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INDICACIONES GENERALES
Oración de inicio:
ORACIÓN DE SELLAMIENTO:
Señor Jesús, en tu Nombre y con el Poder del Espíritu Santo sello con tu Sangre a toda persona,
hechos o acontecimientos a través de los cuales mis enemigos me quieran hacer daño y ato a
los principados, dominaciones y potestades destructoras en el aire, en la tierra, en el agua, en
el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del
infierno, y en el mundo en el que estoy.
En el Nombre de Jesús y con el Poder del Espíritu Santo, corto y ato toda acción e interferencia
de demonios en mi contra y los pongo a tus pies Señor Jesús para que Tú dispongas de ellos y
te pido que envíes a mi hogar y a mi trabajo a la Virgen María con San Miguel, San Gabriel, San
Rafael y sus Ángeles para que su protección me cuide de todo mal.
En tu Nombre Jesús, sello con tu Sangre mi casa, a los que la habitan (NN), a las personas que
vendrán a ella, así como los bienes y alimentos que nos das, y sello con tu Sangre el piso,
techo, paredes, puertas ventanas, tierra, objetos, todo lo que me rodea, y a toda mi familia.
En tu Nombre Jesús sello con tu Sangre los lugares en donde voy a estar hoy, las personas,
empresas e instituciones con quienes voy a tratar (nombrar), sello con tu Sangre mi trabajo,
material y espiritual, mi negocio y los de mi familia, los vehículos, las carreteras, los aires y
cualquier transporte que utilicemos. Señor Jesús en tu Nombre pido que me bendigas y
prosperes, que tu mano esté sobre mí y que alejes de mí y de mi familia la calamidad para no
padecer aflicción y con Tu Preciosa Sangre sello los corazones, mentes y acciones de los
habitantes y dirigentes de mi País a fin de que Tu Verdad y Tu Sagrado Corazón reinen en él.
Gracias Jesús por Tu Sangre, por tu muerte en la Cruz y tu Resurrección, ya que gracias a Tí
somos salvados y protegidos de todo lo malo. Amén.
Rezo del rosario: (no habrá cantos entre misterios)
¡Ven, Espíritu Santo, ven! Y envía desde el cielo, un rayo sobre el suelo, de tu luz eternal.
Ven, Padre de los pobres, ven, Dador de los bienes, Tú que alumbras y sostienes al infeliz
mortal.
¡Ven, Espíritu Santo, ven! Paráclito sincero, dulce huésped del alma, su refrigerio y calma,
Santo Consolador.
¡Ven, Espíritu Santo, ven! ¡Oh luz amorosísima! dulce, clara, serena, llena nuestros corazones
que aman tu claridad.
Sin tu supremo auxilio, que el pecho nos ensancha, nada hay puro y sin mancha, todo en mí es
maldad.
¡Ven, Espíritu Santo, ven! Lava Tú lo que es sórdido, riega lo que está seco, débil soy cuando
peco, danos Tú la salud. Ablanda lo que es áspero, templa lo que está frío, al hombre en su
extravío, vuélvelo a la rectitud.
¡Ven, Espíritu Santo, ven! Concede a los que, fieles en Ti solo esperamos, y, humildemente
invocamos tus siete dones. Da de virtud el mérito, danos un final dichoso, y en nuestro reposo,
eterno galardón. Amén.
Oración de salida: