierno junto con Satanás (Mateo 25:41).
Esto sucede cuando les damos entrada por medio de una de las siguientes maneras:
Por medio del Pecado. La entrada más común es el pecado (ver 1 Juan 3:8, 10, 12, 5:18-
19, 2:14). El pecado de desobediencia, es decir, el saber lo que tengo que hacer pero
hago lo contrario es rebeldía. Como el caso del rey Saúl que no obedeció la orden de
exterminar a todos los amalecitas y todas sus cosas, se adelantó a ofrecer los sacrificios lo
cual era una tarea reservada solo para los sacerdotes y consultó a una bruja. Saúl terminó
siendo poseído por un espíritu demoniaco (1 Samuel 16:14-23). Otro caso es el de
Ananías y Safira que mintieron para aparentar ser generosos cuando en realidad eran
avariciosos (Hechos 5:1-10). Debido a su pecado Satanás los influyó. Esto es muy similar
a lo que pasaba en el libro de los jueces. El pueblo pecaba adorando a otros dioses. El
Señor permitía que alguna nación los oprimiera por un tiempo. El pueblo se volvía a Dios
y pedía libertad de sus opresores. El Señor enviaba un libertador, un líder o juez, que
hacía guerra en contra del enemigo. Lo vencía y entonces Israel quedaba en paz y en
libertad. El pecado de Israel traía como consecuencia la opresión de enemigos. El pecado
hace que seamos susceptibles a la opresión de espíritus demoniacos.
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Algunos de los pecados que comúnmente abren la puerta a la influencia de demonios son
los pecados sexuales y los pecados del ocultismo y la brujería (Hechos 16:16-18).
En Mateo 12:22-45 Jesús expulsó el demonio de un hombre ciego y mudo. Los fariseos
dijeron “Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios”.
A partir de ahí Jesús comienza a decir algunas cosas que nos hacen ver cómo el pecado
del hombre puede abrir la puerta a influencias demoniacas. Por ejemplo, Jesús dice en lo
que se refiere a su actividad de echar fuera demonios que uno puede estar con él o en
contra de él, pero no hay una posición neutral. Es obvio que los fariseos estaban en contra
de Jesús. Segundo, Jesús les dice que todo pecado será perdonado excepto la blasfemia en
contra del Espíritu Santo. En este contexto la blasfemia consiste en decir que la obra del
Espíritu, liberar a una persona de demonios, es del mismo Diablo. Los fariseos no
reconocen el mover del poder de Dios. De hecho se posicionan en contra del poder de
Dios. Después Jesús habla de un demonio que sale de una persona, busca descanso en el
desierto y al no encontrarlo regresa al hombre del que salió y con otros sietes demonios.
Su estado final es peor que su estado original. Jesús termina diciendo esto: “Así también
acontecerá a esta mala generación.” ¿A qué generación se refiere Jesús? Es obvio que se
está refiriendo a los fariseos que lo acusan de expulsar demonios por el poder de Satanás.
Por llamar malo a lo bueno del Espíritu Santo y por rechazar a Jesús como Mesías los
fariseos van a terminar como el hombre con los ocho demonios. Es decir van a ser
influenciados por espíritus demoniacos que los llevaran a tener una condición espiritual
peor a la que se encontraban antes. El punto es que hay un gran peligro en pecar contra
Dios cuando no reconocemos su mover, lo cual nos puede llevar a ser influenciados por
demonios.
Por medio de las Heridas del Corazón. Esto está muy relacionado con el punto de
arriba. Las heridas del corazón son experiencias traumáticas y dolorosas del pasado.
Nadie esta exento del dolor. Cuando alguien nos hace daño muchas veces preferimos
guardar rencor, resentimiento y deseo de venganza en lugar de perdonar. Cuando no
perdonamos, le abrimos la puerta a la influencia de demonios en nuestra vida.
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Como Se Expulsaban los Demonios en la Biblia
En el nombre de Jesús
Los demonios son expulsados en el nombre de Jesús. Jesús dijo “en mi nombre echarán
fuera demonios” (Marcos 16:17 ver también Mateo 7:22, Marcos 9:38). ¿Qué significa
esto? ¿Son palabras mágicas? No lo creo. Observa Hechos 19:13-16. No son las palabras
en sí sino lo que representan, es decir, la autoridad de Cristo sobre los demonios.
Hacer algo en el nombre de alguien más, es hacerlo con la autoridad de la persona. Uno
bautiza en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo porque lo hacemos con su
autoridad. De igual manera uno les ordena a los demonios que salgan de las personas, no
porque nosotros seamos algo o alguien, sino por la autoridad de aquel que nos envió a
expulsar los demonios. Es como el réferi de futbol americano. Es un hombre pequeño, no
muy fuerte y grande de edad. El jugador de futbol americano por otro lado, es un hombre
de 1.90 de estatura, con un peso de 250 libras, musculoso y joven. Pero el referí expulsa
al jugador del campo de juego y el jugador lo obedece ¿Por qué? Por la autoridad que hay
en el referí. De la misma manera, un creyente tiene la autoridad para expulsar demonios
de las personas no por lo que la persona sea sino por lo que tiene, la autoridad de Cristo.
Teniendo fe
Los demonios son expulsados cuando se tiene fe (Mateo 17:19-20). Podemos esperar que
los demonios sean expulsados si tenemos fe en Dios (Marcos 9:23). Los creyentes pueden
pedirle a Jesús que expulse el demonio de una persona poseída (Mateo 15:22-28, 17:15-
18). ¿Qué significa esto? Que creemos con toda convicción de fe que Dios cumplirá su
Palabra. Él hará lo que dijo que iba a hacer. El cumplirá con su promesa de Marcos
16:17-18.
