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Prof:

Mauro
Pesse
Titulo: Las drogas en la adolescencia.
Alumna: Catalina Arroyo
Prof: Mauro Pesse Año:2023 Curso:5º

Año:202
A
Seminario de investigaciòn
Objetivos de la investigación: Este trabajo tiene como objetivo presentar los
efectos que tienen los distintos tipos de drogas en las personas, sobretodo en
la etapa adolescente. Por lo tanto, este trabajo se sustenta a través de un libro
llamado “Las drogas y los adolescentes: lo que los padres deben saber sobre
las adicciones” del autor Pablo Rossi.

Pregunta inicial: ¿Cómo afectan las drogas a las personas?

Hipótesis: El consumo de drogas desde tempranas edades puede causar


dependencia psicofísica a lo largo de los años, donde el organismo se vuelve
necesitado de la droga.

Introducción: a modo de introducción presentare

El contexto de la adicción a la droga en ad

olescentes varia, sin embargo, parece s la definición de droga según la OMS


(Organización Mundial de la Salud) un «término de uso variado que en
medicina se refiere a toda sustancia con potencial para prevenir o curar una
enfermedad. En el lenguaje coloquial, el término suele referirse concretamente
a las sustancias psicoactivas y, a menudo, de forma aún más concreta, a las
drogas ilegales».

Para la OMS cualquier sustancia, natural o sintética, que al consumirse puede


alterar la actividad mental y física de las personas, debido a sus efectos sobre
el Sistema Nervioso Central, es una DROGA.

er un elemento atractivo que le permite evadirse de la realidad a la que no


puede acomodarse. En consecuencia, se puede afirmar que en las adicciones
de cualquier índole se expresa una actitud básica de inadecuación e
inadaptación.

En este sentido, el propósito de este trabajo es saber los efectos que causa y
describirlos, como también mostrar que hay soluciones y prevenciones para la
adicción.

Algo de lo que sabemos es que es la adicción a sustancias adictivas produce


una enfermedad que afecta el cerebro y los comportamientos de una persona y
da lugar a una incapacidad para controlar el consumo de medicamentos o
drogas ilícitas.
Desarrollo

En primer lugar, me centrare en describir los efectos que producen las drogas.
Los efectos que producen son diversos sobre nuestro sistema nervioso según
los distintos tipos de drogas que se consume: unas son excitantes y otras
depresivas, unas aceleran nuestro funcionamiento mental con el riesgo de
aumentar los errores y otras lo extorsionan. Mientras que otras producen
alucinaciones o cambios en la percepción de la realidad.

El consumo de drogas tiene consecuencias en el funcionamiento normal de


nuestro sistema nervioso y provoca una serie de efectos que alteran nuestras
capacidades, modifican la manera de pensar, de funcionar, de relacionarse y
de enfrentarse a los desafíos de la realidad.

El consumo de drogas en los adolescentes está relacionado a un periodo que


comienza con la pubertad, aproximadamente entre 12 y 13 años que se
extiende hasta los 21 años. Durante esta etapa los adolescentes experimentan
un crecimiento a nivel fisiológico, genético, interno y externo. Por lo tanto, en
este periodo todos los adolescentes experimentan contradicciones que les
crean conflictos, que alteran su conducta y desordenan la vida familiar. Es
normal que los adolescentes entre en contacto con el mundo que lo rodea
transformando su vida sexual, amorosa, amistades. Por lo tanto, se llevara a
cabo la exploración del mundo mediante su inexperiencia y elabore un sistema
de prueba y error donde aprenderá y conocerá el mundo.

Se pueden distinguir distintos tipos de drogadicción en los adolescentes según


un especialista Luigui Cancrini:

 Drogadicción traumática: Es la adicción que se instala a partir de un hecho


concreto de violación, muerte de un ser muy querido que no se pudo
superar, una pérdida afectiva importante o algún otro tipo de hecho
traumático.
 Drogadicción por neurosis actuales. Es la adicción que se construye a partir
de un conflicto activo del sujeto.
 Drogadicción de transición. Se caracteriza porque el adicto tiene un
mecanismo de defensa “transicional” típico, esto es, que presenta
características obsesivas, depresivas o paranoicas.
 Drogadicción por problemas sociales. Entre estos adictos se encuentran los
hijos de familias con graves problemas económicos y sociales, los que han
sido entregados y abandonados en institutos de la minoridad, y los que
pertenecen a la población estable de las casas degradadas de la periferia
de las grandes urbes.
Las conclusiones de Cancrini dan la posibilidad de implementar una terapia
precisa según cada tipo de drogadicción. Lo cual aumenta la posibilidad de
éxito del tratamiento.

