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De adjetivos, descripciones y aventuras.

*Narrar o describir
Ustedes recordarán que en las últimas clases hablamos del ritmo de la
narración en los relatos de aventuras.
Al respecto, dijimos que el tiempo de la narración se ajusta al ritmo de las
acciones:
*cuando los peligros crecen, el tiempo avanza rápidamente; *cuando se
presentan tierras lejanas, escenarios o personajes exóticos o costumbres
desconocidas, el tiempo se desliza con más lentitud para privilegiar el detalle.

La clase de palabras que adquiere un especial protagonismo en este tipo de


descripciones es el ADJETIVO, que se utiliza para caracterizar un sustantivo.
Adjetivos y determinantes (hablaremos más adelante sobre los determinantes)
que manifiesten género y número deben, necesariamente, concordar con el
sustantivo al que modifiquen.

Vamos a detenernos en un fragmento de El Hobbit donde la narración se


torna espesa, donde el tiempo frenético del relato se detiene para privilegiar
el detalle y presentarnos un personaje sumamente peculiar. Leer con
atención la cita y realizar las actividades que aparecen a continuación:

“Aquí abajo junto al agua lóbrega vivía el viejo Gollum, una pequeña y viscosa criatura.
No sé de dónde había venido, ni quién o qué era. Era Gollum: tan oscuro como la
oscuridad, excepto dos grandes ojos redondos y pálidos en la cara flaca. Tenía un
pequeño bote y remaba muy en silencio por el lago, pues lago era, ancho, profundo y
mortalmente frío. Remaba con los grandes pies colgando sobre la borda, pero nunca
agitaba el agua. No él. Los ojos pálidos e inexpresivos buscaban peces ciegos alrededor, y
los atrapaba con los dedos largos, rápidos como el pensamiento. Le gustaba también la
carne. Los trasgos le parecían buenos, cuando podía echarles mano; pero trataba de que
nunca lo encontraran desprevenido. Los estrangulaba por la espalda si alguna vez bajaba
uno de ellos hasta la orilla del agua, mientras él rondaba en busca de una presa. Rara vez
lo hacían, pues tenían el presentimiento de que algo desagradable acechaba en las
profundidades, debajo de la raíz misma de la montaña [...]
Gollum vivía en verdad en una isla de roca barrosa en medio del lago. Observaba a Bilbo
desde lejos con los ojos pálidos como telescopios. Bilbo no podía verlo, mientras Gollum
lo miraba, perplejo; parecía evidente que no era un trasgo. Gollum se metió en el bote y
se alejó de la isla. Bilbo, sentado a orillas del agua, se sentía desconcertado, como si
hubiese perdido el camino y el juicio. De pronto asomó Gollum, que cuchicheó y siseó
[...]
El hobbit, J.R.R. Tolkien
1- Resaltar con un color llamativo todos los adjetivos que utiliza Tolkien para
describir este personaje y esos espacios tan particulares.

2- Subrayar los sustantivos que están siendo caracterizados y verificar la


concordancia en género y número con los adjetivos.

3- Indique con un resaltado de otro color al punto 1 los casos de doble y triple
adjetivación (casos donde un mismo sustantivo es modificado por más de un
adjetivo).

4- Utilicen sus conocimientos sobre los adjetivos y su imaginación para


ampliar la descripción que hace Tolkien. Redacten fragmentos propios
(extensión mínima: cinco renglones) e intercálenlos como gusten en el texto
original con otra tipografía u otro color.
Aquí abajo dejo una fotografía del personaje que recreó el director Peter
Jackson en sus películas El hobbit y la trilogía El señor de los anillos, para
que les sirva de guía (si así lo quieren) a la hora de ampliar los detalles.
También pueden buscar y utilizar videos en internet donde aparece Gollum y
el espacio de las cavernas.

5- Buscar en El Hobbit fragmentos como el analizado antes, donde el tiempo


narrativo se detenga notablemente para privilegiar la descripción de un
personaje, de un espacio nuevo, o de algún elemento exótico.
Subrayar el texto en el libro, marcar sobre la cita los adjetivos utilizados por
el autor y citar aquí el capítulo y el número de página. (No puede ser el mismo
fragmento que ya trabajamos en esta actividad.)

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