¿A qué se debe que algunas veces los creyentes no pueden expulsar los demonios? A
causa de su incredulidad y perversidad (ver Mateo 17:17, 17:20). ¿Qué podemos hacer
cuando nos falta fe? Simplemente pedirla al Señor.
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Jesús expulsaba los demonios por el Espíritu Santo
No es nuestra fuerza que vamos a poder expulsar demonios sino en el poder del Espíritu
Santo. Así lo hacía Jesús (Mateo 12:28). ¿Qué significa esto? Que el Espíritu Santo es
poder de Dios. Tenemos acceso al Espíritu porque mora en nosotros. Pero la verdad es
que no usamos ese poder. No lo vemos y lo ignoramos. Muchos de nosotros lo hemos
apagado. Pero él está ahí. Lo que tenemos que hacer es avivar el fuego del Espíritu Santo.
Lo que necesitamos es la llenura del Espíritu Santo. Lo que necesitamos son los dones del
Espíritu Santo.
¿Cuáles son algunas indicaciones de que los demonios están siendo expulsados de una
persona?
A veces cuando los demonios están saliendo de una persona, uno puede ver ciertas
reacciones del cuerpo de la persona. Por ejemplo, a veces los demonios salen y la persona
grita fuertemente. Esto lo vemos en Hechos 8:6-7 “Y la gente, unánime, escuchaba
atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de
muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces…”
Otras reacciones del cuerpo que se ven muy comúnmente cuando una persona está siendo
libre de demonios son las siguientes:
Vomito
Tos
Estornudos
Lagrimas
Bostezos
Flemas/Mucosidad
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¿Cómo Podemos Expulsar Demonios?
Cuando se trata de expulsar demonios hay cuatro factores que siempre debemos de
considerar y usar. Vamos a ver abajo cada uno de ellos.
¿Cómo podemos ministrar liberación? Primero que nada creyendo que tenemos la
autoridad de parte de Dios para hacerlo. Veamos el texto de abajo:
“Yo les he dado poder a ustedes para caminar sobre serpientes y alacranes, y para
vencer toda la fuerza del enemigo, sin sufrir ningún daño.” Lucas 10:19
Este versículo nos enseña varios puntos importantes que merecen ser señalados:
Primero, esta es una autoridad de Cristo (YO les he dado poder…). Recibimos la
autoridad de Dios mismo, el ser más grande, más importante y más poderoso del
universo. Eso nos debe de dar la fe y la confianza para ministrar liberación sin reserva
alguna.
Segundo, esta es una autoridad para los seguidores de Cristo (Yo les he dado poder a
USTEDES…). Si te consideras un discípulo de Jesús, esta autoridad también es para ti.
No es solo para pastores y líderes. Es para cualquier creyente en Cristo Jesús.
Tercero, esta es una autoridad sobre toda, no parte, de la fuerza del enemigo (…para
vencer TODA la fuerza del enemigo…). Aunque nosotros no tenemos poder en nosotros
mismos, por el hecho de tener autoridad de Cristo, podemos ir en contra de todo el poder
de los demonios.
Cuarto, esta es una autoridad que garantiza la victoria (…para caminar sobre serpientes y
alacranes, y para VENCER…). Nosotros hacemos guerra espiritual y liberación no para
obtener la victoria sino en base a la victoria.
Y quinto, esta es una autoridad que te protege de las represalias del enemigo (…sin
SUFRIR ningún daño). No creas las mentiras del enemigo que dicen que más te vale no
meterte en su terreno porque vas a pagar las consecuencias con dolor y sufrimiento. Jesús
nos promete que no sufriremos ningún daño.
Otros pasajes de la Biblia que nos hablan del ministerio de liberación que podemos tener
como hijos de Dios son los siguientes:
“Nuestros hermanos lo han vencido (al enemigo) con la sangre derramada del Cordero y
con el mensaje que ellos proclamaron; no tuvieron miedo de perder la vida, sino que
estuvieron dispuestos a morir.” Apocalipsis 10-11
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“Mayor es aquel que está en vosotros que aquel está en el mundo” 1 Juan 4:4
“Cuando un hombre fuerte está bien armado y cuida su casa, lo que en ella guarda está
seguro. Pero si otro más fuerte que él viene y lo vence, le quita las armas en que confía, y
sus pertenencias, y dispone de ellas.” Lucas 11:21-22
“Dios canceló la deuda que había contra nosotros y que nos obligaba con sus requisitos
legales. Puso fin a esa deuda clavándola en la cruz. Por medio de Cristo, Dios venció a
los seres espirituales que tienen poder y autoridad y los humilló públicamente
llevándolos como prisioneros en su desfile victorioso.” Colosenses 2:14-15
Podemos ver que Cristo le quitó a Satanás el poder que tenía para intimidar y controlar a
las personas a través su sacrificio en la cruz.
“Para esto apareció el hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”1 Juan 3:8
“Las armas que usamos no son del mundo sino que son poder de Dios capaces de
destruir fortalezas.” 2 Corintios 10:4
No basta con mencionar el nombre de Jesús, como si fueran palabras mágicas. El poder
para expulsar demonios proviene de un conocimiento personal del Señor. Alguien dijo
una vez que el poder está en la intimidad. Mucha de esa intimidad viene de una vida de
oración. Alguien dijo una vez “mucha oración, mucho poder. Poca oración, poco poder.
