Está en la página 1de 1

Cuenta esta leyenda que, al casi caer la medianoche, algunas personas fueron

testigo de cómo un espectro femenino salió de la Catedral y puso rumbo hacia el


norte de la ciudad. La mujer vestía de negro y, cuando llegó frente al Santuario de
Nuestra Señora de Guadalupe, atravesaba la calle y después desaparecía.
Esa noche, la enlutada cosechó varias muertes. Aquellos que la persiguieron fueron
sus víctimas cuando escuchaban su tenebroso grito.

5. La china Hilaria

Esta leyenda tiene su origen en Aguascalientes, en el barrio del Encino, allí


surge la historia de obsesión que da pie a una expresión utilizada usualmente
en el lenguaje coloquial mexicano.

Cuenta la leyenda que, en la calle de la Alegría, hace muchos años vivió Hilaria
Macías, conocida por todos como china Hilaria, ya que tenía el cabello muy rizado y
hermoso.
Con el tiempo un hombre poco recomendable, conocido como el Chamuco, se
enamoró de Hilaria. Esta no quiso corresponderle ya que sentía cierto rechazo, no
solo a su aspecto, sino también a su personalidad. El cambio, el Chamuco insistía,
primero con modestia, después con palabras soeces.
Hilaria comenzó a sentir miedo y decidió visitar al cura para que hablara con
Chamuco. El padrecito le dijo al hombre que pidiera a Hilaria uno de sus rizos
afirmando: “Si consigues alisarlo, en unos 15 días, te corresponderá”.
Chamuco siguió las recomendaciones del cura y, pasadas dos semanas, harto de
querer enderezar el rizo, acudió a la magia negra. Asistió a un brujo que invocó al
Diablo. Este le pidió su alma como recompensa y el Chamuco aceptó. Tras días y
días de trabajo no pudo hacer nada.
Chamuco reclamó al diablo su falta de seriedad y este, enojado, se fue. Desde
entonces, Chamuco quedo loco andando por las calles del encino atormentado.
Cada vez que alguien le preguntaba cómo estaba, solo respondía: “De la china
Hilaria”.

También podría gustarte