Es necesario comprender la importancia que tiene la educación preventiva


como una de las formas de prevención, debemos partir del concepto de
“educación” cuya etimología nos remite a “criar”, “alimentar”, “conducir” y
“guiar”. Las acciones destinadas a educar a alguien deberían formar parte
de la formación en las escuelas.

La prevención se basa en una actitud atenta cuyo propósito es evitar la


aparición de riesgos para la salud tanto del individuo como de la familia y de
la comunidad. Podemos distinguir varios niveles de prevención:

Prevención primaria inespecífica. Tiene como finalidad ejercer una


influencia de modo inespecífico, es decir, global, sobre todos los elementos
y factores determinantes del problema. La acción muestra y difunde pautas
de conducta que resulten completamente incompatibles con el mal que se
desea evitar. Ejemplos de prevención primaria son lanzar medidas que
restrinjan la producción y comercialización de drogas, elaborar una
legislación que desaliente el consumo entre los más jóvenes o promover la
vida sana.

Prevención primaria específica. Está más circunscrita a un problema


determinado e incide directamente sobre los factores que se supone que lo
generan. Si bien es difícil determinar todas las situaciones de riesgo que
existen en los diferentes ámbitos de la vida, existen unos cuantos estadios
que están ya predispuestos al análisis. Éstos son la historia personal, el
entorno familiar, el tipo de vida y las relaciones sociales. El conocimiento y
la profundización de estos factores de riesgo brinda un importante material
de estudio sobre el cual se pueden armar estrategias preventivas. Ha sido
muy útil el trabajo con los toxicómanos, quienes aportan un punto de vista al
que, por lo general, no puede acceder el investigador. La forma más
efectiva que puede adoptar este tipo de prevención es la de introducir el
concepto de salud a partir de la educación primaria y a través de talleres de
prevención en la educación secundaria.

Prevención secundaria. Las acciones de la prevención secundaria intentan


solucionar un problema ya existente; intentan hacerlo desaparecer por
completo o en parte y al mismo tiempo tratan de evitar las complicaciones
ulteriores que conllevan las adicciones. Se trata en estos casos de
fortalecer la estabilidad emocional, los vínculos familiares y laborales, y de
subsanar los conflictos de la historia personal. Lo importante en este caso
es detener el proceso que se ha iniciado para luego sostener al individuo
hasta lograr que revierta la adicción.
Prevención terciaria. Las acciones de la prevención terciaria apuntan a
retrasar o frenar el desarrollo de la adicción y de sus consecuencias aún en
los casos en que la manifestación central continúe presente. Aunque puede
parecer paradójico hablar de prevención en estadios avanzados de la
drogodependencia, sigue siendo en estos casos fundamental tratar de
actuar sobre los factores de riesgo para atacar los conflictos que impiden
rehabilitarse al adicto. La prevención terciaria se utiliza también cuando no
es posible obtener una abstención total de la droga o del tabaco o del
alcohol. El propósito es disminuir las cantidades consumidas y lograr
períodos cada vez más largos de abstinencia.
Conclusión:

Mediante el desarrollo del trabajo realizado, podemos observar que la


problemática de la drogadicción es un factor que atenta contra la sociedad.
Más allá del diagnóstico y llegado ese punto donde es muy difícil de
convencer al adicto de que inicie un proceso terapéutico. A menudo es muy
dramático ver el esfuerzo y las múltiples estrategias que despliega la familia
para evitar que el adicto se sumerja en la autodestrucción.

Sin embargo, muchas personas deciden cambiar y ese cambio suele


provenir de alguna o varias de las siguientes posibilidades: enfermedad
grave o muerte de un ser querido, situación de severo daño físico personal,
problemas laborales irrevocables, despido laboral, violencia física hacia los
seres queridos, sobredosis, accidentes automovilísticos, cárcel, etc.

No podemos negar que el abuso de la cocaína produce un importante


deterioro físico, que se traduce en la destrucción parcial o total del tabique
nasal, congestiones pulmonares, defensas deprimidas, hepatitis,
convulsiones y, en el caso de los que se inyectan, exposición al contagio de
VIH.

La negativa a aceptar la dependencia a la droga siempre estará, pero


cuando el adicto se encuentre en una situación de soledad, de miedo o
angustia puede aceptar un tratamiento. Aunque haya varios episodios de
boicot donde quiera abandonar por las indicaciones médicas que le exigen
un cambio radical en su vida.

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