Nada de oración, nada de poder”. Lee Hechos 19:10-17 para que te des una idea del
factor tan importante de conocer al Señor para ministrar liberación.
Factor #4: Fe
Los demonios son expulsados cuando se tiene fe (Mateo 17:19-20). Podemos esperar que
los demonios sean expulsados si tenemos fe en Dios (Marcos 9:23). Los creyentes pueden
pedirle a Jesús que expulse el demonio de una persona poseída (Mateo 15:22-28, 17:15-
12
18). ¿Qué significa esto? Que creemos con toda convicción de fe que Dios cumplirá su
Palabra. Él hará lo que dijo que iba a hacer. El cumplirá con su promesa de Marcos
16:17-18.
Primer paso, asegurarse de que la persona quiera ser libre. Si no quiere ser libre no
sucederá nada. Es importante que la persona esté dispuesta a abrir su corazón, a confesar
su pecado y exponer su involucramiento con cualquier cosa que pudo haberle dado la
autoridad a demonios para que vinieran a influenciarla.
Segundo paso, hacer la entrevista con el fin de identificar las puertas que se abrieron
para dar entrada a la influencia de demonios. Determinar si los demonios tuvieron entrada
por causa de pecado sexual, heridas del alma, involucramiento en el ocultismo, brujería,
satanismo o cualquier otra razón (Usar evaluación personal espiritual).
Tercero paso, pedir que la persona pida perdón, renuncie a su pecado, quite la autoridad
al demonio. Romper toda atadura sexual, del alma, de espíritu, etc.
Quinto paso, pedir la llenura del Espíritu Santo (ver Mateo 12:43-45).
¿Cómo podernos ser libres de este tipo de demonios? Haciendo una oración con los
siguientes elementos:
Por ejemplo, “Confieso que tuve relaciones sexuales con (nombre). Me arrepiento. Te
pido me perdones Señor. Yo cancelo toda legalidad que le di al espíritu de fornicación en
mi vida al haber tenido relaciones sexuales con (nombre). Ordeno ahora a todo espíritu
que entró en mi vida de fornicación, prostitución, lascivia, lujuria, que salgan y que se
vayan en el nombre de Jesús. Soy libre y mi cuerpo pertenece a Cristo.”
Un oración ejemplo del pecado de brujería sería esta: “Confieso que fui con el curandero
(nombre) para que mi hiciera un trabajo para que regresara mi novio conmigo. Me
arrepiento de haber puesto una vela con un alfiler y la foto de mi novio, de haber hecho
oraciones o rezos para que regresara. Perdóname Jesús. Yo cancelo todo derecho legal
que le di al diablo en mi vida cuando fui con el curandero (nombre) y cuando participé al
haber puesto la vela con el alfiler y la foto, al haber hecho esos rezos. Yo soy libre en el
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nombre de Jesús ordeno ahora que todo espíritu de brujería, de hechicería salga y se vaya
de mi vida en el nombre de Jesús. Yo soy libre en el nombre de Jesús.”
Lucas 8:26-39
¿Por qué te entrometes, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Te ruego que no me atormentes!
29 Esque Jesús le había ordenado al espíritu maligno que saliera del hombre. 30 ¿Cómo te
llamas? le preguntó Jesús. Legión —respondió, ya que habían entrado en él muchos
demonios. 31 Y estos le suplicaban a Jesús que no los mandara al abismo. 32 Como había
una manada grande de cerdos paciendo en la colina, le rogaron a Jesús que los dejara
entrar en ellos. Así que él les dio permiso. 33 Y, cuando los demonios salieron del
hombre, entraron en los cerdos, y la manada se precipitó al lago por el despeñadero y se
ahogó.
Primero una observación. Noten que el demonio que habla es uno y habla en singular. El
demonio dice “te ruego que no me atormentes”. Noten que Jesús le hablaba a este
demonio. Pero noten también que el texto dice que habían entrado en él muchos
demonios y por eso se llamaba Legión. Entonces es posible que una persona tenga más de
un demonio pero es posible que uno sea el principal o mayor y es el que habla.
Claro que sí. El demonio mayor de todos tiene varios nombres: Satanás, Diablo, Lucifer,
Beelzebú, Serpiente, Acusador, Enemigo. En la Biblia vemos que los ángeles de Dios que
son espíritus buenos también tienen nombre como Miguel o Gabriel. Aquí vemos que el
demonio se llama Legión. Entonces los demonios si pueden tener nombres. Es por ello
que algunas personas se dirigen a los demonios como espíritu de mentira o espíritu de
muerte o espíritu de enfermedad, etc. En la Biblia vemos que a los espíritus se les
identifica con nombres como los siguientes:
Espíritu de Dios
Espíritu de vida
Espíritu de sabiduría
Espíritu de celos
Espíritu malo / Saúl
Espíritu de adivinación
Espíritu de mentira
Espíritu de Elías que reposo sobre Eliseo
Espíritu de sabiduría, inteligencia, consejo, poder, conocimiento y temor de Jehová
Espíritu de Egipto
Espíritu de vértigo
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Espíritu de juicio
Espíritu de sueño
Espíritu de los dioses santos
Espíritu de fornicación
Espíritu de falsedad
Espíritu de gracia y oración
Espíritu de inmundicia
Espíritu de demonio inmundo
Espíritu de enfermedad
Espíritu de adivinación
Espíritu de esclavitud
Espíritu de estupor
Espíritu de mansedumbre
Espíritu de fe
Espíritu de cobardía
Espíritu mudo y sordo
¿Es necesario hablar con el demonio y hacerle preguntas para obtener información
para después poder expulsarlo?
