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Mujeres Evangélicas en Contexto: Resistencia y Transformación

-Cristopher Cascante Alvarado

Actualmente las mujeres disfrutan de una libertad del patriarcado y cadenas sociales,
impuestas desde tiempos muy antiguos (Tito 2:4). Las experiencias de las mujeres
evangélicas, proporcionan una visión intrigante y matizada de la intersección entre la
religión, el género y la lucha por la autonomía y la igualdad. Estas mujeres enfrentan
dinámicas complejas en sus congregaciones evangélicas pentecostales, donde los mandatos
patriarcales y las justificaciones para la violencia de género a menudo se imponen como
normas. Sin embargo, la realidad de estas mujeres no puede reducirse a un simple relato de
opresión pasiva; en su lugar, se observa un mosaico de experiencias que van desde la
obediencia a la resistencia activa.

Las congregaciones evangélicas pentecostales, desempeñan un papel multifacético en la vida


de estas mujeres. Son refugios espirituales donde encuentran apoyo material y simbólico, y
donde construyen una identidad positiva que contrasta con la estigmatización y exclusión
social que enfrentan fuera de sus comunidades religiosas. Estas iglesias les ofrecen un
espacio donde son reconocidas y valoradas como iguales en derechos a los hombres, un
aspecto crucial para su comodidad y pertenencia, esto porque ante Dios todas las personas
creyentes son iguales porque Dios mira el corazón (Hechos 1:24), demostrando que a Dios
ser mujer y hombre es lo mismo, lo que provoca que los humanos hayan dado esa
interpretación bíblica donde la mujer está bajo el hombre o viceversa. Esto se puede ver como
el caso de un personaje bíblico llamado Débora, ella fué una juez muy importante en la
historia de los israelitas, mostrando que los cargos que se creen son de “hombres”, también
pueden ser ocupados por mujeres.

Sin embargo, es aún más interesante el enfoque en la resistencia y el cambio desde dentro. A
pesar de las estructuras patriarcales y las normas opresoras en sus congregaciones, muchas
mujeres evangélicas no se someten pasivamente. En muchas iglesias con teología pentecostal,
y/o cristianismo evangélico, se critica a la mujer debido a que no cumple con las normas
bíblicas establecidas, como por ejemplo: la biblia muestra en Deuteronomio 22:5, que las
mujeres deben de vestir como mujer y los hombres como hombres, lo que provoca en en las
iglesias como Asambleas de Dios, se tienda a ser muy rudos y obligar a la mujer a usar faldas
y no pantalón, aunque en otras iglesias de esta misma organización se prohíbe el uso de
maquillaje y la ropa de verano. Las mujeres en las iglesias con una visión extremista y poco
centralizada en la biblia se resisten de diversas formas, desde la confrontación directa de los
líderes religiosos hasta la negociación de los límites de su participación para mantener su
autonomía. Tomando en cuenta textos bíblicos, dándoles un significado que cuestiona el
control masculino y la justificación de la violencia como es el caso de 1 Timoteo 2:12-13,
donde se menciona que la mujer debe aprender callada pero muchas mujeres toman y
resaltan el “no permito”, en primera persona en el cual Pablo demuestra que para él no es
correcto debido a que era para ese momento.

La importancia de la información y los encuentros enriquecedores se refleja en aquellas


mujeres que buscan empoderarse y transformar sus comunidades religiosas, buscan
conocimiento más allá de las enseñanzas de sus propias iglesias, y esto incluye perspectivas
feministas y de diversidad sexual, esto al igual que los otros temas tiene origen bíblico y es en
1 Tesalonicenses 5:21-23, en el cuál se resalta que los seres humanos pueden examinar
cualquier lucha social y política, e incluso cualquier tema, pero que siempre se busque lo
bueno, y que se descarte lo malo. La información se convierte en una herramienta vital en su
lucha por la igualdad y la justicia de género, dando poder y fuerza a aquellas mujeres que han
resistido y prevalecido bajo opresión a causa de su fe.

Las alianzas entre la política y la religión son un tema de controversia entre estas mujeres.
Algunas apoyan la participación de líderes evangélicos en política siempre que se haga de
manera desinteresada, como un deseo de cambio social, esto porque creen que alguien de su
misma fe o visión tiene la capacidad de gobernar un país. Otras son críticas y ven el
neopentecostalismo como una tendencia que se aleja de los principios básicos del
cristianismo, resaltando las prédicas neopentecostalistas de motivación y poco sobre la biblia,
donde el enriquecimiento personal parece prevalecer.

La exclusión y la racialización son cuestiones subyacentes en sus vidas, debido a que estas
mujeres enfrentan estigmatización debido a su género, nacionalidad y ubicación
socioeconómica, mostrando de una manera más clara la presencia del cristianismo protestante
en regiones con desigualdad social o económica, aunque esto muchas personas lo suelen
relacionar con Mateo 19:23-24. Estos factores contribuyen a la polarización y socavan su
autoestima. Sin embargo, se revela su capacidad para desafiar estas estructuras de poder y
encontrar intersticios para la resistencia.

En conclusión las mujeres de cualquier denominación evangélica, protestante y cristiana son


una muestra de la resistencia que viven y cómo sus apoyos a las sociedad han cambiado la
visión de las iglesias actualmente en contraste a otros tiempos.

Referencias:

Experiencias de mujeres: sentidos y significados de la participación en iglesias evangélicas de


barrios urbanos de San José. (2023). [Tesis Maestría]. Universidad de Costa Rica.
https://www.kerwa.ucr.ac.cr/bitstream/handle/10669/89505/QUESADA%20CHAMORRO%
20PEGGY%20FINAL%20%281%29.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Biblia Bilingue RV1960/KJV. Holman Bible Publishers.

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