No necesariamente. Jesús y otros de sus discípulos expulsaron demonios sin hablar con
ellos ni preguntarles nada. Fueron expulsados con una simple orden. Pero vemos que aquí
Jesús conversa con el demonio y le pregunta por su nombre. Entonces eso significa que a
veces podemos hacerlo si es necesario.
Mateo 12:22-37
27 Ahora bien, si yo expulso a los demonios por medio de Beelzebú, ¿los seguidores de
ustedes por medio de quién los expulsan? Por eso ellos mismos los juzgarán a
ustedes. 28 En cambio, si expulso a los demonios por medio del Espíritu de Dios, eso
significa que el reino de Dios ha llegado a ustedes. 29 »¿O cómo puede entrar alguien en
la casa de un hombre fuerte y arrebatarle sus bienes, a menos que primero lo ate? Solo
entonces podrá robar su casa.
Mateo 16:19
19 Te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en
el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.
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Apocalipsis 20:1-3
Vi un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la
mano. 2 Prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por
mil años. 3 Lo arrojó al abismo, lo encerró y puso un sello sobre él, para que no engañara
más a las naciones hasta que fueran cumplidos mil años. Después de esto debe ser
desatado por un poco de tiempo.
Algunas personas piensan que en Mateo 12:29 Jesús está diciendo que tenemos que atar a
Satanás. Y sí lo está diciendo, el contexto y las palabras son muy claras. El problema es
la interpretación de estas palabras. Jesús está hablando de atar al hombre fuerte en un
sentido figurado. Es decir, está diciendo que Jesús ha entrado en la casa (el mundo) de un
hombre fuerte (Satanás que tiene al mundo entero bajo su dominio) y quiere arrebatarle
sus bienes (las personas que tiene bajo su control). Y para hacerlo primero hay que atarlo,
es decir, hay que imposibilitarlo, hay que detenerlo, hay que vencerlo. Y eso fue
precisamente lo que hizo Jesús con el Diablo. Lo venció, lo imposibilitó, lo desarmó. Y
por eso Jesús pudo “robarle” las almas de muchas personas. Pero esto no significa que
cuando queramos expulsar un demonio tenemos que atar al demonio.
En Mateo 16:19 Jesús le dice a Pedro que le va a dar las llaves del reino. La llave en este
caso significa acceso a las cosas del reino. Una llave de una puerta nos da acceso o
entrada a una casa con recursos. De la misma manera la llave del reino nos da acceso a
los recursos del reino. Después Jesús le dice que todo lo que ate en la tierra quedará atado
en el cielo y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. ¿Qué quiso
decir Jesús con eso? El contexto tiene que ver con la iglesia. Jesús acaba de decir que él
va a edificar su iglesia y las puertas del infierno no van a poder contra ella. Ahora Jesús
le dice a Pedro que él tiene la autoridad para atar y desatar. Y se ata algo será respaldado
en el cielo. Y si desata algo será respaldado en el cielo. De acuerdo al contexto, Jesús está
hablando de autoridad sobre la iglesia. Atar significa declarar prohibido o impropio. Y
desatar significa declarar permitido o legal. Pero no tiene nada que ver con atar y desatar
demonios.
Por último, en Apocalipsis 20 se habla del milenio, es decir, mil años de reinado de Jesús
y paz sobre la tierra porque Satanás estará atado por mucho tiempo. Aquí se vuelve a
hablar de atar a un demonio pero nuevamente tenemos que tomarlo simbólicamente y no
literalmente. El libro de Apocalipsis está saturado de simbolismo. Esta no es la
excepción. Decir que Satanás va a estar atado por mil años simplemente quiere decir
estará imposibilitado, detenido, sujetado por muchos años. Pero no quiere decir que
tendrá cadenas en sus manos y sus pies.
Hay personas que atan demonios pero surgen las preguntas. ¿Cómo atas a un demonio?
¿Vemos a Jesús o a sus discípulos atando demonios en algún lugar de la Biblia? ¿Ves que
Jesús o sus discípulos le dijeran a los demonios estas atado o te ato Satanás? Todo lo
contrario, vemos a Jesús expulsando demonios. Y si una persona “ata” a un demonio ¿por
cuánto tiempo queda atado ese demonio? Y ¿para qué queremos tener a un demonio
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“atado”? Y si fuera tan fácil como decir estas atado Satanás o estas atado demonio de
lujuria ¿Por qué simplemente atar a Satanás y a todos sus demonios de una vez por todas
y por toda la eternidad?
Algunos basados en Lucas 8:31 y Apocalipsis 20:1-4 dicen que tienes que ordenar a los
demonios que se vayan al abismo. No estoy muy seguro de eso. Jesús y sus discípulos
nunca le dijeron a un demonio que se fuera al abismo. De hecho nunca les dijeron que se
fueran a un lugar en particular excepto por Lucas 8 donde los demonios el piden a Jesús
que los envíe a los cerdos y Jesús accede. Así que por que no mejor simplemente les
decimos a los demonios que se vayan a donde Jesús los envía.
Teniendo una relación personal diaria con el Señor (mucha oración, Biblia, ayuno,
reuniones en la iglesia, etc.)
Orando como dijo Jesús en el Padre Nuestro “no nos metas en tentación sino
líbranos del maligno (Satanás)
Estas son algunas ayudas que pueden servirte para ministrar liberación más
efectivamente:
Asegúrate de que no haya nada que el enemigo pueda usar en tu contra a la hora
de ministrar liberación. Cuando uno peca uno ha cedido su autoridad. Si has
pecado, confiesa tu pecado, pide perdón, arrepiéntete y mantente en santidad.
No olvides orar con los ojos abiertos para observar lo que está sucediendo con la
persona que estas ministrando. Muchas veces el lenguaje de su cuerpo puede
ayudarte a saber qué está pasando con los demonios y cómo ministrar más
efectivamente.
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persona a quien se esta ministrando a un lugar privado. No es bueno ministrar la
liberación en los lugares públicos de la iglesia a la vista de todos. Puede afectar
negativamente a los nuevos en Cristo, a los viejos en Cristo que no están
familiarizados con la liberación y también puede afectar negativamente a nuestros
niños. Llevemos a la persona a un cuarto y cerremos el cuarto para ministrar de
una manera más privada.
Ministremos con seguimiento. Una vez que la persona haya quedado libre, es muy
importante que se le de un seguimiento. El seguimiento es para ver cómo
siguieron las cosas en su vida. También es necesario para saber si hay la
necesidad de seguir orando por más liberación. En ocasiones no salen todos los
demonios. El seguimiento también es necesario para animar a la persona a que
tome los pasos necesarios para impedir que los demonios regresen a ella, ya que
van a querer regresar.
Para contestar a esta pregunta primero tenemos que hacer dos importantes aclaraciones.
La primera es debemos tener un entendimiento en común de lo que queremos decir con la
palabra poseído. Para algunos la palabra poseído significa estar totalmente bajo el control
de un espíritu demoniaco que le impide a la persona actuar libremente. Para ellos estar
poseído es que el demonio habla y no la persona. Es que el demonio hace que la persona
tenga movimientos involuntarios, convulsiones, o que se haga daño. Pero para otros la
palabra poseído quiere decir estar bajo cierta influencia espiritual de un demonio mientras
que la persona todavía tiene control total o un buen grado de control de sus actos.
Yo creo que en la Biblia encontramos esas dos clases de situaciones. Por un lado,
tenemos casos como el del rey Saúl que actuaba fuera de control cuando era poseído por
un espíritu maligno. El caso del niño en Marcos 9 que obviamente no tenía control sobre
sus decisiones y su cuerpo ya que el demonio hacia que el niño se sacudiera
violentamente, se revolcara, se echara al fuego y al agua, hacía que echara espumarajos y
que crujiera los dientes. Y el caso del endemoniado de Gadara (Marcos 5:1-20, Lucas
8:26-39). Pero por otro lado tenemos casos como la mujer con la joroba que estaba siendo
oprimida por un demonio pero a la vez ella seguía teniendo mucho control de su vida y su
cuerpo (Lucas 13:10-17). O Judas que fue poseído por un demonio y siguió actuando
libremente (Juan 13:27-30).
La segunda aclaración es que cuando nos hacemos la pregunta ¿puede un cristiano ser
poseído? nunca vamos a saber a ciencia cierta si una persona es verdaderamente cristiana
o no y por lo tanto cómo vamos a poder decir si era un cristiano con demonios o si era
una persona no cristiana con demonios. Una persona puede tener problemas con
demonios mientras que aparenta o piensa que es cristiana cuando no ha nacido de nuevo.
Algunos van a decir que se trataba de una persona cristiana con demonios mientras que
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otros van a decir que se trataba de una persona no cristiana con demonios. Pero ¿quién de
nosotros puede saber quién es cristiano y quién no lo es?
Y ¿qué hay de un verdadero cristiano? ¿Puede tener demonios? Yo creo que bíblicamente
hablando los cristianos pueden estar en uno de los siguientes tres niveles de la actividad
demoniaca:
El nivel #1, la oposición, es el nivel de la lucha espiritual que todo cristiano tiene contra
las fuerzas demoniacas. Pensemos en el caso de Jesús que estuvo en una intensa guerra
espiritual contra Satanás y los demonios cuando fue llevado al desierto por cuarenta días.
Este es el nivel de la oposición. Pablo nos dice en Efesios 6:10 en adelante que todos
tenemos una fuerte oposición no contra carne ni sangre sino contra huestes de maldad,
contra principados y potestades. Este nivel es para todos los creyentes. Alguien dijo una
vez que si un cristiano no está teniendo ningún tipo de lucha espiritual contra demonios,
posiblemente se deba a que esa persona no es cristiana después de todo y si lo es no está
haciendo nada para afectar negativamente el reino de las tinieblas.
En el nivel #2, la opresión, es un nivel más profundo que el anterior. En este nivel la
guerra espiritual continua dándose dentro del campo de batalla que es la mente, pero
también puede darse a otras áreas de nuestro ser. En este nivel la persona experimenta
ataques físicos de demonios. Estos ataques se pueden manifestar como fuertes dolores de
cabeza, depresión, diferentes tipos de enfermedades. Pensemos en el caso de Job que fue
atacado violentamente por demonios al grado que afectaron su familia, sus finanzas y su
salud poniendo llagas o úlceras sobre toda la piel de su cuerpo. Job seguía siendo un
cristiano ejemplar, pero estaba sufriendo una gran opresión demoniaca. Pensemos
también en la mujer con la joroba que había sido atada por un demonio por 18 años. Era
una hija de Dios, iba a la iglesia, pero se encontraba oprimida por una enfermedad o
condición que Satanás había puesto en ella hasta que Jesús la libertó. Recordemos el caso
del apóstol Pablo que en 2 Corintios 12:7 habla de un mensajero de Satanás que lo
abofeteaba. Estos son ejemplos de cristianos que son oprimidos por demonios.
Aquí es bueno aclarar que en la Biblia encontramos cuando menos dos ocasiones en que
el Señor le permite al Enemigo influir sobre un creyente. La primera es cuando el Señor
le da el permiso a Satanás para que influya negativamente sobre Job (Job 1:12) y trae
muerte, enfermedad, ruina económica. La segunda es cuando Satanás pide permiso a
Dios para zarandear a Pedro (Lucas 22:31-32) y esto hace que Pedro niegue al Señor tres
veces.
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En el nivel #3, la posesión limitada, es el nivel más profundo de los tres. Aquí los
demonios entran al cuerpo de la persona, toman posesión de su mente, y debido a eso
pueden manipularla y controlarla pero de manera limitada y no total.
Los creyentes no tienen mucho problema en aceptar el nivel #1 (la oposición). Lo ven
como algo totalmente bíblico. Para otros el nivel #2 (la opresión) es más difícil de creer y
aceptar. Es el nivel #3 (la posesión limitada de un cristiano) el que ha causado mucha
controversia en la iglesia. Hay algunos grupos que lo ven como algo que la Biblia, así
como la experiencia, muestran, mientras que otros no encuentran ningún apoyo bíblico
para tal posición y por lo tanto lo rechazan y lo critican.
¿Puede un cristiano ser poseído por uno o varios demonios? Yo creo que un cristiano
puede llegar a ser influido, y muy influido, pero no totalmente poseído y controlado por
demonios. Algunos tienen problemas en aceptar esta respuesta porque dicen que eso es
imposible tanto cualitativamente como cuantitativamente.
Dicen que es imposible cuantitativamente, es decir, dicen que un cristiano no puede ser
tener demonios dentro de él porque ya ha sido “poseído” por el Espíritu Santo de Dios.
Ellos se preguntan ¿cómo puede haber dos espíritus habitando dentro de la misma
persona? En otras palabras, ¿cómo pueden dos seres habitar dentro de un ser humano? La
respuesta es simple. Un espíritu no tiene cuerpo y por lo tanto no ocupa un lugar
determinado en el espacio. Una misma persona puede tener dentro de ella uno o varios
espíritus. Pensemos en el ejemplo de María de la cual salieron siete demonios (Lucas
8:2). ¿Cómo es posible que siete demonios cupieran dentro del cuerpo de una sola mujer?
Pensemos en el caso del endemoniado de Gadara (Lucas 8:30). Cuando Jesús le preguntó
al demonio su nombre, el demonio contestó que se llamaba legión. Una legión era una
palabra para referirse a un batallón romano de mil o dos mil soldados. Se puede pensar
entones que el hombre de Gadara tenía miles de demonios dentro de él. La Biblia dice
que cuando Jesús liberó a este hombre muchos demonios salieron de él (ver Mateo 12:45,
Marcos 1:24, Marcos 5:9). ¿Cómo pueden estar mil demonios dentro de un solo hombre?
Pueden estar ahí porque por ser espíritus no tienen cuerpo físico y no ocupan lugar en el
espacio. Entonces una persona puede tener uno, varios o hasta miles espíritus morando
dentro de ella. Este es el aspecto cuantitativo de la posesión demoniaca.
Pero ¿qué hay del aspecto cualitativo? ¿Qué hay de la calidad del espíritu que habita en la
persona? En otras palabras, ¿puede un cristiano llevar dentro de sí al Espíritu de Dios y a
uno o varios espíritus demoniacos al mismo tiempo? ¿Puede el Espíritu Santo compartir
nuestro ser con otro espíritu impuro? Algunos dicen que esto no es posible. Otros dicen
que esto si es posible debido a que el ser humano se compone de tres partes, el cuerpo, el
alma y el espíritu. Estas personas dicen que el Espíritu Santo habita en el espíritu del
hombre mientras que los demonios habitan en el alma del hombre. No sabemos a ciencia
cierta si esto es verdad o no. De hecho en la Biblia la palabra espíritu y alma se usan
como sinónimos dando a entender que se trata de un mismo componente del ser humano
y no de dos. Otros dicen que el ser humano es como una casa con diferentes habitaciones.
El Espíritu Santo mora en algunas de las partes de la casa pero el creyente no le ha
rendido el control de cada parte de su casa o su vida. Por ello, el Espíritu Santo mora y
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reina en ciertas áreas de la vida del creyente pero otros espíritus inmundos moran y
controlan otras áreas de la persona.
Pero para contestar a la pregunta ¿puede el Espíritu Santo compartir nuestro ser con otro
espíritu impuro? Déjame contestarte esa pregunta con otra pregunta ¿Puede el Espíritu
Santo habitar en el mismo lugar donde se encuentra el espíritu del ser humano que no es
totalmente santo y perfecto? ¿Puede el Espíritu Santo vivir dentro de un corazón
pecaminoso? ¿Puede existir el mal y el bien dentro de mí? ¿Pueden la luz y las tinieblas
habitar juntos en el mismo cuerpo? Yo creo que sí. No debería ser así pero la realidad es
que así es. Tanto la Biblia como nuestra experiencia humana nos hacen ver que llevamos
dentro de nosotros la naturaleza del hombre nuevo en Cristo Jesús y la naturaleza del
hombre viejo pecador. Por ello, todavía como cristianos seguimos pecando. El bien y el
mal moran dentro de nosotros. De la misma manera podemos decir que si es posible que
una persona sea creyente, tenga al Espíritu Santo viviendo dentro de él y tener uno o
varios demonios a la vez.
Pero ¿existe algún caso específico en la Biblia de algún cristiano que fue poseído o
influenciado por algún demonio? Consideremos los siguientes casos:
El caso del rey Saúl que fue atacado, oprimido y poseído por un espíritu maligno (1
Samuel 16:14, 16:23, 18:10, 19:9). Algunos dicen que el rey Saúl no fue un verdadero
cristiano y por eso se puede aceptar que fue poseído por un demonio. Pero ¿qué hay de su
conversión en 1 Samuel 10:6 donde el Espíritu de Dios viene sobre él y lo transforma en
un hombre nuevo? Este versículo parece indicar que Saúl si era un creyente.
Consideremos ahora el caso de Judas que fue discípulo de Jesús, fue uno de los doce
apóstoles y sin embargo la Biblia dice claramente que fue poseído por Satanás (Lucas
22:3, Juan 13:27). Algunos dicen que Judas no era cristiano o nacido de nuevo pues Jesús
dice que ninguno de sus doce se perdió excepto Judas y además lo llamó el hijo de
perdición (Juan 17:12). La pregunta aquí es si Judas empezó siendo creyente y después se
perdió debido a su pecado y por esa razón es llamado el hijo que se perdió o el hijo de
perdición. Jesús habló de Judas como un diablo en Juan 6:70-71 pero también le dijo a
Pedro apártate de mí Satanás. La palabras diablo o Satanás no necesariamente se usan
para hablar de alguien que no es cristiano. Pueden ser usadas para referirse a un cristiano
que un momento actúa en contra de los planes de Dios. Entonces es difícil determinar si
Judas era creyente o no. Pero lo que sí sabemos es que estuvo con Jesús por tres años.
Fue discípulo de Jesús. Fue uno de los doce apóstoles. Fue enviado a predicar, sanar
enfermos, expulsar demonios y resucitar muertos. Era judío, es decir, del pueblo de Dios.
Conocía la Biblia. Asistía al templo y la sinagoga. Es posible que Judas haya sido un
verdadero cristiano porque sus frutos así lo indicaban. Y si fue así entonces como
creyente Satanás entró en su corazón.
Consideremos también el caso de la mujer con la joroba en Lucas 13:11-16. La mujer era
creyente o salva y sin embargo se encontraba gravemente influenciada por un demonio.
¿Cómo sabemos que tiene un demonio? Porque Jesús dijo de ella esto: Y a esta hija de
Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta
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ligadura en el día de reposo? (v. 16). El problema de su joroba era causado por Satanás.
El texto dice en versículo 11 que tenía un espíritu de enfermedad. Ese espíritu era un
espíritu demoniaco. Y ¿cómo sabemos que era una mujer creyente en Dios o salva? Por
varias razones. La primera era que esta mujer se encontraba en la sinagoga, que es el
equivalente a estar en la iglesia. Y la segunda, que es la más importante, Jesús la describe
como una hija de Abraham, dando a entender que era una hija de Dios. Esta misma
relación entre ser hijo de Abraham y ser salvo la encontramos en Lucas 19:9-10 después
que Zaque conoce a Jesús, se arrepiente de sus pecados y se convierte en un hombre
salvo. Esto es lo que leemos ahí: Jesús les dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa;
por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a
salvar lo que se había perdido. Zaqueo se acaba de convertir y Jesús lo llama hijo de
Abraham. Ser hijo de Abraham es el equivalente a ser salvo. Esto también lo confirma
Gálatas 3:7 que dice así: Sabed, por tanto, que los que tienen fe, estos son hijos de
Abraham. Podemos concluir que la mujer de la joroba era una mujer creyente en Dios y
sin embargo se encontraba siendo oprimida por un demonio de enfermedad. Pero Jesús la
liberó de ese demonio y fue libre y sana.
Está también el caso de otros israelitas creyentes que vemos en Marcos 1:38-39. El texto
dice así: 38 Él les dijo: Vamos a los lugares vecinos para que predique también allí,
porque para esto he venido. 39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y
echaba fuera los demonios. Jesús iba a las sinagogas de los judíos que son sus iglesias.
Sería imposible pensar que en las sinagogas no había creyentes en Dios. Y sin embargo,
Jesús entraba a las sinagogas y expulsaba los demonios de los creyentes.
El caso del apóstol Pedro (Mateo 16:23). Jesús le dice a Pedro. ¡Quítate de delante de mí,
Satanás! ¿Cómo es que Jesús le llama Satanás a Pedro? Nunca Jesús se había referido a
ninguna otra persona con la palabra Satanás y nunca en toda la Biblia se había hablado de
alguna otra persona con el título Satanás más que el Diablo. Es obvio que Satanás está
presente aquí y está tratando de oponerse a los planes de Dios. Y todo parece indicar que
Satanás está detrás de Pedro. Esto significa que Pedro que era creyente en cierto
momento fue influenciado por Satanás y Jesús tuvo que reprenderlo. Pedro tienta a Jesús
para no sufrir, que fue una de las tentaciones del mismo Diablo en Mateo 4. Pedro está
actuando como Satanás porque está siendo influenciado muy sutilmente por Satanás con
pensamientos de compasión por Jesús y protección cuando en realidad estaba tratando de
desviar a Jesús de las cosas de Dios. Es decir, que sufriera y que muriera en la cruz por
nuestros pecados. Tal vez Pedro no está siendo poseído por Satanás pero si esta siendo
bastante influenciado por él.
También está el caso de Ananías y Safira que eran parte de la iglesia y sin embargo como
dice la Biblia dejaron entrar al diablo en su corazón (Hechos 5:1-7).
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fin de cuentas se salva pero mientras tanto sufría la opresión, y tal vez, posesión de
demonios ya que fue entregado a Satanás.
El caso de los corintios (2 Corintios 11:3-4). Pablo les dice: “Pero temo que, así como la
serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean también de alguna manera
extraviados de la sincera fidelidad a Cristo, porque si viene alguno predicando a otro
Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido,
u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis.” Pablo habla de la serpiente,
es decir, Satanás y habla de recibir otro espíritu diferente al espíritu que habían recibido,
es decir el Espíritu Santo.
El caso de los efesios (Efesios 4:26-27). Esta carta fue escrita a cristianos, a santos y
creyentes (Efesios 1:1), pero Pablo dice que tengan cuidado de no irse a la cama enojados
con alguien porque eso le da lugar al diablo. ¿Qué significa eso? Sea lo que sea Pablo
está hablando de que los cristianos pueden ser influidos por el Enemigo.
También esta esto que dice Pablo en 1 Timoteo 3:1-7: Palabra fiel: «Si alguno anhela
obispado, buena obra desea.» 2 Pero es necesario que el obispo sea irreprochable, marido
de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3 que no
sea dado al vino ni amigo de peleas; que no sea codicioso de ganancias deshonestas, sino
amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción
con toda honestidad 5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la
iglesia de Dios?); 6 que no sea un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la
condenación del diablo. 7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de
afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.
En 1 Timoteo 4:1 Pablo dice lo siguiente: Pero el Espíritu dice claramente que en los
últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañosos
y a doctrinas de demonios. Si dice que se apartarán de la fe es porque estaban en la fe.
Es decir, eran creyentes en Cristo. Pero abrirán la puerta a espíritus engañosos y sus
doctrinas de demonios y llegarán a ser tan influenciados que terminarán siendo alejados
del Señor.
Este es otro ejemplo en 1 Timoteo 5:9-15: 9 Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor
de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, 10 que tenga testimonio de
buenas obras: si ha criado hijos, si ha practicado la hospitalidad, si ha lavado los pies de
los santos, si ha socorrido a los afligidos, si ha practicado toda buena obra. 11 Pero
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viudas más jóvenes no admitas, porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan
contra Cristo, quieren casarse, 12 incurriendo así en condenación por haber quebrantado
su primera fe. 13 Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no
solamente ociosas, sino también chismosas y entrometidas, hablando lo que no debieran.
14 Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no
den al adversario ninguna ocasión de maledicencia, 15 porque ya algunas se han
apartado en pos de Satanás.
Otro ejemplo más es 2 Timoteo 2:22-26: 22 Huye también de las pasiones juveniles y
sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.
23 Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas,
24 porque el siervo del Señor no debe ser amigo de contiendas, sino amable para con
todos, apto para enseñar, sufrido. 25 Debe corregir con mansedumbre a los que se
oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad 26 y
escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.
1 Pedro 5:8-9
8 Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar. 9 Resistidlo firmes en la fe, sabiendo que los
mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
Efesios 4:27
26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al
diablo.
Mateo 12:45
Por último, consideremos lo que dijimos anteriormente acerca de lo que Jesús dice en
Mateo 12:45. El Señor dijo de los fariseos que así como el hombre con ocho espíritus su
estado posterior fue peor que el primero, así acontecerá con ellos. Es decir debido a su
pecado, a no reconocer el mover del Espíritu y a rechazar a Jesús, van a ser vulnerables a
la influencia de demonios.
Mateo 6:13
Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno. Esto es parte de la oración
del Padre Nuestro. Jesús dice que tenemos que orar pidiéndole a Dios que nos libre del
Maligno, es decir, Satanás. El Diablo quiere venir a tentarnos. Es por eso que debemos de
protegernos de él.
Lucas 22:31-32
31 »Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran
trigo. 32 Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a
mí, fortalece a tus hermanos».
Satanás pidió permiso al Señor para zarandear, es decir, atacar o influir de alguna manera
sobre Pedro y los otros apóstoles. Jesús tuvo que orar por Pedro para que tuviera fe en ese
tiempo de ataque satánico.
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Preguntas para Estudiar
1. ¿Qué es la liberación?
2. Da tres razones de la gran importancia del ministerio de
liberación
3. Menciona 4 nombres del Enemigo
4. Menciona 3 limitaciones de Satanás
5. Menciona las 5 características de los demonios
6. Menciona 5 actividades comunes de los demonios
7. Menciona las 4 maneras por medio de los cuales los demonios
llegan a influir o posesionar a una persona
8. Menciona 4 maneras por medio de las cuales se expulsaban
demonios en la Biblia
9. Menciona los 4 factores que debemos de considerar para
expulsar demonios
10. Explica brevemente los 5 pasos del modelo para ministrar
liberación
11. Menciona las 5 acciones que se deben hacer para mantener la
libertad
12. Menciona 5 indicaciones para ministrar liberación
13. ¿Puede un cristiano tener demonios? Da apoyo bíblico a tu
respuesta.
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